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Monografía Vacunas

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“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD 

CURSO:

INMUNOLOGÍA  
                                            
 GRUPO: 

C4T1

TEMA:

MONOGRAFÍA DE VACUNAS

AUTOR: 

CASTILLO RIVERA, KAROL IVON

ASESORA:

Dra. Juliana Katherine Salazar Abad

AULA:

C5P2

PERÚ – 2023
INDICE

I. INTRODUCCIÓN
II. DEFINICIÓN DE VACUNAS
III. MECANISMOS DE VACUNAS O MECANISMO INMUNOLÓGICO
IV. TIPOS DE VACUNAS
V. VÍAS DE ADMINISTRACIÓN
VI. INDICACIONES
VII. CONTRAINDICACIONES
VIII. EFECTOS SECUNDARIOS
IX. IMPORTANCIA CLÍNICA
X.. CONCLUSIONES
XI. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
I. INTRODUCCIÓN:
Las vacunas desempeñan un papel crucial en la medicina moderna al prevenir
enfermedades infecciosas. Estos productos contienen fragmentos o componentes
modificados o inactivados de microorganismos como bacterias o virus. Aunque no
causan la enfermedad, son reconocidos por el sistema inmunológico del cuerpo.

El objetivo principal de las vacunas es estimular una respuesta inmune en el organismo,


generando defensas específicas contra el microorganismo causante de la enfermedad.
Después de recibir una vacuna, el sistema inmunológico identifica los componentes de
la vacuna como extraños y responde produciendo anticuerpos y células inmunitarias.

Esta respuesta inmunitaria proporciona protección contra futuras exposiciones al


microorganismo real, ya que el sistema inmunológico está preparado para reconocerlo y
neutralizarlo rápidamente. Como resultado, las vacunas son eficaces para prevenir
enfermedades graves, reducir la propagación de agentes infecciosos y proteger a las
personas más vulnerables, como los niños, los ancianos y aquellos con sistemas
inmunológicos debilitados.

Las vacunas han sido un logro significativo en la historia de la medicina, contribuyendo


a la erradicación de enfermedades como la viruela y a la drástica reducción de otras,
como la polio, el sarampión y la difteria. También son vitales en la lucha contra nuevas
amenazas, como la pandemia de COVID-19, donde se han desarrollado vacunas
altamente efectivas en un tiempo récord.

Es importante destacar que las vacunas pasan por rigurosos procesos de investigación y
pruebas clínicas para garantizar su seguridad y eficacia antes de su aprobación y uso
generalizado. Los programas de vacunación, implementados por gobiernos y
organizaciones de salud pública, promueven la inmunización masiva y protegen a las
poblaciones.

En conclusión, las vacunas son una herramienta poderosa para prevenir enfermedades
infecciosas y salvaguardar la salud. Gracias a su desarrollo y aplicación, hemos logrado
controlar y eliminar muchas enfermedades que solían ser una gran amenaza, y siguen
siendo fundamentales para promover la salud y prevenir epidemias.
II. DEFINICIÓN

Las vacunas son herramientas biológicas esenciales en la prevención de enfermedades


infecciosas y en la protección de la salud humana. Están compuestas por fragmentos o
componentes de microorganismos, como bacterias o virus, que han sido modificados o
inactivados de manera segura para evitar causar la enfermedad completa, pero que
siguen siendo reconocidos por el sistema inmunológico del cuerpo.

La función principal de las vacunas es estimular una respuesta inmunitaria en el


organismo. Al recibir una vacuna, el sistema inmunológico identifica los componentes
presentes como sustancias extrañas o invasoras. En respuesta, se desencadena una serie
de mecanismos de defensa para combatir al microorganismo o patógeno presente en la
vacuna.
Esta respuesta inmunitaria implica la producción de anticuerpos, que son proteínas
especializadas capaces de adherirse a los microorganismos invasores y neutralizarlos.
También se activan células del sistema inmunológico que pueden destruir los patógenos
o marcarlos para su eliminación.

