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Definiciones Básicas

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Diferencias básicas.
SEMANA 6  

La emoción y el estado de ánimo son constructos utilizados para referirse al afecto.


Muchos psicólogos no han hecho una distinción clara entre estos aspectos, otros si se
han aventurado a diferenciar estos conceptos.

Para algunos la diferencia central es la duración. Las emociones serían breves,


mientras que los estados de ánimo duran más. Otras distinciones hablan de que las
emociones se acompañan de expresiones faciales distintivas, mientras que los estados
de ánimo, no. Otros dicen que las emociones vienen precedidas de eventos
reconocibles, mientras que los antecedentes de las emociones no son identificables.
Sin embargo, hay que hilar más profundo.

Paul Ekman ha sugerido que no todas las emociones se acompañan de expresiones


faciales distintivas, así que esta diferenciación resulta problemática. Lo mismo sucede
con el antecedente reconocible. Se ha demostrado que algunas emociones o episodios
emocionales pueden ser producidos por procedimientos que se desvían de la
conciencia, por ejemplo, con la presentación subliminal de estímulos que provocan las
emociones. Así que la emoción puede producirse en ausencia de antecedentes
reconocibles.

El criterio que quedaría sería la duración. Es posible encontrar estados de ánimo de


corta duración, y emociones de larga duración.
 

Se ha propuesto que una diferencia esencial se encontraría a través de un análisis


funcional de cada una. Un buen número de teóricos ha sugerido que la función primaria
de la emoción consiste en modular la acción o influir en ella. Surgen en situaciones
donde se requiere de una acción adaptativa. La actividad autonómica acompaña a
menudo a la emoción.

La función primordial de los estados de ánimo es modular o influir en la cognición. Su


principal mecanismo es alterar el proceso de información y procesamiento, sus
prioridades son cambiar y adaptar modos de pensamiento de la información. El estado
de ánimo acentuará o atenuará el acceso a contenidos cognitivos y redes semánticas.
Por ejemplo, los individuos en un estado de ánimo depresivo incrementan su acceso a
recuerdos tristes y disminuyen el acceso a recuerdos felices. Los estados de ánimo
positivos facilitan la flexibilidad cognitiva, lo que implica mayores respuestas creativas,
asociaciones remotas e incremento de las relaciones entre ideas.

Los estados de ánimo pueden estar siempre presentes, proveen el background afectivo,
el color emocional en lo que hacemos. Las emociones pueden verse como fases de
perturbación que se dan durante la actividad. Los estados de ánimo siempre están
presentes, nuestro proceso cognitivo siempre está siendo modulado o impulsado.

¿Cómo sabemos que un estado afectivo es una emoción o un estado de ánimo? Es una
pregunta compleja, dado nuestro conocimiento actual. Si los estados de ánimo están
continuamente presentes, la pregunta podría formularse así: ¿Qué evidencia podría ser
usada para inferir la diferencia entre un estado de ánimo y otro? Como la emoción
ocurre contra un fondo de estados emocionales, aquellas pueden o no estar presentes,
así que uno debería preguntar: ¿Qué evidencia apoya la presencia de una emoción
comparada contra un período en el cual la emoción NO está presente?

El estado de ánimo se refleja en la experiencia subjetiva, a los adultos se les puede


pedir que las califiquen y que den autoreportes. También ocurren en infantes
preverbales y en animales. ¿Cómo podemos indagar la presencia de emociones en
esos organismos? Se puede hacer basándonos en los cambios sistemáticos entre

 
2 [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
 

sujetos, la influencia en los mecanismos de atención, en las medidas de flexibilidad


cognitiva y en los índices de función perceptual.

Otra diferencia importante entre emociones y estados de ánimo es la naturaleza de los


eventos antecedentes. Las emociones parecen precipitarse por eventos que ocurren
rápido y sin advertencia, mientras que los estados de ánimo pueden ser dados por
acontecimientos que se perciben lentamente.

La emoción se dispara a partir de cambios fisiológicos como respuesta a eventos


significativos y repentinos. Por ejemplo, perder el control de tu carro provocará miedo,
así como respuestas autonómicas y un rápido cambio de acción para lidiar con la
emoción.

Los propulsores del estado de ánimo son diferentes, por ejemplo, el clima. También se
puede dar por eventos acumulativos, como una sucesión de interacciones en un día,
que puede producir un estado de ánimo negativo.

Las emociones y los estados de ánimo interactúan de manera dinámica en diferentes


formas. Las emociones pueden liderar o guiar a ciertos estados de ánimo, y los estados
de ánimo pueden alterar la ocurrencia de ciertas emociones.

Emociones  Estados de ánimo

¿Cuál fue el factor disparador?

¿Fue la emoción por sí misma?

¿Fue el evento el que suscitó la emoción?

Estilo afectivo: Dominio completo que tiene la persona para modular diferencialmente
la reactividad emocional. Esas diferencias individuales son conceptualizadas como un
rasgo, y son consistentes a lo largo del tiempo. El estado de ánimo no debe ser incluido
dentro del estilo afectivo. Ciertos rasgos de personalidad pueden ser considerados
como reflejos de los estilos afectivos. Ciertos patrones de la función del SNC varían
entre individuos y muestran consistencia.

 
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El temperamento se considera como parte del estilo afectivo. Se refiere a las


diferencias tempranas bajo el control genético (respuestas programadas para responder
al ambiente que marcan diferencias en la reactividad emocional).

