La Novela
La Novela
La Novela
La novela es un subgénero narrativo que se caracteriza, en términos generales, por su extensión y amplio
desarrollo de acciones, espacios y personajes. La novela es el género que más popularidad ha gozado a lo
largo de la historia; las grandes obras de la literatura universal, como Don Quijote de la Mancha, Crimen y
Castigo, Madame Bovary, Pedro Páramo, Cien años de soledad, entre otras, se han escrito en este formato.
Características de la novela
Debido a su amplia extensión (hay obras de más de mil páginas) la novela posee un argumento complejo
lleno de innumerables situaciones y múltiples puntos de vista que le otorgan su riqueza y que le permiten
desarrollar su mensaje o intención. No obstante, para Jorge Luis Borges la extensión de la novela es un punto
en contra pues en tantas páginas es imposible no incluir pasajes que no son tan importantes para la historia
en general y que podrían ser omitidos.
En este sentido, el problema de la extensión no es un asunto que tenga ver solo con el número de páginas,
sino, más bien, está relacionado con la forma de abordar un tema. Mientras que el cuento se caracteriza por
su capacidad de condensar una gran cantidad de información en relativamente pocas páginas, la novela
busca ampliar todas las posibilidades para aproximarse y explicar una o más realidades.
La novela posee un gran número de personajes; todos ellos, de una u otra forma, contribuyen al desarrollo de
la historia. Por otra parte, el narrador, quien podría ser un personaje, es la instancia que cuenta la historia. El
narrador no debe confundirse con la figura del autor pues mientras este pertenece al mundo real, el narrador
se encuentra dentro del universo de la obra. Sin embargo, en muchas obras es posible identificar algunos
rasgos que pueden unir, hasta cierto nivel, a ambas figuras. Asimismo, el narratario es la instancia receptora
de la obra. Este, como en el caso del narrador, no debe confundirse con el lector real o potencial de una obra.
Como toda obra narrativa, la novela está determinada por la relación del tiempo y el espacio, es decir, el lugar
de las acciones y su sucesión u orden temporal. Mientras que en un cuento el espacio se puede reducir a un
solo escenario, la novela necesita de una gran cantidad de ellos para permitir el desarrollo de todas las
circunstancias que darán coherencia a la obra. Por su parte, el aspecto temporal puede indicar el transcurso
de uno o más años dentro de la historia o atender a una organización que rompa con la cronología lineal. Es
el caso, por ejemplo, de la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo donde la narración, en lugar de iniciar con el
origen de la historia, lo hace a la mitad de ella.
Clasificación
Existen diferentes tipos de novelas, tomando en cuenta criterios como su forma, contenido, género, público al
que se dirige, si está basada en hechos reales o ficticios, entre otros.
Novela corta: es un tipo de narración de menor extensión que la novela, pero mayor que el cuento.
La novela corta está compuesta por los mismos elementos que la novela. Sin embargo, y debido a su
extensión, los personajes, la trama, los escenarios y las descripciones son breves y menos
desarrolladas.
Novela epistolar: Es un tipo de novela narrada en tercera persona y contada a través de cartas,
diarios o documentos de carácter personal. Tiene una tendencia de redacción similar a la novela
autobiográfica debido a la participación del narrador en el relato.Se caracteriza por tener un carácter
íntimo, verdadero, presentar una situación conflictiva y ser parte de la evolución de la novela a lo largo
del siglo XVIII.
Ejemplos de novela epistolar:
Novela autobiográfica: se caracteriza por exponer información de la vida del autor, por ser una obra
que nace de su introspección. Narra diversos momentos de su vida, generalmente, los que han dejado
huella, como logros, fracasos, enfermedades, pérdidas, historias de amor, entre otros, y los da a
conocer a público.
Estas novelas incluyen características propias de la vida durante el siglo XVI, de allí que critique las
costumbres de la época e invita a una reflexión de la moral y de esa realidad social.
Los relatos de las novelas caballerescas se esfuerzan en presentar de la mejor manera la realidad de aquella
época, de esta manera la historia se torna más verosímil.El personaje principal, el caballero, es descrito como
un hombre valiente y fuerte, capaz de asumir cualquier riesgo y batallar cada vez que sea necesario.
Asimismo, el caballero es un sujeto inteligente, astuto y honorable al que muchos respetan.
Novela realista: fue ampliamente desarrollada en España a mediados del siglo XIX. Se caracteriza
por presentar una narración que refleja con mucha claridad la realidad de la vida cotidiana y de
diversos acontecimientos sociales.Estas novelas también destacan por la mirada objetiva que
desarrolla el autor para describir y exponer la realidad de un momento determinado.
Ejemplos de novela realista:
La fiesta del chivo (2000), de Mario Vargas Llosa, basada en la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en
República Dominicana.
El nombre de la rosa (1980), de Umberto Eco,
Novela de ciencia ficción: parten de la especulación de una serie de hechos que se desarrollan en
un espacio imaginario. Estos relatos se basan en historias futuristas acerca de viajes espaciales, la
existencia de alienígenas, la evolución humana, el fin del mundo, viajes en el tiempo, entre otros.
Utiliza elementos como las ciencias físicas, elementos tecnológicos o la vida artificial para el desarrollo de las
historias. Incluso, los personajes pueden ser humanos o seres recreados a partir de la imaginación del autor.
Los personajes que recrean estas historias suelen ser hadas, brujos, hechiceros, elfos, trolls, entre otros.
Estas novelas se caracterizan en que los personajes deben asumir riesgos, son atrevidos, les atrae el
misterio, experimentan situaciones desconocidas y de acción, incluso, en ocasiones, dependen de la suerte.