Vol1 Modulo3
Vol1 Modulo3
Vol1 Modulo3
Alan Moore
Citación recomendado:
Moore, Alan. 2009. Manual para Capacitación de Guardaparque (volumen I). Modulo
3: Manejo de los Recursos Naturales. Centro para el Manejo y Capacitación en Áreas
Protegidas. Colorado State University. 58 pp.
Agradecimientos:
Gracias al apoyo de la Oficina de Programas Internacionales del Servicio Forestal de los
Estados Unidos por su apoyo financiero y técnico en la elaboración de este documento.
Además queremos agradecer los siguientes individuos quienes han contribuido para que
este documento sea una realidad: Alan Moore, Craig MacFarland, Ryan Finchum, Clyde
Stonaker, Jim Wurz, George Wallace, Carlos Arevalos, Larry Lechner, Michael Olwyler,
Valerie Miller, Alex Moad, Liz Mayhew, Andrea Santy, Andrea von der Ohe, Edgar
Rivera, Alonso Jaramillo, Bolier Torres, David Zapata, Gildo Velasco, Hector Perion,
Jaime Viracucha, Laura Altamirano, Mariano Pinta, Oracio Quimbiurco Simbana, Orfa
Rodriguez, Wilson Rojas, Luis Martinez, Isidro Gutiérrez, Diana Castellanos, Andrea
Bastos, Carmen Candelo, Sandra Esguerra, Nicolas Garzon, Beatriz Gomez, Maria
Mercedes Medina, Tomas Estevez, Sandra Valenzuela, Claudia Figallo, Fernando Ghersi,
Jacqueline Ramírez, Billy Huggard-Caine, Eduardo de la Cadena, Luis Alfaro Lozano,
Rodolfo Vasquez, Cesar Laura Contreras, William Romani, Javier Narvaez, Juan Salvani,
Anibal Escobal, Walter Weinstrecher, Joachim Boehnert, Francisco Soto, Jose Ignacio,
Americo, Garcia, Mirian Alban, Miryan Garcia, Marita Diaz, Javier Icochea, Leyla
Arevalo, Marlene Avalos, Rober Salvatierra, Ivan Arnold, Fernando Ayala, Rob Wallace,
Guido Ayala, Marcelo Arce, Lilian Painter, Carlos Salazar, Jose Manuel Cueller, Ebelio
Romay, Daniel Mendia Tovias, Alfredo Chacon, Jose Manuel Pinto, Carl Davis, Henry
McLaughlin, y Julie Orwick.
1
MODULO 3: MANEJO DE LOS RECURSOS NATURALES
TABLA DE CONTENIDO
TEMA PAGINA
INTRODUCCION…………………………………………………………… 3
Lección 1: INTRODUCCIÓN AL MANEJO DE RECURSOS
NATURALES ……………………………………….……… 10
Lección 2: MANEJO DE RECURSOS NATURALES ESPECÍFICOS… 18
Lección 3: LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y LAS ÁREAS
PROTEGIDAS ……………………………………………… 33
Lección 4: EL MONITOREO DE CONDICIONES EN LAS ÁREAS
PROTEGIDAS ………………….…………………………... 44
2
INTRODUCCIÓN
El documento responde a una necesidad sentida por los diferentes países de la región
respecto a la escasa capacitación disponible para su personal de las áreas protegidas en
general, pero especialmente para el nivel de guardaparques. El documento presenta
materiales de capacitación orientados hacía esta región y específicamente hacia el nivel
de los guardaparques. Tiene un enfoque en la auto capacitación de los guardaparques
debido a las dificultades económicas para unir a los grandes números de guardaparques
para capacitación en grupo, y los problemas presentados para una efectiva comunicación,
transporte y logística en general que afectan a las áreas protegidas, los cuales
obstaculizan esfuerzos tradicionales de capacitación. La auto capacitación también
presenta mayores posibilidades para una capacitación inicial y enfocado hacía nuevos
guardaparques. Los materiales se presentan en tres volúmenes diferentes para que se
pueda trabajar en forma de capacitación a distancia con un encargado de capacitación.
Con este esfuerzo los diferentes países están reconociendo la gran importancia de contar
con personal capacitado que diariamente debe enfrentar una multitud de problemas y
diversas situaciones, algunas propias de su región y otros tópicos para funcionarios de
casi cualquier area protegida. Se espera que con estos materiales y con la coordinación y
activa participación de un profesional encargado de participación en cada país, se inicie
(o que se refuerce) un proceso de “profesionalización” de los guardaparques, es decir,
que los guardaparques sean capacitados para cumplir un cargo reconocido y valorado,
dentro del esquema administrativo nacional y en general por la población de cada país.
Este documento es diseñado para ser usado por dos grupos de funcionarios de áreas
protegidas (APs):
3
coordinador o director del programa de capacitación. En algunos casos, existen
funcionarios encargados de capacitación para regiones o distritos nacionales. Para
propósitos de este manual, los mismos Jefes de Área Protegida pueden
desempeñar la función de coordinador capacitación para sus guardaparques, bajo
la supervisión de un Coordinador de Capacitación para el sistema, si es que hay
uno.
En la elaboración de los materiales se tuvo que tomar en cuenta que existe mucha
variabilidad en el nivel educativo de los guardaparques y también en sus funciones.
Algunos de los guardaparques tienen poca educación formal, mientras otros tienen
cumplida la educación secundaria y hasta algún nivel universitario.
Los materiales utilizados por los guardaparques para auto capacitarse deben ser usados
bajo la dirección de un supervisor/coordinador de capacitación. Los materiales están
divididos en cinco Módulos:
En cada Módulo se presenta una serie de Lecciones sobre un tema general. Cada lección
está diseñada para que un guardaparque puede leer y aprender el material, en la mayoría
de los casos sin la intervención de un instructor. Sin embargo, se tiene que reconocer que
cualquier aporte adicional que refuerce y oriente al guardaparque en sus esfuerzos por
aprender los materiales aumentará su comprensión del tema. De ser posible, la auto
capacitación debe ser complementada por un programa activo de charlas, discusiones y
actividades organizadas por el coordinador, para las cuales los guardaparques
4
capacitándose deben reunirse en algún punto central. Por lo tanto, se presenta un Manual
aparte para uso de capacitadores/instructores que presenta actividades y otros materiales
que refuerzan el contenido del Manual para Guardaparques.
