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Pabago PSICOG

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PSICOLOGÍA GENERAL I UNIDAD 1

Pabago, G. (2020) Psicología Cognitiva


Publicación interna de la cátedra

Psicología Cognitiva
Mg. Gustavo Pabago

“Uno de los principales objetivos de la ciencia cognitiva

es identificar los algoritmos del aprendizaje”

(Pinker, 2005)

Introducción

El presente trabajo tiene como objetivo plantear una introducción a la Psicología


Cognitiva. Cuando se utiliza este término hay dos acepciones posibles: una en sentido
amplio y otro en sentido estricto. En el primer caso, se hace referencia a todos aquellos
modelos teóricos que estudian los procesos cognitivos. Dentro de esta definición
incluirían a la Psicología Histórico-Cultural, Psicología Genética, Gestalt y todos
aquellos modelos teóricos que intentan explicar los procesos mentales.

La segunda acepción, da cuenta de un modelo teórico que surge en EEUU en oposición


al conductismo. Este escrito está enfocado a realizar una breve introducción a algunos
de los postulados centrales de ese modelo teórico que está dentro de un gran grupo de
disciplinas denominadas Ciencias Cognitivas. Es por eso que cuando nos referimos a
Psicología Cognitiva lo estamos haciendo desde esta segunda acepción.

Definiciones de Ciencias Cognitivas:

La Ciencia Cognitiva surgió a mediados del siglo veinte en Estados Unidos con la
pretensión de emprender el estudio de distintos aspectos ligado a lo humano de una
manera empírica, científica e interdisciplinar. Estos objetivos pretendían estar
sostenidos por experimentos que apuntaban a la necesidad del estudio de los
mecanismos de funcionamiento de la mente en contraposición a las tesis del
conductismo imperante, y por la aparente similitud de los procesos lógicos y los
estudios en computación.

Algunas de las definiciones que se pueden encontrar sobre Ciencia Cognitiva son:
 Es el análisis científico moderno del conocimiento en todas sus dimensiones
(Varela, 1990).

 Es el estudio interdisciplinar de la mente y de la inteligencia, abarcando la


filosofía, la psicología, la inteligencia artificial, la neurociencia, la lingüística y
la antropología (Thagard, 2004).

 Es la ciencia que responde a interrogantes epistemológicos de antigua data, en


particular a los vinculados a la naturaleza del conocimiento, sus elementos
componentes, sus fuentes, evolución y difusión (Gardner, 1988).

 Es una disciplina creada a partir de una convergencia de intereses entre los que
persiguen el estudio de la cognición desde diferentes puntos de vista. El aspecto
crítico de la Ciencia Cognitiva es la búsqueda de la comprensión de la
cognición, sea ésta real o abstracta, humana o mecánica. Su meta es comprender
los principios de la conducta cognitiva e inteligente. Su esperanza es que ello
nos permita una mejor comprensión de la mente humana, de la enseñanza y
aprendizaje, de las habilidades mentales y el desarrollo de aparatos inteligentes
que puedan aumentar las capacidades humanas de manera importante y
constructiva (Norman, 1987).

 Es un campo que estudia la cognición extrayendo recursos de cierto número de


disciplinas, incluyendo la psicología cognitiva, la inteligencia artificial, la
lingüística, la filosofía, la neurociencia y la antropología cognitiva (von Eckardt,
1996).

Como dice Johnson-Laird (1936-):

… la invención del ordenador digital, y de manera más


importante, de su precursora, la teoría matemática de la
computabilidad, ha obligado a la gente a pensar de una forma
nueva sobre la mente. Antes de la computación había una
distinción clara entre cerebro y mente; uno era un órgano físico y
la otra una “no entidad” fantasmática que difícilmente resultaba
un tema de investigación respetable… Después de la llegada de
los ordenadores no cabe semejante escepticismo: una maquina
puede controlarse mediante un “programa” de instrucciones
simbólicas, y no hay nada de fantasmal en un programa de
ordenador. Quizá, y en gran medida, la mente es para el cerebro
lo que el programa es para el ordenador. De esta manera, puede
haber una ciencia de la mente (1990, pp. 13-14).

Este esfuerzo interdisciplinar es un aspecto central de la Ciencia Cognitiva. Esto quiere


decir, que se reconoce el valor de las distintas disciplinas que la componen en sus
aportaciones a la explicación de la cognición, y se promueve su diálogo como forma de
avanzar en la investigación.

Esta integración entre disciplinas, en la metáfora del cuerpo conceptual de la Ciencia


Cognitiva, deberá tenerlas en cuenta a todas y a la vez ser distinta de cada una de ellas,
y deberá explicar cuál es el punto de encuentro entre las disciplinas y cómo y cuándo se
debe pasar de una a otra al explicar los fenómenos cognitivos. Es decir, que cada una de
ellas debe tener su especificidad en el objeto de estudio, pero también un punto de
contacto y de no contradicción en lo que respecta a su programa de investigación.

