Tema III - Estudio Del Derecho
Tema III - Estudio Del Derecho
Tema III - Estudio Del Derecho
ESCUELA DE DERECHO
Empirismo jurídico es aquella doctrina que considera el Derecho como producto de las
fuerzas históricas, sociales y económicas a las que está sujeta la sociedad.
Características
No hay Derecho más que aquel que nace por conocimientos o antecedentes
conocidos por experiencia.
El sociologismo jurídico:
Es una concepción judicial del Derecho. Lo importante será la jurisprudencia y no la legislación. Los
principales factores jurídicos a tener en cuenta son los relacionados con la aplicación efectiva del
Derecho ante los tribunales. Las normas o reglas jurídicas ejercen una influencia menor sobre las
decisiones de los jueces y lo importante será su carácter y bagaje cultural, sus debilidades y
aborrecimiento, sus perjuicios, opiniones e instintos, condición y origen social e incluso su estado
de salud.
La corriente racionalista del derecho considera a la razón como única y verdadera fuente del
derecho y le resta importancia al papel que desempeña la experiencia en el método para conocer.
Esta corriente filosófico jurídica considera como único derecho válido aquél en el que según
Villoro: “ el hombre y el estado se sitúan en relación a la razón y a la naturaleza”.
El racionalismo considera al derecho desde el punto de vista de la reflexión, dejando fuera los
datos provenientes de la experiencia.
Kant hace un estudio detallado sobre el derecho, el Estado y la política en sus libros:
Principios metafísicos del derecho que junto con los Principios metafísicos de la moral
constituye la Metafísica de las costumbres (1797). Y algunas otras ideas en La paz
perpetua (1795).
El cristianismo no es una filosofía sino una religión; su fin es establecer una relación personal entre
el hombre y Dios, de acuerdo con las verdades “reveladas”. Asimismo, en el cristianismo se
considera a la moral como algo universal, ya que en la Biblia, específicamente en el Nuevo
Testamento, se describe que todos los hombres (incluso los gentiles) tienen una "ley escrita en sus
corazones",8 lo que es interpretado como una ley natural que fue dada por Dios, que es
manifestada como una moralidad innata, y que constituye la raíz espiritual de la consciencia
humana.
La actividad humana puede hallarse sujeta a obligaciones que unas veces tiene una índole
moral y otras asumen carácter jurídico. Las normas creadoras de las primeras son siempre
unilaterales; las segundas poseen estructura bilateral. Lógicamente no es posible admitir la
existencia de una regla de conducta que no pertenezca a una de las dos categorías que se
han citado.
Estas reglas de perfil equívoco pueden ser normas imperativo- atributivas que, han perdido
su estructura bilateral o por el contrario, preceptos morales que aspiran a convertirse en
reglas del derecho. Los llamados convencionalismos no constituyen, de acuerdo con lo
expuesto, una clase especial de normas, sino que pertenecen, comúnmente, al ámbito de las
obligaciones que postulan.
Los usos sociales suponen una relación entre el hombre y la divinidad, e imponen deberes
con un Dios, para consigo mismo o para sus semejantes6 .
Tales preceptos revisten necesariamente, según los casos, forma bilateral o unilateral, lo
que significa que en rigor no representa una nueva especie de normas, sino "el fundamento
sui géneris, puramente metafísico y trascendente, de un sistema regulador de la conducta
compuesto de una moral y de un derecho. Los creyentes atribuyen a los propios deberes
morales y jurídicos: sanción que se refiere al reino de ultratumba y se encuentra
representada en la tierra por los sacerdotes de la iglesia a que aquellos pertenecen.
Niega también la posibilidad de distinguir conceptualmente las normas jurídicas y las reglas
del trato social. El derecho, la moral, religión, poseen orientación análoga y tienden
siempre al logro de valores; justicia, bondad, santidad, etc.
Los conceptos culturales referidos a un valor pueden definirse a la moral como la realidad
cuyo sentido estriba en que tiene el sentido de servir a la justicia. Una idea empero a la que
el derecho social pudiera orientarse y con ello fracasa la conmensurabilidad de la moral y el
derecho, por un lado, con el decoro social.
El decoro social no puede coordinarse a los otros conceptos culturales carece de sitio en el
sistema de los conceptos de la cultura.