Las Sociedades de Profesionales
Las Sociedades de Profesionales
Las Sociedades de Profesionales
RESUMEN
Este mismo articulado, permite a este tipo de sociedades el tributar con las normas
de la primera categoría.
1. INTRODUCCIÓN
Para los efectos del inciso anterior se entenderá por “ocupación lucrativa” la
actividad ejercida en forma independiente por personas naturales y en la cual
predomine el trabajo personal basado en el conocimiento de una ciencia, arte,
oficio o técnica por sobre el empleo de maquinarias, herramientas, equipos u
otros bienes de capital.
Como norma general, la Ley de Impuesto a la Renta indica que las sociedades
de profesionales nacen a la vida tributaria en la segunda categoría, estableciendo
la posibilidad de que optativamente tributen en la primera categoría. Esta misma
norma señala cuales son las actividades que la sociedad no puede realizar, y la no
retractación del cambio de categoría.
Dado lo anterior, es que nacen las siguientes preguntas ¿Cuáles son los requisitos
que posee para el nacimiento de una sociedad de profesionales?, ¿Cómo es la
Tributación de una sociedad de profesionales?, ¿Toda actividad que realice una
sociedad de profesionales estará exenta de IVA?
El presente artículo tiene como objetivo precisar cuáles son los requisitos que deben
ser considerados para que una sociedad sea considerada como de profesionales,
examinar su tributación en cuanto a la LIR y la Ley sobre Impuestos a las Ventas
y Servicios, en adelante LIVS.
i. Análisis de los requisitos que debe cumplir la persona jurídica para ser
considerada como sociedad de profesionales.
ii. Análisis de la tributación de las sociedades de profesionales de acuerdo
con la Ley del Impuesto a la Renta.
iii. Análisis de la tributación de las sociedades de profesionales con la Ley
de Impuesto a las Ventas y Servicios.
En ese mismo sentido, Vásquez Palma5 señala que “El objeto puede revisarse
desde la óptica de las obligaciones que emergen del contrato propiamente tal,
las aportaciones de los socios, así como de la actividad económica de cuya
explotación los socios piensan obtener beneficios repartibles, la que debe ser
lícita, posible y determinada, y de cuya explotación se deriva del funcionamiento
mismo de la sociedad.
Desde esta última óptica, debemos tener presente que existen ciertas actividades
prohibidas y otras reservadas a ciertos tipos sociales (ej., bancos, compañías de
seguros), que normalmente requieren el cumplimiento de requisitos adicionales
para poder llevarlas a cabo. Generalmente, estas sociedades tienen un objeto
social exclusivo, de modo que no pueden desarrollar actividades ajenas al mismo,
ni siquiera indirectamente”.
De lo anterior, se debe entender que, para estos efectos, que lo que define a una
sociedad de profesionales, es básicamente que su objeto se limite solamente a
prestar servicios de carácter profesional, técnico o de un oficio especifico. En ese
sentido el SII6 ha definido como profesional a “la persona que tenga un título
o está habilitada para ejercer una actividad determinada, según las normas
de cada actividad profesional”. En ese mismo sentido el SII señala que dentro
de esta categoría se debe incorporar a aquellas personas que se encuentran en
posesión de algún título otorgado por alguna otra entidad que los habilita para
desarrollar alguna profesión, técnica u oficio.
Por tanto, debemos entender a este tipo de entidades como a aquellas sociedades
cuyo objeto social exclusivamente es la prestación de servicios de carácter
profesional o técnico. Este servicio deberá ser prestado por los socios o personal
dependiente que posean las características profesionales o técnicas para su
consecución.
i. La capacidad de goce.
ii. La nacionalidad.
iii. El nombre.
iv. El domicilio.
v. El estado civil.
vi. El patrimonio.
Como se aprecia, estos atributos son para las personas naturales y jurídicas, sin
embargo, diversos autores señalan que11 los atributos de las personas jurídicas son
los mismos de la personalidad. Tienen todas las atribuciones de la personalidad
excepto el estado civil.
Así las cosas, al analizar este punto, no se aprecia una restricción para que las
sociedades distintas a las de personas no tengan el atributo de ser una sociedad
de profesionales, es más aun, se entiende que el único requisito que debiesen
cumplir las sociedades de profesionales es la restricción en el objeto social, dado
que como se dijo anteriormente, este tipo societario se define solo por su objeto.
12 Planiol, Tratado Elemental de Derecho Civil, t. III, Los Bienes, cuarta edición Editor Jose M
Cajica, Puebla México 1981, págs. 13.
