Unidad #9
Unidad #9
Unidad #9
Actividad Nº 3
Donde más se destaca el tinte unitario de este reglamento es en el Poder Ejecutivo, que
si bien reside en el director supremo, asume un mayor número de prerrogativas y
facultades al suprimirse la Junta de observación nacida en 1815, y por ende, escapa a
su fiscalización. De esta manera, sin las trabas que obstaculizaban su acción y con el
absoluto control de las provincias, la nueva Constitución acentuó el exagerado
centralismo que venían ejerciendo los gobiernos de Buenos Aires.
LA CONSTITUCIÓN DE 1819.
Como se puede apreciar, la constitución del Senado era una nueva negación de los
principios de Mayo. Esta composición netamente aristocrática produjo incontenible
reacción en las provincias que, después de casi diez años de libertad, creían estar
liberadas de los resabios de la época anterior.
Al comenzar el año 1820 la efervescencia de los pueblos litorales cunde por todo el
territorio. A las sublevaciones de Tucumán, La Rioja y de las provincias limítrofes, y al
estado de guerra de Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes, se le suma la desobediencia
sanmartiniana y la sublevación en 9 de enero de ese año del Regimiento de Cazadores
en San Juan.
EL ESTATUTO PROVISIONAL DE SANTA FE.
Singular importancia reviste, no sólo para la historia constitucional, sino para la vida
política, económica y social del pueblo argentino, la revolución de 1820.Veamos ahora
las características fundamentales de esta crisis.
c) Triunfo del federalismo. En 1820 se produce el legítimo triunfo del federalismo que
concretará su ideario en la Constitución del 53.
La caída de los dos organismos nombrados es de capital importancia, ya que con ella
termina toda una política encaminada a desvirtuar, pese a las mejores intenciones, la
orientación de Mayo.
Transcurridos los ocho días que habían otorgado de plazo para que se destituyera a las
autoridades y se convocara a Cabildo abierto, los caudillos federales deciden avanzar
sobre la ciudad de Buenos Aires.
Ante el avance de éstos y los términos de su proclama, las autoridades de Buenos Aires
no tuvieron otra determinación que tener que resignar sus cargos.
Es la obra institucional de los pueblos litorales, asentando los principios básicos sobre
los que habrá de organizarse políticamente la nación, es el pacto de unión sobre el que
habrán de consolidarse las autonomías provinciales, y del cual surgirán de una manera
absoluta y definitiva los principios de federalismo y nacionalidad. Sobre estos dos
pilares, a través de toda una dolorosa etapa de lucha civil, habrá de organizarse la patria
en 1853.
EL TRATADO CUADRILÁTERO.
Fueron convocados los representantes de las cuatro provincias litorales (Santa Fe,
Buenos Aires, Entre Ríos y Corrientes), en la ciudad capital de la provincia de Santa Fe.
El Tratado Cuadrilátero, haciendo una breve síntesis, es el sustituto legal del Congreso
de Córdoba, desviado por Rivadavia hacia Buenos Aires, con el único propósito de
debilitar la influencia de Bustos, apagar el anhelo ferviente de federalismo que
ostentaban las provincias y preparar el camino hacia el Congreso, que en 1824
comenzaría su labor en la ciudad capital.
Desde el Tratado del Pilar, pasando por el Pacto de Benegas, el Congreso de Córdoba,
el Tratado Cuadrilátero y todos aquellos pactos menores, celebrados entre las
provincias, dos corrientes que hacen a la vertebral de la nación, se disputan la
hegemonía política. Por un lado, el pensamiento federal, sostenido por la casi mayoría
de los Estados particulares, y por el otro, el pensamiento centralista, propugnado por los
núcleos porteños que luchan por mantener la preponderancia de un gobierno central,
instalado en la capital histórica.
La poderosa influencia de Rivadavia hace que en las postrimerías del año 1821, la
provincia de Mendoza, movida por legítimos anhelos de organización, solicitara al
gobierno de Buenos Aires la reunión de un Congreso Nacional.
Por un lado: el conflicto cada vez más grave con Brasil, y por otro, la necesidad de
asegurar el reconocimiento de nuestra independencia por los países europeos, para lo
cual se precisa presentar a los Estados extranjeros, una república organizada
constitucionalmente, en todos sus poderes.
LA LEY FUNDAMENTAL.
LA LEY CAPITAL.
LA FORMA DE GOBIERNO.
A todo esto, repudiada por las provincias la Constitución, a instancias de Córdoba, diez
de ellas se unen en un pacto que en esa hora tiene singular trascendencia por los
ideales que consagra y la determinación que asume. Las provincias de Santa Fe, Entre
Ríos, Corrientes, Córdoba, Santiago del Estero, La Rioja, Salta, Mendoza, San Juan y
San Luis firman en mayo de 1827, sucesivamente, un Tratado de alianza ofensivo-
defensivo "por el que se comprometen a la organización del país en un nuevo Congreso
bajo la forma federal, y a invitar a las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Tucumán
y Banda Oriental a adherirse a la Liga". Declaran que las provincias contratantes
“convienen en desechar la Constitución que ha sancionado el Congreso Constituyente”
por estar “formada sobre la base del sistema de unidad, que está en oposición a la
voluntad general de las provincias suscribientes”. Establecen luego (art.5º) que todos los
Estados en unión, “invitarán a todas las demás provincias que no estén en la Liga a
formar un nuevo Congreso, cuyo solo objeto sea constituir al país bajo la forma de
gobierno federal”, y que provisionalmente se reunirán en la ciudad de Santa Fe.
Este pacto nacional que nucleó a las provincias bajo un vínculo confederacional, trajo la
feliz circunstancia de estar todos los Estados argentinos representados en un Congreso
Constituyente, con paz interior. Además de solucionar la crisis gubernativa, representa la
"partida de defunción" del Congreso y el nacimiento de la futura Convención Nacional.
Instalado este cuerpo en el mismo local del Congreso, el 12 de agosto proceden a elegir
al gobernador propietario siendo proclamado el coronel Manuel Dorrego.
UNIDAD IX
Esta unidad describe, no sólo las circunstancias del retardo en la organización
constitucional definitiva, sino el modo en que los hombres públicos de aquella época,
mantuvieron por vías distintas, la unidad y el destino de la Nación.
El régimen de los pactos interprovinciales, que desde 1.820, se instaura en el país hasta
l.853, es de suma importancia.
De idéntica manera la inestimable labor de la generación del 37, logra sintetizar a través
de sus exponentes, la realidad de aquel presente, en un proyecto viable que se
concretiza en l.853. (López Rosas, págs. 290 a 306 y 324 a 328, 437 a 452, 457 a 474.)
El punto 4) de esta unidad, describe las características de la situación económica del Río
de la Plata, durante este período de nuestra historia. (Tau Anzoátegui Martiré, págs. 475
a 531) .
Para lo primero designó ante la Corte de Río de Janeiro, a Juan Ramón Balcarce y a
Tomás Guido, a fin de que iniciaran las tratativas pertinentes y pudieran llegar a una
negociación definitiva. Al mismo tiempo, solicitaba la cooperación del interior.
Mientras tanto, llegan las noticias de los términos del tratado de paz con el Brasil, como
consecuencia los diputados de la Banda Oriental, libre e independiente desde entonces,
se retiran de la Convención Nacional, por considerarlo una afrenta.
EL MOTÍN DE LAVALLE.
Los hombres del partido unitario, desalojados del poder desde la disolución del
Congreso de 1.824 y la renuncia de Bernardino Rivadavia, esperaban el momento
propicio para dar fin al gobierno del coronel Dorrego. Este, falto de fuerzas con que
hacer frente a Lavalle, jefe de la insurrección, resuelve marchar a la campaña para
reunirse con Rosas.
Mientras tanto, Dorrego, auxiliado con fuerzas de Juan Manuel de Rosas, decide en los
días posteriores, dirigirse hacia el norte buscando el apoyo. Hecho prisionero por una
columna al mando del comandante Escribano, es fusilado por orden de Lavalle el 13 de
diciembre.
CAÑUELAS Y BARRACAS.
1º) Cesaban las hostilidades y se restablecían todas las relaciones entre la ciudad y la
campaña.
3º) Quedaba de comandante general don Juan Manuel de Rosas. López, Rosas y Paz
son ahora las tres únicas figuras que quedan en primer plano a fin de decidir el futuro
rumbo de la Nación. Detrás de López está el núcleo de provincias que sostienen aún la
Convención Nacional; Rosas, aunque todavía sin el gobierno en la mano, es el jefe de
hecho de su provincia y Paz, a quien sólo falta desalojar definitivamente a Quiroga,
comienza ya a tener la hegemonía del norte.
En el Convenio de Barracas queda estipulado que el objeto del tratado del 24 de junio
había sido volver al país al logro de sus instituciones tradicionales, pero sin violencia ni
sacudimientos.
Mientras tanto Rosas y Lavalle, deciden de común acuerdo designar como gobernador
provisional "a un ciudadano escogido entre los más distinguidos del país".
Luego del breve gobierno de Viamonte, todas las fuerzas que obran dentro del proceso
político parecieran aunarse para desembocar en la persona de Juan Manuel de Rosas.
Don Juan Manuel de Rosas, como tantos otros gobernantes argentinos, fue un producto
de su tiempo, con numerosos aciertos y errores a lo largo de su vida pública.
Dentro de los principios que habían inspirado a los tratados anteriores, se convoca una
reunión en San Nicolás, donde concurren Estanislao López, Juan Manuel de Rosas y
Pedro Ferré, tratándose en ella los problemas de la organización, y sobre todo, la grave
situación creada con el reciente triunfo del general Paz, que acababa de vencer a
Quiroga. Resueltos a celebrar un tratado cuadrilátero entre las provincias litorales,
comunican tal decisión a Paz.
EL PACTO FEDERAL.
Luego de celebrado el pacto de unión entre las provincias del interior, el 4 de enero de
1831, se firma solemnemente el Pacto federal entre las provincias nombradas. Y así, en
virtud de los tratados litorales celebrados el año anterior, y considerando que “la mayor
parte de los pueblos de la República ha proclamado del modo más libre y espontáneo la
forma de gobierno federal...” convienen las provincias signatarias los artículos que lo
forman.
LA DICTADURA.
Art. 1º. "Queda nombrado gobernador y capitán general de la provincia por el término de
cinco años, el brigadier general don Juan Manuel de Rosas".
Art. 2º. "Se deposita toda la suma del poder público de esta provincia en la persona del
brigadier general don Juan Manuel de Rosas, sin más restricciones que las siguientes:
1º) que deberá conservar, defender y proteger la religión católica apostólica romana;
2º) que deberá defender y sostener la causa nacional de la federación que han
proclamado los pueblos de la República".
Art. 3º. "El ejercicio de este poder extraordinario durará todo el tiempo que a juicio del
gobernador electo fuese necesario".
Ante esta obsecuente ley, que pone en manos de Juan Manuel de Rosas la suma del
poder público, nace, como bien lo proclama Vicente Fidel López, la "dictadura vitalicia"
del nuevo gobernador.
Aparecen en Buenos Aires pequeños círculos literarios, integrados por los hombres
jóvenes de entonces que fundan, la Asociación de estudios históricos y sociales como
culminación de todas esas inquietudes. Posteriormente, Marcos Sastre, secundado por
un selecto grupo de la juventud porteña, funda en su librería, el Salón literario, institución
nacida en pleno gobierno de Juan Manuel de Rosas. Disuelto éste tiene lugar la
aparición de la "Joven Argentina", asociación que más tarde, al referirse a su fundación,
el propio Echeverría la llama "Asociación de Mayo".
Integraron esta generación, entre otros: Esteban Echeverría, Juan Bautista Alberdi, Juan
María Gutiérrez, Marcos Sastre, Carlos Lamarca, Vicente Fidel López, José Mármol,
Bartolomé Mitre, José Barros Pazos, Carlos Tejedor, Jacinto Rodríguez Peña, Miguel
Cané, Manuel Quiroga Rosas, Enrique Lafuente, José Rivera Indarte, Benito Carrás,
Luis Domínguez, Avelino Ferreyra, Benjamín Villafañe, Juan Thompson, etc.
La generación del 37 surge entre las dos tendencias que agrupaban el pensamiento
argentino. Ven en la tendencia federal el origen de la anarquía, del aislamiento de los
pueblos, del desorden institucional, y por sobre todo, la cuna del autoritarismo
engendrado en los caudillos. Por otra parte, en la tendencia unitaria, ven el fracaso de
todos los gobiernos hegemónicos que en vano intentaron gobernar al país después de la
Revolución.
Proclamando las leyes del progreso, propugnaron así una nueva sociedad, distinta de la
hispano-criolla producto del entrecruzamiento de razas, con una nueva fisonomía
política, económica y social. El mismo Alberdi, llevado por el deslumbramiento de las
nuevas ideas, proclama: “En América todo lo que no es europeo, es bárbaro”.
Hemos realizado estas citas para demostrar, cómo el ideal de progreso y de civilización
cegó un tanto a los hombres de la generación del 37.
La antinomia de civilización y barbarie está dada con toda claridad por Sarmiento. En su
obra cumbre, "Facundo", expresa:
"El hombre de la ciudad viste el traje europeo, vive la vida civilizada tal como la
conocemos en todas partes; allí están las leyes, las ideas de progreso, los medios de
instrucción. El hombre de la campaña, lejos de aspirar a semejarse al de la ciudad
rechaza con desdén su lujo y sus modales corteses".
EL PRONUNCIAMIENTO DE URQUIZA.
Con esta memorable batalla termina la dictadura de Juan Manuel de Rosas. Faltaba
ahora al ilustre vencedor, emprender la ímproba tarea de la organización nacional.
La Economía
La legislación liberal impuesta por Buenos Aires perjudicaba los intereses del interior,
cuyas industrias decaían notablemente. Pero los perjudicados por el régimen de libertad
aduanera, no fueron sólo los industriales; también los comerciantes del país se vieron
suplantados por los ingleses, a cuyas manos pasó la dirección del comercio en el Río de
la Plata. Cuando en 1812 el Triunvirato, acentuando aún más la política liberal, eliminó
esta exigencia, suprimió el estanco del tabaco y proclamó la libertad de cultivo,
manufactura y comercio, el comercio nacional, quedó prácticamente liquidado.
Las voces de protesta fueron tantas que la asamblea general constituyente resolvió, en
marzo de 1813, restablecer la exigencia de que las mercaderías llegasen consignadas a
comerciantes nacionales, para obligar a los ingleses a hacer participar en su negocio al
comercio local, sin embargo, estas medidas no dieron resultado.
La plaza de Buenos Aires y el mismo comercio interior habían caído, así, en manos de
comerciantes ingleses, quienes desde 1811 se agrupaban en cámaras de comercio
británicas, de las que quedaban excluidos españoles y criollos. En estas corporaciones,
los ingleses fijaban los precios y determinaban las condiciones de oferta y demanda.
Como decía Juan José Cristóbal de Anchorena -un acaudalado comerciante porteño de
la época-, “el comercio se halla destruido y poco menos que aniquilado, que la
importación de todos los efectos ultramarinos y la exportación de frutos del país se
hallan monopolizados por los extranjeros y que de consiguiente los comerciantes
nacionales, se ven con las manos atadas, la mayor parte de los artesanos sin ocupación
y reducidos a la miseria, destruida la industria del país, la cría de ganados sin todo aquel
adelantamiento de que ha sido capaz y que la época de esta fatalidad ha sido la misma
del comercio libre con los extranjeros, es tan manifiesto que no deja lugar a la menor
duda”.
Durante el directorio de Pueyrredón, fue cuando la tendencia proteccionista encontró eco
en el gobierno. El decreto de 23 de noviembre de 1816, que reservaba (carga y
descarga de los buques de ultramar en los puertos de Buenos Aires y Ensenada) a los
naturales del país, y el arancel para 1817, que gravaba con pesados derechos a la
importación manufacturera, fueron las medidas con que Pueyrredón demostró el cambio
de política económica. Pero los intereses ingleses se movilizaron rápidamente.
Pueyrredón, por decreto de 1º de junio de 1818 redujo notablemente las tarifas, a la vez
que disminuyó el 4 % la rebaja concedida a los nacionales.
Los prolegómenos del pacto federal del 4 de enero de 1831 acentuaron la tendencia
liberal, ya que Buenos Aires trató de defender los recursos de su aduana contra los
intentos de protección industrial sostenidos por Corrientes.
Actividad Nº 4
b) Constitución de 1.819
c) Ley Fundamental
d) Ley de Presidencia
e) Ley de Capitalización
2) ¿Qué significación histórica, para la unidad nacional, tuvieron los tratados y pactos
interprovinciales (Cañuelas, Cuadrilátero, Barracas y Federal.)
3) Elabore un cuadro sinóptico con las medidas principales del Primer y Segundo
Gobierno de Rosas.
UNIDAD X
ÉPOCA CONSTITUCIONAL
La Organización Nacional
"Al día siguiente de Caseros comienza para el general Urquiza, la más dura prueba.
Ante una patria dividida y tiranizada, con instituciones corrompidas y en un pleno grado
de inconstitución, todo falta por hacer. Es necesario comenzar de nuevo la labor
emprendida en Mayo, no en torno a localismos inoperantes o liberalismos utópicos, sino,
reconstruyendo la nación bajo la premisa fundamental de la libertad humana."
Dos problemas, entre tantos otros, tienen que afrontar el general Urquiza, apenas dejado
el campo de batalla. El primero de ellos es enfrentar al exagerado "localismo porteño", a
cuyo frente se alza la figura sobresaliente de Valentín Alsina. Se oponen a que Urquiza
sea director provisional de la Confederación; luchan porque abandone Buenos Aires;
rechazan su Acuerdo, denigran a sus hombres y por último, se separan de la
Confederación no asistiendo al Congreso Constituyente.
Por su parte, Alberdi, con clara visión, al enjuiciar el momento histórico dice:
“Lo que pretende hoy la política dominante de Buenos Aires es lo mismo que pretendió
desde el principio de la Revolución contra España, y que produjo en gran parte la lucha
interior de cuarenta años en este país, a saber: hacer y dirigir el gobierno general
argentino a título de haberlo encabezado por siglos”.
Rosas estaba vencido, pero quedaba el interior en poder de los caudillos que habían
obedecido sus órdenes. Tratar de cambiar violentamente esa situación era continuar la
anarquía y la lucha civil. Urquiza lo comprendió y con clarividencia genial contemporizó
con los caudillos.
Era necesario antes que nada obtener la firme adhesión de esos caudillos, díscolos y
soberbios, algunos; otros, desengañados de toda tentativa constitucional.
Para afrontar las relaciones con el interior, Urquiza elige a Bernardo de Irigoyen. Su
misión consiste fundamentalmente en hacer conocer el plan de gobierno proclamado por
el Libertador, las bases legales de la futura organización nacional y, realizada esto,
buscar la adhesión de las provincias.
“Evitar la guerra civil, promover la paz y unión, es una suprema necesidad de las
circunstancias, a cuya realización debemos consagrar los argentinos toda clase de
esfuerzos y de sacrificios”.
Si bien el Protocolo del 6 de abril consolidaba el poder nacional ejercido por Urquiza,
otorgándole el manejo de las relaciones exteriores, comprende éste, que es necesario
que el Congreso Constituyente surja de un acto solemne y fundamental, donde estén
representadas las soberanías provinciales. ¿Qué mejor para ello que realizar un acuerdo
previo al acto constituyente, cuyos miembros natos sean los propios gobernadores de
provincias?
Para ello, el general Urquiza se dirige el 8 de abril a todos los gobernadores por
intermedio de su ministro, invitándolos a una reunión en la ciudad de San Nicolás de los
Arroyos el día 20 de mayo de ese año.
Numerosos serían los proyectos y asuntos de tan magna Asamblea. Entre otros,
sobresale el Proyecto de Federalización de la ciudad de Bs. As., elaborado por Derqui y
Pujol. Sin embargo, no había llegado el momento para un acuerdo sobre este problema.
Once provincias adhieren a la firma del Acuerdo, con la excepción de Buenos Aires.
Una vez firmado el Acuerdo de San Nicolás, las perspectivas no podían ser más
halagadoras. Pero vientos distintos soplaban en Buenos Aires, donde la facción alsinista,
se había soliviantado contra el Acuerdo que se acababa de firmar y se dirigía a
protagonizar una fuerte oposición en las llamadas Jornadas de Junio.
Tengamos presente que esta política de oposición habría de influir en la formación del
Congreso general Constituyente.
A pesar de todos los intentos de Buenos Aires de obstaculizar la obra constitucional del
general Urquiza, el 8 de noviembre, en su carácter de director provisorio de la
Confederación, emite un decreto donde declara que el Congreso General Constituyente
será instalado solemnemente en la ciudad de Santa Fe el día 20 de ese mes.
Oleo de Antonio Alice que recuerda las reuniones del Congreso Constituyente de 1.853.
Se encuentra actualmente en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso Nacional.
El día 18 se recibe una nota del gobernador de Santa Fe donde da cuenta de haber sido
autorizado para instalar el Congreso en representación del director provisorio;
procediéndose luego al nombramiento de las autoridades definitivas del Congreso. Es
elegido presidente el doctor Facundo de Zuviría, y en carácter de secretarios el doctor
Juan Francisco Seguí y Delfín Huergo.
“La Constitución es el más poderoso elemento de pacificación... el único recurso que nos
queda para establecer el orden y salvar a la Confederación de la disolución y de la
anarquía”.
“La Constitución no es una teoría, como se ha dicho; nada más práctico que ella; es el
pueblo, es la Nación Argentina hecha ley”.
Art. 1º. "Conforme al art. 3º, parte 1ra. de la Constitución, la ciudad de Buenos Aires es
la capital de la Confederación".
La Ley Fundamental del 53 fue mucho más que todo eso. Constituciones, reglamentos,
pactos y proyectos, tendientes a llevar al país hacia la organización definitiva, jalonan
estos cuarenta años de lucha institucional.
“Los partidos, las luchas, los intereses, las doctrinas de los pueblos argentinos...es la
verdadera fuente y explicación de la Constitución actual argentina”.
- El Pensamiento unitario
Una mención aparte merece el tratamiento de las "Bases y puntos de partida para la
organización política de la República Argentina", de Juan Bautista Alberdi, obra de
fundamental importancia para el estudio de nuestra organización y ligada de una manera
indisoluble, a nuestra ley suprema. En cuanto a la obra en sí, es innegable que inspiró a
los hombres del 53 y fijó la política de progreso que habría de decidir el destino de la
Nación.
“Pocos libros arrojan más viva luz sobre los accidentes de la política argentina y ninguno
contiene ideas más claras, puntos más seguros de partida para el estudio de nuestro
derecho constitucional”.
Actividad Nº 13
1) Describa sintéticamente los problemas esenciales que Urquiza tuvo que afrontar,
después de Caseros.
2) En un breve resumen analice la importancia del Protocolo de Palermo.
3) ¿Por qué razón era tan importante para Urquiza poner en vigencia el Pacto Federal
de 1.831?
6) Analice las dos posturas opuestas presentadas en la sesión del 20 de abril de 1.853,
en el marco del Congreso General Constituyente.
y las ideas políticas, éticas, religiosas, económicas, etc., que nutren aquella sociedad,
separada.
