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Capítulo 12

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INTRODUCCIÓN:

En general podemos decir que las funciones de los anexos embrionarios son: protección,
nutrición, respiración, excreción y producción de hormonas. Los anexos están
constituidos por el amnios, el corion, el saco vitelino, la alantoides, la placenta y el cordón
umbilical.

Casi la totalidad de los anexos se desarrollan del cigoto, pero no forman parte del
embrión/feto, excepto una parte del saco vitelino que se incorpora en el intestino
primitivo y la alantoides, que contribuirá al desarrollo de la vejiga urinaria y formará
el uraco.

Todos los anexos embrionarios comienzan su desarrollo de forma simultánea durante


el proceso de implantación.

AMNIOS:

En la segunda semana (7 a 8 días) se forma la cavidad amniótica por un proceso de


cavitación entre el epiblasto y el trofoblasto. Del epiblasto se desprenden unas células,
denominadas amnioblastos, que proliferan y van tapizando el interior de las células del
trofoblasto hasta formar una especie de cúpula sobre la cavidad amniótica que da
lugar a una delgada membrana conocida como amnios o membrana amniótica.

El líquido amniótico, que ocupa toda la cavidad amniótica está constituido al principio
por agua procedente de los tejidos maternos.

LIQUIDO AMNIÓTICO:
1. Origen: Al principio de la gestación, el líquido amniótico es producido por la
membrana amniótica y los tejidos maternos. Durante la primera mitad de la
gestación el feto es responsable de la mayor parte del líquido amniótico por el
líquido tisular que se le libera a través de su piel, aún no queratinizada, así
como el que se produce en el epitelio broncopulmonar en desarrollo (300-400
mL/día).
2. Cantidad: A las 10 semanas hay aproximadamente 30 mL, a las 20 semanas
se encuentran alrededor de 350 mL y a las 38 semanas entre 500 y 1,000
mL.
3. Circulación y absorción: Se calcula que al final de la gestación el agua del líquido
amniótico es cambiada totalmente cada 3 horas, con una velocidad de cambio
de alrededor de 500 mL por hora.
A la circulación materna va a pasar a través de la membrana amniocoriónica, y hacia
la fetal por deglución del líquido amniótico (al término de la gestación, el feto deglute
aproximadamente 20mL por hora) y por absorción a través del epitelio respiratorio
del feto (más o menos 40 mL por día).

4. Composición: Está compuesto fundamentalmente por agua (99%), sales


inorgánicas, sales orgánicas, proteínas de origen materno y fetal,
carbohidratos, gratas, enzimas, hormonas, etcétera, y células epiteliales
fetales de descamación.
5. Importancia: El líquido amniótico tiene funciones, muy importantes para el
desarrollo del embrión y el feto, ya que:
→ Protege al feto de traumatismos externos.
→ Permite el crecimiento simétrico.
→ Actúa como una barrera contra las infecciones.
→ Permite el desarrollo normal de los pulmones.
→ Evita la adherencia del amnios al feto.
→ Contribuye a mantener la temperatura fetal.
→ Permite el libre movimiento del feto.
→ Participa en la regulación de la homeostasis.
→ Actúa como cuña hidrostática sobre el segmento inferior del útero.

SACO VITELINO:

Durante el desarrollo embrionario tiene una gran importancia, ya que es el primer


órgano hematopoyético, en él se forman las células germinales primordiales y
contribuye a la formación del intestino.

El saco vitelino comienza su formación en la segunda semana a partir de las células del
hipoblasto, que se diferencian en el endodermo extraembrionario y que tapizan la
cavidad exocelómica, formando una bolsa por debajo del hipoblasto.

En la tercera semana, el saco vitelino está conformado por endodermo


extraembrionario recubierto por fuera por mesodermo extraembrionario. En el
mesodermo extraembrionario surgen los islotes sanguíneos que formarán vasos y las
primeras células hematopoyéticas en su interior.

El saco vitelino cumple funciones muy importantes en los mamíferos, siendo estas:

→ Contribuir a la difusión de los nutrientes antes del inicio de la circulación


fetoplacentaria.
→ Formar las células hematopoyéticas que se van a diferenciar en las primeras
células de la sangre.
→ Contribuir en la formación del intestino.
→ Dar origen a las células germinales primordiales.
ALANTOIDES:

Contribuye a la formación de la vejiga, el uraco y los vasos umbilicales.

