Guía de Acompañamiento Al Duelo
Guía de Acompañamiento Al Duelo
Guía de Acompañamiento Al Duelo
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Este documento fue elaborado por profesionales de la Primera Respuesta de la
Unidad de Intervención del Programa Apoyo a Víctimas. Se agradece particularmente
la labor de los psicólogos/as Julio Cesar Carrasco, Sandra Moreno, Nadia Zepeda,
Joaquina Solano y el trabajo de las Coordinaciones; José Páez, Jorge Silva y René
Sepúlveda.
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Índice
I Introducción_______________________________________________5
Salud mental, Pandemia y Confinamiento ________________________________ 7
Duelo en contexto de Pandemia COVID-19 _______________________________ 9
Estrategias para abordar el duelo inicial en COVID-19 ______________________ 12
Estrategias _______________________________________________________ 14
Escenarios del Fallecimiento __________________________________________ 14
Peritajes tanatológicos ______________________________________________ 14
Servicio Médico Legal en Emergencia COVID-19 __________________________ 14
Ceremonias _______________________________________________________ 15
II Duelo Normativo y Duelo Complicado __________________________ 18
Definiciones Generales ______________________________________________ 18
Duelo Normativo ___________________________________________________ 20
Duelo complicado __________________________________________________ 24
Determinantes del duelo _____________________________________________ 25
La complicación del duelo ____________________________________________ 26
III Intervención No Presencial __________________________________ 28
Ventajas que ofrece este tipo de intervención en el caso de esta iniciativa. _ ¡Error!
Marcador no definido.
En el caso de intervenciones telefónicas y/o chat (sin contacto visual) _________ 28
IV Propuesta de Sesiones _____________________________________ 29
Sesión I __________________________________________________________ 30
Presentación Personal y Primera Exploración _____________________________ 30
Encuadre _________________________________________________________ 30
Exploración de Red de Apoyo. ________________________________________ 31
Herramientas de Auto Regulación Emocional (Ver en Apéndice 1) ____________ 31
Conexión con las Emociones y Expresión/Aceptación Emocional ______________ 31
Psicoeducación (Afrontar Rutinas, Higiene, Alimentación, Etc.). ______________ 34
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Sesión II _________________________________________________________ 36
Afrontar El Trauma – Historia de la Pérdida ______________________________ 36
Validación del Sufrimiento ___________________________________________ 37
Educación Emocional________________________________________________ 38
Pactar objetivos a corto plazo _________________________________________ 38
Sesión III ________________________________________________________ 39
Temáticas Pendientes _______________________________________________ 39
Elaboración y aceptación de emociones _________________________________ 38
Dinámicas de Cierre ________________________________________________ 39
Sesión IV/V _______________________________________________________ 39
Reconstrucción del significado del Ser Querido Fallecido. ___________________ 39
El Legado que nos deja: Explorar Enseñanza y Aprendizajes del Ser Querido. ___ 39
Sesión V/VI _______________________________________________________ 40
Entrevista de Reconstrucción de Significado _____________________________ 40
Final de la Última Sesión: Visión de Futuro ______________________________ 41
Referencias _______________________________________________ 43
Anexos ___________________________________________________ 44
Escala de Depresión Ansiedad Estrés (DASS-21) __________________________ 44
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I Introducción
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Debido a Pandemia, y la necesidad de distanciamiento físico y cuarentena de
las personas, el Programa Apoyo a Víctimas tuvo que avanzar rápidamente a sostener
su intervención de forma remota, logrando continuar con su labor pública de atención
a las víctimas de delitos violentos por medio de la tecnología de comunicación. La
intervención con víctimas que atraviesan temáticas de duelo, no ha sido ajena a esta
forma de realizar el trabajo, sin embargo, por lo complejo de la temática de duelo, y
la alta cantidad de situaciones a intervenir se hace imprescindible dotar a los equipos
de intervención de indicaciones sobre el trabajo de contención y terapéutico en duelo
de forma remota.