Urquiza pudo hacer uso de la fuerza para lograr la incorporación de Buenos Aires,
fin de concertar las bases del acuerdo, se entrevistaron con el gobernador Obligado y
tratados de 1854 y 1855, los continuos rozamientos, sobre todo en materia comercial,
hicieron que bien pronto comenzaran las inculpaciones por ambas partes. No debemos
olvidar la angustiosa situación económica que tenía que solventar la Confederación,
privada del puerto de Buenos Aires. Por su parte, Buenos Aires luchaba por mantener su
hegemonía frente a los Estados confederados.
puertos nacionales, desde cabos adentro (cabos de San Antonio y de Santa María).
hacer escala en Buenos Aires, tenían una considerable ventaja. El puerto de Rosario
acrecentaba así su poderío en desmedro del de Buenos Aires, que veía dividir sus
ganancias con los puertos de la Confederación. Con esta ley se atraía hacia Rosario el
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el puerto de Buenos Aires, de cualquier mercadería que tuviese que salir del interior
del país. Esta ley provocó una violenta reacción entre los porteños y aun entre un amplio
sector de comerciantes extranjeros radicados en Buenos Aires, quienes acudieron
por vía de sus diplomáticos, amistosamente ante Urquiza, a fin de dejar sin efecto su
ejecución.
reiniciar las tratativas de unión nacional, encargó al general Antonio Pirán que se
entrevistase con el flamante gobernador, a fin de poder llegar a un acuerdo. Pero todo
es
El 23 de octubre de 1859 chocaron las fuerzas en pugna en las costas del arroyo de
Cepeda, cerca de la frontera de Buenos Aires y Santa Fe. El triunfo correspondió al
general Urquiza. Algunas divisiones porteñas pudieron escapar bajo el mando del
general Mitre rumbo a San Nicolás. Mientras tanto, el héroe de la jornada, enviaba una
“Al final de mi carrera política mi única ambición es contemplar desde el hogar tranquilo
una feliz República Argentina, que me cuesta largos años de cruda lucha...”.
texto:
Art. 2º. "Dentro de veinte días de haberse firmado el presente convenio se convocará
El 11 de noviembre fue ratificado el Pacto de San José de Flores, por el general Justo
José de Urquiza, por la Confederación y don Felipe Lavallol, por la provincia de Buenos
Aires.
cuando la provincia de Buenos Aires se segregó del resto de las demás provincias que
libertad para que decida su suerte y revise la ley fundamental mediante una convención
porteña. Asegura el goce y ejercicio de sus instituciones, sus propiedades, sus
La Convención Provincial por imperio del art. 2º del Pacto de Familia, tenía que ser
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Aires y los provincianos que habían luchado junto a ella. Vélez Sársfield, Portela, Mitre,
Anchorena, Sarmiento, Elizalde, Mármol y todo un brillante grupo de porteños dieron
realce a los debates suscitados en torno de la Ley Fundamental.
al estudio de las reformas propuestas. A este fin, el gobierno presidido por el general
Mitre designa ante el gobierno de Paraná, al doctor Vélez Sársfield para que ajuste de
Este documento titulado “Convenio complementario del Pacto de San José de Flores”
sancionar las reformas a la Constitución vigente, declarando que luego que se expida
general Urquiza para las celebraciones julias a realizarse en la ciudad de Buenos Aires.
En cumplimiento del art. 5º del Pacto de San José de Flores y del 1º del Convenio del
Tanto las reformas propuestas por esa ciudad, como las sancionadas por la convención
nacional, pueden analizarse en profundidad, en la bibliografía básica.
Mientras todo esto ocurría en pro de la unión nacional, otros acontecimientos de diversa
índole vendrían a oscurecer el luminoso panorama de esa hora.
Dos son los acontecimientos que logran hacer renacer los conflictos entre Buenos Aires
y la Confederación:
- Los hechos de San Juan con la muerte de Benavídez. La prensa y los hombres de
que los adictos al gobierno de Paraná inculpaban a los porteños la instigación directa
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Asamblea Nacional.
Efectuada la convocatoria y realizadas las elecciones, Buenos Aires eligió a sus
representantes en virtud de la ley provincial y no por la ley nacional del 4 de julio de
1859.
A pesar de las debilidades demostradas por Derqui ante la política porteña, su conducta
definitiva es leal a la Confederación y a Urquiza. Apoya la no incorporación de los
Después del mensaje que el presidente lee ante el Congreso el 12 de mayo de 1861 la
situación queda definida. Nada puede detener la guerra. Tanto el litoral, especialmente
Pavón
entrar en los pormenores del hecho guerrero. Destacamos solamente, que una vez
comenzada la batalla, el ala derecha del ejército nacional obtiene un triunfo claro y
terminante.
brindándole a Mitre una batalla que jamás pensó ganar luego de los primeros
encuentros.
Mitre intenta imponer su política, ya que sabe que la mayoría de las provincias no le
responden; y es así que, con férrea mano logra la "unidad nacional a palos", como
bien se ha dicho.
de octubre del mismo año, reunida la Asamblea Legislativa en virtud de las elecciones
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historia nacional.
El Problema de la Capital
Desde aquel febrero de 1536 en que se funda la ciudad de Buenos Aires comienza el
Atento a esta proposición el general Mitre intercambió ideas con los hombres de la
legislatura porteña, a fin de poder proyectar una ley que contemplara las situaciones
sede de las autoridades nacionales a la ciudad de Buenos Aires por el término de cinco
años.
Así terminó el viejo problema argentino. Dos años después Dardo Rocha colocaba
capital histórica.
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La Reforma Electoral
fraude como sistema normal de los gobiernos. De ahí, la importancia histórica de la ley
dictada bajo la presidencia de Sáenz Peña, bautizada desde entonces con su nombre,
éste estuviera a cargo del Ministerio de Guerra, y que el Poder Judicial indicara qué
que fueran convocadas en los respectivos distritos. Con sanción penal para su
incumplimiento.
c) Sufragio secreto.
d) Padrón electoral sobre la base del enrolamiento militar.
e) Escrutinio definitivo centralizado, que no obsta para que pueda realizarse el escrutinio
provisional en la mesa.
“La ley -expresa Sáenz Peña-, ha concluido con el fraude, toca a los gobiernos terminar
con la violencia. Los gobiernos deben colocarse en una línea superior a los
personalismos... El escepticismo ha muerto ayer y nadie será bastante osado para
repetir
aquella frase injuriosa que suponía un país sin ciudadanos y una Nación sin voluntad.
más”. “El programa de la libertad electoral -le dice al gobernador Garzón- es el secreto
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El aluvión inmigratorio que llega al país, tras la política liberal proclamada por los
hombres del 53, abre nuevos rumbos a las perspectivas nacionales. Del choque de
esta integración, dinámica y profunda. Nacerá aquí la Argentina del cambio, apuntando
hacia el progreso; pero, ya lo hemos señalado también, enfrentándose a graves
problemas, como consecuencia de ese cambio, de esa transformación.
Atraídos por la aventura de América llegan al país, juntamente con los colonizadores
ancho del país, una gran masa de obreros europeos, desalojados del Viejo Mundo a
raíz de los graves conflictos sociales. Toda esta legión, que en gran parte no va a la
campaña sino que se queda en las ciudades, especialmente Buenos Aires, trae a su
La crisis económica, política y social que sufre el país en esa época es campo propicio
para las nuevas ideas. Comienzan las huelgas. Sectores importantes de obreros se
dominical.
La labor legislativa en materia social fue escasa durante las primeras décadas de este
siglo. A pesar de ello, se aprobaron algunas leyes de positivo valor, entre las que
podemos mencionar la ley de “descanso dominical” (1905); la ley sobre “trabajo de
mujeres” nº 5291, del año 1907; la ley 11.317 sobre “trabajo de mujeres y menores” de
1924; la ley 9688 de “accidentes de trabajo” del año 1915; la ley sobre “jornadas de
trabajo”, nº 11.544 del año 1929 (ocho horas diarias y cuarenta y ocho semanales); la
constitucionales que sustentaron las nuevas doctrinas sociales, tras el paso de los
ser reelecto “sino con intervalo de un período”. La enmienda de 1949 fue redactada
así: “El presidente y el vicepresidente duran en sus cargos seis años; y pueden ser
reelegidos”.
estableció que, por esa única vez se autorizaba a las “legislaturas provinciales para
que puso término al mandato presidencial de Juan Domingo Perón, dio un decreto el
El salario mínimo vital móvil es uno de los logros más interesantes en las reformas de
1957. Deveali ha definido al salario mínimo vital como aquel que es indispensable para
satisfacer las exigencias más elementales de la vida del trabajador, teniendo por base
Cabe destacar, también, en el art. 14 bis “la estabilidad del empleado público”,
organización sindical libre y democrática, frente a los sindicatos únicos y las presiones
gubernamentales; la participación de los trabajadores en las ganancias de la empresa, y,
les permita actuar con todas las garantías necesarias en todos aquellos actos
relacionados con su gestión sindical, asegurándoles estabilidad en sus empleos.
“Asegurar una renta mínima que reemplace al salario cuando éste sea interrumpido
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por cesantía, enfermedad o accidente; para conceder el retiro de vejez; para proveer
contra la pérdida del sostén por la muerte de otra persona y para hacer frente a gastos
Actividad Nº 14
5) ¿Cuáles fueron las causas por las que Urquiza decide la retirada
en Pavón?
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UNIDAD XIV
como así también, los pensamientos, doctrinas y razones de quienes las impulsaron.
Actividad Nº 15
a) período de gobierno
b) ministros
c) ideas políticas
77
ANEXO
LOS INCAS
Aunque ellos creyeron que tan admirable civilización era mérito de los Incas, los
pacientes investigadores han demostrado que, antes de ellos, hubo en el Perú diversos
pueblos que desarrollaron y sentaron las bases sociales, políticas, económicas y cultura-
les del posterior imperio incaico.
Estas culturas han recibido, por lo mismo, el nombre de «preincaicas». He aquí las
principales de ellas:
han sido encontradas en el valle del Moche, cerca de Trujillo, al norte del Perú.
Entre los restos que dejaron deben mencionarse dos pirámides, como la «Huaca del
altura. El material empleado para su construcción no fue la piedra, sino el adobe moldea-
do.
El barro también servía para las casas, las vasijas comunes e incluso para las
sepulturas.
características.
La organización política era tal que los españoles le dieron el nombre de «Reino de
La economía tenía las características propias de los cándidos, pero habían desarrollado
una notable metalurgia basada en el labrado del oro, plata, cobre y bronce.
3. Cultura Tiahuanaco: esta civilización ha recibido tal nombre debido a los yacimientos
arqueológicos existentes en Tiahuanaco, lugar situado al sur del lago Titicaca.
78
Cuando el poderío incaico llegó a su cenit ocupaba una extensión de casi 2.000.000
Km2 que se prolongaba desde tierras ecuatorianas hasta el río Maule en Chile y
Argentina (hasta la zona de Mendoza).
El origen de los incas está envuelto en leyendas recogidas por los cronistas españoles, a
los cuales se han dado interpretaciones diversas. Lo que parece estar fuera de
El centro del Imperio estaba en la ciudad de Cuzco, adonde habían llegado en época
El nombre de «Inca», término que equivale a caudillo o jefe, se dio a los soberanos y a
Desde el Cuzco, los incas sostuvieron diversas guerras, como consecuencia de las
militar y político.
de la administración.
El Ayllu: la organización social, política y aún económica del Imperio estaba basada
en el ayllu institución sumamente arraigada entre los ándidos de las costas del Pacífico.
El ayllu era un grupo de familias emparentadas por un antepasado, con un culto familiar
común (huaca), y con una extensión de tierra propia marca). La autoridad del ayllu
era el Curaca designado por el Inca o sus representantes. No todos los ayllus eran
El inca tenía su propio ayllu, que comprendía su familia, sus servidores y sus bienes.
fue formando consiguientemente una nobleza de sangre, cuyos ayllus tenían ciertos
También los ayllus de habla quichua que rodeaban al Cuzco fueron asignados como
nobles, y por consiguientes estaban exentos del pago de tributos y de servicio personal,
al igual que los de sangre real.
obligados a pagar tributos hasta los 50 años. Estaban también sujetos a la «Mita»,
ésta era un servicio personal que debían prestar anualmente al Estado, tal como la
duración de este servicio era de 2 o 3 meses cada año. Una vez cumplido, el indio
79
contra el Inca en tiempos remotos. Ellos y sus descendientes eran siervos a perpetuidad
y verdaderos esclavos que sólo podían suavizar su estado merced a la buena
voluntad de las familias nobles a las cuales servían. Los yanacones dependían del
Inca. Los prisioneros de guerra y ciertos reos comunes eran, también, asignados al
yanaconazgo.
El Gobierno: El Inca era el jefe absoluto del Tahuantisuyo o «Imperio de las 4 regiones».
Tenía, en realidad, la «suma del poder» civil, político, administrativo, militar y
religioso, y hasta era reverenciado como una divinidad. Sus insignias de mando se
prendas que vestían, maravillaron a los españoles. Para mantener pura la sangre divina
se casaba con su propia hermana Coya (reina), y sus otras mujeres se llamaban
Palles.
Su heredero era aquel de los hijos a quien al considerarse más capaz para el cargo, lo
que daba lugar a crisis e intrigas provocadas por las rivalidades de la sucesión.
Cada una de las «4 regiones» estaba bajo las órdenes de un «apo»-gobernador que
Las provincias volvían a subdividirse en dos partes o «Sayas», de acuerdo con los
Sociedad
Nobleza: estaba integrada por los familiares del Inca y altos funcionarios del Imperio
(orejones). Constituían el grupo privilegiado.
cargo el culto.
Puric: las obligaciones del trabajo productivo recaían sobre el sector de los puric, los
hombres adultos que tenían a su cargo el cultivo de la tierra, el cuidado del ganado y
por descendientes de pueblos rebeldes y por individuos reducidos a ese estado por
algún delito grave. Generalmente el indio quechua no elegía su propia esposa, pues
ésta le era impuesta por las autoridades, quienes también separaban a las mujeres
más hermosas de cada ayllu para poder destinarlas al servicio del templo o del Inca.
Cada matrimonio tenía su «tupu» o parcela de tierra, cuya extensión podía aumentar
80
Las tierras no pertenecían a cada individuo, sino a la colectividad, y todos los años el
La Tierra: si el Imperio Incaico estaba organizado bajo estricto control del Estado en lo
La vida de los habitantes comunes del Imperio estaba internamente ligada a la tierra,
sostén de la familia. Cada nueva pareja recibía al casarse un «topu» dentro del ayllu.
Solamente una tercera parte de la tierra del ayllu podía ser dividida en topus. El resto
era cultivado mediante trabajo colectivo de los indios del ayllu, y sus productos se
destinaban por mitades al Inca y al culto.
Debe tenerse en cuenta que «la mita» y el «yanaconazgo», de los cuales se ha hablado
anteriormente, tenían sentido, no solo político y social sino también económico.
punto, que aún puede observarse el trazado de canales a lo largo de muchos kilómetros.
Estos canales y andenes solían ser hechos mediante la intervención oficial a través de
los «mitayos».
Por supuesto que el maíz era el principal de los cultivos sobre todo en las tierras bajas.
Lo seguían la papa, el maní, los porotos, ají, mandioca.
Toda la producción agrícola era recogida en los almacenes del Estado para ser
distribuida. Una parte era para el Inca y la nobleza, otra destinada al mantenimiento del
aleación.
La cerámica utilitaria y la ceremonial habían llegado a una notable perfección,
demostrada en vasos, fuentes, platos, vasijas, etc. pintados con variados colores.
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El ejército: los incas tenían un ejército cuya oficialidad formaban los nobles y cuyo
Religión
La religión oficial del Imperio Incaico reconocía la existencia de un solo Dios superior,
nombres según las regiones aunque se habían difundido más los de «Huiracocha» o
El sol mismo -llamado Inti- era sólo una obra de Huiracocha y una real manifestación
de su poder. También la luna y los astros recibían veneración entre los hombres del
Imperio. Había templos donde los sacerdotes celebraban el culto oficial. Poseían
numerosos adornos de oro.
Los sacrificios humanos eran una excepción en el culto incaico, y no una costumbre
común entre los aztecas. Se practicaban, en cambio, ofrendas de coca, chicha y hasta
animales.
Educación: Sólo accedían a ella los hijos de los nobles o de los curacas. Los amautas
eran los maestros encargados de prepararlos para sus futuras funciones. Se les
enseñaba los preceptos religiosos, se los instruía en la política, la historia, la milicia y en
el
cotidianos. La lengua que aún pervive entre los indígenas peruanos, era el quechua.
Los quipos: los incas no conocieron la escritura, aun cuando ordenaron un sistema
Arquitectura: para construir los muros -cuyos restos pueden ser admirados en el
Cuzco- los incas empleaban grandes moles de piedra, perfectamente pulidas, que
ajustaban entre sí sin ningún tipo de argamasa. En los templos predominan las formas
interior era rica -oro, plata, tejidos- pero sus techos eran de paja.
Entre los templos más importantes se pueden citar el Cori cancha, dedicado al sol, y el
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de piedra. Los testimonios de este tipo más importantes son las fortalezas de Machu
Pichu y Sacsahuaman.
Caminos: el sistema caminero establecido por los incas unificaba todos los puntos del
Imperio. Los españoles se maravillaron por la calidad de las rutas, amplias calzadas
formadas por grandes lajas de piedra. Los dos caminos más importantes eran el que
largo de las rutas proporcionaban los chasquis, ágiles mensajeros que iban de posta
LOS MAYAS
Honduras.
En los seis siglos del Imperio Antiguo, los Mayas sentaron las bases de una formidable
cultura. Sus ciudades -Palenque, Piedras Negras, Tikal, Copán, etc.- con sus
monumentales edificios testigo del grado de civilización alcanzada.
No se han podido determinar con certeza las causas de la decadencia del Antiguo
A partir del año 900, los mayas, ya ubicados en Yucatán dieron nacimiento al Imperio
Nuevo.
El término «Imperio Maya» es inexacto Los Mayas no formaron una unidad estable
Las principales ciudades de este período son Uxmal, Mayapan, Chichen Itza, etc. Estas
ciudades florecieron hacia el año 1.000 pero no tardaron en caer bajo el dominio
Cada ciudad principal estaba gobernada «por un gran jefe»: «Halach Vinic», cuyo título
era hereditario por línea masculina. De este jefe dependían las autoridades delegadas
«Vatav» que gobernaban las poblaciones menores o las ciudades subalternas.
Tanto estas como aquel tenían consejos que lo asesoraban en los casos difíciles.
83
Justicia
En materia de justicia, los mayas fueron muy severos, los delincuentes eran juzgados
por el Halach Vinic o por sus representantes. Las leyes penaban con grandes castigos
los distintos delitos; así el hurto se penaba con esclavitud, el homicidio voluntario o
Sociedad
sus familiares, así como por los miembros encabezados del culto religioso.
Entre estos dos grupos sociales se formó otro intermedio integrado por los
La familia entre los mayas era monogámica y la unidad matrimonial estaba protegida
Economía
Como todos los pueblos ándidos la economía de los mayas giraba en torno del cultivo
del maíz, que era la base primordial de su alimentación.
hacía con un palo cuya punta era endurecida al fuego, en cada hoyo se colocaban
varios granos de maíz y, juntamente, algunas semillas de porotos rojos y negros. Estos
constituían la segunda fuente alimenticia de los mayas.
Se cultivaba también el ají, zapallo, tomate, mandioca. Las tareas agrícolas estaban a
Si bien construyeron caminos, los mayas desconocieron la rueda y los animales de tiro
Creencias religiosas
Todos los aspectos relacionados con la vida del pueblo Maya estaban muy influidos
por su religión. Los testimonios más directos provienen de antiguos códices escritos
con caracteres latinos y lenguaje aborigen, tales como el libro de consejo o Popol -
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Estas fuentes revelan un marcado politeísmo, así como el convencimiento de que tras
en vida. Entre los dioses más importantes se encontraban Hunab Ku, creador del
sacrificios humanos; Itzamná, dios civilizador que enseñó a los hombres toda su
sabiduría.
El calendario. De todas las civilizaciones amerindias, los mayas fueron los que
desarrollaron mayores conocimientos astronómicos y calendáricos. El tzolkin (calendario
sagrado) tenía 260 días repartidos en trece grupos de veinte días cada uno; el haab
LOS AZTECAS
clima seco y sano contrastaba con la franja costera cálida, húmeda e insalubre. Sin
embargo, puede afirmarse que la influencia política de los aztecas se extendió desde
La superioridad militar y política de los aztecas les permitió dominar a dichos pueblos
Las investigaciones realizadas en el Anáhuac permiten afirmar que, antes de tal fecha,
se habían sucedido menos de quince tipos distintos de culturas indígenas en los
12 siglos anteriores.
85
Los aztecas se hallaban divididos en veinte grupos, distritos y clanes llamados Calpullis.
Los Calpullis eran el núcleo primordial de la organización social, política, religiosa
y ad-ministrativa.
Cada Calpullis tenía sus jefes, sus funcionarios, sus guerreros e incluso sus peculiares
Los veinte calpullis se habían agrupado en cuatro regiones o provincias, cada una de
las cuales constituía una federación de cinco calpullis. Cada provincia tenía a su frente
Tenochtitlán, su capital, fue asiento de las actividades políticas y militares. Situada con
sentido estratégico en el centro del lago Texcoco y a la que se llegaba por medio de
de «emperador», los aztecas lo llamaban «Tlatecutli». Era elegido con carácter vitalicio
mediante el voto de un consejo formado por un representante de cada una de las
cuatro regiones antes mencionadas. Vivía en un lujoso palacio, pero no tenía poder
omnímodo.
Había un «Tlatocan» o «Gran Consejo», formado por los representantes de los veinte
Tribus sometidas
Los aztecas se habían extendido sobre pueblos que no formaban parte de los calpullis
y eran, por lo mismo, ajenos a la Confederación. Estaban gobernados por jefes aztecas
designados por el emperador. Debían pagar tributos anuales, de acuerdo con sus
riquezas.
Fueron estos pueblos sometidos los que ayudaron a Hernán Cortez a derrocar a
Moctezuma y a destruir la Confederación Azteca.
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La familia azteca era de carácter monogámico, aunque los nobles no tardaron en admitir
la poligamia. El derecho era patrilineal. Los delitos tales como el aborto, el infanticidio o
el adulterio eran castigados con la pena de muerte.
Clases sociales
La sociedad comprendía:
guerreros y propietarios.
b) Pueblo, hombres comunes: agricultores, artesanos, carpinteros, cesteros, alfareros,
tejedores, mercaderes, quienes no sólo viajaban con sus productos, sino que
Los esclavos, adquirían su condición de tal por ser prisioneros de guerra, por castigo
de robos, por deudas, etc. No obstante, los esclavos podían recuperar la libertad bajo
ciertas condiciones.
Religión
Sin embargo, esta creencia monoteísta inicial había ido cediendo paso a un complejo
politeísmo.
Entre las divinidades que recibían culto y veneración de los aztecas figuraba
Huitzilopochtli, cuyo nombre significaba «el colibrí hacia el sur».
«Quetzalcoatl»: «la serpiente con plumas», era reverenciado como una manifestación
El sacerdocio
Los sacerdotes ocupaban un lugar preeminente entre los Aztecas y constituían una
verdadera institución.
Había sacrificios incruentos, como las ofrendas de vestidos y maíz. Sin embargo, el
centro de las actividades del culto eran los sacrificios humanos. Prisioneros de guerra
y jóvenes elegidos especialmente eran sacrificados por los sacerdotes para obtener la
buena voluntad de los dioses. El procedimiento habitual era poner a la víctima sobre la
piedra del sacrificio y arrancarle el corazón, utilizando para ello un cuchillo de pedernal.
87
La organización económica
La tierra
El calpulli poseía grandes extensiones que entregaba a cada familia, según sus
necesidades.
La familia era la poseedora nominal; el calpulli, el dueño real. Había parcelas destinadas
al sostenimiento común de sacerdotes, magistrados y guerreros.
El principal cultivo era el maíz. Además se cultivaba ají, zapallo, tomate, frijoles (porotos)
y batata. También cacao y maque y con cuyo jugo se preparaba una bebida fermentada
y embriagante llamada pulque.
