Yesenia Then - Mujer Reposicionate-3
Yesenia Then - Mujer Reposicionate-3
Yesenia Then - Mujer Reposicionate-3
El significado de su nombre:
En este punto, resulta útil recordar que la mujer fue creada como respuesta de
Dios a la necesidad de acompañamiento que tenía el hombre. Por tanto, su
diseño y la esencia que el Creador puso en ella, la equiparon para cumplir a
cabalidad con tal objetivo. En este mismo orden cabe destacar que antes de la
caída, el nombre de la mujer era «varona» pero antes de ser sacados del huerto,
en medio de la crisis que hubo en ese momento, Adán le puso por nombre «Eva»
que como ya vimos se traduce como «dadora de vida y primera mujer» con lo
que queda expuesto que aún luego de haber fallado, la mujer retenía la esencia
con la que había sido creada.
Ahora bien, es importante señalar que la capacidad que tiene la mujer para dar
vida, no solo se limita en poder gestar un humano dentro del vientre y darlo a luz
a los nueve meses, sino que también abarca su capacidad de dar vida a todo lo
que en ella entra y a todo lo que ella toca.
Pero además de «dadora de vida» el nombre de Eva se traduce como «primera
mujer» lo cual pone en claro que, así como hubo una «mujer primera» habrán
mujeres postreras. Y esto se vuelve aún más interesante si recordamos que el
nombre en términos bíblicos, hace referencia a la esencia y al destino de quien se
nombra. En otras palabras, no solo Eva como primera mujer fue diseñada para
ser dadora de vida, sino que todas las mujeres nacidas después de ella, poseen
esta misma esencia y habilidad.
Debido a esto, cada mujer nacida tiene un vientre físico, pero también tiene un
«vientre» emocional, tiene un «vientre» mental pero también un «vientre»
espiritual. Es así como su diseño y la esencia con la que está compuesta, le
permite dar vida en toda su expresión.
Dios le dio a la mujer la facultad de recibir cosas dentro de ella, nutrirlas,
hacerlas madurar y luego devolverlas completamente desarrolladas. En otras
palabras, cualquier cosa que le des a una mujer, lo va a potencializar. Tal como
lo expresó el poeta y novelista británico William Golding «La mujer es una
mejoradora y si se dispone a usar sus facultades, cualquier cosa que le des, ella
la llevará a un nivel superior. Si le das un esperma, te devolverá un hijo; si le das
una casa, te dará un hogar; si le das una idea, te dará un proyecto; si le das
alimentos, te devolverá comida; y si le das una sonrisa, te dará su corazón».
Dios jamás pondrá en nosotros algo que no tenga la intención de usar. Por lo que
todos los dones, talentos y habilidades que nos ha dado ha sido con el fin de que
podamos dar cumplimiento cabal a la asignación que nos ha encomendado.
Así que, si en algún momento te has hecho algunas de las siguientes
interrogantes, aquí te proveemos lo que esperamos te sirva de respuesta:
¿Por qué será que Dios me deja estar con personas tan problemáticas?
Respuesta: Porque tienes la capacidad de ayudarlas a convertirse en algo
mejor de lo que son.
¿Por qué me tocó tener una familia como la que tengo? Respuesta: Porque
con el diseño que portas, puedes trabajar con ellos hasta hacer que se
conviertan en una familia que sirva como modelo para las demás.
¿Por qué me ha tocado pasar todo lo que he pasado en la vida? Respuesta:
Porque debido a la esencia que portas, tienes la facultad de tomar las malas
experiencias que te acontecen, reciclarlas y convertirlas en testimonios que
sirvan de bendición, fortaleza y edificación a la vida de otros.
Ella era una mujer nómada, sin nada en su trayectoria que sirviera como
indicador de que sería capaz de acabar con la vida de un diestro capitán,
altamente entrenado en la guerra como lo fue Sísara. Pero Dios es experto
tomando lo común y lo simple para convertirlo en algo glorioso. Por eso el
hecho de que sientas que eres sólo una persona ordinaria, es lo que te califica
para ser usada por el Señor, de forma extraordinaria.