Lo que hace que las vacunas sean herramientas poderosas de prevención es que, una vez
que el sistema inmunológico ha respondido a la vacuna y ha desarrollado memoria
inmunológica, el organismo está preparado para reconocer y combatir rápidamente al
microorganismo real en caso de un encuentro posterior. Esto brinda una protección
efectiva y duradera contra la enfermedad, y en muchos casos puede prevenir la
aparición de síntomas graves o complicaciones asociadas con la infección.

Es importante destacar que el desarrollo de vacunas implica un proceso riguroso de


investigación y pruebas clínicas para asegurar su seguridad y eficacia. Las vacunas
pasan por diversas etapas de evaluación, incluyendo estudios en laboratorio, pruebas en
animales y ensayos clínicos en humanos, antes de ser aprobadas para su uso
generalizado. Los organismos reguladores y las agencias de salud pública supervisan
este proceso y otorgan la aprobación para la comercialización y distribución de las
vacunas.

A lo largo de la historia, las vacunas han tenido un impacto significativo en la salud


pública. Han contribuido a la erradicación de enfermedades mortales, como la viruela, y
a la reducción drástica de enfermedades como la polio, el sarampión y la difteria.
Además, las vacunas desempeñan un papel crucial en la protección de poblaciones
vulnerables, como los niños pequeños, los ancianos y las personas con sistemas
inmunológicos debilitados.
III. III. MECANISMOS DE VACUNAS O MECANISMO
INMUNOLÓGICO

El mecanismo de acción de las vacunas implica la activación y fortalecimiento del


sistema inmunológico para generar una respuesta inmunitaria específica contra el
microorganismo o patógeno presente en la vacuna. A continuación, se detallan los
principales mecanismos inmunológicos involucrados en la respuesta a las vacunas:

1. Reconocimiento del antígeno:


Las vacunas contienen antígenos, que son componentes específicos del microorganismo
o fragmentos del mismo. Estos antígenos son reconocidos por el sistema inmunológico
como sustancias extrañas o invasoras. Cada tipo de vacuna utiliza diferentes antígenos,
dependiendo del microorganismo al que se dirige la protección.

2. Captura y presentación de antígenos:


Una vez administrada la vacuna, los antígenos son capturados y procesados por células
presentadoras de antígenos, como los macrófagos y las células dendríticas. Estas células
especializadas destruyen y fragmentan los antígenos, presentándolos en su superficie a
otras células del sistema inmunológico.

3. Activación de células B:
Los antígenos presentados en la superficie de las células presentadoras de antígenos son
reconocidos por los linfocitos B, que son un tipo de células inmunitarias. Este
reconocimiento desencadena la activación de los linfocitos B y su diferenciación en
células plasmáticas, que son responsables de la producción y secreción de anticuerpos.

4. Producción de anticuerpos:
Las células plasmáticas generadas como respuesta a la vacuna producen y secretan
grandes cantidades de anticuerpos específicos para los antígenos presentes en la vacuna.
Los anticuerpos se unen a los antígenos y pueden neutralizarlos directamente o
marcarlos para su eliminación por otros componentes del sistema inmunológico.

5. Activación de células T:
Además de la producción de anticuerpos, las vacunas también pueden activar las células
T, otro tipo de células inmunitarias. Las células T cooperadoras (CD4+) ayudan a
estimular y regular la respuesta inmunitaria, mientras que las células T citotóxicas
(CD8+) son capaces de reconocer y destruir directamente a las células infectadas por el
patógeno.

6. Memoria inmunológica:
Uno de los aspectos más importantes de las vacunas es que generan una memoria
inmunológica duradera. Después de la vacunación, algunas células B y células T
permanecen en el organismo como células de memoria. Estas células tienen la
capacidad de "recordar" el antígeno específico y, en caso de una exposición futura al
patógeno real, se activan rápidamente para generar una respuesta inmunitaria más rápida
y potente.

