Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

2 White El Simbolo

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 8

es temporal y formal en su carácter, ganará acceso al nivel cultural

tal como lo ha hecho en los niveles biológico e inanimado.


Se deberá notar, por supuesto, que l6s~ñomHres~ convencionales
usados para "las ciencias" no cuadran del todo con nuestro sistema
de categorías. Pero ello es perfectamente comprensible: los términos
física, zoología, sociología, etc., han entrado en uso conforme crecía la
ciencia, y este crecimiento ha sido más o menos accidental. Los con-
ceptos de tiempo y espacio existieron mucho antes de que se descu- CAPÍTULO SEGUNDO
briera que tiempo y espacio no son más que aspectos de una tercera
cosa para la que no hay un nombre más adecuado que espacio-tiempo. E L SÍMBOLO
Pero el hecho de que los nombres de "las ciencias" no correspondan
con nuestras nueve categorías dé ningún modcTrestá~val!dez a las cá^ Origen y base de la conducta humana
tegorías. La madurez de la ciencia en cualquier campo puede ser "En la Palabra está el comienzo ... el comienzo del Hombre y la
valuada bastante exactamente por su vocabulario: conforme crece, Cultuia."
"una ciencia" desarrolla su terminología propia. Esto ha tomado lugar
extensamente en las ciencias físicas y biológicas. Y en la actualidad I
palabras tales como instinto, inteligencia, raza, sociedad, han demos-
trado ser tan difíciles de usar que es probable que sin demora dejen En julio de 1939 se celebró una reunión en la Universidad Lelanü
el lugar a una terminología más efectiva. Stanford para conmemorar el centésimo aniversario del descubrimiento
Para el trabajador científico, términos tales como psicología, botá- •de que la célula es la unidad básica de todo tejido nuevo. En la ac-
nica, química, etc., continuarán indudablemente siendo útiles y satis- tualidad estamos comenzando a comprender y apreciar el hecho de que
factorios, salvo hasta el punto en que otras divisiones del trabajo y el. símbolo es la .unidad básica de tqda-conducta humana y civilización.
la especíalización hagan necesario el empleo de nuevos términos. Pero TodaTconductaliumana se origina en el uso d e"'sím bol os, F u e é 1
para el pensador, para el filósolo de la ciencia, se requieren nuevos símbolo que transformó nuestros antepasados antropoides en hombres
términos técnicos. No tengo la presunción de proporcionar nombres y los hizo humanos. Todas las civilizaciones han sido generadas, y
para nuestras nueve categorías. Pero, dado que representan un aná- son perpetuadas, sólo por el empleo de símbolos. Es el símbolo que
lisis lógico y realista del campo, parece probable que a medida que transforma un infante de Homo Sapiens en un ser humano; los sor-
estas categorías invadan más y más el pensamiento sistemático, even- domudos que crecen sin el uso de símbolos no son seres humanos.
tualmente recibirán nombres. Toda conducta humana consiste en el uso de símbolos o depende de
tal uso. La conducta humana es conducta simbólica; la conducta sim-
bólica es conducta humanaT'EI's'ímbolo es e l universo de la humanidad.

II

El gran Darwin declaró en La Descendencia del Hombre que "no


hay diferencia fundamental entre el hombre y los mamíferos superio-
res en lo relacionado con sus facultades mentales," que la diferencia
entre ellos consiste "únicamente en la casi infinitamente mayor capa-
cidad del hombre para asociar entre sí ios sonidos e ideas más diver-
s o s . . . los poderes mentales de los animales superiores no difieren
en clase, aunque sí mucho en grado, de los correspondientes poderes
del hombre (capítulos 3, 18; el subrayado es nuestro).
Esta opinión de la mentalidad comparativa es compartida por entre el hombre y otros animales, tropieza ciertas veces con dificul-
tades que no puede superar y, por lo tanto, termina diciendo que la
muchos investigadores en la actualidad. F. H. Hankins, un prominente
diferencia es simplemente una de grado: el hombre tiene una mente
sociólogo, dice, por ejemplo, que "a pesar de su enorme cerebro, no
más gráñdé, "mayor poder de asociación/' un más amplio orden de
puede decirse que el hombre tenga algún rasgo mental que le sea
actividades, etc. Un buen ejempío de lo dicho ños lo brinda el dis-
p e c u l i a r . . . Todas estas superioridades humanas son meramente rela-
tinguido fisiólogo Antón J. Carlson. .Luego de notar "las presentes
tivas o representan diferencias de grado." El profesor Ralph Linton,
conquistas del hombre en ciencia, en las artes (incluyendo la oratoria),
un antropólogo, escribe en El Estudio del Hombre: "Las diferencias
en instituciones políticas y sociales," y observando "al mismo tiempo
entre hombres y animales en todos estos sentidos (conducta) _ s o n
la aparente pobreza de tal conducta en otros animales," él, como
enófmes, pero parecen ser diferencias de cantidad antes que de cali-
hombre común, "está tentado a llegar a la conclusión de que en estas
dad." Se puecTé^demostrar que entre la conducta humana y la animal
capacidades, al menos, el hombre tiene una superioridad cualitativa
lia y Tanto en común," observa Linton, "como para que la separación spbre otros mamíferos." Pero, dado que, como hombre de ciencia,
(entre ellas) deje de tener gran importancia." El Dr. Alexander Gol- el profesor Carlson no puede definir esta diferencia cualitativa que
denweiser, igualmente un antropólogo, es de opinión que "en lo tocan- existe entre el hombre y otros animales, dado que cpmo fisiólogo no
te a psicología pura, considerando la mente como tal, el hombre no la puede explicar, se rehusa entonces a admitirla — " . . . e l fisiólogo
es en realidad más que un animal de talento" y que "la diferencia no acepta que el gran desarrollo del lenguaje articulado usado por el
entre la mentalidad aquí mostrada (por un caballo y u n chimpan- hombre sea algo cualitativamente nuevo; ..."— y sugiere desampara-
cé) y aquella del hombre es simplemente una diferencia de grado." 1 damente que tal vez un día hallemos en la mente humana alguna
Es por demás obvio que hay numerosas e impresionantes similitu- nueva piedra angular", un "adicional lipoide, fosfátido o ion de
des entre la conducta del hombre y aquella del mono; es bastante potasio" que la explique, y concluye diciendo que la diferencia entre
posible que los chimpancés y gorilas de los jardines zoológicos las la mente del hombre y la del no hombre es "probablemente sólo una
hayan notado y apreciado. Bastante aparentes son también las simili- diferencia de grado." 3
tudes de la conducta humana con la -de muchas otras clases de anima-
La_tesis que nos proponemos formular y defender en estas páginas
les. Casi tan obvia, pero no fácil de definir, es una diferencia de con-
es que hay u ñ a d i f e r e n c i a fundamental entre la mente del hombre y
ducta que distingue al hombre de todas las demás criaturas vivientes.
