Ensayo
Ensayo
Ensayo
Así como cambian los tiempos, nuestra escuela también cambia. te invito
a leer el documento titulado importancia de las estrategias de enseñanza
y el plan curricular y el documento Bases del Currículo Dominicano, (pág.
45 50 . este documento te aporta las estrategias generales programadas
desde el currículo.
Luego escribir un ensayo sobre lo aprendido luego de la lectura.
El ensayo debe contener una portada u hoja de presentación, introducción,
desarrollo o cuerpo del trabajo, conclusión y referencias bibliográficas. Estar
escrito en letra Arial o Times New Roman, tamaño 12.
Asignatura:
Psicología Educativa
Tema:
Tarea 3.1 Estrategias de enseñanza y el curriculum
Profesor(a):
Lucrecia Matos Sena
Alumno(a):
Yokasta Espinosa Ramírez
Matricula:
100621763
Introducción
El tema de las estrategias de aprendizaje constituye una de las líneas de
investigación más relevantes en los últimos años dentro de la Psicología de la
Educación. En general, las estrategias de aprendizaje engloban todo un
conjunto de procedimientos y recursos cognitivos que los estudiantes ponen en
marcha cuando se enfrentan al aprendizaje; con lo cual, en sentido estricto, se
encuentran muy relacionadas con los componentes cognitivos que influyen en
el proceso de aprender.
De todas formas, si asumimos la hipótesis de que los motivos e intenciones del
estudiante determinan, en último término, el tipo de estrategias que va a poner
en marcha, ello implica que los mecanismos cognitivos que utilizan los sujetos
para facilitar el aprendizaje dependen en gran medida de factores disposiciones
y motivacionales.
Desarrollo o cuerpo del trabajo
¿Qué son las estrategias de aprendizaje?
Al revisar las aportaciones más relevantes sobre el tema de las estrategias de
aprendizaje nos encontramos con una amplia gama de definiciones que reflejan
la diversidad existente a la hora de delimitar este concepto.
De todas formas, como tendremos ocasión de ver a lo largo de las páginas
siguientes, la disparidad de criterios en el momento de decidir qué son las
estrategias de aprendizaje lleva consigo la existencia de ciertos elementos en
común en torno a las características esenciales de las mismas, y en las que
coinciden los autores más representativos en este campo.
De la misma forma, Dansereau (1985) y también Nisbet y Shucksmith (1987)
las definen como secuencias integradas de procedimientos o actividades que
se eligen con el propósito de facilitar la adquisición, almacenamiento y/o
utilización de la información.
Otros autores (p.ej., Beltrán, García-Alcañiz, Moraleda, Calleja y Santiuste,
1987; Beltrán, 1993) las definen como actividades u operaciones mentales
empleadas para facilitar la adquisición de conocimiento. Y añaden dos
características esenciales de las estrategias: que sean directa o indirectamente
manipulables, y que tengan un carácter intencional o propositivo.
Para Monereo (1994), las estrategias de aprendizaje son procesos de toma de
decisiones (conscientes e intencionales) en los cuales el alumno elige y
recupera, de manera coordinada, los conocimientos que necesita para
cumplimentar una determinada demanda u objetivo, dependiendo de las
características de la situación educativa en que se produce la acción.
Para otros autores (p. ej., Schmeck, 1988; Schunk, 1991), las estrategias de
aprendizaje son secuencias de procedimientos o planes orientados hacia la
consecución de metas de aprendizaje, mientras que los procedimientos
específicos dentro de esa secuencia se denominan tácticas de aprendizaje.
En este caso, las estrategias serían procedimientos de nivel superior que
incluirían diferentes tácticas o técnicas de aprendizaje.
Clasificación de las estrategias de aprendizaje
Aun reconociendo la gran diversidad existente a la hora de categorizar las
estrategias de aprendizaje, suele haber ciertas coincidencias entre algunos
autores (ver por ej., Pintrich, 1989; Pintrich y De Groot, 1990; Weinstein y
Mayer, 1986; McKeachie, Pintrich, Lin y Smith, 1986 -citado en Pokay y
Blumenfeld, 1990-; González y Tourón, 1992) en establecer tres grandes
clases de estrategias: las estrategias cognitivas, las estrategias metacognitivas,
y las estrategias de manejo de recursos.