En resumen, las vacunas activan y fortalecen el sistema inmunológico mediante el


reconocimiento y presentación de antígenos, la producción de anticuerpos y la
activación de células T. Estos mecanismos colaboran para generar una respuesta
inmunitaria específica y duradera, y proporcionan protección contra el microorganismo
causante de la enfermedad. La memoria

IV. TIPOS DE VACUNAS

¡Exactamente! Existen diferentes tipos de vacunas, cada una diseñada para activar una
respuesta inmunitaria específica. Aquí tienes algunos ejemplos más detallados de los
principales tipos de vacunas:

1. Vacunas de microorganismos inactivados o muertos: Contienen microorganismos


completos que han sido inactivados mediante calor, productos químicos o radiación.
Estas vacunas estimulan al sistema inmunológico para producir una respuesta
protectora. Algunos ejemplos son la vacuna contra la polio inactivada (IPV) y la vacuna
contra la hepatitis A.

2. Vacunas de microorganismos atenuados o vivos: Utilizan microorganismos vivos


pero debilitados, conocidos como atenuados, que no causan enfermedad grave en las
personas. Estos microorganismos se replican en el cuerpo, lo que estimula una respuesta
inmunitaria más fuerte y duradera. La vacuna contra el sarampión, las paperas y la
rubéola (MMR) y la vacuna contra la fiebre amarilla son ejemplos de vacunas de
microorganismos atenuados.
3. Vacunas de subunidades o fragmentos: Contienen solo una parte específica del
microorganismo, como proteínas o polisacáridos de su superficie. Estas subunidades
estimulan una respuesta inmunitaria contra el microorganismo completo. Las vacunas
de subunidades incluyen la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) y la
vacuna contra la tos ferina acelular.

4. Vacunas de toxoides: Basadas en toxinas producidas por bacterias, que se han


inactivado o modificado para eliminar su toxicidad. Los toxoides se utilizan como
antígenos para estimular la producción de anticuerpos. Ejemplos de vacunas de toxoides
son la vacuna contra el tétanos y la difteria (Td).

5. Vacunas de ARN mensajero (ARNm): Utilizan fragmentos de ARN mensajero para


proporcionar instrucciones a las células del cuerpo y producir una proteína específica
del microorganismo. Estas proteínas desencadenan una respuesta inmunitaria. Las
vacunas de ARNm, como las desarrolladas para la COVID-19, son altamente efectivas y
rápidas de desarrollar.

Cada tipo de vacuna tiene sus propias ventajas y consideraciones en términos de


seguridad, eficacia y requisitos de almacenamiento. La elección de la vacuna depende
de diversos factores, como el microorganismo objetivo y las características de la
enfermedad a prevenir.

V. VÍAS DE ADMINISTRACIÓN

Existen diferentes vías de administración de vacunas, y cada una tiene sus propias
ventajas y consideraciones. Aquí tienes una descripción de las principales vías de
administración de vacunas:

1. Vía intramuscular (IM): La vacuna se administra mediante una inyección en el


músculo. Esta vía de administración permite una absorción eficiente de la vacuna y
estimula una respuesta inmunitaria sólida. Es comúnmente utilizada para vacunas como
la vacuna contra el tétanos, la difteria, la polio inactivada y la vacuna contra la gripe.

2. Vía subcutánea (SC): La vacuna se administra mediante una inyección en el tejido


subcutáneo, justo debajo de la piel. Esta vía de administración es menos invasiva que la
intramuscular y se utiliza para vacunas como la vacuna contra la hepatitis B y la vacuna
contra la varicela.

3. Vía oral: La vacuna se administra por vía oral, generalmente en forma de líquido,
tabletas o gotas. Esta vía de administración es conveniente y puede facilitar la
inmunización en poblaciones que pueden tener dificultades con las inyecciones, como
los niños pequeños. Un ejemplo conocido de vacuna administrada por vía oral es la
vacuna contra la polio oral.