la mente del no hombre. Esta diferencia es de clase, no de grado. Y el
Dije "obvio", pues es bastante claro para el hombre común que los ~¡
espacio que media entre los dos tipos es de suma importancia — a f m e -
animales no humanos con los que está familiarizado no pueden en- |
nos para la ciencia de la conducta comparada. El hombre usa sím-
trar y participar, pues les es imposible, en el mundo en que él, como ;
{ p É S ^ n o hay otra criatura que lo haga. Un organismo tiene la fa-
ser humano, vive. No es posible que un perro, caballo, pájaro, o hasta
cultad de usar símbolos, o no la tiene; no hay estados intermedios.
un mono, tenga algún entendimiento del significado del signo de la
cruz para un cristiano, o del hecho de que el color negro (blanco
entre los chinos) sea el color de duelo. Ningún chimpancé o rata de
laboratorio puede apreciar la diferencia que hay entre agua bendita III
Í
y agua destilada, o captar el significado de martes, 3, o pecado. Ningún
animal salvo el hombre puede distinguir un primo de un tío, o u n j i P u e d e ser definido como i¿]}a_^osa_cuyo valor _o_ signi-
primo cruzado de un primo paralelo. Sólo el hombre puede cometer 1 Jficado le es adjudicada poi q u i e a J a j í s a , Digo "cosa", pues un símbolo
el crimen de incesto o adulterio; sólo él puede recordar el día de puede tener cualquier clase de forma física; puede tener la forma de
descanso y mantenerlo sagrado. T a l como bien sabemos, no es que los un o b j c o un sabor.
animales inferiores puedan hacer estas cosas pero en menor grado que El significado, o valor, de u n símbolo no tiene en ningún caso
nosotros; de ningún modo pueden efectuar estos actos de apreciación origen o determinación en la forma física de propiedades intrínsecas:
y distinción. Según dijo Descartes hace ya mucho tiempo, "no es que el color adecuado para el duelo puede ser amarillo, verde o cualquier
los brutos tengan menos 'razón que el hombre, lo que ocurre es que otro; el púrpura no necesita ser el color de la realeza; entre los go-
no tienen absolutamente ninguna." 2 bernantes manchúes de la China era amarillo. El significado de la
palabra "ver" no es intrínseco a sus propiedades fonéticas (o grá-
Pero cuando el sabio intenta definir la diferencia mental que existe
ficas). "Buscar cinco pies al gato" puede significar cualquier cosa. asignado previamente es descubierto por primera vez; puede ser hecha
El significado de los símbolos tiene su origen y determinación en los optativamente en otro momento para ciertas finalidades. Pero una
organismos que los usaa; los organismos humanos adjudican significa- vez que se ha asignado valor a una palabra, o que se ha descubierto
do a hechos o cosas físicas, los que luego se convierten en símbolos. el valor d e t a l palabra. el significado dé la misma es, durante el usó,
"El significado de los símbolos," para usar la frase de John Locke, identificado con su forma física. La palabra funciona entonces j i ma-
"nace de la imposición arbitraría de los hombres." 4 nera de signo antes que como símbolo. .Sú significado es entonces cap-
Todos los símbolos deben tener una forma física, de lo contrario tado con los sentidos.
no podrían penetrar en nuestra experiencia.JEsta afirmación es válida Definimos el signo como un hecho o cosa física cuya función es la
independientemente de nuestra teoría de la experiencia. Aun los ex- d e indicar otra cosa o hecho. El significado de un signo puede ser
positores de la "percepción extra sensorial," que fian recusado el con- inherente a su forma física y a su contexto, tal como en el caso de la
cepto de Locke de que "el conocimiento.de la existencia de cualquier altura de u n a columna de merculTó" eiTun termómetro como indica-
otra cosa (aparte nosotros mismos y Dios) lo podemos obtener sólo ción de temperatura, o la caída de hojas en otoño. Alternativamente,
mediante la sensación," 5 se han visto obligados a trabajar con formas «1 significado de un signo puede ser simplemente identificado con su
físicas antes que etéreas. Pero el significado de un símbolo no puede forma física, tal como en el caso de una sirena de alarma o una ban-
ser descubierto con el mero examen sensorial de.su forma física. Con dera de cuarentena. Pero en todos los casos el significado del signo*
sólo mirar una x en una ecuación algebraica no podemos decir qué puede ser determinado con medios sensoriales. El hecho de que una
representa; con los oídos solos no es posible determinar el valor sim- cosa puede ser un símbolo (en un contexto) y a la vez un signo (en
bólico del compuesto fonético yes; conocer el peso de u n cerdo n o otro contexto) ha llevado a confusiones y malos entendidos.
