Catedrático:

Ana Ruth Trejo Henrríquez

Estudiante:
Farid Berthony Mancía Portillo

Asignatura:
Educación ambiental

Código del estudiante:

122390069

Tipo de tarea:
informe del concepto básico de educación ambiental

Lugar:
Pueblo Nuevo, Florida, Copan
Introducción
La educación ambiental es un proceso educativo que tiene como objetivo fomentar la conciencia y el
conocimiento sobre la protección y preservación del medio ambiente. Es una herramienta fundamental
para sensibilizar a las personas acerca de los graves problemas ambientales que afectan al planeta.
Esta educación se promueve para el desarrollo de conductas y prácticas sostenibles, fomentar el
respeto por la naturaleza y la conservación de los recursos naturales. La educación ambiental incluye
actividades educativas tales como proyectos de investigación, programas de voluntariado y
aprendizaje informal como visitas a áreas naturales.
Ecología y niveles de jerarquía ecológicos
La ecología es la rama de la biología que se encarga de estudiar la interacción de los seres vivos con
su ambiente físico y biológico. Los niveles de jerarquía ecológica son una herramienta para organizar
y clasificar los elementos biológicos en relación con la cantidad de información que contienen. Estos
niveles son organismo, población, comunidad, ecosistema, biomas y biosfera. En cada nivel las
relaciones entre los componentes son más complejas que en el nivel anterior, lo que significa que más
energía es necesaria para mantener su existencia.

Ecosistema
Un ecosistema es un sistema complejo formado por seres vivos y su entorno no vivo, incluyendo el
suelo, el agua, el aire y los procesos físicos y químicos que los vinculan. En un ecosistema, los seres
vivos interactúan entre sí y con su entorno no vivo, formando una red de relaciones complejas.

En un ecosistema, los organismos se pueden clasificar en diferentes niveles tróficos según su función
alimentaria. Las plantas o productores son los organismos que convierten la energía solar en alimento
a través de la fotosíntesis. Los herbívoros o consumidores primarios se alimentan de plantas, mientras
que los carnívoros o consumidores secundarios se alimentan de otros animales. Los
descomponedores o detritívoros se alimentan de materia orgánica muerta, liberando nutrientes al
suelo y cerrando el ciclo de la materia.

Además de los seres vivos, un ecosistema también incluye factores abióticos, como la luz solar, la
temperatura, el agua, el aire, el suelo y los nutrientes. Estos factores abióticos interactúan con los
seres vivos del ecosistema y pueden influir en su distribución, crecimiento y supervivencia.

Los ecosistemas pueden variar desde pequeños y simples, como una charca, hasta grandes y
complejos, como un bosque tropical. Cada ecosistema es único y tiene una combinación única de
seres vivos y factores abióticos que lo hacen funcionar. La comprensión de los ecosistemas y el papel
que desempeñan en el planeta es esencial para la conservación de la biodiversidad y la sostenibilidad
de los recursos naturales.

Clasificación de los órganos vivos desde el punto de vista de su alimentación

Los organismos vivos se pueden clasificar en diferentes grupos en función de su alimentación. A
continuación, se describen algunos de los principales grupos:

1. Autótrofos: son organismos capaces de producir su propio alimento a partir de sustancias

inorgánicas. Los autótrofos pueden ser de dos tipos: fotosintéticos, que utilizan la luz solar para
producir su alimento, y quimio sintéticos, que utilizan la energía de reacciones químicas para producir
su alimento. Ejemplos de autótrofos son las plantas, las algas y algunas bacterias.

2. Heterótrofos: son organismos que no pueden producir su propio alimento y dependen de otros
organismos para obtenerlo. Los heterótrofos pueden ser de dos tipos: herbívoros, que se alimentan
de plantas, y carnívoros, que se alimentan de otros animales. También hay organismos que se
alimentan de materia muerta, como los descomponedores. Ejemplos de heterótrofos son los animales,
los hongos y algunas bacterias.

3. Mixótrofos: son organismos que pueden obtener su alimento tanto por sí mismos como a través de
otros organismos. Estos organismos pueden ser autótrofos en algunas condiciones y heterótrofos en
otras. Ejemplos de mixótrofos son algunas algas y protozoos.

