Vinos
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Vinos
1. Cabernet Sauvignon
Una de las más conocidas en todo el mundo y favoritas para la producción de vino tinto Cabernet
Sauvignon, de cuerpo medio-alto, con ricos taninos y aromas a frutos rojos y negros, rosas,
especias y sotobosque; cuenta con un alto contenido de antioxidantes y es ideal para vinos de
crianza. Es una uva tinta procedente de Francia (Burdeos) del cruce natural entre la Cabernet
Franc (tinta) y la Sauvignon Blanc (blanca).
2. Merlot
Esta uva procedente del sudoeste de Francia es la segunda cepa tradicional y en importancia de
los grandes vinos de Burdeos. Los vinos de Merlot son vinos con cierta intensidad cromática, con
grado alcohólico medio alto y con ligeros aromas de cereza, ciruela, chocolate, vainilla, regaliz,
tabaco, de cuerpo medio y taninos amables.
3. Pinot Noir
Originaria de Francia (Valle del Ródano), aunque es la uva más plantada en Australia, donde se
producen excelentes Shiraz (como allí se le llama a la Syrah original). Es una uva con forma ovoide
y del tamaño de una baya, con la que se producen vinos robustos con aromas especiados, como
pimienta verde, tabaco, chocolate, además de notas a arándanos o ciruela roja. Por ello, se suele
recomendar como maridaje con comidas exóticas o altamente especiadas (Shawarma de cordero,
cerdo asiático o tandoori hindú, por ejemplo).
5. Malbec
Uva tinta procedente del suroeste de Francia, aunque es la uva emblemática de Argentina, donde
se ha adaptado perfectamente. Produce vinos tintos de cuerpo medio, agradables de tomar por
ser muy equilibrados (redondos) con aromas a mora, violetas, ciruela, cacao y tabaco.
6. Tempranillo
Obtiene su nombre porque la cosecha de uvas es recogida más temprano que en otras variedades,
por lo que son ideales para vinos jóvenes, de sabor afrutado y con un hermoso color rubí. Es una
uva tinta procedente de La Rioja, España, donde es la principal protagonista de los vinos de Rioja,
Ribera del Duero (Tinta del país) y Toro (Tinta de Toro), principalmente. Produce vinos tintos con
muy buena acidez, tanicidad media y aromas a frutos rojos, cuero, tabaco, sotobosque (hojas
húmedas), o romero, entre otros.
7. Zinfandel
La uva Zinfandel o Primitivo, cuyo nombre en italiano se refiere a su maduración temprana, es una
uva dulce, con alto contenido de azúcar, lo que produce vinos de alto contenido alcohólico. Por lo
mismo, los tintos zinfandel suelen ser vinos con buena capacidad de guarda, así como buena
tolerancia a la barrica.
8. Sangiovese
Es una uva de buena calidad y apreciada por su alto contenido de ácido, taninos firmes y
naturaleza equilibrada. Son característicos los sabores salados de cerezas oscuras y fruta de hueso
negra que pueden estar respaldados por notas secundarias de hojas de tomate y hierbas secas. Si
el vino es joven puede tener un acabado algo amargo. El uso del roble se ha vuelto más popular y
esto culmina hacia los sabores más ricos de las uvas, tendiendo hacia la ciruela y la frambuesa
silvestre.
9. Nebbiolo
Uva procedente del Piamonte (Italia), donde destaca la región de Barolo, aunque también se
puede encontrar en el Nuevo Mundo, especialmente en México. Sus vinos se caracterizan por
tener elevados taninos y una acidez alta. Sus aromas principales recuerdan a cerezas, rosas, cuero,
anís o arcilla. En la versión italiana los aromas son más sutiles y el vino presenta un cuerpo medio
bajo y capa cromática media baja. Por su parte, en el Nuevo Mundo los vinos son, generalmente,
de capa media alta y presentan un mayor cuerpo, con una intensidad aromática más potente y
toques más avainillados y a fruta madura.
10. Carmenere
Uva procedente de Burdeos (Francia). Se dio por extinguida tras la plaga de la filoxera, hasta que
fue redescubierta en Chile (donde era confundida con la uva Merlot) a mediados de la década de
1990, convirtiéndose en la uva emblemática de dicho país. Produce vinos de taninos moderados,
con una acidez media y cuerpo medio. Sus principales aromas son de frutos rojos (como fresas o
frambuesas), ciruelas negras, pimiento verde, notas herbales, pimienta y vainilla.