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Salud mental, Pandemia y Confinamiento
1
Extraído de “Salud Mental y Apoyo Psicosocial durante COVID-19. Departamento de
Emergencias” Ministerio de Salud, 2020.
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Miedo a ser excluido socialmente o puesto en cuarentena, por ser
asociado con la enfermedad (por ejemplo, discriminación hacia personas
que han visitado o son de origen de país con virus circulando).
Sentir impotencia por no poder proteger a sus seres queridos, y miedo
a perderlos por el virus.
Temor de estar separado de sus seres queridos y cuidadores debido a
periodo de cuarentena o aislamiento.
Sentimientos de impotencia, aburrimiento, soledad y tristeza debido al
periodo de cuarentena o aislamiento.
Miedo a vivir la experiencia de una epidemia previa u otras situaciones
críticas.
2
Extraído de “Salud Mental y Apoyo Psicosocial durante COVID-19. Departamento de
Emergencias” Ministerio de Salud, 2020
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Al ser un escenario desconocido, riesgo de negación que conlleva a no
asumir conductas de cuidado y protección de sí mismo y la comunidad.
Generación de rumores y noticias falsas que circulan en medios y redes
sociales que generan mayor incertidumbre y que promueven acciones o
prácticas inadecuadas.
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de homicidios consumados o familiares de mujeres víctimas de femicidios, (población
habitual de trabajo del PAV) comprenden las múltiples reacciones iniciales y cómo
este proceso varía conforme a estas variables, tales como: la forma del fallecimiento,
los recursos personales, el apoyo social presente los primeros momentos, y la red de
apoyo sostenida en el tiempo, entre otros.
Es en este contexto que resulta necesario identificar cómo estos ritos se han
visto alterados a modo de comprender el contexto que tendrán que enfrentar las
familias de fallecidos en nuestro país.
En Chile, por ejemplo, actualmente el proceso de despedida de la persona
fallecida se ha visto alterado por regulaciones locales/nacionales como estrategias de
prevención al contagio entre personas. El protocolo vigente que sugiere el Ministerio
de Salud, determina un número reducido de familiares en el instante posterior al
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fallecimiento, con prohibición de acercarse, acariciar, abrazar a las personas
fallecidas. Situación que evidentemente podría aumentar el dolor y la impotencia de
no poder efectuar una despedida adecuada, afectando el inicio del duelo e
incrementando las probabilidades de construir un duelo más patológico. En ese
sentido, los expertos esperan que los duelos sean más largos que lo habitual.
Además, el aislamiento social bloqueará, inevitablemente, en cierta medida, la
dimensión social del duelo, tan relevante para aliviar el malestar emocional inicial.
Gestos como abrazos de cercanos, miradas comprensivas, apoyo y acompañamiento
los primeros días, son muestras de afecto que se suspenden progresivamente en la
medida que aumentan las medidas restrictivas, debiendo privilegiar procesos de
duelo más individuales y en soledad.
Por lo anterior, los expertos han sugerido potenciar la dimensión individual, a
través de ritos simbólicos en los hogares. Entre ellos, repasar álbumes de fotos,
encender velas o realizar alguna ceremonia personal que permita iniciar la
elaboración de la pérdida. Junto a ello, incentivar el apoyo social mediante las
plataformas disponibles en períodos de cuarentena, tales como llamadas telefónicas,
video llamadas o mensajes de texto, que permitan, aunque con ciertos límites,
promover un soporte social que alivie el malestar emocional, compartiendo el dolor
y generando un espacio de descompresión emocional a través del llanto y evocación
de recuerdos.
Por otro lado, es, además, altamente esperable las emociones de impotencia
y sentimientos de culpa por parte de familiares cercanos al fallecido. La imposibilidad
de poder despedir adecuadamente a un ser querido (vestirlo, maquillarlo, besarlo,
verlo por última vez, etc.), o peor aún, tener la restricción de participar del proceso
de velorio o funeral, son escenarios susceptibles de provocar rabia, desolación y
frustración, con posibles pensamientos de crítica hacia la institucionalidad, al
personal médico o hacia la supuesta irresponsabilidad de las personas que, al no
respetar las medidas sanitarias, colaboraron a la propagación del virus. Todas ellas
como eventuales mecanismo de defensa frente al dolor vivenciado.
