Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

HTema 1 Texto 1

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 5

j

LA POSICIÓN DE LA LITERATURA TRADUCIDA


1.tlu 1. EVEN ZOHAR, "La posición de la literatura traducida en el polisistema EN EL POUSISTEMA LITERARlO*
literario", en Teoría de los polisistemas, estudio introductorio,
compilación de textos y bibliografía M. Iglesias Santos, Madrid 1999, ITAMAR EVEN-ZOHAR
Universidad de Tel Aviv
pp.223-231.
A la memoria deJames S. Holmes,
un gran estudioso de la traducción
y un muy querido amigo

1. A pesar del amplio reconocimiento entre los historia-


dores de la cultura del papel esencial que la traducción ha
desempeñado en la cristalización de las culturas nacionales,
son relativamente pocos los trabajos de investigación lleva-
dos a cabo en este ámbito. Por regla general, las historias
de la literatura mencionan las traducciones cuando no tie-
nen más remedio, al tratar la Edad Media o el Renacimiento,
por ejemplo. Desde luego se pueden encontrar referencias
esporádicas a traducciones literarias puntuales en otros
muchos períodos, pero rara vez aparecen incorporadas a la
relación histórica de manera coherente. En consecuencia,
dificilmente conseguimos hacernos una idea de cuál es la
función de la literatura traducida para el conjunto de una
literatura o cúal es su posición dentro de esa literatura. Más
aún, no hay conciencia de que la literatura traducida pueda
existir como sistema literario particular. El concepto pre-
dominante es más bien el de «traducción» o simplemente el
de «obras traducidas» tratadas de forma individual. ¿Existen
bases parajustificar una concepción diferente, es decir, para
considerar la literatura traducida como sistema? ¿Existe una
red de relaciones culturales y verbales dentro de lo que pare-

* Título original: -The Position oí Translated Literature within the


Literary Polysystem-, en Polysytem Studies, volumen monográfico de Poetics
Today, 11, 1, 1990, págs. 45-51. Traducción de Montserrat Iglesias Santos,
revisada por el autor. Texto traducido y reproducido con la autorización
del autor.
224 ITA,\IAR EVEN-lOHAR
lA POSICIÓN DE L'\ liTERATURA TRADUCIDA 225
ce ser un grupo arbitrario de textos traducidos que sea seme-
ll. Decir que laliteratura traducida ocupa una po~ición
jante a la que hemos propuesto para la literatura original? central en el polisistema literario significa que participa
¿Qué tipo de relaciones puede establecerse entre obras tra- activamente en la configuración del centro del polisistema.
ducidas que son presentadas como hechos consumados, En tal caso forma parte integrante de las fuerzas innova-
importadas de otras literaturas, desgajadas de sus contextos doras y como tal es posible considerarla entre los aconte-
locales y, en consecuencia, neutralizadas desde el punto de cimientos más importantes en la historia literaria mientras
vista de las luchas entre centro y periferia? éstos tienen lugar. Ello quiere decir que, en esta situación,
Mi tesis es que las obras traducidas sí se relacionan entre no se puede mantener una distinción nítida entre textos
ellas al menos de dos maneras: por el modo en que los tex- «originales» y textos «traducidos», y que muchas veces son
tos de origen son seleccionados por la literatura receptora, destacados escritores (o los miembros de la vanguardia a
pues nunca hay una ausencia total de relación entre los prin- punto de convertirse en tales) los que realizan las traduc-
cipios de selección y los ce-sistemas locales de la literatura ciones más notables y apreciadas. Más aún, en tal estado de
receptora (para decirlo con la mayor cautela posible); y por cosas, en el momento en que emergen nuevos modelos lite-
el modo en que adoptan normas, hábitos y criterios especí- rarios, la traducción suele convertirse en uno de los ins-
ficos -en resumen, por su utilización del repertorio literario-, trumentos de elaboración del nuevo repertorio. A través
que resulta de sus relaciones con otros co-sísternas locales. de obras extranjeras se introducen en la literatura local cier-
Dichas relaciones no se limitan al nivel lingüístico, sino que tos rasgos (tanto principios como elementos) antes inexis-
aparecen también en cualquier otro nivel de selección. De tentes. Así se incluyen posiblemente no solo nuevos mode-
esta forma, la literatura traducida puede poseer un reper- los de realidad que sustituyan a los antiguos y a otros bien
torio propio y hasta cierto punto exclusivo!. asentados ya no operativos, sino también toda otra serie de
Parece que estos argumentos hacen no solo justificable, rasgos, como un lenguaje (poético) nuevo o nuevos mode-
sino necesario, hablar de literatura traducida. No veo cómo los y técnicas compositivas. Es evidente que los propios cri-
cualquier tentativa científica de describir y explicar el fun- terios de selección de las obras que son traducidas vienen
cionamiento del polisistema literario en sincronía y en dia- determinados por la situación reinante en el polisistema
cronía pueda progresar de forma adecuada sin admitir este local: los textos son elegidos según su compatibilidad con las
hecho. En otras palabras, considero la literatura traducida nuevas tendencias y con el papel supuestamente innovador
no solo como un sistema integrante de cualquier polisiste- que pueden asumir dentro de la literatura receptora.
ma literario, sino como uno de los más activos en su seno. ¿Cuáles son entonces las condiciones que generan una
¿Pero cuál es su posición dentro del polisistema y cómo se situación de este tipo? Me parece que se pueden distinguir
relaciona con la naturaleza de su repertorio global? tres casos que constituyen en realidad manifestaciones dife-
Podríamos tener la tentación de deducir, a partir de la posi- rentes de la misma ley: cuando un polisistema no ha cris-
ción periférica de la literatura traducida en los estudios lite- talizado todavía, es decir, cuando una literatura es «joven»,
rarios, que también esta literatura ocupa siempre una posi- está en proceso de construcción; cuando una literatura es
ción periférica en el polisistema, pero no es así en absoluto. «periférica» (dentro de un amplio grupo de literaturas inte-
Que la literatura traducida sea central o periférica y que su rrelacionadas), o «débil-", o ambas cosas; y cuando existen
posición aparezca conectada con repertorios innovadores puntos de inflexión, crisis o vacíos literarios en una litera-
(primarios) o conservadores (secundarios), dependerá de tura.
la ordenación específica del polisistema en cuestión.
2 Sobre el conceptu «débil», véase mi anículo «Interference in
1 Véase Tour)' (1985a y 1985b).
Dependent Literary Polysysterns-, en Even-Zohar (1990: 79-83).
226 lfM1AR EVFN-ZOHAR L\ P()SIClÓN DE L\ LITERATURA. TRADLTCJDA 227

