Cáncer de Ovario
Cáncer de Ovario
Cáncer de Ovario
Cada mujer tiene dos ovarios que se encuentran a cada lado del útero. El ovario es un órgano,
por tanto, intrapelvico (que se encuentra en la pelvis), con forma de almendra y una longitud
máxima que oscila entre 2 y 4 centímetros.
Datos epidemiológicos
Existen 3 tipos de cáncer de ovario: carcinoma epitelial, tumores de células germinales,
tumores del estroma.
Esto es debido, como veremos más adelante, a que la mayoría de pacientes (70-80%) se
diagnostican en una etapa avanzada de la enfermedad. Globalmente representa el 3% de
los tumores en la mujer y es la cuarta causa de muerte por cáncer en mujeres tras el
cáncer de pulmón, mama y colon.
• Existen algunos estudios que indican que una dieta rica en grasa y la exposición
al talco son factores de riesgo, sin embargo no se dispone de estudios
concluyentes.
• En cambio si que se conoce la relación del cáncer de ovario con algunos factores
hormonales y factores relacionados con la reproducción. Así, las mujeres que no
han tenido hijos tienen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. En cambio, el
riesgo de padecer cáncer de ovario disminuye en aquellas mujeres que han
empleado anticonceptivos orales.
Estos genes forman parte del grupo de “genes supresores de tumores” y contienen la
información para la producción de unas proteínas implicadas en la reparación del ADN
y por tanto en el mantenimiento íntegro del genoma.
Parecen existir otros genes implicados, en mayor o menor grado, siendo considerado
aun incierto el papel que tienen en el desarrollo del cáncer de ovario.
Es importante destacar que no todas las mujeres con mutaciones de BRCA van a
desarrollar cáncer de ovario o mama.
Signos y síntomas
Habitualmente las etapas iniciales del cáncer de ovario suelen cursar sin síntomas, o con
síntomas muy leves que pasan desapercibidos y se confunden con procesos benignos.
A medida que el tumor crece pueden comenzar a aparecer algunos síntomas como
pérdida de apetito, sensación de plenitud abdominal tras la comida (aunque esta sea
frugal), o pérdida de peso.
Por otra parte, el crecimiento de una masa ovárica en la pelvis puede afectar a las
estructuras vecinas, principalmente la vejiga y el recto causando síntomas como diuresis
frecuentes, diarrea o estreñimiento, y dolor abdominal o pélvico. En la Tabla 1 se
enumeran algunos de los síntomas que deben motivar una consulta al médico,
especialmente sin son persistentes y/o inusuales:
Diagnóstico
Ante la sospecha de cáncer de ovario, lo primero que se debe realizar a la paciente es
una evaluación general consistente en:
Otras pruebas que se deben realizar son exploraciones radiológicas, es decir pruebas
de imagen. Las exploraciones radiológicas que se suelen realizar son:
Anatomía patológica
El diagnóstico definitivo de cáncer de ovario lo establece el médico especialista en
anatomía patológica tras analizar por el microscopio el tumor del ovario o un implante
que le ha remitido el cirujano.
Más del 90% de los cánceres de ovario son de origen epitelial, y sobre ellos
desarrollaremos más adelante el tratamiento. Existen varios subtipos de cáncer epitelial
de ovario que se denominan:
• Seroso
• Endometriode
• Células claras
• Mucinoso
• Indiferenciado
Aunque esta clasificación es la que viene siendo utilizada habitualmente, hoy en día
sabemos que cada uno de los subgrupos viene tambien definido por distintos patrones
de expresión génica.
Los tumores serosos son los más frecuentes (70%) y entre ellos los de alto grado
(tambien clasificados como Tipo 1) tienen características moleculares distintas a los de
bajo grado (Tipo 2), con implicaciones terapéuticas.
Asimismo, hoy en día sabemos que en el tipo histológico seroso-papilar de alto grado
encontramos diferentes subtipos: mesenquimal, diferenciado, inmunoreactivo y
proliferativo, atendiendo a su distinta expresión génica.
Estadificación
Primera Cirugía Del Cáncer De Ovario: Laparotomía Diagnóstica y de
Estadificación
Ante la sospecha clínica de cáncer de ovario, la primera maniobra diagnóstica y
terapéutica debe consistir en una laparotomía (apertura quirúrgica de la cavidad
abdominal) con fines diagnósticos, de estadificación y terapéuticos. Sin embargo, en
ocasiones puede ser recomendable una laparoscopia previa para determinar si la cirugía
recomendada es posible, además de permitir una biopsia apropiada.
Estadios
Pronóstico
Los dos factores pronóstico más importantes son el estadio y el tumor residual tras la
cirugía.
Otros factores a considerar como favorables son: edad más joven, buen estado
funcional, tipo celular serosopapilar, tumor bien diferenciado, ausencia de líquido
abdominal, presencia de mutación de BRCA.
La supervivencia global del cáncer de ovario se aproxima al 50%, sin embargo, varía en
función de los distintos factores pronóstico mencionados anteriormente, siendo el
principal la extensión de la enfermedad al diagnóstico. En la Tabla 3 se recoge la
supervivencia estimada a 5 años del cáncer epitelial de ovario en función del estadio.
(Las estadísticas en cáncer deben ser valoradas con cautela.
Las cifras que se expresan se basan en el análisis de miles de casos, pero la
supervivencia específica de una paciente individual puede ser diferente por diversos
motivos, por ejemplo: el resultado de la cirugía.
Tratamiento
El tratamiento del cáncer de ovario consiste en la combinación de cirugía con la
extirpación quirúrgica de todo el tumor existente visible, seguido de quimioterapia.