La alantoides se forma al inicio de la cuarta semana como una evaginación en la porción


caudal del saco vitelino. Cuando se forma el intestino primitivo, parte del saco vitelino
se incorpora a este, y es así como la alantoides queda como una evaginación del
intestino posterior y se introduce en el pedículo de fijación. Del pedículo de fijación se
forma el cordón umbilical.

Durante el segundo mes, la porción extraembrionaria de la alantoides degenera y la


porción intraembrionaria forma un tubo, el uraco, que conecta la vejiga urinaria con la
salida el cordón umbilical.

La alantoides tiene funciones importantes, como:

→ Contribuir en el desarrollo de la vejiga y el uraco.


→ Dar origen a la vena y las arterias umbilicales.

CORION:

El corion es la membrana fetal que está en contacto directo con el endometrio del
útero. Está formado por el sincitiotrofoblasto, el citotrofoblasto y el mesodermo
extraembrionario.

El corion se forma durante la segunda semana de desarrollo de forma simultánea en


la que ocurre la implantación del blastocisto en el endometrio uterino.

Durante la implantación, el trofoblasto forma dos capas: la más externa recibe el


nombre del sincitiotrofoblasto y la más interna citotrofoblasto.
Al final de la segunda semana, el mesodermo extraembrionario comienza a separarse
en dos capas: el mesodermo extraembrionario somático (adyacente a las células del
trofoblasto) y el mesodermo extraembrionario esplácnico (adyacente a la membrana
amniótica y a la pared del saco vitelino), y entre ellas queda un amplio espacio, el celoma
extraembrionario o cavidad coriónica.

VELLOSIDADES CORIÓNICAS:
Al final de la segunda semana, en la superficie externa del saco coriónico las células del
citotrofoblasto proliferan formando unos acúmulos celulares que se proyectan hacia el
sincitiotrofoblasto, denominados vellosidades coriónicas.

Estas vellosidades coriónicas presentarán una serie de cambios durante su desarrollo,


y se pueden distinguir en tres tipos:

o Vellosidades coriónicas primarias: Están formadas únicamente por el


citotrofoblasto cubierto por el sincitiotrofoblasto.
o Vellosidades coriónicas secundarias: Surgen cuando en el interior de la vellosidad
primaria aparece un centro de mesénquima que se origina del mesodermo
extraembrionario.

o Vellosidades coriónicas terciarias: Una vellosidad coriónica pasa de secundaria a


terciaria cuando en su centro de mesénquima se forman los vasos sanguíneos
coriónicos al finalizar la tercera semana.

Cuando en el interior de las vellosidades aparecen los vasos sanguíneos coriónicos, se


establece el intercambio entre la sangre materna, situada en el interior de la red
lacunar y que baña a las vellosidades, y la sangre del embrión que circula por los vasos
coriónicos.

Entre la quinta y la octava semana, las vellosidades terciarias recubren todo el saco
coriónico, pero las que están en relación con la decidua capsular se comprimen, se reduce
su riego y comienzan a degenerar formando un área desnuda avascular, el corion liso,
leve o calvo. Por el contrario, las vellosidades que están en relación con la decidua basal
aumentan su número, se ramifican mucho y crecen, formando el corion velloso o
frondoso. De la octava semana en adelante ya quedan perfectamente establecidos el
corion liso y el corion velloso.

PLACENTA:

Órgano encargado de realizar el intercambio principal entre la sangre materna y la


del embrión o el feto. La placenta tiene forma de disco, y al finalizar el embrazo su
tamaño será de unos 20 cm de diámetro por 3 cm de grosos y un peso de entre 500
y 600 gramos.

Morfológicamente, la placenta tiene una cara materna y una cara fetal. La cara
materna de la placenta es la que está en contacto con el útero; su superficie es
irregular debido a la presencia de una serie de elevaciones denominadas cotiledones (de
15 a 20). La cara fetal de la placenta, que es la que está hacia el lado del feto, se
caracteriza por que su superficie es lisa y está cubierta por el amnios.

El componente materno de la placenta se desarrolla a partir de la decidua y


específicamente de la decidua basal, mientras que el componente fetal de la placenta
se desarrolla del corion, específicamente del corion frondoso.

