Revista FUENTES 19.2 (2017)
Revista FUENTES 19.2 (2017)
Revista FUENTES 19.2 (2017)
Vol. 19 (2)
Diciembre 2017
ALFABETIZACIÓN MEDIÁTICA
Y COMPETENCIA DIGITAL
Universidad de Sevilla
La Revista de la Facultad de
Ciencias de la Educación.
Universidad de Sevilla.
Revista Fuentes
2017, 19(2)
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Revista
Vol. 19(2)
Diciembre 2017
ALFABETIZACIÓN MEDIÁTICA Y
COMPETENCIA DIGITAL
Universidad de Sevilla
Editorial Universidad de Sevilla
Edita: Facultad de Ciencias de la Educación
Dirección: C/ Pirotecnia, s/n 41013- SEVILLA
http://www.revistafuentes.es
E-mail: fuentes@us.es
Fecha edición 2017
I.S.S.N.: 1575-7072
Depósito legal: SE-1.582-99
Revista Fuentes
2017, 19(2)
4
Consejo de Dirección
Director
Juan de Pablos Pons
Editora General
Teresa González Ramírez
Editores Adjuntos
Fernando Guzmán Simón; Francisco Núñez Román
Secretario Técnico
Miguel Ángel Ballesteros Moscosio
Revista Fuentes
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Revista Fuentes
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ÍNDICE
Páginas
Presentación 11
Juan de Pablos Pons
Firma invitada
La formación en alfabetización mediática y competencias digital 15-19
Irma Velez
Artículos
Visible Design 23-38
Pier Giuseppe Rossi
The role of civil society organizations in promoting media literacy, transliteracy 69-80
and media and information literacy in EU
Igor Kanižaj
Revista Fuentes
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Presentación
Revista Fuentes
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Revista Fuentes
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Revista Fuentes I.S.S.N.: 1575-7072 e-I.S.S.N.: 2172-7775
2016, 19(2), 11 http://dx.doi.org/10.12795/revistafuentes.2017.19.2.00
PRESENTACIÓN
Se entrega ahora el nuevo número de Fuentes (19/2) cuyo monográfico lleva por título
ALFABETIZACIÓN MEDIÁTICA Y COMPETENCIA DIGITAL. La justificación de esta
temática está vinculada directamente a dos factores fundamentales que determinan su interés y
actualidad. De una parte, la relevancia y poder que tienen los medios en nuestras sociedades actuales,
y de otra señalar la insuficiente formación que la sociedad tiene sobre la manera en que los medios
influyen, crean opinión, manipulan y gestionan el acceso a la información. Ambos aspectos exigen
una necesaria concienciación y alfabetización mediática, y por tanto el dominio de las competencias
básicas para que podamos ser receptores, pero también emisores, -lo que se ha dado en denominar
prosumidores-, como usuarios de las tecnologías digitales, tan presentes en nuestras vidas. Las
políticas aplicadas en Europa y de manera especial en España, no han favorecido precisamente la
integración mediática en la educación; y la formación inicial y permanente del profesorado en este
campo debe considerarse insuficiente.
En la cultura del siglo XXI, en la que la información fluye constantemente, una persona
alfabetizada debe dominar todos los códigos y formas expresivas de los lenguajes de representación
vigentes (el textual, el audiovisual y el digital); así como poseer las competencias para seleccionar la
información, analizarla y transformarla en conocimiento. Esta visión supone redefinir el concepto
tradicional de alfabetización, ampliando sus objetivos, de manera que su resultado sea una persona
que pueda realizar un uso analítico, crítico e inteligente de la información y del papel de los medios.
Este monográfico está coordinado por la profesora Irma Vélez, profesora titular en la Escuela
Superior de Profesorado y Educación de la Universidad Paris Sorbonne (Paris IV), donde imparte
docencia sobre didáctica de las lenguas y educación mediática en proyectos digitales. Le agradezco
su tarea de configurar una propuesta dedicada a esta temática, que sin duda a través de los nueve
textos que contiene, recoge distintas visiones y propuestas aportadas por investigadores europeos.
Como señala Irma Vélez en su introducción al monográfico, la alfabetización mediática es
“uno de los terrenos más fértiles para entender los medios y sus contenidos, usos y mediaciones”.
Profundizar en sus características para conocer propuestas concretas e incidir en su mejora, constituye
la finalidad de este número de la revista Fuentes. El conjunto de artículos que se presentan deben ser
de utilidad para docentes e investigadores que trabajan en este campo.
En síntesis, es una satisfacción como responsable de la revista Fuentes, presentar este número
dedicado a esta temática, que considero relevante en el ámbito de la Educación por su trascendencia
e implicaciones.
Director de Fuentes
Revista Fuentes
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Firma invitada
Revista Fuentes
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Revista Fuentes I.S.S.N.: 1575-7072 e-I.S.S.N.: 2172-7775
2017, 19(2), 15-19 http://dx.doi.org/10.12795/revistafuentes.2017.19.2.01
Conforme se avanza en el análisis del marco político y legal que consolida la alfabetización
mediática, y conforme se observan y analizan sus aplicaciones en las esferas educativas formales et
informales, públicas o privadas, asociativas, cooperativas o comerciales, se ha vuelto oportuno
cuestionar la relación de la alfabetización mediática con las competencias digitales y la relación de
éstas con aquella. Desde las regulaciones contra la ciberdelincuencia y el ciberterrorismo (Sánchez
Medero, 2012), hasta la mediatización de conceptos políticamente ‘popularizados’ como el de “fake
news” (Frau-Meigs, 2017), o sociológicamente conceptualizados como el de “sharenting” (Blum-Ross
& Livingston, 2017), la alfabetización mediática se ha convertido en uno de los terrenos más fértiles
para entender los medios y sus contenidos, usos y mediaciones, a través de proyectos
educomunicativos de interés ciudadano. Terreno fértil por la capacidad técnica y mediática de
aumentar en el tiempo y el espacio las experiencias mediatizadas sean de orden cognitivo,
comunicativo o sensorial. Terreno fértil porque la distinción entre el mundo real y el virtual ya no
resulta tan importante como la comprensión de su hibridez en procesos de sincronización (Beaude,
2012) inéditos e impensables hasta hace bastante poco.
Sin embargo la alfabetización mediática aguarda destinos inciertos frente a un mundo digital
en el que alfabetizarse bien podría verse reducido a sumar competencias técnicas si “la dimensión
digital de las alfabetizaciones múltiples” no fueran “algo más que ratones y teclas” según la fórmula
consagrada por Alfonso Gutiérrez Martín (2009). Desde la “Fez Declaration on Media and
Information Literacy” (2011) y la “Paris Declaration on Media and Information Literacy in the Digital
Age” (2014), la Alfabetización Mediática e Informacional (AMI) se enfrenta a nuevos retos por su
complejo asentamiento en las tres culturas de la información (mediática, informacional e informática)
según se cristalizaron en la “era cyberista” (Frau-Meigs, 2011). Retos epistemológicos y ciudadanos
por la escasez de distancia temporal más que crítica (Aparici, 2010) para sopesar el impacto de las
redes sociales y las nuevas configuraciones posibles de Internet en los procesos de información,
mediatización y comunicación. Retos económicos por el peso cada vez más apremiante de las
industrias culturales y creativas en las apuestas educativas del siglo XXI. Retos educativos por la
dificultosa transición de los modelos conductistas de otros siglos a los modelos socioconstructivistas
y conectivistas que se imponen a la cibersociedad. Retos políticos ante el sorprendente colapso del
financiamiento de la AMI en Inglaterra pocos meses antes del Brexit (Berger & McDougall, 2017).
Entre las posibilidades y amenazas que atraviesa la AMI, la actual convergencia de modelos
mediáticos exhorta una alfabetización mediática que permita transitar del modelo electrónico al
modelo digital para garantizar a los ciudadanos sus plenos derechos participativos, cognitivos y
creativos, en la nueva era digital (EUC, 2007, p. 5). La AMI nos exige por tanto reinventar el
humanismo en un contexto altamente digitalizado y por ello se nos impone el digitalizarnos desde
principios éticos que nos permitan sostener una humanidad en una cultura de la información
compleja. La radicalidad del cambio no afecta sin embargo a todos los sectores de la misma manera.
El sector público y educativo tanto cuestiona las humanidades digitales como las alfabetizaciones que
serán necesarias para asegurarse que entendamos la parte digital de las humanidades como mediación
tecnológica desde su triple modelización: intencional, funcional y material (Meunier, 2014).
A nivel europeo se fueron elaborando acciones colectivas para consolidar una reflexión entre
prácticas educativas, necesidades ciudadanas y políticas públicas adecuadas en AMI, vinculándose
con cada vez mayor vigor la AMI con las agendas de derechos humanos y de ecología. Una de ellas
ha sido la creación del “European Chapter” del Global Alliance for Partnerships in MIL (GAPMIL)
que acoge a los expertos europeos en AMI. Se reunieron en Riga en 2016 para elaborar la
configuración de un observatorio europeo de AMI y reforzar la declaración de Paris de la UNESCO
que introduce el concepto de “transliteracy” o transalfabetización para valorar las competencias
multiples y trans adecuadas a ecosistemas naturales, políticos e informacionales complejos,
preservando a la vez estados de derechos todavía por afianzar, tanto dentro como fuera de Europa.
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16 Irma Velez
A nivel científico se fueron consolidando propuestas interesantes que responden tanto del
estado de urgencia de la cuestión como de la inadecuación de la AMI en los entornos escolares o
universitarios donde los mandatos de inteligibilidad de culturas de la información complejas se siguen
sometiendo a lógicas predigitales y disciplinarias, centradas en el uso de herramientas predeterminadas
(con frecuencia por industrias culturales rentables). Entre tanto la llegada intrusiva de varios tipos de
inteligencia artificial se asoma sin que siquiera se cuestionen determinadas áreas del conocimiento a
pesar de verse todas afectadas por ellos, sin excepción. En menos de dos generaciones el mundo ha
ido transformando las redes informáticas facilitadas por internet y su esféra pública multimedia (El
World Wide Web) en un “cerebro electrónico mundial con el Cloud (Levy, 2017). La Pirámide
algorítimica de Pierre Levy vuelve a plantear en su cúspide, la nueva etapa de inteligencia colectiva
reflexiva como próxima etapa hipotética (que Levy califica de “esfera semántica”) con la que nos ha
dejado las esperanzas de verse la inteligencia colectiva (Levy, 1995) responder colectiva e
inteligentemente de nuestras urgencias.
Este número de la revista Fuentes participa así de la reflexión en torno a la definición de las
competencias mediáticas en la era digital, según se fueron definiendo e instrumentalizando a partir
de las pautas educativas elaboradas desde la Declaración de Grunwald (1982), fecha inaugural de
concientización internacional de la educación mediática. La European Communication Research and
Education Association (ECREA) ha seleccionado para su serie de divulgación científica de 2017 en
la Routledge Studies in European Communication Research and Education, un proyecto europeo
llevado a cabo por el programa ANR Translit y la red europea COST, dirigido por la socióloga de los
medios Divina Frau-Meiggs (U de Sorbonne Nouvelle) desde Paris, Francia. El estudio emergente
co-editado por Divina Frau-Meiggs, Irma Velez y Julieta Flores Michel bajo el título Public Policies in
Media and Information Literacy in Europe. Cross-Country Comparisons (2017) abarcó la contribución de 69
expertos europeos en AMI y la participación de 24 de ellos para producir y analizar datos cualitativos
y cuantitativos que permitieron generar un análisis transnacional y europeo. Plantea por primera vez
el marco epistemológico e histórico de la definición de la educación mediática a la par que considera
su implementación a nivel nacional entre los tres sectores, público, privado y civil. Destaca
globalmente y a nivel continental una comprensión heterogénea del término (educación mediática)
porque las competencias mediáticas abarcan tanto las mediáticas, como las informacionales, y o las
informáticas, así como las nuevamente definidas como digitales que no todos los países entendían de
la misma manera hasta 2014, año en que se termina la recolección de datos para el estudio Translit.
Uno de los hallazgos del estudio fue demostrar cómo la incorporación de las competencias digitales,
desde marcos epistemológicos diversos, vienen cobrando un lugar y un valor simbólico de mayor
importancia que las “competencias mediáticas” y de su fórmula consagrada por la Declaración de Fez
(2011), “competencias mediáticas e informacionales”. La cuestión de las competencias es por tanto
una cuestión epistemológica pero antes que todo responde a las necesidades de una agenda
económica con su impacto en la agenda educativa.
El título de este número también pretende responder, por lo tanto, a las exigencias de la agenda
alfabetizadora europea (EUC, 2016). Desde 2016 esa agenda esperaba superar las formas de exclusión
digital padecidas por más de la mitad de los desempleados en Europa con competencias digitales que
fueran mejor adecuadas a un mercado tecnológicamente exigente. Aspiraba luchar contra el desajuste
y la escasez de competencias entre la oferta y la demanda. También aspiraba a luchar contra la escasez
de competencias estableciendo estándares sostenibles, en sociedades que reconozcan la adquisición
de competencias fuera de contextos formales (EUC, 2016, pp. 2-3). En este contexto surge este
mismo mes y con este número de la revista Fuentes el Marco Europeo para la competencia digital del
profesorado (DigCompEdu) para mantener un diálogo entre lo existente y lo que queda por edificar.
Este número se organiza por tanto en dos partes. En la primera 4 artículos atienden al marco
ideológico, histórico, curricular y actoral, de producción e implementación de la AMI.
Pier Giuseppe Rossi propone una lectura de la educación mediática desde el legado de la
postmodernidad, para destacar los conceptos que le permiten a la AMI darle visibilidad al diseño.
Para Rossi los artefactos digitales se convierten en mediación de mediadores en tanto que “remedian”,
“transmedian” y “multimedian” los procesos de aprendizaje. Rossi subraya además el valor cognitivo
y pragmático de la participación mediática como proceso de encapacitación en su ensayo “To mediate
the mediators”.
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Firma invitada 17
A partir de un análisis FODA de los resultados del ANR Translit, Irma Vélez rastrea por el
marco legal de las políticas públicas europeas en AMI hasta 2014, el legado de John Dewey con sus
fuerzas y oportunidades. En “Políticas públicas en alfabetización mediática e informacional: el legado
de John Dewey”, se valora una figura fundadora en las orientaciones tomadas por las organizaciones
internacionales y la sociedad civil en AMI y sus vericuetos entre culturas del riesgo y de la prevención
no siempre dialógicas ni congruentes. El líder del pragmatismo americano y su impacto permiten
también considerar los límites de su herencia en el estado actual de desarrollo e integración del AMI
en las escuelas europeas.
El análisis de Rafael Gutiérrez, Alfonso González Rivallo y Gutiérrez Martín cuestiona el
impacto de una formación docente con tendencia a ser más bien técnica que mediática en
“Competencias mediática y digital del profesorado e integración curricular de las tecnologías
digitales”. Confirman en el caso español una tendencia europea en la que los planes de formación
inicial y permanente van sustituyendo las competencias mediáticas por competencias digitales
cayendo en la trampa reduccionista de asimilar la competencia digital con la mediática. Observan en
un estudio de caso en un centro de Educación Primaria de Castilla y León resultados impactantes en
cuanto a la formación técnica, digital y educativa de los docentes y su capacidad para el desarrollo de
contenidos de educación mediática. El estudio apunta hacia una “zona de confort” a la que los
profesores no parecen haber llegado aún, ni técnica ni mediáticamente.
Igor Kanižaj, elabora un análisis del papel de las organizaciones de la sociedad civil en la
promoción de la alfabetización mediática, de la transfalfabetización y de la AMI en Europa en “The
role of civil society organisations in promoting media literacy, transliteracy and media and information
literacy in EU”. El análisis de Kanižaj demuestra que sin duda alguna se ha ido menospreciando tanto
en las acciones como en el impacto la labor de las organizaciones de la sociedad civil y apunta a
algunos de los límites de su efervescencia.
En la segunda parte de este número cinco estudios analizan distintos aspectos que atañen a la
alfabetización mediática y a las competencias digitales en sus compromisos profesionales y
modalidades, recursos y pedagogías, experimentaciones y resultados concretos.
La labor de Aquilina Fueyo y Susana de Andrés Correo en ‘Educación mediática: un enfoque
feminista para deconstruir la violencia simbólica de los medios” contribuye desde la experiencia
docente a agendar el feminismo en el curriculum de la educación mediática. Partiendo del concepto
de violencia simbólica propone claves de lectura para una educación a la mirada que permita una
educación a la igualdad a partir de propuestas educomunicativas concretas. El análisis contribuye a
edificar una pedagogía feminista de la educación mediática rastreando dimensiones básicas para
concientizar y luchar contra el sexismo y la violencia de género.
Teresa Rojo y Selda Dudu se acercan al proceso de gamificacion del conocimiento en la
cibersociedad con Los “‘serious games’ como instrumento cultural de empoderamiento y aprendizaje
socio-laboral inclusivo”. Su estudio plantea los esfuerzos pedagógicos de las industrias culturales y
creativas y su potencial aplicabilidad para el aprendizaje de adultos excluidos del mercado laboral. La
situación crítica del descenso de la tasa de empleabilidad plantea hoy en España desajustes educativos
de impacto entre las potencialidades de dichas culturas, y los riesgos que conllevan si los sectores
educativos formales no participan en ella por verla desde el ángulo exclusivo del edutenimiento.
Ana Griselda Diaz, José Alberto Yuni y José Alberto observan cómo el uso de las TIC interpela
la formación docente de corte academicista en “Desplazamientos y tensiones en las gramáticas
formativas de futuros profesores: análisis de una experiencia didáctica en la Universidad”. Partiendo
de una experiencia concreta de la Cátedra Teorías Contemporáneas de la Educación del Profesorado
en Ciencias de la Educación desarrollada en la UNCA, Argentina, en 2016, describen el uso didáctico
de las TIC como posibilidad para recrear las prácticas del profesorado alertando sobre la ausencia de
integración curricular de las tecnologías digitales para el desarrollo de competencias docentes.
En “Iniciativas de alfabetización cinematográfica: Una cartografía metodológica actual de las
entidades dedicadas a la film literacy con públicos no profesionales en España” Tamara Moya Jorge
expone las distintas denominaciones de la alfabetización cinematográfica (film literacy) para observar
su aplicación en contextos formales y no formales en España. El objetivo de su estudio es plasmar 6
metodologías dominantes para destacar de los resultados orientaciones prevalentes y “vetas
pendientes para un plan de alfabetización cinematográfica estatal”
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18 Irma Velez
Javier Ballesta Pagán, Jesús Martínez Buendía, Raúl Céspedes Ventura proponen ellos “Un
modelo integrador para la alfabetización mediática y la competencia digital en Educación Primaria” .
Parten de la idea que la AMI abarca la comprensión crítica de mediaculturas más allá de los usos
mediáticos que en ella se despliegan y consideran la competencia digital desde una triple dimensión:
disciplinar, pedagógica y tecnológica de manera a que el profesor pueda adaptarse a “no solo […] una
enseñanza mediática, sino también digital, multimodal, crítica y funcional”.
Irma Velez
Coordinadora del monográfico
Obras citadas
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Artículos
Revista Fuentes
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2017, 19(2), 23-38 http://dx.doi.org/10.12795/revistafuentes.2017.19.2.02
Visible design
Recibido: 29/10/2017
Aceptado: 4/12/2017
ABSTRACT The presence of digital artefacts in the surrounding world holds both a structured and a structuring
role that has an impact on the rationales with which we act and organise our behaviour and knowledge. The process
that leads towards a major subject’s agentivity and towards a primary role of the design, useful to act in a complex
context, is supported by digital technologies. Media Education takes us to new operative and cognitive modalities and
promotes a critical attitude. Also at school, the design process plays a central role since the complexity of contexts,
their fragmentation and the lack of “meta narratives/grand narratives” (Lyotard, 1987) requires that the teacher build
situated rationales. Digital technologies can support the design process. Thanks to digitalisation, the design artefact
becomes a fluid object that comes from the design, which can then be used in the classroom as a mediator and make
students visualise the path. It supports the teacher and the students in their actions and it is completed in the
documentation.
The design artefact replaces the teacher in some routines, that is, the activities of the teacher to frame the class, to
connect the present activity with past and future onesand to build a net of meaning that provides a comprehensive
vision of the path. Those aspects affect the students’ guidanceand their motivation, but the presence of the artefact
© 2017 Editorial Universidad de Sevilla
in the classroom also supports the teacher by fostering self-confidence. This is the proposal that the present article
aims at deepening.
KEY WORDS: mediation, digital, teaching.
1 These were activities carried out without complete awareness and without the research being focused on them.
emotional processes explicit, in relation to the specific procedures, is a tendency also present in other
situations. Nowadays, the means for elaborating a specific type of text or one with a specific or
communicative purpose is just like translating a text in an ancient or modern language or resolving a
problem, all being processes undertaken via targeted didactic paths. Even in the world of work, where
apprentices would learn only through being guided each day and not through having any specific
training, today this has become prescribed and formalised as the subject of specific educational
pathways.
The need to explain such processes required the creation of digital artefacts to support their
design. We subsequently asked ourselves if it were possible to visualise the planned pathway in class,
transforming the artefacts into a bridge/mediator between the teacher and the student. In online
environments, the role of guiding, motivating and framing has always been played by the para-text2
of each page. This feature serves as the introductory page of the course. The explanatory note
included in the activity outlined or materials provided clarifies why and how to study a given material
or why and how to effectuate a given delivery. What’s more, in these online environments, the
succession of activities displayed as an outline in an introductory page does not only have an
instrumental function, this being to allow access to individual activities, but also provides an overview
and guides the student.
The artefact explaining the design serve to mediate the mediators, functioning as a bridge
between the teacher and the student, reifying the typical functions of the teacher, illustrating the path
and the curriculum, indicating the curricular choices and the role of the didactic pathways (contents
and skills) in the training of the student and in the development of the discipline.
The hypothesis explored in this article is whether the explicit presence of this artefact is useful
for improving the professionalism of the teacher and favouring the guidance and motivation of the
student.
Firstly, the article analyses the importance in today's society of the role of the student's agency
and the construction of personal and professional identity trajectories. It then goes on to define the
different meanings of mediation and remediation and, finally, to describe the transformation that
teaching mediation is undergoing due to the effect of digital media, especially in relation to the
mediation of mediators.
2 Para-text is made up of the elements, text and graphics, that support the text and its intelligibility. These often
play a pragmatic role. All the information is from one page of text or a network that is not directly part of the
text, but of the structure. For example, the page number, the main titles, the points of interest.
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24 Pier Giuseppe Rossi
secret services, the statements of the various parties, the exploitation of numerous speculators, the
connection between the attack and other processes underway, the story of the van rental attributed
to a number of different subjects within a few hours. But even before being denied, tomes of words
and judgements on social media had been dedicated to the information that subsequently turned out
to be not entirely correct.
It is a series of fragments of information relating to a global scenario, being produced in real
time. It is often difficult, if not impossible, to trace them back to their origin, to the fact – consider
the claims of ISIS or the warnings of the secret services.
Perhaps it is the meaning of terms such as “fact,” “event,” “information” and “representation”
that is being modified. Many of the terms at the centre of the discussions do not have a “real” point
of reference, but are the product of network news, analysis, data processing and complex elaboration
whose transparency does not depend on the will and intention of those involved, but on the processes
adopted. Consider, in moving to another context, the calculation of GDP, unemployment figures,
the determining of a nation’s healthcare expenditure or, in the educational field, the pseudo-science
of meta-analysis (Bergeron, 2017). Economic data and political comments are based on such figures.
In the last American election, Trump often used the amount of healthcare spending for Obamacare
as a subject in his favour, with the data provided not infrequently fluctuating and differing greatly
from that provided by the Democratic Party. The debate also included the cost of the Obamacare
site, said to be $834 million according to the Center for Medicare and Medicaid Services, $2.1 billion
according to the Bloomberg Government, and $5 billion according to Trump, as stated in a 2015
rally in Phoenix. Some of the previous information could be traced back to the source or the value
could be calculated, but the time necessary would be so long that the outcome would no longer be
useful in the debate.
1. The facts we normally discuss happen in a global scene; information arrives through
media products that cannot always be verified.
2. Information is often the result of recursive processes, arising and being relaunched
online and on social media, such that it often becomes difficult to go back to the primary
source.
3. There are no longer any great narratives, which used to be compasses for interpretation.
The fragments available to us intertwine different perspectives, each with its own field
of validity and potential limits.
Yet, the apparently direct relationship between humans and the world is increasingly mediated
by screens, be they the consoles with which airplanes pilots interact, the screens on which surgeons
operate, the coloured maps used by meteorologists or those produced for astronomers from radio
telescopes.
The concept of validation has changed radically. If reality is that on the screen, validation
depends on the process of mediation and derives from the coherence that subjects capture from the
fragments and their ability to exchange information with others, always being available online. The
operations of verification and the intersection of data require time, further research and critical
meaning (Kress, 2015a). In this way, the subjectivity of the "researcher" intervenes in the process of
validation, both in the way that he or she seeks and accepts each piece of information, and in the way
in which he or she constructs the network and judges its consistency. As highlighted by Guba and
Lincoln (1994) in relation to qualitative research, epistemology and axiology travel in unison or, as
more recently stated by Silverstone, “the medial competence of the subject cannot disregard the
moral agenda” (2007, p. 264).
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Visible design 25
ME supports such processes. First of all, it provides rhetorical and critical tools that help to
evaluate the individual piece of information on the web: how to read it, what signs are significant in
order to hypothesise about the quality of the information, what emergences should be highlighted.
ME helps to identify the strategies for online research and to find convergences and confirmations
intersecting with the information received. It thus supports the construction phase, that is, the
assembly of networks and their visualisation. On the other hand, as Buckingham points out (2006a,
p. 21; 2006b), the skills related to online reading and writing processes overlap. Finally, it permits the
sharing of meanings and their negotiation with other subjects, other perspectives, other cultures. The
sharing processes are linked to the participatory ones. Rivoltella (2012) identifies hospitality, justice
and sincerity as the three key terms necessary to establish media education (Ibid., p. 22). Rivoltella
opens up a connection between network construction and participation, emphasising that there is “a
privileged relationship between media education and citizenship education” (Ibid., p. 21). The
network can “become an opportunity for the construction of bonds, for the (re)construction of the
community, the liberation of resources and energies of a territory” (Rivoltella, 2017). The process
described not only has a cognitive value, but also a pragmatic one. It is an action both because its
construction processes require the involvement of the activities of the individual, and because they
require processes based - according to Aristotle’s Categories (1986) - more on wisdom than on
knowledge.
At its core is the subject who constructs the network and creates an interpretation/produces
an action.
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26 Pier Giuseppe Rossi
the construction of a network between them is present in the thought of the 1900s, starting from
Merleau Ponty (1965, pp. 383-385) and has more recently been taken up by a number of authors
(Summa and Finetti, 2010, p. 160). It is connected to the concept of ambiguity (Searle, 1994, p. 10),
to that of ambivalence (Tabboni, 2006, Touraine, 2009, p. 170) and to the coexistence or “addition”
of differences (Maigret, 1994). Among the contrapositions, which are no longer such, one can add
that between nature and culture (Pickering, 1995; Rouse, 2002; Latour, 2004; Wehling, 2006; Asdal,
2003), between body and brain (Gallese, 2009; Rivoltella, 2011; Sibilio, 2014; Caruana and Borghi,
2016), between real and virtual (Lévy, 1998) and between theory and practice. Today, the Hegelian
concept of synthesis is contrasted with that of ambiguity, in which the elements communicate/coexist
whilst retaining many of their characteristics and autonomy. Once the concept of contraposition has
been overcome, the relationship between different people and their interaction emerges already with
Derrida, describing such as the coexistence of difference and articulation. He uses the brisure/hinge
metaphor (Derrida, 1998, p. 97).
The origin of the experience of space and time, this writing of difference, this fabric of
the tracing allows for the difference between space and time to be articulated, to appear
as such in the unity of an experience, of the same lived experience starting from the
body itself (Ibid.).
Kress focuses on the theme of ambiguity in reference to linguistics, where the presence of
“modes” enables the recipient of a message to adopt one of the many possible readings and provides
the foundation for multiple directions, “according to the interpreter’s design” (Kress, 2015a, p. 73).
Multi-modality, being the presence of numerous modes in communication (written, oral,
iconic, gestural, film, music, action), increases the difference between the fragments. Each way has
its affordance and “fixes” the meaning via its own perspectives and framing. This difference impedes
hierarchy and linearity, all leading to the “orbiting” of language that becomes one of the many ways
to communicate. If “dominant linguistic theories in the 20 th century emphasised abstraction and
generalisation... a multimodal social semiotic approach to representation emphasises the material, the
physical, the sensory, the body, the ‘therefority’ of things, far from abstraction, leads towards the
specific and the variable” (Ibid., p. 121).
If conceptualisation was once configured like the transition from concrete to abstract
functioning and textual products were the highest point of knowledge, in a multimodal perspective,
this hierarchy is lost as all languages have acquired equal dignity. Meaning does not derive from the
process of abstraction, but from the reticular connection between the various fragments that
intertwine in action: experiences, images, graphics, texts. Each contributes elements that acquire
three-dimensionality only through mutual interaction. Action and knowledge become two sides of
the same process (Maturana and Varela, 1985; Rizzolati and Sinigaglia, 2006; Caruana and Borghi,
2016; Rossi, 2011).
The glue concept of construct that arises in the field of neuroscience has many similarities with
Kress’s conclusions. Caruana and Borghi, reprising Murphy (2004), describe the concept as “a kind
of ‘glue’ that holds our mental world together - past, present and future” (p. 2658). This glue bonds
the “multimodal, experiential, motor and pragmatic components” and connects the actions through
which the concept is articulated and used. The Semiotic Bundle (Arzarello and Sabena, 2014) has
many similarities with this model of interpretation. From this point of view, each concept will also
have a localised and positioned component in that it cannot be enclosed and expressed in a complete
way within a single definition. It is connected to the actions and experiences that the subject has lived.
In a class system, many elements of the concept can be shared experiences and the result of
interactions and discussions between peers as well as with the teacher.
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The methodological semiotic lens offered by the Semiotic Bundle, in fact, could be useful
in considering gestures and other embodied resources as resources through which
communication and conceptualisation are forged (Faggiano et al., in press).
3. Mediation
Mediation is a bridging concept present in the field of ME and in that of educational
transposition, even if with different meanings (Chevallard, 1991, Damiano, 2013).
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More recently, a term has been added to the preceding ones: multimodality. This concept,
arising from social semiotics, draws attention to the relationship between the different modes used
for communication and more than others highlights the overcoming of the language that assigns a
satellite value to non-linguistic modes. It also focuses on literacy as a fundamental process of media
education, a process that is mostly based on language (Kress, 2015b; Jewitt, 2005; van Leeuwen,
2005).
…if the transformation in which teaching consists is the substitution of the real for that
which corresponds thereto, we can also recognise it as being metaphorisation: a transfer
of field - etymologically derived from the Greek ‘metaphero’ (to go beyond), the same
function that we find at the origin of languages, which are eminently substitutes for the
experience they represent (re-present, present again, in another format) (Ibid., p. 169).
