Caso Acción Pauliana
Caso Acción Pauliana
Caso Acción Pauliana
MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por Augusto
Gabino Calderón Álvarez y Ana Lechuga Alegría de Calderón mediante escrito de fojas
doscientos cincuenticinco, contra la sentencia de vista emitida por la Primera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia del Cusco, de fojas doscientos cuarenticinco, su fecha
veintiuno de junio del dos mil seis, que confirma el auto dictado en la Audiencia de
Saneamiento Procesal, Conciliación y Pruebas, cuya acta obra a fojas noventidós, que
declaró saneado el proceso y la existencia de una relación jurídica procesal válida, y
confirma la sentencia apelada de fojas doscientos quince, que declara fundada la
demanda interpuesta por Delma Kopa Cruz y, en consecuencia, ineficaz el anticipo de
legitima del veinte de junio del dos mil tres otorgado por Augusto Gabino Calderón
Álvarez y Ana Lechuga Alegría de Calderón a favor de su hija Katy Gloria Calderón
Lechuga, integrándola en el sentido de que la ineficacia es respecto únicamente de la
demandante Delma Kopa Cruz, y declarando, asimismo, nulo y sin efecto los extremos
de la apelada en que se declara la ineficacia de la inscripción registral y ordena que las
cosas vuelvan al estado anterior del acto jurídico declarado ineficaz.
CONSIDERANDO:
Primero.- Que, al amparo del artículo ciento noventa y cinco del Código Civil, que regula
acción de ineficacia de acto jurídico (conocida también como acción revocatoria o
pauliana), Delma Kopa Cruz interpuso demanda para que se declare la revocatoria del
otorgamiento de la transferencia de la propiedad inmueble sito en el Pasaje San Pedro,
Manzana H - dos, Lote dieciséis, Urbanización Ttio, Distrito de Wanchaq, que efectuaron
Augusto Gabino Calderón Álvarez y Ana Lechuga Alegría de Calderón a favor de su hija
Katy Gloria Calderón Lechuga, contenido en la minuta y escritura pública de Anticipo de
Legítima del veinte de junio del dos mil tres, acto con el cual la codemandada Ana
Lechuga Alegría de Calderón, a sabiendas de la existencia de un adeudo impago que
afianzó a favor de la actora (ascendente a nueve mil dólares americanos) dispuso de su
patrimonio conocido dificultando el cobro de su acreencia.
Segundo.- Que, el petitorio así formulado no fue cuestionado por los demandados, y si
bien la codemandada Ana Lechuga Alegría de Calderón formuló excepción de oscuridad
o ambigüedad en el modo de proponer la demanda, fue porque consideraba que el
cobro del adeudo no debía dirigirse contra aquella sino contra los deudores y obligados
directos del mismo, y que ella es sólo una garante.
Quinto.- Que, los recurrentes alegan también que la Sala Superior no se habría
pronunciado sobre la apelación interpuesta contra el auto que resolvió las excepciones
deducidas, sino que se limita a confirmar el extremo que declaró saneado el proceso y
la existencia de una relación jurídica procesal válida. Es el caso señalar, en primer lugar,
que la apelación interpuesta por el abogado defensor de los demandados se dirigió
expresamente a impugnar “el acto que sanea el presente proceso”, tal como así se
consigna en el acta de la Audiencia de Saneamiento Procesal, Conciliación y Pruebas,
específicamente en el folio noventinueve; por ello, cuando el Colegiado Superior se
pronuncia confirmando el citado auto que declara saneado el proceso, no ha dejado de
pronunciarse sobre la apelación concedida en la referida audiencia ni se ha pronunciado
sobre algún extremo no apelado. En segundo lugar, se advierte de la lectura de la misma
acta que la impugnación estuvo dirigida a cautelar únicamente los derechos de la
codemandada Katy Gloria Calderón Lechuga, respecto a la excepción deducida por su
parte, tal como así se consigna a fojas cien, pues los fundamentos expuestos por el
abogado defensor estuvieron dirigidos a sustentar la falta de legitimidad para obrar de
aquella codemandada, por el hecho de no haber tenido participación alguna en la
obligación dineraria asumida por su madre Ana Lechuga de Calderón; en tal sentido, se
advierte que, de haber incurrido el Colegiado Superior en alguna omisión al
pronunciarse en apelación sobre la defensa de forma deducida, ello sólo hubiera
afectado a la codemandada Katy Gloria Calderón Lechuga y no a los recurrentes, por lo
que se advierte que éstos carecen de interés alguno para pretender cuestionar vicios de
nulidad en la recurrida, pues la presunta omisión no les agravia, siendo de aplicación lo
normado en el artículo ciento setenta y cuatro del Código Procesal Civil. En tercer lugar,
conforme se desprende del numeral tres punto uno de la sentencia de vista, el Colegiado
Superior se pronunció expresamente sobre las excepciones deducidas tanto por la
codemandada Katy Gloria Calderón Lechuga como por la codemandada Ana Lechuga de
Calderón, por lo que se ha cumplido a cabalidad con motivar, en extenso, lo que se
decide respecto de la apelación diferida, resolviéndola conforme a ley; razón por la cual
la causal procesal contenida en el acápite a) de los fundamentos del recurso de casación
tampoco resulta amparable.
