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Guía de Preguntas Cordoba Vianello

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Guía de preguntas Córdoba Vianello

1. ¿Por qué democracia y liberalismo no pueden ser consideradas como parte de un


mismo producto histórico?

El autor explica que Democracia y Liberalismo surgieron en distintos momentos


históricos y, en un principio, implicaban concepciones distintas de la vida social,
política y económica. Mientras que la Democracia se originó en Grecia en el SV (a.C), el
Liberalismo recién tuvo sus primeras apariciones a finales del S XVIII. La primera noción
representó en su momento una forma de organización socio-política que fundaba la
toma de decisiones en el pueblo, a través de la participación directa de los ciudadanos
(aunque era una ciudadanía restringida). Por su parte, el liberalismo fue una doctrina
política, económica y social cuyo objetivo principal era defender la libertad de los
individuos, lo cual traía como contrapartida una intervención mínima por parte del
Estado.

De la mano con el contexto político, el autor explica que son las diversas crisis políticas
y sociales que los Estados Absolutistas empezaron a afrontar continuamente desde el S
XVII y en particular desde el XVIII, en conjunto con el gran vuelco humanista que
vivenció la época; los que pusieron al hombre y a sus derechos en el centro del análisis.
Surge la corriente IUSNATURALISTA, la postulación de los derechos del hombre por el
solo hecho de existir, los derechos “naturales”. Y de allí se encamina al pensamiento
político a idear limitaciones al poder del Estado.

Hace referencia al llamado “pensamiento burgués'' cuyo común denominador es la


protección del individuo. En ese primer momento, se oponen dos corrientes, (“los
planteamientos de las dos etapas iniciales del pensamiento político moderno”) la de la
Razón de Estado, donde lo principal es la unidad del poder incluso en detrimento de la
libertad individual; contra el Individualismo, donde el problema principal es la libertad
de los individuos incluso en detrimento de esa unidad del poder.

En ese marco, la idea de democracia es tomada por los defensores del individualismo
como contraparte al modelo autocrático que sostenían los defensores de la
monarquía, ya muy alejada de sus significaciones en la polis griega. (En el marco de las
luchas contra la monarquía absoluta en Inglaterra, conocida como la “Revolución
gloriosa” en 1688, cuando se instauró el parlamento como forma definitiva para
controlar las funciones del rey)

Entonces, los movimientos antimonárquicos ubicaron a la democracia como su


bandera, aunque en teoría ellos eran más promovidos por Locke (1632-1704),
defensor de la monarquía parlamentaria; mientras que la democracia como valor
político moderno encuentra su origen entre los pensadores prerrevolucionarios
franceses como Rosseau (1712-1778). (Un siglo después de la Rev gloriosa)
Mientras que Locke, estableció la división de poderes en base a la defensa de los dos
derechos que creía fundamentales: libertad y propiedad (bases del pensamiento
liberalista).

El nacimiento de Estados Unidos dio pie a que empezaran a vincularse los principios
liberales junto con los democráticos, lo que representó una ruptura con la idea, hasta
entonces sostenida por los liberales, según la cual sus postulados no tenían nada que
ver con la democracia. Sin embargo, esto sigue dando cuenta de su evolución paralela
y su progresiva asimilación, y contradice la idea de que hayan nacido juntas.

En concreto, el liberalismo buscaba desprenderse de las formas autocráticas de poder


para dar lugar a las libertades individuales. Si esa libertad llega a formas de democracia
igualitaria, incluso amenaza al liberalismo en sí. Esas son las diferencias que
desaparecen ante la Comuna de París en 1848.

Citando a Bobbio, dice que los principios esenciales del pensamiento liberal fueron los
fundamentos del constitucionalismo moderno (expresado en EEUU Y Francia), ya que
formuló en la teoría y en la práctica los límites al poder. Entonces, esas prerrogativas
liberales son el punto de partida de la democracia moderna, lo que no quiere decir que
liberalismo y democracia sean dos aspectos de una misma cosa.

