Sobre Alevosía y Abuso de Superioridad
Sobre Alevosía y Abuso de Superioridad
Sobre Alevosía y Abuso de Superioridad
SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las ocho horas con veinte
minutos del día veintisiete de julio del año dos mil once.
A sus antecedentes el recurso de casación interpuesto por los imputados ALBERTO ALIRIO
AGUILAR GARCÍA Y ANGEL ANTONIO LEONOR ARÉVALO, contra la sentencia definitiva
condenatoria, pronunciada por el Juzgado Especializado de Sentencia de esta ciudad, a las quince
horas del día once de abril del año dos mil ocho, que los declaró responsables penalmente por el
delito de HOMICIDIO AGRAVADO, Arts, 128 y 129 No. 3 del Código Penal y Art. 1 Inc. Final,
literal a) de la Ley Contra el Crimen Organizado y Delitos de Realización Compleja, en perjuicio
de Nelson Adán Hernández Chacón.
Habiéndose realizado la audiencia de fundamentación, Art. 428 Pr. Pn., y oídas que fueron
las partes respecto de sus planteamientos, se procede a dictar la correspondiente resolución, Art.
427 Pr. Pn..
RESULTANDO:
I.- Que la sentencia definitiva citada, en su parte resolutiva establece -entre otros puntos-
lo siguiente: "A. CONDÉNASE a ANGEL ANTONIO LEONOR ARÉVALO, por la infracción penal de
HOMICIDIO AGRAVADO, previsto y sancionado en los Artículos 128 y 129 numeral 3 del Código
Penal, en concordancia al Artículo 1 Inciso final literal a), de la Ley Contra el Crimen Organizado y
Delitos de Realización Compleja, en perjuicio del derecho a la Vida del señor NELSON ADÁN
HERNÁNDEZ CHACÓN, a cumplir la pena de TREINTA Y CINCO AÑOS DE PRISIÓN. Por lo tanto
continúe el expresado en la detención en que se encuentra, la cual se tornará prisión formal
al quedar ejecutoriada esta Sentencia. B. CONDÉNASE a ALBERTO ALIRIO AGUILAR
GARCÍA, por la infracción penal de HOMICIDIO AGRAVADO, previsto y sancionado en los
Artículos 128 y 129 numeral 3 del Código Penal, en concordancia al Articulo 1 Inciso final literal
a), de la Ley Contra el Crimen Organizado y Delitos de Realización Compleja, en perjuicio del
derecho a la Vida del señor NELSON ADÁN HERNÁNDEZ CHACÓN, a cumplir la pena de
TREINTA Y CINCO AÑOS DE PRISIÓN. Por lo tanto continúe el expresado en la detención en que
se encuentra, la cual se tornará prisión formal al quedar ejecutoriada esta Sentencia C.
CONDÉNASELES a las penas accesorias de la pérdida de los derechos de ciudadano, e
incapacidad para obtener toda clase de cargos y empleos públicos, penas accesorias que cesarán
cuando cumplan la pena principal".
II.- Contra el pronunciamiento anterior, los recurrentes han enfilado su inconformidad, señalando en
concreto dos puntos. En el primero, aseguran que existe un error en la calificación de los hechos,
por considerar que no se configuró la agravante indicada en el número tercero del Art. 129 Pn.,
pues "no se observa en los hechos acreditados que haya existido un ataque imprevisto o un
acecho sobre la víctima, de manera que se buscara ponerla en una situación de
indefensión"; de ahí, que para ellos la "ALEVOSÍA" establecida no es tal. Dicen también, que
ni el "ABUSO DE SUPERIORIDAD" debió acreditarse, ya que: "tampoco concurren como de
forma errónea se ha establecido por el Juez Especializado de Sentencia, debido a que aún
y cuando si hubo una superioridad numérica y física de personas en el ataque, ya que
se dice por el testigo "APOLINARIO" que observó a DOS PERSONAS, no se abusó de
esa circunstancia para lograr una indefensión en la víctima, sino que de los hechos
establecidos se desprende que únicamente existió la participación de una SOLA
PERSONA ante el ataque". Siendo del criterio, que lo aplicable es el Art. 128 del Código Penal,
como un HOMICIDIO SIMPLE.
