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OCC Temario COMPLETO 2022 - Con Ejercicios

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Origen y control de contaminantes.

Tema 1. Los elementos y compuestos químicos naturales en


relación con la generación de contaminantes

Guion-esquema

1.1 Elementos no metálicos

1.1.1 Hidrógeno

1.1.2 Carbono

1.1.3 Nitrógeno

1.1.4 Fósforo

1.1.5 Eutrofización del agua

1.1.6 Oxígeno

1.1.7 Azufre

1.1.8 Efectos contaminantes de la lluvia ácida

1.1.9 Proceso de descontaminación de las aguas

1.2 Elementos metálicos

1.2.1 Alcalinos: litio, sodio y potasio

1.2.2 Alcalinotérreos: magnesio y c

1.2.3 Hierro

1.2.4 Aluminio

Introducción

Una definición general de lo que es un contaminante químico podría ser que es una
sustancia ajena al medio, que se produce, o simplemente varía en su concentración
natural, como consecuencia de las actividades humanas, y que por su naturaleza
química ejerce un efecto adverso, directo o indirecto, sobre los seres vivos que viven o
dependen de dicho medio.

En este tema se describen los elementos y compuestos más frecuentes que dan lugar
a contaminantes químicos inorgánicos. Para ello se clasificarán en dos grupos: los
elementos no metálicos y los metálicos. Dentro de cada uno se han ordenado según el
grupo al que pertenecen en la Tabla Periódica. Así, se estudiará en primer lugar el
hidrógeno, perteneciente al grupo 1, continuando con el resto de los grupos de los
elementos no metálicos. Debido a la importancia que puede ejercer en la
contaminación del agua, al hablar del fósforo se dedicará un apartado al proceso de
eutrofización. De modo análogo, tras haber estudiado los elementos nitrógeno y

1
azufre, se estudia el fenómeno de la lluvia ácida, causada en parte por las reacciones
que sufren los óxidos de estos elementos.

El tema finaliza con el estudio de algunos elementos metálicos, cuyo principal efecto
de contaminación es la acumulación como residuos metálicos, principalmente en el
caso del hierro. Para orientarnos en cuanto a las configuraciones electrónicas de los
elementos y sus propiedades químicas derivadas de dichas configuraciones, en la
figura 1.1 podemos encontrar una Tabla Periódica de los todos los elementos químicos
hasta ahora conocidos (naturales y sintéticos).

Figura 1.1. Tabla periódica de los elementos1.

1
https://docplayer.es/31315625-Configuracion-electronica.html. Consultada el 1 de septiembre de 2022.

2
Objetivos

 Conocer los conceptos generales sobre los isótopos del hidrógeno así como
los aspectos más significativos de la contaminación del agua y sus
tratamientos.

 Definir la lluvia ácida y sus efectos.

 Ser capaz de interpretar el ciclo del carbono.

 Conocer el origen del efecto invernadero.

 Interpretar los ciclos del nitrógeno, azufre y fósforo.

 Estudiar los conceptos básicos sobre el oxígeno en la atmósfera y su papel en


la fotosíntesis.

 Ser capaz de interpretar la contaminación del suelo.

 Comprender los aspectos fundamentales relativos al hierro y al aluminio en la


naturaleza y sus respectivas industrias.

 Conocer los procesos de corrosión química y sus efectos.

3
1.1 Elementos no metálicos

1.1.1 Hidrógeno

El hidrógeno es un elemento de características únicas. Por una parte, su configuración


electrónica, 1s1, lo asemeja a los metales alcalinos, cuya capa de valencia presenta
idéntica configuración. Por otra parte, el orbital 1s puede alojar solamente dos
electrones, por lo que al hidrógeno le falta un electrón para completar su capa de
valencia, siendo en ese aspecto similar a los halógenos.

Sin embargo, su único electrón está fuertemente unido al núcleo, lo que hace que sea
bastante difícil arrancárselo para formar un ion positivo, en contraposición a lo que
sucede con los citados metales alcalinos. Por otro lado, su afinidad electrónica es
bastante baja, lo que supone una gran dificultad para pasar a ion negativo, hecho que
no ocurre con los halógenos.

En cuanto al tipo de enlaces que puede formar preferentemente, la citada dificultad


para transformarse en ion hace que el hidrógeno tienda a formar enlaces covalentes,
tipo σ, bastante estables. Salvo a muy altas temperaturas, el hidrógeno se encuentra
formando moléculas de dos átomos. Los dos electrones, uno de cada átomo, ocupan
un orbital molecular σ enlazante, con orden de enlace uno. La energía de ese enlace
es de 435 kJ/mol. Por las características de esta molécula, carácter no polar y tamaño
pequeño, se producen fuerzas intermoleculares muy débiles; por lo que los puntos
de fusión y ebullición son bajos, 14 K y 20 K, respectivamente.

Atendiendo a la abundancia relativa de los elementos mayoritarios se puede señalar


que el Universo está constituido por elementos ligeros, hidrógeno y helio (que son los
que forman las estrellas).

El hidrógeno es el elemento más abundante en el Universo, donde más del


75% en peso y más del 90% de los átomos son de hidrógeno. Por el contrario,
en la Tierra el hidrógeno es un elemento minoritario, y se encuentra
fundamentalmente formando parte del agua.

Por su bajo peso molecular (2,015 u.m.a.) el hidrógeno es un gas muy ligero y que
difunde fácilmente. Es un gas incoloro, inodoro e insípido.

Las propiedades magnéticas de la molécula de hidrógeno dependen de los espines


de los protones que se encuentran en su núcleo. Así cuando los dos protones tienen
espines paralelos se denomina orto-hidrógeno, y el momento magnético resultante es
doble que el del protón aislado. Cuando son antiparalelos, el momento magnético
resultante es cero y se denomina para-hidrógeno. El hidrógeno molecular está
formado por una mezcla de estos dos isómeros de espín.

4
El hidrógeno tiene gran importancia industrial, obteniéndose en su mayor parte por
descomposición del agua. El agua líquida está ionizada en muy pequeña proporción,
ocurriendo lo siguiente:

H2O  H+ + OH- (reacción 1.1)

pudiéndose obtener hidrógeno por descarga de los H+ según:

H+ + e-  ½ H2 (reacción 1.2)

Para suministrar el electrón (e-) puede emplearse un metal más reductor que el
hidrógeno, o realizarse en el cátodo de una cuba electrolítica. Este último es el método
más utilizado a escala industrial, mientras que la reducción con metales se usa en el
laboratorio.

En la actualidad la mayor parte del hidrógeno que se produce para aplicaciones


industriales procede del gas natural (compuesto mayoritariamente por metano) y del
petróleo.

El hidrógeno gaseoso es una sustancia peligrosa que puede explotar. Cabe recordar
en este sentido el accidente del Hindenburg, un dirigible alemán tipo zeppelín,
destruido a causa de un incendio cuando aterrizaba en 1937. Sin embargo, su
peligrosidad no es mayor que la del gas natural o la de la gasolina. Su límite de
inflamabilidad es del 4%, cercano al del metanol, 5%, y superior al de la gasolina, 1%.
Como es ligero se dispersa rápidamente, por lo que se alcanzará el límite de
inflamabilidad sólo si hay un escape en un sitio cerrado.

La principal aplicación del hidrógeno en la industria está ligada a la síntesis del


amoníaco:

N2 + 3H2  2NH3 (reacción 1.3)

y también a la hidrogenación de grasas polinsaturadas para fabricar margarinas


alimentarias, en procesos de la industria petroquímica (isomerizaciones, eliminación
de contaminantes por hidrotratamientos, síntesis de gasolinas, etc.), y a la obtención
de metanol y alcoholes superiores.

El hidrógeno es el único elemento químico para el que sus diferentes isótopos tienen
nombres propios. El hidrógeno natural contiene: 99,985 % de 1H (hidrógeno ordinario
o protio), 0,015 % de 2H (deuterio) y 1x10-18 % de 3H (tritio).

El deuterio se encuentra formando D2O, agua pesada, y su aplicación fundamental es


en el estudio de los mecanismos de las reacciones. El tritio se forma en las capas altas
de la atmósfera mediante reacciones nucleares originadas por los rayos cósmicos; es
por tanto un elemento radiactivo, y su aplicación fundamental se encuentra en los
reactores de fusión nuclear.

Como se ha señalado anteriormente, el hidrógeno gas es un producto que se obtiene


o a partir de materias primas como el carbón mineral, el petróleo o sobre todo, el gas
natural o a partir de la electrolisis del agua. En esta última obtención se consume
energía eléctrica.

5
Considerando la reacción:

H2 + ½O2  H2O (H = -242 kJ/mol) (reacción 1.4)

se puede deducir que la combinación de H2 y O2 es un método para producir energía


sin emisión de ningún gas contaminante. Debido a la alta relación de energía
producida por unidad de peso que tiene el hidrógeno, este método se emplea en los
despegues de los cohetes espaciales, usando tanques con hidrógeno y oxígeno en
estado licuado. Como extrapolación de esta aplicación se encuentra la del hidrógeno
como transportador de energía, sin producir ningún tipo de contaminación, por lo que
se le llama vector energético limpio. Dada la importancia actual de estas
tecnologías, en el contexto de conseguir una sociedad no dependiente de los
combustibles fósiles (carbón mineral, petróleo y gas natural), se dedicará el tema 8 de
esta asignatura a estudiar los “aspectos químicos de la aplicación del hidrógeno como
vector energético”. En dicho tema se profundizará sobre los sistemas de producción de
este gas, se introducirán las problemáticas asociadas al transporte del mismo y se
incluirán algunas ideas sobre los potenciales riesgos de contaminación ambiental
derivadas de su uso masivo.

La mayor parte del hidrógeno en la Tierra está formando parte del agua, que posibilita
la vida, y en la que ocurren la mayoría de las reacciones químicas de la corteza
terrestre. Las propiedades del agua se derivan de la estructura de su molécula, en la
que los tres átomos que la constituyen forman un ángulo de 105 grados (hibridación
sp3). Es una molécula polar, debido a la diferente electronegatividad de los átomos de
oxígeno y de hidrógeno, siendo los enlaces O-H covalentes y fuertes.

Cuando se une el oxígeno de una molécula de agua con el hidrógeno de otra, se


origina lo que se llama enlace por puentes de hidrógeno, que les confiere a las
moléculas de agua unas características muy particulares. A modo de ejemplo, el agua
líquida es más densa que el hielo.

El agua tiene multitud de aplicaciones tecnológicas, industriales, domésticas,


etc. La mayor parte del agua continental se aplica en la agricultura; en
nuestro país casi el 80% del agua se usa para regar. El restante 20% se
emplea en la industria y para uso doméstico. Para ello se requieren
tratamientos de depuración y potabilización previos.

La contaminación de las aguas terrestres es uno de los mayores problemas actuales.


Los contaminantes pueden proceder de las aguas fluviales o residuales, o incluso ser
absorbidos por los vegetales y pasar a los seres vivos. Entre otros, los contaminantes
más frecuentes presentes en el agua son los nitratos y los fosfatos, provenientes de
los abonos agrícolas, y los compuestos orgánicos disueltos. El tratamiento concreto
para actuar en estos dos casos se describirá más adelante en los apartados del
nitrógeno (apartado 1.1.3) y el fósforo (apartado 1.1.4), respectivamente.

6
1.1.2 Carbono

El carbono es un elemento químico menos abundante en la Tierra (no aparece entre


los 10 primeros en abundancia relativa en peso) que en el Universo (es el cuarto
elemento más encontrado). Esto puede explicarse por su baja masa atómica, lo que
hace que, aunque existan muchos átomos de carbono, haya poca proporción en masa
respecto a otros elementos más pesados como son el hierro, el silicio o el calcio.

Es el cuarto elemento más abundante en la atmósfera, debido a la presencia del CO2


en ella y el segundo elemento en porcentaje en peso en la biosfera, después del
oxígeno. Esto es debido a que los átomos de carbono constituyen la base de los
compuestos orgánicos, que forman las estructuras de los seres vivos.

En el carbono sólido los átomos se agrupan en varias formas alotrópicas, que


provienen de las distintas hibridaciones que adoptan sus orbitales atómicos. Si los
átomos de carbono tienen hibridación sp3 se forma la estructura del diamante y si la
hibridación es sp2, se forma el grafito. En el año 1985 se descubrió una nueva
estructura del carbono sólido, el fullereno, y más recientemente se han descrito formas
estructurales nuevas, como los nanotubos de carbono o el grafeno.

Las partículas de carbono sólido, llamadas genéricamente carbonilla, formadas en las


combustiones incompletas de los hidrocarburos, deben ser consideradas
contaminantes atmosféricos tipo aerosoles (sólidos en suspensión). Por este motivo se
vienen instalando en los tubos de escape de los automóviles los filtros adecuados para
evitar su salida a la atmósfera.

