Bolilla 25 Medidas Cautelares
Bolilla 25 Medidas Cautelares
Bolilla 25 Medidas Cautelares
BOLILLA 25
MEDIDAS CAUTELARES
Concepto
Se denominan cautelares o precautorias a las medidas adoptadas en el curso de un proceso o
antes de su iniciación, para resguardar bienes o pruebas, o para mantener o modificar la
situación de hecho o derecho existente en la oportunidad en que son decretadas, o para
amparar la integridad de personas, o proveer a la satisfacción de algunas de sus necesidades
urgentes, con la finalidad de garantizar el cumplimiento de una sentencia potencialmente
favorable a los beneficiarios de las mismas.
Finalidad
Las medidas cautelares tienden a impedir que durante el lapso que, inevitablemente transcurre
entre la iniciación de un proceso y el pronunciamiento de la decisión final, sobrevenga
cualquier circunstancia que imposibilite o dificulte su ejecución, tornando inoperante el
despliegue de la actividad jurisdiccional.
Caracteres
Se decretan sin oír previamente a la parte contraria (inaudita altera pars) (art. 198, 1°
párrafo, CPCCN). El juez funda su decisión en los hechos que el peticionario afirma y acredita
sumariamente; Esto se justifica por la propia finalidad del instituto, esto es, asegurar el derecho
de quien lo solicita y evitar que la potencial sentencia se torne inoperante. Caso contrario,
estaría en manos del presunto deudor la posibilidad de frustrarlas, verbigracia, vendiendo u
ocultando el bien que ha de ser embargado o secuestrado.
Por ello se afirma que no se produce una violación a la garantía del debido proceso, sino una
postergación o aplazamiento temporal de su vigencia, en tanto la parte perjudicada podrá
hacerse oír mediante la articulación de los recursos de reposición o apelación (art. 198, 3°
párrafo, CPCCN).
Son provisionales. Una vez ordenadas, el juez, mediante el recurso de reposición y al oír a
la contraria, puede revocar su decisión; lo mismo puede hacer la Cámara si el afectado recurre
en apelación (art. 198, 3° párrafo, CPCCN). También puede ser modificada la medida o dejada
sin efecto en cualquier momento del proceso si cambian las circunstancias que se tuvieron en
cuenta al decretarla (arts. 202 y 203, CPCCN). A la inversa, la denegatoria inicial no impide
que se la decrete posteriormente si varían los hechos o se completan los requisitos para su
procedencia.
Son mutables o flexibles. Según el art. 203 del CPCCN, cuando la medida no cumpla
adecuadamente la función de garantía a que está destinada, el acreedor podrá pedir su
ampliación, mejora o sustitución. El deudor, a su turno, podrá requerir la sustitución de la
medida por otra que le resulte menos perjudicial, siempre que garantice suficientemente el
derecho del acreedor. Podrá, asimismo, pedir la sustitución por otros bienes de igual valor, o la
reducción del monto por el cual la medida precautoria ha sido trabada, si correspondiere. El
pedio tramitará por vía incidental.
Son accesorias o instrumentales. Las medidas cautelares no son autónomas, sino
subordinadas por la existencia de un proceso principal, al que sirven, garantizando la
efectividad de su resultado. No tienen un fin por sí mismas, sino que están ineludiblemente
emparentadas al dictado de una ulterior sentencia, cuyo efectivo cumplimiento aspiran a
garantizar. Este carácter, provoca las siguientes consecuencias:
Prevén un plazo de caducidad: “Se producirá la caducidad de pleno derecho de las
medidas cautelares que se hubieren ordenado y hecho efectivas antes del proceso, si
tratándose de obligación exigible no se interpusiere la demanda dentro de los diez días al de
su traba” (art. 207, CPCCN).
Debido a que lo secundario sigue la suerte del principal, finalizado el proceso al que
accede, la medida cautelar se extingue.
El conocimiento jurisdiccional para decretarlas es en grado de apariencia, no de
certeza. El juez se limita a verificar la apariencia o verosimilitud del derecho invocado (también
llamado fumus bonis iuris “humo de buen derecho”) y el peligro en la demora.