El temperamento y estilo afectivo son asociados con diferencias en el sistema nervioso,


que pueden persistir durante largos periodos. Las diferencias en el estilo afectivo que
están presentes en el desarrollo temprano se ven influidas por el aprendizaje, por
ejemplo, se ven afectados por eventos tempranos de estrés.

Los estados de ánimo se distinguen de las emociones en términos de su curso temporal


y, más allá, en términos de lo que encuentran en los circuitos neuronales que dirigen y
mantienen cada uno de esos estados afectivos. Los estados de ánimo duran horas,
incluso días, mientras que las emociones duran segundos o minutos. Cuando hablamos
de una emoción que dura horas, estamos hablando de una acumulación de emociones.
Los estados de ánimo cuando duran meses se denominan desórdenes afectivos.

Emoción Estado de ánimo


Ira Irritable

A veces las etiquetas lingüísticas no ayudan.

Los estados de ánimo elicitan ciertas emociones. Cuando una persona está irritable,
siente la ira rápidamente; y construye el mundo en una manera que le permita esa
respuesta. Es como si la persona buscara una oportunidad para consentir la emoción
relevante para el estado de ánimo.

Pareciera que hubiera una aparente dificultad en modular una emoción si esta ocurre
durante un estado de ánimo. Una persona en un estado de ánimo irritable no será tan
capaz de modular un episodio de ira tal como lo haría una persona que no está en el
mismo estado de ánimo. La ira es más intensa y menos controlada, y decaerá con más
lentitud.

 
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Los estados de ánimo tienen varias expresiones faciales, más de las que poseen las
emociones. El estado de ánimo irritable se distingue por tener muchas expresiones
faciales de ira, pero no hay una expresión facial distintiva de la irritabilidad, no la hay
para ningún estado de ánimo, para rasgos emocionales o para desórdenes afectivos.

Un estado de ánimo potencia una determinada emoción (ira por irritabilidad, alegría por
euforia, etc.). ¿Pero un estado de ánimo inhibiría la aparición de emociones no
relevantes? ¿Es la persona irritable menos capaz de experimentar disgusto, tristeza o
miedo? ¿O son solo las emociones positivas las que son difíciles de elicitar?

Las personas no siempre son conscientes del evento que les provoca una emoción.

Los estados y los procesos psicológicos que envuelven la relación de un sujeto con un
objeto, involucran una intencionalidad. Las emociones implican relaciones de un
sujeto con un objeto particular, uno se asusta por algo, tiene ira por algo. La
intencionalidad se ve en la experiencia y en el comportamiento emocional, el
comportamiento de la ira se dirige a alguien o algo. La ansiedad tiene intencionalidad y
dirección: es ante algo o alguien. A veces, sin embargo, uno no es consciente de la
intención.

Los estados de ánimo son más difusos y globales. Naturalmente tienen causa, pueden
ser un evento cargado emocionalmente, lo que implica que esa persona o evento focal
no constituye su objeto. Un mal estado de ánimo puede ser precipitado por una persona
o un evento, pero esto no impide que uno se sienta irritable o deprimido “en general”.

Las diferencias entre estados afectivos o diferencias en afecto se dan en términos de


acción, valoración y respuesta.

Afecto Sentimiento de placer o displacer.

Valoración  Percepción y evaluación del evento emocional.

Acción  Tendencias de acción o impulso para establecer/romper relaciones.

 
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Los estados de ánimo también pueden definirse en esos términos, pero existe una
diferencia: no hay enfoque en el afecto, valoración y acción. El estado de ánimo
depresivo puede entenderse como un afecto negativo difuso, ausencia de impulso para
las metas, falta de valoración y poca inclinación a la acción.

Hay una diferencia entre episodio emocional y emoción. En general la intensidad


fluctúa en el episodio, la emoción no permanece igual durante el episodio y la
naturaleza de la emoción varía. Por ejemplo, se pueden dar secuencias en las cuales
una emoción es seguida por otra: disgusto  ira  indignación. Estas fases no se
viven como algo independiente.

Los sentimientos y las emociones tienen una relación recíproca cercana, en la que un
sentimiento de amor se puede originar en un sentimiento de odio, precipitado por un
evento. Las emociones de amor pueden darse por un encuentro o por pensar en
alguien que se ama.

Sentimientos:

1. Las disposiciones cognitivas para evaluar un objeto de cierta manera. Pueden


ser entendidos como esquemas cognitivos, donde un contenido emocional ayuda
a tener cierta evaluación de un objeto.
2. Son las disposiciones para tratar a los objetos de manera correspondiente a la
acción para la cual nos preparó la emoción. El sentimiento de miedo permite
anticipar la evitación de un objeto.
3. Los sentimientos pueden ser descritos como deseos, el amor ha sido definido
como el deseo de incrementar el bienestar de un objeto.
4. El sentimiento se puede definir como una propensión a responder
emocionalmente a tipos específicos de eventos.

Uno es consciente de los sentimientos reflexionando sobre sus esquemas cognitivos


(expectativas), sobre sus deseos y anhelos.

 
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Referencias:

Ekman, P. & Davidson, R. (1994). The Nature of Emotion. Fundamental Questions. New
York: Oxford University Press.
Ledoux, J. (1996). El cerebro emocional. Barcelona: Planeta.

 
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