Capitulo VI LegyTec I
Capitulo VI LegyTec I
Capitulo VI LegyTec I
Para establecer la GANANCIA NETA SUJETA A IMPUESTO se restarán del conjunto de las
GANANCIAS NETAS de la primera, segunda, tercera y cuarta categoría LAS DEDUCCIONES que
autoriza el art. 29, el art. 85, los quebrantos previstos del art. 25 y las deducciones personales
del 30.
En ningún caso serán deducibles los gastos vinculados con ganancias exentas o no
comprendidas en este impuesto.
Para llegar a la base imponible, se definen entonces tres conceptos fundamentales que se
vinculan entre sí: GANANCIA BRUTA – GANANCIA NETA Y GANANCIA NETA SUJETA A
IMPUESTO.
¿Qué se entiende por Ganancia (renta) Bruta? Se considera Ganancia Bruta de la categoría, a
la suma de los ingresos que corresponden a esa categoría.
¿Qué se entiende por Ganancia (renta) Neta? Ganancia Neta es el RESULTADO NETO que se
obtiene al restarle a la ganancia bruta los gastos deducibles en el impuesto.
¿Qué se entiende por Ganancia Neta sujeta a impuesto? Ganancia Neta sujeta a impuesto
total es equivalente a Base Imponible, o sea es el monto sobre el cual se aplica la escala del
tributo para llegar al impuesto determinado.
La ganancia neta sujeta a impuesto total es la suma de la ganancia neta sujeta a impuesto de
fuente argentina y la ganancia neta sujeta a impuesto de fuente extranjera.
La ganancia neta sujeta a impuesto de cada fuente, se determina restándole a la suma
algebraica de los resultados netos de las cuatro categorías, las deducciones generales
admitidas (art. 29 y 85), los quebrantos de ejercicios anteriores computables (art. 25) y las
deducciones personales (art. 30). Es una suma algebraica porque no solo se suman ganancias,
sino que se compensan las mismas con los quebrantos que eventualmente se podían haber
originado en alguna de las categorías.
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2. Sistemas adoptados – Ganancia Real y Ganancia Presunta.
El legislador hizo prevalecer el criterio de ganancia real, con excepción de determinados casos
donde se aplica –por cuestiones de practicidad- base presunta, (art. 10 al 15).
Es decir que la ley establece una serie de presunciones de ganancia neta de fuente argentina.
Éstas son utilizadas debido a la dificultad que existe para determinar la verdadera ganancia de
fuente argentina contenida en las operaciones descriptas en dichos artículos, las cuales
generalmente son desarrolladas en varios países por los mismos sujetos. En lo que hace al
ingreso del impuesto, a los fines de lo establecido por los artículos 10 a 13 de la ley, se
contemplan dos situaciones:
a) que el pago por el servicio prestado se efectúe en el país a un representante, agente
o mandatario del beneficiario del exterior;
b) que se efectúe directamente al beneficiario del exterior, es decir, sin la intervención
de ningún intermediario en la República Argentina.
En el primero de los casos, la obligación de ingresar el impuesto recae sobre el sujeto que
recibió el pago en el país.
En cambio, si se realizó directamente al beneficiario del exterior, es lógico que la ley obligue a
quien paga la prestación a efectuar la retención e ingreso del impuesto correspondiente
(conforme lo dispuesto en el artículo 102 de la ley), por razones de practicidad y conveniencia,
siendo casi imposible exigir el cobro al beneficiario del exterior.
