Pabago PSICOG
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Psicología Cognitiva
Mg. Gustavo Pabago
(Pinker, 2005)
Introducción
La Ciencia Cognitiva surgió a mediados del siglo veinte en Estados Unidos con la
pretensión de emprender el estudio de distintos aspectos ligado a lo humano de una
manera empírica, científica e interdisciplinar. Estos objetivos pretendían estar
sostenidos por experimentos que apuntaban a la necesidad del estudio de los
mecanismos de funcionamiento de la mente en contraposición a las tesis del
conductismo imperante, y por la aparente similitud de los procesos lógicos y los
estudios en computación.
Algunas de las definiciones que se pueden encontrar sobre Ciencia Cognitiva son:
Es el análisis científico moderno del conocimiento en todas sus dimensiones
(Varela, 1990).
Es una disciplina creada a partir de una convergencia de intereses entre los que
persiguen el estudio de la cognición desde diferentes puntos de vista. El aspecto
crítico de la Ciencia Cognitiva es la búsqueda de la comprensión de la
cognición, sea ésta real o abstracta, humana o mecánica. Su meta es comprender
los principios de la conducta cognitiva e inteligente. Su esperanza es que ello
nos permita una mejor comprensión de la mente humana, de la enseñanza y
aprendizaje, de las habilidades mentales y el desarrollo de aparatos inteligentes
que puedan aumentar las capacidades humanas de manera importante y
constructiva (Norman, 1987).
Estas Ciencias Cognitivas han cimentado una noción de mente que ha tomado aportes
de varias disciplinas:
Cibernética:
El brillante matemático Norbert Wiener (1894-1964) durante las décadas de 1930 y
1940, en el Instituto Tecnológico de Massachusett, estudia y formula modelos
matemáticos de un alto nivel de abstracción, que permiten explicar los cambios en los
comportamientos de diferentes sistemas.
Esta formulación matemática, hacía posible pasar de hablar intuitivamente de la
similitud de organismos vivos y máquinas a hablar acerca de la equivalencia formal
entre el sistema biológico y el sistema mecánico.
En 1946 tuvo lugar la primera de las diez conferencias Macy con el título “Mecanismos
de Realimentación y Sistemas Causales Circulares en Biología y en Ciencias Sociales”.
A partir de la sexta conferencia se denominaron “conferencias sobre Cibernética”,
tomando el término acuñado por Wiener para nombrar su teoría de la retroalimentación
en seres vivos y máquinas. Este término proviene del griego “timonel”, como buen
ejemplo de sistema autorregulado formado por el timonel y la nave, ya que el timonel
corrige el rumbo en función de sus variaciones respecto al objetivo.
El impulso de las conferencias Macy continuó en forma de programas de investigación
en redes neuronales hasta finales de los años cincuenta, luego que el nuevo enfoque de
las Ciencias Cognitivas llegó a ser la corriente dominante.
Lingüística:
Una de las formas más directas de tener acceso al pensamiento es a través del lenguaje,
por lo que es lógico pensar que un análisis de éste podrá revelar datos significativos
sobre la cognición.
Tiene como principal exponente a Chomsky (1928-) que se apoya en bases filosóficas
racionalistas y en sus desarrollos afirma que nuestra capacidad psicolingüística se basa
en sistemas representacionales abstractos, conocimiento de reglas que no se reducen a
porciones de zonas cerebrales. Esta capacidad depende de una estructura universal
mental innata que se despliega en cada hablante al exponerse al contacto de su lengua
nativa, se trata por tanto de una capacidad preformada y nunca puede derivar del mundo
exterior. Chomsky combatió el conductismo, al afirmar que su punto de vista no era
adecuado para dar cuenta de la habilidad de los humanos para aprender y utilizar el
lenguaje. Su crítica fundamental va dirigida a Skinner quien postulaba que el lenguaje
se aprendía por reforzamiento. Para Chomsky el lenguaje es un conjunto de principios
que posibilitan la producción y comprensión de infinitas oraciones gramaticales a partir
de un número finito de unidades (palabras). Es decir que “aunque el medio ambiente
juega un papel, el curso general del desarrollo y los rasgos básicos de lo que emerge
están determinados por el estado inicial” (Chomsky, 1997). Para él la adquisición del
lenguaje (en cuanto a su gramática) parece estar ligado más a la maduración biológica
de un órgano que a la repetición y reforzamiento que parta del entorno.