Las principales reacciones del carbono que pueden considerarse en relación con el
medioambiente son las de combustión:

2C + O2  2CO ∆H = -248 KJ/mol (reacción 1.5)


C + O2  CO2 ∆H = -409 KJ/mol (reacción 1.6)

Estas dos reacciones son fuertemente exotérmicas, por lo que se usan para generar
energía. Debido a su extendida aplicación se están agotando las reservas de carbono
sólido y al producirse en grandes cantidades, se están considerando los productos de
estas reacciones, CO y sobre todo el CO2, como contaminantes atmosféricos.

El ciclo del carbono en la naturaleza se muestra en la figura 1.2. En este ciclo se


indican los procesos mediante los cuales se transfiere el carbono desde los sólidos
minerales hasta las aguas y la atmósfera, entre el agua y la atmósfera y desde la
atmósfera hasta la corteza terrestre.

La mayoría del carbono se encuentra formando parte de las rocas, tanto en forma de
carbonatos, CaCO3, como depositado en las rocas sedimentarias, como son los
esquistos. En las partes externas de la corteza terrestre aproximadamente un 75% del
carbono se encuentra formando parte de compuestos inorgánicos.

7
Dióxido de carbono Combustión
en la atmósfera

Fotosíntesis Industria
Transportes
CO2 de la Calefacciones
respiración

Fotosíntesis
Respiración

Materia orgánica viva


fitoplancton

Restos orgánicos
zooplancton
Respiración de los
descomponedores Descomponedores
Materia orgánica
viva

Restos orgánicos

Descomponedores Combustibles

Figura 1.2. Procesos involucrados en el ciclo del carbono.

El proceso de fotosíntesis produce una conversión de energía solar en energía


química y la mayoría de los compuestos orgánicos que se producen pasan a los
sedimentos, donde se encuentran en baja concentración. Sin embargo, también se
originan depósitos localizados, donde la concentración de carbono es superior al 90%,
como son los pozos petrolíferos, las minas de carbón mineral o los yacimientos de gas
natural.

En los océanos, en los que el agua absorbe la luz solar, sólo se produce la fotosíntesis
hasta unos 200 metros de profundidad. Pero el factor limitante de la formación primaria
de carbono en dichas aguas oceánicas son las concentraciones de nitrógeno, silicio,
fósforo y otros elementos, que son los que determinan la productividad marina. Así, las
áreas más fértiles de los océanos están situadas en zonas costeras y en zonas
cercanas al continente Antártico, siendo las algas unicelulares, fitoplancton, los
productores primarios responsables de producir carbono por fotosíntesis en la
superficie de los océanos. Estas algas, junto con el zooplancton, sirven de alimentos a
peces omnívoros, que, a su vez, alimentan a los peces carnívoros. Todo este material
rico en carbono se deposita en los sedimentos oceánicos, como conchas marinas,
cadáveres de animales, etc. Una gran parte del carbono en los océanos lo constituye
el CO2 que está disuelto en el agua, y que en parte proviene de la respiración de los
seres vivos. Este CO2 puede originar una serie de reacciones responsables del
carácter ligeramente básico de las aguas oceánicas, con valores de pH alrededor de 8
(reacción 1.7):

CO2 + H2O + CO32-  2HCO3- (reacción 1.7)

8
También se realiza la fotosíntesis en la tierra, depositándose bien en forma de
biomasa o bien como materiales sedimentarios en combustibles fósiles.

Tanto las actividades humanas, agricultura o ganadería, que liberan metano, como las
industrias y los aparatos de producción de energía, que emiten dióxido de carbono,
son factores que considerar en la contaminación. Estas emisiones masivas a la
atmósfera de gases que contienen carbono son el origen del efecto invernadero, que
causa fenómenos de cambio climático.

Un esquema del efecto invernadero, que puede definirse como la retención de la


energía reflejada desde la superficie de la Tierra por parte de moléculas que se
encuentran en la atmósfera, se representa en la figura 1.3.

Figura 1.3. Esquema simplificado del efecto invernadero.

Las radiaciones absorbidas por las moléculas gaseosas de varios contaminantes


atmosféricos son reemitidas, y en parte vuelven a la tierra o calientan los gases
cercanos, con lo que se origina una acumulación del calor. El efecto invernadero será
estudiado con más detalle en el tema 4.

1.1.3 Nitrógeno

El nitrógeno es el componente mayoritario de la atmósfera terrestre,


encontrándose en forma de dinitrógeno (N2). El N2 se caracteriza por su baja
reactividad química, lo que es consecuencia del triple enlace covalente que
une a los dos átomos de nitrógeno.

9
La ruptura de este triple enlace requiere un aporte de energía de 950 KJ/mol, lo que
hace que muy pocos microorganismos sean capaces de activar la molécula, e
introducirla en el ciclo del nitrógeno, detallado en la figura 1.4.

Figura 1.4. Ciclo del nitrógeno.2

El ciclo natural del nitrógeno está dominado por una serie de reacciones que ocurren
en los materiales biológicos. En estas reacciones se produce inicialmente una
reducción de los átomos de nitrógeno, desde un estado de oxidación 0 hasta -3 (en el
amoniaco), para posteriormente oxidarse hasta estados +3 y +5 en forma de nitritos y
nitratos, respectivamente. El esquema seguido es el de la reacción 1.8:

N2  NH3  NO2-  NO3-  aminoácidos  proteínas (reacción 1.8)

Nótese que en el ciclo del nitrógeno esquematizado en la figura 1.4 el término


nitrosación indica que determinadas bacterias (Nitrosomonas y Nitrosococcus)
desarrollan la formación de nitrito a partir del amoníaco o ion amonio, y que la
siguiente nitratación, con otras bacterias (Nitrobacter), permite obtener los nitratos
desde los nitritos. Por tanto, el proceso de nitrificación debe ser entendido como el
conjunto de dos reacciones de oxidación biológica, pasando desde el amonio al nitrito,
en un primer paso, y al nitrato, en un segundo. En el mismo sentido la etapa de
desnitrificación debe entenderse como una serie de reacciones, llevadas a cabo por
una serie de microbios, que reducen los nitratos hasta nitrógeno gas. También con el
término desnitrificación se conocen los procesos mediante los cuales se elimina el

2
https://www.lenntech.es/ciclo-nitrogeno.htm Consultada el 1 de septiembre de 2022.

10
nitrógeno disuelto en agua contaminadas. En general son tecnologías de mejora de la
calidad del agua, donde lo que se pretende es reducir el contenido de nitrato-
nitrógeno, hasta niveles que permitan potabilizar dichas aguas.

En la naturaleza no se producen reacciones químicas en las cuales a partir de


compuestos inorgánicos se realice esta reducción disociativa del nitrógeno, antes de
oxidarlo. Sí existen muchas reacciones de oxidación del nitrógeno, para formar los
óxidos de nitrógeno, que posteriormente se verán en el apartado 1.1.5.

Los nitratos y los compuestos amoniacales constituyen la base de los abonos


agrícolas. Estos se obtienen a partir de nitrógeno atmosférico, por reducción con
hidrógeno, y posterior oxidación a óxidos de nitrógeno. El NO2 se puede transformar
en ácido nítrico mediante la reacción 1.9:

2NO2 + H2O + ½ O2  2HNO3 (reacción 1.9)

el cual es neutralizado con bases, obteniéndose nitrato amónico (NH4NO3).

También se puede realizar una reacción directa del NO2 gas, haciéndolo pasar junto
con aire por una disolución de carbonato sódico, obteniéndose nitrato sódico, que se
conoce como nitrato de chile:

2NO2 + ½ O2 + Na2CO3  2NaNO3 + CO2 (reacción 1.10)

Como ya se ha indicado anteriormente (apartado 1.1.1), los nitratos, provenientes de


abonos agrícolas y los compuestos orgánicos disueltos, son los responsables de la
contaminación del agua. Cuando se concentran de forma excesiva, se produce un
aumento de las algas y los vegetales, que además de cubrir la superficie del agua e
impedir el paso de la luz, se descomponen consumiendo oxígeno. Este proceso
general, conocido como eutrofización, lleva a la desaparición de la vida en el agua
contaminada.

En la industria la síntesis del amoniaco (reacción 1.3) se realiza a elevadas


presiones, 80-300 atmósferas, a temperaturas cercanas a los 700 K y en presencia de
un catalizador sólido, que contiene hierro o rutenio como fases activas. El amoniaco se
condensa a estado líquido mientras que los gases N2 y H2 se recirculan.

Entre 1910 y 1914, Haber y Bosch desarrollaron un proceso industrial en el que


captando nitrógeno atmosférico se obtenía amoniaco. A partir del amoniaco se pueden
obtener abonos nitrogenados, como son los basados en el nitrato amónico (NH4NO3),
que son los responsables de una agricultura más productiva, que ha permitido un
aumento de la población mundial muy importante en los últimos cien años. Para ello la
secuencia de reacciones de oxidación, termodinámicamente favorables, que ocurre es:

4NH3 + 5O2  4NO + 6H2O (reacción 1.11)

2NO + O2  2NO2 (reacción 1.12)

3NO2 + H2O  2HNO3 + NO (reacción 1.13)

La cinética de estas reacciones no es siempre lo suficientemente rápida, por lo que se


deben usar catalizadores que las aceleren. Para la primera de estas reacciones se

11
utilizan catalizadores consistentes en filamentos incandescentes de platino-rodio. Para
transformar el NO en ácido nítrico no se utilizan catalizadores, sino que se emplean
grandes reactores que lo transforman en una mezcla de NO2 y N2O4. Estas industrias
se identifican por sus chimeneas, que emiten gases de color marrón-rojizo,
característico del gas NO2 (siendo incoloro el N2O4).

Los abonos nitrogenados contienen gran cantidad de nitrógeno, un 45% en el NH4NO3,


y un 21% en el (NH4)2SO4. Ya que el consumo de abonos nitrogenados está
aumentando continuamente y la concentración del nitrógeno en los fertilizantes
también, los problemas ambientales originados por una excesiva aportación de
nutrientes son un objetivo prioritario que tratar en la contaminación de las aguas
continentales. También sería necesario controlar la velocidad de liberación de dicho
nitrógeno, para que las plantas recibieran sus nutrientes de forma suficiente y sin que
los excesos fueran arrastrados por el agua.

La ingestión de nitratos es perjudicial para la salud, ya que se transforman en nitritos e


incluso a veces, en nitrosaminas, que tienen acción cancerígena.

Además de las emisiones de óxidos de nitrógeno debidas a las industrias de


fertilizantes, se producen emisiones en vehículos con motores de combustión. Para
disminuir este tipo de emisiones contaminantes se colocan cartuchos catalíticos en los
tubos de escape, que producen simultáneamente la reducción de los NOx y la
oxidación del CO y de los restos de hidrocarburos no quemados, que también son
contaminantes. También existen tecnologías catalíticas para realizar procesos de
eliminación en la reducción selectiva del amoniaco. Algunos de estos aspectos son
desarrollados en el tema 9 de esta asignatura.

El nitrógeno es un elemento esencial para la vida, en particular para las plantas.


. Los nitratos son una de las partes claves del ciclo de nitrógeno, y su presencia no
natural en aguas superficiales y subterráneas da lugar a concentraciones que
provocan contaminación. La contaminación por nitratos es lenta; por ello, se mide
ésta con varios años de retraso.

1.1.4 Fósforo

Aunque el fósforo pertenece al mismo grupo que el nitrógeno en la tabla periódica de


los elementos, sus propiedades son distintas, debido al tipo de enlaces que forma. Así,
el fósforo, al contrario que el N2, no forma enlaces múltiples. Tiene varias formas
alotrópicas de las que las dos más frecuentes son el fósforo blanco y el fósforo rojo. El
fósforo blanco, formado por moléculas de P4, donde cada átomo de fósforo se
encuentra en el vértice de un tetraedro unido a los otros tres átomos de fósforo, es
muy tóxico y peligroso. El fósforo rojo es otra forma alotrópica del fósforo elemental, en
la que se encuentra este elemento normalmente en el laboratorio. Es una sustancia
amorfa de color rojizo poco soluble en agua, cuyas propiedades de punto de fusión
más alto e insolubilidad en los disolventes comunes, junto a su baja volatilidad, le hace
mucho menos tóxico que el fósforo blanco y también menos reactivo.

12
El origen de la contaminación del fósforo está basado sobre todo en la acción de sus
compuestos. La volatilidad y solubilidad de los compuestos de fósforo naturales es
relativamente baja, por lo que su participación en los procesos descritos en su ciclo
depende de la transferencia de sólidos en suspensión, tanto en la atmósfera como
arrastrados por las aguas fluviales.

En la mayoría de los compuestos, tanto orgánicos como inorgánicos, que aparecen en


el ciclo del fósforo (figura 1.5), el fósforo se encuentra como anión ortofosfato, PO43-.
Los compuestos inorgánicos típicos son fosfato de calcio, Ca3(PO4)2, apatito,
Ca10(PO4)6(F, Cl, OH)2, fosfato de aluminio (AlPO4) o fosfato férrico (FePO4).