…the function of metaphorisation is closely associated with our bodily structure and is
at the basis of fundamental assumptions such as space, time, movement, counting and
other original elements of human experience (Ibid., p. 170).
But then:
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Metaphor is also central in Lakoff and Johnson (1980), to whom Damiano refers, and in Kress,
for whom every complex sign is a metaphor created in the moment. “In social semiotic terms, all
signs are metaphors, always made anew in the moment” (Author’s trans.) The process is no longer
primarily one of abstraction, but of selection, of framing (Kress, 2015a, p. 108), of reticulation, a kind
of putting into focus according to the interests and motivation that guide the “rhetorician” in the
production of the message and the interpreter in its reconstruction. Each reticulation brings out a
new system that presents new, different and emerging meanings alongside the meanings present in
the components.
Digital technology is now reshuffling the role and function of educational mediation, not being
dependent upon a greater presence of media in the current landscape. Authoritativeness has changed,
as it is now possible for different agents to create and manipulate the media; the ease of production
has changed too and, above all, the time of production has decreased. In most cases, many forms of
media are usable and shareable as soon as they are produced. Think of images and videos created
using smartphones and made immediately shareable.
Furthermore, the remediation and hybridisation of the media is overlapping with the
production and sharing processes, in the sense that photographic images can undergo continuous
morphing whilst transformations accompany the process of elaboration and metaphorisation, with
the shots, and the meanings assigned to them, being modified in this way. With all the problems that
this entails, analogy can be the basis for creative and generative processes, but also the basis for
Pindaric leaps that are not always founded.
Durand maintains:
Research focuses on the teaching-learning process carried out as ‘an interactive situated
process.’ This process refers to a unique situation in which single actors interact -
teacher, pupils - in different sectors - that of didactic communication, of pedagogical
relationships and of knowledge - that bring into play, in the dynamics of teaching
situations the two dimensions that comprise the teacher’s work: the interactive
dimension of communication and the finalised dimension of learning (2017).
Vinatier and Altet (2008) ultimately underline that in the teaching action,
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…the activity of one is directed towards the activity of others, the work of one is the
activity of others and this reciprocally, revolving around an object, is the knowledge in
question (Ibid., p. 14).
Even Laurillard (2014) offers the same perspective and proposes the Conversational Framework
(CF) that emerges from a complete and complex synthesis of didactic research throughout the last
few decades. The CF clearly and precisely indicates the cycles through which didactic interaction and
the teaching and learning processes are articulated. They are the cycles of communication, practice
and modelling, during which teachers and students perform the necessary activities in a continuous
and recursive flow, In these, feedback, both from the teacher to the student and from the student to
the teacher, plays a central role.
Learning and teaching are two different and autonomous processes that interact. Once again,
ambiguity is determined in the two different actions, in which, whilst remaining such, dialogue and
emerging meanings contribute to both the construction of knowledge and the construction of the
class as a complex system, with its own meanings, rules, relationships and conventions.
This interaction can be described as a process of alignment between two trajectories that
remain different and diverse whilst asymptotically approaching each other (Rossi, 2016).
Mediation is divided into two processes:
- The first, already amply described, is that of metaphorisation, through which meanings
are articulated and further analysed;
- The second concerns itself with the activities necessary to frame not only the content, but
also the teaching process, rendering such a process explicit to the student for the purpose
of motivation and guidance. This second process is defined as the “mediation of
mediators” (Damiano, 2013), where the mediators are the teachers who carry out the role
of a bridge between the student and knowledge, between the student and experience. It is
on this that attention will be focused.
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value of the school and the most profound characteristics of teaching, seen as the mediation and
alignment between two worlds, that of the student and that of the teacher.
The mediation of mediators plays a different role today than in the past. If it is true that the
teacher has always guided the student, today the framework has a meta function that, if made explicit,
directs the student along a path towards essential skills in the current context, primarily that of
learning to learn.
- textually based narrative case studies describing key features of the LA and, perhaps,
barriers to and enablers of its implementation;
- more formal narratives, such as patterns, against a specified formal methodology (see, e.g.,
Goodyear, 2005);
- visual representations such as mind maps or formalised unified modelling language (UML)
case diagrams;
- vocabulary such as taxonomies, ontologies or evolving folksonomies;
- models foregrounding a particular pedagogical approach (such as instructivism, problem-
based learning or an emphasis on a dialogic or reflective approach).
Already in the 1990s, more or less standardised tools for design had emerged. The international
consortium of IMS produced the first version of Learning Design in 2003, which was improved in
subsequent editions in the first decade of the 21st century. The main problem that has prevented its
widespread use is practical sustainability, as too much time is required for teachers to draw up a
document.
Subsequently, various tools have been developed to support teacher design. Laurillard has
created Learning Designer 3 and Conole has developed the DialogPLUS. Other tools are: KEEP 4
toolkits, the Pedagogic5 and Phoebe planners 6. As Laurillard points out, these tools favour the
professional development of the teacher and the student’s agency. Problems are related to flexibility,
usability for teachers and correspondence with their practices.
Before further analysing the possible use of the designs, it is necessary to clarify - following
the Larnaca Declaration (Conole et al., 2004) - that it is appropriate to talk about different levels of
design granularity, namely: macro-planning (the programme or curriculum of the module) and micro-
3 http://learningdesigner.org/index.php
4 http://www.nettle.soton.ac.uk/toolkit/Default.aspx
5 http://www.wle.org.uk/d4l/
6 http://www.wle.org.uk/d4l/
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planning (the work session/lesson and the activities). The two levels have different logics and are not
mechanically born from one another, even if they do form a network.
5. A summary: the artefacts for mediating the mediators and for visible design
Today, certain skills, such as knowing how to deal with digital information and how to
construct networks of meaning, are essential for the citizens of tomorrow. The absence of great
narratives and the fragmentary nature of information require the subject to construct/plan their paths
in context. Equally, multi-modality poses different “modes” that are not connected hierarchically or
following any apparent given logic and, in this case, the relationships must be organised/planned in
situ.
Design, which implies the capacity to understand contexts and to identify strategies to solve
problematic situations, becomes a process that cannot remain implicit. This is also true in teaching.
At a didactic level, the absence of homologated and homologating references determines that
the paths are born as networks of meaning in context, connecting the present resources, the students’
knowledge and cultures, and the diversities present. A problem emerges. The complexity of the
processes and the articulation of the proposals requires that the proposal be explicit, both to support
the teacher in the action, and to guide the student. Digital mediation becomes essential, not only and
not so much in relation to knowledge, but to mediate mediators, or to reify the structure of the
teaching proposal and illuminate the path and the lines of meaning that cross it.
Design is embodied in an artefact that not only supports the teacher, but becomes visible in
the classroom and highlights the lines of meaning present in it. In this way, the design artefact, whilst
continuing to be an instrument that supports the teacher, also becomes an object of mediation visible
to the students, used within the classroom in everyday tasks, as an organiser of their activities.
Not only. The artefact, having flexibility and the capacity to morph all that is digital into action,
transforms and adapts itself to events and incorporates the materials developed by the students, even
becoming a documentation tool.
Based on this logic, the PROPIT project - Project for the Personalisation and Inclusion with
Technologies - emerged in Italy four years ago. The schools participating in the project reify macro-
and micro-planning with maps that are displayed in the classroom to outline the path and give it
meaning (Rossi, 2016). The maps are connected to each other: connected to the curriculum map
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(Figure 2) are the maps of the modules from which one accesses the lesson maps (Figure 3), ensuring
the fluidity between the levels. The modules of the maps relative to the lessons contain both links to
the teaching materials used, be it during or after the lesson, and to the materials produced by the
students during the lesson. The digital features of the product mean the maps are not a rigid product,
but extremely flexible. The artefact to design also becomes an artefact to document.
Focus groups were held with the teachers in order to validate the project and identify the
advantages and disadvantages of the activities. Initial concerns about the workload proved to be
unfounded, in that the effort derives more from the construction of the mapsand from the search
for appropriate teaching materials, activities that are independent from the project. However, the
need to improve the flexibility and potential of the tool emerged7. Advantages emerged on two levels:
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in relation to teaching professionalism and in regard to the students’ learning. The majority of
teachers stated that they were more attentive to the design process and to their reflection and
awareness of the curriculum. Their ability to predict the time needed for the various activities and
their organisation has increased. Furthermore, the tool made it possible for them to manage the
interaction in a more secure way (“The presence of the map gave me greater security, I was more
confident”) and allowed them to open up areas of personalisation. Also, in some phases of the work
there were more parallel activities in which students were making choices. In other cases, there were
additional activities that students performed after finishing the assigned task. In this way, it was
possible to take into account the differing times necessary for each student. The presence of students’
assignments directly on the map “freed” the teacher (mediated the mediator), who could devote him-
or herself to the weakest pupils. In relation to learning, teachers noticed an increase in students’ ability
to foresee the development of the action and to organise their own time and attention. Moreover,
after some time, it was the students who asked for the map to be present as they said it helped them
understand the process and supported their efforts.
Regarding learning, activities were carried out with specific activities and with interviews
undertaken with the students. These interviews made it possible to verify that the presence of
materials produced by the students in the modules favoured conceptualisation and motivation, and
also allowed for the construction of a bridge between the teacher and what the students learned via
an improvement of the alignment process. Also from the interviews, it was perceived that the
continued use of the maps guaranteed a greater awareness of the route followed, both in reference
to the past, with an increased possibility of taking into account the fil rouge and the modules already
created, and the future, an activation of processes that allowed students to predict what was to come.
At the end of the year, checks were carried out to assess if and how the students remembered and
systematised the entire pathway. In classes where no maps were used, the activities of the latest period
of time were remembered above all, whilst in the PROPIT classes, the recollection of the entire
journey was more evident.
The PROPIT experience derives from the DEPIT project, which commenced in September
2017 and is financed by the ERASMUS+ programme that involves the Faculty of Education of
University College London, the Faculty of Education of the University of Seville, the Catholic
University of Milan, in addition to ATEE and AEDE and a number of Italian and Spanish schools
networks. The project concretises the proposal to mediate mediators, suggests the construction of a
special app and discusses models in European schools to explain didactic design.
Today, reflections on ME in schools must include the characteristics of the digital media,
which have a greater possibility to redefine the teaching-learning processes and to modify didactic
action and teaching professionalism. The characteristics of many digital applications to aggregate,
frame and fluidise a variety of projects could be those that are more predominantly utilised in
innovative teaching. The PROPIT experience demonstrates that it is now possible to speak of digital
didactics not so much in terms of the increased use of digital devices and mediators in classrooms,
but because the logic of digital didactics, in its ability to frame, aggregate and network, permits the
most profound teaching processes to be transformed and rendered more incisive.
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Revista Fuentes I.S.S.N.: 1575-7072 e-I.S.S.N.: 2172-7775
2017, 19(2), 39-57 http://dx.doi.org/10.12795/revistafuentes.2017.19.2.03
Dirección de correspondencia:
Irma Velez, Université Sorbonne Paris 4, École supérieure du professorat et de l’éducation. Académie
de Paris. E-mail: irmavelez07@gmail.com.
38 Irma Velez
RESUMEN Este análisis pretende rastrear la presencia de John Dewey en la Alfabetización Mediática e
Informacional (AMI), y en particular en las políticas públicas europeas en AMI hasta 2014. Tras una presentación de
algunas de las más destacadas filiaciones autoriales, genealógicas e intertextuales de la AMI con la obra de John Dewey
en su aporte conceptual, se pretende realizar un análisis FODA de las políticas públicas en AMI a la luz de su legado
e integración en Europa. Este análisis se basa en los resultados del proyecto de investigación ANR Translit dirigido
por Divina Frau-Meigs, que nos permite pensar las competencias digitales ya no tanto en una cultura digital que
requiera competencias técnicamente específicas, sino vinculada a culturas de la información en su tratamiento como
noticia, data y documento. El objetivo de este estudio es por tanto el de aclarar ideológica y teóricamente el sustrato
filosófico de la presencia de uno de los mayores pensadores del siglo XX en el marco legal de las políticas públicas
en AMI para valorar su legado y entender mejor la manera en que su integración en Europa se enfrentó a obstáculos
y amenazas que potencialmente disimulan algunas de sus fuerzas y oportunidades más notorias.
PALABRAS CLAVE: John Dewey, análisis FODA, formación docente, recursos, políticas públicas, alfabetización
mediática e informacional (AMI).
ABSTRACT This analysis aims to track the presence of John Dewey in Media and Information Literacy (MIL) and
particularly in European MIL public policies until 2014. Following a presentation of some of the most prominent
© 2017 Editorial Universidad de Sevilla
authorial, genealogical and intertextual connections of MIL with the work and concepts elaborated by John Dewey,
this study proposes a SWOT analysis of public policies in MIL in light of Dewey’s legacy and its adoption in Europe.
This analysis is based on the results of the ANR Translit research project led by Divina Frau-Meigs, which makes it
possible to think of digital competences, not so much in a digital culture that requires technically specific
competences, but rather in their relation to information cultures insofar as they consider information in its
representation as news, data and document. The objective of this study is therefore to clarify ideologically and
theoretically the philosophical substrate of one of the greatest thinkers of the 20th century within the legal framework
of public policies in MIL. This allows us to both value his legacy and to better understand the way in which its
adoption in Europe faced weaknesses and threats that potentially downplayed some of its most remarkable strengths
and opportunities.
KEY WORDS: John Dewey, SWOT analysis, teacher training, resources, public policies, Media and Information
Literacy (MIL).
Revista Fuentes
2017, 19(2), 39-57
Políticas públicas en alfabetización mediática e informacional: el legado de John Dewey 39
adquirir información individual o como un medio de mostrar lo que ha aprendido, pierde su motivo
y finalidad social. (1977, p. 5)
No es por tanto de extrañar que su credo pedagógico se impusiera en ecosistemas mediáticos
altamente tecnologizados aunque el advenimiento de la web 2.0. y de las redes sociales permitan
esperar cambios en las prácticas educativas que no se confirman en todas partes (Lugo, 2010).
A nivel europeo (Comisión y Parlamento) llevamos más de cuatro décadas asociando
alfabetización mediática y democracia desde aquel legado. Si para Dewey la educación era la única
forma de participar a la democracia, la educación mediática permite hoy día potencializar nuevas
formas de democracia. La AMI no es sólo uno de los retos educativos mayores sino un derecho
humano inclusivo. Rastrear a Dewey1 en las políticas públicas en AMI nos permite entender por tanto
el impacto de su legado en la conceptualización que de la AMI se puede tener hoy, tanto en su
definición como gobernanza y analizar sus flaquezas y amenazas más destacadas.
2. Fundamentos teóricos
No son pocos para quienes la alfabetización mediática y sus principios van siguiendo la línea
de pensamiento de John Dewey (Kellner & Share, 2007, pp. 16, 19; Share, 2009, p. 132) y no resulta
nada inhabitual asociar a Dewey con AMI y crítica cultural:
Starting with one’s own experience of contemporary culture is a primary warp thread in
the fabric of media literacy education. When John Dewey explained that learners’ lived
experiences and concerns about their own day-to-day environment are at the root
of
the meaning-making process, he was writing at a time when children of the early
20th century were beginning to make their first regular visits to the nickel-odeon
theatres of the big cities, where Thomas Edison and his associates were beginning to
create and distribute a wide variety of narrative and non-fiction films. (Hobbs & Jensen,
2009, p. 2)
El reconocimiento de su impacto no sólo se dio dentro del espacio público y académico, sino
que también alcanzó el sector privado y asociativo: “Dewey championed the need for hands-on
experimental learning, democratic schools, and inquiry-based methods of instruction. His attempts
to bridge art and science are of particular interest to those who produce hands-on media with kids.”
(Leveranz & Tyner, 1993).
1Especiales agradecimiento a 1) la red RUTE por invitarme a presentar parte de estos resultados en la Facultad
de Educación de la Universidad Complutense de Madrid con ocasión del « XVI Congreso Nacional y VII
Congreso Iberoamericano de Pedagogía: Democracia y Educación en el siglo XXI. La obra de John Dewey
100 años después », el 30 de junio de 2016, http://www.congresodepedagogia.com y a 2) la red de Educación
Mediática y Competencia Digital por haber invitar a Divina Frau-Meigs con ocasión del “III International
Conference on Media Education and Digital Competence (incorporating Media Education Summit 2017)” en
Segovia los 15-17 de junio de 2017, http://www.educacionmediatica.es/en.
Revista Fuentes
2017, 19(2), 39-57
40 Irma Velez
MÉTODO CIENTÍFICO,
CRITICAL INQUIRY
DESIGN MÉTODO
THINKING EXPERIMENTAL,
LEARNING BY DOING
DEWEY EN
LA AMI
EDUCOMUNICACIÓN &
©OMUNEDUCACIÓN
MÉTODO EXPLORATORIO,
DIRECT INQUIRY
DEMOCRACIA
PARTICIPATIVA &
EDUCACIÓN EN VALORES
En 1977 Art Silverblatt y Ellen M. Enright Eliceiri definían la alfabetización mediática con la
idea de que «skills of critical viewing are best learned through inquiry-based classes or interactive
group activities, as well as from creating and producing one’s own media messages» (p. 48). Por tanto,
si Dewey no ha entrado a los primeros diccionarios sobre AMI, sus conceptos no fueron ignorados
en aquellos (Figura 1). A veces, poco o mal pensada la educación mediática y su contenido pedagógico
reformista nos enfrentan con procesos de aculturación tecnológica dentro de inmovilismos
institucionalizados que también merecen nuestra “critical inquiry”. Los aportes de mayor impacto de
su pensamiento para la AMI fueron:
Se ha valorado “el carácter vital que asigna al proceso educativo y que ese carácter se expresa
tanto en términos sociales como individuales, dentro de su teoría de y para la democracia » (Geneyro,
1994). Ese pragmatismo de Mi credo pedagógico (1897) permea la educación con los nuevos medios en
un entorno digitalizado que requiere, además, educar en medios al punto que en la Declaración de
París (UNESCO 2014), la AMI sostuviera una teoría de y para una e-democracia.
En 1903, Dewey denunció la disyuntiva entre “la organización relativamente no democrática”
del sistema escolar con sus efectos sobre docentes y alumnos, y “el crecimiento y la extensión de los
principios democráticos en la vida más allá de las escuelas” calificando las escuelas de obsoletas y
caducas (1903, pp. 193-194). Destapó los anacronismos que padecían los dos actores principales del
universo escolar (docentes y alumnos) y fustigó un sistema autocrático sostenido con motivos extra-
escolares como “la selección de libros, etc., en manos de un puñado de hombres […]” que venían
fuera del sistema escolar, y que inspiraban temores de lo que pudiera llegar en la apertura de la escuela
Revista Fuentes
2017, 19(2), 39-57
Políticas públicas en alfabetización mediática e informacional: el legado de John Dewey 41
al mundo exterior (1903, pp. 195). Lo ilustra con una anécdota muy contemporánea, evocando cómo
a las buenas intenciones de los directores de escuelas pronto se sustituía la agonía de ver alejarse del
libro de texto a cualquier docente (1903, 196). Al punto de que, según él, el régimen autoritario escolar
terminaba no exigiéndole demasiado al docente, y menos aun creatividad metodológica. Lo que
Dewey definió como “desubjetivación antidemocrática de la individualidad del docente” (1903, p.
199) dejó huella en el pensamiento ulterior sobre los límites del proyecto educativo postindustrial
(Chomsky, 2001), en su integración a la era “ciberista” (Frau-Meigs, 2011, 2016). Por ello, la AMI
como campo de estudio transformativo interroga sobre cuan transformativos son los modelos de
gobernanza política que la sostienen para que en 2016 se impongan las competencias digitales (sobre
las mediáticas) dentro de la agenda alfabetizadora europea (EUC, 2016).
[…] como, por ejemplo, la formación permanente de los profesores y formadores, una
formación específica para el manejo de Internet dirigida a los niños desde muy temprana
edad, mediante sesiones en que participen los padres o la organización de campañas
nacionales destinadas a los ciudadanos, en las que participen todos los medios de
comunicación, para facilitar información sobre la utilización responsable de Internet
(art. 47, L 95/6). (CCE, 2010).
Revista Fuentes
2017, 19(2), 39-57
42 Irma Velez
Beveridge afiliado a la universidad de Sassari (Sardeña) tras una carrera docente por Inglaterra y
EEUU, participó en el EU Green Paper COM (2013) 231 - Preparing for a Fully Converged
Audiovisual World: Growth, Creation and Values 2 e insistió en la formación docente en AMI,
basándose en otra idea muy deweyana: la de que no se aprende de la experiencia sino de la reflexión
sobre ella. En el apartado 14 de la respuesta Beveridge escribió:
More conferences and coordination of media literacy and education initiatives. The
creation of an EU course in media literacy would help as well as targeting investment
into teacher training and career opportunities and advancement in media education in
and across the EU and national education systems (p.3) 3
A lo largo de estos años, otra pedagoga deweyana promovió en la UNESCO una gobernanza
participativa y multiactoral con propuestas pedagógicas que integraban a la sociedad civil y las familias
en particular (Frau-Meigs, 2006). Frau-Meigs amplia el experimento con diseños pedagógicos
híbridos integrando las redes sociales en el primer MOOC europeo sobre AMI (2015) en la
plataforma EcoLearning 4 pensado con Bérangère Blondeau. Este MOOC, “DIY Education aux
médias et à l’information”, incorpora el learning by doing y un uso interactivo de las redes sociales dentro
de un conectivismo socioconstructivista que actualiza las propuestas pedagógicas del pragmatismo
dialógico deweyano.
Mucho antes de que Robert B. Westbrook (también alumno de las universidades de Standford
y Yale) escribiera John Dewey and the American Democracy (1991) y que publicara para la revista Prospects
de la UNESCO un artículo sobre Dewey, las ideas de Dewey entraron en la gobernanza internacional
sobre educación por el camino de Grunwald (UNESCO, 1982). Entre los asistentes a la redacción de
la Declaración de Grunwald, había unos cuantos lectores deweyanos. Entre los 30 participantes de
los 18 países se encontraba Pierre Henquet que vino a hablar en nombre del director de la UNESCO
reafirmando los anhelos de interdisciplinaridad y de diálogo entre comunicación y educación
abogando por una “educomunicación” fundadora para el mundo hispanohablante. Los alemanes
querían asegurarse, ellos, que en las enseñanzas de la AMI se ampararan los intereses de los
consumidores.
En el artículo 7 de aquella Declaración aparecen los grupos de trabajo que se formaron en la
UNESCO con el francés René La Borderie que años después también hizo su librito sobre “los
grandes nombres de la educación”, entre ellos Dewey (2001). Destaca la presencia del pionero Len
Masterman por quien entró en Inglaterra el legado de Dewey con una memorable definición de “la
prueba ácida”:
The acid test of the success of any media education programme lies in the extent to
which pupils are critical in their own use and understanding of the media when the teacher
is not there. The primary objective of lifelong media education is not simply critical
awareness and understanding but critical autonomy. (1988, p. 13)
2 Desde la división «Digital Single Market-Digital economy & society» de la Comisión Europea.
3 Consultable en: http://ec.europa.eu/information_society/newsroom/cf/dae/document.cfm?doc_id=3183.
4 Se sigue dando en su 3ª versión y en 6 idiomas: https://hub5.ecolearning.eu/course/diy-do-it-yourself/
5 Entra también en la lista de participantes citados en anexo I la brasileña Ángela Parente Ribeiro Mazzi que
defiende 10 años más tarde una tesis con el título de Razão comunicativa e emancipação: fundamentos para uma teoria
Revista Fuentes
2017, 19(2), 39-57
Políticas públicas en alfabetización mediática e informacional: el legado de John Dewey 43
crítica da educação, dirigida por un filosofo marxista brasileño, Leandro Konder quien difundió la obra de Luckacs
en Brasil después de haber trabajado en Alemania. Por ella no entra Dewey como por los demás pero tal vez la
parte más militante y ciudadana de la tarea de la UNESCO en su legado freiriano.
6 El proyecto EMEDEUS, realiza un análisis de la Educación en Medios en los currículos nacionales de los 27 países de la
Unión Europea (UE) en 2012, sin resultados transnacionales, con una iniciativa extendida y financiada en parte por el Lifelong
Learning Programme de la Dirección General de Educación y Cultura de la Comisión Europea,
http://www.gabinetecomunicacionyeducacion.com/es/investigacion/european-media-literacy-education-study-emedus.
7 COST Action ISO906 (2010)2014) “Transforming Audiences, Transforming Societies", http://www.cost-
transforming-audiences.eu/.
8 http://www.univ-paris3.fr/anr-translit-243520.kjsp.
Revista Fuentes
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44 Irma Velez
EDUCATION
(1903) EXPERIMENTAR científicamente
“ When we turn to the aim and method which this magnificient institution serves, our
democracy is not yet conscious of the ethical principle upon which it rests –the
responsibility and freedom of mind in discovery and proof--- and consequently we find
confusion where there should be order, darkness where there should be light.” (1903,
p. 194)
Revista Fuentes
2017, 19(2), 39-57
Políticas públicas en alfabetización mediática e informacional: el legado de John Dewey 45
3 •Indagación científica
4 •Estudio de caso
5 •Aprendizaje cooperativo
6 •Análisis de textos
7 •Análisis contextual
8 •Traducciones
9 •Simulaciones
10 •Producciones
Si se comparan los diez enfoques pedagógicos sugeridos por la UNESCO para implementar
AMI (Figura 3), con los sugeridos por Dewey para democratizar la educación y consolidar democracia
(Figura 2), las similitudes y continuidades no pueden ser mayores (Figura 4), aunque ambos textos
fueran destinados a públicos disimiles con más de un siglo de distancia: a los maestros de escuela
elemental (Dewey) o a los docentes de segundaria (UNESCO). Pero la correlación entre ambas
propuestas es importante. Tanto los métodos de experimentación científica y artística fueron
rescatados como la adopción de las metodologías transformativas, o sea las que amplían la zona
óptima de movilidad transalfabetizadora (cognitiva, geográfica, artística…) (Frau-Meigs, Velez,
Longuet, Turet, & Boutin, in press) dentro como fuera del aula.
De DEWEY à la UNESCO
2. Aprendizaje basado en
problemas
4. Estudio de caso
Sacar al alumno de la escuela para EXPLORAR el
mundo
5. Aprendizaje cooperativo
Educacion (en medios) & (e) democracia
7. Análisis contextual
ELABORAR trabajo constructivo y en particular
manualidades (cocinar, tareas de jardin, coser, tejer,
9. Simulaciones
diseñar adelas de las manualidades con
herramientas
1. Enfoque de enseñanza reflexiva
EXPERIMENTAR cientificamente
3-Indagación científica
6. Análisis de textos
10. Producciones
Figura 4: Correlaciones entre los enfoques pedagógicos de Dewey (en violeta) y los de la UNESCO
(en turquesa) para el AMI (Wilson, Grizzle, Tuazon, Akyempong, & Cheung, 2011)
Revista Fuentes
2017, 19(2), 39-57
46 Irma Velez
3. Metodología
Una vez rastreada parte de la filiación deweyana, un análisis FODA de su impacto en las
actuales políticas públicas de AMI se pueden entonces analizar sus características internas
(Debilidades y Fortalezas) y su situación externa (Amenazas y Oportunidades) en una matriz
cuadrada. Para ello me basé en los resultados del proyecto de investigación ANR Translit cuya
metodología mixta involucró a 69 expertos europeos en AMI que evaluaron 6 dimensiones de la
alfabetización mediática (definición, marco legal, recursos, formación, evaluación y financiación) a
escala nacional (con 3 expertos por país). La redacción del reporte nacional fue orientada con
preguntas a las que contestaron los 28 países participantes 9. Para un análisis cuantitativo que
complementara el cualitativo se añadió una rejilla de las 6 dimensiones con sus 50 variables (Tabla 1).
Estos dos instrumentos permitieron elaborar herramientas de evaluación con resultados
significantes que recogieron los 24 expertos participantes del análisis transnacional de cada dimensión
(Frau-Meigs, Velez, & Michel, 2017). Apoyándome en el análisis cuantitativo de Frau-Meigs, Velez y
Michel (2017), propongo un análisis FODA del legado deweyano en estas políticas públicas con el
objetivo de modelizar sus incidencias en los 4 tipos de gobernanza que resultaron presentes, o en
formas de co-presencia. Se podrían considerar entonces los límites del pragmatismo deweyano frente
a políticas educativas tradicionalmente más preventivas que transformativas.
Tabla 1
Ejemplo de rejilla (Francia) con las 50 variables evaluadas (L=niveles, T=tendencias)
LEVEL TREND
1 Not present 1 Declining
2 Initial stage 2 Stable
3 Advanced stage 3 Progressing
4 Fully present 0 Not applicable
0 Not applicable
4. Resultados y discusión
En 2014 las políticas públicas en AMI demostraban cierto vigor, inspirado por fuerzas activas
de índole deweyana. La primera fue la de verse ampliar la definición de la AMI a las tres culturas de
la información que la sostienen supeditando no obstante la educación mediática a una
conceptualización técnica (digital) más que crítica (AMI) o algorítmica (data) de la sociedad del
conocimiento (Figura 5). Destaca un proceso de transalfabetización inherente a definiciones
compuestas o combinadas que cuanto más abarcadoras eran, más valoraban las pedagogías por
proyectos con producción de contenidos multi, cross y transmedia. La heterogeneidad de la
9 La lista de países y los reportes están disponibles en línea: http://ppemi.ens-cachan.fr/doku.php con una
herramienta de lectura transnacional de cada dimensión recopilada en los reportes : http://ppemi.ens-
cachan.fr/ext/colloque140528/multipageviewer/
Revista Fuentes
2017, 19(2), 39-57
Políticas públicas en alfabetización mediática e informacional: el legado de John Dewey 47
comprensión epistemológica de la AMI es significante con una progresión global en todas las
alfabetizaciones destacando Dinamarca y los Países bajos como modelos más avanzados.
El reparto geográfico de las alfabetizaciones muestra tradiciones culturales agrupadas y el
impacto de la definición en las aplicaciones de la AMI. Aquí más crítica en la tradición occidental
desde España, Francia, y Reino Unido, hasta Turquía y los Balcanes -Bosnia, Croacia- que
desarrollaron plenamente la media literacy. Allá más técnica en algunos países del Este (Hungría,
Polonia) con historias democráticas más recientes. En todos, la declaración de Fez (2011) habilitó la
educación informacional de la AMI.
La alfabetización digital se reparte de manera muy heterogénea pero está presente en 26 de los
28 países. Nuestros datos nos alertan en el componente crítico de concientización reflexiva y de
integración ciudadano deweyano que aportaba la AMI y que corre el riesgo de verse expulsado de los
sectores formales públicos, y privados, a favor del desarrollo de competencias técnicas a pesar de que
el marco de referencia europeo de competencias digitales haya dejado constancia del carácter
transalfabetizador de la educación digital (Carretero, Vuorikari, & Punie, 2017; Vuorikari, Punie,
Carretero, & Van den Brande, 2016).
