Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Antecedentes: Editar

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 27

El ataque a Pearl Harbor fue una ofensiva militar sorpresa efectuada por la Armada

Imperial Japonesa contra la base naval de los Estados Unidos en Pearl Harbor (Hawái) en
la mañana del domingo 7 de diciembre de 1941. El ataque pretendía ser una
acción preventiva destinada a evitar la intervención de la Flota del Pacífico de los Estados
Unidos en las acciones militares que el Imperio del Japón estaba planeando realizar en
el Sureste Asiático contra las posesiones ultramarinas del Reino Unido, Francia, Países
Bajos y Estados Unidos. Los japoneses hicieron coincidir esta ofensiva con el ataque a las
posesiones del Imperio británico en Hong Kong, Malasia y Singapur, las cuales estaban ya
en su poder a mediados de febrero de 1942.2
El ataque comenzó a las 7:48 a. m. hora local, y fue llevado a cabo por 353 aviones
japoneses,3 que incluían cazas de combate, bombarderos y torpederos que despegaron de
seis portaaviones.3 Resultaron dañados los ocho acorazados estadounidenses atracados
en el puerto, y cuatro de ellos se hundieron. De estos ocho, dos fueron reflotados y cuatro
reparados, por lo que seis pudieron volver a entrar en servicio más tarde, durante la
guerra. El ataque japonés también hundió o dañó tres cruceros, tres destructores,
un buque escuela y un minador. Los estadounidenses perdieron 188 aviones, murieron
2403 estadounidenses4 y otros 1178 resultaron heridos de diversa consideración.5 Sin
embargo, los japoneses no atacaron la central eléctrica, el astillero, las instalaciones de
mantenimiento, los depósitos de combustible y torpedos, los muelles de submarinos y el
edificio del cuartel general y de la sección de inteligencia. Los nipones perdieron 29
aeronaves y cinco minisubmarinos, además de sufrir 65 bajas militares entre muertos y
heridos. Uno de los tripulantes de los minisubmarinos, Kazuo Sakamaki, fue capturado.
El ataque conmocionó profundamente al pueblo estadounidense y llevó directamente a la
entrada de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, tanto en los teatros de
guerra de Europa como del Pacífico. Al día siguiente de esta ofensiva, 8 de diciembre,
Estados Unidos le declaró la guerra al Imperio del Japón.6 La fuerte postura de no
intervención en el conflicto desapareció,7 mientras que la asistencia clandestina al Reino
Unido se le reemplazó por una alianza plena. La Alemania nazi y la Italia
fascista declararon la guerra a Estados Unidos el 11 de diciembre, en respuesta a las
operaciones puestas en marcha en contra de la potencia asiática del Eje.
La inexistencia de una declaración formal por parte nipona mientras se llevaban a cabo
negociaciones que parecían prosperar, llevó al presidente estadounidense Franklin D.
Roosevelt a calificar al 7 de diciembre de 1941 como «una fecha que vivirá en la infamia».
Además, el ataque a Pearl Harbor fue juzgado en los Juicios de Tokio como crimen de
guerra.89

Antecedentes[editar]
Artículo principal: Acontecimientos que condujeron al ataque a Pearl Harbor

El ataque a Pearl Harbor buscaba neutralizar la Flota del Pacífico de los Estados Unidos y
así proteger el avance de Japón en la Malasia británica y en las Indias Orientales
Neerlandesas, donde pretendían acceder a recursos naturales como petróleo y caucho. La
guerra entre Japón y los Estados Unidos era una posibilidad de la que ambas naciones
eran conscientes desde la década de 1920 y para la que habían hecho planes, aunque las
tensiones no comenzaron a surgir seriamente hasta la invasión japonesa de Manchuria en
1931. En la década siguiente el imperio nipón continuó su expansión en China, lo que dio
lugar a una guerra que se desató en 1937. Para asegurar su victoria en el continente
Japón trató de aislar a China y conseguir ser autosuficiente en recursos naturales. Con
esta finalidad diseñó la «Operación del sur».10 Sin embargo, desde diciembre de 1937
hechos como el ataque japonés al barco estadounidense USS Panay y la masacre de
Nankín, en la que fueron asesinadas más de 200 000 personas, puso a toda la opinión
pública occidental en contra de Japón e hizo que aumentara el miedo por el
expansionismo nipón. Ello llevó a los Estados Unidos, el Reino Unido y Francia a proveer
asistencia financiera a la República de China para la compra de armamento.11
En 1940 Japón ocupó la Indochina francesa en un esfuerzo por lograr el control de los
suministros que llegaban a China. Los Estados Unidos cancelaron los envíos de
aeronaves, repuestos, maquinaria y combustible de aviación, algo que los japoneses
percibieron como poco amistoso.12 Sin embargo, la nación norteamericana no detuvo
entonces las exportaciones de petróleo a Japón porque Washington creyó que sería una
medida extrema dada la dependencia nipona del crudo estadounidense y porque ello sería
visto como una provocación por Japón.131415

Pearl Harbor el 30 de octubre de 1941.

A comienzos de 1941 el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt ordenó el


traslado de la Flota del Pacífico a Hawáii desde su base anterior en San Diego y ordenó el
rearme de las Filipinas con la esperanza de disuadir la agresión japonesa en el extremo
oriente. El alto mando japonés estaba erróneamente convencido de que cualquier ataque a
las colonias británicas en el Sureste Asiático provocaría la entrada de los Estados Unidos
en la guerra mundial, por lo que decidió llevar a cabo un devastador ataque preventivo que
impidiera la interferencia naval estadounidense.16 Esa estrategia japonesa de un gran
ataque naval preventivo ya fue usada por Japón contra los rusos en la Guerra ruso-
japonesa el 8 de febrero de 1904 en Port Arthur (véase Batalla de Port Arthur). Los
planificadores japoneses también consideraron necesaria una invasión de las islas
Filipinas. El Plan de Guerra Naranja estadounidense preveía la defensa de las Filipinas
con una fuerza de élite de 40 000 hombres, pero el general Douglas MacArthur se oponía
porque pensaba que era necesaria una fuerza diez veces más numerosa, por lo que este
plan nunca fue implementado.17 En 1941 los estrategas estadounidenses anticiparon el
abandono de las Filipinas y para ello dieron órdenes al almirante Thomas Hart,
comandante de la Flota Asiática, a fines de ese año.18
Los Estados Unidos cesaron la exportación de petróleo a Japón en julio de 1941, una vez
que se produjo la invasión nipona de la Indochina francesa aprovechando la caída de
Francia, aunque en esta decisión también influyeron las nuevas restricciones del gobierno
estadounidense al consumo interno.1915 Este giro llevó a los japoneses a poner en marcha
los planes de conquista de las Indias Orientales Neerlandesas, territorio rico en petróleo.20
La planificación preliminar de los japoneses para atacar en Pearl Harbor y así proteger su
movimiento hacia el «Área de recursos del sur» (el término japonés para todo el sureste
asiático en general) había comenzado a principios de 1941 bajo el auspicio del
almirante Isoroku Yamamoto, entonces comandante de la Flota Combinada japonesa.21
Este consiguió, tras batallar mucho con el Cuartel General Naval, la autorización del
Estado Mayor de la Armada Imperial Japonesa para desarrollar un plan formal y el
entrenamiento necesario, llegando a amenazar con la renuncia a su puesto.22 La
planificación a gran escala fue desarrollada por el capitán Minoru Genda a comienzos de la
primavera de 1941. El equipo de planificación estudió el intensivo ataque aéreo que los
británicos habían desarrollado en 1940 contra la flota italiana en Tarento, ejemplo que fue
de gran utilidad para ellos en la planificación de su bombardeo de las fuerzas navales en
Pearl Harbor.2324
En los siguientes meses se entrenaron pilotos, se adaptó el equipamiento y se recogió
información. A pesar de estos preparativos, el plan de ataque no fue aprobado por
el emperador Hirohito hasta el 5 de noviembre, tras la tercera de las cuatro conferencias
imperiales organizadas para tratar el asunto.25 Hasta el 1 de diciembre el emperador no dio
su autorización final, después de que la mayoría de los jefes militares japoneses le
aconsejaran que la Nota de Hull podría «destruir los frutos del incidente de China, poner
en peligro Manchukuo y socavar el control japonés de Corea».26
A fines de 1941 muchos observadores creían que las hostilidades entre los Estados
Unidos y Japón eran inminentes. Una encuesta llevada a cabo justo antes del ataque
arrojó que un 52% de los estadounidenses esperaba la guerra con Japón, un 27% no la
esperaba y un 21% no tenía opinión.27 Aunque las bases e instalaciones de los Estados
Unidos en el Pacífico habían sido puestas en alerta numerosas veces, los militares
estadounidenses dudaban que Pearl Harbor fuera un objetivo y creían que las Filipinas
serían atacadas primero, presunción que se fundaba en la amenaza que las bases
estadounidenses a lo largo del país y la base naval de Manila suponían para el envío de
suministros de Japón hacia el sur.28 Asimismo, estaban convencidos de que el Imperio del
Japón era incapaz de montar más de una gran operación naval al mismo tiempo.29

Plan de ataque[editar]

Almirante Isoroku Yamamoto.