4. Vía intradérmica (ID): La vacuna se administra mediante una inyección en la capa


superficial de la piel, en la dermis. Esta vía de administración utiliza una aguja muy fina
y se utiliza para vacunas como la vacuna BCG contra la tuberculosis y algunas vacunas
contra la gripe.

5. Vía nasal: La vacuna se administra mediante aerosoles o gotas nasales. Esta vía de
administración estimula una respuesta inmunitaria en las mucosas del tracto
respiratorio, donde los patógenos a menudo ingresan al cuerpo. Un ejemplo de vacuna
administrada por vía nasal es la vacuna contra la influenza en aerosol.

Es importante destacar que la elección de la vía de administración de la vacuna depende


del tipo de vacuna, la edad del paciente, las recomendaciones de los organismos de
salud y otros factores específicos. Los profesionales de la salud son quienes
determinarán la vía de administración adecuada para cada vacuna y cada persona.

VI. INDICACIONES
Las vacunas se administran según las recomendaciones de los organismos de salud y los
programas de vacunación de cada país. Algunas de las indicaciones más comunes para
la administración de vacunas incluyen:

1. Infancia y niñez: Durante esta etapa de la vida, se administran vacunas para proteger
a los niños de enfermedades infecciosas. Esto incluye vacunas como la polio, difteria,
tétanos, tos ferina, hepatitis B, Hib, neumococo, sarampión, paperas, rubéola, varicela y
meningococo.

2. Adolescencia: Durante la adolescencia, se recomiendan refuerzos y vacunas


adicionales para mantener la protección y prevenir enfermedades. Algunas vacunas
recomendadas incluyen dosis de refuerzo contra el tétanos, difteria, tos ferina,
meningococo, hepatitis B y vacunas contra el VPH para prevenir el cáncer cervical y
otras enfermedades asociadas.

3. Adultez: En la edad adulta, se recomiendan vacunas para mantener la inmunidad y


prevenir enfermedades específicas. Esto puede incluir vacunas contra la influenza
anualmente, neumococo, tétanos y difteria, herpes zóster, hepatitis A y B, y
meningococo en casos especiales, como en personas con mayor riesgo de infección.

4. Viajes internacionales: Cuando se viaja a determinadas regiones del mundo, pueden


recomendarse vacunas específicas según los riesgos de enfermedades infecciosas en ese
lugar. Esto puede incluir vacunas contra la fiebre amarilla, fiebre tifoidea, encefalitis
japonesa, cólera y otras, dependiendo del destino y las condiciones locales.

5. Grupos de riesgo: Algunas personas tienen un mayor riesgo de desarrollar


enfermedades graves o complicaciones debido a su condición médica o inmunidad
comprometida. En estos casos, se pueden recomendar vacunas adicionales. Ejemplos de
grupos de riesgo incluyen personas con enfermedades crónicas, embarazadas, adultos
mayores y personas con sistemas inmunológicos debilitados.

Es importante tener en cuenta que las recomendaciones de vacunación pueden variar


según el país y las circunstancias individuales. Por lo tanto, es fundamental consultar
con un profesional de la salud para recibir orientación específica sobre las vacunas
recomendadas y seguir los calendarios de vacunación establecidos por las autoridades
sanitarias correspondientes.

VII. CONTRAINDICACIONES

Existen ciertas contraindicaciones para la administración de vacunas, y es importante


tenerlas en cuenta. Algunas de las contraindicaciones más comunes incluyen:

1. Alergia grave a componentes de la vacuna: Si una persona ha tenido una reacción


alérgica grave a algún componente específico de una vacuna, como proteínas,
conservantes o adyuvantes, se considera una contraindicación para recibir esa vacuna en
el futuro.
2. Enfermedad aguda o fiebre alta: En general, se recomienda posponer la
administración de vacunas en personas que tienen una enfermedad aguda moderada a
grave o que presentan fiebre alta. Esto se debe a que el sistema inmunológico puede
estar comprometido o la fiebre puede ser un signo de enfermedad en curso, lo que puede
interferir con la respuesta inmunitaria a la vacuna.