En el primer caso, la literatura traducida viene a satisfa- como es el caso de las literaturas europeas, se han estable-
cer la necesidad que tiene una literatura más joven de poner cido relaciones jerárquicas desde sus mismos comienzos.
en funcionamiento su recientemente creada o renovada En el seno de este (macro) polisistema algunas literaturas
lengua con tantos modelos literarios como sea posible, a han tomado posiciones periféricas, lo cual quiere decir sim-
fin de conferirle capacidad como lengua literaria y utilidad plemente que fueron configuradas en gran medida a partir
para su público emergente. Puesto que una literatura joven de una literatura exterior. Para las literaturas periféricas la
no puede crear de inmediato textos de todos los tipos cono- literatura traducida no constituye solo un importante canal
cidos por sus productores, sí puede beneficiarse de la expe- que les permite incorporar un repertorio «de moda», sino
riencia de otras literaturas, y de este modo la literatura tra- también un medio para reajustar y proporcionar nuevas
ducida se convierte en uno de sus sistemas más importantes. alternativas. Así, mientras que las literaturas más ricas o
Lo mismo sucede en el segundo caso, el de las literaturas fuertes tienen la opción de adoptar novedades de algún sis-
relativamente establecidas cuyos recursos son limitados y tema periférico dentro de sus propios límites, para tales
cuya posición dentro de una-jerarquía literaria más amplia casos las literaturas «débiles» con frecuencia dependen
es, en general, periférica. Como consecuencia de esta situa- estrictamente de la importación.
ción a menudo tales literaturas no desarrollan la totalidad La dinámica del polisistema crea puntos de inflexión,
de actividades literarias -organizadas en una variedad de esto es, momentos históricos en los que los modelos esta-
sisternas-, que están presentes en literaturas vecinas más blecidos ya no son aceptados por las generaciones más jóve-
amplias, motivo por el cual se puede llegar a crear la sen- nes. En tales momentos, incluso en ias literaturas centra-
sación de que son actividades indispensables. También les les, es posible que la literatura traducida asuma una posición
puede «faltar» un repertorio que creen necesitar desespe- central. Esto resulta aún máscierto cuando, en el punto de
radamente en relación a la literatura vecina, dada su pre- inflexión, no se acepta ninguno de los elementos del pro-
sencia en ésta. Dicha ausencia a veces es colmada, total o par- pio repertorio, por lo que se produce un «vacío» literario.
cialmente, por la literatura traducida. Por ejemplo, cualquier Ante tal vacío, los modelos extranjeros se infiltran con faci-
tipo de literatura periférica puede en estos casos consistir en lidad y la literatura traducida puede adquirir una posición
literatura traducida. Pero más importante es el hecho de central. Por supuesto, en el caso de literaturas «débiles» o
que la capacidad de tales literaturas «débiles» para crear de literaturas que permanecen en un constante estado de
innovaciones resulta muchas veces menor que la de las empobrecimiento (al carecer de elementos existentes en
literaturas mayores y centrales, lo que conlleva que se esta- literaturas vecinas o literaturas extranjeras accesibles), esta
blezca una relación de dependencia no solo en los sistemas situación se acentúa todavía más.
periféricos, sino también en el mismo centro de estas litera-
turas «débiles». Para evitar malentendidos, quisiera seña- IlI. Afirmar que la literatura traducida puede mantener
lar que estas literaturas pueden alcanzar una posición cen- una posición periférica significa que constituye un sistema
tral de manera análoga a la que utilizan los sistemas periférico dentro del polisistema y que por tanto suele
periféricos dentro de un determinado polisistema; pero no emplear modelos secundarios. En tal circunstancia, no influ-
es éste el lugar apropiado para desarrollar tal discusión. ye sobre los procesos más importantes y es construida de
Puesto que las literaturas periféricas del hemisferio occi- acorde a las normas ya establecidas de forma convencional
dental tienden muy a menudo a coincidir con las literatu- según el modelo dominante en la literatura receptora. La
ras de las naciones más pequeñas, por mucho que nos desa- literatura traducida se convierte, en este caso, en factor
grade esta idea, nos vemos obligados a admitir que dentro principal de conservadurismo. Mientras la literatura con-
de un grupo de literaturas nacionales interrelacionadas, temporánea original puede evolucionar desarrollando nue-
~28 !TAMAR EVEN-L'oHAR LA POSICIÓN DE L\ UTERATURA TRADUCIDA 229