Estas Ciencias Cognitivas han cimentado una noción de mente que ha tomado aportes
de varias disciplinas:

Cibernética:
El brillante matemático Norbert Wiener (1894-1964) durante las décadas de 1930 y
1940, en el Instituto Tecnológico de Massachusett, estudia y formula modelos
matemáticos de un alto nivel de abstracción, que permiten explicar los cambios en los
comportamientos de diferentes sistemas.
Esta formulación matemática, hacía posible pasar de hablar intuitivamente de la
similitud de organismos vivos y máquinas a hablar acerca de la equivalencia formal
entre el sistema biológico y el sistema mecánico.
En 1946 tuvo lugar la primera de las diez conferencias Macy con el título “Mecanismos
de Realimentación y Sistemas Causales Circulares en Biología y en Ciencias Sociales”.
A partir de la sexta conferencia se denominaron “conferencias sobre Cibernética”,
tomando el término acuñado por Wiener para nombrar su teoría de la retroalimentación
en seres vivos y máquinas. Este término proviene del griego “timonel”, como buen
ejemplo de sistema autorregulado formado por el timonel y la nave, ya que el timonel
corrige el rumbo en función de sus variaciones respecto al objetivo.
El impulso de las conferencias Macy continuó en forma de programas de investigación
en redes neuronales hasta finales de los años cincuenta, luego que el nuevo enfoque de
las Ciencias Cognitivas llegó a ser la corriente dominante.

Lingüística:
Una de las formas más directas de tener acceso al pensamiento es a través del lenguaje,
por lo que es lógico pensar que un análisis de éste podrá revelar datos significativos
sobre la cognición.
Tiene como principal exponente a Chomsky (1928-) que se apoya en bases filosóficas
racionalistas y en sus desarrollos afirma que nuestra capacidad psicolingüística se basa
en sistemas representacionales abstractos, conocimiento de reglas que no se reducen a
porciones de zonas cerebrales. Esta capacidad depende de una estructura universal
mental innata que se despliega en cada hablante al exponerse al contacto de su lengua
nativa, se trata por tanto de una capacidad preformada y nunca puede derivar del mundo
exterior. Chomsky combatió el conductismo, al afirmar que su punto de vista no era
adecuado para dar cuenta de la habilidad de los humanos para aprender y utilizar el
lenguaje. Su crítica fundamental va dirigida a Skinner quien postulaba que el lenguaje
se aprendía por reforzamiento. Para Chomsky el lenguaje es un conjunto de principios
que posibilitan la producción y comprensión de infinitas oraciones gramaticales a partir
de un número finito de unidades (palabras). Es decir que “aunque el medio ambiente
juega un papel, el curso general del desarrollo y los rasgos básicos de lo que emerge
están determinados por el estado inicial” (Chomsky, 1997). Para él la adquisición del
lenguaje (en cuanto a su gramática) parece estar ligado más a la maduración biológica
de un órgano que a la repetición y reforzamiento que parta del entorno.
Aunque la versión de Chomsky estaba próxima al cognitivismo, en el sentido de generar
la gramática a partir de unas reglas, su punto de vista era más general al considerar que
las mismas (gramáticas particulares) surgen de mecanismos que permiten realizar
infinitas combinaciones de oraciones. Esto sirvió de influencia en psicólogos
cognitivistas como Jerry Fodor, que a mediados de los setenta defendió la existencia de
un lenguaje innato, un conjunto de reglas para el manejo de símbolos que son parte de la
estructura cognitiva humana (Iglesias Martinez, 2006).

Teoría de la computación:
Los antecedentes los tenemos que buscar en la década de 1930, en los trabajos de Alan
Turing (1912-1954), un matemático británico que propuso en 1936 la idea de una
“máquina teórica” capaz de realizar cualquier cálculo concebido.
Haciendo uso del enfoque computacional y de la teoría de la información, el psicólogo
de Harvard, George Miller (1920-2012), publicó en 1956 un artículo con el título: “El
mágico número 7, más o menos 2: algunos límites en nuestra capacidad para procesar
información”. Este trabajo mostraba que la capacidad de los individuos para establecer
distinciones absolutas entre los estímulos, para distinguir los fonemas entre sí o calcular
cifras con precisión, y para recordar una serie de ítems aislados, parecía experimentar
un cambio radical al acercarse a los siete elementos. Por debajo de ese número, eran
capaces de realizar esas tareas con facilidad, al contrario de lo que sucedía por encima
de él (Iglesias Martinez, 2006).

Se consideró el modelo computacional como una representación de la información en el


interior de la mente. “Todo esto se debió a que la actividad de la computadora es en sí
misma bastante afín a los procesos cognitivos. La computadora recoge información,
manipula símbolos, almacena ítems en su “memoria” y luego los recupera, clasifica los
datos de entrada, reconoce pautas, y así sucesivamente” (Neisser, 1976. Citado en
Gardner 1988).

Neurociencias

Los avances en el estudio del sistema nervioso, y más concretamente, del cerebro como
órgano central de las actividades cognitivas, han tenido gran importancia en la historia
de la Ciencia Cognitiva.

Desde los años cincuenta hasta los años setenta, en la etapa cognitivista, el paradigma
dominante en cuanto a modelo del pensamiento era el computacional, con lo que se
atendía fundamentalmente a las similitudes entre el ordenador y el cerebro. A finales de
los años setenta, la insatisfacción con el modelo computacional hizo que se volviese la
vista hacia modelos que reflejasen en más detalle la estructura del cerebro.