III.- Por su parte, la Licenciada Edith del Carmen Rivera Chicas, en calidad de Agente Auxiliar
del Fiscal General de la República -al contestar el recurso- manifestó que la participación de
ambos procesados ha sido debidamente acreditada y la calificación jurídica es la correcta; además,
asegura que con las pruebas testimonial, pericial y documental evaluadas en el debate, se
estableció plenamente que la conducta antijurídica debía adecuarse a los supuestos del Arts. 129
No. 3 Pn., en razón de concurrir dicha agravante en los hechos; Asimismo, considera que el grado
de participación para ambos imputados es como lo indica el Art. 33 Pn., es decir, una Coautoría.
Por todo lo cual, pide que se declare "No Ha Lugar el recurso interpuesto".
IV.- Individualizados los puntos que provocan el agravio de los reclamantes, esta Sala considera
que su estudio debe desarrollarse dentro del marco de los hechos que el Tribunal de Instancia
delimito en la sentencia impugnada, puesto que con ello se garantizará el principio de la
"intangibilidad de los hechos", en orden a analizar sobre esa base, si el criterio utilizado por el
sentenciador fue el acertado al momento de calificar y establecer el grado de ejecución del ilícito sometido a su
conocimiento.
En tal sentido, de conformidad con el relato histórico y la acreditación fáctica que hizo el A-
quo, cuya transcripción completa se estima innecesaria, en vista que sólo basta remitirse al apartado
que en el proveído se denomina: "...HECHOS ACREDITADOS Y VALORACIÓN PROBATORIA...",
para evidenciar que han sido razonadas las circunstancias por las cuales el Sentenciante
concluyó que las conductas delictivas que analizó eran subsumibles en el supuesto jurídico de
HOMICIDIO AGRAVADO, previsto y sancionado en los artículos 128 y 129 numeral 3 del Código Penal;
habiendo aclarado, que fue colmada la circunstancia que agrava el Homicidio, indicada como Alevosía y
abuso de; superioridad, pues tuvo por cierto que; "es concordante con los hechos acusados y
acreditados en Vista Pública, por medio del testigo APOLINARIO, quien en su deposición
establece que fueron dos individuos, a quienes reconoce y describe como los actuales
imputados, los que atacaron a la víctima quien se conducía solo e intentaba cruzar la
carretera que de San Salvador conduce a Santa Ana, ello en atención a que el sujeto pasivo
estaba solo, en una carretera donde no podía ocultarse y sin posibilidad de repeler el
ataque".
De modo tal, que en el presente proceso, no se configura el error denunciado por los
casacionistas, pues los supuestos de hecho que el Juzgador de Instancia tuvo por
acreditados durante la Vista Pública, han sido subsumidos con arreglo a Derecho y en
observancia de las reglas de la sana critica.
POR TANTO:
Con base en los Arts. 50 Inc. 2 Nº 1, 130, 421, 422 y 427 Pr. Pn., en nombre de la República
de El Salvador, esta Sala RESUELVE:
NO HA LUGAR a casar la sentencia de mérito, por no existir la infracción invocada.
Devuélvanse las actuaciones al tribunal de origen, para los efectos legales consiguientes.
NOTIFÍQUESE.
»Número de Referencia: 202-CAS-2012
»Origen: SALAS
»Nombre del Tribunal: SALA DE LO PENAL
»Tipo de Proceso:
»Tipo de Resolución: Sentencias Definitivas
»Fecha de Resolución: 30/6/2014
»Hora de Resolución: 09:15:00
202-CAS-2012
SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las
nueve horas y quince minutos del día treinta de junio dos mil catorce.
El anterior recurso de casación fue interpuesto por la Licenciada María Mercedes
Argüello Sibrián, en su calidad de Defensora Particular, impugnando la Sentencia
Definitiva Condenatoria, pronunciada por el Juzgado Especializado de Sentencia de San
Salvador, a las quince horas del día veinticinco de enero del año dos mil doce, en el proceso
penal instruido contra CARLOS ANTONIO O. M., por el delito de HOMICIDIO
AGRAVADO, tipificado y sancionado en el Art. 129 N° 3 Pn., en perjuicio de la vida de
José Ismael V.
En cuanto a dicho recurso de casación, luego de haberse evidenciado que la
recurrente ha cumplido los requisitos de forma y fondo que la ley exige para su
interposición, ADMÍTASE; en consecuencia, procédase enseguida a pronunciar el
respectivo fallo conforme a lo preceptuado en el Art. 427 Inc.3° Pr.Pn.
