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Jucio de Nulidad

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PROMOVENTE: RODRIGUEZ

GUTIÉRREZ ARTURO.

ASUNTO: Juicio Contencioso


Administrativo Federal en contra de los
actos que se le imputan a la Subtesorera
de Fiscalización adscrita a la Tesorería del
entonces Distrito Federal, hoy Ciudad de
México.

MAGISTRADOS INTEGRANTES DE LA
SALA REGIONAL METROPOLITANA DEL
H. TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA
ADMINISTRATIVA, EN TURNO.
P R E SE N T E

RODRIGUEZ GUTIÉRREZ ARTURO, promoviendo por mi propio derecho, señalando


como domicilio para oír y recibir toda clase de documentos y notificaciones el ubicado en
Darwin Número 68, Departamento 501, Piso 5, Colonia Nueva Anzures, Código Postal
11590, Alcaldía Miguel Hidalgo, Ciudad de México y autorizando para tales efectos en
términos de lo dispuesto por el artículo 15 de la Ley de Justicia Administrativa de la Ciudad
de México al Licenciado Alejandro Martínez Luciano asimismo a los Pasantes en Derecho:
Joseline García Hernández Monserrat Alvarado Riveros, Mónica García Ortiz, Antonio
de Jesús Palomino Castro y Génesis Diego Días, ante Ustedes. Señalando también como e-
mail para los mismos efectos el siguiente: anotificacines.electronicas@gmail.com y número
telefónico 55-26-64-07-09, con el debido respeto comparezco y expongo:

Que con fundamento en lo dispuesto por los artículos 2, 3, 4, 5, 13, 14, 15, 16, fracción II,
19 y demás relativos y aplicables de la Ley Federal del Procedimiento Contencioso Administrativo, en
relación con el diverso 3, fracción II, y demás relativos y aplicables de la Ley Orgánica del Tribunal
Federal de Justicia Administrativa, ocurro a promover Juicio Contencioso Administrativo Federal en
contra de los créditos fiscales que a continuación se detalla.

En tal virtud, y a fin de dar correcto cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 14 de


la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, el suscrito se permite llevar a
cabo las siguientes manifestaciones:

I. NOMBRE Y DOMICILIO

ARTURO RODRIGUEZ GUTIERREZ, señalando como domicilio para oír y


recibir toda clase de documentos y notificaciones el ubicado en Darwin Número 68,
Departamento 501, Piso 5, Colonia Nueva Anzures, Código Postal 11590, Alcaldía
Miguel Hidalgo, Ciudad de México

II. RESOLUCIONES IMPGUNADAS

a) La resolución definitiva con número de oficio SF/TDF/SF/R/1337/2015 de fecha treinta de


junio de dos mil quince, emitida por la Subtesorera de Fiscalización, mediante la cual fincó
un crédito fiscal que asciende a la cantidad de $2,367,033.89 (DOS MILLONES
TRESCIENTOS SESENTA Y SIETE MIL TREINTA Y TRES PESOS 89/100 M.N.), por concepto
de Impuesto Sobre la Renta, e Impuesto Empresarial a Tasa Única, referente al ejercicio
fiscal dos mil ocho.

b) Las actuaciones que conforman la revisión de gabinete contenidas en el expediente


GPF0900320/13, y que dieron origen a la resolución mencionada en el inciso inmediato
anterior.

c) Las consecuencias y efectos jurídicos de los actos señalados en los incisos anteriores.
III. TERCER INTERESADO.

No existe tercer interesado en el presente asunto.

IV. AUTORIDADES DEMANDADAS

1. El titular de la Subtesorería de Fiscalización del Gobierno de la Ciudad de México.

En este Contexto, y a fin de que esa H. Sala Ordinaria cuente con los elementos suficientes
para resolver lo solicitado, el suscrito se permite hacer de su conocimiento los siguientes:

VII. HECHOS

1. Que el suscrito es una persona física que ha cumplido con sus obligaciones fiscales en
tiempo y forma, de acuerdo a lo que establecen las normas tributarias.
2. Que en fecha cuatro de mayo de dos mil dos mil veintidós tuve conocimiento de la
existencia de la resolución numero SF/TDF/SF/R/1337/2015 de fecha treinta de junio de
dos mil quince, emitida por la Subtesorera de Fiscalización, mediante la cual fincó un
crédito fiscal, por lo anterior se NIEGA LISA Y LLANAMENTE en términos del artículo 42
de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo en relación con el diverso 68
del Código Fiscal de la Federación que haya existido una notificación que cumpliera con los
requisitos que para notificaciones personales establece los artículos 134 fracción I y 137 del
Código Fiscal de la federación, mediante la cual se le diera a conocer a la hoy actora las
resoluciones determinantes de los créditos que nos ocupan, así como la totalidad de sus
antecedentes.