Es muy probable que los guardaparques no vayan a recibir todos los materiales de golpe,
sino al ritmo que el coordinador considere apropiado, según un programa que haya
elaborado.
• leerlo cuidadosamente;
• tomar notas de los puntos que necesitan discusión o clarificación;
• discutir con sus compañeros el contenido de las lecciones asignadas;
• pensar en otros materiales que serán interesantes para complementar lo
recomendado;
• con sus compañeros, o solo, realizar las actividades indicadas;
• tomar la Auto evaluación ubicada al final de cada lección; (hay una
CLAVE de las respuestas correctas para las Auto evaluaciones ubicada al
5
final del volumen para los Coordinadores de Capacitación).
• participar activamente en las discusiones y otras actividades que haya
organizado el coordinador. Es imprescindible que los guardaparques
participen activamente en todo aspecto del programa, ofreciendo sus
opiniones, ideas y experiencias. El eje central de la
capacitación/educación de adultos es que sus experiencias deben constituir
punto de partida para el aprendizaje de nuevos conceptos y conocimientos.
TABLA DE CONTENIDO
6
Lección 7: Las Relaciones Humanas y Técnicas de Relacionamiento con Poblaciones
Locales
Lección 8: La Participación del Público y el Manejo de Conflictos
REFERENCIAS UTILIZADAS
Campos Rozo, Claudia; Ulloa, Astrid; Rubio Torgler, Heidi. 1996. Manejo de Fauna
con Comunidades Rurales. Fundación Natura. Bogotá, Colombia.
7
Candelo, Carmen; Ortiz, Gracia Ana; Unger, Barbara; 2003. Hacer Talleres: Una Guía
Práctica para Capacitadores, WWF- Colombia, Cali, Colombia.
Centro de Datos para la Conservación. Varios años y ediciones. Amigo Guarda: Boletín
para los Guardaparques del Perú. Universidad Nacional Agraria la Molina.
Lima, Perú.
Ham, Sam. 1992. Interpretación Ambiental: Una Guía Práctica para Gente con
Grandes Ideas y Presupuestos Pequeños. North American Press, Golden,
Colorado, USA.
Jervis, Maria Helena, Mosquera Gustavo y Maiguashca Bernardo. 2001. Manual del
Guardaparque Comunitario. Fundación Antisana, Proyecto Biorreserva del
Condor, Quito, Ecuador.
Moore, Alan (editor). 1993. Manual para la Capacitación del Personal de Áreas
Protegidas. (Segunda edición). National Park Service; Washington, D.C. USA.
Moore, Alan. (editor). 1993. Mejorando Nuestra Habilidad para Capacitar: Una
Guía para Capacitadores de Personal de Áreas Protegidas. National Park
Service, Washington, D.C. USA.
8
Moran, Emilio F. 1993. 1993. La Ecología Humana de los Pueblos de la Amazonía.
Fondo de Cultura Económica, México, D.F.
Plotkin, Mark; Famolare, Lisa (editores). 1992. Sustainable Harvest and Marketing of
Rain Forest Products. Conservation International. Island Press, Washington
D.C. USA.
Rojas U., Martha; Castaño U., Carlos.1990. Áreas Protegidas de la Cuenca del
Amazonas. INDERENA, Red Latinoamericana de Cooperación Técnica en
Parques Nacionales, Otras Áreas Protegidas, Flora y Fauna Silvestres; Tratado de
Cooperación Amazónica. Bogotá.
Ruiz, M., Lucy. (compiladora). 1991. Amazonía Nuestra; Una Visión Alternativa.
CEDIME, Quito, Ecuador.
9
MODULO 3: MANEJO DE LOS RECURSOS NATURALES
LECCIÓN 1
♦ INTRODUCCIÓN
Dentro de las áreas protegidas existen muchos recursos naturales y culturales. El manejo
de estos recursos es lo que hace el personal del área protegida para cumplir con los
objetivos establecidos para el área. Se necesita “manejar” los recursos para asegurar que
estos reciban el trato que se necesita, y no un trato que los acabaría o estaría en contra de
los objetivos del área.
En esta lección, vamos a ver los diferentes tipos de manejo posibles y la función de los
guardas al respecto.
♦ OBJETIVOS A CUMPLIRSE
2. Definir los factores que determinan cómo se manejan los recursos naturales de un
área protegida.
3. Listar por lo menos cuatro formas en que se manejan los recursos naturales.
♦ PRESENTACIÓN
La finalidad de las áreas protegidas es lograr que sus recursos naturales y culturales
reciben un tratamiento de acuerdo con los objetivos de manejo establecidos para el área.
Recurso natural: Algún elemento de la naturaleza que tenga utilidad para el ser humano.
Por ejemplo: árboles maderables, peces comestibles de río, plantas medicinales, petróleo.
Los elementos que por el momento no tienen un uso, no son recursos naturales, aunque
con el tiempo, avances en tecnología y en el conocimiento humano puedan convertir
10
estos elementos en recursos utilizables, es decir, recursos naturales. Sin embargo,
cualquier recurso tiene algún utilidad directa o indirectamente en beneficio de la
humanidad, así que esta definición puede resultar un tanto confusa para algunos.
Por manejo, queremos decir las actividades de los seres humanos, (en el caso de las áreas
protegidas, de los guardaparques y demás personal) que intentan mantener la cantidad y
la calidad de un determinado recurso en un nivel que permita su aprovechamiento
sostenible a largo plazo.
11
1.4 Concepto de Sustentabilidad (Tomado de Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza,
1991: CUIDAR LA TIERRA.)
Sin embargo, cuando las personas califican de sostenible una actividad, lo hacen a partir
de lo que saben en ese momento. No puede existir una garantía de sustentabilidad a largo
plazo, porque sigue habiendo muchos factores desconocidos o imprevisibles. La
enseñanza que sacamos al respecto es la siguiente: hay que limitarse en las acciones que
podrían afectar al medio ambiente, estudiar detenidamente los efectos de dichas acciones
y aprender rápidamente de los errores cometidos.
12
2.0 FACTORES QUE INFLUYEN EN LA DETERMINACIÓN DEL TIPO DE
MANEJO
a) la situación actual de los recursos naturales del área protegida de que se trate.