Muchas personas esperan recibir de afuera, lo que ellos deben sacar de dentro; y
para saber si eres una de ellas, te invito a hacer la siguiente consideración:
¿Alguna vez le has dicho a Dios, cosas como estas?: «Señor, si me dieras dinero,
yo pudiera hacer esto o aquello» «Si viviera en otro lugar y no en este, las cosas
fueran diferentes» o «Si tuviera las conexiones correctas, yo podría llevar a cabo
tal proyecto».
Si tú respuesta es afirmativa, no te preocupes porque no eres la única. Hubo un
tiempo en el que la persona que escribió este libro, también le dijo al Señor lo
mismo.
Esto ocurrió cuando aún no me había lanzado como escritora y aunque muchas
personas me pedían que escribiera, necesitaba estar totalmente convencida de
que ésta tan importante faceta de mi ministerio, contaría con el respaldo absoluto
del Señor, como todo lo que habíamos hecho para Él, hasta ese tiempo. Y justo
en el año 2012, mientras pasaba por un muy difícil proceso que golpeó
fuertemente mi vida, visité a mi mentor y padre espiritual, quien en ese momento
era además mi obispo, para expresarle que la situación que estaba atravesando
parecía ser mucho más de lo que yo entendía que era capaz de soportar. Y
recuerdo que luego de escucharme hablar y verme llorar intensamente por causa
de la terrible prueba que estaba atravesando, hizo un breve silencio y luego me
dijo: «Hay una predicadora que quiero que escuches; y sé que cuando lo hagas,
Dios la usará para hablar a tu corazón en medio de este proceso». Cuando él me
dijo esto, de inmediato sentí cierta expectativa, mezclada con la esperanza de
que verdaderamente Dios, usara a esta mujer para hablarme a pesar de lo mal
que me sentía.
Por lo que inmediatamente le pregunte: ¿Cuál es su nombre para buscarla?
Entonces, con una muy leve sonrisa me respondió: «Ella es mi predicadora
favorita y tú la conoces; se encuentra sentada frente a mi ahora mismo».
Aquello fue muy inesperado para mí, pero además confieso que pocas veces en
mi vida me había sentido tan confrontada como en ese momento. Sentí como si
Dios mismo a través de él, me hubiese dicho: «Ahora no solo bastará con
predicar buenos mensajes, sino que vas a tener que demostrar la autenticidad de
lo que predicas, aplicando esos mensajes a tu propia vida».
Por lo que esa misma tarde al llegar a la casa (aunque pueda parecer absurdo) me
dispuse a escuchar algunos de los mensajes que tenía grabados y fue como si el
Señor hubiera tomado mi boca de forma previa para instruirme en lo que debía
hacer más adelante. Ya que, en uno de esos mensajes Dios, a través de mi boca
decía: «Cuando recibas un golpe de parte de las tinieblas, en vez de dejar que ese
ataque te venza, devuelve el golpe».
Hoy agradezco y doy toda la gloria al Señor por haberme guiado a esto, porque
el haber escuchado aquella instrucción, verdaderamente me hizo sentir
comprometida a tener que autentificar lo que decía, DEVOLVIENDO EL
GOLPE. Sin embargo, necesitaba saber que era exactamente lo que esto
representaría para mí, ya que para ese tiempo oraba tres horas al día, ayunaba
dos veces por semana, memorizaba dos versículos al día y por sobre todas las
cosas, buscaba siempre (como hasta ahora) vivir una vida íntegra y agradable
delante del Señor, dando testimonio de Él, en todo lo que hacía.