Asimismo, en la presente sentencia se aplicarán las disposiciones del Código
Procesal Penal derogado (D.L. N°190, 20/12/06, D.O. N°13, Tomo 374, 22/01/07; y, D.L.
N°904, 04/12/96, D.O. N°11, Tomo 334, 20/01/97 por Decreto Legislativo N°733, de fecha
22 de octubre del año 2008, publicado en el Diario Oficial N°20, Tomo 382, del 30 de
enero del año 2009, el cual entró en vigencia el 1° de enero del año 2011, por así
disponerse en el Art. 505, Inc. Final, del mencionado decreto.
RESULTANDO:
I- Que mediante fallo relacionado en el preámbulo de la presente resolución se
resolvió: "...EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA DE EL SALVADOR, FALLO: a)
CONDENASE al imputado CARLOS ANTONIO O. M., por el delito de HOMICIDIO
AGRAVADO, previsto y sancionado en los Arts. 128y 129 N° 3 y Cp...".
II- Después de haber efectuado el examen preliminar al escrito citado en el párrafo
anterior, consta en el expediente que la solicitante ha alegado un único defecto, siendo el
mismo la errónea aplicación del precepto legal del Homicidio Agravado, Art. 129 N° 3 del
Código Penal.
III- A folios 285 del expediente judicial, consta que la Licenciada Ana Melba
Fajardo Martínez, en su calidad de Agente Auxiliar del Fiscal General de la República, no
contestó el escrito presentado por la abogada defensora.
CONSIDERACIONES DE LA SALA.
Previo a dar respuesta al motivo invocado por la Defensora Particular, se aclara que
se abordaron los pasajes pertinentes tanto de la causal casacional invocada como de sus
fundamentos, dejando por fuera todos aquellos aspectos que resultan intrascendentes, no
vinculados al vicio que se denuncia, y que constituyen aspectos de valoración probatoria o,
son apreciaciones subjetivas de la impetrante.
Respecto al ÚNICO MOTIVO denominado: errónea aplicación del precepto legal de
Homicidio Agravado, Art. 129 N°3, la solicitante citó lo siguiente: ".... ya que en el hecho no
pudo existir alevosía, premeditación o abuso de superioridad, ya que no existió ninguna
superioridad, (...) considera la defensa, que no se establece ninguna agravante, por lo que se
debió fallar por Homicidio y no Homicidio Agravado...".
A continuación, a efecto de respetar el denominado principio de intangibilidad de
los hechos, se plasma la relación fáctica que tuvo por acreditada el Juez, quien expresó lo
subsecuente:
"...Los hechos que quedaron plenamente establecidos son los siguientes: 1) Un
resultado material consistente en la muerte de una persona natural, 2) Una acción eficiente
para causar el resultado mencionado, 3) Que el resultado muerte guarde una relación causal
con la acción, que permite imputar tal resultado objetivamente a la acción de los sujetos, y 4)
Que la acción causante del resultado muerte, es imputable al ahora procesado (autor). En un
primer momento lo importante es determinar una acción y que ésta sea disvaliosa, por parte
del sindicado (...). Por lo que al considerar los elementos objetivos del delito tenemos: prueba
documental, testimonial y pericial (Reconocimiento Médico Legal, realizado al cadáver de
José Ismael V., efectuado a la una hora con quince minutos del día catorce de marzo de dos
mil diez, por el Doctor […], con la que se acreditan las lesiones que presentaba la víctima el
día de los hechos; Certificación de autopsia número A-10-204, practícada por el médico
forense Doctor […], del Instituto de Medicina Legal Dr. Roberto Masferrer de Santa Tecla, al
cadáver de José lsmael V., con la que se acredita que la causa de la muerte fue debido a
"herida penetrante de cráneo facial producida por proyectiles disparados por arma de
fuego"; Resultado de Anticipo de Prueba consistente en pericia de ADN, comparativo entre
las muestras de sangre obtenidas de las prendas de vestir del imputado, con la que se
acredita que tenía sangre de la víctima en sus ropas. Respecto de la agravante
contemplada en el numeral 3 del artículo 129 del Código Penal, se ha establecido la
concurrencia de esta, pues nos encontramos ante un hecho en el que ha participado una
persona, que portaba un arma de fuego, frente a la condición de indefensión de la víctima
pues no tuvo posibilidad de escapar de su agresor, repeler el ataque o defenderse de la
agresión ilegítima que sobre él ejerció el imputado, lo que se adecua a lo dispuesto en el
numeral 3 del artículo 129 del Código Penal, en concordancia con el artículo 30
numerales uno y cinco del Código Penal.". (Sic).