Capitán Minoru Genda.

Contraalmirante Takijiro Onishi.


Oficial Kameto Kuroshima.

El plan de ataque a Pearl Harbor fue obra del almirante jefe de la Flota
Combinada, Isoroku Yamamoto, quien paradójicamente no creía que Japón pudiera ganar
una guerra con Estados Unidos y así lo había advertido al Estado Mayor de la Armada —
«No se debe librar una guerra con unas probabilidades tan pequeñas de victoria», había
escrito en su informe—. Pero Yamamoto pensaba que si la guerra finalmente estallaba su
obligación era explorar la más mínima posibilidad que hubiera de ganarla. Así desde la
firma del Pacto Tripartito en septiembre de 1940, al que se había opuesto porque estaba
convencido de que conduciría a la guerra con las potencias occidentales, había
comenzado a diseñar la estrategia de la guerra en el Pacífico, llegando a la conclusión de
que la única opción de victoria para Japón era asestar un golpe decisivo al inicio de la
guerra que quizá obligara a Estados Unidos a negociar, y que ese golpe debía ser el
ataque a la flota estadounidense del Pacífico en su propia base de Pearl Harbor, en
las islas Hawái. Una idea descabellada, y así se lo pareció al embajador estadounidense
en Tokio Joseph Grew, cuando a finales de enero de 1941 le llegaron «rumores de guerra»
de que «las fuerzas militares japonesas estaban planeando un ataque sorpresa masivo en
Pearl Harbor».30

Carta del almirante Yamamoto al capitán


Genda pidiéndole que estudie la viabilidad
de un ataque aéreo a Pearl Harbor. Febrero
de 1941
Dependiendo de los cambios que se
produzcan en la situación internacional,
podríamos vernos arrastrados a luchar con
Estados Unidos. Si Japón y Estados Unidos
fueran a la guerra, tendríamos que recurrir a
una táctica radical… Deberíamos intentar, con
toda la fuerza de nuestras Primera y Segunda
Divisiones Aéreas, asestar un golpe a la flota
estadounidense en Hawái, de forma, que
durante un tiempo, Estados Unidos no pudiera
avanzar hacia el Pacífico occidental. Nuestro
objetivo sería un grupo de acorazados
estadounidenses… No sería fácil llevar a cabo
algo así. Pero estoy decidido a darlo todo para
realizar este plan, supervisando yo mismo las
divisiones aéreas. Me gustaría que investigara
pormenorizadamente la viabilidad de un plan
de estas características.

En febrero de 1941 Yamamoto le envió una carta, por medio del contraalmirante jefe de la
Undécima División Aérea Takijiro Onishi, al capitán Minoru Genda, miembro de la plana
mayor de la Primera División Aérea y el mejor piloto de la Armada Imperial, en la que le
pedía que «investigara pormenorizadamente la viabilidad de un plan de ataque» con
aviones a Pearl Harbor, reconociendo que «no sería fácil llevar a cabo algo así». En la
carta le decía que se trataba de «asestar un golpe a la flota estadounidense en Hawái, de
forma que, durante un tiempo, Estados Unidos no pudiera avanzar hacia el pacífico
occidental». Dos meses después Yamamoto recibió la contestación redactada por el
contraalmirante Takijiro Onishi que le decepcionó porque él y Genda solo hablaban de
bombardeos en picado y en altura y habían descartado el uso de torpedos lanzados desde
los aviones debido a la escasa profundidad de las aguas de Pearl Harbor —los torpedos
japoneses necesitaban unos treinta metros para no incrustarse en el fondo y dirigirse hacia
su objetivo, mientras que la profundidad media en Pearl Harbor era de doce metros—.
Pero Yamomoto insistió en que era posible el ataque con torpedos y respondió que habría
que mejorarlos y entrenar a los pilotos en su uso.31
Genda y Onishi se pusieron a trabajar inmediatamente en la solución de los problemas que
planteaba el uso de torpedos. Con la ayuda de los técnicos consiguieron reducir
drásticamente la profundidad a la que tenían que hundirse para poder dirigirse al blanco, y
adiestraron a los pilotos para volar muy bajo y disminuir así la posibilidad de que los
torpedos se empotrasen en el fondo marino cuando eran lanzados desde los aviones. En
septiembre comenzaron los ejercicios de simulación bélica en la bahía de Kinko,
en Kagoshima, elegida por su parecido con Pearl Harbor. Ninguno de los pilotos que
participaron sabía cuál era el objetivo. A finales de septiembre el plan de ataque a Pearl
Harbor ya estaba listo. Además de Genda y Onishi, el principal colaborador de Yamamoto
en su elaboración final había sido Kameto Kuroshima, un extravagante oficial de
planificación al que Yamamoto estimaba mucho porque le ofrecía soluciones que nunca se
le habían ocurrido a él y que se atrevía a contradecirle.32
Inicialmente el plan de ataque a Pearl Harbor presentado por Yamamoto fue rechazado
por el Estado Mayor de la Armada Imperial por ser demasiado arriesgado y por emplear
demasiados recursos navales que serían necesarios en otros escenarios bélicos ya que se
requerían seis de los diez portaaviones con que entonces contaba la Armada Imperial.
Pero Yamamoto no se conformó y envió a Tokio a Kuroshima para que defendiera el plan
y como último recurso amenazara con su dimisión y la de todo su equipo si no se
aceptaba. El 20 de octubre el Estado Mayor cedió —no podían perder al marino de más
prestigio de la Armada— y lo aprobó, a pesar de las dudas que seguía suscitando el
plan.33
La fecha para el ataque se fijó en el lunes 8 de diciembre (domingo, 7 de diciembre en
Hawái y los Estados Unidos) porque la luna proporcionaría ese día una luz favorable que
facilitaría el vuelo de los aviones japoneses antes de que amaneciera.34

Plan de las ofensivas japonesas previstas en el Pacífico y en el Sudeste de Asia, simultáneamente


al ataque a Pearl Harbor.

El plan de ataque a Pearl Harbor, junto con el resto del orden de batalla organizado por los
Estados Mayores del Ejército y de la Armada, fue presentado al emperador Hirohito en la
tarde del 2 de noviembre, al día siguiente de la conferencia de enlace en la que se había
decidido fijar el 30 de noviembre como la fecha límite para las negociaciones con Estados
Unidos, después de la cual se desencadenarían las ofensivas previstas en el Pacífico y en
el Sudeste de Asia, simultáneamente al ataque a Pearl Harbor.34 Los objetivos principales
de la «campaña hacia el sur», junto con Pearl Harbor, eran el archipiélago de las Filipinas,
posesión norteamericana, y Malasia, colonia británica que incluía la estratégica base
de Singapur. También sería atacada Tailandia y a continuación la colonia británica
de Birmania.35 Operaciones secundarias tendrían como objetivo la colonia británica
de Hong Kong, y las islas de Wake y de Guam, donde la flota estadounidense del Pacífico
tenía sus bases de operaciones avanzadas y donde estaban los submarinos y los aviones
de reconocimiento. La conquista de las Indias Orientales Neerlandesas comenzaría
cuando todos esos objetivos se hubieran alcanzado. La ofensiva tenía que concluir en un
plazo máximo de 20 semanas, después de las cuales ya no quedaría ninguna fuerza
aérea, naval o terrestre de Estados Unidos o de Reino Unido capaz de impedir el dominio
japonés sobre el sudeste de Asia y el Pacífico occidental.3637
Sin embargo, el almirante Yamamoto seguía dudando de las posibilidades de una victoria
de Japón. «Durante los primeros seis o doce meses de guerra contra los Estados
Unidos y Reino Unido, causaré estragos en todos sus flancos y conquistaré una victoria
tras otra», pronosticó. «Después… no tengo esperanzas de ganar».38

Objetivos[editar]

Mapa de la bahía de Kinko, en la prefectura de Kagoshima (en verde), donde se realizaron los
ejercicios de simulación bélica por su parecido con la bahía de Pearl Harbor.