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Respecto de las operatorias previstas en el artículo 14, deberán actuar como agentes de
retención, cualquiera que sea la forma que revista la retribución (pago único, porcentaje sobre
el producido u otras), las sociedades de cualquier tipo, las personas humanas y las sucesiones
indivisas que efectúen los pagos. Dichos pagos podrán realizarse en forma directa o por
intermedio de agentes, representantes o cualesquiera otros mandatarios en el país, de
productores, distribuidores o intermediarios del extranjero, que realicen la explotación de los
conceptos detallados. La omisión de actuar como agente de retención obligará a dichos sujetos
a ingresar el importe que debió retenerse, dentro de los plazos que a tal efecto establezca la
AFIP. Finalmente, y en lo que hace al artículo 15, el último párrafo del artículo 98 de la ley
aclara (junto con el artículo 252 del reglamento) que, si el sujeto adquirente no es residente en
el país, el impuesto deberá ser ingresado por el beneficiario del exterior a través de un sujeto
residente en la Argentina con mandato suficiente o por su representante legal domiciliado en
el país
Recordemos que están obligados a practicar un balance anual de sus operaciones, los
comerciantes, auxiliares de comercio (únicamente con respecto a los bienes incorporados al
giro empresario) y demás sujetos del artículo 53 de la ley, que lleven libros que les permitan
confeccionar balances en forma comercial. Los particulares o comerciantes y demás
responsables, que no lleven libros con las formalidades legales del Código Civil y Comercial de
la Nación, anotarán fielmente sus entradas y salidas de modo que resulte fácil su fiscalización.
La regla general del artículo 24 de la ley indica que las ganancias previstas en el artículo 53 se
considerarán del año fiscal en que termina el ejercicio anual en el cual se han devengado. Si el
sujeto de que se trata no está obligado a contabilizar sus operaciones, calculará sus resultados
teniendo en cuenta las normas impositivas. En cambio, si el sujeto está obligado a practicar
balances, resulta claro que sus resultados surgirán del denominado “Estado de Resultados”,
elaborado de acuerdo a la normativa contable vigente, la cual, en muchos aspectos difiere con
la impositiva. Por lo tanto, en estos casos sí deberemos efectuar algún ajuste, a efectos de que
los resultados del contribuyente sean los impositivos y no los contables.
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Entonces tendremos dos situaciones:
Si los sujetos llevan libros contables: determinan la ganancia neta siguiendo los pasos
detallados a continuación:
a) Al resultado neto del ejercicio comercial se suman los montos computados en la
contabilidad cuya deducción no admite la ley y restan las ganancias no alcanzadas por
el impuesto. Del mismo modo proceden con los importes no contabilizados que la ley
considera computables a efectos de la determinación del tributo.
b) Cuando se trate de los responsables comprendidos en los inc. b), c) y en el último
párrafo del art. 53 de la ley, los mismos deberán informar la participación que le
corresponda a cada uno en el resultado impositivo discriminado.
Ajuste en columna I (-) y Ajuste en columna II (+): es decir que, los contribuyentes que
llevan libros contables deben partir del resultado contable y a ese resultado deben
realizarle los ajustes necesarios, a través del mecanismo conocido como columna I (-) y
Columna II (+), para llegar al resultado impositivo o base imponible.
Ajuste por Columna II: ej.: multa, amortizaciones contables que exceden las impositivas, gastos
de representación contables en exceso de los permitidos legalmente, deudores incobrables
contables no reconocidos impositivamente, donaciones realizadas por montos que excedan los
topes legales.
Ajuste por Columna I: ej.: dividendos, rentas impositivamente consideradas como exentas,
amortizaciones contables en defecto de las permitidas impositivamente, recupero contable de
previsiones no admitidas impositivamente. Una vez que se llegue a la BASE IMPONIBLE se
aplicará la alícuota vigente y se obtendrá el impuesto determinado.
Esto es así siempre que, el sujeto pasivo del impuesto sea a su vez el sujeto el sujeto pasivo de
la obligación tributaria, como sería por ejemplo el caso de Sociedades Anónimas, Sociedades
de Responsabilidad Limitada, Asociaciones, Establecimientos estables, etc.
Si el sujeto pasivo de la obligación tributaria no coincide con el sujeto pasivo del impuesto,
como por ejemplo en el caso de las Sociedades Colectivas o Explotaciones Unipersonales, se
determina el resultado impositivo en cabeza de la sociedad o empresa, pero ese resultado no
es base imponible, es el resultado fiscal adjudicable al titular o a los socios en función a la
participación que cada uno tenga en el resultado.
