Cuento Moderno, Maravilloso y Microrrelato
Cuento Moderno, Maravilloso y Microrrelato
Cuento Moderno, Maravilloso y Microrrelato
Actividad 6
En un juego, se ganan o pierden puntos. La siguiente tabla Actividad 8
muestra diferentes jugadas. a) Inventen una resta entre dos números enteros cuyo resul-
a) Completen la tabla. tado sea -5. ¿Podrá inventarse otra resta diferente con la
que se obtenga el mismo resultado?
Jugador Tenía Jugó Nuevo puntaje b) Inventen una suma entre dos números enteros cuyo resul-
Juan -101 Ganó 100 tado sea -5. ¿Podrá inventarse otra suma diferente con la
Paulina -429 Ganó 348 que se obtenga el mismo resultado?
Ernesto 235 Perdió 240 Si pueden, comuníquense con alguna compañera o compa-
ñero y reflexionen sobre los cálculos inventados.
Agustina 106 Perdió 110
Lengua
El cuento moderno
6
Actividad 1 d) Supongan que editan una revista literaria que sigue las re-
a) Lean atentamente los siguientes fragmentos de dos glas señaladas por Poe y eligen publicar “El almohadón de
obras de Poe. plumas”. Justifiquen, en no menos de diez renglones, por
qué eligieron ese cuento y de qué manera se ajusta a las
reglas establecidas por Poe.
A menudo me he puesto a pensar que cualquier autor podría
escribir un artículo muy interesante para una revista si quisiera
o pudiera detallar, paso a paso, los procesos que permitieron El almohadón de plumas
completar sus composiciones. No puedo explicarme por qué
Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tími-
no ha aparecido aún ese artículo, pero no sería de extrañar que
da, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de
la vanidad del autor fuese la causa principal de la omisión. La
novia. Lo quería mucho, sin embargo, a veces con un ligero es-
mayoría de los escritores –los poetas en particular– prefieren
tremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle,
hacer creer que el éxtasis intuitivo, o algo así como un delicado
echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo
frenesí, es el estado en que se encuentran cuando realizan sus
desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba profundamen-
composiciones [...]. Por mi parte, no siento ninguna simpatía
te, sin darlo a conocer.
por esas reservas de los escritores, ni tengo tampoco inconve-
Durante tres meses –se habían casado en abril– vivieron una
niente alguno en mostrar las fases progresivas de cualesquie-
dicha especial. Sin duda hubiera ella deseado menos severidad
ra de mis composiciones.
en ese rígido cielo de amor, más expansiva e incauta ternura;
pero el impasible semblante de su marido la contenía siempre.
Edgar Allan Poe La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos.
“Filosofía de la composición”, en Ensayos y críticas, Caracas, La blancura del patio silencioso –frisos, columnas y estatuas
Fundación Editorial El perro y la rana, 2017, pp. 30-31. de mármol– producía una otoñal impresión de palacio encan-
tado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño
en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapaci-
ble frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en
toda la casa, como si un largo abandono hubiera sensibilizado
su resonancia.
Opino que en el dominio de la mera prosa, el cuento propia- En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obs-
mente dicho ofrece el mejor campo para el ejercicio del más tante, había concluido por echar un velo sobre sus antiguos
alto talento [...]. sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin querer pensar
Señalaré al respecto que, en casi todas las composiciones, en nada hasta que llegaba su marido.
el punto de mayor importancia es la unidad de efecto o im- No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza
presión [...]. que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se repo-
Aludo a la breve narración cuya lectura insume entre media nía nunca. Al fin una tarde pudo salir al jardín apoyada en el
hora y dos. Dada su longitud, la novela ordinaria es objetable brazo de él. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto Jor-
por las razones ya señaladas en sustancia. Como no puede ser dán, con honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia
leída de una sola vez, se ve privada de la inmensa fuerza que se rompió enseguida en sollozos, echándole los brazos al cuello.
deriva de la totalidad. Los sucesos del mundo exterior que in- Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto
tervienen en las pausas de la lectura modifican, anulan o con- a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron re-
trarrestan en mayor o menor grado las impresiones del libro. tardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin
Basta interrumpir la lectura para destruir la auténtica unidad. moverse ni decir una palabra.
