Nociones Básicas Del Derecho
Nociones Básicas Del Derecho
Nociones Básicas Del Derecho
TIPOS DE CONOCIMIENTO
1
El conocimiento filosófico, que respecto del Derecho cumplirá la función de
aportar los principios y nociones liminares sobre las que se desarrollan y configuran las
cuestiones jurídicas, es aquel que parte de una saber sin supuestos.
La Filosofía, como indagación de las causas primeras y últimas, con su
tendencia universalizadora, tratará de explicar (en el caso del Derecho), la razón de su
existencia y los modos en que el mismo es la manifestación de sistemas de ideas o
creencias.
Podemos decir que el conocimiento filosófico se situaría en la base del
científico, y en una zona ulterior, aquella referente a la justificación del mismo. 1
DEFINICIÓN DE CIENCIA
1
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
2
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993;
Conf. Aftalión, García Olano y Vilanova, Introducción al Derecho, Editorial Abeledo Perrot, Buenos
Aires, 1994.
2
posibilidad de practicar una real investigación, a partir de un enfoque que tuviera en
cuenta otros marcos normativos en interacción con el Derecho.
Posteriormente, el progreso de las ciencias positivas (segunda mitad del siglo
XIX) dio mayor impulso a la constitución del Derecho como ciencia investigativa.
Savigny, jurista alemán del siglo XIX, desde el historicismo, fue el principal
impulsor de esta evolución teórica. Él sostuvo que el objeto al que apuntan los juristas
se encuentra en la experiencia, siendo algo real, algo que se desenvuelve en la historia.
Con ello lanzaba una poderosa diatriba contra la postura precedente, que
consideraba al texto normativo como el principio y fin de la indagación jurídica.
Para Savigny, el Derecho es el Derecho Positivo, la norma puesta o creada por el
hombre, en oposición al Derecho llamado Natural.
El Derecho sufriría el mismo progreso evolutivo que las comunidades humanas,
del mismo modo que estas hacen evolucionar su lenguaje.
El Derecho es una manifestación cultural que surge de la comunidad en su
desarrollo histórico, teniendo dos fases, una no escrita o consuetudinaria y una escrita.
Esta idea del Derecho como producto histórico, es la que le permitirá a Savigny
establecer la diferencia entre éste y la moral; en tanto que la moral se desenvuelve en el
marco de la individualidad, rigiendo el comportamiento de cada uno, el Derecho regula
las relaciones que se dan entre los miembros de toda agrupación humana. 3
El otro gran momento en el proceso de refinamiento ontológico de la noción de
Derecho, estuvo dado por el establecimiento definitivo de la distinción entre Moral y
Derecho.
En tanto que la Moral tiene por objetivo lo honesto en sentido trascendente, en
busca del propio perfeccionamiento de la virtud, el Derecho persigue lo que es justo a
fin de lograr la paz social; la Moral se desenvuelve en el terreno de la conciencia, es
decir que su accionar es interno y excluyente de la ingerencia de la autoridad del Estado,
el Derecho, por el contrario se desarrolla en una dinámica de interferencia o
interdependencia de los individuos en la sociedad, siendo por lo tanto coercible.
Los deberes jurídicos, por esta última característica apuntada, son llamados
―perfectos‖ porque son coercibles (de cumplimiento forzoso o forzado), en tanto que
los deberes morales son llamados imperfectos, porque no son pasibles de coerción. 4
Como han destacado algunos juristas, el término norma tiene diversos sentidos
y su significado no es del todo claro.
Lo normativo como idea, en referencia a los conjuntos imperativos de
regulaciones, por el contrario no plantea las misma dificultades.
La sinonimia de la palabra norma puede arrojar alguna luz sobre su significado:
patrón, modelo, tipo, reglamento, manda, ley y regla.
De esta enumeración se percibe como los dos últimos sinónimos son los que
habitualmente se intercambian con norma.
