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El diplomático,

el militar, el marino y
el aviador del S'~iglo XXI
JaIme Garcfa CovarrubIas (edItor)
Gabriel Gaspar
Leopoldo Porras Z.
Fernando Thauby Garcfa
BIBLIOTECA .. FLA eso· Et .
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Nueva Serie FlAL~O
El diplomático, el militar, el marino y
el aviador del siglo XXI

Las opiniones que se presentan en este trabajo, así como los análisis e interpretaciones que
en ellos se contienen, son de responsabilidad exclusiva de sus autores y no reflejan necesa­
riamente los puntos de vista de FLACSO.

Esta publicación es uno de los resultados de las actividades desarrolladas, en el ámbito de


la investigación y la difusión, por el Area de Relaciones Internacionales y Militares de
FLACSO-Chileo Estas actividades se realizan con el apoyo de diversas fundaciones, orga­
nismos internacionales, agencias de cooperación y gobiernos de la región y fuera de ella
Especial mención debemos hacer del apoyo de las fundaciones John D. and Catherine T.
MacArthur, The William and Flora Hewlett Foundation y Fundación Ford.
/'
Ninguna parte de éste libro/documento, incluido el diseño de portada, puede ser reproduci­
da, transmitida o almacenada de manera alguna ni por algún medio, ya sea electrónico,
mecánico, químico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin autorización de FLACSO.

355.3 García Covarrubias, Jaime, ed.


G216 El diplomático, el militar, el marino y el aviador
del siglo XXI. Santiago, Chile: FLACSO-Chile,
2001.
112p. Nueva Serie FLACSO
ISBN: 956-205-151-X

FUERZAS ARMADAS I PROGRAMAS DE ESTUDIOS I


FORMACION PROFESIONAL I CHILE

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~ lo­

© 2001, FLACSO-Chile: Inscripción N° 118.394. Prohibida su reproducción.


Editado por FLACSO-Chile. Area de Relaciones Internacionales y Militares, Leopoldo Urrutia
1950, Ñuñoa. . .
Teléfonos: (562) 225 7357 - 225 9938 - 225 6955 Fax: (562) 225 4687
Casilla electrónica: flacso@flacsoocl . .
FLACSO-Chile en el Internet: http://wwwoflacso.c1

Diseño de portada Nueva 'Serie Flacso:: A.Dos Diseñadores'


Diagramación interior: Claudia Gutiérrez, FLACSO-Chile.·!; ,.:, ·c,'.:·:,
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Indice

Presentación 7
Francisco Rojas Aravena

Introducción 11
Jaime García Covarrubias

El impacto del fin de la guerra fría


en la formación de los diplomáticos chilenos 17
Gabriel Gaspar

El militar chileno en el próximo siglo 43


Jaime Garcia Covarrubias

Impacto del fin de la guerra fría en la formación


académica de los oficiales de la armada 57
Fernando Thauby García
, '.~ ..•.

Formación profesional en la Fuerza Aérea de Chile


antes y después de la guerra fría 79
Leopoldo Porras Z.

Conclusiones finales 107


Jaime García Covarrubias
El impacto del fin de la guerra fria en la formacion
de los diplomáticos chilenos

Gabriel Gaspar'

Introducción

El inicio de la década de los noventa constituyó para la diplomacia chilena un


punto de inflexión, dada la confluencia de variados procesos. Por un lado, las
principales variables del escenario internacionaliexperirnentaron un significativo
proceso de cambios, que provocaron importantes repercusiones en el ámbito re­
gional y vecinal. Ello por si solo exigió un reexamen de los fundamentos de nues­
tra diplomacia ante la vastedad de las modificaciones que experimentaba el con­
texto en el cual se desenvolvía la política exterior del país.

Pero no fue lo único. En marzo de 1990 se inauguró una nueva era de gobiernos
democráticos en el país. Se había iniciado la transición, de esta manera, el fin de
la guerra fría, coincidió en el tiempo con el retorno de la democracia en el país.

Han pasado más de diez años desde aquellos momentos, los dos procesos men­
cionados han seguido su curso. Por un lado, prosiguió desplegándose la compleja
recomposición de hegemonías en el sistema internacional (lo que algunos llaman
la "construcción de un nuevo orden"); y por otro, en esas convulsas aguas, los
chilenos hemos desplegado nuestra transición.

1. Este trabajo fue escrito cuando se desempeñaba como investigador asociado a FLACSO-Chile. Actualmente
es Subsecretario de Guerra del Ministerio de Defensa Nacional, República de Chile. Doctorado en Estudios
Latinoamericanos, UNAM-México. Auto!' de varios libros y artículos en revistas especializadas de
América Latina y Europa. .

17
El diplomático. el militar, el marino y el aviador... Jaime Carda Covarrubias

El trabajo que nos propusimos no fue el examen de la política exterior del país en
estos años y ante estos desaffos", sino detenemos en un punto muy particular y
preciso: la formación de las nuevas generaciones de diplomáticos. En el caso
chileno, esta labor está entregada a una instancia institucional, la Academia Di­
plomática Andrés Bello. Las preguntas que guiaron nuestra pesquisa fueron muy
sencillas: ¿en qué modificó el fin de la guerra fría a la formación de los diplomá­
ticos chilenos? ¿Qué es lo diferente de la formación que hoy reciben nuestros
diplomáticos respecto de aquella que recibieron las generaciones en la décadas
precedentes?.

A fin de poder establecer un punto de comparación indispensable para verificar si


hayo no cambios, dedicamos un primer apartado a analizar la situación pre exis­
tente: la formación diplomática en tiempos de la guerra fría, atendiendo a las
particularidades de nuestra historia reciente. En efecto, si el período de la guerra
fría abarca desde 1945 hasta 1989 (desde el fin de la Segunda Guerra Mundial
hasta la caída del muro de Berlín), en ese lapso de tiempo en Chile vivimos dos
etapas muy diversas de nuestro proceso político, lo que repercutió en la organiza­
ción y en el quehacer del Estado. Entre 1945 y 1989 los chilenos tenemos un
quiebre histórico en septiembre de 1973.

Hay quienes interpretan el quiebre institucional de nuestro país como un resulta­


do más de la competencia bipolar, algo de eso hay sin lugar a dudas, pero sería
exagerado erigirla como el factor único y preponderante de todo su desenvolvi­
miento. Para los efectos de este trabajo, queremos dejar establecido que nuestro
interés se concentró en comparar la formación diplomática vigente en tiempos
del gobierno militar, con los actuales programas. A partir de ese examen intenta­
mos explicar porqué algunas cosas se mantienen, y porqué otras se modifican.
Por cierto, ello deja pendiente una tarea más amplia de investigación, nos referi­
mos al análisis respecto a las modificaciones que el golpe de Estado provocó en
la formación de los funcionarios de Estado", Como hemos señalado, el objeto de
2. Este tema, la política exterior chilena en los años noventa, ha sido tema de algunos ensayos sugerentes, ver
al respecto de José Miguel Insulza "Elementos de política exterior" (Editorial Los Andes, 1998). Alberto Van
Klaveren "La inserción internacional de Chile" en "Chile en los 90" (Dolmen 1998).
3. Al respecto, según nos recordara el actual Secretario de Estudios de la Acade, a inicios de los años ochenta
se operó un cambio profundo en la formación de los funcionarios públicos. Por impulso provenientes de la
filosoffa del nuevo modelo económico desregulador y privatizante (cuyo motor era el ministerio de Hacienda)
se puso fin a la Escuela Nacional de Adiestramiento de funcionarios públicos, responsable de la formación de
funcionarios para servicios especializados del Estado (Impuestos Internos, Correos, Tesorerfa, entre otros) y se
traspasó esa función al sector privado. En este movimiento privatizador, desaparecen las otras academias civi­
les, y solo quedan en pie la Academia Diplomática, las policiales y las pertenecientes a las fuerzas armadas.