El ataque, llamado Operación Hawái u Operación AI 39 por el Cuartel General


Imperial japonés y Operación Z durante su planificación,40 perseguía varios objetivos de
importancia. En primer lugar, intentaba destruir importantes unidades navales
norteamericanas para impedir la interferencia de su Flota del Pacífico en la conquista
japonesa de las Indias Orientales Neerlandesas y Malasia. En segundo lugar, esperaba
ganar tiempo para que Japón consolidase su posición e incrementase su fuerza naval
antes de que los estadounidenses aumentaran en un 70% el número de buques de su
flota, de acuerdo a lo aprobado por el Acta Vinson-Walsh, y que así desapareciera
cualquier opción de victoria nipona.4142 Por último, se quería dar un golpe enorme a la
moral norteamericana que disuadiera a los Estados Unidos a sentarse a la mesa de
negociaciones y evitara emprender una larga guerra que se extendería por todo el océano
Pacífico occidental y hasta el lejano Sureste asiático. Para maximizar este efecto moral se
eligieron los acorazados como objetivos prioritarios, pues estos eran entonces el orgullo de
cualquier armada. El objetivo final era permitir a Japón la conquista sin interferencias de
todo el sureste asiático.41
Sin embargo, golpear a la Flota del Pacífico estadounidense que estaba anclada en el
puerto hawaiano tenía dos claras desventajas: los buques a atacar estaban fondeados en
aguas muy poco profundas, con lo que podrían ser reflotados y reparados con relativa
facilidad, y la mayoría de sus tripulantes sobrevivirían al ataque porque se encontrarían de
permiso en tierra o serían rescatados desde el puerto. Otro contratiempo importante,
conocido por los japoneses, fue la ausencia en Pearl Harbor de los tres portaaviones de la
Flota del Pacífico (Enterprise, Lexington y Saratoga). Irónicamente, el alto mando de la
armada japonesa estaba tan imbuido de la doctrina de una «batalla decisiva» del
almirante Alfred Mahan, que aseguraba la victoria para la armada que destruyera más
acorazados del enemigo, que Yamamoto, a pesar de sus preocupaciones, decidió seguir
adelante. La confianza de Japón en su capacidad para lograr la victoria en una guerra que
pensaban sería corta, les llevó a ignorar otros objetivos en el puerto hawaiano, como el
astillero, los depósitos de combustible y la base de los submarinos. Ninguno fue atacado
porque los nipones pensaron que la guerra sería tan breve que estas instalaciones no
llegarían a influir en el desarrollo de la misma.43
El hecho de que los portaaviones estadounidenses no se encontraran en la base iba a
tener gran importancia en el desarrollo de la guerra. En efecto, el Lexington, acompañado
de tres cruceros pesados y cinco destructores, venía de entregar en la isla de Midway un
cargamento de aviones de refuerzo. El Enterprise hacía lo mismo en la lejana isla Wake,
el Saratoga regresaba de San Diego después de unas reparaciones y en el momento del
ataque estaba a 320 km de Hawái. El Yorktown estaba en un punto intermedio entre San
Diego y la base naval de Norfolk, mientras que el Hornet acababa de zarpar desde
Norfolk.44

Desarrollo[editar]

Derrota seguida por la flota japonesa para ir y volver del ataque a Pearl Harbor.

Cubierta de vuelo del portaviones japonés Akagi en la bahía de Hitokappu, en la isla


de Iturup del archipiélago de las Kuriles, antes de zarpar para atacar Pearl Harbor.

El 26 de noviembre de 1941 una fuerza de ataque japonesa compuesta por seis


portaaviones (Akagi, Kaga, Sōryū, Hiryū, Shōkaku y Zuikaku) al mando del
vicealmirante Chuichi Nagumo zarpó en secreto de la bahía de Hitokappu, en la isla
de Iturup del archipiélago de las Kuriles. Fue entonces cuando se informó a las
tripulaciones y a los pilotos de que el objetivo de la misión era atacar Pearl Harbor.45
En total se iban a emplear 408 aeronaves: 360 para dos oleadas de ataque y 48 para
tareas defensivas de patrulla aérea de combate. La primera oleada sería el ataque
principal, mientras que la segunda intentaría rematar lo que no hubiera podido destruir la
primera. La oleada inicial portaba el grueso de las armas destinadas a inutilizar los
grandes buques, principalmente los torpedos aéreos Tipo 91 que habían sido diseñados
con un mecanismo anti-giro y una extensión en el timón que les permitirían operar en
aguas poco profundas.46
A los pilotos japoneses se les ordenó seleccionar los objetivos más valiosos (acorazados
y portaaviones) o, si estos no estaban presentes, cualquier otro gran buque de guerra
(cruceros y destructores). Los bombarderos en picado atacarían objetivos en tierra y a los
cazas se les encomendó el ametrallamiento y destrucción de todos los aviones
estadounidenses en tierra para intentar asegurar que no despegaban y contratacaban a
los bombarderos, especialmente en la primera oleada. Cuando el combustible de los cazas
se estuviera agotando, tendrían que regresar a los portaaviones a repostar y después
reincorporarse al ataque. Antes de comenzar la ofensiva despegaron desde cruceros
dos aeronaves de reconocimiento para explorar sobre Oahu e informar de la presencia de
cualquier flota enemiga y su localización. Otras cuatro aeronaves de reconocimiento
patrullaron el área entre la fuerza de portaaviones japonesa (la Kido Butai) y Niʻihau con la
finalidad de que esta no fuera tomada por sorpresa en un contraataque.47

Submarinos[editar]

Minisubmarino japonés Ha-19 varado en Oahu. A bordo navegaba Kazuo Sakamaki,


primer prisionero de guerra japonés capturado por EE. UU. en la guerra.

Los submarinos de la flota I-16, I-18, I-20, I-22 e I-24 embarcaron cada uno
un minisubmarino Tipo A y lo transportaron a las aguas de la isla de Oahu.48 Los cinco
submarinos partieron desde el Distrito Naval de Kure el 25 de noviembre49 y llegaron a la
boca del puerto hawaiano el 7 de diciembre.5051 A las 03:42 (Tiempo de Hawái)52
el dragaminas USS Condor avistó el periscopio de uno de los minisubmarinos al suroeste
de la bocana de Pearl Harbor y alertó al destructor USS Ward.53 Este pequeño submarino
quizá entró en Pearl Harbor. Sin embargo, el Ward hundió otro minisubmarino a las
06:37,54 en lo que suponían los primeros disparos estadounidenses en el Teatro del
Pacífico. Al norte de la isla Ford otro minisubmarino estuvo cerca de torpedear
al portahidroaviones Curtiss y tampoco acertó a dañar al destructor Monaghan con su
segundo torpedo antes de que este lo hundiera a las 08:43.53
Un tercer minisubmarino, el Ha-19, encalló en dos ocasiones, una frente a la entrada del
puerto y otra al este de Oahu, lugar en que fue capturado el 8 de diciembre.55 Uno de sus
tripulantes, Kazuo Sakamaki, nadó hasta la orilla y fue capturado, con lo que se convirtió
en el primer prisionero de guerra japonés. Un cuarto minisubmarino resultó dañado por
una carga de profundidad y fue abandonado por su tripulación antes incluso de poder
disparar sus torpedos.56
Un análisis de las fotografías del ataque por parte del Instituto Naval de los Estados
Unidos en 1999 llevó a descubrir que uno de los minisubmarinos había conseguido
disparar con éxito uno de sus torpedos contra el acorazado West Virginia. Las fuerzas
japonesas recibieron un mensaje de radio de un minisubmarino a las 00:41 del 8 de
diciembre que afirmaba haber dañado uno o más grandes barcos dentro de Pearl Harbor.57
La posición final de este pequeño sumergible no se conoce,58 pero nunca regresó al
submarino desde el que partió.59 El 7 de diciembre de 2009 el periódico Los Angeles
Times informó que había evidencias de tres partes de submarino encontradas a unos 5 km
al sur de Pearl Harbor, halladas entre 1994 y 2001 y que podían pertenecer a este
minisubmarino desaparecido. También decía que había claras evidencias de que este
sumergible había disparado dos torpedos contra el canal de los acorazados en el interior
del puerto. Los restos habían sido sacados del puerto como parte de los esfuerzos por
ocultar el desastre de West Loch, una explosión de munición que se produjo en 1944 y que
destruyó seis buques de desembarco que se estaban preparando para la Operación
Forager.60