1. Las estrategias cognitivas hacen referencia a la integración del nuevo
material con el conocimiento previo.
En este sentido, serían un conjunto de estrategias que se utilizan para
aprender, codificar, comprender y recordar la información al servicio de unas
determinadas metas de aprendizaje (González y Tourón, 1992). Para Kirby
(1984), este tipo de estrategias serían las micro estrategias, que son más
específicas para cada tarea, más relacionadas con conocimientos y habilidades
concretas, y más susceptibles de ser enseñadas.
2. Las estrategias metacognitivas hacen referencia a la planificación, control y
evaluación por parte de los estudiantes de su propia cognición.
Son un conjunto de estrategias que permiten el conocimiento de los procesos
mentales, así como el control y regulación de los mismos con el objetivo de
lograr determinadas metas de aprendizaje (González y Tourón, 1992).
Según Kirby (1984), este tipo de estrategias sería macro estrategias, ya que
son mucho más generales que las anteriores, presentan un elevado grado de
transferencia, son menos susceptibles de ser enseñadas, y están
estrechamente relacionadas con el conocimiento metacognitivo.
3. Las estrategias de manejo de recursos son una serie de estrategias de
apoyo que incluyen diferentes tipos de recursos que contribuyen a que la
resolución de la tarea se lleve a buen término (González y Tourón, 1992).
Tienen como finalidad sensibilizar al estudiante con lo que va a aprender; y
esta sensibilización hacia el aprendizaje integra tres ámbitos: la motivación, las
actitudes y el afecto (Beltrán, 1996; Justicia, 1996).
Las estrategias de aprendizaje: una visión más allá de los componentes
cognitivos implicados en el proceso de aprender.
De la amplia gama de definiciones que hemos dado sobre estrategias, se
observa con cierta claridad que todas coinciden en el carácter deliberado,
intencional y controlado que el estudiante ejerce sobre esas actividades o
secuencias integradas de procedimientos dirigidos a facilitar su aprendizaje.
De este modo, parece que no es suficiente con disponer de las estrategias de
aprendizaje adecuadas; es necesario también saber cómo, cuándo y porqué
utilizarlas, controlar su mayor o menor eficacia, así como modificarlas en
función de las demandas de la tarea. Por tanto, el conocimiento estratégico
requiere saber qué estrategias son necesarias para realizar una tarea, saber
cómo y cuándo utilizarlas; pero, además, es preciso que los estudiantes tengan
una disposición favorable y estén motivados, tanto para ponerlas en marcha
como para regular, controlar y reflexionar sobre las diferentes decisiones que
deben tomar en el momento de enfrentarse a la resolución de esa tarea.
Las ideas expresadas con anterioridad nos introducen de lleno en toda la
compleja dinámica de los factores cognitivos que determinan el aprendizaje
escolar, pero que van más allá de un simple listado de estrategias que
contribuyen a la adquisición de nuevos conocimientos.
En el momento en que asumimos el carácter voluntario, intencional y
controlado de las estrategias de aprendizaje nos estamos acercando tanto a los
componentes motivacionales como a los mecanismos metacognitivos
implicados en el aprendizaje.
Por consiguiente, cuando se aborda el tema de las estrategias de aprendizaje
no puede quedar sólo reducido al análisis y puesta en marcha de determinados
recursos cognitivos que favorecen el aprendizaje; es preciso, además, recurrir
a los aspectos motivacionales y disposicionales que son los que, en último
término, condicionan la puesta en marcha de dichas estrategias.
Aunque para realizar un óptimo aprendizaje sea necesario saber cómo hacerlo,
poder hacerlo, lo que requiere ciertas capacidades, conocimientos, estrategias,
etc.; también se precisa de una disposición favorable por parte del estudiante
para poner en funcionamiento todos los recursos mentales disponibles que
contribuyan a un aprendizaje eficaz.