Aunque la versión de Chomsky estaba próxima al cognitivismo, en el sentido de generar
la gramática a partir de unas reglas, su punto de vista era más general al considerar que
las mismas (gramáticas particulares) surgen de mecanismos que permiten realizar
infinitas combinaciones de oraciones. Esto sirvió de influencia en psicólogos
cognitivistas como Jerry Fodor, que a mediados de los setenta defendió la existencia de
un lenguaje innato, un conjunto de reglas para el manejo de símbolos que son parte de la
estructura cognitiva humana (Iglesias Martinez, 2006).
Teoría de la computación:
Los antecedentes los tenemos que buscar en la década de 1930, en los trabajos de Alan
Turing (1912-1954), un matemático británico que propuso en 1936 la idea de una
“máquina teórica” capaz de realizar cualquier cálculo concebido.
Haciendo uso del enfoque computacional y de la teoría de la información, el psicólogo
de Harvard, George Miller (1920-2012), publicó en 1956 un artículo con el título: “El
mágico número 7, más o menos 2: algunos límites en nuestra capacidad para procesar
información”. Este trabajo mostraba que la capacidad de los individuos para establecer
distinciones absolutas entre los estímulos, para distinguir los fonemas entre sí o calcular
cifras con precisión, y para recordar una serie de ítems aislados, parecía experimentar
un cambio radical al acercarse a los siete elementos. Por debajo de ese número, eran
capaces de realizar esas tareas con facilidad, al contrario de lo que sucedía por encima
de él (Iglesias Martinez, 2006).
Neurociencias
Los avances en el estudio del sistema nervioso, y más concretamente, del cerebro como
órgano central de las actividades cognitivas, han tenido gran importancia en la historia
de la Ciencia Cognitiva.
Desde los años cincuenta hasta los años setenta, en la etapa cognitivista, el paradigma
dominante en cuanto a modelo del pensamiento era el computacional, con lo que se
atendía fundamentalmente a las similitudes entre el ordenador y el cerebro. A finales de
los años setenta, la insatisfacción con el modelo computacional hizo que se volviese la
vista hacia modelos que reflejasen en más detalle la estructura del cerebro.
Los estudios anteriores sobre el cerebro estaban limitados a las lesiones producidas en
las guerras mundiales, y al estudio de cerebros de animales. Pero a finales de siglo XX,
se mejoraron las técnicas no invasivas, como la tomografía por emisión de positrones
(PET) y la toma de imágenes por resonancia magnética funcional (fMRI). Algunos
autores ven en los métodos y resultados de la neurociencia la base “científica” sobre la
que edificar la Ciencia Cognitiva, pudiendo aquélla explicar todos los fenómenos
cognitivos, desde la inteligencia hasta la conciencia.
“Tú, tus alegrías y tus penas, tus recuerdos y tus ambiciones, tu sentido de identidad
personal y libre voluntad, son de hecho nada más que el comportamiento del vasto
ensamblaje de células nerviosas y de sus moléculas” (Crick, 1995). Esto lleva a cierto
reduccionismo entre los procesos mentales y el funcionamiento cerebral. Otros autores,
en cambio dentro de las neurociencias, como Bechtel, Bennett y Hacker, defienden la
independencia de distintas disciplinas y niveles de explicación, en los que no se puede
reducir los procesos mentales a simples conexiones neuronales. Son niveles de
explicación distintos, por un lado el simbólico y por el otro el neurobiológico.
Inteligencia artificial:
Es la disciplina que se encarga de construir procesos que al ser ejecutados sobre una
arquitectura física producen acciones o resultados que maximizan una medida de
rendimiento. Por lo tanto desde esta disciplina se puede comprender el funcionamiento
mental en términos informáticos de tal manera de poder construir artefactos
tecnológicos que puedan emular o hasta superar dicha capacidad humana.
En conclusión:
Por ende, vamos a entender a las Ciencias Cognitivas como un conjunto de disciplinas
que interrelacionadas entre sí dan cuenta del funcionamiento de la mente.
Psicología cognitiva
Se establece una analogía entre la mente y la computadora, que será utilizado como
modelo de investigación. En la computadora hay dos elementos, el hardware que es el
componente físico (CPU y periféricos) y el software que son los programas que
procesan los datos (Windows, Linux, Mac, Office, etc). Cada programa está preparado
para procesar un tipo de información específica en un lenguaje propio (un texto escrito
va a ser procesado por el Word y no por el Corel que procesa imágenes en un código
que es específico de cada programa). De la misma manera ocurre con los seres vivos
que poseen un cerebro (hardware) y procesos mentales que son propios de cada especie
(software). Es decir que la psicología cognitiva va a poner el foco en el estudio de los
mecanismos de funcionamiento de la mente, que es lo que el conductismo había
desechado por no responder a los criterios de ciencia postulados por el positivismo.