Si los sujetos No llevan libros contables: determinan la ganancia neta de acuerdo con el
siguiente procedimiento:
a) Del total de ventas o ingresos, incluidos los retiros, detraen el costo de ventas (Existencia
Inicial + Compras – Existencia Final), los gastos y otras deducciones admitidas por ley.
b) Cuando se trate de los responsables comprendidos en los incisos b), c) y en el último
párrafo del art. 53 de la ley, los mismos deberán informar la participación que le
corresponda a cada uno en el resultado impositivo.
Como se desprende de las normas citadas y a diferencia de los sujetos que llevan libros
rubricados, que cuentan con un punto de partida para la liquidación impositivo como es el
resultado contable del ejercicio, estos sujetos realizan el estado de resultado considerando las
normas impositivas por lo tanto, no se origina ningún tipo de ajuste. (Trabajarán con libros
exigidos por AFIP – IVA ventas –compras y por otras normas, Ej.: libro sueldos y jornales)
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4. Deducciones generales admitidas en la determinación de la ganancia neta.
Las Deducciones Generales admitidas fueron desarrolladas en la unidad anterior por lo que
ahora las veremos de forma gráfica para recordar cuales conceptos o gastos se incluían en tal
categoría. En el caso del servicio doméstico, si bien no se incluye en el art. 85 es enunciado
como tal.
En el ART. 92 la Ley enuncia las Deducciones No Admitidas, pese a que existen en la ley otras
erogaciones de las cuales no se admite su deducibilidad, por ejemplo, las salidas no
documentadas. La ley en el artículo en cuestión recurre a la expresión “sin distinción de
categorías…” lo que nos da la pauta que las mismas no podrán ser deducidas por NINGUNA
CATEGORIA.
Analizamos cada una de ellas:
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A los efectos del balance impositivo, las sumas que se hubiesen deducido por los
conceptos incluidos en el párrafo anterior deberán adicionarse a la participación del
dueño o socio a quien corresponda.
Al ser ello así, las sociedades, empresas, fideicomisos del inciso c) del artículo 53 de la
ley o explotaciones deberán incluir, en la participación a que se refiere el inciso d) del
artículo 128 y el artículo 130, ambos del reglamento, las sumas retiradas por todo
concepto por sus socios.
También deberán imputar las ganancias que distribuyen los fideicomisos financieros y
los fondos comunes de inversión considerados como “sociedades de capital” [artículo
73, inciso a), apartados 6 y 7, de la ley del gravamen], sus inversores, en la medida en
que apliquen el principio de transparencia del artículo 205 de la Ley 27.440.
¿Por qué la norma no se extiende a las sociedades del artículo 73 de la ley? Porque
éstas son las llamadas sociedades de capital y conforman un sujeto del impuesto
diferente a sus accionistas o socios. Es decir, la utilidad de la sociedad no se identifica
con la de los socios y éstos no pueden disponer de aquélla libremente.
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Los beneficios que deben separar las sociedades para constituir el fondo de reserva legal;
Las amortizaciones de automóviles que provengan de importes netos de IVA superiores a
$20.000 y gastos de mantenimiento y funcionamiento que superen los $7.200.
Las retribuciones por la explotación de marcas y patentes pertenecientes a sujetos del
exterior, en los montos que excedan los límites que al respecto fije la reglamentación.
Por su parte el Art. 41 indica que no se exigirá el ingreso indicado en el artículo anterior, en los
siguientes casos:
a) Cuando la AFIP presuma que los pagos han sido efectuados para adquirir bienes.
b) Cuando la AFIP presuma que los pagos -por su monto, etc.- no llegan a ser ganancias
gravables en manos del beneficiario.
Ley Antievasión: la misma establece que todo pago superior a $1.000 debe realizarse por
entidad bancaria; de no ser así, no es posible DEDUCIR DICHO GASTO DEL IMPUESTO A LAS
GANANCIAS. Pese a ello existe un reciente fallo que indica lo contrario y un nuevo camino a la
nueva regulación en materia de evasión fiscal: EL FALLO MERA MIGUEL ANGEL.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) puso fin a una "vieja" disputa al declarar la
inconstitucionalidad del artículo 2 de la Ley 25.345 (Ley Antievasión), que prohíbe el cómputo
de gastos superiores a $1.000 que fueron cancelados en efectivo.
