Traumas y Paleopatologias
Traumas y Paleopatologias
Traumas y Paleopatologias
COMPENDIO DE MÉTODOS
ANTROPOLÓGICO FORENSES
PARA LA RECONSTRUCCIÓN DEL
PERFIL OSTEO-BIOLÓGICO
Udo Krenzer
CAFCA
CENTRO DE ANALISIS
FORENSE Y CIENCIAS APLICADAS
Compendio de métodos antropológico forenses
para la reconstrucción del peril osteo-biológico
Udo Krenzer
Tomo VIII
Traumas y Paleopatología
Guatemala
2005
Elaborado por: Udo Krenzer
Centro de Análisis Forense y Ciencias Aplicadas
CAFCA
2 calle 6-77, zona 1
Ciudad, Guatemala
Teléfono: (502) 2253-2080
http://www.cafcaguatemala.org
ISBN: 99922-859-8-2
Compendio de métodos antropológico forenses
para la reconstrucción del peril osteo-biológico
Tomo VIII
Traumas y paleopatología
Contenido
1. Sistematización del diagnóstico de traumas 1
1.1. Introducción 1
1.2. Características de las fuerzas que producen traumas 1
1.3. Traumas ailados 5
1.3.1. Efectos de instrumentos ailados al esqueleto 6
1.3.2. Análisis de las heridas causadas por fuerzas ailadas 7
1.4. Traumas obtusos 8
1.4.1. Efectos de las fuerzas obtusas en el esqueleto 9
1.4.2. Análisis de las heridas causadas por traumas obtusos 12
1.5. Traumas por proyectiles 13
1.5.1. Elementos básicos de balística 14
1.5.2. Análisis de heridas causadas por balas 16
1.6. Variados 19
1.6.1. Trepanaciones 20
1.6.2. Fracturas no traumáticas 21
1.7. Tiempo de la muerte 21
1.8. Protocolo para la documentación de traumas 22
2. Sistematización de paleopatologías 23
2.1. Introducción 23
2.2. Clasiicación de enfermedades óseas 24
2.3. Patologías congénitas 26
2.4. Patologías adquiridas 34
2.4.1. Enfermedades degenerativas 34
2.4.2. Enfermedades infecciosas 42
2.4.3. Desórdenes metabólicos y circulatorios 55
2.4.4. Neoplasmas 64
i
2.5. Patologías no clasiicadas 67
2.6. Aplicaciones innovadoras 68
2.7. Diagnóstico de enfermedades en el esqueleto 68
Bibliografía 73
ii
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGIA
Sistematización del diagnóstico de traumas
1.1. Introducción
Desde que en el curso natural de la evolución apareció el hombre, éste parece haber
recurrido siempre al uso de la violencia, hecho que se pone especialmente de maniiesto
por el descubrimiento de lesiones óseas en material arqueológico. Se han observado
fracturas o la inluencia de violencia a partir del Homo erectus. En general, se entiende
trauma en el contexto forense como una lesión ósea que resulta como desequilibrio
entre la estabilidad del hueso y las fuerzas (más externas que internas) que lo afectan.
Entonces, trauma es una categoría patológica. La variedad de las inluencias violentas
es grande y cubre no solo los hechos agresivos sino también aquellos que ocurren
diariamente (como los accidentes). Para la Antropología Forense, el análisis de los
traumas es fundamental para reconstruir hechos violentos y los instrumentos (tipo,
tamaño, forma, construcción) que fueron usados. También le interesa, si el trauma
ocurrió pre- peri- o postmortem y si este causó la muerte.
Cuando se aplica suiciente fuerza al hueso, ocurre una rotura o discontinuidad. Las
fracturas se pueden diferenciar entre: discontinuidades completas (o infracciones)
y discontinuidades incompletas. Además, se pueden determinar dos tipos de
discontinuidades: desplazamientos y líneas de fractura. En los desplazamientos las
supericies (anteriores continuas) no se encuentran o forman ángulos no naturales.
Algunos ejemplos son las fracturas completas o fracturas bisagra (“hinge fractures”).
Otras fracturas incluyen roturas sin separación de los huesos, las cuales se llaman
fracturas de tallo verde y ocurren frecuentemente en las clavículas o huesos
largos de subadultos. Las fracturas conminutas se reieren a roturas que provocan
fragmentos múltiples de los huesos y resultan de accidentes, suicidios o golpes fuertes
(aporreamientos).
Para la identiicación del tipo de trauma se caracterizan tres causas distintas. Primero,
la velocidad. Aquí se puede determinar entre fuerzas dinámicas (proyectiles, armas
blancas) o estáticas (estrangulación). Segundo, el foco de la fuerza aplicada en el
hueso. Se distingue entre focos estrechos, causados por instrumentos con bordes
ailados; y focos más anchos. Tercero, la dirección de donde vino la fuerza. Según la
igura 1 se pueden determinar diferentes tipos de dirección que causan diferentes
discontinuidades en el hueso:
1
COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Fig. 1 Dirección de las fuerzas que provocan fracturas (por Byers 2002)
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TRAUMAS Y PALEOPATOLOGIA
Características de las fuerzas que producen traumas
c) Torsión: mientras un extremo del hueso (muchas veces huesos largos) esta ijo,
el otro está torzonado. Estas fracturas son comunes en accidentes
d) Flexión: es la fuerza más común que causa fracturas. El punto del impacto esta
perpendicular al eje longitudinal del hueso y provoca una fractura de la sección,
con líneas de fractura en el punto de impacto y también en el lado opuesto. A
veces, si la fuerza es grande, se rompe un triangulo del hueso del lado opuesto
al impacto, produciendo una fractura en forma de mariposa con la compresión
en el lado del impacto y la tensión al lado contrario. Se puede distinguir entre
las fracturas de mariposa reales y los falsos por la forma de alas (ver igura 2a)
3
COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Fig.3 Formas diferentes de fracturas. Las lechas indican la dirección de la fuerza (por
Herrmann et al. 1990)
4
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGIA
Traumas ailados
Las inluencias mecánicas en general representan la mayor causa de los daños óseos.
Se diferencian las inluencias que provocan los traumas ailados, traumas obtusos o
traumas de proyectiles.
Según el hueso, sea cortical o esponjoso, las fuerzas provocan deformaciones óseas
de tipo estático o plástico (ver igura 4).
1)
2)
3)
a) b)
Fig. 4 Deformación a) estática y b) plástica
Los traumas ailados resultan usualmente de cortes con armas blancas (por ejemplo:
machete, cuchillo, punzón para romper hielo, espada, hacha, sierra o lecha) o
herramientas punzocortantes. Las armas blancas suelen estar constituidas por una
lámina metálica, con ilo en uno o más de sus bordes, y la cual puede terminar en un
extremo agudo. En otros casos consisten en un objeto cilíndrico o prismático con un
extremo puntiagudo.
5
COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Generalmente, el patrón de un corte causa marcas en forma de “V” con bordes lisos y
planos. La profundidad sube con la dirección del corte. En casos de separación de la
continuidad de los huesos, los instrumentos provocan surcos típicos. En estos casos,
las discontinuidades y desplazamientos son mucho más frecuentes que las líneas de
fractura.
Al aplicar una fuerza compresiva por un instrumento ailado, el hueso muestra una
herida en el punto de impacto. Estas discontinuidades varían por la dirección de la
fuerza aplicada entre las perforaciones (dirección vertical o casi vertical, por ejemplo
por un punzón para romper hielo o cuchillo), incisiones con defectos más largos que
anchos (dirección a través de la supericie) o divididos (fuerza dinámica aplicada
verticalmente por instrumentos pesados con hoja larga, por ejemplo: machetes o
hacha).
• Sección transversal
• Forma
• Anchura
• Profundidad
• Longitud
• Estriación
• Líneas de fractura
• Fractura bisagra
• Pérdida
6
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGIA
Traumas obtusos
Las primeras cinco son características de la herida primaria, las demás ocurren
directamente circundantes.
La siguiente tabla resume estas ocho características en correlación con los tres tipos
de heridas.
El antropólogo analiza las heridas causadas por fuerza ilosa para obtener información
sobre el implemento causativo y su método de entrega. Por eso, se describe y analiza
la herida en base de las siguientes categorías:
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Son resultados de cualquier tipo de fuerza que tiene una área grande de impacto.