18
Jaime García Covarrubias El diplomático, el militar. el marino y el aviador...

nuestra pesquisa es examinar los cambios doctrinarios en la formaci6n de los diplomá­


ticos que ingresaron a la carrera a partir de 1974,estando instaladoya el nuevo régimen.

Para nuestro trabajo nos basamos en fuentes directas e indirectas, por un lado
consultamos los planes y programas de la Academia Diplomática Andrés Bello
de fines de los años ochenta con los actuales, a fm de poder establecer los puntos
de contrastaci6n; también revisamos el archivo de la Revista Diplomacia, 6rgano
oficial de la Academia que fuera fundado precisamente en 1974. Asimismo, re­
currimos a diversas fuentes directas, para lo cual seleccionamos un representati­
vo set de directivos de la Academia", ex funcionarios y funcionarios activos, a
quienes entrevistamos en diversos niveles de profundidad.

La Academia Diplomática en tiempos del régimen militar

Desde septiembre de 1973, hasta marzo de 1990~ Chile vivi6 bajo el mandato del
gobierno que emanó del golpe de estado que enbabezara la Junta Militar inicial­
mente y con posterioridad, el general Pinochet ~rigido en el rango de presidente
de la República. :

No es nuestro propósito reseñar las características de este período histórico, pero


su referencia en el ámbito de la política exterior es indispensable para poder
contextuar adecuadamente el comportamiento de la Cancillería en aquellos años,
y dentro de ella, de la labor de la Academia Diplomática.

Una primera constataci6n que es necesaria hacer, es asumir que el régimen que
encabezara el general Augusto Pinochet fue unoI de los que experiment6 uno de
los mayores niveles de aislamiento internacional que se haya conocido en la his­
5
toria diplomática de la segunda mitad del siglo *X • Si consideramos a los prin­
4. Desgraciadamente, no nos fue posible, pese a nuestros intentos, entrevistar a Mario Barros van Buren (quién
declin61a entrevista y nos deriv6 a lo expresado en su texto "Ternas diplomáticos", en especial a su articulo "El
laurel en la maleta" dedicado a los temas de la fonnaci6n del diplomático) pero el cual está realizado en
términos atemporales por lo cual no permitía una referencia directa al periodo en estudio. Igualmente no fue
posible concertar una entrevista con don Fernando Zegers pese a nuestros esfuerzos.
5. En la interpretaci6n de Heraldo Muñoz, "el término aislamiento, aplicado a la realidad internacional de un
país debe entenderse no s610como la ausencia de contactos internacionales sino, mas bien, como la inhabilidad
por parte de un Estado de establecer o mantener contactos externos positivos y dinámicos. El "aislamiento
político" de un estado implica un deterioro del factor "prestigio nacional", elemento intangible del poder de
particular trascendencia para los países que como Chile, no cuentan con grandes recursos militares o econ6mi­
coso Ver "Las relaciones exteriores del gobierno militar chileno!'. En "América Latina políticas exteriores
comparadas" GEL editores Buenos Aires. 1984. Pág. 353.

19
El diplomático. el militar, el marino y el aviador... Jaime Garcia Covarrubias

cipales actores internacionales de este período constataremos en un sumario re­


cuento, que la abrumadora mayoría tomó clara distancia, o condenó abiertamente
a la administración chilena de entonces. Para empezar, esa fue la conducta de las
dos super potencias de la época: Estados Unidos y Unión Soviética. Si bien la
diplomacia estadounidense en un principio mostró simpatías por el gobierno que
había derrocado al izquierdista Salvador Allende, (en los tiempos de Nixon y
Kissinger), a corto andar empezó a tomar distancia para luego pasar a un franco
enfriamiento de las relaciones. El asesinato de Orlando Letelier en Washington a
manos de los servicios de seguridad chilenos (septiembre de 1976), constituyó el
punto de quiebre definitivo entre el Departamento de Estado y la Cancillería del
régimen militar.

Respecto a la Unión Soviética, desde un primer momento militó en la primera fila


del repudio internacional al nuevo gobierno chileno. Junto a ella se alineó todo el
bloque de los entonces llamados "países socialistas" (excepto China Popular y la
Rumania de Ceaucescu)",

Pero además de las superpotencias, en el aislamiento de Chile participó la enton­


ces Europa Occidental, la mayoría del Movimiento de países No Alineados, va­
rios naciones latinoamericanas (empezando por México que rompió relaciones
en 1974). Por ello, no debe extrañar que Chile fuese condenado en la Asamblea
de las Naciones Unidas de manera sistemática desde 1973 en adelante, atendien­
do a las circunstancias de su régimen político, y en especial por violación de
derechos humanos y la ausencia de democracia.

En suma, Chile (más bien su gobierno") vivió en los años setenta y ochenta, en
medio un cuadro internacional extraordinariamente adverso. Descontando la per­
manente relación que Chile mantuvo con la República Popular China, con Israel

6. El general Enrique Valdés comentó en entrevista al autor. que la necesidad de no indisponerse con todas las
potencias, explicaba la política hacia China comunista. Asimismo, pese a todas las dificultades polfticas que
surgieron entre Gran Bretafia y Chile (cuyo punto álgido fue el caso de la ciudadana inglesa Sheila Cassidy,
víctima de la represión de los servicios de seguridad chilenos), ambos Estados mantuvieron sus tradicionales
lazos de cooperación estratégica, como 10 han demostrado diversos testimonios con ocasión de la guerra de las
Malvinas.
7. Decimos esto, porque aliado del aislamiento que experimentó el régimen militar, la comunidad internacio­
nal fue extraordinariamente receptiva y solidaria con la oposición democrática chilena, sus dirigentes se enla­
zaron con fluidez con las elites internacionales, y delegaciones de la oposición democrática eran admitidas con
simpatías en los mas diversos foros internacionales.

20
Jaime Garcia Covarrubias El diplomático. el militat; el marino y el aviador...

y la Sudáfrica del apartheid, en el plano internacional fueron escasas las diplo­


macias que simpatizaron con Santiago. El apoyo que la España franquista pudo
brindar a Chile desapareció con la transición española que se inició en 1975, y
hasta hoy provoca rubor en los diplomáticos de entonces, la abrupta cancelación
de la invitación oficial que Ferdinand Marcos hiciera al general Pinochet cuando
el avión chileno enfilaba sobre el Pacífico Sur. i

En el plano vecinal y sub regional, Chile mantuvo una red de relaciones mas
fluidas. Se explica en gran parte por el peso del realismo, pero también por la
afinidad que otorgaba la similitud de regímenes políticos imperantes entonces en
la región: la mayoría eran diversas formas de intervención militar. Sin embargo,
esta afinidad "ideológica", enmarcada en buena medida en los moldes de la gue­
rra fría, estuvo acompañada de la persistencia -yen momentos agravamiento- de
los conflictos históricos. Así se vivieron las crisis con Perú en 1974, con Argen­
tina en 1978, y se produjo el rompimiento de rel¿ciones diplomáticas con Bolivia
en 1979. If
i
Este aislamiento no fue casual, siguiendo la interpretación de Heraldo Muñoz, al
analizar cuatro elementos explicativos fundamentales de las relaciones exteriores
de Chile (el proyecto interno dominante, los estilos de diplomacia, el contexto
internacional y la condición de dependencia transnacional), "se sostiene que el
aislamiento internacional experimentado por el gobierno chileno desde septiem­
bre de 1973 es el resultado directo de: 1) el establecimiento de un proyecto nacio­
nal autoritario caracterizado por una restricción de la participación política y los
derechos humanos; 2) la configuración de un controvertido estilo de diplomacia
pretoriano-ideológico que contrasta con el estilb civil-pragmático que tradicio­
nalmente predominó en la diplomacia chilena; y 3) la prosecución de una política
exterior marcadamente anticomunista en un contexto mundial distinto al esque­
ma bipolar de guerra fría",

