Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                
0% encontró este documento útil (0 votos)
167 vistas10 páginas

Dulce María Loynaz

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1/ 10

Universidad pedagógica Nacional Francisco

Morazán.

Tema: Antología poética Latinoamericana poemas


escogidos

Alumna: Lisbeth Funez


101200200253

Catedrática: Leticia Duarte

Espacio formativo: Literatura Latinoamericana

Lugar y fecha:

La Ceiba, Atlántida 31 de marzo del 2022

Oliverio Girondo
Octavio José Oliverio Girondo, conocido como Oliverio Girondo (Buenos Aires, 17 de
agosto de 1891 - Ibid., 24 de enero de 1967), fue un poeta argentino, vinculado a la
vanguardia porteña de los años 1920. Fue esposo de la escritora Norah Lange.

Biografía

Nació en Buenos Aires el 17 de agosto de 1891, en el seno de una familia de buena


posición, en la casa de la calle Lavalle 1035, hoy desaparecida. El buen pasar de su
familia le permitió tomar contacto prontamente con Europa, donde vivió unos años con
sus padres, estudiando en el Epsom College de Inglaterra y en el Colegio Albert Le
Grand en Arcueil de Francia.

De regreso a la capital argentina y concluidos sus estudios secundarios, comenzó a


estudiar Derecho y acordó con sus padres no abandonar sus estudios mientras le dejaran
volver a Europa en las vacaciones. Gracias a esto, entabló relaciones literarias y
amistosas con poetas y artistas del continente europeo, que le introdujeron en los
diversos círculos de las nuevas corrientes estéticas, como el surrealismo, con la que
entró en contacto gracias al poeta franco-uruguayo Jules Supervielle.
En esos tiempos, sus lecturas predilectas eran los simbolistas franceses, los ensayos
de Remy de Gourmont, Los raros de Rubén Darío y la filosofía de Nietzsche.

En 1915 hizo una breve incursión como dramaturgo. Estrenó el drama La madrastra,
escrito en colaboración con Zapata Quesada. Juntos escribieron una segunda obra, La
comedia de todos los días, que no llegó a estrenarse. Al año siguiente se recibió de
abogado con su tesis Warrants agrícolas. Legislación argentina a su respecto. Juicio
crítico sobre los mismos, si bien nunca ejerció.

Entre 1920 y 1921 siguió viajando, recorriendo España, Francia, Italia, el norte
de África y Brasil. La experiencia de todos estos viajes se plasmó finalmente en su
primer poemario, Veinte poemas para ser leídos en el tranvía, editado en 1922, en
Francia y con ilustraciones del mismo Girondo. Estos primeros poemas, llenos de color
e ironía, superan el simple apunte pintoresco y constituyen una exaltación del
cosmopolitismo y de la nueva vida urbana, e intentan una crítica de costumbres.

La aparición de este libro, un año antes de Fervor de Buenos Aires de Jorge Luis
Borges, los señaló como representantes de la vanguardia porteña de esos años, que se
nuclearía en torno a las revistas Proa (1922) y Martín Fierro (1924-1927). El grupo
incluía —además de a Girondo y Borges— a Evar Méndez, Samuel Glusberg, Jacobo
Fijman, Xul Solar, Leopoldo Marechal, Raúl González Tuñón y Macedonio Fernández,
la mayoría de ellos del Grupo de Florida, caracterizado por su estética elitista y
vanguardista, y que se reunía en la Confitería Richmond. Este grupo supuestamente
mantuvo una confrontación literaria dialéctica con el llamado Grupo Boedo, de
raigambre más humilde, que publicaba en la Editorial Claridad y se reunía en el Café El
Japonés. Después de un nuevo viaje por España, donde conoció a Ramón Gómez de la
Serna, publicó su segundo poemario, Calcomanías, en 1925.2En ese tiempo
visitó Chile, Perú, Cuba, México y Estados Unidos como representante de diferentes
organismos vanguardistas.