La industria
A pesar de los progresos realizados por los aztecas apenas habían salido de la edad
de piedra. El empleo de los metales se reducía al cobre y al oro, ignorando todo tipo
de aleación.
Tenían talleres para la confección de tejidos, en los cuales empleaban hilos de algodón
o pelos de conejo.
También combinaban telas con plumas de ave para la confección de vestidos finísimos.
La cerámica cubría las necesidades familiares mediante vasija, platos, copas. Eran en
Una vez por semana se realizaban en las ciudades ferias o mercados donde se
intercambiaban productos mediante trueque, a veces empleaban canutos de plumas
llenos
fuerza. De ahí que hubiera guerreros profesionales, con instrucción especial y con
un jefe.
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Empleaban arcos, flechas, lanzas y hondas, los mejores guerreros tenían una espada
Arte
piedra.
prueba el diseño de Tenochtitlán, en donde la ciudad quedaba unida a tierra firme por
89
APÉNDICE DOCUMENTAL
SALTA
1.- REGLAMENTO DEL DIA 24 DE MAYO
señora de Monserrat, de esta ciudad; el Dr. D. Juan José Castelli, abogado de esta Real
Audiencia Pretorial; D. Cornelio Saavedra, Comandante del Cuerpo de Patricios, y D.
José Santos de Inchaurregui, de
momentos en esta Sala capitular, a prestar juramento de usar bien y fielmente sus
cargos, conservar la
integridad de esta parte de los dominios de América a nuestro amado Soberano el señor
D. Fernando
VII y sus legítimos sucesores, y observar puntualmente las leyes del reino.
LO TERCERO: Que luego que los referidos señores presten el referido juramento sean
reconocidos por
depositarios de la autoridad superior del Virreinato por todas las corporaciones de esta
Capital y su vecindario respetando y obedeciendo todas sus disposiciones, bajo las
penas que imponen las leyes a los
LO CUARTO: Que faltando algunos de los referidos señores que han de componer la
junta de esta Capital, por muerte, ausencia o enfermedad grave, se reserva este Cabildo
nombrar el que haya de integrarla.
estabilidad del gobierno; y para mayor seguridad, este Excmo. Cabildo toma desde
ahora bajo su protección a todos los vocales que han concurrido al Congreso General
ofreciendo que contra ninguno de
Real Audiencia, a quien se le pasarán todas las causas contenciosas que no sean de
gobierno.
LO OCTAVO: Que esta misma Junta ha de publicar todos los días primeros del mes un
estado en que
LO DECIMO: Que no se obedezca ninguna orden o providencia del Excmo. Sr. Virrey,
sin que vaya
rubricada por todos los demás individuos que deban componer la Junta.
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LO UNDECIMO: Que los referidos señores despachen sin pérdida de tiempo órdenes
circulares a los
parte principal y más sana del vecindario para que formado un Congreso de solos los
que en aquella
forma hubieren sido llamados, elijan sus representantes y estos hayan de reunirse a la
mayor brevedad
LO DUODECIMO: Que elegido así el representante de cada ciudad o villa; tanto los
electores como los
esta capital a fin de que se verifique su constancia, jurando en dicho poder no reconocer
otro soberano
que el señor D. Fernando VII y sus legítimos sucesores según el orden establecido por
las leyes, y estar
Juan Manuel Castelli; el Dr. Manuel Belgrano; D. Miguel de Azcuénaga; Dr. Manuel
Alberti; D. Domingo
Matheus; y D. Juan Larrea; y secretarios los Dres. Juan José Paso y Mariano Moreno) y
en los mismo
términos que de ellas aparece, mientras se erige la Junta General del Virreinato.
momentos en esta Sala Capitular, de usar bien y fielmente sus cargos, conservar la
integridad de esta
parte de los dominios de América a nuestro amado soberano, el Sr. D. Fernando VII y
sus legítimos
LO TERCERO: Que luego que los referidos señores presten el juramento sean
reconocidos por depositarios de la autoridad Superior del Virreinato por todas las
corporaciones de esta Capital y su vecindario
LO CUARTO: Que la Junta ha de nombrar quien deba ocupar cualquier vacante por
renuncia, muerte,
muy a la mira de las operaciones, y caso no esperado que faltase a sus deberes,
proceder a la deposición con causa bastante injustificada, reasumiendo el Excmo.
Cabildo, para este solo caso, la autoridad
LO SEPTIMO: Que los referidos señores que componen la Junta Provisoria quedan
excluidos de ejercer el poder judiciario, el cual se refundirá en la Real Audiencia a quien
se le pasarán todas las causas
LO OCTAVO: Que esta misma Junta ha de publicar todos los días primeros del mes un
estado en que
LO DECIMO: Que los referidos señores despachen sin pérdida de tiempo órdenes
circulares a los Jefes
sana principal del vecindario, para que, formados un Congreso de solo los que en
aquella forma hubiesen sido llamados, elijan sus representantes, y estos hayan de
reunirse a la mayor brevedad en esta
LO UNDECIMO: Que elegido así el representante de cada ciudad o villa tanto los
electores como los
esta Capital, a fin de que se verifique sus constancia, jurando en dicho poder no
reconocer otro soberano que el señor D. Fernando VII y sus legítimos herederos, según
el orden establecido por las leyes, y
DE LA JUNTA
La Junta Provisional Gubernativa de las provincias del Río de la Plata en nombre del
Señor D. Fernando VII:
1º) La Junta se congregará todos los días en la Real Fortaleza, donde será la posada del
Sr. Presidente, y durará su reunión desde las nueve de la mañana hasta las dos de la
tarde y desde las cinco hasta
2º) Todos los asuntos gubernativos y de hacienda se girarán ante ella por las oficinas
respectivas.
3º) El departamento de Hacienda, en la secretaria, conocerá a cargo del Dr. Juan José
Paso, y el departamento de gobierno y guerra, a cargo del Dr. Mariano Moreno.
5º) En los negocios que deban decidirse por la Junta, la formarán cuatro vocales con el
Presidente; pero
7º) Las Armas harán a la Junta los mismos honores que a los excelentísimos señores
Virreyes, y en las
9º) Los asuntos del Patronato se dirigirán a la Junta en los mismos términos que a los
señores virreyes,
10º) Todo vecino podrá dirigirse por escrito o de palabra a cualesquiera de los vocales, o
a la Junta
han dado más ensanches a la ocupación bélica de los franceses sobre su territorio,
hasta aproximarse a
92
dad, una Regencia, de la que nadie puede asegurar que sea centro de la unidad
nacional, depósito firme del poder del Monarca sin exponerse a mayores convulsiones
que las que acervan el movimiento
llegado las desgracias de los pueblos de la Península, tanto por la fortuna de las armas
invasoras, como
demás de la Nación, por la dependencia forzosa que los estrecha al orden y seguridad
de la asociación,
partes del Estado, que temen con razón todo lo que pueda oponerse a la mejor suerte
en los dominios
de América. El pueblo de Bs. As., bien cierto del estado lastimoso de los dominios
europeos de S. M. C.
el señor D. Fernando VII; por lo menos incierto del gobierno legítimo soberano en la
representación de
la Suprema Junta Central disuelta ya, y más en la Regencia que se dice constituida por
aquella, sin facultades, sin sufragios de la América, y sin instrucción de otras
formalidades que debían acceder al acto; y sobre todo, previendo que no anticipándose
las medidas que deben influir en la confianza y opinión
desplegar la energía que siempre ha mostrado para interesar su lealtad, celo y amor por
la causa del
poder, autoridad y facultades del monarca, cuando este falta, cuando este no ha previsto
de Regente y
cuando los mismos pueblos de la Matriz han calificado de deshonrado al que formaron,
procediendo a
externa, alejando la anarquía y toda dependencia de poder ilegítimo, cual podía ser
sobre ineficaz para
rotular de los negocios gravísimos, no pueden menos que conducir como por la mano, a
la vista del
efecto que se desea. Tal ha sido la conducta del pueblo de Bs. As. en propender a
examinarse si en el
estado de las ocurrencias de las Península, debía subrogarse el mando superior del
gobierno en las
Provincias del Virreinato en una Junta Provisional, que asegurase la confianza de los
pueblos y velase
sobre su conservación contra cualquier acechanza hasta reunir los votos de todos ellos,
en quienes
El Excmo. Cabildo de la Capital, con la anuencia del sr. Virrey, quien informó de la
general agitación,
agravada con el designio de retener el poder del gobierno, aún notariada que fuese la
pérdida total de la
provincia Península y su Gobierno, como expresa la proclama del 18 del corriente,
convocó la más sana
parte del pueblo en Cabildo General abierto, donde se discutió y votó públicamente el
negocio más importante por su fundamento, para la tranquilidad, seguridad, y felicidad
general resultando de la comparación de sufragios, la mayoría con exceso por la
subrogación del mando del Excmo. Virrey en el Excmo. Cabildo, interino se ordenaba
una Junta Provisional de Gobierno, hasta la congregación de la general de las
provincias: voto que fue acrecentado y aumentado con la aclamación de las tropas y
numerosos restos de habitantes. Ayer se instaló la Junta de una firma y modo que ha
dejado fijada la base fundamental sobre que debe elevarse la obra de la conservación
de estos dominios al señor D. Fernando
VII. Los ejemplares impresos de los adjuntos bandos, y la noticia acreditada en bastante
forma, que el
Excmo. Cabildo y el Excmo. Virrey que fue D. Baltasar Hidalgo de Cisneros, dan a Ud.,
no dejan duda a
esta Junta de que será mirada por todos los jefes corporaciones, funcionarios públicos y
habitantes de
todos los pueblos del Virreinato, como dentro de la unidad, para formar la barrera
inexpugnable de la
sea posible, se nombre y vengan a la Capital los diputados que se enuncian, para el fin
expresado, en
muestra que, sin desorden y sin vulnerar la seguridad, puede obtenerse el medio de
consolidar la confianza pública y su mayor felicidad. Es de esperar que cimentado este
paso, si llega el desgraciado
nato de Bs. As., sin los graves embarazos que por la incertidumbre y falta de legítima
representación del
puesto que tanto como el enemigo descubierto invasor, debe temerse y precaverse el
que desde lo anterior promueve la desunión, proyecta la rivalidad y propende a introducir
el conflicto de la suerte política, no prevenido. Cuente Ud. con todo lo que penda de los
esfuerzos de esta Junta, cuyo develo por la
conservación del orden y sistema nacional se mostrará por los efectos. Este ha sido el
concepto de proponer el pueblo al Excmo. Cabildo la expedición de quinientos hombres
para lo interior, con el fin de
proporcionar auxilios militares para hacer observar el orden, si se teme que sin él no se
harían libre y
citado, sobre que hace esta Junta los más eficaces encargos por su puntual observancia
y la del art. II.
Asimismo importa que Ud. quede entendido, que los diputados han de irse incorporando
en esta Junta
conforme y por orden de su llegada a la Capital, para que así se hagan de la parte de
confianza pública
que conviene al mejor servicio del Rey y gobierno de los pueblos; imponiéndose, por
cuanta anticipación conviene a la formación de la General, de los graves asuntos que
tocan al gobierno. Por lo mismo
se habrá de acelerar el envío de Diputados: entiendo debe ser uno por cada ciudad o
villa de las provincias, considerando que la ambición de los extranjeros puede excitarse
a aprovechar la dilación en la
reunión, para defraudar a su Majestad los legítimos derechos que se trata de preservar.
Servirá a todos
los pueblos del Virreinato de la mayor satisfacción al saber, como se lo asegura la Junta
que todos los
cual es tanto más interesante que este ejemplo empeñe los deseos de Ud. para
contribuir en estrecha
unión y armonía que debe reinar entre ciudadanos de un mismo origen, dependencia e
intereses. A esto
se dirigen los connatos de esta Junta; a ellos los ruegos del pueblo principal del
Virreinato, y a lo mismo
se le escita, con franqueza de tantos auxilios y medios pendan de su arbitrio, que serán
dispensados
1º) El art. octavo de la orden del día de 28 de Marzo de 1810, queda revocado y anulado
en todas sus
partes.
2º) Habrá desde este día absoluta, perfecta e idéntica igualdad entre el presidente y los
demás vocales
de la Junta, sin más diferencia que el orden numerario y gradual de los asientos.
3º) Solamente la Junta reunida en actos de etiqueta y ceremonia tendrá los honores
militares, escolta y
5º) Todo decreto, oficio y orden de la Junta, deberán ir firmado de ella debiendo concurrir
cuatro firmas
cuando menos, con la del respectivo secretario.
6º) Todo empleado, funcionario público o ciudadano que ejecute órdenes que no vayan
suscriptas de la
7º) Se retirarán todos los centinelas de palacio, dejando solamente las de las puertas de
la Fortaleza y
sus bastiones.
8º) Se prohíbe todo brindis, viva o aclamación pública en favor de los individuos
particulares de la Junta.
Si estos son justos, vivirán en el corazón de sus conciudadanos: ellos no aprecian bocas
que han sido
94
9º) No se podrá brindar sino por la Patria, por sus derechos, por la gloria de nuestras
armas y por objetos generales concernientes a la pública felicidad.
10º) Toda persona que brindase por algún individuo particular de la Junta será
desterrado por seis años.
11º) Habiendo echado un brindis D. Atanasio Duarte, con que ofendió la probidad del
Presidente, y atacó los derechos de la Patria; debía perecer en un cadalso; por el estado
de embriaguez en que se hallaba se le perdona la vida, pero se destierra perpetuamente
de esta ciudad, porque un habitante de Bs.
12º) No debiendo confundirse nuestra milicia nacional con la milicia mercenaria de los
tiranos, se prohíbe que ningún centinela impida la libre entrada en toda función o
concurrencia pública a los ciudadanos
decentes que la pretendan; el oficial que quebrante esta regla será depuesto de su
empleo.
13º) Las esposas de los funcionarios públicos, políticos y militares no disfrutarán los
honores de armas
ni demás prerrogativas de sus maridos: estas distinciones las concede el Estado a los
empleos, y no
Excmo. Cabildo a quien toca la Presidencia y gobierno de aquellos actos por medio de
los individuos
comisionados para el efecto, será el que únicamente tenga una posición de preferencia.
15º) Desde este día queda concluido todo el ceremonial de Iglesia con las autoridades
civiles: estas
16º) Este reglamento se publicará en la Gazeta, y con esta publicación se tendrá por
circulado a todos los jefes políticos, militares, corporaciones y vecinos, para su puntual
observancia. Dado en Bs. As.,
Orden del día.- Los mismos motivos que obligaron a substituir una autoridad colectiva a
la individualidad
de los Virreyes, debieron, también, introducir una nueva forma en los gobiernos
subalternos. El justo
temor de no arriesgar unos primeros pasos que debían decidir de nuestra suerte, en la
premura de un
tiempo en que esta Junta no tenía una confianza entera de los pueblos, la puso en la
necesidad de no
alterar el sistema antiguo, depositando los gobiernos en mano de una fidelidad a prueba
de peligros.
Por lo demás, la Junta ha estado siempre persuadida de que el mejor fruto de esta
resolución, debía
consistir en hacer gustar a los pueblos las ventajas de un gobierno popular. Así es, que
aun quedando a
la suerte algún influjo, previno en las instrucciones reservadas de la expedición militar,
condescendiese
con los pueblos inclinados a los gobiernos de Juntas. Para pensar así, tenía muy
presente que sin esta
novedad, no habrían hecho otra cosa los pueblos que continuar en ser infelices. En
efecto, la autoridad
que no es contenida por la atención inquieta y celosa de otros colegas, rara vez deja de
corromper las
lánguido ofrece a todo enemigo una presa fácil. Por el contrario sucedería hallándose el
gobierno en
para el ciudadano que no ama las leyes, virtudes cívicas, virtudes políticas, amor de la
gloria, amor de la
patria, disciplina austera, y en fin, hombres destinados a sacrificarse por el bien del
Estado. Para que
esta grande obra tenga su perfección, cree también la Junta, que será de mucha
conducencia que los
individuos de estas Juntas Gubernativas sean elegidos por los pueblos. Por este medio
se conseguirá
que, teniendo los elegidos en su favor la opinión pública, sólo el mérito eleve a los
empleos y que el
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talento para el mando sea el único título para mandar. En esta inteligencia ha creído esta
Junta Superior, hacer las siguientes declaraciones, a saber:
1.- Que en la Capital de toda provincia, comprendida la de Charcas, se formará una
Junta compuesta
de cinco individuos, que por ahora serán el presidente o el gobernador intendente que
estuviese nombrado, como Presidente, y los cuatro colegas que se eligiesen por el
pueblo.
2.- Que en esta Junta residirá in solidum toda la autoridad del gobierno de la provincia,
siendo de su
conocimiento todos los asuntos que por las leyes y ordenanzas pertenezcan al
presidente o al gobernador intendente; pero sea con entera subordinación a esta Junta
Superior.
que actualmente se hallan nombrados, sirviendo sin asignación alguna los colegas.
5.- Que en la vacante del Presidente de la Junta, se dé noticias a esta Junta Superior,
quien deliberará
lo que convenga, procediendo a nueva elección para reemplazar a los demás vocales
que vacasen, y
6.- Que en cada ciudad y villa de las que tengan o deban tener Diputados en ésta, se
formarán también
7.- Que a esta Junta corresponderá el conocimiento de todo aquello en que entendían
los Subdelegados de Real Hacienda, cuyo empleo por separado queda abolido.
8.- Que lo dicho en orden a vacantes de las Juntas Provinciales, se observe también en
ésta.
9.- Que estas Juntas reconocerán a sus respectivas Capitales la subordinación en que
han estado las
10.- Que las Juntas Provinciales se congregarán diariamente en las posadas de sus
Presidentes para el
despacho de los negocios, y durará su reunión desde la diez de la mañana hasta la una
de la tarde y
11.- Que las horas de despacho en las Juntas subalternas, será según la ocurrencia de
los negocios,
13.- Pondrán particular esmero en la disciplina e instrucción de las milicias, para que
sirviendo a conservar el orden interior, estén también prontas y expeditas para cualquier
auxilio exterior en favor de la
defensa general.
14.- A este fin meditarán y calcularán los recursos de cada ciudad, en razón de los
auxilios de que sean
15.- Entenderán igualmente en los alistamientos y reclutas que se ordenen por las
Juntas Provinciales o
por esta Superior, como asimismo en la ejecución y puntual cumplimiento de todas las
órdenes que se
les comuniquen.
96
17.- Que por punto general, si la elección recayere en los asesores de Provincia, en
algunos de los Alcaldes ordinarios o en los dos, no podrán éstos ejercer ambas
funciones simultáneamente, debiendo en
tal caso elegir uno de los empleos, y si se prefiriese el de vocal, se hará nueva elección
de Alcalde ordinario.
18.- Que para estas elecciones se ponga la mira en sujetos de las más recomendables
calidades, y
sistema actual, de manera que no podrá recaer en ninguno que hubiese sido causado,
que se halle ligado por alguna relación íntima con los que hayan sido, ni de quien se
pueda recelar alguna fundada
sospecha.
19.- Que los empleos de vocales o asociados a las Juntas de Provincia, y de las
subordinadas de cada
pueblo sufragáneo, no puedan recaer por ningún título, causa ni motivo, en eclesiásticos
seculares o
20.- Que del mismo motivo se declara incompatible el empleo de vocales con el de Oidor
de la Real
21.- Que se proceda a la elección de vocales en la forma siguiente: se pasará orden por
el Gobernador
o por el Cabildo en las ciudades donde no lo haya, a todos los Alcaldes de Barrio, para
que citando a
todos los vecinos españoles de sus respectivos cuarteles a una hora señalada,
concurran todos a prestar libremente su voto para el nombramiento de un elector que
asista con su sufragio a la elección de
los colegas que han de componer la Junta; advertencia de que a excepción del
Presidente de Charcas
o Gobernador, en la ciudad donde lo hubiere, deberán concurrir al nombramiento de
electores todos los
individuos del pueblo, sin excepción de empleos y ni aun de los Cabildos eclesiásticos y
seculares, pues
los individuos que constituyen estos cuerpos deberán asistir a sus respectivos cuarteles
en calidad de
los haya absolutamente, en seis cuarteles cuando menos para este y demás casos
ocurrentes; pudiendo hacerse dicha subdivisión y reparto por el Cabildo de los pueblos
que los exijan, y nombrándose para cada barrio de los que no tengan alcalde designado,
la persona de mejor nota y crédito del cuartel,
para que en clase de Presidente asista a la elección; pero sin que este ni ningún otro,
alguno, por más
23.- Que en caso de empatarse por igualdad de votos, por ser pares los electores, se
pase la elección a
Congreso, quién con maduro acuerdo deliberará lo que más convenga al bien de la
patria.
Buenos Aires, 10 de febrero de 1811. Cornelio de Saavedra - Miguel de Azcuénaga -
Domingo Matheu -
Juan Larrea - Doctor Gregorio Funes - Juan Francisco Tarragona - Doctor José García
de Cossio - Antonio
Ignacio de Gorriti - Doctor José Julián Pérez - Marcelino Plobet - José Ignacio Maradona
- Doctor Juan
97
Art.1º.- Todos los cuerpos y personas particulares, de cualquiera condición y estado que
sean, tienen
Art.2º.- Por tanto, quedan abolidos todos los actuales juzgados de imprenta y la censura
de las obras
Art.4º.- Los libelos infamatorios, los escritos calumniosos, los licenciosos y los contrarios
a la decencia
pública y buenas costumbres, serán castigados con la pena de la ley y las que aquí se
señalarán.
Art.5º.- Los jueces y tribunales respectivos entenderán de la averiguación, calificación y
castigo de los
delitos que se cometan por el abuso de esta libertad, arreglándose a lo dispuesto por las
leyes y en este
reglamento.
Art.6º.- Todos los escritos en materia de religión quedan sujetos a la previa censura de
los ordinarios
Art.7º.- Los autores, bajo cuyo nombre quedan comprendidos el editor y los que hayan
facilitado el manuscrito original, no estarán obligados a poner su nombre en los escritos
que publiquen, aunque no por
eso dejan de quedar sujetos a la misma responsabilidad. Por tanto, deberá constar al
impresor quien
sea el autor o editor de la obra, pues de lo contrario sufrirá la pena que se impondría al
autor o editor, si
fuesen conocidos.
Art.8º.- Los impresores están obligados a poner su nombre y apellido y el lugar y el año
de la impresión
en todo impreso, cualquiera que sea su volumen teniendo entendido que la falsedad de
alguno de estos
no solo sufrirán las penas señaladas, por las leyes según la gravedad del delito, sino que
este y el castigo que se le imponga, se publicará con sus nombres en la Gazeta del
gobierno.
cincuenta pesos de multa, en caso de omitir en ellos sus nombres o algún otro de los
requisitos, indicados en el art. 8º.
Art.11º.- Los impresores de los escritos prohibidos en el artículo 4º, que hubieren omitido
sus nombres
u otras de las circunstancias ya expresadas, sufrirán además de las multas ya
expresadas que se estime correspondiente, la misma pena que los autores de ellos.
Art.12º.- Los impresores de escritos de materia de religión, sin la previa licencia de los
ordinarios, deberán sufrir la pena pecuniaria que se les imponga, sin perjuicio de las que,
en razón de los excesos en
Junta Suprema de Censura, que deberá residir cerca del gobierno, compuesta por cinco
miembros, y a
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Juntas de Provincias, y los demás serán seculares; y unos y otros sujetos instruidos y
que tengan virtud
Art.15º.- Será de su cargo examinar las obras que se hayan denunciado al Poder
Ejecutivo o justicias
Art.16º.- El autor o impresor podrá pedir copia de la censura y contestar a ella; si la Junta
confirmase su
primera censura, tendrá acción el interesado a exigir que pase el expediente a la Junta
Suprema.