Como se viene expresando hasta ahora, la psicología cognitiva, establece la necesidad
de un organismo que pone de su parte alguna estructura organizativa, que agrega algo
que no está en la energía física de los estímulos del medio y que complementa las
funciones “botton-up” (de abajo a arriba) con procesos “top-down” (de arriba a abajo),
que no serían explicables sin las estructuras de representación del propio organismo.
Las entidades mentales son formas de organización interna, que serían irreconocibles si
no hubiese algún tipo de proceso “top down” en el sujeto. Cuando se menciona a los
mecanismos “botton-up” se está haciendo referencia a los procesos que van organizando
información básica proveniente del exterior en códigos más abstractos que permiten
darle estabilidad a esos estímulos, para que luego los mecanismos “top-down” puedan
darle significado a los mismos. Por ejemplo si alguien reconoce el rostro de una persona
y esta cambia algo en su fisonomía puede seguir siendo reconocida. Es decir que no se
reconoce por la imagen visual almacenada en la memoria sino por la representación
simbólica de esa cara en un formato abstracto. Lo cual permite comprender como ante
un estímulo inestable y cambiante puede ocurrir un reconocimiento (percepción) tan
estable que es independientemente de los cambios temporales. Lo que este modelo
teórico postula es que este mecanismo no lo hacemos de una forma consciente y
voluntaria derivado del aprendizaje.
Niveles de análisis
Bases epistemológicas.
Por otro lado uno de los principales exponentes del falsacionismo fue Karl Popper
(1902-1994) quien se apoyó en el Método Hipotético Deductivo. Su epistemología se
basa a grandes rasgos en:
Modelos de la mente
modular o clásico
conexionismo
enactivo
Modularidad
Módulo perceptivo
Sistema Central
Módulo lingüístico
En principio podemos definir los módulos como sistemas especializados, encapsulados
y autónomos que procesan información que proviene del mundo exterior a modo de in-
put de información (Fodor, 1983). Estos sistemas de entrada cumplen funciones
específicas y proporcionan información sobre el mundo a través de formatos
representacionales característicos de esos módulos. Los mismos suministran
información al sistema central. De este modo el organismo recibe estimulación
ambiental que es codificada por los módulos específicos y luego es transferida al
procesador central a modo de out-put informático.
Conexionismo
Este es un modelo matemático que toma como referencia la analogía mente – cerebro
que se trata de un sistema de unidades interconectadas que recibe estímulos del exterior,
los transmite y modifica a través de sus unidades hasta enviar otros estímulos al
exterior, y al cual se guía en su comportamiento, mediante la variación de los valores de
sus conexiones, hasta obtener el valor de salida deseado. Según la complejidad de cada
uno de estos componentes, se tendrá un tipo u otro de sistema conexionista.
Para ellos una característica central consiste en que el aprendizaje implica modificar las
conexiones. Es decir aprender es modificar las conexiones de tal manera que se facilite
que un patrón de inputs antiguo evoque un patrón de outputs nuevo. “Aprender es
establecer las correctas fuerzas de conexión, de tal manera que los patrones correctos de
activación se produzcan bajo las circunstancias correctas” (Fernandez Trespalacios,
1988).
El enfoque de la mente encarnada o Embodied mind fue postulado por los biólogos y
epistemólogos chilenos H. Maturana (1928-) y F. Varela (1946-2001), inspirada en la
teoría del conocimiento del filósofo Merleau-Ponty (1908-1961); ellos proponen que la
mente está encarnada y este hecho forma la base sobre la cual las personas modelan su
percepción, su pensamiento y su acción (Colombo, 2017).
Varela (1990) entendía que los cerebros reales operan a partir de interconexiones
masivas, de modo que las conexiones entre neuronas cambian como resultado de la
experiencia. Entonces ya no era necesario partir de modelos que explicaran los procesos
de cómputos por lo que el concepto de representación no va a desempeñar ningún papel
en este enfoque. Para Varela la representación denota una diferencia entre el adentro y
el afuera. Para él la cognición depende de los tipos de experiencias que provienen de
tener un cuerpo con habilidades sensorio-motrices, y a su vez, estas habilidades
individuales se alojan en un contexto biológico. Por ello, la percepción y la acción son
inseparables de la cognición vivida.
El objeto surge como fruto de nuestra actividad y, por lo tanto, el objeto y la persona
están co-emergiendo. Así, la capacidad mental surge como una evidencia inmediata
esencialmente ligada al cuerpo que es activo y al mundo en el que se mueve y con el
que interactúa.