13 Vergara Quezada, G. (2019). Los sistemas de imposición a la Renta. Revista de Estudios
Tributarios, (21), págs. 122, en línea< https://revistaestudiostributarios.uchile.cl/index.php/RET/
article/view/54043/56842> [Consultado abril 2022]
14 Versión original del DL824, en línea < https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=6368&idVers
https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=6368&idVersion=1974-12-31 ion=1974-12-31>,
[consultado Mayo 2022]
Para los efectos del inciso anterior se entenderá por “ocupación lucrativa” la
actividad ejercida en forma independiente por personas naturales y en la cual
predomine el trabajo personal basado en el conocimiento de una ciencia, arte,
oficio o técnica por sobre el empleo de maquinarias, herramientas, equipos y
otros bienes de capital.
Como se aprecia, el legislador quitó en ese acto la condición de que las sociedades
de profesionales estuviesen bajo el ropaje jurídico de sociedades de personas,
cambiándolo por una sociedad de profesionales, que a mi entender es un concepto
más amplio, donde incluso están consideradas otro tipo de sociedades, como
las de capital, debiendo tener como objeto principal la prestación de servicios
profesionales
15 Cabezas Garrido, Francisca C. Díaz Inostroza, Katty D.; Sociedad de profesionales. Constitución,
regulación y tributación, Universidad de Concepción, 2018, en línea < http://repositorio.udec.cl/
jspui/handle/11594/3314>, [Consultado abril 2022]
Cabe señalar que el SII a través del Oficio N° 473 de 23.08.1976 señalo que
“Para que una sociedad de profesionales pueda quedar afectada por el impuesto
de segunda categoría es menester que todos los miembros de ella tengan la
aptitud o el título que los habilita para ejercer el servicio o actividad al que están
dedicados y que se expresa o cumple en el objeto social”
A juicio de este autor, las restricciones anteriormente transcritas no son del todo
correctas, y, por tanto, tratándose de una sociedad de personas o de capital, es
necesario que los socios acrediten el titulo profesional, técnico o la especialización
que da origen al objeto social. En ese mismo sentido se puede dar el supuesto
señalado por el SII, esto es, que una sociedad de profesionales sea propietaria
de otra, por tanto, ambas podrían calificar como sociedades de profesionales y
tributar bajo la segunda categoría.
de este autor, al aplicarse las mismas normas de las sociedades de personas a las
E.I.R.L. estas deberían ser consideradas como sociedades de profesionales.
Dado que este tipo societario al estar clasificado en esta categoría, no se ven
afectados con impuesto alguno, sin perjuicio de ello, persiste la obligación de
determinación de la base imponible que tributaran sus dueños con los impuestos
finales, el cual debe ser presentado en la declaración anual de impuestos
(Formulario 22)
1.- Los ingresos brutos están formados por la totalidad de las sumas percibidas
por los servicios prestados, con la sola excepción de los ingresos percibidos que
estén sujetos a devolución o a rendición de cuentas.
17 Ibid 6.
i. Pago efectivo;
ii. Abono en cuenta, esto es, cuando en la contabilidad del deudor se ha
registrado dicho abono en la cuenta corriente del acreedor de la renta;
iii. Puesta a disposición del interesado, es decir, cuando el deudor está en
condiciones de pagar la renta y así lo ha dado a conocer al beneficiario.
Se cumple dicha circunstancia si el deudor (cliente) avisa al acreedor
(persona que presta el servicio) que la renta respectiva está a su
disposición o está depositada en algún banco o entidad a su nombre, o si
pide instrucciones al acreedor respecto de lo que debe hacer con la renta;
iv. Extinción de la obligación por alguna modalidad distinta al pago, como
puede ser el caso de la compensación, novación, condonación, confusión,
prescripción y otras contempladas en el Código Civil.
Las sociedades de profesionales que estén bajo las normas de la segunda categoría
deben considerar para estos efectos las normas sobre deducción de gastos que
la Ley de la Renta contempla para los contribuyentes de la Primera Categoría
(Articulo. 31º), pero sólo en aquella parte que dichas normas sean pertinentes o
atinentes a la naturaleza de las actividades de Segunda Categoría y a su régimen
tributario.
