Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

7 Habitos

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 6

Estos son los 

7 hábitos para convertirte en una persona altamente efectiva:


1. Sé proactivo.
2. Empieza con el fin en mente.
3. Pon primero lo primero.
4. Piensa en ganar/ganar.
5. Intenta comprender primero y después ser comprendido.
6. Crea sinergias.
7. Afila la sierra.

 Hábito 1: sé proactivo (INDEPENDENCIA)

En este punto lo que dice el libro es que debes dejar a un lado la actitud pasiva o de
víctima ante las cosas que te ocurren en la vida, y que debes hacer todo lo que esté
en tu mano por cambiar o mejorar lo que no te gusta.
Todos sabemos que es imposible controlarlo todo y que hay situaciones que se nos
escapan. Pero siempre tienes una cierta responsabilidad, aunque sea en el modo de
tomarte los problemas. Siempre puedes elegir una respuesta u otra.
Las personas proactivas eligen trabajar en su círculo de influencia. Es decir, en todas
esas cosas que sí controlan. Mientras las personas reactivas están siempre atrapadas
en el círculo de la preocupación. 
Una forma de romper con esto es a través del lenguaje. Fíjate cada vez que digas una
frase como “No me dejan…”, “No sé…”, “Me gustaría hacer esto pero no puedo…”.

 Esas frases casi siempre te dan pistas de dónde estás adoptando una actitud reactiva
en vez de proactiva.

 El hábito de la proactividad nos da la libertad para poder es coger nuestra respuesta
a los estímulos del medio ambiente. Nos faculta para responder (responsabilidad) de
acuerdo con nuestros principios y valores. Ésta es la cualidad esencial que nos
distingue de los demás miembros del reino animal. En esencia, es lo que nos hace
humanos y nos permite afirmar que somos los arquitectos de nuestro propio destino.

 Hábito: Proactividad.
 Descripción: Hábito de la responsabilidad.
 Resultado: Libertad.

Esto te permite tomar el control del camino a donde te diriges y conquistar tu


independencia y productividad.

Decide qué hacer con cada oportunidad, estímulo,  evento, oportunidad, dilema o en
aquello en donde puedas elegir –o sea, casi todo en la vida-. Eres responsable de tu
propio destino -lo cual es genial- por lo que debes tomar las acciones necesarias para
alcanzarlo. Ejemplo práctico: no ir al Facebook apenas tu mente se aburra con lo que
haces y te lance la opción de «¿porqué no miramos rápido cuantas solicitudes nuevas de
amistad tengo en el Facebook?«, en ese momento hay que ser proactivo y decirte a ti
mismo «nop, lo primero es lo primero» (si… lo has pillado, me estoy hablando a mi
mismo…).
– Hábito 2: Empieza con el fin en mente (ENFOQUE)

Seguro que alguna vez te has dado cuenta de que has estado haciendo muchas
cosas, que has estado superliado, sin parar… y que nada de eso era para ti. No tenía
ningún sentido para ti.
Lo que pasa es que estabas tan ocupado haciendo esas cosas, que ni siquiera te
paraste a preguntar para qué las estabas haciendo.

 El segundo hábito te anima a tener siempre un fin para todo lo que haces. Es
decir, una intención, un objetivo o una meta. Solo así vas a asegurarte de que estás
viviendo tu propia vida y de que estás realizando tus propios deseos.

Si actúas sin un fin en mente corres el riesgo de convertirte en una especie de


marioneta de las circunstancias o de otras personas.

Para este punto hay un ejercicio que se recomienda en el libro que consiste en
analizar los diferentes roles que tienes en tu vida: como profesional, como padre o
madre, como compañero, amigo… Después escoge tres o cuatro de estos, los que tú
creas que son más importantes, y escribe unos objetivos para cada uno de ellos.