Otra fuerza es la cantidad de recursos y actores que ha producido Europa con proyecciones a
consolidar una AMI claramente multiactoral y transectorial con cada vez mayor implicación y
resultados desde la sociedad civil y el sector privado. Las oportunidades claramente deweyanas se
manifiestan en particular a nivel de incorporación de la investigación a las agendas de los marcos
políticos públicos, en una suerte de “acting through inquiry” y de “ruling by searching” (o “science for policy”)
retroalimentada por el “learning by doing” del “design thinking” permeado por los otros actores/sectores.
Esto favorece modelos de gobernanza que tienden o delegar o desarrollar políticas afianzando
responsabilidades entre los actores de los tres sectores público, privado y asociativo.
4 4 4 4
DK 4 4 4 4
3 3 4 4
GR 4 4 2 4
4 3 3 4
FI 4 3 3 4
4 3 3 3
BE 4 3 3 3
2 3 4 3
PL 3 3 3 3
3 3 3 3
CZ 3 3 3 3
4 4 2 2
GB 4 2 3 2
3 3 3 2
TR 4 2 2 2
2 3 2 3
LT 2 2 3 3
2 2 3 3
IT 3 3 2 2
2 2 3 3
HR 1 2 4 3
2 2 3 3
ES 4 0 2 3
2 3 2 2
DE 2 2 3 2
2 2 2 2
HU 3 4 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18
Revista Fuentes
2017, 19(2), 39-57
i
48 Irma Velez
FUERZAS OPORTUNIDADES
•Definci ón trans/alfabe zadora •Polí cas inspiradas por la inves gación
•Recursos abundantes (cri cal inquiry & (ruling by searching/science for policy)
learning by doing) •Mecanismos de co-regulación
•Involucramiento de los actores fuera intersectorial (direct inquiry)
del sector público (design thinking) •Modelo de gobernanza complejo y
pluriactorial en lógicas glocales
AMENAZAS
DEBILIDADES •Inversiones no afianzadas por falta de
seguimiento
•Polí cas públicas disueltas (ni evaluación •Incongruencias deweyanas:
ni informes)
•Función social de la AMI sin integrarse a
•Desa o concurrencial del sector privado un proyecto polí co
por la mercan lización de la
educomunicación •Función par cipa va de la AMI sin
resolver las exclusiones por razón de
sexo, raza y religión.
Figura 6: Análisis FODA del legado deweyano por modelo de gobernanza en AMI
La pregunta disyuntiva que formulaba entonces Dewey en 1903, la de saber cómo un sistema
democrático podía aspirar a fortalecerse desde un sistema educativo autocrático, se plantea en Europa
desde la potencialidad o incapacidad a generar modelos educativos adaptados a los nuevos
ecosistemas mediáticos y económicos. Una de las debilidades más patentes en Europa demuestra que
las políticas públicas se disuelven por falta de evaluar su impacto o reforzarlas con informes sin los
cuales se ven incluso amenazadas (Reino Unido). Las resistencias del Homo Academicus (Bourdieu,
1984) a inventar las humanidades digitales no permiten mantener un proyecto educativo crítico y
creativo volviendo entonces a plantear el anacronismo irresuelto entre escuela y proyecto
democrático tal y como lo había planteado Dewey. La escasez de Herramientas para establecer
normas (Figura 7) 10 y la falta de Evaluación y de Reportes (Figura 8) que justifiquen los resultados
logrados no afianzan ni las inversiones humanas, ni las económicas o materiales en la mayoría de los
países. Los medios legítimos de evaluación y de fomento de capacidad son moderadamente
significativos (59 %) e indican diversos niveles de aplicación en Europa.
Al comparar los 238 mapas del análisis cuantitativo se evidenciaron grandes semejanzas en la
cartografía de las herramientas de normalización con las de las más antiguas y debilitadas
alfabetizaciones en las políticas públicas (la mediática y la informacional), mientras que parecen ir
10Con especial agradecimientos a Alexandre Nicolas por los mapas, https://le-cartographe.net/, hechos en
base a la moda, lo que pueda explica el número de “no aplicable”.
Revista Fuentes
2017, 19(2), 39-57
Políticas públicas en alfabetización mediática e informacional: el legado de John Dewey 49
rezagadas las herramientas para poner en marcha aplicaciones efectivas de las dos otras
alfabetizaciones (la informática y la digital).
Los métodos de educación democratizantes no están tan alejados de lo que proponía Dewey
hace un siglo. Lo que ha cambiado es el contexto mediático y tecnológico y las esferas de aplicación
(Figura 1 & 6). Translit demostró en el caso de Francia las debilidades en la formación de los docentes
(Velez & Longuet, 2016) que heredan metodologías basadas en la memorización tan denunciadas por
Dewey. En Europa, el proyecto Translit dejó constancia de un nivel inicial de Formación con
tendencias a progresar en algunos países y a estabilizarse en muchos otros, muy a pesar de las
evoluciones tecnológicas y los desfases existentes entre lo usos mediáticos personales, profesionales
y académicos.
Frau Meigs, Velez y Flores demostraron que la mayor debilidad de las políticas públicas en
AMI es la de no reforzar su acción mediante informes y evaluaciones adaptadas que den cuenta de
las aplicaciones de los marcos legales de la AMI con las herramientas existentes (Figura 7). Los límites
de la aventura experimental deweyana en AMI se revelan en la escasa transferencia de prácticas o
incluso de transformación de las mismas a escala continental cuando no se imponen aunque existan
las herramientas que permiten evaluarlas a nivel local o nacional. Tampoco permiten mucha
visibilidad los cambios sistémicos que ocurren con cada nuevo gobierno, sobre todo en cuanto a
formación docente (Velez, 2014).
Figura 7: Cartografía de la variable Herramientas para establecer normas o Standard setting tools (#5/Policy
Framework), niveles (Level, izquierda) y tendencias (Trends, derecha)
Revista Fuentes
2017, 19(2), 39-57
50 Irma Velez
Figura 9: Cartografía de los niveles (Level) y tendencias (Trends) de la dimensión Formación en AMI
Por tanto una de las amenazas reales del fomento de capacidades es que no vengan de un
marco legal estabilizado y fortalecido sino de una exuberante capacidad de generar recursos y de
involucrar a actores fuera del sector público (Figura 10). Mirando más en detalle cómo y donde progresa la
formación en base a las variables medidas11 sorprende que no sea más dinámica su progresión y que
tantos países se estabilicen o al contrario manifiesten un retroceso, siendo el caso inglés el más
dramáticamente destacado, precisamente unos meses antes del Brexit. No habrá AMI exit en Europa
pero su incorporación por vía del sector público al menos, sigue lenta, dificultosa cuando no
deficiente (Colás-Bravo & Hernández Portero, 2017, p. 53).
50% ES HR
60%
SK CZ
40% SK CZ
40%
30%
RS 20% CY RS 20% CY
10%
RO 0% DK
RO 0% DK
PT EE
PT EE
PL FI
NL FR
PL FI
LT DE
NL FR LV GR
IT HU
IE
LT DE
TRAINING T %
LV GR
IT HU RESSOURCES T %
IE
OTHER ACTORS T %
TRAINING L % RESSOURCES L % OTHER ACTORS L %
Figura 10: Representación del fomento de capacidades : Formación (azul), Recursos (rojo), y Otros
actores (verde) (Niveles y tendencias)
11Se consideraron en particular la formación inicial y continua de los docentes, el nivel de formación eo las
escuelas afectadas por ella –primaria, elemental y secundaria, su incorporación dentro del curriculum, la
regulación de competencias exigidas y el tratamiento –disciplinario o transversal- de la AMI.
Revista Fuentes
2017, 19(2), 39-57
Políticas públicas en alfabetización mediática e informacional: el legado de John Dewey 51
Entre las ilusiones ópticas producidas por nuestros al comparar niveles con tendencias, una de
ellas confirma la fuerza de los otros actores que vienen del sector informal (sociedad civil y sector
privado) con iniciativas de aprendizaje y recursos que complementan las políticas del sector público.
Estas no son por tanto reforzadas en una suerte de efecto catch 22 (de pez que se muerde la cola)
cuando las políticas públicas se autodelegitimizan de manera recíproca por falta de evaluación y
financiamiento (Figura 11).
Las alianzas multi e intersectoriales favorecen modelos de gobernanza complejos, híbridos,
desarrollistas y/o delegantes, mientras que otros, con o sin esas herramientas, poco o no utilizadas
caen en modelos de gobernanza descomprometido o disfuncional cuando las amenazas le quitan
fuerza a las oportunidades o cuando simplemente se tejen marcos legales débiles con dinámicas
esclerosadas en incongruencias también muy deweyanas (Figura 6). Entre esas incongruencias estaría
la de considerar que la AMI, como la educación para Dewey, no tendría un fin más allá de sí mismo.
Siendo no obstante el fin transformativo, se entiende que la lógica progresista de la AMI se enfrente
a resistencias culturales y epistemológicas de los sectores más tradicionalistas (Velez, 2013). Otra
incongruencia destacada es la función participativa de la AMI. La participación de actores
multisectoriales debilita el marco legal público donde no se maneja el liderazgo por falta de
financiamiento. Queda también por pensar y estudiar la cuestión del género a nivel transnacional que
quedó fuera del estudio Translit Europa como también quedó fuera del proyecto educativo
deweyano.
SE BG GB100% BE
80% TR BA
70% SE 80% BG
ES HR
60%
ES HR
50%
60%
SK CZ
40% SK CZ
40%
30%
RS CY
RS 20% CY
20%
10% RO 0% DK
RO 0% DK
PT EE
PT EE PL FI
NL FR
PL FI
LT DE
LV GR
NL FR IT HU
IE
LT DE POLICY FRAMEWORK T %
LV GR FUNDING T %
IT HU
POLICY FRAMEWORK L %
IE
FUNDING L % EVALUATION L % EVALUATION T %
Figura 11: Representación del Marco político legal (azul) por Financiamiento (rojo) y Evaluación (verde)
(Niveles y tendencias)
Revista Fuentes
2017, 19(2), 39-57
52 Irma Velez
50% ES HR
60%
SK CZ
40% SK CZ
40%
30%
RS 20% CY RS CY
20%
10%
RO 0% DK RO 0% DK
PT EE
PT EE
PL FI
PL FI NL FR
LT DE
NL FR
LV GR
IT HU
LT DE IE
POLICY FRAMEWORK T %
LV GR
IT HU TRAINING T %
IE
POLICY FRAMEWORK L % TRAINING L % RESSOURCES L % RESSOURCES T %
Figura 12: Representación del Marco político legal (azul) por Formación (rojo) y Recursos (verde) (Niveles
y tendencias)
De nuestros datos sale otra perspectiva de trampantojo, al cruzar la dimensión del marco
político (Figura 12) con la formación y los recursos porque no son las políticas publicas las que
pudieran aparecer aquí como la fuerza motriz atrapadas ante un financiamiento y evaluaciones
deficitarias. Las tendencias no obstante prevén una expansión progresiva de los recursos y de la
formación más importante que la del marco legal dejándonos pensar que el fomento de capacitación
vendría por un reparto más amplio de las responsabilidades y el desarrollo de gobernanzas delegantes
y/o desarrollistas (Frau-Meigs, D., Velez, I., & Flores Michel, J., 2017a).
5. Conclusión
El análisis FODA del legado deweyano nos permite rescatar la lección de Dewey transmitida
por Masterman12: la AMI desafía los modelos educativos jerárquicos y transmisivos porque los
medios y sus contenidos impactan tanto de manera horizontal como vertical, tanto al profesor como
al alumno, tanto fuera como dentro del aula y por ello mismo, los resultados del análisis de Frau-
Meigs, Velez y Flores (2017a) confirman lo que Dewey escribía en 1916: “las escuelas son, en efecto,
un método importante de la transmisión que forma las disposiciones de los seres inmaduros: pero
son sólo un medio y, comparado con otros factores, un medio relativamente superficial. Sólo cuando
hemos reconocido la necesidad de modos de tutela más fundamentales y persistentes podemos tener
en seguridad de colocar los métodos escolares en su verdadero lugar” (1916)13.
Las filiaciones genealógicas, autoriales y textuales permiten confirmar en los textos de
regulación de la AMI una corriente de raigambre deweyana que se mantuvo a los largo de las tres
generaciones que sucedieron a Dewey. Fue estabilizada con los mismos “abuelos” de la alfabetización
mediática14 pero en Europa el pragmatismo deweyano se enfrentó a resistencias públicas y retos
neoliberales. Las resistencias públicas, como lo demuestra el análisis FODA sacan a relucir las
debilidades de sistemas administrativos donde se valoran poco los riesgos y se duplican o ignoran
12 http://www.medialit.org/sites/default/files/VoicesMediaLiteracyLenMasterman_1.pdf
13 Traducción de Lorenzo Luzuriaga (Madrid, Ediciones Morata, 2004).
14 http://www.grandparentsofmedialiteracy.com/
Revista Fuentes
2017, 19(2), 39-57
Políticas públicas en alfabetización mediática e informacional: el legado de John Dewey 53
más que se coordenan las acciones por llevar. El sector privado no siempre comparte con el sector
público ni los mismos intereses ni la misma ética. Por tanto la creatividad algorítmica corre el riesgo
de convertirse en el nuevo dogma escolar del siglo XXI solicitando la creatividad como programación
educativa o la programación como única salida creativa.
Desde la epistemología de la alfabetización mediática modelizada por Frau-Meigs, la presencia
conceptual de Dewey se anida en la parte creativa y participativa de una cultura del riesgo a la que se
enfrenta una cultura pública más afianzada en la prevención donde Dewey no ha logrado permear
muchas de las resistencias al cambio. En la primera mitad del siglo XX se desconsideró a Dewey por
su potencialidad transformativa. En el siglo XXI, se han establecido marcos legales en AMI con
finalidades democráticas y ciudadanas por toda Europa, por lo menos a nivel principiante, pero pocos
son los países que consideran útil edificar la AMI como asignatura independiente a pesar de las
desigualdades en niveles de formación del cuerpo docente europeo.
Referencias bibliográficas
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Recibido: 02/11/2017
Aceptado: 04/12/2017
RESUMEN La integración curricular de cada nueva tecnología exige lógicamente unas competencias específicas del
profesorado, que, aunque normalmente con retraso, pasan a formar parte de los contenidos propios de la formación
inicial y permanente de los enseñantes y educadores. Las políticas educativas han priorizado tal vez excesivamente la
capacitación técnica y los aspectos más instrumentales de la competencia digital docente. Menos atención se ha
prestado en los planes de estudio y formación permanente a la educación mediática. Así se refleja en el trabajo que
aquí presentamos como ejemplo: un estudio sobre el modelo de integración de las TIC en el aula en los centros
educativos basado en las prácticas y percepciones del profesorado sobre educación mediática y competencia digital.
El estudio presenta los principales resultados derivados de la aplicación de una serie de cuestionarios y entrevistas
relacionadas con dicha integración curricular y expone las conclusiones más relevantes del mismo, en las que se pone
de manifiesto la necesidad imperiosa de una mayor y mejor integraciones de las tecnologías digitales en el ámbito
educativo.
PALABRAS CLAVE: TIC; educación mediática; competencia digital; formación del profesorado.
ABSTRACT The curricular integration of every new technology requires the development of specific skills on the
part of teachers. Although usually with some delay, these skills generally become part of the contents of the initial
© 2017 Editorial Universidad de Sevilla
and in-service training of teachers and educators. In this regard, educational policies have prioritized, perhaps
excessively, technical training and the most instrumental aspects of teachers’ digital competence. At the same time,
less attention has been paid to media education both in teacher training programmes and continuing education
courses. This is the main conclusion of the study presented here: a study on the curricular integration of ICT based
on teachers’ practices and perceptions on media education and digital competence. It presents the main results
derived from a series of questionnaires and interviews related to curricular integration. The most relevant conclusions
of this study point to the imperative need for a greater and better integration of digital technologies in education.
KEY WORDS: ICT, media education, digital competence, teacher training
1. Introducción
El presente artículo expone los resultados de un estudio de caso basado en la integración de
las TIC en el aula, atendiendo a las percepciones que los docentes tienen en torno a la competencia
digital y la educación mediática.
Tal vez hayamos dedicado ya más tiempo a poner de manifiesto el problema de la
obsolescencia de los contenidos curriculares que a tratar de solucionarlo. No podemos, sin embargo,
referirnos a la formación del profesorado en TIC y medios sin poner de manifiesto que es
precisamente el área de las tecnologías digitales uno de los aspectos donde esa obsolescencia resulta
Dirección de correspondencia:
Rafael González Rivallo, Universidad Internacional de La Rioja. E-mail: rgrivallo@hotmail.com.
Orcid-ID: 0000-0003-2624-8023
Alfonso Gutiérrez Martín, Universidad de Valladolid. Departamento de Pedagogía. E-mail:
alfguti@pdg.uva.es. Orcid-ID: 0000-0002-2288-9459
58 Rafael González Rivallo & Alfonso Gutiérrez Martín
más evidente. En este mundo tan cambiante, en la sociedad “líquida” en la que vivimos, tan bien
definida por Bauman (2007), las formas predominantes de aproximación y tratamiento de la
información cambian al ritmo del imparable desarrollo tecnológico. Un ritmo al que lucha por
adaptarse nuestro profesorado para preparar a niños y jóvenes no solo para este momento sino para
los venideros que serán también distintos.
Las políticas educativas de distintos países se apresuran a incorporar el desarrollo de la
“competencia digital” como uno de sus objetivos básicos, y las leyes de educación incluyen en sus
preámbulos menciones a la importancia de las tecnologías de la información y la comunicación.
Ya desde mediados del siglo pasado se plantea la integración curricular de nuevos medios
como el cine, la radio o la ya vieja televisión. Los nuevos medios son ahora otros: los dispositivos
móviles, redes sociales, Internet,…, y su omnipresencia y trascendencia en la vida de los educandos
nos muestra como claramente insuficiente una integración curricular centrada en la incorporación de
dispositivos a las tareas escolares; una integración donde se contempla más la utilización de la
tecnología para la preparación de las materias escolares, su utilización como recurso didáctico, que la
utilización de la escuela y la educación formal como preparación para la vida proporcionando una
adecuada educación mediática.
La formación del profesorado se ha visto afectada por la urgencia de capacitar técnicamente a
los profesionales en ejercicio. Cuando se ha superado un primer nivel de aprendizaje del manejo de
dispositivos y programas, ha sido para centrarse en la dimensión didáctica, en analizar el potencial de
los nuevos medios para favorecer los procesos de enseñanza aprendizaje, pero en contadas ocasiones
se ha llegado a la formación del profesorado para la educación mediática.
La integración curricular de las TIC no parece implicar el desarrollo de la educación mediática
ni en el profesorado ni el alumnado. Si no hacemos eco de los resultados obtenidos por Area,
Gutiérrez y Vidal (2012, p. 77 y ss.) en su estudio sobre la formación en medios y nuevas tecnologías
de la información y la comunicación del profesorado en España, veremos cómo tanto en los planes
de formación inicial como permanente del profesorado se echan en falta contenidos centrados en la
alfabetización mediática y sobre educomunicación, y se priorizan las competencias relacionadas con
la tecnología educativa y el manejo de ordenadores. Se olvidan todas las recomendaciones de la
UNESCO, la Unión Europea y del propio Gobierno español sobre la incorporación de temas de
educación mediática en la formación del profesorado, y se atienden, si acaso, las directamente
relacionadas con las TIC como recursos didácticos.
En la actualidad, los centros educativos contemplan la integración de las TIC como la
incorporación de nuevos recursos didácticos. Puedes ser una incorporación que se limita reforzar los
modelos tradicionales transmisivos, unidireccionales de enseñanza o, en los centros que destacan por
sus “buenas prácticas en TIC”, una incorporación que acarrea innovación educativa. En este último
caso, según señala Fernández (2016, p. 42), se hace un “uso de las TIC con fines pedagógicos,
superando su uso como un mero recurso en el aula. Las TIC posibilitan a los docentes que la actividad
del alumno sea la base en la construcción del conocimiento. También se convierten en herramientas
que hacen posible la atención a la diversidad en los procesos de enseñanza-aprendizaje”. Según esta
autora (ibídem, p. 43) en los caso de buenas prácticas con TIC, “la metodología está enfocada a
conseguir un aprendizaje autónomo funcional, un aprendizaje contextualizado, un aprendizaje
significativo, aprendizaje aplicado”. Tal vez sea demasiado exigir a la incorporación de tecnologías al
aula como recursos didácticos, pero tanto profesorado como otros responsables educativos deben
de tener muy en cuenta que las innovaciones tecnológicas no suponen “per se” innovación educativa
(Gutiérrez, Palacios y Torrego, 2010).
En este sentido, se recalca una vez más la imperiosa necesidad de que las nuevas intervenciones
educativas que se lleven a cabo aúnen innovación metodológica y educativa tanto en la integración
curricular de las TIC y los medios como en la formación inicial y permanente del profesorado al
respecto. Las nuevas metodologías han modificado sustancialmente el rol del docente en las aulas y,
por su parte, la aparición y desarrollo de los nuevos medios y herramientas de los que las aulas
disponen también han supuesto cambios en el modo de entender la tarea educativa. Comprobamos,
además, que las TIC desarrollan todo su potencial, tanto didáctico como educativo, cuanto más en
Revista Fuentes
2017, 19(2), 57-67
Competencias Mediática y Digital del profesorado e integración curricular de las tecnologías 59
digitales
relación están con estas nuevas estrategias metodológicas, puesto que con la intervención educativa
más tradicional su puesta en escena es más complicada y más infructuosa. Esto no quiere decir que
las TIC no puedan aportar un componente innovador a algunos planteamientos tradicionales, pero
también acertados, como son por ejemplo el constructivismo y la teoría de la complejidad (Anderson,
2010).
2. Marco teórico
El desarrollo de la competencia digital tanto en el alumnado como en el profesorado, si lo
entendemos como algo más que el dominio de ratones y teclas (Gutiérrez, 2003), debería capacitar
también a los individuos para el aumento de su autonomía crítica como parte integrante de su
desarrollo personal y como ciudadano. Hablar sobre cuestiones relativas al análisis crítico de medios
o al estudio de contenidos mediáticos no es algo tan habitual. La integración curricular de los nuevos
medios debe también suponer la educación mediática de sus usuarios.
Defendemos un uso crítico de los nuevos medios de información y comunicación en un
contexto digital, en el que el estudio y la utilización de dichos medios sirva para reflexionar sobre la
sociedad y su entorno, sobre las formas de transmisión de los mensajes y sus significados manifiestos
y ocultos (González y Bernabéu, 2011, p. 33). Por otra parte, en la Sociedad 2.0 no podemos
limitarnos a hablar de la educación mediática como desarrollo de la recepción crítica, algo propio de
la educación centrada en los medios de masas unidireccionales, sino que en la actualidad, en la época
de las redes y los espacios en internet abiertos a la participación, la educación mediática debe incluir
un significativo componente de capacitación para creación multimedia. Buckingham (2004), propone
capacitar a los jóvenes para que, como consumidores de los medios, estén en condiciones de
interpretar y valorar con criterio y al mismo tiempo sean capaces de realizar sus propias producciones,
favoreciendo no únicamente su capacidad crítica sino también su capacidad creativa.
Revista Fuentes
2017, 19(2), 57-67
60 Rafael González Rivallo & Alfonso Gutiérrez Martín
Por su parte el Joint Research Centre (JRC) de la Comisión Europea está trabajando en una
propuesta para un Marco Europeo para la competencia digital del profesorado (DigCompEdu), con
el objetivo de “proporcionar un marco de referencia general para los desarrolladores de modelos de
competencia digital, es decir, los gobiernos y organismos nacionales y regionales, las organizaciones
educativas, los proveedores de formación profesional, y los propios educadores” (European
Comission, 2017).
La atención que las autoridades europeas están prestando a la competencia digital en el
alumnado y profesorado no tiene por desgracia su equivalente en el caso de la competencia mediática.
Son escasas las investigaciones sobre la “competencia mediática” del profesorado en España.
Ferrés (2007) inicia una investigación sobre competencia audiovisual que derivaría en una serie de
dimensiones e indicadores de la competencia mediática (Ferrés y Piscitelli, 2012). Basados en estos
indicadores, Gonzálvez, González y Caldeiro (2014) elaboran y aplican un instrumento para la
evaluación de la competencia mediática del profesorado. También se aborda la competencia mediática
del profesorado y del alumnado de educación obligatoria en España en Ramírez-García y González-
Fernández (2016).
Como ya hemos apuntado, la competencia mediática, o educación para los medios, se ha visto
últimamente relegada por el desarrollo de la competencia digital en las políticas educativas de la mayor
parte de los países de nuestro entorno. El Reino Unido, modelo desde el pasado siglo de integración
curricular de la educación mediática (“media education”) y del estudio de los medios (“media
studies”), constituye un ejemplo paradigmático del desprestigio que ha venido sufriendo la educación
mediática a lo largo de los años. Buckingham (2017, p. 4) nos habla del abandono de esta disciplina
por parte de unos políticos que “mientras aparentan preocupación por la pornografía en Internet, o
por que los jóvenes vean en la red vídeos de reclutamiento de Isis, o noticias falsas (fake news),
parecen incapaces de comprender la necesidad de enseñar a los jóvenes a ser críticos con los medios”.
Numerosos autores se quejan de la falta de interés de las autoridades educativas por adaptar a
competencias los aspectos clave de la educación mediática. Aspectos clave sobre los que con ligeras
y lógicas variaciones, existe un consenso generalizado desde que Duncan et al. (1989) los recogieron
en la guía de referencia publicada por el Ministerio de Educación de Ontario y la Asociation for Media
Literacy. Allí se señalan siete conceptos clave en torno a la forma que tienen los medios de representar
la realidad y crear significados; a su influencia en la sociedad, y a sus intereses ideológicos y
económicos. En España la educación mediática nunca ha llegado a implantarse en la educación
obligatoria pero sí son de destacar los esfuerzos de muchos especialistas por ponerla en práctica e
incluirlos en los planes de formación del profesorado. Algunos de ellos se recogen Gutiérrez-Martín,
García-Matilla y Collado-Alonso (2017) (ed.).
Es de destacar la labor de la UNESCO que, partiendo de su concepto MIL (Media and
Information Literacy) anteriormente citado, con el que recoge en gran medida el significado de la
tradicional “media education”, elabora un currículum para la formación del profesorado. En él se
describen las competencias que la UNESCO considera propias de la formación del profesorado en
MIL (Wilson, Grizzle, Tuazon, Akyempong y Cheung, 2011) en torno a tres grandes áreas temáticas:
- conocimiento y entendimiento de los medios e información para los discursos democráticos y la
participación social; - evaluación de los textos mediáticos y fuentes de información, y - producción y
uso de los medios y la información
La UNESCO presenta estas competencias mediáticas como complemento a la publicación
previa de lo que ellos denominaban “competencias en TIC” para la formación del profesorado
(UNESCO, 2013), más equiparable a lo que la mayoría entendería por la competencia digital antes
mencionada.
En línea con lo que venimos manteniendo en este artículo, las competencias TIC de la
UNESCO tuvieron en nuestro país una mayor repercusión que las competencias en MIL o en
alfabetización mediática e informacional. Para ilustrar este sesgo hacia lo instrumental presentamos
el siguiente estudio de caso.
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Competencias Mediática y Digital del profesorado e integración curricular de las tecnologías 61
digitales
3. Metodología
En este estudio nos acercamos a la realidad de un centro de Castilla y León (España) para
analizar las opiniones y competencias de su profesorado, su formación en TIC y medios, y su forma
de integrarlos en el aula. Los objetivos específicos de nuestra investigación son los siguientes:
El método seguido para realización de este estudio es de corte interpretativo, donde se han
interrelacionado diferentes teorías entre sí y la metodología utilizada ha sido principalmente
cualitativa (Mejía, 2004; Taylor y Bogdan, 2010; Flick, 2014). Ha sido una investigación de carácter
inductivo, donde se ha tratado de modo holístico tanto al escenario como a los participantes del
estudio. Podemos hablar de un estudio de caso, tomando la idea de Stake (1999) de intentar
comprender la realidad y complejidad de un caso singular y comprender su idiosincrasia dentro de
unas determinadas circunstancias, completada con aportaciones de otros autores (Carr y Kemmis,
1988; Cohen y Manion, 1990; Guba, 1989; Hopkins, 1989; Stenhouse, 1990).
Comenzamos planteándonos las siguientes preguntas principales de investigación: ¿De qué
tipo es la inclusión de las TIC en el centro?; ¿Cuál es la presencia de las TIC como recurso didáctico?;
¿Cuál es la presencia de las TIC y los medios de comunicación como objeto de estudio?; ¿Qué
relaciones existen entre las TIC y las nuevas metodologías utilizadas por el centro?, y ¿Qué ventajas
y desventajas se derivan de la presencia y/o ausencia de este tipo de elementos? A partir de estas
preguntas se crearon ocho macrocategorías entre las que, a los efectos de este artículo destacamos las
específicamente relacionadas con la formación del profesorado en TIC y medios y la formación en
educación mediática:
Formación técnica del profesorado (dimensión técnica)
Formación didáctica del profesorado en TIC (dimensión didáctica)
Formación en Educación Mediática del profesorado (dimensión educativa)
Asociamos la segunda categoría a la capacitación para enseñar “con” TIC, y la tercera categoría
con la formación sobre educación mediática, con la educación “sobre” o “acerca de” los medios.
4. Resultados
- El 80% de los docentes del escenario estudiado no utilizan o apenas utilizan el ordenador
para la realización de trabajos colaborativos con los alumnos, aunque su nivel en la
realización de otras tareas informáticas sí que es más elevado.
- En la mayoría de intervenciones el profesorado suele tomar el papel de actor y el rol del
alumno suele ser el de espectador. Las herramientas digitales con frecuencia se encuentran
en las manos del docente y, aunque estos se esfuerzan en buscar momentos para que su
alumnado tome mayor relevancia en la utilización de las TIC, todavía es bastante inferior
la presencia de las TIC en manos de los alumnos que en manos de los profesores.
Revista Fuentes
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62 Rafael González Rivallo & Alfonso Gutiérrez Martín
De especial interés para este artículo son los resultados para la formación del profesorado en
TIC y Educación Mediática. Los resultados más relevantes obtenidos de las entrevistas realizadas
serían los siguientes:
40
30
18.57
20
14 14.07
10
0
Dimensión Técnica Dimensión Didáctica Dimensión Educativa
Retomando los resultados del cuestionario, sorprende que no se llegue al 50% ni siquiera en la
dimensión técnica, en la que mejor se consideran formados y a la que es probable que mayor tiempo
hayan dedicado durante su capacitación inicial y posteriores cursos de perfeccionamiento.
Nos sorprende también la igualdad a la baja entre la dimensión didáctica y la dimensión
educativa, tal vez se deba a que no haya quedado muy bien establecida la diferencia entre enseñanza
y educación, y los profesores objeto y sujeto del estudio consideran que en la dimensión educativa se
podría incluir toda la dimensión didáctica y la utilización de las TIC en los procesos de enseñanza-
aprendizaje.
De cualquier modo, somos conscientes de la dificultad de delimitar ambos conceptos
(enseñanza y educación) y consideramos que no es procedente integrar las TIC en el aula sin abordar
la educación mediática, ni puede proporcionarse una adecuada educación mediática sin utilizar los
medios como recursos didácticos, como ya indicamos anteriormente.