Cada área es diferente y por lo tanto tiene diferentes recursos y diferentes
necesidades de manejo. ¿Qué son los recursos naturales y cuál es su situación? Si
los recursos han sido objeto de una explotación previa, el manejo quizás sería
orientado hacia su recuperación. En el caso de recursos naturales que se
encuentran en una situación prácticamente prístina, dentro de un parque nacional,
su manejo se enfocaría hacia su protección, procurando que se mantengan en su
estado actual.
La categoría de manejo orienta el "porqué" del manejo de los recursos naturales en las
áreas protegidas: protección de especies o ecosistemas representativas o en peligro de
extinción; manutención de un paisaje escénico; provisión de sitios para uso recreativo;
protección de cuencas hidrográficas; y fomento de un especie de fauna o flora para su
explotación racional.
Estos tres factores: situación actual, objetivos del área protegida, y la categoría de manejo
13
son interrelacionados y no deben son considerados aisladamente. Normalmente, la
situación de los recursos influye en la categoría de manejo del AP, y luego en sus
objetivos de manejo.
ESTRATEGIAS
SITUACIÓN DE CATEGORÍA DE OBJETIVOS DE Y ACCIONES
LOS RECURSOS MANEJO DEL MANEJO DEL AP DE MANEJO
NATURALES ÁREA PROTEGIDA EN EL AP
♦ ACTIVIDADES
14
♦ AUTOEVALUACIÓN
2. Cualquier manejo de recursos naturales en las áreas protegidas debe procurar ser
sostenible a largo plazo. ( )
10. Las especies en peligro de extinción son aquellas que desaparecerán de un lugar
geográfico (que puede ser el mundo entero) si no tomamos acciones de manejo
para evitar que desaparezcan. ( )
15
LECTURA COMPLEMENTARIA
1. Especie exótica: Una especie, de flora o fauna, que ha sido introducida por el
hombre en un ambiente nuevo, y que tiene éxito reproductivo en ese ambiente.
También se llaman especies introducidas.
3. Especie nativa: Una especie que habita una zona o región y que no fue
introducida por el hombre; también viven en otras regiones. Puede haber llegado
hace poco tiempo pero por sus propios medios. También se llaman especies
indígenas.
8. Recurso natural: Algún elemento de la naturaleza que tenga utilidad para el ser
humano.
16
11. Especies amenazadas: Aquellas especies de fauna y flora cuyas poblaciones se
encuentran con dificultades para poder continuar existiendo, pero con protección
pueden recuperar su situación normal.
13. Sucesión: Es una serie de fases del crecimiento de la vegetación, cuya estructura
y composición se hace cada vez más complicada. El término se aplica a la
comunidad vegetal, y no al crecimiento de los individuos. A medida que la
comunidad vegetal se desarrolla, también ocurren cambios en la comunidad
animal que habita el área. Además, el suelo también se desarrolla y este
fenómeno constituye uno de los cambios ambientales más notables durante la
sucesión. Por lo tanto la sucesión involucra un amplio desarrollo del ecosistema
en una área determinada.
(Fuentes de Información: 1) Moore, Alan (editor). 1993. Manual para la Capacitación del Personal de Areas Protegidas.
(Segunda edición). National Park Service; Washington, D.C. USA. y 2) Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP). 1990 (?).
Manual del Guardarecursos. Ciudad de Guatemala, Guatemala.
17
MODULO 3: MANEJO DE LOS RECURSOS NATURALES
♦ INTRODUCCIÓN
En la Lección 1 de este Módulo, hemos aprendido sobre los recursos naturales en general
y porque los tenemos que manejar en las APs. En esta lección vamos a ver como
podemos manejar recursos naturales más específicos: hábitat, fauna, flora y agua.
Obviamente, el manejo específico de un recurso dependerá de las condiciones especiales
de cada AP, y de una evaluación científica de sus situación. Es difícil pensar en un AP
que no requerirá manejo de recursos naturales de algún tipo.
♦ OBJETIVOS A CUMPLIRSE
♦ PRESENTACIÓN
Manejo de Habitat
- evitar quemas
- usar las quemas controladas
- proveer para la colección de leña
- proveer para la explotación de madera
- producción de agua
- controlar el flujo de agua
- mantener o favorecer ciertos recursos genéticos
- mantener, favorecer o concentrar ciertas especies de fauna o flora (endémicas,
en peligro de extinción, para uso local, etc.)
- proteger los suelos (evitar la erosión)
- favorecer la investigación en apoyo del desarrollo rural
18
- proteger a los visitantes (eliminación de árboles peligrosos en áreas de uso
público).
- obtener otros productos forestales: nueces, caucho, tintas etc.
19
-limpieza y control de acceso a basura
20
2.1 Actividades de Manejo
21
22
23
3.0 Manejo de Agua y Cuencas Hidrográficas
Una cuenca hidrográfica es la superficie terrestre drenada por un río principal y sus varios
tributarios. Con una mirada a un mapa topográfica, es fácil delinear el área de una
cuenca. Casi todas las APs cuentan con una o algunas cuencas. Casi todas las cuencas
tienen alguna importancia para una ciudad u otra población humana. Algunas APs han
sido creadas con el objetivo principal de proteger una cuenca hidrográfica. Un ejemplo es
el Parque Nacional Guatopo de Venezuela. El mal manejo de una cuenca puede permitir
la deforestación y la erosión de suelos, los cuales pueden causar que se reduzca la
cantidad de agua producida, y que el agua sea de mala calidad. Entre las razones para
manejar bien una cuenca hidrográfica están:
24
3.2 Manejo de Agua para Hábitat
25
26
♦ ACTIVIDADES
1. Piense en su AP y los varios tipos y zonas de vegetación. ¿Existe algún tipo de
manejo para algunas zonas de esta vegetación? ¿Cuáles son los objetivos que
tiene el manejo de esta vegetación? ¿Cuáles son los medios o medios utilizados
para el manejo, y los resultados? ¿Es el manejo sostenible a largo plazo?
2. Con el asesoramiento del Coordinador de Capacitación, diseñe un proyecto de
manejo de vegetación para su AP, de acuerdo con sus objetivos de manejo, y que
detalle los medios a usar, los resultados deseados, y si es factible con los recursos
financieros y de personal disponibles. Cómo se va a evaluar si los resultados son
los esperados? Cuáles serían los impactos sobre otros recursos?