Los estudios anteriores sobre el cerebro estaban limitados a las lesiones producidas en
las guerras mundiales, y al estudio de cerebros de animales. Pero a finales de siglo XX,
se mejoraron las técnicas no invasivas, como la tomografía por emisión de positrones
(PET) y la toma de imágenes por resonancia magnética funcional (fMRI). Algunos
autores ven en los métodos y resultados de la neurociencia la base “científica” sobre la
que edificar la Ciencia Cognitiva, pudiendo aquélla explicar todos los fenómenos
cognitivos, desde la inteligencia hasta la conciencia.

“Tú, tus alegrías y tus penas, tus recuerdos y tus ambiciones, tu sentido de identidad
personal y libre voluntad, son de hecho nada más que el comportamiento del vasto
ensamblaje de células nerviosas y de sus moléculas” (Crick, 1995). Esto lleva a cierto
reduccionismo entre los procesos mentales y el funcionamiento cerebral. Otros autores,
en cambio dentro de las neurociencias, como Bechtel, Bennett y Hacker, defienden la
independencia de distintas disciplinas y niveles de explicación, en los que no se puede
reducir los procesos mentales a simples conexiones neuronales. Son niveles de
explicación distintos, por un lado el simbólico y por el otro el neurobiológico.

Inteligencia artificial:

Es la disciplina que se encarga de construir procesos que al ser ejecutados sobre una
arquitectura física producen acciones o resultados que maximizan una medida de
rendimiento. Por lo tanto desde esta disciplina se puede comprender el funcionamiento
mental en términos informáticos de tal manera de poder construir artefactos
tecnológicos que puedan emular o hasta superar dicha capacidad humana.

En la década de 1960, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos mostró


interés en este tipo de trabajo y comenzó a entrenar computadoras para que imitaran el
razonamiento humano básico. Por ejemplo, la Defense Advanced Research Projects
Agency (DARPA, Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa) realizó
proyectos de planimetría de calles en la década de 1970.
Desde la perspectiva de la inteligencia artificial se la puede entender en los términos
expuestos por Herrera y Muñoz (2017) quien al respecto la concibe como una ciencia
que se orienta a la búsqueda de la comprensión profunda de la inteligencia, teniendo en
cuenta la delimitación de la misma, sus posibilidades y caracterizándola como un
desafío de enorme complejidad. Es decir que la misma tiene que ser comprendida como
un proyecto de investigación que intenta reproducir el funcionamiento de la mente en
términos informáticos para poder confeccionar máquinas que puedan realizar
actividades humanas como un robot o un software informático.

En conclusión:

Por ende, vamos a entender a las Ciencias Cognitivas como un conjunto de disciplinas
que interrelacionadas entre sí dan cuenta del funcionamiento de la mente.

Casi veinte años después, ¿qué observamos? Las disciplinas no se


han integrado (y, en casos como la filosofía o la antropología, solo
están incluidas subdisciplinas en la empresa de la Ciencia
Cognitiva), sino que cada disciplina ha tomado prestado de las
otras conceptos, problemas, herramientas y criterios. Por dar tan
solo un par de ejemplos, el modelado, inspirado por la Inteligencia
Artificial, se usa cada vez más como herramienta en psicología y
neurociencia, y, en términos generales, la existencia de una
posibilidad clara de modelar una hipótesis dada se reconoce como
un criterio para juzgar la aceptabilidad de una hipótesis en
cualquiera de las Ciencias Cognitivas. Los problemas sobre el
carácter y el papel de las representaciones, sacados a la luz
primero por la Filosofía de la Mente, han llegado a ser tópicos en
todas las Ciencias Cognitivas... (Sperber, 2003)

Psicología cognitiva

La psicología cognitiva va a surgir a mediados de la década del 50 en EEUU como


crítica a la psicología conductista.

El fisicalismo conductista intentó establecer leyes universales basadas en la covariación


entre los cambios energéticos provenientes del ambiente (estímulos) y el organismo
vivo (respuestas). Para ello se partía de dos principios esenciales

• Principio de correspondencia: basado en un principio de conservación de la


energía en el que la conducta es un reflejo de los cambios estimulares.
• Principio de equipotencialidad: según la cual todos los aprendizajes se aplican
de igual manera a todos los seres vivos. Es decir que todos los animales
aprendemos los mismos contenidos de la misma manera asociativa.

Par el conductismo las respuestas de los organismos vivos (conducta) se reduce a un


intercambio asociativo de energía en la que la misma no se pierde sino que se conserva.
Es decir que toda conducta debe reflejar la energía recibida del exterior y solo puede
transformarla. Un organismo no podría producir “más” conducta de la estimulación que
recibe (Pozo, 2001).

Sin embargo la mayoría de las conductas y el conocimiento tienden a una mayor


organización en la interacción con el ambiente. Es decir que los distintos organismos
poseen sistemas restrictivos, que son propios de cada especie, que permite organizar la
información proveniente del exterior.