Respecto a la culpa, debemos señalar que ésta emerge frecuentemente en
procesos normales de duelo. Sin embargo, en el contexto actual de fallecimientos por
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COVID 19, es esperable que ella esté aún más presente, asociada a la probabilidad
de contagio al fallecido por parte de alguno de los familiares o cercanos. En este
sentido, una de las condiciones que generan estrés en las emergencias sanitarias es
el carácter de “invisible” de éstas, lo que abre la sospecha de contagio de cualquier
persona que pudo haber interactuado con el/la fallecida en los últimos días,
provocando grandes sentimientos de incertidumbre y culpa.
Estrategias
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• Sugerir pautas de corto, mediano y largo plazo, que faciliten la
organización del duelo y además un proceso de seguimiento institucional.
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a ventilación mecánica debido al estado de irreversibilidad del estado de salud,
produciendo el deceso posterior.
Considerar que, en estos casos, los familiares ya fueron sometidos a
restricciones estrictas para las visitas de familiares durante su estadía en el centro
de salud, así mismo cuando hayan sido informadas del fallecimiento para las
posteriores diligencias.
c) Servicio Médico Legal: es posible que existan personas que fallezcan en
contextos que requieran alguna investigación, siendo trasladadas al SML por orden
del Ministerio Público. Para esto, existe un protocolo indicado por el Servicio Médico
Legal que se adjunta a continuación.
Peritajes tanatológicos
Para enfrentar este estado de catástrofe se mantendrán las más altas medidas
de seguridad para manipulación de fallecidos y se realizarán solo los peritajes médico
legales que sean determinados por Fiscalía. En este contexto los protocolos
establecidos son los siguientes 3:
• Si una persona hospitalizada con diagnóstico de Coronavirus fallece,
será el propio recinto hospitalario el que establezca clínicamente la causa de muerte,
sin ser necesario su traslado al SML.
• Si una persona fallece estando hospitalizada, pero aún no se ha
confirmado el diagnóstico de Coronavirus, se esperarán los resultados. Si se confirma
la presencia del virus, tampoco será necesario su traslado al SML para constatar
causa de muerte.
• Si ingresa al SML un caso sospechoso de Covid-19, se aplicará un
examen externo, fijación fotográfica y toma de muestras para la realización posterior
de exámenes toxicológicos o ADN. Además, se realizará toma de muestra de tejido
pulmonar para su análisis en el ISP, organismo a cargo del procesamiento de
muestras en casos de Coronavirus.
3
Extraído de http://www.sml.gob.cl/index.php/sml-en-contingencia-coronavirus/
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Servicio Médico Legal en Emergencia COVID-19
Ceremonias
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Extraído de http://www.sml.gob.cl/index.php/sml-en-contingencia-coronavirus/
5
Extraído de https://www.minsal.cl/
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que no deberán establecer contacto físico con el cadáver ni con las superficies u otros
enseres de su entorno o cualquier otro material que pudiera estar contaminado". Para
esto, deberán ingresar a la sala con una bata desechable, guantes y mascarilla
quirúrgica.
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• Todo el proceso (velorio, ceremonia o entierro), debe tener una
duración máxima de 90 minutos. Este último se debe realizar en un
lugar definido como cementerio según el Código Sanitario.
• Se recomienda no utilizar decoración durante las ceremonias (velas,
flores o fotos, entre otros), con el fin de evitar la cadena de contagio.
• Los asistentes deben cumplir con distanciamiento físico de mínimo un
metro entre cada persona.
• La sepultura queda a disposición de la familia, tanto si es cremación o
inhumación. En este último caso no se necesita un ataúd especial, ya
que todos deben ser herméticos e impermeables.
