Hora Santa de Abril Cuarto Jueves de Mes
Hora Santa de Abril Cuarto Jueves de Mes
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VIVA JESUS,
MUERA EL PECADO,
¡SEA POR SIEMPRE BENDITO Y ALABADO JESUS SACRAMENTADO!
1. Bendición
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
(3 veces) Bendito alabado y adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
R/ Sea para siempre bendito y alabado
Mi Jesús Sacramentado mi dulce amor y consuelo,
R/ Quien te amará tanto que de amor por ti muriera...
(2 veces) Viva Jesús Sacramentado
R/ Viva Y de todos sea Amado
¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! ¡Te pido perdón por los que no creen, no
adoran, no esperan, no te aman! (Tres veces).
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente y te ofrezco
el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, presente
en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes con los que El es
ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores.
2. Oración de Protección
Salmo 118
Corazón de Jesús, Salvador y Rey mío, te ofrecemos esta hora de guardia, durante la
cual, Se sombre el coro de ángeles que corresponda a la hora en que se está
haciendo esta hora santa y se une bajo la intención de esta hora. (Abajo se deja
el resumen de todas las horas) Deseamos especialmente, amarte, glorificarte y
reparar las ofensas que recibes de todos los hombres. Acepta esta intención, nuestros
pensamientos, palabras, obras, alegrías y sufrimientos de esta hora, y recibe nuestro
corazón que generosamente te entregamos,
suplicándote lo consumas con el fuego de tu purísimo Amor.
V: Corazón de Jesús.
R: Venga a nosotros tu reino.
V: Jesús, manso y humilde de corazón.
R: Haz nuestro corazón semejante al tuyo.
V: Corazón de María.
R: Protege la Guardia de Honor y esta jornada de reparación.
¡Padre Eterno!, en esta Hora de Guardia, con la Virgen María, y los discípulos fieles junto
a la Cruz de Jesús, te ofrecemos la sangre y el agua que brotan de la herida del Corazón
de tu Hijo Unigénito, para reparar nuestros pecados y los de todos los hombres, en
sufragio de las almas del purgatorio, y por las necesidades de la santa Madre Iglesia.
Padre nuestro, ten misericordia de nosotros.
Padre Celestial, nosotros, unidos a todos los que participamos en esta jornada de
reparación y unidos al Corazón de su Sagrado Hijo Rey del universo, te agradezco seas
un Padre generoso y nos hayas dado la Fe en Ti, en tu Hijo Jesucristo y en
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6 a 7: Las Dominaciones. Los que sufren: Los pobres, los enfermos, los
prisioneros, los que no tienen trabajo ni hogar; los prófugos y los refugiados.
Los que están expuestos a pruebas y tentaciones.
10 a 11: Los Arcángeles. Las almas del Purgatorio, los asociados y familiares
difuntos.
11 a 12: Los Ángeles. El Reinado del Corazón de Jesús: las obras Eucarísticas.
Todas las obras y asociaciones que promueven la devoción al Corazón de
Jesús. Difusión de la Hora de Presencia y aumento de la Guardia de Honor.
Acción de gracias por los beneficios recibidos.
(Verso)
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.
(Respuesta)
Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
(Verso)
Envía tu Espíritu y serán creadas todas las cosas.
(Respuesta)
Y renovarás la faz de la tierra.
Oremos:
¡Oh Dios, que has instruido
los corazones de tus fieles
con luz del Espíritu Santo!,
concédenos que sintamos rectamente
con el mismo Espíritu
y gocemos siempre de su divino consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
Oh Dios, dame en esta hora la gracia de reconocer debidamente mis pecados ante ti, y
de arrepentirme de ellos verdaderamente. Borra de tu libro, Señor de misericordia, mis
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múltiples acciones cometidas contra ti. Perdóname todas las distracciones en la oración,
mis pecados de omisión, y mis pecados deliberados contra la conciencia.
Dame luz para ver lo que he de hacer, valor para emprenderlo y firmeza para llevarlo a
cabo. Que en todas las cosas avance en la obra de santificación, de la realización de tu
voluntad; y que, en definitiva, por tu misericordia, pueda alcanzar la gloria de tu Reino
eterno, por Jesucristo nuestro Señor. Amen
Dios mío, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del Celestial Coro de los (CORO
DE ANGELES QUE NOS ACOMAPAÑAN en esta hora), llene el Señor nuestras almas
del espíritu de verdadera y sincera (EL REGALO DE ESTA HORA). Amén
San Miguel Arcángel, Ruega por nosotros…
San Gabriel Arcángel, Ruega por nosotros …
San Rafael Arcángel, Ruega por nosotros…
Ángel de mi Guarda; Ruega por nosotros…
Antífona
Glorioso San Miguel, caudillo y príncipe de los ejércitos celestiales, fiel guardián de las
almas; vencedor de los espíritus rebeldes; familiar de la casa de Dios; después de
Jesucristo, nuestro guía más admirable; Vos, cuya excelencia y virtud son
supereminentes, dignaos librarnos de todo mal a cuantos confiadamente acudimos a
Vos, haciendo además por vuestra protección incomparable, que cada día sirvamos a
Dios más fielmente.
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D.- Rogad por nosotros, bienaventurado San Miguel, Príncipe de la Iglesia de Jesucristo.
R.- para que seamos dignos de sus promesas.
7. Meditación
Lector 1
redimo y santifico con la Cruz… Vosotros que me amáis de veras, consoladme con celo
y amor de santidad.
