Decalogo Del Abogado
Decalogo Del Abogado
Decalogo Del Abogado
CARRERA DE DERECHO
DECALOGO DE UN ABOGADO
Cochabamba - Bolivia
INTRODUCCION
La abogacía es, arte y política, ética y acción. Como arte, tiene sus reglas; pero
éstas, al igual que todas las reglas del arte, no son absolutas, sino que quedan
libradas a la inagotable aptitud creadora del hombre. El abogado está hecho para
el derecho y no el derecho para el abogado.
1° ESTUDIA:
El derecho se trasforma constantemente. Si no sigues sus pasos, serás cada día
un poco menos abogado.
2° PIENSA:
El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando. El proceso escrito
es un libro cuyas principales páginas han sido pensadas y redactadas
cuidadosamente por los abogados.
3° TRABAJA:
La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la justicia.
4° LUCHA:
Tu deber es luchar por el derecho; pero el día que encuentres en
conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia.
5° SE LEAL:
Sé leal para con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que comprendas que
es indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando él sea desleal contigo.
Leal para con el juez, que ignora los hechos y debe confiar en lo que tú le dices; y
que, en cuanto al derecho, alguna que otra vez, debe confiar en el que tú le
invocas.
El día máximo de esa lealtad es el día de ajustar los honorarios; ya que
lo grave de la defensa es que, instantáneamente, de un día para otro,
la fuerza de las cosas trasforma al defensor en acreedor. Y ese día no
es posible lanzar al suelo el escudo para que el cliente lo tome en
resguardo de su nuevo enemigo.
6° TOLERA:
Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la
tuya.
7° TEN PACIENCIA:
El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.
Existe un pequeño demonio que ronda y acecha en torno de los abogados y que
cada día pone en peligro su misión: la impaciencia.
Paciencia, para escuchar. Cada cliente cree que su asunto es el más importante
del mundo.
8° TEN FE:
Ten fe en el derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana; en
la justicia, como destino normal del derecho; en la paz, como sustituto bondadoso
de la justicia; y sobre todo, ten fe en la libertad, sin la cual no hay derecho, ni
justicia, ni paz.
Cada abogado, en su condición de hombre, puede tener la fe que su
conciencia le indique. Pero en su condición de abogado, debe tener fe
en el derecho, porque hasta ahora el hombre no ha encontrado, en su
larga y conmovedora aventura sobre la tierra, ningún instrumento que
le asegure mejor la convivencia. La razón del más fuerte no es
solamente la ley de la brutalidad, sino también la ley de la angustiosa
incertidumbre.
9° OLVIDA:
La abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras cargando tu alma
de rencor, llegará un día en que la vida será imposible para ti. Concluido el
combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.