basta para saber cuánto oro nos darán por él; la longitud de onda Por ejemplo, dice así Darwin: "Lo que distingue al hombre de los
de un color no aclara si representa coraje o cobardía, o si es una señal animales inferiores no es la comprensión de sonidos articulados, pues,
para gobernar el movimiento de peatones; ni tampoco se puede des- como bien se sabe, los perros entienden muchas palabras y frases,"
cubrir el espíritu de un fetiche con no importa cuántos exámenes (La descendencia del hombre, capítulo I I I ) .
físicos y químicos. El significado de un símbolo puede ser captado Es perfectamente exacto, por supuesto, que a perros, monos, ca-
únicamente por mediosjho sensoriales, simbólicos. ballos, pájaros, y tal vez criaturas que ocupan peldaños más bajos
La naturaleza de la experiencia simbólica puede ser ilustrada fá- de la escala evolutiva, se les puede enseñar a responder en forma
cilmente. Cuando los españoles se encontraron por primera vez con específica cuando reciben una orden vocal. El pequeño Gu a, un joven
los aztecas, nadie conocía el idioma del otro. ¿Cómo podrían los in- chimpancé usado por Kelloggs en sus experimentos, fue, durante un
dios descubrir el significado de santo o la importancia del crucifijo? tiempo, "considerablemente superior al niño en su respuesta a las
¿Cómo podrían los españoles aprender el significado de calli, o apre- palabras h u m a n a s . P e r o no se desprende de allí que no haya dife-
ciar a Tláloc? Estos significados y valores no podían ser comunicados rencia entre el significado de "palabras y frases" que capta un hombre
por la sola experiencia sensoria de las propiedades físicas. El oído mas y el que capta un mono o un perro. Las palabras son para el hombre
aguzado no puede saber si santo significa "sagrado" o "hambriento . a la vez signos y símbolos; para un perro sonTimpIémente signos,^ Ana-
Los sentidos más penetrantes no pueden aprehender el valor del agua licemos la situación de estímulo vocal y respuesta.
bendita: Sm embaigo, tal como todos sabemos, los españoles y los Un perro puede aprender a echarse cuando oye la orden "¡Abajo!"
aztecas descubrieron los respectivos significados y apreciaron los res- A un hombre se le puede enseñar que se detenga cuando le dicen
pectivos valores. Pero no con medios sensoriales. Cada uno fue capa/ "¡Alto!" El hecho de que un perro pueda aprender a echarse cuando
de penetrar en el mundo del otro sólo en virtud de una facultad J>a£a se le ordena en chino, o que se le pueda enseñar a "buscar" cuando
la que no tenemos mejor nombre que símbolo. se le dice "abajo" (y lo mismo es, por supuesto, válido para un hom-
Pero una cosa que en un contexto es un símbolo, en otro contexto bre) demuestra que no existe una relación necesaria e invariable
no es un símbolo sino un signo. De esa manera una palabra es un sím- entre, una particular combinación de sonidos y la reacción específica
bolo únicamente cuando se sabe la distinción que existe entre su sig-^ que piovoca. Al perro o al hombre-se les puede enseñar a responder
niñeado y su forma física. Esta distinción debe ser hecha forzosamente de i.na cierta manera a cualquier combinación de sonidos elegida arbi-
al asignar valor a una combinación de sonidos o cuando u n valor tra,,«ni C iUe, P o r ejemplo, un grupo de sílabas sin sentido, ideada para
la ocasión. Por otra parte, cualquiera de una gran variedad y n ú m e r o empeña un papel puramente pasivo y no puede hacer nada más. Apren-
de respuestas puede resultar evocada por u n determinado estímulo. de el significado de u n a orden vocal así como sus glándulas salivales
De ese modo, dentro ele lo referente al origen de la relación existente \ pueden aprender a responder al sonido de una campana. Pero el
entre estímulo vocal y respuesta, la naturaleza de la relación, o sea j hombre juega un papel activo y se convierte así en creador: que x
el significado del estímulo, no es determinada por propiedades intrín-jf equivalga a tres kilogramos de carbón y será igual a tres kilogramos
secas del estímulo. r de carbón; que el quitarse el sombrero en u n templo indique respeto,
Pero, u n a vez establecida la relación entre estímulo vocal y res-, y tal el valor que adquiere el gesto. Esta facultad creadora, la de libre,

Í
puestaTel significado del estímulo resulta identificado con los sonidos; aci \ arbitrariamente asignar valor a "las cosas, es u n a d é las más
es entonces como si el signiíicado fuera algo i n t r í n s e c o j l e los sonidos, comunes y corrientes características del hombre, pero es tambiéñ~7fl
mismos. Es así como "alto" no tiene el mismo signifícacto q u e "salto" o mas importante. Los amos la emplean libremente en su juego: " D i g a ^
"faltó", y tales estímulos son distinguidos entre sí con ayuda del meca- mós que ésta roca es u n lobo."