• Luego de ocurrida la ceremonia, el lugar se debe desinfectar.
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II Duelo Normativo y Duelo Complicado
Definiciones Generales
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resignificación de las creencias y emociones asociadas a aquella persona que ya no
está.
Ross (2016) propone etapas como instrumentos para facilitar el tránsito por el
proceso de duelo y, asimismo, como mapas para favorecer un reconociendo de lo
vivido y encuadrar todo aquello que pudiéramos sentir. Hacer referencia a cinco
etapas; la negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
La primera, negación¸ en un principio comparable con experiencias de
distanciamiento emocional, desconcierto y/o un cuestionamiento acerca del cómo y
el por qué tenía que suceder. Luego, la comienza de irreversibilidad de la muerte
comienza a fortalecerse y, como una expresión de desesperanza aparecería la ira.
Floreciendo, igualmente otras emociones y sentimientos como por ejemplo la
tristeza, el pánico, el dolor y la soledad. Posteriormente, acompañada del anhelo y
frustración, aquella persona que vive la pérdida de otra, comenzaría una negociación,
pudiendo coexistir la culpa y el deseo de retorcer el tiempo. A continuación, la autora
menciona que habrá que experimentar una sensación de vacío a un nivel aún más
profundo en la persona, al cual define como depresión. Se observarían en la persona
conductas de repliegue hacia sí mismo y evocarían una sensación de letargo y animo
bajo a quienes le rodean. Ross (2016) finaliza la descripción de sus tareas con un
proceso de aceptación, clarificando que no debe confundirse con la noción de
sentirnos bien y expone que sería el resultado del esfuerzo por aceptar la realidad de
que la persona que ha fallecido ya no volverá.
Además de las tareas, la literatura consigue describir reacciones normativas al
proceso de duelo, clarificando la importancia de medir la frecuencia e intensidad de
cada una de estas expresiones ya que, si bien vivirlas es parte del proceso, no prohibir
del continuo y armónico desarrollo del proceso humano de adaptación.
Entre otros, podremos observar en la persona que experimenta la pérdida de
un ser querido:
- Malestar físico: dolores de cabeza, temblores, vértigo, palpitaciones
diversos síntomas gastrointestinales. No hay una incidencia de síntomas como asma,
diabetes o cáncer.
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- Existen síntomas enmascarados: el superviviente puede desarrollar
síntomas como los que experimentó la persona querida antes morir. Se entienden
como somatizaciones;
- Preocupaciones de la imagen del fallecido.
- Introyección de rasgos o conductas de la persona fallecida.
- Culpa relacionada con la pérdida del fallecido.
- Incapacidad para funcionar de manera tal como la hacía antes de la
pérdida.
Duelo Normativo
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c. Culpa, por no haber sido suficientemente amable, por haber tenido
alguna diferencia, no haber respondido a la totalidad de demandas y necesidades de
quien partió.
La gran mayoría de las veces, estos sentimientos de culpa son irracionales y
se mitigan mediante la confrontación con la realidad.
d. Ansiedad, pudiendo transitar desde una pequeña sensación de
inseguridad o estado de alerta, hacia estados más significativos como lo son las crisis
de pánico. Se deberá tener en consideración, al respecto de esto último, que serán
indicadores que sugieren una reacción de duelo patológico.
Principales ansiedades:
d.1.: preocupación por la creencia de que no podrán cuidar de sí mismos.
d.2.: la toma de conciencia de la mortalidad.
e. Soledad, principalmente en quienes experimentan la pérdida de una
pareja o alguien con quien compartían el día a día.
f. Impotencia, particularmente en las primeras fases de la pérdida.
g. Shock, recurrentemente en las muertes repentinas. Sin embargo,
incluso cuando la muerte es esperada, como consecuencia de una enfermedad
progresiva.
h. Anhelo, por retornar al contexto previo de la pérdida.
i. Emancipación, pudiendo ser un sentimiento adaptativo.
j. Alivio, con mayor incidencia en torno a quienes brindaron
acompañamiento en las fases paliativas del fallecido. Existe una elevada correlación
con la sensación de culpa.
k. Insensibilidad, como resultado de la ocurrencia de diversas sensaciones.