Partiendo de esos hechos, en seguida, esta Sala examinará si los argumentos
jurídicos que sustentan la anterior afirmación son procedentes, de acuerdo al marco
planteado.
Al respecto, para los suscritos Magistrados conviene efectuar un análisis sobre la
tipicidad del Art. 129 Pn., en especial lo concerniente a la agravante de alevosía
contemplada en el numeral 3 del precepto citado, ya que de acuerdo a su definición legal
prevista en el Art. 30 N° 1 Pn.: "Existe Alevosía cuando en los delitos contra la vida o la
integridad personal, el hecho provoca o se aprovecha de la situación de indefensión de la
víctima para prevenir el ataque o defenderse de la agresión, sin riesgo de su persona. Se
presume legalmente la alevosía cuando la víctima fuere menor de doce años y en el caso de
homicidio precedido de secuestro."
Asimismo, dicho numeral contempla también la Premeditación y el Abuso de
Superioridad, como otras modalidades, cuyas definiciones se encuentran en los numerales 2
y 5 del mismo Art. 30 del Código Penal, de la manera siguiente:
Premeditación: "Hay premeditación cuando se planea con la anticipación necesaria,
reflexiva y persistente, la realización del delito."
Abuso de Superioridad: "Aprovecharse de la debilidad de la víctima por su edad u
otra causa similar, emplear medios que debiliten la defensa del ofendido, o del accionar de
agrupaciones ilícitas tales como las pandillas denominadas maras."
Procediendo entonces la aplicación automática de la alevosía cuando el sujeto
pasivo es menor de doce años y cuando el homicidio ha estado precedido de secuestro. Sin
embargo, esta definición legal no contesta a la pregunta de si es alevoso matar a personas
indefensas distintas de las mencionadas, como personas extremadamente ancianas,
dormidas, inconscientes o cualesquiera otras en similar situación; pues en esos casos no se
puede sostener que el sujeto activo tenga que realizar ningún comportamiento para evitar
que la víctima se prevenga del ataque o se defienda de la agresión, ya que esa persona
carece de toda posibilidad para ello, al igual que no puede producir ningún riesgo para el
ofensor, de modo que en estos casos mal se puede decir que no concurre legalmente dicha
agravante.
En ese orden de ideas, la Sala de Casación, tomando en cuenta la doctrina
mayoritaria, donde se encuentra unanimidad de opiniones sosteniendo que la esencia de la
alevosía es la indefensión total de la víctima, y cuya configuración requiere la existencia
de un elemento objetivo consistente en el empleo de los denominados medios o formas que
aseguren la ejecución del delito, y de un elemento subjetivo, basado en la circunstancia de
no existir riesgo para el hechor. Siendo su diferencia esencial con el abuso de superioridad,
que mientras la alevosía busca o se aprovecha para eliminar completamente el riesgo para
el sujeto activo, en el abuso de superioridad lo que se busca es disminuir la posibilidad de
defensa de la víctima.
Pero en el presente caso, el tribunal sentenciador tuvo por acreditado que las
agravantes (alevosía y abuso de superioridad) contemplada en el Art. 129 N°3 del Código
Penal, concurrieron según su criterio porque participó una persona que portaba un arma de
fuego, frente a la condición de indefensión de la víctima, pues no tuvo oportunidad de
escapar de su agresor, repeler el ataque, o defenderse de la agresión ilegítima que sobre él
ejerció el imputado, lo que se adecuó a lo dispuesto en el numeral 3 del artículo 129 del
Código Penal, en concordancia con el artículo 30 numerales 1 y 5 del Código Penal, siendo
erróneo que dicho juzgador se refiera a ambas circunstancias gravosas, de forma indistinta,
empero como se dijo anteriormente son diferentes la una de la otra, por lo tanto también fue
erróneo de parte del juzgador hacer referencia a ambas de forma conjunta.