Derivado de lo anterior, y a fin de demostrar la ilegalidad en las que incurrieron las demandas
es que vengo a manifestar los siguientes:

CUESTIÓN PREVIA

RESPETUOSAMENTE SE SOLICITA A ESE H. TRIBUNAL FEDERAL DE


JUSTICIA ADMINISTRATIVA, QUE AL MOMENTO DE DICTAR LA RESOLUCIÓN
RESPECTIVA EN EL JUICIO DE NULIDAD, LO HAGA DE CONFORMIDAD AL
PRINCIPIO “PRO HOMINE”, con fundamento en el artículo 1º, 14 y 16 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con los artículos 8, 21, y 25 del Tratado denominado
“Los Derechos Humanos y su Defensa”, formalizado en la Convención Americana Sobre Derechos
Humanos. Efectuada en la Ciudad de San José de Costa Rica el 22 de Noviembre de 1969; mismos
que para mejor proveer a esa H. Sala, se trascriben:

CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los
derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales
de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su
protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y
bajo las condiciones que esta Constitución establece.

Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con


esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en
todo tiempo a las personas la protección más amplia.

Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de


promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con
los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En
consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las
violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley.

Artículo 14. A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna.

Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos,


sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que
se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes
expedidas con anterioridad al hecho.

En los juicios del orden civil, la sentencia definitiva deberá ser conforme a la letra o
a la interpretación jurídica de la ley, y a falta de ésta se fundará en los principios
generales del derecho…

Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o
posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que
funde y motive la causa legal del procedimiento.

Toda persona tiene derecho a la protección de sus datos personales, al acceso,


rectificación y cancelación de los mismos, así como a manifestar su oposición, en los
términos que fije la ley, la cual establecerá los supuestos de excepción a los
principios que rijan el tratamiento de datos, por razones de seguridad nacional,
disposiciones de orden público, seguridad y salud públicas o para proteger los
derechos de terceros.

En toda orden de cateo, que sólo la autoridad judicial podrá expedir, a solicitud del
Ministerio Público, se expresará el lugar que ha de inspeccionarse, la persona o
personas que hayan de aprehenderse y los objetos que se buscan, a lo que únicamente
debe limitarse la diligencia, levantándose al concluirla, un acta circunstanciada, en
presencia de dos testigos propuestos por el ocupante del lugar cateado o en su
ausencia o negativa, por la autoridad que practique la diligencia.

Los Poderes Judiciales contarán con jueces de control que resolverán, en forma
inmediata, y por cualquier medio, las solicitudes de medidas cautelares, providencias
precautorias y técnicas de investigación de la autoridad, que requieran control
judicial, garantizando los derechos de los indiciados y de las víctimas u ofendidos.
Deberá existir un registro fehaciente de todas las comunicaciones entre jueces y
Ministerio Público y demás autoridades competentes.

La autoridad administrativa podrá practicar visitas domiciliarias únicamente para
cerciorarse de que se han cumplido los reglamentos sanitarios y de policía; y exigir
la exhibición de los libros y papeles indispensables para comprobar que se han
acatado las disposiciones fiscales, sujetándose en estos casos, a las leyes respectivas
y a las formalidades prescritas para los cateos…

CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS

Artículo 8.- Garantías Judiciales

1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un
plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial,
establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación
penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones
de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter…
Artículo 21.- Derecho a la Propiedad Privada

1. Toda persona tiene derecho al uso y goce de sus bienes.  La ley puede subordinar
tal uso y goce al interés social.

2. Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante el pago de
indemnización justa, por razones de utilidad pública o de interés social y en los casos
y según las formas establecidas por la ley…

Artículo 25.  Protección Judicial

1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro


recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos
que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la
presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen
en ejercicio de sus funciones oficiales.