Así que en oración le pregunte a Dios, como debía yo DEVOLVER EL GOLPE
y luego de varios días en oración, el Señor habló a mi corazón y dijo: «Quiero
que el dolor que sientes ahora lo uses como contracciones para que hagas nacer
tu primer libro. Escribe porque te respaldaré». Aquella palabra activó de manera
sorprendente mi pasión por la escritura y jamás olvidaré como muchas veces
mientras escribía, las lágrimas corrían por mi rostro y caían en el tablero del
computador, pero de todas maneras yo me mantenía escribiendo. Y una noche,
ore al Señor diciendo: «Dios mío, por favor permite que, así como han sido
muchas las lágrimas que he derramado en medio de este proceso en el que me
has ordenado escribir este libro, sean también muchos los testimonios que surjan
por causa de la palabra que tú me estas indicando escribir».
Cuando la escritura del libro había terminado, el Señor me dijo: «Procede con la
preparación del libro y programa el lanzamiento», algo con lo que una vez más
mi fe estaba siendo probada, ya que la preparación de un libro consta de:
corrección ortográfica, corrección de estilo, diagramación, diseño de portada e
impresión, lo que al sumar daba un monto de dinero del cual yo carecía. Pero no
obstante a esto, la indicación de Dios fue: «Prepara el libro y programa el
lanzamiento». Por lo que volví a orar y dije: «Señor, tu sabes que no tengo ni
siquiera el dinero para preparar el libro, entonces ¿Por qué me indicas que
también programe un lanzamiento?». En ese momento, Dios hablo a mi corazón
y me dijo: «Porque cuando liberas lo que tienes, recibes lo que te hace falta».
Esta palabra me dio la firmeza que necesitaba para ejecutar el mandato que había
recibido y basada en ella, hice los debidos acuerdos con el corrector de estilo, el
diagramador, el diseñador de portada y la imprenta, cubriendo (con los pocos
recursos que tenía) solo una parte del costo del trabajo a los primeros dos, para
completar el pago el día después del lanzamiento, cuando (según la palabra que
había recibido de parte de Dios) también iba a poder pagar el monto total del
costo del diseño de portada y el monto total del costo de la imprenta.
Y ahora, mientras escribo esto, les confieso que estoy sonriendo porque la
promesa de pago que hice a esas personas (más que creyendo en que la venta del
libro pudiera producir un monto capaz de cubrir todas esas deudas, el día del
lanzamiento) la hice plenamente convencida de que por haber obedecido a la
palabra que Dios me había dado, de algún modo en el transcurso de ese día, la
provisión del cielo llegaría para yo poder cumplir con todos esos pagos.
Cuando llegó el gran día, tanto mi equipo de trabajo como yo, nos quedamos
totalmente asombrados al ver la gran cantidad de personas que desde tempranas
horas de la tarde hacían largas filas para adquirir «TE DESAFIO A CRECER»
nuestro primer libro, que en la actualidad ha bendecido la vida de miles de
personas alrededor del mundo y que pocos años luego de haber sido lanzado, se
convirtió en «best seller» (éxito de librería) algo por lo que damos toda la gloria
y reconocimiento al Señor.
Así que hoy te animo a que como hizo Jael, decidas usar las herramientas que
tienes en «tu casa» y que además te atrevas a liberar lo que tienes, para recibir
aquello que te hace falta.
El simbolismo de la cabeza
La cabeza, siempre ha sido un símbolo de autoridad, y en términos espirituales
se aplica tanto al reino de Dios, como al reino de Satanás. Un ejemplo
interesante sobre esto, lo encontramos cuando Jezabel la esposa de Acab,
amenazó con decapitar al profeta Elías, por haber dado muerte a los
cuatrocientos cincuenta profetas de Baal. (Ver 1 Reyes 19). Luego en el Nuevo
Testamento, el espíritu demoniaco que operaba en Jezabel, reaparece cuando la
hija de Herodías, bailó para Herodes lascivamente y por causa del encantamiento
satánico que se le activó en ese momento, el rey prometió a la joven darle todo
lo que ella pidiera, aun si fuera la mitad de su reino.
«Entonces la hija de Herodías se presentó en la fiesta y
bailó, y tanto agradó esto a Herodes y a los que estaban
con él a la mesa, que el rey le dijo a la muchacha:
«Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré.» Y bajo
juramento le dijo: «Yo te daré todo lo que me pidas, ¡aun
si me pides la mitad de mi reino!» Ella salió y le preguntó
a su madre: «¿Qué debo pedirle?» Y su madre le
respondió: «¡Pídele la cabeza de Juan el Bautista!».