Von Wright, percibiendo este fenómeno, se propuso dilucidar el sentido en que
son usadas respectivamente ley y regla, para así llegar al de norma. 5
Para ello va a establecer una calificación de las leyes en:
3
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
4
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
5
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
3
Leyes de la naturaleza: poseen carácter descriptivo, al exponer regularidades que
el hombre cree descubrir en el curso de la naturaleza de la que es testigo. Pueden
ser verdaderas o falsas, por cuanto si existe una contradicción entre lo descrito y
lo real, la descripción es la que debe ser alterada. Von Wright considera que
pueden estar comprendidas en los significantes de la norma, pero no son esta.
6
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
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Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
4
ELEMENTOS DE LA NORMA JURÍDICA
Las normas jurídicas son prescripciones que cuentan al menos con cinco
componentes (en común con otras normas) que es necesario distinguir:
1. Contenido.
2. Carácter.
3. Condición de Aplicación.
4. Autoridad de origen.
5. Sujeto destinatario.
Promulgación.
Sanción.
El carácter de una norma es el que hace que la misma obligue, permita o prohíba
un cierto comportamiento, teniendo como objetivo lograr un determinado acto u
omisión.
De acuerdo al carácter las normas pueden ser clasificadas en: Obligatorias,
Prohibitivas y Permisivas.
El Contenido es aquello que debe, puede o es necesario que sea o no ejecutado.
El Contenido aportaría también otra subclasificación de las normas en: Positivas
(lo pretendido es un acto), Negativas (una omisión) o Mixtas (acto u omisión).
La Condición de Aplicación son las circunstancias que tienen que cumplirse para
que efectivamente exista una oportunidad de hacer o no hacer aquello que constituye el
contenido de la norma.
La autoridad es quien produce la norma, sea el Estado u otra autoridad a la que
se debe obediencia (Vg. autoridad militar).
En lo que respecta a las normas jurídicas, la autoridad se desenvuelve en el plano
de lo fáctico, por lo cual estas normas son llamadas positivas.
Teniendo en cuenta el desdoblamiento entre un sujeto emisor y un sujeto
receptor de normas, podríamos clasificar las mismas en: Autónomas (las que la
autoridad se da a sí misma), y Heterónomas (la autoridad y el destinatario no son la
misma persona).
El sujeto es a quien va dirigida la prescripción, de quien la autoridad espera un
cierto comportamiento.
De acuerdo al sujeto las normas pueden ser clasificadas en: Particulares (para un
individuo específico), o Generales (para todos los hombres en general o para un
conjunto que responda a determinadas características).
5
LAS NORMAS JURÍDICAS COMO OBJETO DE LA CIENCIA DEL
DERECHO
Según Cossio la conducta humana es la libertad que pasa del ámbito metafísico
al ámbito fenoménico por lo cual el presupuesto fundamental de la conducta es la
libertad de elección.
Una vez practicada esta libre opción del comportamiento, al manifestarse es
cuando comienza la interacción con los otros sujetos que también ejercen su libertad.
Este es el momento en que hará su aparición el fenómeno normativo, por lo cual
Cossio concluirá que el Derecho es conducta humana en interferencia intersubjetiva.
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Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
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Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
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Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
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Kelsen, en discrepancia con la postura anterior, sostiene que el objeto del
Derecho es el ordenamiento jurídico, tratándose por lo tanto de un objeto Ideal.
Estas dos posiciones diferenciadas respecto del objeto Derecho, tendrán
relevancia porque según la categoría en la que el mismo sea ubicado, diversos serán los
métodos empleados para estudiarlo.
En efecto, si se considera al Derecho exclusivamente como la norma, para
conocer un determinado ordenamiento jurídico nacional, sería suficiente el
conocimiento de las leyes sólo a través de cómo están formuladas, sin tener en cuenta la
forma en que se aplican o su operatividad.
