Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Características Generales de Sala 1 Año

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

Características generales de los niños y niñas de 1 año

Este período está básicamente orientado a establecer relaciones con el


mundo exterior. El niño se adapta a situaciones nuevas, no sólo utilizando
esquemas ya adquiridos, sino buscando y encontrando medios nuevos. Inicia
la conquista de su autonomía, manteniéndose de pie y dando sus primeros
pasos, cada vez con mayor seguridad. También a esta edad comienza a
interiorizar ciertas prohibiciones, motivo por el cual interesa que éstas sean
pocas, fundamentales y permanentes, lo que le dará seguridad y confianza,
ayudándole a estructurar sus pautas de comportamiento.
Se observan enormes progresos de control y dominio general del cuerpo.
Alrededor del año y medio, complejiza sus habilidades en el andar: lo hace
hacia atrás, pisa pequeños objetos del suelo y otras acciones similares. Sólo
cuando el andar se haya automatizado, dejará de ser interesante como tal
para él. El andar va a permitir al niño orientarse en el espacio, conocer más y
mejor los objetos de su alcance y manipular mucho más.
A esta edad, aprenderá la función que tiene cada objeto, que es lo que se
conoce como "actividad objetal", vale decir, le dará a cada objeto, el uso que
le corresponde.
Asimismo, el lenguaje se irá desarrollando de forma importante, sobre todo a
partir del año y medio. Es crucial que el niño vaya ejercitando este
aprendizaje con un adulto, para lo cual se puede aprovechar su creciente
interés por los cuentos. De esta manera, el niño irá perfeccionando la
comprensión del lenguaje, y desarrollando el suyo propio.

Desarrollo psicomotor:

A esta edad el niño o niña pasa por diferentes fases de desplazamiento


desde el volteo y el gateo hasta que logra caminar él solo.
Entre estas fases el niño debe vencer la dificultad que le supone mantener el
equilibrio, primero sobre algún punto de apoyo (una persona, una barandilla,
un mueble…) para finalmente permanecer de pie sin ayuda alguna.
Es en este momento cuando el niño o niña logra dar sus primeros pasos. A
medida que domina la acción de caminar puede ir combinando dicha acción
con otras de manera simultánea, como caminar y volver la cabeza hacia
atrás, portando objetos…La posibilidad de caminar le abre al niño un enorme
abanico de posibilidades, ya que le permite explorar el entorno de un modo
mucho mas amplio.
Antes de los 18 meses comienza a sentir curiosidad por los útiles gráficos y
realiza sus primeros garabateos. Le gusta jugar con papeles (arrugarlos,
rasgarlos, hacer bolas con ellos…) y sacar y meter objetos de los recipientes.
Sus movimientos se van haciendo cada vez más precisos. A partir de los 18
meses los trazos son más firmes, el niño puede inclinar un recipiente para
vaciarlo, pasar páginas de un libro y realizar actividades que le dan
autonomía como comer solo manejando la cuchara.
Al final de esta etapa es capaz de correr, saltar, dar patadas a una pelota,
bajar escaleras solo.

Desarrollo cognitivo:
En esta etapa las acciones del niño/a comienzan a caracterizarse por tener
una intención. El niño no actúa porque sí, limitándose a responder a los
estímulos, sino que comienza a comprender las consecuencias que tienen las
acciones, mediante la experimentación y el descubrimiento por ensayo-error.
Comienza también a desarrollarse la comprensión de la permanencia de los
objetos, esto es, comprende que aunque un objeto desaparezca (porque lo
escondamos por ejemplo) sigue existiendo, y es un buen momento pues para
realizar juegos de aparecer-desaparecer.
En torno a los 18 meses, empieza a realizar pequeñas asociaciones y
emparejamientos y entender algunos conceptos (grande-pequeño, colores…).