Marcos 6:22-24 (RVC).
Un punto digno de resaltar, tanto en el caso de Elías, como en el caso de Juan el
bautista, es que aunque el ataque vino a través de dos mujeres distintas, el
espíritu que las usó, era el mismo; uno que se revela ferozmente, en contra de
quien se atreve a retar su malignidad y que busca dejar sin cabeza a aquellos que
representan una amenaza para sus intereses.
Por otro lado, debemos considerar el hecho de que tanto Elías, como Juan el
Bautista eran líderes que representaban una autoridad en el mundo espiritual, lo
que claramente nos revela que este «espíritu» tiene un interés especial en quienes
son cabeza y tienen autoridad en el mundo espiritual.
Pero esto no solo pasó con estos casos bíblicos, sino que también en la
actualidad podemos ver como este mismo «espíritu», opera sagazmente a través
de todo el que le abre una brecha, para enredar con sus satánicos encantos a
pastores y líderes dentro de la iglesia y hacer que no sólo sean afectados ellos,
sino también sus familias y las congregaciones de las que Dios les ha hecho
cargo.
En todas partes hay una mujer destinada a destruir a un hombre de Dios; y en
todo lugar hay un hombre, siendo adiestrado para arruinar el ministerio de
alguna mujer usada por el Señor.
Porque Satanás conoce y aprovecha muy bien esta
verdad: «Si se hiere al pastor, las ovejas se dispersan».
(Marcos 14:27).
Por lo que, de manera estratégica, este es el mismo principio bajo el que también
nosotros debemos operar en cada una de nuestras batallas, identificando la
cabeza o la raíz de nuestros conflictos y desarraigando el mal, desde la misma
fuente de donde procede.
Comencé a ejercer el ministerio pastoral a la edad de 17 años, y en todos estos
años de labor ministerial, me he dado cuenta que en la mayoría de conflictos que
enfrenta la gente, el enemigo trabaja para que ellos no vean la raíz de sus luchas,
y los lleva a enfocarse solo en los elementos superficiales de la misma; evitando
así que identifiquen la corriente que verdaderamente les está sacudiendo el
barco. Lo que, para comprender mejor te invito a observar los siguientes
ejemplos:
Muchos consideran que las deudas que tienen son su problema, cuando el
origen de estas, suelen ser los impulsos no controlados, el deseo de
competir con otros, o la falta de orientación a la hora de tomar decisiones
que tengan que ver con sus finanzas. Incluso a veces, la raíz del
endeudamiento puede venir por causa de la pereza hacia el trabajo, por
negligencia, o por un alto nivel de dependencia en lo que se recibe de otros.
En estos casos, en vez de enfocarse solo en las deudas que tiene, la persona
debe reconocer cual es la causa real de la situación y enfrentarla del modo
correcto.
Muchos creen que la rebeldía que muestran sus hijos son el problema,
cuando a veces la raíz de la rebelión de ellos puede venir de las personas
con las que se relacionan, ser producto de una reacción ante una crisis
determinada o surgir de alguna presión que tengan en su hogar, como la
separación o el divorcio de sus padres. Incluso, la rebeldía que muestran
algunos jóvenes, a veces es un grito desesperado por recibir la atención que
no reciben de sus padres, la cual tienden a buscar de modo incorrecto. De
hecho, la palabra hebrea para «rebelión» es «meri» la que también significa
amargura o amargo. Y para estos casos la «estaca» de la oración, es la que
puede traspasar la cabeza de este mal. Porque solo a través de la oración, se
quebrará esta opresión y los padres recibirán la debida instrucción para
desempeñar su rol del modo correcto.
NO PIERDAS TU AUTORIDAD, POR CAUSA DEL PECADO
El pecado se lleva a cabo cuando la voluntad de hacer el bien, es cambiada por la
intención de hacer el mal.