Pueden rebajarse todos los gastos que reúnan los siguientes requisitos copulativos:
Valor CIF
IVA que grava la Importación del bien cuando éste no constituya "crédito
+ fiscal”, por ser totalmente irrecuperable
+ Derechos de internación
+ Gastos de desaduanamiento
+ Fletes y seguros hasta la bodega el adquirente
+ Revalorizaciones legales normales y extraordinarias
+ Mejoras que hayan aumentado el valor del bien
Intereses directos o indirectos y diferencias de cambios, hasta la fecha en
+
que entra en funcionamiento el bien
= SUBTOTAL
- Depreciaciones acumuladas de años anteriores
+ Revalorización artículo 41º Nº 2 correspondiente al ejercicio
VALOR NETO DEL BIEN SOBRE EL CUAL DEBE CALCULARSE
=
LA DEPRECIACION DEL EJERCICIO
Fuente: Circular 21 de 1991, SII.
a) Aquellos bienes del activo inmovilizado que hayan cumplido con sus
años de vida útil, deberán ser reflejados en el referido inventario inicial
en el valor de $ 1.
b) Bienes inservibles antes de completar su vida útil. Las normas sobre
depreciaciones aplicables a los contribuyentes del artículo 42º, Nº 2,
otorgan una depreciación aumentada al doble para los casos de bienes
utilizados por éstos, cuando se han hecho inservibles antes del término de
su vida útil, como ocurre en el caso de la obsolescencia.
a) Los bonos, pagarés y otros títulos de créditos emitidos por cuenta o con
garantía del Estado o por las instituciones, empresas y organismos autónomos
del Estado.
b) Los bonos o letras hipotecarios emitidos por las instituciones autorizadas
para hacerlo.
c) Los bonos, debentures, letras, pagarés o cualquier otro título de crédito
emitidos por la Caja Central de Ahorros y Préstamos; Asociaciones de Ahorro y
Préstamos; empresas bancarias de cualquier naturaleza; sociedades financieras;
institutos de financiamiento cooperativo y las cooperativas de ahorro y crédito.
d) Los bonos o debentures emitidos por sociedades anónimas.
e) Las cuotas de ahorro emitidas por cooperativas y los aportes de capital en
cooperativas.
f) Los depósitos en cuentas de ahorro para la vivienda.
g) Los depósitos a plazo en moneda nacional o extranjera y los depósitos de
cualquiera naturaleza efectuados en alguna de las instituciones mencionadas en
la letra c) de este número.
h) Los efectos del comercio emitidos por terceros e intermediados por alguna
de las instituciones financieras fiscalizadas por la Superintendencia de
Bancos e Instituciones Financieras o por intermediarios fiscalizados por la
Superintendencia de Compañías de Seguros, Sociedades Anónimas y Bolsas de
Comercio.
En ese mismo sentido, el inciso final del artículo 39 señala que cuando las rentas
de este numeral 4 sean percibidas por contribuyentes que desarrollen actividades
clasificadas en los N°s 3, 4 y 5 del artículo 20 y declaren la renta efectiva, se
gravaran igualmente con el citado impuesto de primera categoría.
Así las cosas, al ser una sociedad de profesionales un contribuyente de segunda
categoría, dichos intereses se encontrarían exentos de primera categoría. Como
estos intereses son de aquellos clasificados en el N° 2 del artículo 20 de la LIR,
se gravarán al momento de su percepción, es por esto por lo que se debe entender
que, en el año de la percepción, estas rentas deben ser asignadas a los socios para
su respectiva tributación con el Impuesto Global Complementario.
Este tipo societario debe emitir, por la prestación de sus servicios, boletas de
honorarios.
b) 17% sobre el monto de los ingresos mensuales percibidos por los contribuyentes
que desempeñen profesiones liberales, por los auxiliares de la administración de
justicia respecto de los derechos que conforme a la ley obtienen del público y
por los profesionales Contadores, Constructores y Periodistas, con o sin título
universitario. La misma tasa anterior se aplicará para los contribuyentes que
desempeñen cualquier otra profesión u ocupación lucrativa y para las sociedades
de profesionales;
Como se aprecia la tasa de PPM asciende a 17%, sin embargo, debemos recordar
que el artículo quinto transitorio de la Ley N° 21.133 del año 2019 estableció que
esta tasa ira aumentando progresivamente, para quedar con su tasa definitiva a
partir del año 2028, así las cosas los porcentajes son los siguientes:
Año %
2020 10,75%
2021 11,50%
2022 12,25%
2023 13%
2024 13,75%
2025 14,50%
2026 15,25%
2027 16%
2028 17%
Es así como, aquellas sociedades que opten por esta modalidad deberán optar por
cualquiera de los regímenes tributarios existentes para dicha categoría, esto es:
i. Régimen general del artículo 14 A de la Ley de Impuesto a la Renta. Sus
rentas consistentes en servicio o asesorías profesionales se clasificarán
en el artículo 20 N° 5 de la ley del ramo, y en virtud de tal tipificación,
se afectarán con el impuesto de primera categoría, sobre sus rentas tanto
percibidas como devengadas: Las citadas rentas deberán determinarse de
acuerdo con el mecanismo establecido en los artículo 29 al 33; incluyendo
las disposiciones sobre corrección monetaria contenidas en el artículo
41 de la ley; enterando el pago provisional mensual correspondiente de
acuerdo a las normas del artículo 84 a) del mismo texto legal. Los socios
tributan en base a los retiros, teniendo derecho a utilizar el crédito por el
impuesto de primera categoría pagado por la sociedad, debiendo restituir
a título de débito fiscal el 35% del mismo.