4. Parásitos: son organismos que dependen de otros organismos para obtener su alimento y viven a
expensas de ellos, sin proporcionar ningún beneficio a su huésped. Los parásitos pueden ser internos
(viven dentro del huésped) o externos (viven en la superficie del huésped). Ejemplos de parásitos son
las pulgas, las garrapatas y algunos gusanos.
5. Simbiontes: son organismos que dependen de otros organismos para obtener su alimento, pero a
cambio proporcionan algún beneficio a su huésped. Los simbiontes pueden ser mutualistas, cuando
ambos organismos se benefician, o comensales, cuando uno se beneficia y el otro no se ve afectado.
Ejemplos de simbiontes son las bacterias que viven en el intestino de los seres humanos y ayudan
en la digestión.
Clasificación de los componentes abaticos
Existen diferentes formas de clasificación de los componentes abióticos de un ecosistema, a
continuación, se presentan algunas de ellas:

1. Según su naturaleza física:

- Componentes atmosféricos: aire, gases (oxígeno, dióxido de carbono, nitrógeno), partículas
atmosféricas.
- Componentes hidrológicos: agua, humedad, precipitación, nieve, hielo, ríos, lagos, aguas
subterráneas, océanos.
- Componentes edáficos: suelo, sedimentos, rocas, minerales.

2. Según su naturaleza química:

- Componentes orgánicos: biomasa, materia orgánica muerta, compuestos orgánicos.
- Componentes inorgánicos: dióxido de carbono, dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, sales
minerales, metales, ácido sulfúrico.

3. Según su naturaleza geológica:

- Componentes geológicos: rocas, suelos, minerales, arena, arcilla, piedra caliza.

Cabe destacar que los componentes abióticos están estrechamente relacionados entre sí y con los
seres vivos del ecosistema, formando un sistema complejo y dinámico en el que cualquier cambio
puede tener consecuencias importantes a nivel local y global.
Biodiversidad y los beneficios que representa el ser humano
La biodiversidad se refiere a la variedad de seres vivos que habitan en la Tierra y a los patrones
naturales que se forman a partir de sus interacciones. La biodiversidad es esencial para la
supervivencia y el bienestar humano, ya que nos proporciona una amplia gama de servicios eco
sistémicos, como alimentos, agua limpia y aire puro, medicamentos y materiales de construcción, así
como beneficios culturales y recreativos.

Sin embargo, la pérdida de biodiversidad es una amenaza importante para la humanidad, ya que
puede tener graves consecuencias para la salud humana, el bienestar y la seguridad alimentaria, así
como para el funcionamiento de los ecosistemas. La pérdida de biodiversidad puede ser causada por
una serie de factores, como la degradación del hábitat, la contaminación, la introducción de especies
exóticas invasoras y el cambio climático.

La pérdida de biodiversidad puede tener graves consecuencias para la salud humana, ya que muchas
especies animales y vegetales son fuente de alimento, medicamentos y otros productos importantes.
Por ejemplo, se estima que el 70% de los medicamentos modernos se derivan de organismos
naturales. Además, la pérdida de biodiversidad puede afectar la capacidad de los ecosistemas para
proporcionar alimentos y agua limpia, lo que puede tener graves consecuencias para la seguridad
alimentaria y la salud humana.

Causas y efectos de la perdida de la biodiversidad para el ser humano

La pérdida de biodiversidad también puede tener consecuencias económicas importantes. Por
ejemplo, la pesca y la acuicultura son una fuente importante de alimentos y empleo en muchos países,
pero la sobreexplotación y la degradación del hábitat pueden amenazar la viabilidad a largo plazo de
estas actividades. Además, la pérdida de biodiversidad puede afectar la capacidad de los ecosistemas
para proporcionar servicios como la polinización de cultivos, lo que puede tener consecuencias
negativas para la producción agrícola y la seguridad alimentaria.

En resumen, la pérdida de biodiversidad representa una amenaza importante para la humanidad, ya

que puede tener graves consecuencias para la salud humana, el bienestar y la seguridad alimentaria,
así como para la economía y el medio ambiente. Por lo tanto, es crucial que tomemos medidas para
preservar la biodiversidad y proteger los servicios eco sistémicos que proporciona.