El pecado voluntario y premeditado es el peor tipo de pecado, porque difiere del
que es cometido bajo presión.
La repetición intencional del pecado sin arrepentimiento, es lo que hace que el
corazón de la persona se endurezca y cierre su oído al consejo que le da el Señor
a través de su Palabra, y a través de otras personas.
«Ellos no saben la diferencia entre el bien y el mal. Es
como si su entendimiento hubiera sido quemado con
hierro candente». 1 Timoteo 4:2 (PDT).
El enemigo no puede robarnos nuestra autoridad espiritual, pero nosotros a
través de la práctica continua del pecado, podemos entregársela.
Satanás quiere que solo te enfoques en el placer carnal que te ofrece, cuando su
verdadero plan por medio de eso, es traer a tu vida muerte, destrucción y ruina.
Finalmente, quiero referirme a las personas que en vez de renunciar y romper
con todo habito pecaminoso, tratan de mantener públicamente una «reputación»
que no puede ser sustentada con su vida privada.
La gracia y la unción de Dios, no fluirá a través de aquellos que se rehúsan a
abandonar el pecado quienes, al no tener la unción del Espíritu, proceden a hacer
uso de las «fórmulas» que ya conocen, para mantener el cargo, la posición o la
reputación por la que la gente les reconoce, pero esto sólo les funciona hasta que
Dios decide desenmascararlos.
Por otro lado, el reino de las tinieblas conoce y solamente se somete a las
personas que andan en orden e integridad. Como ejemplo de esto tenemos a
Pablo, cuya unción y autoridad quedó demostrada al punto de que aún con los
paños y pedazos de telas que le llevaban para que los tocase, cuando eran
puestos sobre los enfermos y endemoniados, al instante eran sanados y liberados.
(Ver Hechos 19:11-12).
Pero mientras esto acontecía con Pablo, un grupo de siete exorcistas judíos,
todos hijos de un sacerdote llamado Esceva, quedaron tan impresionados con él,
que hallando a un hombre poseído por un demonio, aplicaron sobre él, lo que
ellos vieron hacer a Pablo. Pero carentes de la unción y del poder que éste tenía,
decidieron hacer uso de la «formula».
Así que basados en «fórmula», sus palabras fueron las siguientes: «¡En el
nombre de Jesús, a quien Pablo predica, les ordeno que
salgan!». El endemoniado los miró y respondió:
«Conozco a Jesús, y sé quién es Pablo, pero ustedes
¿quiénes son?». Luego se abalanzó sobre los siete
hombres, los dejó desnudos, y los hizo huir heridos. Hechos
19:13-16 (NVI).
Resulta interesante ver como estos exorcistas ambulantes pensaron que con solo
decir lo que Pablo decía, podían hacer lo que él hacía. Pero contrario a esto,
fueron avergonzados; Porque en vez del espíritu inmundo salir de aquel cuerpo
(luego de haber golpeado y desnudado a aquellos hombres) hizo que los que
salieran huyendo fueran ellos.
En esta historia queda confirmado que, si lo que decimos con nuestra boca, no
está certificado por medio de nuestras acciones, son solo simples palabras
carentes de efectividad.
Así que no juegues con el pecado ni pienses que puedes salir airoso mostrando
en público, lo que realmente no eres en privado, porque tarde o temprano sino te
arrepientes serás desenmascarado. A esto hace referencia el proverbista al decir:
«¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus
vestidos ardan? ¿Andará el hombre sobre brasas sin que
sus pies se quemen?». Proverbios 6:27-28 (RVR 1960).
Principios del Capítulo
1. El hecho de que sientas que eres sólo una persona ordinaria, es lo que te
califica para ser usada por el Señor, de forma extraordinaria.
2. Los mensajes que predicamos deben ser autentificados aplicándolos a
nuestra propia vida.
3. En todas partes hay una mujer destinada a destruir a un hombre de Dios;
y en todo lugar hay un hombre siendo adiestrado para arruinar el ministerio
de alguna mujer, usada por el Señor.