Declaración de guerra de Japón[editar]


Véase también: Discurso de la infamia
El ataque tuvo lugar antes de que el Imperio del Japón hiciera ninguna declaración de
guerra formal, aunque esta no era la intención del almirante Yamamoto, quien en un
principio estipuló que la ofensiva no debería dar comienzo hasta treinta minutos después
de que Japón hubiera informado a los Estados Unidos de que las negociaciones de paz
habían llegado a su fin.6162 Los japoneses intentaron respetar las convenciones de la
guerra al tiempo que lograban una sorpresa decisiva, pero el ataque comenzó antes de
que se pudiera entregar ningún aviso. Tokio transmitió una notificación de 5000 palabras
en dos bloques (comúnmente llamada el «Mensaje de 14 partes») a la embajada japonesa
en Washington, pero la transcripción del mensaje llevó demasiado tiempo al embajador y
no pudo entregarlo a tiempo (de hecho, los criptógrafos estadounidenses habían
descifrado y traducido la mayor parte del mensaje horas antes).63 La parte final de las 14
que lo componían es descrita a menudo como una declaración de guerra, pues aunque no
la declaraba abiertamente y no rompía relaciones diplomáticas, numerosos funcionarios y
militares del gobierno estadounidense lo interpretaron como un indicador claro de que las
negociaciones se romperían64 y de que la guerra estallaría en cualquier momento.65 En su
edición del 8 de diciembre de 1941 muchos periódicos japoneses publicaron en su portada
una declaración de guerra, pero esta no fue enviada al gobierno estadounidense hasta un
día después del ataque.66
Durante décadas la creencia general ha sido que Japón atacó sin ninguna advertencia
oficial de la ruptura de relaciones por culpa de los incidentes y la torpeza que retrasaron la
entrega a Washington de un documento que hacía alusión a la guerra. Sin embargo, en
1999 Takeo Iguchi, profesor de derecho y relaciones internacionales de la Universidad
Cristiana Internacional de Tokio, descubrió documentos que apuntaban a un fuerte debate
en el gobierno sobre si informar y de qué forma a Washington de las intenciones de Japón
de romper todas las negociaciones e iniciar una guerra. Un documento del 7 de diciembre
hace alusión a la guerra: «Nuestra diplomacia engañosa conduce al éxito». Sobre esto dijo
Iguchi: «El diario muestra que el ejército y la armada no quisieron entregar una declaración
de guerra o un aviso de la finalización de las negociaciones… y claramente se
impusieron».67

Primera oleada[editar]
Los japoneses atacaron en dos oleadas. La primera fue detectada por un radar del ejército a unos
250 km, pero fue erróneamente interpretada como una formación de bombarderos estadounidenses
que regresaban del continente.
Mapa superior:
A. Isla Ford
B. Base Hickam
C. Base Bellows
D. Base Wheeler
E. Kaneohe
F. Ewa MCAS
R-1. Radar de Opana
R-2. Kawailoa RS
R-3. Kaaawa RS
G. Haleiwa
H. Kahuku
I. Wahiawa
J. Kaneohe
K. Honolulu
0. B-17 del continente
1. Primer grupo de ataque
1-1. Bombarderos
1-2. Torpederos
1-3. Bombarderos en picado
2. Segundo grupo de ataque
2-1. Bombarderos
2-1F. Cazas
2-2. Bombarderos en picado
Mapa inferior:
A. Isla Wake
B. Islas Midway
C. Isla Johnston
D. Hawái
D-1. Oahu
1. USS Lexington
2. USS Enterprise
3. Primera Flota Aérea

El primer ataque lo llevaron a cabo 183 aeronaves que partieron desde el norte de Oahu.
Liderada por el comandante Mitsuo Fuchida,68 comprendía:69

 1.er Grupo (objetivos: acorazados y portaaviones):70


o 50 bombarderos Nakajima B5N Kate armados con bombas perforantes de 800 kg,
organizados en cuatro secciones.
o 40 bombarderos B5N armados con torpedos Tipo 91, también en cuatro
secciones.
 2.º Grupo (objetivos: isla Ford y aeródromo Wheeler):
o 50 bombarderos en picado Aichi D3A Val armados con bombas de 249 kg.
 3.er Grupo (objetivos: aeronaves de la isla Ford, aeródromos Hickam y Wheeler,
Barber’s Point y Kaneohe):
o 45 cazas Mitsubishi A6M Zero para control aéreo y ametrallamiento.69
Seis aeronaves no consiguieron despegar por problemas técnicos.47

El radar SCR-270 del ejército estadounidense en Punta Opana que detectó a las aeronaves
japonesas.

A medida que la primera oleada se acercaba a Oahu, un radar SCR-270 del Ejército de los
Estados Unidos ubicado en Punta Opana, en el extremo norte de la isla, la detectó y dio la
señal de alarma. El radar había estado en modo de pruebas por el Departamento
hawaiano del Ejército durante un tiempo, pero no estaba completamente operativo. A
pesar de que sus operadores, los soldados George Elliot Jr. y Joseph Lockard,71
informaron del objetivo, el teniente Kermit A. Tyler supuso que se trataba del regreso de
seis bombarderos B-17. Las aeronaves se encontraban muy cerca (a solo unos pocos
grados, divididas en dos grupos)72 y aunque los operadores nunca habían visto una
formación tan grande en el radar,73 olvidaron decirle a Tyler su tamaño74 y este a su vez no
les pudo decir, por razones de seguridad, que podría tratarse de los B-17 (aunque esto era
conocido por todos).74
Mientras la primera oleada se acercaba a tierra fueron derribadas varias aeronaves
estadounidenses, y al menos una radió una advertencia incoherente. Otras advertencias
emitidas por los buques que se hallaban frente al puerto se estaban procesando todavía
cuando los aviones japoneses comenzaron a lanzar bombas y a ametrallar. A pesar de
todo, no está claro que ninguna advertencia hubiera tenido mucho efecto aunque hubiera
sido interpretada correctamente y de manera más rápida. La parte aérea del ataque a
Pearl Harbor comenzó a las 7:48 a. m., hora hawaiana75 (3:18 a.m. del 8 de diciembre
según la hora estándar japonesa, marcada por los buques de la Kido Butai),76 con el
ataque a Kaneohe. Un total de 353 aviones japoneses3 en dos oleadas llegaron a Oahu,
encabezados por los lentos y vulnerables torpederos, que explotaron los primeros
momentos de sorpresa para atacar a los buques más importantes presentes en el puerto,
los acorazados. Al tiempo, los bombarderos en picado se lanzaban contra las bases
estadounidenses a lo largo de Oahu, empezando por el aeródromo Hickam, el más
grande, y siguiendo por el campo Wheeler, la principal base de la fuerza de cazas del
ejército norteamericano. Los 171 aviones de la segunda oleada atacaron el aeródromo de
Bellows, cerca de Kaneohe, en el lado de barlovento de la isla, y la isla Ford. La única
oposición estadounidense por aire fue la de un puñado de aeronaves P-36 Hawk, P-40
Warhawk y algún bombardero en picado SBD Dauntless que despegaron desde el
portaaviones Enterprise.3
Los hombres a bordo de los buques estadounidenses se despertaron con el pitido de las
alarmas, las explosiones de las bombas y el tiroteo. Aún somnolientos hubieron de vestirse
rápidamente mientras corrían a las estaciones de zafarrancho de combate (el famoso
mensaje «Ataque aéreo en Pearl Harbor, esto no es un ejercicio» fue emitido por la
Segunda Ala de Patrulla, el primer alto mando de Hawái en responder). Los defensores no
estaban preparados: los almacenes de munición estaban cerrados, los aviones
estacionados ala con ala a la intemperie para evitar su sabotaje77 y casi nadie disparaba
las ametralladoras (ningún calibre 5"/38, solo un cuarto de las ametralladoras y 4 de 31
baterías antiaéreas entraron en acción).77 A pesar de este bajo nivel de alerta, numerosos
militares estadounidenses respondieron con eficacia durante la batalla. El alférez Joe
Taussig, Jr., único oficial a bordo del Nevada, tomó el mando de la nave pero perdió una
pierna. El barco acabó varado en el puerto por el intendente.78 Uno de los destructores, el
USS Aylwin, fue puesto en marcha con solo cuatro oficiales a bordo, todos con el rango de
alférez y ninguno con más de un año en el mar. Este barco permaneció 36 horas en el mar
antes de que su comandante en jefe consiguiera regresar a bordo.79 El capitán Mervyn
Bennion, comandante del USS West Virginia, lideró a su tripulación hasta que resultó
herido por los fragmentos de una bomba que impactó en el USS Tennessee, amarrado
justo al lado.80