nismo auditivo. Un perro puede ser acondicionado para responder La diferencia entre la conducta del hombre y la de otros animales
de u n a cierta manera al oír u n sonido de una determinada longitud consiste, entonces, en que los animales inferiores pueden recibir nuevos
de onda. Altérese suficientemente la altura del sonido y la respuesta valores, pueden adquirir nuevos significados, pero no pueden"crearlos
dejará de aparecer. El significado del estímulo ha sido identificado Hacerlo es m s a i i m ^ d d - J l a m b r e . Para usar u n a c r u d a "
con su forma física; su valor es apreciado con los sentidos. j analogía, los anímales inferiores son como u n a persona que tuviera
Vemos así en la conducta de signos, cuando es establecida u n a rela- i sólo el aparato receptor de mensajes inalámbricos: puede recibir men-
ción entre u n estímulo y u n a respuesta, que las propiedades intrínse- | sajes pero no los puede enviar. El hombre puede hacer ambas cosas.
cas del estímulo no determinan la naturaleza de la respuesta. Pero uiiajdiferencia debelase, no de g r a d o l una criatura puede
luego de que ha sido establecida la relación, es como si el significado ya sea "imponer" arbitrariamente significados," puede ya sea crear y
del estímulo fuera algo inherente a su forma física. N o hace n i n g u n a | asignar valores, o n o puede hacerlo. N o hay estados intermedios. Esta
diferencia qué combinación fonética escojamos para hacer aparecer; diferencia puede parecer nimia, pero, tal como u n a vez le replicó u n
la respuesta d e poner fin a la locomoción. Podemos enseñar a u n carpintero a William James al discutir las diferencias que había entre
perro, hombre o caballo a que se detenga cuando oiga cualquier orden los hombres, "es muy importante." T o d a existencia humana depende
vocal q u e se nos haya ocurrido elegir o idear. Pero una vez q u e h a de ella y de ella sola.
sidol'éstablecidaiu relación entre sonido y respuesta, el significado .del La confusión referente a las palabras y a su significado para el
estímulo se identifica con su forma física y es, por consiguiente, perci- j hombre y los animales inferiores, no es difícil de comprender. Surge,
bible con los sentidos. antes que nada, de üna falla en distinguir los dos contextos comple-
H Ü l a d q L i f o l i e m o s descubierto ninguna diferencia entre el p e r r o ¡t tamente diferentes en los q u e funcionan las palabras. Las afirmaciones:
y el hombre pirecen ser exactamente iguales. Y lo son, hasta el p u n t o "el significado de una palabra puede ser captado con los sentidos," y
adonde hemos llegado. Pero a ú n no hemos narrado toda la historia. "el significado de u n a palabra no p u e d e ser captado con los sentidos,"
Entre perro y hombre no hay ninguna diferencia discernible en lo aunque contradictorias son sin embargo igualmente verdaderas. En el
relacionado con el aprender a responder apropiadamente a u n estímulo contexto de símbolo el significado no puede ser percibirlo con los SPII-
vocal. Pero no permitamos que u n a similitud impresionante oculte J j d o s ; en el contexto da origen a bastantes
una importante diferencia. U n a tortuga no es aún u n pez. confusiones. Pero la situación ha sido empeorada al usar las palabras
"símbolo" y "signo" para designar, n o los contextos diferentes, sino una
El hombre difiere del p e r r o ^ - y de todas las otras criaturas— en ..que.
y la misma cosa: la palabra. Es así como u n a palabra es a la vez símbolo
puedf desempeñar un papel activo, y asi lo hace, en la determinación ¡
y signo, dos cQsasliIiferen tes^-F.s como decir que u n vaso es u n doli y
del valor que deberá tener el estímulo vocal, y el perro no puede hacer \
un liana - d o s cosas d i f e r e n t e s - pues puede funcionar en dos contex-
lo mismo. El perro no desempeña ninguna parte activa, ni puede tos, uno estético y otro comercial.
hacerlo, en la determinación del valor del estímulo vocal. El que deba
echarse o ir en busca de algo en respuesta a u n determinado estímulo,
o que el estímulo que lo hace echarse sea u n a u otra combinación de
sonidos, son asuntos en los que el perro no tiene "voz ni voto." Des-
problema. Dar cuenta de la base neurológica de la simbolización no
IV es sin embargo una obligación o tarea que incumba al sociólogo o al
antropólogo cultural. Estos investigadores deberían, por el contrario,
i Que el hombre sea único entre las especies animales en lo referente excluir escrupulosamente el asunto como ajeno a sus intereses y pro-
a capacidades mentales, que una fundamental diferencia de clase —no blemas; introducirlo sólo traería confusión. Es suficiente que sociólogos
de grado— lo separa de todos los otros animales, es un hecho aceptado o antropólogos culfural p g ' " ^ p p - m m o algo dado la facultad de usar
desde hace mucho tiempo, no obstante el pronunciamiento contrario ^ h r U r v ; poseída únicamente por el hombre. El uso a que destinen
de Darwin. Ya en el siglo XVII, en el Discurso del Método, Descartes este hecho no es de ningún modo afectado por su incapacidad, o in-
señaló que "no hay hombre tan obtuso y e s t ú p i d o . , , como'para ser cluso la del anatomista, de describir el proceso de simbolización en
incapaz de unir entre sí dos palabras diferSTTTCS"... por otra parte, términos neurológicos. Es empero saludable para el investigador de
nó Hay ütl'O animal, n o l m p o r t a cua"n~fTgrfegFo... que pueda hacer Jo las ciencias sociales tomar nota de lo poco que neurólogos y anato-
miinlO." l a m b i é n John Locke vio claramente qlie "el poder de'abs- mistas saben de la estructura básica de la simbolización. Es por ello
tracooñ falta totalmente en ellas (es decir, las bestias), y que el tener que hacemos aquí una breve revista de los hechos más salientes.
