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Sub Andino Norte y Sur

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UNIVERSIDAD PRIVADA DOMINGO

SAVIO
FACULTAD DE INGENIERA

PROVINCIAS GEOLOGIAS DE BOLIVIA (SUBANDINO NORTE Y


SUR)

MARTERIA:
GEOLOGIA ESTRUCTURAL
DOCENTE:
DANIEL IGNACIO CORITZA TAQUICHIRI
INTEGRANTES:
LUIS MIGUEL LARA BOYERMAN

La Paz, Agosto 2022


INDICE
INTRODUCCION............................................................................3
EMPRESAS PETROLERAS EN BOLIVIA.................................6
SUBANDINO NORTE...................................................................10
CONTEXTO GEOLÓGICO.........................................................11
SUB ANDINO SUR........................................................................17
ESTRATIGRAFÍA.........................................................................20
Ciclo Siluro-Devónico..................................................................20
Ciclo Carbónico-Pérmico............................................................21
Ciclo Mesozoico...........................................................................21
Ciclo Terciario.............................................................................22
GEOLOGÍA ESTRUCTURAL....................................................22
Bibliografía.....................................................................................24
INTRODUCCION

En Bolivia existen 106 áreas reservadas para YPFB muchas de ellas con contratos de
operación en etapa de explotación, exploración o con declaratoria de fuerza mayor.

En agosto de 1985, el Decreto Supremo 21060 implementó en el país las medidas de ajuste
estructural diseñadas por el Fondo Monetario Internacional y el FMI. En ese momento, se
buscaba frenar el proceso inflacionario y poco o ningún logro en términos de crecimiento y
menos considerar los costos sociales o ambientales. El Decreto fue conocido como de
“relocalización”, por el masivo despido de trabajadores de las empresas estatales. Inició la
liberalización comercial, financiera y la privatización de la actividad productiva
minimizando el papel del Estado.

El modelo de desarrollo impuesto fue calificado como ecológicamente depredador,


socialmente perverso, y políticamente injusto. Favoreció el incremento de la explotación
intensiva de los recursos naturales para la exportación abriéndose una ola de conflictos
ambientales.

Antes de eso se había aplicado una política de estrangulamiento financiero y


desmantelación de la estatal petrolera, mostrándola como ineficiente y corrupta. Hasta 1992
la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos de Bolivia (YPFB) generaba altos excedentes y
abastecía el consumo interno de hidrocarburos. A partir de ese año se empezó a importar
Diesel y derivados. Frente al desplome de precios de la minería, YPFB se convirtió en la
mayor fuente de ingresos del Tesoro General de la Nación y el sostén de las finanzas
estatales.

En 1996 se aprobó la nueva Ley de Hidrocarburos, con la que cambiaron todas las reglas de
juego y condiciones tributarias atractivas para el capital privado. La ley retomó el sistema
de concesiones petroleras sin limitar áreas de exploración ni el número de contratos de
riesgo compartido con YPFB.

El modelo de desarrollo que impuso la privatización de los recursos naturales, promoviendo


su explotación inmediata a cualquier costo, generó los peores conflictos ambientales de la
historia del país, en los cuales la carga de los impactos ambientales negativos de las
políticas y operaciones económicas o de la falta de las primeras, recayó invariablemente en
las poblaciones más vulnerables. Además, entregó la propiedad de las riquezas del país a
transnacionales, las que se llevaron los recursos financieros generados por su
aprovechamiento, imposibilitando la inversión en el desarrollo, acrecentando la pobreza y
empeorando la calidad de vida de la mayor parte de la población.

Por eso el 2003 emergieron las movilizaciones sociales cuyo eje era la recuperación de los
recursos naturales. El 2001, la IV Marcha por los Recursos Naturales y la Vida logró la
aprobación de la Asamblea Constituyente. Se trataba también de recuperar la participación
de la población en la toma de decisiones, de manera directa. Así la Guerra del Agua echó a
una transnacional del país en pleno auge del neoliberalismo y la Guerra del Gas tumbó
presidentes sucesivamente hasta que asumió Evo Morales.

Las movilizaciones populares de mayo a junio del 2005 lograron la aprobación de la nueva
Ley de hidrocarburos, la ley 3058, durante el gobierno de Carlos Mesa. La ley establece la
refundación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), entidad a la que se le
asigna el rol principal de ejercer, a nombre del Estado, la propiedad de los hidrocarburos y
representar al mismo en la suscripción de contratos petroleros. Además, se crea el Impuesto
Directo a los Hidrocarburos (IDH), con el que se incrementó considerablemente la
participación estatal en la renta petrolera.