Por el contrario, si el objeto Derecho está constituido por conducta en
interrelación intersubjetiva, para conocerlo sería necesario observar su vigencia real u
operatividad.
Considerando el Derecho como conducta normada (Cossio), entendemos por la
misma todo lo que le hombre hace, tanto lo meramente biológico como aquello que es
racional, conjunto de acciones y omisiones que tiene como presupuesto la libertad,
presentando para el hombre una amplia gama de posibilidades.
La función del Derecho respecto de la conducta humana es comprenderla (o
contenerla) orientándola como marco normativo.
Estrictamente, el Derecho no incidiría sobre el ámbito subjetivo del hombre sino
en el de su comportamiento social, esto es en su relación con los demás hombres o en
interferencia intersubjetiva.
Sostiene Del Vecchio que la intersubjetividad de esta interferencia está dada por
la oposición al hacer de un individuo por parte de otro u otros que pretenden impedir o
exigir una conducta determinada.11
11
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
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Norma Primaria: es la que imputa la sanción una vez cometido el acto ilícito.
Dado A debe ser B, es lo que hace que la norma sea un juicio hipotético, por
cuanto dado el acto ilícito debe ser la sanción.
Cossio discrepa con Kelsen por el hecho de que considera a ambos aspectos
como fases de una sola norma, sin un orden jerárquico entre los mismos.
Para él las normas son juicios disyuntivos por cuanto el sujeto tiene la capacidad
de elegir entre el deber jurídico y el acto ilícito. Estas dos fases serían:
a) Sanción: toda regla de Derecho lleva insita una sanción como consecuencia
imputada a la violación de la misma. El monopolio legítimo de la fuerza por el
Estado es el que da legalidad a las sanciones impuestas a los sujetos pasivos
(individuos) de las normas.
b) Acto antijurídico o ilícito: es la contracara del deber ser, por cuanto éste acto es
el que trae aparejada la sanción.
La Teoría Pura del Derecho plasma la intención de Kelsen de crear una teoría
general del Derecho Positivo, válida para todos los órdenes jurídicos, dándole categoría
de ciencia.
Para lograrlo, Kelsen se propuso el desarrollo de un método propio con el fin de
erradicar de la ciencia jurídica aquellos elementos que le resultan extraños, lo que se
hace evidente en la designación de Teoría Pura como aquella cuyo único objeto será el
Derecho, ignorando todo lo que no se acomode estrictamente a su definición.14
12
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
conf. Kelsen, Hans, Teoría Pura del Derecho, Editorial Eudeba, Buenos Aires, 1960.
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Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
Conf. Aftalión, García Olano y Vilanova, Introducción al Derecho, Editorial Abeledo Perrot, Buenos
Aires, 1994.
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Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
Conf. Kelsen, Hans, Teoría Pura del Derecho, Editorial Eudeba, Buenos Aires, 1960.
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Esta exigencia metodológica de pureza, fue el punto de partida de su teoría por
considerar que la ciencia jurídica no se hallaba adecuadamente delimitada respecto de la
moral, la política, la sociología y la psicología.
Al tomar métodos y conocimientos en préstamo de estas disciplinas, Kelsen
arguye que el Derecho como conocimiento científico se ha depreciado.
En éste proceso de depuración científica, Kelsen comienza por establecer que el
Derecho es un fenómeno social; por lo tanto la ciencia del derecho forma parte del
conjunto de ciencias que estudia la sociedad desde diversas perspectivas.
Para el estudio de la sociedad como orden en el que se desarrolla la conducta
humana, no es posible aplicar la ley de la causalidad propia de las ciencias naturales.
Sin embargo, al igual que las leyes de la naturaleza, la regla de Derecho
establece una relación ente dos hechos, pero la diferencia surgiría del hecho de que no
existe una relación causa-efecto.