Sexto.- Que, finalmente, los recurrentes sostienen que los vicios procesales advertidos
por la Sala Superior debieron motivar la declaratoria de nulidad de la sentencia apelada
y no su confirmatoria, pues aquellos vicios no podían salvarse aplicando el principio de
economía procesal. Los vicios procesales advertidos por el Colegiado Superior, a que se
refieren los recurrentes, son dos: 1) el pronunciamiento extra petita incurrido por el Juez
de la causa al declarar “que las cosas vuelvan al estado anterior al acto declarado
ineficaz”, y 2) que debe considerarse que la inoponibilidad o ineficacia del acto ineficaz
se produce únicamente respecto del acreedor. Ambos puntos motivaron que el
Colegiado: i) integre la sentencia apelada en el sentido que se entienda que la ineficacia
declarada es únicamente respecto de la demandante Delma Kopa Cruz, y ii) anule la
misma sentencia en los extremos que se declara la ineficacia de la inscripción registral y
ordena que las cosas vuelvan al estado anterior del acto jurídico declarado ineficaz.
Sétimo.- Que, al respecto, debe tenerse en cuenta que la acción revocatoria o pauliana
persigue como finalidad principal que el acreedor quirografario o insuficientemente
garantizado pueda ejecutar su crédito sobre los bienes objeto del acto fraudulento, no
obstante que ya no pertenezcan al deudor, es decir, se coloca a los bienes materia de
enajenación en situación que puedan ser embargados y rematados judicialmente por el
acreedor, subsistiendo el acto celebrado entre el deudor que transfirió o enajenó y el
tercero que adquirió, reputándose válido y eficaz entre ellos, pero inoponible al
acreedor demandante. Tal es la conclusión a la que igualmente arriba el Juez de la causa
al emitir su sentencia, sin embargo, sin referir motivación alguna, aquel extendió los
alcances de su fallo en la parte resolutiva en los términos ya referidos en el sexto
considerando de la presente resolución. Es evidente que tal pronunciamiento del A quo
es producto de una errónea interpretación de los alcances del instituto de la ineficacia
del acto jurídico regulado en los artículos ciento noventa y cinco y siguientes del Código
Civil, la misma que sólo requería ser corregida pues, en esencia, se resolvió conforme al
petitorio demandado. En consecuencia, y atendiendo a que la corrección en la
motivación no modificaría sustancialmente el sentido de lo resuelto, en la medida que
los magistrados han declarado que el acto jurídico cuestionado es, en efecto, ineficaz,
no había lugar a declarar la nulidad de la sentencia impugnada.
Octavo.- Que, cabe agregar a lo expuesto que la omisión incurrida por el Juez de la causa
al no precisar que la ineficacia declarada es sólo respecto de la demandante se
circunscribe únicamente a la parte resolutiva de su fallo, pues en la parte considerativa
del mismo, específicamente en el considerando tercero, sí se señala el efecto que
persigue la acción revocatoria; por tanto, no procedía declarar la nulidad de la sentencia
apelada, sino sólo su integración en la parte omitida, al amparo del último párrafo del
artículo ciento setenta y dos del Código Procesal Civil.