En Enero del 2006 asumió como presidente Evo Morales, tras una serie de movilizaciones
sociales que bajo el denominativo de la Guerra del Gas, buscaban la recuperación de los
recursos naturales entregados a las empresas transnacionales. En mayo del 2006 se
promulgó el Decreto Supremo No 28701, de Nacionalización de los Hidrocarburos,
estableciendo que las empresas petroleras que hasta ese momento operaban en Bolivia bajo
contratos de riesgo compartido, debían migrar, en un plazo no mayor a 180 días, a nuevos
contratos petroleros que cumplan con los requisitos legales y constitucionales, razón por la
que en octubre de ese mismo año, el Estado boliviano suscribió 44 contratos bajo la
modalidad de contratos de operación con 15 empresas petroleras, que entraron en vigencia
a partir del 2 de mayo de 2007.
Hasta septiembre de 2009, el gobierno de Evo Morales había estatizado las empresas de
exploración y de explotación de hidrocarburos Chaco y Andina; la transportadora de gas
Transredes; el sistema de gaseoductos y oleoductos; las refinerías Guillermo Elder Bell de
Santa Cruz y Gualberto Villarroel de Cochabamba, que estaban en manos de Petrobras,
además de otras empresas de menor envergadura como la distribuidora de gas
(EMCOGAS), de logística en hidrocarburos (CLHB) y la distribuidora de combustible
aéreo AIR BP. Entonces, se anunció que el Estado había llegado a controlar el 100% de la
cadena de hidrocarburos en Bolivia.

Sin embargo, se habían mantenido en reserva las auditorias petroleras lideradas por el
mayor luchador e inspirador de las movilizaciones contra la capitalización, el Ing. Enrique
Mariaca. Su trabajo demostró el manejo doloso de las compañías por inversiones no
realizadas, utilidades no declaradas, venta de gas de Repsol a Petrobras, a espaldas de
YPFB y hubiera permitido suscribir los contratos en otras condiciones.

La nacionalización fue calificada como anoréxica porque mantuvo un alto porcentaje de


control de la producción hidrocarburífera en manos de las transnacionales. Además, porque
implicó una compra onerosa de las empresas privatizadas durante los gobiernos
neoliberales.

Los gobiernos progresistas de América del Sur han apostado al extractivismo para resolver
las demandas populares de acceso al agua, alimentación, crédito, servicios y consolidar su
legitimidad y apoyo social para mantenerse en el poder y continuar el proceso de cambio.
Por ello, si bien han efectuado algunos cambios como mejoras tributarias que generan
mayores ingresos fiscales, no hay modificaciones sustantivas en la actual estructura de
acumulación. El argumento es que el extractivismo es indispensable para combatir la
pobreza y promover el desarrollo. En consecuencia, el neoextractivismo mantiene y
reproduce elementos clave del extractivismo de origen colonial.

En el país, en la última década se ha acentuado la dependencia primario-exportadora. En


Bolivia la participación de los productos primarios como proporción del valor total de las
exportaciones paso de ser el 89.4% en el año 2005 al 92.6% en 2010.
El vicepresidente García Linera caracteriza las políticas extractivistas impulsadas por su
gobierno, como una primera etapa que permitirá crear las condiciones materiales que
permitan salir del extractivismo y sostiene que “detrás del criticismo extractivista de
reciente factura en contra de los gobiernos revolucionarios y progresistas se halla pues la
sombra de la restauración conservadora.” El rechazo al extractivismo y la destrucción
ambiental en general, así como la defensa de los territorios de los pueblos indígenas y
campesinos ante la lógica expansiva de la acumulación, fue uno de los ejes principales de
las luchas antineoliberales. En la actualidad la crítica al extractivismo se realiza desde la
perspectiva de la búsqueda de alternativas civilizatorias a la sociedad depredadora del
desarrollo sin fin. La lógica económica, política y cultural del rentismo, refuerza un modelo
de Estado vertical y centralizado, incompatible con la plurinacionalidad y con un Estado
comunal y socava en forma sistemática toda posibilidad de autogobierno participativo y
democrático.

EMPRESAS PETROLERAS EN BOLIVIA

Las 10 empresas que se muestran a continuación representan en su total el 99.9% de la


producción del país.