Aunque el acto ilícito es seguido de una sanción, lo cual a simple vista parecería
contener un vínculo causal, esta última tiene como antecedente a una norma creada por
un acto jurídico que prescribe o autoriza la aplicación de una sanción cuando se ha
cometido un acto ilícito; por el contrario, el efecto (en la naturaleza) sigue a una
determinada causa de modo independiente respecto de toda creación humana (como la
norma jurídica).
En el Derecho, la imputación normativa es la responsable de vincular dos
conductas humanas suplantando al espontáneo nexo causal.
La imputación impone un deber normativo a través de una condición de
realización en la cual entra en juego la voluntad humana, independientemente de las
consecuencias inexorables de los actos desde el punto de vista natural; en tanto que las
leyes de la naturaleza pertenecen al dominio de la necesidad (lo que es necesario o
ineluctable que suceda), las leyes del Derecho pertenecen al dominio de la libertad
ejercida por la sociedad.
Más adelante, en una ulterior depuración, Kelsen distingue la norma jurídica de
la norma moral al considerar a la primera avalorativa. 15
Para la moral, una cierta conducta debe ser buena en base a un criterio
trascendente, en tanto que para el Derecho el deber ser justifica por sí mismo lo bueno y
lo malo de acuerdo a sus propios fines; un acto no será ilícito por su maldad intrínseca,
sino que será malo en tanto es sancionado.
Respecto de la ideología política, el pensamiento kelseniano evoluciona en una
misma línea de independización, al mantener separada la ciencia política de la ciencia
jurídica. 16
Las normas jurídicas no deben transformarse en instrumento de las diversas
ideologías ni utilizar su autoridad objetiva para la justificación de pretensiones políticas
de carácter eminentemente subjetivo.
Kelsen observaba con preocupación el fenómeno profundizado entre las dos
grandes guerras mundiales, de subordinación del Derecho a la política, abogando por
una reorientación de la ciencia jurídica, en la mayor medida posible, hacia la
objetividad.
15
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
16
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
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EL DERECHO COMO ORDEN JURÍDICO
I. Unidad: todas las normas dependerán de una sola, denominada fundamental que
será su común fuente de validez.
II. Jerarquía: las normas poseen una gradación diversificada, habiéndolas inferiores
o superiores, respondiendo ello a la razón de que si ostentaran el mismo grado se
perdería el carácter de unidad al no poder derivarse unas de otras.
17
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
18
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
10
Ampliando el concepto de validez como pertenencia a un orden, que ya hemos
visto que se relaciona con las características de unidad y jerarquía que todo orden
jurídico debe poseer, es necesario destacar que el mismo se vincula con la idea de
obligatoriedad.
Las normas jurídicas válidas son aquellas que efectivamente obligan cuando un
orden determinado las reconoce como de pertenencia al mismo.
Kelsen postula la presencia de dos criterios para determinar la validez de una
norma, siendo uno solo de ellos el utilizado por el orden jurídico.
En primer lugar el que llama criterio formal, que es aquel por el cual una norma
es válida (perteneciente a un orden jurídico determinado) en tanto en cuanto es creada
por un órgano competente y en conformidad con el procedimiento establecido por otra
norma, que a su vez determina ambos y tendrá jerarquía superior. 19
Así es como en la grada superior se ubica la norma fundante, que es la que prevé
órgano y procedimiento creador, y en la grada inferior la norma fundada en la primera.
El segundo criterio es el denominado material, por el cual la norma será válida si
su contenido se halla en coincidencia con el establecido por la de grado superior.
El primero de estos criterios es el que se manifiesta en todo orden jurídico, por
lo cual la operación necesaria para determinar si una norma es válida será la de
determinar por quién y cómo fue creada; si el órgano creador estaba autorizado
normativamente (competente) y siguió el procedimiento establecido, la norma tendrá
validez. 20
De lo expuesto se deduce que el orden normativo moral, a diferencia del
jurídico, empleará un criterio de validez material.