Revista Fuentes
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Competencias Mediática y Digital del profesorado e integración curricular de las tecnologías 63
digitales
5. Conclusiones
Teniendo en cuenta la política educativa con respecto a la formación del profesorado en TIC
y medios en España, y a partir de los resultados de nuestro estudio de caso, podemos concluir que la
integración curricular de las tecnologías digitales en el aula es todavía escasa e inadecuada.
El profesorado del centro analizado reconoce la necesidad de prestar atención a la presencia y
uso que las TIC y los medios de comunicación tienen en la vida diaria de los alumnos. Se muestra de
acuerdo con la idea de que es necesaria una renovación y nueva formación para la correcta integración
y utilización de las TIC y los medios, aunque, por otra parte, afirma sentirse poco respaldado para
llevar a cabo dicha transformación de un modo viable. Sabemos que la innovación educativa conlleva
grandes beneficios, pero también grandes esfuerzos. Es necesario que, desde todos los agentes
implicados en el hecho educativo, se valore y se abogue por la integración integral de las TIC en los
centros educativos, facilitando al profesorado su tarea de aprendizaje y formación permanente para
que pueda llevar a cabo estos procesos de renovación de un modo eficaz, para convertir la innovación
tecnológica en innovación educativa con el fin de favorecer los procesos de enseñanza-aprendizaje y
de contribuir al desarrollo integral del alumnado.
A continuación, mostramos las conclusiones más significativas agrupadas en función de
algunas de las macrocategorías utilizadas en nuestro análisis:
La integración que se hace de las TIC en las intervenciones educativas del escenario estudiado
es desigual e incompleta. En la mayoría de intervenciones el profesorado suele tomar el papel de actor
y el rol del alumno suele ser el de espectador. Las herramientas digitales con frecuencia se encuentran
en las manos del docente y, aunque estos se esfuerzan en buscar momentos para que su alumnado
asuma una postura más activa, todavía es bastante inferior la presencia de las TIC en manos de los
alumnos que en manos de los profesores. Asimismo, se evidencia que esta integración está limitada
por la escasa formación del profesorado y condicionada por la ausencia de medios en el contexto
estudiado. La Administración declara sobre el papel su voluntad de favorecer la integración de las
TIC y los medios como recursos didácticos, pero eta intención no se traduce en directrices específicas
para los centros. Por otra parte, la utilización de las TIC no suele ir unida a planes de innovación o a
metodologías innovadoras
Gran parte de los informantes de nuestro estudio de caso han afirmado la necesidad de
proporcionar al alumnado una educación específica en medios de comunicación y TIC; consideran
la educomunicación o educación mediática necesaria para la sociedad actual, pero esta no está
contemplada en los planes de estudio. El profesorado valora muy positivamente que su alumnado
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logre ser crítico, pero manifiestan que la reflexión necesaria sobre los contenidos estudiados se ve
anulada por la urgencia de transmitir más información para cumplir con los programas.
También hemos detectado un cierto temor generalizado entre padres y profesorado frente a la
educción mediática, dada la presencia e importancia de los medios en la vida de niños y jóvenes. El
profesorado admite sentir inseguridad a la hora de abordar la educación mediática en el aula. Señalan
que, aunque ellos (los docentes) sí son conscientes de la relevancia que supone el conocimiento de
estos aspectos, les resulta complicado el tratamiento de los mismos. En este sentido, alrededor de un
80% del profesorado reconoció no disponer de los conocimientos necesarios acerca de los protocolos
adecuados de prevención de ciberacoso y conflictos similares.
En cuanto a la formación del profesorado, tema específico de nuestro artículo, podemos
asegurar que las competencias instrumentales o tecnológicas son las más desarrolladas, pero el
dominio técnico de las tecnologías digitales es bastante dispar, y depende en gran medida del uso
personal que cada uno hace de las distintas herramientas fuera de la escuela, lo que nos lleva a concluir
que la adecuada integración y la formación del profesorado depende más de iniciativas personales
que de planes institucionales. Por otra parte, nos encontramos con parte de la muestra que admite
presentar algunas dificultades y/o deficiencias formativas en este sentido; manifiestan no haber
llegado a un dominio de la tecnología que les permita integrarlas con seguridad y prestando atención
a los objetivos educativos en lugar de tener que estar pendientes del funcionamiento de los equipos.
Sin una formación técnica básica el profesorado no puede situarse en la “zona de confort”
necesaria para plantearse buenas prácticas de enseñanza-aprendizaje con las TIC, pero un gran
dominio técnico no supone una utilización didáctica adecuada. Es, por lo tanto, necesaria una
formación didáctica que, como ya hemos apuntado, capacite a los docentes para que el uso que
puedan hacer de las TIC favorezca los aprendizajes y contribuya a la innovación educativa. La
presencia de determinados dispositivos tecnológicos en el aula es frecuente, si bien es cierto que estos
suelen estar más relacionados con la enseñanza que con el aprendizaje. El profesorado suele utilizar
los medios para presentar información, pero a la hora de dejar estos en manos del alumnado en
actividades más colaborativas, siente inseguridad ante la falta de control y el desconocimiento
tecnológico.
El profesorado técnicamente competente manifiesta que sí suele elaborar algún tipo de
material digital para sus clases, pero carece del hábito de compartir su trabajo como recursos
educativos abiertos (REA) en entornos digitales y/o comunidades virtuales de colaboración docente.
En cuanto a la formación en educación mediática, el profesorado se manifiesta conocedor de
la omnipresencia, importancia y capacidad de influencia de los medios de comunicación tradicionales
como de los nuevos medios digitales. El equipo docente del centro analizado dice ser consciente de
la importancia de la educación en medios o educomunicación, pero admite la ausencia de esta materia
en su programación.
El potencial “educativo” de los medios se confunde con su potencial “didáctico” y
capacitación del profesorado para llevar a cabo una educación mediática en sus centros ni siquiera
parece ser una necesidad tan sentida como la capacitación técnica y didáctica. Resulta curioso
observar como algunos profesores apuntan que los apremios temporales a los que se ven sometidos
relegan a un segundo plano el tratamiento y desarrollo de este tipo de contenidos crítico-reflexivos.
Cuando se estudian las TIC tanto en el aula como en la formación del profesorado la capacitación
técnica para el manejo de dispositivos aparece como más urgente que el reflexionar y desarrollar un
espíritu crítico con respecto a la sociedad digital.
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Igor Kanižaj
University of Zagreb
Received: 16/11/2017
Accepted: 22/12/2017
ABSTRACT Civil society has an important role in our societies. Its importance has been recognized in political
science, media studies, communication science, sociology and in a multidisciplinary approach. From previous
research we know that civic engagement is in a positive correlation to media literacy (ML) (Frau-Meigs & Torrent,
2009). Civil society organisations (CSOs) are one of the most important media literacy stake-holders in most of our
societies. In this study we examine and analyze the results of two European research projects that analyzed in detail
the CSOs’ role in the European context. The ANR TRANSLIT scientific research project is one of the projects
analyzing the role of CSOs in media and information literacy. Mapping of media literacy practices and actions in EU-
28 (European Audiovisual Observatory, Council of Europe) is the second one. Both projects included more than
100 European scientists and experts. We analyze the scope of CSOs activities, recognized as key stake-holders.
Furthermore, we question the role they have in relation to other actors and sectors. We also discuss the historical
differences and similarities in neighbouring countries. This article also calls for the necessity to indicate possible risks
in CSOs activities and policies. In order to coordinate CSOs activities in the EU we offer a new model based upon
six key elements of CSOs, as stake-holders in ML and MIL, in the EU and abroad.
KEY WORDS: CSOs, Media Literacy, Media and Information Literacy, Digital Literacy, public policies, Europe
RESUMEN La sociedad civil tiene un papel importante en nuestras sociedades. Su importancia ha sido reconocida
en las ciencias políticas, en los estudios mediáticos, las ciencias de la comunicación, la sociología y en un enfoque
© 2017 Editorial Universidad de Sevilla
multidisciplinario. De investigaciones previas, sabemos que el compromiso cívico está en una correlación positiva
con la alfabetización mediática (Frau-Megis & Torrent, 2009). Las organizaciones de la sociedad civil (OSC) son una
de las partes interesadas más importantes de la alfabetización mediática en la mayoría de nuestras sociedades. En este
artículo examinamos y analizamos los resultados de dos proyectos de investigación europeos que han analizado en
detalle el papel de las OSC en el contexto europeo. El proyecto de investigación científica ANR TRANSLIT es uno
de los proyectos que analiza el papel de las OSC en alfabetización mediática e informacional. Mapeo de prácticas y
acciones de alfabetización mediática en la UE-28 (Observatorio Europeo del Audiovisual, Consejo de Europa) ha
publicado el segundo proyecto, Ambos proyectos incluyen más de 100 científicos y expertos europeos. En este
estudio analizaremos el alcance de las actividades de las OSC, reconocidas como partes interesadas claves, además de
cuestionar el papel que tienen en relación con otros actores y sectores. También expondremos las diferencias
históricas y las similitudes en los países vecinos. Este artículo también exige la necesidad de indicar posibles riesgos
en las actividades y políticas de las OSC. Para coordinar las actividades de las OSC en la UE, ofrecemos un nuevo
modelo basado en seis elementos clave de las OSC, como partes interesadas en alfabetización mediática y AMI, en la
UE y en el exterior.
PALABRAS CLAVE: OSCs, alfabetización mediatica, alfabetización mediatica e informacional, alfabetización
digital, políticas públicas, Europa
Dirección de correspondencia:
Igor Kanižaj, University of Zagreb, Faculty of Political Science, Department for Journalism and
Media Production. Lepušićeva 6, 10 000 Zagreb, Croatia. E-mail: ikanizaj@fpzg.hr. ORCID: 0000-
0002-8807-3655.
The role of civil society organizations in promoting media literacy, transliteracy and media and 69
information literacy in EU
of citizenship, and the foundation for civic agency are embedded” (Dahlgren, 2009, p. 102). But it is
not just about political patterns. Civil society is also present in different concepts and models in
sociology, communication science and cultural studies. They are also at the very heart of social capital
(Putnam, 1993). As individuals, coming from different backgrounds we ought not to “bowl alone”
but in joint activities in different contexts, networks and settings. “Empowering citizens to speak out,
solve problems and use their voices in effective ways is a prerequisite for engaged citizenship in digital
culture” (Mihailidis, 2014, p. 151). In comparison with most of other stakeholders and actors such as
state authorities, the public sector, academic research institutions, the media industry and the private
sector, as listed in the ANR TRANSLIT research project (2017), CSOs in most of the European
countries remain the most cohesive societal actor in media literacy (ML) and media and information
literacy (MIL).
“The concept of civil society refers to a social context in which there is a broad range, great
diversity, and high density of social networks and formal and informal organisations” (Newton, 2001,
p. 208). In reflecting the role of CSOs, Newton (2001, p. 202) connects civil society with trust as the
main component of social capital and argues that voluntary associations create the bonds of social
solidarity that are the basis for civil society and democracy (2001, p. 206). The role of civil society
through its emphasis of social ties “that involve social values, trust, and reciprocity; they are both and
individual and a social good” (Dahlgren, 2009, p. 107). Intrinsic values are probably by far the most
important characteristic of civil societies; in particular, intrinsic values are fundamental for civic
engagement. Furthermore, being intrinsic is a universal value, existing to a certain extent in every
political and societal system. It has the possibility to overcome most of the cleavages in our societies,
and is able to bind and bond different actors.
One of predominant characteristic of the civic sector throughout Europe is “engagement”
even in those countries where the main preconditions for civil society development are missing or
tend to become an obstacle. “Civic engagement is positively correlated with ML and generates
«experiences of influence in society» that suggests cross-generational strategies for building dialogue
across different sectors and age-groups in a given society.” (Frau-Meigs & Torrent, 2009, p. 20). From
this perspective, a society that lacks fundamental values nourished by civil society actors cannot
provide a sustainable platform for dialogue across sectors and generations.
The role of civil society was identified by Hallin and Mancini in their media system models
(Hallin & Mancini, 2004, 2011) and subsequently adjusted within the ANR TRANSLIT research for
interpreting the role of non-governmental actors in MIL. Matović, Juraite and Gutierrez (2017)
researched the levels of involvement of CSOs in the North Atlantic or Liberal Model, the Democratic
Corporatist Model, the Polarized Pluralist Model, and the Hybrid Media Systems of new democracies.
Their research showed that CSOs have an important role in every country, and are becoming relevant
actors even in those countries where we are striving to find the basic level of inclusion and dialogue
to promote diversity. It is interesting to see how media literacy and civil society have become
important actors in all media systems analyzed in this article. While most of the best practice examples
still come from the Liberal Model countries we are witnessing new approaches and perspectives from
the South East European region.
But even beyond the role that civil society can have in MIL it was recognized within public
sphere theory. Lunt & Livingstone (2012) emphasized the need that civil society institutions have to
support the public sphere and quoted Alexander and Jacobs (1998, p. 1), who argued that “civil
society works not only through its relations with, or autonomy from, the state and economy, but also
‘as a communicative space for the imaginative construction and reconstruction of more diffuse, but
equally important, collective identities and solidarities’’ (in Lunt and Livingstone, 2012, p. 7). In this
article we will give an overview of the actions and activities where CSOs have indeed become a
communicative space and by virtue of that space, actors and activities have raised the awareness of
collective identities from the media and digital literacy perspective.
The role, presence and activities of civil society are articulated in policy documents but also in
the international declarations such as the UNESCO Riga Recommendations on Media and
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2017, 19(2), 69-80
70 Igor Kanižaj
Information Literacy in a Shifting Media and Information Landscape as well as in UNESCO Paris
Declaration on Media and Information Literacy in the Digital Era:
Civil society associations and NGOs act as a bridge between other stakeholders
and ensure dialogue between MIL communities, inside and outside schools. They
foster MIL activities and training in informal and non-formal settings. They reach out
to adults and disadvantaged groups and provide lifelong support. They tend to support
MIL focus on citizenship and civic agency and can foster a vibrant public sphere
engagement and empowerment outcomes in the digital context. Civil society
professionals also need to enhance their role and develop their capacities in the new
digital environment that makes their grassroots networks more efficient and their
collective intelligence more distributed.
Our information society poses so many challenges that it has become rather obvious that
media education is needed at all educational level and for every member of our changing public
sphere. We would also like to underline that “new media also afford the possibility of informal and
peer learning of literacies through joint, creative activities of participation and community
engagement that are fundamental prerequisites for citizenship” (Lunt et al, 2014, p. 148) The civic
intentions of media education are as central and foundational to the field as is critical thinking (De
Abreu et al., 2017, p. 8). In this study we will evaluate the existing media education models
implemented by CSOs at the European level.
In the last three years two significant media literacy and media and information literacy
research projects have been finished at the European level. We have done a detailed content analysis
of two comprehensive research projects: ANR TRANSLIT and Mapping of ML practices and actions
in EU 28. Our research question was: ‘To what extent are CSOs present as stake-holders in media
literacy, media and information literacy programs at the European level’.
1 http://www.translit.fr/
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2017, 19(2), 69-80
The role of civil society organizations in promoting media literacy, transliteracy and media and 71
information literacy in EU
A detailed analysis showed that CSOs in most of the countries played an important role,
although sometimes not recognized by other actors and stake-holders, as reported by experts. At the
European level we can see many differences that are challenging the existing model and asking for
adjustments on a daily basis. This has become present even in some countries with a long tradition
in civil society activities and programs. But new approaches and perspectives are coming forth in
former communist countries of the European South-eastern area and are becoming recognized for a
great number of new initiatives which are mainly voluntary and their intrinsic character.
Of the 939 identified main media literacy stakeholders, over a third were categorized as
‘civil society’ (305), followed by ‘public authorities’ (175) and ‘academia’ (161). Over
two-thirds of them do not have a statutory responsibility in this area and base their
involvement on a different motivation 189 networks were identified and the vast
majority of them (135) are operating at national level. (European Audiovisual
Observatory - EAO, 2016, pp. 3-4)
In this first mapping of ML practices civil society has become the main ML stakeholder. It has
been defined as “foundations, not-for-profit organisations arts and cultural bodies, charities, think-
tanks, communities of interest and community networks (sports, health, hobbies and religion)”
(EAO, 2016, p. 36).
Civil society is definitely recognizable in the ML framework within the EU. ‘All countries
recorded main stakeholders coming from this sector and only five countries recorded three or fewer.
The mean number of main ML stakeholders coming from ‘Civil Society’ is eight and the highest
recorded number comes from Spain with 42.’ (EAO, 2016, p. 37)
Each project type listed was selected from one of the seven categories: resources, end-user
engagement, research, networking platforms, provision of funding, campaigns, policy development.
“Respondents were also given five main categories of ML skills and asked to identify which skills
were addressed by the 20 most significant ML projects in their country since 2010: creativity, critical
thinking, intercultural dialogue, media use, participation and interaction” (EAO, 2016, p. 41).
Even in the list of 145 case study projects in EU-28 civil society was also the most important
sector with 96 recognized projects. The projects were evaluated through the dimension of cross-
collaboration. “‘Civil Society’ is the sector that demonstrates the highest frequency of involvement
with the ‘case-study’ projects and is involved in 83 of 109 cross-sector collaborations. This is followed
by ‘Public Authorities’ who are involved in 78 cross-sector collaborations’ (EAO, 2016, p. 49). If we
take into account individual sector activities we can again see that civil society provides the greatest
number of individual case study projects. When we compare these results to, for instance, the
activities of journalists’ associations in promoting media literacy to those of civil society we see that
journalists’ associations with even greater tradition and organizational structure, and with an
incomparably greater number of members and influence, have underachieved in ML activities and
programs throughout Europe. Namely, in just 15 out of 939 cases journalists’ associations were
identified as stakeholders in ML.
This mapping project is significant for one more reason: it shows that just 15/145 projects
refer to the European level, and by far the greatest number of projects is focused on a national level.
This could be seen as one of many lost opportunities, and a more complex challenge where grassroots
Revista Fuentes
2017, 19(2), 69-80
72 Igor Kanižaj
civil society initiatives do not have the capacity for raising the awareness on the international level.
Without joint cooperation with public/state/regulator authorities, and without a broader strategic
plan this will not be possible. We will tackle this issue in the discussion.
The report also researched the statutory responsibility of the actors around ML and one of the
findings was that the majority of them do not have that kind of responsibility. Statuary responsibility
is not a guarantee that a specific institution will provide an adequate action based upon the defined
responsibility. CSOs are not in a situation to be obliged to promote ML. In most of the cases this is
the matter of their policy, motivation and social responsibility.
3. Media literacy (ML), media and information literacy (MIL) and transliteracy
At the international level, in last 30 years we have witnessed the development of three different
but also to a certain extent overlapping models: ML, MIL, and transliteracy. In each one of these
models civil society has a vital role. One of the first comprehensive ML definition was introduced by
Patricia Aufderheide in 1992 at the National Leadership Conference on Media Literacy.
A media literate person - everyone should have the opportunity to become one - can
decode, evaluate, analyze and produce both print and electronic media. The
fundamental objective of media literacy is critical autonomy in relationship to all media.
Emphases in media literacy training range widely, including informed citizenship,
aesthetic appreciation and expression, social advocacy, self-esteem, and consumer
competence (Aufderheide, 1992, p. 1)
Since 1992 researchers have tried to improve the definition by emphasizing some aspects. But
all of them have stayed within the framework of access, analysis, evaluation and production.
Nevertheless, even this definition from 1992 has recognized the importance of decoding, that has
remained one of the cornerstones of MIL and transliteracy. Some other definitions focused more on
institutions and the importance of engaging such as the one by Hoechsmann and Poyntz: “Media
literacy is a set of competencies that enable us to interpret media texts and institutions, to make media
of our own, and to recognize and engage with the social and political influence of media in everyday
life”(Hoechsmann and Ponytz, 2012, p. 1). ML has been called also as the “locus of several competing
frameworks with recurring key notions whose weight vary according to national configurations”.
(Frau-Meigs, 2017, p.114)
The definition of ML has been challenged not just by academics and experts but also by
international institutions. Media literacy was articulated and defined by the European Commission:
Media literacy refers to all the technical, cognitive, social, civic and creative capacities
that allow us to access and have a critical understanding of and interact with media.
These capacities allow us to exercise critical thinking, while participating in the
economic, social and cultural aspects of society and playing an active role in the
democratic process 2.
A step forward was made by Renee Hobbs (2011) while presenting five essential dimensions
of digital and ML that include: access, analyze, create, reflect and act. We also use the term
transliteracy, in line with the name of one of the most influential TRANSLIT project. Introduced
within the Transcriptions Research Project in 2005 by Alan Liu, the new concept of transliteracy was
defined by Frau-Meigs (2012) as:
2 https://ec.europa.eu/digital-single-market/media-literacy
Revista Fuentes
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The role of civil society organizations in promoting media literacy, transliteracy and media and 73
information literacy in EU
1. the ability to embrace the full layout of multimedia which encompasses skills for reading,
writing, and calculating with all the available tools (from paper to image, from book to
wiki) and
2. The capacity to navigate through multiple domains, which entails the ability to search,
evaluate, test, validate and modify information according to its relevant contexts of use
(as code, news and document (Frau-Meigs, 2012, p. 16)
Table 1
Overview of civil society as stakeholders in EU-28. Source: Mapping of media literacy practices and actions in EU-28
Ranking of civil society as a
Total number of Civil Society as the
Country stakeholder within member
stakeholders stakeholder
state
Austria (AT) 15 5 1
Belgium (BE) 58 20 1
Bulgaria (BG) 24 18 1
Cyprus (CY) 8 4 1
Czech Republic (CZ) 16 2 3
Germany (DE) 19 7 1
Denmark (DK) 34 13 1
Estonia (EE) 14 8 1
Spain (ES) 76 42 1
Finland (FI) 101 34 1
France (FR) 55 22 1
Greece (GR) 25 4 1
Croatia (HR) 33 14 1
Hungary (HU) 29 9 1
Ireland (IE) 33 3 4
Italy (IT) 25 5 3
Lithuania (LT) 83 11 1
Luxembourg (LU) 11 3 1
Latvia (LV) 48 9 3
Malta (MT) 8 1 5
Netherlands (NL) 23 9 1
Poland (PL) 63 19 1
Portugal (PT) 57 14 2
Romania (RO) 11 7 1
Sweden (SE) 14 4 2
Slovenia (SI) 20 3 4
Revista Fuentes
2017, 19(2), 69-80
74 Igor Kanižaj
Slovakia (SK) 18 5 2
United Kingdom (UK) 18 10 1
The table shows that in 19 out of the 28 evaluated EU countries the biggest stakeholder is
civil society. This is one of the key findings of the report.
The table is interesting for a few more reasons. We recognize the historical differences and
similarities of the neighbouring countries. We find it interesting to see the role of CSOs in the Czech
Republic and in Slovakia, countries that were in Czechoslovakia before 1989. CSOs that work in the
field of ML have not flourished in these countries in comparison to all other former communist
countries where CSOs are not the most important stake-holders in ML.
Another comparison takes us to the examples of Bulgaria and Romania. In Bulgaria we can
see significantly more CSOs activities in ML. There are differences in the level of CSOs activity in
the former Soviet republics of Latvia, Lithuania and Estonia. Amongst these three countries
Lithuania is recognized for the greatest number of ML stakeholders and CSOs in ML.
Finally, if we compare Slovenia and Croatia, also former communist countries with joint
history we see that Croatia has longer tradition in ML with a bigger number of stakeholders. Slovenia,
together with Malta and Ireland does not have any tradition of CSOs acting as a relevant stake-holders
in ML.
The historical dimension seems to be one of the key variables in the overall ML framework.
In this study we were not able to analyse other variables such as: the size of the countries, geographical
aspects, the language barrier and funding. But we were able to identify that CSOs are active in a
specific national context and society with many peculiarities. They differentiate in the very origin of
their activities, in the number of people they engage and without detailed information on all these
aspects we miss some of the important perspectives in order to define and interpret precisely the role
that CSOs have in promoting ML and MIL. And yet, we find the new trends rather interesting.
Table 2
Overview of the number of CSO stakeholders per country. Source: Mapping of media literacy practices and actions in
EU-28
Number of CSO Countries
stakeholders
0-9 AT, CY, CZ, DE, EE, GR, HU, IE, IT, LU, LV, MT, NL, RO, SE, SI, SK
10-19 BG, DK, HR, LT, PL PT, UK
20-30 BE, FR
31-40 FI
41+ ES
Although the two mentioned studies are not comparable (one researching the role of CSOs
in ML and the other one in MIL, while the TRANSLIT project has included countries outside the
EU) they provide an interesting insight in the role of CSOs within the MIL and ML models. While
the TRANSLIT research project (Matović et al., 2017) found solid arguments that MIL level is in an
initial stage in the hybrid model countries (CZ, SK, EE, LV, LT, BG, RO, HU, PL, HR, SRB, B&H)
the findings from ML mapping show that CSOs ML activities in these countries are on a higher level
than in MIL. The examples of France and Spain are even more interesting. These two countries are
included in the Polarized Pluralist Model (Hallin & Mancini, 2011) with ‘most active CSOs’ but with
‘medium’ MIL level. If we were to evaluate the position of CSOs in France and Spain we would have
to identify them in the ‘High level of ML’. Not just because of the quantitative indicators but primarily
for the huge tradition and the role they had in these countries, serving as a role models for inclusion
and cross sectoral collaboration.
At the European level there are countries with outstanding examples of ML initiated and
provided by CSOs. These countries are Belgium, France, Finland and Spain. They all have more than
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The role of civil society organizations in promoting media literacy, transliteracy and media and 75
information literacy in EU
20 CSOs stakeholders with Spain accounting 42 of all the 76 identified. We will give a brief overview
of the three countries with the greatest number of CSO stake-holders.
France is indeed a country with huge history in ML. There are many projects that come from
cross-sector collaboration. Five most significant projects are:
‘Le semaine de la presse et des medias à l’école (SPME)’ – The Press and Media Week at
School (ML activity conducted for the last 27 years by the CLEMI; 2025 Ex machina – an
educational game launched in 2010 targeting teenagers (12-17 years old) and their use of
social networks; Educnum – encouraging people to think about how they are potentially
observed for commercial or political purposes; Les Clés des medias (Keys for understanding
media) – designed to facilitate debate and learning about media issues in the school
environment or among a larger audience; European Educational Film Festival – important
aspect of promoting social inclusion and preventing violence and radicalization. (EAO, 2016,
pp. 191-192)
Finland, just like France, has a long history in ML, but in several last years new approaches
have been introduced such as:
Fatabaari/Fact Bar – a web based fact-checking service bringing accuracy to the public
debate; Peliviikko/Finish Game Week – an annual themed week in November focused on
promoting game literacy and positive gaming gaming culture; Media-avain/Media Key – a
tool for rating positive and age-appropriate contents in media, especially in films;
Mediakasvatus.fi – an online ecosystem and a platform that aims to promote and develop
media education and ML in Finland acting as the main information outlet for media
education professionals; Yle Uutisluokka/Yle News Class – with objectives to develop
students’ ML skills, bring voices of the young to a wider audience and help them understand
the world. (EAO, 2016, p. 177-180)
Spain is strongly promoting networks, but civil society plays a very important role as well.
Observatorio para la Innovación de los Informativos en la Sociedad Digital – Oi2 – with the
purpose to observe the narrative information in the digital society and analyse the possible
social, business, industrial and economic implication of any changes, and identify potential
opportunities for new innovative business models in the sector; EMEDUS – an extensive
review and a deep bibliographical analysis of the three major lines related ML across Europe;
Chaval – the project with the aim to alert parents, educators and children about the risks of
new technologies; TVE Defence of the Viewer – launched to address all the comments and
questions of viewers of public service television; Digital Citizenship – iCmedia – training
sessions, taught by experts on digital content and tools for the new digital citizenship offered
to parents, teachers and children…(EAO, 2016, p. 164-168)
5. Discussion
In this article we were able only to identify the best practice models in three countries with
the most significant number of CSO actors. But the importance of CSOs in countries without long
history in ML is yet to be addressed.
We have provided a number of arguments in order to explain the role and importance of
CSOs. As expected, the analysis showed that a great deal of the activities is organized and
implemented for teenage/older students and professionals while the elderly remain marginalized.
There is an evident risk and a prominent trend that most of the new activities do not include older
people as the ones that are also asking for their voice to be heard in the ‘communicative space’.
Among the 547 listed projects,173 are based on ‘resources’ and 107 deal with ‘end-user engagement’,
followed by ‘research’ (78), ‘campaigns’ (77), and ‘networking platforms’ (66). (EAO, 2016, p. 40)
These channels of communication were used to provide programs on: critical thinking (403), media
use (385), participation and interaction (323), creativity (264), intercultural dialogue (162) and other
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76 Igor Kanižaj
(58) (ibid, 42). We can see that most of the criteria we use to explain the role of CSOs have been met
and CSOs are providing services, channels and communicative spaces and empowering the general
public on a national level and usually in a national context.
For the first time in Europe we can analyze the role of CSOs in a cross-country comparison
in ML and MIL fields. The research that has been done within in the TRANSLIT project and through
Mapping of media literacy practices and actions in EU-28, makes it possible for us to understand and
evaluate the role of CSOs in our European context.
Civil society has been providing bottom up activities that flourished over the last 10 years
and become the most significant actor in this field. While we recognize the need for more detailed
qualitative research in this field, the question that has to be answered is what happened with other
stakeholders in MIL on the European level. What would our MIL look like if there were no civil
society organizations? The role that CSOs have is perceived as crucial. ‘Most media literacy or
education training is provided as part of informal networks or a feature of non-governmentally
funded projects’ (McDougall et al., 2017, p. 132). It took us years to become aware of this potential
hidden within civil society. Up to several years ago the efforts of CSOs were not recognized in our
policies. At present they are in the position to continue their work often without the official support
from national or international institutions. Even in the scientific community we did not recognize
the potential and importance of CSOs. But at the international level decisions are still made within
policy groups and actions where CSOs representatives are not present or do not have the regular
possibility to participate.
6. Conclusion
This paper calls for the necessity to indicate possible risks in CSOs activities and policies.
CSOs are often based on the work of several individuals and despite obvious intrinsic motivation
their activities lack the impact dimension, mostly due to some organizational constrains. This is
becoming even a bigger obstacle due to the fact that most activities are organized and implemented
in a local language. A few years ago, due to the language barrier it was hard to learn even some basic
information on the most significant projects in a specific country and/or region. Consequently, this
richness of the activities is not recognized mostly because of the language barrier.
Furthermore, both researches are missing a regional comparative perspective. For the future
research it would be interesting to analyze the role of CSOs in the European regions and not just in
the EU within just one frame. We need to know the financial background of the CSOs and to
compare this information with the nature of their projects.
Both analyzed research reports brought together almost 100 experts from different fields and
research backgrounds but they all did indicate that CSOs are the most prominent promoter of ML.