 Comenzar con un fin en mente hace posible que nuestra vida tenga razón de ser,
pues la creación de una visión de lo que queremos lograr permite que nuestras
acciones estén dirigidas a lo que verdaderamente es significativo en nuestras vidas.

Hábito: Empezar con un fin en mente.

Descripción: Hábito del liderazgo personal.

Resultado: Sentido a la vida.

Esto te pone en el camino que tú quieres y no permite que el flujo espontáneo de tu entorno sea

el que te guíe.

Definir los objetivos a corto, mediano y largo plazo te ayuda a navegar con un rumbo

en mente, en vez de estar a la deriva esperando que llegue lo que deseas (por azar, o

porque “es tu destino”). Ejemplo: Si quieres bajar 1 kilo este próximo mes, cuando

tengas opciones de comida, tener presente tu objetivo te facilitará -si eres proactivo-

el evitar comerte otro croasant –si… otra vez me estoy hablando a mi mismo ;)-.

– Hábito 3: Pon primero lo primero (PRODUCTIVIDAD)

 
Seguro que muchas veces te encuentras sin que te des cuenta apagando fuegos de
aquí y de allá sin parar. O sea, atendiendo las cosas urgentes antes que las
importantes. 
Y así van pasando los días y las semanas, y te das cuenta de que no has conseguido
lo que querías.

 Esto es algo que veo mucho en los empresarios. A veces les come el día a día y no
pueden salir a vender o no dedican tiempo al crecimiento de su negocio. Están super
ocupados, pero no en las cosas importantes. 

El hábito 3 va de establecer prioridades, de distinguir qué es lo importante de lo


accesorio y centrarse para lograr los objetivos. Y luego crear un horario o un esquema
de trabajo que te permita atender esas cuestiones prioritarias.
Poner primero lo primero nos permite liberarnos de la tiranía de lo urgente para
dedicar tiempo a las actividades que verdaderamente dan sentido a nuestras vidas.
Es la disciplina de llevar a cabo lo importante, lo cual nos permite convertir en
realidad la visión que forjamos en el hábito 2.

 Hábito: Establecer primero lo primero.


 Descripción: Hábito de la administración personal.
 Resultado: Priorizar lo importante versus lo urgente.

 Teniendo claro a donde quieres llegar, debes priorizar lo que debe hacerse por orden de
importancia. Ejemplo: cuando te despiertes define una o dos cosas muy importantes o
urgentes por hacer -y hazlas-. Esto te permitirá avanzar con paso firme. Otro ejemplo
práctico: divide las tareas en urgentes, importantes, y no tan importantes (y asume que las
no tan importantes nunca se harán).

– Hábito 4: Piensa en ganar/ganar (2+2 ES MAS QUE 4)

Si quieres tener relaciones beneficiosas, tanto en tu trabajo como en tu vida personal,


es fundamental buscar siempre el beneficio mutuo. Es lo que se suele llamar win/win
en inglés.
Para llegar a crear acuerdos win/win hay que tener una mentalidad de abundancia.
Es decir, tener muy interiorizado que en este mundo hay riqueza y recursos para
todos.
En algunas relaciones no se crea una relación beneficiosa porque una parte o las dos
partes tiene una mentalidad de escasez y piensan que solo una persona puede salir
ganando y tiene que acapararlo todo.
 Pensar en ganar/ganar nos permite desarrollar una mentalidad de abundancia
material y espiritual, pues nos cuestiona la premisa de que la vida es un «juego de
suma cero» donde para que yo gane alguien tiene que perder. Cuando establecemos
el balance entre nuestros objetivos y los objetivos de los demás podemos lograr el
bien común. Cuando nuestra determinación se balancea con la consideración para con
los demás, estamos sentando las bases para la convivencia y la equidad entre los
seres humanos.

 Hábito: Pensar en ganar/ganar.