2. Los Estados Partes se comprometen:

a) A garantizar que la autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado
decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso;

b) A desarrollar las posibilidades de recurso judicial, y

c) A garantizar el cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda decisión


en que se haya estimado procedente el recurso.

Asimismo, con fundamento en el CONSIDERANDO SÉPTIMO, específicamente en


los párrafos 23 a 35, de la resolución dictada por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación al resolver el expediente “Varios 912/2010”, el 14 de julio de 2011, en la parte que interesa,
en la que específicamente se adujo por parte de nuestro Máximo Tribunal lo siguiente:

SÉPTIMO. Control de convencionalidad ex officio en un modelo de control difuso


de constitucionalidad. Una vez que hemos dicho que las sentencias de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en las que el Estado mexicano haya sido parte
son obligatorias para el Poder Judicial en sus términos, hay que pronunciarnos sobre
lo previsto en el párrafo 339 de la sentencia de la Corte Interamericana que establece
lo siguiente:

"339. En relación con las prácticas judiciales, este Tribunal ha establecido en su


jurisprudencia que es consciente de que los jueces y tribunales internos están sujetos
al imperio de la ley y, por ello, están obligados a aplicar las disposiciones vigentes en
el ordenamiento jurídico. Pero cuando un Estado ha ratificado un tratado
internacional como la Convención Americana, sus jueces, como parte del aparato del
Estado, también están sometidos a ella, lo que les obliga a velar porque los efectos de
las disposiciones de la Convención no se vean mermados por la aplicación de leyes
contrarias a su objeto y fin, que desde un inicio carecen de efectos jurídicos. En otras
palabras, el Poder Judicial debe ejercer un control de convencionalidad' ex officio
entre las normas internas y la Convención Americana, evidentemente en el marco de
sus respectivas competencias y de las regulaciones procesales correspondientes. En
esta tarea, el Poder Judicial debe tener en cuenta no solamente el tratado, sino
también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete
última de la Convención Americana."

Lo conducente ahora es determinar si el Poder Judicial debe ejercer un control de


convencionalidad ex officio y cómo es que debe realizarse este control, ya que en
cada Estado se tendrá que adecuar al modelo de control de constitucionalidad
existente.

En este sentido, en el caso mexicano se presenta una situación peculiar, ya que hasta
ahora y derivado de una interpretación jurisprudencial, el control de
constitucionalidad se ha ejercido de manera exclusiva por el Poder Judicial Federal
mediante los mecanismos de amparo, controversias y acciones de
inconstitucionalidad. De manera expresa, a estos medios de control, se adicionó el
que realiza el Tribunal Electoral mediante reforma constitucional de primero de julio
de dos mil ocho, en el sexto párrafo del artículo 99 de la Constitución Federal,
otorgándole la facultad de no aplicar las leyes sobre la materia contrarias a la
Constitución. Así, la determinación de si en México ha operado un sistema de control
difuso de la constitucionalidad de las leyes en algún momento, no ha dependido
directamente de una disposición constitucional clara sino que, durante el tiempo, ha
resultado de distintas construcciones jurisprudenciales.

En otro aspecto, el diez de junio de dos mil once se publicó en el Diario Oficial de la
Federación la reforma al artículo 1o. de la Constitución Federal para quedar, en sus
primeros tres párrafos, como sigue:

"En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos
humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los
que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo
ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las
condiciones que esta Constitución establece.

Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con


esta Constitución y con los tratados internacionales en la materia favoreciendo en
todo tiempo a las personas la protección más amplia.

Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de


promover, respetar, proteger y garantizar, los derechos humanos de conformidad con
los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad, y progresividad. En
consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las
violaciones a los derechos humanos en los términos que establezca la ley (...)".

De este modo, todas las autoridades del país, dentro del ámbito de sus competencias,
se encuentran obligadas a velar no sólo por los derechos humanos contenidos en los
instrumentos internacionales firmados por el Estado mexicano, sino también por los
derechos humanos contenidos en la Constitución Federal, adoptando la
interpretación más favorable al derecho humano de que se trate, lo que se entiende
en la doctrina como el principio pro persona.