CSOs should also work on their cooperation and exchange of good practices. Taking the case of
Croatia in point (Ciboci, Kanižaj, Labaš, 2015) we witnessed the effective role of a CSO acting as a
mediator between different stakeholders. The leading Croatian CSO - DKMK and the project Djeca
medija, that was awarded with EVENS FOUNDATION Special media education Jury Prize,
provides a new approach in promoting media education that is based on several levels and stages:
uniting and active volunteering, analysis and critical evaluation of the media, creating new media,
action, raising awareness in the scientific community, cooperation with organizations as a prerequisite
for conducting research and pressure from bellow, as already explained in Ciboci et al (2015).
From the European perspective we have found several possibilities for CSOs to emphasize
their role and coordinate their activities with the goal of being recognized as the key stakeholder in
MIL promotion on a wider scale.
1. Universal approach – CSOs in EU are acting in an effective way in national contexts. They
are also building new services that are applicable with minor adjustments to the EU level.
2. Not dependent on the state/authority – organisations in most of the countries were faced
with projects that were financed or co-financed by the state/authorities or EU institutions.
However, they also have the experience of insufficient funding, especially from the local or
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The role of civil society organizations in promoting media literacy, transliteracy and media and 77
information literacy in EU
national level and due to these circumstances, they have built new models of fundraising and
financing if their first and primary orientation is not voluntary.
3. CSOs are responsive to contemporary ML and MIL challenges. Just like the private
sector CSOs are flexible and with sufficient human resources are able to adjust their activities
and/or produce new models for new challenges in a short period. An interesting example is
EAVI from Belgium and their reaction and reflection on Fake News challenge.
4. More efficient than other institutions due to their size and organisational structure.
They provide a grassroots platform for new ideas and approaches able to respond. End-user
engagement is their expertise and strength.
5. Inclusiveness – CSOs are capable to bring different stakeholders together and serve as a
mediator. Cross sectoral cooperation has proven to be their advantage in comparison to
other stake holders.
6. Dependent on sustainable intrinsic values – CSOs often include voluntary programs,
activities and stimulate participatory models for a broader public. The common argument
that their work is not sustainable because it is primarily voluntary is losing its strength
because CSOs that nourish intrinsic values are the only ones that are able to survive the lack
and/or decline in financing: intrinsic values of the members will possibly provide the
fundamental precondition for their CSO to become active.
In the EU and beyond we have great diversity in the CSOs activities and outcomes. But these
organizations cannot guarantee the existence for ML, nor for MIL on their own. We know for sure
that cooperation in communicative spaces is needed more than ever. We know for sure that media
regulators cannot tackle and solve all MIL challenges but they can raise the awareness and initiate
research and cooperation in our societies. We will never know what politicians could have done if
they had been the ones that recognized the need for new alliances and platforms between different
stakeholders. We hope to see private companies embracing social responsibility and support
programs for critical thinking. We wait for the member states to promote their best practices in the
field. We all are expected to focus more on the needs of older people in our societies. ‘The challenge
of the 21st century is putting communicators, teachers, politicians, scientists, authorities, the
technology industry, the media and civil society together while understanding the global challenges
of ML as part of a global education’ (Perez Tornero, Varis, 2010, p. 126). Nowdays, bringing them
together is not sufficient anymore. Nevertheless, we all should acknowledge the persistent stake-
holders that obviously care the most.
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[Fecha de consulta: dd/mm/aa].
doi: http://dx.doi.org/10.12795/revistafuentes.2017.19.2.05
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Revista Fuentes I.S.S.N.: 1575-7072 e-I.S.S.N.: 2172-7775
2017, 19(2), 81-93 http://dx.doi.org/10.12795/revistafuentes.2017.19.2.06
Aquilina Fueyo
Universidad de Oviedo
Susana de Andrés
Universidad de Valladolid
Recibido: 21/11/2017
Aceptado: 22/12/2017
RESUMEN El presente artículo tiene como principal objetivo agendar el feminismo en el currículum de la
Educación Mediática como compromiso ineludible y alineamiento de dos derechos humanos: la educación y la
igualdad. El estudio presenta una revisión, desde la perspectiva de la educación mediática, de los estudios precedentes
sobre medios de comunicación y sexismo. Partiendo de la responsabilidad de los medios en el ámbito de la violencia
de género y su representación, se indaga en el concepto de violencia simbólica para introducir claves de lectura que
eduquen la mirada ante la constante exposición a productos mediáticos sexistas. Se tematizan unidades de estudio
para un plan de Educación Mediática desde una perspectiva feminista y se aportan bases de trabajo para una pedagogía
feminista.
PALABRAS CLAVE: educación mediática, feminismo, violencia simbólica, igualdad, violencia de género, medios de comunicación.
ABSTRACT The main objective of this article is to forward a feminist agenda by proposing the inclusion of a
feminist perspective within the curriculum of Media Education. This proposal emerges as a result of our commitment
© 2017 Editorial Universidad de Sevilla
to two basic human rights: education and equality. Within the framework of Media Education, this article first
presents a review of previous studies on media and sexism. Then, through an analysis of the responsibility of the
media in the field of gender violence and its representation, the concept of symbolic violence is explored. This serves
us to introduce reading keys to educate the gaze in the face of constant exposure to sexist media products. Finally,
study units for a Media Education programme are themed from a feminist perspective. This study also provides the
bases for a feminist pedagogy.
KEY WORDS: media education, feminism, symbolic violence, equality, violence against women, mass media.
1. Introducción
Educar la mirada para potenciar la prevención de la violencia de género es un compromiso
ineludible en el ejercicio e investigación de la Educación Mediática. La violencia contra las mujeres
tiene un carácter estructural vinculado a la naturaleza patriarcal de la sociedad. Son muchas las voces
que han apuntado ya a la violencia simbólica que ejercen los medios sobre las mujeres como uno de
los factores que puede estar en la base de las otras formas de violencia ejercidas contra ellas
(Loughnan, 2010; Yao, Mahood & Linz 2010). En un país donde cada año son asesinadas unas 60
mujeres como consecuencia de la violencia machista (44 en lo que va de año y casi 800 desde el año
2013, la mayoría a manos de sus parejas) en el que en el último año (2016) se han registrado 140.000
Dirección de correspondencia:
Aquilina Fueyo, Departamento de Ciencias de la Educación. Despacho 207. Universidad de Oviedo.
C/ Aniceto Sela s/n. 33005 Oviedo. E-mail: quelifueyo@hotmail.com. ORCID: 0000-0001-8668-
923X.
Susana de Andrés, Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación. Departamento de
Historia Moderna, Contemporánea y de América, Periodismo y Comunicación Audiovisual y
Publicidad. Universidad de Valladolid. E-mail: deandresdelcampo@gmail.com.
Educación mediática: un enfoque feminista para deconstruir la violencia simbólica de los medios 81
denuncias por delitos o faltas relacionadas con la violencia machista -de las que solo el 0,01 se han
identificado como denuncias falsas- y donde el número de casos entre mujeres jóvenes aumenta de
una forma alarmante1, la indagación sobre las causas de esta lacra y la construcción de las propuestas
educomunicativas para atajarla es una obligación no sólo académica, sino moral y política.
El presente trabajo tiene como objetivo agendar el feminismo en la Educación Mediática y
aportar criterios y bases para una mejor contribución de la educación mediática en el derecho y el
deber que es la igualdad en nuestras sociedades. Somos conscientes de que el fenómeno a analizar es
complejo. Nos encontramos ante unos medios convencionales que, si bien han tenido un papel
fundamental en la denuncia y sensibilización sobre la violencia machista, también han tenido
deficiencias y han cometido errores importantes en el tratamiento de los casos de la violencia de
género -con prácticas muy nocivas que revictimizan o culpabilizan a las víctimas y exculpan a
maltratadores- y la participación de una sociedad que todavía no está suficientemente sensibilizada
sobre el tema.
Estamos también ante el efecto de determinados productos culturales y mediáticos que
contribuyen a que las propias mujeres “aprendan” a asumir la condición de víctimas, no se protejan
lo suficiente e incluso, en ocasiones, acaben interiorizando su papel como sujeto cosificado y pasivo
ante posibles ejercicios de violencia contra ellas. Sin olvidar que de todo este orden se producen
numerosos “dividendos patriarcales”, en términos de Lomas (2007, p. 32).
Ante estos fenómenos, necesitamos una Educación Mediática capaz de analizarlos
críticamente y de emprender procesos transformadores de las miradas de hombres y mujeres, en
especial la de las mujeres jóvenes, de forma que construyan una actitud crítica a la hora de identificar
esos mensajes mediáticos altamente tóxicos y generen estrategias para poder afrontar activamente su
autodefensa contra esa y otras formas de violencia.
1 Datos del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género. Consejo General del Poder Judicial. Noviembre
de 2017
2 https://goo.gl/hsQmb1
Revista Fuentes
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82 Aquilina Fueyo & Susana de Andrés
sobre lo deseable, ideal y proyectivo (De Andrés, 2012). Tal como lo definía Bourdieu en su texto “la
dominación masculina”:
3 Informe de la Comisión para la investigación de los malos tratos a mujeres jóvenes (2005)
Revista Fuentes
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Educación mediática: un enfoque feminista para deconstruir la violencia simbólica de los medios 83
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parecen impedirles el disfrute de las maravillosas propuestas y la felicidad ilimitada que les promete
la economía neoliberal a través del consumo (Tolman, 2012, p. 748; Lazar, 2011, p. 38-39; McRobbie,
2009, p.13-17 y 2007, p. 718-721). Este tratamiento de la imagen de las mujeres incurre además en lo
que ciertos estudios han llamado hipersexualización (Hatton & Trautner, 2011) e incluso
pornificación. Los relatos mediáticos adoptan la iconografía del género pornográfico refiriéndose y
copiando los estilos de la pornografía convirtiendo determinados términos de esta industria en
lenguaje cotidiano e incorporando todo ello de forma sustantiva a diversos géneros entre los que
destacan la publicidad y los videoclips musicales. Estos relatos dan una gran visibilidad a las
pornografías hardcore y softcore, y contribuyen a difuminar las fronteras entre lo pornográfico y lo
convencional. Son relatos heteronormativos, es decir muestran fundamentalmente relaciones
heterosexuales y otorgan a las mujeres, en consonancia con la pornografía, papeles de sometimiento,
pasividad, incluso de violencia directa, siempre guiados por la preponderancia que tiene un rol activo,
dominante y, en ocasiones, abiertamente maltratador (Ringrose, 2011, p. 102).
Muchas autoras han denunciado en sus trabajos las contradicciones a las que se ven sometidas
muchas mujeres que, en virtud de los logros alcanzados por el feminismo, aspiran a una vida sexual
activa a la vez que, social y mediáticamente, se las constriñe a unos roles predefinidos para agradar y,
en último término, para su sometimiento. Esta reproducción pornográfica mediática (Flores, 2011)
no puede disociarse del alto consumo de pornografía por parte de los hombres 4 que influyen de
manera determinante en sus expectativas y conductas sobre mujeres de las que esperan sometimiento
y pasividad. Se ha estudiado que el consumo mediático temprano de pornografía puede provocar una
distorsión de los conceptos básicos de sexualidad y es además adictivo (Lupo, 2015).
4.2. El ideal del amor romántico. Modelos de relación afectivo-sexual que instruyen en la sumisión
como antesala del maltrato.
Algunas autoras como Eva Illouz (2013) han desarrollado potentes teorías sobre los mitos del
amor romántico. Por mito podemos entender una preconcepción de ideas que, referidas al amor
romántico, muestran una especie de “verdades compartidas” que perpetúan los roles desiguales y las
asimetrías de poder de chicos hacia chicas y que se asumen en los noviazgos como parte de la relación.
Son falsas creencias que “suelen poseer una gran carga emotiva, concentran muchos sentimientos, y
suelen contribuir a crear y mantener la ideología del grupo y, por ello, suelen ser resistentes al cambio
y al razonamiento” (Ruíz Repullo, 2016, p.56). En el ámbito del amor romántico estos mitos
producen creencias compartidas acerca del “verdadero amor”. Sin embargo, la existencia de mitos
que sustentan el ideal de amor romántico puede considerarse como un factor de riesgo en las
relaciones amorosas adolescentes. Estos mitos van desde la “media naranja” hasta “el amor lo aguanta
todo” pasando por otros muchos como “los polos opuestos se atraen”, “la entrega total”, “la pasión
eterna”, etc. (Ruíz Repullo, 2016, p. 57-59).
Estos mitos están presentes en realities, talk shows, y otra serie de géneros que en España
están representados por productos de altos niveles de audiencia como Sálvame de Luxe o ¿Quién
quiere casarse con mi hijo? También se difunden a través de un determinado tipo de cine de gran
audiencia y que explota el papel subalterno, sumiso y permisivo con la violencia contra las mujeres.
Lo encontramos en películas como “A tres metros sobre el cielo” o “Cincuenta sombras de Grey”.
Sobre esta última algunos estudios señalan que trata de una relación violenta, de acoso, intimidación
y aislamiento y que en ella se traslada el mensaje de que hay consentimiento como efecto del deseo.
Pero lo que hay cuando se hace un análisis más riguroso es la exaltación de una mujer sometida a
abuso emocional, acoso e intimidación que sigue siendo una víctima, aunque tolere el acoso. Una
película en la que se incita a desarrollar conductas peligrosas que deberían ser cuidadosamente
evitadas (Bonomi, 2016, p. 142-44).
4Más de 500 millones de páginas web poseen contenido pornográfico y su consumo mueve 2.500 millones de
dólares solo en EEUU (Lupo, 2015).
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Educación mediática: un enfoque feminista para deconstruir la violencia simbólica de los medios 85
5.1. Educando la mirada: analizar las narraciones audiovisuales y desarrollar la recepción crítica.
Las actividades de análisis nos permitirán constatar la existencia de “políticas de
representación” referidas al género y a su identificación en los materiales y mensajes audiovisuales
que consumen los y las estudiantes. Para acceder a esos materiales, se pueden utilizar todos los
recursos que permite poner en juego internet a través de los espacios web de los diferentes medios,
Revista Fuentes
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86 Aquilina Fueyo & Susana de Andrés
marcas, asociaciones, instituciones, redes sociales, etc. y que son fácilmente accesibles mediante el
uso de las herramientas desarrolladas en el ámbito de la web 2.0 y más recientemente para los
dispositivos móviles.
Los análisis formales de contenido de los relatos audiovisuales correspondientes a cada género
mediático nos llevan a trabajar la reconstrucción de cada narración en torno a las ideas claves de la
narrativa audiovisual. Algunas cuestiones que nos permiten articular dicho análisis son:
- ¿Qué se cuenta? La identificación de las líneas centrales del argumento de las series, las
películas y los anuncios publicitarios mediante actividades que tienen la función de
identificar en los diferentes productos audiovisuales las políticas de representación de las
temáticas de género es un elemento fundamental para nuestra metodología.
- ¿Quién lo cuenta y a quién se cuenta? El análisis del papel de los creadores y productores
de relatos audiovisuales y de las audiencias es fundamental en las metodologías con
enfoque de género. Esta pregunta conlleva el análisis de la película, serie o anuncio
publicitario en relación con la idea de que existen colectivos de “representadores y
representadas” y la influencia que tiene en la representación de las mujeres el hecho de
que el sector audiovisual haya estado controlado por hombres de forma mayoritaria. Entre
otras cosas esto ha posibilitado la construcción de representaciones audiovisuales que
privilegian un determinado tipo de mirada “masculina” frente a otras miradas posibles.
También nos permite hablar de las mujeres jóvenes como audiencias y su papel con
respecto a los productos culturales y la forma con la que los medios se dirigen a ellas, las
orientan, manipulan, etc. Tienen especial importancia las reflexiones de las jóvenes sobre
las audiencias y la construcción de su identidad como mujeres.
- ¿Cómo y para qué se cuenta? Un análisis detallado del texto audiovisual para contestar a
las cuestiones referidas a personajes, escenarios y acción de los diferentes relatos
audiovisuales. En algunos casos trabajaremos sobre el producto completo (películas
concretas, capítulos de series o secuencias de anuncios) y en otros utilizaremos fragmentos
para hacer visionados y poder compararlos con los relatos audiovisuales de referencia.
Son muchos los ámbitos en los que este tipo de análisis pueden desarrollarse. Además de los
citados en apartados anteriores son muy relevantes las lecturas feministas sobre cómics que han
estudiado las representaciones de mujeres fuertes y violentas como Wonder Woman o Lara Croft
advirtiendo de que la vinculación de su agresividad a un cuerpo tan sexualizado no supone amenaza
contra el patriarcado (Ruthven, 2010, p. 161). Muy al contrario, sus cuerpos se vinculan a violencia y
sexualización de forma asociada. Otro ámbito de violencia simbólica mediática lo constituyen los
productos musicales. Los videoclips con bailes como el twerking y escenificaciones casi
pornográficas, aparecen junto a letras sexistas que abiertamente hablan de violencias machistas,
especialmente en el reggaeton y el trap5. En el caso de los videojuegos, las investigaciones de Jorge
García Marín (2012 y 2012b) muestran los casos de violencia virtual hacia las mujeres en juegos de
consumo en jóvenes. Los avatares en los videojuegos reducen las identidades de género y las mujeres
continúan siendo seres sometidos a prácticas de violencia y discriminación (op.cit. 2012, p. 121) lo
que se agrava virtualmente dado que en el videojuego la impunidad es absoluta y lo que es peor, con
gratificación muchas veces.
Para fundamentar estos análisis no podemos olvidar que nuestra mirada es cultural. La
hipótesis de la mirada masculina fue lanzada por Laura Mulvey. Analizando los códigos
cinematográficos de los años 40 encuentra que el cine se crea para una mirada voyeurística-
escoptofílica masculina, con el enfoque dominante de una recepción masculina heterosexual. Los
productos mediáticos y culturales se han realizado, mayoritariamente, por y para los hombres (además
heterosexuales, occidentales y de clase media) de modo que el arte, la ciencia, la literatura, los medios
5 Véase el análisis de Yolanda Domínguez en el Huffington Post con el caso de Maluma: https://goo.gl/IlEsRR
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Educación mediática: un enfoque feminista para deconstruir la violencia simbólica de los medios 87
de comunicación, nos han educado y mostrado el mundo para una mirada masculina que también
portamos las mujeres. Se trata de una mirada además evaluadora de cánones que justifica que muchas
mujeres ajusten sus comportamientos y aspecto a esa mirada, de acuerdo a procesos sociológicos
disciplinarios (en términos de Foucault). De esta forma, a través de la representación, el género (lo
que culturalmente entendemos como propio de un sexo) se negocia cada día, en cada producción
cultural. El continuum de estas propuestas que debilitan a las mujeres hizo que Jeanne Kilbourne
(1999) subtitulara como “killing us softly” (matándonos suavemente) su estudio sobre la
representación de las mujeres en la publicidad.
Tal como hemos apuntado, algunos procesos sexistas de la comunicación están condicionando
una mirada de voyeur (de Andrés, 2006) e incluso una mirada pornográfica (Sibilia, 2015). Todo
mensaje está abierto y no termina de construirse hasta que la mente interpretante lo cierra 6. El nivel
de tolerancia a la violencia es corregido socialmente. Es necesario que las desigualdades sean
reconocidas y rechazadas por parte de la ciudadanía. Hacia una mayor indagación teórica, el
pensamiento de Susan Sontag (2003), nos ayuda a entender la recepción de la imagen violenta.
A modo de compilación, algunas de las pautas de diferenciación discriminatoria en la
representación mediática de las mujeres son las siguientes:
6Véase ejercicio de lectura de la violencia simbólica en un anuncio sexista en el trabajo “La imagen seductora”
(De Andrés, 2017)
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88 Aquilina Fueyo & Susana de Andrés
6. Conclusiones
Las diferentes aportaciones que hemos realizado en los apartados anteriores se sintetizan en la
siguiente tabla en la que incluimos las dimensiones básicas hacia las que podemos dirigir la mirada
para realizar una pedagogía feminista de los medios:
Tabla1
Tabla de dimensiones y preguntas para una lectura feminista de los medios
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Educación mediática: un enfoque feminista para deconstruir la violencia simbólica de los medios 89
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2017, 19(2), 95-109 http://dx.doi.org/10.12795/revistafuentes.2017.19.2.07
Teresa Rojo
Selda Dudu
Universidad de Sevilla
Recibido: 25/11/2017
Aceptado: 22/12/2017
RESUMEN Ante el problema de jóvenes adultos excluidos del mercado laboral, por déficits en habilidades formativas
para el empleo, los juegos serios y la gamificación de conocimientos se vislumbran como nueva tecnología capaz de reforzar
al profesorado en su labor. El objetivo de esta investigación es describir y analizar el potencial docente del videojuego serio
y gamificación de conocimientos, sopesando las claves de su éxito motivador; las habilidades laborales que entrena; los
elementos de su diseño y lo valorado por estudiantes. . Entre las conclusiones se destaca que el diseño del videojuego para
la formación de excluidos requiere tanto del docente, que construya los contenidos de narrativas y tareas; como del experto
en gamificación que instrumente técnicamente elementos como el ritmo de diversión, la aparición de información inmediata
sobre logros y progreso; la dosificación de contenidos para tomar decisiones, los momentos épicos o mantener interés en
alcanzar el objetivo final.
PALABRAS CLAVE: juegos serios, gamificación, exclusión socio-laboral, motivación digital, edutenimiento
ABSTRACT In the light of recent problems regarding young adults’ exclusion from the labour market, mainly due to
deficient training in employability skills, serious games and the gamification of knowledge are seen as a new technology
capable of supporting teachers’ work in the classroom. The objective of the present article is to describe and analyse the
teaching potential of serious videogames and gamification by paying attention to a series of aspects: videogames’ and
© 2017 Editorial Universidad de Sevilla
gamification’s success regarding student motivation; the job skills they train; the elements of their design; and what students
value in them. The main conclusion drawn from this study indicates that, in order to ensure inclusive learning and learner
empowerment, the design of the videogame requires the intervention of both the teacher and the gamification expert. On
the one hand, the teacher builds the contents and the narratives, and sets the tasks. On the other hand, the gamification
expert paces the rhythm of the game; manages the information on progress and achievement that appears on the screen,
the contents and the epic moments; and makes sure students’ interest in reaching the final goal is maintained.
KEY WORDS: serious games, gamification, socio-economic exclusion, digital motivation, edutainment.
Dirección de correspondencia:
Teresa Rojo, Universidad de Sevilla, Departamento de Sociología,. C/ Pirotecnia s/n. 41013, Sevilla.
E-mail: trojo@us.es. ORCID: 0000-0001-6220-4242.
Selda Dudu, Universidad de Sevilla. E-mail: metuir@gmail.com. ORCID: 0000-0002-6325-9832
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Los “juegos serios” como instrumento de empoderamiento y aprendizaje socio-laboral inclusivo 97
instituciones, en gestionar de abajo hacia arriba y fomentar las relaciones horizontales, así como
contar con recursos personales para automotivarse.
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b) Enfoques del aprendizaje inclusivo, la educación para todos (UNESCO) e Informe Horizon
El enfoque del aprendizaje inclusivo o del aprendizaje amable Enabling Environment
(EENET) ha representado un gran avance en la educación al reconocer diversidad en ritmos y estilos
de aprendizaje. Surgió inicialmente para incluir a discapacitados físicos o psíquicos en las aulas
marcando objetivos individuales de aprendizaje y es pionero en promover los juegos como
herramientas didácticas para la inclusión escolar (Booth, Ainscow, & Kingston, 2002).
Otra experiencia a gran escala que recoge carencias y requerimientos en educación es el
Programa UNESCO EPT “Educación para todos 2000-2015”. Su Objetivo 4 se orientó a reducir un
50% el analfabetismo de adultos y a facilitar el acceso equitativo de adultos a educación básica y
permanente. Consiguió reducir el analfabetismo global apenas del 18% al 14%; concluyendo que
debía revisar los métodos.
Las estrategias de acompañamiento que la UNESCO consideró necesarias para el éxito del
Programa fueron 4: conseguir el compromiso de la sociedad civil (ONG y empresas); lograr la
participación local en la gestión de los centros educativos; conseguir mejorar la condición social, el
ánimo y la competencia profesional de los docentes (faltan docentes); y aprovechar las tecnologías de
la información y la comunicación (UNESCO 2000-2015).
En el Informe Horizon 2014 para niveles de primaria y secundaria, los videojuegos se
ensalzaron como tecnología emergente de incorporación progresiva. Mención especial reciben
videojuegos como “Classcraft” aplicable a cualquier tema, y “Minecraft” para la organización de las
ciudades y temas medioambientales.
El informe Horizon2016 sobre educación universitaria, evitó pronunciarse sobre los
seriousgames en el aprendizaje en las aulas (Johnson, 2016). Vislumbró las universidades como
espacios de experimentación de tecnologías digitales y recomienda rediseñen sus espacios físicos y
virtuales para estimular aprendizajes innovadores, apliquen el aprendizaje basado en proyectos (ABP)
y desarrollen los Makerplaces para la creatividad multidisciplinar.
Revista Fuentes
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Los “juegos serios” como instrumento de empoderamiento y aprendizaje socio-laboral inclusivo 99
El negocio global de videojuegos se estima ha alcanzado unos cien mil millones de dólares;
superior a la música. En España se calcula su producción en 1.810 millones de dólares (datos 2016)
y creciendo. Como consumidor, España es el cuarto país de Europa y el octavo del mundo que más
videojuegos consume. Esto da una idea de lo habituada que está la juventud española a jugar; Datos
de Newzoo (Desarrollo Español de Videojuegos, 2016, p. 12).
El Desarrollo Español de Videojuegos 2016, informa que el salto en crecimiento del empleo
en el sector de videojuegos se produjo en España en 2014-2015. Las plantillas crecieron un 32%,
alcanzando los 4.460 profesionales; todos ellos de alta cualificación, entre empleados y colaboradores
directos.
Cada región de España cuenta ya con diseñadores de videojuegos. Territorialmente, las
empresas de videojuegos nacen concentradas en las grandes ciudades. Y por comunidades, en España
se distribuyen entre Cataluña, con el 38% del empleo (empresas como King y Social Point), la
Comunidad de Madrid, con el 28% y Andalucía, con un 10% del empleo total (Desarrollo Español
de Videojuegos, 2016, p. 25).
Últimamente sus técnicas de gamificación y edutenimiento se expanden transversalmente hacia
otros sectores bajo la denominación de “seriousgames” y “simuladores” para aprendizajes vivenciales.
Los seriousgames son videojuegos con un propósito serio. Dentro de la industria de videojuegos, la
especialidad de seriousgames es a la que en estos momentos se le augura un mayor crecimiento
(Markets and Markets, 2015). Entre 2010 y 2015 su cifra de negocio global se multiplicó por 7. Y los
sectores como defensa, salud y aeronáutica han sido los pioneros en demandar más seriousgames
(juegos serios) y juegos de simulación (Djaout, Alvarez, Jessel, & Rampnoux, 2011). Consideran que
acelera y abarata el aprendizaje experimental.
2. Objetivo y metodología
El objetivo de esta investigación es describir y analizar las herramientas del videojuego serio o
de la gamificación e interpretar su contribución potencial a la formación de jóvenes adultos
descualificados con baja empleabilidad en el mercado laboral.
El problema se enmarca en las conclusiones de los programas formativos clásicos, las nuevas
competencias del mercado de trabajo y el éxito de la industria del videojuego. El análisis se apoya en
las contribuciones de expertos investigadores sobre la gamificación y en el estudio comparativo de
dos casos de videojuegos evaluados por usuarios.
La investigación realizada sigue una metodología descriptiva, comprende la descripción,
registro, análisis e interpretación de las condiciones existentes en lo relativo: al problema de los
jóvenes descualificados fuera del mercado laboral, las habilidades y competencias que requiere el
empleo del siglo XXI, las estrategias y recomendaciones expertas sobre formación de excluidos; así
como las tendencias en la industria de los videojuegos.
El interés de la cuestión que ha abordado esta investigación radica en si los videojuegos serios
van a ser un entretenimiento para amenizar las aulas, tal y como lo enfocan los autores de
“edutenimiento” (Revuelta, F., Valverde, J., & Esnaola, G., 2013), o si estamos ante un instrumento
capaz de ampliar las capacidades del docente y llevar la formación a públicos amplios y difíciles.
Ya las experiencias de educación on line y en especial los MOOCs intentan incorporar
procedimientos que ahorren trabajo al profesor, como la evaluación por pares de las tareas realizadas.
Pero la investigación quiere ir más allá, adentrarse en el potencial de incorporación sistemática de las
herramientas de gamificación a la docencia considerando también que el desánimo de tutores y
docentes es otro de los problemas de la educación identificados por los programas internacionales.
La hipótesis se enuncia como que los videojuegos serios son una herramienta de alto potencial
para adaptar al mercado laboral a jóvenes descualificados.
Entre los supuestos en que se basa esta hipótesis, destaca que la tecnología de gamificación ha
desarrollado elementos innovadores de alta eficiencia en aprendizaje que son incorporables al diseño
de videojuegos serios o educativos.
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100 Teresa Rojo & Selda Dudu
Los datos que se han seleccionado para este estudio son datos estadísticos sobre la
empleabilidad de jóvenes descualificados, los adultos jóvenes sin formación, sobre el consumo de
videojuegos, etc. Búsqueda bibliográfica de autores e informes que han trabajado la gamificación, las
conclusiones de sus análisis de sus características innovadoras como instrumento apto para la
enseñanza-aprendizaje. Igualmente, búsqueda de trabajos desde el punto de vista de los jugadores y
de los diseñadores; así como de los evaluadores de los valores educativos de los juegos.
3. Marco teórico
Los videojuegos desde un punto de vista teórico se pueden analizar como sistemas de
gamificación cuya finalidad es conseguir motivar o implicar a las personas hacia experiencias y
comportamientos deseables (Burke 2014; Werbach & Hunter, 2012). Los videojuegos serios son los
que su objetivo se orienta mas a fines sociales y educativos que comerciales. Las simulaciones son
una variante de los videojuegos serios.
Es decir que la gamificación es como una caja de herramientas para manipular la diversión y
que se puede aplicar a una variedad de actividades y de tareas aisladas o configurando un juego.
Definen Werbach & Hunter la gamificación como “el uso de elementos de juego y de técnicas de
diseño de juegos en contextos que no son de juegos. (Werbach & Hunter 2012, p. 26). La gamificación
es crear experiencias tipo juego, no necesariamente un juego, usa el pensamiento y los elementos del
juego
El juego se manifiesta en sí mismo como una experiencia integrada, pero va construido por
muchas piezas pequeñas. Las tres cosas por las que los juegos interesan según Werbach & Hunter
(2012, p. 31) son:
- la implicación, los juegos o sistema de gamificación bien diseñado son herramientas que
motiva, activan activan el sistema de dopamina de la mente que está asociado con el placer.
- la experimentación.- ofrece experiencia, un espacio de posibilidad, en el que se puede
fracasar y volver a empezar, posibilita adoptar nuevos enfoques. Es lo que los asemeja a
la vida real. el juego como conjunto de experiencias significativas.
- los resultados.- funciona, la gente aprende, fideliza, responde mejor después de la
experiencia del juego.
Precisamente son cosas que echan en falta los análisis que han precedido sobre la educación:
el compromiso como clave para aprender, las experiencias laborales necesarias para la inclusión en el
mercado de trabajo.