Segunda oleada[editar]
Agua Edificios Base del Ejército Base de la ArmadaObjetivos atacados:
1: USS California
2: USS Maryland
3: USS Oklahoma
4: USS Tennessee
5: USS West Virginia
6: USS Arizona
7: USS Nevada
8: USS Pennsylvania
9: Isla Ford
10: Base Hickam
Infraestructuras ignoradas:
A: Tanques de petróleo
B: Edificio del Cuartel General
C: Base de submarinos
D: Arsenal de la marina

La segunda oleada japonesa comprendía 171 aviones: 54 B5N, 81 D3A y 36 A6M,


comandados por Shigekazu Shimazaki.69 Cuatro aeronaves no pudieron despegar por
problemas técnicos.47 Su composición y objetivos eran los siguientes:69
 1.er Grupo: 54 B5N armados con bombas de 249 y 60 kg.70 Divididos en dos grupos
de 27 aparatos, uno atacaría los aviones y hangares Kaneohe, la isla Ford y Barbers
Point, y el otro la base Hickam.
 2.º Grupo (objetivos: portaaviones y cruceros):
o 81 D3A divididos en cuatro secciones y equipados con bombas de 249 kg.
 3.er Grupo (objetivos: aeronaves de la isla Ford, las bases Hickam y Wheeler, Barber’s
Point y Kaneohe):
o 36 A6M para defensa y ametrallamiento.
La segunda oleada atacó dividida en tres grandes grupos, uno con destino en Kaneohe y
los otros dos en el propio Pearl Harbor, lugares a los que llegaron por distintas direcciones
pero casi al mismo tiempo. Noventa minutos después de su inicio, el ataque aéreo finalizó.
Habían muerto 2386 estadounidenses (55 de ellos civiles, la mayoría víctimas de la
artillería antiaérea norteamericana que cayó en zonas residenciales) y 1139 resultaron
heridos. Dieciocho barcos fueron hundidos o encallados, entre ellos cinco acorazados.8182
De todas las víctimas estadounidenses, casi la mitad (1177) se produjeron por la explosión
de la santabárbara del acorazado Arizona, que fue penetrada por una bomba de 800 kg
(un proyectil modificado de 410 mm).

Panorama de Pearl Harbor durante el ataque, en el que destacan las columnas de humo y el nutrido
fuego antiaéreo.

Dañado por un torpedo y en llamas, el acorazado USS Nevada intentó salir del puerto,
pero acabó siendo blanco de muchos bombarderos japoneses, que le hicieron numerosos
impactos con bombas de 113 kg y lo incendiaron. El barco fue encallado deliberadamente
para evitar el bloqueo de la entrada del puerto. El USS California recibió impactos de dos
bombas y dos torpedos. Su tripulación podría haberlo mantenido a flote, pero recibió la
orden de abandonar la nave justo cuando estaban haciendo funcionar las bombas
extractoras a pleno rendimiento. El aceite en llamas vertido por los
acorazados Arizona y USS West Virginia produjo unas enormes columnas de humo negro
que hicieron parecer la situación en el puerto aún peor. El buque objetivo
desarmado Utah resultó horadado por dos torpedos y el West Virginia por siete, el último
de los cuales arrancó su timón. El USS Oklahoma recibió cuatro impactos de torpedos, los
dos últimos por encima de su cinturón blindado, lo que causó su vuelco.
El USS Maryland encajó dos bombas de 800 kg, pero ninguna le provocó daños de
seriedad.82
Aunque los japoneses concentraron su fuego en los acorazados, que eran los objetivos
más grandes presentes en el puerto, no ignoraron otros objetivos secundarios. Así,
el crucero ligero USS Helena fue torpedeado y la conmoción de la explosión hundió
el USS Oglala, un minador amarrado a su lado. Dos destructores que estaban en dique
seco, el USS Cassin y el USS Downes, fueron destruidos por bombas que penetraron sus
tanques de combustible e incendiaron todo el combustible. El dique fue inundado para
intentar apagar el fuego, pero solo consiguieron que el combustible en llamas ascendiera y
quemara ambos buques. El Cassin se deslizó sobre los bloques en los que se apoyaba su
quilla y rodó sobre el Downes. El crucero ligero USS Raleigh fue penetrado por un torpedo
y el USS Honolulu también recibió daños pero fue reparado y permaneció en servicio. El
buque de reparación Vestal, amarrado junto al malogrado Arizona, sufrió graves
desperfectos y encalló. El portahidroaviones USS Curtiss también resultó afectado y el
destructor USS Shaw quedó en muy mal estado por el impacto de dos bombas que
penetraron su santabárbara.83

El USS Arizona durante el ataque.

De los 402 aviones estadounidenses presentes en Hawái,3 188 fueron destruidos y 159
dañados,3 155 de ellos en tierra. Prácticamente ninguno estaba listo para despegar y
defender la base y solo ocho pilotos del ejército estadounidense lograron despegar durante
la batalla.84 Seis de ellos tienen acreditado el derribo de al menos un aparato japonés
durante el ataque, los tenientes Lewis M. Sanders, Philip M. Rasmussen, Kenneth M.
Taylor, George S. Welch, Harry W. Brown y Gordon H. Sterling Jr. Este último fue
derribado y murió por fuego amigo mientras regresaba del combate con los nipones.85
Dicho fuego amigo derribó algunos aparatos estadounidenses más, incluidos cinco aviones
que regresaban del portaaviones USS Enterprise. De los 33 hidroaviones PBY
Catalina que había en Hawái, 24 resultaron destruidos y otros seis gravemente dañados,
por lo que solo se salvaron los tres que estaban de patrulla. Los ataques japoneses
también causaron víctimas en los barracones del personal militar.85
En el ataque murieron 55 pilotos y nueve marinos japoneses, y uno fue hecho prisionero.
De los 414 aviones japoneses que intervinieron,69 fueron derribados 2986 (nueve en la
primera oleada y veinte en la segunda), mientras que otros 74 aparatos recibieron daños
de la artillería antiaérea.86

Posible tercera oleada[editar]

El vicealmirante Chūichi Nagumo, comandante en jefe de la flota japonesa de ataque, la Kidō Butai.

Varios oficiales japoneses, entre ellos Mitsuo Fuchida y Minoru Genda, arquitecto jefe del
plan de ataque, instaron al vicealmirante Chūichi Nagumo a lanzar una tercera oleada que
destruyera los depósitos de combustible y torpedos de Pearl Harbor, las instalaciones de
mantenimiento y el dique seco.87 Los capitanes de los otros cinco portaaviones de la
formación nipona informaron que estaban dispuestos y preparados para lanzar una tercera
ofensiva.88 Los historiadores militares opinan que la destrucción de todas estas
instalaciones y suministros habrían tocado mucho más profundamente a la Flota del
Pacífico estadounidense que la pérdida de sus acorazados.89 Si todo esto hubiera sido
destruido, «las grandes operaciones norteamericanas en el Pacífico tendrían que haberse
pospuesto más de un año».90 De acuerdo con el almirante estadounidense Chester Nimitz,
que llegaría a ser comandante en jefe de la Flota del Pacífico, «hubiera prolongado la
guerra otros dos años».91 Sin embargo, Nagumo decidió retirarse por las siguientes
razones:

