Los 7 Hábitos de La Gente Altamente Efectiva
Los 7 Hábitos de La Gente Altamente Efectiva
Los 7 Hábitos de La Gente Altamente Efectiva
percepción que tenemos sobre las situaciones en las que nos encontramos para hacernos responsables de nuestros actos (y
de las consecuencias de los mismos), mediante nuevos hábitos.
Al hacerlo, al responsabilizarnos, podemos llegar a ser mucho más efectivos y alcanzar nuestros objetivos con éxito.
En la mayoría de entrevistas a grandes inversores, empresarios y personas de éxito siempre se repite la misma pregunta:
Y ya que en El Club de Inversión buscamos tener éxito en nuestro camino hacia la libertad financiera, he creído
interesante hacer un resumen de este libro, “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”.
Así que, en este artículo, vamos a ver los conceptos más importantes del libro para que juntos exploremos qué actividades,
actitudes o acciones debemos llevar a cabo para conseguir ser más efectivos en nuestro día a día y, en definitiva, alcanzar
el éxito financiero.
1. El autodominio (o la “victoria privada”): el objetivo de los primeros tres hábitos que nos propone, nos
ayuda a pasar de la dependencia a la independencia.
2. Trabajo en equipo: del cuarto al sexto hábito desarrollamos la colaboración y las habilidades de
comunicación para pasar de la independencia a la interdependencia.
3. Crecimiento: con el séptimo hábito buscamos la mejora continua.
Como ya he mencionado, se trata de introducir estos hábitos para cambiar no solo a nivel superficial, sino a un nivel más
profundo. Porque un cambio rápido y superficial será siempre efímero.
Ser proactivo.
Marcarse un objetivo.
Aprender a priorizar.
1#. Ser proactivo
Covey nos explica que en la vida podemos encontrarnos ante dos tipos de personas:
Personas proactivas: aquellas que son capaces de dar respuesta a problemas o temas, incluso antes de
que aparezcan.
Personas reactivas: personas que adoptan posturas pasivas y esperan a que sea el “mundo” que los guíe
y/o dé la solución. Son personas que, en vez de anticiparse, reaccionan ante la vida.
Las personas reactivas tienen la creencia de que ellos son la víctima de lo que sucede y que, por lo tanto, el problema es
ajeno a ellos, es externo. Al final, esa postura hace que una persona reactiva se sienta siempre fuera de control.
Por el contrario, las personas que son proactivas tienen una gran capacidad de anticipación. Esto les lleva a asumir la
responsabilidad, elegir la actitud que tendrán ante cualquier situación y ser completamente independientes.
¿Cómo podemos ser proactivos?
El autor nos cuenta que:
Para ser proactivos debemos enfocarnos en aquellas cosas sobre las que sí podemos hacer algo. De lo contrario, nos
anclamos en las preocupaciones que no tienen solución y no avanzamos.
Lo que extraemos de este apartado es que nosotros podemos crear nuestra propia realidad.
Y si extraemos este hábito y lo aplicamos en el campo de la inversión, lo que necesitamos es formarnos para poder ser
proactivos en esa área.
Para ello el autor nos propone dividir todas nuestras tareas en 4 bloques:
1. Actividades importantes urgentes: proyectos que rozan la fecha límite, crisis, actividades no
planificadas. En definitiva, son acciones que debemos atender cuanto antes personalmente. Sin embargo,
estas conducen al estrés y al agotamiento. La persona tiene una sensación constante de estar apagando
fuegos.
2. Actividades importantes y no urgentes: planificación, networking, ejercicio, estudio, crecimiento. Son
acciones importantes que a largo plazo nos acercan a nuestras metas. Son cosas que debemos hacer pero
que si no están planificadas no las hacemos; de aquí la importancia de ponerles fecha.
3. Actividades no importantes y urgentes: interrupciones, emails. Estas actividades podemos delegarlas.
Las personas que dedican gran parte de su tiempo a estas acciones se sienten fuera de control y, además,
sienten que sus relaciones se han convertido en algo superficial.
4. Actividades no importantes y no urgentes: emails irrelevantes, trivialidades, televisión, etc. Son
acciones que debemos eliminar porque nos restan un tiempo valioso.
Es muy importante saber diferenciar entre lo urgente y lo importante.
¿Por qué te digo esto? Porque a menudo atendemos tareas que son urgentes, pero que no son importantes y esto hace
que no consigamos avanzar hacia nuestro objetivo.
De hecho, te recomiendo mucho el libro “Solo una cosa” de Gary Keller, una obra necesaria para aprender a priorizar y no
morir en el intento. Puedes leer el resumen que escribí sobre este libro aquí.