3. En un mapa de su AP, identifique una cuenca cercana, y dibuje una línea que defina
su superficie; realice una gira para que observar y detallar todos los factores que
influyen - en forma positiva o negativa - en la cantidad y calidad del agua que
produce la cuenca identificada. Hacer una lista de los métodos que utilizaría para
mejorar la situación. Asegure que al elaborar los objetivos que persigue su proyecto,
que se tomen en cuenta las necesidades de las personas que utilizan el agua.
27
♦ AUTOEVALUACIÓN
5. El “no hacer nada” no puede ser incluido como una opción para el manejo de una
especie de flora. ( )
28
LECTURA COMPLEMENTARIA #1
(Esta es la introducción de un documento preparado para el Taller sobre Manejo de Fauna Silvestre para el desarrollo rural en
América Latina, que fue realizado en Lima en noviembre de 1,987. El Taller, que contó con la participación de numerosos
especialistas regionales, se orientó al desarrollo de una guía de manejo.
Fue auspiciado por la Oficina Regional de FAO para América Latina y el Caribe (Santiago, Chile) dentro de las actividades de la
Red de Parques Nacionales, otras Áreas Protegidas, Flora y Fauna Silvestre.)
Desde los inicios de la presencia del hombre en las Américas, la fauna ha sido una fuente
considerable de sustento. Los hombres de Tierra de Fuego, por ejemplo, pudieron subsistir
gracias a sus estrecha relación con una especie como el guanaco (Lama guanicoe).
Además, ninguna otra región zoológica supera la diversidad de especies que alberga el
Neotrópico. Sin embargo, a pesar de la intervención de la fauna silvestre en la evolución
de los pueblos americanos y el desarrollo de su cultura, es relativamente poco lo que se ha
hecho por profundizar su conocimiento.
Tal como lo señala Dourojeanni (1980), la fauna neotropical es, globalmente, la menos
conocida en el planeta, especialmente los invertebrados, de los cuales quizás hasta el 80 por
ciento no esté descrito. En el caso de las aves y mamíferos, se sabe que el 85 y el 82 por
ciento de las especies, respectivamente, son endémicas. Así, es indudable que debe
realizarse un ordenado estudio para el conocimiento de la valiosa fauna silvestre
neotropical.
Dourojeanni sostiene también, que la fauna de vertebrados terrestres del continente se
caracteriza por su peso promedio relativamente bajo (el tapir que es el más grande pesa
unos 300 kg), generando una biomasa animal poco significativa, estimada para la
Amazonia en unos 20 a 30 kg/ha. El resto de la biomasa animal terrestre en dicha región,
está dado por los invertebrados, esencialmente ácaros y colémbolos del suelo, termites, y
hormigas (Fittkau y Klinge, 1973), y representa algo menos de 200 kg/ha.
Evidentemente, ecosistemas tales como el pantanal matogrosense o las pampas húmedas,
entre otros, tienen en condiciones naturales una biomasa de vertebrados muy superior pero,
aún así, están por debajo de las sabanas africanas, por citar un ejemplo.
En cambio, debido a su accidentada geografía, América Latina y el Caribe tienen una
diversidad faunística excepcional, especialmente en lo referente a aves e insectos. Se da el
caso de países como Colombia y Perú, cada uno de los cuales exhibe casi 1.700 especies de
aves identificadas (Dourojeanni, 1980).
Alimento para el hombre
La caza como fuente de proteínas, es aún muy importante en las tierras forestales de
América Latina y algunas áreas del Caribe. En cambio, ha perdido importancia en las áreas
agropecuarias y casi no la tiene ya en las urbanas, salvo en aquellas situadas en las
cercanías de áreas forestales.
Encuestas y estudios realizados entre 1965 y 1977 en diferentes partes de la Amazonia
peruana, han demostrado que los pobladores rurales obtienen el 85 por ciento de sus
proteínas animales de la caza y de la pesca. Un primer estudio, realizado en el valle del río
Pachitea, pobre en pescado y escasamente poblado, probó que los campesinos consumían la
alta cifra de 460 gr de carne fresca de caza por persona por día, según citan Pierret y
Dourojeanni. Otro estudio de los mismos autores sobre una extensa parte del río Ucayali,
demostró que los habitantes consumían 51,9 gr/día/persona de carne de monte y 135,6
29
gr/día/persona de pescado; el resto del consumo diario estaba provisto por aves de corral y
porcino, pero en reducidos porcentajes. Una encuesta efectuada por Ríos y otros
investigadores en un poblado rural cerca de la ciudad de Iquitos, dió resultados similares,
con un aporte diario de 75,8 gr/persona. En la misma ciudad de Iquitos subsiste, aunque
ilegal, un mercado de carne de monte. La producción total de carne de monte en la
Amazonia peruana fue estimada, durante 1977, en más de 13.000 TM.
En dicha estadística no se incluyen los invertebrados, que representan de 3 a 6 por ciento
del consumo de proteínas animales.
En Brasil se ha estimado que la fauna silvestre proveía entre el 17 y el 20 por ciento de las
necesidades proteicas de dos villorrios situados en la carretera Transamazónica, cerca de
Altamira; mientras que en otro, más antiguo, ya sólo aportaba un 2 por ciento debido a la
destrucción de la fauna (Smith). En el primer caso ello equivalía al aporte de unos 25
gr/día/persona. Cerca de Santarem, sobre la misma carretera Transamazónica pero en un
lugar poco poblado, se ha estimado, en 1978, que se obtenían 246 gr/día/persona de carne
de monte. En las ciudades brasileñas amazónicas, al igual que en las peruanas, el consumo
de carne de monte es alto.
La necesidad de manejar el recurso
En la mayoría de los países de América Latina la fauna silvestre todavía proporciona
cueros y pieles, fibras, guano y animales vivos que aportan ingresos, en algunos casos altos,
a la economía local y nacional. A grandes rasgos es conocida la importancia social que
tiene el uso de la fauna silvestre para el desarrollo rural. Los nativos regnícolas de la
Amazonia, la Orinoquía y otras subregiones, dependen en gran medida del
aprovechamiento de este recurso para su subsistencia.
Los especialistas en la materia saben, claramente, que cualquier especie silvestre sólo se
puede manejar en forma ecológicamente viable si se hace junto con y dentro de su hábitat.
Es indudable que el objetivo final y óptimo debe ser el de manipular todo el ecosistema,
para evitar que surjan inconvenientes y catástrofes.
