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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL PERÚ

PRODUCTO DE INVESTIGACIÓN FORMATIVA

EQUIPO DE TRABAJO N.º 5

INTEGRANTES:
- Palomino Quispe, Alexis Valentín
- Paredes Guardia, Alisson
- Peña García, Bryan Saúl
- Pérez Gómez, Víctor Joel
- Quintana Villarreal, Adriana Belén

ASIGNATURA: PROCESOS DE LA COMUNICACIÓN II

DOCENTE RESPONSABLE: Carmen Ramírez Sáenz Soto

TITULO DEL TEXTO: Las desigualdades de género en una


sociedad machista y falta de oportunidades en Lima

2023- I
Indicaciones para el estudiante

1. Este documento constituirá el trabajo final del curso Procesos de la Comunicación II.
2. El equipo de trabajo deberá presentar el avance, para su corrección, se evaluará en las
fechas indicadas en el sílabo.
3. Finalmente, la sustentación de las conclusiones de este trabajo se realizará mediante una
exposición en la semana 16, constituirá el examen final del curso.

Los productos desarrollan la competencia de la comunicación escrita del estudiante, asimismo,


evidencian el resultado de aprendizaje del curso, el cual es “redacta un texto para contribuir a la
solución de un problema de su entorno, considerando las estrategias argumentativas con
creatividad, evidenciando empatía social y una actitud crítica e innovadora”.

Instrucciones
- En este producto debe darse énfasis en la argumentación científica y la manera de citar y
referenciar según el estilo APA.
- El documento será elaborado por los estudiantes, formando grupos de 4 a 5 integrantes, el
texto será sustentado al finalizar el ciclo.
- Esquema del texto argumentativo:
CARÁTULA
Título, autor (es)
Resumen y palabras clave
I. INTRODUCCIÓN
II. ARGUMENTACIÓN
III. CONCLUSIONES
REFERENCIAS
ANEXOS
- Formato de
presentación: Tamaño de
papel: A 4
Tipo y tamaño de letra: Calibri 11
Interlineado: 1.5
Márgenes
Superior: 2.5 cm Inferior: 3 cm
Derecho: 2.5 cm Izquierdo: 3 cm
Las desigualdades de género en una sociedad machista y falta de
oportunidades en Lima

I. INTRODUCCIÓN

Una de las cuestiones más inquietantes a las que se ha tenido que enfrentar el derecho de
trabajo en los últimos años es reconocer o no la validez de las medidas de acción positiva a favor
de las trabajadoras para asegurar su igualdad de oportunidades en el mercado de trabajo y
superar, de esta forma, las situaciones de discriminación y segregación profesional que les
impiden vivir unas auténticas condiciones de igualdad en el ámbito laboral. En la actualidad, en el
Perú la desigualdad de género ha aumentado en los últimos años entre los hombres y las mujeres
debido al gran porcentaje de población conservadora que hay. Asimismo, se reconoce que las
mujeres y hombres tienen diferentes necesidades o accesos a diferentes recursos económicos,
sociales y culturales debido a los roles que les asigna la sociedad conservadora de nuestro país,
siendo las mujeres y los jóvenes quienes tienen un menor porcentaje de calidad al acceder a un
buen puesto de trabajo. Por lo cual, se han planteado que las políticas públicas puedan intervenir
y de esta manera integrar para que ellos tengan la misma igualdad de condiciones. En relación con
las políticas públicas y la desigualdad de género, se ha planteado la siguiente
pregunta, ¿Crees que el sistema sexo-género y las desigualdades que se genera entre hombres y
mujeres, producto del machismo, requieren que el gobierno intervenga? En respuesta a esta
incógnita podemos decir que estamos a favor que se implementen nuevas medidas para que
todos tengan las mismas oportunidades. A continuación, expondremos cinco argumentos que
hablarán sobre las desigualdades que enfrentan las mujeres y jóvenes para conseguir trabajo en la
provincia de Lima: Las desigualdades entre hombre, mujeres y jóvenes, la brecha salarial,
desigualdad en lima, desigualdad laboral e intervención del gobierno.