1. Repsol
La presencia de Repsol S.A. en el país comienza cuando una de sus principales
subsidiarias en Argentina, YPF adquiere derechos de explotación y exploración en
las Áreas (o Bloques) petroleras Montero y Charagua y más tarde el mismo año
también obtiene derechos de exploración sobre el Bloque Securé. Pero es a partir
del proceso de Capitalización que se lleva a cabo en Bolivia dos años después,
cuando los intereses del grupo aumentan, comprando la empresa Andina, una de las
empresas en que se divide la cadena hidrocarburífera antes bajo control de la estatal
YPFB. Andina fue adquirida inicialmente por YPF la que luego pasó a su vez a
control de Repsol. De esta manera le española aumenta su presencia en Bolivia.
Pero una vez consolidada la Capitalización Repsol YPF en Bolivia y la argentina
Pérez Compac, con esto el grupo Repsol controlaba más del 50% de la Petrolera
Andina, es decir controlaba los campos de dichas empresas en el país.
Catorce años después, la empresa empieza a conformar una estructura vertical en el
país, con presencia en diferentes tipos de actividades, pues además de tener
subsidiarias en el país, se dedica también al transporte de hidrocarburos, a la
comercialización de productos refinados al consumidor final, a la compresión de gas
y a actividades financieras y de construcción.

2. Petrobras
Petrobras Bolivia fue creada el año 1995 e inició sus actividades efectivas el año de
1996. Actualmente sus principales operaciones en el país se concentran en la
producción, exploración de hidrocarburos, y también en el transporte de los mismos.
Petrobras cuenta actualmente con 6 bloques petroleros, de los cuales es operador en
tres. De estos destaca su participación en los bloques de San Antonio, San Alberto
(mega campo Sábalo) e Itaú, y Cedro, los primeros tres ubicados en el departamento
de Tarija y el último en Santa Cruz. El proyecto San Antonio estuvo parado por
bastante tiempo debido a conflictos en el proceso de consulta con la comunidad
guaraní de Itika Guasu. San Alberto representa el 20,6 % de la producción de gas
actual del país.

3. Total E&P Bolivie


El año 1924 se crea la petrolera Compagnie Française des Pétroles CFP, con capital
mixto: privado y del Estado francés. Cuando se fusiona con la compañía Belga
Petrofina y la Elf Aquitaine asume el nombre de Total Fina S.A. Pero recupera el
nombre original ese mismo año, 2003.
Total E&P también tiene participación y es operador de los bloques Aquio e Ipati
(en los campos Incahuasi y Aquio) con un porcentaje del 80% junto a la argentina
Tecpetrol. Pero se está trabajando en un proyecto de ley para que esta ceda el 25%
de su participación y pueda entrar como un tercero la empresa Gazprom de Rusia.
La Asamblea legislativa trabaja también para la exploración del bloque Azero junto
a la rusa Gazprom.
4. YPFB
A partir del Decreto Supremo N°1203, con fecha del 18 de abril del año 2012, se
reservan 98 áreas de interés hidrocarburifero en favor de la empresa estatal,
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos YPFB, en calidad de áreas reservadas.
Sin embargo, para el año 2013 se tienen ya 104 áreas según el informe del
Viceministro de Exploración y Explotación de Hidrocarburos, Eduardo Alarcón.
Las empresas subsidiarias de YPFB son:

 YPFB-Andina: Esta empresa subsidiaria de YPFB se formó a partir de la


compra de la mayoría de las acciones de la capitalizada Andina a la empresa a
Repsol YPF S.A. el año 2008. Actualmente las acciones del estado son 6 241
966 lo que hace el 50,4%.
Actualmente esta empresa es socio mayoritario de los megos campos de San
Antonio y San Alberto. Entre los campos con mayor producción de la que es
operadora se encuentran Yapacaní y Río Grande.

 YPFB-Chaco: Después del decreto de nacionalización, el 99% de las acciones


de la empresa pertenecen al Estado Boliviano, que antes pertenecían en su
mayor parte a la empresa petrolera Chaco (Amoco) una de las empresas que
había surgido a partir del proceso de capitalización de 1996.
Como ya se mencionó esta empresa es la tercera en cuanto a la producción de
gas natural con el 12.54% de la producción total del país. La superficie operada
directamente por Chaco tiene una extensión total de 144.425 hectáreas, que
incluyen un bloque de exploración, 21 áreas de explotación de las cuales 14
están en producción, 7 en reserva, en cuatro departamentos de Bolivia.
Adicionalmente Chaco participa como socio no operador en dos áreas de
explotación.
Sus operaciones se encuentran en cuatro departamentos del país, distribuidas en
diferentes áreas productoras, cada una con un grupo de campos de acuerdo con
el siguiente detalle:
- Cochabamba: con los campos Bulo Bulo, Carrasco, Carrasco Footwall,
Carrasco Este, Kanata y Kanata Norte.

- Santa Cruz: con los campos Dorado, Dorado Sur, Montecristo, Humberto
Suárez Roca, Los Cusis, Patujusal, Patujusal Oeste, Santa Rosa, Santa Rosa
Oeste, Junín y Palometas Noroeste.

- Chuquisaca: con el campo Vuelta Grande.

- Tarija: con el campo San Roque.