Este tipo de trauma lo producen los instrumentos con bordes anchos o supericies
redondeadas (piedras o mazos) y también se puede observar como consecuencia de
accidentes de traico o cuando las personas caen. Normalmente, los traumas obtusos
resultan de compresión, lexión o cizallamiento cuando se ha aplicado fuerza en
forma dinámica sobre una área grande o estrecha. Los huesos afectados por traumas
obtusos muestran en general discontinuidades y también líneas de fracturas. Además,
son observables fracturas conminutas.
Varios instrumentos pueden causar traumas obtusos, como bates de béisbol, mazos,
pedazos de madera, botellas de vidrio, palanquetas u otros objetos de metal, así
como piedras. Los instrumentos estrechos necesitan menos energía que instrumentos
anchos para causar fracturas obtusas. Adicionalmente, todas las supericies duras
también pueden causar este tipo de fractura en accidentes, por ejemplo con o
entre automóviles, en aviones, barcas, lanchas o ferrocarriles. Por esta variedad,
8
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGIA
Traumas obtusos
Pero no todas las fracturas obtusas resultan de instrumentos que se puede identiicar.
En varios casos no se logra una descripción propia pero se trata distinguir entre golpes
y colisiones accidentales.
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Fig. 5 Flexión en el impacto con fracturas proporcionales laterales a este punto (modiicado,
por Byers 2002)
Fig. 6 Fracturas características de traumas obtusos en el cráneo; a) lexión hacia adentro con
fractura; b) formación de un pedazo en hueso frágil; c) aplastamiento de la diploe, d)
aplastamiento de la tabla interna (por Byers 2002)
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TRAUMAS Y PALEOPATOLOGIA
Traumas obtusos
Fig. 7 Traumas tipo LeFort; a) separación de la parte alveolar del maxilar como resultado de
un golpe frontal o del lado a la cara inferior; b) separación de la cara media del cráneo
resultando de un golpe anterior a la cara; c) separación de la cara entera del cráneo
resultando por un golpe central a la parte superior de esta área (por Byers 2002)
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Fig. 8 Fracturas en la base craneal; a) fractura de anillo en la base del cráneo; b) biselados
en fracturas de anillo con bisel hacia fuera (a) indicando tensión y bisel hacia adentro
(b) indicando compresión
Las costillas se rompen en maneras distintas en sus cuerpos y los extremos anteriores.
Generalmente, las costillas se quiebran de forma perpendicular a su eje longitudinal.
En la pelvis las fracturas del pubis y de la cresta ilíaca son comunes y la fuerza
obtusa provoca en la escápula la separación de los procesos (glenoideos, coronoides,
coracoides).
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TRAUMAS Y PALEOPATOLOGIA
Traumas obtusos
Cuando proyectiles como lechas, lanzas o balas con alta velocidad chocan con el
hueso, lo penetran y dejan una apertura en forma de un embudo (bocina). La apertura
mayor está ubicada en el lado de la salida del proyectil. Generalmente, los proyectiles
provocan discontinuidades completas con desplazamientos y también líneas de
fracturas. La dirección de la fuerza resulta en compresión del hueso, aunque algunas
balas provocan lexión. Las balas chocan el hueso en forma dinámica con foco ancho.
Las fracturas y las aperturas causadas por proyectiles están acompañadas por
grietas.
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
La información óptima que puede dar el antropólogo forense en base de los traumas
de proyectiles contiene el tipo de arma, características del proyectil, ubicación del
arma en relación a la víctima, la secuencia de las heridas y además las características
individuales (lateralidad, estatura) del asesino.
El complejo de armas de fuego y munición es bien amplio, por lo que hay una variedad
de todo tipo, que causa diferentes modelos de heridas. Por eso, se sistematizan las
siguientes características de proyectiles:
Durante su vuelo, las balas giran por su eje longitudinal. Para estabilizar el vuelo,
tienen grietas espirales (“riling”) cortadas en su supericie interna. Al perder energía
la bala va a dar vueltas sin estar en su eje longitudinal. Al chocar en esta forma, causa
heridas no circulares. Las heridas no circulares también resultan cuando el proyectil
encuentra el hueso no-perpendicular. Al penetrar el hueso la bala deja una herida de
entrada y al salir deja una apertura de salida.
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TRAUMAS Y PALEOPATOLOGIA
Traumas por proyectiles
1) Adentro (en vista de entrada de la bala) con la apertura exterior menor que la
apertura interior
2) Afuera (en vista de salida de la bala) con el oriicio interior menor que la apertura
exterior
3) Al reverso con embudos en la dirección contraría de la entrada o salida
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
con puntas obtusas provocan heridas más grandes que aquellas con puntas ilosas.
Además la densidad del hueso está en correlación con el tamaño de la apertura. Entre
más denso el hueso, más se deforma la bala, causando oriicios más grandes que
su propio calibre. (Pero se podría encontrar oriicios más pequeños que el calibre,
causados por la elasticidad del hueso).
En base del tamaño de las aperturas de entrada se puede hacer una estimación del
calibre de las balas y por eso también del arma. Se distingue entre calibres pequeños
(0,22-, 0,25-, 0,30- y 0,32 de pulgada) y calibres grandes (más que 0,32 de pulgada).
A veces las balas producen oriicios más pequeños que sus diámetros propios.
Tabla 3 Correlación entre el calibre y el tamaño del oriicio en cráneos (por Byers 2002)
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TRAUMAS Y PALEOPATOLOGIA
Traumas por proyectiles
Como regla general se puede establecer que proyectiles, afectando el cráneo o torax,
causan la muerte del individuo. Entrando en el abdomen, brazos o piernas, también
causan la muerte cuando no hay tratamiento.
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
características especiales
planos características generales disparo de corta
disparo de contacto
distancia
oriicio propiamente dicho signo de Puppe-Wergartner tatuaje
piel
(región temporal)
anillo de enjugamiento signo de “boca de mina” de
ahumamiento
Hofmann (región frontal)
anillo de contusión
fracturas irradian de él
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TRAUMAS Y PALEOPATOLOGIA
Variados
depende edad /
velocidad lento lento rápido
elemento
1.6. Variados
Todas las fuerzas que no caben en las tres categorías anteriores se reúnen en variados.
Aquí se puede incluir presión estática (estrangulación), presión dinámica generalizada
como explosiones, fracturas de sierras o traumas causadas por químicos o calor.
Generalmente, solo los primeros tres provocan discontinuidades completas con el
desplazamiento del hueso y no muestran muchas líneas de fracturas.
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
1.6.1. Trepanaciones
Se entiende por trepanación o treinación la apertura intencional del cráneo por causa
de tratamiento terapéutico, medicinal o mágico. Es probable, que la causa más común
para practicar una trepanación fuera buscar el alivio de la presión sobre el cerebro
causada por una fractura del cráneo. La apertura de la tabula externa casi siempre
es más grande que la de la apertura interna. Según Brothwell (1987) es probable,
que una de las primeras cirugías que realizó el hombre fuera en la bóveda craneal.
Pruebas prehistóricas europeas datan hasta el mesolítico, otras son conocidas de las
Américas, el Pacíico, África y Asia. Además, se practicaron dichas operaciones en
épocas recientes en el Norte de África, América del Sur, Serbia, Melanesia y Polinesia
(Aufderheide & Rodríguez-Martín 1998).
Se puede considerar, que había curación de la trepanación, cuando los borde del
oriicio presentan un aspecto redondeado y cuando los espacios diploicos de la tabla
esponjosa interna que han quedado expuestos presentan señales de haber comenzado
a cerrar o ya haber cerrado (Brothwell 1987). Deinitivamente, no todos agujeros
craneales son productos de trepanaciones. Fácilmente, se puede confundirse con
traumas cortantes por ejemplo provocado por espadas o machetes, cortes durante el
levantamiento o también por erosión selectiva u otros cambios tafonómicos. Además,
la síilis (ver capítulo 2.4.2. de este tomo) produce a veces agujeros semejantes al
oriicio de una trepanación curada. Figura 10 da una imagen sobre las variedades de
las aperturas craneales intencionales.
20
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGIA
Tiempo de la muerte
Para el contexto forense la pregunta del tiempo desde el trauma ocurrido es de gran
importancia. Para la deinición se usan tres categorías:
• Ante-mortem: traumas ocurridos antes del muerte con cura completa o parcial.