Figura 1.5. Esquema del ciclo del fósforo en la naturaleza.3

Casi todos los compuestos de fósforo tienen una solubilidad en agua muy pequeña,
por lo que la llegada de nutrientes de fósforo a las plantas es muy limitada. Su
concentración en aguas fluviales es pequeña, 60 ppb, y el transporte de los materiales
que contienen fósforo se hace por arrastre de sedimentos ,que son las partículas
sólidas suspendidas. Todas las formas aniónicas del fósforo son muy insolubles.

La contaminación por fósforo en las aguas procede tanto del uso de los fosfatos en los
abonos como de los polifosfatos que se añaden a los detergentes. Los compuestos de
nitrógeno y de fósforo son elementos biolimitantes, o sea que su concentración
determina el crecimiento de los vegetales en el agua. Dicho de otra manera, la
población de algas en las aguas depende del aporte de estos nutrientes; si sólo se
consideraran como nutrientes a los compuestos de nitrógeno y de fósforo, un alga
necesitaría un único átomo de fósforo por cada 16 de nitrógeno. Por tanto, es evidente
el efecto de los compuestos de fósforo en los procesos de eutrofización, que generan,

3
https://www.lenntech.es/ciclo-fosforo.htm. Consultada el 1 de septiembre de 2022.

13
por el enriquecimiento en compuestos nutrientes en las aguas, un crecimiento
desmesurado de las algas acuáticas.

1.1.5 Eutrofización del agua

La contaminación de las aguas terrestres es uno de los mayores problemas actuales.


La naturaleza de los contaminantes tiene varios orígenes, siendo los fundamentales
los nitratos y los fosfatos, provenientes de los abonos agrícolas, y los compuestos
orgánicos disueltos. Estos últimos provienen fundamentalmente de las industrias en
las que se usan como disolventes, reactivos, etc.

En el caso concreto del fósforo, las especies naturales existentes en las aguas son
H2PO4- y HPO42-, mientras que los compuestos de nitrógeno son el ion amonio, NH4+, y
los aniones NO2- y NO3-.

Estos compuestos de nitrógeno y de fósforo se encuentran en bajas concentraciones


en las aguas naturales, en las que actúan como nutrientes esenciales de los seres
vivos. Sin embargo, si estos elementos se concentran de forma excesiva,
normalmente por acción antropogénica, aumenta el crecimiento de algas y vegetales,
cubriéndose la superficie del agua (lago, embalse, etc.) e impidiendo el paso de la luz
a capas de agua más profundas. Además, estas algas y vegetales se descomponen
consumiendo oxígeno, que como ya se ha indicado anteriormente es vital para los
seres acuáticos. El proceso general lleva a la desaparición de la vida en dicha agua
contaminada; es lo que se conoce como eutrofización.

Se puede definir la eutrofización como “el resultado de un complejo grupo de


fenómenos desencadenados por el incremento de nutrientes limitantes, especialmente
el nitrógeno y el fósforo, procedentes de fuentes terrestres”. O también como “el
enriquecimiento de nutrientes de las aguas que conduce al incremento de la
producción de materia orgánica, lo que deriva en bajas concentraciones de oxígeno
disuelto, que produce la muerte de diversas especies”. La eutrofización se origina
cuando los vertidos a las aguas de los desechos de actividades humanas producen un
abastecimiento excesivo de los nutrientes N y P. Esto da lugar a un crecimiento
acelerado de microalgas, que puede producir la muerte de peces al despojarlos del
oxígeno que necesitan para vivir. El interés de estudiar el flujo de los nutrientes,
nitrógeno y fósforo en las aguas está motivado por la evidente degradación de los
ecosistemas de agua dulce, que es consecuencia de la excesiva acumulación de estos
nutrientes. Aunque el proceso de eutrofización se produce sobre todo en los lagos y
ríos de poco caudal, más recientemente se han iniciado investigaciones ecológicas y
geoquímicas sobre eutrofización marina y de estuarios. Desde hace varias décadas se
viene alertando de que los procesos de eutrofización no controlados están
amenazando la biodiversidad, al verse alterada la producción primaria de los
ecosistemas.

La eutrofización ocurre porque los compuestos que contienen nitrógeno bien sean
inorgánicos (como compuestos amoniacales, nitritos y nitratos) u orgánicos (como
aminoácidos y proteínas), son susceptibles de sufrir reacciones de oxidación, siendo
los responsables primarios de la desaparición del oxígeno disuelto. Además de los
compuestos de fósforo, que también pueden ser inorgánicos (fosfatos) u orgánicos

14
(organofosforados) existen otros componentes relacionados con el crecimiento de las
algas y vegetales, que son sustancias que contienen macronutrientes (C, K, S) y
micronutrientes u oligoelementos (Co, Cu, Fe, Mn, Mo, V, Zn). El crecimiento
desmesurado de la concentración de todos estos nutrientes en el agua altera los
equilibrios naturales dando lugar a una eutrofización amplificada. De una forma
general se apunta a que el fósforo es el responsable principal de la eutrofización en
aguas de lagos y embalses, mientras que el nitrógeno en forma de nitratos parece ser
el responsable en aguas abiertas, albuferas, aguas costeras o ensenadas.

Realizando determinaciones cuantitativas se ha estimado que entre el 70 y el 80% del


fósforo y del nitrógeno que contienen las aguas superficiales es de origen
antropogénico. Es por ello que en las plantas de aguas residuales urbanas situadas en
zonas sensibles o propensas a la eutrofización, además de los controles de otros
parámetros, se tienen que analizar los contenidos en nitrógeno y fósforo total, siendo
los valores máximos permitidos para poblaciones de más de 100.000 habitantes de 1
mg/L para el P y 10 mg/L para el N (directiva 91/271/CEE, modificada por la
Directiva 98/15/CE).

En general, el fenómeno de la eutrofización implica una pérdida de biodiversidad,


disminuyendo el número de especies de seres vivos y aumentando el número de
individuos de las pocas especies que quedan. En el caso de las algas, las especies
que permanecen en las aguas suelen ser de gran tamaño y los animales del
zooplancton no pueden comérselas, por lo que su desaparición se produce por
sedimentación en el fondo, lo cual aumenta en las zonas profundas el consumo de
oxígeno, necesario para descomponer la materia orgánica de esas algas. Como
consecuencia, la proliferación masiva de dichas algas ocasiona, en las zonas
superficiales, una disminución en la transparencia del agua y, en las zonas profundas,
una disminución del oxígeno disuelto.

Para conocer el nivel de eutrofización de un agua determinada se suele medir el


contenido de clorofila de algas en la columna de agua y este valor se combina con
otros parámetros como el contenido de fósforo y de nitrógeno y el valor de penetración
de la luz.

Las aguas eutrofizadas son fácilmente detectables, tanto por la abundancia de


vegetación planctónica y de algas, como por la ausencia de peces. También son
evidentes las modificaciones de los parámetros químicos, como concentración de
bionutrientes o cantidad de oxígeno disuelto y/o de los parámetros físicos, como
alteración del color, turbidez, transparencia, etc..

1.1.6 Oxígeno

El oxígeno atómico está constituido por tres isótopos de distinta masa molecular, que
son 16O, 17O y 18O, con abundancias relativas del 99,6, 0,04 y 0,20%, respectivamente.
La configuración electrónica del átomo de oxígeno es 1s22s2p4. Para obtener átomos

15
de oxígeno a partir de las moléculas se requiere disociarlas, lo que supone suministrar
una energía de 496 KJ/mol, que corresponde con la energía de enlace según la
reacción siguiente:

O2  O + O (∆H = 496 KJ/mol) (reacción 1.14)

Las fuerzas intermoleculares entre las moléculas de oxígeno son débiles, lo que se
traduce en puntos de fusión y ebullición bajos: 55 K y 90 K, respectivamente. El
oxígeno es un gas en condiciones normales de presión y temperatura, es incoloro,
inodoro e insípido. En estado líquido es azul, con una densidad ligeramente superior a
la del agua. Su solubilidad en agua es baja.

El dioxígeno es paramagnético. El momento magnético es el correspondiente al de


dos electrones desapareados. El dímero, O4 (oxozono), tiene un enlace muy débil y
una entalpía de formación muy baja, por lo que no participa significativamente en los
mecanismos de las reacciones que ocurren en la atmósfera.

Aunque el oxígeno es muy reactivo, reacciona lentamente a temperatura ambiente.


Sin embargo, las reacciones con radicales libres (alquilo, alquilperóxido, alcóxido,
hidroxilo) y con metales de transición con orbitales parcialmente ocupados, ocurren
rápidamente.

Existen varios argumentos para justificar la gran importancia del oxígeno en la Tierra.
El primero es la presencia del dioxígeno en la atmósfera terrestre, algo especial que
no se da en otros planetas del sistema solar. Así, mientras que el Universo está
constituido por elementos ligeros, hidrógeno o helio, en la Tierra el oxígeno es
mayoritario en prácticamente todos los medios. En el caso particular de la atmósfera,
el nitrógeno, que normalmente se encuentra como gas inerte, dinitrógeno, supera al
oxígeno en porcentaje.

Por otra parte, el oxígeno forma parte de la materia orgánica, de sus nutrientes, y de
los ciclos naturales que mantienen la vida. Es fundamental su presencia en el agua, a
en la que se originó la vida, y a partir de la que se produjo el oxígeno atmosférico que
hoy permite la vida aeróbica. El oxígeno se encuentra también presente en la mayoría
de los minerales que forman la corteza terrestre.

El oxígeno está presente en los porcentajes (%) señalados a continuación en los


distintos medios: Universo (0.8), Tierra (29), corteza terrestre (47), océanos (86),
atmósfera (23) y biosfera (53).

En la atmósfera se encuentra en forma de moléculas diatómicas, O2, que se


caracterizan por su gran reactividad química. Para oxidar las moléculas de dinitrógeno,
N2, se necesita un aporte alto de energía ya que debe disociarse un triple enlace. Sin
embargo, una vez formados los óxidos de nitrógeno (N2O, NO o NO2), estos se
descomponen lentamente para formar O2 y N2, que permanecen en la atmósfera.

El oxígeno del aire no es un contaminante, ni es peligroso para los seres vivos; sin
embargo, cuando está muy concentrado daña, las células vivas, por ejemplo, los
aparatos respiratorios.
16
La existencia de una gran cantidad de oxígeno en la atmósfera implica que la mayor
parte de las reacciones que tienen lugar en la superficie del planeta ocurren en
condiciones oxidantes. Las definiciones iniciales de oxidación se basaban en que una
sustancia (reductor) era oxidada cuando aumentaba su contenido en oxígeno.
Actualmente, la oxidación-reducción se considera una reacción de transferencia de
electrones, que en el caso del dioxígeno supone pasar de estado molecular a aniones
O2-. Los átomos de oxígeno que han ganado los electrones son reducidos y los que
han cedido sus electrones son oxidados.

A altitudes superiores a los 40 Km la mayor parte del oxígeno está en estado atómico.
A altitudes menores, cuando aumenta la cantidad de moléculas de oxígeno y de
nitrógeno presentes, se forma el ozono (O3), siguiendo la reacción:

O + O2  O3 (∆H = -103 KJ/mol) (reacción 1.15)

Como se observa se libera gran cantidad de energía en la formación del ozono; esta
es disipada principalmente por las moléculas de nitrógeno que existen en esa zona de
la estratosfera, evitándose su descomposición térmica inmediata.

El ozono es un gas a temperatura ambiente, con punto de fusión de 80 K y de


ebullición a 161 K. Es de color azul claro, y en estado líquido vira a azul oscuro. Tiene
un olor característico muy penetrante y se descompone de forma explosiva como
sigue:

O3  3/2 O2 (∆H = -145 KJ/mol) (reacción 1.16)

La molécula de ozono es angular, siendo el ángulo formado entre los tres átomos de
oxígeno de 116º. La distancia entre los átomos contiguos es mayor que la
correspondiente al doble enlace y menor que la del enlace sencillo.

La importancia del oxígeno en la atmósfera se puede intuir observando su ciclo


natural, que se presenta en la figura 1.6. La reactividad química del oxígeno es tan alta
que participa en los ciclos geoquímicos de muchos elementos, como carbono,
hidrógeno, azufre, hierro, etc. Según el esquema del ciclo, el dioxígeno se origina
mayoritariamente en los procesos de fotosíntesis. En este esquema también se apunta
a la formación de ozono en las capas más altas de la atmósfera, lo que tiene una gran
relevancia en cuanto a la protección que nos ofrece este gas absorbiendo la radiación
ultravioleta de alta energía que proviene del sol.