Es una respuesta, tendiente al aplanamiento afectivo como defensa ya que la vivencia
de estos pudiera ser sumamente compleja y/o desbordante.
2. Sensaciones Físicas:
• Vacío en el estómago.
• Opresión en el pecho.
• Opresión en la garganta.
• Hipersensibilidad al ruido.
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• Sensación de despersonalización.
• Falta de aire.
• Debilidad muscular.
• Falta de energía.
• Sequedad en la boca.
• Otros indicadores, similares a los síntomas vivenciados por quien falleció
toda vez que haya sido producto de una enfermedad progresiva.
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e. Alucinaciones, pudiendo ser visuales como auditivas. Suelen ser
experiencias efímeras y generalmente no significan el desarrollo de un duelo
patológico.
4. Conductas.
a. Dificultades para conciliar el sueño, pudiendo suceder dificultades para
dormirse o bien episodios de despertar anticipado. Suelen corregirse solos, con el
paso de tiempo. No obstante, se deberá monitorear la frecuencia e intensidad ya que
pueden devenir a un duelo complicado.
b. Conflictos alimentarios caracterizados por atracones o restricciones en
el consumo.
c. Asilamiento social, caracterizada como un repliegue hacia sí mismo del
superviviente. Suelen ser periodos breves que, por si solos, tienden a la remisión.
d. Conductas evitativas, a fin de mantener distancia emocional de cualquier
estimulo, lugar o persona que evoque recuerdos asociados a quien partió. Esto, para
resguardarse de tomar contacto con sentimientos dolores.
Podemos encontrarnos con supervivientes que se liberan rápidamente de los
objetos o ropas del fallecido, deshaciéndose de estas o haciéndolas desaparecer de
cualquier manera posible. Este, suele ser un indicador de un probable duelo
complicado.
e. Conductas de afrontamiento, tales como visitar lugares, portar objetos
que evocan recuerdos del fallecido o buscarlo a viva voz. Se debe prestar atención a
las formas y los significados asociados al afrontamiento ya que, según sea su
frecuencia e intensidad, podrán indicar rasgos de un duelo complicado.
f. Suspirar, correlacionada a la sensación física de falta de respiración. O
bien, como un indicador de elevada ansiedad toda vez que tienda a la
hiperventilación. Esto, suele asociarse a probables episodios de crisis de pánicos y/o
desarrollo de duelos complicados.
g. Hiperactividad.
h. Llanto.
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Duelo complicado
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Determinantes del duelo
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social brindado por su entorno, ya que sea a nivel familiar o externo. Esto debido a
que el duelo es un proceso social y se afronta de mejor modo cuando se cuenta con
el apoyo de la gente, por lo mismo la ausencia de ello podría ser determinante para
el desarrollo de un duelo complicado.
En este punto también cobra relevancia el tipo de muerte, ya que en ocasiones
cuando se debe enfrentar un duelo por suicidio, suele ser difícil para el superviviente
hablar socialmente de ello.
6. Otro tipo de estrés simultaneo: Lo que podría afectar a un proceso de
duelo, serían los cambios simultáneos y crisis que se dan posterior a la muerte (ej.
cambios económicos).
Tal como señala Worden (1997), la complicación del duelo tiene relación con
la intensidad del sentir (desborde, desadaptación) o con la duración prolongada de
aquel estado, donde queda la sensación de que no se avanza hacia un progreso.
A continuación, se describirán los tipos de duelos complicados (Worden, W.
1997):
Duelo crónico: Tiene relación con la duración, la cual es excesiva y donde no
se logra llegar a una conclusión satisfactoria. En este caso la persona es consciente
de que no logra avanzar en su proceso, para acabarlo, motivo por el cual suelen pedir
ayuda a un profesional.