El cuento breve, en cambio, permite al autor desarrollar plena- Fue ese el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguien-
mente su propósito, sea cual fuere. Durante la hora de lectura, te amaneció desvanecida. El médico de Jordán la examinó con
el alma del lector está sometida a la voluntad de aquel. Y no suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos.
actúan influencias externas o intrínsecas, resultantes del can- Continua
sancio o la interrupción. Un hábil artista literario ha construido
un relato. Si es prudente, no habrá elaborado sus pensamien-
tos para ubicar los incidentes, sino que, después de concebir
cuidadosamente cierto efecto único y singular, inventará los
incidentes, combinándolos de la manera que mejor lo ayude a
lograr el efecto preconcebido. Si su primera frase no tiende ya
a la producción de ese efecto, quiere decir que ha fracasado
en el primer paso. No debería haber una sola palabra en toda la
composición cuya tendencia, directa o indirecta, no se aplicara
al designio preestablecido. [...] La idea del cuento ha sido pre-
sentada sin mácula, pues no ha sufrido ninguna perturbación;
y es algo que la novela no puede conseguir jamás.
7 Wikipedia
—No sé –le dijo a Jordán en la puerta de calle, con la voz todavía donó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le toca-
baja–. Tiene una gran debilidad que no me explico, y sin vómitos, ran la cama, ni aun que le arreglaran el almohadón. Sus terrores
nada. Si mañana se despierta como hoy, llámeme enseguida. crepusculares avanzaron en forma de monstruos que se arras-
Al otro día Alicia seguía peor. Hubo consulta. Constatóse una traban hasta la cama y trepaban dificultosamente por la colcha.
anemia de marcha agudísima, completamente inexplicable. Ali- Perdió luego el conocimiento. Los dos días finales deliró sin ce-
cia no tuvo más desmayos, pero se iba visiblemente a la muerte. sar a media voz. Las luces continuaban fúnebremente encendi-
Todo el día el dormitorio estaba con las luces prendidas y en ple- das en el dormitorio y la sala. En el silencio agónico de la casa,
no silencio. Pasábanse horas sin oír el menor ruido. Alicia dormi- no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama, y el
taba. Jordán vivía casi en la sala, también con toda la luz encen- rumor ahogado de los eternos pasos de Jordán.
dida. Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con incansable Murió, por fin. La sirvienta, que entró después a deshacer la
obstinación. La alfombra ahogaba sus pasos. A ratos entraba en cama, sola ya, miró un rato extrañada el almohadón.
el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, —¡Señor! –llamó a Jordán en voz baja–. En el almohadón hay
mirando a su mujer cada vez que caminaba en su dirección. manchas que parecen de sangre.
Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flo- Jordán se acercó rápidamente y se dobló a su vez. Efectivamen-
tantes al principio, y que descendieron luego a ras del suelo. La te, sobre la funda, a ambos lados del hueco que había dejado la
joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacía sino cabeza de Alicia, se veían manchitas oscuras.
mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una —Parecen picaduras –murmuró la sirvienta después de un rato
noche se quedó de repente mirando fijamente. Al rato abrió la de inmóvil observación.
boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor. —Levántelo a la luz –le dijo Jordán.
—¡Jordán! ¡Jordán! –clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar La sirvienta lo levantó, pero enseguida lo dejó caer, y se quedó
la alfombra. mirando a aquel, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán
Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia dio un ala- sintió que los cabellos se le erizaban.
rido de horror. —¿Qué hay? –murmuró con la voz ronca.
—¡Soy yo, Alicia, soy yo! —Pesa mucho –articuló la sirvienta, sin dejar de temblar.
Alicia lo miró con extravió, miró la alfombra, volvió a mirarlo y, Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él,
después de largo rato de estupefacta confrontación, se serenó. y sobre la mesa del comedor Jordán cortó funda y envoltura de
Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su marido, acaricián- un tajo. Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dio un grito
dola temblando. de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos cris-
Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide, padas a los bandos: sobre el fondo, entre las plumas, moviendo
apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella lentamente las patas velludas, había un animal monstruoso, una
los ojos. bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado que apenas se le
Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una pronunciaba la boca.
vida que se acababa, desangrándose día a día, hora a hora, sin Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había
saber absolutamente cómo. En la última consulta Alicia yacía en aplicado sigilosamente su boca –su trompa, mejor dicho– a las
estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la sienes de aquella, chupándole la sangre. La picadura era casi im-
muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio y siguieron perceptible. La remoción diaria del almohadón había impedido
al comedor. sin duda su desarrollo, pero, desde que la joven no pudo moverse,
—Pst... –se encogió de hombros desalentado su médico–. Es un la succión fue vertiginosa. En cinco días, en cinco noches, había
caso serio... poco hay que hacer... vaciado a Alicia.