Art.17º.- El autor o impresor podrá solicitar a la Junta Suprema que se vea primera y
segunda vez su
contra la obra, será esta detenida sin más examen, pero si la aprobase, quedará
expedito su curso.
Art.18º.- Cuando la Junta Censora de Provincia o la Suprema, según lo establecido,
declaren que la
obra no contiene sino injurias personales, será detenida y el agraviado podrá seguir el
juicio de injurias
Art.19º.- Aunque los libros de religión no puedan imprimirse sin licencia del ordinario, no
podrá esta
su dictamen al ordinario, para que más ilustrado sobre la materia, conceda la licencia, si
le pareciese, a
Art.1º.- Todo hombre puede publicar sus ideas libremente y sin censura previa. Las
disposiciones contrarias a esta libertad, quedan sin efecto.
formación el Exmo. Cabildo presentará una lista de cincuenta ciudadanos honrados, que
no estén empleados en la administración de gobierno; se hará de ellos la elección a
pluralidad de sufragios. Serán
electores natos el prelado eclesiástico, alcalde de primer voto, síndico procurador, prior
del consulado,
pueblo autorizará el acto y los respectivos títulos, que se librarán a los electos sin
pérdida de instantes.
elección.
Art.5º.- La tercera parte de los votos en favor del acusado, hace sentencia.
en favor del acusado, serán irrevocables. En caso de justa recusación, se sustituirán los
recusados por
el mismo arbitrio.
99
Art.7º.- Se observará igual método en las capitales de provincia, sustituyendo al prior del
consulado, el
Art.8º.- Las obras que tratan de religión, no pueden imprimirse sin previa censura del
eclesiástico. En
Art.9º.- Los autores son responsables de sus obras, o los impresores, no haciendo
constar a quien pertenecen.
La Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata, a nombre del
señor Don Fernando VII. Teniendo consideración a la celeridad y energía con que deben
girar los negocios de la Patria, y
las trabas que ofrece al efecto la multitud de los vocales, por la variedad de opiniones,
que frecuentemente se experimentan, ha acordado constituir un poder ejecutivo
compuesto de tres vocales y tres
secretarios sin voto; y debiendo ser los sujetos en quienes recayese la elección, de
probidad y pública
los señores Coronel Doctor Feliciano Chiclana, Don Manuel de Sarratea y el Doctor D.
Juan José Paso,
y para secretarios, sin voto los señores Dr. D. José Julián Pérez, de Gobierno; Dr. D.
Bernardino Rivadavia de Guerra; y el Dr. D. Vicente López, de Hacienda; los cuales
tomarán el gobierno bajo las reglas
diputados de los Pueblos y Provincias, en consorcio de los dos suplentes que elegirá
esta Capital por
Bs. As., 23 de Septiembre de 1811- Domingo Matheu- Juan de Alargón- José Antonio
Olmos - Dr. Juan Ignacio de Gorriti- Francisco Antonio Ortiz de Ocampo - Por mandato
de la Exma. Junta, Don José Ramón de
Basavilbaso.
SECCION PRIMERA
La Junta Conservadora
Art.1º - Los Diputados de las Pcias. Unidas que existen en la Capital, componen una
Junta, con el título
Art.2º - Serán incorporados a esta Junta los Diputados que lleguen después de la
formación de este
Reglamento.
Art.3º - Tendrá un presidente cuyo empleo turnará de mes en mes en cada uno de sus
vocales, empezándolo por el orden de sus nombramientos.
100
individuos del Poder Ejecutivo, en caso de muerte o renuncia de los que le componen,
son asuntos de
celebrará sus sesiones en los días Martes y Viernes de la semana en la Real Fortaleza.
Art.6º - Asistirá a las funciones públicas el día de San Fernando, Reconquista, Defensa,
25 de mayo y
de la Real Audiencia.
Art.7º - Las personas de los diputados son inviolables y en caso de delitos serán
juzgados por una comisión interior, que nombrará la Junta Conservadora.
SECCION SEGUNDA
independiente.
Art.3º - El Poder Ejecutivo conferirá todos los empleos militares y civiles de los ramos de
la administración pública, suprimirá los inútiles y hará las reformas convenientes a la
utilidad común y compatibles
Art.4º - El Poder Ejecutivo acordará las providencias necesarias para la reunión de los
diputados, elección de los que faltan y celebración del Congreso a la mayor brevedad
posible y en los términos que
todo el influjo de su autoridad; el sueldo de los secretarios queda reducido a dos mil
pesos, desde el día
de su nombramiento.
de su conducta pública.
Art.6º - Los parientes de los individuos del Poder Ejecutivo, hasta el tercer grado
inclusive, no podrán
ser secretarios de Gobierno, ni serán provistos para empleos, sin previa consulta y
aprobación de la
Junta Conservadora.
Art.7º - El Poder Ejecutivo no podrá conocer de negocio alguno judicial avocar causas
pendientes ni
que se persiguiese el cobro de los caudales adeudados por los derechos establecidos
de aduana y
otros reglamentos. Las demás que no sean de este género, serán remitidas por el Poder
Ejecutivo a la
Real Audiencia, y las sentencias contra el Fisco no se ejecutarán sin consulta del Poder
Ejecutivo, quien
en este caso podrá suspender los libramientos, si el pago fuese incompatible con otros
objetos preferentes por su urgencia y utilidad hacia el bien común.
101
Art.9º - El Poder Ejecutivo no podrá tener arrestado a ningún individuo en ningún caso,
más que 48 hs.,
dentro de cuyo término deberá remitirlo al Juez competente con lo que se hubiese
obrado. La infracción
y luces.
Art.12º- La presidencia del Poder Ejecutivo turnará entre sus individuos cada cuatro
meses, por el orden de sus nombramientos.
SECCION TERCERA
Art.2º - Las Leyes generales, las municipales y bandos de buen gobierno, serán la regla
de sus resoluciones.
Art.3º - El Poder Judicial será responsable del menor atentado que cometa en la
substancia o en el modo, contra la libertad y seguridad de los súbditos.
Art.5º - La Junta Conservadora se reserva el derecho de explicar las duda que puedan
ocurrir a la ejecución u observancia de los artículos del presente reglamento. Dado en la
Real Fortaleza a 22 de octubre de 1811.
FERNANDO VII
Art.1º - Siendo la amabilidad de los que gobiernan el obstáculo más poderoso contra las
tentativas de la
arbitrariedad y de la tiranía los vocales del Gobierno se removerán alternativamente
cada seis meses,
período, por orden inverso. Para la elección del candidato que debe sustituir al vocal
saliente se creará
Art.2º - El Gobierno no podrá resolver sobre los grandes asuntos del Estado, que por su
naturaleza tengan un influjo directo sobre la libertad y existencia de las Provincias
Unidas, sin acuerdo expreso de la
Asamblea General.
102
Art.3º - El Gobierno se obliga de un modo público y solemne, a tomar todas las medidas
conducentes
para acelerar, luego que lo permitan las circunstancias, la apertura del Congreso de las
Pcias. Unidas,
decretos en que se establecen, forman parte de este reglamento. Los miembros del
gobierno, en el acto
Art.8º - El gobierno se titulará Gobierno Superior Provisional de las Provincias Unidas del
Río de la Plata, a nombre del Señor Don Fernando VII. Su tratamiento será el de
Excelencia, que ha tenido hasta
aquí en cuerpo y Vmd. llano a cada uno de sus miembros en particular. La presente
forma existirá hasta
variación lo propondrá a la Asamblea General, con expresión de las causas, para que
recaiga la resolución que convenga a los intereses de la patria.
Art.9º - La menor infracción de los artículos del presente reglamento, será un atentado
contra la libertad
y de la seguridad individual, se circulará a todos los pueblos, para que se publique por
bando, se archive en los registros y se solemnice el juramento en la forma
acostumbrada.
un medio indirecto para consolidar las bases del despotismo. Todo ciudadano tiene un
derecho sagrado
individual. Una vez que se haya violado esta posesión, ya no hay seguridad, se
adormecen los sentimientos nobles del hombre libre y sucede la quietud funesta al
egoísmo. Solo la confianza pública es
capaz de curar esta enfermedad política, la más peligrosa de los Estados, y una garantía
afianzada en
Art.1º - Ningún ciudadano puede ser penado ni expatriado, sin que preceda forma de
proceso y sentencia legal.
Art.2º - Ningún ciudadano puede ser arrestado sin prueba, al menos semiplena o indicios
vehementes
de crimen, que se hará constar en proceso informativo dentro de los tres días
perentorios. En el mismo
103
Art.5º - Ningún reo estará incomunicado después de su confesión y nunca podrá esta
dilatarse más allá
Art.6º - Siendo las cárceles para seguridad y no para castigo de los reos, toda medida
que a pretexto de
Art.7º - Todo hombre tiene libertad para permanecer en el territorio del Estado o
abandonar cuando
guste su residencia.
Art.8º - Los ciudadanos habitantes del distrito de la jurisdicción del gobierno y los que en
adelante se
Art.2º.- Los ciudadanos se elegirán de los de esta capital y de los otros pueblos de las
Provincias que
por cada una de ellas. Los regidores en sus casas y en un término prefijo que se
anunciará de un modo
público, recibirán de cada vecino una cédula firmada y cerrada, en que manifiesten su
voto a favor de
sección por el escribano en sala pública, para los que quieran concurrir a cerciorarse del
acto. Los dos
individuos que reúnan más votos serán diputados electores por su respectivo
departamento. Acto continuo se les pasará aviso por el ayuntamiento, para que asistan
sin demora alguna a la Sala Capitular.
primeros que salgan a la suerte, debiendo ejecutarse el acto con la misma publicidad
que el anterior. En
104
Art.3º.- Las personas que se hallen criminalmente procesadas, las que hayan sufrido
pena infamatoria,
los fallidos, los extranjeros, los menores de 21 años, los que no tengan arraigo o giro
conocido, y una
decidida adhesión a la causa de la libertad de las Pcias. Unidas, no puede ser electores
ni electos. El
que use de seducción o intriga para ganar votos en la Asamblea, será expatriado y para
siempre privado de los derechos de ciudadano.
que han adoptado constantemente los pueblos libres de las naciones cultas, se declara
que los militares
del ejército y los empleados de las ramas de la Administración Pública, bajo la inmediata
dependencia
asistir sin un impedimento legítimo y calificado a juicio del ayuntamiento, bajo la pena de
mil pesos de
Art.6º.- Reunida la Asamblea, jurarán los vocales en mano del jefe y este en la del
decano del Ayuntamiento, el fiel desempeño de sus deberes y que sus votos no tendrán
otro objeto que la libertad y felicidad de los pueblos de las Pcias. Unidas.
Inmediatamente se noticiará la apertura de la Asamblea al Gobierno, y éste remitirá una
nota de los negocios que han motivado la convocación. Empezará sus tareas
y la elección del vocal para el gobierno, según lo prevenido en el Estatuto Provisional de
23 de noviembre, es el primer asunto que resolverá con preferencia de todos los demás.
Art.7º.- Solo el Gobierno puede convocar la Asamblea y deberá hacerlo cada seis
meses. La Asamblea
que ha sido convocada, ni podrá permanecer en sección más término que el de ocho
días, a no ser que
el Gobierno juzgue conveniente prorrogarla. Pasado el término cuando se actúe sin este
requisito será
nulo.
Art.8º.- El gobierno podrá asistir a la Asamblea en los casos en que lo exija el interés
mismo de los negocios que deben resolverse, y en que su presencia no pueda
comprometer la libertad de las votaciones; en estos casos tendrá la presidencia.
fallo exige más tiempo que el designado para sus sesiones, nombrará ésta una comisión
de Estado,
compuesta de once de sus miembros, de los cuales cuatro serán del Ayuntamiento. La
comisión formará los procesos, sustanciará y resolverá definitivamente las causas que le
deleguen.
Art.11º.- Los individuos de ambas comisiones pueden ser recusados sin causa y por una
sola vez antes
de abrirse el juicio, después de abierto, sólo podrá verificarse por motivo expreso y
calificado. Si los
recusados son miembros del Ayuntamiento, se sustituirán por medio de la suerte, con
otros de la misma
corporación; siendo de los otros vocales, se hará la sustitución también a la suerte, de
los otros miembros que compusieron la Asamblea. Si la recusación fuera general o de
más de la mitad de los individuos de la Comisión, se hará el sorteo por el Ayuntamiento
con citación de los interesados y si es parcial, por la misma comisión.
105
Los que por estos medios indirectos comprometan la libertad de las resoluciones de la
Asamblea, son
Art.14º.- Luego que esté reunida, la Asamblea nombrará entre sus vocales un secretario
que autorizará
sus actas. El alcalde de primer voto, por impedimento de gobernador de provincia según
el art. 4º llevará la voz o nombrará un vocero para que en la asamblea se guarde
silencio, orden y decoro. Solo hablará el vocal que haya pedido la palabra, sin permitir
que se le interrumpa, concluido su discurso no volverá a hablar en la materia, y otro
tomará la palabra, a no ser que se considere necesario, para la mayor
nuevos diputados electores y estos con el Ayuntamiento nuevos vocales en los mismos
términos en que
se hizo la primera, observándose este método en todas las que se celebren en adelante.
Art.19º.- En caso que se considere necesario alterar, derogar o modificar algunos de los
artículos de
Número 5- Exmo. Señor: Habiendo tratado esta Asamblea sobre el carácter que reviste,
ha sancionado que le corresponde la autoridad suprema, sobre toda otra constituida en
las Pcias. Unidas del Río de
106
Número 6- Exmo. Señor: consecuente a la declaratoria que se avisa a V.E. en oficio que
acompaña a
esta, sobre el carácter y autoridad suprema que constituye a las Pcias. Unidas, espera
que vuestra V.E.
ponga en posesión inmediatamente al Dr. José Miguel Díaz Vélez, como suplente del
vocal Coronel
Número 7- Exmo. Señor: Siendo nula, ilegal y atentatoria contra los derechos soberanos
de los pueblos y contra el Estatuto Constitucional jurado, reconocido y sancionado por la
voluntad popular de las
gobierno, en virtud de sus altas facultades, y para evitar las consecuencias de tan
extraño atentado,
evitar la disolución del Estado, a que camina aquella escandalosa resolución, lo que se
comunica a V.E.
como su presidente para que en el acto haga entender a la Asamblea que está disuelta y
a sus vocales
que se retiren sin otro carácter que el de simple ciudadanos, son las penas establecidas
en le Bando de
3 del corriente, avisando a V.E. el puntual cumplimiento de ésta disposición en todas sus
partes - Dios
Bs. As., Abril 6 de 1812. Sarratea- Chiclana- Rivadavia- Nicolás de Herrera, Secretario.
Los señores del Excmo. Cabildo, justicia y regimiento de esta capital, Don Miguel de
Azcuénaga, Gobernador Intendente de esta Capital, D. José Pereyra de Lucena, alcalde
ordinario de segundo voto, y
José Cristóbal de Anchorena, José María Yevenez, Carlos José Gómez y Dr. Don
Ventura Díaz de Bedoya.
... Proceder a la elección de los individuos que deben constituir el gobierno provisorio, y
la ha realizado
en las personas de los señores Dr. D. Juan José de Paso, D. Nicolás de la Peña y Dr. D.
Antonio Álvarez de Jonte, que fue aprobada a pluralidad de votos por el inmenso pueblo
que ocupaba los corredores
1º- Que los señores electos comparezcan sin pérdida de momentos en esta sala
Capitular, a prestar el
juramento de usar bien y fielmente de la confianza con que les ha honrado el pueblo.
2º- Que los referidos señores sean reconocidos como depositarios de la Autoridad
Superior de las
Pcias. Unidas del Río de la Plata, por todas las corporaciones de esta ciudad, su
vecindario y cuerpo
3º- Que los poderes para esta Asamblea sean con toda la extensión que quieran darle
los pueblos.
4º- Que la Asamblea sea el Supremo Tribunal de residencia de todos los que hayan
ejercido el Poder
107
5º- Que la Asamblea formará una constitución provisoria, y que entre tanto el nuevo
gobierno observará
6º- Que el presente gobierno nombrará los secretarios que crea convenientes, siendo él
responsable de
su conducta.
7º- Que haya de ejercer el cargo de vocal suplente D. Francisco Belgrano durante la
ausencia de D.
8º- Que en caso de enfermedad, ausencia o fallecimiento de alguno de los vocales del
Gobierno Provisorio, quede a cargo del Ayuntamiento el nombrar a quien lo subrogue.
1º.- Se pasará orden por los Gobernadores o Tenientes, de acuerdo con los
Ayuntamientos, a todos los
alcaldes de barrio, para que citando estos a todos los vecinos libres y patriotas de sus
respectivos cuarteles, concurran a una hora señalada a la casa de cada alcalde o donde
estos designaren y a su consecuencia, luego que se hallen reunidos nombrarán a cada
cuartel un elector a pluralidad de votos.
2º.- Las ciudades que no estuviesen divididas en cuarteles, o que su número sea
reducido, se repartirán, en el primer caso, en ocho cuarteles, cuando menos, y en el
segundo se subdividirán los barrios de
modo que cuenten en el mismo número indicado, comisionando el jefe del pueblo los
sujetos de reconocida imparcialidad y patriotismo que hayan de presidir el nombramiento
de electos en cada cuartel si
4º.- Todas las personas libres y de reconocida adhesión a la justa causa de la América,
sin excepción
5º.- Las votaciones serán públicas y en voz alta, de un modo digno de un pueblo virtuoso
y libre, así
como deben ser las sesiones de la asamblea, circunstancia indispensable que
comprenderán los poderes e instrucciones.
6º.- Esta capital tendrá 4 diputados, por su mayor población e importancia política; las
demás capitales
que resulte electo diputado a pluralidad de votos, en la inteligencia que debe reunir las
más recomendables cualidades; principalmente estar acreditado de un modo indeficiente
su fervorosa adhesión a la
libertad del país y una virtuosa imparcialidad que lo ponga a cubierto de la nota
escandalosa de faccio-
108
so o de algún otro vicio que desdiga de tan alto ministerio, circunstancias que encarga
sobremanera el
8º.- Como el motivo poderoso que induce la celebración de la Asamblea tiene por objeto
principales la
9º.- Bajo este principio, todo ciudadano podrá legítimamente indicar a los electores que
extiendan los
común y territorial.
10º.- Debiendo, precisa e indispensablemente, verificarse la apertura de la Asamblea, en
todo el mes de
Enero del año próximo entrante, el cuerpo de electores, con su presidente, entenderán
breve y sumariamente sobre cualquier vicio de la elección o calificación de la persona
electa, sin que de su pronunciamiento haya lugar a recurso alguno, ni aun a este
gobierno, procediéndose, en caso de evidente nulidad, a una nueva elección en la forma
prescripta, para evitar de este modo cualquier entorpecimiento
que haga traspasar el tiempo prefijado. A cuyo efecto, y para aplicar dignamente las
reglas que en general deben observarse, se estará a lo que previene el art. 3º del
Reglamento de 23 de noviembre de
Dada en esta fortaleza de Bs. As. a 24 de Octubre de 1812. Paso- Francisco Belgrano-
Álvarez Jonte.
«Copia de las instrucciones que dieron Los Pueblos Orientales a sus representantes
para la Soberana
«2ª.- No admitirán otro sistema que el de la Confederación para el pacto recíproco con
las Provincias
«4ª.- Como el objeto y fin del Gobierno debe ser conservar la libertad, igualdad y
seguridad de los ciudadanos, y los Pueblos, cada Provincia, formará su Gobierno bajo
esas bases a más del Gobierno Supremo de la Nación.»
«5ª.- Así éste como aquél se dividirá en Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial.»
«6ª.- Estos tres resortes jamás podrán estar unidos entre sí, y serán independientes en
sus facultades.»
«7ª.- El Gobierno Supremo entenderá solamente en los negocios generales del Estado.
El resto es peculiar al Gobierno de cada Provincia.»
«8ª.- El despotismo militar será precisamente aniquilado con trabas Constitucionales,
que aseguren
«9ª.- Que esta Provincia retiene su soberanía, libertad e independencia; todo poder,
jurisdicción y derecho, que no es delegado expresamente por la Confederación a las
Provincias Unidas, que decidirán
juntas en Congreso.»
109
«10ª.- Que estas Provincias por la presente entrarán separadamente en una firme liga
de amistad con
cada una de las otras para su defensa común, seguridad de su libertad, y para la mutua
y general felicidad, obligándose a asistir a cada una de las otras contra toda violación, o
ataques hechos sobre ellas, o
sobre alguna de ellas, por motivo de religión, soberanía, tráfico o algún otro pretexto,
cualquiera que
sea.»
éste su oficio por el término de un año, debiendo ser elegido por los Pueblos, y sorteado
de entre los
que nombre, a fin de que turne por todos los individuos de las Provincias Unidas el tal
empleo, y no se
haga hereditario a los de una sola, que exija la preferencia, pues todas deberán ser
iguales.»
«15ª.- Que los individuos que compongan la Sala del Senado, y Sala de Representantes
de las Provincias Unidas, serán también elegidos por los Pueblos libres, y no por la
Asamblea Constituyente.»
«16ª.- Que ninguna traba o derecho se imponga sobre los artículos exportados de una
Provincia a otra,
Provincia sobre la de otra, ni los barcos destinados de esta Provincia a otra será
obligados a entrar, a
«17ª.- Que todos los dichos derechos, impuestos y sisas que se impongan a las
introducciones extranjeras serán iguales en todas las Provincias Unidas, debiendo ser
recargadas todas aquellas que perjudiquen nuestras artes o fábricas, a fin de dar
fomento a la industria en nuestro territorio.»
«18ª.- Que esta Provincia tendrá su Constitución territorial; y que todos los habitantes de
ella teniendo
«20ª.- No se extenderán sus facultades a las de legislar, pues tan sólo las damos para
formar la Constitución de Gobierno que debe regirnos, activar la fuerza del Ejército de
las Provincias Unidas a fin de
«21ª.- Prestará toda su atención, honor, fidelidad y religiosidad a todo cuanto crea o
juzgue necesario
para preservar a esta Provincia las ventajas de la libertad, y mantener un gobierno libre,
de piedad, justicia, moderación, templanza, industria y frugalidad; asimismo procurará
tener sus conferencias particulares con los otros Diputados de este territorio, con el fin
de hermanarse en estas mismas ideas, y caminar de acuerdo al logro de la felicidad de
esta Provincia y bien común.»
«Así lo esperamos los habitantes de ella, y desde luego lo hacemos responsable delante
de nosotros, y
110
DICIEMBRE DE 1812
Capítulo I
Art. 1º.- Las Provincias del Río de la Plata forman una República libre e independiente.
Capítulo VIII
Art.5º.- Los asientos de los senadores de la primera clase, vacaran a los dos años, los
de la segunda a
los cuatro, y los de la tercera a los seis. De manera que una tercera parte del senado se
renovará cada
dos años.
Capítulo IX
Art.3º.- Ella sólo podrá proponer los proyectos de contribuciones, o los aumentos en las
ya impuestas.
Capítulo X
Art.2º.- Cuando el Presidente y miembro del Directorio ejecutivo sean procesados, el jefe
del Supremo
la ley.
111
Capítulo XVII
Art.3º.- La Presidencia turnará entre ellos por el orden de su antigüedad y durará por dos
años.
Capítulo XIX
Del Consejo de Estado
cada provincia.
Art.2º.- Serán nombrados por el Cuerpo legislativo de entre la lista nacional de elegibles:
dos de ellos
Art.4º.- Todos los obispos del territorio de la República son Consejeros honorarios del
Estado.
Art.5º.- El Directorio Ejecutivo oirá el dictamen del consejo en todos los asuntos graves
de gobierno y
Capítulo XXI
Art.3º.- Los jueces deben juzgar por el texto de la ley. Toda interpretación o arbitrariedad
es un crimen
Plata.