ideas generales es lo que establece una distinción perfecta entre hom- Los anatomistas no h a n sido capaces de descubrir por qué los
bres y brutos, y se trata de una excelencia que las facultades de los hombres se pueden valer de símbolos y los monos no. Dentro de lo
brutos no pueden lograr de ningún m o d o . . . son incapaces de usar que s e s a b e , la diferencia entre el cerebro humano y*el^ cerebro de
palabras o cualquier otro signo general." 7 El eminente antropólogo un mono es de"caTátter cuaTTfítativo: ".7T - éT hombre n o t i e n e ¿ nuevas
británico E. B. Xvlor llamó la atención sobre "el j < ^ l f o ^ e n t a l que „ B a l é r B ^ c é i Ü i r r c e r e b r a l e s o de coíiexiones~de tales células^ " "según
separa al salvaje maf primitivo del mono más, supCTjiy.'.., Ún niño señaló A. J. Carlson. Tampoco posee el hombre, para distinguirlo de
pequeño puede "comprender To~ que no ha sido probado que haya otros animales, algún especializado "mecanismo de símbolos." Los así
penetrado en la mente del perro, elefante o mono más listo." 8 Y, na- llamados centros del lenguaje del cerebro no deben ser identificados
turalmente, son muchos los que hoy admiten la existencia del "golfo con la función de usar símbolos. No es nada raro el concepto de que
mental" entre el hombre y otras especies. la simbolización está emparentada con la capacidad para emitir so-
En la psicología, comparada hemos tenido así, durante más de un nidos articulados o que depende de tal capacidad. Es así como L. L.
siglo, dos tradiciones qué han estado lado a lado. Una ha declarado Bernard enumera como "la ^caia^ta gran posesión orgánica del hom-
que en cuanto a capacidades mentales él hombre no difiere de otros brerr.~~su aparato vocal,... característico de él y nadie más." .^ero
animales, salvo en el grado de tales capacidades. La otra ha visto se trata tle un a idea errónea. Los mon os antropoideos tienefT"el rae-
con toda claridad que el hombre es único al menos en un respecto: * V^ismo'Teqüe^ arüculadc¡s.' i Parece
posee una habilidad que no tiene ningún otro animal. La dificultad estar bien establecido," escriben R. M. y A. W. Yerkes en su obra
de definir adecuadamente la diferencia en _cuestión ha hecho que el The Great Apes, "que este mono (chimpancé) cuenta con u n meca-
debate siguiera abierto hasta nuestros días. Abrigamos la esperanza nismo motor de voz que aparte de ser capaz de producir una consi-
que la distinción entre conducta de signo y conducta de. símbolo, tal derable variedad de sonidos es también adecuado para emitir articu-
como aquí la hemos enunciado, contribuya a resolver este problema laciones definidas similares a aquellas del hombre." Y el antropólogo
de una vez para siempre. físico E. A. Hooton asegura que "todos los monos antropoideos están
vocal y muscularmente equipados, de modo que podrían tener u n
lenguaje articulado si poseyeran la inteligencia requerida." Además,
V como lo observaron hace ya mucho tiempo Descartes y Locke, hay
pájaros que emiten verdaderamente sonidos articulados, que duplican
Es en verdad muy magro el conocimiento que tenemos acerca de los sonidos del habla humana, pero que, por supuesto, son del todo
la base orgánica que sustenta la facultad de usar símbolos: poco y incapaces de usar símbolos. Los "centros del lenguaje" d e l j g r e b r o son
nada sabemos de la neurología de la "simbolización." Y son muy es- sencillamente centrnc « w n f l r n r r m mí^^dos la
casos los hombres de ciencia —anatomistas, neurólogos o antropólogos laringe, etc. Pero, tal como sabemos, el empleo de símbolos no Se halla
físicos— que parezcan sentirse interesados por el tema. De algunos de de r j]iri,gún modo restringido al uso r1p f 5 f ™ ñmirins^ Es posible re-
ellos se podría decir en realidad que casi ignoran la existencia de tal
presentar símbolos con cualquier parte del" cuerpo que podamos mover
permiten si son poseídoTliño p o r vez?
a voluntad. 9
Si no hubiera lenguaje n o j a h c j a ^ o r g a w a a c i ó n ^ p o l i t i c o e c o n ó m i c a ,
La facultad de usar símbolos fue indudablemente puesta en exis-
pr-lfi&ü&tica o militar: n o h a b r í a ética ni reglas de etiqueta; n o habría
t P n r i^~^3r~^I^prÓceso!*ñatural tle_jajevoluciÓTr orgjimca. Y~ po"3emos
leyes, ni ciencia, teología o literatura; ni juegos o música, excepto en
suponer":razonableméñÍJlj^^ ele é s l ^ f a c u l t ad, si no su_
el nivel de los simios. T o d o el aparato de rituales v ceremonias care-
pn n i entra en el c e r e b r c C ^ s p e a p m e ñ i r e i i él cerebro" anterior.
