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Psicología y Ministerio Pastoral

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Ministerio Pastoral y Psicología


Introducción
¿Es posible conciliar entre psicología y fe? Hace tiempo que deseaba escribir sobre este tema
con el fin de precisar si se puede plantear una relación entre ambas disciplinas, debido a que
existe confusión al respecto, he tenido la oportunidad de escuchar diferentes puntos de vista, y
a mi parecer en muchas ocasiones posturas muy radicales; espero que los comentarios aquí
expresados les sean de utilidad.

Primero es necesario, exponer algunas ideas generales sobre cada una de las dos materias para
verificar si es viable dicha integración o, por lo menos, una complementación entre ambas.
Termino proponiendo algunas pautas de procedimiento. Lo que aquí planteo es una
introducción al tema que, evidentemente, requerirá una mayor reflexión.

Existen hermanos que han pretendido prescindir de la Psicología considerando que es un


conocimiento meramente humano, ajeno a las Escrituras. Por el contrario, otros han
menospreciado el Ministerio Pastoral aduciendo que no es científico. La base de esta discusión
está en las dos posturas que se establecen entre Psicología y Espiritualidad como dos
conceptos opuestos y excluyentes.
Considero que ambos trabajos son necesarios y, en algún sentido, interdependientes. El
principio general que genera esta convicción está en que “toda Verdad es verdad de Dios,
porque Dios es verdad”. Desde este punto de vista, lo verdadero de la Psicología, como de
cualquier otra ciencia, así como lo verdadero en el Ministerio Pastoral viene de Dios y nos ha
sido dado para nuestro crecimiento personal.

Al mismo tiempo podemos caer en otro error: “psicologizar” la fe o el Ministerio Pastoral, o


tratar de “espiritualizar” la psicología. Considero que ambas líneas de pensamiento tienen que
diferenciarse claramente aunque contengan intereses comunes como es el bienestar del ser
humano.

Pero vayamos por partes en primer lugar tratare de explicar algunos conceptos referentes
a la Psicología.

1. Simplificando mucho podríamos decir que la Psicología es la ciencia que estudia la


mente y la conducta. Ampliando un poco el concepto diríamos que la “psicología es
la ciencia que entiende, explica, predice el comportamiento humano en todas sus
manifestaciones”
2. En la conducta o actividad humana intervienen una serie de factores que han de ser
tenidos en cuenta a la hora de hacer valoraciones clínicas: elementos fisiológicos,
funciones cognitivas (procesamiento de información, emociones, sentimientos,
creencias...), el ambiente, la herencia, el aprendizaje, la motivación, las capacidades
sensoriales, motoras, y la cultura...
3. Cuando tratamos de establecer los determinantes de la conducta es necesario saber que
una conducta está determinada por varios factores. Y no asumir posturas simplistas o
reduccionistas.
4. Por otro lado la Psicoterapia, es un recurso de la Psicología para dar respuesta y alivio
a los problemas psicológicos de la gente.
5. Definimos a la Psicoterapia como: “Es una forma de tratamiento para los problemas
de naturaleza emocional en el que una persona entrenada establece una relación
profesional, con un paciente con el objeto de retirar, modificar, o retardar síntomas
existentes, de mediar patrones perturbados de conducta y de promover el crecimiento y
desarrollo personal, pero con frecuencia la psicoterapia también incluye a ayudar al
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paciente a aceptar y soportar el sufrimiento como un aspecto inevitable de la vida que


se puede utilizar como oportunidad para el crecimiento personal”

Métodos principales de la psicoterapia:


 Fomentar el insigth (Toma de conciencia): Se espera que la persona obtenga un
beneficio al conocer las razones por las cuales se comporta de una determinada manera, o
maneras, debido a que se supone que este conocimiento contribuye al desarrollo de
conductas nuevas.
 Reducción de la perturbación Emocional: En ocasiones la persona acude en una crisis
emocional y de angustia, y en estos casos, se intenta reducir el nivel de perturbación de tal
manera que la persona pueda empezar a trabajar sobre su problema.
 Fomentar la catarsis: Una estrategia especial para reducir las emociones intensas,
simplemente consiste en fomentar su expresión libre en la presencia protectora del
Terapeuta. Esta técnica se conoce como catarsis, es decir, el desahogo de las emociones
restringidas que la persona se ha guardado y que ha temido reconocer por periodos muy
prolongado. Se alienta a la persona a que exprese sus emociones y esta catarsis, puede que
la persona tenga menos miedo a determinadas emociones.
 Proporcionar información nueva: La Psicoterapia casi siempre es educativa o
reeducativa. El psicoterapeuta proporciona información nueva con la intención de corregir
algunas lagunas o distorsiones en el conocimiento de la persona o paciente.
 Designar tareas fuera de la Terapia: El terapeuta y paciente se ponen de acuerdo con
ciertas acciones con las cuales el debe experimentar entre una sesión terapéutica y otra. El
paciente a su vez le reporta sobre sus éxitos y fracasos acerca de los cambios de su forma
de pensar y de su conducta que intentó llevar a cabo, y luego él y el terapeuta efectúan
nuevos planes para otros cambios.
 Desarrollar fe, confianza, y una expectativa de cambio: Entre los procedimientos mas
comunes de la psicoterapia, el aumento de la fe y la expectativa del cambio es el
ingrediente que más frecuentemente se menciona como un factor critico que contribuye a
la mejoría.

¿Cuál es el proceso básico de evaluación que se sigue en Psicoterapia?


Hay, por lo menos, cinco fases principales:
 Realizar Historia Clínica: Consiste en recabar información que cubre muchos aspectos
de su vida: Su nacimiento, su desarrollo a lo largo de su vida, así como su conducta,
sus problemas, su capacidad, su actividad intelectual, sus creencias religiosas, esto
último es muy importante para el tratamiento; etc.
 Establecer un diagnóstico
 Proponer los objetivos del tratamiento, respetando sus creencias religiosas.
 Selección de las técnicas de intervención.
 Valoración de los efectos producidos por la intervención.

El Ministerio Pastoral:
1. El Ministerio Pastoral es el proceso por el que el pastor colabora con los creyentes en el
desarrollo espiritual con el fin de que cada uno sea más semejante a Jesucristo. 3

Varios elementos importantes aquí:


• El pastor es un colaborador, un ayudador.
• El creyente tiene la responsabilidad de su propio crecimiento y desarrollo.
• La meta es parecerse más a Jesús.
• El ministerio pastoral es más que predicación o enseñanza bíblica, es más que consejería, es
más que administración...
3

2. Reconocemos que lo que ocurrió en los orígenes (Génesis 3) ha afectado a todos los
órdenes de la conducta humana: aspectos psicológicos, sociales, ecológicos... Por lo
tanto, el énfasis está en la preocupación espiritual de la vivencia humana de una forma
integral.
3. Las herramientas con las que cuenta el pastor son: la instrucción en la Palabra de Dios,
la oración, la unción, la comunión, la fe, el amor, la reconciliación, la Comunidad...
(Efesios 6:10).

4. Los objetivos del ministerio pastoral son:


• Dar a la iglesia un lugar en su comunidad.
• Reconciliar y vincular a las personas con Dios.
• Formar y perfeccionar a los cristianos.
• Crear y madurar relaciones.
• Organizar y movilizar capacidades.

5. Hay que tener en consideración dos aspectos en el ministerio pastoral:


• Preventivo: Comunión, estudio bíblico, meditación de la Palabra, oración, unción,
exhortación... (Hebreos 10:24‐25).
• Curativo: Restauración, resolución de conflictos, problemas familiares... (Santiago 5.18).

6. Uno de los elementos más importantes del Ministerio Pastoral es la “Cura de almas y/o
restaurar la vida espiritual”.

Hemos de tener en consideración los siguientes elementos del proceso:


• Definición del problema real: Hechos 15; Filipenses 4:2.
• Búsqueda de toda la información: 1ª Corintios 1:11; Deuteronomio 17: 2‐4.
• Proponer los objetivos a conseguir: Mateo 18; Gálatas 6: 1, Santiago 5: 13 4
• Selección de las pautas o pasos que se seguirán en base a las necesidades reales y a los
objetivos propuestos. 1ª Tesalonicenses 5: 14‐15.
• Valoración de los efectos producidos por la intervención pastoral.

¿Se puede concebir una síntesis?


Ya hemos planteado antes que reconocemos una diferenciación y una interdependencia entre
ambas disciplinas, psicológica y teológica. Ahora vamos a ver algunos elementos que hemos de
considerar para la diferenciación y la interrelación para entonces proponer una
complementación. No están enunciados en orden de importancia o preponderancia.