Citando a Macpherson explica que la democracia no hubiese sido posible sin la


proliferación de los valores ideales previamente, mientras que también “la democracia
se liberalizó”: la única forma de democracia compatible con el Estado liberal era la
democracia representativa o parlamentaria, es decir, restringida.

2. ¿Cuáles son las diferencias entre autocracia y democracia? ¿Cuándo se produce


una separación de ambos conceptos?

Según José Fernández, autocracia y democracia son regímenes diferentes porque


tienen contenidos distintos. El objetivo de la autocracia es el orden ya que suponen
que el orden es mejor garantizado allí donde el poder se encuentra en las manos de
una sola persona. Por otro lado, el propósito de la democracia es la libertad y se
supone que la libertad es mejor practicada allí donde el poder se distribuye entre los
ciudadanos. La autocracia requiere de la desigualdad porque solo así el poder se
deposita en una persona o grupo que asegure el orden; la democracia conlleva la
igualdad porque de esa manera el poder es asumido por todos. Son dos regímenes
antagónicos.
3. ¿Qué diferencias se pueden señalar entre la democracia congregativa y la
democracia representativa?

Por lo que hace al ejercicio del gobierno en un régimen democrático, históricamente se


han presentado dos concepciones distintas. Por un lado la llamada “democracia
directa” o “democracia congregativa”, en la que es el pueblo en su carácter de
soberano el que toma las decisiones que le son propias, tales como dotarse de leyes y
ejercer el gobierno.

La otra vertiente es la llamada “democracia representativa”. Los gobernantes no eran


directamente el pueblo, sino que ellos eran elegidos periódicamente por los
ciudadanos para representarlos. Es precisamente la idea de la democracia entendida
como gobierno representativo la que prevaleció de manera generalizada, no solo por
el repudio casi absoluto de la situación de anarquía que podía generar el ejercicio de
un gobierno democrático directo, sino además por la consolidación y el éxito que
adquirió aquella en la práctica política.

En un Estado de gran tamaño le era imposible a los individuos reunirse en un cuerpo


legislativo, debían escoger representantes que hicieran lo que ellos no podían hacer
por sí mismos. La representación ya era ampliamente aceptada por los demócratas y
los republicanos como una solución que eliminaba las antiguas limitaciones de
tamaños de los países democráticos y convertía a la democracia, de una doctrina solo
apropiada para ciudades y países pequeños, en otra que era aplicable a las grandes
naciones de la edad moderna.

4. ¿Cómo describe el autor al liberalismo teniendo en cuenta el contexto de


surgimiento, las influencias teóricas y las bases del pensamiento?

A raíz de la consolidación de las monarquías absolutas europeas, las preocupaciones


de los pensadores políticos empezaron a centrarse, a partir de mediados del siglo XVII,
en la necesidad de proteger al individuo frente a la autoridad estatal, no para
oponérsele, sino para cumplir con los principios elementales de la libertad.

Las diversas crisis políticas y sociales que los Estados absolutistas comenzaron a
afrontar continuamente desde el siglo XVII y en particular durante el XVIII, así como el
gran vuelco humanista que tomo la teoría política, pusieron al hombre y a su esfera de
derechos en el centro de la discusión y del análisis. Debido a esto, el pensamiento
político de finales del siglo XVII y todo el XVIII empezó a idear limitaciones al poder del
Estado, ideando razones y mecanismos a través de los cuales puede y debe limitarse el
poder de quien ejerce el gobierno.

Todas las creaciones teóricas del llamado pensamiento burgués encontraban en la


búsqueda de la protección al individuo su común denominador; los derechos de
libertad y de propiedad. Estos se convirtieron en la gran demanda de dicho
pensamiento y en los hechos se consolidaron como la punta de lanza de las exigencias
de la sociedad en su lucha civil frente al Estado autocrático.

Locke plantea que el Estado debe dividirse, de acuerdo con sus funciones, en tres
poderes-ejecutivo, legislativo y federativo-para evitar que la concentración de poder le
permita atentar contra sus súbditos en su persona y sus derechos. Centro sus
reflexiones en dos derechos fundamentales que gozaba el hombre y el Estado debía
respetar, la libertad y la propiedad, mismos que se convertirían desde ese momento en
los valores centrales del pensamiento liberal.