En el manejo de una especie animal clave existe, entonces, una necesidad ecológica de
manipular sus poblaciones siempre en conexión con su hábitat, para lograr verdaderamente
un rendimiento económico, incrementando la producción de las tierras marginales.
La esencia del manejo de cualquier recurso natural renovable, es la de tomar decisiones, y
es por ello que el manejo de la fauna silvestre consiste en fijar claramente los objetivos,
seleccionando las metas y asegurando la ejecución permanente de las actividades
específicas. Tal como se sostiene en las investigaciones de Hofman y otros, hay varias
maneras de manejar poblaciones de animales silvestres, sean éstas de guanaco, ciervos o
vicuñas. Las metas del manejo varían según la especie y el hábitat en cuestión y,
seguramente, existen diversos caminos para alcanzarlas, siempre y cuando se observen los
principios ecológicos.
El manejo de la fauna silvestre se define como el conjunto de técnicas basadas en
comprobaciones científicas, para alcanzar un máximo provecho sostenible. Este
provecho implica la satisfacción de las necesidades humanas respecto a su alimentación,
vestimenta y recreación.
Recogiendo la experiencia del manejo de algunas especies de fauna silvestre en Africa y
América Latina, se estima que hay tres fases bien definidas que se deben cumplir para el
aprovechamiento sostenido de un conjunto de animales silvestres de interés económico y
social. Ellas son:
1. Protección de las especies para asegurar su recuperación y crecimiento de sus
poblaciones en el nivel deseado.
30
2. Manipulación de las poblaciones silvestres de una o más especies claves para su
aprovechamiento sostenido con fines económicos, recreativos u otros.
3. Manejo de las tierras silvestres con un criterio integral, beneficiando con ello la
gestión de un mayor número de especies.
LECTURA COMPLEMENTARIA #2
AREAS PROTEGIDAS Y SUS RELACIONES HIDROLOGICAS
(Tomado de MacKinnon et al; MANJEO DE AREAS PROTEGIDAS EN EL TROPICO)
Los recursos hidrológicos son tan vitales para la vida humana, la agricultura y la
industria que su adecuado manejo es de interés fundamental para la sociedad. En los
trópicos, donde casi la única forma de compensar el rápido crecimiento de la población es
mediante la expansión del área agrícola y el incremento de la productividad de las tierras de
cultivo, muchos de los problemas cotidianos surgen del hecho de que, en cualquier
momento, existe demasiada o escasa agua en la tierra. Los argumentos más comunes
empleados para lograr un mejor control sobre el flujo de agua, son el desarrollo de sistemas
de irrigación y mejoras del drenaje. Sumas colosales de dinero se invierten en canales y
presas de agua para aumentar el abastecimiento de agua, pero estas inversiones pueden
perderse fácilmente debido a una deficiente protección de los sistemas de captación de los
cuales dependen.
La protección de los mantos acuíferos ha sido, consecuentemente, utilizada para
justificar la creación de muchas de las reservas importantes que de otra manera podrían no
haberse establecido; así, las instituciones responsables de la irrigación podrían resultar
fuertes aliados para lograr la protección de áreas que a su vez protegen la lámina de agua.
De hecho, el magnífico Parque Nacional de Guatopo, en Venezuela (Ejemplo 5.2), se
justifica por su contribución al bienestar de la nación al proveer el agua para Caracas, la
capital. El Parque Nacional de Canaima, también en Venezuela, salvaguarda la captación
que hace posible el suministro para los desarrollos hidroeléctricos que García (1984), estima
que van a representar un ahorro para la nación de 4.3 billones de dólares anualmente en
combustibles fósiles. La función de protección de mantos acuíferos en Canaima es tan
importante, que el gobierno venezolano triplicó recientemente el tamaño del parque a 3
millones de ha. para aumentar su efectividad.
En muchas partes del mundo, los costos totales para establecer y administrar reservas
que protejan áreas de captación pueden ser justificados como parte de una inversión
hidrológica. MacKinnon (1983), examinó la condición de captación de aguas de 11
proyectos de irrigación en Indonesia, para los cuales se solicitaron préstamos al Banco
Mundial. Las condiciones de los sistemas de captación varían desde los estados más
primitivos hasta áreas muy perturbadas, debido a la deforestación, actividades madereras o
asentamientos casuales; aun en donde existían bosques de importancia hidrológica
protegidos, éstos eran poco atendidos por el Departamento Forestal, debido a que las áreas
eran consideradas de baja prioridad y provistas de presupuestos inadecuados. Utilizando
costos estándares para el desarrollo de límites apropiados, el establecimiento de puestos de
vigilancia, reclutamiento de vigilantes y la compra de equipo básico, más los costos de
reforestación necesarios, y aun en algunos casos la reubicación de familias, los costos para
proveer protección adecuada a los sistemas de captación fueron estimados; éstos oscilaron
por debajo del 1 por ciento del costo de desarrollo del proyecto individual de irrigación en
casos donde la captación permaneció más o menos intacta, hasta el 5 por ciento donde la
reforestación extensiva fue necesaria, y un máximo de alrededor del 10 por ciento del costo
de desarrollo en casos en donde el acomodo y reforestación fueron requeridos; sobre todo,
estos costos fueron triviales, comparados con el abatimiento estimado entre un 30 al 40 por
ciento en la eficiencia de los sistemas de irrigación, esperados en caso de que las captaciones
no fueran debidamente vigiladas.
Es evidente que los costos para proteger los recursos hidrológicos deberían de ser un
componente automático de los empréstitos de irrigación requeridos, y que la autoridad
31
administrativa del área protegida debería de proveer el manejo necesario
independientemente de los presupuestos para irrigación. En un caso en Indonesia, Parque
Nacional de Dumoga-Bone, esto ya fue realizado en colaboración con el Banco Mundial, lo
que ayudó a establecer una de las áreas protegidas modelo del país . Las áreas protegidas
también pueden estar amenazadas por proyectos de desarrollo fuera de sus fronteras, lo cual
causa cambios en los regimenes hidrológicos. Las captaciones aguas arriba pueden requerir
de protección para prevenir inundaciones, salinización o contaminación de áreas protegidas.
Una deposición anormal de sedimentos puede influir sobre ecosistemas clave o
comunidades en las reservas; dicha contaminación puede ser una amenaza particular para
sistemas costeros como los arrecifes coralinos, que son muy sensibles a la calidad de las
corrientes afluentes.