El origen histórico de la Psicología Cognitiva no puede entenderse si se analizan los


hechos con la visión limitada de la historia interna de la psicología. Muy al contrario:
representa el momento en que irrumpe con mayor fuerza, en psicología, la historia
mundial, exigiendo una nueva concepción de la mente que no era compatible ni con el
reduccionismo extensional del conductismo ni con las vagas intuiciones mentalistas de
la psicología introspectiva psicofísica. (Riviere, 1991)

La Psicología Cognitiva va comprender, en un primer momento, el funcionamiento de


los organismos como si fueran máquinas (computadoras) que van a organizar los
estímulos provenientes del exterior no solo en términos de energía, sino en la
transformación de los mismos en información. Mientras que cualquier objeto inanimado
responde en forma instantánea a la energía proveniente de su entorno un ser humano
(cualquier edad), o cualquier animal va a responder a los cambios energéticos en
función a su maduración y como la misma se pone en juego en el presente, por lo que
esa energía se convierte en información dentro de ese sistema para organizar el
ambiente que lo rodea. La Psicología cognitiva se va a dedicar a investigar el
funcionamiento de la mente, siendo este su objeto de estudio.

Un concepto fundamental es el de “representación”, o sea que el sistema mental


funciona basado en representaciones internas de conocimiento. Se entiende a la
representación, como la forma en que se codifica la información proveniente del
exterior. Esa representación es un código binario que es propio de cada proceso mental
o software.

Estímulo Mente Respuesta

Se establece una analogía entre la mente y la computadora, que será utilizado como
modelo de investigación. En la computadora hay dos elementos, el hardware que es el
componente físico (CPU y periféricos) y el software que son los programas que
procesan los datos (Windows, Linux, Mac, Office, etc). Cada programa está preparado
para procesar un tipo de información específica en un lenguaje propio (un texto escrito
va a ser procesado por el Word y no por el Corel que procesa imágenes en un código
que es específico de cada programa). De la misma manera ocurre con los seres vivos
que poseen un cerebro (hardware) y procesos mentales que son propios de cada especie
(software). Es decir que la psicología cognitiva va a poner el foco en el estudio de los
mecanismos de funcionamiento de la mente, que es lo que el conductismo había
desechado por no responder a los criterios de ciencia postulados por el positivismo.
Como se viene expresando hasta ahora, la psicología cognitiva, establece la necesidad
de un organismo que pone de su parte alguna estructura organizativa, que agrega algo
que no está en la energía física de los estímulos del medio y que complementa las
funciones “botton-up” (de abajo a arriba) con procesos “top-down” (de arriba a abajo),
que no serían explicables sin las estructuras de representación del propio organismo.
Las entidades mentales son formas de organización interna, que serían irreconocibles si
no hubiese algún tipo de proceso “top down” en el sujeto. Cuando se menciona a los
mecanismos “botton-up” se está haciendo referencia a los procesos que van organizando
información básica proveniente del exterior en códigos más abstractos que permiten
darle estabilidad a esos estímulos, para que luego los mecanismos “top-down” puedan
darle significado a los mismos. Por ejemplo si alguien reconoce el rostro de una persona
y esta cambia algo en su fisonomía puede seguir siendo reconocida. Es decir que no se
reconoce por la imagen visual almacenada en la memoria sino por la representación
simbólica de esa cara en un formato abstracto. Lo cual permite comprender como ante
un estímulo inestable y cambiante puede ocurrir un reconocimiento (percepción) tan
estable que es independientemente de los cambios temporales. Lo que este modelo
teórico postula es que este mecanismo no lo hacemos de una forma consciente y
voluntaria derivado del aprendizaje.

Niveles de análisis

El estudio de la mente está compuesto por cuatro distintos niveles de análisis: la


dimensión microgenética, filogenética, ontogenética y sociogenética
• En el nivel microgenético, se puede comprender cómo se realizan los procesos
psicológicos en el mismo momento en que ellos están siendo realizados. Nos
permiten entender cómo se realizan en dimensiones temporales que se miden en
milisegundos.
• La dimensión filogenética, corresponde a la evolución de nuestra especie y
representa los rasgos seleccionados por dicha evolución que dan cuenta de
nuestra biología. Desde esta perspectiva se puede analizar como los aspectos
físicos son la base para las competencias funcionales de una especie.
• La dimensión ontogenética, permite el estudio de la formación y desarrollo
individual de un organismo de una especie a lo largo del tiempo desde su estado
embrionario hasta su vejez. Este nivel de estudio se da tanto a nivel físico como
funcional.
• La dimensión sociogenética, opera por medio de la transmisión generacional,
es transmisión de la experiencia a través de la historia de la humanidad. Este
nivel estudia la evolución cultural a lo largo del tiempo y como este impacta en
la constitución de la mente humana (Colombo, 2017)

La Psicología Cognitiva tomó como niveles de análisis el microgenético y el


filogenético para explicar el origen y funcionamiento de los procesos mentales. Estos
dos niveles en los que se posiciona dejan de lado el aspecto evolutivo y cultural de la
mente humana.