5. ¿A qué denomina “poliarquía” Robert Dahl y cuáles son las instituciones básicas
que la componen?

Con el concepto de poliarquía, Dahl pretende caracterizar al pensamiento liberal


democrático del siglo XX. Es un régimen político que se distingue por dos amplias
características: la ciudadanía es extendida a una porción comparativamente alta de
adultos, y entre los derechos de la ciudadanía se incluye el de oponerse a los altos
funcionarios del gobierno y hacerlos abandonar sus cargos mediante votos.

La poliarquía es un orden político que se singulariza por la presencia de siete


instituciones, todas las cuales deben estar presentes para que sea posible clasificar a
un gobierno como poliárquico:

o Funcionarios electos
o Elecciones libres e imparciales
o Sufragio inclusivo (prácticamente todos los adultos tienen derecho a votar)
o Derecho a ocupar cargos públicos (por prácticamente todos)
o Variedad de fuentes de información
o Autonomía asociativa (es decir, el derecho de los ciudadanos para poder
constituir de una manera fácil y efectiva asociaciones para defender sus
derechos y hacer sus demandas)

6. ¿En qué momento de la historia empiezan a identificarse la democracia y el


liberalismo? ¿Cuáles son las tres etapas que menciona Hirschman?

La evolución paralela que experimentaron el pensamiento liberal y el ideal


democrático, y su gradual y progresiva identidad se iniciaron desde que ambos
asumieron el principio del respeto de los derechos civiles como el fundamento básico
del Estado, y encontraron su punto cuando se establece de manera hegemónica en los
países occidentales conocido como “Estado liberal democrático”; es decir cuando se
consolida el elemento democrático, dando lugar a la poliarquía.
las tres etapas evolutivas de la democracia y el pensamiento liberal son la lucha por los
derechos civiles, la lucha por el sufragio universal, y el Estado Benefactor. (Las
considera tres grandes fases de la génesis del pensamiento progresista)

La primer etapa tiene lugar durante el siglo XVIII (se afirma principalmente en la
segunda mitad cuando el liberalismo se consolida como la principal corriente de
pensamiento occidental) y comprende las luchas sostenidas por el pensamiento
burgués y liberal en contra del “antiguo régimen”, obteniendo los derechos
individuales (protección de los derechos humanos), y también los colectivos o públicos
(a la participación política).

En una segunda etapa, desarrollada entre fines del S XIX y principios del S XX, se
buscan ampliar los alcances de la noción de ciudadanía (lucha por la universalización
del sufragio), logro que se obtiene de forma progresiva finalizando con la obtención
del derecho al sufragio por parte de las mujeres.

Esa creciente participación de un mayor número de individuos en la vida política


acarreó también sus consecuencias. Tanto el auge de los movimientos socialistas y
comunistas desde finales del S XIX hasta su mayor hito en la Revolución de 1917, y la
Crisis de 1929, obligaron a los liberales a replantearse el papel que el Estado debe
jugar en los procesos económicos y sociales. De allí que, finalmente, la tercera etapa se
encuentra ya avanzado el S XX, con el Estado Benefactor, que significó una
socialización de los beneficios que el modo de producción liberal genera, a través de la
ampliación de la intervención del Estado.

7. ¿Cuándo aparece “el Estado benefactor”?

La participación de un mayor número de individuos en la vida política de los Estados


modernos (lo cual implica el reconocimiento de estos individuos), consecuencia de la
creciente tendencia por universalizar el sufragio, fue acompañada de sucesos
trascendentales. Por un lado, la hecatombe que para el pensamiento burgues
represento el auge de los movimientos socialistas y comunistas en la segunda mitad
del siglo pasado y por otro lado la crisis de 1929, obligaron a replantear seriamente el
papel que el Estado debe jugar en los procesos económicos y sociales. De este proceso,
surgió el llamado “Estado benefactor”.