Como industrializadora del gas natural, la compañía también es propietaria de


dos empresas afiliadas: la Compañía Eléctrica Central Bulo Bulo S.A., en la
provincia Carrasco, departamento de Cochabamba, y la planta engarrafadora de
Gas Licuado de Petróleo (GLP), en Santa Cruz de la Sierra.

 YPFB- Petroandina: YPFB Petroandina S.A.M. es una empresa constituida


por YPFB, que cuenta con el 60% de las acciones y la venezolana PDVSA con
el 40%.

Según el informe del viceministro Eduardo Alarcón le fueron adjudicados 12


bloques petroleros en el norte del departamento de La Paz donde actualmente está
en marcha el proyecto de exploración Lliquimuni. Además, cuenta con 10 más en el
sur del país, en el departamento de Tarija. El 2013 ya se comenzó la perforación en
el bloque Aguaragüe Sur A, en el Parque Nacional Aguaragüe. La empresa ha
anunciado que invertirá el 2013 un monto de 103, 2 millones de dólares en
exploración. (Anonimo)
SUBANDINO NORTE

Grandes descubrimientos de petróleo y gas se registran en la Faja Subandina que se


extiende a lo largo del continente Sudamericano. Varios campos con producción de
petróleo y gas vinculados a rocas madres mesozoicas están localizados en la parte
septentrional del subandino, en Venezuela, Colombia, Ecuador y el norte de Perú. La
presencia de importantes reservas de gas en Bolivia proviene de rocas madre de edad
Silúrica y principalmente Devónica.
Las lutitas marinas devónicas constituyen la principal roca madre de las cuencas
paleozoicas y generaron la mayor parte de hidrocarburos de los principales yacimientos
emplazados en el Subandino Sur y la Llanura Chaqueña. Las rocas madres del Subandino
Norte no son la excepción. Aun cuando no se descubrieron acumulaciones comerciales, las
formaciones Tequeje y Tomachi presentan un potencial similar a sus equivalentes
estratigráficos del sur (formaciones Icla, Limoncito, Los Monos e Iquiri). El Subandino
Norte representa un área no tradicional de la exploración petrolera. Si bien en los últimos
40 años se realizaron actividades exploratorias, el conocimiento de esta extensa región es
aún limitado. Cuenta con un total de 9 pozos exploratorios y cobertura sísmica 2D
concentrada principalmente en el sector nororiental.

En la década de los 60’s la petrolera Golf Oíl Co. perforó los pozos Boya-X1 (BYA-X1),
SasasamaX1 (SSM-X1) e Isiboro-X1 (ISB-X1); el primero con objetivos paleozoicos, no
encontró reservorios y los dos últimos quedaron colgados en la secuencia inferior del
Cenozoico. En el año 1976 Sun Oil perforó el pozo Tuichi-X1 (TCH-X1) que resultó sin
rastros de hidrocarburos. Las compañías Shell (1984) y Texaco (1991) desarrollaron
programas de adquisición sísmica 2D, pero no perforaron pozos. Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos en la década de los 90’s perforó dos pozos en el Sinclinorio Alto Beni,
Lliquimuni-X1 (LQM-X1) y Tacuaral-X1D (TCR-X1D), ambos atravesaron secuencias
con pelitas ricas en materia orgánica (MO) de la Formación Copacabana, pero no
encontraron reservorios. Total, Bolivia en el año 1993 perforó el pozo Yariapo-X1
(YRPX1), que reportó la presencia de petróleo en las secuencias del Cenozoico, pero el
resultado fue estéril. Los últimos pozos exploratorios perforados en la región son: Villa
Tunari-X1 (VTN-X1) y Eva Eva Sur-X1 (EES-X1), dos prospectos de Repsol-YPF de los
años 1999 y 2001, ambos descubrieron petróleo no comercial en reservorios del Mesozoico.

Figura 1. Mapa de ubicación de los sistemas petroleros más prolíficos de Sudamérica en el dominio de las cuencas
subandinas. Los sistemas petroleros activos asociados a rocas generadoras mesozoicas se identifican en verde. En el sur de
Perú, Bolivia y el norte de Argentina, las cuencas petrolíferas de la Faja Subandina y Madre de Dios, están asociadas a
rocas paleozoicas, en color marrón.

CONTEXTO GEOLÓGICO
El sistema petrolero de rocas paleozoicas se desarrolla en una amplia zona del territorio
boliviano entre los paralelos 13º y 17º de Latitud Sur. La configuración estructural actual
del subandino es el resultado de la tectónica compresiva que se inicia a partir del Oligoceno
superior y continua activa hasta el presente. Esta unidad morfo estructural definida como
una compleja faja plegada y corrida está conformada por una pila de sedimentos
paleozoicos a cenozoicos de más de 7000 m de espesor.