La ciencia cognitiva, la neurociencia, la genética del


comportamiento y la psicología evolutiva aspiran nada menos
que a aportar una explicación científica de la mente y de la
naturaleza humana. Es importante señalar que esta explicación
no se propone como una alternativa a otras explicaciones más
tradicionales en términos de aprendizaje, experiencia, cultura y
socialización. Su objetivo es explicar cómo son posibles esos
procesos, antes de cualquier otra consideración. La cultura no es
un gas, ni un campo de fuerza, ni una colonia de bacterias que
rodee a los seres humanos y trate de penetrar en ellos para
infectarlos. La cultura logra sus efectos propios por medio de los
algoritmos mentales que realizan la hazaña que llamamos
aprendizaje... Lo que anima a las nuevas ciencias es la búsqueda
de los mecanismos que hacen posible este nuevo aprendizaje.
(Pinker, 2005)

Bases epistemológicas.

La Psicología Cognitiva va a utilizar como criterio epistemológico para sostener


científicamente su objeto de estudio “los procesos mentales” al neopositivismo y al
falsacionismo. De esta manera podían explicar el funcionamiento de los mismos a partir
de la observación y no solamente describirlos como sostenía la concepción positivista
clásica.

Al respecto dice Estanny, A (1999 en Sulle 2006) “La teoría computacional


proporcionó una garantía de que la imaginación teórica no excede los límites de la
posibilidad física y las demostraciones experimentales mostraron un caso convincente
de que las ideas computacionales podían aplicarse a los seres humanos”.

Se entiende por Neopositivismo a la postura epistemológica surgida a partir del llamado


Círculo de Viena (1895), como críticas al Positivismo. Para esta postura
epistemológica, la ciencia no parte de la observación, sino de la resolución de
problemas. Estos problemas se definen por el estado de conocimiento de la ciencia en
determinada momento, que aún no tienen respuesta pero que pueden ser explicados con
procedimientos de la ciencia. Frente a un problema el científico elaborará hipótesis
como intentos de solucionar los que se quiere investigar, lo que será necesario contrastar
(Sulle, 2006).

Por otro lado uno de los principales exponentes del falsacionismo fue Karl Popper
(1902-1994) quien se apoyó en el Método Hipotético Deductivo. Su epistemología se
basa a grandes rasgos en:

Anti-inductivismo: No hay fundamento lógico para derivar enunciados


universales de enunciados particulares, se oponen a la lógica inductiva. Popper
propone el método deductivo de la puesta a prueba y critica el inductivismo
Carácter Hipotético del Conocimiento Científico: El conocimiento científico no
puede verificarse positivamente de forma alguna, todos los enunciados son
suposiciones, cuya verdad es una conjetura provisoria.

Falsacionismo Metodológico: Las teorías científicas al ser hipótesis, deben ser


refutables, falsables para tener estatuto de ciencia. Se reconoce como científica
toda proposición susceptible de ser puesta a prueba. En el caso de que no se
puedan refutar, se mantendrán como la mejor explicación que se puede tener
hasta ese momento.

La mente no se puede observar directamente pero si se puede construir hipótesis a partir


de lo observado (por ejemplo la gramática universal innata de Chomsky que surgió
como hipótesis y fue confirmada con el mapa genético humano).

Modelos de la mente

La psicología cognitiva ha tenido distintos modelos de funcionamiento de la mente.


Cuando se menciona el concepto de arquitectura se hace referencia a los modelos que
organizan a la misma. Si bien existen distintas escuelas dentro del cognitivismo se
pueden organizar en tres grandes grupos de modelos mentales:

 modular o clásico
 conexionismo
 enactivo

Modularidad

El primero es el modelo modular, que es considerado el modelo clásico en la psicología


cognitiva. El principal exponente es el filósofo estadounidense Jerry Fodor (1935 –
2017) quien propone que la mente está compuesta por dos grandes sistemas: dos
módulos (perceptivo y lingüístico) y un sistema central.

Módulo perceptivo

Sistema Central

Módulo lingüístico
En principio podemos definir los módulos como sistemas especializados, encapsulados
y autónomos que procesan información que proviene del mundo exterior a modo de in-
put de información (Fodor, 1983). Estos sistemas de entrada cumplen funciones
específicas y proporcionan información sobre el mundo a través de formatos
representacionales característicos de esos módulos. Los mismos suministran
información al sistema central. De este modo el organismo recibe estimulación
ambiental que es codificada por los módulos específicos y luego es transferida al
procesador central a modo de out-put informático.

Las principales características de los módulos son:

• La arquitectura neural fija o especificidad neurológica indica que estos


módulos se encuentran representados de forma diferenciada en el cerebro
humano (Ellis y Young, 1992).
• Encapsulammiento informático: implica que el procesamiento de la información
de un módulo es con total “ignorancia o aislamiento de los procesos que se
producen en otros lugares del sistema cognitivo” (Ellis y Young, 1992). Estos
otros sistemas cognitivos que no pueden penetrar en el funcionamiento de un
módulo pueden estar ubicados en los sistemas centrales o modulares.
• Obligatoriedad: el funcionamiento de un módulo está fuera del control
voluntario y, si se produce el in-put apropiado, este sistema llevará a cabo su
propio tipo de procesamiento (Ellis y Young, 1992).
• Especificidad de dominio: cada sistema de entrada modular se encuentra
altamente restringido acerca de las representaciones que puede tomar como in-
puts. Enfrentado al in-put específico, el módulo activado procesa velozmente y
sin control voluntario (velocidad, automaticidad y obligatoriedad).
• Innatos: su aparición en el curso de la historia ontogenética se encuentra
determinada de modo endógeno se activa partir de la estimulación ambiental
(Fodor, 1983). “… los procesos mentales locales parecen ajustarse muy bien a
la teoría de Turing de que el pensamiento es computación; al parecer son, en
general, modulares; y una gran parte de su arquitectura y de cuanto saben
acerca de sus terrenos peculiares de aplicación parecen estar especificados de
forma innata.” (Fodor, 2003)
El otro sistema es el central que se encarga de dar significado y armar las “hipótesis más
probables” de la información que proviene de los módulos. Este se encuentra
influenciado por variables afectivas y culturales en donde se encuentra la memoria a
largo plazo, el pensamiento, la toma de decisiones y el aprendizaje.