Se observan porosidades cerca del trauma y bordes más redondeados después
del proceso de curación (a partir de una semana)
• Peri o circun-mortem: traumas ocurridos en el tiempo de muerte sin señal de
curación
• Post-mortem: traumas ocurridos después de la muerte
Las fracturas peri-mortem son reconocidas por su respuesta de “hueso verde” (“green
bone response”) cuando el hueso todavía esta conjunto en su matriz. Se pueden
determinar cinco características distintas de traumas peri-mortem:
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Después del tiempo de muerte muchos factores inluyen en los huesos y unos causan
fracturas post-mortem. Debido a que la rama de la taxonomía aborda especialmente
esta temática, se encuentra aquí solamente unas explicaciones breves.
El hueso seco se rompe de manera diferente, por ejemplo normalmente no se puede
encontrar líneas de fracturas radiantes, fracturas de tallo verde o bisagras. En hueso
seco las fracturas son en plano bajo y se puede distinguir colores más claros en los
bordes.
• Placas radiográicas
• Ubicación en el esqueleto y hueso
• Descripción de la forma del trauma
• Medición
• Tipo de trauma
◦ Ante / peri / posmortem
◦ Completa / incompleta / conminuta / tallo verde
• Líneas de fractura
◦ Radiantes / concéntricas
• Conclusiones
◦ Dirección
◦ Secuencia
◦ Trayectoria
◦ Posición del asaltante y de la víctima
◦ Órganos afectados
◦ Distinguir artefactos
◦ Causa de muerte?
22
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Sistematización de paleopatologías
2. Sistematización de paleopatologías
2.1. Introducción
Es evidente que una introducción al tema no puede sustituir una consulta con médicos,
la toma de radiografías y su análisis o el estudio de libros de textos especializados
como los de Aufderheide & Rodríguez-Martín (1998), Brothwell & Sandison (1967),
Mann & Murphy (1990), Mann & Hunt (2005) Ortner (2003), Ortner & Putschar (1981),
Steinbock (1967), Zimmermann & Kelley (1982) u otros.
23
COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
que son restos fecales conservados y sirven por ejemplo para reconstruir la presencia
de parásitos. Generalmente, se conservan de mejor manera los dientes (para
patologías orales consulta capítulo 1.5. del tomo VI) y los huesos como tejidos duros
del hallazgo.
Mays (2002) mencionó, que cada enfermedad es única, pero para brindar un marco
de discusión en este texto se clasiican las patologías según la manera de afección al
esqueleto. Principalmente, sin tomar en cuenta el diagnóstico traumático (ver primera
parte en este tomo), se distingue entre patologías congénitas y adquiridas; entre las
últimas, el análisis paleopatológico enfoca en cambios degenerativos, enfermedades
infecciosas, desórdenes metabólicos y circulatorios y neoplasmas (ver igura 11).
Enfermedades
óseas
congénitas adquiridas
Byers (2002) y Schwartz (1995) propusieron otra clasiicación para diferenciar entre
cuatro tipos de lesiones óseas, a saber
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TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Sistematización de paleopatologías
Según Ortner (2003), las patologías óseas se expresan a través de anomalías de:
1) Formación ósea
2) Destrucción ósea
3) Densidad ósea
4) Tamaño óseo
5) Forma ósea
Según la ley de Wolff, la remodelación del hueso tiene lugar en las regiones, donde
más existe estrés físico. En la igura 12 se presenta un esquema de las funciones
principales de los huesos.
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
calciicación depósito de
descalciicación calcio y fosfato
constancia de nivel de
suero-calcio
Esta forma de patología está presente desde el nacimiento, o bien como resultado
de un defecto genético o por problemas durante el embarazo. Su severidad varía
desde no causar síntomas y la inconciencia del paciente por minusvalías hasta la
incompatibilidad con la vida, como por ejemplo la malformación de la anencefalía, la
ausencia de la bóveda craneal y del cerebro (Aufderheide & Rodríguez-Martín 1998,
Mays 2002). De los niños nacidos con malformaciones sobreviven 54% el primer año
(Roberts & Manchester 1999). Desde el punto de vista genético, se distingue tres
categorías de desórdenes congénitos (Aufderheide & Rodríguez-Martín 1998):
26
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Patologías congénitas
Espondilosis
Una variación común del esqueleto axial es la confusión del arco nervioso con el
cuerpo de la vértebra, preferiblemente en el área lumbar (ver igura 13), conocido
como espondilosis (Byers 2002, Ortner 2003). Mann & Hunt (2005) establecieron
la frecuencia de la espondilosis del 3% al 10% en la población adulta, con mayor
incidencia en individuos subadultos. Como causa de la espondilosis se discuten
displasias congénitas o traumas. La espondilosis ocurre con frecuencia especial en
populaciones esquimales (Aufderheide & Rodríguez-Martín 1998). La espondilosis
también fue documentado en esqueletos del contexto forense en Guatemala.
Una consecuencia clínica de la separación del arco vertebral del cuerpo puede ser
la espondilolistesis, el movimiento del cuerpo hacia ventral o dorsal, saliendo de su
posición anatómica originaria.
Fig. 13 Ubicación de la espondilosis en las vértebras (modiicado, por Buikstra & Ubelaker
1994)
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Espina bíida
Similar al fenómeno de la espondilosis en las vértebras, la espina bíida presenta
defectos en el cierre de las láminas, que representarían la estructura de los arcos
nerviosos en la columna vertebral y el sacro (Byers 2002, Ortner 2003). La falta de
la fusión media puede afectar todas las vértebras. Esta enfermedad ocurre también
en el sacro, donde puede causar la falta de fusión desde el arco del primer segmento
hasta el quinto (apertura del canal sacral, ver igura 14). En los elementos inferiores
del sacro, es decir en el cuarto y quinto segmento, la falta de fusión representa una
condición normal o no-patológica, denominado hiato sacral (Buikstra & Ubelaker
1994).
Esta anomalía congénita causó una mortalidad infantil alta en épocas pasadas. Se ha
encontrado esqueletos prehistóricos del Norte, Centro y Sur de América (Aufderheide
& Rodríguez-Martín 1998). Actualmente, se estima la prevalencia para el primer
segmento del sacro alrededor de 20% (Turkel 1989). La incidencia en populaciones
recientes es de 1:400 (Roberts & Manchester 1999). Por ello, la presencia de la espina
bíida como cuadro clínico no sorprende en casos forenses guatemaltecos.
Fig. 14 Espina bíida del sacro (modiicado, por Mann & Murphy 1990)
Enfermedad de Klippel-Feil
El síndrome descrito por Klippel & Feil se expresa en la fusión congénita de dos o
más segmentos vertebrales, particularmente en la región cervical, asociado con el
acortamiento del cuello. 60% de los casos con individuos afectados por la fusión de
las vértebras son vinculados con el cuadro clínico de la escoliosis o cifosis (ig 15).
Espécimen con la enfermedad de Klippel-Feil fueron encontrados en los Estados
28
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Patologías congénitas
Sacralización
Como resultado de una condición congénita puede fusionar el quinto lumbar parcial o
completamente con el primer segmento del sacro. Se han observado la sacralización
con una frecuencia de 6% en pacientes recientes (Mann & Hunt 2005). La sacralización
fue diagnosticado asimismo en esqueletos del contexto forense guatemalteco.
Cifosis
La cifosis de la espina vertebral describe una condición patológica, en la cual la columna
se inclina más de 400 hacia anterior, causada por una hemivértebra ubicada en la
parte posterior de la espina (ver igura 15b) o defectos de los discos intervertebrales
(Ortner 2003).
Escoliosis
Parecido a la cifosis, la escoliosis es una enfermedad de la columna vertebral, con
expresión de una curvatura lateral (ver igura 15d). Ésta es causada de igual manera
por hemivértebras, que se ubican laterales al plano sagital de la espina (Byers 2002,
Ortner 2003). Debido a los hallazgos escasos de elementos de la columna vertebral,
la descripción de la escoliosis en épocas prehistóricas es rara. No obstante, Ortner
(2003) informó sobre casos de escoliosis identiicados en sitios precolombinos de
Canadá y Chile.
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Generalmente, los defectos del tubo neural descritos anteriormente son escasos en
populaciones de Chile y Colombia (Turkel 1989).