La deformación se produce en respuesta a la subducción de la Placa de Nazca que se


desplaza por debajo de la Placa Continental Sudamericana.
Figura 2. Columna estratigráfica generalizada del Subandino Norte.

Durante el Oligoceno superior a Mioceno inferior se activó la estructuración de los Andes,


produciendo la erosión de sedimentos mesozoicos y paleozoicos. Estos depósitos en su
mayoría continentales se acumularon al este de la Cordillera Oriental en una extensa cuenca
de antepaís, de la que forman parte el Subandino Norte y la Llanura Beniana

La deformación en la faja subandina comenzó posiblemente en el Mioceno superior, hace


10 Ma.

Las secuencias pre-orogénicas que participan de los corrimientos contienen rocas


ordovícicas, devónicas, carboníferas y pérmicas predominantemente marinas. Las
sedimentitas del Mesozoico yacen en discordancia sobre diferentes unidades paleozoicas,
mientras que una espesa pila de sedimentos sin-orogénicos se asienta en discordancia sobre
rocas mesozoicas. Se identifican por lo menos tres secuencias grano y estrato creciente
asociadas a episodios tectónicos registrados durante el Cenozoico.
Figura 3. Mapa tectónico del sector noroccidental de Bolivia. El Subandino Norte está limitado al oeste por el Interandino
y al este con la Llanura Beniana. Se localizan en el mapa las secciones estructurales A-A’ y B-B’.

El estilo tectónico y la geometría de esta faja plegada y corrida están controlados


principalmente por la paleogeografía de las secuencias paleozoicas. Los niveles de
despegue de los corrimientos tienen lugar en lutitas del Ordovícico, Devónico y
Carbonífero-Pérmico. En el mapa tectónico del sector noroccidental de Bolivia se
identifican de oeste a este las siguientes unidades: Altiplano, Cordillera Oriental,
Interandino, Sistema Subandino y la Llanura Beniana.

Estos depocentros de sedimentación cenozoica tienen una orientación noroeste-sureste,


están separados por una angosta faja fuertemente imbricada y sobreelevada de 500 km de
longitud y no más de 30 km de ancho. Esta unidad denominada Faja Sobreelevada de
Toregua-Palacios (FSTP), se caracteriza por apilamientos profundos de secuencias de edad
Ordovícica y Devónica, tiene una altitud mayor a la de los sinclinorios vecinos, y las
estructuras que afloran en superficie son estrechas, y de dimensiones reducidas. Los niveles
de despegues superficiales se localizan principalmente en secuencias pelíticas de las
formaciones Retama y Copacabana.

Los depocentros tienen relación genética con el desarrollo de cuencas tipo piggyback de
edad Neógena. Un modelado experimental realizado para el Sinclinorio Alto Beni refleja la
analogía entre la sección actual y el modelo generado. Este dispositivo muestra que la
cuenca transportada del Alto Beni se produce como consecuencia de la acomodación del
acortamiento sobre la superficie de un duplex desarrollado en profundidad.

El estilo estructural y la geometría de las estructuras emplazadas en los sinclinorios de Alto


Beni y Tuichi, se muestran en las secciones estructurales A-A’ y la interpretación de la
sección B-B’, una línea sísmica 2D perpendicular a las estructuras Madidi y
Uchupiamonas.
Figura 4. La Sección estructural A-A’ muestra la geometría de la cuenca transportada del Alto Beni. Las estructuras
Lliquimuni, localizadas en la Serranía de Marimonos y El Pelado, en la serranía del mismo nombre, son activadas durante
una fase temprana de la deformación. En la sección estructural B-B’, en el Sinclinorio Alto Beni se observa la ausencia de
secuencias pertenecientes a las Formaciones Retama y Copacabana. (ver ubicación en la Figura 3).

La sección estructural A-A’ muestra la cuenca transportada del Alto Beni en toda su
magnitud. Las secuencias pre-orogénicas paleozoicas que participan en la deformación
están conformadas por rocas ordovícicas, devónicas y carbonífero-pérmicas. En la parte
media de la sección el anticlinal Lliquimuni (Serranía de Marimonos), es una estructura
compleja con duplexes en la Formación Copacabana y fallas de ajuste en secuencias del
Cenozoico. En el extremo nororiental de la sección, la estructura El Pelado, abierta en
calizas y dolomitas de la Formación Copacabana, representa el límite entre el Sinclinorio
Alto Beni y la FSTP.
En la sección estructural B-B’ se observa la amplitud del Sinclinorio Tuichi. El flanco
oriental del sinclinorio está conformando por la Serranía de Caquiahuaca, que representa el
límite entre el Subandino Norte y la Llanura Beniana. En el sector suroeste se identifican el
anticlinal Madidi, una estructura superficial activada por una falla de retro-corrimiento y
nivel de despegue en la base de la serie paleozoica, mientras que el anticlinal de
Uchupiamonas está asociado a un duplex conformado por rocas ordovícicas y devónicas.
Se destaca la ausencia de sedimentitas carbonífero-pérmicas en el área de influencia del
Sinclinorio Tuichi. (Zubieta, 2008)
SUB ANDINO SUR

