Cristianos Perdidos
Cristianos Perdidos
Cristianos Perdidos
Simplificando todo, esta parábola nos muestra de nuevo algo que está perdido
en este caso una moneda y vemos a una mujer que con mucha diligencia busca
hasta encontrarla, hay un detalle a observar, la moneda está perdida dentro de
la misma casa.
Es decir que en esta ocasión estamos hablando de personas que conocen los
caminos de Dios, así como el hijo prodigo, pero la diferencia está en que el hijo
prodigo abandonó la casa y eso lo hizo vivir una situación de mucho
sufrimiento, entonces ese sufrimiento lo hizo volver al padre, pero en esta
ocasión estas personas no han abandonado la casa, siguen ahí, aún conservan
su valor, pero son prácticamente inútiles pues una moneda, aunque sea muy
valiosa no sirve de nada si está perdida; y el mayor problema es que ellos
mismos no saben que están perdidos, porque siguen dentro de la casa, creen
que todo va bien, no hacen nada por mejorar su situación, el hijo prodigo
vuelve en sí y regresa a casa, pero a la moneda hay que buscarla. Nuestras
iglesias hoy están llenas de monedas perdidas dentro de la misma casa,
cristianos con mucho valor, con talentos, con ministerios, pero que por
diversas razones están ahí sin hacer nada, viviendo solo una religión y no el
verdadero evangelio, ¿has identificado tú algún cristiano de mucho valor pero
que no muestra motivación por buscar de Dios? ¿Te has preguntado si tú
podrías ser esa moneda perdida?
Para encontrar esta moneda, la mujer debe hacer uso de la lámpara que
ilumine su casa para realizar una mejor búsqueda.
Pero, para que esta lámpara pueda alumbrarnos es necesario que tengamos el
aceite, que es el Espíritu Santo; sin la revelación del Espíritu Santo, no
podremos entender las cosas espirituales, no basta solo con leer la biblia, hay
una cantidad grande de personas que conocen mucho de la biblia, la han
estudiado, la han leído completa muchas veces e incluso tienen varios
ejemplares de biblias en su casa, pero siguen viviendo una vida apartados de
Dios, en oscuridad, en engaño, y esto es porque tienen el bombillo puesto pero
no tienen corriente eléctrica, es decir, tienen la palabra de Dios, pero no tienen
el Espíritu Santo dándoles revelación.
¿Cómo podríamos alumbrarnos si no tenemos aceite? Es muy importante
entender esto, y procurar que cada vez que tomemos la biblia en nuestras
manos sea el Espíritu Santo el que nos de la revelación para comprender su
palabra y pueda iluminar nuestro camino y guiarnos.
Resumimos entonces que aun dentro de la iglesia, hay hermanos que están
alejados de Dios, hay quienes han tomado el evangelio como una religión
solamente y no han conocido el verdadero evangelio de Dios, el cristiano que
cree que es suficiente solo con congregarse algunas veces por semana para
que los otros hermanos vean que sigue presente, pero en el fondo su vida sigue
igual de vacía que siempre porque ha tomado el evangelio como una religión y
no como una forma de vida, también el cristiano que asiste siempre a la iglesia
y participa de lo que en ella se hace, pero que en casa aun no deja las griterías
y maledicencias, porque aunque cree en Dios, aún no ha nacido de nuevo y
vive conforme a los deseos de la carne, deleitándose por ejemplo en chismes y
murmuraciones y criticando a otros, estos cristianos, aunque están en la
iglesia, deben ser encontrados porque aún tienen actitudes del mundo y eso
los hace semejantes a la moneda perdida.
A veces la iglesia vive afanada en tantas cosas que no se da cuenta que hay
cosas que debe limpiar, no debemos esperar a perder algo valioso, personas o
ministerios, debemos preocuparnos por tomar la lámpara, alumbrar por medio
del Espíritu Santo y de inmediato limpiar nuestra casa.