4. Muchos consideran que las deudas que tienen son su problema, cuando el
origen de estas, suelen ser los impulsos no controlados, el deseo de
competir con otros, o la falta de orientación a la hora de tomar decisiones
que tengan que ver con sus finanzas.
5. La rebeldía que muestran algunos jóvenes, a veces es un grito
desesperado por recibir la atención que no reciben de sus padres, la cual
tienden a buscar de modo incorrecto.
6. La oración, hace que se quiebre la opresión y trae a los padres la debida
instrucción para desempeñar su rol del modo correcto.
7. El pecado voluntario y premeditado es el peor tipo de pecado, porque
difiere del que es cometido bajo presión.
8. La repetición intencional del pecado sin arrepentimiento, es lo que hace
que el corazón de la persona se endurezca y cierre su oído al consejo que le
da el Señor a través de su Palabra, y a través de otras personas.
9. Satanás quiere que solo te enfoques en el placer carnal que te ofrece,
cuando su verdadero plan por medio de eso, es traer a tu vida muerte,
destrucción y ruina.
10. La gracia y la unción de Dios, no fluirá a través de aquellos que se
rehúsan a abandonar el pecado, quienes, al no tener la unción del Espíritu,
proceden a hacer uso de las «fórmulas» que ya conocen, para mantener el
cargo, la posición o la reputación por la que la gente les reconoce.
11. Si lo que decimos con nuestra boca, no está certificado por medio de
nuestras acciones, son solo simples palabras carentes de efectividad.
12. No juegues con el pecado ni pienses que puedes salir airoso mostrando
en público, lo que realmente no eres en privado, porque tarde o temprano
sino te arrepientes serás desenmascarado.
Rut - Para tomar lo que está delante, debes
soltar lo que quedó atrás
El nombre de Rut significa «compañera fiel o buena amiga», y aparte de la
mujer descrita en Proverbios 31, es la única a la que en toda la Biblia se le llama
«mujer virtuosa» (ver Rut 3:11). Pero esta descripción no tuvo mucho que ver
con su origen, sino con las buenas decisiones que tomó durante el trayecto de su
vida, las que además la conectaron con el glorioso destino que Dios le había
reservado.
Su tierra natal fue Moab, una nación pagana e idólatra cuyo «dios» era Quemos,
ídolo a quien los moabitas rendían culto; y en veneración a él, sacrificaban a sus
hijos arrojándolos al fuego. (Ver 2 Reyes 3:27).
Basándonos en esto, podemos deducir que tanto la mentalidad como el corazón
de los moabitas, estaban totalmente contaminados, cegados y distorsionados.
Porque una sociedad capaz de sacrificar a sus hijos en el fuego para satisfacer las
exigencias de su sistema idólatra, es una que no tiene el más mínimo concepto
de valor hacia la familia. Fue aquí que nació, y tuvo lugar gran parte de la
historia de la vida de Rut. En esta tierra cuya atmósfera estaba altamente cargada
de hostilidad y perversidad.
Pero, ¿Cuál es la historia de esta nación? El origen de Moab, surgió cuando
cientos de años atrás a Lot, el sobrino de Abraham le fue dado aviso del juicio
que vendría sobre Sodoma, para que huyera de ese lugar al junto de su familia.
Sin embargo, mientras salían la esposa de Lot miró hacia atrás y se convirtió en
una estatua de sal (Ver Génesis 19:26) mientras que él, en compañía de sus dos
hijas continuaron la marcha, y una vez fuera de aquella tierra, se refugiaron en
las montañas. Estando allí, las hijas de Lot pensaron que su padre y ellas dos,
eran las únicas personas que quedaban en la tierra. Por lo que, con el fin de
extender la descendencia, tomaron la decisión de emborrachar a Lot, durante dos
noches consecutivas y ambas dormir con él; una la primera noche y la otra, la
segunda.