Con vistas al objetivo de vislumbrar su aplicabilidad a mejorar la formación de jóvenes
descualificados y con riesgo de exclusión del mercado de trabajo, en las páginas que siguen se
sintetizan aportaciones de autores que han investigado sobre las características del game thinking y
las herramientas de gamificación desarrolladas para motivar hacia tareas o diseñar videojuegos serios
o de entretenimiento.
a) Hay que definir el juego; definir el juego es esencial. Se trata de usar la diversión para
cambiar el comportamiento de la gente, la diversión motiva a la gente, pero ¿hacia qué se
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Los “juegos serios” como instrumento de empoderamiento y aprendizaje socio-laboral inclusivo 101
b) Decisiones, opciones. No todos los juegos son divertidos, pero sí son voluntarios. El que
juega toma decisiones, elige, con consecuencias que afectan a su experiencia de juego. Hay
que ofertar elecciones. el sentido de control que tienen los jugadores en los juegos (por las
elecciones que toman) es poderoso. (es una emoción de dominio, de poder). El círculo
mágico indica que el juego es lo que pasa dentro de ese círculo. Se trata de crear ese
pequeño mundo que es significativo para algunos; los jugadores o estudiantes.
c) Estructura. En cuanto a la estructura hay que tener en cuenta que los comportamientos
deseados puedan ser modelados a través de un conjunto de algoritmos.
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Tabla 1.
Lo que el jugador aprende en los videojuegos
1.Tener propósitos que conseguir 2.Pensar a largo plazo
Como jugador experimentado Humberto Cervera (Tedx 2012) admite que el juego le ha
preparado para la vida real y enseñado habilidades como atreverse, arriesgarse, persistir, pensar a largo
plazo, explorar, tener propósitos y, sobre todo, colaborar con los demás. Son habilidades que
especialmente necesarias para desenvolverse en el mercado de trabajo, como se ha visto en páginas
anteriores. Igualmente, Huberto Cervera reconoce que el juego le ha cambiado y le ha dado la
oportunidad de practicar a decidir cambios en el mundo del juego, su narrativa, sus resultados. Se
refiere por tanto a la motivación intrínseca que sería la clave de que en los videojuegos y en la
enseñanza se genere el ciclo de la implicación.
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Los “juegos serios” como instrumento de empoderamiento y aprendizaje socio-laboral inclusivo 103
para evaluarlas, pero carece del tiempo para evaluar manualmente con detalle y darle
retroalimentación detallada a cada estudiante sobre el progreso de sus tareas.
- Tener mentores iniciales de forma que podamos aprender de personas y sus experiencias
en áreas específicas
- Experiencias personales previas;
- Objetivos claros;
- Que las acciones y los objetivos nos importen emocionalmente;
- Que la oportunidad de actuar traiga una respuesta significativa de nuestra comunidad
(local/global)
Con este supuesto acerca de las acciones inteligentes, para Gee (2013) las herramientas digitales
habrán de servir a la gente para resolver problemas, producir conocimiento y permitir que las
personas cuenten y contribuyan. Acuña el término de “inteligencia sincronizada” significando que
los videojuegos contengan procesos de aprendizaje colaborativo, mediante interacción entre
jugadores y que estimulen su contribución creativa.
En un trabajo posterior, Gee (2016) propugnaba reestructurar el aprendizaje digital y que los
videojuegos contribuyan a experiencias educativas significativas. En su contribución a una formación
impartida en la UNESCO –MGIEP seleccionó 24 principios de diseño de un buen videojuego para
el aprendizaje (véase síntesis agrupada en tabla 3).
El enfoque del videojuego serio como apoyo educativo lo argumentan autores como Pablo
Bergamo (2013) el videojuego gusta porque transmite emociones, motiva a usarse; abre la puerta a
hacer las cosas por el placer de hacerlas, no por la obligación de hacerlas. Entiende que todas las
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personas están por aprender si se les evita el tedio de estudiar memorizando. El videojuego puede
transformar la propia visión de la meta.
Para este autor, la tecnología de los videojuegos en las aulas es una herramienta; como leer una
novela para la clase de literatura. El docente tiene que darle significado a la tarea realizada en
videojuego. De manera que el objetivo estará en crear actividades educativas que utilicen estos
instrumentos, en diseñar tareas cortas que puedan ser equivalentes a la lectura de varios libros
(Bergamo, 2013).
Tabla 2.
Elementos clave para evaluar la gamificación de contenidos en un videojuego.
1.Niveles de experiencia para medir el 2.Objetivos múltiples a largo y corto plazo
progreso: (2) gestionar la economía de la atención (4)
(1) Diseña experiencias para la resolución de mecánica de juego mas contenidos bien
problemas (8) Crear flujo empezando con reto combinados (6) mecánica mas simple al
manejable, poco estrés. (7) éxito temprano y principio y profundizando (10) ordenar bien los
margen para acomodarse antes de retos problemas, generar ideas
mayores. (19) bajar el coste del fracaso para
incentivar el explorar e innovar
3.Premia el esfuerzo 4.Responde rápido con frecuencia y con
(3) motivación, implicación, persistencia, claridad
identidad. (5) Funcionamiento justo de la (11)se apoya en el aprender haciendo. (12)da
mecánica del juego. datos para la resolución de problemas. (17)Da
mucha retroalimentación para su progreso (21)
asesora el crecimiento y trayectoria con datos
(22) aprendizaje integrativo y evaluación (con
datos)
5.Elemento de incertidumbre final 6.Ventanas de atención destacada. Aportes
(momentos épicos) información
(9)crea ciclo experto, practica-dominio-reto (14)situar significado de palabras con acciones
(13)las actividades conectan con logros y (15)dar lenguaje e información justo en el
estrategias (23)se estimula la modificación y el momento preciso (16)crea peceras y cajas de
hacer (jugador diseñador) (24)se anima el arena para reflexionar
pensamiento sistémico
7. Otras personas: juego colectivo o
comparación y comentario con otros
(18) Profesores dan feedback a los diseñadores
del juego (20) se ofrecen opciones y
personalización.
Fuente: elaborado agrupando las variables de Gee (2016) en la matriz de T.Chatfield (2010)
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Los “juegos serios” como instrumento de empoderamiento y aprendizaje socio-laboral inclusivo 105
De los 21 juegos ofertados a los alumnos para jugar, sobre temas medioambientales, dos que
atrajeron especialmente el interés de los jugadores fueron: “el granjero del tercer mundo” (evaluado
por 17 jóvenes) y “Misión imposible salvar el planeta” (evaluado por 7 jóvenes). Cada juego se jugó
en parejas.
La mayor parte de los jugadores valoraron que ambos juegos reunían los requisitos básicos de
establecer etapas de complejidad, objetivos graduales, aportar información para la toma de decisiones
y sobre el resultado de sus acciones, así como algunas posibilidades de personalización a través de las
opciones.
Por otra parte, ambos juegos se consideró que mostraban buena calidad gráfica y ninguno de
los dos ofrecía posibilidad de juego colectivo. Las grandes diferencias se pueden encontrar en los
momentos “épicos” que ofrece cada juego.
Pero curiosamente, aunque el tema del “granjero del tercer mundo” atrajo a jugar a un mayor
número de jóvenes, también causó una gran frustración especialmente por las siguientes razones. Se
consideró que era “injusto” ya que el resultado del turno de juego estaba supeditado a
acontecimientos que sobrevenían al azar (enfermedad y muerte de familiares, malas cosechas) o
externos a él (infraestructuras) sin poder actuar al respecto. Se echaban de menos opciones como
pedir ayuda, acudir a ong.
Por otro lado, el juego se consideró que tenía “truco” de manera que si el jugador se focalizaba
en “la gestión económica” y en “diversificar las cosechas” alcanzaba un éxito rápido fulgurante con
la modernización de su granja y aumento de sus cosechas. Estas consideraciones apuntan a una falta
de conexión entre actividades y logros que rompen el interés por resolver los problemas que plantea
el juego por la futilidad de las acciones haciendo desaparecer el atractivo de “la incertidumbre final”.
Se consideró por lo tanto que el juego lo que pretendía era hacerte vivir una experiencia
emocionalmente dolorosa al jugador de la penuria del granjero del tercer mundo con recursos tan
limitados que se puede encontrar viendo morir a sus seres queridos por la imposibilidad de pagar las
vacunas o medicinas que necesitan. Especialmente un aspecto de la personalización del juego consiste
en decidir tener familia y ponerles nombre a los hijos, lo cual se consideró especialmente cruel cuando
el hijo enferma y eventualmente fallece.
En cuanto al juego “Misión Imposible - Salvemos el Planeta” fue valorado como un juego
“justo” en la manera de puntuar, premiar e informar del éxito obtenido en los aciertos a las pruebas–
mini juegos de distintos niveles, sobre problemas y soluciones medioambientales, en distintas partes
del mundo y pudiendo el jugador elegir personaje y nombre.
Otra de las ventajas valoradas en el juego de “Misión Imposible – Salvemos al Planeta” fue
que se lucha contra malvados que destruyen el planeta. Es decir que gustaba el hecho de que hubiese
un enemigo, un personaje “malo”, “un villano” que quería acabar con el medio ambiente y que al
final de cada etapa salía derrotado. En cambio, en el “granjero del tercer mundo” la maldad se
presentaba despersonalizada y azarosa, desanimando al jugador a intentar esforzarse de nuevo en
resolver el problema.
En conclusión, aun contando con los elementos que componen una gamificación, un
videojuego serio puede estar mal realizado. El usuario o estudiante, en este caso, se muestran muy
sensibles a la falta de diversión en el juego y su capacidad de controlar cambios y opciones.
5. Conclusiones
Están excluidos del mercado de trabajo en España, 6 de cada 10 de los jóvenes de 20 a 34 años
con sólo estudios primarios y ni estudian ni trabajan. Han tenido oportunidad de acceder a una
formación en la que ni se han comprometido ni implicado, aspectos necesarios para aprender, además
de la interactividad con profesores, contenidos y compañeros. Este problema requiere atención desde
la oferta educativa.
Por otro lado, el mercado de trabajo está cambiando. Los empleos requieren cada vez más
personas formadas para el trabajo flexible e interconectadas. La tendencia es hacia un trabajador
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106 Teresa Rojo & Selda Dudu
responsable, que toma sus propias decisiones, autónomo que resuelve problemas sin supervisión
constante y que maneja la tecnología. Son cualidades que se entrenan con los videojuegos.
De las necesidades que entiende Robinson (1999) que le son necesarias al trabajador del siglo
XXI, se observa más adelante que son en parte habilidades entrenadas en los videojuegos, entre otras
estarían: adaptabilidad innovadora, aprender a aprender, autonomía y responsabilidad; mantener el
interés, etc.
Los informes sobre programas para la educación inclusiva de adultos enumeran como
estrategias para aumentar su rendimiento: la oportunidad de experiencias laborales, el buen ánimo
de tutores y profesores, seguimiento individual y formación en TIC.
Son cuatro aspectos en los que los videojuegos tienen posibilidad de contribuir ya que crear
experiencias o simulaciones es precisamente su especialidad, los tutores y profesores necesitan
instrumentos de apoyo, el videojuego permite un seguimiento de progreso individual y la formación
en TIC debe ir más allá de usar el ordenador para redactar el currículo, considerando que la mayor
parte de estos jóvenes llevan ya 10 años jugando videojuegos.
La gamificación es una innovación tecnológica que se está consolidando en la segunda década
del siglo XXI y que anuncia una revolución paradigmática similar a la informatización de las
actividades en los años 1980. Lo prueba el hecho de que la gamificación ha contribuido a crear
videojuegos de entretenimiento que enganchan y apasionan a los jugadores para alcanzar objetivos y
entrenar habilidades. Las herramientas para la motivación intrínseca y extrínseca están bien
identificadas.
Los elementos que componen la gamificación de conocimientos son bastante conocidos y
desarrollados y son trasladables a la formación de juegos serios o juegos educativos. Básicamente se
trata de 6 a 7 elementos: aportar experiencias personalizables; graduar el objetivo; aportar la
información cuando se necesita para aplicarla al progreso del aprendizaje; premiar, y evaluar con
rapidez; crear expectativa y aportar momentos épicos; oportunidad de compartir la experiencia o el
feedback.
Aunque la gamificación puede adaptarse a la creación de videojuegos serios (o educativos) para
público diverso, dado su elevado coste de creación, son una prioridad socio-educativa crearlos
adaptados a la mejora de habilidades y conocimientos de aquellos grupos de jóvenes con los que las
pedagogías más tradicionales de libro de texto-resumen-examen han fracasado y se encuentran en
riesgo de exclusión laboral, siendo jóvenes entre los que la cultura del juego digital sí está más
instaurada.
A partir del estudio de dos casos de evaluación por jóvenes sobre dos juegos de aprendizaje
medioambiental, se concluye que los usuarios rechazan experiencias frustrantes, de opciones
limitadas y que les parezca injusto en la asignación de puntuaciones o soluciones a los problemas que
surjan a lo largo de la experiencia.
Se hace necesaria la implicación del profesorado en trabajar junto con los diseñadores de
videojuegos para producir nuevos videojuegos serios. El videojuego, lejos de sustituir al profesor, es
una herramienta de su programación docente. Familiarizarse con las herramientas de la gamificación
le permitirá al profesor contribuir a trasladar los contenidos en el diseño del videojuego. La tarea
requiere un volumen de información, documentación, graduación de complejidad del conocimiento,
diseño de ejercicios prácticos, indicadores de éxito y de evaluación continua, creación de puntos
álgidos de éxito, etc.
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2017, 19(2), 111-124 http://dx.doi.org/10.12795/revistafuentes.2017.19.2.08
RESUMEN La formación de los futuros profesores de la escuela secundaria debe afrontar como un nuevo desafío
la formación en competencias digitales que favorezcan el desarrollo de pedagogías mediáticas. Pese a las actuales
demandas de las políticas educativas argentinas, con una fuerte referencia a la inclusión digital como horizonte de
transformación de las escuelas, las instituciones formadoras de profesores permanecen ancladas en una pedagogía de
la formación docente de corte academicista y con un modelo de transmisión que toma como referencia las prácticas
tradicionales de enseñanza. En el presente artículo se sistematiza una experiencia pedagógica didáctica desarrollada
en el año 2016 en el marco de la Cátedra Teorías Contemporáneas de la Educación del Profesorado en Ciencias de
la Educación. Esta carrera se dicta en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA),
Argentina. Los objetivos que orientan este trabajo son 1) Sistematizar una experiencia pedagógico-didáctica que
incluye el uso de las TIC y demanda la puesta en juego de competencias mediáticas en una carrera de profesorado de
cursado presencial; 2) Conocer si el uso de las TIC en las prácticas de la enseñanza del profesorado interpela la
gramática tradicional y academicista que distingue los trayectos de formación docente. La estrategia metodológica es
cualitativa, con un estudio de tipo descriptivo-interpretativo. Se reconstruyó la experiencia mediante descripciones y
notas de campo realizadas por los formadores durante el desarrollo de la misma y un cuestionario on line a partir del
© 2017 Editorial Universidad de Sevilla
ABSTRACT The training of future secondary school teachers must face, as a new challenge, the training in digital
skills to favour the development of media pedagogies. Despite the current demands of Argentinian educational
policies, with explicit references to digital inclusion as key to the transformation of schools, teacher training
institutions remain anchored in a traditional academic pedagogy based on a model of transmission that takes
traditional teaching as a point of reference. This article presents a teaching experience developed in the year 2016 in
the context of the Chair of Contemporary Theories of Teacher Education. This course is taught at the Faculty of
Humanities of the National University of Catamarca (UNCA), Argentina. The objectives of the present study are: 1)
to systematise a pedagogical-teaching experience that includes the use of ICT and demands the bringing into play of
media competences; 2) to know if the use of ICT for teaching challenges the traditional and academic approaches
that characterise teacher training. The research methodology used is qualitative, presenting a descriptive-interpretative
study. The experience was reconstructed through descriptions and field notes taken by the trainers during its
implementation. An online questionnaire was also used, from which the opinions of the participating students were
retrieved
.KEY WORDS: teacher training; media pedagogy; grammar school; ICT
Dirección de correspondencia:
Ana Griselda Díaz, Universidad Nacional de Catamarca UNCA - Argentina. E-mail:
anagriseldadiaz@gmail.com.
José Alberto Yuni, Consejo Nacional de Investigación Científica y Técnica – Conicet / Universidad
Nacional de Catamarca UNCA- Argentina. E-mail: joseyuni@gmail.com. ORCID: 0000-0002-9878-
5664
112 Ana Griselda Díaz & José Alberto Yuni
1. Introducción
El acceso a las Tecnologías de la información y la comunicación (TIC), los usos que se hacen
de ellas y su papel en los procesos formativos de los futuros profesores interpelan los formatos
tradicionales que caracterizan la formación docente en Argentina. Estos fenómenos nos desafían a
replantear y recrear permanentemente las decisiones y acciones que definen las prácticas formativas.
Si bien los jóvenes que transitan la formación docente despliegan prácticas digitales como parte de
sus actividades cotidianas, ello no implica que puedan transferir esos saberes al repertorio de
habilidades profesionales y, más aún, incorporar las tecnologías digitales a sus prácticas docentes con
un sentido pedagógico.
Actualmente los escenarios en los que se despliegan las prácticas de enseñanza presentan alta
disponibilidad tecnológica (Maggio, 2012). El uso de las tecnologías digitales no se circunscribe al
ámbito social, político, laboral, económico, recreativo, entre otros, sino que también se introdujo en
las aulas como parte de las tendencias sociales y culturales que distinguen al actual contexto
informacional en que vivimos. Las tecnologías digitales son objetos que nos acompañan a diario y
permanentemente. Habitamos “un mundo en donde la comunicación es cada vez más convergente
y confluye en un mismo dispositivo tecnológico” (Gozálvez Pérez, García Ruiz y Aguaded Gómez,
2014 p. 19). Sin embargo, que tengamos a nuestra disposición un conjunto de herramientas
tecnológicas no implica que se haga un uso competente de las mismas.
La universidad no puede mantenerse al margen de los procesos de interacción comunicativa,
lo que impone la necesidad de que formadores y sujetos en formación desarrollen competencias
mediáticas que posibiliten la apropiación de los medios de una manera responsable, eficaz y ética.
Ferrés y Piscitelli (2012) señalan que “la competencia mediática contribuye al desarrollo de la
autonomía personal de los ciudadanos y ciudadanas, así como su compromiso social y cultural” (p.76).
Desde una perspectiva holística e interrelacionada, estos investigadores señalan que el desarrollo de
competencias mediáticas requiere la consideración de una serie de dimensiones básicas: los lenguajes,
la tecnología, los procesos de producción y difusión, los procesos de recepción e interacción, la
ideología y los valores, y la dimensión estética.
La formación de nuevas competencias pone en tensión los tradicionales modos de enseñar en
el contexto universitario y expone la necesidad de que los formadores renueven sus prácticas
educativas teniendo como referencia, entre otros factores, los distintos conocimientos vinculados al
contenido curricular, las particularidades y posibilidades de los estudiantes para apropiarse de tales
contenidos y, cada vez con mayor relevancia, al uso de las tecnologías para mejorar los procesos de
enseñanza y aprendizaje. Investigadores como Litwin (1997, 2005), Coll (2004), Coll, Mauri y
Onrubia, (2008), Koehler y Mishra (2006); Aparici (2010), Maggio (2012), Dussel (2011), Díaz Barriga
(2013), Kap (2015), Lion (2006), Foglino (2015), nos ayudan a analizar y comprender los sentidos
acerca del uso didáctico e integración de las nuevas tecnologías en los proyectos educativos y las
prácticas de la enseñanza.
En este artículo pretendemos sistematizar una experiencia pedagógica didáctica desarrollada
en el año 2016 en el marco de la Cátedra Teorías Contemporáneas de la Educación del Profesorado
en Ciencias de la Educación. Esta carrera se dicta en la Facultad de Humanidades de la Universidad
Nacional de Catamarca (UNCA), Argentina. Los objetivos que orientan este trabajo son 1)
Sistematizar una experiencia pedagógico-didáctica en la que se incluye el uso de las TIC y se demanda
la puesta en juego de competencias mediáticas en una carrera de profesorado de cursado presencial;
2) Conocer si el uso de las TIC en las prácticas de la enseñanza del profesorado interpela la gramática
tradicional y academicista que distingue los trayectos de formación docente.
El enfoque teórico que sustenta nuestra indagación es interdisciplinario y se apoya en los
aportes de las perspectivas críticas de los Estudios Sociales y Culturales, la Pedagogía Mediática, la
Didáctica y el Currículum. La estrategia metodológica es cualitativa, con un estudio de tipo
descriptivo-interpretativo. Se reconstruyó la experiencia mediante descripciones y notas de campo
realizadas por los formadores durante el desarrollo de la misma y un cuestionario on line a partir del
cual se recuperaron las opiniones de los estudiantes participantes.
Revista Fuentes
2017, 19(2), 111-124
Desplazamientos y tensiones en las gramáticas formativas de futuros profesores: análisis de una 113
experiencia didáctica en la Universidad
A partir de la última reforma educativa que se inicia en el año 2006 con la sanción de Ley de
Educación Nacional (LEN) se desarrollaron diferentes iniciativas orientadas a promover la inclusión
de las TIC en los planes de estudio de carreras de profesorado. Al respecto Angeli, Paoloni y Solivellas
Revista Fuentes
2017, 19(2), 111-124
114 Ana Griselda Díaz & José Alberto Yuni
(2012) señalan que existe una normativa vigente a nivel nacional del Consejo Federal de Educación
y el Instituto Nacional de Formación Docente -INFD- (Res. 24/07) que considera a las TIC en
términos de Nuevas Tecnologías Educativas y Tecnologías de la Comunicación y la Información
como contenido curricular dentro del campo de la Formación General y de la Formación Específica
de todas las carreras de profesorado. En abril de 2011 el Consejo Universitario de Ciencias Exactas
y Naturales (CUCEN) conjuntamente con la Asociación Nacional de Facultades de Humanidades y
Educación (ANFHE) elaboraron los Lineamientos Básicos sobre Formación Docente de Profesores
Universitarios de nuestro país en los que se prescribe como área de conocimiento para todas las
carreras de profesorado la Tecnología Educativa y se explicitan contenidos mínimos.
La definición de espacios curriculares específicos y comunes a todos los profesorados,
vinculada a la exigencia de que “el acceso y dominio de las tecnologías de la información y la
comunicación formarán parte de los contenidos curriculares indispensables para la inclusión en la
sociedad del conocimiento (Art. 88 LEN)” así como el posicionamiento político de que los futuros
docentes deben “Desarrollar las competencias necesarias para el manejo de los nuevos lenguajes
producidos por las tecnologías de la información y la comunicación (Capítulo II, LEN)” dan cuenta
de que el desarrollo de competencias mediáticas y la inclusión de las TIC en el nivel superior es
también responsabilidad de los formadores de futuros docentes así como de los diversos actores que
intervienen en las universidades e institutos de formación docente que proponen carreras de
profesorado como oferta formativa.
4. Descripción de la Experiencia
La experiencia que describimos a continuación fue diseñada como una instancia de evaluación
parcial correspondiente a la asignatura. Una de las finalidades que orienta las decisiones didácticas y
pedagógicas de la propuesta de cátedra es Revalorizar el papel de las teorías educativas en la
comprensión de la práctica y en el desarrollo de una praxis pedagógica situada y contextualizada.
Desde esta referencia, en el programa de cátedra definimos para el eje N° 3, denominado Las teorías
críticas de la educación, los siguientes contenidos: Pedagogías críticas latinoamericanas: nudos
conceptuales constitutivos. La actualidad del pensamiento Freireano.
Desde el inicio del cursado se propuso a los estudiantes diferentes actividades y evaluaciones
que incluyeron el uso de las TIC. Entre las más importantes cabe señalar la construcción de
presentaciones cuya animación incluía videos elaborados por los compañeros usando sus teléfonos
móviles; uso de grupo de Facebook y del campus virtual mediante plataforma moodle (para compartir
material bibliográfico, actividades, participación en foro y wiki). La cantidad de estudiantes que
participaron en la propuesta formativa de la asignatura en el año 2016 fueron 13, con un rango de
edades comprendido entre los 22 y 34 años.
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experiencia didáctica en la Universidad
El propósito de esta actividad de evaluación es que juntos ampliemos nuestros conocimientos acerca
de la obra de Freire y para ello pretendemos que pongan en juego todas sus habilidades.
A continuación les hacemos dos propuestas y cada uno deberá optar por una de ellas o bien hacer otra
propuesta que nos permita construir una dinámica alternativa para conocer la obra de Paulo Freire a
partir de los diferentes textos elegidos por cada uno de ustedes. Algunos detalles no están definidos
porque los acordaremos juntos en el encuentro presencial.
Paso a contarles:
Primera propuesta: Concurso de Booktubers #TeinvitoaleerFreire
Esta idea no se nos ocurre a nosotros solos sino que la recuperamos de las actividades propuestas en
el marco del 3º Festival de la Palabra y las Artes organizado por la Secretaría de Cultura de Catamarca.
En esa oportunidad se convocó a los adolescentes catamarqueños –o residentes en Catamarca- de entre
12 y 16 años a participar del concurso de booktubers "Te cuento un libro”.
Como Uds. saben, pero lo recuerdo, los booktubers son amantes de los libros que graban video-reseñas
y las suben a YouTube para que sus pares las vean y comenten. En esas reseñas, los booktubers no
solo hablan de libros y de sus autores, también de todos los actos que rodean al libro: desde el deseo y
la espera, la compra, el regalo, la lectura, hasta el coleccionismo y el almacenamiento.
La intención de la Secretaría de Cultura era que esta propuesta sirva para incentivar la lectura entre los
adolescentes, promoviendo la recomendación de lecturas entre pares. Nuestra intención es que a partir
de sus recomendaciones otros estudiantes de profesorado conozcan y quieran ampliar sus
conocimientos acerca de la obra de Paulo Freire.
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Segunda propuesta
Concurso de recensiones "Te invito a leer a Freire"
La finalidad de esta propuesta, al igual que la anterior, radica en conocer diferentes textos de la Obra
de Paulo Freire con la ayuda de los compañeros.
La recensión se construirá de forma individual y deberá ser entregada y compartida con los compañeros
el día viernes 4 de noviembre. Luego de la puesta en común y la revisión de los textos, se construirá
un solo documento que se compartirá con los estudiantes del profesorado en Ciencias de la Educación
de forma digital. Y formará parte de las producciones de cátedra de los estudiantes.
2. Estructura básica
1. Presentación de la obra
Los datos relativos a la obra (autor, título, editorial...) se recogen descriptivamente en los inicios de la
1Por cuestiones de extensión, sintetizamos las orientaciones que se brindaron a los estudiantes. Para acceder al
texto completo consultar: http://jcvalderrama.webs.com/recension.htm
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experiencia didáctica en la Universidad
argumentación. De todos modos, es mejor que se ofrezcan esos datos en un primer párrafo de carácter
narrativo, presentando brevemente el objeto de lo que a partir de ese momento comenzará a discutirse
o exponerse.
En la clase del viernes 28 de octubre entregamos la indicación escrita de la propuesta cada dos
estudiantes. Aunque la actividad debía ser desarrollada individualmente ellos decidieron discutirla por
grupos y centraron su discusión sólo en la posibilidad de elegir una u otra opción de evaluación y no
en la construcción de una nueva propuesta, que era otra posibilidad. Luego de la lectura de las
propuestas de evaluación todos eligieron la opción Concurso de Booktubers #TeinvitoaleerFreire.
Entre los argumentos que esgrimieron para explicar por qué no eligieron la elaboración de las
recensiones, el de mayor fuerza fue que dada la época del año consideraban que su elaboración les
llevaría mayor cantidad de tiempo. Luego de la lectura y discusión grupal de las indicaciones de
trabajo, los estudiantes propusieron las siguientes modificaciones a la propuesta original:
5. Resultados de la experiencia
Volver sobre nuestras prácticas para sistematizarlas nos permite analizar algunas tensiones que
surgen cuando se pretenden utilizar herramientas tecnológicas y promover el desarrollo de
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competencias mediáticas en los procesos de formación docente. La idea de tensiones, con la que
presentamos este apartado, refiere a situaciones o problemas que emergen en las prácticas de
enseñanza y que generan inquietudes, preocupaciones, dudas y/o incertidumbres que no tienen una
única respuesta, solución o resolución posible, sino que desafían los saberes y prácticas pedagógicas
y didácticas disponibles (Foglino y otros, 2015).
A continuación, recuperando las opiniones de algunos de los estudiantes que participaron de
la experiencia y nuestras propias lecturas como formadores, reflexionaremos en torno a dos grandes
ejes:
- El uso pedagógico didáctico de las TIC como posibilidad para re crear las prácticas de la
enseñanza movilizando una variedad de conocimientos y saberes.
- Replantear el clásico paradigma de la comunicación como eje para la transmisión de los
contenidos de la enseñanza: nuevos tiempos y espacios para la formación
5.1. Uso pedagógico didáctico de las tecnologías como posibilidad para recrear las prácticas del
profesorado
La elaboración y posterior publicación del video en un sitio web -YouTube- imponía el desafío
de que los estudiantes no solo debieran conocer el contenido de la enseñanza (la obra de Freire) sino
también implicaba la elaboración de un recurso didáctico que les posibilitara explicar a otro la idea
de un autor, había que producir un recurso didáctico consistente en la construcción de un nuevo
mensaje a través de un dispositivo y un formato alterativo de la gramática pedagógica tradicional.
El uso pedagógico didáctico de las TIC en las prácticas de la enseñanza es un tipo de
conocimiento que debe ser enseñado y aprendido durante los procesos de formación docente. Mishra
y Koehler (2006) proponen que el uso pedagógico de la tecnología requiere del desarrollo de una
forma del conocimiento situado, específico y complejo al que denominaron Technological
Pedagogical Content Knowledge (TPCK). Desde esta perspectiva la enseñanza mediada por
tecnologías es una actividad altamente compleja, que precisa de la integración de varios tipos de
conocimiento.
El TPCK se considera una forma emergente de conocimiento que va más allá de los tres
conocimientos básicos (representados por el contenido Disciplinar, el Pedagógico y el Tecnológico).
El desarrollo de un saber pedagógico tecnológico situado durante el proceso formativo es uno de los
mayores desafíos que afrontamos en los actuales procesos de formación docente por las
características que tiene este tipo de saber y porque nos obliga a los formadores a replantear y re-
estructurar nuestros modos de enseñar. No puede quedar librado a la iniciativa propia de cada
estudiante o la voluntad de algunos docentes, sino que es un saber que debe ser enseñado y aprendido
durante la formación.
Las opiniones de los estudiantes respecto de qué significó y cómo valoran esta experiencia
para su proceso de formación docente, revelan que la misma fue significativa en tanto que las
actividades propuestas les permitieron re-construir los conocimientos de un modo más complejo; a
la vez que tuvieron que usar y ampliar sus propios saberes y potenciar sus habilidades tecnológicas.
Del siguiente modo lo expresaron algunos de ellos:
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experiencia didáctica en la Universidad
- Creo que en la formación docente es necesario trabajar con este tipo de propuestas para
hacer más interesante la lectura y participación de los alumnos.