 La efectividad antiaérea norteamericana había mejorado considerablemente durante la


segunda oleada, en la que se produjeron dos tercios del total de bajas japonesas.92
Nagumo creyó que con un tercer intento para acabar con las instalaciones restantes
habría puesto en grave peligro tres cuartas partes de las fuerzas de la Flota
Combinada y habría perdido numerosas aeronaves.92
 Los portaaviones estadounidenses seguían en paradero desconocido. Además, al
vicealmirante nipón le preocupaba que su fuerza estaba entonces dentro del radio de
acción de los bombarderos basados en tierra92 y no estaba seguro de cuántos de
estos aparatos estadounidenses seguían en condiciones operativas.93
 Una tercera oleada habría necesitado un sustancial tiempo de preparación y
respuesta, y quizá hubiera necesitado que algunos aparatos regresaran de noche. En
esa época solo la Marina Real Británica había desarrollado técnicas para operar de
noche con portaaviones, por lo que ello suponía un riesgo sustancial.94
 Las reservas de combustible de la fuerza japonesa de ataque no le permitían
permanecer mucho más tiempo en las aguas del norte de Hawái, pues se hallaba en el
límite de su apoyo logístico. Para lanzar un nuevo ataque, habría tenido que
arriesgarse a agotar casi todas las reservas y quizá abandonar algunos destructores
en el viaje de vuelta.95
 Nagumo también pensó que la segunda oleada había acabado ya con los objetivos
más importantes de su misión (la neutralización de la Flota del Pacífico) y no quería
correr el riesgo de sufrir mayores pérdidas.96 Por otra parte, era práctica común de la
marina japonesa conservar sus fuerzas antes que destruir totalmente al enemigo.97
En una conferencia a bordo del acorazado Yamato en la mañana siguiente, el
almirante Isoroku Yamamoto apoyó en principio a Nagumo.96 En retrospectiva, dejar
intactos los depósitos de combustible, los astilleros y las instalaciones de mantenimiento
de Pearl Harbor significó que los estadounidenses pudieron responder relativamente
pronto a las actividades japonesas en el Pacífico. Yamamoto lamentaría más tarde la
decisión de Nagumo de retirarse y afirmó categóricamente que había sido un gran error no
ordenar una tercera oleada de ataque.98

Fotografías[editar]
Las primeras fotografías aéreas del ataque a Pearl Harbor fueron tomadas por Lee
Embree, que volaba en un bombardero Boeing B-17 Flying Fortress en ruta desde la Base
Hamilton, California, a las Filipinas.99 El 38.º Escuadrón de Reconocimiento de Lee había
programado una parada de repostaje en el aeródromo Hickam en el momento del
ataque.99

La tripulación del portaaviones Shōkaku lanzando el ataque.


Un caza Mitsubishi A6M2 Zero japonés de la segunda oleada despega del
portaaviones Akagi en la mañana del 7 de diciembre.

Varios cazas Zero de la segunda oleada se preparan para partir desde el Shōkaku hacia Pearl
Harbor.

Un bombardero japonés Nakajima B5N2 Tipo 97 Kate despega del Shōkaku.

Bombarderos en picado Aichi D3A1 Tipo 99 Val de la segunda oleada se preparan para
despegar. Al fondo se ve el portaaviones Sōryū.

Un Aichi D3A Tipo 99 Val kanbaku (bombardero en picado) parte del portaaviones Akagi para
participar en la segunda oleada.

El acorazado USS California hundiéndose.

El USS Arizona explota.

Explosión de la santabárbara del destructor USS Shaw.

El acorazado USS Nevada intenta escapar del puerto.


El acorazado USS West Virginia recibió impactos de varios torpedos, uno de ellos
probablemente lanzado por un minisubmarino.

Un bombardero estadounidense B-17 destruido tras el ataque a la base Hickam.

Los hangares de la isla Ford en llamas.

El USS West Virginia (gravemente dañado), el USS Tennessee (dañado) y el


USS Arizona (hundido).

Marineros junto a aviones siniestrados, al fondo, explosión del USS Shaw.

Buques destruidos o dañados[editar]


El puerto hawaiano tras el ataque. Son visibles los acorazados dañados, los hundidos y los
abundantes restos de combustible vertidos al agua.

El acorazado USS Pennsylvania (al fondo) y los destructores Cassin y Downes tras el ataque.

Acorazados

 USS Arizona: Explotó; pérdida total. 1177 muertos.


 USS Oklahoma: Volcó, 429 muertos. Reflotado en noviembre de 1943, volcó y se
hundió mientras era remolcado al continente en mayo de 1947.100
 USS West Virginia: dos bombas, siete torpedos, hundido; volvió al servicio en julio de
1944. 106 muertos.
 USS California: dos bombas, dos torpedos, hundido; volvió al servicio en enero de
1944. 100 muertos.
 USS Nevada: seis bombas, un torpedo, encallado; volvió al servicio en octubre de
1942. 60 muertos.
 USS Tennessee: dos bombas; volvió al servicio en febrero de 1942. 5 muertos.
 USS Maryland: dos bombas; volvió al servicio en febrero de 1942. 4 muertos (incluido
el piloto de un hidroavión que fue derribado).
 USS Pennsylvania (Buque insignia del almirante Kimmel):101 se encontraba en dique
seco junto a los destructores Cassin y Downes, una bomba y metralla de USS Cassin;
permaneció en servicio. 9 muertos.
Ex-acorazado (buque escuela)

 USS Utah: Volcó; pérdida total. 58 muertos.


Cruceros

 USS Helena: Un torpedo; volvió al servicio en enero de 1942. 20 muertos.


 USS Raleigh: Un torpedo; permaneció en servicio.
 USS Honolulu: Impactos cercanos y daños ligeros; permaneció en servicio.
Destructores

 USS Cassin: en dique seco con el Downes y el Pennsylvania, una bomba. Ardió y
volvió al servicio en febrero de 1944.
 USS Downes: en dique seco con el Cassin y el Pennsylvania, prendió del fuego
del Cassin. Ardió y volvió al servicio en noviembre de 1943.
 USS Shaw: tres bombas; volvió al servicio en junio de 1942.
Auxiliares

 USS Oglala (minador): Dañado por un impacto de torpedo en el Helena. Volcó y volvió
al servicio en febrero de 1944.
 USS Vestal (barco de apoyo logístico): Dos bombas y la deflagración de la explosión
del Arizona. Encallado, volvió al servicio en agosto de 1942.
 USS Curtiss (portahidroaviones): Una bomba y un avión japonés estrellado. Volvió al
servicio en enero de 1942. 19 muertos.

Consecuencias[editar]
Reacciones inmediatas[editar]
Existen desacuerdos sobre la neutralidad en el punto de vista de la
versión actual de este artículo o sección.
En la página de discusión puedes consultar el debate al respecto.

Pocas horas después de que se iniciase el ataque a Pearl Harbor (sin embargo, al día
siguiente, 8 de diciembre de 1941, al otro lado de la línea internacional de cambio de
fecha), las tropas japonesas iniciaron un ataque matutino en los Nuevos Territorios
de Hong Kong, seguidos de ataques en las Filipinas, la isla Wake, Malasia, Tailandia así
como el hundimiento del HMS Prince of Wales y del HMS Repulse.102

El presidente Roosevelt firma la Declaración de Guerra contra Japón el día después del ataque.

El 8 de diciembre, el Congreso de los Estados Unidos declaró la guerra al Imperio del