Luego de este acto de incesto, las dos hijas quedaron embarazadas; la menor
tuvo un hijo al que puso por nombre Amón o Ben-Amí, del cual surgieron los
amonitas, y la mayor tuvo un hijo al que puso por nombre Moab, del cual
surgieron los Moabitas. Así se originaron estas dos naciones, las cuales llegaron
a ser enemigas acérrimas de Israel. De hecho, acerca de la nación de Moab, se
«Miedo, hoyo y lazo sobre ti, oh
hizo la siguiente pronunciación:
morador de Moab, dijo el Señor». Jeremías 48:43 (JBS)
Por otro lado, Elimelec cuyo nombre significa «Dios es Rey» y Noemí cuyo
nombre significa «Dulzura», vivían en su pueblo natal que era Belén, y por
causa de una hambruna que había visitado al pueblo, se fueron con sus dos hijos,
Mahlon y Quelion a morar a los campos de Moab.
El nombre de Mahlon tiene como significado «lánguido», causa por la que
algunos escritores han argumentado que pudo haber sido prematuro. Mientras
que el nombre de Quelion significa «enfermo», y estando en Moab, murió
Elimelec y luego de su muerte, ambos de sus hijos se casaron con mujeres
moabitas; la esposa del mayor fue Orfa, y la esposa del menor fue Rut.
Luego de aproximadamente diez años de contraer matrimonio, los dos hermanos
murieron; quedando viuda no sólo Noemí, sino también Orfa y Rut, sus dos
nueras.
Pasada la muerte de los tres hombres de esta familia, Noemí escuchando que
Dios había visitado a Belén para darles pan, decidió volver allá y al emprender el
viaje, ambas nueras se fueron con ella, pero en el camino Noemí se detuvo para
exhortarles que regresaran a Moab, que retornaran al lugar donde estaban sus
raíces, familias, costumbres y amigos, porque allá habrían de encontrar marido.
Al oír esto, ambas nueras lloraron y se negaron a volver, pero Noemí insistió.
Entonces Orfa se despidió con un beso, pero Rut se quedó con ella. Y cuando
Noemí le insistió para que al igual que su otra nuera, volviera a su lugar de
origen, ella enfáticamente le respondió:
«¡No insistas en que te abandone o en que me separe de
ti! Porque iré a donde tú vayas, y viviré donde tú vivas.
Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Moriré
donde tú mueras, y allí seré sepultada. ¡Que me castigue
el Señor con toda severidad si me separa de ti algo que
no sea la muerte!». Rut 1:16-18 (NVI).
¡Esto suena poderoso! y resulta ser aún más digno de admiración cuando
recordamos que Noemí, por causa de todo lo que había vivido se había
convertido en una persona amargada. Algo que ella misma revela cuando hace su
regreso a la tierra de Belén. (Ver Rut 1:20).
En este punto, cabe señalar que son muy pocas las personas que hoy día
reconocen y valoran (como lo hizo Rut) a quienes Dios les ha asignado para
formarlos e instruirlos, sobre todo si son personas aparentemente complicadas y
difíciles. Otro ejemplo de esto, tenemos con Eliseo que aunque siendo Elías un
hombre sujeto a pasiones, lo consideró y lo honró como una persona de alto
valor para el cumplimiento de su destino.
Por tanto, tomemos como ejemplo la vida de Rut y de Eliseo, y no dejemos que
nada nos separe de las conexiones divinas que Dios ha dispuesto para nosotros;
obviemos sus defectos y enfoquémonos en todo lo que podamos aprender de
ellos. Porque aun, el mal carácter que en ocasiones puedan mostrarnos, será
usado por Dios para formarnos.
«Si tu jefe se enoja contigo, ¡no renuncies a tu puesto!
Porque el espíritu sereno puede superar grandes
errores». Eclesiastés 10:4 (NTV).
Rut, no escatimó los efectos adversos que pudiera tener el hecho de seguir a una
mujer amargada como lo era Noemí porque la amaba, la honraba y estaba
dispuesta a dejar que Dios la usara como el puente, para llevarla al destino que
con el fin de alcanzar, había decidido dar la espalda a la tierra de Moab. Porque,
aunque allí estaba su origen, este lugar solo representaba para ella dolor, pecado
y muerte.