ii. Régimen pro pyme general del artículo 14 D N° 3, de la Ley de Impuesto
a la Renta. Su base de tributación es ingresos percibidos menos egresos
pagados. Los socios tributan en base a retiros, los socios tienen derecho
al crédito por el impuesto de primera categoría.
iii. Régimen pro pyme transparente del artículo 14 D N° 8 de la Ley de
Impuesto a la Renta.: La sociedad esta exenta del pago del Impuesto de
primera categoría, los socios tributan por las rentas que se le asignen en
base a su participación en las utilidades o el capital. En este sentido es
bastante similar al régimen de tributación de segunda categoría detallado
anteriormente.
Artículo 2°- Para los efectos de esta ley, salvo que la naturaleza del texto implique
otro significado, se entenderá:
2°) Por “servicio”, la acción o prestación que una persona realiza para otra
y por la cual percibe un interés, prima, comisión o cualquiera otra forma de
remuneración.
gravamen los servicios que presten los contribuyentes del artículo 42 de la LIR,
incluyendo a las sociedades de profesionales que tributan en la primera categoría.
Cabe señalar que para poder analizar esta situación debemos remitirnos a las
normas de nuestro Código Civil, de acuerdo con lo que señalan Brantt y Mejías18
“Si nos situamos en el contrato de arrendamiento, el artículo 1915 del Código
civil al definirlo dispone “es un contrato en que las dos partes se obligan
recíprocamente, la una a conceder el goce de la cosa, o a ejecutar una obra o
prestar un servicio, y la otra a pagar por este goce, obra o servicio un precio
determinado”. De las tres clases de arrendamiento que se desprenden de la
referida norma, como adelantáramos, interesa el contrato de arrendamiento de
servicios inmateriales, regulado en el párrafo 9º, artículos 2006 a 2012 del Código
civil. A partir de lo dispuesto por los artículos 1915 y 2006 puede entenderse
que el arrendamiento de servicios inmateriales es un contrato en que las dos
partes se obligan recíprocamente, la una a ejecutar una obra inmaterial, o en que
predomina la inteligencia sobre la mano de obra, como una composición literaria
o la corrección tipográfica de un impreso, y la otra a pagar por este servicio
un precio determinado. De conformidad a estas disposiciones y teniendo en
consideración además los artículos 2007 y 2012, los autores han hecho presente
que el Código civil distingue a su vez tres clases de contrato de arrendamiento
de servicios inmateriales: a) aquel en que predomina la inteligencia por sobre
la obra de mano; b) aquel que consiste en una larga serie de actos y c) servicios
prestados por profesionales
En ese orden de ideas, es dable concluir que los servicios prestados por las
sociedades de profesionales que se encuentran exentos de IVA son aquellos que
pudiéramos considerar como arrendamientos de servicios, esto es:
Dado que la norma coloca esta exención como una exención personal, solamente
para aquellos contribuyentes clasificados en el artículo 42 de la LIR, es necesario
preguntarse si esto fue un error legislativo, dado que lo más coherente es haber
indicado esta exención como real en el artículo 13, señalando que los servicios
que pudiesen ser calificados como arrendamientos de servicios de acuerdo con
las normas del Código Civil, independiente de quien los preste, se encontraban
exentos de IVA, dado que se entiende que el legislador pretendía eximir del
tributo a este tipo de servicios, más allá de quien los haya prestado.
18 Brantt, María Graciela; Mejias Claudia (2016), El derecho supletorio del contrato de servicios
en el código civil chileno. Insuficiencia de las reglas del mandato y del arrendamiento; Revista De
derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, en línea < https://www.scielo.cl/pdf/
rdpucv/n46/a02.pdf>, [consultado mayo 2022]
5. CONCLUSIONES
Es así como el citado organismo fiscalizador, indica que estas solo deben ser
sociedades de personas, cuyos socios deben ser poseedores de un titulo profesional
o técnico y el objeto de dicha sociedad debe remitirse solo a la prestación de
servicios de asesoría o consultoría de dicha índole.
Sin embargo, de acuerdo con los análisis realizados, se entiende que, con la
modificación sufrida en 1974, el legislador amplio el rango de las sociedades
que pueden clasificarse en dicha categoría, pudiendo incluso ser sociedades de
profesionales las sociedades de capital.