En 1926, en un almuerzo organizado por la Sociedad Rural en homenaje a Ricardo


Güiraldes, conoció a la escritora Norah Lange, con quien se comprometió en 1934 y se
casó en 1943.13
Tras el fin de la etapa de la revista Martín Fierro, siguió recorriendo diferentes países de
Europa y el norte de África (Portugal, Francia, Italia, incluso Egipto, donde conoció las
pirámides y navegó por el Nilo). Victoria Ocampo lo invitó a formar parte del consejo
de redacción de su revista (la revista Sur), pero Girondo rechazó la propuesta.
En 1932 publicó Espantapájaros, libro heterogéneo que contiene un caligrama, prosas
poéticas y poemas en verso. Para promocionarlo, hizo una escultura de papel maché del
"espantapájaros académico" que aparece en la portada de la primera edición (obra del
ilustrador José Bonomi), la colocó en una carroza coronaria tirada por seis caballos, con
aurigas y lacayos incluidos, y la hizo desfilar por la calle, a la vez que alquiló un local
sobre la calle Florida donde se vendía el libro, atendido por atractivas muchachas. La
campaña resultó un éxito y el libro agotó la tirada de 5000 ejemplares en un mes. La
escultura hoy se conserva en el Buenos Aires Museo.

En 1933, Girondo se trasladó con Norah a su nuevo domicilio de la calle Suipacha


1444, en el barrio de Retiro, a la que fue su vivienda definitiva.4En esa casa organizaron
una fiesta en ocasión de la publicación de la novela de Norah 45 días y 30 marineros,
con su esposa disfrazada de sirena y los invitados, de marineros.5Entre estos se
encontraban los poetas Pablo Neruda y Federico García Lorca, quienes por esa época se
hallaban en Buenos Aires y de quienes se hicieron amigos. En 1936, Girondo y Norah
comenzaron a pasar sus veranos fuera de la ciudad, en una casa en el Delta del Paraná,
bautizada como La recalada.

En 1937, escribió dos artículos para La Nación sobre la situación política de Europa y
publicó su única ficción en prosa, Interlunio, con aguafuertes de Lino Enea
Spilimbergo, en la editorial Sur.
En 1940 apareció Nuestra actitud ante el desastre, volumen que recoge artículos escritos
sobre la Segunda Guerra Mundial, y, dos años después, publicó Persuasión de los días,
su primer poemario en diez años. En 1946, concluida la guerra, publicó Campo nuestro,
un extenso poema telúrico en el que canta a la pampa. Por esos años continuó viajando
con su esposa, dentro y fuera del país.

A partir de 1950, comenzó también a pintar, con una orientación surrealista, aunque
nunca expuso sus cuadros. En 1953 publicó su último poemario, En la masmédula, en el
que trabajó en sus últimos años, ampliándolo en la edición de 1956 y la definitiva
de 1963, todas editadas por Losada.1Por esta época se convirtió en referente de una
nueva generación de poetas, como Enrique Molina (con quien tradujo Una temporada
en el infierno de Arthur Rimbaud), Aldo Pellegrini, Olga Orozco, Francisco
Madariaga, Mario Trejo o Alberto Vanasco.

En 1961, sufrió un accidente automovilístico que lo dejó imposibilitado físicamente, a


pesar de lo cual no dejó de trabajar. En 1962, grabó un disco en el que leyó veintitrés
poemas de En la masmédula para una antología sonora dirigida por Arturo Cuadrado y
Carlos Mazzanti; es el único registro fonográfico que se conserva de Girondo.1Un año
después, publicó la edición definitiva de En la masmédula, con un total de treinta y siete
textos. Realizó un último viaje a Europa con Norah en 1965, durante el que se
encontraron con Rafael Alberti y María Teresa León en Roma, a quienes conocían de
sus años en Argentina. Después, volvieron a Buenos Aires, donde Girondo murió el 24
de enero de 1967, a los setenta y cinco años. Su esposa Norah lo sobrevivió cinco años
más. Ambos fueron sepultados en el Cementerio de la Recoleta.

Obra
La obra de Oliverio Girondo constituye, a juicio de Enrique Molina, «una solitaria
expedición de descubrimiento y conquista, iniciada bajo un signo diurno, solar, y que
paulatinamente se interna en lo desconocido, llega a los bordes del mundo, una travesía
en la que alguien, en su conocimiento deslumbrado de las cosas, siente que el suelo se
hunde bajo sus pies a medida que avanza, hasta que las cosas mismas acaban por
convertirse en las sombras, de su propia soledad».En efecto, recorriendo su producción,
es posible trazar un recorrido que va desde la mirada fascinada por el entorno hasta la
indagación del propio yo, y de un deslumbrado optimismo a una introspectiva desazón.

