El Contacto1
El Contacto1
El Contacto1
Circuito magnético
Consta de dos partes, la culata y el
martillo. La culata es la parte fija y en ella
se aloja la bobina del contactor. El martillo
es la parte móvil. Ambas partes se
mantienen separadas en reposo debido a
un dispositivo de resorte que tira de la
parte móvil. Cuando la bobina se alimenta
con la tensión adecuada, la culata se
imanta atrayendo al martillo hacia ella.
Habitualmente el circuito magnético no se
ve desde el exterior, pero todos los
contactores disponen de un elemento de
indicación mecánica, que se hunde o
cambia de posición, permitiendo conocer
si está activado o no.
Contactos eléctricos Están unidos mecánicamente a la
parte
móvil
del
circuito magnético. De
esta forma, cuando el
martillo se desplaza,
también lo hacen los
contactos, abriendo los
que están cerrados y
cerrando los que están
abiertos. En general, se
pueden encontrar dos
tipos de contactos en un contactor: los de fuerza y los de mando, también llamados
auxiliares. Los de fuerza están preparados para un mayor poder de corte y se encargan
de controlar las cargas de potencia (por ejemplo, un motor eléctrico, un conjunto de
radiadores eléctricos, etc.). Los de mando se utilizan para tareas auxiliares y de control.
Desde el exterior del contactor, unos contactos se identifican de otros, ya que los bornes
de los de fuerza están etiquetados con números de una sola cifra (1 – 2, 3 – 4, 5 – 6) y
son normalmente abiertos. Los de mando tienen números de dos cifras (13 – 14, 21 - 22)
y pueden ser abiertos o cerrados. De los auxiliares, los que termina en 3 –4 son abiertos
en reposo y los que terminan en 1 – 2 son cerrados. El número que va delante de ellos, es
el número de orden (primero, segundo, tercero, etc.) que hace el contacto auxiliar en el
contactor. A la mayoría de los contactores modernos se les pueden añadir contactos
auxiliares mediante cámaras acoplables. Estas se fijan por un sistema de conexión rápida,
al cuerpo principal. Las cámaras pueden tener diferentes tipos de contactos, pero los
más habituales son los contactos abiertos, cerrados y temporizados.
Interruptores
Son de accionamiento
manual y tienen dos
posiciones. El cambio de
una a otra se realiza
actuando sobre el elemento
de mando, que puede ser
una palanca, un balancín,
una manilla rotativa, etc.
Todos los interruptores
disponen de un sistema de
enclavamiento mecánico,
que permite mantenerlos en una posición hasta que se interviene de nuevo sobre el
elemento de mando. Estos son algunos símbolos para representar los diferentes tipos de
interruptores:
Conmutadores. Son de accionamiento manual y tienen dos o más
posiciones. Permiten redireccionar la señal por diferentes ramas de circuito a través de
un
borne
común.
Simbología.
Simbología.
Los
Diagrama de conexionado.
En los relés de baja potencia, los bornes de entrada se suelen presentar en forma de
varillas o pletinas de cobre para insertar directamente en el contactor. Así, los símbolos
utilizados para representar el relé térmico en ambos esquemas son los siguientes:
El relé térmico en los esquemas de mando y
fuerza. La protección con el relé térmico, se representa en el esquema de fuerza
entre el contactor y el motor. En el esquema de mando se representa lo más próximo a la
fase representada en la parte superior y debajo del dispositivo de protección, si es que
existe. El contacto cerrado se pone en serie con el circuito que alimenta la bobina del
contactor. El contacto abierto se conecta a un dispositivo de señalización (por ejemplo,
una lámpara). Si el relé térmico detecta sobrecarga o falta de una fase en el circuito de
fuerza, el dispositivo de protección se dispara. En esta situación, el contacto auxiliar
cerrado del relé térmico se abre, desconectando el circuito de alimentación de la bobina.
Si esto ocurre, el contactor KM1 abre sus contactos en el circuito de fuerza y el motor se
detiene. En el mismo suceso, el contacto abierto del relé térmico se cierra, alimentando
la lámpara de señalización (H2), que se enciende indicando que el relé térmico se ha
disparado.
Inversor de Giro. Para realizar la inversión del sentido de giro de un
motor trifásico, se deben permutar dos de las fases que lo alimentan. Esta maniobra,
muy utilizada en ambiente industrial, se puede realizar con un conmutador trifásico
inversor de potencia o a través de un automatismo basado en dos contactores. En este
caso, en el circuito de fuerza, uno de los contactores aplica las fases en los bornes del
motor con un orden determinado, por ejemplo: L1-L2 y L3, el otro hace lo mismo, pero
permutando dos de ellas, por ejemplo, L2-L1-L3. Así, cuando la alimentación trifásica que
llega al motor se recibe por un contactor, el motor gira en un sentido, y si lo hace por el
otro, gira en sentido contrario. Esquema de fuerza para la inversión del sentido de giro
de un motor trifásico mediante contactores. En ningún caso se pueden activar dos
contactores a la vez, ya que se produciría un cortocircuito. Esto se puede evitar: •
Utilizando un conjunto de dos contactores que disponga de enclavamiento mecánico. •
Diseñando el circuito de mando de tal forma que si un contactor está activado, el otro no
pueda hacerlo y viceversa. Esquema de mando para la inversión del sentido de giro de un
motor trifásico mediante contactores. En este circuito se utilizan dos pulsadores de
marcha, uno para cada sentido de giro, y un solo pulsador de parada. Cada vez que se
acciona un pulsador de marcha, se activa el contactor correspondiente, realimentándose
a través de un contacto propio normalmente abierto. Como sistema de protección, es
necesario el uso de enclavamiento eléctrico, para evitar que se active un contactor
mientras esté en funcionamiento el otro. En este circuito es necesario activar
previamente el pulsador de paro (pasar por paro) para poder realizar la inversión del
sentido de giro.