Semana 7
Semana 7
Semana 7
• Introducción
• 2da ley de la termodinámica
• Dirección de los procesos termodinámicos.
• Procesos reversibles e irreversibles.
• Entropía y entalpía.
• Máquinas térmicas
Introducción
Irreversibles (reales)
No fue sino hasta la última mitad del siglo XIX que finalmente se enunció la segunda ley de la termodinámica en una forma
general, en términos de una cantidad llamada entropía, que introdujo Clausius en la década de 1860. En la sección 20-7
veremos que la entropía se puede interpretar como una medida del orden o el desorden de un sistema.
Si la temperatura no es constante, la
entropía S se define por la relación
El concepto de entropía, como se ha discutido hasta el momento, más bien parece abstracto. Sin embargo, podemos
relacionarlo con los conceptos más ordinarios de orden y desorden.
De hecho, la entropía de un sistema se puede considerar una medida del desorden del sistema. Así, la segunda ley de la
termodinámica se puede enunciar simplemente como:
Los procesos naturales tienden a moverse hacia un estado de mayor desorden.
Aunque no siempre queda claro qué es exactamente lo que se quiere decir con desorden; así que consideremos unos
ejemplos. Algunos de ellos nos mostrarán cómo este enunciado muy general de la segunda ley se aplica más allá de lo que
generalmente se considera como termodinámica.
Este cambio de orden a desorden se puede ver más claramente desde el punto de vista molecular: el arreglo ordenado de las
moléculas de agua en un cristal de hielo cambió al movimiento desordenado y un tanto aleatorio de las moléculas en el estado
fluido.
Es un sistema cerrado, que operando en
un ciclo termodinámico, permite el
intercambio de calor y trabajo con los
alrededores.
La eficiencia, e, de cualquier máquina térmica se define como la razón entre el trabajo que realiza, W, y la
entrada de calor a la temperatura alta, QH
Las temperaturas TL y TH son las temperaturas absolutas o Kelvin medidas en la escala de temperatura del gas ideal. Así, la eficiencia de una
máquina de Carnot depende sólo de las temperaturas TL y TH.
No es posible que exista un dispositivo
cuyo único efecto sea transformar por
completo una cantidad dada de calor en
trabajo. Esto se conoce como el enunciado
de Kelvin-Planck de la segunda ley de la
termodinámica. En otras palabras, no puede
existir una máquina térmica perfecta.
(con un 100% de eficiencia)
Diagrama de una
hipotética máquina térmica perfecta
en la que toda la entrada de calor se
usaría para realizar trabajo.