Por su parte, las autoridades diplomáticas chilenas de la época explicaron este ais­
lamiento como resultado de una agresión proveniente del bloque socialista:
"Chile ha sido objeto a partir del último 11 de septiembre, de una campaña
de odios comopocas veces la ha conocidoun país de este hemisferio. Movi­

8. Heraldo Muñoz, op. cit. Pág. 354.

21
El diplomático, el militar, el marino y el aviador.:. Jaime García Covarrubias

dos por intereses incalificables, los autores de esta ofensiva no se han


fijado en medios. Todo cuanto pueda imaginarse en materia de rumo­
res, falsedades, distorsión de hechos y cifras! alteración de citas y de- .
claraciones, tergiversaciones de toda índole y hasta simples mentiras
sin rebozo, ha sido puesta al servicio de esta sorda guerra sicológica,
generosamente financiada por potencias extranjeras" 9. En la visión de
las nuevas autoridades que asumieron el país luego de los trágicos sucesos de
1973 es posible percibir con claridad una lógica de guerra fría, donde los
enemigos están nítidamente identificados. "Chile había demostrado que se
podía derrotar al comunismo ruso y cubano sin mas fuerza ni ayuda
que la de su propio pueblo, había demostrado que en estas angustias de
propia salvación, no se podía contar con amigos sino a nivel individual
.... Moscú y La Habana creyeron, y creyeron bien que a Chile había que
aplastarlo por lo mismo que antes lo habían exaltado: por ser una expe­
riencia nueva en un procedimiento político y socio económico. Era ur­
gente que el ejemplo de Chile no cundiera. Que otros pueblos y otros
ejércitos no miraran lo que pasaba en esa terrible probeta de la Améri­
ca austral" 10. Por cierto, esta lógica de guerra fría y por ende el estilo
comunicacional que adoptara el gobierno del general Pinochet, inundaba no
solo a su política exterior sino que formaba parte del diseño global y de la
filosofía legitimadora que utilizó el gobierno luego del golpe de Estado de
1973.

También contribuyó a este aislamiento, la ausencia de diseño estratégico en materia


de política exterior en los inicios del gobierno militar". Este, en sus primeros momen­
tos, reaccionó con una lógica defensiva, buscando legitimar sus acciones con las clá­
sicas tesis del anticomunismo de la época (amenaza subversiva, presencia de miles de
guerrilleros extranjeros en el país, incluido el nunca probado "Plan Z', supuestamen­
te ideado por Allende y sus partidarios para descabezar a las fuerzas armadas) 12.

9. Editorial de Revista Diplomacia "Imagen de Chile". Marzo - abril 1974, pág .. N° 9. ACADE.
10. Editorial Revista Diplomacia "Las dos ventanas de un laboratorio". Numero enero - febrero de 1975. Pág.
9 ACADE.
11. Esta ausencia de política exterior definida la explica el general Humberto Julio, ex Subsecretario de Rela­
ciones Exteriores, como producto inevitable de una condición: las fuerzas armadas no estaban preparadas para
gobernar, e inclusive, pensaban que su presencia en el Gobierno sería mas breve de lo que terminó siendo.
12. La veracidad del mencionado "Plan Z" ha llegado a ser considerada en las deliberaciones que actualmente
desarrolla la denominada Mesa de Diálogo, que encabeza el Ministro de Defensa, Edmundo Pérez Yoma.

22
Jaime García Covarrubias El diplomático. el militar, el marino y el aviador...

Pese a que podría interpretarse que la tónica de anticomunismo beligerante que


asumió desde sus inicios la diplomacia del gobierno militar se fue diluyendo con el
tiempo, elementos de esta visión ultra ideologizada subsistieron hasta el período
final del régimen castrense. Interesante es al respecto el discurso que el canciller
Ricardo García pronunciara al inaugurar el año académico de 1988 en la Acade­
mia Andrés Bello. En dicha oportunidad, el funcionario se concentró en un recla­
mo irrestricto por el principio de no intervención, el cual en su opinión, era violen­
tado por varios actores internacionales respecto , a lo que ocurría entonces en
Chile: "recordemos cómo en 1970 el bloque ¡socialista internacional, espe­
cialmente dirigido por la Unión Soviética y por; Cuba, se comprometió abierta­
mente con el gobierno marxista - leninista de lla época ... quizás estos mismos
compromisos adquiridos con ese régimen han sido los que más han estimulado la
incomprensión de la naturaleza y objetivos del Gobierno de Chile desde 1973
hasta ahora" 13. Resulta llamativo que una versión tan beligerante y globalizante,
que abundara en los primeros momentos del gobierno militar, perdurase en el
tiempo en las alturas de la diplomacia de entonces. Recordemos que 1988 fue el
año en que se preparó el plebiscito que terminó con los afanes de continuidad de
parte del general Pinochet. En vísperas de la caída del muro, las autoridades chi­
lenas no advertían los cambios operados en el mundo: en la entonces Unión So­
viética imperaba Gorbachov y se imponía la pereztroika, mientras los cubanos
abrían su economía al libre comercio y la inversión extranjera y hacía mucho rato
habían abandonado la lucha armada. I

El despliegue de la transición democrática en América


I
Latina a lo largo de los
años ochenta, fue minando aún más las posibilidades de la diplomacia chilena.
Los sucesivos gobiernos civiles que fueron surgiendo en la región no miraron con
gran simpatía la permanencia de un régimen militar en Chile. A su vez, la renova­
da democracia latinoamericana fue generando nuevos mecanismos multilaterales
y Santiago permaneció fuera de ellos. Surgió el Grupo de Río y Chile no fue
invitado a formar parte, en gran parte, por las características de su régimen polí­
tico.

RevJ~
13. Inauguración del año académico 1988. Reproducido en Diplomacia. Primer número de dicho año.
ACADE. Todas las versiones de discursos de autoridades de da época han sido tomadas del archivo de la
revista Diplomacia, publicación oficial de la misma Academi~.
1;

23
I
!
El diplomático, el militar, el marino y el aviador... Jaime Garcia Covarrubias

A contrapelo de lo anterior, es decir, de sus dificultades políticas, la diplomacia


chilena tomó un camino innovador y dinámico en materia de relacionamiento eco­
nómico. De la mano del modelo implantado en el país, Chile procedió a un proceso
de apertura unilateral tanto en materia de inversiones extranjeras como de rebaja
arancelaria. Con fluidez y pragmatismo, Chile empezó a compensar los sinsabo­
res de su aislamiento político con una creciente inserción económica internacio­
nal. En opinión del general Enrique Valdés Puga, quien tuviera destacada partici­
pación primero como Sub secretario y luego como Vice Ministro de Relaciones
Exteriores, en estos aspectos la Cancillería chilena cobró logros: de poco más de
40 países con los cuales mantuvo relaciones regulares luego de 1973, fue crecien­
do lentamente hasta llegar a fmes de los ochenta a haber regularizado algún tipo
de vínculo con la mayoría de las naciones. Para ello se desplegó un esfuerzo
grande en Asia, donde se abrieron embajadas, en el Medio Oriente y en Africa.
En gran medida estos vínculos enfatizaron de manera creciente aspectos econó­
micos". Un área geográfica donde los temas políticos eran más neutros, y los
temas económicos más dinámicos, era el Asia y Chile pudo entonces abrirse nue­
vos espacios en ese territorio".