La crítica divide la producción girondiana en tres períodos:

 Una primera etapa de juventud, a la que corresponden Veinte poemas para ser
leídos en el tranvía (1922) y Calcomanías (1925). Caracterizada por un universo
de orientación internacionalista, estructurado en torno al tradicional Diario de
viaje. El mundo exterior dominado por la ciudad se apodera y domina el
referente poético. Un verdadero júbilo del objeto, exaltado en los vaivenes
espacio-temporales del turista que se deleita en descubrir una ruta geográfica. La
actitud del sujeto poético es de asombro por el mundo externo, pero siempre
contemplado desde su propia percepción, cargada de sentido del humor a veces
absurdo y ocurrente. La luminosidad de Veinte poemas... se atenúa levemente
en Calcomanías, inspirado en sus andanzas españolas. Frente a la hermosura, el
frenetismo y la dinamicidad de otros lugares, España se le presenta como un
espacio que le remite constantemente a su pasado artístico e histórico. En la
visión que ofrece Girondo de la España de ese tiempo no hay una visión
entusiasta del paisaje, sino una mirada crítica que, a través del humor y la ironía,
trata de ofrecer una imagen absurda y real de lo que observa.

 La segunda etapa, iniciada en los años treinta, abarca Espantapájaros (1932)


e Interlunio (1937). En estos libros, además de una mayor presencia de
elementos vanguardistas (por ejemplo, el uso de caligramas), se percibe un
sentido más lúgubre, grotesco y deformado. El Girondo de este momento,
dice Olga Orozco, «penetra en los territorios de la interrogación, del
cuestionamiento, de las comprobaciones absurdas frente a un yo y a un mundo
que se oponen, se reabsorben y se enajenan», aunque «sin abandonar el hilo del
humor, que se anuda de pronto en estallidos exaltados o admonitorios».

 La tercera etapa, correspondiente a su madurez, comprende los


poemarios Persuasión de los días (1942) y En la masmédula (1953). Es el
periodo más vanguardista y rupturista de Girondo. Quizá afectado por los
acontecimientos políticos nacionales e internacionales (Década Infame, Segunda
Guerra Mundial), el tono introspectivo, desolado y existencial se profundiza en
estos poemas. En Persuasión de los días «el humor, victoriosa manera de vencer
la opresión que ejercen todas las fuerzas contrarias, y el absurdo, arma con que
dispara su desesperación el inadaptado, comenzarán a retroceder frente a la
angustia, la fatalidad, la repugnancia, la conciencia y la aceptación de la
muerte».Los sentimientos de angustia e incertidumbre llevan a un rechazo de la
ciudad y un retorno a la naturaleza. La poesía de Girondo se ve invadida por el
«clamor de lo verde». La naturaleza, la tierra desnuda, se transforma en
dominante semántico en la última parte del poemario.9Por su parte, En la
masmédula se interna en lo que Molina llama «el vértigo del espacio interior».
En esta obra, Girondo lleva su experimentación con el lenguaje al límite,
amalgamando las palabras para crear nuevas unidades léxicas capaces de
contener múltiples sentidos, «que proceden tanto de su sentido semántico como
de las asociaciones fonéticas que producen», un procedimiento similar al que
utilizó James Joyce en su novela Finnegans Wake. Puede considerarse la obra
cumbre del autor, y la que ha despertado mayor interés y fascinación entre la
crítica.

Entre medio de estas dos obras, Girondo publica un extenso poema, Campo nuestro. Es
un texto que contrasta fuertemente con ambas, por su regreso a un estilo convencional,
su temática telúrica y su tono bucólico. Se trata de un canto a la pampa, en una línea
similar a la de Ricardo Güiraldes. Olga Orozco lo definió como «un intervalo de
apaciguamiento, de melancolía y tierna serenidad» antes de penetrar «en las zonas de lo
indecible, haciendo estallar todos los mecanismos del lenguaje y creando un universo
nuevo, de nuevas entidades, de nuevas combinaciones, de nuevos significados».Jorge
Schwartz, por su parte, además de considerarlo un hiato en la producción girondiana,
especula con un posible giro nacionalista que tendría que ver tanto con sentimientos
provocados por la guerra en Europa como con sus orígenes aristocráticos y el
surgimiento del peronismo.