La fotosíntesis es la etapa clave en el ciclo del oxígeno. La reacción es:

nCO2 + nH2O + luz  (CH2O)n + nO2 (reacción 1.17)

donde dos moléculas inorgánicas sencillas, CO2 y H2O, son capaces de generar
moléculas orgánicas y dioxígeno. Esta reacción, que solo ocurre en presencia de la
luz, actúa como verdadero almacén de energía; ya que se forman moléculas ricas en
energía, como la glucosa, que pueden liberarla mediante una reacción de oxidación:

C6H12O6 + 6O2  6CO2 + 6H2O (reacción 1.18)

La combustión de un mol de glucosa (180 g) genera 2880 KJ de energía, a


temperatura y presión ambiental.
17
Figura 1.6. Esquema del Ciclo natural del oxígeno.4

De la radiación emitida por el sol, las moléculas de clorofila, que se encuentran en las
partes verdes de las plantas, utilizan solo la luz visible para realizar la fotosíntesis.
Dentro del espectro electromagnético general la región visible corresponde a valores
de energía medios. La luz visible tiene una longitud de onda comprendida entre lo
400nm de la luz violeta y los 750 nm de la luz roja (1nm = 10-9m), con una energía
comprendida entre 320 KJ/mol y 160 KJ/mol. Las moléculas de clorofila absorben la
luz roja y azul, que corresponden con las mayores y menores regiones de energía del
espectro visible, mientras que reflejan los valores intermedios de energía, la luz verde,
que caracteriza su color.

También se observa en el ciclo del oxígeno, que el consumo de este en los procesos
de respiración de los seres vivos (reacción inversa a la fotosíntesis) origina emisiones
de CO2:

(CH2O)n + O2  CO2 + H2O (reacción 1.19)

El oxígeno se puede producir por la acción de la radiación ultravioleta sobre moléculas


de agua en las capas altas de la atmósfera, proceso conocido como fotodisociación.
En estas reacciones el hidrógeno que se produce normalmente escapa de la
atmósfera al espacio:

2H2O  2H2 + O2 (inversa de la reacción 1.4)

4
https://www.lenntech.es/ciclo-oxigeno.htm. Consultada el 1 de septiembre de 2022.

18
La radiación ultravioleta participa también en la formación de la molécula triatómica del
ozono (O3), que se produce en la atmósfera mediante las reacciones siguientes:

O2  O + O (reacción 1.14)
O + O2  O3 (reacción 1.15)

Al proceso que ocurre en esta última reacción se le denomina fotolisis. La importancia


de este ozono generado radica en que absorbe gran parte de la radiación ultravioleta
proveniente del sol, que sería muy perniciosa si llegase a la superficie terrestre.

En un ciclo más completo del oxígeno en la atmósfera hay que tener en cuenta,
además del CO2, el dióxido de azufre (SO2) y los óxidos de nitrógeno. Estos son gases
en las condiciones ambientales de temperatura y presión. En particular, el SO2, que se
puede producir tanto por oxidación del sulfuro de hidrógeno (H2S) emitido en los
volcanes, como directamente al realizar la combustión de compuestos fósiles
(petróleo, carbón mineral) para producir energía, es el responsable en parte del
fenómeno llamado lluvia ácida, del que se hablará en un apartado posterior.

La concentración de ozono en la atmósfera varía con la altitud, alcanzando un


máximo de alrededor de diez partes por millón en volumen (10 ppmv) en la parte
baja de la estratosfera, cerca de la región de transición entre la troposfera y la
estratosfera (entre 20 y 30 Km de altura). Su concentración produce la
denominada capa de ozono.

La mayor parte del ozono se forma en las regiones ecuatoriales, donde la incidencia
de la radiación ultravioleta de mayor energía es más elevada. Una vez formado el
ozono, se desplaza hacia los polos y hacia menores altitudes. En general hay mayor
concentración de ozono en los polos, ya que su eliminación es menor, al incidir menos
radiación de energía intermedia que en el ecuador. La absorción de radiación en la
estratosfera hace que su temperatura sea mayor que la de la troposfera. Esta
inversión térmica provoca movimientos del aire más estables, lo que condiciona y
controla el tiempo atmosférico. Por tanto, una variación en la cantidad de ozono en la
estratosfera podría cambiar sus propiedades de absorción de energía, teniendo un
impacto sobre el clima en la superficie terrestre.

La concentración de ozono en la estratosfera experimenta variaciones periódicas,


estacionales y a lo largo de los años. Una muestra de estas variaciones es lo que se
llama agujero de ozono (término inexacto pues nunca se ha reducido la
concentración de ozono a menos del 50%). La concentración mínima de ozono en la
zona antártica, medida a lo largo de un periodo de veinte años, presenta una
dispersión de valores con tendencia a la baja, siendo una serie de reacciones con
radicales las implicadas en estas variaciones.

El oxígeno y el nitrógeno son los componentes mayoritarios en la atmósfera,


interviniendo los compuestos que forman ambos elementos en las reacciones
químicas que ocurren en ella. El óxido nítrico (NO) y el dióxido de nitrógeno (NO2) que
se forman en grandes cantidades durante las tormentas y pueden pasar a la tierra

19
arrastrados por la lluvia, sirven de nutrientes para las plantas. Pero la gran cantidad de
óxidos de nitrógeno producidos en los procesos de combustión de los combustibles
fósiles, y los generados por los vehículos en las zonas urbanas, hacen que deban ser
considerados como contaminantes peligrosos para las personas.

1.1.7 Azufre

El elemento azufre se encuentra formando estructuras moleculares poliatómicas con


enlaces S-S sencillos. Se han descrito diferentes formas alotrópicas del azufre en las
que los átomos de S se disponen formando cadenas o anillos. Además de la molécula
de S2, que solo es estable a alta temperatura en estado vapor, y que tiene un doble
enlace semejante al O2, pero con menor energía de enlace; se conocen anillos de S6,
S7, S8, S9, S10 y S12. Las cadenas, Sn, con un número variable de átomos, tienen forma
helicoidal y son sólidos inestables que tienden a transformarse en S8.

Tanto en los anillos como en las cadenas el enlace de los átomos de azufre se realiza
mediante orbitales híbridos sp3. Como se utilizan dos orbitales para formar los enlaces
quedan dos orbitales ocupados por pares de electrones no compartidos.

La especie más estable en estado sólido es S8, cuya estructura es un anillo. La


disposición relativa de las moléculas en el sólido da lugar a dos estructuras cristalinas,
una monoclínica y otra rómbica (figura 1.7). A temperatura ambiente la forma estable
es la rómbica y cuando se calienta por encima de 368 K se transforma en la
monoclínica.

Azufr e Azufr e
róm bi co m on o clín ico

Figura 1. 7. Estructuras cristalinas del azufre sólido.

El azufre sólido es de color amarillo, insoluble en agua y con una densidad de 2,06
g/cm3 para la fase rómbica y 1,94 g/cm3 para la monoclínica. Se encuentra en estado
nativo en yacimientos naturales. Industrialmente se obtiene a partir del H2S o del SO2,
según las reacciones:

H2S + ½ O2  H2O + S (reacción 1.20)

H2S + 3/2 O2  H2O + SO2 (reacción 1.21)

2 H2S + SO2  2 H2O + 3S (reacción 1.22)

20
2H2S + SO2  2H2O + 3/8S8 (reacción 1.23)

SO2 + C  CO2 + S (reacción 1.24)

2SO2 + CH4  2 H2O + CO2 + 2S (reacción 1.25)

El azufre, en general, se encuentra concentrado en estado sólido, siendo minoritario


en la atmósfera y en el agua. En la figura 1.8 se representan algunos aspectos de los
procesos que ocurren en la naturaleza en los que están implicado el azufre o algunos
de sus compuestos derivados.

Figura 1.8. Esquema del ciclo del azufre en la naturaleza.

Según el esquema anterior, la contribución que ejercen las actividades humanas al


ciclo del azufre se produce en forma de emisiones contaminantes de SO2. Estas
provienen de las actividades mineras (descomposición de sulfuros por tostación), del
uso de fertilizantes y de la producción de energía (combustión de petróleo o de
carbones minerales).

En el ciclo del azufre predominan los compuestos H2S y SO2, por lo que a continuación
se hará un estudio de los aspectos químicos más relevantes sobre ellos.

El sulfuro de hidrógeno (H2S) es una molécula semejante a la del agua, aunque con un
ángulo de enlace H-S-H (92 grados) algo inferior al de H-O-H (105 grados). Al poseer
una menor capacidad que el agua para formar puentes de hidrógeno, el H2S tiene
bajos puntos de fusión y ebullición, 190 K y 213 K, respectivamente. El gas tiene un
olor desagradable muy característico. Las disoluciones acuosas se comportan como
ácidos. El H2S se encuentra en la naturaleza en manantiales sulfurados y se produce
por descomposición de diversas sustancias orgánicas (figura 1.8).

21
Los óxidos de azufre principales son el SO2 y el SO3. El SO2 es un gas a temperatura
y presión atmosférica, fácil de licuar ya que su punto de ebullición es de 263 K, y muy
soluble en agua. La existencia de un par de electrones no compartidos en el átomo de
azufre posibilita que actúe como base de Lewis frente a cationes metálicos. Puede
actuar como reductor, oxidándose el azufre hasta el estado de oxidación +6. También
puede actuar como oxidante, en este caso reduciéndose hasta azufre elemental. El
SO2 tiene especial importancia desde el punto de vista de la contaminación
atmosférica, en fenómenos como la lluvia ácida. El SO3 es muy reactivo en agua, por
lo que no existe libre en la naturaleza, sino que se encuentra formando sulfatos. Se
presenta, por ejemplo, en minerales como la baritina (BaSO4) o la celestina (SrSO4).

1.1.8 Efectos contaminantes de la lluvia ácida

El agua pura es neutra (pH=7); sin embargo, el agua de lluvia natural es ligeramente
ácida, ya que el CO2 que recoge al circular por la atmósfera forma un ácido débil,
antes de caer sobre el suelo, según la reacción 1.26. Considerando las constantes de
equilibrio de esta reacción, la presión parcial del CO2 en la atmósfera y la constante de
disociación del ácido carbónico disuelto (reacción 1.27) se alcanza valor de pH
comprendido entre 5.5 y 5.7.

CO2 + H2O  H2CO3 (reacción 1.26)


H2CO3  H+ + HCO3- (reacción 1.27)

El problema surge cuando las aguas de lluvia están contaminadas con óxidos de
nitrógeno (NOx) y/o con dióxido de azufre (SO2). Estos gases son arrastrados en las
gotas de lluvia, donde reaccionan con el agua originando ácidos fuertes disueltos,
HNO3 y H2SO4. Se alcanzan entonces valores de pH entre 3,5 y 5. En algunas zonas
con niebla estable durante bastante tiempo, se han llegado a medir un pH en aguas de
lluvia de 2, que equivale a disoluciones 0,01 M de ácidos fuertes. Se considera lluvia
ácida a la que tiene un pH inferior a 5,5, pudiendo alcanzarse valores muy bajos, de
hasta 4 unidades de pH o incluso menores. Su origen está representado en la figura
1.9.

Una definición concreta de lluvia ácida se refiere a la precipitación húmeda (en forma
de lluvia, niebla, nieve, rocío) de los agentes contaminantes SO2/SO3 y NOx/HNO3 que
han sido disueltos en las nubes y las gotas de lluvia para formar ácido sulfúrico y
nítrico. Sin embargo, el término se aplica más generalmente también a la precipitación
en forma “seca” de los agentes contaminantes gaseosos y sus derivados gaseosos y
en forma de partículas, polvos y aerosoles. Aunque un pequeño porcentaje de los
óxidos de azufre y nitrógeno proviene de fuentes naturales, la principal cantidad
emitida está originada por la quema de combustibles fósiles (como el carbón o el
petróleo), siendo las centrales eléctricas, las calderas industriales y los vehículos con
motores de combustión los causantes de estas emisiones de gases y por consiguiente
de la formación de gotas ácidas.

22
Figura 1.9. Origen de la lluvia ácida a partir de gases contaminantes.

Una vez emitidos los contaminantes ácidos, pueden seguir varias rutas (incluyendo la
transformación química) antes de interaccionar con el ambiente y depositarse en forma
húmeda o seca.

Las transformaciones químicas que pueden sufrir los óxidos de azufre y de


nitrógeno pueden incluirse en dos categorías: reacciones gaseosas en forma
homogénea y reacciones en fase heterogénea, que implican gotas líquidas en
forma de nubes, niebla o lluvia, y partículas sólidas.

Las reacciones en fase homogénea son la oxidación del SO2 (reacciones 1.28-1.31)
y del NOx (reacciones 1.32-1.37) por los radicales libres OH : ꞏ

OH + SO2  HSO3 ꞏ (reacción 1.28)


HSO3 + O2  HSO5 ꞏ (reacción 1.29)


HSO5 + NO  HSO4 + NO2 ꞏ (reacción 1.30)

HSO4 ꞏ + NO 2  hidrólisis  aerosol (H2SO4 y HNO3) (reacción 1.31)

NO + O3  NO2 + O2 (reacción 1.32)

23
O3  O2 + O ꞏ (reacción 1.33)

ꞏ + H O  2OHꞏ (reacción 1.34)


O 2

OHꞏ + CO  CO + Hꞏ (reacción 1.35)


2

Hꞏ + O  HO ꞏ (reacción 1.36)
2 2

HO ꞏ+ NO  NO + OHꞏ
2 (reacción 1.37)
2

Las reacciones en fase heterogénea son la oxidación en fase líquida de las especies
de S (reacciones 1.38-1.43) y la adsorción del SO2 sobre partículas sólidas.