Art.6º.- Los jueces permanecerán en sus empleos mientras obren bien. No pueden ser
removidos sino
en virtud de sentencia legal; pero pueden ser suspendidos con justas causas por el
Supremo Tribunal
de su remoción.
112
Art.9º.- Estos en el acto de tomar posesión, jurarán observar la Constitución, ser fieles al
Estado, obedientes a las leyes y restos administradores de Justicia.
De los Tribunales
Art.10º.- Habrá una Corte Suprema de Justicia para todo el Estado: un Tribunal superior
en cada provincia: jueces letrados en cada partido y alcaldes en todos los pueblos.
Art.11º.- Los miembros de la Corte Suprema de Justicia serán elegidos por el Congreso
de la lista nacional: los de los tribunales superiores por el Poder Ejecutivo a propuestas
del Consejo del Estado, de
la lista provincial: los jueces letrados de Partido; de la lista de partido: los alcaldes
inmediatamente por
sus pueblos.
Art.12º.- Habrá también, juzgados en todos los Partidos y Provincias para los asuntos
criminales, cuya
Art.13º.- El Congreso formará, por una ley, el Reglamento que prescriba el método y
duración de las
Capítulo XXII
De los Ayuntamientos
Art.1º.- En todas las ciudades, villas y cabezas de partido que tengan trescientos
vecinos, habrá ayuntamiento, compuestos de alcalde y regidores nombrados por los
pueblos anualmente.
Art.2º.- Nadie puede excusarse del cargo sin causa denominada por la ley.
Art.4º.- Los objetos de su institución son: primero, velar por la sanidad, comodidad,
abundancia, prosperidad y ornato de los pueblos; segundo, sobre la educación pública;
tercero, sobre los establecimientos
Art.2º.- Ella será distinguida por la denominación de Director Supremo de las Pcias.
Unidas: tendrá el
Art.3º.- Llevará una banda bicolor, blanca al centro y azul a los costados, terminada en
una borla de
Art.5º.- En caso de muerte, renuncia o absoluta imposibilidad del Supremo Director para
continuar en el
113
Art.7º.- La prudencia, sabiduría y acierto que deben presidir a todas las deliberaciones
del Gobierno, y
Supremo Director para que pueda nombrar por si dos supernumerarios para el Consejo,
siempre que
suplirá el Presidente del Consejo, con las mismas facultades y preeminencias; por lo
tanto su nombramiento se hará siempre por el Poder Legislativo, y el del Secretario y
demás consejeros por el Supremo
Director.
Art.11º.- Cada dos años cesarán los Consejeros: los de primera creación por el orden de
su posteridad
en sus nombramientos, y por el orden inverso, los que fueren sucesivamente provistos:
pueden ser reelegidos, si interesa al bien de la Patria.
Art.15º.- Jurarán los consejeros en manos del Supremo Director, al ingreso de sus
respectivas plazas,
Art.18º.- Se reunirán dos días a la semana, o más si fueren convocados por el Supremo
Director, o lo
Art.20º.- Ocuparán los secretarios de Estado los asientos inmediatos al del Presidente, y
los demás los
Art.21.- Por ausencia del Presidente, llevará la voz el más antiguo. Ningún Consejero
podrá ausentarse
a distancias de cinco leguas sin licencia del Supremo Director, ni a menos, sin aviso del
Presidente.
114
20.- ESTATUTO PROVISIONAL DE 1815
Estatuto provisional para la dirección y administración del Estado, formado por la Junta
de Observación, nuevamente establecida en Buenos Aires, á 5 de mayo de 1815.
Estado, que adoptando las medidas más exactas para proporcionar la felicidad común,
precava igualmente a aquél del escandaloso desorden a que le había conducido la
impropiedad de los anteriores
muchos días llegó a vos, ¡oh pueblo virtuoso de Buenos Aires!, y arrancó de vuestra
noble sensibilidad
las lágrimas con que todavía humedecéis la ara augusta del altar del desengaño;
deseando corresponder y dignamente a la honrosa confianza con que se ha distinguido,
y penetrada de la necesidad de
reforzar los eslabones de la cadena que debe ligar los robustos brazos del despotismo,
para que no
estudio y asidua meditación de los sabios, son otros tantos desgraciados monumentos
de aquellas desgraciada impotencia, y que la observación y la experiencia son los más
rígidos resortes que puedan dar
al espíritu esa fuerza bastante para extender la esfera de sus conocimientos, ha creído
que para satisfacer los votos del pueblo y acercarse a la senda que conduce a la
felicidad común, según que lo permite su actual estado y la premura del tiempo y de sus
circunstancias, debe establecerse, como se establece, las reglas siguientes.
SECCION PRIMERA
CAPITULO I
Art. I. Los derechos de los habitantes del Estado, son: la vida, la honra, la libertad, la
igualdad, la propiedad y la seguridad.
Art. II. El primero tiene un concepto tan uniforme entre todos, que no necesita de más
explicación. El
segundo resulta de la buena opinión que cada uno se labra para con los demás, por la
integridad y rectitud de sus procedimientos. El tercero es la facultad de obrar cada uno a
su arbitrio, siempre que no viole las leyes ni dañe los derechos de otro. El cuarto
consiste en que la ley, bien sea perceptiva, penal o
tuitiva, es igual para todos y favorece igualmente al poderoso que al miserable para la
conservación de
primero se verifiquen aquellas condiciones que estén señaladas por la ley para perderla.
Art. III. Todo hombre gozará de estos seis derechos en el territorio del Estado, sea
americano o extranjero, sea ciudadano o no.
CAPITULO II
115
Art. II. Todo hombre deberá respetar el culto público y la religión santa del Estado; la
infracción de este
artículo será mirada como una violación de las Leyes fundamentales del país.
CAPITULO III
De la ciudadanía
Art. I. Todas las Municipalidades formarán un registro público de dos libros: en uno, se
inscribirán indispensablemente todos los ciudadanos con expresión de sus edad y
origen, sin cuyos requisitos no podrán sufragar en los actos públicos de que adelante se
tratará; y en el otro, los que hayan perdido el
Art. II. Todo hombre libre, siempre que haya nacido y resida en el territorio del Estado,
es ciudadano,
pero no entrará al ejercicio de este derecho, hasta que haya cumplido 25 años o sea
emancipado.
Art. III. Todo extranjero de la misma edad, que haya residido en el país por más de
cuatro años, y se
haya hecho propietario de algún fundo, al menos de cuatro mil pesos, o en su defecto
ejerza arte ú oficio útil al país, gozará de sufragio activo en la Asamblea y comicios
públicos, con tal que sepa leer y
escribir.
Art. IV. A los diez años de residencia tendrá voto pasivo, y podrá ser elegido para los
empleos de la
República no para los del Gobierno. Para gozar ambos sufragios, debe renunciar, antes,
toda otra ciudadanía.
Art. V. Ningún español europeo podrá disfrutar del sufragio activo o pasivo, mientras los
derechos de
Art. VI. Los españoles, sin embargo, decididos por la libertad del Estado y que hayan
hecho servicios
que expedirá por ahora, hasta el Congreso General, el Jefe respectivo de la Provincia
asociado del
Ayuntamiento o de su Capital.
Art. VII. Los nacidos en el país que sean originarios por cualquier línea de África, cuyos
mayores hayan
sido esclavos en este continente, tendrán sufragio activo, siendo hijos de padres
ingenuos; y pasivo, los
que ya estén fuera del cuarto grado respecto de dichos sus mayores.
CAPITULO IV
Art. II. En esta virtud tiene voto pasivo y activo en los casos y forma que designa este
Reglamento provisional.
CAPITULO V
Art. II. La ciudadanía se suspende: por ser deudor a la hacienda del Estado, estando
ejecutado; por ser
acusado de delito, siempre que éste tenga cuerpo justificado y por su naturaleza
merezca pena corporal, aflictiva o infamante; por ser doméstico asalariado; por no tener
propiedad u oficio lucrativo y útil al
116
Art. III. Fuera de estos casos, cualquiera autoridad o magistrado que prive a un
ciudadano de sus derechos cívicos, incurre en la pena del Talión.
Art. IV. Los Jueces que omitan pasar a las respectivas Municipalidades nota de los que
deben ser borrados de los registros cívicos, por haber sido condenados en forma legal,
serán privados de voto activo
CAPITULO VI
Deberes de todo hombre en el Estado
Art. I. Todo hombre en el Estado, debe, primero, sumisión completa a la ley, haciendo el
bien que ella
Art. II. Obediencia, honor y respeto a los magistrados y funcionarios públicos, como
ministros de la ley y
primeros ciudadanos.
Art. III. Sobrellevar gustosos cuantos sacrificios demande la patria en sus necesidades y
peligros, sin
Art. IV. Contribuir, por su parte, al sostén y conservación de los derechos de los
ciudadanos, y la felicidad pública del Estado.
Art. V. Merecer el grato y honroso título de hombre de bien, siendo buen padre de
familia, buen hijo,
CAPITULO VII
Art. I. El cuerpo social debe garantizar y afianzar el goce de los derechos del hombre.
Art. II. Aliviar la miseria y la desgracia de los ciudadanos, proporcionándoles los medios
de prosperar e
instruirse.
Art. III. Toda disposición o Estatuto contrarios a los principios establecidos en los
artículos anteriores,
SECCION SEGUNDA
SECCION TERCERA
CAPITULO I
Art. I. El Director del Estado ejercerá el Poder Ejecutivo en todo su territorio; su edad
será la de treinta y
cinco años cumplidos; su elección ya está verificada, según las circunstancias que han
ocurrido en el
117
Art. III. Podrá ser vecino y natural de cualquiera de los pueblos del Estado, con
residencia dentro de él,
intermedio de ausencia.
Art. IV. Durará el mando solo un año, contado desde el día de su recepción.
Art. V. Su sueldo será el de doce mil pesos anuales, sobre los fondos del Estado.
Art. VI. No disfrutará de ningún otro emolumento no derecho, bajo cualquier pretexto ó
causa.
Art. IX. Al ingreso de su cargo deberá prestar juramento ante el Excmo. Cabildo y la
Junta de Observación, con asistencia de las demás corporaciones civiles y militares, en
la forma siguiente:
«Yo, N., juro por Dios nuestro Señor y estos Santos Evangelios, que desempeñaré fiel y
legalmente el cargo de Director del Estado, para el que he sido elegido; que cesaré en el
mando luego
que sea requerido por la Junta de Observación y el Exmo. Ayuntamiento; que observaré
el Reglamento Provisional formado por dicha Junta, establecida por la voluntad del
pueblo; que defenderé la Patria y sus derechos, de cualquier agresión. Si así lo hiciere,
Dios me ayude, y sino,
públicos, y la seguridad real y personal de todos los que residen en el territorio del
Estado, son otras
Art. XI. Nombrará los embajadores, cónsules y enviados para las demás naciones y
potencias extranjeras, y recibirá todos los que de esta clase vinieren de las mismas a
este Estado, dando inmediatamente
minería, correos, postas, caminos y represalias: concederá los pasaportes para fuera y
dentro de las
Provincia del Estado, por mar y tierra y las licencias para la carga y descarga, entrada y
salida de las
embarcaciones.
Art. XIII. Nombrará los tres Secretarios de Gobierno, Guerra y Hacienda y sus
respectivos oficiales,
siendo responsable de la mala elección de los primeros, sin que en manera alguna
puedan ser electos
los Parientes del Director, hasta el tercer grado inclusive, ni provistos en otro cualquier
empleo, sin noticia y aprobación de la Junta de Observación.
118
Art. XV. Los funcionarios públicos que deban tener la calidad de letrados, serán
nombrados por el Director, a propuesta que harán las respectivas Cámaras de
Apelaciones.
siendo inepto ó delincuente, con causa probada y audiencia suya, a no ser de los
exceptuados en el
presente Reglamento.
Art. XVII. Los recursos de esta naturaleza y los de qué habla el Art. XIV de éste Capítulo,
se harán por
del Tribunal de Cuentas, el Ministro de Cajas más antiguo y el Fiscal de dicha Cámara,
quedando concluida, con la determinación de dicha Junta, toda instancia, sin más
recurso, y procediéndose en ellos
sumariamente.
Art. XVIII. Esta misma Junta conocerá en grado de apelación y primera suplicación, de
los pleitos sobre
Art. XIX. Teniendo el Director la Superintendencia General en todos los ramos y fondos
del Estado, de
cualquiera clase y naturaleza que sean, se arreglará, por ahora, a las disposiciones de la
Ordenanza de
Intendentes, excepto en cuanto a la Junta Superior, que sigue abolida, sin alterar el
método de cuenta y
Art. XX. Sin embargo de la supresión de dicha Junta Superior, no podrá por esto el
Director disponer
por sí solo a su arbitrio, los gastos, obras, aprestos y erogaciones extraordinarias, sino
asociado en una
Junta que formarán, con voto decisivo, el mismo Director, el Decano del Tribunal Mayor
de Cuentas, el
Ministro más antiguo de la Caja principal, el Alcalde de primer voto, el Prior del
Consulado, el Fiscal de
Art. XXI. Cuidará con particularidad, de mantener el crédito de los fondos del Estado,
consultando eficazmente su recaudación, y el que se paguen con fidelidad las deudas,
en cuanto lo permita la existencia de caudales y atención públicas.
Art. XXII. Remitirá a la Junta de Observación, cada tres meses, una prolija razón que
demuestre, por
Art. XXV. Podrá mantener las relaciones exteriores: conducir las negociaciones, hacer
estipulaciones
Art. XXVI. Podrá confirmar o revocar, con arreglo a ordenanza y dictamen de su Asesor
General (que
deberá ser también auditor general de guerra) en último grado, las sentencias dadas
contra militares en
esta capital por la Comisión Militar que se halla establecida, y en los demás pueblos del
distrito, por los
119
conmutación en el día del aniversario de la libertad del Estado, o con ocasión de algún
insigne acontecimiento que le añada nuevas glorias; pero esta prerrogativa no podrá
ejercer con los delincuentes de
que se verifique nueva elección según el art. primero de este capítulo, el que
inmediatamente nombrase
la Junta de Observación, unida con el Exmo. Cabildo para el pronto remedio de la
ocurrencia.
Art. XXIX. En el de ausencia, que solo será en defensa de la Patria u otro impedimento
legítimo que le
embarace el desempeño de sus deberes y despacho de los negocios públicos por más
de ocho días se
Art. XXX. Luego que se posesione del mando, invitará con particular esmero y eficacia a
todas las Ciudades y Villas de las Provincias interiores, para el pronto nombramiento de
los Diputados que hayan de
formar la Constitución, los cuales deberán reunirse en la ciudad de Tucumán, para que
allí acuerden el
lugar en que hayan de continuar sus sesiones, dejando al arbitrio de los pueblos el
señalamiento de
CAPITULO II
Art. I. No podrá, fuera de los casos que expresa este Reglamento, intervenir en negocio
alguno judicial,
civil o criminal contra persona alguna, de cualquier clase o condición que fuese, ni alterar
el sistema de
administración de justicia.
Art. II. Cuando la urgencia del caso le obligue a arrestar a algún ciudadano, deberá
ponerlo, dentro de
las veinticuatro horas, a disposición de los respectivos magistrados de Justicia, con toda
la independencia que corresponde al Poder Judicial, pasándoles los motivos de su
juzgamiento.
Art. III. No proveerá ni presentará, por hora, ninguna canonjía o prebenda eclesiástica.
Art. IV. No podrá disponer expedición alguna militar para fuera de esta provincia, ni
imponer pechos,
contribuciones, empréstitos, ni aumentos de derechos de ningún tipo, sin previa consulta
y determinación de la Junta Observadora, unida con el Excmo. Cabildo y Tribunal del
Consulado.
Art. V. No expedirá orden ni comunicación alguna, sin que vaya suscripta del respectivo
secretario del
Art. VI. No podrá conceder a ninguna persona del Estado exenciones ni privilegios
exclusivos, excepto
Art. VII. No podrá absolutamente, en ningún caso, por si solo violar o interceptar,
directamente, la correspondencia epistolar de los ciudadanos, la que debe reservarse
como sagrada; y cuando por algún
de la Ciudad, que en el caso tendrán voto, con juramento del secretario; como también
el administrador
120
CAPITULO III
Art. I. Los tres secretarios de Estado entenderán respectivamente en todos los negocios
que se hayan
Art. II. Los expresados secretarios no podrán por si solos, en ningún caso, negocio o
circunstancias,
tomar deliberaciones arbitrarias sin previo mandato y audiencia del Director del Estado,
limitando sus
Art. III. Ninguno de los secretarios podrá autorizar órdenes, decretos o providencias
contrarias a este
estatuto, sin que le sirva de excepción la Junta, mandato o fuerza del Director.
Art. IV. Serán amovibles, a la voluntad del Director, o cuando lo exija la Junta de
Observación, igualmente que los oficiales de dichas Secretarias; pero esta separación
no inferirá nota a las persona, no
siendo por causa legítima o probada en juicio formal, y deberán los separados ser
atendidos para otros
Art. VI. El sueldo de dichos secretarios será de tres mil pesos anuales y su tratamiento el
de Ud. llano.
SECCION CUARTA
CAPITULO I
Art. I. El ejercicio del Poder Judicial, por ahora y hasta la resolución del Congreso
General, residirá en
el Tribunal de recursos extraordinarios de segunda suplicación, nulidad e injusticia
notoria: en las cámaras de Apelaciones y demás Juzgados inferiores.
Art. II. No tendrá dependencia alguna del Poder Ejecutivo del Estado, y en sus principios
y formas estará sujeto a las leyes de su instituto.
CAPITULO II
Art. I. Ninguno podrá ser nombrado en adelante, ni aun interinamente para los empleos
de las Cámaras
121
Art. III. Los nombramientos de los individuos de las cámaras, se harán por el Director del
Estado, a propuesta del cuerpo de abogados residentes en la ciudad del asiento de
dichas Cámaras, en la forma siguiente:
Art. IV. Llegado el caso de vacante, el Presidente de la Cámara designará día y lugar en
que se reúnan
todos los abogados, sin excusa, citándolos previamente al efecto; y verificada la reunión,
nombrarán a
ellos nombrarán, del mismo modo, tres candidatos, de los cuales uno residirá en
cualquier lugar del distrito, fuera de la Capital; firmada la acta de la elección, la pasarán
en testimonio, por conducto del Presidente de la Cámara, al Director para el
nombramiento.
Art. VI. Los juzgados de primera y segunda instancia conocerán de todas las causas que
hasta ahora
han sido peculiares de su autoridad.
Art. VII. Las Cámaras conocerán, no solo de todas las causas de que conocían las
Audiencias extinguidas, según las leyes, (salvo las que excluye este reglamento), sino
también de las que él nuevamente
les designe.
CAPITULO III
DE LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA
Art. I. Seguirá la Administración de Justicia los mismos principios que hasta el presente,
con las reformas siguientes:
Art. II. Primera. Queda abolido en todas sus partes el Reglamento de Administración de
Justicia de 20
calidad de que en estas se permite a los reos nombrar un padrino que presencie su
confesión y declaración de los testigos, cuidando que ambas se sienten por el Escribano
o Juez de la Causa, clara y distintamente, en los mismos términos en que hayan sido
expresadas, sin modificaciones o alteraciones,
ayudando al reo en todo aquello en que por el temor, pocos talentos u otra causa no
pueda por sí mismo expresarse; entendiéndose que dicho padrino será a voluntad del
reo, sin perjuicio del Abogado y
Art. III. Segunda. Las causas criminales de todas clases que se hallen iniciadas al
tiempo de la publicación de este Reglamento, sin el nuevo sistema de defensa que
establece el Art. anterior, seguirán en
sus posteriores actuaciones y orden de proceder, el mismo antiguo que han tenido en
las primeras.
Art. IV. Tercera. Queda restituido el juramento en todos los casos civiles y criminales que
lo prescriben
las leyes, sin innovación alguna, excepto en la confesión del reo sobre hecho o dicho
propio en que no
se le deberá exigir.
Art. V. Cuarta. En los recursos de segunda suplicación, nulidad e injusticia notoria, las
Cámaras, terminada la substanciación del grado darán cuentas con autos al Director del
Estado, quien deberá nombrar
Art. VI. Quinta. Los recursos de nulidad e injusticia notoria de las sentencias del Tribunal
de Alzadas de
Art. VII. Sexta. El juzgado de Alzadas turnará por un año entre los individuos de la
cámara.
Art. VIII. Séptima. Quedan restituidos los Procuradores de número en las cámaras de
Apelaciones, en
122
Comercio.
Art. IX. Octava. Los escribanos harán, personalmente, las notificaciones a las partes,
suscribiéndolas
éstas, y en el caso de no saber escribir, suplirá por ellos un testigo con expresión del
defecto del principal interesado, siendo responsables los escribanos de la omisión de tan
interesante punto, que penará
instancia ante quienes se promuevan las demandas, deberán invitar a las partes a la
transacción y conciliación de ellas por todos los medios posibles, antes de entrar a
conocer judicialmente.
SECCION QUINTA
Art. UNICO. Serán nombrados por elecciones populares y en la forma que prescribe este
Reglamento:
1º.- El Director del Estado. 2º.- Los diputados representantes de las provincias para el
Congreso General. 3º.- Los Cabildos seculares de las ciudades y villas. 4º.- Los
Gobernadores de Provincia. 5º.- Los
individuos de la Junta de Observación, luego que hayan concluido su término los que
actualmente la
componen.
CAPITULO II
FORMA DE ELLA
ASAMBLEAS PRIMARIAS
Art. I. Para las asambleas primarias que han de celebrarse para la elección de Diputados
de Provincias,
villas y pueblos.
Art. II. Las Asambleas primarias, en las ciudades y villas donde hubiese Municipalidades,
se harán en
cuatro secciones y cada una será presidida por un miembro de la municipalidad y dos
jueces de barrio
Art. III. En cada sección darán su voto los sufragantes, por tanto número de electores
cuantos correspondan al total de la población de suerte que resulte un elector por cada
cinco mil almas; pero si la ciudad o villa no sufriese las cuatro secciones, se hará la
votación en un solo lugar.
Art. IV. En la campaña guardará la misma proporción cada elección; pero el método de
las secciones
será diverso.
Art. VI. El juez principal del curato y el cuara, con tres vecinos de probidad, nombrados
por la municipalidad del distrito, se juntarán en la casa del primero y recibirán los
sufragios, según fueren llegando los
123
Art. VII. El sufragio podrá darse de palabra o por escrito, abierto o cerrado, según fuere
del agrado del
Art. VIII. Después de entregado el sufragio, por escrito en una cédula el que se diere de
palabra, se
retirará el sufragante, cuidando de esto los jueces, para evitar confusión y altercados.
Art. IX. Si alguno dedujese en aquel acto o después, queja sobre cohecho o soborno,
deberá hacerse,
sin pérdida de instantes, justificación verbal del hecho ante los 5 jueces de aquella
sección, reunidos al
Art. X. Concluido el término perentorio de dos días, que durará la recepción de votos,
quedarán cerrados los actos de aquella sección y al otro día el alcalde, con dos de los
tres vecinos asociados, conducirán la arca cerrada a la sección de número, entregando
entonces el Cura su llave al que corresponda.
Art. XI. El distrito de curatos reunidos que comprendan en su territorio cinco mil almas,
es la sección de
número.
Art. XII. A la cabeza de la sección de número deberán conducirse las arcas de las
secciones de proporción, las que recibirán al juez, el cura y tres asociados de los de
mayor probidad e instrucción, y abriéndolas, contarán los sufragios y calificarán la
pluralidad practicando este acto públicamente, y a presencia de todos los que quieran
concurrir a él.
Art. XIV. Al que resultare con mayor número de votos para elector, se le notificará que se
traslade inmediatamente al lugar donde ha de celebrarse la Asamblea electoral.