Estos mandatos contenidos en el nuevo artículo 1o. constitucional, deben leerse junto
con lo establecido por el diverso artículo 133 de la Constitución Federal para
determinar el marco dentro del que debe realizarse este control de convencionalidad,
lo cual claramente será distinto al control concentrado que tradicionalmente operaba
en nuestro sistema jurídico.

Es en el caso de la función jurisdiccional, como está indicado en la última parte del


artículo 133 en relación con el artículo 1o. en donde los jueces están obligados a
preferir los derechos humanos contenidos en la Constitución y en los Tratados
Internacionales, aun a pesar de las disposiciones en contrario establecidas en
cualquier norma inferior. Si bien los jueces no pueden hacer una declaración general
sobre la invalidez o expulsar del orden jurídico las normas que consideren contrarias
a los derechos humanos contenidos en la Constitución y en los tratados (como sí
sucede en las vías de control directas establecidas expresamente en los artículos 103,
107 y 105 de la Constitución), sí están obligados a dejar de aplicar estas normas
inferiores dando preferencia a los contenidos de la Constitución y de los tratados en
esta materia.

De este modo, el mecanismo para el control de convencionalidad ex officio en


materia de derechos humanos debe ser acorde con el modelo general de control
establecido constitucionalmente, pues no podría entenderse un control como el que se
indica en la sentencia que analizamos si el mismo no parte de un control de
constitucionalidad general que se desprende del análisis sistemático de los artículos
1o. y 133 de la Constitución y es parte de la esencia de la función judicial.

El parámetro de análisis de este tipo de control que deberán ejercer todos los jueces
del país, se integra de la manera siguiente:

 Todos los derechos humanos contenidos en la Constitución Federal (con


fundamento en los artículos 1o. y 133), así como la jurisprudencia emitida por
el Poder Judicial de la Federación;

 Todos los derechos humanos contenidos en Tratados Internacionales en los que


el Estado mexicano sea parte.

 Criterios vinculantes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos


establecidos en las sentencias en las que el Estado mexicano haya sido parte, y
criterios orientadores de la jurisprudencia y precedentes de la citada Corte,
cuando el Estado mexicano no haya sido parte.

Esta posibilidad de inaplicación por parte de los jueces del país en ningún momento
supone la eliminación o el desconocimiento de la presunción de constitucionalidad de
las leyes, sino que, precisamente, parte de esta presunción al permitir hacer el
contraste previo a su aplicación.
De este modo, este tipo de interpretación por parte de los jueces presupone realizar
tres pasos:

A. Interpretación conforme en sentido amplio. Ello significa que los jueces del
país, al igual que todas las demás autoridades del Estado mexicano, deben
interpretar el orden jurídico a la luz y conforme a los derechos humanos
establecidos en la Constitución y en los tratados internacionales en los cuales el
Estado mexicano sea parte, favoreciendo en todo tiempo a las personas la
protección más amplia.

B. Interpretación conforme en sentido estricto. Ello significa que cuando hay


varias interpretaciones jurídicamente válidas, los jueces deben, partiendo de la
presunción de constitucionalidad de las leyes, preferir aquélla que hace a la ley
acorde a los derechos humanos establecidos en la Constitución y en los tratados
internacionales en los que el Estado mexicano sea parte, para evitar incidir o
vulnerar el contenido esencial de estos derechos.

C. Inaplicación de la ley cuando las alternativas anteriores no son posibles. Ello


no afecta o rompe con la lógica del principio de división de poderes y del
federalismo, sino que fortalece el papel de los jueces al ser el último recurso
para asegurar la primacía y aplicación efectiva de los derechos humanos
establecidos en la Constitución y en los tratados internacionales de los cuales el
Estado mexicano es parte.

Actualmente existen dos grandes vertientes dentro del modelo de control de


constitucionalidad en el orden jurídico mexicano que son acordes con un modelo de
control de convencionalidad en los términos apuntados. En primer término, el control
concentrado en los órganos del Poder Judicial de la Federación con vías directas de
control: acciones de inconstitucionalidad, controversias constitucionales y amparo
directo e indirecto; en segundo término, el control por parte del resto de los jueces
del país en forma incidental durante los procesos ordinarios en los que son
competentes, esto es, sin necesidad de abrir un expediente por cuerda separada.