La falta del cierre de elementos óseos puede causar varias cuadros clínicos, por
ejemplo el paladar hendido, que se encuentra según Turkel (1989) en alta frecuencia
en populaciones indígenas y en el cual se observa una hendidura del paladar y del
maxilar, que causa diicultades severas en la lactancia materna con la consecuente
taza alta de mortalidad. En populaciones recientes se observa una incidencia de
1:600 (Roberts & Manchester 1999) con mujeres predispuestas. El paladar hendido
es documentado en esqueletos desde el Neolítico (Aufderheide & Rodríguez-Martín
1998).
Fig. 16 Características del pie de zopo (por Mann & Murphy 1990)
Pseudoartrosis
Otras anomalías congénitas se presentan por ejemplo en la clavícula, cuando falla la
fusión de la parte medial y lateral. Pseudoartrosis pueden resultar también de tensión
muscular y/o cuando existen movimientos continuos entre los dos extremos de una
fractura completa (Mann & Hunt 2005).
30
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Patologías congénitas
Fig. 17 Cráneo acromegálico en a) vista lateral; b) en vista vertical (por Brothwell 1981)
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Fig. 18 Cráneo acondroplástico en a) vista lateral; b) en vista vertical (por Brothwell 1981)
Fig. 19 Cráneo de un enano en a) vista frontal; b) en vista vertical (por Brothwell 1981)
Hidrocefalia
El fenómeno de la hidrocefalia no siempre es de origen congénito. Se expresa en el
aumento de la bóveda craneal en todas direcciones, adquiriendo una forma marcada de
globo, debido a la acumulación anormal de líquidos (Aufderheide & Rodríguez-Martín
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TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Patologías congénitas
Acrocefalia
La acrocefalia se expresa en una forma craneal anormal (ver igura 20) con bóveda
alta y corta, parecida a una torre. Su causa todavía no está establecida, aunque se
discuten factores genéticos o consecuencias de lesión y enfermedad. No cabe duda,
que el ambiente postnatal ha podido perturbar profundamente el desarrollo de la
bóveda craneal. El trastorno se determina principalmente en el crecimiento anormal
de la sutura coronal, donde tiene lugar una fusión prematura, sin excluir las demás
suturas. Por ello, la bóveda no alcanza su longitud normal y se produce un crecimiento
compensatorio hacia superior. A veces se observa en conjunto con la acrocefalia
deformaciones de las manos y de los pies (acrosfenosindactilia).
Fig. 20 Cráneo con acrocefalia en a) vista frontal; b) en vista lateral (modiicado, por Mann &
Murphy 1990)
33
COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Osteoartritis
Es el proceso degenerativo, no inlamatorio, que presenta una artropatía proliferante,
afectando el cartílago de las articulaciones, especialmente en la rodilla, la región pélvica
y la columna. Se describe la osteoartritis como la enfermedad articular degenerativa
(EAD, “Degenerate Joint Disease, DJD”), generalmente determinada por causas
mecánicas. Durante el desarrollo de la osteoartritis se observan tres cambios óseos
principales (Mays 2002, White 2000), a saber:
34
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Enfermedades degenerativas
Fig. 21 Cambios osteoartriticos; a) porosidades (por Herrmann et al. 1990); b) osteoitos (por
Roberts & Manchester 1999); c) eburnación (por Czarnetzki 1996)
Según Roberts & Manchester (1999), la esclerosis cuenta también como proceso
característico dentro de la osteoartritis. Se deine la esclerosis como la condensación
de los huesos, después de la destrucción de los cartílagos.
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
DISH
Otra artropatía proliferante es la hiperostosis difusa esquelética idiopática (DISH por
sus iniciales en inglés “Diffuse Idiopathic Skeletal Hiperostosis”); también conocida
como enfermedad de Forestier. Normalmente, DISH es vista frecuentemente en
individuos mayores, con más hombres afectados que mujeres en relación de 2:1 (Mann
& Hunt 2005). Está caracterizada por gran cantidad de formación de hueso nuevo,
particularmente en la columna vertebral, donde osteoitos pueden unir varios cuerpos
vertebrales, preferentemente en la región de los dorsales, y ahí en la porción lateral.
Concretamente, se observa la osiicación agresiva de tejido blando, particularmente
de los ligamentos paralelos a la columna vertebral (formación de sindesmoitos o
endesmoitos), que ocurren con una frecuencia de 2,8% a nivel mundial, particularmente
en individuos mayores de 40 años. Por lo tanto, las articulaciones cigo-apoisial y
sacro-ilíaca no están involucradas (Schwartz 1995). Aunque la causa todavía no está
establecida, DISH parece asociada con obesidad y diabetes (Mays 2002). Aufderheide
& Rodríguez-Martín (1998) dieron una lista con las siguientes características de la
enfermedad
36
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Enfermedades degenerativas
Osteoitosis
La lesión proliferante más común ocurre en la cuerpos vertebrales y es conocida como
osteoitosis, una labiación de los bordes en los cuerpos vertebrales, provocada por la
degeneración de los discos intervertebrales, que causa la formación de osteoitos (ver
igura 22). Los osteoitos se ubican frecuentemente en los elementos de la columna
que exhiben la mayor lexión, es decir en la quinta y sexta cervical, la octava y novena
dorsal y la cuarta y quinta lumbar. Dichos osteoitos son vinculados con la osteoartritis,
así como la degeneración asociada con la vejez (Byers 2002, Mays 2002). Los cambios
son progresivos con la edad y alcanzan 80-90% de la población mayor de 75 años
(Aufderheide & Rodríguez-Martín 1998). La osteoitosis está documentada además en
yacimientos forenses guatemaltecos.
37
COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Espondilosis deformante
La disminución de la estructura ósea en las vértebras con fusión de los cuerpos
adyacentes, expresada en la igura 23, es debido a la degeneración de los discos
intervertebrales y conocida como enfermedad de Scheuermann, o espondilosis
deformante, en la cual se presenta frecuentemente una cifosis y escoliosis de la
columna vertebral (Herrmann et al. 1990). Sus características son la condensación
del hueso compacto (esclerosis), la formación de osteoitos y la anquilozación
localizada de los cuerpos vertebrales, sin involucrar la articulación cigo-apoisial o
costo-vertebral. Frecuentemente, la espondilosis deformante afecta a las vértebras
cervicales y lumbares en individuos femeninos y a las vértebras dorsales en hombres.
Al contrario, la fusión en DISH (ver arriba) involucra generalmente a las vértebras
dorsales (Schwartz 1995). La fusión de los cuerpos vertebrales fue encontrado en
hallazgos forenses en Guatemala.
Fig. 23 Espondilosis deformante de la columna vertebral (por Mann & Murphy 1990)
38
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Enfermedades degenerativas
Espondilartosis deformante
La espondilartosis deformante no afecta los cuerpos vertebrales, como la
espondilosis deformante descrita arriba, sino las articulaciones intravertebrales. El
cambio degenerativo de las articulaciones cigo-apoisial y costo-vertebral ocurre
frecuentemente como consecuencia de la carga anormal de los cuerpos vertebrales
provocada por la espondilosis deformante (ver arriba). La afección común se observa
en las cervicales medias, así como en las dorsales superiores y lumbares. Dicha
degeneración de las articulaciones está correlacionada con los procesos de la
esclerosis (descrita arriba), la formación de osteoitos hasta la anquilización de los
elementos individuales (Menninger & Waibel 1996). La espondilartosis deformante, en
combinación con la espondilosis deformante, fue hallado en restos óseos del contexto
forense en Guatemala.