DECIDUA:
La decidua corresponde a la capa funcional del endometrio durante el embarazo y que
se desprende del útero después del nacimiento. La reacción decidual se extiende por
todo el endometrio y así se forma la decidua, que se divide en tres regiones: 1) decidua
basal, que es la que está en profundidad de la zona de la implantación y queda en
contacto con el corion frondoso; 2) decidua capsular, que cubre el embrión y está en
contacto con el corion liso, y que entre ambos forman el saco coriónico; y 3) decidua
parietal, que es la decidua que no está ocupada por el embrión.

DESARROLLO Y ESTRUCTURA DE LA PLACENTA:


La placenta se desarrolla del corion frondoso y de la decidua basal y tiene varias
partes:

▪ La placa citotrofoblástica: Es una capa de células del citotrofoblasto que está


en contacto con la decidua basal y que se forma porque el citotrofoblasto
penetra la capa del sincitiotrofoblasto.
▪ Los tabiques placentarios: Surgen de la decidua basal y se proyectan hacia el
interior de la placenta. Los tabiques dividen la placenta en porciones llamadas
cotiledones.
▪ La placa coriónica: Constituye la superficie fetal de la placenta y está formada
por el mesénquima originado del mesodermo extraembrionario, el
citotrofoblasto y el sincitiotrofoblasto.
▪ Las vellosidades coriónicas: Están formadas por el sincitiotrofoblasto que
reviste el citotrofoblasto, y en su interior hay tejido conectivo que se origina
del mesodermo somático extraembrionario. En el tejido conectivo están
presentes macrófagos placentarios denominados células de Hofbauer, que se
originan del embrión/feto y que lo protegen de infecciones maternas.

CIRCULACIÓN PLACENTARIA:
En la circulación placentaria contribuyen tanto la circulación fetal, para llevar la sangre
del feto a los capilares de las vellosidades coriónicas, como la circulación materna, para
renovar la sangre de los espacios intervellosos. La placenta madura contiene
aproximadamente 150 mL de sangre en los espacios intervellosos y se repone de tres
a cuatro veces por minuto.

Circulación placentaria fetal:


La sangre desoxigenada sale del feto a través de las arterias umbilicales (dos) hacia
la placenta.

A nivel de los capilares de las vellosidades, la sangre fetal hace el intercambio con la
sangre materna.

Normalmente no se mezclan la sangre fetal y la materna, pero en ocasiones pueden


pasar pequeñas cantidades de sangre fetal hacia la circulación materna a través de
pequeñas perforaciones que se forman en la membrana placentaria.

Circulación placentaria materna:


La sangre materna entra al espacio intervelloso a través de las arterias
endometriales espiraladas (de 80 a 100), que se localizan en la decidua basal.
El espacio intervelloso de la placenta de término contiene aproximadamente 150 mL
de sangre, que se cambia tres o cuatro veces por minuto.

MEMBRANA PLACENTARIA:
Es el conjunto de tejidos que separan la sangre materna de la fetal. Hasta la semana
20, la membrana placentaria está formada por el sincitiotrofoblasto, el
citotrofoblasto, tejido conjuntivo de la vellosidad coriónica y endotelio de los capilares
fetales.

Después de la semana 20 se registran cambios en las vellosidades, ya que desaparecen


las células del citotrofoblasto en amplias zonas de las vellosidades dejando solo placas
delgadas del sincitiotrofoblasto, lo que permite que en esas áreas el sincitiotrofoblasto
quede en contacto con el endotelio de los capilares fetales, formando la membrana
placentaria o vasculosincitial.

FUNCIONES DE LA PLACENTA:
Las funciones principales de la placenta son el intercambio o transporte de sustancias
entre la sangre materna y la fetal, y la síntesis de hormonas.

