Factores Que Influyen en La Toma de Decisiones Financieras
Factores Que Influyen en La Toma de Decisiones Financieras
Factores Que Influyen en La Toma de Decisiones Financieras
En el caso del dinero que solicites en préstamo, la capitalización puede perjudicarte. Cuando se
cobran intereses sobre las cuentas de tarjetas de crédito o préstamos que emplean la
capitalización, los intereses se calculan sobre la base de tu capital más todo interés que
previamente se haya acumulado sobre tu cuenta. Es posible que termines pagando más o que
necesites más tiempo para liquidar tu saldo.
Para tener una mejor perspectiva con respecto a cómo el interés compuesto puede afectar lo que
ganarás o pagarás, echa un vistazo a cómo se calcula.
Independientemente de si se trata del interés que ganarás o del interés que pagarás, el interés
compuesto se puede calcular al usar la siguiente fórmula:
x = C (1+t/n)nu - C
… en la que
x = interés compuesto
Usemos un ejemplo en el que generas interés. Supongamos que depositas $5,000 en una cuenta
de ahorros con una tasa de interés anual del 5 %, que se capitaliza mensualmente. Dicho depósito
generaría $3,235.05 de interés al finalizar un periodo de 10 años. El desglose del cálculo
matemático es como sigue:
x = C (1+t/n)nu - C
x = 8,235.05 - 5,000
x = 3,235.05
Durante ese periodo de 10 años, tu depósito aumentaría de $5,000 a $8,235. La misma cuenta, si
generara interés simple, aumentaría a solo $7,500.
Por supuesto, si no te gusta hacer cálculos con números, puedes usar una calculadora en línea. Las
calculadoras pueden ser particularmente útiles cuando haces depósitos o pagos a tus cuentas con
regularidad, ya que tu saldo cambiará con el tiempo.
Dado que el interés compuesto puede ser favorable (si eres el inversionista) o desfavorable (si eres
el prestatario), es importante tener en cuenta el impacto que este puede tener en tus planes
financieros.
Para cosechar por completo las recompensas del interés compuesto, debes ahorrar. Elige cuentas
de depósito y de inversión que ofrezcan interés compuesto, y haz tu mejor esfuerzo por no realizar
retiros para que el interés tenga la oportunidad de acumularse realmente.
Para evitar pagar el interés compuesto, solicita préstamos que cobren interés simple. Muchos
préstamos grandes, por ejemplo, las hipotecas y los préstamos para vehículos, utilizan una
fórmula de interés simple. Por el contrario, las tarjetas de crédito y algunos otros préstamos con
frecuencia utilizan el interés compuesto. Por ello, debes usar las tarjetas de crédito de manera
prudente y debes asegurarte de liquidar el saldo de tu estado de cuenta cada mes.
A medida que te familiarizas cada vez más con el interés compuesto, podrás aprovecharlo para
que te favorezca mientras estableces tu patrimonio y reduces tu deuda al mínimo.
Interés compuesto
Se denomina interés compuesto en activos monetarios a aquel que se va sumando al capital inicial
y sobre el que se van generando nuevos intereses.
Los intereses generados se van sumando periodo a periodo al capital inicial y a los intereses ya
generados anteriormente. De esta forma, se crea valor no sólo sobre el capital inicial sino que los
intereses generados previamente ahora se encargan también de generar nuevos intereses. Es
decir, se van acumulando los intereses obtenidos para generar más intereses.
Por el contrario, el interés simple no acumula los intereses generados. El interés puede ser pagado
o cobrado, sobre un préstamo que paguemos o sobre un depósito que cobremos. La condición
que diferencia al interés compuesto del interés simple, es que mientras en una situación
de interés compuesto los intereses devengados se van sumando y produciendo
nueva rentabilidad junto al capital inicial, en un modelo de interés simple solo se calculan los
intereses sobre el capital inicial prestado o depositado.
El interés compuesto es una de las grandes ventajas de la inversión, ya que permite a los
inversores obtener una rentabilidad no solo sobre su dinero, sino sobre la propia rentabilidad
anterior. Por este motivo, los especialistas de inversión recomiendan empezar a invertir lo antes
posible, aunque sean pequeñas cantidades.
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De este modo, cuanto antes se empiece a generar rentabilidad, antes empezará a dar sus
beneficios esta bola de nieve llamada interés compuesto. Un ejemplo rápido, si inviertes 10.000
dólares y obtienes un 10% de rentabilidad cada año, en 10 años no tendrás 20.000 dólares…
Tendrás casi 26.000. Esos 6.000 dólares extra son gracias al interés compuesto. ¿Quieres
beneficiarte tú también de ello? Pues te recomendamos que veas en el Campus de Economipedia
el curso básico de inversión en bolsa.
Se suele decir, de manera incorrecta, que cuando un préstamo o depósito es mayor a un año se
establece el sistema de interés compuesto, siendo interés simple en caso de operaciones a corto,
inferiores al año. Sin embargo esto no es siempre así, ya que dependerá de las condiciones
pactadas y de reinversión de las rentabilidades y no tanto de la temporalidad.
Ventajas .
Ahora veremos un ejemplo práctico para determinar el interés compuesto, con un capital inicial de
1.000€ y una tasa de interés del 5% en un periodo de 5 años:
Cantidad al inicio del Intereses del Cantidad que se adeuda al final del
Período
período período período
Como vemos, el interés anual resultante no son 50€ (salvo el periodo inicial), sino que se van
incorporando los intereses generados y devengados a períodos posteriores, obteniendo al final de
la operación una ganancia o pago de 276,28€ y no 250€, que sería en una situación de interés
simple.