Para precisar más el concepto de validez se hace necesario asimismo distinguirlo
de la llamada vigencia o eficacia.
Esta es una cuestión fáctica o de hecho, que se relacionará con el
comportamiento social, es decir si se verifica un real acatamiento de la norma, y al
mismo tiempo si el órgano encargado de la aplicación efectivamente la ejecuta y
sanciona su trasgresión.
Por todo ello diremos que una norma jurídica no tiene vigencia o es ineficaz,
cuando la conducta prevista o promovida no se produce; pero ello no significará que la
norma no sea formalmente válida.21
La fundamentación del orden jurídico es el efecto esencial de la unidad
jerárquica del mismo.
Kelsen figura a través de la que denomina pirámide jurídica, la autoridad que
posee la norma fundamental hipotética (la Constitución) para dar validez a todo el
sistema jurídico.
Éste concepto podría ser expresado por medio del siguiente esquema, teniendo
en cuenta la estructura del orden jurídico argentino:
19
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
Conf. Kelsen, Hans, Teoría Pura del Derecho, Editorial Eudeba, Buenos Aires, 1960.
20
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
Conf. Kelsen, Hans, Teoría Pura del Derecho, Editorial Eudeba, Buenos Aires, 1960.
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
21
Conf. Kelsen, Hans, Teoría Pura del Derecho, Editorial Eudeba, Buenos Aires, 1960.
11
C.N.
T.I.J.C.
Tratados Internacionales
Leyes Nacionales
Decretos
Constituciones Provinciales
Leyes Provinciales
Ordenanzas Municipales
Correspondencias:
*C.N.= Constitución Nacional. / T.I.J.C.= Tratados Internacionales con Jerarquía
Constitucional.
Cconf. Kelsen, Hans, Teoría Pura del Derecho, Editorial Eudeba, Buenos Aires, 1960.
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23
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
12
Constitución histórica y los actos cumplidos conforme a la misma, tendrán el sentido de
normas válidas.24
La función fundamental de la llamada pirámide kelseniana, es la de establecer
una gradación para el orden jurídico.
En el artículo 31 de la Constitución Nacional, la enumeración normativa es un
fiel reflejo de esta concepción positivista del Derecho (aunque luego de la reforma de
1994, la misma debe ser sometida a una interpretación correctora, que no se atenga al
modo en que se hace tal enumeración).
Pasemos ahora a la explicación del esquema en relación al orden jurídico
argentino.
La Constitución Nacional representa el grado más alto del orden jurídico
nacional.
Además de enumerar derechos, declaraciones y garantías (libertades
fundamentales), su función esencial es la de designar los órganos del Estado que tendrán
en sus manos la función de creación de normas generales que constituyen la llamada
legislación nacional, prescribiendo asimismo el contenido de ciertas leyes futuras.
Si fueran dictadas leyes contrarias al espíritu de la Constitución, las mismas
serán derogadas (inconstitucionales) acarreando la responsabilidad de los funcionarios
que participaron en su sanción y promulgación.
Como complemento fundamental de la función legisferante, la Constitución
determina también los órganos legítimos (competentes) de aplicación de las leyes.
Al ocupar el más alto grado de la jerarquía, la Constitución no puede ser
derogada ni modificada por las leyes que están en posición respecto de la misma, razón
por la cual para su reforma la misma Constitución prevé un procedimiento diferenciado
de el legislativo ordinario.
Continuando con el orden jerárquico, en el mismo bloque constitucional se
sitúan aquellos tratados internacionales que por referirse a la materia de Derechos
Humanos (complementarios de las libertades fundamentales enumeradas en la primera
parte de la Constitución).
En el siguiente grado en línea descendente, se ubican los tratados internacionales
de los que la República Argentina es parte, asignándoseles un status de superioridad
respecto de todas las leyes nacionales.