No producen los efectos de la cosa juzgada material, no causan instancia y su
acogimiento no configura prejuzgamiento.
No constituyen actos de impulso procesal.
Son de ejecutabilidad inmediata. Los recursos contra las medidas cautelares se conceden
con efecto devolutivo y ningún incidente planteado por el destinatario de la medida podrá
detener su cumplimiento (art. 198, CPCCN).
Competencia
En virtud de la accesoriedad o instrumentalidad que caracteriza a las medidas cautelares, es
competente para conocer sobre ellas el magistrado que deba intervenir en el proceso principal
(art. 6º, inc. 4º, CPCCN).
Asimismo, los jueces deben abstenerse de decretarlas cuando las causas no fueren de su
conocimiento (art. 196, 1° párrafo, CPCCN). No obstante, la medida ordenada por un juez
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incompetente, será válida cuando haya sido dispuesta de conformidad a las demás
prescripciones establecidas por la ley, sin que ello implique prorrogar su competencia (art. 196,
2° párrafo, CPCCN).
Legitimación
Las medidas cautelares sólo pueden ser decretadas a solicitud y en contra de quien es o será
parte del proceso.
En principio, no pueden afectar a terceros ajenos a la litis. Los terceros perjudicados por una
resolución cautelar tienen legitimación para interponer en su contra los recursos legales
pertinentes, y cuando se hayan afectado bienes que les pertenecen o sobre los que ostentan
mejor derecho, cuentan con el camino de las tercerías (arts. 97 a 104, CPCCN) o aún el
levantamiento sin tercería (art. 104, CPCCN).
También se reconoce legitimación a los abogados y peritos cuando, convertidos en acreedores
de sus honorarios, soliciten medidas tendentes a garantizar la cancelación de sus créditos.
Información sumaria
Según el art. 195, 2° párrafo, del CPCCN, el escrito a través del cual se solicite una medida
cautelar deberá expresar:
a) el derecho que pretende asegurar;
b) la clase de medida requerida (vgr., embargo, secuestro, etc.);
c) la disposición de la ley en que se funde (lo que no es imprescindible desde que iura novit
curia) y,
d) el cumplimiento de los requisitos correspondientes (vale decir, la verosimilitud o
probabilidad del derecho invocado y el peligro en la demora).
Las actuaciones que se formen con motivo de esa presentación (denominadas “información
sumaria”) permanecerán reservadas (y no a la vista de la contraria) hasta el dictado y posterior
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Notificación
Según el art. 198, 2° párrafo del CPCCN, una vez trabada la medida, “si el afectado no
hubiese tomado conocimiento de ella con motivo de la ejecución, se le notificará
personalmente o por cédula dentro de los tres días; quien la hubiese obtenido será
responsable de los perjuicios que irrogase la demora”.
Esta responsabilidad es independiente de la prevista para el caso de que se demuestre que el
requirente abusó o se excedió en el derecho que la ley le otorga para obtenerla. Vale decir que
en el supuesto de falta de notificación oportuna, el peticionario debe responder por los
perjuicios ocasionados, con independencia de la suerte que en definitiva tenga en el proceso;
así, por ejemplo, si por desconocimiento de la traba de un embargo o inhibición, el afectado
promete en venta un bien, los daños que ello pueda ocasionar son a cargo de la parte a cuyo
pedido se trabó la medida, quien debe arbitrar los medios para que se efectúe la notificación en
el plazo establecido.
Recursos
Según el art. 198, 3° y 4° párrafo del CPCCN, “La providencia que admitiere o denegare
una medida cautelar será recurrible por vía de reposición; también será admisible la
apelación, subsidiaria o directa. El recurso de apelación, en caso de admitirse la medida,
se concederá con efecto devolutivo”.
*Devolutivo significa que el trámite del recurso no suspenderá la ejecución de lo dispuesto en
la resolución de medida cautelar.
FORMA DE LA TRABA
Art. 213. - En los casos en que deba efectuarse el embargo, se trabará en la forma prescripta
para el juicio ejecutivo. Se limitará a los bienes necesarios para cubrir el crédito que se
reclama y las costas.