1. Elementos de diferenciación
 La Psicología prescinde del concepto de pecado. El ministerio pastoral lo reconoce
como raíz última de todo el mal que aqueja a la humanidad.
 La psicología pretende ser científica, es decir seguir las pautas de los procedimientos
de la ciencia a la hora de proponer, contrastar, verificar hipótesis. El ministerio pastoral
no prescinde de la ciencia, pero trasciende a los planteamientos científicos.
 La psicología elimina el elemento sobrenatural y no se plantea la existencia de Dios. El
ministerio pastoral está fundamentado en la confianza de un Dios creador, soberano,
que se interesa por el ser humano.
 La meta de la psicoterapia es el equilibrio emocional de la persona. La meta del
ministerio pastoral es el equilibrio espiritual de la persona.
 La psicología tiene una dimensión individual. El ministerio pastoral tiene una
dimensión comunitaria. No obstante, hay enfoques psicológicos que trascienden lo
personal, y se interesan por la familia, el grupo; como la Terapia Sistémica.
4

 La psicología, como las demás ciencias, es cambiante en base a las nuevas


investigaciones y descubrimientos. El ministerio pastoral es menos vulnerable a los
cambios.
 La psicología no es normativa en cuanto a la conducta moral de la persona (depende
del terapeuta y del cliente, en un entorno sociocultural concreto). El ministerio pastoral
fomenta la adecuación a unos valores que surgen de la Palabra de Dios y son
encarnados en la persona de Jesús de Nazaret, quien es el modelo a seguir.
 La psicología ha tenido un gran desarrollo a nivel diagnóstico y tecnológico. El
ministerio pastoral adolece de investigación técnica, y en algunos casos, ha 5quedado
reducido al “sentido común espiritual”, mostrando, así, una clara debilidad.
 La psicología utiliza los Manuales actuales de Diagnóstico de la Clasificación de las
enfermedades mentales y en los procedimientos de terapia más efectivos. En el
Ministerio Pastoral, “cada maestrillo tiene su librillo”; es decir, no ha habido
reflexión y debate continuados sobre tarea tan importante, por lo menos no como lo
esperado, que fuera parte de la Formación de todos los pastores.
 En la práctica psicológica el paciente (o cliente, según la escuela psicológica de que se
trate) no tiene más relación con el psicólogo que la que se da en la consulta. En el
Ministerio Pastoral la relación entre pastor y creyente es permanente y profunda
afectando a todas las áreas de la vida.
 En psicología, normalmente, se huye de la crítica, y de la reprensión y se enfatiza la
orientación. En el ministerio pastoral, en su dimensión profética, en ocasiones, se usa la
confrontación, la reprensión y la disciplina habiendo llegado, en ocasiones, al abuso de
semejantes prácticas a expensas del seguimiento de Jesús.
 La psicología rechaza la existencia e influencia demoníaca. El ministerio pastoral
reconoce la existencia del Maligno y la obra que realiza (2 Corintios 2:11; 4: 4; 1
Tesalonicenses 2:18; 2 Tesalonicenses 2: 9; Juan 8:44).

2. Elementos de interrelación
• Tanto la psicología como el ministerio pastoral se ocupan en la conducta de la persona.
• Tanto la psicología como el ministerio pastoral detectan condicionantes de las conductas tanto
internas como externas.
• Tanto la psicología como el ministerio pastoral buscan el equilibrio de la persona.
• Tanto la psicología como el ministerio pastoral proponen la necesidad de un enfoque
multidisciplinar: médico, psicológico, espiritual, pedagógico, social, biológico. Por ejemplo:
ante una situación de tensión nerviosa continuada, el enfoque pastoral ha de tener en
consideración los aspectos biológicos de la conducta: problemas físicos, estrés situacional,
trastornos hormonales..., en lugar de proponer, simplemente, un origen espiritual del problema;
en un caso así, el “la disfunción espiritual” será más el efecto que la causa.
• Tanto la psicología como el ministerio pastoral tratan asuntos comunes: problemas familiares
y matrimoniales, el miedo (ansiedad), sentimientos de culpa, estrés...
• Tanto la psicología como el ministerio pastoral siguen procesos de ayuda similares: la
entrevista personal, los grupos (de terapia o de comunión), detección de problemas, propuesta
de procedimientos, evaluación... 6
• Tanto la psicología como el ministerio pastoral tienen manuales a los que recurrir: obras de
psicología para unos, la Biblia para otros.
• Tanto el psicólogo como el ministro cristiano desarrollan ampliamente la capacidad de
escuchar. A partir de ahí pueden ser más o menos directivos en el proceso de acompañamiento.
• Tanto el psicólogo como el ministro cristiano mantienen unas obligaciones éticas:
1) No revelar confidencias,
2) Cuidar los contactos físicos,
3) Reconocer las propias limitaciones...
5

