Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Liturgia Misa Crismal Ultimo

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 8

~1~

IGLESIA ANGLICANA CARISMÁTICA DEL ECUADOR


LITURGIA DE LA MISA CRISMAL

1. PROFESIÓN RELIGIOSA

Llamada o petición.
Después de la lectura del Evangelio, el celebrante y el pueblo se sientan, mientras que quienes van a profesar
permanecen de pie. Después, si parece oportuno o las circunstancias lo piden, el diácono, o bien el formador y la formadora
responsables, llama por su nombre a los que van a profesar, quienes responden
:
QUE ENMA, GLADYS Y SILVIA DEN UN PASO AL FRENTE
Aquí estoy, Señor; tú me has llamado.

Luego, el celebrante pregunta a quienes van a profesar, con estas palabras:


Queridas hermanas, en este momento de vuestra vida en el que os encontráis, aquí, en presencia de los
hermanos y hermanas de la Congregación, de vuestra familia y de vuestros amigos,
¿Qué pedís a Dios y a su santa Iglesia?

Todos los que van a profesar responden a la vez, con estas o semejantes palabras:
Después de haber vivido varios años con vosotros, de haber experimentado la vida religiosa según la
Regla de Vida y los Cánones de esta iglesia, pedimos poder consagrarnos a Dios y a su Reino, haciendo
la profesión perpetúa en la orden religiosa Servidoras de Cristo Rey.

El celebrante y todos responden:


Te damos gracias, Señor.

Homilía o exhortación
Al acabar la homilía, quienes van a profesar se levantan. El celebrante les pregunta si están dispuestos a entregarse a Dios y a
avanzar por la senda de la caridad perfecta, según las Constituciones de la Congregación.
Queridos hermanos y hermanas, el día de vuestro bautismo fuisteis consagrados al Señor por el agua y el
Espíritu. ¿Queréis uniros más estrechamente a Dios por la profesión perpetua de votos?

Todos los que van a profesar responden a la vez:


Sí, quiero.

Celebrante:
Según el designio del Padre, Jesucristo ha venido al mundo para servir y dar su vida a fin de que
tengamos vida en abundancia. ¿Queréis seguirlo siempre con un corazón libre y alegre, no anteponer
nada al amor de Cristo, guardar la fidelidad, elegir la sencillez y vivir la obediencia?

Todos los que van a profesar responden a la vez:


Sí, quiero.

Celebrante:
~2~

Las hermanas de la familia religiosa constituyen una sola Congregación, con un solo carisma, una sola
misión, una sola espiritualidad. ¿Queréis, bajo la acción del Espíritu Santo, gastar generosamente
vuestra vida al servicio del pueblo de Dios viviendo vuestros compromisos en comunidad como
miembros de una sola Congregación de hermanas?

Todos los que van a profesar responden a la vez:


Sí, quiero.

Entonces el celebrante confirma la decisión de los que van a profesar, diciendo estas palabras:
Os invito, entonces, a que hagáis vuestra profesión perpetua para consagraros a la orden religiosa
servidoras de Cristo Rey. Dios, que comenzó en vosotros la obra buena, él mismo la lleve a feliz término
hasta el día de Cristo Jesús. Amén.

ORACIÓN LE TÁNICA

Todos se ponen de pie. El celebrante, con las manos juntas, vuelto al pueblo, dice:
Oremos, queridos hermanos, a Dios Padre todopoderoso, para que derrame su bendición sobre estos
hijos e hijas suyos, a quienes ha llamado al perfecto seguimiento de Cristo, y les confirme piadosamente
en su santo propósito.
Todos de rodillas.
.
Oh Dios Padre, Creador del cielo y de la tierra,
Ten piedad de nosotros.
Oh Dios Hijo, Redentor del mundo,
Ten piedad de nosotros.
Oh Dios Espíritu Santo, Santificador de los fieles,
Ten piedad de nosotros.
Oh santa, bendita y gloriosa Trinidad, un solo Dios,
Ten piedad de nosotros.
No te acuerdes, Cristo Señor, de nuestras ofensas, ni de las de nuestros padres;
ni nos pagues según nuestros pecados. Perdónanos, buen Señor, perdona a tu pueblo,
que redimiste con tu preciosísima sangre, y por tu piedad presérvanos para siempre.
Perdónanos, buen Señor.
De todo mal e iniquidad; del pecado; de las astucias y
asaltos del diablo; y de la condenación eterna,
Líbranos, buen Señor.
De toda ceguedad de corazón; de soberbia, vanagloria e
hipocresía; de envidia, odio y mala voluntad; y de toda falta de caridad,
Libranos, buen Señor.
De toda afección desordenada y pecaminosa; y de todos
los engaños del mundo, del demonio y de la carne,
Líbranos, buen Señor.
De toda falsa doctrina, herejía y cisma; de
endurecimiento de corazón, y menosprecio de tu Palabra y mandamiento,
Líbranos, buen Señor.
De rayos y tempestades; de terremotos, incendios e
inundaciones; de la plaga, peste y hambre,
~3~

Líbranos, buen Señor.