 Descripción: Hábito del beneficio mutuo.
 Resultado: Bien común y equidad.
Es mejor decirle “no” a una oportunidad donde no está claro el beneficio de ambas partes que
embarcarte en algo que a mediano o largo plazo será perjudicial para alguno -y por ende,
antes o después, para ambos-. Visualiza cual es la ganancia de las oportunidades –no solo en
dinero- y define los costos –también, no solo lo midas en dinero-. Esto se puede aplicar a las
relaciones, negocios, formación, etc. Y es la evaluación básica para que puedas implementar
el 6to hábito. Ejemplo de esto: ¿vuelvo a hablar de los croasants?!

– Hábito 5: Intenta comprender primero y después ser comprendido


(ESCUCHA)

Este hábito tiene que ver con la capacidad de escuchar a los otros y de ponerse en su
lugar. O lo que es lo mismo, este hábito te pide que desarrolles tu empatía.
Todos pensamos que sabemos escuchar, pero muchas veces escuchamos queriendo
responder, o dando consejo o aportando una historia personal.
La escucha empática implica ponerse en el papel de la otra persona, sin hacer
prejuicios. Se trata de ver el mundo con los ojos de la otra persona y ponerse en su
piel.
Para practicar la escucha empática tienes que estar siempre con una mente y una
actitud abierta hacia la otra persona. También ayuda fijarse en los gestos, el rostro y
el lenguaje corporal.
Si quieres hacer una prueba con esto, fíjate en dos personas hablando pero sin
escuchar lo que dicen. Prueba a descifrar su lenguaje corporal e intenta adivinar cuál
de las dos personas tiene está más implicada en la conversación.
Cuando practicas la empatía es mucho más fácil desarrollar relaciones
profundas y llegar a situaciones win/win de las que hablaba en el hábito anterior.
 Buscar comprender primero y después ser comprendido es la esencia del respeto a
los demás. La necesidad que tenemos de ser entendidos es uno de los sentimientos
más intensos de todos los seres humanos. Este hábito es la clave de las relaciones
humanas efectivas y posibilita llegar a acuerdos de tipo ganar/ganar.
Hábito: Procurar primero comprender y, después, ser comprendido.
Descripción: Hábito de la comunicación efectiva.
Resultado: Respeto y convivencia.
Para los coaches, esto resuena en nuestras cabezas por la escucha activa (definitivamente
una de las herramientas esenciales para cualquier coach). Ejemplo práctico para usarlo:
cuando alguien te esté hablando, tómate 4 segundos antes de responder. En ese tiempo el
que habla puede que retome sus palabras con más información, además te da tiempo para
hacer las asociaciones mentales a nivel más profundo, lo cual aumenta tu entendimiento y te
facilita el proceso de «ponerte en sus zapatos» (en el artículo de la semana pasada comenté
sobre cómo usar esto para el diseño de tu práctica de coaching)

Procurar comprender requiere consideración; procurar ser
comprendido exige coraje.
– Hábito 6: Crea sinergias (OPTIMIZA)
 
En este hábito Stephen Covey te anima a colaborar con otras personas para encontrar
nuevas soluciones a problemas. Esto se puede aplicar en tu empresa, en tu familia, tu
grupo de amigos, tu clase… cualquier entorno en el que haya varias personas
involucradas.
Como sabes cuando se crean sinergias se obtienen resultados que hubieran sido
imposibles de obtener por separado. Gracias a la sinergia, la fuerza del conjunto es
mayor que la suma de las partes.
Sabes que se están creando sinergias cuando eres capaz de apreciar las diferencias,
cuando empiezas a ver las cosas de otra manera y cuando sientes una energía
creativa.
El mensaje del libro es que esta situación no debería ser excepcional, sino lo normal.
Y eso se consigue practicando los hábitos anteriores, del 1 al 5.
Sinergizar es el resultado de cultivar la habilidad y la actitud de valorar la diversidad.
La síntesis de ideas divergentes produce ideas mejores y superiores a las ideas
individuales. El logro de trabajo en equipo y la innovación son el resultado de este
hábito.
Hábito: Sinergizar.
Descripción: Hábito de la independencia.
Resultado: Logros e innovación.
 Si no se te dan tan bien los números y te tardas horas en hacer tu declaración de
impuestos, seguro que contratas a alguien para que te los resuelva. Ese es un buen
ejemplo de potenciar lo que haces, usando tu tiempo en aquello que eres bueno
(sesione de coaching, disfrutando con tu familia) y dejando que otro que es bueno en
números se encargue de la contabilidad.
Si llevas esto más allá, puedes cooperar con otros coachs para ofrecer un servicio
mucho más completo en áreas que serían de mucho valor para tu cliente pero que no
son viables si las ofreces tu. Otro ejemplo muy real: este blog no sería viable para mi
si no contara con la ayuda de un miembro de mi equipo que se encarga de mejorarlo
a nivel visual y funcional constantemente