Está pendiente un examen detenido sobre el impacto del gobierno militar dentro
de la corporación diplomática propiamente tal, pero a más de diez años de finali­
zado el régimen militar es posible observar algunos elementos que a continuación
señalamos.

a) La alteración de la carrera profesional y una recomposición del Servicio


Exterior

En Chile, el Ministerio de Relaciones Exteriores es el encargado de cumplir con


la tarea diplomática del país. Su conductor es el presidente de la República y para
ello, se basa en el Ministerio de Relaciones Exteriores, cuya columna vertebral es
el Servicio Diplomático. Se entiende por tal al personal permanente que se en­
14. Un dato interesante revelado por el general Valdés fue el hecho de que Chile en aquellos años mantuvo una
relación comercial con varios países socialistas, a los vínculos con China y Rumania, le sumó la instalación en
Chile de una oficina comercial de la República Democrática Alemana, e inclusive un pequeño comercio (que
calcula en U$ 10 millones de dólares con la propia Unión Soviética). El general Valdés, evaluando a la distao­
cia, considera que la principal dificultad para avanzar en polftica exterior que tuvo CIúle en aquellos años,
estaba en su política interna, en su decir, la "polftica interna bombardeaba a la polftica exterior". Declaraciones
entregadas en entrevista personal.
15. Estos movimientos no fueron indoloros, el acercamiento a C1úna implicó bajarle el perfil a las relaciones
con Taiwán, asimismo, el acercamiento a los países árabes creó dificultades con los tradicionales vínculos que
Chile, y en especial el Ejército, tenían con Israel. Una de las pocas acciones que mantuvo en esa lfnea la
Cancillerfa fue el negarse a reconocer una Oficina de la OLP en Santiago.

24
Jaime Garcia Covarrubias El diplomático, el militar, el marino y el aviador...

cuadra en un sistema disciplinado, profesional y jerarquizado. La carrera diplomá­


tica tiene un escalafón definido (a semejanza de la usanza internacional) y está
compuesta por un primer escalón de Secretarios (terceros, segundos y primeros),
Consejeros y Ministros Consejeros. El rango de Embajador corona la carrera, y
es de exclusiva confianza y designación del Presidente de la República, por lo
cual, puede afirmarse que la carrera diplomática, en términos escalafonarios ,
llega hasta el grado de Ministro Consejero.

Chile organizó su servicio diplomático en tornoia esta estructura desde los tiem­
pos republicanos, a mediados del siglo XX formó la Academia Diplomática An­
drés Bello, destinada a la formación de los nuevos cuadros de la diplomacia na­
cional.

Crecientemente, a partir de la fundación de la Academia, sus egresados pasaron a


ser la principal fuente de reclutamiento del personal del Servicio Exterior. Esto
no niega que en algunos casos, por diferentes razones (necesidades de especiali­
zación profesional, confianzas políticas, o de otra índole) al Servicio Exterior se
fueron agregando personas, en diferentes grados del escalafón, que no habían
pasado por la Academia. Los funcionarios de carrera tienen un nombre para este
tipo de funcionarios, son los poco apreciados "v6ntaneros" del Servicio Exterior.
Esta ha sido una práctica que viene de antes, inblusive
I
de los tiempos del Chile
republicano, pero que empezó a declinar en la medida en que la Academia Diplo­
mática consolidó sus funciones.

Pero este mecanismo institucionalizado de reclutamiento y la formación doctrinaria


del profesional diplomático, se vio bruscamente alterado como resultado de va­
rios procesos.

En primer lugar por la expulsión del Servicio Exterior de todos aquellos funcio­
narios identificados con el gobierno de Salvador Allende, o que presentaran noto­
rias discrepancias con el emergente gobierno autoritario. Al respecto un estudio
elaborado por un equipo que encabezó el Embajador Sergio Silva a inicios de la
transición democrática, muestra con detalle este proceso. Según los datos aporta­
dos por este estudio, es posible hablar de una "Gran Razzia" operada con poste­
rioridad del golpe de Estado dentro de la diplomacia. "Técnicamente ahora resul­
ta difícil hablar de la existencia de una carrera diplomática en Chile. Desde
1953 y hasta el 10 de septiembre de 1973, por un espacio de 20 años, du­

25
El diplomático, el militar, el marino y el aviadon.. Jaime García Covarrubias

rante cuatro gobiernos elegidos democrática y constitucionalmente ningún


funcionario fue eliminado por razones políticas gozando de inamovilidad.
Entre el 12 de septiembre de 1973 y los primeros días de 1974 fueron echa­
dos de la carrera, por razones políticas, sin mediar sumario administrativo,
sin ser escuchados, ni habérseles especificado cargo alguno, 70 funciona­
rios del servicio exterior, todos calificados siempre en lista de mérito, lo que
representó una merma del 26.3 por ciento del total, sin contar con los emba­
jadores que ocupaban sus cargos en propiedad"!".

Grado Cargos de la Planta Eliminados

Ministros Consejeros 58 21
Consejeros 35 5
Primeros Secretarios 41 6
Segundos Secretarios 52 9
Terceros Secretarios 60 13
CanciJJeres de primera 10 9
CancilJeres de segunda 10 7
Total 266 70
% (100) (26.3)

En segundo término, la carrera diplomática se vio alterada por la incorporación


de elementos provenientes de las fuerzas armadas. Según los datos del mismo
estudio citado, durante los años del gobierno militar ingresaron 17 funcionarios
con el rango de Consejeros, 15 con el rango de Primeros Secretarios, 16 Segun­
dos y tres Terceros. Aproximadamente la mitad de ellos eran oficiales provenien­
tes de las diferentes ramas de las fuerzas armadas y de Carabineros'":

16. "Chile: la verdad sobre el Ministerio de Relaciones Exteriores durante el gobierno militar". Grupo Técnico.
Ediciones ILET. Santiago 1990. Pág. 21. Cabe advertir que dicho estudio ha sido cuestionado por mas de algún
miembro de la corporación, pero no se ha elaborado ninguna otra investigación al respecto. Asimismo, los
datos de expulsión del servicio que aquí se señalan constan en decretos respectivos. En opinión del general
Humberto Julio, la razzia no provino fundamentalmente de las autoridades militares -que desconocían al Servi­
cio Exterior, sino que "vino de adentro"-. Este estudio provoca un mal recuerdo en la mayoría de los miembros
de la actual corporación diplomática, pero en 10 que a sus datos de exoneración, incorporación de personal al
ministerio y configuración de sus cuadros directivos, son perfectamente comprobables mediante los decretos
respectivos.
17. Ver del estudio de Sergio Silva, págs. 50 y 51.

26
Jaime Garcia Covarruhias El diplomático, el militar, el marino y el aviador...

Respecto a la proporción que representaban unos y otros, es interesante destacar


el dato que entrega el editorial de la Revista Diplomacia de 1988: La Academia
ha graduado a 255 funcionarios, es decir, más de la mitad del Servicio exterior
actual'",

Sin embargo, 10 anterior no debe leerse en términos absolutos: no todos los que
ingresaron al servicio exterior en esos años eran ex uniformados, ni todos entra­
ron por decreto, en varios casos encontramos la,selección de personal mediante
concurso. Esto se explica por la creciente -podríamos decir por la permanente­
necesidad de especialización que demanda unafactividad tan dinámica como la
diplomacia. Si la agenda internacional se diversifica y complejiza, ello obliga a
recurrir a especialistas que no necesariamente ~ueden ser provistos por el canal
I
del escalafón. Así, abogados especializados, economistas conocedores de los
nuevos esquemas que empezaron a florecer en un mercado mundial crecientemente
globalizado, las demandas de expertos en temas tales como el derecho del mar, y
en general, los emergentes temas "globales" indican que no todos los
"ventaneros?" de la época del gobierno militar ingresaron por razones de afini­
dad política o ideológica con los gobernantes de entonces.