vas normas y modelos, la literatura traducida se adhiere a sas tiende a asumir una posición central la parte de la litera-
normas que han sido rechazadas antes o ahora por el tura traducida que procede de una literatura fuente impor-
(nuevo) centro establecido y deja de mantener relaciones tante. Por ejemplo, en el polisistema literario hebreo de
efectivas con los textos originales. entre las dos guerras mundiales, la literatura traducida del
Se manifiesta así una interesante paradoja: la traduc- ruso asumió una incontestable posición central, mientras
ción, gracias a la cual es posible introducir nuevas ideas, que las obras traducidas del inglés, alemán, polaco y otras
elementos o características en una literatura, se constituye lenguas ocuparon una posición claramente periférica. Más
en un medio de preservar el gusto tradicional. Esta discre- aún, puesto que las normas de traducción más importan-
pancia entre la literatura central original y la literatura tra- tes e innovadoras fueron producidas por las traducciones de!
ducida evoluciona de diversas maneras; por ejemplo, cuan- ruso, las otras literaturas traducidas se ajustaron a sus mode-
do la literatura traducida, después de asumir una posición los y normas.
central e insertar nuevos elementos, pierde pronto el con- El material histórico analizado hasta aquí en términos
tacto con su literatura de origen que continúa cambiando de operaciones polisistémicas resulta demasiado limitado
y, por lo cual, se convierte en factor de conservación de un para proporcionar conclusiones de largo alcance sobre las
repertorio invariable. Así, una literatura que tal vez apare- posibilidades que la literatura traducida tiene para asumir
ció como elemento revolucionario puede seguir existien- una determinada posición. Pero el trabajo llevado a cabo en
do como un syste-me d'antan petrificado, muchas veces faná- este campo por otros investigadores, así como por mí mismo,
ticamente custodiado por los agentes de los modelos indica que la posición «normal» de la literatura traducida
secundarios contrarios al más mínimo cambio. tiende a situarse en la periferia. Esto debería ser compatible
Las condiciones que permiten esta situación son por en principio con nuestra reflexión teórica. Debemos asu-
supuesto diametralmente opuestas a las que favorecen que mir que, a la larga, ningún sisterlla puede permanecer en
la literatura traducida se constituya en sistema central: o constante estado de debilidad, punto de inflexión o crisis,
bien no hay cambios importantes en el polisistema o bien aunque no puede excluirse la posibilidad de que algunos
estos cambios no se efectúan mediante la intervención de polisistemas mantengan tal estado durante mucho tiempo.
relaciones interliterarias, materializadas en forma de tra- Además hay que tener en cuenta que no todos los polisis-
ducciones. temas se estructuran de la misma manera y que las culturas
difieren de hecho de forma significativa. Por ejemplo, el
IV. La hipótesis según la cual la literatura traducida puede sistema cultural francés, incluyendo naturalmente la litera-
conformar un sistema central o periférico no implica que tura francesa, es con claridad mucho más rígido que otros
tenga que ser siempre o lo uno o lo otro. Como sistema, la sistemas. Si a ello se une la larga tradición en la que la litera-
literatura traducida está en sí misma estratificada y, desde e! tura francesa ocupa una posición central dentro del con-
punto de vista del análisis polisistémico, las relaciones que texto europeo (o dentro del macro-polisistema europeo),
tienen lugar dentro del sistema se observan con frecuen- puede entenderse que la literatura traducida en e! sistema
cia desde la posición preeminente del estrato central. Esto francés asuma una posición extremadamente periférica. El
significa que una sección de la literatura traducida puede caso de la literatura anglo-americana es semejante, mien-
asumir una posición central, mientras que otra permane- tras que la rusa, la alemana o la escandinava parecen mos-
ce muy en la periferia. En apartados anteriores señalé la trar distintas pautas de comportamiento a este respecto.
estrecha relación existente entre los contactos literarios y la
posición de la literatura traducida. Ésta me parece que es la V. ¿Qué consecuencias sobre las normas, hábitos y cri-
clave de la cuestión. Cuando las interferencias son inten- terios de traducción puede tener la posición desempeña-
~.