Mientras no se dispusiere el secuestro o la administración judicial de lo embargado, el deudor
podrá continuar en el uso normal de la cosa.
MANDAMIENTO
Art. 214. - En el mandamiento se incluirá siempre la autorización para que los
funcionarios encargados de ejecutarlo soliciten el auxilio de la fuerza pública y el
allanamiento de domicilio en caso de resistencia, y se dejará constancia de la habilitación
de día y hora y del lugar.
Contendrá, asimismo, la prevención de que el embargado deberá abstenerse de cualquier acto
respecto de los bienes objeto de la medida, que pudiere causar la disminución de la garantía
del crédito, bajo apercibimiento de las sanciones penales que correspondieren.
SUSPENSION
Art. 215. - Los funcionarios encargados de la ejecución del embargo sólo podrán suspenderlo
cuando el deudor entregue la suma expresada en el mandamiento.
DEPOSITO
Art. 216. - Si los bienes embargados fuesen muebles, serán depositados a la orden judicial;
pero si se tratase de los de la casa en que vive el embargado y fuesen susceptibles de
embargo, aquél será constituído en depositario de ellos, salvo que, por circunstancias
especiales, no fuese posible.
OBLIGACION DEL DEPOSITARIO
Art. 217. - El depositario de objetos embargados a la orden judicial deberá presentarlos dentro
del día siguiente al de la intimación judicial.
No podrá eludir la entrega invocando el derecho de retención.
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SECUESTRO
Concepto: se denomina secuestro a la medida cautelar en cuya virtud se desapodera a una
persona de una cosa litigiosa o embargada o de un documento que tiene la obligación de
presentar o restituir.
A diferencia del embargo, en el cual el bien permanece en poder del deudor, quien puede
utilizarlo, la cosa secuestrada no puede ser usada y queda en manos de un tercero que oficia
de depositario o, eventualmente, bajo la custodia del órgano judicial. Además, el secuestro
recae únicamente sobre muebles o semovientes, mientras que el embargo procede respecto
de cualquier cosa, mueble o inmueble, e incluso posesiones inmateriales susceptibles de
valoración económica.
PROCEDENCIA
Art. 221. - Procederá el secuestro de los bienes muebles o semovientes objeto del juicio,
cuando el embargo no asegurare por el derecho invocado por el solicitante, siempre que se
presenten instrumentos que hagan verosímil el derecho cuya efectividad se quiere garantizar.
Procederá, asimismo, con igual condición, toda vez que sea indispensable proveer a la guarda
o conservación de cosas para asegurar el resultado de la sentencia definitiva.
El juez designará depositario a la institución oficial o persona que mejor convenga; fijará su
remuneración y ordenará el inventario, si fuese indispensable.
INTERVENCION JUDICIAL
Concepto: se denomina intervención judicial a la medida cautelar en cuya virtud una persona
designada por el juez en calidad de auxiliar externo de éste, interfiere en la actividad
económica de una persona, física o jurídica, sea para asegurar la ejecución forzada de una
obligación o para impedir que se produzcan alteraciones perjudiciales al estado de los bienes.
INTERVENTOR RECAUDADOR
Art. 223. - A pedido de acreedor y a falta de otra medida cautelar eficaz o como complemento
de la dispuesta, podrá designarse a UN (1) interventor recaudador, si aquélla debiere recaer
sobre bienes productores de rentas o frutos. Su función se limitará exclusivamente a la
recaudación de la parte embargada, sin ingerencia alguna en la administración.
El juez determinará el monto de la recaudación, que no podrá exceder del CINCUENTA POR
CIENTO (50 %) de las entradas brutas; su importe deberá ser depositado a la orden del
juzgado dentro del plazo que éste determine.
INTERVENTOR INFORMANTE
Art. 224. - De oficio o a petición de parte, el juez podrá designar UN (1) interventor informante
para que dé noticia acerca del estado de los bienes objeto del juicio o de las operaciones o
actividades, con la periodicidad que se establezca en la providencia que lo designe.