Ejemplo de interés compuesto mensual
En el anterior ejemplo el interés se capitaliza de manera anual pero existe también la posibilidad
de que se pague todos los meses, esto potenciaría al máximo dicha inversión.
Al igual que antes, imagina que tienes un capital inicial de 1.000€ con una tasa de interés anual del
5% que se capitaliza cada mes durante 5 años. En este caso, el resultado obtenido sería de 1.284€.
Esta es una de las opciones más atractivas para el inversor, ya que al realizar aportaciones
periódicas están aumentando el capital invertido y por ello también aumentan las ganancias.
Imagina que invertimos un capital inicial de 1.000€ con una tasa de interés anual del 5% durante 5
años, pero en este caso hacemos aportaciones mensuales por valor de 50€. El resultado obtenido
es de 4.683€, habiendo invertido una cantidad total de 4.000€ (1.000€ de capital inicial + 50€
todos los meses).
El interés simple se calcula sobre la cantidad invertida al principio. El interés simple no se acumula
a la cantidad invertida por lo que siempre se mantiene constante.
Por otro lado, el interés compuesto es aquel en el que los intereses generados se acumulan y se
suman a la cantidad invertida para calcular el interés del siguiente período. Con el tiempo el
interés compuesto lleva a un crecimiento exponencial de la cantidad total.
Por ejemplo, imagina que invertimos 1.000€ a una tasa de interés del 10% durante 10 años. Con el
método de interés simple, obtendremos una ganancia de 100€ cada año. Es decir, al final del
periodo habríamos obtenido 1.000€ de ganancia. En cambio, utilizando el interés compuesto,
habríamos obtenido 1.594%, es decir casi un 60% más.
El interés compuesto es el interés de una inversión que tiene en cuenta tanto el capital inicial
como el interés acumulado de periodos anteriores. En otras palabras, podemos pensar que se
trata de un «interés sobre interés».
Esto implica que nuestra inversión crece más rápido que el interés simple, que se calcula
únicamente sobre capital invertido, sin tener en cuenta la reinversión de los intereses.
El interés compuesto nos ayuda a entender la importancia de empezar a invertir lo antes posible.
Esto se debe a que cuanto antes empecemos a invertir, más crecerá nuestro dinero de forma
exponencial en el futuro.
El mecanismo de interés sobre interés puede generar rendimientos cada vez más positivos en
función del monto del capital inicial, una especie de efecto de bola de nieve. Esto ha llevado a la
acuñación de la frase “el milagro del interés compuesto”.
Como hemos comentado, Albert Einstein dijo del interés compuesto que era “la fuerza más
poderosa de la galaxia”.
Esto se debe al llamado “efecto bola de nieve”, debido a la función exponencial que deriva en
unos resultados extraordinarios a largo plazo. Lo entenderás mejor con los ejemplos que tienes a
continuación.
Como podéis ver, la fórmula del interés compuesto tiene un componente exponencial, lo que hace
que aumente en mayor medida con el paso del tiempo. Más adelante veremos de forma gráfica su
carácter exponencial.
Para calcular la rentabilidad compuesta de una inversión debemos seguir los siguientes pasos:
Por ejemplo, para calcular la rentabilidad compuesta de una inversión inicial de 5.000€ con un
valor final de 12.000€ en 4 años, aplicaríamos la siguiente fórmula:
El valor actual es el valor presente que tiene una determinada cantidad de dinero que vamos a
recibir en un futuro.
Para conocer este valor actual habrá que tener en cuenta el flujo de dinero que vamos a recibir y
una tasa que tendremos que descontar de esos flujos futuros.
Este concepto se utiliza normalmente para comprobar si una inversión es viable en el futuro.
Existe una fórmula para poder calcular este valor actual que se define de la siguiente manera:
VA= Fn / (1+r)^n
Veámoslo con un ejemplo, supongamos que la empresa X alquila una furgoneta durante 3 meses a
la empresa Y, donde el primer pago son 5000 euros, que lo efectuará hoy mismo, para
posteriormente comprársela por 50.000 euros, donde el coste de oportunidad de la empresa X es
del 5%, ¿cuál es el valor actual?
En otras palabras, la tasa de descuento consiste en la combinación del valor de tiempo y la tasa de
interés correspondiente que aumentaría el valor futuro. Por el contrario, la tasa de interés
también se puede usar para calcular el valor futuro (FV) en relación con el valor actual. Esto resulta
útil para los prestamistas, ya que les permite escoger el monto justo para las ganancias o las
obligaciones futuras en relación con el valor actual del capital.
Por otro lado, para calcular el valor de ganancia neto (NPV), debes calcular los flujos de efectivo
futuros que corresponden a cada período y determinar la tasa de descuento correcta.
Por otra parte, el valor actual se refiere al valor que tiene en el presente un flujo de efectivo o
monto en efectivo con la tasa de rendimiento adoptada.
Comprender el PV y el FV también es útil por fuera del negocio. Por ejemplo, entender el valor
actual y el valor futuro de una anualidad puede ayudarte a prever mejor tus ingresos jubilatorios.
El VAN sirve para generar dos tipos de decisiones: en primer lugar, ver si las inversiones son
efectuables y en segundo lugar, ver qué inversión es mejor que otra en términos absolutos. Los
criterios de decisión van a ser los siguientes:
VAN > 0 : El valor actualizado de los cobro y pagos futuros de la inversión, a la tasa de descuento
elegida generará beneficios.
VAN = 0 : El proyecto de inversión no generará ni beneficios ni pérdidas, siendo su realización, en
principio, indiferente.
VAN < 0 : El proyecto de inversión generará pérdidas, por lo que deberá ser rechazado.