Conceptos generales
Sobre la base de estos factores pronósticos se han dividido a las pacientes en dos
grandes grupos (tabla 4): 1) pacientes de bajo riesgo, que presentan una supervivencia a
5 años superior al 90 % y no requieren tratamiento complementario tras la cirugía, y 2)
pacientes de alto riesgo, que son aquellas que presentan mayor probabilidad de recaída a
5 años (riesgo de recaída 20-40%) y se podrían beneficiar de un tratamiento
complementario.
En estas pacientes, además del procedimiento quirúrgico que se realiza en los estadios
iniciales (extirpación del útero, los ovarios y la grasa por delante del intestino-
omentectomía), se debe realizar la extirpación de la mayor cantidad de tumor visible.
El objetivo es intentar quitar todo el tumor visible, puesto que se sabe que en aquellas
pacientes en las que no se deja tumor macroscópicamente visible presentan mayor
supervivencia que aquellas en las que se deja tumor residual.
Quimioterapia neoadyuvante
Debe considerarse sólo en aquellas pacientes en Estadios muy avanzados con un tumor
muy voluminoso o extenso, en los que el cirujano ya prevee la imposibilidad de obtener
una cirugía óptima (sin tumor residual).
Los esquemas de tratamiento y los fármacos que se administran son los mismos que en
caso de la quimioterapia adyuvante, que se comenta a continuación. Habitualmente se
administran 3 o 4 tratamientos.
Quimioterapia adyuvante
El tratamiento estándar actual y mayoritariamente empleado es una combinación de
paclitaxel y carboplatino administrados por vía intravenosa cada 21 días por 6 ciclos.
También se puede administrar el paclitaxel en una pauta semanal. Sin embargo, este
esquema que denominamos “dosis densas”. No ha demostrado ser superior al
tratamiento estándar.
Quimioterapia intraperitoneal
Esto hace que sólo sean candidatas a este sistema de tratamiento aquellas pacientes que
tengan una buena situación clínica general que les permita tolerar el tratamiento.
De hecho con el esquema anteriormente citado, sólo el 40% de pacientes son capaces de
completar 6 tratamientos. El resto ha de abandonar precozmente debido a los efectos
secundarios.
Los efectos secundarios que son más frecuentes con la quimioterapia intraperitoneal
incluyen: leucopenia, nauseas y vómitos, dolor abdominal, infecciones, cansancio,
neuropatía periférica, trastornos renales y metabólicos.
Tratamiento antiangiogénico
Inhibidores PARP
En los últimos años se han desarrollado unos nuevos fármacos, llamados inhibidores de
PARP, especialmente dirigidos a aquellas pacientes con cáncer de ovario que presentan
alteraciones en las llamadas vias de reparación del DNA. Estas alteraciones aparecen
especialmente en mujeres portadoras de mutaciones en los genes BRCA.
Hay tres fármacos aprobados: Olaparib, Niraparib y Rucaparib, pero por el momento la
aprobación se limita a las pacientes que presentan recaídas de su enfermedad. Sin
embargo, los excelentes resultados de estudios muy recientes de este tipo de fármacos
asociados a la quimioterapia inicial, hacen preveer una próxima aprobación en nuestro
pais para el tratamiento de primera línea tras cirugía. (Olaparib ha recibido la
aprobación por la Agencia Europea del Medicamento, EMA).
El 70% de las pacientes con cáncer de ovario se diagnostican en fase avanzada (Estadíos
III y IV. A pesar de un adecuado tratamiento inicial y de la eficacia de los fármacos, un
gran número de pacientes (entre el 50 y 90%), presentan recaídas.
Es frecuente que las pacientes presenten múltiples recaidas y que por tanto precisen
distintos tratamientos para cada una de ellas.
Existen varios fármacos y combinaciones de fármacos que han demostrado ser útiles en
el tratamiento de la recaída de pacientes con cáncer de ovario. La selección de uno u
otro tratamiento se basa en diferentes criterios clínicos entre los que cabe destacar:
Los esquemas que actualmente tienen mayor aval científico (derivado de estudios
clínicos comparativos) son: paclitaxel-carboplatino, carboplatino-gemcitabina y
carboplatino-doxorubicina liposomal pegilada.
En este momento, para pacientes en recidiva que mantienen la sensibilidad a platino hay
tres fármacos aprobados en nuestro pais: Olaparib, Niraparib y Rucaparib. Todos ellos
se administran como tratamiento de mantenimiento tras responder a una quimioterapia
basada en platinos.
Los resultados globales del tratamiento actual del cáncer de ovario avanzado no son
plenamente satisfactorios, ya sea porque se diagnostica en una fase avanzada o porque
el tratamiento tiene una eficacia, en ocasiones limitada.
Los ensayos clínicos, con nuevos fármacos exploran nuevos tratamientos o estrategias
terapéuticas con el fin de aumentar las tasas de curación.
Los ensayos clínicos están diseñados por personas expertas en el tratamiento de cáncer
de ovario, se realizan mediante el cumplimiento de un protocolo estricto bajo la
supervisión de un equipo cualificado y requieren la autorización de las Autoridades
Sanitarias y Comités de Ética.
En fase de estudio, se encuentran otras moléculas, como por ejemplo las relacionadas
con la inmunoterapia. También en fase avanzada, se están investigando diversas
combinaciones de antiangiogénicos con inhibidores de PARP y de éstos últimos con
inmunoterapia.
Gracias a los ensayos clínicos conocemos cuales de los nuevos fármacos que aparecen
sirven realmente para aumentar la supervivencia de las pacientes con cáncer de ovario.