DISPOSICIONES COMUNES A TODA CLASE DE INTERVENCION
Art. 225. - Cualquiera sea la fuente legal de la intervención judicial y en cuanto fuere
compatible con la respectiva regulación:
1) El juez apreciará su procedencia con criterio restrictivo; la resolución será dictada en la
forma prescripta en el artículo 161.
2) La designación recaerá en persona que posea los conocimientos necesarios para
desempeñarse atendiendo a la naturaleza de los bienes o actividades en que intervendrá;
será, en su caso, persona ajena a la sociedad o asociación intervenida.
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ANOTACION DE LITIS
Concepto: se denomina anotación de litis a la medida cautelar que tiene por objeto asegurar
la publicidad de los procesos relativos a bienes inmuebles o muebles registrables, frente a la
eventualidad de que las sentencias que en ellos recaigan hayan de ser opuestas a terceros
adquirentes del bien litigioso a cuyo favor se constituya un derecho real sobre éste.
Art. 229. - Procederá la anotación de litis cuando se dedujere una pretensión que pudiere tener
como consecuencia la modificación de una inscripción en el Registro correspondiente y el
derecho fuere verosímil. Cuando la demanda hubiere sido desestimada, esta medida se
extinguirá con la terminación del juicio. Si la demanda hubiese sido admitida, se mantendrá
hasta que la sentencia haya sido cumplida.
PROHIBICION DE INNOVAR
Concepto: se denomina prohibición de innovar a la medida cautelar tendiente a impedir la
modificación, mientras dura el proceso, de la situación de hecho o derecho existente (o
preexistente) al momento de su decreto. Es una orden judicial de no realizar actos físicos o
jurídicos que alteren la situación de hecho o de derecho existente o preexistente al tiempo de
la promoción del pleito, cuando la ejecución de tales actos podría tornar ilusoria la sentencia,
convirtiendo su ejecución en ineficaz o imposible.
Art. 230. - Podrá decretarse la prohibición de innovar en toda clase de juicio siempre que:
1) El derecho fuere verosímil.
2) Existiere el peligro de que si se mantuviera o alterara, en su caso, la situación de hecho o
de derecho, la modificación pudiera influír en la sentencia o convirtiera su ejecución en ineficaz
o imposible.
3) La cautela no pudiere obtenerse por medio de otra medida precautoria.
PROHIBICION DE CONTRATAR
Constituye una especie del género “prohibición de innovar” y por su intermedio se tiende a
asegurar que, frente a una situación concreta, la parte perjudicada se abstenga de contratar.
Art. 231. - Cuando por ley o contrato o para asegurar, la ejecución forzada de los bienes objeto
del juicio, procediese la prohibición de contratar sobre determinados bienes, el juez ordenará la
medida. Individualizará lo que sea objeto de la prohibición, disponiendo se inscriba en los
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Art. 232. - Fuera de los casos previstos en los artículos precedentes, quien tuviere fundado
motivo para temer que durante el tiempo anterior al reconocimiento judicial de su derecho, éste
pudiere sufrir un perjuicio inminente o irreparable podrá solicitar las medidas urgentes que,
según las circunstancias, fueren más aptas para asegurar provisionalmente el cumplimiento de
la sentencia.
NORMAS SUBSIDIARIAS
Art. 233. - Lo dispuesto en este capítulo respecto del embargo preventivo es aplicable al
embargo ejecutivo, al ejecutorio, y a las demás medidas cautelares, en lo pertinente.
*El embargo ejecutivo es una especie de embargo preventivo, pero fundado en un título que no
requiere demostrar la verosimilitud del derecho, ni el peligro en la demora. No requiere
contracautela y, además, no puede ser dejado sin efecto durante el juicio (art. 531).
*El embargo ejecutorio es el que se efectúa para la realización práctica de la sentencia (en el
procedimiento de ejecución de sentencia). A diferencia del preventivo y ejecutivo, que son
voluntarios, éste es necesario. No requiere tampoco demostrar la verosimilitud del derecho, ni
el peligro en la demora (art. 501 y sgtes.).