II. ARGUMENTACIÓN

Las diferencias entre hombres y mujeres en el mundo laboral necesitan nuevas políticas
públicas. Ya que, desde la última década, las mujeres y jóvenes no han podido conseguir un buen
trabajo. Según la defensoría del pueblo (2019), citando a Wodon y de la Briere (2018) en su artículo
titulado. “El impacto económico de la brecha salarial por razones de género”, nos dice lo siguiente:

También se indica que las mujeres ganan menos que los hombres por igual trabajo, la riqueza
en capital humano a nivel mundial es un 20% menor de su potencial (Wodon y de la Briere:
2018). Señala así que “existen dos principales factores por los cuales las mujeres reciben
menores ingresos que los hombres: a) tienen menor participación en el mercado laboral y; b)
destinan menos horas al mercado laboral. Estos factores mantienen a las mujeres en una
trampa de productividad debida, en parte, a las normas sociales que las relegan al trabajo
doméstico y los cuidados en el hogar, no remunerados y al sector informal”. (p.24). Como se
observa en la definición de la desigualdad de género en el mundo, hay casos en el que
muchas mujeres son menospreciadas en el ámbito laboral tan solo por ser mujer. En el caso
de los varones sucede todo lo contrario, ya que se observa que reciben un mayor ingreso
salarial que una mujer. Por ello, el Gobierno debería intervenir en las desigualdades laborales
que existen en el Perú, para que todos tengan las mismas oportunidades.

Se tiene en cuenta que la cultura machista presente en la sociedad limeña se refleja en la


asignación de roles de género. Por este motivo, se espera que las mujeres asuman el rol de
cuidadoras del hogar y los hijos, mientras que los hombres son los proveedores y los que tienen el
poder de decisión en la familia y la sociedad en general, lo cual ha generado que piensen que las
mujeres sean tratadas como un objeto de su propiedad. En primer lugar, se tiene el caso de la
provincia de Apurímac, varias mujeres han denunciado a sus parejas por el maltrato que sufren a
causa de ellos. El INEI (Instituto Nacional de Estadística e Informática), nos dice que en esa región
mencionada, las mujeres que sufrieron violencia física alguna vez en su vida por parte del esposo o
compañero, el 27,1 % recibió empujones, sacudidas o le tiraron algo; 18,2 % fue abofeteada o le
retorcieron el brazo; 15,3 % fue golpeada con el puño o algo que la pudo dañar; 9,8 % patadas o
arrastrada; 2,9 % trataron de estrangular o quemarla; 1,8 % fue amenazada con cuchillo, pistola u
otra arma y el 1,2 % fue atacada o agredida con cuchillo, pistola, entre otros. En segundo lugar, se
tiene el caso de la provincia de Lima, donde un joven venezolano quemó a su ex pareja porque ella
no quiso retomar la relación con él, el joven pensó que la chica era de su propiedad producto del
pensamiento machista que tiene. El diario El Comercio, nos dice que, aunque el caso es investigado
por la Sexta Fiscalía Especializada en Violencia contra la Mujer y los Integrantes del Grupo Familiar de
Lima, la familia de la joven llevaba varios días exigiendo celeridad en la atención del caso, para que el
asesino de joven no quede sin sanción. Todo lo presentado demuestra que el principal problema que
viven las mujeres se denomina machismo, que no las ayuda a crecer en la sociedad, por eso las
autoridades deben implementar medidas más fuertes para los agresores y medidas de precaución
paras las afectas.

Por otra parte, se tiene que intervenir con la brecha salarial entre el hombre y la mujer, ya
que es muy amplia, porque según el INEI los hombres perciben más dinero que una mujer. En primer
lugar, es importante destacar que existen diferencias significativas dentro de la propia brecha
salarial. Por un lado, se observa una brecha salarial horizontal, donde hombres y mujeres que
desempeñan el mismo trabajo, reciben remuneraciones desiguales. Esto refleja una discriminación
directa basada en el género y exige una acción inmediata para garantizar la igualdad de pago por
trabajo igual. En segundo lugar, también existe una brecha salarial vertical, que se refiere a la
desigualdad en el acceso a puestos de mayor jerarquía y responsabilidad. Las mujeres a menudo
enfrentan obstáculos para ascender en sus carreras, limitando así su progreso profesional y, en
consecuencia, su potencial de ingresos. Ambas diferencias de brechas deben ser abordadas de
manera integral para lograr una igualdad salarial efectiva entre hombres y mujeres. Es fundamental
implementar políticas y acciones que promuevan la equidad de género en el ámbito laboral,
garantizando que todas las personas, independientemente de su género, reciban un trato justo y una
remuneración adecuada por su trabajo.