Duelo retrasado: Llamados también inhibidos, suprimidos o pospuestos. Aquí
la persona puede haber tenido una reacción emocional al momento de la pérdida,
pero más adelante la intensidad del duelo parece excesiva, probablemente porque al
inicio no se elaboró adecuadamente la pérdida, motivo por el cual posteriormente se
intensifica la vivencia.
Duelo exagerado: Corresponde a la intensificación de un duelo normal, debido
a que la persona se siente desbordada y podría presentar conductas desadaptativas,
siendo consciente que aquella reacción se debe a la perdida. En este tipo de duelo,
hay mayores probabilidades de que aparezcan depresiones clínicas, crisis de pánico
o abuso de alcohol u otras sustancias.
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Duelo enmascarado: Existe la presencia de síntomas y conductas que dificultan
a la persona, los cuales no son relacionados con la pérdida vivida. Probablemente
debido a que no se expresaron los sentimientos asociados al proceso del duelo de
forma abierta y por ende ello se expresa de otro modo. En este caso la persona
también podría presentar síntomas, los cuales se asemejan a los de la persona
fallecida o presentar síntomas psiquiátricos o conductas desadaptativas, que, a
diferencia del duelo exagerado, no logran relacionarlo con la pérdida vivida.
27
III Intervención No Presencial
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problemas o conflictos ayuda a "separarse" de los problemas y favorece la
elaboración de los mismos;
• La sesión siempre está disponible para el paciente (en el caso de chat,
permanece escrita, en el caso de intervención de audio, se puede grabar). Incluso el
terapeuta, al final de la sesión, puede volver a leer el texto para hacer más reflexiones
sobre aspectos a los que no había prestado atención durante la sesión;
• La "presencia virtual" favorece la expresión de los propios problemas al
disminuir la resistencia.
6
Extraído de: http://www.cop.es/uploads/PDF/GUIA-ACOMPANAMIENTO-DUELO.pdf
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IV Propuesta de Sesiones
Sesión I
Encuadre
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• Explicación del marco terapéutico: "el objetivo es ayudarle a usted en esta
situación de aislamiento a convivir con ese dolor y a poder disminuirlo, manteniendo
el recuerdo de su ser querido e intentando conservar fuerzas para salir de este
aislamiento y poder mirar el futuro; y, sobre todo, la garantía de acompañarle: no
está solo en esto".
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En todo caso, para explorarlo, podríamos introducir un primer abordaje
emocional preguntando de manera similar a ésta:
"Estamos conscientes que la pérdida de un ser querido nos puede generar
mucha pena, también que no es fácil hablar sobre ello, pero entiendo que nos puede
ayudar abordarlo, para ver cómo manejarlo. En este sentido, ¿qué es lo que más le
duele de todo lo que ha ocurrido? Cada persona es distinta y sería mejor que usted
pudiera contarlo con sus palabras.” “¿Le parece si le ayudo para que podamos hablar
de esas emociones?”:
Cuando todas las certezas han caído, cuando la razón ya no subsiste y no se
sabe cuál es el camino fiable para salir de la oscuridad, la guía inicial puede ser lo
que sentimos: nuestras emociones. Ante la incertidumbre, parece importante
escuchar lo que sentimos. Las emociones son la base sobre las cuales construimos
nuestro mundo, la manera más primaria que nos guía hacia la construcción de
significado que nos hace comunicar y en base a ellas actuamos. La emoción es la
manera en el que el organismo reacciona a la pérdida, por esto nos puede guiar
hacia la salida.
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Miedo: cuando el dolor por la pérdida nos asusta, cualquier sentimiento es más
llevadero, incluido el miedo. Hay miedo cada vez que hay un cambio y esto
sirve para intentar preservarnos del posible sufrimiento de experimentar el
vacío. En el duelo hay miedo a cambiar de estrategias de afrontamiento, miedo
a sentir y hasta tenemos miedo a soltar las emociones que consideramos
negativas, como si fuéramos a rompernos. Pero el miedo más profundo es a
avanzar, porque quisiéramos detener el tiempo para evitar que él ya se fue.