Espondilitis anquilosante
La fusión y ijación de elementos de la columna vertebral, especíicamente la formación
de desmoitos (osiicación de tejidos blandos conectivos como ligamentos espinales
y tendones) o de la articulación sacro-ilíaca está determinada como espondilitis
anquilosante o enfermedad de Marie-Strümpel. Es un proceso artropático crónico,
progresivo, predominantemente erosivo, que ocurre en 90% de los casos en hombres
con una incidencia de 0,1% en populaciones recientes (Aufderheide & Rodríguez-
Martín 1998, Mann & Hunt 2005, Roberts & Manchester 1995). La enfermedad causa
la producción de bloques óseos conocidos como la espina de bambú (ver igura 25)
(Brothwell 1981, Mays 2002, White 2000). La anquilización completa de la columna
vertebral se conoce como enfermedad de Bechterew. En casos extremos pueden
fusionar también las costillas (Mann & Hunt 2005). En general, se han encontrado
correlaciones entre la espondilitis anquilosante con diabetes y también la gota,
descrita abbajo (Herrmann et al. 1990). Ortner (2003) documentó el cuadro clínico
de la espondilitis anquilosante en casos de Egipto y de Nubia. También estableció la
presencia prehistórica en las Américas y en esqueletos esquimales. Stewart (1966)
observó la rareza de la espondilitis anquilosante en populaciones indígenas antiguas,
39
COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Fig. 25 Espondilitis anquilosante de la columna vertebral (por Mann & Murphy 1990)
Gota
Gota es una artropatía con predominio de procesos erosivos en las pequeñas
articulaciones de las manos y pies (Mays 2002). Ahí se encuentran depósitos de
material yesoso, que al analizarlo resultará ser ácido úrico (Brothwell 1981). Se observa
la gota más frecuente en hombres, y allí en las manos. Especialmente las falanges
exhiben lesiones periarticulares (Aufderheide & Rodríguez-Martín 1998). Las causas
de la gota aún no están determinadas, y hallazgos arqueológiocos de la enfermedad
son escasos. No obstante, momias egipcias exhiben indicios de la gota, igual como
hallazgos romanos históricos (Ortner 2003).
Artritis reumática
La artritis reumática, también una artropatía erosiva y crónica, está caracterizada
por la reducción del espacio en articulaciones pequeñas, preferiblemente en las
manos y los pies con labiación ósea y con poca frecuencia de fusión. Otros áreas
predispuestos son las articulaciones grandes del codo, de la rodilla y del hombro.
Afectando a niños, se denomina la patología enfermedad de Still. Se observa la
afección bilateral simétrica en 2% de la población adulta en ambos sexos, aunque
se han encontrado una predisposición en mujeres en relación de 3:1 a los hombres
(Aufderheide & Rodríguez-Martín (1998). Ortner (2003) comentó la alta prevalencia
en indígenas recientes. La enfermedad se expresa por el ataque del propio sistema
inmunológico contra los cartílagos. En el suceso de la enfermedad se destruyen
las articulaciones y los huesos rodeados parecen porosos. La remodelación ósea
en los espacios de la articulación puede provocar una anquilosis (Schwartz 1995).
En el contexto arqueológico, la artritis reumática es una artropatía poco frecuente,
pero documentado desde el Neolítico (Brothwell 1981, Ortner 2003, White 2000). Sin
embargo, su cuadro clínico es parecida a la osteoartritis (lesiones no líticas, ver arriba)
y a la gota, descrita arriba con lesiones asimétricas (Roberts & Manchester 1999).
40
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Enfermedades degenerativas
41
COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
42
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Enfermedades infecciosas
que se releja en los huesos a través de abscesos y agujeros de drenaje. Por otro
lado, infecciones virales no conllevan la producción de pus, porque los huesos no
muestran tales indicios (Schwartz 1995). Principalmente, se distingue la osteítis entre
la periostitis y la osteomielitis (Brothwell 1981).
Periostitis
Puede ser consecuencia de un trauma o una infección, que afectó únicamente el
periostio (tejido cortical del hueso) y resulta en el engrosamiento limitado del hueso
(Brothwell 1981). El hueso afectado por la periostitis exhibe un aspecto poroso y
laminoso con porosidad ina y estriación longitudinal (ver igura 27), mientras lesiones
curadas aparecen más densas, menos porosas y más esclerosas (gruesas) con
formación de hueso nuevo parecido al plaque. Según White (2000), la periostitis no es
una enfermedad; puede ser aguda o crónica.
Osteomielitis
La osteomielitis afecta al interno del hueso (esponjoso) y causa hinchazones
especialmente en la tibia, el fémur, el húmero, la mandíbula, el pie o las articulaciones
grandes de la cintura escapular y pélvica. Las lesiones de la osteomielitis son bien
localizadas en los sitios (heridos) delimitados, donde penetran los microorganismos
(bacterias Streptococcus y/o Strailococcus aureus) por las heridas, tejidos infectados
o por el sistema sanguíneo. Las bacterias se extienden por los canales Harversianos
en el hueso compacto, produciendo abscesos satélites que pueden formar cloacas.
La osteomielitis se maniiesta particularmente en los huesos a través de formación
43
COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Fig. 28 Cambios óseos provocados por la osteomielitis (por Roberts & Manchester 1999)
Treponematosis
Se clasiican las lesiones treponematósicas según Rodríguez Cuenca (2005) en síilis
venérea (lúes o simplemente síilis), síilis endémica (bejel, treponarid), yaws (pian,
frambesia, épian, bubas) y la pinta (mal de pinto, carate).
La síilis es una infección causada por una bacteria del género Treponema. La única
enfermedad que se transmite de forma sexual, por saliva, sangre y congénitamente
es la síilis.
44
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Enfermedades infecciosas
no está curada, sino entra en la segunda fase, en la cual se notan ronchas rosáceas
segregadas, que se denominan clavos siilíticos, ubicados en el tronco, las palmas,
plantas, y en la frente. Se observa también caída de cabello, iebre, dolor en las
articulaciones, cefaleas y granos en la boca (Plaques muqueuse).
Después del efecto secundario, la síilis parece disminuir, pero entra verdaderamente
en la fase de latencia que puede durar hasta cinco años, antes de ingresar en la tercera
fase. Esta fase, de 2 hasta 20 años después de la infección primaria es caracterizada
por inlamaciones crónicas dermatológicas y de los órganos internos. Debido a su
elasticidad, las úlceras se denominaron “gumma” (nódulos localizados). No todos los
enfermos (30-50%) entran a la fase inal de la síilis, llamada parálisis progresiva, en
cual la infección ataca al sistema nervioso y provoca trastornos oculares y cardíacos,
pérdida de coordinación, descenso de rendimiento, alucinación y megalomanía.
Los síntomas comunes son iebre, dolor y decaimiento corporal hasta la muerte del
paciente.
Cambios en los huesos ocurren hasta la tercera etapa, en cual las úlceras u otras
inlamaciones crónicas los afectan. La formación de gumma provoca cavidades en la
supericie ósea, mientras las inlamaciones crónicas resultan en la osteítis y periostitis
con el engrosamiento óseo, especialmente en el frontal, parietal, el esplacnocráneo
(ver igura 29) y los huesos largos (Schwartz 1995). Las modiicaciones craneales
parecen como defectos devorados por gusanos, denominado correctamente la caries
sicca (Roberts & Manchester 1999).
45
COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
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TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Enfermedades infecciosas
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
síilis síilis
características yaws mal de pinto
venérea endémica
fuente habitual de los lesiones genitales piel, cualquier piel, cualquier
mucosa bucal
treponemas y de la mucosa punto punto
tamaño de las zonas
pequeño pequeño grande grande
infecciosas
duración de:
infecciosidad de las unos meses unos meses unos meses muchos años
distintas lesiones
infecciosidad de
los pacientes,
3-5 años 3-5 años 3-5 años muchos años
comprendidas las
recaídas infecciosas
latencia* característica característica característica no se da
lesiones
genitales ¿boca? piel de las piel
inicial, localización piernas descubierta
inicial, incidencia frecuente excepcional frecuente infrecuente
extensión cutánea
moderada limitada amplia amplia
generalizada
genitales, incidencia frecuente escasa escasa excepcional
mucosa bucal, escasa o
escasa moderada no se da
incidencia inexistente
hueso, incidencia escasa escasa frecuente inexistente
corazón, cerebro
escasa o
y otras vísceras, moderada inexistente inexistente
inexistente
incidencia
transmisión
presente inexistente inexistente inexistente
congénita
grupo de edad de la
mayor parte de las adultos niños niños niños
infecciones
* La latencia en las enfermedades contagiosas es una etapa de su curso en la que existen pruebas de la
infección, tales como la serorreactividad, pero no hay lesiones activas detectables clínicamente
48
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Enfermedades infecciosas
no son importadas por Colón, sino que estaban presentes en Europa antes del año
1493 (Mays 2002). Pero a partir del siglo XV, cuando regresó la lota de Colón desde
La Española, la síilis se extendió y se volvió endémica en Europa. Saliendo desde
ahí, los marineros transmitieron la epidemia hasta los lugares más lejanos del Nuevo
Mundo, donde se extendió como una explosión. Hasta el año 1905, los investigadores
Schaudin y Hoffmann descubrieron la bacteria espiroqueta Treponema pallidum. Éste
germen de la síilis se puede tratar con penicilina, elaborada por Sir Alexander Fleming
en el año 1944 u otros antibióticos (Krenzer 2000).