Los componentes del diseño curricular
La nueva estructura del diseño consta de los siguientes componentes:
competencias, contenidos, estrategias de enseñanza y de aprendizaje,
actividades, medios y recursos para el aprendizaje y orientaciones para la
evaluación.
Las competencias
En el presente diseño curricular, competencia es: Capacidad para actuar de
manera eficaz y autónoma en contextos diversos movilizando de forma
integrada conceptos, procedimientos, actitudes y valores.
Competencias Fundamentales
Las Competencias Fundamentales expresan las intenciones educativas de
mayor relevancia y significatividad. Son competencias transversales que
permiten conectar de forma significativa todo el currículo.
Competencias específicas
Las competencias específicas corresponden a las áreas curriculares. Esas
competencias se refieren a las capacidades que el estudiantado debe adquirir y
desarrollar con la mediación de cada área del conocimiento. Se orientan a
partir de las Competencias Fundamentales y apoyan su concreción,
garantizando la coherencia del currículo en términos de los aprendizajes.
Competencias laborales-profesionales
Las competencias laborales-profesionales se refieren al desarrollo de
capacidades vinculadas al mundo del trabajo. Preparan a las y los estudiantes
para la adquisición y desempeño de niveles laborales-profesionales específicos
y para solucionar los problemas derivados del cambio en las situaciones de
trabajo.
Los contenidos
Los contenidos son mediadores de aprendizajes significativos. Son los
conocimientos o saberes propios de las áreas curriculares.
Estrategias de enseñanza y de aprendizaje
En el proceso educativo las diferentes personas involucradas son constructoras
de sus propios conocimientos y participan de forma activa en el proceso de
desarrollo de las competencias. Los educadores y educadoras son
responsables de facilitar los procesos de enseñanza y de aprendizaje,
dinamizando la actividad del estudiantado, los padres, las madres y la
comunidad.
Diferencias entre las estrategias de enseñanza y las estrategias de
aprendizaje
Estrategias de enseñanza: Son procedimientos empleados por los docentes
para hacer posible el aprendizaje del estudiante.
Estrategias de aprendizaje: Son procedimientos mentales que los estudiantes
siguen para aprender.
Es importante que los docentes promuevan en los estudiantes el uso de
estrategias de aprendizaje, apoyado esto a su vez con la enseñanza directa y
el modelado. De igual manera, promover el empleo de estrategias de
aprendizaje en los alumnos favorece en ellos la autorregulación, la
metacognición, la autoevaluación, la autonomía y la reflexión continua.
Características de las estrategias de aprendizaje
Las estrategias de aprendizaje son deliberadas y planificadas por el propio
estudiante, además:
• Son acciones que parten del sujeto que aprende.
• Pueden incluir varias técnicas, operaciones o actividades específicas.
Conclusión
A modo de conclusiones
Desde las concepciones actuales sobre el aprendizaje escolar se considera
este proceso como una actividad constructiva en la que el sujeto no sólo se
limita a recordar y reproducir el material que debe ser aprendido; más bien lo
que hace es construir su propia representación mental del nuevo contenido,
selecciona la información que considera relevante e interpreta esa información
en función de sus conocimientos previos.
Esta forma de concebir el aprendizaje como proceso de construcción pone de
manifiesto que la manera cómo los estudiantes procesan la situación
instruccional (incluido el material que debe ser aprendido) es un determinante
más importante de lo que el estudiante aprenderá, que lo que hace el profesor
u otros agentes instruccionales (Shuell, 1993).
Así, por ejemplo, el conocimiento previo, la percepción de las expectativas del
profesor, la motivación, las estrategias de aprendizaje, la autoeficacia, las
relaciones interpersonales, y otros muchos factores deben ser contemplados
para lograr una comprensión adecuada del proceso de aprendizaje.
Bibliografías
Ainley, M. D. (1993). Styles of engagement with learning:
Multidimensional assessment of their relationship with strategy use and
school achievement. Journal of Educational Psychology, 85, 395-405.