cería de sentido si n o Hubiera lenguaje articulado7~^IrTlHngüajeTiS
El rerebro h u m a n o es mucho mayor que el de"*ün mono, tanto absoluta
tendríamos por cierto casi n i n g u n a herramienta: poseeríamos sókTeí
como proporcionalmente. El cerebro del varón adulto tiene, término
uso ocasional e insignificante de herramientas tal como el que halla-
medio, u n volumen de unos mil quinientos centímetros cúbicos; el
mos actualmente entre los monos superiores, pues merced al lenguaje
de los gorilas rara vez excede de los quinientos centímetros cúbicos.
articulado el uso n o progresivo de herramientas propio del mono se
En proporción, el cerebro h u m a n o pesa algo así como una quincua-
transformó en el uso progresivo y acumulativo de herramientas hecho
gésima parte de todo el peso del cuerpo, en tanto que el cerebro del
por el hombre, el ser h u m a n o .
gorila varía desde u n a cientocincuenta a u n a doscientasava parte del
En suma, sin alguna forma de comunicación simbólica, n o tendría-
peso del a n i m a l 1 0 . Y el cerebro anterior es particularmente grande en mos cultura. "En el Verbo estaba el principio" de la cuItura —y. tam-
el hombre, comparado con el del mono. Ahora bien, sabemos_jde bién su perpetuación.
muchos casos en que variaciones, cuantitativas dan origen a n i l e r e ñ a a s
Pero, no obstante toda su cultura, el hombre sigue siendo u n ani-
cualitativas. El agua se transforma en vapor por efecto de cantidades mal y pugna por lograr los mismos fines hacia los cuales se esfuerza
adicionales de calor. U n aumento de fuerza y velocidad hace q u e ei por llegar toda otra criatura viviente: 1 la conservación del individuo
aeroplano se despegue del suelo, y la locomoción terrestre es trans- y la perpetuación de la especie. E n términos concretos, estos fines s o n .
formada en vuelo. La diferencia entre los alcoholes metílico y etílico alimento, protección de los élementos, defensa de los enemigos, salud
es u n a expresión cualitativa de u n a diferencia cuantitativa en las pro- y descendencia. El hecho de q u e el h o m b r e se empeñe por alcanzarlos,
porciones de carbono e hidrógeno. Puede entonces que u n crecimiento al igual que todos los otros animales, indudablemente ha inducido a
notable de tamaño ocurrido e n d e e r e b r o del horahceJiaya hecho apa- muchos a declarar que " n o hay u n a diferencia fundamental entre la
recer~ünarñ¿m^^ conducta del hombre y la de otras criatura: Pero hay una diferencia
en el hombre, no en los fines sino en los medios. LoTmeHiorHelTom^"
brFTonmedi^
VI
del animal h u m a n o . Y d a d o q u e estos medios, la cultura, dependen de
uña facultad poseída por el hombre, la facultad de usar símbolos, la
T o d a cultura /civilización) depende del símbolo^ Fue el ejercicio rijferfinqa^aiüg la conducta del hombre y la de todas las otras. cria- ,
de la facultad de usar símbolos lo que puso en existencia a la cultura, turas no es sólo grande, sino básica y fundamental.
y el uso de los símbolos es lo que hace posible la perpetuación de la
cultura. Sin el símbolo no habría cultura, y el hombre sería sencilla-
mente un*anima), no un ser humano.
El lenguaje articulado es la forma más importante de expresión VII
simbólica. ¿Qué queda de la cultura si suprimimos el lenguaje? Veamos.
En ausencia del lenguaje articulado no habría ninguna org,aniza- La conducta del hombre es de d e s d a s e s distinta.s: simhóliVa y no_
ción social humana. Puede que hubiera^Támilias, pero tal forma de simbblica.- El hombre bosteza, se despereza, tose, se rasca, gritai ele
organización no es peculiar del hombre; n o es, én sí, humana. Pero n o dolor, se encoge d e miedo, m o n t a en cólera, etc., etc. La conducta n o
tendríamos prohibiciones de incesto, no habría reglas prescribiendo la simbólica de esta clase n o es peculiar del hombre; la comparte n o sólo
exogamia y la endogamia, la poligamia o la monogamia. ¿Cómo se con otros mamíferos superiores sino también con muchas otras espe-
r,
podría prescribir el matrimonio entre primos cruzados, o proscribir la e | _ j n i m a l e s . Pero~eT ser h u m a n o se comunica corí sus seméjañtes
unión entre primos paralelos, si no existiera el lenguaje articulado? \ tliéndose de u n lenguaje articulado, usa amuletos, confiesa sus pe-
Si la gente no supiera h a b l a n j c ó r n o p o d ' h a r A i ^ t ^ j r ^ n p -arethihen cados, hace leyes, respeta reglas de etiqueta, explica sus sueños, clási-
fica sus relaciones en categorías designadas, y así sucesivamente. Esta p a r a ^ a p r e n d e r a hablar o siquiera hacer cualquier progreso en tal
clase de conducta es única en su género; nadie más que el hombre es séñtI3o —en suma, su incapacidad para "humanizarse" de algún modo.