Una variante dentro del modelo modular fue el de la “modularidad masiva” o


evolucionistas, que tiene como principales exponentes a Cosmides, Tooby, Sperber y
otros. Estos psicólogos han ampliado la idea de modularidad planteada por Fodor al
considerar a la mente como una “navaja suiza con un sinfín de hojas altamente
especializadas” (Mithen, 1998). Uno de sus exponentes es el psicólogo canadiense
contemporáneo Steven Pinker (1954-) quien desarrolla la idea que toda la mente
funciona de la misma manera que los módulos lingüísticos ya desarrollados por la
tradición chomskyana. Para Pinker la mente viene dotada genéticamente de sistemas
cognitivos que nos permiten procesar y resolver problemas en distintos ámbitos. Es de
destacar que para él estos sistemas no son de carácter general, sino que para la
resolución de distintos problemas (matemáticos, lingüísticos, sociales, etc.), la mente
utiliza estrategias, ya prefijadas, que se ponen en juego en situaciones específicas
(Pinker, 1995). En este sentido algo que diferencia esta concepción modular de la de
Fodor, es que estos sistemas, son “ricos en contenido”, es decir que no solo vienen
dotados con la capacidad de ser competentes en un dominio, sino que también con la
información para resolver los problemas en dicha área (Pinker, 1995).

Un concepto fundamental en los modelos modulares es el de “representación”. El


modelo clásico de la psicología Cognitiva entiende a la representación como el código
simbólico de la información proveniente del exterior. Esa representación es un código
binario que es propio de cada proceso mental o software.

Conexionismo

El conexionismo surge como alternativa al modelo computacional al final de los años


setenta.

En 1981, David Rumelhart (1942-2011), un matemático que estaba trabajando en


modelos computacionales sobre el proceso de lectura, influido por el trabajo de
Reddyen Carnegie Mellon sobre el sistema de reconocimiento del habla llamado
HERSAY, en el que la idea de computación cooperativa era central, conoció en la
Universidad del Sur de California en San Diego a James McClelland (1948-), un
psicólogo que trabajaba en experimentos psicológicos sobre tiempos de reacción ante
estímulos. Ambos acordaron crear un modelo de los procesos cognitivos con mayor
sustento neurológico que los existentes hasta la fecha. A esta iniciativa se unió Geofrey
Hinton (1947-), que estaba trabajando en temas de memoria asociativa. Los tres crearon
en la citada universidad el proyecto PDP Research Group (Grupo de Investigación en
Procesamiento Distribuido en Paralelo).

Este programa se sostiene, básicamente, en una serie de elementos:

• un conjunto de unidades de procesamiento,


• un estado o valor de activación de dichas unidades,
• una función de salida para cada unidad
• un patrón de conexión entre las unidades

Las unidades de procesamiento serían las equivalentes a las neuronas cerebrales. El


trabajo de cada unidad es recibir la entrada de sus vecinas y, en función de las entradas
recibidas, computar un valor de salida, que envía a las unidades vecinas. El sistema es
paralelo en el sentido de que muchas unidades pueden desarrollar su actividad al mismo
tiempo. Puede haber distintos tipos de unidades: de entrada y de salida.

Este es un modelo matemático que toma como referencia la analogía mente – cerebro
que se trata de un sistema de unidades interconectadas que recibe estímulos del exterior,
los transmite y modifica a través de sus unidades hasta enviar otros estímulos al
exterior, y al cual se guía en su comportamiento, mediante la variación de los valores de
sus conexiones, hasta obtener el valor de salida deseado. Según la complejidad de cada
uno de estos componentes, se tendrá un tipo u otro de sistema conexionista.

Para el modelo conexionista, la actividad consiste en que las unidades elementales de


información envían sus señales de activación e inhibición a otra unidad, hasta que la
actividad combinada de una población o conjunto de unidades empuja a todo el sistema
hacia una acción. Es, pues, necesario distinguir entre activación y acción. La activación
es de cada una de las unidades del sistema, la acción es de todo el sistema en conjunto.

Para Rumelhart y McClelland (1986) si un sujeto quiere escribir la palabra "malo" se


activa una unidad para la palabra y ésta, a su vez, activa cuatro unidades para las letras y
éstas, finalmente, activan los movimientos de la mano y los dedos. Naturalmente hay un
juego de más fuerte activación para la letra y movimientos con los que se ejecuta su
escritura en el momento en el que se está realizando la acción.