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La discusión se originó porque la normativa contrasta con el artículo 34 de la Ley 11.683 (de
Procedimientos Tributarios) que permite deducir créditos fiscales y consumos sin importar el
medio de pago, siempre que se demuestre la veracidad de las operaciones que lo generan.
Sin embargo, la Ley Antievasión establece que si no se utilizaban tarjetas, depósitos en
cuenta bancaria, giros, transferencias o cheques, no pueden considerarse esas erogaciones a
la hora de pagar el Impuesto a las Ganancias y al Valor Agregado (IVA).
En la práctica, lo que sucedía era que aquellos particulares y empresas que pagaban "cash" una
factura que tenía un importe superior a los $1.000 tomaban los créditos que generaba el
comprobante para deducirlo al momento de confeccionar las correspondientes declaraciones
juradas en base a la Ley 11.683.
Por el contrario, cuando el organismo de recaudación constataba que los medios de pago no se
condecían con lo fijado por la Ley 25.345, rechazaba el cómputo de los mismos y, por ende,
determinaba un mayor impuesto a pagar por los contribuyentes.
Eso pese a que los inspectores de la AFIP no ponían en tela de juicio la validez de los
comprobantes. Es decir, pese a que cumplían con los requisitos legales necesarios y que se
demostraba que no eran "falsos", se rechazaba la posibilidad de tenerlos en cuenta a la hora
de pagar los gravámenes.
Las discusiones sobre qué norma era la que debía aplicarse no tardó en llegar a la Justicia.
Tanto el Tribunal Fiscal de la Nación (TFN), como los distintos juzgados y salas de la Cámara en
lo Contencioso Administrativo Federal fueron interviniendo, hasta que llegó a la Corte
Suprema.
En efecto, en la causa "Mera, Miguel Ángel (TF 27.870-I) c/ DGI", el máximo tribunal hizo lugar
a la decisión que tomó la instancia anterior, y ratificó la inconstitucionalidad del artículo 2 de la
Ley Antievasión. Fuente: https://www.iprofesional.com/impuestos/183623-ganancias-iva-
antievasi%C3%B3n-Fallo-clave-la-Corte-Suprema-avalo-el-computo-de-los-gastos-mayores-a-
1000-pagados-en-efectivo
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no compensado podrá deducirse de las ganancias netas que se obtengan en los cinco períodos
fiscales siguientes, empezando a contar el primero de ellos al año siguiente de producido el
quebranto. Por su parte el D.R. de la ley establece que las personas físicas y sucesiones
indivisas que obtengan en un período fiscal ganancias de fuente argentina de varias categorías,
deberá compensar los resultados netos obtenidos en la siguiente forma:
1) Se compensarán en primer lugar los resultados netos obtenidos dentro de cada categoría.
2) Si en alguna/s categorías diera un quebranto se compensará la suma de los mismos con las
ganancias de las categorías segunda, primera, tercera y cuarta. Ese es orden que establece el
D.R.
Recordar que no pueden generar pérdidas:
a) inversiones de lujo, recreo personal y similares;
b) las deducciones personales.
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1) Operaciones de enajenación de acciones, valores representativos y demás valores, cuotas
y participaciones sociales -incluidas cuotapartes de fondos comunes de inversión y
certificados de participación en fideicomisos financieros y cualquier otro derecho sobre
fideicomisos y contratos similares-, monedas digitales, títulos, bonos y demás valores.
Los quebrantos a los que hace referencia el título, de las personas humanas, sucesiones
indivisas y de los sujetos a que se refiere el artículo 53, en sus incisos a), b), c), d), e) y en su
último párrafo, sólo podrán compensarse con ganancias futuras de su misma fuente y clase,
que se obtengan en el año fiscal donde se obtuvo el quebranto, o en los cinco años inmediatos
siguientes -computados de acuerdo a lo dispuesto por el Código Civil y Comercial- a aquel en el
que se experimentó el quebranto.
Este tipo de quebrantos, en la medida que sean de fuente argentina, no podrán imputarse
contra ganancias netas de fuente extranjera provenientes de la enajenación del mismo tipo de
bienes.
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