Lo anterior se refiere a la composición del Servicio Exterior. La presencia de las


fuerzas armadas también se expresó - como en todo el aparato público- en los
cuerpos directivos del Ministerio de Relaciones Exteriores. Al respecto es intere­
sante observar que en un primer momento, la Marina tuvo una elevada presencia
en el manejo de la diplomacia nacional, aunque:a partir de los años ochenta esa
influencia empezó a declinar. Los dos primeros bancilleres fueron los almirantes
Ismael Huerta y Patricio Carvajal, posteriormente asumió el civil Hernán Cubillos
de estrechos vínculos con la Armada". A su vez los subsecrecretarios también
18. Editorial citado. "Trigésimocuarto aniversario". La fecha oficial de fundación de la Academia se ubica el 8
de junio de 1962. A un promedio de 12 egresados por año el resultado es mayor que esta cifra que devela el
editorial, el saldo faltante se explica por la "depuración" que se produjo al iniciarse el gobierno del general
Pinochet. Esta falta de personal es lo que explica que las promociones de 1974 en adelante hayan sido de veinte
aspirantes según lo comentara al autor el general Enrique Valdés.
19. En opinión del general Julio el sentimiento corporativo del Servicio Exterior es muy fuerte y ello marca la
suspicacia generalizada hacia quienes no provienen de sus filas, "uno puede contratar a Kissinger y van a
decir ... jjiah... pero no pasó por la Academia Diplomática!!!". Declaraciones entregadas en entrevista con el
autor.
20. Varias hipótesis tratan de explicar este movimiento. Una apunta al fiasco que significó el fallido viaje a
Filipinas y cuyas consecuencias recayeron en la conducción de entonces, que como señaláramos, correspondía
en gran medida a la orientación que le daban elementos afines a la Armada. Otra hipótesis apunta a que la
"marea gris" sacó a los marinos. En la jerga castrense, los "grises" son los militares, en esta hipótesis el tema
no se restringía a la Cancillería sino a un movimiento más amplio.

27
El diplomático. el militar, el marino y el aviador... Jaime Garcia Covarrubias

fueron miembros de las fuerzas armadas en un principio fueron miembros de la


Armada y posteriormente del Ejército, lo que se mantuvo luego de la salida del
canciller Cubillos y asumir la titularidad el diplomático de carrera René Rojas".

Uno de los efectos a largo plazo que estos dos movimientos provocaran en la
conformación de la burocracia diplomática, será la de su falta de pluralismo",
dados los dos movimientos señalados: exclusión de la disidencia e incorporación
de nuevos miembros al servicio exterior, donde obviamente, dadas las condicio­
nes de polarización que vivía el país, se marginó a quienes formaban parte de la
oposición al gobierno militar.

A diferencia de lo anterior -el cercenamiento de la disidencia dentro del Servicio


Exterior- cabe reconocer que en lo que se refiere al cuerpo de profesores de la
Academia Diplomática, persistieron algunos identificados con partidos modera­
dos de oposición".

b) La incorporación de nuevos elementos en la formación del diplomático

La formación diplomática era en tiempos del Chile republicano una articulación


de derecho internacional, relaciones internacionales e historia, más el instrumen­
tal propio de la carrera (idiomas, práctica consular, ceremonial y protocolo).

El nuevo estilo impuesto a la diplomacia en tiempos del régimen militar implico


también la incorporación de otras disciplinas. En el programa de estudio aplicado
en el bienio 1980-1981 podemos observar el siguiente currículum:

2 l. El general Julio explica esta situación por la necesidad que tenia la Junta Militar de disponer de personal
comprometido plenamente con su gestión. Asimismo, por la alta confianza que el general Pinochet tenía en la
preparación de los oficiales de Estado Mayor, y su capacidad para enfrentar las mas diversas misiones que se
les encomendasen. Entrevista con el autor.
22. En opinión del ministro consejero, Manuel Cárdenas, actual presidente de la Asociación de Funcionarios de
Carrera (ADICA), el cercenar a parte importante de la disidencia, hizo mas fácil para el gobierno militar la
adhesión a los principios geopolfticos que se impusieron tanto en la polftica exterior como en la formación de
los nuevos funcionarios. Entrevista con el autor.
23. En efecto, los profesores Alberto Sepúlveda, Pablo Piñera (ambos militantes de la OC) y el profesor Walter
Sánchez figuran en la planta de profesores de la Academia en aquellos aftoso El profesor Sepúlveda fue poste­
rionnente excluido del plantel.

28
Jaime García Covarrubias El diplomático, el militar; el marino y el aviador...

Geograffa Derecho y práctica consular


Historia de Chile Economía
Economía Relaciones internacionales
Política Mundial Historia Diplomática
Historia Contemporánea Planificación de Relaciones
Exteriores
Derecho Internacional Comercio Exterior
Organismos Internacionales Sistemasde Integración
Castellano Geopolítica
Inteligencia
Idiomas (lngles-francés-alemán) Seguridad Nacional
Introducción al derecho Idiomas .
Administración pública Criptología
Administración personal Educación física

Mas allá del contenido y sobre todo del enfoque, que algunas de estas materias
pudiesen contener (política mundial, Historia d~ Chile, Relaciones internaciona­
les) probablemente influidas por la visi6n ultra ideologizada que inundaba a toda
la gestión del gobierno militar, llama la atenci6n la incorporaci6n de un set de
materias que por sí solas explican el sesgo doctrinario en el cual se insertaban:
Geopolítica, Seguridad Nacional, Inteligencia. En cuanto a la curiosa incorpora­
ción en el currículum de una asignatura de Educación Física esta se traducía en la
enseñanza de técnicas de defensa personal a las nuevas
, generaciones de diplomá­
ticos. Algunas de las generaciones de egresados de la Academia a fmes de los
años setenta, dispuso de clases de tiro en los polígonos
I
de la policía de Investiga-
cienes". La percepción de aislamiento, vinculada a la acci6n de potencias que
distorsionaban lo que ocurría en el país, explicaba un perfil cuasi de misionero y
de cruzado, que debían asumir los diplomáticos: "tnuestro Norte es dar a conocer
al mundo la verdad sobre Chile... Nuestro esfuerzo debe ser incesante y perma­
nente, porque también son incesantes y permanentes de los que pretenden ata­
camos'T", En esta concepción se explicaba el ímpetu marcial que las nuevas au­

24. En versión de algunos egresados de la época, la incorporación de estas materias (tiro y defensa personal) era
explicado por la necesidad de protección del personal y las sedes diplomáticas del gobierno militar cuando
estaban en el exterior, dado que se encontraban "en la primera línea de combate contra los enemigos de la
Patria". Algunos alumnos de aquellos añosle comentaron al autor que -entre humor y sentido común- habían
otras disciplinas más afines al perfil de la carrera, como la práctica del golf o el tenis. El general Valdés
reconocía que dichas observaciones tenían validez y comentó que algo se trató de hacer.
25. Editorial de Revista Diplomacia, número octubre - diciembre 1976.

29
El diplomático, el militar; el marino y el aviador... Jaime García Covarruhias

toridades querían conferir a las nuevas generaciones de diplomáticos chilenos:


"crear y promover este espíritu de esfuerzo y de patriotismo fue y es el impulso
básico de la Academia Diplomática. Y trasmitir a los nuevos soldados de la di­
plomacia profesional chilena la fecunda experiencia y el noble ejemplo de las
generaciones que los precedieron "26.

Sin embargo, el diseño curricular se fue modificando parcialmente a lo largo de


los años A fines del gobierno militar podemos observar algunas modificaciones
en el currículum, los dos últimos bienios encontramos el siguiente mapa curricular:

1987 -1988
Derecho Internacional Público Política Exterior de Chile
Práctica diplomática I Práctica Diplomática 11
Geografía de Chile y América Derecho Internacional Público 11
(derecho espacial y Antártica)
Historia de Chile Política Mundial Contemporánea
Derecho y práctica consular Idiomas
Derecho diplomático Inteligencia
Economía Planificación de Relaciones Exteriores
Idiomas Geopolítica
Derecho constitucional y
administrativo Diplomacia y comunicaciones
Educación física Comercio Exterior
Relaciones económicas internacionales

1988 -1989
Organismos Internacionales Derecho Internacional 11
(derecho espacial)
Derecho Internacional I
(derecho del mar) Idiomas
Historia diplomática Política Exterior de Chile
Práctica diplomática Práctica consular
Idiomas Política mundial contemporánea
Relaciones Económicas
Internacionales Relaciones Económicas Internacionales
Geopolítica Comercio Exterior
Inteligencia Fronteras y Límites
Informática y Computación Geopolítica
Planificación de Relaciones
Exteriores Comunicaciones y Diplomacia

26. Editorial "Pro Chile líquor". Revista Diplomacia noviembre - diciembre 1974.

30
Jaime Garcia Cavar rubias El diplomático. el militar, el marino y el aviador...

Lo que se muestra es un aumento de las materias de índole económica, acorde


con el estilo más pragmático asumido por la Cancillería a fmes del gobierno mi­
litar, la disminución de la presencia de uniformados en activo, y sobre todo, por
las consecuencias que el modelo económico aperturista empezó a impactar en la
inserción internacional del país.

