Clasismo y Racismo Dentro Del Círculo de Amigos
Clasismo y Racismo Dentro Del Círculo de Amigos
Clasismo y Racismo Dentro Del Círculo de Amigos
¿Quién no ha escuchado aquella frase que dice “el pobre, es pobre porque
quiere”? Este pensamiento clasista, Ambos un ttipos de discriminación, tienen
una estrecha relación con el racismo por los procesos colonialistas que se
vivieron en el continente. Alejandra Delgado, docente de la Facultad de
Ciencias Humanas de la PUCE, considera que, en el país existe uncompartir
sentimiento de superioridad.
inferioridad, reflejado en la “añoranza de no ser”.Es común escuchar un
defensa tan mediocre como el “Yo no soy racista, pero…” Cualquier argumento
que inicie con esa frase es una confirmación de que sí sé es lo que está
negando.
Yo no soy racista dice el que redes sociales difundió muestras de odio cuando
el país estuvo dividido por el clasismo y el racismo, durante un paro nacional.
Mireya Congo, una mujer afrodescendiente de 28 años y madre de dos niños,
fue asesinada por un policía el 6 de diciembre de 1996, en Quito. Mireya se
dirigía a su domicilio, cuando fue interceptada por tres hombres mestizos que la
insultaron. Uno de ellos le dijo “negra hija de puta”, Mireya respondió, y él le
propinó un disparó provocándole la muerte. Tras el asesinato, al 7 de enero de
1997, cientos de afroquiteños se agruparon en el parque de La Alameda con la
intención de tomarse las calles para exigir justicia y sanción para el
responsable.
El racismo no siempre se manifiesta de forma violenta. Muchas veces es algo
que está interiorizado en prácticas cotidianas. Un claro ejemplo es cuando las
personas repiten frases como “pensé que me iba a robar” o “me miró y sentí
que me quitó todo” al tener contacto directo o no con personas con esta tez de
piel. ¿De dónde nace pensar que “todos los negros son delincuentes”?
Este pensamiento clasista sSe puede atribuir este pensamiento como
consecuencia de a otro imaginativo, creer que las personas pobres tienen la
necesidad de cometer actos criminales”.
la desigualdad y el clasismo que vive nuestro país . Según datos del INEC
(2021), La cifra nacional de pobreza por ingresos es del 20,8%, del mismo la
mayor tasa se concentra en Esmeraldas (52,9%.).
“Ladrón” es lo que le dijeron a David Espinoza, un joven artista
afroecuatoriano, en mayo de 2019, cuando alrededor de las diez de la noche,
junto a su primo, arribó al barrio donde está su domicilio después de un ensayo
en el grupo cultural al que pertenece. David fue golpeado por los vecinos, que
le acusaron de ladrón y si no fuera por la ayuda de dos migrantes venezolanos
habría sido linchado. Cuando la Policía llegó al lugar, no levantaron un parte
policial, porque, dijeron que “no vieron la agresión”. David puede contar esta
historia, pero Juan Pabón no.
Juan Pabón, según quienes lo recuerdan, fue un hombre amable y risueño que
se dedicaba a la venta de gas en Quito. Juan fue quemado vivo una
madrugada del 2004, en un barrio del norte, luego de que un vecino encendió
la alarma barrial, tras acusarlo de ladrón, después que Juan le pidió un
cigarrillo. Nadie fue detenido por su asesinato y hoy sus padres, a quienes él
sostenía económicamente, viven en condiciones de extrema pobreza.
Eso hace que el clasismo aparezca como consecuencia inmediata de lo étnico”
No entender la problemática del clasismo hace que naturalicemos la
desigualdad social, como si fuera una cuestión voluntaria. ”“Obviamente no
pude elegir,. Ser ser refugiado o no serlo es algo que uno no puede escoger.
Por azar, naces en un sitio u otro y, simplemente, es lo que te con ello tendrás
o no, una que otra ventaja que tu vecino de al lado.
(analogía de las monedas para alcanzar el éxito)toca”. Frases como “Aunque
en el estricto sentido la palabra longo signifique joven, su uso adquiere un tono
despectivo para referirse a las personas más cercanas al mundo cultural
indígena. Allí hay clasismo y racismo que está latente.
Ambos tipos de discriminación tienen una estrecha relación por los procesos
colonialistas que se vivieron en el continente. Alejandra Delgado, docente de la
Facultad de Ciencias Humanas de la PUCE, considera que, en el país existe un
sentimiento de inferioridad, reflejado en la “añoranza de no ser”.
Abordar como esta conducta cada vez se va naturalizando y se va
haciendo normal el escuchar chistes y comentarios en estos pequeños
círculos sociales, cuando esta no debería de ser así. Eso
cChistes inocentes como el “lo bueno de tener amigos pobres es que cuando le
envías un mensaje y no le llegas, es porque ya viene en camino”, no provocan
gracias alguna. .
“El clasismo no permite mirar las terribles desigualdades e inequidades. No
entender la problemática del clasismo hace que naturalicemos la desigualdad
social, como si fuera una cuestión voluntaria”
Al respecto, existen varios temas pendientes que Ecuador no ha podido
solucionar, como la pobreza. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
(INEC), en su Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo
(ENEMDU), muestra que: a junio de 2021, la pobreza a nivel nacional fue de
32.2%; en las áreas rurales este porcentaje asciende al 49.2%.
Entre junio de 2016 y 2021, existe un incremento de 8.5 puntos porcentuales
respecto a la pobreza a nivel nacional. También, la encuesta revela que, en
áreas rurales, la pobreza extrema alcanza un 28%; 19.6 puntos más que en
zonas urbanas.
Y… ¿el empleo? La situación no cambia. Según ENEMDU, a junio de 2021, la
tasa de desempleo es del 5.1% y de subempleo 23%. El dato más llamativo
tiene que ver con el empleo informal; pues representa el 49, 9%
El clasismo, como opiniones y juicios de valor, nubla la realidad continental. El
informe denominado ‘Atrapados: alta desigualdad y bajo crecimiento en
Latinoamérica y el Caribe’, del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNDU), menciona que el 56% de los ingresos nacionales
latinoamericanos está en manos de la quinta parte de la población más rica.
El racismo, al contrario de lo que se cree, no ha desaparecido, solo se está ha
invisibilizando y aunque no siempre se expresa a través de la violencia o la
muerte, sí produce daños en la vida de las personas que lo sufren.
Antes de decir que “las vidas negras importanyo no soy racista/clasista porque”
es necesario cuestionar el rol que cada uno cumple para erradicarlo, ya que no
basta con simplemente no serlo. . El racismo y clasismo solo acabaraná
cuando dejemos de temerle a locreer que distintovivimos en igualdad de
oportunidades, cuando dejemos de reírnos de “chistes”, dibujar caricaturas o
emitir noticias comentarios que perpetúan estereotipos que disminuyan la
dignidad de las personas, terminará cuando dejemos de insultar al “negro”
porque no consiguió anotar un gol, y cuando dejemos de repetir cortemos con
pensamientos que hemos venido arrastrando desde generaciones pasadasque
los afrodescendientes son violentos y dejemos de mofarnos y sexualizar sus
corporalidades. Un primer paso para ser parte de la solución es dejar de creer
que todos son buenos para el fútbol o que la música es la única contribución
del pueblo negro a esta “civilización”.nuestros chistes inocentes no nos
convierte en detractores sociales.