—¡Solo eso me faltaba! –resopló Jordán–. Y tamborileó brusca- Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, lle-
mente sobre la mesa. gan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La
Alicia fue extinguiéndose en su delirio de anemia, agravado de sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es
tarde, pero que remitía siempre en las primeras horas. Durante raro hallarlos en los almohadones de pluma.
el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía
lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le
fuera la vida en nuevas alas de sangre. Tenía siempre al desper- Horacio Quiroga
tar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón En El almohadón de plumas y otros cuentos fatales,
de kilos encima. Desde el tercer día este hundimiento no la aban- Buenos Aires, Pictus, 2008, pp. 15-19.
Otros elementos del cuento El narrador de “El almohadón de plumas” es omnisciente en la des-
cripción de Alicia, pero se transforma en equisciente con relación
El cuento y la novela (como señalamos en el Cuaderno 6) for- a la enfermedad que la aqueja: hasta el final del cuento sabe lo
man parte del género narrativo y, más allá de sus diferencias, mismo que el resto de las y los personajes.
comparten un conjunto de rasgos. • Acciones: son los acontecimientos que se encadenan en el relato
para construir una unidad o suceso. Toda la trama se hilvana en
• Narradora o narrador: es quien cuenta la historia. Puede hacerlo
torno al avance de los hechos en un tiempo y lugar determinados.
desde dentro o desde fuera de ella (como protagonista o testigo),
• Personajes: son quienes llevan adelante las acciones. Debido a la
usando las diferentes personas gramaticales (primera, segunda
brevedad del cuento, suelen ser pocos y se dividen en principales y
y tercera del singular o del plural). A esto se lo conoce como el
secundarios. Una persona, un animal o un objeto también pueden
punto de vista desde el cual se narra. Lo más usual es que las
cumplir esta función.
narraciones utilicen la primera o la tercera persona. En el caso de
“El almohadón de plumas”, se utiliza la tercera: “Su luna de miel fue
un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su Actividad 2
marido heló sus soñadas niñerías de novia”.
a) Escriban un cuento que siga las indicaciones de Poe. Ar-
También es importante el grado de conocimiento de la narradora
o narrador, quien puede ser omnisciente (sabe todo lo que suce- men un borrador con el suceso que quieren narrar, las y los
de, tanto en relación con las acciones como con la prehistoria, personajes, el lugar y el tiempo en el que transcurre la histo-
sentimientos, carácter y pensamientos de las y los personajes); ria y el tipo de narradora o narrador (en primera o en tercera
equisciente (sabe lo mismo que las y los personajes) o deficien- persona; omnisciente o equisciente). Recuerden incluir un
te (sabe menos que las y los personajes). Esta última forma es la final sorpresivo. Recién cuando cuenten con todos estos
menos frecuente. elementos, escriban el cuento en su versión definitiva.
8
b) Inventen una división entre números enteros cuyo resul-
Enzo: Pero 2 x 5 = 10, entonces (-2) x (-5) debería ser -10. tado sea -10. ¿Podrán encontrarse otras divisiones que
también den -10?
Actividad 6 Actividad 9
En esta tabla, a cada uno de los números de la primera fila se
Decidan si cada una de las siguientes afirmaciones es verda-
lo multiplica por -10 para obtener los resultados de la segunda
dera o falsa.
fila. Completen la tabla.
a) Si a un número entero negativo se lo multiplica por 2, el
1ª fila 2 12 -4 -7 resultado será negativo.
2ª fila -30 60 b) Si se multiplican dos números enteros y el resultado es po-
sitivo, entonces los dos números son positivos o los dos
números son negativos.
Actividad 7 c) Si se multiplican dos números enteros y el resultado es
a) Inventen una multiplicación entre dos números enteros negativo, los dos números son negativos.
cuyo resultado sea -24. ¿Podrán encontrarse otras multi- d) Si se multiplican dos números enteros y el resultado es
plicaciones que también den -24? negativo, solo uno de los números es negativo.
Lengua
El cuento maravilloso de estos cuentos a los que les siguieron decenas de versiones
escritas que llegan hasta la actualidad.