CAPITULO III
Art. II. El jefe de la Provincia presidirá el primer acto de los electores, que será nombrar
un presidente
inmediatamente.
Art. III. La Asamblea electora extenderá sus actas con el Escribano de la municipalidad y
podrá acordar
previamente aquellas cosas que sean precisas para establecer el buen orden y validez
de su elección,
Art. V. Si el caso fuese tal que por la dispersión de sufragios y la adhesión de cada
sufragante al suyo,
después de repetida hasta tres veces la votación, no resultase ni simple pluralidad,
entonces, los que
Art. VI Ninguno de los electores puede darse el voto a si mismo, y dentro del tercer día
debe quedar
124
Art. VII. Como el censo de que habla el Art. I cap. 2º, ha de ser el fundamento para el
número de representantes o diputados que han de asistir al Congreso General, se
arreglará de modo que por cada quince mil almas se nombre uno.
Art. VIII. Si al formarse este arreglo se hallase algunas fracciones se observarán las
reglas siguientes:
Art. IX. Primera. Si en la elección de número que se arregla para elegir, hubiese alguna
fracción que no
exceda de dos mil y quinientas almas solo se votará por un elector; pero si la fracción
pasa de este número en la sección, se votará por dos electores.
Art. X. Segunda. Si en el distrito de las quince mil almas, que debe representar cada
diputado, hubiese
una fracción que excediese de siete mil y quinientas, se nombrará por ellas, en la
asamblea General, un
diputado, como si llegase al número señalado; pero si la fracción fuese menor, no tendrá
más representante y quedará comprendida en la representación que hacen los
Diputados por la provincia.
Art. XI. Si alguna de estas encontrase por ahora grandes dificultades para practicar sus
elecciones por
el modo que se ha prescripto para la campaña, podrá libremente sustituir el que crea
más oportuno,
Art. I. Las elecciones de los empleos concejiles, solo se harán popularmente en las
ciudades y villas
Art. II. La ciudad o villa se dividirá en cuatro secciones y en cada una de ellas votarán
todos los ciudadanos allí comprendidos, por uno o más electores, según que
corresponda al número de habitantes en
dicha sección.
Art. III. Este acto será presidido por un Capitular, asociado de dos alcaldes de barrio y un
escribano, si
Art. IV. Concluida la votación en las secciones, se reunirán todos los votos de ellas en la
Sala Capitular,
y hecho allí por los mismo regidores que la han presidido, y el alcalde de primer voto,
públicamente, el
escrutinio general: serán electores los que resulten con mayor número de sufragios.
Art. V. Estos se juntarán en la misma sala capitular a hacer la elección para el año
entrante, el día 15
de diciembre y concluida se notificará a los efectos, a fin de que estén expeditos para su
recepción el
CAPITULO V
Art. I. Los gobiernos de las provincias serán nombrados por los respectivos electores de
ellas.
Art. II. Para este nombramiento, elegirán dichos electores, seis ciudadanos de las
calidades necesarias,
cuyos nombres serán insaculados, y los tres primeros que salgan por suerte, serán otros
tantos candidatos, de los cuales elegirán a pluralidad de sufragios, el que haya de ser
gobernador de la Provincia.
Art. IV. Durarán los Gobernadores en su empleo el término de 3 años su sueldo será el
que le señale la
Provincia.
125
Art. VI. Los subdelegados serán nombrados por los gobernadores de la Provincia, a
igual propuesta
SECCION VII
CAPITULO I
DE LA SEGURIDAD INDIVIDUAL
Art. I. Las acciones privadas de los hombres, que de ningún modo ofenden el orden
público ni perjudican a un tercero, están solo reservados a Dios y exentas de la
autoridad de los magistrados.
Art. II. Ningún habitante del Estado será obligado a hacer lo que no manda la ley, clara y
expresamente,
Art. III. El crimen es sólo la infracción de la ley que están entera observancia y vigor;
pues sin este requisito debe reputarse sin fuerza.
Art. IV. Ningún habitante del Estado puede ser penado ni confinado sin que preceda
forma de proceso y
sentencia legal.
Art. V. Toda sentencia en causas criminales para que se repute valida, ha de ser
pronunciada por el
texto expreso de la ley, y cualquiera infracción de esta, es un crimen en el magistrado,
que será corregido con el pago de costas, daños y perjuicios causados.
Art. VI. Todos los mandamientos, ordenes, decretos y acuerdos, que en uso legítimo de
su autoridad
negocios de su instituto, deberán ser por escrito expresando con claridad la pena en que
incurren los
infractores.
Art. VII. Se exceptúan del antecedente art. las órdenes relativas al ejército...
Art. IX. Ningún individuo podrá ser arrestado sin prueba al menos semiplena o indicios
vehementes de
crimen, que se harán constar en proceso informativo dentro de tres días perentorios si
no hubiese impedimento; pero habiéndolo, se pondrá constancia de el en el proceso.
el que deba seguirla, lo remitirá, con los antecedentes, al que fuere nato y deba conocer.
Art. XI. Para decretar prisión contra cualquiera habitante del Estado, pesquisa de sus
papeles o embargo de bienes se individualizará en el decreto el nombre o señales que
distingan su persona, con el objeto de las diligencias, formándose en el acto de
embargo, prolijo inventario, a presencia del reo, que deberá firmarlo, del cual se le dejará
copia autorizada para su resguardo, poniendo en seguridad los bienes, con fe del
escribano de la causa o en su efecto, del mismo juez y dos testigos.
Art. XV. La casa de un ciudadano es un sagrado que no puede violarse sin crimen, y
solo en caso de
resistirse a la convocación del juez podrá allanarse. Esta diligencia se hará con la
moderación debida,
personalmente por el mismo juez; y en caso que algún urgente motivo se lo impida, dará
al delegado
orden por escrito, con las especificaciones convenientes, dejando copia de ella al
individuo que fuese
Art. XVI. Ningún reo estará incomunicado después de su confesión, y nunca podrá
dilatarse ésta por
más de diez días sin justo motivo del que se pondrá constancia en el proceso, y se hará
saber al reo el
retardación.
Art. XVII. Siendo las cárceles para seguridad y no para castigo de los reos, toda medida
que, a pretexto
de precaución, solo sirva para modificarles maliciosamente, deberá ser corregida por los
Juzgados y
Tribunales Superiores, indemnizando a los agraviados de los males que hayan sufrido
por el abuso.
Art. XVIII. Todo hombre tiene derecho a resistir, hasta con la fuerza, la prisión de su
persona y embargo
de sus bienes, que se intente hacer, fuera del orden y formalidades prescriptas en los
respectivos artículos de este capítulo; el ayudar o cooperar a esta resistencia, no podrá
reputarse un crimen.
Art. XIX. Todo hombre tiene libertad para permanecer en el territorio del estado o
retirarse, siempre que
por esto no se exponga la seguridad del País, o sean perjudicados sus intereses
públicos.
Art. XX. Todo habitante del estado y los que en adelante se establezcan, están bajo la
inmediata protección del Gobierno y de sus magistrados en todos sus derechos.
Art. XXI. Todas las anteriores disposiciones, relativas a la seguridad individual, jamás
podrá suspenderse: y cuando por un muy remoto y extraordinario acontecimiento que
comprometa la tranquilidad pública
DE LA LIBERTAD DE IMPRENTA
Art. II. Para facilitar el uso de esta libertad, se declara que todo individuo natural del país
o extranjero,
puede poner libremente imprentas públicas en cualquier ciudad o villa del Estado, con
solo la calidad de
Art. III. Con el mismo objeto deberá el Cabildo de esta ciudad disponer que de sus
fondos se costee la
Art. IV. Toda municipalidad podrá disponer libremente cada año de 200 pesos de sus
fondos, para costear la impresión de sus papeles que tenga a bien público.
principal será reflexionar sobre todos los procedimientos y operaciones injustas de los
funcionarios públicos y abusos del país, ilustrando a los pueblos en sus derechos y
verdaderos intereses.
Art. VII. Habrá también otro periódico, encargado del mismo modo a sujeto de calidad
necesaria, pagado por los fondos del Estado, cuyo encargo es dar todas las semanas
una Gazeta, noticiando al pueblo
Art. VIII. El gobierno y el ayuntamiento cuidarán, con particular celo, que en ambos
periódicos se hable
con la mayor moderación y decoros posibles, exponiendo, sin exceder, los abusos que
notasen, con los
remedios que consideren oportunos, sin faltar el respeto debido a los magistrados, al
público y a los
individuos en particular, y en el caso que alguno de los periodistas infrinja estos precisos
deberes, cualquiera de las dos antedichas autoridades, sin perjuicio de los derechos del
ofendido, lo manifestará al
127
Tribunal de la libertad de imprenta, que deberá obrar en el examen del hecho con toda
escrupulosidad,
conforme a su instituto.
En la benemérita y muy digna ciudad de San Miguel de Tucumán a nueve días del mes
de Julio de mil
poder despótico de los reyes de España; los representantes sin embargo consagraron á
tan arduo
asunto toda la profundidad de sus talentos, la rectitud de sus intenciones e intereses que
demanda la
querían que las Provincia de la Unión fuesen una nación libre e independiente de los
reyes de España y
DECLARACION
fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del
rey Fernando 7,
para darse las formas que exija la justicia e impere el cúmulo de sus actuales
circunstancias. Todas, y
cada una de ellas, así lo publican, declaran y ratifican, comprometiéndose por nuestro
medio al cumplimiento y sostén de esta su voluntad bajo del seguro y garantía de sus
vidas, haberes y fama. Comuníquese a quienes correspondan para su publicación, y en
obsequio del respeto que se debe a las naciones, detállense en un manifiesto los
gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne declaración.
Dada en la Sala de sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del
Congreso y refrendada por
Tucumán.
128
CAPITULO III
DE LA CIUDADANIA
libros; en uno de los cuales se inscribirán indispensablemente todos los ciudadanos con
expresión de
Art. II. Cada ciudadano deberá obtener una boleta firmada por el alcalde ordinario de
primer voto, autorizada por el escribano de la municipalidad, que acredite su inscripción
el registro cívico, sin cuya manifestación no podrá sufragar en los actos públicos de que
en adelante se tratarán.
Art. III. Todo hombre libre, siempre que haya nacido y resida en el territorio del estado,
es ciudadano;
pero no entrará en el ejercicio de este derecho hasta que haya cumplido 25 años o sea
emancipado.
Art. IV. Todo extranjero de la misma edad, que se haya establecido en el país con ánimo
de fijar en el
domicilio, y habiendo permanecido por 4 años, se haya hecho propietario de algún fundo
al menos de
cuatro mil pesos, o en su defecto ejerza arte u oficio útil al país gozará de sufragio activo
en las asambleas civiles, con tal que sepa leer y escribir.
Art. V. A los 10 años de residencia tendrá voto pasivo, y podrá ser elegido, para los
empleos de la república, más no para los de gobierno: para gozar de ambos sufragios
debe renunciar ante toda otra ciudadanía.
Art. VI. Ningún español europeo podrá disfrutar del sufragio activo o pasivo, mientras la
independencia
Art. IX. Los españoles y demás extranjeros que soliciten ser ciudadanos acreditarán su
buena comportación pública.
término: cuyo discernimiento queda por ahora al prudente juicio del supremo director.
129
SECCION SEGUNDA
CAPITULO I
causas y circunstancias muy graves así lo exijan, a juicio del mismo, por un voto sobre
las dos terceras
partes.
Art. II. Hasta que la Constitución determine lo conveniente, subsistirán todos los códigos
legislativos,
este reglamento y demás disposiciones que no sean contrarias a él, libradas desde el 25
de mayo de
1810.
Art. III. El Director Supremo del Estado, tribunales, jueces y funcionarios públicos de
cualquier clase y
denominación podrán representar y consultar al Congreso las dudas que les ocurran en
la inteligencia y
siempre que las consideren en conflicto con los derechos explicados y sistema actual en
el estado; y
SECCION TERCERA
del Estado.
habitantes de las Provincias al que fuere más digno y de las calidades necesarias para
tan alto encargo.
Art. III. En los casos de ausencia del Director, en defensa del Estado, u otro legítimo
impedimento que
SECCION QUINTA
CAPITULO I
se harán al arbitrio del Supremo Director del Estado, de las listas de personas elegibles
de dentro o fuera de la Provincia, que todos los Cabildos en el primer mes de su elección
formarán y le remitirán.
Art. V. La duración de estos empleos será por el término de tres años, y concluidos
quedarán sujetos a
residencia.
130
SECCION PRIMERA
eficaz y poderosa protección; y los habitantes del territorio todo respeto, cualesquiera
que sean sus opiniones privadas.
Art. II. La infracción del artículo anterior será mirada como una violación de las leyes
fundamentales del
país.
SECCION SEGUNDA
PODER LEGISLATIVO
Art. III. El Poder Legislativo se expedirá por un Congreso Nacional compuesto de dos
cámaras, una de
CAPITULO I
CAMARA DE REPRESENTANTES
cada veinte y cinco mil habitantes, o una fracción que iguale el número de diez y seis
mil.
Art. V. Ninguno podrá ser elegido representante sin que tenga las calidades de siete
años de ciudadano
antes de su nombramiento, veinte y seis años de edad cumplidos, un fondo de cuatro mil
pesos al menos, o en su defecto arte, profesión u oficio útil. Que sea del fuero común, y
no esté en dependencia del
Art. VI. Durarán en su representación cuatro años, pero se renovarán por mitad al fin de
cada bienio.
Para verificarlo los primeros representantes, luego que se reúnan, sortearán los que
deban salir en el
primer bienio. El reemplazo de estos se hará por los que con la anticipación conveniente,
elijan los pueblos a quienes corresponda.
Art. VIII. Ella tiene el derecho privativo de acusar de oficio o instancia de cualquier
ciudadano, a los
miembros de los tres grandes poderes, a los Ministros del Estado, enviados a las cortes
extranjeras,
empleados de no inferior rango a los nombrados, por los delitos de traición, concusión,
malversación de
los fondos públicos, infracción de constitución u otros que según las leyes merezcan
pena de muerte o
infamia.
Art. IX. Los representantes serán compensados por sus servicios con la cantidad y del
fondo que señale la Legislatura, siendo su distribución del resorte exclusivo de dicha
cámara.
CAPITULO II
SENADO
Art. X. Formarán el Senado los Senadores de Provincia, cuyo número será igual al de
las Provincias;
tres senadores militares, cuya graduación no baje de Coronel mayor; un Obispo y tres
eclesiásticos; un
131
Art. XI. Ninguno será nombrado senador que no tenga la edad de treinta años
cumplidos, nueve de ciudadano antes de su elección, un fondo de ocho mil pesos, una
renta equivalente, o una profesión que lo
Art. XII. Durarán en el cargo por el tiempo de doce años, renovándose por terceras
partes cada cuatro.
Art. XIII. El ex Director permanecerá en el Senado hasta que sea reemplazado por el
que le sucediese
en el mando.
Art. XIV. Los Senadores de las Provincias se elegirán en la forma siguiente: cada
municipalidad nombrará un capitular y un propietario, que tengan un fondo de diez mil
pesos al menos, para electores.
sujetos de la clase civil, de los que uno al menos sea de afuera de la provincia. Esta
terna se pasará al
Senado (la primera vez al Congreso) con testimonio íntegro del acta de elección. El
Senado, recibidas
todas las ternas y publicadas por la prensa, hará el escrutinio y los que tuvieren el mayor
número de
Art. XV. Los senadores militares serán nombrados por el Director de Estado.
Art. XVI. Será senador por la primera vez el Obispo de la Diócesis donde reside el
Cuerpo Legislativo.
En lo sucesivo se elegirá el Obispo senador por los Obispos del territorio, remitiendo sus
votos al senado. Publicados por la prensa, se hará el escrutinio, y el que reuniese el
mayor número, será senador: no
Art. XVII. Los cabildos eclesiásticos, reunidos por el prelado Diocesano, curas rectores
del Sagrario de
ternas con sus actas, los tres que reúnan mayor número de sufragios computados por
las iglesias, serán Senadores; en caso de igualdad el Congreso o Senado decidirá la
elección.
Art. XVIII. Al Senado corresponde juzgar en juicio público a los acusados por la sala de
Representantes.
Art. XIX. La concurrencia de dos terceras partes de sufragios harán sentencia contra el
acusado, únicamente al efecto de separarlo del empleo, o declararlo inhábil para obtener
otro.
Art. XX. La parte convencida quedará no obstante sujeta a acusación juicio y castigo
conforme a la ley.
CAPITULO III
Art. XXI. Ambas cámaras se reunirán por la primera vez en esta capital, y en lo sucesivo
en el lugar que
ellas mismas determinen; y tendrán sus sesiones en los meses de marzo, abril y mayo,
setiembre, octubre y noviembre.
Art. XXII. Cada sala será privativamente el juez para calificar la elección de sus
miembros, con mayoría
Art. 24. Ninguna de las salas podrá deliberar mientras no se hallen reunidas ambas
respectivamente en
el lugar de las sesiones, al menos en las dos terceras partes de sus miembros; pero un
número menor
132
podrá compeler a los ausentes a la asistencia en los términos y bajo los apremios que
cada sala proveyese.
Art. 25. Cada sala llevará un diario de sus procedimientos que se publicará de tiempo en
tiempo, exceptuando aquellas partes que a su juicio requieren secreto. Los votos de
aprobación o negación, de los
miembros de una y otra sala; se apuntarán en el diario, si lo exigiese así una quinta
parte de ellos.
Art. 27. Los senadores y representantes, por sus opiniones, discursos o debates en una
u otra Sala, no
podrá ser molestados en ningún lugar; pero cada sala podrá castigar a sus miembros
por desorden de
Art. 28. En el caso que expresa el art. 26, o cuando se forme querella por escrito contra
cualquier senador o representante, por delitos que no sean del privativo conocimiento
del Senado, examinado el mérito del sumario en juicio público, podrá cada sala con dos
tercios de votos separar al acusado de su
Art. 29. Ningún senador o representante podrá ser empleado por el Poder Ejecutivo sin
su consentimiento y el de la Cámara a que corresponda.
Art. 30. Cada una de las Cámaras podrá hacer comparecer en su sala a los ministros del
Poder Ejecutivo para recibir los informes que estime conveniente.
CAPITULO IV
Art. 31. Al Congreso corresponde privativamente formar las leyes que deben regir en el
territorio de la
unión.
Art. 33. Establecer derechos; y, por un tiempo que no pase de dos años, imponer para
las urgencias del
Art. 34. Fijar a propuesta del Poder Ejecutivo la fuerza de línea de mar y tierra para el
servicio del Estado en tiempo de paz; y determinar por si el número de tropas que haya
de existir en el lugar donde tenga sus sesiones.
Art. 37. Reglar la forma de todos los juicios y establecer Tribunales inferiores a la Alta
Corte de Justicia.
Art. 40. Demarcar el territorio del Estado, y fijar los límites de las provincias.
Art. 41. Habilitar puertos nuevos en las costas del territorio, cuando lo crea conveniente,
y elevar las
133
Art. 42. Formar planes uniformes de educación pública, y proveer de medios para el
sostén de los establecimientos de esta clase.
Art. 43. Recibir anualmente del Poder Ejecutivo la cuenta general de las rentas públicas,
examinarlas y
juzgarlas.
Art. 44. Asegurar a los autores inventores de establecimientos útiles, privilegios
exclusivos por tiempos
determinados.
SECCION TERCERA
PODER EJECUTIVO
CAPITULO I
Art. 56. El Supremo Poder Ejecutivo de la Nación se expedirá por la persona en quien
recaiga la elección de Director.
Art. 57. Ninguno podrá ser elegido Director del Estado que no tenga las calidades de
ciudadano nacional del territorio de la Unión, con seis años de residencia en él,
inmediatamente antes de la elección, y
Art. 58. Tampoco podrá ser elegido el que se halle empleado en el Senado o en la
Cámara de Representantes.
Art. 59. Antes de entrar al ejercicio del cargo, hará el director electo en manos del
Presidente del Senado, en presencia de las dos Cámaras reunidas, el juramento
siguiente:
Yo N. juro por Dios Nuestro Señor y estos Santos Evangelios que desempeñaré
fielmente el cargo de Director que se me confía: que cumpliré y haré cumplir la
Constitución del Estado: protegeré la religión Católica; y conservaré la integridad e
independencia del territorio de la Unión.
Art. 61. En caso de enfermedad, acusación o muerte del Director del Estado,
administrará provisionalmente el Poder Ejecutivo del Estado el presidente del Senado,
quedando entretanto suspenso de las
funciones de senador.
CAPITULO II
Art. 62. El Director del Estado será elegido por las dos Cámaras reunidas.
Art. 63. Presidirá la elección el Presidente del Senado, y hará en ella de Vice Presidente
el presidente
de la cámara de Representantes.
Art. 64. Los votos se entregarán escritos y firmados por los vocales y se publicarán con
sus nombres.
Art. 65. Una mayoría de un voto sobre la mitad de cada cámara, hará la elección.
134
sujetos que hayan obtenido el mayor número, y por ellos, decidirá la suerte el que haya
de ser excluido,
Art. 69. Si repetida tres veces la votación, no resultase la mayoría expresada, se sacará
por suerte el
Art. 70. Todo esto deberá verificarse acto continuo desde que se de principio a la
elección.
Art. 71. Se procederá a ella treinta días antes de cumplir su término el Director que
concluye: en caso
Art. 72. Entre tanto se posesiona del cargo el nuevamente nombrado, subsistirá en el
gobierno el que lo
esté ejerciendo; pero al electo se le contarán los cinco años, desde el día en que aquel
haya cumplido
su término.
Art. 73. El director del Estado sólo podrá ser reelegido por una vez con un voto sobre las
dos terceras
SECCION CUARTA
PODER JUDICIAL
Art. 92. Una Alta Corte de Justicia, compuesta de siete jueces y dos fiscales, ejercerá el
Supremo Poder Judicial del Estado.
Art. 93. Ninguno podrá ser miembro de ella sino fuese letrado recibido, con ocho años de
ejercicio público, y cuarenta de edad.
Art. 94. Los miembros de la Alta Corte de Justicia, serán nombrados por el Director del
Estado, con
Art. 95. El Presidente será electo cada cinco años a pluralidad de sufragios, por los
miembros de ella y
sus fiscales.
Art. 96. La Alta Corte de Justicia, nombrará los oficiales de ella, en el número y forma
que prescribirá la
ley.
Art. 97. Conocerá exclusivamente de todas las causas concernientes a los enviados y
cónsules de las
naciones extranjeras; de aquellas en que sea parte una provincia, o que se susciten
entre provincia y
Art. 98. Conocerá en último recurso de todos los casos que descienden de tratados
hechos bajo la autoridad del gobierno; de los crímenes cometidos contra el derecho
público de las naciones, y de todos
aquellos en que según las leyes haya lugar a los recursos de segunda suplicación,
nulidad o injusticia
notoria.
Art. 99. Los juicios de la Alta Corte y demás tribunales de Justicia serán públicos:
produciéndose en la
misma forma los votos de cada juez para las resoluciones o sentencias de cualquiera
naturaleza que
ellas sean.
135
de la administración de justicia, que seguirá gobernándose por las leyes que hasta el
presente en todo
Art. 101. Cada seis meses recibirá de las Cámaras de Justicia una razón exacta de las
causas y asuntos despachados en ellas, y de las que quedan pendientes, su estado,
tiempo de duración y motivos de
demora, instruida en el diario de despacho que deben llevar los escribanos de Cámara a
fin de que estando a la mira de que la justicia se administre con prontitud, provea lo
conveniente a evitar retardaciones indebidas.
Art. 102. Los individuos de esta corte ejercerán el cargo por el tiempo de su buena
comportación; y no
podrán ser empleados por el Poder Ejecutivo en otro destino sin su consentimiento y el
de la misma
Corte.