SO3 ꞏ + M+  SO3- ꞏ + Mꞏ (reacción 1.38)

SO3- ꞏ + O2  SO5- ꞏ (reacción 1.39)


SO5- + SO32-  SO52- + SO3- ꞏ (reacción 1.40)

SO32- + HSO5-  HSO4- + SO42- (reacción 1.41)

SO32- + SO52-  2SO42- (reacción 1.42)


SO3- ꞏ+ SO5- ꞏ  S2O62- + O2 (reacción 1.43)

Se produce la hidrólisis de los productos de oxidación a ácido sulfúrico en presencia


de trazas de catalizadores metálicos (Mn, Fe) por tener un pH<2. En estas reacciones
también influye la humedad relativa.

La lluvia ácida afecta muy seriamente tanto a la biosfera acuática y terrestre como a
las infraestructuras de las sociedades humanas. Por una parte, hay que estudiar las
causas y mecanismos que influyen en la acidificación de los suelos (intercambio
iónico, lixiviación, movilización del aluminio y otros metales pesados) y de los lagos y
ríos. Por otra parte, es necesario realizar un estudio del impacto de la lluvia ácida tanto
sobre la vegetación terrestre, que es un proceso complejo y poco claro, relacionado
con otros procesos físicos y químicos (intercambio iónico, transpiración, etc.,), como
sobre los restos históricos y artísticos (problemas de corrosión o desintegración de la
piedra debido al aumento de volumen) y sobre la salud humana (problemas
respiratorios y del corazón, como los producidos en Londres en el invierno de 1952 y
en Atenas en agosto de 1984).

Como el mayor porcentaje de los óxidos de azufre y nitrógeno proviene de la quema


de combustibles fósiles, debe aplicarse una serie de estrategias de control que
reduzcan las emisiones de contaminantes. Se aplican varias rutas para conseguirlo,
existiendo dentro de cada opción distintas alternativas, algunas tradicionales y otras
más recientes. Algunas de estas rutas de control se revisarán en el tema 4.

1.1.9. Procesos de descontaminación de las aguas

Además de los problemas de contaminación de las aguas como consecuencia de los


procesos de eutrofización y de la lluvia ácida, en los que intervienen compuestos de
tipo inorgánico, también existen compuestos orgánicos que contaminan el agua, de

24
origen industrial, con naturaleza química semejante a la existente en las aguas
naturales, aunque en mayores concentraciones. Este es el caso de fenoles, ácidos
carboxílicos, aminoácidos, etc. Ejemplos concretos de estos compuestos son el ácido
gálico, el fenil propano y el catecol. Todos estos compuestos, así como los que se
encuentran en pequeñas proporciones (cloroformo, tetracloruro de carbono, benceno,
tolueno, etc.,) o los alquil fenoles y derivados de detergentes, deben ser retirados del
agua.

Los métodos generales para el tratamiento de aguas contaminadas son:

 Adsorción: este proceso actúa de forma espontánea o empleando adsorbentes


específicos. La adsorción consiste en la retención de los contaminantes sobre
la superficie de un sólido. Para descontaminar de forma más rápida se usan
adsorbentes sintéticos de elevada área superficial (cientos de metros
cuadrados por gramo de muestra). Estos adsorbentes, como el carbón activo,
son colocados dentro de una columna sobre la que se hace circular el agua
con las sustancias disueltas. Se trata de un método muy eficaz.

 Oxidación por aireación o mediante la adición de agentes oxidantes como el


MnO4-. Ésta es una vía de eliminación de los contaminantes orgánicos. Tiene la
ventaja de su gran eficacia, e incluso pueden actuar disminuyendo el
crecimiento de las algas (caso de la eutrofización) al contener iones metálicos
que son nocivos. Como inconvenientes están el elevado precio y la posible
contaminación por los metales que contienen, como es el caso de los iones de
cromo.

 Biológicos. La acción de ciertas bacterias es de gran eficacia para


descomponer muchos tipos de moléculas contaminantes. Son metodologías de
grandes posibilidades y bajo coste. El problema se produce cuando los
contaminantes disueltos son tóxicos para las bacterias, como es el caso de los
compuestos fenólicos.

 Catalíticos y fotocatalíticos. En el caso de aguas con grandes concentraciones


de contaminantes o aguas de regeneración de adsorbentes, se usan
catalizadores heterogéneos. Las moléculas contaminantes se adsorben sobre
la superficie del catalizador sólido, junto con el O2 y el H2 produciéndose las
reacciones de eliminación. Si las aguas contienen una mezcla compleja de
contaminantes estos métodos son poco eficaces. Más generales son las
aplicaciones de los fotorreactores catalíticos. En ellos el sólido catalizador, que
casi siempre contiene TiO2, entre otras especies químicas, se coloca en un
recipiente sobre el que incide la luz solar, y sobre el que circula el agua
contaminada en régimen laminar. Estos métodos no consumen energía, se
pueden instalar en las zonas donde se producen las contaminaciones y suelen
tener eficacias de eliminación elevadas.

En general, se suele recurrir a la combinación de varios de estos métodos para llegar


a la mejor solución. Por ejemplo, se puede hidrogenar catalíticamente los anillos
aromáticos de los compuestos fenólicos antes de introducirlos en los reactores

25
biológicos; o concentrar los compuestos contaminantes sobre los adsorbentes antes
de proceder a su descomposición fotocatalizada.

1.2. Elementos metálicos


1.2.1 Alcalinos

Los metales alcalinos y los alcalinotérreos (que se verán en el apartado 1.2.2) tienen
dos características comunes:

 Muestran, de una forma muy acusada, las propiedades asociadas a los


metales. Los elementos de ambos grupos son excelentes conductores de la
electricidad y tienen energías de ionización bajas (pierden electrones
fácilmente). Se encuentran entre los metales más reactivos.

 Sus compuestos son iónicos, encontrándose los metales alcalinos como iones
monovalentes (Li+, Na+ y K+) y los alcalinotérreos como iones divalentes
(Mg2+, Ca2+).

Las propiedades físicas de los metales alcalinos se indican en la tabla 1.1. Casi
todos los compuestos de estos tres elementos son solubles en agua. Las únicas
excepciones importantes son algunos compuestos de litio como: el fluoruro (LiF), el
carbonato (Li2CO3) o el fosfato (Li3PO4), que tienen baja solubilidad en agua.

Tabla 1.1. Propiedades físicas del litio, sodio y potasio.

Elemento 3Li 11Na 19K

Masa atómica 6,94 22,99 39,10

Punto de fusión (ºC) 186 98 64

Punto de ebullición (ºC) 1326 889 774

Densidad (g/cm3) 0,534 0,971 0,862

Radio atómico (nm) 0,152 0,186 0,231

Radio iónico (nm) 0,060 0,095 0,133

Color a la llama Rojo Amarillo Violeta

El sodio y el potasio tienen una abundancia en la corteza terrestre, en tanto por


ciento en peso, superior a dos, concretamente 2,36% para el Na y 2,09% para el K. Se
encuentran como sólidos formando parte de los silicatos. La concentración de estos
elementos en las aguas está condicionada por la estabilidad de los silicatos que
forman.

Una diferencia entre el Na y el K es la concentración en la que se presentan en las


aguas de los ríos y los mares. En ambos casos el origen de esos cationes está en la
degradación de los silicatos naturales que los liberan al transformarse.

26
La concentración de K es mucho menor que la de Na en las aguas naturales. Esto es
debido a que los iones K+ son más fácilmente adsorbidos e intercambiados en los
materiales sólidos orgánicos y en las partículas de arcilla que constituyen los
suelos, en comparación con los de Na+. Como consecuencia, el K retenido es
transformado en rocas sedimentarias y no llega a las aguas oceánicas.

Referente al contenido de Na y K en los seres vivos, dada la mayor concentración en


los suelos de K, este es absorbido por las plantas. Por tanto, en los materiales
biológicos, que toman sus nutrientes de los suelos, la cantidad de K es quince veces
mayor que la de Na.

Respecto a las aplicaciones de los metales alcalinos, una de las aplicaciones


tecnológicas más reseñables del litio es en las baterías recargables, encontrando
aplicación tecnológica, en concreto en los automóviles eléctricos. Esto ha llevado en
pocos años a considerar los yacimientos de Li como estratégicos. Hay que señalar que
la abundancia del Li en la tierra es solo de un 6.0x10-3 %. Por ello se están realizando
esfuerzos en investigación y desarrollo para conseguir alternativas.

Varias razones avalan la opción de utilizar el Li en las baterías. El litio es el metal más
ligero; por tanto, permite obtener la misma energía con un peso muy inferior. Por otro
lado, cuando un ánodo de litio metálico se combina con cátodos de ciertos óxidos de
metales de transición, las celdas electroquímicas reversibles resultantes presentan
valores de voltaje superiores a los de otros , lo que contribuye a una alta densidad de
energía. Finalmente, a diferencia del plomo y del cadmio, los materiales que
componen las baterías de litio no representan ningún problema de contaminación
ambiental conocido. Un gran inconveniente era la gran reactividad del litio metálico,
que acarreaba problemas de funcionamiento y seguridad. Esto se resolvió con las
baterías de ion-litio, en las que el ánodo está formado por grafito, capaz de almacenar
iones litio de forma menos reactiva que el litio metálico, así como con el desarrollo de
electrolitos poliméricos plásticos, menos reactivos que sus análogos líquidos.

Las baterías recargables de ion-litio están compuestas de cátodos de LiCoO2,


electrolitos poliméricos y ánodos de grafito altamente densificados y con poca
superficie. Se pueden recargar hasta 2500 veces. Gracias a su bajo precio constituyen
la mejor alternativa en el mercado de la electrónica de consumo. Aun así se deben
mejorar en el futuro aspectos específicos de sus características técnicas para
conseguir mayor potencia de los electrodos, incrementar la capacidad y energía
específicas de las celdas o conseguir baterías de litio sólidas.

Referente al potasio cabe resaltar dos aspectos relativos al mismo: los fertilizantes de
potasio y el potasio radioactivo (40K).

Los fertilizantes de potasio constituyen una industria sobre la que se basa la


agricultura y que tiene gran repercusión económico-social. El potasio es, junto al
nitrógeno y el fósforo, uno de los elementos de mayor uso en abonos artificiales.
Queda retenido en los suelos como consecuencia de los procesos de adsorción y del
intercambio catiónico, por lo que no provoca contaminación, a diferencia de lo que

27
ocurre, por ejemplo, con el nitrógeno. Por el mayor tiempo de estancia del K en los
suelos, la absorción por las plantas es a largo plazo y no se originan problemas
medioambientales conocidos. Se ha observado que en los terrenos de cultivo donde
no se aportan fertilizantes de K se llega a una falta de productividad agrícola. Los
cationes de K pasan por intercambio a las arcillas, a partir de las cuales se liberan de
forma progresiva y a largo plazo.

De los tres isótopos de potasio que hay en la naturaleza 39K (abundancia 93,1%), 40K
(abundancia 0,0119%) y 41K (abundancia 6,9%) cabe destacar el 40K, por ser
radiactivo. Tiene un periodo de semidesintegración de 1,3 x 109 años y en la reacción
de desintegración se desprende gran cantidad de energía. De hecho, es el tercer
elemento después del 238U y del 232Th en cuanto a desprendimiento de energía
radioactiva. Este isótopo radioactivo, 40K, se usa para datar la antigüedad de los
materiales.

1.2.2 Alcalinotérreos

Los metales alcalinotérreos, principalmente magnesio y el calcio, se encuentran junto


a los elementos alcalinos en la corteza terrestre formando parte de los silicatos.

La principal diferencia en los ciclos naturales del magnesio y del calcio radica en la
menor solubilidad de la calcita (CaCO3) en comparación con el carbonato de magnesio
(MgCO3). Esto da lugar a que los minerales sedimentarios de calcita sean muchos
más abundantes que los de dolomita. Otros compuestos de calcio que aparecen como
minerales después de procesos de precipitación o de evaporación, como el CaSO4,
son también más insolubles que los correspondientes de Mg. Por ello en las aguas
oceánicas hay menos contenido de calcio que de magnesio.