Vinos Blancos:
1. Chardonnay
Originaria de Borgoña, aunque también sobresale en California (Estados Unidos) es la uva blanca
más emblemática en todo el mundo. Produce vinos blancos con aromas a manzana, piña,
mandarina, miel, mantequilla y notas minerales. También es ideal para vinos envejecidos en
madera de roble, obteniendo un vino de sabor más potente y con mayor cuerpo.
2. Sauvignon Blanc
Es una uva de piel verdosa originaria del Valle del Loira, Francia, aunque destaca su calidad en
Chile y Nueva Zelanda. Tomó su nombre de las palabras francesas sauvage ("salvaje") y blanc
("blanca"). Esta uva es plantada en muchos países del mundo, produce un vino blanco refrescante
y seco. Dependiendo del clima, los aromas pueden ir de muy herbáceo a dulcemente tropical,
aunque todos ellos son muy aromáticos, con elevada y agradable acidez y aromas a hierbas y
cítricos.
3. Riesling
Originaria del Valle del Rhin, es la especialidad de Alemania y Alsacia (Francia). Produce vinos
blancos cuyo estilo puede ir desde muy dulces hasta totalmente secos, siempre con una marcada
acidez y muy aromáticos. Sus principales aromas son de limón, manzana verde, albaricoque, flor
de jazmín, cera de abeja y una característica y peculiar nota química a petróleo/diesel.
4. Pinot Grigio (Pinot Gris)
La pinot gris, o grauburgunder, es una uva blanca de vino. Se cree que es una mutación o clon de
la pinot noir. Normalmente tiene un color azul-grisáceo, aunque a veces tienen un color marrón-
rosado o incluso blanquecino.
5. Chenin Blanc
Con la uva Chenin Blanc se elaboran vinos blancos dulces, semidulces y secos. Los vinos de la
variedad Chenin Blanc presentan tonalidades amarillo verdosas con reflejos dorados. En aromas
recuerda a repostería y frutos secos. Son vinos afrutados y ligeros, con la justa acidez que les
proporciona frescura. Unos frescos vinos que acompañarán aves, pescados, quesos de cabra y
cocina oriental. Y si rayan el dulzor, con postres, sobretodo con los que tienen como base la
manzana.
6. Viognier
Generalmente, el Viognier ofrece vinos blancos con aromas florales, bastante volumen en boca y
relativamente baja acidez. Su estilo dependerá de los productores, quienes suelen optar entre un
estilo más fresco o uno más cremoso. Así es como sus sabores pueden variar desde frutas como
mandarina, damascos, durazno maduro, melón o mango, hasta sutiles notas a miel, rosas y
especias como la vainilla. Siempre, por cierto, ofreciendo vinos con mucha personalidad,
voluptuosos y bien estructurados. Cuando se guarda en barrica, el vino desarrolla los aromas
especiados y un volumen en boca que recuerda al Chardonnay. Pero cuando no, su frescor podría
incluso parecer al de un Sauvignon Blanc.
7. Gewürztraminer
De origen transalpino (noreste de Italia) es muy común en Alemania y Alsacia (Francia). Es una uva
de gran intensidad aromática que produce vinos de baja acidez, tropicales, dulces, florales y con
un toque picante. Sus aromas principales recuerdan a mandarina, rosas, jengibre, lichis y toronja.
Marida muy bien con platillos especiados como comida asiática o marroquí.
8. Albariño
Uva cultivada en Galicia (noroeste de España) y Portugal, ya que necesita un clima frío y húmedo
para crecer; se utiliza para elaborar vinos ácidos, frescos, con aromas frutales y florales como
melón chino, nectarina, corteza de limón, pomelo y toques salinos.
9. Verdejo
Se cultiva en Castilla León (España), casi exclusivamente en la D.O. Rueda. para producir vinos
blancos jóvenes, de acidez elocuente, con toques afrutados y amargosos. Sus aromas son
herbáceos y frutales, destacando los de lima, pomelo o toronja, hinojo y melocotón o durazno.
10. Semillón
Es una variedad que cuenta con muchos usos en el mundo del vino. Se puede utilizar para elaborar
vinos dulces, vinos generosos, vinos blancos secos o brandy. En los vinos secos suele ser un
componente menor en un vino de mezcla. Pero esa es la virtud de la semillón: dar grandes
resultados en coupages junto a otras variedades, sobre todo con la sauvignon blanc.
Estas son solo algunas de las variedades de uvas utilizadas para hacer vino tinto y blanco en todo
el mundo. Cada una aporta sus propias características distintivas al vino final, lo que contribuye a
la diversidad y riqueza del mundo del vino.