Otro punto clave de este enfoque es la emergencia. Para este modelo las funciones
cognitivas surgen a partir de la interacción local de elementos que hace surgir procesos
globales. Se trata de la emergencia de un nivel global a partir de reglas locales que tiene
un estatus ontológico diferente ya que se ponen en juego en la particularidad de la
situación de cada individuo. Cuando se realiza alguna actividad, como conducir un auto,
la acción resulta en un todo coherente y no, una yuxtaposición de elementos como
movimiento, percepción, recuerdo.
Por lo expuesto debemos entender que la cognición no sólo está enactivamente
encarnada sino que también es enactivamente emergente. Este término puede aparecer
como auto-organización, complejidad o dinámica no lineal. El principio de base es el
mismo: el tránsito de lo local a lo global; es una co-determinación entre elementos
neurales y un sujeto cognitivo global. El sujeto cognitivo global pertenece a ese nivel
emergente y a ese modo de existencia.
Un ejemplo está en una investigación de Andy Clark sobre las respuestas de los niños a
las pendientes que nos ofrece información sobre este tipo de interacción entre el sujeto y
su relación con el entorno:
“En esta investigación, se colocaron niños pequeños con diferentes tipos de movilidad
(niños que gateaban y niños que caminaban) sobre pendientes con distintos grados de
inclinación. Los que caminaban recelaban de las pendientes con 20º o más de
inclinación y, o bien se negaban a descender, o bien bajaban deslizándose. Los niños
que gateaban abordaban inclinaciones de 20º o más y, normalmente acababan cayendo
(aunque siempre se les cogía a tiempo). Sin embargo, tras un examen detallado apareció
una pauta de aprendizaje. A medida que los niños que gateaban iban aumentado su
experiencia, aprendían a evitar las pendientes más inclinadas. Pero en el momento de
transición en el que los niños empezaban a caminar, este conocimiento obtenido con
tanto esfuerzo parecía desaparecer. Los niños que empezaban a caminar tuvieron que
aprender sobre las pendientes desde el principio. En una prueba, dos terceras partes de
estos niños “se lanzaban sin vacilación por todas las pendientes, igual que hicieron al
encontrarse con ellas por primera vez, cuando solo gateaban” (Thelen y Smith, 1994, p.
220 en Bedia y Castillo Ossa, 2010).
Estas pruebas no sólo sugieren que los niños aprenden sobre el mundo realizando
acciones, sino también que el conocimiento mismo que adquieren suele ser específico
de la acción.
“La idea matriz del movimiento enactivo es que el conocimiento es acción en el mundo
(que perfectamente podría llamarse ejecución) y no representación del mundo. Este
"llevar algo a cabo" es lo que determina la historia de lo que se puede llevar a cabo más
tarde, y es eso mismo lo que hace emerger "mundos" en los cuales se seguirá llevando a
cabo, en una espiral sin límites precisables mientras el sistema permanezca "activo"
(Bedia et al, 2010).
Conclusiones
Estos enfoques teóricos han dado cuenta a lo largo del desarrollo de la Psicología
Cognitiva (en cualquiera de sus modelos arquitectónicos) del funcionamiento de los
distintos procesos mentales. No ha sido objeto de este trabajo profundizar sobre cada
uno desde los distintos modelos.
También se van a ocupar de la forma en que tenemos para recordar y como la mente
está preparada para representar y almacenar información en distintas estructuras, cuya
principal variable es el tiempo de almacenamiento:
Este modelo computacional, también, va a dar cuenta cómo funciona la atención por
ejemplo a partir de la cantidad de información que puede procesar en una fracción de
segundos (modelo de filtrado) o la calidad (complejidad) de la misma. No es la misma
atención que prestamos a nuestro entorno cuando estamos aprendiendo a conducir que
cuando somos conductores avezados. En lo que hace foco la Psicología Cognitiva es
que este proceso no es realizado voluntariamente sino que la “mente” organiza la
capacidad de información que puede procesar. Lo mismo se puede indicar sobre el
pensamiento analógico para la resolución de problemas o de la comprensión del
lenguaje oral o escrito. Para el modelo clásico cada tipo de información va a ser
procesado por mecanismos específicos y propios.
Es de destacar que los dos modelos con más relevancia en la actualidad de la Psicología
Cognitiva (clásico-modular y enactivo) están resolviendo problemas distintos usando
niveles de análisis diferentes. Mientras que el modelo modular clásico se posiciona en
un nivel microgenético para intentar comprender cómo una mente organiza el estímulo
proveniente del exterior, el enactivo desde un nivel ontogenético pretende abordar el
problema de la construcción de la mente a través de la acción de un cuerpo con su
entorno en el que ambos se estructuran sistémicamente.
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