Un aspecto muy importante de la química del Ca en los océanos es el de su


incorporación en los esqueletos de los seres vivos. La formación de caliza se podría
realizar en disolución mediante una reacción de precipitación:

Ca2+(ac) + CO32-(ac)  CaCO3 (s) (reacción 1.44)

Sin embargo, la mayor parte de los minerales que contienen caliza, y que se han
formado a lo largo de los últimos 6x108 años, tienen un origen orgánico. A ello
contribuye la baja solubilidad de la caliza, que no se disolvería. También es importante
la baja solubilidad de otros compuestos de calcio, que forman minerales cuyo origen
son los esqueletos y dientes de los seres vivos.

La alta pureza de los minerales de calcita (>98% en CaCO3) contribuye a un gran


número de aplicaciones industriales de este mineral. La principal es la de fabricación
del cemento, durante la que se consume gran cantidad de energía eléctrica. El
cemento suele tener más de un 60% de CaO en su composición. De hecho, cuando se
ha empezado a considerar el CO2 como un contaminante por su contribución al efecto
invernadero, se ha estimado que un 10% de las emisiones antropogénicas de CO2
serían consecuencia de la industria cementera al ocurrir la siguiente reacción:

CaCO3  CO2 + CaO (reacción 1.45)

28
1.2.3 Hierro

El hierro es uno de los elementos químicos metálicos más abundantes en la corteza


terrestre (5%). Este elemento no se encuentra entre los contaminantes más
peligrosos, pero debido al amplio uso que se hace de él en diversas actividades
humanas, produce problemas medioambientales. Así, como consecuencia de sus
muchas aplicaciones en metalurgia y como material para la construcción, produce una
contaminación de tipo sólida, y es necesario pensar, por ejemplo, en un reciclado de
los materiales que contienen los restos de automóviles, para defender el medio
ambiente.

La química del hierro en la parte más externa de la corteza terrestre, donde hay una
presencia importante de oxígeno, está dominada por la inestabilidad del Fe(0) y del
Fe(II), que son fácilmente oxidados a Fe(III), dando el característico color rojizo del
Fe2O3. Las reacciones que tienen lugar son:

4Fe + 3O2  4Fe3+ + 6O2- (reacción 1.46)


4Fe2+ + O2  4Fe3+ + 2O2- (reacción 1.47)

El diagrama de fases existentes se puede construir a partir de la ecuación de Nernst


(ecuación 1.1), que relaciona la concentración de las distintas especies oxidantes y
reductoras en el equilibrio.

Esoe = E0 + (RT/nF)ln([oxidadas]/[reducidas]) (ecuación 1.1)

donde Esoe es el potencial redox en equilibrio, en voltios; E0 es el potencial de


reducción estándar; R es la constante de los gases, 8,314 J/mol.K; T es la temperatura
absoluta, en K;n es el número de electrones transferidos en la reacción; F es la
constante de Faraday, 96.487 C/mol, y [oxidadas] y [reducidas] son las
concentraciones de especies en el medio.

A partir de la aplicación de esta fórmula se obtiene el diagrama de fases mostrado en


la figura 1.10. En ella se observa cómo las principales fases del hierro cambian con la
temperatura y con la concentración de oxígeno (E = RTln[O2] ó E = RTp(O2), donde
p(O2) es la presión parcial del oxígeno).

En disoluciones acuosas también se puede construir un diagrama de estados de


oxidación en función del pH, ya que el agua se disocia electroquímicamente según las
reacciones dadas a continuación:

2H2O  O2 + 4H+ + 4e- (reacción 1.48)


2H+ + 2e-  H2 (reacción 1.49)

Sumando ambas reacciones, resulta:

2H2O  2 H2 + O2 (inversa de la reacción 1.4)

Una propiedad importante del Fe2O3 es su baja solubilidad en , por lo que permanece
como partículas en suspensión en los ríos. Estas partículas coloidales pueden ser
sitios, en los que, al igual que los silicatos meteorizados o las arcillas, se adsorban
otros iones metálicos o moléculas de contaminantes.

29
Figura 1.10. Fases del hierro existentes en función de la temperatura y de la
concentración del oxígeno en el medio.

Otro aspecto interesante del hierro como contaminante en sí mismo, es su origen o la


fuente de la que procede, que es fundamentalmente la de los residuos urbanos. De
forma general, los metales, una vez que se encuentran disueltos en el agua pueden
sufrir una serie de transformaciones químicas como son: precipitación, formación de
complejos, etc. En el caso del hierro puede actuar frente a especies muy
contaminantes, precipitándolas. Este es el caso de la formación del arseniato de hierro
(reacción 1.50). También, debido a su capacidad reductora, el Fe2+ puede reducir
iones muy oxidantes como el Cr6+ (reacción 1.51).

HAsO42- + Fe2+  FeAsO4  + ½ H2 (reacción 1.50)

CrO42- + Fe2+ + H+  Cr(OH)3  + Fe3+ (reacción 1.51)

Esta última reacción no está ajustada ya que inicialmente la oxidación ocurre en medio
ácido y la precipitación se produce en medio básico.

El hierro es el metal más usado en nuestra sociedad. Los minerales de hierro


principales son: hematita, Fe2O3, goetita, FeO, magnetita, Fe3O4, y siderita FeCO3. La
producción mayoritaria es por reducción del óxido férrico, Fe2O3, mediante carbono:

2Fe2O3 + 3C  4Fe + 3CO2 (reacción 1.52)

siendo realizada por el hombre desde hace varios milenios. A escala industrial el
hierro se obtiene en los altos hornos (figura 1.11). En estos se inyecta aire caliente por

30
la parte inferior del reactor donde se alimenta el carbón mineral, de forma que se
genera CO, que es el verdadero agente reductor. Dadas las grandes cantidades de
óxidos de carbono y de escorias que se producen, las industrias de obtención del
hierro y de los aceros están entre las más contaminantes, sobre todo teniendo en
cuenta las grandes cantidades de materiales de desecho que se originan. En el
esquema se debe destacar también el hecho de que el gas reductor de los óxidos de
hierro es el CO, lo que podría provocar, si no se controlan bien las reacciones que
tienen lugar en el alto horno, emisiones de este gas tan tóxico y peligroso. En general,
el alto horno no es más que un reactor químico donde ocurren reacciones (reacción
1.55) que transforman el carbón sólido en CO gaseoso y donde los óxidos de hierro
fundidos reaccionan con dicho gas, produciendo la reducción del metal y generando
CO2.

Figura 1.11. Esquema de un alto horno de producción de hierro.

La corrosión se puede definir como el deterioro de una sustancia o compuesto


cuando está expuesta a la acción de los constituyentes del medio ambiente. Por
ejemplo, el Fe0 es inestable al contacto con el O2, siendo la reacción que ocurre una
transferencia de electrones:

Fe0  Fe2+ + 2e- (+1/2 O2)  Fe2+O2- (reacción 1.53)

Estas reacciones de oxidación se ven aceleradas por la presencia de agua, ya que


puede actuar como aceptora o dadora de electrones. Para evitar los procesos de
corrosión se recurre a pinturas, tratamientos de galvanización, ánodos de sacrificio o
galvánicos. Los ánodos de sacrificio o galvánicos fueron la primera técnica de
protección catódica utilizada y, se denominan así porque protegen a otro material de la

31
corrosión, soportando ellos la corrosión hasta que se agotan, y por último modificando
superficialmente el material con capas de compuestos protectores.

Desde el punto de vista de la contaminación hay que indicar que fenómenos como la
lluvia ácida, pueden contribuir a los procesos de corrosión de materiales expuestos a
su acción.

1.2.4 Aluminio

Junto con el hierro visto en el apartado anterior, el aluminio y sus compuestos son de
los más abundantes en la corteza terrestre, estando presente en un 8,2% en peso en
la corteza terrestre, siendo el Al el tercer elemento por abundancia, después del O y el
Si. Sus aplicaciones en metalurgia y materiales de construcción son también
numerosas.

Junto con el oxígeno y el silicio forma parte de muchos silicatos naturales. En el caso
de las arcillas y de los feldespatos es un componente de la estructura, mientras que en
otros minerales, como piroxenos o anfíboles, está como constituyente isomórfico, por
lo que no es esencial para mantener la estructura. El radio iónico del Al3+ (0,050 nm),
es mayor que el del Si4+ (r = 0,041 nm), pudiendo localizarse en entornos octaédricos,
como ion [AlO6], o en tetraédricos como ion [AlO4]. En ambos casos el enlace Al-O
tiene bastante carácter covalente, pero menos que en el Si-O.

La solubilidad de los iones aluminio en el rango de los pH naturales (4,5 < pH < 10) es
menor que la de los de silicio. Un ejemplo típico de reacción química de
descomposición de un aluminosilicato es la señalada a continuación:

NaAlSi3O8 + 7H2O + H+  Al(OH)3 + Na+ + 3H4SiO4 (reacción 1.54)

Si se acumulan depósitos de aluminio naturales se sedimenta el mineral gibsita


(Al2O3.3H2O ó Al(OH)3).

En la industria de producción del aluminio hay que tener en cuenta que se parte de
minerales con gran estabilidad que son los aluminosilicatos, por lo que se requiere el
consumo de gran cantidad de energía. La energía libre de formación del óxido Al2O3 es
∆G0 = -1580 KJ/mol, mucho mayor que la del Fe2O3 (-740 KJ/mol), lo que indica la
enorme estabilidad del óxido de aluminio, y una gran dificultad para reducirlo a
aluminio metálico. De hecho, ni el carbón ni el CO son capaces de reducir al óxido de
aluminio a temperaturas factibles (se necesitan temperaturas de aproximadamente
2.300K). Por ello es necesario recurrir a procesos electrolíticos con compuestos
fundidos, en los que se consume gran cantidad de energía eléctrica; por ejemplo, para
producir un Kg de aluminio se necesita cuatro veces más energía que para obtener
uno de Zn.

Aunque en el aluminio también ocurre el proceso de la corrosión según la reacción:

Al0  Al3+ + 3e- (reacción 1.55)

una de las ventajas del aluminio respecto al hierro es que es más resistente a la
corrosión. Esto es debido a que el Al, en contacto con el oxígeno, forma una capa de

32
Al2O3 que cubre la superficie del metal y evita que progrese la oxidación del sólido
(fenómeno de la pasivación).

La citada capa de óxido de aluminio es poco conductora de los electrones, y poco


soluble, y los cristales que se generan tienen pocos defectos en su estructura, por lo
que se queda fijada a la superficie del aluminio. En medios básicos (pH›10) o ácidos
(pH<4) la capa protectora de óxido puede ser disuelta; en el agua de mar, que
contiene iones cloruro, pueden reaccionar formando complejos con los iones de
aluminio oxidados.

33
Lecturas recomendadas

 Química Medioambiental, Ed. Pearson, Prentice, Hall, T.G. Spiro y W.M.


Stigliani, 2003.

 Química Inorgánica, Ed. Reverté, E. Gutiérrez Rios, 1993.

 Química Ambiental, Ed. Reverté, C.Baird, 2001.

 Química General Superior, Ed. Interamericana, Masterton, Slowinski y


Stanitski, 1985.

 Clasificación y naturaleza química de los contaminantes, 2ª Ed., Ed. UNED, A.


Guerrero Ruiz, 2005

 Se recomienda realizar consultas en los buscadores de Internet sobre los


aspectos específicos que considere más importantes, para clarificar conceptos
o para obtener datos o informaciones complementarias.

34
Ejercicios de autoevaluación

1.1. En el equilibrio dado en la reacción de descomposición del CO influye la presión.


¿Cómo afectará y por qué?

1.2. Intente argumentar, basándose en aspectos estructurales, y justificar el hecho de


que el compuesto sólido de azufre de forma molecular S8 sea más estable que el S6.

1.3. ¿Qué reductor, NH3 o CH4, usaría usted para una chimenea donde se emita NO2
proveniente de una combustión?

1.4. El producto de solubilidad del CaCO3 en agua es: Kps = 4,8 x 10-9. Calcular la
concentración máxima de Ca2+ que puede haber en una disolución que tiene una
concentración de carbonato de sodio de 0,025 g/L.

1.5. Si un gas contaminante tiene un tiempo de permanencia medio en la atmósfera de


25 años, y como media anual se liberan 4 x 105 Kg de este, ¿cuál será la cantidad de
dicho gas presente en la atmósfera?

35
Tema 1. Respuestas a los ejercicios de autoevaluación
R 1.1

En la reacción 2CO  C + CO2

un aumento de la presión favorecerá la descomposición de CO, ya que durante la


reacción se produce una disminución de volumen. Lógicamente esto se debe a que el
carbono aislado (C) es sólido mientras que tanto el CO como el CO2 son gases.

R 1.2

Si consideramos que la longitud de los enlaces S-S es semejante en el S8 y en el S6, al


cambiar el tamaño del anillo lo que se modifica fundamentalmente es el ángulo que
forman tres átomos de azufre. En el S8 este ángulo es 108 grados, próximo al de la
hibridación sp3. En el caso del S6 dicho ángulo es menor que 102, posiblemente por ser
una estructura más cerrada. Esto nos indica una mayor tensión en los enlaces de los
átomos que forman la estructura.