Tzvetan Todorov, en su Introducción a la literatura fantástica
En varios de los cuadernos anteriores trabajamos con distintos (México, Premia, 1981), define a lo maravilloso en comparación
tipos de cuentos: fantásticos, realistas, de ciencia ficción, policia- con lo fantástico. En ambos casos, se produce un quiebre de las
les y de terror. Todos forman parte de lo que se conoce como condiciones normales y previsibles de “lo real”: algo se “sale” de
cuento moderno (de acuerdo con la definición de Edgard Allan esa normalidad; algo fuera de lo común genera un extrañamien-
Poe que vimos la semana pasada). to en todo lo que lo rodea. El género fantástico no explica esa
También trabajamos con lo que se conoce como relato tra- grieta de lo real: lo define la vacilación, la duda sobre lo sucedido.
dicional: mitos y leyendas. Pero una categoría estuvo ausente En cambio, en el cuento maravilloso se produce, desde el primer
hasta este momento y forma parte, desde siempre, de nuestra momento, un pacto de lectura que anula las condiciones de in-
infancia: los cuentos maravillosos. Entre ellos, están los cuentos credulidad: nadie cuestiona, cuando lee un cuento de hadas, por
de hadas que forman parte del acervo cultural de la humanidad. qué los ratones se transforman en lacayos o por qué Blancanie-
Ya sea en su versión escrita o en sus múltiples versiones orales o ves puede dormir por siglos para luego despertar. Cuando lee-
cinematográficas, todos conocemos “Caperucita Roja”, “Pulgar- mos, aceptamos entrar en la lógica de estos relatos ficcionales;
cito”, “La Bella Durmiente” y “Cenicienta”. Se trata de cuentos po- una lógica que no se corresponde con la del mundo de la expe-
pulares –de tradición oral y autora o autor anónimo– que fueron riencia. La explicación que brindan estos cuentos es sobrenatural
transmitiéndose de generación en generación hasta que se fijó y se recurre a magos, varitas mágicas, hadas madrinas, etc. Todo
su forma por medio de la escritura. Charles Perrault los recopiló un mundo paralelo que funciona a la perfección con sus propias
en Cuentos de antaño (los cuentos de mamá Oca) en 1697. Tam- leyes. También es importante destacar que el cuento de hadas
bién los hermanos Grimm recuperaron la tradición oral de su país tiene siempre un final feliz: la heroína o el héroe atraviesan una
y publicaron dos volúmenes de Cuentos para la infancia y el hogar serie de obstáculos y, con ayuda de otros personajes u objetos
en 1812 y 1815. A partir de ese momento, aumentó la circulación mágicos, logran sus propósitos.
16
Vladimir Propp fue un investigador ruso que decidió estudiar Actividad 2
una gran cantidad de cuentos maravillosos y descubrió que cier- Lean el siguiente resumen de las funciones señaladas en
tas acciones se repiten una y otra vez en todos ellos. Esto hace Morfología del cuento (Madrid, Fundamentos, 1971) de Vladimir
que sus estructuras sean estables: varían personajes y espacios, Propp e indiquen cuáles de ellas reconocen en los cuentos de
pero las funciones (así llamó a las acciones) se reiteran. hadas que eligieron en la última consigna de la actividad 1.
17
Este es precisamente el mensaje que los cuentos de hadas cimiento no enseñado de al menos algunas palabras del Len-
transmiten a los niños, de diversas maneras: que la lucha guaje de la Creación. La enseñanza de este es el corazón de la
contra las serias dificultades de la vida es inevitable, es parte enseñanza de la magia.
intrínseca de la existencia humana; pero si uno no huye, sino El nombre verdadero de una persona es una palabra en la Len-
que enfrenta las privaciones inesperadas y a menudo injustas, gua Verdadera. Un elemento esencial del talento de una bruja,
llega a dominar todos los obstáculos, alzándose, al fin, victo- de un hechicero o de un mago es el poder de conocer el nom-
rioso. [...] El niño necesita más que nadie que se le den suge- bre verdadero de un niño y darle a ese niño aquel nombre. El
rencias, en forma simbólica, de cómo debe tratar con dichas conocimiento puede ser evocado y el don recibido únicamente
historias y avanzar sin peligro hacia la madurez. bajo ciertas condiciones, en el momento indicado (general-
mente a principios de la adolescencia) y en el lugar adecuado
Bruno Bettelheim (un manantial, un estanque o un arroyo).
Psicoanálisis de los cuentos de hadas, Puesto que el nombre de la persona es la persona, en el sen-
Barcelona, Crítica, 1997, p. 15. tido más literal y absoluto, cualquiera que lo conozca tiene un
poder real, el poder de la vida y de la muerte, sobre la persona.