Finalmente, es preciso reiterar que todas las autoridades del país en el ámbito de sus
competencias tienen la obligación de aplicar las normas correspondientes haciendo
la interpretación más favorable a la persona para lograr su protección más amplia,
sin tener la posibilidad de inaplicar o declarar la incompatibilidad de las mismas.

Ambas vertientes de control se ejercen de manera independiente y la existencia de


este modelo general de control no requiere que todos los casos sean revisables e
impugnables en ambas. Es un sistema que, como hemos visto, es concentrado en una
parte y difuso en otra y que permite que sean los criterios e interpretaciones
constitucionales, ya sea por declaración de inconstitucionalidad o por inaplicación,
los que finalmente fluyan hacia la Suprema Corte para que sea ésta la que determine
cuál es la interpretación constitucional que finalmente debe prevalecer en el orden
jurídico nacional. Puede haber ejemplos de casos de inaplicación que no sean
revisables en las vías directas o concentradas de control, pero esto no hace inviable
la otra vertiente del modelo general. Provoca que durante su operación, la misma
Suprema Corte y el Legislador revisen respectivamente los criterios y normas que
establecen las condiciones de procedencia en las vías directas de control para
procesos específicos y evalúen puntualmente la necesidad de su modificación (véase
el modelo siguiente).

Modelo general de control de constitucionalidad y convencionalidad

Tipo de Órgano y medios de Fundamento


Posible Resultado Forma
control control constitucional
Poder Judicial de la 105, Declaración de Directa
Federación fracciones I y inconstitucionalidad
(tribunales de II con efectos generales
amparo): 103, 107, o interpartes
a)     Controversias fracción VII No hay declaratoria
Concentrado:
Constitucionales y 103, 107, de
Acciones de fracción IX inconstitucionalidad
Inconstitucionalidad.
b) Amparo Indirecto
c)Amparo Directo
a)Tribunal Electoral Art. 41, No hay declaración Directa e
en Juicio de revisión fracción VI, de incidental
constitucional 99, párrafo inconstitucionalidad,
electoral de actos o 6o. sólo inaplicación
resoluciones 99, párrafo
definitivos y firmes de 6o.
Control por las autoridades
determinación electorales locales en
constitucional organización y
específica: calificación de
comicios o
controversias en los
mismos
b)Tribunal Electoral
del Poder Judicial de
la Federación
a)Resto de los 1o., 133, 104 No hay declaración Incidental*
tribunales y derechos de
a. Federales: humanos en inconstitucionalidad,
Juzgados de Distrito tratados sólo inaplicación
y Tribunales 1o., 133, 116
Unitarios de proceso y derechos
Difuso:
federal y Tribunales humanos en
Administrativos tratados
b. Locales:
Judiciales,
administrativos y
electorales
Todas los autoridades Artículo 1o. y Solamente Fundamentación
del Estado mexicano derechos interpretación y motivación.
humanos en aplicando la norma
Interpretación tratados más favorable a las
más favorable: personas sin
inaplicación o
declaración de
inconstitucionalidad

Con base a lo anterior, se concluye que EL PLENO DE LA SUPREMA CORTE DE


JUSTICIA DE LA NACIÓN DETERMINÓ de forma REITERADA que, a la luz de las reformas
efectuadas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y a los compromisos contraídos
por el Estado Mexicano, TODAS LAS AUTORIDADES DEL PAÍS, dentro del ámbito de sus
competencias, se encuentran obligadas a velar no sólo por los derechos humanos contenidos en los
instrumentos internacionales firmados por el Estado mexicano, sino también por los derechos
humanos contenidos en la Constitución Federal, adoptando la interpretación más favorable al
derecho humano de que se trate, lo que se entiende en la doctrina como el principio PRO
PERSONA.

Y estos mandatos contenidos en el nuevo artículo 1º de la Constitución Política de los


Estados Unidos Mexicanos, deben leerse junto con lo establecido por el diverso artículo 133 de la
Constitución Federal para determinar el marco dentro del que debe realizarse este control de
convencionalidad, lo cual claramente será distinto al control concentrado que tradicionalmente
operaba en nuestro sistema jurídico.