De toda opresión, conspiración y rebelión; de violencia,
guerra y asesinato; de muerte repentina y sin preparación,
Líbranos, buen Señor.

Por el misterio de tu santa Encarnación; por tu santa


Natividad y obediencia a la Ley; por tu Bautismo, Ayuno y Tentación,
Líbranos, buen Señor.
Por tu Agonía y Sudor de Sangre; por tu Cruz y Pasión;
por tu preciosa Muerte y Sepultura; por tu gloriosa
Resurrección y Ascensión; y por la Venida del Espíritu Santo,
Líbranos, buen Señor.
En todo el tiempo de nuestra tribulación; en todo el
tiempo de nuestra prosperidad; en la hora de la muerte, y en el día del juicio,
Líbranos, buen Señor.
Nosotros pecadores te rogamos nos oigas, oh Señor
Dios; y que te dignes dirigir y gobernar a tu santa Iglesia
Católica en el camino de la rectitud,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes iluminar a todos los obispos, presbíteros y
diáconos, con el verdadero conocimiento y comprensión
de tu Palabra; y que tanto con su predicación como con su vida lo proclamen y manifiesten,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes bendecir y proteger a todo tu pueblo,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes enviar labradores a tu viña, y atraer a tu
reino a todo el género humano,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes dar a todo tu pueblo aumento de gracia
para escuchar y recibir tu Palabra, y para producir los
frutos del Espíritu,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes traer al camino de la verdad a todos los
que están en error y engaño,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes darnos un corazón dispuesto para amarte y
temerte, y para vivir diligentemente según tus mandamientos,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes gobernar de tal manera los corazones de
tus siervos, el Presidente de esta nación, y cuantos ejercen
autoridad, que hagan justicia, amen misericordia y caminen por las sendas de la verdad,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes poner fin a las guerras en todo el mundo;
dar a todas las naciones unidad, paz y concordia, y otorgar libertad a todos los pueblos,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.

Que te dignes compadecerte de todos los encarcelados y


cautivos, de los que carecen de alimento y hogar, y de todos los desconsolados y oprimidos,
~4~

Suplicámoste nos oigas, buen Señor.


Que te dignes darnos y conservar para nuestro uso los
frutos abundantes de la tierra, para que a debido tiempo todos disfrutemos de ellos,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes inspirarnos, en nuestras diversas
vocaciones, para realizar el trabajo que tú nos
encomiendas, con sencillez de corazón como tus siervos, y para el bien común,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes preservar a todos los que están en peligro
por razón de su trabajo o de sus viajes,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.

Que te dignes proteger y brindar lo necesario a todas las


mujeres que están de parto, a los niños y huérfanos, a los
viudos, y a todos aquéllos cuya vida familiar se halla destrozada o dividida por la discordia,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes visitar a los que están solos; fortalecer a
todos los que sufren en mente, cuerpo y espíritu; y
consolar con tu presencia a los inválidos y descaecidos,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes sostener, auxiliar y fortalecer a todos los
que están en peligro, necesidad y tribulación,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes tener piedad de todo el género humano,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes darnos un verdadero arrepentimiento;
perdonarnos todos nuestros pecados, descuidos e
ignorancias; e investirnos con la gracia de tu Espíritu
Santo para enmendar nuestra vida conforme a tu santa Palabra,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes perdonar a nuestros enemigos,
perseguidores y calumniadores, y convertir sus corazones,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes fortalecer a los que aún permanecen
firmes; y sostener y dar fuerza a los débiles; levantar a los
caídos; y finalmente hacernos hollar a Satanás bajo nuestros pies,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes conceder a todos los fieles difuntos la paz y
la vida eterna,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes conceder que, en la comunión de
[_____________ y] todos los santos, alcancemos tu reino celestial,
Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Hijo de Dios, suplicámoste nos oigas.
Hijo de Dios, suplicámoste nos oigas.
Oh Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Ten misericordia de nosotros.
Oh Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
~5~

Ten misericordia de nosotros.


Oh Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Danos tu paz.
Oh Cristo, óyenos.
Oh Cristo, óyenos.
Señor, ten misericordia de nosotros. Kyrie eleison.
Cristo, ten misericordia de nosotros. o esto: Christe eleison.
Señor, ten misericordia de nosotros. Kyrie eleison.