El Estado benefactor encarna una virtual socialización de los beneficios que el modo de
producción liberal genera. Las revueltas obreras provocadas por las desigualdades que
el liberalismo inspiro pusieron al mismo sistema liberal a un paso de la catástrofe.

La sociedad del siglo XIX se basó en la confrontación de dos valores liberales


confrontados: el mercado autorregulado por un lado y la igualdad por el otro. El
primero, que demandaba la no intervención del Estado en los procesos económicos se
contraponía al segundo, que, por su propio significado, requería de la intervención del
Estado para eliminar los obstáculos que objetivamente impedían a los ciudadanos
ejercer sus derechos políticos y sociales formalmente.

La función estatal dejaba de ser, a la luz de la igualdad, la de un mero guardián


expectante de la propiedad privada y garante del orden público, y pasaba a ser un
verdadero intérprete de los valores de justicia, seguridad, empleo, bienestar, etc. El
modelo keynesiano por el cual el Estado tomaba en sus manos las riendas de la
economía permitía que este funcionara como un equilibrador de las desigualdades
existentes en las distintas clases.

8. ¿Cuáles son las críticas del informe de la Comisión Trilateral a la experiencia del
“Estado benefactor”?

En los años de la postguerra, el Estado benefactor fue objeto de acusaciones que lo


hacían responsable de la crisis política y económica en la cual se vieron inmersas las
naciones capitalistas en los años setenta. Para plantear soluciones viables y para tratar
la disminuida credibilidad y creciente oposición a la que se enfrentaban las estructuras
políticas, las naciones primermundistas conformaron un grupo llamado Comisión
Trilateral, que encomendó a algunos especialistas la realización de una investigación
que explicara, en conjunto, las causas generadoras de esa crisis.

Esta comisión llega a la conclusión genérica de que el “exceso” de democracia que


caracterizaba al Estado benefactor había generado una situación de ingobernabilidad
que solo podría resolverse en detrimento de las conquistas sociales y democráticas
logradas en virtud del Estado benefactor.

En un informe, aunque los autores hacen un análisis separado de las tres regiones,
desprenden causas comunes de la crisis que presentaban los países integrantes de la
Comisión Trilateral. La crítica que hacen a la política asistencial está centrada en el
principio neoliberal de Estado mínimo. Acuerdo con su pensamiento, un gran número
de servicios y actividades que realizaba el Estado debían ser dejadas en manos de
particulares ya que así la administración de estos sería mucho más eficiente y
permitiría al Estado centrarse en sus actividades importantes.

Sostiene que la incapacidad de gobierno es producida por el funcionamiento de la


democracia misma. Al respecto señalan cuatro elementos que critican del Estado
asistencial:

- La deslegitimación de la autoridad y la desconfianza en el liderazgo de los


gobernantes, generadas por la consecución de las virtudes democráticas de igualdad y
libertad individual.

- La sobrecarga de las estructuras estatales, causada por la ineficacia de los medios


gubernamentales para afrontar la expansión democrática en la participación política,
por el desequilibrado desarrollo de las actividades del propio gobierno y por una
exacerbada tendencia inflacionaria en la economía.

- La intensificación de la competencia política en la cual se funda todo sistema


democrático, al grado de provocar una disgregación de intereses y la fractura de los
partidos políticos dando pie a fenómenos de “pluripartidismo enfermizo”. Las
democracias en ese sentido, sólo pueden manejarse con base en consensos, y éstos
son sumamente difíciles, por no decir casi imposibles, en los regímenes pluripartidistas
tan complejos que caracterizan a casi todas las sociedades democráticas
contemporáneas.

- el “parroquialismo'' que han generado en las estructuras internacionales las


tendencias democráticas del Estado benefactor.

9. ¿Qué proponen los neoliberales para solucionar “el problema de la sobrecarga de


demandas”?

Según Gianfranco Pasquino, los partidarios de la versión de la sobrecarga, proponen


soluciones dentro del sello neoliberal; reducir significativamente la actividad del
gobierno, intentar reducir las expectativas de los grupos sociales, desvaneciendo la
ilusión de que el Estado los salvara, aumento de recursos o entradas a disposición del
Estado (aunque eso aumentaría la inflación), reorganización de las instituciones
estatales en el sentido de su simplificación en lo que respecta a que la complejidad
estorba su eficacia.