• Tanto la psicología como el ministerio pastoral se preocupan de la salud integral de la


persona.
3. Hacia una complementación:
En el año de 2001, tuve la oportunidad de ser capacitado por el Grupo “Oceánica” en
Prevención y Detección oportuna de Adicciones; (Alcoholismo, cocaína, marihuana,
inhalables, etc.) y en ese curso se menciono que “Para que una persona sea rescatada de las
garras de las adicciones, sea cual sea, lo más efectivo es rescatar su Vida Espiritual, que la
persona se de cuanta que necesita a Dios para salir de las Adicciones, que no puede solo.” A la
conclusión que se llego es que “nosotros tratamos el aspecto médico y psicológico del enfermo
alcohólico, pero nos damos cuenta de que nos falta llegar a un área importante: la espiritual”

Paul Tournier dijo: “Tengo una vocación triple: médica, psicológica y espiritual. Si es
desagradable caer en la rutina técnica como médico o como psicólogo, es aún peor convertir en
un oficio la cura del alma. Confieso que lo que más me apasiona es la vocación espiritual.
Precisamente porque toda mi experiencia me ha enseñado los límites de la medicina y de la
psicología, porque la necesidad suprema y universal de los hombres es encontrar a Dios”.
Hay cristianos que somos psicólogos y algunos de ellos ejercemos labores pastorales, lo que
representa una clara ventaja, aunque también tiene ciertos inconvenientes. Hay autores que
proponen una orientación psicológica y pastoral en el tratamiento de las personas. En este
sentido, Viktor E. Frankl, nos habla de un inconsciente no tanto impulsivo, sino espiritual. Su
propuesta de tratamiento fue llamada “logoterapia” al considerarla como una “psicoterapia a
partir de lo espiritual”.

A partir de lo dicho podríamos concluir que hay aspectos de la vida que la psicología no
puede tratar por sus limitaciones conceptuales; en este sentido sería necesario recurrir al
ministerio pastoral.
Por otro lado, hay elementos de la conducta que escapan al ministerio pastoral, por lo que
deberíamos orientar a la persona en la búsqueda de un profesional de la psicología.

Hay pastores que están tratando de ejercer como psicólogos sin la acreditación necesaria. Esto
no es ético. Es mejor orientar al creyente hacia un psicólogo, 7cristiano a ser posible. Ahora
bien, el hecho de que el psicólogo sea creyente no es garantía de que la terapia vaya bien, por lo
que lo más aconsejable será buscar al profesional más competente, sea cristiano o no. Hay
psicólogos cristianos que están tratando asuntos espirituales en la consulta. En mi opinión, esto
tampoco es ético. Es aconsejable orientar al creyente hacia un pastor. En este sentido, la
colaboración leal entre pastor, psicólogo y psiquiatra es deseable.

Hemos de tener claro lo que es el campo de acción de cada disciplina. El psicólogo debería
tratar de abstenerse de entrar en los asuntos estrictamente pastorales; el pastor debería tratar de
eludir los tratamientos psicológicos. Tanto uno como otro han de enfocar su trabajo buscando
el bienestar de la persona. Por lo tanto, si hay áreas que escapan a su especialidad profesional,
lo ético es animar a la persona a buscar ayuda donde pueda encontrarla.
Por otro lado, el pastor no debe menospreciar su “arsenal tecnológico”. Es cierto que no hay
técnicas tan desarrolladas en el ministerio pastoral como en la psicoterapia, pero partimos de
la base del poder de la oración, de la unción, de la eficacia de la Palabra de Dios en la vida
de la persona, del beneficio que conlleva la comunión auténtica y del bien que causa la
obediencia a Dios, bajo la confianza que otorga el perdón, la reconciliación, el amor, la
esperanza…

El hecho de que haya aspectos de la vida del creyente que escapen a la capacidad profesional
del pastor no significa que se desvincule. El ministerio pastoral debe seguir apoyando y
6

animando al creyente que tiene un problema psicológico. De la misma forma que el pastor
visita a un enfermo del corazón, ora por él y comparte las Escrituras, sostiene y atiende a un
creyente con problemas emocionales. Ante cualquier tipo de problema, el pastor encuentra
formas de apoyo para ayudar al creyente en su conflicto; en ocasiones no tendrá mucho que
decir, pero el acompañamiento será la mejor ayuda que podrá ofrecerle cuando sufre.

