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Las 5 Teorías de La Personalidad de Sigmund Freud

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Las 5 teorías de la personalidad de Sigmund

Freud
Aunque existen ciertas contradicciones entre los modelos de personalidad
creados por Freud, en general pueden concebirse como teorías
complementarias o bien como actualizaciones y desarrollos de varios
conceptos fundamentales, por ejemplo las pulsiones o los mecanismos de
defensa. Vamos en qué consiste cada una de estas teorías.

1. Modelo topográfico
Freud desarrolló el modelo topográfico durante la primera etapa de su
carrera. Originalmente fue descrito en una de sus obras clave: “La
interpretación de los sueños”, publicado en el año 1900. Esta teoría sobre
la personalidad también es conocida como “Primera Tópica”.

El modelo topográfico divide la mente en tres “regiones”: la


inconsciente, la preconsciente y la consciente. En cada uno de estos
lugares, que deben ser entendidos de forma simbólica, encontraríamos
contenidos y procesos psicológicos diferentes.

El inconsciente es el nivel más profundo de la mente. En él se ocultan


pensamientos, impulsos, recuerdos y fantasías a las que resulta muy difícil
acceder desde la consciencia. Esta parte de la mente está dirigida por el
principio de placer y por los procesos primarios (la condensación y el
desplazamiento), y la energía psíquica circula de forma libre.

La mente preconsciente actúa como punto de unión entre las otras dos
secciones. Está conformada por huellas de memoria en formato verbal; en
este caso sí es posible conocer los contenidos desde la consciencia a través
de la focalización de la atención.
Por último, la consciencia es entendida como un sistema con un rol
intermediario entre las regiones más profundas de la psique y el mundo
exterior. La cognición, la motricidad y la interacción con el entorno
dependen de la mente consciente, que está regida por el principio de
realidad en lugar de por el de placer, del mismo modo que el
preconsciente.

 Artículo relacionado: "Sigmund Freud: vida y obra del célebre


psicoanalista"

2. Modelo dinámico
El concepto “dinámico” hace referencia a un conflicto entre dos fuerzas
que se produce en la mente: los impulsos (fuerzas "instintivas"), que
buscan la gratificación, y las defensas, que procuran inhibir a los
anteriores. Del resultado de esta interacción surgen los procesos
psicológicos, que suponen una resolución más o menos satisfactoria o
adaptativa de los conflictos.

En este modelo Freud concibe los síntomas psicopatológicos como


formaciones de compromiso que permiten una gratificación parcial de los
impulsos a la vez que causan malestar, actuando como un castigo contra la
conducta de la persona. De este modo la salud mental dependería en
gran medida de la calidad de las defensas y de las autosanciones.

 Quizás te interese: "Las principales teorías de la personalidad"

3. Modelo económico
El concepto fundamental del modelo económico de la personalidad es el
de “pulsión”, que se puede definir como un impulso que favorece que la
persona busque un fin determinado. Estas pulsiones tienen un origen
biológico (en concreto se relacionan con la tensión corporal) y su objetivo
es la supresión de estados fisiológicos desagradables.
Dentro de este modelo encontramos en realidad tres teorías distintas,
desarrolladas entre 1914 y 1920 en los libros “Introducción al narcisismo” y
“Más allá del principio de placer”. Inicialmente Freud distinguió entre la
pulsión sexual o de reproducción, que lleva a la supervivencia de la
especie, y la de autoconservación, focalizada en la del propio individuo.

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Posteriormente Freud añadió a esta teoría la distinción entre las pulsiones


objetales, dirigidas a objetos externos, y las de tipo narcisista, que se
centran en uno mismo. Finalmente propuso la dicotomía entre la pulsión
de vida, que incluiría las dos anteriores, y la pulsión de muerte, criticada
con dureza por muchos de los seguidores de este autor.

 Quizás te interese: "¡Sorteamos 5 ejemplares del libro


"Psicológicamente Hablando"!"

4. Modelo genético
La teoría freudiana sobre la personalidad más conocida es el modelo
genético, en el cual se describen las cinco fases del desarrollo psicosexual.
Según esta teoría el comportamiento humano está regido en gran medida
por la búsqueda de la gratificación (o descarga de la tensión) en relación
a las zonas erógenas del cuerpo, cuya importancia depende de la edad.
Durante el primer año de vida tiene lugar la fase oral, en la cual la conducta
se centra en la boca; así, los bebés tienden a morder y a succionar los
objetos para investigarlos y obtener placer. En el segundo año la zona
erógena principal es el año, por lo que los pequeños de esta edad están
muy centrados en la excreción; por esto Freud habla de “fase anal”.

El siguiente estadio es la fase fálica, que se da entre los 3 y los 5 años;


durante este periodo se producen los célebres complejos de Edipo y de
castración. Entre los 6 años y la pubertad la libido se reprime y se priorizan
el aprendizaje y el desarrollo cognitivo (fase de latencia); finalmente, con la
adolescencia llega la fase genital, que señala la madurez sexual.

La psicopatología, más específicamente la neurosis, se entiende como el


resultado de la frustración de la satisfacción de las necesidades
características de estos periodos del desarrollo, o bien de la fijación
psicológica total o parcial en uno de ellos a causa de un exceso de
gratificación durante la etapa crítica.