Al igual que Rut, muchas son las personas que tendrán que dar la espalda a lo
que vivieron atrás, para poder conquistar lo que tienen delante. Ya que, por causa
de ciertos acontecimientos pasados, hoy se encuentran amargados, oprimidos y
estancados.
¿Eres tú una de ellas? ¿Hay en tu pasado cosas que hubieras querido que nunca
acontecieran? ¿Pasaste por alguna situación difícil y aún no te has desprendido
del dolor que te causó?
De ser así, es necesario que entiendas que independientemente de lo difícil que
haya sido lo que viviste, no tuvo el poder para matarte porque si así hubiese sido,
no te encontraras leyendo esto. Entonces, si no pudo eliminarte dale gracias a
Dios, porque como quizás ya has oído: «Todo lo que no te mata, te
hace más fuerte».
Sin embargo, puede que al leer esto digas: «¡Qué fácil es para usted hablar de
esa forma! Cuando no tiene idea de todo lo que me ha tocado atravesar». En
cuanto a esto te diré, que por causa de yo misma haber pasado por situaciones
que Satanás apostó que me destruirían, es que hoy con toda firmeza y seguridad
te puedo decir: «Es posible superarlo, no tienes que quedarte caída; aprende
a soltar y dejar ir». Porque aunque no sea fácil, siempre será posible cuando
decides que esas situaciones sean solo parte de un «capítulo» y no el final de tu
historia.
Una de las razones por la que a muchos se les dificulta dejar atrás el pasado, es
la tendencia que tienen de aferrarse a lo que para ellos resulta ser familiar. Causa
por la que rechazan lo que tienen delante, aunque sea mucho mejor que lo que
quedó atrás.
Y tú, ¿Estás lista para dejar atrás tu pasado? ¿Estás preparada para emprender la
conquista de lo nuevo que Dios tiene para ti?
No le des a tu «ayer» el poder de determinar tu «mañana», ni permitas que el
lugar de dónde vienes, determine el lugar a donde vas. Porque más importante
que como inicias, será siempre el modo como decides terminar.
Por tanto, decide ser de aquellos que sin importar cuanto les haya golpeado el
pasado, se disponen a llevar a las manos del Señor sus pedazos, para que Él haga
con ellos una obra de arte.
La decisión de Rut de salir de Moab, fue la más importante de toda su vida; y la
decisión de dejar atrás tú pasado, es la más importante de toda la vida tuya.
En este punto debemos resaltar, que dejar atrás el pasado no siempre significa
desprenderse de los aspectos negativos del mismo. Ya que para muchos su lucha
radica en quitar la mirada de sus éxitos y victorias pasadas, para ir rumbo a
nuevas conquistas.
En ese mismo orden, están los que se aferraron a un tiempo de su vida en el que
todo parecía estar estable, y en el que había personas que formaban parte de esa
«estabilidad» que ya no están, por lo que ahora ellos creen que si todo no vuelve
a ser como antes, su vida carece de sentido.
Algo que por supuesto no es verdad sino una gran mentira que Satanás busca
tejer en la mente de las personas, a la que para poder hacer frente debemos tener
presente los siguientes principios:
Todo lo que en un tiempo tuviste te fue dado por el Señor, y aunque todo en
un tiempo se vaya te queda quien te lo dio, y tiene todo el poder de hacer
nuevas todas las cosas.
En ocasiones, Dios hará que algunas personas se alejen de ti por un tiempo,
para luego traerlas a ti en una versión mejorada. Mientras que en otras
ocasiones, será a ti, que Dios te llevará a un nivel nuevo antes de volver a
dártelas.
Cuando el alejamiento de alguien o la negación de algo haya sido
permanente, agradece a Dios por el tiempo que lo tuviste y recuerda que a
veces, a lo que tu llamas pérdida, el cielo le llama creación de espacio.
Hulda la profeta:
Junia la Apóstol