230 ITAMAR EVEN-ZOHAR L\ POSICiÓN DE lA LITIR.\Tl·RA TRIlJUCIDA 231


*
da por la literatura traducida? Como indiqué anteriormente, ción) postulada y las equivalencias reales pueden coincidir
la distinción entre una obra traducida y una obra original en un grado relativamente alto. Este es el caso de las litera-
en términos de su comportamiento literario estriba en la turas europeas, si bien en algunas de ellas el mecanismo de
función de la posición asumida por la literatura traducida rechazo ha sido tan fuerte que los cambios de los que hablo
en un momento dado. Cuando ocupa una posición central solo han ocurrido en muy pequeña escala.
los límites resultan difusos, de manera que la categoría misma Cuando la literatura traducida ocupa una posición peri-
de «obras traducidas» debe extenderse también a las semi- férica se comporta por supuesto de forma completamente
y cuasi-traducciones. Desde el punto de vista de la teoría diferente. Aquí, el principal esfuerzo del traductor consis-
de la traducción pienso que esta manera de tratar tales fenó- te en encontrar para el texto extranjero los mejores mode-
menos resulta más adecuada que rechazarlos según una los secundarios preestablecidos, y a menudo el resultado
concepción estática ya-histórica de la misma. Puesto que termina siendo una traducción no adecuada o -yo preferi-
las actividades traductoras, cuando alcanzan una posición ría decir-, una mayor discrepancia entre la equivalencia
central, participan en el proceso de creación de modelos obtenida y la adecuación postulada.
nuevos -es decir, primarios-, la principal tarea del traduc- En otras palabras, no solo el estatus socio-literario de la
tor no consistirá solamente en buscar modelos ya preessa- traducción depende de su posición dentro del polisistema;
blecidos en su repertorio local sobre los que configurar los la práctica misma de la traducción está también fuertemente
textos fuente. Muy al contrario, en esos casos está prepara- subordinada a dicha posición. E incluso la pregunta de qué
do para transgredir las convenciones locales. En tal cir- es una obra traducida no puede ser respondida a priori en
cunstancia, las posibilidades de que la traducción resulte términos de una situación idealizada, a-histórica y fuera de
próxima al original en función de su adecuación (en otras contexto: tiene que cimentarse en el ámbito de las opera-
palabras, que reproduzca las relaciones textuales que pre- ciones que gobiernan el polisistema. Desde este punto de
dominan en el original) son mayores que en otras situa- vista ya no se puede considerar la traducción como un fenó-

~ ciones. Por supuesto, desde el punto de vista de la literatu- meno de naturaleza y límites definidos de una vez por todas,
~ ra receptora las normas de traducción adoptadas pueden sino como una actividad que depende de las relaciones esta-

i parecer durante algún tiempo demasiado ajenas o revolu-


cionarias; si la nueva corriente acaba derrotada en la bata-
lla literaria, la traducción realizada según sus ideas y sus
blecidas dentro de un determinado sistema cultural.

gustos nunca ganará terreno. Pero si la nueva corriente


resulta victoriosa, el repertorio de la literatura traducida
puede enriquecerse y hacerse más flexible. Los períodos
de grandes cambios en el sistema local son en realidad los
únicos en los que un traductor puede ir más allá de las
opciones que le ofrece su repertorio local establecido. de-
seando probar un modo diferente de construir sus textos.
Recordemos que en condiciones de estabilidad los ele-
mentos de los que carece una literatura receptora pueden
no ser transferidos si el estado del polisistema no permite
innovaciones. Pero el proceso de apertura de un sistema
acerca gradualmente ciertas literaturas y, a largo plazo, da
lugar a una situación en la que la adecuación (de traduc-

También podría gustarte