El Señor Jesús, nos dejó el Espíritu Santo, es quien nos da la revelación por
medio de su palabra, y cuando entendemos su palabra, entonces es como una
luz, que nos ayuda a identificar la suciedad que aún tenemos en la casa, por
medio de la lámpara, podemos identificar todo aquello que este estorbando
nuestro trabajo para encontrar a quienes están perdidos aún dentro, es el
Espíritu Santo el que nos da discernimiento.
El legalismo de los fariseos
Esta lámpara nos enseña cuando el legalismo se ha metido en la iglesia, el
fariseísmo moderno está tan presente en la iglesia que muchos cristianos lo
han confundido con sana doctrina, cuando en realidad es uno de los problemas
más grandes contra los que Jesús luchó, la característica del legalismo es que
dota de una superioridad espiritual aparente al hermano legalista, y les hace
creer que tienen la capacidad de imponer nuevos pecados, leyes y
restricciones a las cuales deben sujetarse todos porque de lo contrario se les
da por condenados y aun por rechazados de la congregación, el legalismo es
suciedad en el evangelio que no permitirá encontrar a los perdidos o que hará
muy difícil el trabajo.
Los fariseos eran legalistas, acusando a Jesús por no lavarse las manos, por
comer con pecadores, le llamaron mentiroso y aún más grave en una ocasión
le llamaron endemoniado, porque ellos consideraban más importante la ley,
para ellos obedecer la ley les daba estatus de salvos, de perfectos y no
comprendían que el reino de Dios se había acercado pero no para condenar al
mundo sino para que el mundo fuera salvo por medio de Jesucristo, el reino de
los cielos se había acercado con gracia y misericordia y los fariseos no podían
tolerarlo.
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para
que el mundo sea salvo por él. Juan 3:17 (RVR1960)
Hay iglesias donde piensan que aquellas hermanas que usan velo están mal y
otras iglesias creen que las que no usan el velo están en pecado, hay iglesias
donde condenan enérgicamente si una hermana usa pantalón o si usa un poco
de maquillaje y se atreven a decir que estas hermanas irán al infierno, iglesias
que creen que solo ellos serán salvos porque piensan que ellos son los únicos
con autoridad suficiente para interpretar la biblia a la perfección y si otro
piensa diferente a ellos entonces se le cataloga como falso cristiano y
entonces nos preguntamos ¿Quién nos dio la autoridad moral y espiritual para
crear una nueva lista de pecados y prohibiciones a cerca de las cuales la biblia
no dice absolutamente nada? Y más grave aún ¿Quién nos constituyó por
jueces para condenar conforme a nuestro parecer? ¿Es que acaso somos lo
suficientemente justos para decidir en lugar de Dios quien recibe salvación y
quién no?
No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis,
seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué
miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que
está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu
ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu
propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. No
deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no
sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen. Mateo 7:1-6 (RVR1960)
Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Porque uno
cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. El que
come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que
come; porque Dios le ha recibido. ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno?
Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es
el Señor para hacerle estar firme. Uno hace diferencia entre día y día; otro
juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su
propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace
caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come,
porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da
gracias a Dios. Romanos 14 (RVR1960)
Conclusión
Las tres parábolas nos enseñan a desechar la actitud farisaica, ya que la
esencia del evangelio es el amor y la misericordia, de hecho las tres parábolas
tratan principalmente del amor y misericordia de Dios, presentando una clara
oposición al legalismo de los fariseos, nos muestran el inmenso amor de Dios
para la humanidad, que ha proveído del medio para rescatar a todo aquel que
se acerque creyendo en Jesucristo, pero también nos enseña lo que la iglesia
debe hacer para alcanzar a los perdidos, debemos buscar la llenura del Espíritu
Santo, para que tengamos luz por medio de la palabra de Dios y entendamos
cuales son los aspectos negativos que debemos erradicar para limpiar nuestra
casa.