capaz de ella^es_fieculiar del hombre p o r el hecho de consistir en el El infante de la especie H o m o sapiens se torna h u m a n o sólo cuando
u^ó de símbolos o por d e p e n d e r de Tai usoHba-tonducta-Tia-siinbólica^^ adquiere la facultad de usar símbolos y la ejerce,. Unicamente por me-
d e T n H o i ^ ^apTeñs^es l a ' a w d ü c t a ' del ^ ' i m a l hombre; la conducta dio del lenguaje articulado —que no es necesariamente vocal— puede
simbólica es aquella d e l j i o m b r £ como_ Aer huma.no. Es e l j í m B o í o el penetrar en el m u n d o de los seres humanos y tomar parte en sus
q u é 7 W ú ñ ~ m e r o animal, h a transformado al hombre e n ^ ñ " animal ; asuntos. Los interrogantes anotados más arriba pueden ser repetidos
humañori ahora. ¿Cómo puede u n niño crece apreciar cosas tales como orga-
nización socmT, ética, etiqueta, rítmd, ciencia, rgligión,. arte y ' j u e g o s
Dado el hecho de que la conducta humana es conducta simbólica
si n o j g c u r r e a_la comunicación jsimbólica? La respuesta es. p o r súpues-
y debido a que la conducta d e las especies infrahumanas es n o sim-
t o ^ u e n o p o d r í a s a f e r j a a d a J e estas-eesas-nit«ner~nmguna~ aprecia-
bólica, se desprende de ello que las observaciones o experimentos
cióo de ellas.
hechos con los animales inferiores n o nos aclararán nada acerca d e la
conducta h u m a n a . Las experiencias efectuadas con ratas y monos h a n Aquí es oportuno mencionar el misterio de los "niños lobos."
sido por cierto valiosas. Mucho es l o - q u e h a n ayudado a comprender Desde el mito de R ó m u l o y R e m o —y a u n de mucho antes— se ha
sobre mecanismos y procesos d e conducta de los mamíferos o los ver- creído en las historias d e niños criados por lobas u otros animales.
tebrados superiores. Pero n o h a n contribuido con nada en lo tocante No obstante el hecho de haberse demostrado repetidamente que los
a lá comprensión de la conducta humana, pues el mecanismo de sím- casos de "niños lobos" eran falsos o carecían d e pruebas adecuadas,
bolos y todas sus consecuencias faltan por completo en las especies luego que Blumenbach descubrió q u e "Wild Peter" era sencillamen-
inferiores. Y con referencia a la neurosis observada en ratas, es, por te u n débil mental que había sido echado de su casa a instancias de
supuesto, interesante saber que estos roedores pueden ser llevados a u n una madrastra de adquisición reciente, estas deplorables fábulas popu-
estado neurótico. Pero lo que la ciencia entendía d e conducta psico- lares siguen en la actualidad teniendo vigencia en ciertos círculos
pática entre seres humanos, antes de que las neurosis fueron produci- "científicos." Pero algunos sociólogos y psicólogos h a n sacado b u e n
das experimentalmente e n ratas, era probablemente mucho más de lo provecho de estas criaturas lupinas y "hombres de la selva," a saber,
que sabe e n la actualidad sobre las neurosis de las ratas. Nuestra demostrar cómo u n representante de la especie Homo sapiens q u e
comprensión de los trastornos nerviosos humanos nos ha ayudado a vive en u n m u n d o sin símbolos no es u n ser h u m a n o sino u n bruto.
comprender la neurosis de la rata; en realidad, hemos interpretado Parafraseando a Vollaire, se podría decir que si n o existieran niños
esta última en términos de patología humana. Pero mal puede verse lobos, la "ciencia social" tendría que inventarlos.
d ó n d e las ratas neuróticas de laboratorio h a n ayudado a profundizar o Los casos de niños que h a n estado aislados del contacto h u m a n o
ampliar nuestra comprensión de la conducta humana. por años de ceguera y sordera, p e r o que eventualmente llegaron a es-
tablecer comunicación con sus semejantes en u n nivel simbólico, son
Ya que f u e el símbolo lo que hizo hupiaR€>=al hombre, otro t a n t o
por demás esclarecedores. La historia de Hellen Keller es excepcional-
ocurre : ; ®OH~ead^nrieníbfe de-te-especíéT U n bebé se torna h u m a n o
mente instructiva, a u n cuando son también valiosas aquellas de L a u r a
sólo cuando c o m i r a z a ^ que comienza a h a b l a r
Bridgman, Marie Heurtin, y otras n .
noThay nada que distinga cualitativamente su conducta de aquella de
-un joven mono, tal como se demostró en la obra titulada El Mono Una enfermedad hizo que Hellen Keller perdiera la vista y el oído
y el Niño. En realidad, u n o de los resultados asombrosos de este a edad muy temprana. Creció como u n a criatura incapaz de todo
fascinante experimento efectuado por el matrimonio Kellogg f u e la contacto de símbolo con nadie. Las descripciones hechas de ella cuan-
demostración ,de cuánto se parece a u n m o n o u n infante d e H o m o do tenía siete años, época en que llega a su casa Miss Sullivan, su
sapiens antes de que comienza a hablar. El n i ñ o adquirió u n a excep- maestra, revelan q u e la conducta de Hellen carecía de todo atributo
cional habilidad para trepar estando j u n t o con la pequeña chim- humano. Era un p e q u e ñ o animal, terca, indómita e indisciplinada 12 .
pancé, ¡y hasta aprendió los c h i l l i d o s del animal para reclamar ali- En algo así como u n d í a luego de haber llegado al hogar de los
mento! Los Kellogg refieren cómo la pequeña mona se "humanizó" en Keller, Miss Sullivan le enseñó a Hellen su primera palabra, dele-
el tiempo en que convivió con ellos. Pero lo q u e el experimento puso treándosela en la mano. Pero esta palabra era sencillamente u n signo,
categóricamente en evidencia fue la absoluta inrapacidad ^el^ mono^ no u n símbolo. U n a semana más tarde Hellen conocía varias palabras
pero, según refiere Miss Sullivan, no tenía idea de "como usarlas o Hellen fue instantáneamente transformada por esta experiencia.