3. Inmunosupresión: Las personas con sistemas inmunológicos debilitados debido a


enfermedades como el VIH, cáncer, tratamiento con medicamentos inmunosupresores o
trasplante de órganos pueden tener contraindicaciones o restricciones para ciertas
vacunas vivas o atenuadas.

4. Embarazo: Algunas vacunas están contraindicadas durante el embarazo debido a la


falta de datos de seguridad en mujeres embarazadas. Sin embargo, hay vacunas
específicas, como la vacuna contra la influenza y la vacuna Tdap (tétanos, difteria y tos
ferina), que se recomiendan durante el embarazo para proteger tanto a la madre como al
feto.

5. Historia de eventos adversos graves previos: Si una persona ha experimentado


eventos adversos graves después de recibir una vacuna en el pasado, puede haber una
contraindicación para administrar la misma vacuna nuevamente.

Es importante tener en cuenta que las contraindicaciones pueden variar según las
recomendaciones específicas de los organismos de salud y las pautas de vacunación de
cada país. Por lo tanto, es fundamental consultar con un profesional de la salud para
obtener una evaluación individualizada y tomar decisiones informadas sobre la
administración de vacunas en casos de contraindicaciones.

VIII. EFECTOS SECUNDARIOS

Las vacunas pueden tener efectos secundarios, pero en su mayoría son leves y
temporales. Es fundamental destacar que los beneficios de la vacunación superan
ampliamente los riesgos de posibles efectos secundarios graves. Algunos de los efectos
secundarios comunes de las vacunas incluyen:

1. Dolor o enrojecimiento en el lugar de la inyección: Es normal experimentar dolor,


sensibilidad, hinchazón o enrojecimiento en el lugar donde se administró la vacuna.
Estos síntomas suelen ser leves y desaparecen en unos pocos días.
2. Fiebre: La fiebre baja a moderada es una reacción común después de algunas
vacunas. Es una señal de que el sistema inmunológico está respondiendo a la vacuna. La
fiebre suele ser autolimitada y se resuelve en uno o dos días. Se recomienda el uso de
métodos para reducir la fiebre, como medicamentos antipiréticos y compresas frías.

3. Malestar general y fatiga: Después de recibir una vacuna, algunas personas pueden
experimentar malestar general, fatiga o sensación de cansancio. Estos síntomas son
temporales y suelen desaparecer en uno o dos días.

4. Dolor muscular o articular: En algunos casos, las vacunas pueden causar dolor
muscular o articular leve a moderado. Estos síntomas suelen ser transitorios y se pueden
aliviar con analgésicos de venta libre.

5. Reacciones cutáneas: Algunas personas pueden experimentar reacciones cutáneas


leves, como erupciones cutáneas, picazón o enrojecimiento. Estas reacciones suelen ser
leves y desaparecen rápidamente sin complicaciones.

Es importante tener en cuenta que los efectos secundarios graves de las vacunas son
extremadamente raros. Los sistemas de farmacovigilancia y seguridad de las vacunas
están en su lugar para identificar y monitorear cualquier efecto secundario inusual o
grave. Si experimentas efectos secundarios graves o persistentes después de recibir una
vacuna, es recomendable buscar atención médica y reportarlos a las autoridades
sanitarias locales.

Siempre es importante informar a los profesionales de la salud acerca de cualquier


reacción adversa después de recibir una vacuna para ayudar a mejorar la seguridad y
eficacia de los programas de vacunación.

IX. IMPORTANCIA CLÍNICA

Exactamente, la importancia clínica de las vacunas se basa en su capacidad para


prevenir enfermedades infecciosas y proteger tanto a los individuos como a la
comunidad en general. Algunos aspectos clave de su importancia clínica son:
1. Prevención de enfermedades infecciosas: Las vacunas son altamente efectivas para
prevenir enfermedades infecciosas graves y potencialmente mortales. Han sido
fundamentales en el control y la eliminación de enfermedades como la poliomielitis, el
sarampión, la rubéola y la difteria, entre otras.