Los proyectos hidrológicos también pueden causar cambios en el manto freático que
pueden amenazar la integridad de los ecosistemas naturales de las áreas protegidas. De
hecho, el plan de una presa y una planta hidrológica en el Valle del Silencio, India, hubiera
inundado una gran superficie de habitat único en esta reserva. El Parque Nacional de Manu,
en Perú, se encuentra amenazado por la construcción de un canal que causará cambios
mayores en el régimen acuífero del área. La modificación en el curso del rio Zambesi, bajo
la presa Kariba, ha provocado una erosión acelerada de los bancos, y el río se ha ensanchado
y se ha hecho poco profundo en el Parque Nacional Mana Pools de Zimbabwe.
Es vital que las autoridades administrativas de las áreas protegidas mantengan relaciones
de trabajo cercanas con las instituciones responsables de los recursos acuíferos, para advertir
estas amenazas donde sea posible, y para asegurar que los vigilantes sean incluidos en
proyectos a gran escala para proteger regímenes hidrológicos del área protegida afectada.
Ejemplo: El Parque Nacional de Guatopo, Venezuela, como un ejemplo de un área
de captación protegida al servicio de las necesidades urbanas de agua.
Caracas, la capital de Venezuela, es una ciudad moderna con más de 7 millones de
habitantes. Una parte sustancial de su agua emana del Parque Nacional de Guatopo, uno de
los 10 parques nacionales de Venezuela, que sirve al país a través de la conservación de
importantes áreas de captación.
El parque, que cubre 100 mil ha de magnífico bosque lluvioso, está situado en un sitio
montañoso muy atractivo, a menos de dos horas por automóvil de la ciudad. Fue establecido
y despoblado a expensas de una considerable compensación (16.4 millones de dólares) en
1958, con el objeto de proteger las áreas de captación que surten a cuatro presas. En 1982, el
parque suministró al área metropolitana 3,500 litros por segundo de agua de gran calidad, y
se esperaba que dicho abastecimiento aumentase a 20 mil litros por segundo en 1985.
Este ejemplo ilustra especialmente la utilidad y el valor tangible de un parque nacional;
esto, además de sus muy considerables valores naturales y su utilización como sitio de
recreación cercano a un gran complejo urbano.
32
MODULO 3: MANEJO DE LOS RECURSOS NATURALES
LECCIÓN 3
♦ INTRODUCCIÓN
♦ OBJETIVOS A CUMPLIRSE
♦ PRESENTACIÓN
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Manejo significa desde la protección absoluta hasta la alteración planificada, bien
considerada, de los recursos. Ejemplos de la investigación que han ayudado al manejo de
un área protegida:
estudios genéticos sobre la tortuga gigante en las Islas Galápagos, para poder
saber relaciones entre las diferentes subespecies, situación importante para definir
programas de reintroducción a diferentes islas del Archipiélago;
el manejo de la vicuña en Perú y Chile, una especie silvestre, con fines de
aprovechamiento sostenible;
estudios de la charapa, tortuga amazónica, con fines de lograr su uso sostenible
por los habitantes de la selva;
estudios sobre la pérdida de biodiversidad en el bosque tropical cuando se realiza
la tala en sus alrededores que se han realizado en la Amazonia
¿Para qué nos sirve conocer más? La respuesta podría ser muy extensa, pero puede
sintetizarse en dos finalidades elementales.
Por una parte, saber más es un requisito para manejar y administrar mejor, para reducir
errores y minimizar riesgos. Esto adquiere especial relevancia si se tiene en cuenta que
muchas de las áreas protegidas de la región se han convertido o están en vías de
convertirse en muestras únicas, en las que el precio de nuestros errores se paga muy caro
en términos de conservación, o es, sencilla y dramáticamente, equivalente a pérdidas
irreversibles. Incrementar el conocimiento que poseemos acerca de los componentes de
los ecosistemas, de sus interrelaciones e interdependencias y de la dinámica natural de los
mismos, es esencial para perfeccionar los criterios de manejo que utilizamos y, en
definitiva, para alcanzar los objetivos que persiguen nuestros respectivos organismos. La
previsión de impactos es también fundamental para desarrollar adecuados modelos de
uso, para estimular o desalentar usos preexistentes, y para aplicar los correctivos
necesarios cuando aún se está a tiempo, según la resiliencia de los distintos sistemas
ecológicos.
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La otra finalidad que hay que mencionar, asignándole también una importancia muy
grande, es la que se refiere a la utilidad del conocimiento para disponer de más y mejores
argumentos para justificar la existencia de las áreas y el manejo que hacemos de ellas.
Es una realidad que muchas veces se tiene que elaborar y echar a andar programas de
manejo de los recursos sin tener toda la información científica necesaria simplemente
porque no existe o porque no está al alcance de las personas encargadas del programa.
No se puede paralizar el trabajo por falta de datos científicos. A veces hay que tomar
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decisiones en base al conocimiento, defectuoso o no, del personal; estas serán adecuadas
en muchos casos.
En situaciones muy críticas se deben de hacer esfuerzos por traer a un especialista. Lo
que es crítico es el monitoreo y evaluación posterior de lo que se realice.
1.3 Rol del Personal. El personal del área puede ayudar bastante realizando
observaciones sistemáticas, y colectas científicas de plantas, animales y de minerales para
crear un inventario de los recursos del área y para proporcionar ejemplares de estudio
requeridos por los investigadores. Este es un trabajo continuo ya que los ecosistemas
siempre están cambiando. Estas labores del personal deben ser coordenadas
normalmente por un científico que conozca profundamente el tema, y que pueda
identificar las especies usando colecciones de estudio, claves y su propio conocimiento.
La investigación en un área puede ser un trabajo conjunto entre los investigadores y el
personal del área, cada uno con sus propios propósitos, pero colaborando el uno con el
otro para lograr sus objetivos. El monitoreo del ambiente del área es otra labor del
personal, que debe realizarse continuamente.
El papel del personal del área en aquellos casos en que un estudio sea de importancia para
el área, debe ser de apoyar esos esfuerzos, sin permitir que los científicos se aprovechen
indebidamente de sus servicios y apoyo. Cuando hay personal del área disponible es
conveniente que éste acompañe a los científicos. Debe existir un respeto mutuo entre las
dos partes. La presencia de científicos es muy útil para el personal del área puesto que
éstos transmiten al personal conocimiento básico de las técnicas de recolección y de
observación y les proporcionan nuevas experiencias de aprendizaje. Es imprescindible
que los científicos se reúnan frecuentemente con el administrador del área para
informarle de sus resultados y avances.