R 1.3

Aunque sea más caro sería preferible el NH3, ya que es más reactivo. El metano
necesita mucha energía para romper sus enlaces covalentes. Además, al proceder de
una combustión, se produciría también agua y oxígeno. Con el agua se formaría ácido
nítrico, que con el amoniaco podría formarNH4NO3 , que es explosivo. Por tanto, se
usaría un catalizador y temperaturas relativamente bajas. Con el oxígeno del medio
sería muy difícil que el metano reaccionara con el NO2, sino que se consumiría por
reacción con el oxígeno para dar CO2.

R 1.4

El producto de solubilidad Kps = [A]x x [B]y para una reacción xA + yB  AxBy (s)), nos
permite predecir hasta qué punto está se ha completado una reacción de precipitación.
Las concentraciones iónicas que aparecen en la fórmula solo corresponden a los iones
en disolución. Para el CaCO3 se tendría la siguiente ecuación:

CaCO3 (sólido)  Ca2+ + CO32- (en disolución)

Kps del CaCO3 = [Ca2+] x [CO32-] = 4,8 x 10-9

Como el carbonato sódico estará totalmente disociado en la disolución, tenemos que:

[CO32-] = [Na2CO3] = (0,025 g)/ (106 g/at-gr) = 2,3 x 10-4 at-gr

[Ca2+] = 4,8 x 10-9 / 2,3 x 10-4 = 2,1 x 10-5 at-gr/lL

R 1.5

Asumiendo un periodo de producción-descomposición de 25 años, durante él se habrá


acumulado:

Q = 25 años x 4 x 105 Kg/año = 1 x 107 Kg de dicho gas

1
El problema es sencillo porque la velocidad de generación ha sido constante con el
tiempo.

2
Tema 2. Composición y estructuras químicas básicas en el
medio terrestre, en sistemas acuáticos y en la atmósfera

Guion-esquema

2.1 Composición de la corteza terrestre

2.2 Silicatos

2.2.1 Estructuras y propiedades

2.2.2 Reacciones de intercambio iónico

2.2.3 Transformaciones químicas de los silicatos en la naturaleza

2.3 El agua. Abundancia, propiedades y usos

2.4 Criterios de calidad del agua

2.5 Estructura y propiedades de la atmósfera

2.6 Química en la troposfera

2.7 Efectos de las radiaciones en la atmósfera

Introducción

La contaminación puede ser definida como “la presencia de sustancias nocivas y


molestas en el aire, el agua y los suelos, depositadas allí por la actividad humana, en
tal cantidad y/o de tal calidad, que pueden interferir la salud y el bienestar del hombre
o de los seres vivos”. Los entornos en los que puede ocurrir se dividen en tres
apartados: el aire (o atmósfera), las aguas y los suelos. Esta agrupación de los
contaminantes químicos según el medio en que se encuentren es la que se sigue en
este tema. Cabe indicar que esta división es bastante simplista dado que, como es
conocido, en la tierra, el suelo de la corteza terrestre está en contacto con la atmósfera
y ambos sufren la acción del agua y de los compuestos disueltos. Es decir, las tres
fases que nos rodean (sólidos, líquidos y gases) experimentan numerosos procesos e
interrelaciones, que en diversas ocasiones están asociadas a reacciones químicas.

En primer lugar se muestran los conceptos básicos sobre los silicatos, que son las
estructuras inorgánicas fundamentales para interpretar la acción de los contaminantes
en la litosfera. A continuación se presentan nociones básicas para comprender la
química del agua y los procesos que ocurren en el seno de las disoluciones acuosas.
Finalmente el tema introduce ciertos aspectos de la química en la atmósfera,
centrados en la parte de esta que se encuentra más cercana a los seres humanos. Es
decir, se desarrollan conceptos relacionados con los contaminantes gaseosos en
contacto con la litósfera, como el efecto invernadero.

1
Objetivos

 Conocer los aspectos generales sobre los tipos y estructuras principales de los
compuestos y de los materiales integrantes de la corteza terrestre.

 Reconocer las transformaciones químicas en los compuestos naturales y


racionalizar sus interacciones, dependiendo del estado y reactividad que
presentan.

 Entender los conceptos relacionados con la calidad de los sistemas acuáticos y


del aire.

 Saber los principios generales de los procesos naturales en la atmósfera,


incidiendo en aquellos en los que pueden intervenir los contaminantes, y
particularmente en la parte baja de la atmósfera.

 Aprender las nociones fundamentales de las estructuras y reactividades de los


silicatos, de la química en disolución acuosa y de los gases que componen la
atmósfera.

2
2.1 Composición de la corteza terrestre

El silicio es un elemento mayoritario en la composición de la corteza terrestre. En la


figura 2.1 se puede observar que más del 99% de su composición se corresponde con
tan solo ocho elementos químicos. Además, la alta proporción de oxígeno junto con la
del silicio, está indicando la presencia mayoritaria de los compuestos formados con
ellos, los silicatos, en la litosfera. Es por ello por lo que para conocer cómo actúan los
contaminantes en la corteza de la tierra resulta imprescindible estudiar el elemento
silicio y sus compuestos derivados, los silicatos.

Figura 2.1. Composición química de la corteza terrestre.

El átomo de silicio, cuya estructura electrónica es 1s2 2s2 2p63s23p2 (ó [Ne]3s23p2),


presenta, en estado sólido, una forma alotrópica principal (a bajas presiones) de tipo
diamante, con enlaces covalentes formados por orbitales híbridos sp3. Los cristales
poseen una alta dureza y son frágiles, siendo el punto de fusión muy alto, 1.673 K. Un
aspecto muy importante para su aplicación en los componentes electrónicos radica en
el hecho de que los cristales de silicio presentan semiconductividad. Esta propiedad se
puede modular si se sustituyen átomos de Si por otros átomos o dopantes en la
estructura del sólido, modificándose el valor del salto de energía entre las bandas de
enlace y de conducción del Si puro, que es cercano a 1 eV (semiconductor intrínseco).
Los átomos sustituyentes pueden ser pentavalentes (As, P, Sb), dando lugar a los
semiconductores tipo n; o trivalentes (Al, B, Ga, In), originándose los semiconductores
tipo p. Estas impurezas o dopantes modifican muy remarcablemente la conductividad
del material sólido. Por ejemplo, la introducción de un átomo donador (As) por cada

3
1.000 átomos de Si puede aumentar la conductividad más de 20.000 veces con
respecto a la del Si puro. Fruto de estas propiedades electrónicas especiales es el
hecho de que se usen los cristales de Si en los paneles solares fotovoltaicos.

2.2 Silicatos

La fracción inorgánica del suelo, que constituye más del 90% de la fracción sólida del
mismo, está formada por minerales primarios y secundarios. Los primarios son los
que se originaron a elevadas temperaturas, y derivan de rocas ígneas o metamórficas.
Ejemplos son el cuarzo, los feldespatos o las micas. Los minerales secundarios son
los que se formaron por reacciones a bajas temperaturas, por meteorización de
minerales primarios o los que están constituidos por rocas sedimentarias. Como
ejemplos están los carbonatos, algunos óxidos y ciertos compuestos de azufre. Cabe
resaltar que, aunque la composición de las fracciones inorgánicas del suelo es muy
variable, la naturaleza química de los compuestos que lo forman es la de los silicatos
minerales. Es por ello por lo que a continuación se introducen las estructuras y
propiedades de los silicatos.

2.2.1 Estructuras y propiedades

La unidad estructural básica de los silicatos es un tetraedro, figura 2.2, formado por
cuatro iones O2- ocupando los vértices, y un ión Si4+ situado en el hueco central de
dicho tetraedro. Los enlaces Si-O tienen carácter mixto iónico y covalente,
estimándose en un 52% la contribución de enlace covalente. La energía del enlace Si-
O es muy elevada, cercana a 372 kJ/mol, que es más del doble de la energía del
enlace Si-Si, 180 kJ/mol. Dado que cada Si puede recibir electrones de dos O la
formulación general de estos compuestos es SiO2. Sin embargo, en la unidad básica
estructural, [SiO4], se deben compartir electrones con cuatro oxígenos vecinos. Los
silicatos, dependiendo de la coordinación de los tetraedros, pueden adoptar
estructuras en cadenas, láminas o tridimensionales. Las características generales de
todas las estructuras de los silicatos naturales, incluyendo aquellas en las que se
incorporan otros iones y/o en las que se sustituyen parte de los iones Si4+, son las
siguientes:

 Los cationes ocupan los intersticios en una aglomeración compacta de


oxígenos; debido a que el radio de los O2- es 0,140 nm, el radio de los
intersticios tetraédricos es 0,055nm y el de los octaédricos 0,078 nm. Por
tanto, los cationes con radio inferior a 0,055 nm se situarán en las posiciones
tetraédricas (Be2+, Si4+, Al3+, etc.), mientras que en las posiciones octaédricas
se situarán cationes de mayor tamaño, como Mg2+ o Ti4+.

 Los átomos de oxígeno en los vértices de los poliedros pueden ser


compartidos, respetando siempre la neutralidad electrónica del conjunto.

 Los cationes tienden a ocupar en el cristal las posiciones más alejadas entre
sí, para conseguir que las fuerzas repulsivas sean mínimas. En el caso de las
sustituciones isomórficas, o sea, aquellas entre cationes con la misma

4
coordinación, si la carga de los cationes es diferente, la sustitución ha de
realizarse de forma proporcional y siempre respetando el principio de
electroneutralidad.

Figura 2.2. Unidad básica estructural de los silicatos.

Los minerales que contienen silicatos se pueden clasificar siguiendo las estructuras
básicas que se representan en la figura 2.3. Así, se pueden agrupar los silicatos en:

 Constituidos por aniones discretos SiO44-, en general de formula MxSiO4,


siendo M = Fe2+, Mg2+, Zr4+, Al3+; ó por el anión Si2O76-, como en el caso del
silicato tricálcico hidratado, Ca6Si2O7(OH)6. En este último los iones Ca2+
ocupan huecos octaédricos.

 Formados por aniones que forman anillos, Si3O96- ó Si6O1812-. Como mineral
ejemplo de estos últimos está el berilo, donde los distintos anillos están
unidos mediante cationes Be2+ y Al3+.

 Constituidos por aniones unidos formando cadenas. Existen dos grupos


según sea la unidad básica de la cadena; si es un anión discreto, se
encuentran los piroxenos (ejemplo el diopsido, CaMg(SiO3)2); si se trata de
una anillo, se forman los anfíboles. De los anfíboles cabe indicar que existen
ejemplos, como en la tremolita, (Ca2Mg5(Si4O11)2(OH)2), donde se puede
sustituir un Si4+ por un Al3+ y la compensación de carga se realiza por
sustitución de 2Mg2+ por 2Fe3+, resultando Ca2Mg3Fe2(Si3AlO11)2(OH)2.

 Constituidos por aniones agrupados formando láminas, como, por ejemplo,


las micas. Las estructuras básicas de cada hoja de mica son dos láminas, que
se pueden unir mediante los vértices de los tetraedros enfrentados y a través
de los iones OH- y Mg2+ (en huecos octaédricos) que separan ambos planos.
Esta es la estructura del talco, que se representa en la figura 2.4. Además las
láminas de mica se sitúan apiladas, enfrentando las bases constituidas por
átomos de oxígeno entre ellas, con lo que no se producen enlaces
interlaminares. Esto da lugar a que estas estructuras sean fácilmente

5
exfoliables y, por ejemplo el mineral talco tiene propiedades lubricantes.
También pueden ocurrir sustituciones isomórficas de Si4+ por Al3+ en las
láminas, con lo que el número de posibilidades de estructuras diferentes se
multiplica enormemente. Con el fin de interpretar las posiciones estructurales
de los diversos ejemplos que se muestran en la tabla 2.1, se han identificado
los cationes entre corchetes y su coordinación se ha denotado con el
subíndice “t”, para posiciones tetraédricas, y el subíndice “o” para las
octaédricas.

Figura 2.3. Tipos de silicatos.

Figura 2.4. Estructura del talco.

6
Tabla 2.1. Ejemplos de minerales consistentes en silicatos laminares.

Mineral Formula Química

Talco [Si44+]t [Mg32+]o O10(OH)2


Flogopita [Si34+Al3+]t [Mg32+]o O10(OH)2K
Pirofilita [Si44+]t [Al23+]o O10(OH)2
Moscovita [Si34+Al3+]t [Al23+]o O10(OH)2K
Illita [Si3,334+Al0,663+]t [Al23+]o O10(OH)2K0,66
Montmorillonita [Si44+]t [Al1.673+Mg0,332+]o O10(OH)2K0.33
Caolín [Si24+]t [Mg32+]o O5(OH)4

2.2.2 Reacciones de intercambio iónico

La compensación de carga en las interláminas se puede realizar por la introducción de


cationes discretos con carga positiva, como el K+. Se puede producir también una
sustitución parcial de iones Mg2+ octaédricos, que tienen su existencia natural en la
composición [Mg32+]o(OH)6 donde la carga está compensada, por iones Al3+, también
octaédricos. Esto da lugar a láminas cargadas formalmente con signo positivo. Estas
nuevas láminas denominadas como brucita, de fórmula general [Mg22+Al3+]o(OH)6+,
originan, en minerales como la clorita, formado por láminas de mica alternadas con
láminas de brucita, interacciones entre las láminas de tipo electrostático.