No obstante lo anterior, a juicio de la Sala, en el presente caso no se ha podido
establecer dichas circunstancias agravatorias (alevosía y abusa de superioridad), ya que del
hecho acreditado no se desprende la circunstancia de indefensión del ahora occiso que
menciona el A quo, pues los agentes de la Policía Nacional Civil, relatan que cuando
realizaban patrullaje de responsabilidad en la zona oyeron varias detonaciones, y a una
distancia de diez metros observaron al señor Carlos Antonio O. M. asestarle disparos a la
víctima, quien se encontraba sentado en una acera, y procedieron a darle detención, pero no
se establece por ningún medio probatorio la indefensión de la víctima o la superioridad con
la que obró el sujeto activo.
En ese sentido, estima este tribunal que no se debieron apreciar por parte de dicho
funcionario tales circunstancias como agravantes específicas, del Art. 129 N° 3 Pn.
Asimismo, es de hacer notar que de los hechos acreditados no se estableció la
circunstancia agravante de premeditación, por lo que bien hizo el sentenciador al no
referirse a la misma.
Luego de reconocerse el vicio del A quo, en cuanto a considerar como concurrente
la circunstancia agravatoria de la alevosía en el Homicidio atribuido al procesado, es
procedente casar parcialmente la sentencia, enmendar la infracción legal, reparando
directamente la errónea aplicación de la ley penal, a través de la correspondiente
MODIFICACIÓN DE CALIFICACIÓN DEL DELITO, de HOMICIDIO AGRAVADO,
Art. 129 N°3 en relación con el Art. 128 Pn., en perjuicio de la vida de José Ismael V., en
CONCURSO IDEAL con el delito de Tenencia, Portación o Conducción Ilegal o
Irresponsable de Armas de Fuego, a HOMICIDIO SIMPLE siempre en concurso ideal con
el delito cometido contra la Paz Pública arriba relacionado; en consecuencia, quedará
anulada la sentencia emitida por el tribunal inferior sólo en esa parte, quedando firme el
resto de la misma.
Por lo que con arreglo al Art. 427 Inc. 3° Pr.Pn., se enmendará en forma directa en
esta resolución la violación de ley sustantiva que ha sido corroborada, mediante la
imposición de la pena que atañe, de acuerdo al Art. 70 Pn., referida al Concurso Ideal.
En tal virtud, lo expuesto en el apartado VI denominado Individualización de la
pena, se mantienen los argumentos relativos a la justificación de la sanción, modificándose
la pena que le fue aplicada al procesado por el Homicidio Agravado por una
correspondiente al delito de Homicidio Simple; en ese sentido, se le aplicará de
conformidad a lo regulado en la disposición penal referida, la condena de TRECE AÑOS
TRES MESES de prisión, la cual corresponde a la pena del delito más grave aumentada en
su tercera parte, (Arts. 128 Pn., en relación al 40 y 70 Pn.).
Con fundamento en los motivos expuestos, disposiciones legales citadas y Arts. 50
Inc. 2 No.1, 130, 357, 361, 421, 422 y 427, todos Pr.Pn., en nombre de la República de El
Salvador, este Tribunal FALLA:
a) CÁSASE PARCIALMENTE la sentencia impugnada por haberse comprobado
el error de fondo consistente en la errónea aplicación de la alevosía como circunstancia
agravante contemplada en el ordinal 3 del Art. 129 Pn.
b) MODIFICASE la calificación jurídica de delito de Homicidio Agravado, Art.
129 N° 3 Pn., al de Homicidio Simple, Art. 128 Pn.
c) IMPÓNESELE al imputado Carlos Antonio O. M., la pena legal de TRECE
AÑOS TRES MESES DE PRISIÓN, por el delito de HOMICIDIO SIMPLE, Art. 128 Pn.,
en perjuicio de la vida de José Ismael V., en lugar de la pena de Treinta Años, impuesta por
el delito de Homicidio Agravado, siguiendo la misma suerte las accesorias de ley.
Remítanse las actuaciones del proceso al tribunal de procedencia, adjuntando esta
sentencia para su cumplimiento.
NOTIFÍQUESE.
D. L. R. GALINDO---------------- R. M FORTIN H. ------------------M.
TREJO-------------------PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS
QUE LO SUSCRIBEN.------------------------ILEGIBLE----------------SRIO--------------
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