Es difícil que la psicoterapia y el ministerio pastoral puedan ser desarrollados por la misma
persona. Sin embargo, se puede hacer; pero normalmente en la práctica clínica se prefiere y es
requisito indispensable que el paciente no tenga ningún otro tipo de relación con el terapeuta,
(parentesco, amistad, negocios, etc.) mientras que en el ministerio pastoral es habitual una
relación estrecha.
Mejor sería poder disponer de un equipo multidisciplinar en la propia iglesia o entre varias:
médico, psiquiatra, psicólogo, pastor; redes de apoyo como la sociedad femenil, o cualquier
otra.
De todas formas, hay problemas que son comunes a ambas disciplinas (ansiedad, enojo, culpa)
y, por otro lado, también se puede tratar problemas emocionales usando técnicas psicológicas
con componentes espirituales.
Por ejemplo: En el tratamiento de un problema ansiedad podríamos usar la “tríada de
autocontrol”. Básicamente esta técnica incluye tres aspectos:
1) Cortar el pensamiento ansioso
2) Entrenamiento en relajación, ya sea autógena o muscular.
3) E imaginación de una escena agradable.

En esta escena agradable se pueden incluir elementos espirituales: el amor de 8Dios, el cariño
de los hermanos, el perdón, la ayuda del Espíritu Santo, la esperanza...

Por poner otro ejemplo: Si quisiéramos usar la Terapia Racional Emotiva de Ellis para un
problema de habilidades en la comunicación, en uno de los pasos que él propone y que
tiene que ver con las creencias racionales, podríamos incluir elementos espirituales: “Si
me equivoco al hablar, no tengo por qué considerar que me rechazarán, pues son mis
hermanos y me quieren, pero sobre todo cuento con el amor de Dios, que es
incondicional…”.

A partir de todo lo dicho no podemos establecer una frontera entre lo espiritual y lo


psicológico; sería más prudente concluir que ambos elementos se solapan.

Como ejemplo podríamos citar Romanos12:2 es un texto que nos habla de transformación y,
además, especifica el procedimiento que es claramente psicológico (cognitivo) y espiritual:
renovación del entendimiento. En ocasiones habrá que aplicar un proceso estrictamente
espiritual o estrictamente psicológico. En otras, habrá que usar ambos. No obstante, el pastor
siempre tiene que considerar, ante cualquier problema, cómo acompañar a la persona que sufre.
En este sentido la cercanía pastoral será imprescindible.

Un ejemplo bíblico: el caso de Elías (1 Rey 17).


• Elías se enfrenta a los profetas de Baal: 1º Rey 18: 20. Aquí observamos una intensa actividad
espiritual.
• Elías corrió unos 30 kms., delante de Acab (Desde el monte Carmelo a Jezreel): 1 Rey 18.41.
Observamos una intensa actividad física.
• Jezabel busca la vida de Elías: 1º Rey 19.1‐3. Observamos una intensa actividad emocional.
• Elías huye por miedo (ansiedad, estrés) y va a Beerseba. Esta ciudad está a 210 km. Al sur de
Jezreel: 1º Rey 19:3 (intensa actividad física y emocional).
7

• Elías estaba agotado y experimenta un estado depresivo: 1º Rey 18:4.


• Dios aplica un tratamiento multifacético:
-Sueño (v.5),
-Alimento (v.6),
- Sueño (v.6),
-Alimento (v.8),
-Ejercicio físico (v.8),
-Descanso (v.9),
-Encuentro con Dios(vs. 9),
-Catarsis (vs. 10.),
-Relajación (v.12),
-Apoyo humano (vs. 15‐17),
-Terapia Racional Emotiva (v.18).

