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BIOLOGIA

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UNIDAD EDUCATIVA FISCAL

“AUGUSTO MENDOZA MOREIRA”


GRUPO #2

TEMA:
LA REPLICACION DEL ADN

INTEGRANTES:
RAUL ABAD
DULCE SOLIS
MARTHA YAGUACHI
CURSO:
2 “A” CONTABLE

2023 - 2024

LA REPLICACION DEL ADN


Estructura del ADN
El ADN, la “molécula de la vida” es un ácido nucleico formado unas pequeñas
“piezas” bioquímicas, que llamamos “nucleótidos”. Estos nucleótidos, a su vez,
están compuestos de tres componentes químicos básicos: un ácido fosfórico,
una desoxirribosa y una de las cuatro bases nitrogenadas que puede tener el
ADN (adenina, timina,
citosina y guanina).

En el ADN, los
nucleótidos se
encuentran unidos
covalentemente entre
ellos, formando dos
largas cadenas que
se “enrollan” sobre sí
mismas, formando
una gran hélice. Cada
una de estas cadenas
es complementaria a
la otra, es decir, sus
nucleótidos son
complementarios en
cada posición de la
molécula (adeninas
con timinas y
guaninas con
citosinas). Ambas cadenas, además, son antiparalelas, es decir, tienen sentidos
contrarios. La nomenclatura 5’ (parte de la molécula de ribosa que se une al
fosfato) y 3’ (parte de la molécula de ribosa que se une a otro nucleótido) nos
ayudan a conocer en qué dirección se encuentra cada cadena.
La replicación del ADN: Características principales
La replicación es el proceso mediante el cual una molécula de ADN es duplicada
y se obtienen dos moléculas de ADN. Los mecanismos de replicación son
importantísimos para el ciclo celular, pues sin ellos sería imposible obtener células
idénticas en la mitosis, entre otras cosas.

Las características principales de la replicación del ADN son las siguientes:

La replicación es semiconservativa
Como sabéis, el ADN está formado
por 2 cadenas de nucleótidos. Pues
bien, en el proceso de replicación
del ADN, cada una de las
moléculas “hijas” que se sintetizan
a partir de una sola molécula
“madre” conserva únicamente una
de las cadenas originales de la
molécula madre. La otra cadena se
sintetiza utilizando como “molde” la
cadena original conservada.

La replicación comienza en uno o más puntos fijos


Podríamos pensar que la replicación comienza de forma aleatoria, pero no
podríamos estar más equivocados. La replicación del ADN comienza siempre en
puntos concretos de la molécula llamados orígenes de replicación.

Los orígenes de replicación son unas secuencias concretas del ADN en las que se
puede comenzar la replicación. La composición de estas secuencias de
nucleótidos y la activación de la replicación son diferentes para bacterias, arqueas
y eucariotas. Por ejemplo, en el caso de las bacterias, únicamente encontraremos
un origen de replicación, mientras que en arqueas suelen haber diferentes lugares
de replicación. En eucariotas, como es el caso de los humanos, encontraremos
más de un origen de replicación.

La replicación avanza en forma de horquilla


Como os contaba anteriormente, el ADN es una doble hélice, en el que ambas
cadenas emparejan sus bases nitrogenadas complementarias. Estas bases
nitrogenadas se encuentran en el centro de la molécula, por lo que no son

fácilmente accesibles para los


enzimas que se encargan de la
replicación del ADN.
Para solucionar este problema, el primer paso en la replicación es separar
puntualmente las dos cadenas que conforman la molécula del ADN. Conforme el
proceso de replicación avanza, las cadenas se abren, en forma de horquilla,
facilitando la acción de las enzimas.

La replicación es bidireccional
Cuando se forma una horquilla de replicación en un origen de replicación, por lo
general, no avanza únicamente en una dirección de la cadena, sino que lo hace
en ambas direcciones.

En algunas ocasiones la replicación del ADN se produce en una sola dirección.