Porque el miedo no es solo al vacío, sino también al olvido.
Rabia: los dolientes sienten mucha rabia a veces, hacia ellos y hacia los demás,
no importa si hay una causa o no, lo importante es saber que hay enfado. Es
una de las emociones más frecuentes en duelo, tanto que Kubler-Ross la
identifica como una fase del mismo proceso de adaptación, explicándola como
una etapa natural de ese proceso. La rabia es una forma de disfrazar la tristeza
y postergar enfrentarse con ella. Sirve para evitar conectar con otras
emociones hasta que no sentimos que estamos preparados para afrontarlas.
En un primer momento esta emoción es comprensible y adaptativa, pero si no
se le proporciona una salida, una expresión, acaba convirtiéndose en
resentimiento y amargura, pudiendo cristalizarse en un asunto pendiente con
alguien y algo.
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El darse cuenta (insights), en sí mismo, no baja los niveles de activación
emocional, pero sí que ayuda a los dolientes a dar sentido a lo que su emoción les
dice y a identificar la meta, necesidad o preocupación que les está marcando.
Serán las emociones secundarias y desadaptativas, las que necesitarán ser
trabajadas para ser reguladas. Las emociones secundarias son aquellas respuestas
que son subsidiarias de otros procesos internos más primarios y, como tales, pueden
ser defensas. Por ejemplo, sentirse desesperanzado es secundario cuando hay un
sentimiento no expresado de ira (primaria).
Habiendo aceptado e identificado la emoción, en lugar de evitarla, el terapeuta
ayuda al paciente en su utilización, tanto para conocerse como para movilizarse.
Además del valor de la conciencia emocional como fuente de información, simbolizar
la emoción en la conciencia promueve la reflexión sobre la experiencia para crear un
nuevo significado, lo que ayuda a los pacientes a desarrollar nuevas narrativas para
explicar su experiencia.
Estar en duelo conlleva estrés emocional y también físico. Con frecuencia nos
podemos encontrar con consecuencias para la salud como cefaleas, tensión arterial
alta, opresión en el pecho, tensión muscular, insomnio, trastornos gástricos, etc. Para
evitar que estas situaciones se den o se cronifiquen necesitamos cuidarnos y tener la
energía apropiada.
34
Aquí enumeramos algunos recursos que pueden favorecer el equilibrio psico-
físico y ser útiles como recomendaciones en cualquiera de las sesiones:
35
Reencontrarse de manera sana con recursos, espirituales o sentimentales, como
la oración, la meditación, las fotografías o recuerdos en los que se desarrolló parte
de la convivencia con el ser querido. Recordar que no queremos que haya olvido.
Tratar de no enredarse en las preguntas que no tienen respuestas. Nadie ni nada
podrán arrebatar la enorme riqueza de lo vivido y lo amado con él/ella. Empezar
a familiarizarse con la idea de reubicar su presencia en su vida, ahora ya como
una presencia anímica, y seguir viviendo y amando a los que se tiene al lado e
importan.
Llamarnos a nosotros o a algún ser querido en momentos de alta dificultad. Estos
son solo unos cuantos recursos, que pueden ser útiles, estando indicados, en las
diferentes sesiones.
Cierre
Sesión II
"El otro día me contaba que todo fue muy rápido y ... (habitualmente 4
circunstancias) ...
- no ha podido acompañar en el hospital como le hubiera gustado
- no ha podido despedirse de xxx, ni expresarle lo mucho que le ha querido...
- no ha podido velarle como hubiera deseado,
- no ha podido tener el apoyo social o familiar expresado y significativo que
se suele tener en los comienzos del duelo..."
Poder contar en detalle la historia de la pérdida promueve el manejo, la
integración y la regulación emocional, en contraposición a la evitación y a la
36
disociación (se pueden ofrecer tareas a realizar en casa como escritura, arteterapia,
biblioterapia, conectadas con la construcción de nuevas narrativas) ... siempre
teniendo en cuenta sus habilidades previas y su capacidad actual.