Con relación a lo expresado en los párrafos anteriores consideramos oportuno recuperar los
aportes de Terigi (2012 citado en Foglino 2015) quién ha señalado los límites del saber pedagógico
disponible para atender a los múltiples desafíos que se plantean a las actuales prácticas de la
enseñanza, así como la particular situación de los docentes en el campo de la producción de saberes.
La autora sostiene que en la docencia “se transmite un saber que no se produce, al tiempo que, para
poder llevar a buen puerto esa transmisión, se produce un saber específico: el saber sobre la
transmisión” (citado en Foglino, 2015, p. 32).
En orden al desarrollo de competencias es necesario que el proceso formativo ofrezca
posibilidades de pensar sobre cómo conocer, cómo enseñar a conocer, para qué, por qué y cómo
trasmitir los conocimientos. Esta experiencia didáctica puso en juego habilidades que usualmente no
forman parte del repertorio de recursos profesionales que ofrece la formación docente (más propensa
a reducir el uso de las TIC a instrumentos funcionales a la lógica de la didáctica tradicional).
5.2. El clásico paradigma de la comunicación como eje para la transmisión de los contenidos: nuevos
tiempos y espacios para la formación
Las prácticas de la formación docente como acciones situadas, comprometidas e informadas,
que se desarrollan mediante la intervención y participación de los otros, ameritan la reflexión en torno
a uno de los sujetos claves que participan de este proceso: los estudiantes. El estudiante/joven/adulto
universitario requiere un proceso formativo que fortalezca su autonomía, el trabajo colectivo, la toma
de decisiones, el pensamiento crítico, el manejo de diferentes fuentes de información, el desarrollo
de habilidades para reconocer la diversidad de sujetos y contextos culturales, y el diseño e
implementación de propuestas de intervención.
Los sitios en Internet tales como YouTube así como las redes sociales nos dan la posibilidad
de compartir, crear, informar y comunicar. Las prácticas digitales son un elemento importante en la
vida de jóvenes y adultos. El uso de los medios digitales y del entorno virtual en el contexto de la
formación docente, implica llevar la información y la formación al lugar que los estudiantes
generalmente asocian con el entretenimiento, y al que es posible que se acerquen con menores
prejuicios (Aparici, 2010). No obstante, ese proceso implica una desestructuración de la lógica
formativa y un desplazamiento de sus prácticas, resemantizadas e interpeladas
La inclusión de las redes sociales y el uso de sitios web en los procesos educativos amplían las
posibilidades de participación y construcción colectiva del conocimiento. Sin embargo, los análisis
que realizamos hasta el momento (Diaz, Sánchez Escalante y Ormachea, 2016) muestran que
mediante el uso las redes sociales, particularmente Facebook, se replican las prácticas de la enseñanza
existentes, en tanto que se usan con un carácter meramente informativo/expositivo vinculado a la
gestión de la enseñanza.
En este contexto, las practicas digitales que habitualmente realizan los estudiantes no se
traducen y re construyen como competencias mediáticas específicas de la profesión docente, tales
como: habilidades y actitudes para realizar trabajos colaborativas, diseñar los procesos de anticipación
de la enseñanza que incluyan el uso de las tecnologías (proyectos de cátedra, planificaciones o
programas) construir recursos multimedia, explorar las posibilidades didácticas de las redes sociales
y software educativos específicos, ente otras.
Respecto a las situaciones planteadas anteriormente consideramos oportuno recuperar los
hallazgos de Vílchez López y Pérez Fernández (2013) quienes, mediante la aplicación de un
cuestionario electrónico en el que los estudiantes debían marcar o no el posible uso de algunos
recursos o bien mostrar su grado de acuerdo con determinadas afirmaciones, exploraron cómo
incorporan las TIC estudiantes de magisterio tanto a su vida habitual como a su aprendizaje
universitario. Este estudio señala que los estudiantes valoran sus propias e individuales capacidades
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para aprender tales como: experimentar nuevas propuestas metodológicas y adaptarse a diferentes
circunstancias, pero, la capacidad de trabajo en grupo es la menos valorada. La mayoría señaló que
usan los servicios de internet, navegan por páginas web, utilizan el correo electrónico, participan en
redes sociales, descargan productos audiovisuales. No obstante, es escasa la participación en
comunidades virtuales tipo SecondLife. En relación a la utilidad de internet, nos parece relevante que
el 93% de los estudiantes de la muestra considera que “internet es útil para buscar información y
aprender y, más del 60%, considera que las TIC mejoran la motivación para aprender, pero sólo
menos de la mitad (47%) las tendría en cuenta para “diseñar mis unidades didácticas” (Vílchez López,
J.E. y Pérez Fernández, F. ,2013 p. 163). Situación que revela la ausencia de una integración curricular
de las tecnologías digitales para el aprendizaje de habilidades propias de la actividad docente como lo
son, entre otras, el diseño de programaciones didácticas y el trabajo colaborativo evidenciando una
disonancia entre el uso personal de las TIC y su práctica pedagógica en formación.
Los sitios web y las redes sociales no fueron creados con finalidades propiamente educativas,
pero el uso social de las mismas modificó los modos de comunicarnos, así como de construir y
difundir el conocimiento. Ello puso en crisis el funcionamiento de las instituciones educativas,
históricamente destinadas a la transmisión del conocimiento. Nos inquieta la fuerza de la gramática
pedagógica tradicional y academicista que configuró históricamente a la formación docente en
Argentina (Diaz, 2011; Diaz y Yuni, 2015) en tanto impuso ciertas disposiciones en los estudiantes
tales como la concepción del aula como un espacio cerrado del que forman parte quienes pertenecen
a ese curso o asignatura particular, obturando otras posibilidades de interacción. Aula gestionada por
las decisiones del docente, en la que se toma apuntes y hay que estar en silencio para no distraerse de
lo que dice y hace el profesor, de la que dejamos fuera o relegamos las posibilidades que brinda la
tecnología para romper estas disposiciones como por ejemplo grabar la clase, sacar fotos, hacer
búsquedas, indagar acerca de los debates actuales en torno al tema que se estudia, usar el campus
virtual, entre otras.
En la indagación posterior al desarrollo de la experiencia didáctica, realizada a través de la
aplicación de una encuesta on line a los estudiantes, nos interesó abordar la resistencia que ellos
demostraron ante la consigna que proponía que el video producido por cada participante fuera subido
a YouTube. Interpretamos esa resistencia como una manifestación de las tensiones entre la gramática
formativa de corte tradicional y su interpelación frente a los intentos alterativos y alternativas que
proponen las pedagogías mediáticas. Esa tensión expone ciertas contradicciones y paradojas entre la
experiencia generacional que promueve la extimidad como modo dominante de sociabilidad juvenil
en las redes sociales; y el contexto formativo que, en el otro extremo, busca el repliegue introspectivo
e individualizado/individualista del sujeto en la apropiación de conocimiento y construcción de
saberes profesionales. En esas contradicciones, paradojas y tensiones, se produce un desborde del
contexto formativo interpelado por la experiencia generacional y por prácticas alterativas de la
gramática pedagógica. En esa dinámica formativa los sujetos en formación exploran otras
posibilidades de uso de las tecnologías digitales como medio de aprendizaje para aprender a ser y
hacer/se profesor.
La experiencia que propusimos a nuestros estudiantes pretendió ofrecer una situación
pedagógica en la que el conocimiento se construyera colaborativamente y que la mediación didáctica
del conocimiento adquirido se plasmara en un medio/recurso no tradicional. En su rol de enseñantes
en formación, los participantes no serían los espectadores de la producción de otros, sino los
creadores de un producto que expone sus saberes, conocimientos y habilidades. Recuperamos las
expresiones de algunos de los estudiantes respecto de cuáles fueron las razones o sensaciones que
influyeron en su decisión de no compartir su producción en YouTube:
- Quizás vergüenza, era la primera vez que hacíamos una propuesta como ésta
- (…) por temor a que el video no estuviese bien realizado, y quedara en evidencia, en
ridículo y pasara vergüenza. ¡El qué dirán! siempre nos anula. Sabiendo que del error se
aprende, no queremos pasar por esa situación.
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- En mi caso no me molestaba que lo suban a YouTube, pero supongo que tiene que ver
con la ansiedad que provocaría poner algo nuestro en una red social a la vista de todos.
- (…) quizás si hubiese tenido más tiempo realizaba un vídeo más completo, utilizando otras
herramientas audiovisuales. Pero no fue porque nos han dado poco tiempo para realizar
la actividad. Me encontraba cursando varias materias a la vez y se complicada con las
responsabilidades de la vida diaria y demás.
6. Reflexiones finales
Los avances tecnológicos cambiaron la forma en que los individuos se comunican y relacionan
con el mundo exterior. Situación que se evidencia en el preponderante uso de distintos sitios y redes
virtuales como YouTube, Facebook o Twiter. Este contexto implica la necesidad individual y social
de desarrollar competencias mediáticas que posibiliten leer e interpretar los nuevos textos de las
culturas comunicacionales. En este marco, recuperando los aportes de Graviz (2010) la pedagogía
mediática desde sus dos niveles: como ciencia y como práctica, nos aporta recursos para pensar otros
horizontes deseables en la formación de los futuros profesores. Como ciencia aborda el campo de
estudio sistemático sobre el significado de los medios de comunicación para el desarrollo de los
individuos en relación a sus condiciones personales y sociales; y como práctica, incluye tanto la praxis
como el conocimiento pedagógico, didáctico, técnico y analítico que permita elaborar, reflexionar y
expresarse a través de los medios
La experiencia pedagógica expuesta en este artículo nos dio la posibilidad de reflexionar
respecto del desafío que implica integrar a los procesos de formación docente un conjunto de
prácticas educomunicacionales sostenidas en herramientas tecnológicas que usamos habitualmente
en nuestra vida cotidiana, como es el caso de YouTube. Cuando se decide dar un uso pedagógico a
las prácticas digitales en orden a la promoción del desarrollo de competencias mediáticas, no se puede
obviar la determinación de las posibilidades y obstáculos que se generan en el orden pedagógico-
didáctico, disciplinar y tecnológico para su efectiva inclusión en el contexto de la formación docente.
La implementación de las TIC impone la necesidad de desarrollar capacidades de gestión,
información, comunicación, intercambio con otros, de innovación y actualización permanente tanto
para los estudiantes como para los formadores. El proceso queda inconcluso si solo se incorpora la
máquina porque es fundamental hacer visible la racionalidad tecnológica que les es propia, como lo
son la hipertextualidad, la interactividad, la conectividad y la colectividad. “Se convierte en un reto
desarrollar e implementar modelos y prácticas basadas en la interactividad, porque afecta a los
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2017, 19(2), 125-138 http://dx.doi.org/10.12795/revistafuentes. 2017.19.2.09
RESUMEN Siguiendo la línea de investigación impulsada por el British Film Institute acerca del estado de la
cuestión de la alfabetización cinematográfica (film literacy) en Europa, este artículo supone una primera aproximación
a las metodologías utilizadas por las entidades que se dedican a dicha labor tanto en contextos formales como no
formales en España. Dado que en nuestro país no existe un plan estatal y curricular en este sentido, pero sí decenas
de iniciativas que se acercan de un modo u otro a la pedagogía del cine con públicos no especializados, este artículo
trata de conocer los métodos específicos con los que se está trabajando la educación en y con el cine. Partiendo de los
datos aportados por 65 iniciativas (N=65) —filmotecas, cineclubes, festivales, empresas, asociaciones, fundaciones,
centros educativos, programas de carácter autonómico y museos— que operan en las diferentes provincias de la
geografía española, los resultados aportan una visión holística de las metodologías predominantes de la film literacy
en España. Entre los resultados, nos percatamos de que las metodologías enfocadas a la creación predominan sobre
aquellas que enfatizan el análisis discursivo, pero también hallamos las herramientas específicas con las que se trabaja
cada una de ellas. Esta cartografía nos permite, finalmente, apuntar algunas líneas de actuación para una estrategia de
ámbito nacional.
PALABRAS CLAVE: alfabetización cinematográfica, alfabetización mediática, metodologías, educación formal,
educación no formal.
© 2016 Editorial Universidad de Sevilla
ABSTRACT Following the line of research promoted by the British Film Institute on the state of film literacy in
Europe, this article approaches the methodologies used by the institutions devoted to film literacy in both formal
and non-formal contexts in Spain. Given that there is no state or curricular programme on film literacy in our country,
but there are dozens of initiatives that approach cinema pedagogy with non-specialised audiences in one way or
another, this article sheds light on the specific methods used in education about and with cinema. Based on the data
provided by 65 initiatives (N=65) —film libraries, film clubs, festivals, companies, associations, foundations,
education centres, regional programmes and museums— operating in the different provinces of Spain, the results
provide a holistic view of the predominant methodologies used for the promotion of film literacy in Spain. The
results show that the methodologies focused on creation predominate over those that emphasise discourse analysis.
They also provide information on the specific tools used for training each. Finally, this mapping also allows us to
point out some lines of action for a national strategy.
KEY WORDS film literacy, media literacy, methodologies, formal education, non-formal education
Dirección de correspondencia:
Tamara Moya Jorge, Universidad Carlos III de Madrid, Departamento de Periodismo y
Comunicación Audiovisual. E-mail: tmoya@hum.uc3m.es. ORCID: 0000-0002-4081-4039
126 Tamara Moya Jorge
a desarrollar y, por lo tanto, la educación artística tiene mucho, pero mucho que ver no tanto con la
consolidación sino con la desconsolidación del mundo-imagen” (p. 35). Actualmente, ningún país
europeo desarrolla un plan integral de educación cinematográfica en el ámbito de la educación
preuniversitaria, y las proporciones de ciudadanos en edades tempranas que se benefician de algún
tipo de programa de alfabetización cinematográfica varía enormemente de unos países a otros.
Mientras que en Dinamarca, Irlanda y Suecia, dichas cifras oscilan entre el 75 y el 81% de los
estudiantes en edad escolar, en otros como Países Bajos, Suiza, Austria, Lituania y España dicha
proporción se reduce a menos del 5% de los niños y jóvenes (Comisión Europea, 2013, p. 15).
Además de ello, mientras que en otros países existen planes integrales de alfabetización
cinematográfica a nivel curricular, en España la presencia del cine en la educación obligatoria queda
relegada, en el mejor de los casos, a algunas asignaturas optativas o a la utilización como herramienta
transversal. De esta manera, y aunque existen ejemplos de proyectos impulsados desde ciertas
comunidades autónomas — es el caso de Un día de cine en Aragón, Drac Màgic en Cataluña o Aula
de cine en Andalucía—, e intentos de crear recursos educativos desde la Administración pública, la
alfabetización cinematográfica de públicos no profesionales queda relegada en nuestro país a la labor
de instituciones que operan de manera independiente en contextos formales y no formales de carácter
diverso.
1.1. Detonantes
Esta investigación se enmarca dentro de la línea impulsada en 2011 por el British Film Institute
y el London University Institute of Education, con el proyecto de investigación sobre el estado de la
Film Literacy en Europa dirigido por Burn, Reid y Wall, Screening Literacy. Este estudio supone una
primera aproximación al estado general de la educación cinematográfica en los países comunitarios
tanto en el contexto educativo formal como no formal.
Siguiendo las líneas impulsadas por el BFI, dos son las aportaciones que tomamos como punto
de partida de esta investigación: los trabajos finales de Máster de Judith Hinterberger, Making Film
Education Matter (Universidad de Viena, 2013) y Marta Portalés Oliva, La alfabetización cinematográfica en
España (Universidad Autónoma de Barcelona, 2014).
En el primero de los casos, Hinterberger realiza una aproximación al estado de la cuestión de
la alfabetización cinematográfica en el marco de la educación formal en Alemania y Austria. Su
objetivo es analizar los enfoques metodológicos que se están utilizando para trabajar el cine en las
asignaturas dedicadas a lenguas extranjeras en ambos países y plantea un modelo específico para
utilizar el cine como herramienta pedagógica en función de las competencias que pretendan
desarrollarse. En el segundo, Portalés lleva a cabo una primera aproximación al estado de la film
literacy nacional, realizando un listado de iniciativas que acercan la alfabetización cinematográfica a
los estudiantes de Primaria y Secundaria y catalogándolas por perfiles. Nuestra investigación
completaría esta línea no solo identificando las iniciativas que trabajan la pedagogía del cine más allá
del mero visionado, sino también ahondando en el cómo, es decir, en las metodologías que están siendo
utilizadas, apostando para ello por el contacto directo con las entidades cartografiadas.
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Iniciativas de alfabetización cinematográfica: Una cartografía metodológica actual de las 127
entidades dedicadas a la film literacy con públicos no profesionales en España
por el Film Education Working Group Making Movies Matter (1999), que de alguna manera han
marcado la línea a seguir en el contexto europeo. Making Movies Matter fue el resultado de la estrategia
impulsada por el organismo británico para solucionar los bajos niveles de los jóvenes en
alfabetización cinematográfica que había sacado a la luz una investigación publicada un año antes,
Bigger Picture (1998). En este documento se utilizó el término cineliteracy para definir “the greater
awareness of the sheer variety of films on offer, and deeper appreciation of the richness of different
types of cinematic experience, which would encourage more people to enjoy to the full this major
element of culture” (Hinterberger, 2013, p. 21). Para el Film Education Working Group, por tanto,
una persona considerada cineliterate es “someone with a knowledge of the history, contemporary range
and social context of moving images, the ability to analyze and explain how moving images make
meaning and achieve effects, and some skill in the production of moving images” (1999, p. 34). Para
algunos teóricos, el concepto moving image literacy era mucho más adecuado puesto que “it encompasses
video, television and new technologies as well as cinema” (1999, p. 32). Pero ninguno de ellos
terminaba de convencer a los que defendían que el aprendizaje del cine no podía ser separado del del
resto de las artes visuales (visual literacy).
Por su parte, la Comisión Europea aboga por el término film literacy y lo define como “the level
of understanding of a film, the ability to be conscious and curious in the choice of films; the
competence to critically watch a film and to analyze its content, cinematography and technical
aspects” (Portalés, 2014, p. 41).
En una revisión de esta definición realizada por Burn, Reid y Wall (2011) a raíz del proyecto
de investigación sobre el estado de la Film Literacy en Europa impulsado en 2011 por el British Film
Institute y el London University Institute of Education, los directores de la investigación añaden una
línea más a dicha definición del concepto: “...and the ability to manipulate its language and technical
resources in creative moving image production” (p. 8).
Como se puede apreciar, este último elemento incorpora a la definición la necesidad de
conocer las técnicas y el lenguaje que permitan producir contenidos cinematográficos, en la línea de
los últimos intentos de ampliar los límites de su objeto de estudio para dar cabida a los contenidos
producidos en el marco de las nuevas plataformas digitales.
En este contexto, Reid (2012) señala que la film literacy no debe distinguir entre nociones
como “película” o “imagen en movimiento”, puesto que abarca “all forms of moving image texts”
(Hinterberger, 2013, p. 3).
En esta línea, la educación cinematográfica también es abordada como objeto de estudio desde
la definición visual literacy (Acaso, 2009; Duncum, 2006; Mirzoeff, 2003; Walker y Chaplin, 2002;
Hernández, 2000), que en algunos contextos también se denomina estudios visuales (Elkins, 2003; Brea,
2005), y que de alguna manera pretende democratizar su objeto de estudio incluyendo en él no solo
las artes, sino “cualquier artefacto visual —de cualquier lugar del mundo— que sea complejo en sus
dimensiones estética e ideológica” (Dikovitskaya, 2002, p. 1), incluyendo también los media y las
manifestaciones culturales vinculadas a la cotidianidad.
Desde esta posición teórica, Hernández (2007) propone una concepción holística bajo la
denominación Educación para la comprensión crítica y performativa de la cultura visual (ECCPCV),
que tiene como objetivo la renovación de la narrativa dominante en la educación, “no sólo en la
Escuela, sino también en los museos, proyectos culturales, actividades de ONG, etc.” (p. 26),
utilizando como eje motriz todo lo que respecta a la visualidad en el siglo XXI.
En los últimos años, la perspectiva de la UNESCO ha abogado por la noción Alfabetización
Mediática e Informacional (Media and Information Literacy, MIL), combinando dos áreas distintas
(alfabetización mediática y alfabetización informacional, AMI), y dentro de la que conviven tanto la
media literacy como la film literacy. Su objetivo sería, por tanto, “empoderar a las personas en todos los
ámbitos de la vida para buscar, evaluar, utilizar y crear la información de una forma eficaz para
alcanzar sus metas personales, sociales, ocupacionales y educativas” (UNESCO, 2011, p. 15).
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128 Tamara Moya Jorge
Esta parece ser la línea adoptada por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes
Audiovisuales (ICAA) con la creación de los premios de Alfabetización Audiovisual1 en 2013, y cuyas
líneas define de la siguiente manera:
“La alfabetización audiovisual persigue la formación de públicos en este campo, con especial
énfasis en niños y adolescentes, a fin de lograr una adecuada recepción, interpretación y valoración
de las obras cinematográficas y audiovisuales —y de los mensajes audiovisuales en su sentido más
amplio—, contribuyendo al mismo tiempo a desarrollar el conocimiento y el pensamiento críticos y
a favorecer el más amplio disfrute de aquellas. Para ello, se sirve del cine y el audiovisual, de sus obras
y sus procesos creativos, como herramientas pedagógicas de aprendizaje” 2.
2. Material y métodos
2.2. Procedimiento
Esta investigación forma parte de un trabajo más amplio que ha utilizado un modelo
metodológico mixto de carácter inductivo a partir de metodologías cuantitativas y cualitativas, cuyos
métodos específicos han sido la entrevista personal, el cuestionario descriptivo online y el método
observacional con cinco entidades representativas de las distintas metodologías identificadas en la
fase anterior.
En una primera etapa se ha procedido a realizar una cartografía lo más amplia posible de las
entidades que conforman nuestro objeto de estudio. Para ello se ha tomado como base el listado
realizado en el año 2012 por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA)4,
así como el ampliado en el trabajo final de máster de Portales (2014). A partir de aquí, se rastrearon
otros proyectos aparecidos en la literatura específica, portales de la industria y redes sociales. Una vez
obtenido el listado inicial se estudió cada entidad a través de sus sitios web para extraer aquellas que
se adecuaban a nuestro objeto de estudio, teniendo en cuenta dos criterios básicos: su naturaleza
pedagógica y el perfil de sus públicos. Se localizaron así setenta y seis entidades de carácter muy
distinto —once centros escolares, dos filmotecas, siete cineclubes, cuatro proyectos autonómicos,
seis festivales o muestras y cuarenta y seis organizaciones, asociaciones o empresas privadas—.
1 https://goo.gl/MLfX35
2 https://goo.gl/iJmVoA
3 Utilizamos aquí la definición de Raposo (2009): “La educación no formal responde, entonces, al conjunto de
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2017, 19(2), 125-138
Iniciativas de alfabetización cinematográfica: Una cartografía metodológica actual de las 129
entidades dedicadas a la film literacy con públicos no profesionales en España
Tabla 1.
Ejes temáticos en los que se organiza el cuestionario
5https://goo.gl/dwy5av
6 Listado completo de las entidades participantes en esta investigación: A Bao A Qu, Agencia Andaluza de
Instituciones Culturales de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, AluCine, Animac. Muestra
Internacional de Cine de Animación, Asociación Cultural 24 Fotogramas, Asociación Cultural CineArte,
Asociación Cultural Cineduca, Asociación Cultural Cine y Educación, Asociación Cultural La Claqueta,
Asociación Cultural Medioambiental Los Jueves Milagro, Asociación Cultural Modiband - Mi primer festival,
Asociación Cultural Villa Artisteo, Asociación de Consumidores de Medios Audiovisuales, Asociación Espacio
Rojo, Asociación Tambor de Hojalata, Asociación Unión de Cineastas, Aturuxo Films proyecto educativo,
Aulacorto, Baketik, Barcelona espai de cinema, Candella Films Ltd., Cine Club Casablanca, Cineclube de
Compostela, Cineclube Pontevedra, Cine Club Vilafranca (El Penedès), Cinedfest, Cine en Aragonés, Cine para
estudiantes, Círculo de Bellas Artes, Colectivo Brumaria, Colegio Público Ciutat Artista Faller, Creacine,
Dirección General de Salud Pública, Drac Màgic, Divertia Gijón, S.A., Encuentro Audiovisual de Jóvenes de
Cinema Jove, Escola d'activitats culturals a la naturalesa (EACN) Escolagavina, Escuela de Cine Infantil y
Juvenil Cámara y Acción, Escuela de Cine UnoCine, Escuela de cine Un perro andaluz, Festival Internacional
de Cinema en Català FIC-CAT, Filmoteca de Catalunya, Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD),
Fundación Lumière, Grupo Comunicar, IES Europa (Ponferrada), IES García Morato (Madrid), IES Llerena,
IES Los Cristianos, International Youth Film Festival, Plasencia Encorto, Irudi Biziak, Kinecole, La Espiral,
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130 Tamara Moya Jorge
3. Análisis y resultados
Debido a los límites de este artículo, nos centraremos en los principales hallazgos obtenidos
en aquellas cuestiones que tratan de identificar las metodologías utilizadas por las sesenta y cinco
entidades participantes en el cuestionario online 7.
Tabla 2.
Clasificación de las entidades en función de los tipos de metodologías que desarrollan, con resultados de respuesta
múltiple.
De acuerdo al estudio y catalogación previos realizados con las entidades que conforman la
muestra de nuestro objeto de estudio, identificamos las principales prácticas desarrolladas y que
determinan el perfil metodológico de las iniciativas encuestadas en seis grandes grupos. En primer
lugar, el 61.5% desarrolla recursos educativos, desde unidades, fichas didácticas y cuadernos del
alumno para explotar los contenidos visuales, hasta vídeos o tutoriales para abordar determinadas
explicaciones relacionadas con los contenidos antes analizados.
En segundo lugar, el 55.8% desarrolla talleres de creación audiovisual, de acuerdo con la
línea potenciada durante los últimos años tanto desde las instituciones internacionales como desde
los principales teóricos: “Puede haber una pedagogía centrada en la creación, tanto cuando se miran
las películas como cuando se realizan” (Bergala, 2007, p. 38).
Por oposición a este tipo de prácticas, cerca de la mitad de las entidades desarrolla actividades
alrededor del visionado y la pedagogía de la mirada, ya sea a través de metodologías que abarcan
desde las experiencias de cineclub, ciclos cinematográficos, cinefórum o coloquios post-visionado
(47.7%), hasta las propias de los festivales y muestras cinematográficas (43%).
Memorias Celuloides, MICE Valencia. A.C. Jordi El Mussol, Minichaplin - Escuela nómada de Cine y TV,
Mucho(+)que cine, Museu del Cinema, Orson the Kid, Plataforma Nuevos Realizadores, Proyecto Audiovisual
Vía de la Plata, Taller de Cinema, Taller Telekids, Teleduca. Educació i Comunicació SCP, Un Día de Cine.
Competencia Lingüística, alfabetización Audiovisual y crecimiento Personal.
7 Consultar las respuestas en bruto de los encuestados en: http://goo.gl/6HYqbZ
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El modo en que estos talleres incorporan la pedagogía de la mirada pasa por que para el 40%
de las entidades el visionado de películas en salas de cine forma parte de su programa de creación,
mientras que otro 40% realiza visionados de películas en formato doméstico. Prácticamente el mismo
número (42.2%) destaca el hecho de que los fragmentos audiovisuales que utilizan se proyectan en
versión original, en la línea de uno de los fines pedagógicos que más se recalcan en otra de las
preguntas, como es la promoción de un cine europeo, en lenguas cooficiales y en versión original.
Además, más de la mitad (55.6%) dedica sesiones específicas para analizar y autoevaluar los trabajos
creativos realizados por los alumnos.
En cuanto a la aproximación a algunas de las disciplinas de la creación cinematográfica, en
el 57.8% de los proyectos de creación, los participantes maquillan y peinan a sus compañeros, en el
53.3% trabajan con las localizaciones y los espacios fabricando sus propios decorados y en el 24.4%
se realizan talleres de interpretación impartidos por actores. Esta circunstancia nos da una pista de
que en esta metodología se están primando las funciones técnicas por encima de las interpretativas.
Otros métodos utilizados son los de los juegos en los que se utiliza como herramienta el
audiovisual (37.8%), la fabricación de juguetes ópticos —taumatropos, zootropos, flipbooks...—
(24.4%) y la organización de talleres en formato de campamento de verano (17.8%), en la línea de lo
que Elichiry (2015) denomina “enfoque lúdico”.
En cuanto a la estética de las producciones, en un 44.4% de las iniciativas se promueve que
los alumnos graben historias realizadas con la técnica de animación stop-motion, mientras que en el
37.8% éstos realizan cortometrajes al estilo del cine mudo, como una forma práctica de entrar en
contacto con los orígenes.
Por último, encontramos información acerca del grado de sistematización y actualización de
los talleres impulsados por las iniciativas consultadas y el 51.1% afirma que el programa de los talleres
varía cada curso, mientras que tan solo el 20% reconoce que el personal que imparte los talleres varía
cada año. Además, el 26.7% confirma que los talleres cuentan con la colaboración o apoyo de
profesionales, empresas o entidades de renombre en el ámbito cinematográfico (revistas, productoras,
distribuidoras, escuelas, filmotecas, festivales, asociaciones...).
3.2. Principales métodos utilizados por las entidades que desarrollan cursos teóricos relacionados con
el cine
Frente a las 45 entidades que finalmente responden en esta pregunta acerca de las estrategias
seguidas en sus talleres prácticos de creación, 20 entidades desarrollan cursos relacionados con la
historia, estética, creación o educación cinematográficas.
La tendencia general de este tipo de cursos parece ser la de estar promovidos en colaboración
o por profesionales, empresas o entidades de renombre en el ámbito cinematográfico —entre las que
se incluyen revistas, productoras, distribuidoras, escuelas, filmotecas, festivales, asociaciones... —.
Una práctica que en la metodología anterior era desarrollada por un 26.7% y aquí asciende al 50% de
los encuestados. Nos encontramos así con instituciones de renombre que impulsan cursos
relacionados con alguna materia o sector del cine que suelen ser impartidos por el mismo personal
cada año —únicamente un 15% admite que varía con dicha periodicidad—, durante el curso escolar
—solo el 15% imparte cursos de verano—, y que no se ven demasiado influenciados por el debate
sobre cuestiones de la actualidad cinematográfica en las sesiones (25%). Entre ellos, un 35% entrega
a los asistentes un diploma acreditativo al final del curso.
No obstante, la mayoría de estos cursos (60%) combina las explicaciones teóricas con la
aplicación práctica y también en ellos los alumnos entran en contacto con directores, actores,
productores, guionistas o técnicos profesionales de manera habitual (60%). El peso del visionado de
materiales sigue siendo aquí importante, ya que el 45% de las entidades imparte talleres en los que se
incluye el visionado de películas en salas de cine, mientras que otro 40% lo hace con el visionado de
películas en formato doméstico. Se observa así un afán por conservar la práctica de la exhibición
tradicional, aunque nuevamente la utilización de la película fotoquímica para ilustrar conceptos resulta
una práctica anecdótica (10%).
