Trastornos Psicoticos
Trastornos Psicoticos
Trastornos Psicoticos
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA
SALUD
ESCUELA DE MEDICINA
ASIGNATURA:
PSIQUIATRÍA
TEMA:
TRASTORNOS PSICÓTICOS
SUSTENTADO POR:
MATRÍCULA:
FD8375
PRESENTADO A:
ESQUIZOFRENIA
Clínica
La esquizofrenia es una enfermedad crónica y deteriorante que se caracteriza
por alteraciones del pensamiento, de la conducta y del lenguaje. El paciente
con frecuencia tiene una apariencia extraña, descuida su aspecto físico y se
muestra retraído socialmente.
En la fase aguda (brote psicótico) predominan los delirios y las alucinaciones,
experiencias “internas” o mentales que el paciente considera tan ciertas como
la realidad “exterior”, mientras que, en las fases prodrómica y residual, a pesar
de haber otros síntomas, es posible preservar un correcto juicio de la realidad.
Es muy llamativa la alteración de la afectividad (inapropiada, aplanada) y la
preservación de la memoria y de la orientación.
Para hablar de esquizofrenia, la DSM exige una duración (incluyendo todas las
fases: pródromos + psicosis aguda + fase residual) superior a 6 meses,
abarcando necesariamente un periodo de síntomas psicóticos de cerca de 1
mes (salvo que el tratamiento sea eficaz y aborte esta sintomatología antes de
cumplirse el mes), así como una clara repercusión del trastorno en el
funcionamiento social, académico o laboral del paciente.
Se pueden distinguir tres fases:
• Fase prodrómica. En los meses previos al brote psicótico es posible
encontrar pequeños cambios de la personalidad, con abandono de actividades
sociales, retraimiento, irritabilidad, pasividad, entre otros. El paciente también
puede quejarse de molestias físicas vagas o mostrar interés en actividades
hasta entonces poco habituales en él (religión, ocultismo, filosofía).
• Fase psicótica (brote). De forma más o menos rápida aparecen alteraciones
del pensamiento tanto en su contenido (delirios de persecución o perjuicio,
delirios de control e influencia, ideas de referencia), como en el curso
(bloqueos, neologismos, deterioro de la capacidad de abstracción) o en la
forma (ensalada de palabras, disgregación, asociaciones laxas, ecolalia,
tangencialidad, perseveración).
• Fase residual. En ella destacan las alteraciones de la afectividad
(inapropiada o aplanada, con falta de reactividad), acompañadas de intenso
retraimiento social y de pensamiento o de conducta extraños (otorgan un
significado peculiar a las cosas más habituales). Puede evidenciarse deterioro
cognitivo en los casos más graves.
Subtipos
Aunque tanto la DSM-5 como la CIE-11 no dan importancia a los subtipos
sintomáticos de esquizofrenia, aduciendo su escasa estabilidad, se diferencian,
en función del tipo de síntomas que predominen, las siguientes formas de
esquizofrenia.
• Paranoide. Es la más frecuente. Está dominada por los delirios y las
alucinaciones, casi siempre relacionados con la persecución y con la influencia
de terceras personas sobre el paciente; es la forma de comienzo más tardío, la
que produce un menor deterioro funcional y la que obtiene una mejor respuesta
al tratamiento.
Existen otras formas más sujetas a discusión, como las siguientes:
• Esquizofrenia simple. Se cuestiona su existencia. En ausencia de síntomas
psicóticos positivos, se desarrollarán de manera gradual e insidiosa síntomas
negativos (retraimiento social y laboral), con escasa respuesta emocional.
Difícil de diferenciar de una personalidad esquizoide.
• Parafrenia (y parafrenia tardía). Su inicio tiene lugar pasados los 45 años
(parafrenia) o los 65 años (parafrenia tardía) de edad; cursan con delirios y con
alucinaciones muy abigarradas y con escaso deterioro de la personalidad;
actualmente se consideran formas tardías de la esquizofrenia (paranoide);
predominan en mujeres y las formas más tardías se asocian con la existencia
de deficiencias sensoriales.
Epidemiología
Los factores que se han de tener en cuenta en la epidemiología de la
esquizofrenia son los siguientes:
• Riesgo de padecerla:
CONCLUSIÓN