Art. 103. El Cuerpo Legislativo les designará una compensación por sus servicios, que
no podrá ser
Buenos Aires, de la de Santa Fe, Don Estanislao López y el de Entre Ríos Don
Francisco Ramírez el
día 23 de febrero del año del Señor 1820, con el fin de poner término a la guerra
suscitada entre dichas
provincias, de proveer a la seguridad ulterior de ellas, y de concentrar sus fuerzas y
recursos en un gobierno federal, a cuyo efecto se han convenido en los artículos
siguientes:
Art. 1º. Protestan las partes contratantes, que el voto de la Nación y muy en particular el
de las provincias a su mando, respecto al sistema de Gobierno que debe regirlas, se ha
pronunciado a favor de la
federación, que de hecho admiten. Pero que debiendo declararse por diputados
nombrados por la libre
elección de los pueblos, se someten a sus deliberaciones. A este fin, elegido que sea
por cada Provincia popularmente su respectivo representante, deberán los tres reunirse
en el Convento de San Lorenzo
de la Provincia de Santa Fe, a los sesenta días contados desde la ratificación de esta
convención. Como están persuadidos que todas las Provincias de la Nación aspiran a la
organización de un gobierno
bien general.
Art. 2º. Allanados como han sido todos los obstáculos que entorpecían la amistad y
buena armonía entre las Provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, en una
guerra cruel y sangrienta, por la ambición y criminalidad que habían usurpado el mando
de la Nación, o burlado las instrucciones de los
Art. 3º. Los Gobiernos de Santa Fe y Entre Ríos, por si y a nombre de sus provincias,
recuerdan a la
ven reducidos aquellos pueblos hermanos por la invasión con que los amenaza una
potencia extranjera,
que con respetables fuerzas oprime la Provincia aliada de la Banda Oriental. Dejan a la
reflexión de
unos ciudadanos tan interesados en la independencia y felicidad nacional, el calcular los
sacrificios que
Art. 4º. En los ríos Uruguay y Paraná navegarán únicamente los buques de las
provincias amigas cuyas
costas sean bañadas por dichos ríos. El comercio continuará en los términos que hasta
aquí, reservándose a la decisión de los Diputados en Congreso, cualquier reforma que
sobre el particular solicitasen
136
Art. 5º. Podrán volver a sus respectivas provincias aquellos individuos que por
diferencias de opiniones
políticas hayan pasado a la de Bs. As. o de ésta a aquella, aun cuando hayan tomado
armas y peleado
Art. 6º. El deslinde de territorio entre las Provincias, se remitirá en caso de deudas a la
resolución del
enorme; ella debe responder en juicio público ante Tribunal que al efecto se nombre;
esta medida es
muy particularmente del interés de los jefes del ejército federal que quieren justificarse
de los motivos
poderosos que le impelieron a declarar la guerra contra Bs. As. en noviembre del
próximo pasado y
conseguir con la libertad de la provincia de Bs. As., la garantía más segura de las demás
unidas.
Art. 8º. Será libre el comercio de armas y municiones de guerra de todas clases en las
Provincias Federales.
Art. 9º. Los prisioneros de guerra de una y otra parte serán puestos en libertad después
de ratificada
Art. 10º. Aunque las partes contratantes estén convencidas de que todos los artículos
arriba expresados son conformes con los sentimientos y deseos del Excmo. Sr. Capitán
General de la Banda Oriental
Don José Artigas; según lo ha expuesto el Sr. gobernador de Entre Ríos que dice
hallarse con instrucciones privadas de dicho Sr. Excmo. para este caso, no teniendo
suficientes poderes en forma, se ha
acordado remitirle copia de esta acta, para que siendo de su agrado entable desde luego
las relaciones
Art. 11º. A las 48 horas de ratificados estos tratados por la Junta de electores, dará
principio su retirada
el ejército federal hasta pasar el arroyo del Medio, pero atendiendo al estado de
devastación a que ha
quedado reducida la provincia de Bs. As. por el continuo paso de diferentes tropas,
verificará dicha retirada por divisiones de 200 hombres, para que así sean mejor
atendidas de víveres y cabalgaduras, y
para que los vecinos experimenten menos gravámenes. Queriendo que los Sres.
Generales no encuentren inconvenientes ni escaseces en su tránsito, para sí o para sus
tropas, el Gobernador de Bs. As.
nombrará un individuo que con este objeto les acompañe hasta la línea divisoria.
Art. 12º. En el término de dos días, o antes si fuere posible, será ratificada esta
convención por la muy
Hecho con la Capilla del Pilar, a 23 de febrero de 1820. Francisco Ramírez - Estanislao
López.
25.- TRATADO DE PAZ ENTRE SANTA FE Y BUENOS AIRES (TRATADO DE
BENEGAS
Andrade y Matías Patrón, Diputado por Bs. As. y de la otra el Dr. Juan Francisco Seguí y
Pedro Tomás
de Larrachea, Diputados por Santa Fe, han acordado y convenido en los artículos que
subsiguen, canjeados previamente los respectivos poderes.
Art. 1º. Habrá paz, armonía y buena convivencia entre Bs. As., Santa Fe y sus
gobiernos, quedando
137
Art. 2º. Los mismos promoverán eficazmente la reunión de un Congreso dentro de dos
meses, remitiendo sus diputados a la ciudad de Córdoba por ahora, hasta que en unidad
elijan el lugar de su residencia futura.
Art. 3º. Será libre el comercio de armas, municiones y todo artículo de guerra entre las
partes contratantes.
Art. 4º. Se pondrán en plena libertad todos los prisioneros que existiesen recíprocamente
pertenecientes a los respectivos territorios con los vecinos hacendados extraídos de
ellas.
Art. 5º. Son obligados los gobiernos a remover, cada uno en su territorio, todos los
obstáculos que pudieran hacer infructuosa la paz celebrada, cumpliendo exactamente
las medidas de precaución, con que
Art. 6º. El presente tratado obtendrá la aprobación de los sres. Gobernadores en el día y
dentro de ocho
Hecho y sancionado en la estancia del finado D. Tiburcio Benegas; a las márgenes del
Arroyo del
1º. Queda sancionada una paz firme, verdadera amistad y unión entre las cuatro
provincias contratantes, cuya recíproca libertad, independencia, representación y
derechos, se reconocen y deben guardarse entre sí en igualdad de términos como están
hoy de hecho constituidas, sin que por este acto solemne se gradúen reanunciados los
que defiende Santa Fe sobre el territorio de Entre Ríos, por documentos legítimos y
amparos superiores, cuya reclamación legal, como las competentes a las demás de los
suyos y respectivos, son el soberano legítimo Congreso General, de todas las provincias
en la oportunidad que presente el orden de los sucesos americanos en su perfecta
tranquilidad y absoluta cesación
Soberanía Nacional.
2º. Si los españoles, portugueses o cualquier otro poder extranjero invadiese o dividiese
la integridad
él, sin perjuicio de haber oficialmente al gobierno agresor las reclamaciones que estimo
justas y oportunas.
3º. Subsiste la misma liga contra cualquier poder de los designados que incida en igual
defecto contra el
territorio particular o jurisdicción que cada una de las cuatro provincias disfruta de buena
fe, en pacífica
del Entre Ríos y Corrientes, los arroyos Guayquiraró Miriñay, y Tranquera de Loreto, con
el territorio de
Misiones, sin perjuicio del derecho que defiende Santa Fe, de las cincuenta leguas que
su representante dice corresponderle por su fundación, y fueron deslindados hasta los
mojones, o al menos hasta el
río Corrientes, como los que tenga esta provincia a su favor, cuya decisión queda al
Soberano Congreso General.
4º. Ligan los mismos deberes contra todo poder americano que pretende usurpar por las
armas los derechos detallados en el artículo 1º. En cuya virtud, si alguna o todas las
demás provincias de la Nación
atacaren con fuerzas a cualquiera de las cuatro amigas, se les harán por todas en unión
las más serias
facilitando más a la invadida todos los recursos que necesite, que deberán satisfacerse
por ésta, concluida la guerra, a los plazos que se estipulen.
138
5º. Si la provincia invadida hubiese dado mérito a ello, en juicio de las tres éstas
entonces interpondrán
su mediación para con la agresora, a fin de que se evite la guerra, y si esta se prestase
en conformidad,
estará obligada a darle la satisfacción necesaria, sino correrá la suerte que ella misma
ha provocado;
más si este caso fuese a la inversa, obrarán las tres provincias consecuentes a lo
acordado en el artículo anterior.
6º. Ninguna de las provincias contratantes podrá declararse guerra u hostilidad, ni a otra
cualquiera del
territorio de la Nación sin acuerdo y consentimiento de las otras tres, por medio de
diputados autorizados a ese objeto, que a presencia y examen de las causales que
puedan ocurrir, la decida, y sin que
8º. Queda igualmente libre el comercio marítimo en todas las direcciones y destinos en
buques nacionales, sin poder ser obligados a mandarlos abonar derechos, descargar
para vender sus mercaderías o
frutos por pretexto alguno por los Gobiernos de las cuatro provincias, cuyos puertos
subsisten habilitados en los mismos términos; sólo si, por obviar el perjudicial abuso del
contrabando, podrán ser reconocidos por los Guardas costas respectivos, como sus
licencias guías y demás documentos con que se
9º. Buenos Aires por un principio de generosidad y buena correspondencia con el actual
gobernador de
y reclamaciones justas, por los enormes gastos que le obligó causar la temeraria
invasión del finado
Ramírez, consagrando gustosos todos sus sacrificios al inestimable ídolo de la paz entre
hermanos
americanos, unidos con tan íntimas como sagradas relaciones, y esperando sólo la paga
de la gratitud a
de Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes, por dilatadas guerras civiles que han soportado a
costa de sangre, desembolsos, ruinas y sacrificios de todo género, su concurrencia a
diminuto Congreso reunido en
correspondientes.
15º. El territorio de Misiones queda libre para formarse su Gobierno y para reclamar la
protección de
17º. Los presentes artículos serán ratificados por los Gobiernos de Santa Fe y Entre
Ríos, en el término
el 15 de enero hasta hoy 25 del mismo año del Señor de 1822, trece de la libertad del
Sud.
139
REORGANIZACION NACIONAL
reunidas ellas en Congreso, han reproducido con fecha de ayer, por medio de sus
Diputados y del modo más solemne, el pacto con que se ligaron desde el momento en
que, sacudiendo el yugo de la antigua dominación española se constituyeron en Nación
independiente. Las bases de este pacto son las
LEY
Bs. As., -Enero 23 de 1825- Congreso General Constituyente de las Provincias Unidas
del Río de
Art. 1º. Las Provincias del Río de la Plata reunidas en congreso, reproducen por medio
de sus diputados y del modo más solemnes el pacto con que se legaron las provincias
desde el momento en que,
protestan de nuevo emplear todas sus fuerzas y todos sus recursos para afianzar su
Independencia
Art. 2º. El Congreso General de las Provincias Unidas del Río de la Plata, es y se
declara Constituyente.
Art. 7º. Por ahora, y hasta la elección del Poder Ejecutivo Nacional, queda este
provisoriamente encomendado al Gobierno de Bs. As., con las facultades siguientes:
Tercera.- Ejecutar y comunicar a los demás Gobiernos todas las resoluciones que el
Congreso expida
140
Art. 8º. Esta ley se comunicará a los Gobiernos de las Provincias Unidas por el
Presidente del Congreso.
Deseando los gobiernos de Bs. As., Entre Ríos y Santa Fe estrechar cada vez más los
vínculos que
felizmente los unen, y creyendo que así lo reclaman sus intereses particulares y los de la
República,
han nombrado para este sus respectivos diputados, a saber: el gobierno de Bs. As., al
Sr. Don José
Rojas y Patrón, el de Entre Ríos al Sr. Don Antonio Crespo, el de Santa Fe, al Sr. Don
Domingo Cullen;
así como el tratado celebrado el 3 de marzo último en la capital de Entre Ríos, entre su
gobierno y el de
los tratados anteriores celebrados entre los mismos gobiernos, en la parte que estipulan
paz, libertad,
Art. 2º. Las provincias de Bs. As., Entre Ríos y Santa Fe, se obligan a resistir cualquier
invasión extranjera que se haga, bien en el territorio de cada una de las tres provincias
contratantes o de cualquiera de
Art. 3º. Las provincias de Bs. As., Entre Ríos y Santa Fe, se ligan y constituyen en
alianza ofensiva contra toda agresión o preparación de parte de cualquiera de las demás
provincias de la República (lo que
Art. 5º. Se obligan a no rehusar su consentimiento expreso para cualquier tratado que
alguna de las
tres provincias litorales quiera celebrar con otra de ellas o de las demás que pertenecen
a la República,
siempre que tal tratado no perjudique a otra de las mismas tres provincias o a los
intereses generales
Art. 6º. Se obligan también a no tolerar que persona alguna de su territorio ofenda a
cualquiera de las
otras provincias, a sus respectivos gobiernos, y a guardar la mejor armonía posible con
todos los gobiernos amigos.
Art. 7º. Prometen no dar asilo a un criminal que se acoja a una de ellas, huyendo de las
otras dos por
delito, cualquiera que sea, y ponerlo a disposición del gobierno respectivo que los
reclame como tal.
Entendiéndose que el presente artículo solo regirá con respecto a los que se hagan
criminales después
Art. 8º. Los habitantes de las tres provincias litorales gozaran recíprocamente la
franqueza y seguridad,
de entrar y transitar con sus buques y cargas en todos los puertos, ríos y territorios de
cada una, ejerciendo en ella su industria con la misma libertad, justicia y protección que
los naturales de la Provincia
Art. 9º. Los frutos y efectos de cualquier especie que importen o exporten del territorio o
puertos de una
provincia a otra, por agua o por tierra, no pagarán más derechos que si fuesen
importados por los naturales de la Provincia a donde se exportan o importan.
141
Art. 10º. No se concederá en una provincia, derecho, gracia, privilegio o exención, a las
personas y
propiedades de los naturales de ella, que no se conceda a los habitantes de las otras
dos.
Art. 11º. Teniendo presente que alguna de las Provincias contratantes ha determinado
por ley que nadie puede ejercer en ella la primera magistratura sino sus hijos,
respectivamente, se exceptúa dicho
caso y otros de igual naturaleza que fuesen establecidos por leyes especiales.
Entendiéndose que en
caso de hacerse por una Provincia alguna excepción, ha de extenderse a los naturales y
propiedades
Art. 12º. Cualquier Provincia de la República que quiera entrar en la liga que forman las
litorales, será
admitida con arreglo a lo que establece la segunda base del artículo primero de la citada
convención
preliminar celebrada en Santa Fe, a 23 de febrero del presente año; ejecutándose este
acto con el expreso y unánime consentimiento de cada una de las demás provincias
federales.
Art. 13º. Si llegase al caso de ser atacada la libertad e independencia de alguna de las
tres provincias
litorales, por alguna otra de las que no entran al presente en la Federación, o por otro
cualquier poder
extraño, la auxiliarán las otras dos provincias litorales con cuántos recursos y elementos
estén en la
esfera de su poder, según la clase de la invasión, procurando que las tropas que envíen
las provincias
auxiliares sean bien vestidas, armadas y municionadas, y que marchen con sus
respectivos jefes y oficiales. Se acordará por separado la suma de dinero con que para
este caso debe contribuir cada Provincia.
Art. 14º. Las fuerzas marítimas y terrestres que, según el artículo anterior, se envíen en
auxilio de la
provincia invadida, deberán obrar con sujeción al gobierno de ésta, mientras pisen su
territorio y naveguen sus ríos en clase de auxiliares.
Art. 15º. Ínterin dure el presente estado de cosas y mientras no se establezca la paz
pública de todas
1º. Celebrar tratados de paz a nombre de las expresadas tres provincias, conforme a las
instrucciones
que cada uno de los diputados tenga de su respectivo gobierno, y con la calidad de
someter dichos tratados a la ratificación de cada una de las tres provincias.
2º. Hacer declaración de guerra contra cualquier otro poder, a nombre de las tres
provincias litorales,
toda vez que estas estén acordes en hacer tal declaración.
4º. Determinar el contingente de tropas con que cada una de las provincias aliadas deba
contribuir, conforme al tenor del artículo 13.
5º. Invitar a todas las demás provincias de la República, cuando estén en plena paz y
tranquilidad, a
reunirse en federación con las tres litorales; y a que por medio de un congreso General
Federativo, se
arregle la administración general del país, bajo el sistema federal su comercio interior y
exterior, su navegación, el cobro y distribución de las rentas generales, y el pago de la
deuda de la república consultando del mejor modo posible la seguridad y
engrandecimiento general de la República, su crédito interior y exterior, y la soberanía,
libertad e independencia de cada una de las provincias.
Art. 17º. El presente tratado deberá ser ratificado a los tres días por el gobierno de Santa
Fe, a los seis
142
Dado en la ciudad de Santa Fe, a cuatro días del mes de enero del año de nuestro
Señor, de mil ochocientos treinta y uno. José María Rojas y Patrón - Antonio Crespo -
Domingo Cullen.
ARTICULO ADICIONAL
de Corrientes a su celebración, por haber renunciado el señor general don José Ferré la
comisión que
se le confirió al efecto, y teniendo muy fundados y poderosos motivos para creer que
accederá a el en
los mismos términos que está concebidos, se le invitará por los tres comisionados que
suscriben a que,
adhiriendo a el, lo acepte y ratifique en todas y cada una de sus partes, del mismo modo
que si hubiese
sido celebrado conforme a instrucciones suyas con su respectivo comisionado.
Dado en la ciudad de Santa Fe, a cuatro días del mes de Enero del año de Nuestro
Señor, de mil ochocientos treinta y uno. José María Rojas y Patrón - Antonio Crespo -
Domingo Cullen.
Siendo notorio a todos lo gobiernos de la liga que los de Santa Fe y Entre Ríos no
pueden por ahora en
manera alguna hacer frente a los gastos de guerra, toda vez que ella se haga necesaria,
ambos gobiernos quedan obligados a contribuir con sus respectivos contingentes, según
lo establecido en el artículo
13 del tratado público celebrado en esta ciudad de Santa Fe, y en este día, entre las tres
provincias litorales, Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos; y el Gobierno de Bs. As. se
obliga a proporcionarles cuantos recursos pecuniarios le sean posibles, según sus
atenciones y circunstancias, para fomentar el
equipo y apresto de las fuerzas con que cada uno de ellos debe contribuir conforme a la
designación del
Dado en la ciudad de Santa Fe a cuatro días del mes de Enero del Año del Señor de mil
ochocientos treinta
artículos estipulados en él; a cuyo efecto lo firmamos con nuestra mano, sellado con el
escudo de armas de la provincia, y refrendado por nuestro secretario, en Santa Fe, a los
seis días del mes de enero
Pedro de Larrechea
Paraná, enero 10 de 1831
gobierno, ratificase en todas sus partes el presente tratado celebrado por los
comisionados de las provincias litorales.
(L S) Pedro Barrenechea
Calixto de Vera
Secretario
ejecutar cuanto se haya estipulado en todos y cada uno de ellos, a cuyo efecto, damos
el presente instrumento de ratificación, firmado con nuestra mano, sellado con el sello
del gobierno de la Provincia y
Tomas de Anchorena
143
en unidad de régimen.
su vez serían elegidos directamente por el pueblo. En cada caso uno de los dos
senadores no debería
ni ser natural ni vecino de la Provincia que le correspondiera, con el objeto que el alto
cuerpo tuviera
El mandato de los diputados duraba cuatro años y el de los senadores nueve. En otro
capítulo se reglamentaban los principios conocidos de derecho parlamentario - periodos
legislativos, privilegios e inmunidades.
Las atribuciones del Congreso eran, en gran parte, las que le pertenecen según la
constitución vigente.
capital) los que serían elegidos por el pueblo. Las atribuciones del Poder Ejecutivo eran,
más o menos,
las que hoy le están asignadas. Creábanse cinco ministerios cuyos titulares debían
autorizar las resoluciones del Presidente, sin cuyo requisito no tendrían efecto.
Los ministros podrían ser llamados por las Cámaras a recibir las informaciones que
estimaran convenientes. Ellos, lo mismo que el presidente, quedaban sujetos a juicio
político, que podía promover la
del 1819, tomada como modelo por la comisión redactora de la de 1826, y son
antecedentes literarios
cargo- desempeñaría sus funciones durante cinco años; pero todos estos magistrados
conservarían sus
puestos mientras observasen buena conducta. Quedaban sujetos a juicio político. Sus
atribuciones
eran: conocer originaria y exclusivamente en todos los asuntos en que fuera parte una
provincia, o dos,
pueblos de una provincia, que discutieran límites y otros derechos contenciosos; en las
causas que fuera parte el poder ejecutivo con motivos de contratos o negociaciones del
mismo o de sus agentes; en
los breves y bulas, asesorando al poder ejecutivo; conocería de los recursos de fuerza
de los tribunales
eclesiásticos.
144
blo, en los mismos términos y bajo las mismas formas que los representantes
nacionales. Durarían dos
años renovándose por mitad cada año. El Presidente de la República quedaba facultado
para establecer el reglamento que determinará los períodos de reunión, el orden de los
debates y la policía interior
de estos consejos. Las atribuciones de tales cuerpos administrativo eran: reglar todo lo
concerniente a
civil y política, análogas a las que se encuentran en la que ahora nos rige.
CONSIDERANDO:
1º. Que la actual situación física en que se halla el Excmo. Sr. Gobernador y Capitán
General de Buenos Aires, Brigadier D. Juan Manuel de Rosas, no le permite por más
tiempo continuar al frente de los
negocios públicos, dirigiendo las Relaciones Exteriores, y los asuntos de Paz y Guerra
de la Confederación Argentina;
llevar a cabo la formal renuncia de los altos poderes delegados en su persona por todas
y cada una de
3º. Que reiterar al General Rosas las anteriores insinuaciones, para que permanezca en
el lugar que
Nacionales, que él mismo confiesa no poder atender con la actividad que ellos
demandan;
4º. Que es tener una triste idea de la ilustrada, heroica y célebre Confederación
Argentina, el suponerla
incapaz, sin el General Rosas a su cabeza, de sostener sus principios orgánicos, crear y
fomentar instituciones tutelares, mejorando su actualidad, y aproximando el porvenir
glorioso reservado en premio á
145
1º. Que es la voluntad del pueblo Entre Riano reasumir el ejercicio de las facultades
inherentes a su
Aires, para el cultivo de las Relaciones Exteriores, y dirección de los negocios generales
de Paz y Guerra de la Confederación Argentina, en virtud del Tratado cuadrilátero de las
Provincias litorales fecha 4
de enero de 1831.
2º. Que una vez manifestada así la libre voluntad de la Provincia de Entre Ríos, queda
ésta en actitud
de entenderse directamente con los demás Gobiernos del Mundo, hasta tanto que
congregada la
Registro Oficial.