Para ellos una característica central consiste en que el aprendizaje implica modificar las
conexiones. Es decir aprender es modificar las conexiones de tal manera que se facilite
que un patrón de inputs antiguo evoque un patrón de outputs nuevo. “Aprender es
establecer las correctas fuerzas de conexión, de tal manera que los patrones correctos de
activación se produzcan bajo las circunstancias correctas” (Fernandez Trespalacios,
1988).

Un ejemplo simple es el acto motor de escribir a máquina:


“Desde fuera del proceso de escribir a máquina viene la decisión
de escribir una palabra. Este input activa un patrón de fuerzas de
conexión correspondiente a dicha palabra. Este patrón activa, a su
vez, los patrones o unidades correspondientes a las letras que
componen la palabra. La unidad para la primera letra inhibe las
activaciones de las unidades de las otras letras. La unidad para la
segunda inhibe también la actividad de la unidad para la tercera
letra etc. Ahora bien, como resultado de las múltiples
interacciones de activaciones e inhibiciones entre las fuerzas de
conexión de las diferentes unidades, la unidad para la primera
letra resulta la más activada (no sufre ninguna inhibición), menos
activada la unidad para la segunda letra, aún menos la unidad
para la tercera letra. Cada unidad para una letra influencia la
mano y el dedo implicado en escribirla. Una vez que el dedo está
en la distancia adecuada para golpear, se pulsa la tecla. El acto de
golpear inhibe la activación de la unidad para la primera letra;
esto es, de la letra ya escrita. Lo cual permite que la letra segunda
tenga su unidad o patrón el más activado. De este modo la
activación distribuida y paralela explica no sólo que se escriba
secuencialmente, sino que hay una anticipación para escribir las
letras siguientes (Fernandez Trespalacios, 1988 p. 34).

Es de destacar que el modelo conexionista ha tenido poco desarrollo ya que para


algunos autores (Bechtel, 1985) el mismo retoma la idea del asociacionismo postulado
por el conductismo que la Psicología Cognitiva se había propuesto dejar atrás.

Enactivo (mente encarnada).

El modelo conexionista dio base al modelo enactivo. Mientras que en el primero la


retroalimentación se daba a partir de unidades de información, para el segundo estaba en
el mismo cuerpo como sistema único.

El enfoque de la mente encarnada o Embodied mind fue postulado por los biólogos y
epistemólogos chilenos H. Maturana (1928-) y F. Varela (1946-2001), inspirada en la
teoría del conocimiento del filósofo Merleau-Ponty (1908-1961); ellos proponen que la
mente está encarnada y este hecho forma la base sobre la cual las personas modelan su
percepción, su pensamiento y su acción (Colombo, 2017).

Varela (1990) entendía que los cerebros reales operan a partir de interconexiones
masivas, de modo que las conexiones entre neuronas cambian como resultado de la
experiencia. Entonces ya no era necesario partir de modelos que explicaran los procesos
de cómputos por lo que el concepto de representación no va a desempeñar ningún papel
en este enfoque. Para Varela la representación denota una diferencia entre el adentro y
el afuera. Para él la cognición depende de los tipos de experiencias que provienen de
tener un cuerpo con habilidades sensorio-motrices, y a su vez, estas habilidades
individuales se alojan en un contexto biológico. Por ello, la percepción y la acción son
inseparables de la cognición vivida.

El primer punto clave es la encarnación. A diferencia de la


metáfora computacional que entiende la mente como un software
y al cerebro como su hardware, Varela entiende que para que
haya mente tiene que haber manipulación e interacción activa con
el mundo; cualquier cosa que denominemos objeto depende
totalmente de esta constante manipulación sensomotriz(Colombo,
2017).

El objeto surge como fruto de nuestra actividad y, por lo tanto, el objeto y la persona
están co-emergiendo. Así, la capacidad mental surge como una evidencia inmediata
esencialmente ligada al cuerpo que es activo y al mundo en el que se mueve y con el
que interactúa.

Otro punto clave de este enfoque es la emergencia. Para este modelo las funciones
cognitivas surgen a partir de la interacción local de elementos que hace surgir procesos
globales. Se trata de la emergencia de un nivel global a partir de reglas locales que tiene
un estatus ontológico diferente ya que se ponen en juego en la particularidad de la
situación de cada individuo. Cuando se realiza alguna actividad, como conducir un auto,
la acción resulta en un todo coherente y no, una yuxtaposición de elementos como
movimiento, percepción, recuerdo.
Por lo expuesto debemos entender que la cognición no sólo está enactivamente
encarnada sino que también es enactivamente emergente. Este término puede aparecer
como auto-organización, complejidad o dinámica no lineal. El principio de base es el
mismo: el tránsito de lo local a lo global; es una co-determinación entre elementos
neurales y un sujeto cognitivo global. El sujeto cognitivo global pertenece a ese nivel
emergente y a ese modo de existencia.