 Artículo relacionado: "Las 5 etapas del desarrollo psicosexual de


Sigmund Freud"

5. Modelo estructural
La teoría de personalidad de Freud fue propuesto en 1923 en el libro El Yo y
el Ello. Como el modelo genético, el estructural es particularmente
conocido; en este caso se destaca la separación de la mente en tres
instancias que se desarrollan a lo largo de la infancia: el Ello, el Yo y el
Superyó. Los conflictos entre estas darían lugar a los síntomas
psicopatológicos.

La parte más básica de la mente es el Ello, compuesto por representaciones


inconscientes de las pulsiones relacionadas con la sexualidad y con la
agresión, así como por huellas mnémicas de las experiencias de
gratificación de estos impulsos.
El Yo se concibe como un desarrollo del Ello. Esta estructura tiene un
papel regulador en la vida psicológica: evalúa los modos de satisfacer los
impulsos teniendo en cuenta las demandas del entorno, trabaja tanto con
contenidos inconscientes como conscientes, y es en esta parte de la mente
donde ejercen los mecanismos de defensa.

Por último, el Superyó actúa como conciencia moral, censurando


determinados contenidos mentales, como supervisor del resto de
instancias y como modelo de conducta (es decir, supone una especie de
“Yo ideal”). Esta estructura se forma a través de la interiorización de las
normas sociales, en la cual cumple un papel esencial el complejo de
Edipo.

8 tipos de personalidad según Jung


Jung dividió los tipos de personalidad en introvertidos y extrovertidos, y desde estos
construyó los tipos de personalidad. 

Según el psicólogo y psiquiatra, los introvertidos son tímidos, dirigen su atención hacia
sus propios estados internos y a menudo se les dificulta estar en compañía; mientras que
la personalidad extrovertida se caracteriza por la estimulación a lo que ocurre alrededor:
son sociables, les gusta estar con gente y no se sienten incómodos ante situaciones
sociales desafiantes. Desde esas premisas Jung constituyen los ocho tipos de
personalidad.

1 – Pensamiento introvertido
Le interesa más las ideas que los hechos, estar en su realidad interior ante que las
demás personas. Es decir, están mucho más enfocadas en sus propios pensamientos que
en lo que ocurre en el mundo exterior.

Les gustan los pensamientos abstractos, las reflexiones y los desafíos teóricos como los
que presenta, por ejemplo, la filosofía.

2 – Sentimental introvertido
Al ser de tipo introvertidas, son poco habladoras, pero a la vez pueden ser simpáticas
y empáticas y pueden tener cierta facilidad para crear vínculos afectivos con un círculo
pequeño, aunque no demostrarán su apego.
3 – Sensación - introvertido
Quienes tienen una personalidad sensible introvertida están enfocados a los fenómenos
subjetivos más que a los objetivos que ocurren a su alrededor, como el resto de las
personalidades introvertidas.
Pero la diferencia es que en este caso, estos fenómenos están más relacionados con las
impresiones sensoriales y sus sensaciones internas. Según Jung, este tipo de
personalidad suele describir a las personas que se dedican al arte o la artesanía.
4 – Intuitivo - introvertido
Son muy soñadores y fantasean bastante acerca del futuro, al punto de dejar casi de lado
el presente. Puedes reconocerlos por su carácter soñador.
5 – Pensamiento extrovertido
Crean explicaciones del mundo y de lo que los rodea a partir de lo que ven a su
alrededor, creándose reglas casi inamovibles sobre la realidad. Estas personas no
suelen cambiar muy fácilmente su forma de ver las cosas y además intentarán imponer su
visión a los demás.

También les sucede a menudo que intentan reprimir sus emociones y sentimientos.

6 – Sentimental-extrovertido
Son personas muy empáticas y tienen gran facilidad para conectar con los demás, a la
vez que disfrutan mucho de la compañía. Es un perfil muy bueno para las relaciones
humanas ya que cuentan con grandes habilidades sociales. En contrapartida, en
general presentan baja inclinación a la reflexión y el pensamiento abstracto.
7 – Sensación - extrovertido
En este tipo de personalidad se mezclan la búsqueda de las sensaciones tangibles con la
vivencia con el entorno y con los demás. Las personas con este tipo de personalidad se
sienten muy bien en interacción con los demás, y necesitan cambiar de estímulos de
manera casi constante.
8 – Intuición- extroversión
La personalidad de tipo intuitivo – extrovertido tiene tendencia a emprender todo tipo
de proyectos y aventuras de duración media a larga, queriendo siempre empezar
devuelta cuando una termina.
Les gusta mucho viajar, transformarse, interactuar con el entorno y vivir en sí todo tipo
de aventuras. En este tipo de personalidad en general, su interés en algo estará puesto
hasta que lo consiga.
“La moralidad del intuitivo no es intelectual ni sentimental. Tiene su moral propia, que
es la fidelidad a su intuición y el sometimiento voluntario a su fuerza. Es escasa su
consideración por lo que se refiere al bienestar de los que lo rodean”, lo definió Jung en
su obra.

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