que todas las cosas llevaban u n nombre." A las tres semanas la pe- .Sullivan había logrado tocar el .mecanismo de símbolos de la
M i s s

queña ciega y sordomuda conocía dieciocho substantivos y tres verbos. niña y lo había puesto en funcionamiento. Hellen, por su parte, tuvo
Pero estaba todavía en el nivel de los signos; no tenía ninguna noción conciencia del mundo exterior merced a este mecanismo que había
de "todas las cosas llevan u n nombre." yacido dormido e inerte durante todos esos años, hundido en un obs-
Hellen confundía los signos de palabra para "jarra" y "agua" curo y silencioso aislamiento por ojos que no podían ver y oídos que
púes, aparentemente, ambos se relacionaban con el acto de beber. Miss nada oían. Pero ahora había cruzado la frontera para entrar en un
Sullivan intentó varias veces aclarar tal confusión, pero sin éxito. nuevo país. De ahí en adelante su progreso sería rápido.
Cierta mañana, sin embargo, ya pasado como u n mes de la llegada "Me alejé de la glorieta y sus madreselvas impaciente por apren-
de Miss Sullivan, ambas se dirigieron a la bomba de agua que había der," agrega la niña. "Cada cosa llevaba un nombre, y cada nombre
en el jardín. Lo que ocurrió entonces será mejor narrarlo con sus hacía nacer un nuevo pensamiento. Cuando regresábamos a la casa,
propias palabras: todo objeto que tocaba mi mano parecía palpitar con vida. Ello se
"Hice que Hellen sostuviera la jarra debajo de la canilla mien- debía a qiie veía todo con la nueva y extraña vista que había llegado
tras yo accionaba la bomba. A medida que manaba el agua fresca, a mí."
llenando la jarra, deletreó "a-g-u-a" en la mano libre de la niña. Hellen se humanizaba con gran rapidez. "Compruebo que la pe-
AI surgir tan próxima a la sensación del agua fresca que corría queña mejora de día en día," escribió Miss Sullivan en su diario,
por su mano, la palabra pareció atemorizarla. Dejó caer la jarra "casi podría decir que de hora en hora. Cada cosa debe tener un nom-
y se irguió como transfigurada. U n a luz nueva brillaba en su bre a h o r a . . . Deja de lado los gestos y pantomimas que usaba antes
rostro. Deletreó "agua" varias veces. Entonces se arrojó al suelo, y tan pronto como tiene la palabra para reemplazarlos... Observamos
tocándolo preguntó qué nombre tenía, y señaló la bomba y el que su.rostro se pone más expresivo cada día. . . "
enrejado, y volviéndose de pronto preguntó cómo me llamaba Difícilmente pueda uno imaginarse u n relato más elocuente y con-
y o . . . En unas pocas horas había agregado una treintena de pa- vincente de la importancia de los símbolos y del profundo abismo que
labras nuevas a su vocabulario." media entre la mente humana y una mente desprovista de símbolos.

Pero estas palabras eran ahora algo más que meros signos, tal como
lo son para un perro y como lo habían sido para Hellen hasta ese mo- VIII
mento. Eran símbolos. La pequeña ciega y sordomuda había compren-
Resumen. El proceso natural de la evolución biológica hizo apa-
dido por fin y había hecho girar la llave que por primera vez le dio
recer en d hombre, y unn in enTe"W"ef h o m b r e r u n V Facultad nueva y
acceso a un universo nuevo: el m u n d o de los seres humanos. Tales las
distintiva: la facultad de usat símbolos. I.a forma más importante de
palabras con que la niña describe esta maravillosa experiencia:
la expresión simbólica es el 1 e n g u a j e a r t i c u l a d o . Lenguaje articulado
"Caminamos por el sendero que llevaba a la bomba de agua, s ¡grrilica comunicacion dcTTdeas; comunicación significa preservación
atraídas por la fragancia de las madreselvas que cubrían la glo- —tradición—, y preservación significa acumulación y progreso. La emer-
rieta. Alguien estaba sacando agua y mi maestra puso mi mano gencia de la facultad de usar símbolos se ha traducido en la génesis
en la boca de la bomba. Mientras la fría corriente fluía sobre de un nuevo orden de fenómenos: un orden extrasomático, cultural.
una de mis manos, ella me deletreó en la otra la palabra agua, T o d a s j a s civilizaciones nacen del uso de símbolos, y son perpetuadas^
primero lentamente, luego con rapidez. Me quedé inmóvil, con por tal u*o. Uña cultura, o civilización, no es más que una particular
toda mi atención concentrada en el movimiento de sus dedos. clase de forma que toman las actividades biológicas, perpetuadoras de
Sentí de repente como si algo olvidado emergiera de entre las vida, desarrolladas por un animal particular, el hombre.
brumas - la emoción producida p o r el retorno de un pensamien- Conducta h u m a n a ^ g s „ f ^ ¿ u c ^ s i m b ó l i c a ^ ^ n o _ e s _ s i m b ó l i c a , no es
to; y de algún modo me fue revelado el misterio del lenguaje. hü^fñiH- La criatura del género Hombre se convierte en un ser hu-
Supe entonces que "a-g-u-a" era esa cosa fría y maravillosa qtie mano sólo cuando es introducida en ese orden de fenómenos que es la
corría entre mis dedos. ¡Ese m u n d o viviente despertó mi alma, cultura y participa de tal orden. La llave de este mundo y el medio
le dio luz, esperanza, alegría, la puso en libertad!" de participar en él es el símbolo.

También podría gustarte