Transporte placentario:
Se transportan a través de la placenta:

o Gases: Los gases que se transportan por la placenta son el oxígeno (de la
madre al feto) y el dióxido de carbono (del feto a la madre).
o Nutrientes: Los principales nutrientes que se transportan desde la madre al
feto son: agua, glucosa, aminoácidos, ácidos grasos (en pequeña cantidad) y
vitaminas.
o Electrolitos: Los electrolitos, como Na, K o Cl, se transportan muy activamente
al feto, de forma que una alteración de los electrolitos maternos afecta el
estado hidroelectrolítico del feto.
o Hormonas: Las hormonas proteicas no es movilizan en cantidades significativas
y su transporte es específico, ya que está mediado por receptores. La insulina
no se transporte sino hasta el final del embarazo, haciéndolo en cantidades
mínimas.
o Anticuerpos: La inmunoglobulina G es la única que se transporta y protege al
feto de enfermedades como la difteria y el sarampión, aunque no lo protege de
todas las enfermedades infectocontagiosas, como la sífilis, la tosferina, la
varicela, entre otras.
o Productos de desecho: Se transportan fácilmente del feto a la madre, el
incluyen la urea, el ácido úrico, la bilirrubina, etcétera.
o Fármacos y drogas: Los fármacos y drogas se transportan dependiendo de su
naturaleza química. La mayoría de los fármacos y drogas atraviesan la
membrana placentaria por difusión simple.
o Sustancia tóxicas: Un gran número de sustancias tóxicas pueden ser
transportados, por ejemplo, metales pesados, pesticidas, solventes, alcohol,
nicotina, monóxido de carbono, anestésicos, dióxido de sulfuro y ozono.

o Agentes infecciosos: No todos los microorganismos atraviesan la membrana


placentaria. Los que lo logran pueden alterar el desarrollo del feto o llevarlo a
la muerte. Los principales agentes que cruzan la membrana placentaria son: el
virus de la rubeola, el HIV, el citomegalovirus, el herpes simple, la varicela
zoster, el parvovirus Bl9, Toxoplasma gondii (toxoplasmosis), Treponema
pallidum (sifilis) y Mycobacterium tuberculosis (tuberculosis).

Síntesis de hormonas:
La placenta es un órgano endocrino, ya que el sincitiotrofoblasto específicamente
sintetiza y secreta hormonas proteicas y esteroideas. Las hormonas que sintetiza y
secreta la placenta son:

▪ Gonadotropina coriónica humana (GCH): Es una glucoproteína sintetizada por


el sincitiotrofoblasto desde la segunda semana del desarrollo. Esta hormona
mantiene el cuerpo lúteo del ovario para que siga sintetizando la progesterona
y los estrógenos, imprescindibles para mantener el embarazo.
▪ Progesterona: Es un esteroide que se sintetiza en la placenta durante todo el
embarazo a partir del colesterol que proviene de la madre.
▪ Estrógenos: Son esteroides que sintetiza la placenta, y son el estradiol, la
estrona y el estriol.
▪ Lactógeno placentario (HPL) o somatomamotropina coriónica humana: Es un
polipéptido que se sintetiza desde el inicio del desarrollo embrionario hasta el
final del embarazo.
▪ Corticotropina coriónica: Es una hormona proteica que se secreta en la placenta
y cuya estructura es semejante a la de la hormona adrenocorticótropa
hipofisaria (ACTH).
▪ Tirotropina coriónica: Es una glicoproteína semejante a la hormona tirotropina
hipofisaria (TSH), y aunque no tiene la potencia de esta, estimula también la
secreción de las hormonas tiroideas maternas para regular su metabolismo.

IMPLANTACIÓN DE LA PLACENTA:
En cuanto al lugar de implantación de la placenta, este queda determinado en el
transcurso de la segunda semana del desarrollo. En la mayoría de las gestaciones la
placenta se implanta en la capa funcional del endometrio, en la mitad superior del
cuerpo del útero, situación que le deja suficiente espacio dentro del útero para el
crecimiento fetal y no interfiere con la salida del feto en el momento del parto.
CORDÓN UMBILICAL:

Es una estructura tubular alargada que une al feto con la placenta. Se desarrolla a
partir del pedículo de fijación, que incluye a la alantoides y el tallo vitelino (este último
hasta el inicio del período fetal). El pedículo de fijación se estrecha en su base y se
alarga para formar el cordón umbilical que aloja los vasos umbilicales: dos arterias
umbilicales, que llevan la sangre del embrión/feto a la placenta, y una vena umbilical,
que regresa la sangre de nuevo al embrión/feto.

Los vasos umbilicales, que se desarrollan del mesodermo de la alantoides, están


rodeados por un tejido conjuntivo muy laxo o mucoide que se denomina gelatina de
Wharton.

Al final de la gestación, el cordón umbilical mide de 30 a 80 cm de largo y de 1 a 2 cm


de diámetro.

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