A menudo, un nombre verdadero no es sabido por nadie a no
El cuento maravilloso en el siglo XX ser por el nombrador y el nombrado, y ambos lo mantienen en
secreto durante toda su vida. El poder de dar el nombre verda-
Como señala Todorov, el cuento de hadas es una de las va-
dero y la necesidad de mantenerlo en secreto son uno. Nom-
riantes (la más conocida) de lo maravilloso. Durante el siglo XX,
bres verdaderos han sido traicionados, pero nunca por el que
paralelamente a los diversos cuentos que fuimos analizando en
ha dado el nombre.
las secuencias anteriores, se desarrolló este subgénero tanto
Algunas personas de grandes poderes innatos y entrenados
en cuentos como en novelas. ¿Cómo clasificar, si no, las aven- son capaces de averiguar el verdadero nombre de otra, o in-
turas de Harry Potter de J. K. Rowling; La saga de los confines, cluso puede ocurrirles que este acuda a ellas sin haber sido
de Liliana Bodoc; o los Cuentos de Terramar, de Úrsula K. Le buscado. Puesto que tal conocimiento puede ser traicionado
Guin? La construcción de estos universos ficcionales mantiene o mal utilizado, es tremendamente peligroso. La gente normal
como principio constructivo la explicación sobrenatural (no ra- —y los dragones— mantienen su nombre verdadero en secreto;
cional) de los hechos. No solo irrumpe lo insólito o inexplicable, los magos esconden y defienden los suyos con sortilegios [...].
sino que se crea todo un mundo en torno a esa categoría y las
lectoras y lectores formulamos el pacto de lectura por medio
Ursula K. Le Guin
del cual aceptamos sin cuestionar ese cosmos que nos es pro-
Cuentos de Terramar, Barcelona, Minotauro, 2002.
puesto. Sabemos que estamos leyendo un texto maravilloso y
no pretendemos compararlo con la realidad.
La verosimilitud del género no se establece en comparación
a) ¿Por qué es tan importante la cuestión del nombre y cuál
con su parecido con lo real y verdadero, como sucede con el
es su relación con la Lengua Verdadera? ¿Por qué es nece-
realismo. El tiempo en el que transcurren los hechos suele ser
sario mantener oculto el nombre verdadero?
indeterminado y el espacio ocupa un lugar central y preponde-
b) ¿Qué elementos maravillosos encuentran en el cuento?
rante, ya que, al no corresponderse con el mundo real, nece-
Enumérenlos.
sita de la descripción minuciosa y de la explicación por parte
c) Inventen un mapa donde ubiquen el Archipiélago de los
de la narradora o narrador. En algunos casos, es tan comple-
Hárdidas. Nombren los diversos accidentes geográficos y
ja la trama que los libros vienen acompañados de mapas que
las ciudades o pueblos que forman ese lugar.
muestran esos “nuevos mundos”. Al igual que en los cuentos de
hadas, el final es feliz: luego de atravesar y superar una serie de
obstáculos, las y los protagonistas logran sus objetivos. Actividad 4
Les proponemos que escriban un cuento de hadas del siglo
Actividad 3 XXI a partir de los siguientes pasos.
a) Elección del personaje principal: una maga, un mago, un
Lean el siguiente cuento de Ursula K. Le Guin y observen qué
joven, una joven, una niña, un niño.
mundo paralelo es construido. Luego respondan las consignas.
b) Elección del conflicto: recuperación de la identidad perdi-
da, ruptura de un sortilegio maligno, rescate de un familiar
(u otros).
Magia c) Elección de un espacio: Las colinas de Trasferia, El valle de
Entre la gente de habla hárdica del Archipiélago, la habilidad Sinferlasín, El archipiélago de Ceguana, La isla de Fontana-
de obrar con la magia es un talento innato, como el don para lef (u otro que inventen).
la música, aunque se da bastante menos frecuentemente. La d) Elección de ayudantes: un dragón, un colibrí mágico, una
gran mayoría de la gente no posee este don ni siquiera en un capa invisible, un caballo alado (u otros).
mínimo porcentaje. En unas pocas personas, quizás en una de e) Elección de oponentes: un brujo, una manzana envenena-
cada cien, es un talento latente y cultivable. En muy poca gente
da, un gigante, un ogro (u otros).
se manifiesta sin entrenamiento.
El don para la magia adquiere poder principalmente a través de Una vez que hayan elegido los distintos elementos constituti-
la utilización de la Lengua Verdadera, el Lenguaje de la Crea- vos del cuento, organicen en un borrador las acciones. Recuer-
ción, en el cual el nombre de una cosa es la cosa. den seguir la estructura de la que habla Todorov (orden à quie-
Esta lengua, innata a los dragones, puede ser aprendida por los bre del orden à orden) y estructuren las acciones hasta llegar a
seres humanos. Algunas pocas personas nacen con el cono- un desenlace feliz.
18
d) Decidan si cada una de las siguientes afirmaciones es ver- b) Esteban dice que, sin hacer cálculos, sabe que el gráfico
dadera o falsa. será una recta que decrece. ¿Qué opinan? ¿Por qué? Si
• La temperatura de la sustancia desciende 12ºC cada pueden, comuníquense con alguna compañera o compa-
minuto. ñero para comparar opiniones.