La Academia Diplomática en tiempos de post guerra fria

En marzo de 1990 asumió el gobierno democrático encabezado por Patricio


Aylwin. Se iniciaba la transición chilena, por cierto, dentro del gigantesco cam­
bio global provocado por el fm de la guerra fría.

Las nuevas autoridades civiles definieron un objetivo muy concreto para la diplo­
macia chilena: la reinserción de Chile en el contexto internacional.

La diplomacia chilena enfrentó otros desafíos, productos de la realidad interna­


cional emergente y en constante modificación. Pero muy en especial destacó con
rapidez, el proceso de integración que empezó a vivir América Latina, el incre­
mento de la interdependencia y la conformación de los megabloques. Muchos de
estos procesos maduraron a mediados de la década de los noventa y obligaron a
un nuevo diseño en la formación de las nuevas promociones de la Academia.

En el caso de la formación diplomática de nuestro Servicio Exterior, esta se basa


en un sistema diferente a las otras Academias que abarca este estudio. La forma­
ción de nuestros diplomáticos contempla en primer lugar el curso regular de la
Academia diplomática (punto de ingreso a la carrera), y luego, la contínua prác­
tica profesional a lo largo de toda la vida funcionaria, por cierto, incluida la par­
ticipación en las actividades de perfeccionamiento y actualización que programa
tanto la misma Academia como el Ministerio en general.

En el período que va de 1990 hasta la actualidad, la Academia ha tenido tres


directores:

El primer período bajo la administración democrática lo asumió el embajador de


carrera Osear Pinochet de la Barra, quién fue seguido por el Embajador Ramón
Huidobro. Ambos fueron parte de los diplomáticos "exonerados" en tiempos del

31
El diplomático, el militar, el marino y el aviador... Jaime Garcia Covarruhias

gobierno militar", El diagnóstico que las nuevas autoridades" realizaron respecto


al plan de estudios vigente enfatizaba su carácter obsoleto y que no incorporaba
una visión renovada de las relaciones internacionales. En especial habían tres
ámbitos a transformar:

a) Eliminar los cursos más bien "doctrinarios" como Geopolítica e Inteligencia,


y fortalecer en cambio la formación en el ámbito de la seguridad internacional,
más vinculado a la política exterior.
b) Reforzar la formación económica de los nuevos diplomáticos, combinando
materias teóricas con ejercicios prácticos en el ámbito del comercio internacional.
e) Incorporar los nuevos temas hasta entonces ausentes en la malla curricular:
América Latina como prioridad regional, y materias especializadas como dere­
chos humanos y medio ambiente.

La selección de los postulantes también sufrió cambios, procediendo a conferirle


mayor importancia a las materias esenciales en la diplomacia (relaciones interna­
cionales, derecho, economía) en la evaluación de los candidatos y a la capacidad
de razonamiento de estos en la entrevista personal". En lo que respecta al cuerpo
docente, se procedió a convocar a concursos públicos lo que implicó una renova­
ción de cerca de un 50% del profesorado.

En 1993 asumió la dirección el Embajador Eduardo Ortiz, quién proviene del


30
mundo académico y que continúa hasta la fecha a la cabeza de la Academia •

En opinión de su actual director, lo que existía en la Academia al inicio de la


transición democrática, era acorde con la visión de un Ministerio militante de la
guerra fría, se trataba de "formar guerreros de la guerra fría"!'. Los planes de es­
27. Durante la administración del presidente Aylwin, como parte del proceso de reparación a las víctimas de la
dictadura, fueron reincorporados al Servicio Exterior numerosos diplomáticos expulsados durante la "gran
razzia" de septiembre de 1973. Los embajadores Huidobro y Pinochet de la Barra se incluyen dentro de ellos.
28. En relación al diagnóstico y la situación en los primeros años de la ACADE en la década de los noventa,
hemos seguido la interpretación del Embajador Boris Yopo, quien fuese en aquellos años Secretario de Estu­
dios de la ACADE. Entrevista con el autor.
29. Una diferencia se produjo en lo que respecta al dominio de idiomas: hubo oposición a que el dominio de
idiomas fuese un elemento decisivo para excluir un buen postulante con talento, porque implicaba una discri­
minación social (personas de estrato medio-alto que van a colegios particulares son quienes generalmente
manejan idiomas), se pensaba que una formación intensiva durante el curso regular podía compensar los défi­
cits.
30. Nota del editor: Al momento de publicarse este libro el Embajador Oniz ha sido reemplazado por el
Embajador Carlos Portales, reconocido académico.
31. Entrevista con el autor, septiembre de 1999.

32
Jaime Garcia Covarrubias El diplomático, el militar, el marino y el aviador...

tudio vigentes eran una articulación de una visión,histórico, jurídica y diplomática,


con la agregación de temas económicos acorde con el modelo aperturista adopta­
do. El funcionario que ingresaba al ministerio e~a encuadrado en una orientación
ideológica muy definida, se perseguía la formaciónI
de un destacamento civil en la
guerra internacional contra el comunísmo", Chile, en tiempos del régimen militar,
ocupaba un lugar destacado en la defensa occidental, y en cierta medida, una
avanzada y un ejemplo en la derrota del "comuriismo internacional". Esta visión
mesiánica que habría asumido la diplomacia del gobierno militar explicaría la con­
dición de "faro" o "vanguardia" respecto al mundo occidental y el relativo desdén
ante la "debilidad" de Occidente para enfrentar la amenaza del expansionismo
soviético.

Ante este cuadro, las nuevas autoridades definieron un proceso de cambios que
apuntara a "recivilizar" la formación del diplomático, y contribuyese a la confor­
mación de un funcionario del Servicio Exterior que
, tuviese un perfil diferente al.
que se busco en el periodo 1974-1990. Se trataría de buscar la formación de un
funcionario desideologizado (que asumiese el fin de la guerra fría), que fuera
eminentemente profesional y tuviese la funcionalidad que demandaban los nue­
vos tiempos que empezaron a correr en las rela~iones internacionales.
I
Esto implicó varios pasos. En primer término, Iuna diversificación del recluta­
miento. Todos los funcionarios de 1990 en adelante ingresaron a la Academia
mediante concurso de oposición, que hoy alcanza en promedio a mas de 160
postulaciones, para una matricula de 15 alumnos. A diferencia de antaño, donde
había una clara predilección por egresados de leyes y en los últimos tiempos, de
economistas; en la actualidad se ha propiciado la ampliación del perfil profesio­
nal previo, lo que ha permitido la participación de sociólogos, cientistas políticos,
internacionalistas, historiadores. Asimismo, la diversificación de la "cantera" ha
permitido una mayor representatividad de la complejidad y pluralidad de la so­
ciedad chilena en las filas del Servicio Exterior. A modo de ejemplo, en estos
años por primera vez han ingresado alumnos provenientes de las etnias minorita­
rias del país: una rapa nui y un mapuche. Tradicionalmente el Servicio Exterior
fue un lugar de fuerte presencia de los sectores sociales mas elitistas del país,
donde además, como en toda corporación también se expresó una relativa prácti­
ca hereditaria familiar.
32. En este diagnóstico hemos seguido la interpretación que realiza el Embajador Ortiz.