Estos casos tan particulares ocurren en el ADN mitocondrial, algunos plásmidos
de bacterias u en algunos fagos monocatenarios.

La replicación es semidiscontinua
Podríamos pensar que la replicación del ADN es algo que se produce de manera
continua desde el origen de replicación hasta la finalización de la misma. No
obstante, esto no es así. Al menos para una de las cadenas.

Las ADN polimerasas, enzimas que se encargan de la síntesis de las nuevas


cadenas de ADN únicamente pueden sintetizar en dirección 5’ → 3’. Esto, para
una de las cadenas, es fantástico, porque puede sintetizarse de forma continua.
Sin embargo, para la otra es un problemón.

Las células han ingeniado una curiosa forma


de sintetizar la nueva cadena de ADN 3’ → 5’:
a trocitos. Gracias a este mecanismo, las ADN
polimerasas van sintetizando pequeños
fragmentos de ADN en la dirección normal
(5’ → 3’), que luego otras enzimas, las ADN
ligasas, se encargan de unir, formando la
nueva cadena. A esta cadena se la conoce
como “cadena rezagada”

La replicación en detalle
Una vez conocemos las principales características de la replicación, es hora de
conocer más en detalle cómo funciona este mecanismo. El proceso de replicación
del ADN se puede dividir en 3 subprocesos: iniciación,
elongación y terminación.
Iniciación
Como ya sabéis, la replicación
comienza en los orígenes de
replicación. En estos puntos del
genoma la helicasa, un enzima
capaz de romper las uniones entre
las bases nitrogenadas de ambas
cadenas de ADN, “abre” la doble
hélice para permitir la actuación del
resto de enzimas. Acto seguido,
unas proteínas de unión a cadena
simple se unen a cada una de las
cadenas, evitando así que las dos
cadenas se vuelvan a unir entre
ellas.

Aquí nos encontramos un gran problema: los superenrollamientos. Como os


comentaba antes, el ADN es una doble hélice y, como tal, si la abrimos por ambos
lados, la parte que todavía está cerrada puede enrollarse de forma excesiva,
causando graves daños en la molécula de ADN. Las células utilizan un tipo de
enzimas, las topoisomerasas, para aliviar este enrollamiento excesivo durante la
replicación.

Elongación

Tras la iniciación del proceso replicativo, las ADN polimerasas utilizan las
cadenas simples de la molécula madre de ADN para sintetizar, siempre en
dirección 5’ → 3’, las nuevas cadenas de ADN. Para ello, es necesario que una
enzima, la ADN primasa, le proporcione una secuencia corta de ARN sobre la que
sintetizar la nueva cadena. A esta secuencia corta de nucleótidos se le denomina
“cebador” o “primer”.

Una vez colocado el cebador, en la cadena adelantada la ADN polimerasa


procede de forma normal, hasta conseguir sintetizar toda la nueva cadena de
ADN. No obstante, en la cadena rezagada, la cosa se complica un poco más.
En la cadena rezagada, la ADN polimerasa va sintetizando “trocitos” de cadena en
dirección 5’ → 3’. A estos fragmentos se los conoce como “fragmentos de
Okazaki”. Cuando la ADN polimerasa que está sintetizando uno de estos
fragmentos se encuentra con el extremo del siguiente, elimina el cebador y la ADN
ligasa une los dos
fragmentos de
Okazaki en uno
solo. A sí hasta que se
logra sintetizar toda la
cadena rezagada.

Terminación
Cuando el genoma ha sido completamente duplicado, las ADN polimerasas
eliminan los últimos
cebadores y las ADN ligasas
terminan de unir los
fragmentos de Okazaki
restantes. ¡Y ya está! Ahora
tenemos dos dobles hélices
de ADN, perfectas para el
comienzo de una
nueva división celular. ¡Eso
sí, no sin antes compactarse
en forma de cromatina y luego
en forma de cromosomas!

A continuación, os dejamos
un esquema de todo el
proceso, para que os quede
más claro:

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