• La temperatura de la sustancia desciende 3ºC cada 12 c) Dibujen en sus carpetas el gráfico de la función.
minutos.
• La temperatura de la sustancia desciende 3ºC cada
minuto.
Actividad 6
Si pueden, comuníquense con alguna compañera o compa- El gráfico de una función lineal pasa por los puntos (-4 ; 4) y (2 ; -8).
ñero y compartan las decisiones tomadas en el ítem d). a) ¿Cuál de las siguientes fórmulas corresponde a la función?
f(x) = 2x - 4.
f(x) = -4x - 8.
Actividad 4 f(x) = -2x - 4.
En un experimento, se necesita modificar la temperatura de f(x) = -8x - 2.
una sustancia. La fórmula para conocer la temperatura a medi- Si pueden, comparen las fórmulas que eligieron con las de
da que transcurre el tiempo es la siguiente: T = -5 M + 8 (T es alguna compañera o compañero. Si hay diferencias, intenten
la temperatura y M, la cantidad de minutos transcurridos desde ponerse de acuerdo.
que se inicia el experimento). b) Realicen en sus carpetas el gráfico de la función.
a) Completen la siguiente tabla que relaciona tiempo trans-
currido (en minutos) y temperatura.
Actividad 7
La siguiente fórmula corresponde a una función lineal:
Tiempo 0 1 3 6 10 12
f(x) = -3x + 4.
Temperatura -12
a) ¿Cuál de las dos rectas corresponde al gráfico de la fun-
ción? Expliquen cómo se dieron cuenta.
b) Decidan si cada una de las siguientes afirmaciones es ver-
dadera o falsa. 10
9
• Cuando se inicia el experimento la temperatura es de -5ºC. 8
• Cuando se inicia el experimento la temperatura es de 8ºC. 7
Actividad 5
-2
-3
Lengua
El microrrelato
Microficción, relato breve, minicuento son algunos de los extrañarnos, ¿acaso no vivimos en sociedades que premian la
nombres que recibió a lo largo del tiempo el microrrelato. Si rapidez y la brevedad? ¿Por qué, si no, habría redes sociales que
bien su tradición se remonta a la antigüedad (fábulas, apólogos, solo permiten escribir 140 caracteres?
adivinanzas, leyendas, proverbios, parábolas, etc.), en el siglo Aunque existen diversas posturas teóricas, muchas coinciden
XX adquiere su máxima vitalidad y desarrollo. Esto no debería en señalar algunos rasgos comunes del microrrelato.
27
• Brevedad o concisión. Aunque no hay acuerdo, se estima Podríamos agregar, además, que presupone una lectora o
que los microrrelatos no deberían tener más de cuatro- lector activo, que pueda comprender y reponer lo que falta (las
cientas palabras. elipsis), así como reconstruir pequeños indicios y recuperar las
• Narratividad. Se trata de textos narrativos con una resolu- obras con las cuales se sostiene una relación intertextual.
ción del conflicto o con final abierto.
• Ficcionalidad. Se construye un discurso imaginario que
genera un universo paralelo al real, donde la verosimilitud
Actividad
reemplaza a la verdad del mundo de la experiencia. a) Lean atentamente los siguientes microrrelatos e indi-
• Elipsis. Se suprime algún elemento de la historia narrada. quen si se cumplen las tres características señaladas por
• Intertextualidad. Muchos microrrelatos trabajan con rela- Lagmanovich.
ción a otros textos, aludidos directa o indirectamente. b) Los microrrelatos pertenecen a los diferentes subgéneros
David Lagmanovich toma los tres primeros rasgos para defi- analizados en secuencias anteriores. Indiquen y funda-
nir el microrrelato y, al mismo tiempo, señala géneros cercanos menten si son fantásticos, realistas, de ciencia ficción o
que, al no cumplir con las tres características, no pueden ser maravillosos.
identificados como microrrelatos. c) Busquen información sobre Ray Bradbury e indiquen por
qué se puede hablar de intertextualidad en el microrrelato
de Piero de Vicari.