33
El diplomático. el militar, el marino y el aviador... Jaime Garcia Covarruhias

En la actualidad, la mayor especialización que demanda el mundo de las relacio­


nes internacionales obliga a privilegiar el conocimiento mas que la tradición. En
las últimas promociones ha sido posible detectar una creciente presencia de
postulantes que poseen estudios de post grado completos. Antaño, si bien muchos
diplomáticos tenían estudios universitarios, estos eran incompletos, y en particu­
lar se trataba de estudiantes de leyes que interrumpían sus estudios en los prime­
ros años para incorporarse a la Academia.

Bajo la actual dirección de la Academia, se modificó el plan de estudio asumien­


do cinco líneas de organización del conocimiento:

a) Jurídica

Se busca no enfatizar una formación tradicional, sino especializarla de acuerdo a


las necesidades funcionales al desempeño diplomático (derecho a la integración,
aspectos prácticos del derecho consular).

b) Politológica

Incluye Teoría de las Relaciones Internacionales, Ciencias Políticas, Estudio de


Areas geográficas, temas de Defensa.

c) Histórica

El énfasis se ha puesto en historia contemporánea, buscando proporcionar el


sustrato básico para la adecuada comprensión de las Relaciones Internacionales.

d) Económica

En este ámbito se incluyen asignaturas como Economía Internacional, Comercio


Exterior, Integración y temas de Medio Ambiente.

e) Técnicas y artes diplomáticas

Este es uno de los ámbitos que conserva mayor permanencia, dado que incluye
idiomas, práctica consular, ceremonial y protocolo.

34
Jaime Garcia Covarrubias El diplomático. el militar, el marino y el aviador...

En la actualidad el currículum que sigue la promoción que ingresó en marzo de


1999, sigue el siguiente plan:

Primer semestre

Idiomas: Inglés I - 11 - III. Francés I - 11


Derecho Internacional Público.
Ciencia Política.
Historia Mundial Contemporánea.
Práctica Diplomática 1.
Economía Internacional
Geografía universal.

Segundo Semestre

Idiomas: Inglés I - 11 - III. Francés I - 11.


Derecho y Práctica Consular.
Integraciones Económicas.
Práctica Diplomática 11.
Literatura chilena.
Historia de América Latina.
Geografía de América y de Chile (optativa)

Tercer semestre

Derecho Internacional Privado


Fronteras y Límites de Chile
Negociaciones diplomáticas.
Política mundial.
Derecho comparado.
Ceremonial y Protocolo.

Cuarto Semestre

Política Exterior de Chile.


Economía Latinoamericana.
Relaciones Internacionales con Europa.

35
El diplomático, el militar; el marino y el aviador... Jaime García Covarrubias

Derecho del Mar.


Organismos internacionales.
Gestión organizacional y administrativa.

Este programa de formación de las nuevas generaciones de diplomáticos se com­


plementa con varios seminarios, conferencias y ejercicios de crisis. En ello se
busca una mayor interactividad, que provoque una emulación dentro de la pro­
moci6n. Asimismo, se ha procurado la mayor coincidencia con los alumnos ex­
tranjeros que realizan estancias en la ACADE.

La Academia brinda becas a alumnos procedentes de otras Cancillerías, en el


llamado Curso Internacional, a ello se agrega un programa específico que se de­
sarrolla para diplomáticos provenientes de los países centroamericanos'". Si bien
tienen currículum diferenciados -dado que su estancia es menor que la duración
de los dos años que contempla el curso regular- comparten muchas cátedras co­
munes. Con ello se busca un objetivo complementario: globalizar en la medida de
lo posible la formaci6n de los nuevos diplomáticos, hacerla lo más internacional
posible. Las nuevas promociones conviven así durante su permanencia en la
ACADE con gente joven de todos los continentes, lo cual contribuye a formar un
diplomático con mayor sensibilidad y percepción de las diferentes realidades que
componen el mosaico de la actual aldea global, evitando de este modo visiones
autoreferentes.

Esta no es una actividad nueva, se ha desarrollado desde 1977 en adelante, pero


se ha incrementado notoriamente en los últimos. En los cursos de larga duraci6n,
de diez meses aproximadamente, han participado un total de 124 alumnos, prove­
nientes de 33 países".

Según opinión del actual Director de Estudios, profesor Humberto Ledezma, el


punto de inflexión en el período que va en la posguerra fría, se puede localizar
específicamente a partir de 1996. En dicha oportunidad se procede a un
reordenamiento de cursos y de materias de extensión, algunos cursos se reducen
33. Desde hace mucho tiempo que la Academia recibe alumnos provenientes de países centroamericanos, la
diferencia en los últimos años es que ha sido impulsado en un programa de cooperación horizontal regular que
brinda el gobierno de Chile a través de su Agencia de Cooperación.
34. Academia Diplomática Andrés Bello. Dos décadas de labor internacional. Documento de la ACADE.
Agosto 1999. Santiago de Chile. Pág. 3. En el mismo texto se especifica que el 46% de estos alumnos provie­
nen de América Central y el Caribe, el 17% de países de América del Sur, un 14% de Asia, un 13% de Africa,
un 8% de Europa y un 2% de Oceanía.

36
Jaime Garcia Covarrubias El diplomático. el militar; el marino y el aviador...

a cursillos mas breves, en aras de racionalizar el desempeño académico". En la visión


del Director de Estudios, más que el fm de la guerra fría, lo que influye en los cambios
en la formación de los nuevos diplomáticos, es el inicio del proceso de transición.
Esto le da un nuevo enfoque a la malla curricular, que sigue siendo multidisciplinaria.
El cambio político en Chile, generó un significativo cambio en el espacio exterior
respecto a nuestro país, una amplia simpatía a nuestro proceso de transición abrió
nuevos espacios que nuestra diplomacia ha aprovechado muy bien. Esto no sólo res­
pecto de las grandes definiciones sino también en el quehacer cotidiano de la totalidad
del Servicio Exterior, independiente de los énfasis que haya tenido su formación.

Conclusión

En el caso de la diplomacia chilena, a diferencia de lo que ocurre en las Acade­


mias castrenses, el mecanismo de formación se concentra básicamente en la for­
mación inicial otorgada en la Academia Diplomática y luego, en el ejercicio pro­
fesional, sumado los cursos de actualización y perfeccionamiento.

El candidato a diplomático no proviene -como en el caso de las academias de


guerra de los uniformados- de una escuela matriz, ni pertenece previamente a la
corporación. Por el contrario, su forma de ingreso a la corporación es la aproba­
ción del curso regular que imparte la Academia.

Por tanto, no tenemos en el caso de los diplomáticos chilenos, ni un Sistema de


Estudios institucional compacto dentro del cual se inserte el programa de la Aca­
demia, ni tampoco tenemos un documento doctrinal institucional ad hoc. Sin
embargo, mas allá de esto último, la Academia ha trasmitido desde su fundación,
durante la época de la guerra fría y con posterioridad a ella, los valores y princi­
pios en que se inspira la política exterior de Chile. Ello se traduce en un conjunto
de materias que persisten a lo largo de toda la actividad de la Academia desde su
fundación. Los énfasis ideológicos que en algún momento tuvo la política exte­
rior, y sus traducciones prácticas, (como lo fue el set de materias cuyo eje era un
visión de seguridad estratégica) han sido superados en la práctica de los últimos
años sin afectar lo fundamental de la formación diplomática tradicional.
35. Esto dado que ante nuevas necesidades curriculares, producto de las nuevas demandas de formación de un
diplomático en un nuevo contexto, el mecanismo fue ir agregándolas, en forma no necesariamente armonizada,
lo cual genero un abultado set de asignaturas: negaron a ser 16 en un semestre. Información entregada en
entrevista con el autor, septiembre de 1999.