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Iniciativas de alfabetización cinematográfica: Una cartografía metodológica actual de las 133
entidades dedicadas a la film literacy con públicos no profesionales en España
3.3. Principales métodos utilizados por las entidades que realizan conferencias, masterclass o charlas
De las 29 entidades que afirman realizar conferencias, masterclass o charlas, diferenciándose
de las anteriores metodologías por su carácter puntual y eminentemente teórico, se confirma que la
práctica mayoritaria (72.4%) es aquella en la que los alumnos/usuarios entran en contacto con
directores, actores, productores, guionistas o técnicos profesionales, y de nuevo un alto porcentaje
(48.3%) realiza sesiones en colaboración o apoyo de profesionales, empresas o entidades de renombre
en el ámbito cinematográfico —revistas, productoras, distribuidoras, escuelas, filmotecas, festivales,
asociaciones...— y con un mismo espacio físico como centro de realización de las actividades (34.5%).
Además, en un 41.4% se producen encuentros periódicos con profesionales del sector y dichos
eventos suelen aprovechar la agenda de actualidad —estrenos de películas, publicación de libros,
investigaciones...— en el marco del 34.5% de las entidades que los impulsan. No obstante, aunque
están impartidos en su mayoría por creadores de la industria, tan solo el 17.2% de las iniciativas realiza
jornadas específicas dirigidas a profesionales del sector, teniendo en cuenta que este dato está
condicionado por la especificidad de nuestro objeto de estudio.
Una práctica también destacable es el hecho de que en estas charlas, conferencias o
masterclass a menudo se cuenta con la presencia de representantes de la sociedad civil (37.9%), como
por ejemplo escuelas, asociaciones de madres y padres u otras asociaciones de distinta naturaleza. En
algunos casos, además, suelen tener presencia representantes políticos (17.2%), generalmente en lo
que respecta a aquellos proyectos que cuentan con apoyos gubernamentales.
3.4. Principales métodos utilizados por las entidades que participan u organizan festivales o muestras
De las 29 entidades que se adscriben al modelo de festival o muestra, observamos que el
69% proyecta obras nacionales, mientras que el 72.4% también presenta obras internacionales. Es
decir, que el peso de la producción estatal es prácticamente el mismo que el que se otorga a productos
procedentes de otras cinematografías. Del mismo modo, observamos que el formato dominante con
el que trabajan es el cortometraje (75.9%), mientras que una cuarta parte (24.1%) proyecta
fundamentalmente largometrajes. Esta circunstancia sin duda está relacionada con la oferta del
mercado global de cine dirigido a un público infantil o juvenil —que constituye el target principal de
las iniciativas que forman parte de nuestro objeto de estudio—, mientras que el territorio del
cortometraje permite una utilización mucho más generalizada, especialmente por lo que respecta a la
gestión de los derechos de autor. De los festivales que no están destinados en última instancia a este
tipo de públicos, se da además un 69% que dentro del marco del festival/muestra ofrece una sección
concreta destinada al público infantil o juvenil. Esta circunstancia debería hacernos considerar el
hecho de que la alfabetización cinematográfica en España se relaciona directamente con la asistencia
de público infantil o juvenil a las salas, mientras que la de los públicos adultos queda relegada al
ámbito de la formación profesional y las titulaciones específicas contempladas en la educación
reglada, excluyendo de esta manera a la mayor parte de la población.
Por otro lado, parte de estos festivales o muestras exhiben los propios contenidos
producidos desde los centros educativos, que suelen competir por el primer premio en una o varias
categorías, como se deduce del 62.1% de respuestas que confirman el hecho de que la entidad entrega
un galardón en el marco de su celebración. No obstante, tan solo el 24.1% admite que sus
participantes reciben formación presencial previa por parte de la entidad sobre cómo realizar una
pieza audiovisual, mientras que esta cifra desciende al 17.2% si atendemos a los que reciben materiales
didácticos previos de las mismas características. Esta circunstancia explica que los contenidos
presentados en este tipo de festivales de carácter amateur presenten carencias en cuanto a las
competencias audiovisuales de los alumnos.
No obstante, y aunque este tipo de actividades suelen estar relacionadas de manera inherente
con metodologías en las que la participación de los asistentes queda en un segundo plano, el 69% de
las entidades contempla que los alumnos ofrezcan su opinión personal sobre las películas exhibidas,
mientras que en un 51.7% el público vota las películas y en un 34.5% los asistentes realizan ejercicios
posteriores sobre la experiencia del festival y las películas que han visto. Un dato que deberíamos
tener en cuenta asimismo es el hecho de que tan solo el 13.8% de estas iniciativas desarrolla estudios
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2017, 19(2), 125-138
134 Tamara Moya Jorge
sobre asistencia de los niños a las salas de cine, datos de difícil acceso pero que serían muy interesantes
para una investigación de otras dimensiones.
3.5. Principales métodos utilizados por las entidades que realizan sesiones de cineclub, ciclo
cinematográfico, cinefórum o coloquio post-visionado
Las entidades —en concreto 30— que se basan en estrategias de cineclub, ciclos
cinematográficos, cinefórum o coloquios post-visionado ponen en el centro de su actividad el
visionado de materiales cinematográficos que suelen acompañar con estrategias de educación
cinematográfica que pasan por contextualizaciones previas, acompañamiento de información
complementaria o debates post-visionado. La participación activa de los asistentes es un fin
perseguido por la mayor parte de estas iniciativas, que pretenden impulsar actitudes críticas y analíticas
entre sus públicos. De esta manera, el 74.2% de las iniciativas de esta naturaleza destaca el hecho de
que los asistentes ofrecen su opinión personal sobre las películas propuestas. Esta estrategia, que no
suele tener lugar dentro de los circuitos comerciales, se complementa con la presentación por parte
de expertos o profesionales de manera habitual (74.2%) y con otro tipo de materiales que ahondan
en el contexto histórico, estético, autoral, social... de la película (54.8%).
Por otra parte, resulta interesante observar el hecho de que en ocasiones este tipo de
iniciativas operan al margen de las distribuidoras comerciales, ya que en más de la mitad de ellas
(51.6%) se proyectan cortometrajes o largometrajes facilitados directamente por los creadores, sin
mediación de distribuidor, en sesiones en las que a menudo los autores de los materiales audiovisuales
están presentes en las proyecciones (48.4%). Además, en ocasiones se proyectan películas que no han
sido estrenadas en el territorio al que pertenece la entidad (45.2%), por lo que de alguna manera estas
fórmulas permiten acercar contenidos a públicos que de otra manera tal vez nunca entrarían en
contacto con ellos.
Por otro lado, un 29% afirma tener acuerdos con distribuidoras para facilitar la exhibición
de sus películas, por lo que se observan aquí otras posibilidades de distribución para la exhibición en
salas tradicionales que sin embargo escapan a los límites temporales y geográficos impuestos por la
distribución comercial. Lo mismo sucede con la exhibición en versión original, prioridad para el
67.7% de las iniciativas, en la línea de los objetivos de promoción y divulgación de las producciones
en lenguas cooficiales y de otras cinematografías que se destacan en otras respuestas de la
investigación.
Estas iniciativas adoptan además un carácter periódico a través de la organización de ciclos
en función de la historia del cine, directores, géneros o temáticas concretas (38.7%), por lo que en
estos casos existe una lógica de transmisión y aprendizaje significativo que requiere de conocimientos
previos y acumulativos por parte del usuario.
3.6. Principales métodos utilizados por las entidades que desarrollan materiales didácticos
Aunque 39 de las 65 entidades participantes responde que crea recursos educativos, para el
69.2% esta actividad constituye un complemento de otras actividades relacionadas con la pedagogía
del cine, mientras que el 30.8% considera la creación de materiales didácticos la actividad fundamental
que desarrolla la entidad. No obstante, esto no implica que las entidades no interactúen
personalmente con los destinatarios de sus recursos, ya que tan solo el 10.3% reconoce que la entidad
no tiene contacto físico ni realiza actividades presenciales con los usuarios finales.
En cuanto al tipo de recurso más utilizado por estas iniciativas, los más habituales son las
fichas didácticas de películas elaboradas para ser utilizadas por el profesorado (53.8%), con el objetivo
de que estos puedan explotar desde distintas dimensiones estéticas, contextuales o temáticas ciertos
títulos. En segundo lugar, el 43.6% dice desarrollar contenidos teóricos para la formación del
profesorado, con los que se pretende mejorar las competencias cinematográficas de los propios
docentes para poder continuar la labor de transmisión con sus grupos de alumnos. En tercer lugar,
los recursos más fomentados son los cuadernos del alumno (38.5%), que permiten a los estudiantes
sacar un mayor provecho a la película y realizar ejercicios y propuestas didácticas en torno a ella. Por
otro lado, un 25.6% desarrolla además herramientas de evaluación de los conocimientos audiovisuales
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Iniciativas de alfabetización cinematográfica: Una cartografía metodológica actual de las 135
entidades dedicadas a la film literacy con públicos no profesionales en España
de los alumnos. Una fórmula menos habitual (17.9%) es el desarrollo de tutoriales o vídeos
explicativos para facilitar el aprendizaje de los alumnos a través de las propias herramientas visuales.
Se trata, en general, de piezas que abordan cuestiones técnicas o cinéfilas producidas como
complemento explicativo de alguno de los contenidos.
No obstante, tan solo el 23.1% destaca que la entidad tiene acuerdos con distribuidoras para
facilitar la exhibición de sus películas y la creación de materiales didácticos en torno a ellas, por lo
que hemos de suponer que aunque estas entidades facilitan recursos educativos que tienen como
centro los textos fílmicos, éstos no vienen acompañados de una estrategia de acceso —regular y,
suponemos, legal en todos los casos— a dichos contenidos. Este es sin duda uno de los principales
asuntos que debemos abordar para lograr un tejido autónomo y una lógica que repercuta en la
creación de nuevos públicos en un programa de film literacy estatal.
4. Discusión y conclusiones
A raíz de los resultados de la investigación, llama la atención el hecho de que se está primando
la creación por encima de la pedagogía de la mirada o el trabajo de análisis y visionado. Esta
circunstancia parece estar motivada por dos aspectos concretos. En primer lugar, el hecho de
proponer talleres de creación evita la proyección de materiales que no siempre se produce de manera
legal. Por otro lado, de cara a obtener el beneplácito de las instituciones públicas o el atractivo de los
públicos no profesionales, en ocasiones se justifica la necesidad de la alfabetización cinematográfica
por la visión instrumental que justifica la formación en las tecnologías de la información, con las que
los alumnos entran en contacto en las metodologías que priman la creación.
Desde aquí consideramos que una de las líneas que deberían afianzarse en el marco de la
alfabetización cinematográfica nacional es la de la pedagogía de la mirada, el análisis crítico y la
reflexión en torno a las producciones tanto nacionales como de otras cinematografías, así como el
conocimiento y valor del patrimonio fílmico.
Si, tal y como afirma la mayoría de las entidades encuestadas, el objetivo final de sus
programas es que los asistentes desarrollen una actitud crítica ante los mensajes que reciben de los
medios, resulta inevitable pensar estas imágenes desde distintas ópticas y narrativas, con el fin de
poder crear dinámicas de resistencia y diálogo consciente. Para ello, inevitablemente, se debe aprender
a leer las imágenes, ya sea en paralelo a la creación o previamente a esta fase, pero la segunda sin la
primera es complicado que resulte efectiva.
Para ello se hace necesaria una excepción educativa real para el visionado de materiales. Una
plataforma digital que asegure el consumo legal y generalizado, que incluya también permisos para
las iniciativas que operan en contextos no formales, y que facilite tanto la difusión de nuevos
realizadores nacionales como el acceso a un catálogo de World Cinemas. En este punto, recientes
iniciativas como el programa de cooperación europea CinEd8, con apoyo del ICAA, suponen una
apertura a esa tercera vía para las sesiones educativas sin finalidad comercial.
Por otro lado, debemos ser conscientes de las contradicciones derivadas de que el uso que
hacen los alumnos de los medios a través de estas iniciativas no es el mismo que realizan en un
entorno personal. Desde los contenidos a los que se les expone, como las equipaciones técnicas con
las que cuentan en sus producciones, lo cierto es que no se está preparando para un consumo, análisis
y producción sostenibles, extensibles a sus contextos cotidianos.
Del mismo modo que resulta fundamental la ampliación de los materiales utilizados como
objeto de estudio, otra de las vetas pendientes para un plan de alfabetización cinematográfica estatal
es el acceso generalizado y la ampliación de públicos a los que llegan cada año este tipo de iniciativas,
teniendo en cuenta que sus programas deberán adaptarse necesariamente a los distintos contextos en
los que operan, prestando atención a las particularidades de los entornos y los colectivos con los que
se trabaja.
8 http://www.cined.es/
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Revista Fuentes
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Revista Fuentes
2017, 19(2), 125-138
Revista Fuentes I.S.S.N.: 1575-7072 e-I.S.S.N.: 2172-7775
2017, 19(2), 139-154 http://dx.doi.org/10.12795/revistafuentes. 2017.19.2.10
RESUMEN Tras un amplio estudio acercadela formación sobre y con los medios en el marco regulatorio español
vigente, se estima oportuno incorporar un modelo integrador, TPACK, para facilitar el desarrollo de actividades para
la mejora de la alfabetización mediática con los medios en la Educación Primaria. Para llevar a cabo este trabajo, se
optó por un método bajo un enfoque exploratorio y concluyente con metodología cuasi-experimental, realizándose
cuestionarios pretest y postest, tras la implementación de los campos de conocimiento que se incluyen en las matrices
trabajadas y que dan lugar al desarrollo de actividades de competencia digital, en función del contexto o ecosistema
educativo digital, de entre los reconocidos por la UNESCO. Los resultados sobre la valoración didáctica y pedagógica
de los profesores, acerca de la confección de los materiales didácticos digitales resultantes, concluyó en la
conveniencia y validez de dichas matrices tanto a nivel disciplinar, pedagógico, como en el aprovechamiento
tecnológico.
PALABRAS CLAVE: Competencia digital, alfabetización mediática, TPACK, Educación Primaria.
ABSTRACT After an extensive study on media training in the current Spanish regulatory framework, it is considered
© 2017 Editorial Universidad de Sevilla
appropriate to incorporate an integrative model, TPACK, to facilitate the development of activities for the
improvement of media literacy in Primary Education. To carry out this research, a quasi-experimental methodology
was chosen and an exploratory and conclusive approach adopted Pre-test and post-test questionnaires were
administered after the implementation of the fields of knowledge included in the matrices. These help develop
activities to improve students’ digital competence in the different digital education ecosystems recognized by
UNESCO. The results regarding teachers’ assessment of the digital teaching materials created point to the validity
and suitability of the matrices used, both at the pedagogical and the technological level.
KEY WORDS: Digital Competence, Media Literacy, TPACK, Primary Education.
1. Introducción
Los medios de comunicación requieren una lectura activa, no podemos dejar que actúen por
sí mismos por lo que los alumnos deben aprender cómo funcionan, en qué consiste su producción,
cómo construyen los significados, cómo se organizan y cómo debe ser interpretado el producto final
de los mismos (Masterman, 1985).La alfabetización en los medios debe constituirse en un derecho
educativo básico que debe desarrollarse tanto en el ámbito de la escuela, como en entornos informales
y extraescolares, ya que son especialmente significativos los resultados en competencia digital en
edades tempranas, porque nos indican el despropósito de no abordar estos contenidos cuanto antes,
por entender a nuestro juicio que la educación mediática si es tardía no proviene de un estado neutral
Dirección de correspondencia:
Javier Ballesta Pagán, Universidad de Murcia, Departamento de Didáctica y Organización Escolar.
E-mail: pagan@um.es. ORCID: 0000-0002-7830-5053
Jesús Martínez Buendía, Universidad de Murcia. E-mail: jesus.m.b@um.es. ORCID: 0000-0002-
7656-0958
Raúl Céspedes Ventura, Universidad de Murcia. E-mail: 0000-0003-4681-482X. ORCID: 0000-0003-
4681-482X
140 Javier Ballesta Pagán, Jesús Martínez Buendía & Raúl Céspedes Ventura
(Masterman, 1985; Buckingham, 2008) por la influencia de su carácter extrínseco,de este modo la
educación mediática se presenta como una alternativa que deja atrás y supera esas concepciones, para
definirse como el proceso de enseñar y aprender acerca de los medios, mientras la alfabetización
mediática, entendida como los conocimientos y habilidades adquiridas por los alumnos, es el
resultado de la educación mediática, alfabetización que debe ser adquirida a través de la interacción
con los medios (Buckingham, 2008).
Según Frau-Meigs, Flores & Vélez (2014), la educación en medios no está realmente estancada,
sino que se desarrolla desde abajo (la formación, los recursos, otros actores de terreno que son
bastante dinámicos) y diversas direcciones a seguir desde arriba (políticas públicas, financiación,
evaluación débil). En España, a nivel legislativo-curricular, destacamos que en el contenido curricular
que emana de la LOE, no se desarrolló la alfabetización con los medios (digital, informacional, en
Internet y TIC) en las áreas de conocimiento de Educación Primaria; sin embargo, en el contenido
curricular de la LOMCE si se desarrolla de forma heterogénea en las asignaturas. En nuestro caso,
trabajaremos con los medios contemplados en los reales decretos de las leyes mencionadas, pero
también sobre los medios-alfabetización mediática, no contemplada en el currículo de Educación
Primaria.
Desde nuestro punto de vista sería más acertado desarrollar una alfabetización mediática con
y sobre los medios o lo que es lo mismo, una competencia digital como asignatura o para cada
asignatura y en el caso de que se plasme explícitamente, hacerlo desarrollando todos los alfabetismos
que integra la competencia digital según Ala-Mutka (2011), ya que si no, más allá de facilitar el trabajo
del docente, se puede obviar y no tener consenso sobre el abandono y la limitación creativa del
docente en relación al uso de TIC. Como aconseja Cabero (2014), creemos necesario no solo una
buena formación con los medios, sino sobre los medios, en el que dentro de ese con los medios no
se tienda a la alfabetización TIC o instrumentalización de los medios, ya que también se ha de incluir
la alfabetización digital, informacional y en Internet.
En nuestro estudio abordamos la competencia digital bajo una triple dimensión: disciplinar,
pedagógica y tecnológica que, según Cózar, Zagalaz y Sáez (2015) plantea una apuesta muy válida
para que el profesor pueda adaptarse a los requerimientos de la sociedad del siglo XXI no solo en
una enseñanza mediática, sino también digital, multimodal, crítica y funcional (Gutiérrez y Tyner,
2012). Por ello desarrollaremos el concepto de competencia digital, el ecosistema educativo digital y
sus tipologías, que quedamos en denominar a riesgo de alguna ambigüedad por lo tecnológico en
modelos 1.0, 2.0 y 3.0, así como las dimensiones del modelo TPACK, y cómo se establecen
diferencias entre ellas mediante las matrices que se han elaborado, para facilitar la creación de
actividades TIC coherentes, para facilitar la competencia digital del alumnado de Educación Primaria.
En este sentido hemos tratado de diseñar, crear e incorporar materiales didácticos durante la
intervención en el aula al implementar actividades, siguiendo el modelo TPACK, centradas en la
mejora de la educación mediática, abordando la problemática curricular de forma adecuada en
términos de contenido y actividad con la posibilidad de poder integrar cualquier tipo de herramienta
digital pasada, presente y futura en pos de su aprovechamiento.
2. Fundamentación teórica
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información, las TIC, Internet o todos los medios que vayan incorporándose sucesivamente. De ahí
que vayan apareciendo diversos tipos de alfabetismos en paralelo al contexto cultural y tecnológico
específico de cada periodo histórico, es decir la historia de la alfabetización está íntimamente ligada a
la historia evolutiva de la comunicación humana, lo que ha provocado que en los dos últimos siglos
la alfabetización se ha equiparado a saber leer y escribir textos manuscritos o impresos en papel y
actualmente es concebida con la matización de alfabetización mediática dada la evolución de los
medios. En este sentido hacemos alusión a los tipos de alfabetizaciones consensuados para reconocer
las pretensiones que plantea la educación mediática, tras la revisión de Ala-Mutka (2011) quien ha
sido capaz de desarrollar un proyecto que clarifica el entendimiento y tipos de alfabetizaciones, que
conforman la competencia digital en Europa desarrollada por el resto de currículos educativos de
países miembros (Recomendación del Parlamento Europeo y del Consejo sobre las competencias
clave para el aprendizaje permanente, 2006) considerándose aquí la competencia digital, un concepto
en evolución relacionada con el desarrollo de la tecnología, así como los objetivos políticos y las
expectativas de la ciudadanía en una sociedad del conocimiento. Se compone de una variedad de
habilidades y competencias y su alcance es amplio, abarcando los medios de comunicación, la
tecnología, la informática, la alfabetización y las ciencias de la información, de forma que la persona
adquiera un uso habitual de los recursos tecnológicos disponibles que le facilite la resolución de
problemas reales de forma eficiente, así como seleccionar y evaluar nuevas fuentes de información
que van apareciendo para aprovechar su utilidad y potencialidad para acometer tareas u objetivos
concretos. Para Ala-Mutka (2011) la competencia digital puede ser ampliamente definida como el uso
seguro, crítico y creativo de las TIC, para lograr los objetivos relacionados con el trabajo, la
empleabilidad, el aprendizaje, el ocio, la inclusión y/o la participación en la sociedad.
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necesarios para hacer frente a desafíos complejos que se dan en la sociedad del siglo XXI, por lo que
se pone en evidencia que el hecho de estar rodeados de medios y tecnologías no significa que seamos
competentes en su uso.
2.3. Ecosistema educativo digital 1.0: formación del profesorado en nociones básicas TIC.
Según el informe PISA (2012), medidor del éxito escolar en el mundo, ya entonces, un alumno
medio español de 15 años tenía problemas para manejar y programar aparatos electrónicos complejos,
solo el 7.8% logra estar entre los alumnos excelentes. Por ello los profesionales de la educación han
de disponer de las destrezas y conocimientos tecnológicos necesarios, con el objetivo de desarrollar
métodos eficaces de enseñanza y aprendizaje continuo a lo largo de la vida y facilitar el acceso a las
TIC a toda la población educativa, sin excepción, sin discriminación, eliminando la marginación de
las personas que no tienen acceso. Esto implica desarrollar una alfabetización digital para el desarrollo
de las destrezas y conocimientos en tecnología no como algo abstracto (Ferreiro, 2011).
La UNESCO (2008) nos muestra los estándares en TIC (ECD-TIC) desarrollados para los
docentes mediante el cruce de tres enfoques para la reforma educativa basada en: El desarrollo de la
capacidad humana; alfabetismo en TIC y profundización del conocimiento; y generación de
conocimiento. Teniendo en cuenta sus recomendaciones en los estándares de competencia digitales
para docentes, quedan expuestas las nociones básicas, conocimientos básicos y capacidad de integrar
las TIC, conformando un sistema educativo con las siguientes características:
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Figura 2. Ecosistema educativo digital "Nociones básicas TIC". Fuente: Adaptado de Proyecto ECD-
TIC, UNESCO (2008, pp. 2-26).
2.4. Ecosistema educativo digital 2.0: formación del profesorado en profundización del conocimiento
TIC.
Teniendo en cuenta el paradigma de la política educativa de la UNESCO (2008), estándares
de competencia en TIC para docentes: profundización de conocimiento TIC. Currículo:
competencias del siglo XXI, conocer los procesos cognitivos complejos, conformamos un sistema
educativo con las siguientes características:
a) Centro educativo: El profesor pretende ofrecer un rol guía en el cual el alumno posee un
papel semiactivo en el proceso, cooperando, donde los padres son informados sobre las
prácticas que tienen lugar en plataformas online. Dicha formación o práctica educativa se
podrá desarrollar entre colegios. Aquí se muestra como las iniciativas individuales de
profesores pueden fomentar la mejora colectiva en el uso de las TIC.
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Figura 3. Ecosistema educativo digital “Profundización del conocimiento TIC”. Fuente: Adaptado
de Proyecto ECD-TIC, UNESCO (2008, pp. 2-26).
2.5. Ecosistema educativo digital 3.0: formación del profesorado en generación de conocimiento TIC.
Este ecosistema educativo es el que tratamos de observar en nuestro estudio. Teniendo en
cuenta el paradigma de la política educativa de la UNESCO (2008), estándares de competencia en
TIC para docentes: generación del conocimiento TIC. Currículo: capacidad de aplicar el
conocimiento de forma flexible en situaciones reales de contexto para integrar las TIC, conformamos
un sistema que se correspondería con las necesidades educativas propias del siglo XXI, pero que a
pesar de su imperiosa necesidad de adaptación a la realidad social tecnológica que vivimos
actualmente, no es fácil de conseguir tal y como establecen Pérez, Quijano y Ocaña (2013) ante el
espacio europeo de educación superior propuesto en Bolonia en el que se plantean luces y sombras
en su desarrollo, luces como el esfuerzo en la formación del profesorado, la necesidad de programar,
evaluar y enseñar a aprender explícitamente, así como las sombras, vinculadas a excesos en los ratios
de profesor-alumno, déficit de puestos informáticos, mayor carga de contenido lectivo en detrimento
del reflexivo, así como de su alta pretensión de cambio de modo no progresivo y en poco tiempo,
donde la tónica fundamental no contemplada ha de ser la contextualización de cada institución
educativa.
Del mismo modo se ofrece una tendencia en alza sobre dispositivos móviles con respecto a
dispositivos fijos como indican Cantillo, Roura y Sánchez (2012). En la actualidad el uso de
dispositivos móviles se deberá trasladar a la educación, en la que se desarrollará coherentemente el
entorno de aprendizaje m-learning, cuyo aumento según Küster y Hernández (2013) es consecuencia
del paso e integración de anteriores sitios webs en la actual Web 3.0, en la que se ve inmersa la actual
sociedad y en la que se puede destacar entre otras características el uso de las TIC en cualquier lugar
y momento (Rudman y Bruwer, 2016; Gwenllian, 2002).
a) Centro educativo: El profesor pretende ofrecer un rol guía, en el cual el alumno posee un
papel semiactivo en el proceso, colaborando, donde los padres participan sobre las
prácticas que tienen lugar en plataformas online. Dicha formación o práctica educativa se
podrá desarrollar entre centros educativos favoreciendo que las iniciativas individuales de
profesores pueden fomentar la mejora colectiva en el uso de las TIC (Marrero, 2011).
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Figura 4. Ecosistema educativo digital “generación del conocimiento TIC”. Fuente: Adaptado de
Proyecto ECD-TIC, UNESCO (2008, pp. 2-26).
3. Diseño y metodología
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El método utilizado para abordar la investigación y tratar de conseguir los objetivos propuestos
lo enmarcamos dentro de una metodología cuasi-experimental pretest – postest, en razón a «cuando
no se puedan asignar aleatoriamente los sujetos a las diferentes condiciones» (Campbell & Stanley,
1963, p. 34) actuando cada sujeto como su propio control antes de la experiencia. Tiene un enfoque
exploratorio y concluyente (Kinnear y Taylor, 1994), que combina en la recogida y tratamiento de
datos, técnicas cuantitativas y cualitativas.
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Tabla 1
Matriz del modelo integrador de la competencia digital 1.0
Tabla 2
Matriz del modelo integrador de la competencia digital 2.0
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Tabla 3
Matriz del modelo integrador de la competencia digital 3.0
1Es un instrumento de análisis y evaluación de aplicaciones educativas que consta de tres apartados claramente
definidos: el que analiza las dimensiones generales del programa, el que evalúa la dimensión técnica ISO/IEC-
25000, y el que valora las dimensiones pedagógica, didáctica y motivacional.
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Tabla 4
Resumen de la unidad didáctica
4. Resultados y conclusiones
Para el primer objetivo, se han diseñado tres matrices, a partir de los campos de conocimiento
del modelo integrador TPACK, para poder implementarse en cualquier tipo de ecosistema educativo
digital, para el desarrollo de la competencia digital en sexto curso de Educación Primaria. Así como
se ha integrado la tercera matriz para el desarrollo en competencia digital en un ecosistema digital
2Libro electrónico o digital, donde se pueden incorporar y fusionar elementos audiovisuales (textos, dibujos,
música,videos, juegos etc.), que se enriquecen, editan y actualizan de forma personalizada, cuyos contenidos,
son accesiblesy compartidos por los quecolaboran en el enriquecimiento del mismo, a través de cualquier
dispositivo conectado ainternet. En nuestro caso para realizar las propuestas didácticas y curriculares con el fin
mejorar la Educación enMedios, y lo denominamos «ebookEC» (libro digital Enriquecido Compartido),
construcción propia de los autores.
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Primaria
más avanzado “generación del conocimiento TIC” (UNESCO, 2008), con vinculación e indicadores
dentro del marco de la alfabetización mediática (UNESCO, 2011) propio de la realidad digital del
siglo XXI, pero también adaptado a la realidad previa del alumnado y familias, dada su disposición
personal y digital ante tal proyecto.
En relación al segundo objetivo aportamos en primer lugar, los resultados que se corresponden
con la «valoración de la calidad didáctica y pedagógica de los materiales digitales resultantes por parte
de los docentes», para la enseñanza de la alfabetización y la competencia digital, producto de integrar
nuestra matriz del modelo TPACK, en coherencia con el ecosistema digital correspondiente a la
«generación de conocimiento TIC». En la «dimensión pedagógica»: «los recursos para buscar y
procesar datos» han alcanzado la mayor variación 80%, junto con «estrategias didácticas» 80%,
concluyendo en la conveniencia de mantener las relaciones pedagógicas, expresadas en términos de
acciones en infinitivo, en relación a la tecnología empleada, siendo determinante el sistema hipertexto,
al editarse fácilmente los hipervínculos por parte del profesor y alumno, para mejorar el
enriquecimiento pedagógico del proceso de enseñanza-aprendizaje.; el indicador con menor
incremento ha sido la «adecuación al usuario» en lo referente a contenidos, actividades, atractivo o
interés, pero que aun así supone un 63% consecuente con el modelo integrador, dotado de tecnología
y opciones dinámicas y flexibles al permitir incorporar las preferencias del alumno en el tiempo, con
adecuación al escenario y ecosistema educativo digital; y seguidamente el «nivel de actualización de
los contenidos» con un 64%, que evidencia la necesidad de generar decisiones conducentes al
compromiso de mejora. En referencia a la parte técnica de la dimensión pedagógica para este objetivo,
destacamos el incremento en un 80% la mantenibilidad de la herramienta digital «ebook EC», con
respecto a las herramientas digitales que se utilizaban antes de dicha experiencia, por lo que la
capacidad de actualización, restitución y edición es más alta y facilita en tiempo real los contenidos y
uso de recursos, si bien, la portabilidad, tuvo el menor incremento, al quedar vinculada la edición de
archivos en dicha App, por su extensión específica “.atdoc”.
En la «dimensión didáctica»: los «ejemplos» con un 82% junto con los «gráficos» 80% son los
aspectos mejor valorados. Se determina positivo el trabajo de la alfabetización sobre los medios, con
los propios medios, dado que clarifican y mejoran la comprensión, contrastando la información de
modo visual con respecto a sus contribuciones digitales; en las «preguntas» con el 27% y
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