En lo que respecta, en la desigualdad de género es una realidad que se vive a menudo, y de


forma acentuada, en el ámbito laboral, afectando a un número considerable de mujeres, porque la
reacción habitual que se le da a la desigualdad laboral suele ser el machismo, es decir, una forma que
hace que el hombre esté en un status más alto que la mujer. En primer lugar, ambos géneros se
distinguen en su pago salarial. En la sociedad existe segregación ocupacional, las mujeres tienden a
desempeñarse en oficios peores, remunerados y con horarios más flexibles, en cambio, a los
hombres. Por otra parte, la discriminación directa, entre hombres y mujeres con perfiles
ocupacionales similares, pueden tener resultados de empleo e ingresos muy diferentes. Asimismo,
las normas sociales, como la concepción de que las tareas del hogar deben recaer principalmente
sobre la mujer, impactan negativamente en su trayectoria laboral. En segundo punto, ambos en
ambos se diferencia porcentualmente visualizando. Aunque la participación laboral femenina ha
aumentado levemente, pasando de 50% a 56% esta continúa muy por debajo a comparación de la de
los hombres, que es superior a 80%. Y peor aún, la brecha de ingresos es alarmante, actualmente los
hombres ganan en promedio 19% más que las mujeres.

Por último, en relación con las desigualdades de género en el ámbito laboral y la falta de
oportunidades en Lima, es el acceso limitado a la educación y formación profesional para las
mujeres. Aunque se han logrado avances significativos en la educación a nivel mundial, todavía
existen barreras que impiden que las mujeres accedan a una educación de calidad y adquieran las
habilidades necesarias para ingresar al mercado laboral en igualdad de condiciones. La falta de
acceso a la educación y la formación limita las oportunidades de empleo y crecimiento profesional
para las mujeres, perpetuando así las desigualdades de género en el mundo laboral. Según datos del
informe “Brechas de género en la educación” publicado por el Banco Mundial en 2020, se estima que
alrededor de 132 millones de niñas en todo el mundo no asisten a la escuela. En Lima, esto se refleja
en la falta de oportunidades educativas para las niñas y mujeres, lo que a su vez limita sus opciones
de empleo y desarrollo profesional. Además, incluso cuando las mujeres tienen acceso a la
educación, a menudo se enfrentan a estereotipos de género arraigados que las empujan hacia áreas
de estudio consideradas “femeninas” y que tienen menos demanda y menor remuneración en el
mercado laboral. Para abordar esta problemática, es fundamental que se implementen políticas y
programas que promuevan la igualdad de acceso a la educación y la formación profesional para las
mujeres en Lima. Esto incluye medidas como becas y subsidios para apoyar a las mujeres en su
búsqueda de educación superior, programas de mentoría y orientación vocacional que desafíen los
estereotipos de género y fomenten la participación de las mujeres en campos no tradicionales, y la
promoción de entornos educativos inclusivos y libres de discriminación. Al garantizar un acceso
equitativo a la educación y la formación, se abrirán nuevas oportunidades para las mujeres en el
ámbito laboral y se contribuirá a reducir las desigualdades de género en Lima.

III. CONCLUSION

En definitiva, las desigualdades laborales entre varones y mujeres requieren de nuevas


políticas públicas. Una de las causas que influyen en las desigualdades laborales entre varones y
mujeres es la persistente brecha de género en la asignación de roles y responsabilidades en la
sociedad. Tradicionalmente, se espera que las mujeres asuman la mayor carga en las labores
domésticas y el cuidado de la familia, lo que limita su disponibilidad y dedicación al ámbito laboral.
Esta división desigual del trabajo impide que las mujeres accedan a oportunidades profesionales y
avancen en sus carreras, lo que se refleja en disparidades salariales y en la dificultad para acceder a
puestos de liderazgo. Para abordar esta desigualdad, es necesario promover una distribución
equitativa de las responsabilidades familiares y fomentar políticas que permitan conciliar la vida
laboral y personal, para que tanto hombres como mujeres puedan desarrollar plenamente su
potencial en el ámbito laboral.
REFERENCIAS

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sobre las desigualdades en la Juventus de lima metropolitana. Recuperado de:
https://repositorio.iep.org.pe/bitstream/handle/IEP/1015/Reategui_Urrutia_Cu
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Urrutia, C.E., & Cuenca, R. (2018). Las desigualdades laborales que enfrentan los jóvenes
de Lima Metropolitana. Recuperado de:
https://repositorio.iep.org.pe/bitstream/handle/IEP/1146/Carlos-
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Guamán Gómez, V.J., Daquilema Cuásquer, B. A., % Espinoza Guamán, E. E. (2019). El


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Nogueira Guastavino, M. (2012). El principio de igualdad y no discriminación en las


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alimentacion-de-nuestros-abuelos/

Organización Mundial de Naciones Unidas (2020). Brechas de género en la educación.


Recuperado de: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/gender-
equality/

ANEXOS

Figura 1

Disparidad entre hombres y mujeres en los ámbitos políticos, educativos y


laborales.
Figura 2

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