Todas las salidas planteadas hacen evidente que por debajo de estas críticas al Estado
de bienestar era inevitable llegar a un endurecimiento gubernamental en contra de las
conquistas democráticas.

Bobbio señala algunas de las respuestas neoliberales:

¿Es posible resolver democráticamente el problema? → no, la única solución puede


encontrarse en nuevas formas de gobierno autocrático.

Ante la situación de la sobrecarga de demandas → Debe disminuirse la posibilidad de


hacer demandas al Estado

Frente a la conflictividad social → plantean asumir una actitud represiva que consiste
en no reconocer la mayoría de los conflictos y de calificarlos como contrarios a los
intereses nacionales, o bien, desembarazarse del problema al asumir una posición de
no intervención

Ante la difusión del poder que implican los sistemas democráticos → Señalan la
conveniencia de consolidar un poder central monocrático.
En cuanto a la interferencia estatal → En consonancia con la idea de Estado mínimo,
mantienen la posición de reducir lo más posible las estructuras administrativas del
gobierno.

Sustituyen la estrategia intervencionista → por la Privatización

Todas estas respuestas apuntan a una reacción conservadora ante la crisis, de la mano
de una ola antidemocrática.

La vieja tendencia que caracterizaba a los primeros pensadores políticos modernos de


afrontar una situación de anarquía con base en soluciones autocráticas, fue planteada
por los pensadores neoliberales como la única alternativa para afrontar la
ingobernabilidad de las naciones democráticas. El mismo concepto de
ingobernabilidad, acuñado por esos pensadores para referirse a la recesión que
permeaba a las naciones occidentales, pretende significar una situación de completo
desorden, descomposición y descontrol de los procesos económicos y de las
estructuras sociales y políticas (lo que en realidad magnificaba la crisis que atravesaba
el Estado benefactor), con el fin de justificar la postura de endurecimiento en el
ejercicio de gobierno.

Dentro de estos preceptos neoliberales se utiliza también la disyuntiva de:

Estado máximo → Estado débil

Estado mínimo → Estado fuerte

Donde vendría a ser que este Estado “adiposo” genera debilidad y consecuentemente,
ingobernabilidad. Sin embargo, el autor señala que pensar que los neoliberales
pueden, para ello, sacrificar la democracia es errado. “La gran paradoja del
neoliberalismo es, así, que la democracia ha generado la situación de crisis pero, por
otro lado, no puede ser desechada de modo absoluto. El liberalismo debe seguir
fundándose en la democracia, pero es incompatible con una democracia ilimitada.

Además, el supuesto de restringir la actividad estatal y sus facultades, pasa por alto la
ya conseguida masificación de la sociedad, que ha provocado que los márgenes de
participación de los miembros del cuerpo social se hayan ampliado. En esa línea,
señala que hay sistemas que han sabido combinar con éxito la política de respeto a las
conquistas sociales con un manejo efectivo de la acción gubernamental, y menciona el
caso de “modelo renano” de Estado postsocial en Alemania desde la etapa de
reconstrucción.
10. ¿Cómo plantea Bobbio la relación entre Capitalismo, Liberalismo y Democracia
en su respuesta a los neoliberales?

Bobbio ha jugado un papel muy importante en plantarse como uno de los principales
opositores a las políticas neoliberales. Su posición como defensor de las conquistas
democráticas y sociales logradas en la etapa de Estado de bienestar, ha destacado la
necesidad de no retroceder en aquellas y seguirlas sosteniendo a pesar del cambio en
los modelos económicos y políticos.

La cuestión de la legitimidad derivada de la crisis en la que el Estado benefactor se vio


envuelto desde los años setenta se reduce a la relación que el capitalismo de finales de
siglo guarda con la democracia y sus alcances. El problema va más allá de si el Estado
debe ser considerado mínimo y se remonta al carácter democrático o no de las
sociedades modernas.

(también esta respondida en la pregunta 9)

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