Se trata de ayudarle a hacer una lectura de no culpabilización, diferenciando,
entre otras cosas, entre responsabilidad y culpa.
37
Educación Emocional
Sesión III
Temáticas Pendientes
38
Dinámicas de Cierre
Sesión IV/V
El Legado que nos deja: Explorar Enseñanza y Aprendizajes del Ser Querido.
39
anclado en el pasado o tratar de enterrarlo. Es importante dar un nuevo lugar interno
en vez que temer o buscar el olvido.
“Su presencia, ¿cómo ha cambiado tu vida, en qué aspectos? ¿Qué te ha
enseñado? ¿Cuáles son los valores que te ha trasmitido? ¿Cuál es la herencia que te
ha dejado? ¿Qué quieres dejar ir de él/ella? ¿Cómo podrías rescatar su legado y
traerlo al presente?”
(Se pueden ofrecer tareas a realizar en casa como escritura, arteterapia,
biblioterapia, etc., conectadas con la construcción de lazos continuos con el difunto).
Se trata de trabajar lo que él entienda que es su responsabilidad y su deseo frente a
ese legado.
Sesión V/VI
(Esta sesión será difícil, por los tiempos, que se pueda dar, pero aporta pistas
a insinuar para poder trabajar en el futuro).
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tan agudo que estamos sosteniendo, es difícil que se dé este proceso, pero
teóricamente podría darse.
El cambio de identidad se refiere al proceso de la experiencia de los individuos
en duelo que implica cierto grado de transformación personal, como el aumento de
la empatía, la resiliencia, la solidaridad o la independencia como resultado de su
pérdida.
A través de estos tres procesos hay autores que sugieren que los individuos
logran la asimilación o la acomodación y, por lo tanto, reducen la angustia provocada
por las diferencias percibidas entre sus estructuras de significado global y el
significado de la pérdida.
“A partir de esta dolorosa pérdida, ¿sientes que quieres buscar nuevas formas
de conocimiento y aprendizaje? ¿Cuáles? ¿Piensas en lo que puedes recibir de quien
falleció, en el legado/herencia y la misión que quieres o debes llevar a cabo?” "Esta
pérdida, ¿cómo ha afectado a su visión de ti mismo/a o de su mundo? ¿Valora las
mismas cosas? ¿Cómo ha afectado su experiencia a las prioridades en tu vida?”
Crear un objetivo, un propósito vital intentando que la memoria de quien
falleció viva en otros. Transformar el duelo y el dolor emocional en un significado,
haciendo actividades que creen algo bueno y que brinden ayuda. Usar la
experiencia espiritual como herramienta de confort y de camino hacia adelante.
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Hacer algún ritual de autocuidado juntos acompañante y paciente para facilitar
la propia despedida (por ejemplo, crear una lista de canciones de duelo y vida,
encender una vela y meditar juntos, etc.)
Agradecimiento por su confianza y generosidad en compartir algo tan íntimo y
tan profundo como es la experiencia de duelo.
Explorar si la persona atendida es practicante de algún credo religioso o
espiritual. Las creencias de esta naturaleza estimulan la superación de las
pérdidas de seres queridos por medio de la fe, la plegaria, la meditación, los
rituales, las creencias sobre la vida y la muerte, buscando ayudar a los que
sufren a superar su malestar y aumentar los sentimientos positivos y el
bienestar psicológico, afectivo y espiritual.
42
Referencias
- Neimeyer, R. (2002). Aprender de la pérdida. Una guía para afrontar el duelo. (25-45).
Editorial Paidós Ibérica, Barcelona.
- Servicio Médico Legal (s.f). Plan SML Coronavirus. Consultado el 11 de junio de 2020.
http://www.sml.gob.cl/index.php/sml-en-contingencia-coronavirus/
43
Anexos
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