2. Protección individual: Las vacunas estimulan el sistema inmunológico de una persona


para que desarrolle una respuesta específica contra un patógeno. Esto brinda protección
directa al individuo vacunado, reduciendo su riesgo de contraer y sufrir complicaciones
graves debido a una enfermedad infecciosa.

3. Protección de la comunidad (inmunidad colectiva): La vacunación masiva contribuye


a la protección de la comunidad en su conjunto. Cuando un porcentaje suficientemente
alto de la población está vacunado, se reduce la propagación del patógeno, protegiendo
indirectamente a aquellos que no pueden recibir vacunas debido a contraindicaciones o
a aquellos que no responden adecuadamente a la vacunación.

4. Reducción de la carga de enfermedad: La vacunación masiva ha demostrado reducir


significativamente la carga de enfermedad en términos de morbilidad, discapacidad y
muerte. Esto tiene un impacto positivo en los sistemas de salud al disminuir la carga de
atención médica y los costos asociados con el tratamiento de enfermedades prevenibles
por vacunación.

5. Erradicación de enfermedades: Las vacunas desempeñan un papel crucial en los


esfuerzos de erradicación de enfermedades. La erradicación implica la eliminación
completa de una enfermedad de la población mundial. Ejemplos exitosos de
erradicación incluyen la viruela, y se están realizando esfuerzos para erradicar la
poliomielitis y la rubéola.

En general, las vacunas son una herramienta esencial para la promoción de la salud
pública y la prevención de enfermedades infecciosas. Su importancia clínica radica en
su capacidad para prevenir enfermedades, proteger a los individuos y a la comunidad,
reducir la carga de enfermedad y contribuir a los esfuerzos de erradicación de
enfermedades.
X. CONCLUSIONES
Las vacunas han demostrado ser una intervención médica esencial y exitosa en la
prevención y control de enfermedades infecciosas. Han salvado innumerables vidas y
han tenido un impacto significativo en la salud pública a nivel mundial. Al reconocer su
seguridad, eficacia y capacidad para prevenir enfermedades graves, las vacunas
continúan desempeñando un papel crucial en la promoción de la salud y el bienestar de
las personas.

Es importante recordar que la vacunación es un esfuerzo colectivo en el que todos


desempeñamos un papel. Seguir las recomendaciones de vacunación, informarse
adecuadamente sobre las vacunas y participar activamente en los programas de
inmunización son acciones clave para garantizar la protección individual y comunitaria.

Además, la investigación y el desarrollo continuos de vacunas son fundamentales para


abordar los desafíos emergentes en salud y proteger contra enfermedades nuevas y
existentes. La colaboración entre científicos, médicos, gobiernos y organizaciones
internacionales es esencial para garantizar el acceso equitativo a las vacunas y el
fortalecimiento de los programas de vacunación en todo el mundo.

En resumen, las vacunas son una herramienta invaluable en la prevención de


enfermedades infecciosas y han demostrado su efectividad y seguridad a lo largo del
tiempo. Al reconocer su importancia clínica y continuar promoviendo su uso, podemos
trabajar juntos para proteger la salud y el bienestar de las personas y las comunidades.
XI. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 World Health Organization (WHO). Vaccines and immunization: Key facts.


Disponible en: https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/vaccines-and-
immunization
 Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Vaccines & Immunizations.
Disponible en: https://www.cdc.gov/vaccines/index.html
 European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC). Vaccination.
Disponible en: https://www.ecdc.europa.eu/en/all-topics-z/vaccines-and-
immunisation
 National Institute of Allergy and Infectious Diseases (NIAID). Vaccines.
Disponible en: https://www.niaid.nih.gov/research/vaccines
 Vaccines Today. Disponible en: https://www.vaccinestoday.eu/

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