Obras:
Poesía
 Veinte poemas para ser leídos en el tranvía (1922)
 Calcomanías (1925)
 Espantapájaros (1932)
 Persuasión de los días (1942)
 Campo nuestro (1946)
 En la masmédula (1953)
Prosa
 Interlunio (1937); relato.
 Nuestra actitud ante el desastre (1940); artículos.
Nombre del poema: Apunte callejero
Tema: se habla de una familia gris que están en la terraza y una de las personas piensa
en donde guardar los quioscos, los faroles, las transeúntes, y se siente lleno que no tiene
miedo de estallar.

Interpretación:

El hecho de que el título sea "Apunte callejero" y no haya señales de una ciudad en
particular puede querer transmitir la idea de que se trata de una situación que podría
ocurrir en cualquier cuidad. A diferencia del resto de los poemas, este no da ninguna
señal específica de identidad geográfica: solo menciona una ventana, quioscos, faroles,
transeúntes y el tranvía.

Hay un momento del poema en que uno puede pensar acerca de el, e introduce una
cuestión que el resto de los poemas desarrolla, pero no enuncia con la misma claridad.
El poeta se pregunta, en primera persona: "Pienso en dónde guardaré los quioscos, los
faroles, los transeúntes, que se me entran por las pupilas. Me siento tan lleno que tengo
miedo de estallar... Necesitaría dejar algún lastre sobre la vereda..." y es en donde nos
damos cuenta que el menciona que el conoce sobre que al transitar una ciudad aparecen
como un exceso, como demasiado material para un cuerpo. Esta sensación de
sobrecarga le produce al poeta el deseo de "deshacerse" de algo. En una la parte final
del poema "Al llegar a una esquina, mi sombra se separa de mí, y de pronto, se arroja
entre las ruedas de un tranvía.") podemos entender que la "sombra" del poeta sería ese
"un obstáculo" que se escapa, se escabulle, como una forma de deshacerse de aquello
que sobra o que necesita desprenderse.

Yo pienso que, al mismo tiempo el poema ofrece como otra respuesta a la pregunta
sobre dónde guardará el poeta lo que ve, y es, precisamente, en los poemas, porque
invita al lector a reflexionar sobre que esa pregunta se hace, precisamente, al interior de
un poema donde se enumeran las cosas que teme perder entonces al tenerlas plasmadas
en el poema nos las pierde.
Este poema tiene 3 estrofas y 11 versos
Numero de silabas

Silabas
Sinalefa:
Diéresis:
Sinéresis
Hiato

En-la te-rra-za de un ca-fé-ha-y u-na fa-mi-lia-gris. Pa-san: 18 silabas, acento final


aguda

u-nos se-nos biz-cos bus-can-do-u-na-son-ri-sa so-bre-las: 18 silabas, acento final aguda

me-sas. El-ru-i-do- de- los- au-to-mó-vi-les- des-ti-ñe- las- ho-jas- de: 18 silabas

los-ár-bo-les.- En- un- quin-to pi-so, al-gui-en- se- cru-ci-fi-ca al : 18 silabas

a-brir-de- par- en- par- u-na-ven-ta-na.: 9 silabas

Pi-en-so- en- dón-de- gu-ar-da-ré- los- qui-os-cos,- los- fa-ro-les, :18 silabas

los- tran-se-ún-tes,- qu-e- se-me en-tran- por- las- pu-pi-las. - Me : 18 silabas, acento
final aguda

sien-to- tan- lle-no- que- ten-go- mie-do-de es-ta-llar… Ne-ce-si-ta-ría: 18 silabas

de-jar- al-gún- las-tre- so-bre- la- ve-re-das…: 12 silabas

Al-lle-gar- a u-na- es-qu-i-na,- mi- som-bra- se- se-pa-ra- de- mí,: 18 silabas

y- de- pron-to- se- a-rro-ja- en-tre- las- ru-e-das- de- un- tran-vía. : 18 silabas
Bibliografía

Wikipedia. (s.f.). wikipedia. Obtenido de


https://es.wikipedia.org/wiki/Oliverio_Girondo

También podría gustarte