¿Qué es un microrrelato? Nuestra respuesta es que si a d) Expliquen cuál de los seis microrrelatos les gustó más y
un texto se le pueden atribuir los rasgos de brevedad, na- por qué.
rratividad y ficcionalidad, se trata sin duda de un ejemplar e) Escriban un microrrelato tomando en cuenta sus caracte-
del género que estudiamos. Si ostenta brevedad y narra- rísticas principales (brevedad, narratividad y ficcionalidad).
tividad, pero los hechos mostrados no son ficcionales, Puede ser fantástico, realista, maravilloso, etc.
puede tratarse de un texto periodístico –más preocupa-
do por lo que ocurrió que por lo que podría ocurrir–, de
algún tipo de manual de instrucciones o de cualquier otra Sola y su alma
variedad de una escritura cuyo foco es lo fáctico, no lo Una mujer está sentada sola en una casa. Sabe que no hay
ficcional. También podemos encontrar, y con frecuencia nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Gol-
lo hacemos, textos que son narrativos y ficcionales, pero pean a la puerta.
no breves, y eso los lleva a autodefinirse en otra provincia
de la narrativa, como el cuento o la nouvelle. Por otra par- Thomas Bailey Aldrich
te, la escritura gnómica, que genera aforismos, refranes En Borges J. L.; Ocampo, S. y Bioy Casares, A. (comps.),
y expresiones afines, tiene una eminente brevedad pero Antología de la literatura fantástica, Barcelona,
Edhasa-Sudamericana, 1977, p. 12.
prácticamente nada de las otras dos condiciones. Y casi
está de más decir que la existencia de uno solo de esos
rasgos no alcanza para que el texto en cuestión se inclu-
ya en el orbe del microrrelato. Final para un cuento fantástico
—¡Que extraño! –dijo la muchacha avanzando cautelosamen-
David Lagmanovich te–. ¡Qué puerta más pesada!
“El microrrelato hispánico: algunas reiteraciones”. La tocó, al hablar, y se cerró de pronto, con un golpe.
En Revista Iberoamericana, vol. IX, Nº 36, 2009, pp. 87-88. —¡Dios mío! –dijo el hombre–. Me parece que no tiene picapor-
te del lado de adentro. ¡Cómo!, ¡nos han encerrado a los dos!
—A los dos no. A uno solo –dijo la muchacha.
A esos “rasgos externos”, el autor les suma “rasgos internos”. Pasó a través de la puerta y desapareció.
I. A. Ireland
En Borges, J. L.; Ocampo, S. y Bioy Casares, A. (comps.),
Y hay rasgos internos, que tienen que ver con la realiza- Antología de la literatura fantástica, Barcelona,
ción de la escritura. En general, el microrrelato –que no Edhasa-Sudamericana, 1977, p. 83.
ha sido planificado, como en cambio puede ocurrir con
el ensayo o con la novela– tiene un título significativo,
que hay que computar como elemento prácticamente
indispensable del texto. Luego, suele comenzar in me- El nacimiento de la col
dias res, locución con la cual se indica que la primera ac- En el paraíso terrenal, en el día luminoso en que las flores fue-
ción presentada no es necesariamente la acción inicial ron creadas, y antes de que Eva fuese tentada por la serpiente,
en sentido cronológico; admite una variedad de estrate- el maligno espíritu se acercó a la más linda rosa nueva en el
gias discursivas en su poco extenso desarrollo, y termi- momento en que ella tendía, a la caricia del celeste sol, la roja
na con un final o remate que, aunque no exige en forma virginidad de sus labios.
absoluta la atónita sorpresa del lector, por lo menos le —Eres bella.
proporciona cierto conocimiento de carácter conclusi- —Lo soy –dijo la rosa.
vo, sin perderse en vagarosidades ni en una especie de —Bella y feliz –prosiguió el diablo–. Tienes el color, la gracia y
niebla (y mucho menos tiniebla) del significado. el aroma. Pero…
—¿Pero?…
—No eres útil. ¿No miras esos altos árboles llenos de bellotas?
David Lagmanovich Esos, a más de ser frondosos, dan alimento a muchedumbres
“El microrrelato hispánico: algunas reiteraciones”. de seres animados que se detienen bajo sus ramas. Rosa, ser
En Revista Iberoamericana, vol. IX, Nº 36, 2009, p. 91. bella es poco…
28
La rosa entonces –tentada como después lo sería la mujer– Efecto Bradbury
deseó la utilidad, de tal modo que hubo palidez en su púrpura.
Un poderoso virus informático destrozó los servidores de todo
Pasó el buen Dios después del alba siguiente.
el planeta y el mundo entero se quedó sin Internet. La gente
—Padre –dijo aquella princesa floral, temblando en su perfu-
de los cinco continentes abandonó sus viviendas para indagar
mada belleza–, ¿queréis hacerme útil?
a los vecinos sobre lo sucedido. Grato fue el encuentro con
—Sea, hija mía –contestó el Señor, sonriendo.
personas no vistas en años, familiares, compañeros y amigos
Y entonces vio el mundo la primera col.
que el tiempo solo había arrinconado en fotografías sepias y
olvidadas. Nunca supieron lo que pasó. La era de las cavernas
Rubén Darío
Cuentos completos, Tivivillus, 2010, p. 151. había terminado.