(Esta sección tomada del AMIGO GUARDA, revista publicada por el Centro de Datos para la Conservación-Perú, para los guardas
del Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Estado de Perú.)
Dentro de los estudios que los científicos realizan, se llevan a cabo varias actividades que
permiten conocer más sobre la vida en la naturaleza. Es así que se hacen inventarios
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florísticos, observaciones de la vida animal, evaluaciones globales de flora y fauna, entre
otros.
Sin embargo cuando se trata de determinar las especies de flora y fauna de un lugar, es
necesario identificarlas apropiadamente. A muchas de estas especies se les reconoce por
sus características más saltantes o con la ayuda de manuales de identificación en el
campo y claves zoológicas o botánicas. Pero existen otras que no pueden ser precisadas
inmediatamente, por lo que tienen que ser colectadas para su comparación con ejemplares
de museo.
Desde que el hombre apareció en el mundo se vio vinculado a su medio ambiente; en este
descubrió plantas y animales que poco a poco fue aprendiendo a diferenciar. En base a la
observación y la experiencia pudo reconocer entre los animales aquellos que eran para su
beneficio y aquellos que podían causarle daño (en casos extremos, la muerte); igualmente
fue descubriendo en sus plantas y animales su alimento y los medicamentos que curaban
sus males.
Al paso de cientos de años, el conocimiento de la naturaleza por el hombre fue cada vez
mayor y mejor, y fue necesario encontrar un sistema adecuado para ordenar tantas plantas
y animales descubiertos, para una mejor comprensión de sus orígenes y sus relaciones.
El primero en plantear que los animales podían ser agrupados según ciertas características
comunes, como su estructura, hábitat y costumbres fue el filósofo griego Aristóteles
quien vivió tres siglos antes de Cristo. Sin embargo, no propuso un sistema de
clasificación propiamente dicho. En el siglo 18, cuando la situación para los estudiosos
tornaba cada vez más confusa, el naturalista sueco Carl von Linnaeus propone un sistema
de clasificación para todas las plantas y animales del mundo: la nomenclatura binomial;
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es decir, las voces o nombres científicos dispuestos o compuestos por dos palabras en
latín o latinizadas: la primera se refiere al género, la segunda designa a la especie - por
ejemplo Homo sapiens o Felis concolor - en caso de existir subespecies, el nombre se
forma con tres palabras (como Felis concolor incarum). Generalmente estos nombres
significan o están relacionados a una característica saltante del animal o planta; también
puede representar el nombre de una persona- en reconocimiento a su labor científica (por
ejemplo Puya raimondii en honor al sabio italiano Antonio Raimondi - o el nombre de la
localidad donde fue hallado por primera vez.
Este sistema de clasificación ha perdurado hasta nuestros días, siendo una de sus
principales ventajas la universalidad (el nombre científico de cada planta y animal es
único para todo el mundo). Así, no importa la lengua que se hable, el nombre científico
en Perú, en Serbia o en China será siempre el mismo. Es más o menos como un nombre y
un apellido pero sin la posibilidad de tener dos individuos distintos con el mismo nombre.
Estos nombres pueden ser modificados debido a nuevos descubrimientos o
investigaciones posteriores que determinan reordenamientos.
Taxonomía es el nombre con que se denomina a todo este afán de los zoólogos y
botánicos por clasificar a los animales y las plantas de una manera lógica, clara y
ordenada según criterios evolutivos o por relaciones de parentesco y origen.
Las especies, que son la unidad básica de la clasificación, están agrupadas en géneros.
Por ejemplo, el género Ara agrupa varias especies de guacamayos como:
Entre algunas familias también pueden existir características coincidentes y, por lo tanto,
se agrupan en Ordenes. Tienen la terminación formes para el caso de aves, y
terminaciones diversas para otras Clases zoológicas. Por ejemplo, el orden Falconiformes
agrupa a las familias: Cathartidae (gallinazos y cóndores), Falconidae (halcones y
guaraguaus), Accipitridae (águilas, aguiluchos y gavilanes) y Pandionidae (águila
pescadora).
Los Ordenes, a su vez, están agrupados en Clases, que representan una categoría bastante
amplia, como las Clases Aves, Reptilia, Anfíbia, Mammalia (mamíferos), Peces,
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Artrópodo y así. Finalmente las Clases se agrupan en Phyla y el conjunto de los Phyla
constituyen el Reino Animal.
- Especie observada
Es útil también efectuar la comparación con una especie conocida y señalar sus
diferencias.
- Hábitat o lugar
Se refiere al ambiente en el cual fue observado el animal. Este debe ser descrito
brevemente; por ejemplo, "estaba en un árbol de caoba”.
Conviene dar algunos detalles del lugar mismo que sirvan de referencia, para el caso de
que cualquier persona interesada pueda encontrar el sito. Por ejemplo, "fué en el borde
Sur del río Napo, en el tronco semihundido, a 5 m. de la orilla del río".
Se debe disponer de un mapa esquemático del Parque, y anotar allí la ubicación del lugar.
Si posee un aparato GPS, tomar la ubicación y luego transferir la información a un
archivo computerizado.
- Número
- Sexo
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Es importante que el observador anote inmediatamente estos datos, ya que ellos
permitirán conocer posteriormente cuáles son las horas de mayor o menor actividad de
los animales y las condiciones de clima más favorable. Por ejemplo, "Jueves 5 de Enero
de 1976, a las 15 horas, tiempo nublado."
- Observador
- Observaciones
c) Estado del animal: Aparentemente sano, gordo, flaco, cojo, moribundo, débil,
etc.
40
HOJA DE OBSERVACIÓN
Observaciones:
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d) Debe registrarse en las anotaciones cualquier aspecto que permita conocer las
costumbres de los animales, encuentro de madrigueras, huellas, excrementos, restos de
cuerpos (huesos, dientes, etc.), todas las observaciones de mucho interés.
(Fuentes de información: 1) Centro de Datos para la Conservación. Varios años y ediciones. Amigo Guarda: Boletín para los
Guardaparques del Perú. Universidad Nacional Agraria la Molina. Lima, Perú.
2) Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP). 1990 (?). Manual del Guardarecursos. Ciudad de Guatemala, Guatemala.
3) Moore, Alan (editor). 1993. Manual para la Capacitación del Personal de Areas Protegidas. (Segunda edición). National Park
Service; Washington, D.C. USA
♦ ACTIVIDADES
2. Compilar una lista de las especies en peligro de extinción, y también las que
son amenazadas, que estén presentes en su AP, incluyendo su nombre
científico.
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♦ AUTOEVALUACIÓN
5. No se puede tomar decisiones urgentes de manejo sin tener una base sólida de
información proporcionada por la investigación científica. ( )
6. Los científicos deben actuar como maestros para el personal de un área protegida,
enseñándoles sus conocimientos a fin de que ese conocimiento sea transferida a
los que manejan el área. ( )
9. Los nombres científicos de los animales y plantas funcionan como los nombres
que pueden ser comprendidos internacionalmente, de esta manera evitando
confusión creada por los nombres comunes o locales. ( )
10. Las colecciones científicas ayudan a entender como se evolucionan las especies.
( )
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MODULO 3: MANEJO DE LOS RECURSOS NATURALES
LECCIÓN 4
♦ INTRODUCCIÓN
♦ OBJETIVOS A CUMPLIRSE
♦ PRESENTACIÓN
1.0 El Monitoreo
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su área protegida. La investigación científica normalmente es una actividad esporádica,
realizada cuando algún científico se interese o consiga el financiamiento necesario. Se
realiza un estudio y se acabó. El monitoreo debe ser una actividad permanente, realizado
o por científicos o por el personal del área bajo la supervisión periódica de gente
especializada. Es mediante el monitoreo que podemos determinar si estamos logrando
nuestros objetivos al manejar el área.
¿Se encuentra en aumento las poblaciones de especies en peligro de extinción?
¿Se está reduciendo la cantidad de cacería ilegal?
¿Se está incrementando la extensión de vegetación/bosque natural?
¿ Es el turismo causando impactos negativos sobre la fauna del AP?
¿ Es la cobertura boscosa de nuestra AP aumentando o disminuyendo con el tiempo?
El monitoreo en las áreas protegidas es una de las actividades más ignoradas; pocas áreas
lo realizan, o lo realizan de manera insuficiente. Sin embargo, es una de las actividades
que más nos puede ayudar, si lo hacemos concientemente.
1.1. Monitoreo Científico: (Esta sección es adaptada de: PROARCA/APM. 2004. Manual Básico Para el
Guardarecurso Centroamericano. Volumen 4. Guatemala, Guatemala.)
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Los procesos reproductivos de especies amenazadas
Los procesos de erosión de suelos
Cambios en la economía local (p.e. cambio de ingresos por familia).
Los registros meteorológicos locales son de mucha importancia para conocer y predecir
los cambios de la lluvia, temperatura ambiental, y los vientos. Las estaciones
meteorológicas en las áreas protegidas normalmente son atendidas por los guardaparques
de acuerdo a una agenda establecida por los meteorológicos.
Los cuerpos de agua cumplen procesos de extremo interés para el manejo, ya que el
agua constituye una función similar a la sangre de un ser humano. Mediante su monitoreo
se puede detectar como anda la salud del ecosistema, p.e. midiendo cambios del nivel y
caudal de los ríos, la salinidad y cantidad de otros minerales en el agua, la calidad del
agua y su contaminación o turbidez.
Los efectos de los visitantes sobre los recursos naturales de un AP requieren evaluación
permanente para evitar daños no aceptables, incluyendo el aumento y acumulación de
basura y otros desechos, la contaminación de cuerpos de agua, la extracción ilegal de
recursos, el vandalismo, pisoteo de vegetación, y disturbios de la fauna.
Los efectos de los incendios forestales sobre la flora, fauna y suelos son de interés para
la restauración de áreas quemadas; un buen registro de la localización y magnitud de los
incendios, revela pautas para planificar el manejo del fuego, principalmente con medidas
preventivas.
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Los cambios en la economía local se refiere al impacto socio-económico que haya
tenido el manejo del AP sobre las comunidades cercanas. Este impacto puede ser
registrada de diferentes formas: ingresos por cápita, número de instalaciones turísticas,
aumento de la población (o de cierto componente de la población), número de hectáreas
en agricultura, etc.
Con esta información los técnicos y administradores pueden ver los cambios en la
naturaleza del área protegida, y también saber si el área está sufriendo daños a causa de
actividades humanas.
Esto ayuda en el manejo de flora y fauna para:
(Las secciones siguientes son tomadas de: Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP). 1990 (?). Manual del Guardarecursos.
Ciudad de Guatemala, Guatemala)
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1.2.1 Monitoreo Casero de la Flora
48
49
50
1.2.2 Monitoreo de la Fauna.
1.2.3
51
52
Otros Tipos de Monitoreo Casero
53
54
55
2.0 Los Archivos de Datos (Esta sección es adaptada de: PROARCA/APM. 2004. Manual Básico Para el
Guardarecurso Centroamericano. Volumen 4. Guatemala, Guatemala.)
Cada gaveta se divide en secciones que contienen una serie de carpetas, usualmente
suspendidas de un marco, lo que permite su remoción y reubicación independientemente
de las demás carpetas.
Cada sección está dedicada a un subtema del tema general y contiene carpetas que
corresponden a subdivisiones internas con documentos clasificados por lugares o años.
La organización de archivos que se muestra más abajo es muy flexible y permite ampliar
cualquier nivel de detalle cuando sea necesario. Por ejemplo, si además de plantas y
animales se debe incluir otras categorías como “agua” o “minerales”, basta con iniciar
una tercera sección en la gaveta de “recursos aprovechados”.
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2.Cangrejos Río Escondido
3.Tortugas de río Río Escondido
Clima Precipitación Estación 1 1991-1995
1996-2000
2001-2005
Estación 2 1991-1995
1996-2000
2001-2005
Temperatura Estación 1 1991-2000
Ambiental 2001-2005
Estación 2 1991-2000
2001-2005
ACTIVIDADES
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♦ AUTOEVALUACIÓN
1. El monitoreo de los recursos naturales muchas veces puede ser llevado a cabo por
los guardaparques del área. ( )
3. Es suficiente para fines registrales que los datos anotados se mantengan solamente
en la libreta del guardaparque. ( )
58
Volumen I