Japón, siendo el único voto en contra el de Jeannette Rankin. Los Estados Unidos estaban
iracundos por el ataque y porque no habían recibido una notificación de ruptura de
relaciones previa, considerando ambas acciones como traicioneras.[cita requerida] Franklin D.
Roosevelt firmó la declaración de guerra el mismo día, refiriéndose al anterior como «una
fecha que vivirá en la infamia» al dirigirse a la sesión conjunta del Congreso de los
Estados Unidos. En los Estados Unidos empezaban a oírse críticas desde algunos
sectores por los continuos reveses militares. El Gobernador del Estado de Virginia empezó
a criticar al Gobierno Federal por la nula capacidad de reacción de sus fuerzas en el
Pacífico. Unos días más tarde, los Gobernadores de Georgia y Carolina del Sur hacían
otro tanto. Roosevelt temía una moción de censura, por lo que decidió una jugada
arriesgada: el bombardeo de Tokio por parte del teniente coronel James H. Doolittle.
Los portaaviones de Fletcher: Lexington y Hornet, este último con bombarderos B-25,
bombardearían Tokio, Yokosuka y Nagoya para acallar las críticas. La operación fue un
éxito propagandístico, pero los daños apenas influyeron sobre la producción bélica
japonesa. Otro aspecto que provocó la caída de las bombas en Japón fue la resolución de
Yamamoto de aniquilar los portaaviones estadounidenses. Roosevelt sabía que este gesto
a la galería debía rubricarse con una victoria de armas y presionó directamente a Nimitz
para atacar en el Mar del Coral.103
Continuando la intensificación de la movilización militar, el gobierno de los Estados Unidos
comenzó a adoptar una economía de guerra.
El ataque a Pearl Harbor unió a una nación dividida como casi nada más pudo haberlo
hecho.[cita requerida] De la noche a la mañana unió a los estadounidenses contra Japón y
probablemente hizo posible la posición de rendición incondicional tomada por las Fuerzas
Aliadas.[cita requerida]. Las relaciones entre Estados Unidos y Japón se habían deteriorado
rápidamente durante el último tiempo. Cuando Roosevelt impuso un embargo sobre las
exportaciones de materiales críticos a Japón, se esperaba lo peor. En la medida en que el
embargo se volvió más duro, los japoneses se habían desesperado más, sintiendo que su
merecido lugar en el mundo estaba en juego.104 Por ello, algunos historiadores creen que
el ataque a Pearl Harbor condenó al Imperio del Japón a la derrota puesto que despertó al
«gigante dormido», ya que, independientemente de que los depósitos de combustible o los
astilleros hubieran sido destruidos, o de que los portaaviones hubieran sido sorprendidos
en puerto y hundidos, la capacidad industrial de los Estados Unidos, una vez movilizada,
fue capaz de proveer gran cantidad de recursos en los escenarios tanto del Pacífico como
del Atlántico. La percepción de la naturaleza traicionera del ataque a Pearl Harbor también
despertó temores de sabotaje o espionaje acerca de los estadounidenses de ascendencia
japonesa y fue un factor en el subsiguiente confinamiento de los japoneses en los Estados
Unidos.105

Cartel de propaganda del Pacto Tripartito exaltando el ataque japonés a Pearl Harbor

La Alemania nazi declaró la guerra a Estados Unidos el 11 de diciembre, cuatro días


después del ataque japonés. Aunque Adolf Hitler no tenía la obligación de hacerlo bajo los
acuerdos del Pacto Tripartito, lo consideró una mera formalidad debido a que la Armada de
los Estados Unidos llevaba meses participando en la batalla del Atlántico.106 Hitler había
subestimado la capacidad industrial y militar estadounidense, y pensaba que la guerra con
Japón aliviaría su situación frente al Reino Unido y la Unión Soviética. Esto indignó
doblemente al pueblo estadounidense, lo que permitió a los Estados Unidos entrar
abiertamente al escenario europeo de la guerra apoyando al Reino Unido, acciones que
retardaron por un tiempo una respuesta completa de los estadounidenses en el Pacífico.
Tanto el comandante de la Armada de los Estados Unidos, el contraalmirante Husband E.
Kimmel, como el comandante del ejército, el teniente general Walter Short —cuyo cuerpo
de la Fuerza Aérea tenía la responsabilidad sobre las defensas aéreas de la base— fueron
relevados de sus cargos poco después del ataque. Fueron acusados de abandono del
deber por no haber dispuesto preparativos de defensa suficiente. Algunos historiadores
han sugerido que Kimmel y Short fueron utilizados como chivos expiatorios, ya que la
inteligencia no les había revelado información crucial, pero los militares rechazaron
exonerarlos.
En cuanto a sus objetivos principales, el ataque a Pearl Harbor fue un éxito táctico que
superó las expectativas planeadas. Su ejecución tiene pocos ejemplos semejantes en la
historia militar de cualquier época, al menos a corto y medio plazo. Ni siquiera el ataque
sorpresa de los británicos a la base naval de Tarento fue tan devastador en términos de
daño causado (aunque tuvo mayores implicaciones estratégicas al neutralizar la flota
italiana). Debido a las graves pérdidas en Pearl Harbor y la subsiguiente invasión a
las Filipinas, el ejército estadounidense fue incapaz de llevar a cabo acciones significativas
en el Pacífico durante los siguientes seis meses. Con la flota estadounidense fuera de
acción, Japón estuvo temporalmente libre de preocupaciones sobre la potencia naval de
su rival. Se lanzó a conquistar el sureste de Asia, el Pacífico suroccidental y extendió su
alcance al océano Índico.

Efectos a largo plazo[editar]

El ataque inflamó los sentimientos de los Estados Unidos (Vengad Pearl Harbor - Nuestras balas lo
harán).

Una opinión común es que los japoneses fueron víctimas del llamado «mal de la victoria»
debido a la facilidad con que obtuvieron sus primeras victorias. A pesar de la percepción
de esta batalla como un golpe devastador contra los Estados Unidos, solo cinco
embarcaciones de la Armada de los Estados Unidos se perdieron de forma definitiva.
Estas cinco embarcaciones fueron los acorazados Arizona, Oklahoma, el viejo
acorazado Utah (el cual era usado como barco objetivo) y los
destructores Cassin y Downes. Además, mucho material útil pudo ser salvado de la
destrucción, incluyendo dos torretas principales del Arizona. Las mayores pérdidas se
debieron a la explosión de la santabárbara del Arizona y al vuelco del Oklahoma. Cuatro
barcos que se hundieron durante la batalla fueron posteriormente reflotados y devueltos a
la actividad, incluyendo los acorazados California, West Virginia y Nevada. El California y
el West Virginia tenían un efectivo sistema de defensa contra torpedos que aguantó
excepcionalmente bien, a pesar de la dureza de los ataques que tuvieron que soportar,
permitiendo que la mayoría de sus respectivas tripulaciones pudiera salvarse. Muchos de
los acorazados que se salvaron fueron reparados y reforzados de nuevo, lo que les
permitió hacer frente a las amenazas japonesas. De los 22 navíos japoneses que tomaron
parte en el ataque, solo uno sobrevivió a la guerra. A fecha de 2005, el único barco de los
Estados Unidos que aún seguía a flote y que estuvo en Pearl Harbor durante el ataque era
el guardacostas Taney.
A largo plazo, el ataque sobre Pearl Harbor fue una estrategia no disimulada que resultó
errónea para Japón. En efecto, el almirante Isoroku Yamamoto, quien concibió el ataque a
Pearl Harbor, había predicho que incluso un ataque exitoso sobre la flota estadounidense
no permitiría ganar una guerra contra los Estados Unidos, ya que la capacidad de
producción estadounidense era demasiado grande. Uno de los principales objetivos
japoneses era destruir los tres portaaviones estadounidenses que se encontraban en el
Pacífico, pero estos realmente no estaban presentes —el Enterprise volvía de una
travesía, el Lexington había partido unos días antes y el Saratoga se encontraba en San
Diego siendo reparado en el Puget Sound Naval Shipyard. El hecho de poner la mayoría
de los navíos de guerra de los Estados Unidos fuera de circulación era considerado, en los
dos ejércitos y por la mayoría de los observadores en todo el mundo, como un rotundo
éxito para los japoneses.

El ataque a Pearl Harbor y el acorazado como concepto


bélico[editar]

Tareas de reflote del acorazado Oklahoma en marzo de 1943.

La eliminación de los acorazados, casi todos anticuados respecto a los que tenía el
Imperio del Japón, dejó a los Estados Unidos sin otra elección que confiar en sus
tres portaaviones y en sus submarinos, siendo estos la mayor parte de lo que había
quedado indemne. También fueron estas las armas con las que los Estados Unidos
frenaron y revirtieron el avance japonés: solamente la acción del USS Enterprise hundió a
un mayor número de naves japonesas y derribó a un mayor número de aviones que
cualquiera de sus pares japoneses. La pérdida de los acorazados resultó ser realmente
menos importante de lo que Japón había pensado antes del ataque y también menos
relevante que lo que tanto los japoneses como los estadounidenses habían creído justo
después del ataque. De hecho, el ataque japonés a Pearl Harbor dio como resultado el
hundimiento del concepto del acorazado como arma principal. En efecto, el Imperio del
Japón tenía en sus modernísimos e impresionantes acorazados su fortaleza: después de
los clase Yamato no se construyeron nunca más acorazados en todo el mundo.
Una de las proyecciones de la estrategia japonesa fue pensar que la última y decisiva
batalla del Pacífico sería entre acorazados de ambos bandos, un enfrentamiento épico al
estilo de la batalla de Tsushima; de hecho todo el entrenamiento y la construcción misma
de la batalla, comandada por Isoroku Yamamoto, estuvo pensada para esa ocasión, es
decir, asestar en una batalla decisiva, que se predecía en las cercanías de las islas
Marshall, un ataque contundente a la flota estadounidense. Como resultado, Yamamoto
construyó, entrenó y puso a punto a sus acorazados para una batalla decisiva que nunca
tuvo lugar.

