Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Trabajo Final - Ciudadania

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 5

"AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO"

EXAMEN FINAL

ASIGNATURA

CIUDADANIA Y REFLEXION ETICA

DOCENTE
ELIO YVAN CHINININ NARIO

ALUMNOS:
ALMINAGORDA ZACARIAS VICTOR ELVIS
BACA GUZMAN MARIA
ORDOÑEZ CHAVEZ RAFAEL
PALACIOS CARMEN JINMY YENSSON
ROJAS TELLO MELANY ZULEMA
PERSONAS DIFERENTES CON HABILIDADES ESPECIALES: CASO

PERSONAS CON SÍNDROME DE DOWN

Es preocupante en este siglo XXI que aun existan muestras de rechazo,

discriminación, la falta de empatía, el maltrato físico y psicológico, la falta de igualdad de

oportunidades que se suma a una lucha contante diaria de erradicar totalmente el problema.

A menudo las personas con síndrome de Down se enfrentan con el estigma y la

segregación, al maltrato físico y psicológico sumado a ello, la falta de oportunidades. La

discriminación, se convierte en un fenómeno multifacético dependiente de matrices

complejas e históricamente arraigadas (Giovagnoli, 2014), por lo que heredamos

representaciones sociales que han sido construidas a través de la historia de la humanidad.

El círculo vicioso de la exclusión puede comenzar a muy temprana edad tanto a niños que

padecen síndrome de Down a quienes se les niega el acceso a una educación normal, a los

jóvenes que también se le quita oportunidades de formación profesional y su derecho al

trabajo en el ámbito político y público, y a otras personas con discapacidad intelectual se les

suele privar de su derecho a votar y participar plenamente en el proceso democrático. Para

abordar este problema, es fundamental promover la inclusión y la sensibilización en la

sociedad. En ese sentido, la Convención de las Naciones Unidas (2013); reafirma que

dichas personas, incluidas las personas con síndrome de Down, deben gozar de los

derechos humanos en igualdad de condiciones con las demás. Además, es necesario crear

spots publicitaros en los canales de televisión que ayuden a concientizar y protejan los

derechos de estas personas que padecen esta condición genética causada por la existencia

de material genético extra en el cromosoma 21; a una condición que padece la persona

para a su vez generar más unión entre todos nosotros. Esto implica educar a las personas

sobre el síndrome de Down concienciar y promover la importancia de la inclusión, sus

características y habilidades. Ante este contexto, surge la siguiente pregunta controversial.

¿Es aceptable utilizar el síndrome de Down como tema de comedia y humor en medios de

entretenimiento? Desde nuestro punto de vista, consideramos que no es aceptable utilizar el


síndrome de Down como tema de comedía en medios de entretenimientos ya que no solo

genera burla del momento sobre un escenario, sino que arrastra consecuencias

discriminatorias, exclusiones y marginación dentro de la sociedad.

El primer lugar, consideramos que el rechazo y la discriminación a personas con

síndrome de Down es un acto antiético. Desde el punto de vista ético, es necesario

reconocer la dignidad inherente de los seres humanos, independientemente de sus

capacidades o características individuales. Las personas merecen ser tratadas con respeto

y tener las mismas oportunidades. Tal como lo menciona Giusti y Tubino (2007) “En la

ética, pues, a diferencia de lo que ocurre en la ciencia, todos somos competentes” (p.17).

De hecho, con esta explicación nos dan a entender que somos aptos o adecuados para

cualquier situación que se presente. El deporte es una de las formas más saludables para

los niños y adultos, cuando se trata de menores con Síndrome de Down y otras

discapacidades intelectuales, la declaración es particularmente importante porque refleja el

desarrollo, la elasticidad o la tensión muscular. Según Saenz (2023), en un artículo de la

revista El País, sostiene que Carmen Ocete, investigadora del Centro de Estudios del

Movimiento Inclusivo (CEDI), los movimientos inclusivos de niños y adolescentes con

síndrome de Down son cruciales para “promover la interacción y la relación con los pares,

desarrollar la autoestima, la autonomía personal y, sobre todo, la gestión emocional, que es

sumamente importante para este grupo”. Ante esta problemática también debemos esperar

a que el “Estado deba responder por ellos no solamente con vagas declaraciones de

intención, sino con acciones concretas sometidas al escrutinio interno e internacional.”

(Salomón Lerner, 2007, pág. 180). Con esto el autor nos quiere decir que el Estado tiene no

sólo la obligación de hacerlo, sino la obligación igualmente clara de desarrollar, garantizar y

promover estos servicios, prestarlos y ponerlos a disposición para el disfrute universal.

En segundo lugar, es alarmante que estas personas sean aún objetos de

estigmatización y prejuicios debido a su condición, esto representa una violación de sus

derechos humanos. Sin embargo, el rol del estado tiene un papel fundamental en la

protección y promoción de los derechos humanos de todos sus ciudadanos, incluidas las
personas con síndrome de Down. A través de leyes, políticas y programas, el Estado debe

garantizar la igualdad de oportunidades para todas las personas. Además, es

responsabilidad del Estado garantizar el acceso a servicios que permitan el desarrollo

integral de las personas con síndrome de Down como se sabe en el Perú no se cuenta con

estadísticas, ni registros actuales de cuantas personas tienen Síndrome de Down en la

población a pesar que “se estima que cada 700 bebés que nace en nuestro país, uno tiene

este trastorno genético” (SPSD, 1995). Nosotros como ciudadanos somos receptores de

derechos y cumplidores de deberes, pero a la vez tenemos la responsabilidad de hacer

respetar los derechos teniendo una voluntad de aprender y entender las diferencias para

fortalecer la convivencia unos con otros. Así mismo las personas pertenecientes a este

sector son autónomas e independientes como cualquier otro ciudadano por ende se debe

dar las mismas condiciones y participación activa en la vida social, educativa y laboral. En

relación a lo mencionado tenemos un decreto que hace mención que todos somos capaces:

Según (Decreto Legislativo N.º 1384-2018-PCM. Normas Legales, Nº 14636. Diario Oficial

El Peruano, 04 de setiembre de 2019) reconoce y regula la capacidad jurídica de las

personas con discapacidad en igualdad de condiciones “Artículo 3.- Capacidad jurídica

Toda persona tiene capacidad jurídica para el goce y ejercicio de sus derechos”. Es donde

el Estado junto con la ciudadanía de forma intercultural actúa en que todos tengas las

mismas oportunidades inclusivas sin importar sus capacidades, características individuales,

reconocer y valorar la diversidad, que debemos combatir en contra la exclusión y burlas

ofensivas que solo perpetua la discriminación contribuyendo a estereotipos negativos.

En conclusión, consideramos que no es aceptable utilizar el síndrome de Down

como tema de comedía en medios de entretenimientos ya que no solo genera burla del

momento sobre un escenario, sino que arrastra consecuencias discriminatorias, exclusiones

y marginación dentro de la sociedad ya que las personas con discapacidad han de tener

oportunidades iguales a las de toda la población y una participación equitativa en el

mejoramiento de las condiciones de vida resultante del desarrollo social y económico. Para

lograr los objetivos de igualdad y plena participación, no bastan las medidas de


rehabilitación orientadas hacia el individuo, sino liberarnos de estereotipos de burlas hacia

las personas con habilidades diferentes.

También podría gustarte