La región del Subandino Sur y Pie de Monte de la Cuenca de Tarija, en Bolivia, es una
provincia gasífera que abarca un área cercana a los 100,000 km2. Sus reservas recuperables
finales probadas más probables (EUR P1 + P2) de petróleo y gas al año 2005, según
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, ascienden a 956 x 106 bo y 52 x 1012 cfg. El
sector analizado comprende, desde el punto de vista geológico, la Faja Corrida Externa y el
Pie de Monte ubicado entre el Codo de Santa Cruz al Norte y la región del límite político
Bolivia – Argentina hacia el Sur Se excluye de este análisis la zona de la cuenca
denominada Boomerang, situada al Norte del Codo de Santa Cruz.

Este trabajo pretende caracterizar el hábitat de hidrocarburos del área y su entrampamiento,


diferenciando regiones con patrones determinados de generación y tipo de hidrocarburos.
Sobre esta base, se definen zonas donde las evidencias apuntan a un sistema petrolero único
o, alternativamente, sugieren la interacción de sistemas petroleros múltiples. Algunas de las
conclusiones y parte de las hipótesis que aquí se discuten fueron presentadas en AAPG y V
Congreso de Exploración y Desarrollo de Hidrocarburos Mar del Plata 2002.

Los sistemas petroleros que se proponen están basados en el análisis de la información


geoquímica aportada por algo más de 1000 muestras de rocas (contenido orgánico total –
COT–, pirólisis Rock-Eval, microscopía del querógeno y extractos orgánicos) de diversos
pozos y afloramientos del área de estudio, muestras de hidrocarburos líquidos obtenidas de
diversos yacimientos, manaderos superficiales y descubrimientos recientes como Río
Grande, La Peña, Tita, Río Seco, Tacobo, Tajibos, Monteagudo, Arroyo Taputá (Sierra de
Charagua), Río Pilcomayo y Madrejones y muestras de gas correspondientes a los
yacimientos Río Grande, La Peña. Tundy, Río Seco (Escarpment e Iquiri), Tacobo, Tajibos,
Monteagudo, San Roque, Vuelta Grande, Camiri, Tatarenda (Iquiri y Huamampampa),
Huayco, San Alberto, Sábalo, Ramos (Santa Rosa y Huamampampa), San Pedrito
(Huamampampa y Santa Rosa), Itaú, Macueta y Madrejones
Figura 1. Mapa de ubicación y columna estratigráfica generalizada correspondiente a la Cuenca de Tarija, entre el codo
de Santa Cruz y el norte de Argentina. Los nombres de las edades designan informalmente los ciclos sedimentarios del
Devónico (Albariño et al., 2002). Los nombres formacionales usados en Bolivia se indican a la derecha de la columna.
La Asociación Americana de Geólogos del Petróleo (AAPG), en conjunto con el Ministerio
de Hidrocarburos y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), organizan un
Workshop Internacional al que asisten más de 100 geólogos expertos del mundo para
analizar la temática “Exploración Profunda en el Subandino Boliviano: Lecciones
Aprendidas y Visión de Futuro”.

El evento, que tiene como sede la ciudad de Santa Cruz, concluye hoy viernes en el Salón
Exposición del Hotel Los Tajibos. El Ingeniero Javier Esquivel, gerente de administración
técnica de Contratos y Evaluación E&E de YPFB y General Chair de la AAPG resaltó que
“el Workshop está enfocado en el análisis e investigación de reservorios profundos o
ultraprofundos, ampliando la frontera exploratoria a partir de la perforación de pozos
profundos”.

El Ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, fue invitado a inaugurar el evento.


“Este taller me parece muy importante, porque se verán las experiencias y lecciones
aprendidas de la exploración profunda en el subandino boliviano y una visión para el
futuro. La visión en exploración en Bolivia ha sido muy fuerte, hemos roto paradigmas con
pozos profundos, Sararenda, Tacobo, Río Grande y Boyuy, creo que el más importante para
nosotros, porque nadie se imaginaba que después de la falla de Mandiyuty podría haber un
sistema petrolero perfecto, con todas las características de hidrocarburos y que este
hidrocarburo a los 7.860 metros pueda fluir. Es un éxito geológico”, manifestó Sánchez en
el acto de apertura del evento.