El Oficiante de pie concluye:


Oremos.
Te rogamos humildemente, oh Padre, que mires con piedad nuestras flaquezas; aparta de nosotros, por la
gloria de tu Nombre, todos estos males que tan justamente hemos merecido; concede que en todas
nuestras calamidades pongamos toda nuestra seguridad y confianza en tu misericordia, y que te sirvamos
siempre en santidad y pureza de vida, para tu honra y gloria; por nuestro único Mediador y Abogado,
Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Diácono:
Podéis levantaros.

PROFESIÓN
Al acabar la oración, las que van a profesar se acercan individualmente a la superiora, y de rodillas y en sus manos, leen la
fórmula de la profesión.
“Yo, N.N., conforme a las Constituciones aprobadas por la Iglesia Anglicana Carismática Del
Ecuador, hago para siempre, entre sus manos, Señor Obispo Henrry Bonilla, voto de, Sencillez,
Obediencia y Fidelidad como hermana de la orden religiosa servidoras de Cristo Rey, a cuyo
servicio quiero vivir y morir. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.

Inmediatamente, el diácono u otro ministro le acercan el Evangelio, y colocando la mano sobre el mismo dice:
Así Dios me ayude y su santo Evangelio.

El Obispo recibe la profesión con estas palabras:


Yo, N.N., Como tu Obispo acepto tu profesión religiosa en nombre de la Iglesia Una, Santa, Católica y
Apostólica de Cristo.
Después, el que acaba de profesar, se dirige al altar y firma el acta de la profesión. Luego regresa a su sitio.
Bendición solemne o de consagración de los profesos y profesas
Las religiosas y religiosos que acaban de profesar se ponen de rodillas ante el celebrante, y éste con las manos
extendidas delante del pecho, dice la oración de bendición.

Que estas hermanas sepan, Señor, entregarse al servicio de sus hermanos, conservando su corazón libre
para ti; que, ayudando a los afligidos, consuelen a Cristo que sufre, y al contemplar las maravillas del
mundo, vean siempre que tu providencia las gobierna. Con la donación de su vida apresuren el
advenimiento del reino y puedan asociarse a tus santos y con ellos tener parte en el reino eterno. Por
Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Entrega de las insignias de la profesión
Acogida de la comunidad.

Acabada la entrega de las insignias de la profesión, la Orden de Cristo Rey recibe a quienes han hecho su profesión perpetua
con un abrazo de paz. Antes del abrazo el celebrante o la superiora dice las siguientes palabras:
~6~

Públicamente ratifico que formáis parte de nuestra gran familia y sois miembros de esta orden religiosa
Servidoras de Cristo Rey.
Amén.

2. RENOVACIÓN DE LOS VOTOS DE LAS SERVIDORAS

El celebrante pide la ayuda de Dios, diciendo, por ejemplo:


Oremos, queridos hermanos, a Dios, fuente de toda perseverancia, a favor de estas hijas suyas, que hoy
van a renovar ante la Iglesia su profesión religiosa.

Todos oran en silencio durante unos momentos. Luego el celebrante dice:


Te pedimos, Señor, que mires con bondad a esta familia de la Orden Religiosa de Cristo Rey reunida
hoy en tu nombre. Concede a nuestras hermanas N.., perseverancia para contemplar el misterio del amor
de Cristo Jesús. Que esta consagración que quieren renovar les conduzca a no anteponer nada al amor de
Cristo y que así sus vidas sean manifestación de tu amor compasivo. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

Profesión de renovación.
Al acabar la oración, las que van a profesar se acercan individualmente a la superiora, y de rodillas y en sus manos, leen la
fórmula de la profesión.

Nosotras conforme a las Cánones de la Iglesia Anglicana Carismática Del Ecuador, hacemos
para siempre, entre sus manos Señor Obispo Henrry Danilo Bonilla, voto de, Sencillez, Obediencia y
Fidelidad, como hermanas de la orden religiosa Servidoras de Cristo Rey, a cuyo servicio
queremos vivir y morir. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.

El Obispo (superiora) recibe la renovación con estas palabras:


Yo, Como su Obispo acepto tu renovación en nombre de la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica de
Cristo.