Esto es así a fin de que el Estado nacional no incurra en responsabilidad por
incumplimiento de sus compromisos internacionales por medio de su legislación
interna; como parte de un tratado asume la obligación genérica de armonizar la
legislación nacional con el contenido de los mismos.
Inmediatamente después de la Constitución y los tratados se encuentran las leyes
nacionales (normas generales de aplicación en todo el territorio de la Nación).
Estas normas son la materialización del procedimiento legislativo que determina
la Carta Magna; las mismas tendrán obligatoriedad en su aplicación por las autoridades
judiciales y administrativas.
En sentido formal estas son las normas generales creadas con forma de ley por el
Congreso de la Nación, a través de los procedimientos de votación y publicación
(difusión pública que les otorga vigencia) específicos.
Es importante destacar que la aplicación de estas normas generales a través del
órgano judicial, también tiene una función creadora de normas individuales para los
casos específicos.
24
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
13
La función reglamentaria del Poder Ejecutivo (tanto nacional como los
provinciales), crea normas derivadas de las leyes que reciben el nombre de Decretos, los
cuales poseerán validez en cuanto se ajusten a lo previsto en las leyes a las cuales
complementan con el fin de operativizarlas.
En el ámbito de la legislación provincial, que forma el grado inferior en el orden
jurídico nacional, se repite la misma relación jerárquica expresada respecto de la
Constitución Nacional y las leyes nacionales dictadas en su consecuencia.
El orden jurídico nacional, sus leyes, son obligatorias para todos los habitantes
del territorio argentino, sean estos ciudadanos o extranjeros.
Esto es consecuencia del principio de obligatoriedad impuesto por la seguridad
jurídica que brinda el Estado.
El criterio territorial de aplicación de la Ley, está fundamentado en el
presupuesto de generalidad y uniformidad que comprende a todos aquellos que habitan
un determinado territorio; el reconocimiento de situaciones de excepción respecto de la
aplicación territorial de la Ley, implicaría una merma del poder jurisdiccional del
Estado, afectando seriamente la seguridad jurídica (efectividad de la Ley) que éste debe
garantizar. 25
En relación al tiempo, las leyes sólo serán obligatorias después de su publicación
y desde el día que ellas determinen.26
La entrada en vigencia de las mismas, se relaciona con el proceso de formación
de las leyes, en el cual se pueden distinguir tres momentos:
25
Conf. Jorge Joaquín Llambías, Código Civil Anotado, Editorial Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1978.
26
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
27
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
14
EL DERECHO Y SUS FUENTES
15
Son productos populares y espontáneos que no reconocen un autor conocido,
más que la práctica generalizada y la convicción de obligatoriedad, aceptada
mayoritariamente por la comunidad que considera que satisface (su cumplimiento) una
necesidad jurídica.28
II. Costumbre fuera de la Ley: es aquella que rige casos que no son previstos por
las normas escritas, actuando de un modo externo a la legislación pero sin
oponerse a la misma.
III. Costumbre contraria a la Ley: se denomina así a la que está en clara oposición
al Derecho legislado, pudiendo llegar a provocar la derogación (fin de la
vigencia) informal de éste. El fenómeno de derogación de la Ley por la
costumbre es el conocido con el nombre de desuetudo, creándose por la
anulación de la norma legal, una nueva. Para ser tal, se requerirá la
inobservancia generalizada de la ley por los miembros de una comunidad y por
los órganos encargados de aplicarla, lo cual la torna letra muerta.29
28
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
29
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
16
LA DOCTRINA COMO FUENTE
30
Conf. Marchi, Avellaneda, Introducción al Derecho, Editorial Norte, Buenos Aires, 1993.
17
LAS RAMAS DEL DERECHO
Esta es una de las divisiones fundamentales, tanto para la doctrina como para las
instituciones, de las normas integrantes del orden jurídico nacional.