37
El diplomático, el militar, el marino y el aviador. .. Jaime Garcia Covarrubias

En todo esto influyen varios procesos. El principal pareciera ser el cambio político
experimentado en el país. El inicio del proceso de transición aportó una visión
diferente de la política exterior, abandonando el estilo "pretoriano" que enuncia
Muñoz. Sin embargo, la diplomacia chilena de los noventa, además de recuperar
con rapidez su tradicional estilo republicano y civilista, asumió una agresiva po­
lítica de innovación en su inserción económica, aprovechando las gigantescas
mutaciones que en este campo se generaron y algunas de las cuales se encuentran
en pleno curso. Este perfil pragmático e innovador de la diplomacia chilena fue
de alguna manera enunciado hacia finales del gobierno militar y en muchos de
sus movimientos, dejó de lado las consideraciones ideológicas de la guerra fría,
como lo representó el permanente diálogo entre Santiago y Pekín. ,

La formación de los megabloques económicos (tales como la Unión Europea,


NAFTA, y MERCOSUR) es un dato de los noventa. El florecimiento de una
segunda etapa de la integración latinoamericana, la proliferación de tratados bila­
terales de libre comercio, la apertura al Asia Pacifico, son entre otras, expresio­
nes de una recomposición de las relaciones económicas internacionales. En esas
convulsas aguas, la diplomacia chilena ha navegado con audacia y digamos sin
modestia, con éxito, en los últimos años.

Todo esto nos habla de un segundo proceso: los vastos cambios económicos a
escala mundial y regional han estimulado cambios en la política exterior del país.
Ello repercute en la formación de los diplomáticos y demanda cambios, dado que
aunque los títulos de las materias en algunos casos sean los mismos, sus conteni­
dos se han modernizado, porque el objeto de estudio en si mismo se ha
desenvo1vido. No es lo mismo enseñar "política mundial" en los ochenta que en
los noventa, o lo referente al sistema económico internacional.

Pero al mismo tiempo, la mencionada capacidad de respuesta de la diplomacia


chilena frente a los cambios globales nos habla de otro hecho no menor. Dicha
capacidad de respuesta se ha realizado con el mismo personal diplomático, que
aunque este reforzado por la incorporación de mas de cien egresados de la ACADE
en los años noventa (asumiendo que estos nuevos destacamentos habrían disfru­
tado de una formación mas ad hoc a los tiempos de la posguerra fría), son en su
mayoría funcionarios formados en la escuela del periodo del anticomunismo mi­
litante.

38
Jaime García Covarrubias El diplomático, el militan el marino y el aviador...

Esto podría llevar a una hipótesis, que muchos comparten con fuerza. Lo funda­
mental de la formación del diplomático chileno estaría, no tanto en la fase de
formación académica-profesional que se adquiere en los años de ingreso a la
ACADE, sino en los prolongados aprendizajes a lo largo de la carrera misma.
Desde ese punto de vista, el eje de formación que habría que atender, sin despre­
ciar la sistematización docente de la etapa de ingreso, sería el tener mecanismos a
lo largo de la carrera que asegurasen una conveniente racionalización de
destinaciones, estímulos a estudios profesionales y de posgrados, y aprovecha­
miento en general de la experiencia que va adquiriendo el personal a lo largo de
su carrera. En la misma perspectiva, está pendiente un examen más profundo
respecto al impacto de la formación que recibe el diplomático en la Academia,
versus los impactos que va recibiendo a lo largo de su carrera. En otras palabras,
un examen minucioso y sistemático respecto a la evaluación de las diferentes
materias que recibió en su formación y cual es su evaluación respecto a su utili­
dad en el ejercicio diplomático. Una hipótesis indicaría que buena parte del
alumnado de la Academia viene con crit~rios ya formados respecto a
,
cosmovisiones sociales y políticas, por lo cual.jsu aprendizaje al respecto en la
ACADE o lo refuerza, o se toma como un elemento enciclopédico necesario para
la aprobación del curso, elemento indispensable para poder ingresar al Servicio
Exterior, pero no involucra un cambio sustantivo en la visión de mundo que se
trae en forma previa.

Asimismo, el estudio nos arrojó otras conclusiones no previstas. En efecto, a


partir de los elementos investigados podríamos, en una mirada muy preliminar,
identificar tres escalones de funcionarios diplomáticos, atendiendo a la etapa his­
tórica de su formación:

Tendríamos en un primer escalón a los funcionarios formados en la etapa previa


a 1973. Asumiendo la interpretación de Heraldo Muñoz, el eje de su formación­
no estudiado en nuestro trabajo- se basaría en la concepción civil-legalista que
alude en su estudio. Aquí figuran todos los funcionarios que sobrevivieron a las
peripecias de 1973, y los que, habiendo sido exonerados por el gobierno militar,
fueron reincorporados luego de retomada la democracia. Sociológicamente co­
rresponden a los sectores de "buenas familias" dónde tradicionalmente se
reclutaron los cuadros de la diplomacia. En su mayoría se trata de funcionarios
que se ubican en la actualidad en los niveles más altos del escalafón: ministros
consejeros, directores, embajadores.

39
El diplomático, el militar, el marino y el aviador. .. Jaime Garcia Covarrubias

En segundo término, encontramos a los egresados de la Academia Diplomática


en el período que va de 1974 a 1989, que vivieron -con mayor o menor intensidad
según la etapa- la influencia de una visión mas ideologizada, en los contornos de
la guerra fría, y sobre todo, del régimen militar. También aquí podríamos agregar
a los "ventaneros de la época" cuya formación es mas disímil y cuyo mecanismo
y motivación de incorporación a la carrera es mas diverso. Sociológicamente,
este escalón diversifica mas la composición social de nuestra diplomacia con las
incrustaciones de oficiales provenientes de las fuerzas armadas. Varias genera­
ciones de este escalón carece de estudios universitarios completos y su principal
aprendizaje profesional lo realizó en la Academia. Este escalón va, en el actual
escalafón ministerial en rangos medios y altos, más o menos de primer secretario
a ministros consejeros y algunos embajadores, nominados ya durante la etapa de
gobiernos democráticos.

En tercer término, encontramos al escalón más joven, formado en la Academia


con posterioridad a 1990. En su mayoría se trata de personal con estudios univer­
sitarios completos, y crecientemente con posgrados. Su formación previa es más
multidisciplinaria y provienen de sectores sociales más diversificados. En el es­
calafón se ubican mayoritariamente en el rango de tercer secretario.

En suma, es posible sostener a nuestra pregunta central, que en el caso de la


formación de los funcionarios diplomáticos, ha habido un cambio sustantivo en
la década de los noventa. Pero ese cambio se inserta en un múltiple movimiento.
Influye el contexto internacional que muta del bipolarismo hacia una situación
aún no consolidada en el escenario estratégico internacional. También está pre­
sente, y para la mayoría de los entrevistados es lo más determinante, el proceso
de retorno a la democracia en el país.

y finalmente, también influyen los cambios en la economía mundial, las conse­


cuencias que se derivan de la opción de desarrollo que el país ha adoptado, y muy
en especial, el proceso de integración latinoamericana que se reactiva en la pre­
sente década.

40
Jaime Garcia Covarrubias El diplomático, el militar, el marino y el aviador...

Bibliografía

Archivo Revista Diplomacia. Colección 1974 a la fecha. Academia Diplomática.


Archivo de Planes y Programas de la Academia. Secretaria de Estudios.

Entrevistas

Embajador Eduardo Ortiz. Director de la Academia.


Embajador James Holger. Sub director de la Academia.
Embajador Boris Yopo. Ex Secretario de Estudios ACADE 1992 - 1994.
General Humberto Julio. Ex Subsecretario de Relaciones Exteriores y ex Direc­
tor de Planificación.
General Enrique Valdés Puga. Ex Subsecretario de Relaciones Exteriores.
Ministro Consejero Manuel Cárdenas. Presidente de la Asociación de funciona­
rios de carrera.
Profesor Humberto Ledezma. Secretario de Estudios de la Academia.

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