López; Gobernador y Capitán General de la provincia de Entre Ríos, General don Justo
José de Urquiza; Gobernador y Capitán General de la provincia de Corrientes, Mayor
General de dicho ejército, General don Benjamín Virasoro y el doctor don Manuel Leiva
revestido de pleno poderes para representar al
Capitán General de la provincia de Entre Ríos, Brigadier don Justo José de Urquiza,
para considerar la
situación de la República, después de la caída del Poder dictactorial ejercido por el ex-
Gobernador don
CONSIDERANDO:
1º) Que el derecho público argentino, desde que se instaló el Congreso General en la
Provincia de Tucumán y declaró la Independencia Nacional de todo otro poder extraño,
hasta la celebración del Tratado
asunto, había variado, según las diversas fases que había tenido la dirección de la
República;
2º) Que esta parte del derecho público constitucional de la República pareció asumir un
carácter más
4º) Que aun cuando desde esa fecha hasta el 4 de enero de 1831, las provincias
confederadas estipularon entre sí diversos tratados, no se fijó en ellos de una manera
uniforme la autoridad que debía seguir
146
Manuel de Rosas, los pueblos y los gobiernos confederados que habían aceptado
expresamente ese
la República, como consta en las comunicaciones que obran en los archivos del
Departamento de Relaciones Exteriores del Gobierno de Buenos Aires, que han tenido a
la vista, con cuya facultad ha seguido
sin interrupción hasta que fue modificada por la casi totalidad de los mismos gobiernos
confederados a
quienes él les arrancó la concesión de esa prerrogativa fuese delegada a la persona del
Dictador; y no
ya en el gobierno de Buenos Aires, que no existía de hecho ni de derecho, pues que
aquél había conculcado todas sus leyes y arrebatado todos los poderes públicos, en
cuyo estado fue sorprendido por la
6º) Que la desaparición de la escena política de don Juan Manuel de Rosas anuló de
hecho esa facultad, que se había abrogado su persona, y restituyó a los pueblos sus
respectivas partes de soberanía
7º) Que el ejercicio de este derecho desde luego fue puesto en práctica por los
gobiernos de Entre Ríos
8º) Que Santa Fe, de acuerdo con las demás signatarias del tratado del 4 de enero de
1831, pacto fundamental de la Confederación Argentina, autorizó al Gobierno de la
Provincia de Buenos Aires, para
pronunciamientos de las demás provincias, a consecuencia del gran suceso ocurrido por
la victoria del
Grande Ejército en los Campos de Morón, lo que dicho gobierno ha verificado hasta el
presente, con la
aprobación de todas;
RESUELVEN:
Que para dejar establecido este importante poder nacional y alejar todo motivo de duda
y ansiedad,
dando garantías positivas a los poderes extranjeros que se hallan o puedan hallarse en
relaciones con
las relaciones exteriores de la República, hasta tanto que, reunido el Congreso Nacional,
se establezca
Acordaron enseguida, que cada uno de los gobiernos signatarios del tratado del 4 de
enero de 1831
147
haya obtenido, los poderes signatarios de este protocolo y los gobiernos de Salta y
Córdoba reasuman
compromisos que celebraron con las Naciones y Gobiernos extranjeros amigos, a cuyos
agentes, así
como a todos los gobiernos con quienes la Confederación estuviese en relación, se le
comunicará en
debida forma.
Para cuya validez y firmeza firman este protocolo en cuatro ejemplares en Palermo de
San Benito, a
seis días del mes de abril del año del Señor de mil ochocientos cincuenta y dos.
Fdo.: Justo José de Urquiza - Benjamín Virasoro - Vicente López - Manuel Leiva.
Terminada esta Conferencia y firma del protocolo de ella, los Excmo. señores
Gobernador y Plenipotenciarios de los Gobiernos signatarios de la Liga del Litoral de
1831, tomando en consideración los medios
Buenos Aires continuará sufragando las cantidades necesarias al efecto, en las mismas
formas que
lo ha hecho hasta el presente, según las órdenes que librare sobre el tesoro de la
expresada Provincia
presente acuerdo en Palermo de San Benito, a los seis días de abril del año del Señor
de mil ochocientos cincuenta y dos.
Fdo.: Justo José de Urquiza - Vicente López - Benjamín Virasoro - Manuel Leiva.
reunida en San Nicolás de los Arroyos, por invitación especial del Excmo. señor
encargado de las Relaciones Exteriores de la República, Brigadier general don Justo
José de Urquiza, a saber: el mismo excelentísimo general Urquiza como Gobernador de
la provincia de Entre Ríos, y representando a Catamarca, por ley especial de esa
provincia el excmo. señor don Vicente López, gobernador de la provincia de
Buenos Aires; el Excmo. señor general don Benjamín Virasoro, gobernador de la
provincia de Corrientes; el excmo. señor don Pablo Lecero, gobernador de la provincia
de San Luis; el excmo. señor general
de Santiago del Estero; el excmo. señor don Manuel Vicente Bustos, gobernador de la
provincia de La
Teniendo por objeto acercar el día de la reunión de un Congreso General que con
arreglo a los tratados
reunión del Congreso, proveer a los medios más eficaces de mantener la tranquilidad
interior, la seguridad de la República y la representación de su soberanía durante el
período constituyente. Teniendo
presente las necesidades y los votos de los pueblos que nos han confiado su dirección,
e invocando la
protección de Dios, fuente de toda razón y de toda justicia. Hemos acordado y adoptado
las resoluciones siguientes:
provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, por haberse adherido a él todas las
demás provin-
148
un congreso general federativo la administración general del país bajo el sistema federal,
su comercio
3º. Estando previsto en el artículo 9 del tratado referido los arbitrios que deben mejorar la
condición del
experiencia los funestos efectos que produce el sistema restrictivo seguido en algunas
de ellas, queda
establecido: que los artículos de producción o fabricación nacional o extranjera así como
los ganados
de toda especie que pasen por territorio de una provincia a otra serán libre de los
derechos llamados de
tránsito, siéndolo también los carruajes, buques o bestias en que se transportan y que
ningún derecho
próximo venidero; y para que esto pueda realizarse se mandará hacer desde luego, en
las respectivas
provincias, elección de diputados que deban formarlo, siguiendo en cada una de ellas
las reglas establecidas por la ley de elecciones para diputados de las legislaturas
provinciales.
5º. Siendo todas las provincias iguales en derechos como miembros de la Nación, queda
establecido
que el Congreso Constituyente se formará con dos diputados por cada provincia.
objeto sería un obstáculo insuperable que los diputados trajeran instrucciones especiales
que restringieran sus poderes , queda convenido que la elección se hará sin condición ni
restricción alguna, fiando a
las preocupaciones de localidad no embaracen la gran obra que emprenden; que estén
persuadidos
antes que la de provincianos y para que esto se consiga los infrascriptos usarán de
todos sus medios
para infundir y recomendar estos principios y emplearán toda su influencia legítima a fin
de que los ciudadanos elijan a los hombres de más probidad y de un patriotismo más
puro e inteligente.
8. Una vez elegidos los diputados e incorporados al Congreso no podrán ser juzgados
por sus opiniones ni por ningún motivo, ni por autoridad alguna hasta que no esté
sancionada la Constitución. Sus
personas serán inviolables durante este período. Pero cualquiera de las provincias podrá
retirar sus
diputados cuando lo creyera oportuno, debiendo, en este caso, sustituirlos
inmediatamente.
miembros.
149
11. La convocatoria del Congreso se hará para la ciudad de Santa Fe, hasta que,
reunido e instalado, él
12. Sancionada la Constitución -y las leyes orgánicas que fueren necesarias para
ponerla en prácticaserá comunicada por el presidente del Congreso al encargado de las
Relaciones Exteriores de la Confederación y éste la promulgará inmediatamente como
ley de la Nación, haciéndola cumplir y observar.
cerrará sus sesiones dejando a cargo del Ejecutivo poner en ejercicio las leyes
orgánicas que hubiere
sancionado.
por sí cuantos medios estén en la esfera de sus atribuciones para mantener en sus
respectivas provincias la paz pública y la concordia entre los ciudadanos de todos los
partidos, previniendo o sofocando
todo elemento de desorden o de discordia y propendiendo al olvido de los errores
pasados y estrechamiento de la amistad de los pueblos argentinos.
14. Si, lo que Dios no permita, la paz interior de la República fuese perturbada por
hostilidades abiertas
entre una u otra provincia, queda autorizado en encargado de las Relaciones Exteriores
para emplear
tenga el mando efectivo de todas las fuerzas militares que actualmente tenga en pie
cada provincia, las
cuales serán consideradas desde ahora como partes integrantes del ejército nacional. El
general en jefe
destinará estas fuerzas del modo que crea conveniente al servicio nacional, y si para
llenar sus objetos
los ríos interiores de la República, de modo que se conserven los intereses y regularidad
del territorio y
de las rentas fiscales; y lo será igualmente la administración de correos, la creación y
mejora de los caminos públicos y de posta de bueyes para transporte de mercaderías.
17. Conviniendo para la mayor respetabilidad y acierto de los actos del encargado de las
Relaciones
establecido cerca de su persona un consejo de estado con el cual pueda consultar las
casos que parezcan graves, queda facultado el excmo. señor para constituirlo,
nombrando a los ciudadanos argentinos
que por su saber y prudencia puedan desempeñar dignamente su elevado cargo, sin
limitación de número.
18. Atendidas las importantes atribuciones que por este convenio recibe el excmo. señor
encargado de
19. Para sufragar los gastos que demande la administración de los negocios nacionales
declarados en
fecha, o que no hayan sido representadas en él, serán invitados a adherir por el director
provisorio de la
150
pactos nacionales.
Dado en San Nicolás de los Arroyos a los treinta y un día del mes de mayo del año mil
ochocientos cincuenta y dos.
Fdo.: Justo J. de Urquiza, por las Provincias de Entre Ríos y Catamarca. Vicente López -
Benjamín Virasoro - Pablo Lucero - Nazario Benavidez - Celedonio Gutiérrez - Pedro P.
Segura - Manuel Taboada - Manuel
Art. 1º. Establecía que «Buenos Aires es un Estado con el libre ejercicio de su Soberanía
interior y exterior mientras no la delegue expresamente en un Gobierno General».
amnistías - crear Tribunales de justicia - fijar las divisiones territoriales - fijar el ejército
permanente (arts.
49 al 61).
Creó una comisión permanente de tres senadores y cuatro representantes para que
actuara en receso
El poder ejecutivo estaba investido en un Gobernador elegido por tres años por la
Asamblea General,
no siendo reelegido sino después de un período; debía ser nativo del Estado o hijo de
nativo nacido en
el extranjero mientras su padre desempeñase cargo diplomático o consular (arts. 81, 82,
85, 86 y 87).
Hacía una declaración de derechos y garantías más o menos acorde con las de las
Constituciones de
1819 y 1826.
AIRES
Art. 3º. Determinaba que la negociación no implicaba renunciar a que por medios
pacíficos se tratase
firme y durable... sin la necesidad fatal de buscarla con el poder de las armas».
151
Art. 4º. Quedaba reconocida la igualdad de banderas para todos los buques
matriculados en Buenos
Aires o en la Confederación.
Art. 5º. «Los buques de cabotaje del estado de Buenos Aires y los de la Confederación
serán admitidos
como hasta aquí, en los respectivos puertos, cualquiera sea su tonelaje, sin imponerles
otro derecho
que los que paguen los buques de cada estado en su propio territorio».
Art. 6º a 8º. Los productos naturales de cada estado: metales en pasta o acuñados,
animales vacunos,
Art. 9º. Las mercaderías extranjeras que saliesen de los puertos del estado de Buenos
Aires para los de
la Confederación, o de ésta para Buenos Aires, no pagarán otros mayores derechos que
los que fueran
Art. 10º. El tránsito de mercaderías podía efectuarse por agua o por tierra.
Art. 11º. Ambos gobiernos comprometíanse a designar sobre la frontera el lugar donde
se establecería
la Oficina de Registro.
Arts. 12º y 13º. Fijaban las normas para mejor facilidad de las comunicaciones entre
todos los pueblos
de la República Argentina, estableciendo, tanto para los particulares como para los
correos de ambas
partes contratantes, la libertad de elegir la ruta que les conviniese. En cuanto a los
correos ordinarios
seguían como hasta entonces, pero el franqueo de las correspondencias se haría en las
oficinas de
que constituyeron y constituyen la Rep. Argentina las cuales unidas por un vínculo
federal, reconocen
acordaron nombrar Comisionados por ambas partes plenamente autorizados para que
discutiendo entre
sí, ante el mediador, con ánimo tranquilo, y bajo la sola inspiración de la paz y del
decoro de cada una
de las partes, todos y cada uno de los puntos en que hasta aquí hubiere disidencia entre
Bs. As. y las
152
cripción del Sur; y Dr. Daniel Aráoz, diputado al Congreso Nacional por la pcia. de Jujuy;
y por la del
Gob. de Bs. As., a los señores Dr. Carlos Tejedor y D. Juan Bautista Peña, quienes
canjeados sus respectivos poderes, y hallados en forma convinieron en los artículos
siguientes:
3º) La elección de los miembros que formaran la Convención se hará libremente por el
pueblo y con
demás pcias. Argentinas, sin hallar nada que observar a ella, la jurará Bs. As.
solemnemente en el día y
5º) En el caso que la convención provincial manifieste que tiene que hacer reformas en
la constitución
y a la cual la Pcia. de Bs. As. se obliga a enviar sus diputados con arreglo a su
población, debiendo
acatar lo que esta convención así integrada decida definitivamente, salvándose la
integridad del territorio de Bs. As., que no podrá ser dividido, sin el consentimiento de su
legislatura.
6º) Interin llega la mencionada época Bs. As. no mantendrá relaciones diplomáticas de
ninguna clase.
7º) Todas las propiedades de las provincias que le dan sus leyes particulares, como sus
establecimientos públicos de cualquier clase y género que sean, seguirán
correspondiendo a la Pcia. de Bs. As. y
8º) Se exceptúa del art. anterior, la Aduana, que, como por la Constitución Federal
corresponden las
las rentas de Bs. As., que la Nación garante a la Pcia. de Bs. As. su presupuesto de
1859 hasta 5 años
9º) Las leyes actuales de Aduanas de Bs. As. sobre el comercio exterior, seguirán
rigiendo hasta que el
10º) Quedando establecido por el presente pacto, un perpetuo olvido de todas las
causas que han producido nuestra desgraciada desunión, ningún ciudadano argentino
será molestado por hechos u opiniones políticas durante la separación temporal de Bs.
As., ni confiscados sus bienes por las mismas causas conforme a las Constituciones de
ambas partes.
As., dentro de 15 días y ambas partes contratantes reducirán sus armamentos al estado
de paz.
presidente hasta el 1 de Enero próximo, debiendo ser enviadas las actas electorales
antes de vencido el
tiempo señalado para el escrutinio general, si la Pcia. de Bs. As. hubiese aceptado sin
reserva la Constitución Nacional.
13º) Todos los generales, jefes y oficiales del Ejército de Bs. As. dados de baja desde
1852, y que estuviesen actualmente al servicio de la Confederación, serán restablecidos
en su antigüedad, rango y goce
153
14º) La República del Paraguay, cuya garantía ha sido solicitada tanto por el Excmo. Sr.
presidente de
15º) El presente convenio será ratificado por el Excmo. Sr. Presidente de la Rep. del
Paraguay, para la
Excmo. Gobierno de Bs. As., dentro del término de 48 horas o antes si fuese posible.
y del Excmo. Gobierno de Bs. As. lo han firmado y sellado con sus sellos respectivos.
Fecho en San
José de Flores, a los diez días del mes de Noviembre del año de 1859.
EL 23 DE SETIEMBRE DE 1860
1º) Al artículo 3 ésta: «las autoridades que ejercen el gobierno federal, residen en la
ciudad que se
declare Capital de la República por una ley especial del Congreso, previa cesión hecha
por una o más
2º) Al artículo 4 ésta: Suprimir «de las aduanas», y agregar después de exportación,
«hasta 1866, con
arreglo a lo estatuido en el inciso I del art. 64». El número de éste artículo será el que
corresponde según la nueva redacción.
4º) Al artículo 6 ésta: «el gobierno federal interviene en el territorio de las provincias para
garantir la
otra provincia».
5º) Al artículo 12 ésta: Agregar al final: «sin que en ningún caso puedan concederse
preferencias a un
6º) Al artículo 15 ésta: Agregar al final: «y los esclavos que de cualquier modo se
introduzcan quedan
libres por el solo hecho de pisar el territorio de la República».
7º) Al artículo 18 ésta: Suprimir «las ejecuciones a lanza y cuchillo» y colocar la partícula
«y» después
de la palabra «tormento».
8º) Al artículo 30 ésta: Suprimir, «pasados diez años desde el día en que la juren los
pueblos».
9º) Al artículo 31 ésta: Agregar al final: «salvo para la provincia de Bs. As., los tratados
ratificados después del pacto de II de noviembre de 1859».
154
10º) Agregar después del artículo 31 los artículos siguientes con la numeración que
corresponde: «El
«Los jueces de las Cortes federales no podrán serlo al mismo tiempo de los tribunales
de provincia, ni el
no sea la del domicilio habitual del empleado, entendiéndose esto para los efectos de
optar a empleos
11º) Al artículo 34 ésta: Suprimir «por la Capital, seis» y poner por la provincia de Bs.
As., doce».
12º) Al artículo 36 ésta: Agregar al final: «y ser natural de la provincia que lo elija, o con
dos años de residencia inmediata en ella».
13º) Al artículo 41 ésta: Sustituirlo así: «Solo ella ejerce el derecho de acusar ante el
Senado al presidente, vicepresidente, sus ministros y a los miembros de la Corte
Suprema y demás tribunales inferiores
de la Nación, en las causas de responsabilidad que se intenten contra ellos, por mal
desempeño o por
declarado haber lugar a la formación de causa por mayoría de dos terceras partes de
sus miembros
presentes».
14º) Al artículo 43 ésta: Agregar al final: «y ser natural de la pcia. que lo elija, o con dos
años de residencia inmediata en ella».
16º) Al artículo 64 ésta: Reemplazar el inciso I en éstos términos: «legislar sobre las
aduanas exteriores y establecer los derechos de importación, los cuales así como las
evaluaciones sobre que recaigan,
serán uniformes en toda la Nación; bien entendido que esta, así como las demás
contribuciones nacionales, podrán ser satisfechas en la moneda que fuese corriente en
las pcias. respectivas, por su justo
Al inciso 9 agregarle al final: «sin que tales códigos alteren las jurisdicciones locales,
correspondiendo
su aplicación a los tribunales federales o provinciales, según que las cosas o personas
cayeren bajo sus
17º) Al artículo 83 ésta: Suprimir el inciso 20; y poner en reemplazo del inciso 23 lo
siguiente: «el presidente tendrá facultad para llenar las vacantes de los empleos que
requieran el acuerdo del Senado y
que ocurran durante su receso, por medio de nombramientos en comisión que expedirán
al fin de la
próxima legislatura».
18º) Al artículo 86 ésta: Suprimirle «sin previo mandato o consentimiento del presidente
de la confederación».
155
19º) Al artículo 91 ésta: Sustituirlo por el siguiente: «El poder Judicial de la Nación será
ejercido por
una Corte Suprema de Justicia y por los demás tribunales inferiores que el Congreso
estableciese en el
territorio de la Nación».
20º) Al artículo 97 ésta: Suprimirle «de los conflictos entre los diferentes poderes público
de una misma provincia, de los recursos de fuerza», y reemplazar la parte final del
artículo, desde donde dice: «entre una provincia y sus propios vecinos y entre una pcia.
un Estado o ciudadano extranjero», por esto:
«con la reserva hecha en el inciso II del art. 64», después de la frase «que versen sobre
puntos regidos
por la Constitución».
21º) Al artículo 101 ésta: Agregarle al final: «y el tiempo que expresamente se hayan
reservado por
22º) Al artículo 101 ésta: Suprimir: y antes de ponerla en ejercicio la remite al Congreso
para su
examen».
Sala de Sesiones de la Convención Nacional ad hoc en Santa Fe, a veintitrés de
setiembre de mil ochocientos sesenta.
Mariano Fragueiro
Presidente
Secretario Secretario
presidente del Poder Ejecutivo Provisional, teniente general don José F. Uriburu,
haciendo saber a esta
1º) Que la susodicha comunicación pone en conocimiento oficial de esta Corte Suprema
la constitución
2º) Que ese gobierno se encuentra en posesión de las fuerzas militares y policiales
necesarias para
Que tales antecedentes caracterizan, sin duda, un gobierno de hecho, que la doctrina
constitucional e
internacional se uniforma en el sentido de dar validez a sus actos cualquiera que pueda
ser el vicio o
deficiencia de sus nombramientos o de su elección en cuanto a su constitución y de
cuya naturaleza
Que esta Corte ha declarado, respecto de los funcionarios de hecho que la doctrina
constitucional e
internacional se uniforma en el sentido de dar validez a sus actos, cualquiera que pueda
ser el vicio o
con el fin de mantener protegido al público y a los individuos cuyos intereses puedan ser
afectados, ya
que no sería posible a éstos últimos realizar investigaciones ni discutir la legalidad de las
designaciones
156
título no puede ser judicialmente discutido con éxito por las personas en cuanto ejercita
la función administrativa y política derivada de su posesión de la fuerza como resorte de
orden y de seguridad social.
facto, los funcionarios que lo integran desconocieran las garantías individuales o las de
propiedad u
éstas las restablecería en las mismas condiciones y con el mismo provecho que lo
habría hecho con el
Poder Ejecutivo de derecho.
Y esta última conclusión, impuesta por la propia organización del Poder Judicial se halla
confirmada, en
el caso, por las declaraciones del gobierno provisional que, al asumir el cargo, se han
apresurado a
del art. 67 (milicias pciales.), 82, 83, 84, 85 (elección presidencial) 90 (memoria
ministerial al congreso),
inc. 15 (fronteras y trato con los indios), inc. 16 (legislación tendiente al bienestar y a la
prosperidad),
inc. 18 (renuncia del poder ejecutivo, escrutinio), inc. 22 (patentes de corso, represalias;
reglamento de
157
lía del poder ejecutivo), 76 (elegibilidad de presidente y vicepresidente), 77 (duración del
mandato y
Interior: (Deán Gregorio Funes (Córdoba), Juan Ignacio Gorriti (Jujuy), José García de
Cosio (Corrientes), Juan Francisco Tarragorra (Santa Fé), Francisco de Gurruchaga
(Salta), José Antonio Olmos (Catamarca), José Julián Pérez (Tarija), Manuel Ignacio de
Molina (Mendoza), Manuel Felipe de Molina (
Maradona (San Juan), Juan José Lami (Santiago del Estero) y Francisco Ortíz de
Ocampo (La Rioja).
1812 - 8 de octubre: Segundo Triunvirato: Juan José Paso, Antonio Álvarez Jonte y
Nicolás Rodríguez
Peña (Gervasio Antonio de Posadas (19-8-13), Julián Pérez y Juan Larrea fueron
también triunviros por
158
3 de mayo: Director Supremo: Juan Martín de Pueyrredón. Secretaría de Gobierno y
Relaciones exteriores: Vicente López y Planes; de Hacienda: D. Grillo; de Guerra y
Marina: J. C. de Terrada.
1820 - 11 de febrero: El Cabildo de Buenos Aires por disolución de los poderes asume
momentáneamente la representación nacional.
12 de febrero: Miguel de Irigoyen (Se hace cargo de los intereses generales y de las
relaciones exteriores por inexistencia de un gobierno nacional).
PRESIDENTE DE LA REPUBLICA
1827 - 12 de agosto: Manuel Dorrego (A cargo de los intereses generales del País y de
las relaciones
1835 - 13 de abril: Juan Manuel de Rosas (Encargado de las relaciones exteriores por
delegación expresa de las provincias).
159
6 DE ABRIL: Justo José de Urquiza, Gobernador de Entre Ríos, por convenio conocido
como Protocolos de Palermo.
1868).
1895 - 22 de enero: Presidente: José Evaristo Uriburu, por renuncia del presidente
Sáenz Peña.
25 de junio de 1919).
160
1932 - 20 de febrero: Presidente: Agustín P.l Justo. Vicepresidente: Julio Argentino Roca
(hijo).
19 de noviembre de 1958).
1962 - 29 de marzo: Presidente Provisional: José María Guido, presidente provisional del
Senado.
Cámpora y Lima.
12 de octubre: Presidente: Juan Domingo Perón. Vicepresidente: María Estela Martínez
de Perón.
161
1989 - 8 de julio: Presidente: Carlos Saúl Menem. Vicepresidente: Eduardo Duhalde, por
renuncia de
Alfonsín y Martínez.