Disponible en: https://tinyurl.com/y4obefjh
Piero de Vicari
En Elphick Latorre, L. (ed.), Amor-desamor. Brevilla.
Revista digital de minificción, Santiago de Chile, 2017.
Instante Disponible en: http://revistabrevilla.blogspot.com/
Nos enamoramos en un viaje cuántico. Los viajes cuánticos
duran apenas un instante. Tanto como un parpadeo. Yo hacía
el trayecto Marte-Saturno y ella hacía Tierra-Neptuno, la últi- Dragón
ma parada de la línea en aquella época. Todos los días era la
Lo apodan “Dragón” porque escupe fuego. Los otros niños le
misma historia: subía, la buscaba entre la muchedumbre, me
temen, y lo observan reverentes desde el arcén llevarse un bu-
sonreía y pum, el viaje se acababa. Pero hubo una vez en que el
che de gasolina a la boca, acercarse a la carita un palo de ma-
viaje cuántico duró cinco largos minutos. Hacía bastante tiem-
dera con un trozo de tela ardiendo en la punta y lanzar una lla-
po que ningún viaje, sobre todo en el subte cuántico, se demo-
marada al cielo. “¡Ah!”, exclaman sus bocas infantiles, rendidos
raba tanto, para todos fue una calamidad. Dicen que aquello se
de admiración. Después él, pequeño como es, con el rostro tiz-
debió a un paro sorpresivo iniciado por el sindicato de droides.
nado y la dignidad de un artista, camina entre los coches dete-
Sería uno de los hechos destacados que iniciaría más tarde la
nidos en la avenida, con las manitas abiertas pidiendo aunque
revolución de los droides. Sin embargo, para ella y para mí fue-
sea una moneda “por favor, su mercé”, hasta que el semáforo
ron cinco minutos inolvidables. Por fin podía observarla en de-
cambia a verde y el niño se prepara para la siguiente función.
talle, acercarme y respirar el mismo aire que ella respiraba. Lle-
gamos a cruzar un par de palabras, las necesarias. El servicio
Paola Tena
se reactivó y antes de que pudiera decir nada más estábamos
En Elphick Latorre, L. (ed.), Amor-desamor. Brevilla.
en Saturno. Nos quedamos en el quantum y seguimos hasta Revista digital de minificción, Santiago de Chile, 2017.
el final del recorrido sacrificando instantes para seguir juntos. Disponible en: http://revistabrevilla.blogspot.com/
Nos bajamos en Neptuno. Tomados de la mano salimos de la
estación y escapamos hacia los deslizadores tubulares. Solo
voy a decir que nos perdimos en una de las tantas cuevas de
hielo de Neptuno, donde la presión es tanta que el tiempo se
detiene tanto que un instante puede durar para siempre.
Sandro Centurión
En Elphick Latorre, L. (ed.), Amor-desamor. Brevilla.
Revista digital de minificción, Santiago de Chile, 2017.
Disponible en: http://revistabrevilla.blogspot.com/
Ciencias Sociales
Avance hacia la otra frontera: cional del Chaco, creado en 1872 una vez finalizada la cruenta
el Chaco guerra de la Triple Alianza que enfrentó a Brasil, Uruguay y Ar-
gentina con Paraguay. Como resultado, este último sufrió la de-
vastación de su economía y perdió gran parte de su población y
En las semanas anteriores vimos cómo se construyó el Esta- territorio, que quedó en manos de los países vencedores.
do nacional a la vez que se consolidaba el modelo agroexporta- A partir de las dos últimas décadas del siglo XIX, cuando el
dor. Estudiamos que esos procesos no fueron pacíficos: impli- Estado nacional ya se había consolidado, se organizaron cam-
caron acciones violentas. Una de ellas fue el avance definitivo pañas militares contra numerosos pueblos indígenas que vivían
de la llamada “frontera sur” sobre los espacios habitados por en el Territorio Nacional del Chaco, y, para ocupar tierras, se fue-
pueblos indígenas. ron creando colonias.
Esta semana vamos a conocer algunas características del A medida que el Estado se apropiaba de ese territorio, se bus-
avance hacia la “frontera norte”. Nos referimos al Territorio Na- có expandir la producción agraria en la región chaqueña. Como
29