3. REAFIRMACIÓN DE VOTOS DE ORDENACIÓN


Celebración de un Nuevo Ministerio. Después del sermón (y el Credo), el obispo se sienta en una silla delante del altar y se
dirige a los que van a renovar sus votos. Estos se ponen de pie, frente al obispo, quien dice éstas u otras palabras similares:
Amados hermanos, el ministerio que compartimos no es otro que el ministerio sacrificial de Cristo,
quien se dio a sí mismo a la muerte en la cruz para salvación del mundo. Por medio de su gloriosa
resurrección nos ha abierto las puertas del camino de la vida eterna. Por medio del don del Espíritu
Santo, comparte con nosotros las riquezas de su gracia. Hemos sido llamados para proclamar su muerte
y resurrección, para administrar los sacramentos del Nuevo Pacto que él selló con su sangre en la cruz, y
para cuidar a su pueblo en el poder del Espíritu. Ustedes aquí, en la presencia de Cristo y de su Iglesia,
¿renuevan el compromiso de su ministerio bajo la dirección pastoral de su obispo?

Respuesta Lo renuevo.
~7~

Obispo ¿Reafirman la promesa de ministrar la Palabra de Dios y los sacramentos del


¿Nuevo Pacto para que se reconozca y reciba el amor reconciliador de Cristo?

Respuesta La reafirmo.

Obispo ¿Reafirman la promesa de ser fieles siervos para todos los que están encomendados a su
cuidado, forjando sus vidas de acuerdo con las enseñanzas de Cristo, de tal manera que sean ejemplo
para todo su pueblo?

Respuesta La reafirmo.

Entonces el obispo se pone de pie y hace la siguiente declaración:


Ahora yo, como su obispo, también delante de Dios y de ustedes, reafirmo las promesas que hice cuando
fui ordenado. Pido sus oraciones.

Obispo y Clero
Que el Señor quien les ha dado la voluntad para hacer estas cosas, les dé también la gracia y el poder
para hacerlas.

EL SACERDOTE SE PONE DE RODILLAS.

¿Serás leal a la doctrina, disciplina y culto de Cristo, tal y como esta Iglesia los ha recibido? ¿Y
obedecerás, de acuerdo con los cánones de esta Iglesia, a tu obispo y otros ministros que tengan
autoridad sobre tu trabajo?

Respuesta
Estoy dispuesto a hacerlo así; y declaro solemnemente que creo que las Sagradas Escrituras del Antiguo
y Nuevo Testamentos son la Palabra de Dios, y que contienen todas las cosas necesarias para la
salvación; y me comprometo solemnemente a conformarme a la doctrina, disciplina y culto de la Iglesia
Anglicana Carismática del Ecuador.

Entonces el Obispo dice esta Oración de Consagración:


Dios y Padre de todos, te alabamos por tu amor infinito al llamarnos para ser un pueblo santo en el reino
de tu Hijo Jesús nuestro Señor, que es la imagen de tu gloria eterna e invisible, el primogénito entre
muchos hermanos, y la cabeza de la Iglesia. Te damos gracias porque, por su muerte, ha vencido a la
muerte, y habiendo ascendido a los cielos, ha derramado abundantemente sus dones sobre tu pueblo,
haciendo a unos apóstoles, a otros profetas, a unos evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de
equipar a los santos para la obra del ministerio y para la edificación de su cuerpo.

Ahora, el Obispo impone sus manos sobre la cabeza del ordenando; los Presbíteros presentes también imponen sus manos.
Al mismo tiempo, el Obispo dice:
Por tanto, Padre, por medio de Jesucristo tu Hijo, derrama sobre N. tu Espíritu Santo; cólmale de gracia
y poder, y hazle un sacerdote en tu Iglesia.
~8~

El Obispo continúa:
Que te exalte, oh Señor, en medio de tu pueblo; y ofrezca sacrificios espirituales que te sean aceptables;
que valerosamente proclame el evangelio de salvación; y rectamente administre los sacramentos del
Nuevo Pacto.
Hazle un fiel pastor, un maestro paciente y un sabio consejero. Concédele que en todo te sirva sin
reproche, a fin de que tu pueblo sea fortalecido y tu Nombre glorificado en todo el mundo. Esto te lo
pedimos por
Jesucristo nuestro Señor, que contigo y el Espíritu Santo vive y reina, un solo Dios, por los siglos de los
siglos.
El Pueblo en voz alta responde Amén.

LA PAZ.

La Paz del Señor sea siempre con ustedes.


Pueblo: Y con tu Espíritu.

EL OFERTORIO.

LITURGIA EUCARÍSTICA

DESPEDIDA
PASION DEL SEÑOR

Que Dios, Padre de misericordia, que en la Pasión de su Hijo os ha dado ejemplo de amor, os conceda,
por vuestro servicio a Dios y a los hombres, el don inefable de su bendición.
R. Amén.
Que Cristo, por cuya muerte temporal confiáis líbranos de la eterna, os obtenga una vida inmortal.
R. Amén.
Que imitando su ejemplo de humildad, participéis un día de su gloriosa resurrección.
R. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.
R. Amén.

También podría gustarte