– Hábito 7: Afila la sierra (RENUEVATE)


Llegamos al último hábito. El nombre de “Afila la sierra” te puede despistar un poco,
pero verás que tiene sentido.
Imagina que vas a cortar un árbol. Si tu sierra está mal afilada, vas a tardar un siglo
en terminar y además puedes hacerte daño porque tendrás que usar más fuerza.
Por eso el hábito 7 habla de afilar la sierra.

 Tienes que cuidarte a ti mismo, en todos los aspectos, y asegurarte que tu


sierra se mantiene bien afilada para poder mantener siempre el nivel que deseas.

Stephen Covey recomienda prestar atención a estos cuatro aspectos: físico, espiritual,
mental y emocional o social.

 Si tienes el hábito de “afilar la sierra” y guardar momentos para ti, te va a ser más
sencillo cumplir el resto de hábitos. O sea que el hábito 7 es el que te permite ir
mejorando cada día.

 Estos hábitos está ordenados siguiendo una lógica. Si quieres ponerlos en


práctica deberías hacerlo en el orden que te he explicado e ir sumando poco a poco
porque se refuerzan entres sí.

Afilar la sierra es usar la capacidad que tenemos para renovarnos física, mental y


espiritualmente. Es lo que nos permite establecer un balance entre todas las
dimensiones de nuestro ser (la física, la espiritual, la mental y la social/emocional), a
fin de ser efectivos en los diferentes papeles (roles) que desempeñamos en nuestras
vidas.
 Hábito: Afilar la sierra.
 Descripción: Hábito de la mejora continúa.
 Resultado: Balance y renovación.
8º hábito… (deja huella)

No es un error, Covey publicó un libro entero  sobre el octavo hábito para

completar así sus 7 hábitos para la gente altamente eficaz. En resumen tiene que ver

con encontrar tu propia voz interior, el entendimiento de tu propio yo interior, y

además, enseñar a otros como encontralo. Es un hábito que necesita de los otros

para lograr potenciar nuestras habilidades y dones para además enseñar a otros a

que lo logren.

Para que no se te olviden voy a recordarte los 7 hábitos:

1.Sé proactivo. Hazte responsable de tus acciones, reacciones y resultados.


Incluso si hay cosas que te suceden y que no puedes controlar, siempre tienes un
margen para hacerte cargo de tu situación.

2.Empieza con el final en mente. Asegúrate de que tus acciones van


encaminadas hacia tus objetivos personales.

3.Establece primero lo primero. Gestiona tu tiempo para dar prioridad a las


cosas importantes, no a las urgentes.

4.Piensa en ganar/ganar. Busca siempre la mejor situación para todos.

5.Intenta comprender primero y después ser comprendido. Practica la


empatía en tus relaciones con los demás.

6.Crea sinergias. Combina los primeros cinco hábitos y lograrás unos mayores


niveles de interacción con los demás, que te llevarán a resultados extraordinarios.

7.Afila la sierra. Tómate tu tiempo para cuidarte y renovarte en todos los


planos.

También podría gustarte