• Baste como ejemplo el hecho de que se ha encontrado una relación importante entre la
depresión mayor y las alteraciones del sueño. Con el Electroencefalograma (EEG) o
Polisomnografía (estudio del sueño), se ha descubierto que en los depresivos la distribución del
sueño MOR (REM) ha quedado alterada y desplazada. Algunos estudios han mostrado que el
acortamiento en la latencia de MOR se correlaciona de forma considerable con 9la severidad de
la depresión. Es decir, el MOR parece mal ubicado y extendido en el sueño de los depresivos.

Nota: de 1994 a 2000 (trabaje y fui responsable de la Clínica de los Trastornos del Sueño, en el Hops.
Psiquiátrico “Dr. Rafael Serrano” Dependiente de la Secretaria de Salud En el estado de Puebla.

La psicoterapia aplicada al Trastorno depresivo


Ha estado orientada en varios aspectos: a nivel farmacológico, los inhibidores de la
monoaminoxidasa suprimen el sueño MOR durante períodos prolongados. Otros
psicoterapeutas prescribieron a sus pacientes que se fueran a dormir seis horas antes de lo
habitual y han referido mejoras.

Algunas pautas de procedimiento: Para la Intervención


1. Cuando una persona viene para compartir un problema es necesario escuchar
atentamente haciendo las preguntas oportunas que amplíen la información y, después de
haber pedido permiso, tomar notas con el fin de no olvidar lo más importante, lo que
nos dará la oportunidad de repasarlas cuando sea necesario. En psicoterapia se Utiliza
para este fin la Historia Clínica.
2. Determinar si se trata de un problema psicológico o espiritual. Si no es posible la
diferenciación, detectar los elementos espirituales en el problema que requieren
intervención.
3. Si no se está capacitado para afrontar el problema, enviar a la persona a otro
profesional, ya sea psicólogo o pastor. Es importante mantener la honestidad en cuanto
a nuestras capacidades y limitaciones. El creyente lo agradecerá y Dios lo bendecirá.

4. Si el asunto es psicológico, el pastor dará apoyo espiritual continuado a la persona


mientras dura el problema. No obstante es conveniente mantener una actitud prudencial
y no entrometida; mientras se pueden usar las “armas” pastorales: oración, unción,
comunión, instrucción en la Palabra, el amor incondicional...

5. Si el asunto es espiritual y se está capacitado para tratarlo, estudiar detenidamente los


pasos que se pueden dar para ayudar a la persona a ser restaurada vigilando las propias
actitudes. Recordemos el texto de Gálatas 6.1‐2: “Si alguno fuere sorprendido en
8

alguna falta, vosotros que sois espirituales restauradle con espíritu de mansedumbre,
considerándote a ti mismo no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las
cargas de los otros y cumplid así la ley de Cristo”.

6. Se puede estudiar la posibilidad de hablar con el psicoterapeuta cristiano y comentar


sobre el problema y, sin que revele datos profesionales, comentar sobre la ayuda
pastoral que la persona puede recibir en su situación. En este sentido, es deseable
buscar, en todo momento, la colaboración interdisciplinar.

Estimados hermanos; espero que estos apuntes les ayude a dilucidar, el papel del Ministerio
pastoral y la ayuda Psicológica, cada disciplina en su justa dimensión., Concluyendo que la
palabra de Dios está por sobre todas las cosas.
¡Que Dios los bendiga!

Les agradeceré sus comentarios. Muchas gracias.


Psic. y Diac. David García Castro.

Bibliografía
1 Douglas A. Bernstein y Michael T. Nietzel. Introducción a la psicología Clínica. Mac. Graw
Hill. 2000. 10
2 E. Jerry Pares. Psicología Clínica Manual Moderno 1996 .
3 Ellis Alrbert. TRE. Terapia Racional Emotiva. A. Paz Mex. 2000
4 Alberto Barrientos. Principios y Alternativas de Trabajo Pastoral. Miami: Caribe,
1982, págs. 29,ss.
5. Viktor E. Frankl. La presencia ignorada de Dios. Psicoterapia y religión. Barcelona:
Herder, 1991, pág. 21.
6 Véase Vernon Grounds. El evangelio y los problemas emocionales. Tarrasa: Clie,
1980.
7 Rosenzweig, Mark R. Y Leiman, Arnold I. Psicología fisiológica. Madrid: McGraw‐Hill,
1992, pág. 605‐606.
8. W. R. Parker. La Oración en la Psicoterapia. Pax-Mex 2006

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