El Derecho Privado es el que rige los actos de los particulares que son cumplidos
por su propia iniciativa y en su propio nombre y beneficio, lo cual hace que su origen y
finalidad se vea claramente dominado por el interés individual, en oposición al bien
general al que responde el Derecho Público.31
Una pauta de diferenciación histórica entre el Derecho Público y el Derecho
Privado, desde los clásicos, está dada por el hecho de que el segundo es de base
consuetudinaria (costumbre), en tanto que el primero, por tutelar el bien general, emana
del poder público del Estado, quine a través de su fuerza le da respaldo.
Con el paso de los siglos, el Derecho Privado ha ido viendo restringida su esfera
frente al Derecho Público, el cual teniendo en miras el interés superior de la sociedad en
su conjunto, le ha impuesto limitaciones para asegurar este último.
Esta tendencia ha suscitado el interés de los juristas por cuanto los preceptos del
Derecho Público, por su naturaleza imperativa, corren el riesgo de ir más allá (con fines
políticos) de lo que es su legítimo control sobre las instituciones del Derecho Privado,
poniendo en peligro las libertades de los ciudadanos.
El Derecho Público legítimamente ha intervenido en aquellas áreas del Derecho
Privado en que la protección de los más débiles lo ha requerido.
Así lo ha hecho en el campo del derecho civil, imponiendo restricciones de
orden público a la libertad de contratación de los particulares, entre acreedores y
deudores, así como en la esfera del derecho laboral, equilibrado las relaciones jurídicas
a través de la defensa de los que están en una posición de inferioridad., garantizando la
libertad de las partes.
Estas medidas no han implicado un menoscabo de la libertad de los particulares
al crear relaciones jurídicas, puesto que conservan la iniciativa y la capacidad de
configurarlas de acuerdo a sus intenciones.
Para definir al Derecho Público, ha sido importante determinar su función
respecto del Derecho Privado.
Por esto podemos decir que se trata de un conjunto de normas reguladoras del
orden jurídico relativo al accionar del Estado en su función reguladora de los actos de
las personas, cuando los mismos se desenvuelven dentro del interés general que tiene
por fin aquel, en virtud de delegación directa o inmediata del poder público por parte de
la sociedad.32
31
Conf. Cabanellas Guillermo, Diccionario Enciclopédico de Derecho, Editorial Heliasta, Buenos Aires,
1979.
32
Conf. Cabanellas Guillermo, Diccionario Enciclopédico de Derecho, Editorial Heliasta, Buenos Aires,
1979.
18
Su finalidad fundamental es lograr plenamente el bien común, estableciendo las
condiciones bajo las cuales los miembros de la comunidad pueden ejercitar sus
legítimos derechos.
El Derecho Público, de un modo diferente al Derecho Privado, considera a los
individuos como integrantes de un cuerpo social, no en forma individual.
Podría establecerse, con criterio pedagógico, una serie de distinciones
fundamentales a la hora de identificar ambas ramas del derecho33:
3. El Derecho Privado tiene por eje relaciones entre particulares que son de
independencia y mutuo consentimiento; el Derecho Público se sustancia sobre
los individuos a través de una relación de subordinación.
A pesar de estas distinciones, no hay que perder de vista de que se tratan ambos
derechos de manifestaciones de un mismo orden jurídico, siendo en verdad aspectos
diversos o modos de consideración del Derecho mismo como un todo coherente.
La distinción, las nomenclaturas que reciben cada una de estas ramas del
Derecho, es una expresión indicadora de las esferas de legitimidad del Estado y de los
particulares, reflejo del equilibrio entre intereses particulares y generales que debe
existir en todo estado de derecho (opuesto al despótico)34.
33
Conf. Cabanellas Guillermo, Diccionario Enciclopédico de Derecho, Editorial Heliasta, Buenos Aires,
1979.
34
Conf. Cabanellas Guillermo, Diccionario Enciclopédico de Derecho, Editorial Heliasta, Buenos Aires,
1979.
19