Tuberculosis
A nivel mundial, la tuberculosis es la enfermedad infecciosa bacterial crónica más
frecuente y amenazante de vida, que se transmite generalmente por el contacto directo
con los luidos procedentes de la nariz y boca de los portadores (Alexander & Raettig
1992, Rodríguez Cuenca 2005, Warrell 1990). Es una de las enfermedades más
antiguas que afecta al ser humano. El patógeno común, Mycobacterium tuberculosis
se presenta a causa de sus paredes celulares, que contienen lípidos, muy resistente
a inluencias químicas o físicas. Al lado de otros gérmenes atípicos (M. africanum
y M. microti), Mycobactyerium bovis es transmitida por la leche de vacas enfermas
(Ackerknecht 1963). Según Voigt (1994) no se puede escapar a las bacterias inmóviles
que crecen lentamente. Están por todos lados del mundo, dentro los hombres,
animales, incluso la tierra. La Organización de Salud Mundial (WHO) comprobó, que
una de tres personas está infectada con la Mycobacterium tuberculosis, porque la
enfermedad se ha vuelto en un caso de emergencia global; alrededor de 20 millones
de personas están infectadas, anualmente se agregan ocho millones más, mientras
tres millones mueren cada año en consecuencia a la infección con la tuberculosis
(Jütte 1997, Krenzer 2000, Loddenkemper 1997).
Desde la infección inicial, cuando entran las bacterias por el sistema respiratorio, pasan
cuatro a seis semanas hasta los primeros indicios, mientras los órganos corporales
tratan de formar anticuerpos. En el proceso infeccioso avanzado, la tuberculosis
provoca la descomposición de los pulmones. Al cuadro clínico se agregan temperatura
alta, sudor, cansancio, inapetencia, pérdida de peso y tos irritante, que se convierten
en iebre alta, vómitos, dolor de cabeza, tos de sangre y tubérculos en la piel. El
proceso desarrolla lento, con interrupciones en las cuales la víctima cobra nueva
esperanza para sufrir después los suplicios de nuevo (Voigt 1997). Una curación de
la tuberculosis es extraordinaria, porque después del vencimiento, la infección puede
declararse otra vez de nuevo.
En los restos óseos, la tuberculosis se maniiesta en las epíisis de los huesos largos,
manos y pies, asimismo en las articulaciones de la cadera y más frecuente en las
vértebras (dorsales y lumbares), donde la destrucción de los cuerpos vertebrales,
que aparecen en forma de cuña, produce una cifosis (ver igura 31). Usualmente, el
número máximo de vértebras involucradas es cuatro. Dicha infección tuberculosa que
afecta la espina dorsal se denomina también enfermedad de Pott con signos clínicos
parecidos a la osteoporosis. Normalmente, huesos afectados por la tuberculosis no
exhiben indicios de regeneración o reparación ósea (Schwartz 1995). Según Ortner
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
(2003), la afección del sacro es escaso, y las vértebras cervicales casi no exhiben
daños provocados por la tuberculosis.
Fig. 31 Afección por la tuberculosis; a) localización de las vértebras afectadas (por Mays 2002);
b) destrucción de las vértebras afectadas (por Aufderheide & Rodríguez-Martín 1998)
Para facilitar el diagnóstico, Kelly & El-Najjar (citado en Brothwell 1981) han establecido,
que en las lesiones esqueléticas causadas por la tuberculosis se encuentran
combinaciones de afecciones de la columna con las costillas, de la columna con
costillas y esternón, así como de la columna y la cadera. Rodríguez Cuenca (2005)
incluye para el diagnóstico además cambios en el cráneo (ver igura 32), la mandíbula
y las costillas.
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TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Enfermedades infecciosas
51
COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Tabla 8 Ubicación de articulaciones afectadas por la tuberculosis (por Aufderheide & Rodríguez-
Martín 1998)
% 43 20 16 7 2 2
muñeca
codo otras total
y mano
5 4 1 100
52
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Enfermedades infecciosas
del contexto forense en Guatemala exhiben lesiones parecidas a los cambios óseos
provocados por la tuberculosis, que permiten concluir sobre una posible infección.
Brucelosis
La brucelosis es una infección bacterial que produce secundariamente osteomielitis
y espondilitis (artritis supurativa). Conocida como enfermedad mediterránea o iebre
por la leche de cabra, brucelosis puede ser transmitida a los seres humanos por
perros, cabras, cerdos y bovinos. Las regiones más afectadas del esqueleto son los
cuerpos vertebrales lumbares y la articulación sacro-ilíaca. Generalmente, existen
lesiones múltiples que producen cavidades. En las vértebras, las lesiones pueden
extenderse por la longitud del centro entero y pasan por el espacio intervertebral
hacia el cuerpo adyacente. Las lesiones de carácter lítico o resorptivo también
pueden afectar secundariamente la diáisis de los huesos de las extremidades,
asociadas con la periostitis (ver arriba). Se asume, que la expansión de la brucelosis
está correlacionada con la domesticación (Schwartz 1995). En América Central, la
brucelosis es un problema especíico, como en otras partes del mundo (Aufderheide
& Rodríguez-Martín 1998).
Lepra
La lepra, o enfermedad de Hanson, fue una de las enfermedades con efectos
deformadores más importantes en los tiempos históricos tempranos con primeras
pruebas en el Imperio Romano. El patógeno, la Mycobacterium lepra, entra y contagia
al paciente por la piel. La enfermedad no siempre fue acompañada por alteraciones
óseas, por ello, la detección de dichas modiicaciones leprosas en el esqueleto sólo
proporciona una idea muy vaga de la frecuencia de esta enfermedad entre la población
viviente (Brothwell 1981). Se observa la afección leprosa más frecuente en individuos
masculinos que en femeninos, expresada por la relación de 2:1 (Ortner 2003).
La prevalencia de la lepra en las Américas precolombinas no está establecida, mientras
la incidencia a nivel mundial es de 3 millones de pacientes (Roberts & Manchester
1999).
Las modiicaciones más marcadas son la destrucción (osteolisis) del los huesos de la
cara (maxilar, palatino, espina nasal) con la consecuencia de la pérdida de los dientes
anteriores superiores. Los efectos de la osteomielitis leprosa en el esplacnocráneo
son parecidos a las modiicaciones provocadas por la yaws y la síilis, aunque no se
observa la afección de la bóveda craneal (Schwartz 1995).
Según Brothwell (1981), los cambios provocados por la lepra en el cráneo son:
• Atrofía especíica del tejido óseo alveolar en la región de los incisivos superiores
(con o sin pérdida de dientes)
• El palatino puede presentar una pequeña osteítis o pueden aparecer zonas
totalmente resorbidas
• La espina nasal anterior puede haber desaparecido o encontrarse severamente
reducida, presentándose a veces estas manifestaciones conjuntamente con la
atroia en los márgenes de la abertura piriforme
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Para el poscráneo, Brothwell (1981) anotó las siguientes alteraciones causadas por
la lepra
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TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Desórdenes metabólicos y circulatorios
Fig. 33 Huesos del pie afectado por la lepra (por Mann & Hunt 2005)
Para resumir, la tabla 9 proporciona una idea general de como afectan varias
infecciones en relación al sexo del paciente.
relación
enfermedad infecciosa
hombre/mujer
osteomielitis 3:1
síilis 3:1
síilis endémica h<m
yaws 1:1
lepra 2-3:1
Anemias
Según Ortner (2003), las anemias son caracterizadas por un nivel bajo de hierro en las
moléculas de hemoglobina o una deiciencia de las mismas. Ésta deiciencia de hierro
causa la fractura de las células, que en consecuencia provoca la producción forzada
de eritrocitos. Dicha expansión causa el desplazamiento de la diploe por el periostio
de la bóveda y a veces del esplacnocráneo. Como resultado de este empuje se
55
COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Hiperostosis porótica
Las porosidades de la hiperostosis porótica o esponjosa se ubican en primera línea de
forma bilateral y simétrico en la tabla externa del occipital, en los parietales cerca de la
sutura sagital o en el frontal cerca del bregma (comparar igura 34). Se observan también
porosidades del poscráneo en huesos largos y vértebras, que indican malnutrición
y/o infestación parasitaria. Frecuentemente, se encuentra el hallazgo patológico
en individuos subadultos (Mays 2002, White 2000). Según Grupe et al. (2005) las
porosidades de la hiperostosis porótica se ubican cerca de las articulaciones.