A su tiempo, la gerente regional de América Latina y el Caribe de la AAPG, Emily Smith,


aseguró: “Siempre he dicho que, si estás con el tema correcto, en el lugar correcto, los
asistentes llegarán y el evento será un éxito. Su presencia aquí nos demuestra que hemos
llegado en el momento, tema y lugar correcto”. Asimismo, señaló que en el taller las
empresas petroleras pretenden aprender de la experiencia de Bolivia, en estructuras
profundas tomando en cuenta que el país se ha convertido en referente regional y hasta
mundial.
El ministro Sánchez destacó la realización del taller que congrega a expertos conocedores
de la geografía regional y se constituye en el espacio óptimo de intercambio de criterios
técnicos y científicos, y de las experiencias referidas a la exploración de hidrocarburos a
niveles profundos, según dijo.

“Pese a la complejidad geológica, el riesgo, la incertidumbre asociados a la perforación


exploratoria en el subandino sur, siempre tuvimos la seguridad de que habíamos hecho uno
de los descubrimientos más importantes de las últimas décadas y seguramente va a ser tema
de debate en este taller”, dijo Sánchez agregó que “gracias a Boyuy-X2 en Bolivia se tiene
un mar de gas, en el subandino sur”. (Toledo, 2019)

ESTRATIGRAFÍA

La Cuenca de Tarija presenta espesores mayores a los 10,000 m de rocas sedimentarias,


cuyas edades comprenden del Silúrico al Reciente. Se pueden reconocer varios ciclos
sedimentarios con jerarquía de conjunto de supersecuencias, que tienen diferentes
mecanismos de subsidencia e historias depositacionales. Estos ciclos se superponen en
discordancia a rocas de edad Cambro-Ordovícico consideradas hasta el momento
basamento económico.

Ciclo Siluro-Devónico

Está compuesto por más de 3000 m de sedimentos clásticos de origen marino, donde
alternan facies arenosas y arcillosas. La geología de campo, el análisis paleontológico y la
interpretación de información sísmica y de pozos, han permitido que una marcada
ciclicidad y la continuidad lateral de ciertos límites litológicos, sean tomadas como base
para la división de este ciclo en secuencias y conjuntos de secuencias.

Las facies arcillosas, dominantemente de colores negro y gris oscuro tienen potencial como
roca madre de hidrocarburos, siendo hasta el momento comprobadas solamente las que se
asignan a la Fm. Los Monos.
Adicionalmente a su capacidad generadora estas facies finas constituyen sellos regionales.
Las facies de areniscas cuarcíticas de las formaciones Santa Rosa, Icla, Huamampampa e
Iquiri constituyen los reservorios que alojan las mayores reservas de gas de esta cuenca.

Ciclo Carbónico-Pérmico

Está separado del ciclo anterior por una marcada discordancia erosiva, destacándose en
algunos lugares profundos valles excavados (incised valley). Su espesor excede los 1500 m
y están compuestos principalmente por facies clásticas continentales con una importante
influencia de eventos glaciales que afectaron al Supercontinente de Gondwana durante el
Carbónico.

Estos sedimentos y sus paleoambientes deposicionales han sido también interpretados


dentro de un modelo estratigráfico secuencia.

Las facies glaciales y periglaciales están compuestas por una alternancia de areniscas de
canales y rellenos de valles (reservorios) y limoarcilitas rojas y diamictitas (sellos). Este
ciclo culmina con calizas de edad PermoTriásica, asignable a la Fm. Vitiacua, depositada
en condiciones climáticas más cálidas y con influencia marina.

Ciclo Mesozoico

Durante el Jurásico se depositaron cerca de 1.000 m de facies clásticas de origen


continental, principalmente de ambiente eólico (Grupo Tacurú). Estas rocas son reservorio
en numerosos campos como Monteagudo, San Roque y Vuelta Grande entre otros. Durante
el Cretácico Superior se produjeron eventos transgresivos que alcanzaron el área de Santa
Cruz de la Sierra desde el nor-noroeste, que dejaron registros de aproximadamente 300 m
de sedimentos clásticos calcáreos.
Ciclo Terciario

El levantamiento tectónico de la Cordillera de los Andes, durante el Terciario, generó una


antefosa con espesores de rocas clásticas continentales mayores a los 5.000 m. Este relleno
exhibe una secuencia típicamente grano y estrato creciente, característica de depósitos
sinorogénicos. La porción basal de este ciclo, denominada Fm. Yecua, se considera un sello
regional y representa una ingresión marina ocurrida durante el Mioceno.

GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

La Cuenca de Tarija fue afectada por la Orogenia Andina durante el Terciario Superior. Esa
deformación terciaria no afectó la región de la Llanura Chaqueña, ubicada en el sector
oriental de la cuenca. Allí se destaca el Alto de Izozog, una gran estructura enterrada cuyo
levantamiento más importante fue a fines del Cretácico, asociado a un máximo térmico que
se interpreta ha desempeñado un rol preponderante en la maduración de las rocas madre de
esa parte de la cuenca.