Determinando que, este tipo de interpretación presupone realizar tres pasos:

A) Interpretación conforme en sentido amplio. Ello significa que los jueces del país, al igual que
todas las demás autoridades del Estado mexicano, deben interpretar el orden jurídico a la luz y
conforme a los derechos humanos establecidos en la Constitución y en los tratados
internacionales en los cuales el Estado mexicano sea parte, favoreciendo en todo tiempo a las
personas la protección más amplia.

B) Interpretación conforme en sentido estricto. Ello significa que cuando hay varias
interpretaciones jurídicamente válidas, los jueces deben, partiendo de la presunción de
constitucionalidad de las leyes, preferir aquélla que hace a la ley acorde a los derechos
humanos establecidos en la Constitución y en los tratados internacionales en los que el Estado
mexicano sea parte, para evitar incidir o vulnerar el contenido esencial de estos derechos.

C) Inaplicación de la ley cuando las alternativas anteriores no son posibles. Ello no afecta o
rompe con la lógica del principio de división de poderes y del federalismo, sino que fortalece
el papel de los jueces al ser el último recurso para asegurar la primacía y aplicación efectiva de
los derechos humanos establecidos en la Constitución y en los tratados internacionales de los
cuales el Estado mexicano es parte.

Atento a lo cual se solicita a ese H. Tribunal que respecto del presente juicio de amparo,
se sirva se sirva observar el PRINCIPIO PRO HOMINE, atendiendo a la norma más amplia o a la
interpretación extensiva cuando se trata de derechos protegidos, como en este caso lo es el de los
bienes propiedad de mi representada.

Sirve de apoyo a mi dicho las siguientes tesis:

Tesis I.4o.A.464 A
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Novena Época
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER
CIRCUITO.
XXI, Febrero de 2005
Pág. 1744
Tesis Aislada (Administrativa)
[TA]; 9a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; XXI,

PRINCIPIO PRO HOMINE. SU APLICACIÓN ES OBLIGATORIA. El principio


pro homine que implica que la interpretación jurídica siempre debe buscar el mayor
beneficio para el hombre, es decir, que debe acudirse a la norma más amplia o a la
interpretación extensiva cuando se trata de derechos protegidos y, por el contrario, a
la norma o a la interpretación más restringida, cuando se trata de establecer límites
a su ejercicio, se contempla en los artículos 29 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos y 5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
publicados en el Diario Oficial de la Federación el siete y el veinte de mayo de mil
novecientos ochenta y uno, respectivamente. Ahora bien, como dichos tratados
forman parte de la Ley Suprema de la Unión, conforme al artículo 133 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es claro que el citado
principio debe aplicarse en forma obligatoria.

CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER


CIRCUITO.
Amparo directo 202/2004. Javier Jiménez Sánchez. 20 de octubre de 2004. Unanimidad de
votos. Ponente: Jean Claude Tron Petit. Secretaria: Sandra Ibarra Valdez.
Asimismo tiene aplicación la siguiente jurisprudencia:

Tesis I.4o.A.441 A
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Novena Época
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER
CIRCUITO. XX, Octubre de 2004 Pág. 2385
Tesis Aislada (Administrativa)

PRINCIPIO PRO HOMINE. SU APLICACIÓN. El principio pro homine,


incorporado en múltiples tratados internacionales, es un criterio hermenéutico que
coincide con el rasgo fundamental de los derechos humanos, por virtud del cual debe
estarse siempre a favor del hombre e implica que debe acudirse a la norma más
amplia o a la interpretación extensiva cuando se trata de derechos protegidos y, por
el contrario, a la norma o a la interpretación más restringida, cuando se trata de
establecer límites a su ejercicio.

CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER


CIRCUITO.
Amparo en revisión 799/2003. Ismael González Sánchez y otros. 21 de abril de 2004.
Unanimidad de votos. Ponente: Hilario Bárcenas Chávez. Secretaria: Mariza Arellano Pompa.