Fig. 34 Hiperostosis porótica en un cráneo, vista occipital (por Mann & Hunt 2005)
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TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Desórdenes metabólicos y circulatorios
Cribra orbitaria
La porosidad del techo de la órbita (osteoporosis orbital) es una forma especial de la
hiperostosis porótica, provocado por la reducción del material óseo debido a anemias
ferropénicas, vitamínicas y/o minerales. La deiciencia de hierro puede ser causada
por falta de la nutrición, enfermedades gastro-intestinales o parasitismo intestinal.
En radiografías de la norma lateral sale un incremento del grosor en el techo orbitario,
mientras en norma antero-posterior se evidencian modiicaciones del borde de la
órbita y un incremento de la granulosidad de la tabla externa, que está visualizada en
la igura 35 (Rodríguez Cuenca 2005).
Fig. 35 Representación esquemática de los tipos de la cribra orbitaria (A-D); a) tipo porótico
con aperturas inas, aisladas y dispersas; b) tipo cribrótico con aperturas mayores,
aisladas; c) tipo trabecular con aperturas que producen trabérculas óseas; d) tipo
trabercular cerrado con supericie atravesada por surcos y depresiones (modiicado,
por Brothwell 1981)
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Equivalente a las cribra orbitarias, las cribras cranii son lesiones poróticas en el
endocráneo (White 2000). Dichas porosidades fueron documentados también en
esqueletos del contexto forense en Guatemala.
Raquitismo
Existen descripciones de la patología que datan del siglo XVI, pero se descubrió su
causa nutricional hasta los años 1920. El raquitismo es una enfermedad sistémica
de la niñez y ocurre más frecuente en niños de uno a tres años de edad, así como
durante la pubertad. La patología se presenta a través de la deformación de los huesos
(huesos doblados), a causa de la desmineralización y deiciencia de la vitamina D, que
regula la mineralización de los colágenos. La vitamina D normalmente se sintetiza en
el cuerpo por la radiación solar a través de la piel. Por ello, el raquitis es causada por
la falta o exposición no adecuada de la piel al sol y se maniiesta en tejidos óseos
blandos, lexibles y livianos (Brothwell 1981, Mays 2002, Stuart-Macadam 1989, White
2002). Ortner (2003) estableció, que los cambios óseos causados por el raquitismo
resultan de:
58
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Desórdenes metabólicos y circulatorios
Fig. 36 Fémures en vista posterior; arriba exhibiendo raquitis o osteomalacia; abajo para la
comparación un fémur sin patología (modiicado, por Byers 2002)
Osteomalacia
Equivalente a la deiciencia de vitamina D descrita en el raquitismo, una insuiciencia
de calcio o vitamina D puede causar en individuos adultos la osteomalacia, que se
59
COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Escorbuto
Escorbuto es una enfermedad metabólica causada por la deiciencia prolongada de
vitamina C, que es esencial para la producción de colágeno. En la etapa de niñez
se denomina la patología enfermedad de Müller-Barlow (Trellisó-Carreño 1996). El
escorbuto se maniiesta usualmente en niños, es tres veces más frecuente en el
sexo masculino que en el femenino. El síntoma inicial del escorbuto son hemorragias
(Aufderheide & Rodríguez-Martín 1998). La enfermedad se expresa por la reducción
cortical y fracturas patológicas en áreas de crecimiento rápido, evidentes en los
extremos esternales de las costillas, el extremo distal del fémur, radio y cúbito, así
como en ambos extremos de la tibia y del peroné. Los centros de la osiicación epiisial
exhiben pequeños anillos mineralizados, denominados anillos de Wimberger (Stuart-
Macadam 1989, White 2000). Además se observan deposiciones óseas adicionales
en la órbita, causadas por hematomas, la pérdida de dientes (periodontitis, ver capítulo
1.5. del tomo VI) y cambios de la estructura del palatino.
Osteoporosis
La osteoporosis es una enfermedad metabólica, que se expresa en la pérdida de
minerales de los huesos (deosiicación o reducción de la masa ósea particularmente
del hueso esponjoso) en edades avanzadas, llevando consigo la falta de fuerza, mayor
vulnerabilidad y por ello un riesgo aumentado de fracturas óseas, especialmente de la
cadera y de los antebrazos con la forma especíica de la fractura de Colle (ver capítulos
1.2. y 1.4. en este tomo). Se registra la osteoporosis particularmente en mujeres
por el cambio hormonal acompañando la menopausia (suspensión del estrógeno).
60
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Desórdenes metabólicos y circulatorios
61
COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Fig. 38 Pérdida ósea debido a la osteoporosis (modiicado, Buikstra & Ubelaker 1994)
Hipervitaminosis A
La hipervitaminosis A representa una enfermedad relativamente escasa, que es
provocada por el consumo excesivo de la vitamina A o una deiciencia de enzimas.
Resulta en hemorragias masivas subperiostales, que estimulan la osiicación irregular
de hueso esponjoso en la supericie externa de varios huesos largos, particularmente
en el cúbito, en los metatarsos o el cráneo. La enfermedad está documentada por
62
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Desórdenes metabólicos y circulatorios
Necrosis
Se deine la necrosis como muerte local de huesos, provocada por la reducción del
lujo sanguíneo, que deja cavidades en las regiones afectadas (Byers 2002). Según
Ortner (2003), la falta completa del acceso al oxígeno causa la muerte de las células
óseas después de 12 hasta 48 horas. Puede ser una consecuencia de la osteomielitis
(descrita arriba), en la cual se producen secuestrum, islas de hueso cortical muerto.
A menudo, el secuestrum es rodeado por hueso denso espesado, duro (esclerótico)
y severamente vascular, identiicado como involucrum. Éste involucrum es producido
por el periostio como respuesta a la infección. Otros factores que pueden causar la
necrosis son traumas (dislocación), deiciencia de la vitamina D, raquitismo, artritis
reumática (ver arriba) o formas del carcinoma metastático (ver abajo). La articulación
de la cadera, especialmente el cuello femoral en cual se ubica un sitio de estrés y
de trauma potencial, representa la región favorecida de la necrosis (Schwartz 1995).
Según Ortner (2003), se estableció la necrosis por primera ves en momias egipcias.
63
COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
2.4.4. Neoplasmas
El crecimiento celular sin control se deine como neoplasma o tumor. Existen tumores
benignos, que desarrollan lento y se mantienen localizados, mientras los malignos
crecen rápidos y se extienden por otras partes del cuerpo a través de la circulación
sanguínea o el sistema linfático; este cáncer, en la mayoría de los casos, amenaza la
vida del paciente. Neoplasmas pueden formar hueso nuevo o destruirlo, y en muchas
ocasiones se observa una mezcla de los dos procesos. Steinbock (1976) describió
alrededor de 40 diferentes tipos de tumores, sin embargo el diagnóstico diferencial
con base en restos óseos es limitado (Mays 2002, White 2000).
Quistes
Quistes son tumores primarios benignos, caracterizados por cavidades llenadas por
líquidos y compuestos por tejidos conectivos. Existen diferentes tipos de los quistes,
que se ubican característicamente en regiones particulares (Ortner 2003).
Osteocondroma
La forma más común de los tumores es el osteocondroma, un tumor benigno y
usualmente asintomático, que crece desde la línea epiisial perpendicular hacia el
eje longitudinal del hueso, derivado desde el cartílago. Generalmente, se ubican
los osteocondromas en la metáisis de los huesos tubulares. En muchos casos son
parecidos a excrecencias óseas y pueden ocurrir en todos huesos poscraneales. Sin
embargo, los huesos más afectados son la porción distal del fémur y proximal de la
tibia (Schwartz 1995, White 2000).
Osteoma
Los osteomas de botón cuentan como lesión proliferante y presentan neoplasmas
benignos, es decir, que son de crecimiento lento, con densidad aumentada, y se
ubican preferiblemente en la tabla externa de la bóveda craneal (ver igura 39). Son
estructuras duras, densas, parecidas a maril y ocurren aproximadamente en 40% de
la población mundial con diámetros alrededor de 2 cm (Mann & Hunt 2005). También
corresponden a los tumores simples constituidos por el tejido esponjoso interno y por
huesos compactos de esta categoría (Brothwell 1981, Byers 2002, Ortner 2003, White
2000). Osteomas son documentados en esqueletos precolombinos de el Perú, entre
otros (Aufderheide & Rodríguez-Martín 1998, Ortner 2003).