Un ejemplo está en una investigación de Andy Clark sobre las respuestas de los niños a
las pendientes que nos ofrece información sobre este tipo de interacción entre el sujeto y
su relación con el entorno:

“En esta investigación, se colocaron niños pequeños con diferentes tipos de movilidad
(niños que gateaban y niños que caminaban) sobre pendientes con distintos grados de
inclinación. Los que caminaban recelaban de las pendientes con 20º o más de
inclinación y, o bien se negaban a descender, o bien bajaban deslizándose. Los niños
que gateaban abordaban inclinaciones de 20º o más y, normalmente acababan cayendo
(aunque siempre se les cogía a tiempo). Sin embargo, tras un examen detallado apareció
una pauta de aprendizaje. A medida que los niños que gateaban iban aumentado su
experiencia, aprendían a evitar las pendientes más inclinadas. Pero en el momento de
transición en el que los niños empezaban a caminar, este conocimiento obtenido con
tanto esfuerzo parecía desaparecer. Los niños que empezaban a caminar tuvieron que
aprender sobre las pendientes desde el principio. En una prueba, dos terceras partes de
estos niños “se lanzaban sin vacilación por todas las pendientes, igual que hicieron al
encontrarse con ellas por primera vez, cuando solo gateaban” (Thelen y Smith, 1994, p.
220 en Bedia y Castillo Ossa, 2010).

Estas pruebas no sólo sugieren que los niños aprenden sobre el mundo realizando
acciones, sino también que el conocimiento mismo que adquieren suele ser específico
de la acción.

“La idea matriz del movimiento enactivo es que el conocimiento es acción en el mundo
(que perfectamente podría llamarse ejecución) y no representación del mundo. Este
"llevar algo a cabo" es lo que determina la historia de lo que se puede llevar a cabo más
tarde, y es eso mismo lo que hace emerger "mundos" en los cuales se seguirá llevando a
cabo, en una espiral sin límites precisables mientras el sistema permanezca "activo"
(Bedia et al, 2010).

Conclusiones

Estos enfoques teóricos han dado cuenta a lo largo del desarrollo de la Psicología
Cognitiva (en cualquiera de sus modelos arquitectónicos) del funcionamiento de los
distintos procesos mentales. No ha sido objeto de este trabajo profundizar sobre cada
uno desde los distintos modelos.

A la psicología cognitiva le va a interesar, por ejemplo, cuales son los mecanismos


mentales que hace que un ser vivo pueda reconocer un objeto en fracciones de
segundos. En este sentido se diferencia la sensación (recepción de un estímulo) de la
percepción (reconocimiento e identificación del estímulo). En el medio hay una serie de
procesos que van a traducir, comparar y organizar esos estímulos (in-puts) provenientes
del exterior. Este modelo permite comprender como ante un estímulo ambiental tan
cambiante, lo seguimos reconociendo aunque no hayamos tenido una experiencia previa
en nuestra memoria con el mismo.

También se van a ocupar de la forma en que tenemos para recordar y como la mente
está preparada para representar y almacenar información en distintas estructuras, cuya
principal variable es el tiempo de almacenamiento:

• Sensorial: 250 milisegundos y sirve para mantener el estímulo como


información para la función perceptiva.
• Corto plazo: 15 a 20 segundos con una capacidad de 5 a 9 (7 más menos 2, el
número mágico) elementos y sirve para hacer una actividad en el momento (por
ejemplo lecto-escritura o mantener una conversación con otra persona)
• Largo plazo: ilimitada en su capacidad y duración y permite el almacenamiento
y recuperación de información general y específica de la vida cotidiana

Este modelo computacional, también, va a dar cuenta cómo funciona la atención por
ejemplo a partir de la cantidad de información que puede procesar en una fracción de
segundos (modelo de filtrado) o la calidad (complejidad) de la misma. No es la misma
atención que prestamos a nuestro entorno cuando estamos aprendiendo a conducir que
cuando somos conductores avezados. En lo que hace foco la Psicología Cognitiva es
que este proceso no es realizado voluntariamente sino que la “mente” organiza la
capacidad de información que puede procesar. Lo mismo se puede indicar sobre el
pensamiento analógico para la resolución de problemas o de la comprensión del
lenguaje oral o escrito. Para el modelo clásico cada tipo de información va a ser
procesado por mecanismos específicos y propios.

En la actualidad ha emergido otra perspectiva para comprender la actividad mental


desde un modelo que lo integra dentro de un sistema corporal. En este modelo podemos
comprender como la cognición está ligada a la acción de un organismo con su entorno y
como el primero está en constante equilibrio con el mismo. Desde esta perspectiva
(Embodied mind) no hay objetividad posible ya que es la interacción con el medio el
que va pautar el reconocimiento del mismo. Por ejemplo: no es la misma percepción de
la temperatura de alguien sano que la de una persona que se encuentra enferma.
Tampoco es la misma percepción para ambos la de tener que caminar una cuadra. Son
las acciones estructurales de equilibrio entre el cuerpo y el medio en donde se va a
constituir la percepción del mundo.

Es de destacar que los dos modelos con más relevancia en la actualidad de la Psicología
Cognitiva (clásico-modular y enactivo) están resolviendo problemas distintos usando
niveles de análisis diferentes. Mientras que el modelo modular clásico se posiciona en
un nivel microgenético para intentar comprender cómo una mente organiza el estímulo
proveniente del exterior, el enactivo desde un nivel ontogenético pretende abordar el
problema de la construcción de la mente a través de la acción de un cuerpo con su
entorno en el que ambos se estructuran sistémicamente.

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