(Pausa)
Lector 2
Las almas
También yo, Señor Jesús, he sido de los tibios que se mantuvieron a distancia de tu
Corazón, por temor del sacrificio… He temido las santas exigencias de tu caridad y de tu
ternura…; he temido verme prendido en las redes de tu hermosura…; he recelado de
caer en tus brazos y tener que rendirme sin reserva y para siempre a tu Corazón,
irresistible, vencedor… Perdona, Jesús…, perdona también y olvida esa culpa de apatía,
de pobreza en el cariño, de irresolución en el sacrificio, de tantos amigos que Tú
predestinaste a mucha gloria y santidad… Perdónanos y triunfa…
Por las primeras palabras de ternura con que, cuando niño, hiciste sonreír a tu dulce
Madre.
(Todos)
Triunfa en los justos, ¡oh Divino Corazón!
Por tus palabras de intimidad y de consuelo a tus amigos tan amados de Betania.
Triunfa en los justos, ¡oh Divino Corazón!
Por tus palabras vencedoras de los doce apóstoles, simiente y esperanza de tu iglesia.
Triunfa en los justos, ¡oh Divino Corazón!
Por tus palabras de caridad y de esperanza que recogieron los enfermos, los tristes y los
pobres.
Triunfa en los justos, ¡oh Divino Corazón!
Por tus palabras de promesa incomparable para los atribulados, los humildes y los
desprendidos de la tierra.
Triunfa en los justos, ¡oh Divino Corazón!
Por tus palabras de infinita dulcedumbre con que te despediste de los tuyos en la noche
del incomparable Jueves Santo.
Triunfa en los justos, ¡oh Divino Corazón!
Por las siete últimas palabras con que nos legaste tu espíritu y tu Madre, al expirar en la
cima del Calvario.
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Lector 1
Lector 2
Las almas
No es otra, Jesús – Eucaristía, nuestra ambición de amor sino arrastrar las almas hasta
el Sagrario… y conseguir que, enamoradas de ti, busquen asilo eterno en tu Sagrado
Corazón. Por esto, colocamos en tu altar de oro, en el Corazón Inmaculado de María,
una plegaria que endulzará las amarguras de tu prisión… Escúchanos, Jesús
Sacramentado:
Por el ultraje de tu prisión del Huerto, y por el beso inicuo que te entregó. (Todos)
Triunfa en tu Eucaristía, ¡oh Divino Corazón!
Por la bofetada cruel que afrentó la hermosura de tu faz divina.
Triunfa en tu Eucaristía, ¡oh Divino Corazón!
Por la irrisión cruel y la sangrienta befa de que fuiste objeto toda la noche angustiosa del
Jueves Santo.
Triunfa en tu Eucaristía, ¡oh Divino Corazón!
Por la ignominia de la flagelación de esclavo, a que te condenó un juez cobarde.
Triunfa en tu Eucaristía, ¡oh Divino Corazón!
Por el vilipendio a la majestad de tu persona al ser vestido y tratado como un loco.
Triunfa en tu Eucaristía, ¡oh Divino Corazón!
Por la afrenta crudelísima de ser equiparado y aún pospuesto a un villano criminal.
Triunfa en tu Eucaristía, ¡oh Divino Corazón!
Por la fiereza del verdugo que, sin respetarte en la agonía blasfemando, colocó en tus
labios moribundos la hiel de nuestra ingratitud.
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Corazón eucarístico de Jesús aquí estoy alentado por el inmenso amor que en este
sacramento me manifiestas y por la angustiosa llamada que me haces al decirme desde
tu excelso trono: “ven a este lugar solitario y repara junto a mi tabernáculo de amor divino,
alivia mi dolor desde este nuevo Getsemaní”.
Corazón eucarístico de Jesús que respiras y palpitas bajo el velo de las sagradas
especies; reparo por todos los sacrilegios y profanaciones proferidas en la sagrada
hostia. Déjame sanar las heridas de tu cuerpo santísimo con mi reparación. Déjame
adorar tu sangre preciosa desperdiciada con mi inmolación perenne de amor. Amén
“La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la
mies que mande trabajadores a su mies”.
Que cuando estén clavados en la cruz del confesionario, pongas en ellos tu corona de
luz en vez de tu corona de espinas.
Que cuando, día a día, te traigan al pan convertido en tu cuerpo, ello no se les vuelva
rutina, sino diario milagro.
Que su trato con las almas sea siempre para dejar en ellas el amor y el valor que Tú nos
entregas.
Que cuando jóvenes, tengan la fortaleza de tus últimos tres años y cuando viejos, sigan
sintiendo que «Dios alegra su juventud».
Que espíritu viviente en carne y hueso, sean como Tú, profundamente humanos y
perfectamente divinos.
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Te los pedimos en nombre de nuestro Señor Jesucristo, por el Papa Francisco y todos
los sacerdotes especialmente por nuestro párroco.
10. Visperas
(Silencio de contemplación)
veneremos reverentes
y el antiguo orden litúrgico
ceda el paso al nuevo rito.
La fe añada lo que falta
al defecto de los sentidos.
Al engendrador y al engendrado
-el Padre y el Hijo-
Alabanza, alegría,
salud, honor, fuerza
y bendición.
Y al que procede de ambos
-el Espíritu Santo-
vaya una alabanza igual.
V: les diste a comer pan del cielo
R: que contiene en sí toda delicia.
Amén.”