64
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Neoplasmas
Fig. 39 Vista frontal de cráneo con a) osteomas benignos y b) vista anterior y vertical de un
cráneo con osteosarcoma extendido (modiicado, por Brothwell 1981)
Osteosarcoma
Tumores malignos, que afectan los huesos son relativamente escasos. Sin embargo,
neoplasias malignas pueden crecer hacia adentro o pueden extenderse desde la tabla
externa de los huesos como el osteosarcoma presentado en la igura 40 (Brothwell
1981).
Los osteosarcomas son asociados con regiones metaisiales del crecimiento activo.
Generalmente, osteosarcomas son intraóseos, y más presentados en la articulación
de la rodilla; se presentan dos veces más en hombres que en mujeres. Parecen
como lesiones líticas destructivas o crecimiento esclerótico, internamente amorfos
con muestras supericiales exóticas. En respuesta a la destrucción ósea, el periostio
produce material óseo nuevo alrededor de la lesión. A veces, osteosarcomas crecen
en el córtex del hueso (Schwartz 1995).
65
COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Condrosarcoma
Otra forma del tumor maligno es el condrosarcoma, producido por el tejido cartilaginoso.
Se ubica frecuentemente en la pelvis, en las costillas y en los extremos proximales
de los fémures. El tumor crece de forma lenta y puede extenderse ampliamente.
Condrosarcomas pueden ocurrir en todas las etapas vitales, aunque se ha observado
una frecuencia alta en pacientes entre los 40 y 60 años de edad (Löwen 1996).
Sarcoma de Ewing
El sarcoma de Ewing es otro tumor maligno, que se extiende, saliendo de la médula
ósea hasta romper la tabla cortical del hueso. Aparece entre los diez y treinta años
en los pacientes y afecta los huesos largos; las metástasis se producen en las etapas
tempranas de la enfermedad, que tiene un transcurso corto y grave (Löwen 1996).
El sarcoma de Ewing está reconocida desde el Neolítico (Aufderheide & Rodríguez-
Martín 1998).
Mieloma múltiple
La patología se caracteriza por la formación de múltiples tumores malignos producidos
en la médula ósea. Las lesiones adoptan una forma redondeada, por lo general
con diámetro no superior a un centímetro, con agujeros salientes que afectan
frecuentemente la columna vertebral, costillas, cráneo, fémures, húmeros y clavículas,
donde atacan primero el hueso esponjoso y luego también el hueso compacto. La
aparición de mielomas múltiples se limita a individuos mayores de 40 años de edad
(Brothwell 1981, White 2000). Según Roberts & Manchester (1999), los mielomas
66
TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Neoplasmas
Cáncer
El cáncer puede extenderse del tejido blando a los huesos. Las células del tumor
migran por el torrente sanguíneo hacia la médula de los huesos, donde se multiplican.
Eventualmente sustituyen a la médula y destruyen la diploe o el tejodo esponjoso hasta
la tabla externa. El esqueleto axial es afectado más frecuentemente, aunque el fémur,
las costillas, el esternón y el húmero pueden verse involucrados (Schwartz 1995).
Roberts & Manchester (1999) expresaron, que el cáncer es un fenómeno reciente,
asociado con los cambios medioambientales provocados por la industrialización. No
obstante, Ortner (2003) informó entre otros sobre cáncer en casos de estadounidenses,
que datan del siglo XV o XVI.
Enfermedad de Paget
Es una patología crónica, también conocida como osteítis deformante y se desarrolla
en uno o varios huesos con localización común en pelvis, fémur, tibia, la porción
inferior de la columna vertebral, costillas y cráneo, donde causa fracturas. Es más
frecuente en personas mayores de 40 años de edad con una prevalencia de 10% en
hombres y 15% en mujeres. La modiicación principal se presenta en el engrosamiento
del hueso debido a la sustitución del tejido cortical por tejido esponjoso. Huesos
largos pueden combarse, y si la enfermedad afecta el cráneo, se aumenta su grosor
considerablemente. Una condensación de material óseo parecido se observa en
los huesos de mármol (osteopetrosis), en los cuales la cavidad se llena con hueso
compacto (Brothwell 1981, Herrmann et al. 1990). En placas radiográicas y cortes
histológicos, el hueso exhibe una muestra de mosaico (Roberts & Manchester 1999).
Aufderheide & Rodríguez-Martín (1998) documentaron los primeros hallazgos de
la enfermedad de Paget en el Neolítico. También se observaron la patología en
esqueletos mayas de Belice. Ortner (2003) adicionalmente informó sobre hallazgos
prehistóricos estadounidenses.
Líneas de Harris
Una interrupción del crecimiento, provocada por factores como infecciones, traumas
o malnutrición puede dejar huellas en los huesos largos, conocidas como líneas de
Harris. Se pueden observar dichas líneas, equivalentes a las hipoplasias dentales
transversales (consultar capítulo 1.5. en tomo VI), en placas radiográicas o en
secciones transversales de los restos óseos en el área de las metáisis, paralelas a
las líneas de la fusión en la epíisis. Las líneas indican los cambios en el aumento y
la falta de la densidad ósea, representando un desequilibrio del sustento durante el
desarrollo. Estrictamente, las líneas representan las épocas de la de recuperación
ósea. Con el tiempo, las líneas pierden evidencia y son remodeladas cerca de 10 años
después (Herrmann et al. 1990, White 2000).
67
COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Una vez establecido, que los cambios óseos fueron resultados de una enfermedad, el
osteólogo sigue hacia su hipótesis con la descripción detallada de las modiicaciones
en forma, densidad y estructura del material óseo (Rothschild 1992). Al contrario del
diagnóstico clínico, donde se entrevista al paciente y se toman datos bioquímicos,
isiológicos, citológicos y histológicos, el diagnóstico paleopatológico se delimita en el
análisis de los restos óseos humanos (Herrmann et al. 1990).
El examen visual de los huesos y una documentación escrita y mediante fotografías son
pasos indispensables de este análisis, que permite la clasiicación de la enfermedad
detectada. El diagnóstico está basado en la comparación del caso bajo estudio con
la referencia de modiicaciones óseas provocadas por patologías conocidas en casos
modernos o recientes. Cuando las lesiones son características y distintas de otras
enfermedades, se asume que fueron provocadas por la misma patología, tomando en
cuenta, que la enfermedad no ha cambiado durante el transcurso del tiempo. A parte de
la descripción de los cambios óseos se aplican análisis radiográicos, microscópicos,
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TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Diagnóstico de enfermedades en el esqueleto
Buikstra & Ubelaker (1994) propusieron en los estándares los requisitos mínimos para
documentar las paleopatologías de forma homogénea. Otra propuesta sencilla fue
publicado por Novell (2000), resumida en la tabla 10.
Para facilitar el diagnóstico macroscópico con base en restos óseos, Herrmann et al.
(1990) compusieron de forma sistemática varias reacciones periostales (ver igura 41
con descripción en tabla 11).
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Fig. 41 Indicios diagnósticos de las de reacciones periostales; para la descripción, ver tabla 11
(Herrmann et al. 1990)
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TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
Diagnóstico de enfermedades en el esqueleto
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COMPENDIO DE MÉTODOS ANTROPOLÓGICO FORENSES
Udo Krenzer
Fig. 43 Formas variadas de la formación de la tabla externa (Buikstra & Ubelaker 1994)
Al inal, el producto de una enfermedad representa mucho más que solo un efecto
separado, sino una interacción compleja de la isiología individual y hábitos del
paciente en su ámbito socio-cultural, determinado por factores medioambientales
(Stuart-Macadam 1989).
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TRAUMAS Y PALEOPATOLOGÍA
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Homines, cum docent, discunt
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COMPENDIO DE MÉTODOS
ANTROPOLÓGICO FORENSES
Tomo I Osteometría
Tomo II Métodos para la determinación del sexo
Tomo III Estimación de la edad osteológica en adultos
Tomo IV Estimación de la edad osteológica en subadultos
Tomo V Características individualizantes
Tomo VI Antropología dental
Tomo VII Cambios posmortem
Tomo VIII Traumas y paleopatología