CONCEPTOS DE IMPUGNACIÓN

ÚNICO. Violación a los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados


Unidos Mexicanos, con relación al artículo 38 del Código Fiscal de la Federación, toda vez que mi
representada niega lisa y llanamente, en términos del artículo 68 del Código Fiscal de la Federación,
tener conocimiento de la resolución determinante de los créditos en este acto impugnados o que estos
le hayan sido notificados legalmente como lo establecen los artículos 134 y 137 del Código Tributario,
por lo que de conformidad con los artículos 16 fracción II y 17 de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, la autoridad al contestar la demanda, deberá darme a conocer la o las
resoluciones determinantes de los créditos de mérito, sus antecedentes, así como la respectiva o
respectivas actas de notificación debidamente circunstanciadas y firmadas por la persona con la que
se hayan entendido las diligencias correspondientes, lo anterior en términos de los artículos 42 de la
Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo y 68 del Código Fiscal de la Federación.

Es decir, la hoy actora niega lisa y llanamente que se le haya dado a conocer la
resolución determinante de los créditos antes referidos o que me hayan sido notificados legalmente,
asimismo se niega lisa y llanamente que me hayan sido notificados los actos de autoridad mediante los
cuales haya ejercido sus facultades de comprobación para poder llegar a determinar los créditos de
referencia, lo anterior de conformidad por lo dispuesto en el artículo 68 del Código Fiscal de la
Federación.

Así mismo, niego lisa y llanamente que me hayan sido notificados conforme a los
artículos 134 fracción I y 137 del Código Fiscal de la Federación, los antecedentes o el origen de los
créditos fiscales impugnados, lo anterior de conformidad por lo dispuesto por los artículos 42 de la
Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo y 68 del Código Fiscal de la Federación;
sin embargo desde este momento y para todos los efectos legales conducentes me reservo el derecho
para AMPLIAR LA PRESENTE DEMANDA, de conformidad con el derecho que me otorga el
artículo 17 fracción II de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, para el caso de
que las demandadas den contestación oportuna al presente ocurso.

Por lo tanto, si mi representada NIEGA LISA Y LLANAMENTE, conocer las


resoluciones determinantes de los créditos fiscales impugnados, sus antecedentes, así como las
respectivas actas de notificación debidamente circunstanciadas y firmadas por las personas con las que
se hayan entendido las diligencias respectivas, la autoridad está obligada a dármelos a conocer, para
poder controvertirlos en la ampliación de la demanda.

A efecto de acreditar la acción de nulidad que se intenta, ofrezco de mi parte las


siguientes:

PRUEBAS

1.- LA PRESUNCIONAL EN SU DOBLE ASPECTO, TANTO LEGAL COMO


HUMANA, que realizará esta H. Sala, partiendo de los hechos que se demuestran, para llegar a los
que todavía no lo están, lo anterior sólo en lo que favorezca a mis intereses.

2.- LA INSTRUMENTAL DE ACTUACIONES, consistente en todas y cada una de las


actuaciones del juicio que nos ocupa, únicamente en lo que me beneficie.

Las anteriores pruebas, se relacionan con todos y cada uno de los puntos de hecho y
derecho de la presente demanda.

Por lo anteriormente expuesto.


A esa H. SALA ADMINISTRATIVA, atentamente pido se sirva:

PRIMERO.- Tener por presentado al suscrito en tiempo y forma, interponiendo Juicio


Contencioso Administrativo Federal en contra de los créditos que han quedado previamente señalados,
teniendo por admitidas y exhibidas las pruebas que en el apartado correspondiente se relacionan.

SEGUNDO.- Con las copias simples que se acompañan, correr traslado a las autoridades
demandadas, para que contesten la demanda dentro del término legal.

TERCERO.- En su oportunidad, dar término al suscito para formular escrito de


ampliación de demanda en el presente Juicio de Nulidad.

CUARTO.- Previos los trámites de ley, dictar SENTENCIA DEFINITIVA en donde se


resuelva que el actor probó su acción y en consecuencia se declare la nulidad lisa y llana de los
créditos impugnados.

PROTESTO LO NECESARIO

______________________________
RODRIGUEZ GUTIÉRREZ ARTURO
Representante Legal

Ciudad de México a la fecha de su presentación

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