Y, además, en el artículo sobre cómo ahorrar puedes ver claramente cómo priorizar a nivel de finanzas.
Parte 2: El trabajo en equipo
Dicen que solos podemos ir lejos, pero que si vamos acompañados llegamos mucho antes. Justamente de esto tratan
los siguientes hábitos que nos propone Covey, de trabajar en colaboración con otras personas.
De este modo pasamos de la independencia (que conseguimos con los 3 primeros hábitos) a la interdependencia.
En este apartado vamos a hablar de los siguientes hábitos:
Pensar en el win-win.
Buscar entender y después ser entendido.
Generar sinergias.
4#. Piensa en win-win (o ganar-ganar)
Este hábito trata de ir en busca de un beneficio mutuo.
Cuando una persona se focaliza siempre en ganar y no tiene en cuenta a los demás, es habitual que al final el otro salga
perdiendo o que no se llegue a ningún acuerdo. Esto hace que nuestras relaciones no sean fructíferas y que nosotros
mismos nos veamos penalizados por ello.
“Para conseguir el win-win, no solo tienes que ser amable, además, tienes que ser valiente”.
Un claro ejemplo de ello lo encontramos en las inversiones inmobiliarias. Para que una operación rentable salga
adelante, debe beneficiar tanto al comprador como al vendedor.
Si apretamos mucho la tuerca, queriendo ganar sin tener en cuenta las necesidades del vendedor, al final el vendedor se
negará a vendernos y no podremos sacar ningún partido económico. Ambas partes saldrán perdiendo. Así pues, la clave
radica en encontrar ese punto intermedio que permite ganar a ambas partes.
Si queremos tener relaciones en las que ambas partes ganen, primero tenemos que comprender qué es lo que la otra
persona necesita y quiere y, sobre todo, qué significa para ella la palabra “ganar”.
No podemos ofrecer soluciones o proponer acciones si antes no hemos comprendido la profundidad de la situación.
Para ello debemos desarrollar la comunicación empática y aprender a escuchar de forma activa.
Los intercambios de ideas y/o conocimientos que tengas con otras personas más experimentadas, te pueden hacer
descubrir nuevas oportunidades de inversión rentables que, de otra manera, nunca llegarías a conocer.
Normalmente estamos tan enfocados en lo que hacemos que nos olvidamos de algo totalmente importante y
necesario.
Debemos dedicar tiempo a recargar energía para poder seguir avanzando.
En este caso, la energía sería el hacha del leñador.
Por eso Covey nos habla de los 4 aspectos que debemos cuidar:
1. Físico: hacer ejercicio, alimentarse de forma saludable, dormir las horas necesarias para recuperarse.
2. Espiritual: meditar, autoconocerse, leer, escuchar música, etc.
3. Mente: estar constantemente formándonos para seguir aprendiendo, explorar nuevas ideas y enseñar a los
demás. Si quieres seguir aprendiendo sobre inversión y finanzas te invito a suscribirte a mi newsletter y
ser el primero en enterarte de todas las novedades (al suscribirte recibirás una guía gratuita en la que te
cuento las 4 mejores formas de obtener ingresos pasivos para alcanzar la libertad financiera).
4. Corazón: dedicar tiempo a las amistades, la familia, la pareja y nutrir nuestras relaciones, siempre
desarrollando una conexión emocional.
Mantener el hacha afilada será la base para poner en práctica el resto de hábitos de los que hemos hablado y la base
para conseguir mejores resultados.
De nada sirve tener mucho dinero si no cuidas los demás aspectos de tu vida. Solo con un verdadero equilibrio lograrás la
felicidad.
✅ [Conclusión] Por qué aplicar los 7 hábitos de la gente altamente efectiva para ser mejor inversor
En el momento en el que adquieres estos hábitos y los aplicas diariamente, puedes ver claramente un antes y un después
en cualquier ámbito de tu vida.
Cada uno de estos 7 hábitos son aplicables al mundo de la inversión y las finanzas.
Por eso te recomiendo que leas el libro («Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva») y que empieces a introducir estos
nuevos hábitos en tu día a día; verás cómo tu situación financiera (así como la personal y profesional) empieza a mejorar
con el paso del tiempo.
Tal vez puedas apreciar pequeños cambios a corto plazo, pero a medio y largo plazo verás como los cambios son
claros y exponenciales. Sin duda, tengo que decirte que la espera vale la pena porque he comprobado a título personal
que la transformación que se experimenta conduce al éxito financiero y personal.