Desarrollo del lenguaje::

La adquisición del lenguaje comienza primero por la comprensión de


palabras (juguetes, objetos cotidianos de frecuente uso, algunos animales o
partes del cuerpo…) órdenes (del tipo: dame o toma), a la que posteriormente
se unen las primeras emisiones del niño.

A los 12 meses comienza la etapa lingüística. El niño es capaz de integrar y


relacionar un contenido o idea con determinados objetos. Lo más
característico de esta etapa es un lenguaje especial que se denomina jerga:
emite una serie de sonidos con cierto ritmo y entonación, aunque no todos lo
utilizan de la misma forma. Parece que mantiene una conversación en un
idioma que sólo él mismo entiende.
Es frecuente el uso de onomatopeyas para nombrar algunos objetos o
animales. Entiende muchas más palabras de las que es capaz de pronunciar
y comprende palabras y órdenes sencillas.

La compresión oral progresa rápidamente y utiliza una determinada palabra


para expresar un amplio contenido que sólo es comprendido por quienes le
rodean, en función del contexto y apoyado por los gestos. El vocabulario
aumenta considerablemente, aunque no todos los niños progresan al mismo
ritmo. Es capaz de responder a órdenes sencillas (recoger, guardar, buscar,
sentarse…) y de combinar algunas palabras (ya está, se acabó…).

A lo largo de esta etapa irá mejorando el nivel de comprensión y expresión


oral, aumentará el vocabulario y responderá a órdenes cada vez más
complejas
En cuanto a la comprensión comienza entendiendo órdenes y respondiendo
ante estas. Reconoce objetos al nombrarlos y los señala.
En cuanto a la emisión de palabras, el niño comienza apoyando sus
verbalizaciones con gestos (por ejemplo, señala el biberón y pide agua). Es
frecuente el uso de onomatopeyas para nombrar algunos objetos o animales.

Hacia los 18 meses su vocabulario ronda las 10 palabras (normalmente


juguetes o personas cercanas, aunque también puede nombrar alimentos o
partes del cuerpo).
Sus primeras frases constan solo de una palabra, y al final de este año el niño
es capaz de construir frases de tres palabras.

Desarrollo personal-social:

El niño o niña de 1 a 2 años adquiere una serie de habilidades que permiten


iniciarse en el desarrollo de su autonomía.
Se reconoce en el espejo y puede ponerse alguna prenda de vestir por si solo.
En la alimentación, hacia los 18-20 meses podemos iniciar al niño en el manejo
de la cuchara.

Hacia el 15º mes de vida, puede participar de su cuidado e higiene lavándose


las manos, y a partir del año y medio podemos comenzar a colaborar con el
niño para que controle sus esfínteres, observando las horas en las que
habitualmente reposiciona y orina, ayudados por su interés por
comunicarnos sus ganas de ir al baño.

En cuanto a la socialización, el niño comienza a tomar conciencia y distinguir


entre él mismo y la gente que le rodea.

Su juego empieza siendo de un modo solitario, pero poco a poco se relaciona


con sus compañeros, comparte juguetes…
A lo largo de esta etapa le gusta jugar con todo tipo de cosas, manosear,
desmontar, descubrir. Para él o ella, tocar es aprender. Es muy curioso,
observa a los demás y aprende de las relaciones que establece. El juego es un
medio para relacionarse con el entorno y lo guía, con mucha frecuencia es la
imitación del adulto. Aprende de las relaciones que establece con los demás.
Es capaz de expresar utilizando diferentes medios, distintas emociones: celos,
alegría, tristeza, simpatía, ansiedad, extrañeza, desconfianza, entre otros. A
mediados de este periodo puede comenzar a desafiar la autoridad del adulto.
Simplemente está reafirmando su personalidad y autonomía. Por eso su
palabra favorita suele ser “no”, le encanta la provocación y mide su influencia
sobre el adulto.

Fuentes recurridas:
● http://www.psicologiainfantil
● http://ptximeleta.blogspot.com.ar

También podría gustarte