El Subandino Sur es una región montañosa con altitudes medias de 1.2 km y sectores que
superan los 2 km. Se trata de una faja fallada y plegada de lámina delgada, con despegue
inferior ubicado en la sección basal del Silúrico hacia el sur, cambiando 162 Carlos E.
Cruz, Jaime Oller Veramendi, Matías Di Benedetto, Martín Pereira y Héctor J. Villar
Instituto Argentino del Petróleo y del Gas Figura 2. Mapa de ubicación de yacimientos de
petróleo y gas de Bolivia y Noroeste de Argentina. Se indican las trazas de los cortes
geológicos de la Figura 3. Cuenca de Tarija 163 Instituto Argentino del Petróleo y del Gas
hacia la latitud de Santa Cruz de la Sierra a niveles ordovícicos, indicando la existencia de
despegues en niveles estratigráficos más viejos. El acortamiento es transmitido desde su
despegue basal, cortando en rampa y generando sistemas duplex de anticlinales de rampa o
pliegues de propagación trasladados en las areniscas cuarcíticas silúricas y devónicas. Este
sistema suele tener un despegue superior en la sección basal de arcillas negras de la Fm.
Los Monos que no transmite el acortamiento hacia adelante, sino que se deforma como una
doble zona triangular con puntos ciegos ubicados en base y techo de Los Monos. Esta
deformación característica de Los Monos es distintiva del estilo estructural del sistema
Subandino Sur y origina el desacople estructural entre las unidades siluro-devónicas,
ubicadas por debajo, y las unidades más jóvenes principalmente carboníferas a cenozoicas,
ubicadas por encima del conjunto Los Monos-Iquiri. Como variante a este modelo clásico,
algunas estructuras perforadas en los últimos años muestran la existencia de despegues
intermedios en limoarcilitas interestratificadas con las cuarcitas devónicas de las
formaciones Icla y Huamampampa, deformándose estas a modo de retro corrimientos,
como por ejemplo aquellas prospectadas por los pozos Ramos-1009 (en Argentina) y
Rosario del Ingre-X1. Por otro lado, también se ha encontrado a la Fm. Los Monos
solamente fallada (Figura 3a) y no repetida por apilamiento antiformal. Por encima del
nivel de despegue localizado en la parte alta de Los Monos, las unidades estratigráficas se
deforman en anticlinales de flancos con alto buzamiento, que llegan a exponer en su núcleo,
frecuentemente fallado, al Devónico Superior. Estos anticlinales angostos conforman trenes
estructurales positivos regionales de varias decenas de kilómetros de extensión, rumbo
meridiano y clara expresión topográfica, que en número de seis a ocho constituyen el
Cinturón Subandino.

El Pie de Monte representa la posición externa y muestra una deformación no tan intensa y
un relieve plano con suaves ondulaciones. Los trenes estructurales de esta región, de tenue
manifestación superficial, se originan por corrimientos que despegan del Silúrico y cortan
en rampa secuencia arriba hasta la base de la Fm. Los Monos, donde adquieren geometría
de plano generando anticlinales de rampa en el Devónico Inferior. En ese nivel de despegue
se ha propuesto que, 1) el acortamiento sea transmitido hacia atrás dando lugar a un thrust
wedge del activo y luego corta en rampa secuencia arriba originando pliegues de flexión o
de propagación de falla como en la zona de Villamontes-La Vertiente-Ñupuco; o bien, 2)
sea transmitido hacia delante por medio de la sección basal de Los Monos y en el siguiente
tren estructural, pocas decenas de kilómetros al Este, corte en rampa secuencia arriba
generando pliegues de propagación de falla como en la zona de Río Seco-Tacobo-El
Dorado-Guanaco (Figura 3b). Toda la región está caracterizada por el corrimiento frontal
emergente de la faja corrida, llamada Falla de Mandeyapecua entre los ríos Pilcomayo y
Parapetí, que con un rechazo superior a los 2.000 metros se extiende desde poco al Sur de
la latitud de la localidad de Villamontes hasta casi la desembocadura del Río Grande en la
zona del Chaco. (Cruz E, Olliver V., Benedetto Di, Pereira, & Villar J.)
BIBLIOGRAFÍA

Anonimo. (s.f.). Obtenido de https://file.ejatlas.org/docs/2097/_621018901__trabajo.pdf

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https://www.researchgate.net/publication/316198133_EL_SISTEMA_PETROLERO_PALEOZ
OICO_DEL_SUBANDINO_NORTE_NOROESTE_DE_BOLIVIA

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