Importancia histórica[editar]
El ataque japonés a Pearl Harbor solo tuvo un pequeño impacto militar debido al fallido
intento de la Marina japonesa por hundir los portaaviones de Estados Unidos, pero aunque
los portaaviones hubieran sido hundidos, no hubiera ayudado significativamente al Imperio
del Japón. Las islas Hawái están situadas en el centro del Pacífico y tenían depósitos de
combustible para la flota norteamericana que no fueron atacados. Haber destruido esos
depósitos habría significado retrasar por bastante tiempo las operaciones militares
norteamericanas en el Pacífico, pues habrían tenido que reconstruir y reponer todo lo
perdido desde California. Un error muy importante, pues no destruyó la logística
norteamericana (cita: Prof. Zelikow, Universidad de Virginia).
El ataque arrastró firmemente a los Estados Unidos y a su economía industrial y de
servicio a la Segunda Guerra Mundial, lo que llevó a la derrota del Eje en todo el mundo. El
primer ministro del Reino Unido, Winston Churchill, al enterarse de que el ataque a Pearl
Harbor había por fin dirigido a Estados Unidos hacia la guerra, escribió: «Estando saturado
y saciado, con emoción y sensación; fui a la cama y dormí el sueño de los seguros y
agradecidos».107 La victoria aliada en esta guerra y el subsiguiente surgimiento de Estados
Unidos como una potencia mundial dominante han dado forma a la política internacional
desde entonces.
En términos de historia militar, el ataque a Pearl Harbor marcó el surgimiento
del portaaviones como el centro del poder naval, reemplazando al acorazado como piedra
angular de una flota de guerra. Sin embargo, no fue sino hasta después de las batallas del
mar del Coral y de Midway cuando este adelanto se hizo patente para los poderes navales
de todo el mundo.

Punto de vista japonés sobre el ataque[editar]

El USS Utah fue alcanzado por un torpedo y volcó pronto en la batalla. Los restos permanecen en
Pearl Harbor.

Isoroku Yamamoto estaba descontento con la sincronización de la ruptura de las


negociaciones. Comúnmente se piensa que dijo: Me temo que todo lo que hemos hecho
no es sino despertar a un gigante durmiente y haberle forzado a tomar una resolución
terrible, pero parece que esta frase fue escrita para la película de 1970 Tora! Tora! Tora!.
Aunque quizá las palabras no fueron pronunciadas por Yamamoto, la frase parece recoger
sus sentimientos acerca del ataque. Hay una grabación suya del año anterior en la que
dice «Puedo moverme a mis anchas durante seis meses... después de eso no albergo
esperanzas de tener éxito».
En 1942 Saburo Kurusu, antiguo embajador japonés en Estados Unidos, hizo unas
declaraciones en la que trazó la «inevitabilidad histórica de la guerra en Asia oriental».108
Dijo que la guerra era una respuesta a la larga agresión de Washington hacia Japón. De
acuerdo con Kurusu, las provocaciones empezaron con el incidente de la San Francisco
School y las políticas racistas de los Estados Unidos hacia los inmigrantes japoneses, y
culminaron con el beligerante asunto del metal de desecho y el boicot petrolero de Estados
Unidos y los países aliados. Sobre el ataque a Pearl Harbor en sí mismo dijo que fue
originado en respuesta directa al ultimátum virtual (Nota de Hull) del gobierno de los
Estados Unidos y que el ataque sorpresa no fue a traición porque cabía haberlo esperado.
De hecho, en Pearl Harbor la flota había comenzado a realizar juegos de guerra y
entrenamientos antes del ataque japonés. Sin embargo, los estadounidenses nunca
habían imaginado que el ataque viniera sin ninguna declaración de guerra, además de que
habían infravalorado las capacidades japonesas. Finalmente, Pearl Harbor y las
circunstancias diplomáticas que la rodearon se convertirían en otro de los factores que
impulsarían la decisión del gobierno estadounidense de Harry S. Truman en 1945 de
atacar al Imperio del Japón lanzando bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki para
forzar su rendición incondicional y, después, en la justificación estadounidense frente a las
posteriores recriminaciones por parte del gobierno de posguerra japonés sobre dicho
ataque.

USS Arizona hundido en Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941, los restos continúan en Pearl
Harbor.

Sesenta años después esas opiniones siguen siendo válidas en Japón. Por ejemplo, el
periódico Japan Times, el primer diario de Japón en lengua inglesa, ha publicado una serie
de columnas a principios del siglo XXI que se hacen eco de los comentarios de Saburo
Kurusu en referencia a Pearl Harbor.109Situando Pearl Harbor en su contexto, los
escritores contrastan repetidamente los miles de soldados estadounidenses muertos en el
ataque con los cientos de miles de civiles japoneses muertos más tarde como resultado de
los ataques aéreos de Estados Unidos.110 Un columnista disculpa el ataque de esta
manera:
El ataque de Pearl Harbor no fue una táctica brillante, sino una parte de la
estrategia basada en la creencia de que un espíritu firme como el hierro y
hermoso como la flor del cerezo podía superar a la superioridad material de
Estados Unidos. Esta estrategia resultó defectuosa y la derrota total de Japón la
seguiría.111

En 1991 se rumoreaba que Japón iba a presentar una disculpa oficial a Estados
Unidos por el ataque. Por el contrario, la disculpa no vino en la forma que muchos
esperaban. El Ministerio japonés de Asuntos Exteriores hizo unas declaraciones en las
que decía que en 1941 Japón había intentado hacer una declaración de guerra formal
a Estados Unidos a la 1 de la tarde, hora de Washington, 25 minutos antes de la hora
en que había sido previsto que comenzaran los ataques a Pearl Harbor. Parece ser
que el gobierno japonés se estaba refiriendo al «Mensaje de 14 partes» que no rompió
siquiera formalmente las negociaciones, permitiendo declarar la guerra. Sin embargo,
debido a los numerosos retrasos, el embajador japonés fue incapaz de hacer la
declaración hasta mucho después de que los ataques hubieran comenzado. La
disculpa del gobierno japonés de 1991 solo hacia referencia a este retraso.

Recreaciones en cine y videojuegos[editar]


Cine

 From Here to Eternity (1953) Se trata de los asuntos sociales dentro del ejército.
Tiene lugar en la ciudad de Honolulú en 1941, y el ataque sale de rol menor.
 Tora! Tora! Tora! (1970) Se considera el mejor retrato cinematográfico del ataque
de Pearl Harbor.
 The Final Countdown (1980) Es una película de ciencia ficción en la cual los
protagonistas regresan al pasado al momento del ataque y tienen que decidir si
deben intervenir.
 Pearl Harbor (2001) Es un romance ambientado en el ataque, pero de incierta
precisión histórica.
 Midway (2020) Aunque la película se centra en la batalla del mismo nombre, en los
compases iniciales de la misma se recrea el bombardeo de Pearl Harbor.
Videojuegos

 Pearl Harbor: Zero Hour (2001). Juego para PC en el que se tiene una recreación
del ataque y una serie de batallas aeronavales que son (luego del entrenamiento y
el primer ataque): Secuelas de Pearl Harbor, Guadalcanal, Midway, Truk, Islas
Solomón, Filipinas, Okinawa, Japón.
 Medal of Honor: Rising Sun (2003). El juego recrea desde el principio de manera
sorpresiva el ataque a Pearl Harbor. El jugador inicia de inmediato la acción al
despertar el personaje en medio del bombardeo. Posteriormente, las batallas van
desde Guadalcanal hasta Singapur.
 Medal of Honor: Pacific Assault (2004). En esta edición se recrea en primera
persona a un soldado de nombre Tom Conlin. La trama trata principalmente el
conflicto de Pearl Harbor hasta la Batalla de Tarawa.
 Heroes of the Pacific (2005). El juego permite al jugador asumir el rol de un piloto
de combate llamado William Crowe mientras experimenta las fases de la Guerra
del Pacífico con Japón, comenzando con el ataque a Pearl Harbor.
 Battlestations Pacific (2009). En la primera misión de la campaña japonesa.
 Azur Lane (2017). Videojuego de disparos de desplazamiento lateral donde
algunos de sus personajes son representaciones de los barcos que estuvieron
involucrados en esta contienda.

También podría gustarte