En este punto hay que hacer notar que las estructuras laminares de los silicatos son
capaces de intercalar moléculas de agua entre sus láminas, es decir, que son
materiales que se hinchan. Este fenómeno estructural produce un aumento
considerable de volumen del sólido y lo hace más débil, de forma que unas láminas
se pueden desplazar fácilmente sobre otras. Para visualizar un efecto de esta
propiedad de los silicatos laminares naturales baste recordar los deslizamientos de
tierras que ocurren en terrenos arcillosos durante los periodos de lluvia. Además,
muchos silicatos naturales poseen la propiedad de “intercambio iónico”, de forma que
en dichos espacios interlaminares los cationes presentes pueden sustituirse por otros
iones o moléculas del mismo signo. Algunas de estas situaciones se han intentado
representar en la figura 2.5, en la que se contempla también la posibilidad de que se
intercalen moléculas de contaminantes.

Es importante saber que las propiedades estructurales de los sólidos naturales


pueden condicionar la forma de unión de los contaminantes en dicho sólido, o
dicho en sentido más aplicado, la retención de compuestos contaminantes y la
restauración de un sólido contaminado van a depender de su naturaleza
química y de su estructura cristalina.

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Figura 2.5. Espacios entre láminas en los silicatos.

La capacidad que tienen ciertos minerales para intercambiar los cationes que
contienen en su estructura con el medio en el que se encuentran, normalmente
disoluciones acuosas, se denomina capacidad de intercambio catiónico (CIC). La
unidad de medida de la CIC es un miliequivalente de catión monovalente por 100
gramos de sólido. Por ejemplo, recordando que las masas atómicas del Na y del Ca
son 23 y 40 g/mol, respectivamente, para el Na+, 1 miliequivalente son 23 x 10-3 g,
mientras que para el Ca2+ son de 20 x 10-3 g . Los valores típicos de CIC para las
arcillas están en el orden de 100 meq/100g de sólido. Algunas partículas del suelo de
naturaleza orgánica, como los humus, también poseen propiedades de CIC,
relacionadas con la presencia de grupos carboxilato (R-COO-) en su composición. Los
valores de CIC en este caso oscilan entre 10 y 300 meq/100g de humus. También los
oxihidróxidos coloidales de Fe o de Al poseen propiedades de intercambio, tras
adsorber ciertos cationes. Pero en este punto hay que diferenciar entre un intercambio
superficial, como el que se daría en partículas coloidales de óxidos metálicos o en los
compuestos húmicos, y un intercambio estructural, donde los nuevos cationes
reemplazarían los existentes en los espacios interlaminares, por ejemplo, en una
caolinita. Lógicamente, la estabilidad de las especies intercambiadas en este segundo
tipo es mucho mayor. En la figura 2.6 se ha intentado reflejar cómo pueden ser
intercambiados los cationes, electrostáticamente retenidos en una superficie sólida,
mientras que en la figura 2.7 se ha plasmado la situación entre las láminas de la
estructura de una arcilla natural.

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Figura 2.6. Intercambio de cationes en una lámina cargada negativamente.

Figura 2.7. Posiciones de intercambio de los cationes en una arcilla laminar.

La capacidad de intercambio de cationes depende del tamaño de los iones y de su


carga. El origen de las cargas en el caso de la arcilla está en las sustituciones que
ocurren en su estructura, que si bien están compensadas inicialmente por cationes en
la interlámina, dicha compensación no siempre es perfecta, dada la lejanía entre
dichos cationes y los defectos reticulares del cristal. Esto hace que los cationes
puedan quedar muy lejos de las cargas negativas que los atraen y la fuerza de unión
de los mismos sea tan pequeña que gocen de una gran movilidad.

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También se da el caso de minerales arcillosos en los que no existen posiciones de
intercambio catiónico en su estructura, como sucede con la caolinita, y que, sin
embargo, cuando se ponen en contacto con una disolución, tras un determinado
tiempo, se observa una disminución en la concentración de los cationes disueltos. Esto
puede explicarse por una adsorción de dichos cationes en la superficie de la arcilla,
que está causada por la descompensación de enlaces que ocurre en la superficie de
los sólidos. Por ejemplo, en la superficie de los silicatos pueden quedar expuestos
átomos de silicio, que tendrían una carga positiva, o átomos de oxígeno en los que
quedaría una carga residual negativa. También hay que indicar que muchas de las
arcillas naturales pueden tener áreas superficiales muy altas, del orden de varios
cientos de metros cuadrados por gramo de sólido, lo que les confiere una gran
capacidad de adsorción.

En resumen, existen varios mecanismos de retención de iones que cooperan con las
reacciones de intercambio, lo que hace que se mezclen conceptos en cuanto al tipo de
uniones, electrostáticas, de enlaces de Van der Waals, de sustitución de iones, etc., lo
que hace que en realidad en un suelo “real” operen todos ellos de forma simultánea.

La acidez o basicidad superficial de una partícula se mide por un concepto, que se


denomina su punto isoeléctrico, y que corresponde al valor del pH al cual el coloide
flocula, es decir el pH en el que todas las cargas superficiales están compensadas y
se produce la agregación (floculación) de las partículas sólidas, dado que no hay
repulsiones electrostáticas entre ellas. Estos valores dependen de cada mineral y
suelen estar entre 5 y 6. Para valores de pH más ácidos las arcillas se comportan
como intercambiadoras de aniones y para valores más básicos lo son de cationes.

En la tabla 2.2 se dan algunos valores de capacidad de intercambio catiónico para


varios minerales, los cuales vienen influenciados por sus estructuras, que se
representan en la figura 2.8. También influyen las áreas superficiales de los sólidos,
que aumentan si se tienen tamaños de grano muy pequeños o si están hinchados por
las moléculas de agua, y sobre todo, si tienen estructuras laminares. Los mayores
valores corresponden a estas últimas estructuras.

Tabla 2.2. Capacidad de intercambio catiónico


de varios tipos de minerales de arcilla.

Mineral (CIC) (meq/100 g)

Caolinita 7-10
Ilita < 25
Clorita 40
Montmorillonita < 100
Vermiculita 140-160

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Dada la importancia de la CIC de un suelo en lo referente a la nutrición vegetal, es
conveniente conocer los niveles mínimos necesarios para asegurar un equilibrio
adecuado que satisfaga las necesidades de las plantas. Un valor de CIC superior a 25
meq/100g asegura una buena retención de cationes. Valores inferiores a 10 meq/100g
son insuficientes, por ejemplo, para asegurar la acción de los abonos.

Figura 2.8. Estructuras de los minerales mencionados en la tabla 2.2.

En cuanto a los silicatos constituidos por redes tridimensionales de unidades


estructurales SiO4, cabe señalar que existen varias formas cristalinas naturales de la
sílice, que se representan en la figura 2.9: cuarzo (la más abundante), cristobalita y
tridimita. Estas tres formas cristalinas principales de la sílice poseen todas alta dureza,
son incoloras y transparentes. Además son muy inertes desde el punto de vista
químico. Así solo se pueden atacar con ácido fluorhídrico para formar tetrafluoruro de
silicio, que es un gas, o con disoluciones acuosas de hidróxidos alcalinos a pH muy
elevados. Lógicamente estos minerales tienen capacidades de intercambio iónico
nulas o muy bajas. En el estado natural el cuarzo bien cristalizado se denomina cristal
de roca, y dependiendo de las impurezas metálicas que contenga existen variadas
coloraciones en sus cristales minerales. Ejemplos de minerales y rocas donde existe
cuarzo son granito, ópalo, ágata, ónix, pedernal, etc. Existen también otras estructuras
cristalinas de la sílice que solo son estables a alta presión.

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Figura 2.9. Estructuras cristalinas de la sílice.

Además, existen materiales que contienen SiO2, pero que no presentan una estructura
bien definida, como son el gel de sílice, la sílice vítrea, etc. Derivados tridimensionales
de la sílice por sustitución de Si por Al son los feldespatos y las ultramarinas.

Como derivados de los silicatos, con sustituciones de Si por Al, se pueden considerar
las zeolitas. En este caso se trata de macroestructuras porosas, con poros de
tamaños próximos a los de ciertas moléculas o reactivos químicos. En su mayor parte
son sólidos sintetizados en el laboratorio, aunque también existen en la naturaleza.
Una estructura macrocristalina simplificada de una zeolita típica se representa en la
figura 2.10.

Figura 2.10. Estructura esquemática de la zeolita natural de nombre faujasita y de


formula Na3Ca2[Al7Si17]t O48 ·nH2O.

En esta figura se puede apreciar la existencia de cavidades, tanto la supercavidad


central como la cavidad sodalita, y de canales, cuyos tamaños están entre
micrométricos y nanométricos, de geometría muy bien definida. Por tanto, las zeolitas

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son sólidos formados por armazones de unidades AlO4 y SiO4 muy abiertos en el
espacio, con cavidades interconectadas con canales. En estas cavidades y canales se
albergan iones de compensación de carga, de modo que por cada ion Si4+ sustituido
por un Al3+ se podrá incorporar un ion con carga +1. Estos cationes, como Na+ ó K+,
así como las moléculas de agua ligadas por enlaces de hidrógeno a los cationes
estructurales, dotan a estos sólidos de la ya mencionada propiedad o capacidad de
intercambio iónico, en cierto modo semejante a la de los silicatos laminares naturales.

Las aplicaciones de los materiales con estructuras zeolíticas, también conocidos


como “tamices moleculares”, son muy numerosas. Por ejemplo se emplean como
adsorbentes ó como catalizadores heterogéneos en la industria petroquímica, y
como aditivos en detergentes domésticos de uso muy extendido. También son
bastantes los ejemplos de aplicación de estos sólidos nanoestructurados en procesos
de descontaminación de gases y aguas contaminadas.

2.2.3 Transformaciones químicas de los silicatos en la naturaleza

Las transformaciones químicas de los compuestos inorgánicos, en general, y de los


silicatos en particular, tienen una gran importancia en la formación de los suelos. De
los distintos factores que alteran un compuesto inorgánico, aquellos que están
relacionados con los procesos de disolución conllevan reacciones químicas.
Previamente a estas reacciones se producen procesos de meteorización mecánica,
esto es de división de los materiales sólidos en pequeñas partículas.

Como ya se ha dicho, los silicatos laminares, debido a su capacidad de retener agua,


son fácilmente puestos en suspensión y arrastrados por las corrientes para
posteriormente ser atacados por otras especies químicas reactivas. Por tanto, la
primera reacción que ocurre es la transformación de un mineral en otro, dada en la
reacción 2.1, donde se genera montmorillonita a partir del mineral microclina, del grupo
de los feldespatos. También puede haber reacciones que no necesitan un medio
ácido, como la indicada en la 2.2, que representa la formación de caolinita a partir de
ortoclasa.

7KAlSi3O8 +2H2O + 6H+  KAl7Si11O30(OH)6 +10Si(OH)4 +6K+ (reacción 2.1)

4KAlSi3O8 + 22H2O  Al4Si4O10(OH)8 + 10Si(OH)4 +4K+ + 4OH- (reacción 2.2)

El proceso de disolución estequiométrica del cuarzo, con acidificación de la disolución


se representa en la reacción 2.3. Por otro lado, es frecuente encontrar reacciones
sucesivas en los procesos de ataque químico. Este es el caso de lo que le ocurre al
mineral albita, que sufre consecutivamente una reacción de disolución (reacción 2.4)
seguida de una de hidrólisis (reacción 2.5), dando lugar de nuevo a caolinita.

SiO2 + 2H2O  H4SiO4(ac)  H+(ac) + H3SiO4- (reacción 2.3)

NaAlSi3O8 + 4H2O + 4H+  Na+ + Al3+ + 3H4SiO4 + 10Si(OH)4 (reacción 2.4)

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Al3+ + H4SiO4 + 1/2H2O  3H+ + 1/2Al2Si2O5(OH)4 (reacción 2.5)

Otros ejemplos de reacciones que sufren los silicatos son las de carbonatación,
reacción 2.6, y las de oxidación, representada en la reacción 2.7. En esta última se
transforma olivino en serpentina.

Mg2SiO4 + 2CO2 + 4H2O  2Mg2+ + 4HCO3- + 4H4SiO4 (reacción 2.6)

6SiO4FeMg + 4H2O + 3/2O2  2Si2O9Mg3H4 + 2SiO2 + 3Fe2O3 (reacción 2.7)

Los aspectos generales de las reacciones químicas de meteorización, esto es de las


reacciones que transforman unos minerales en otros, los podemos resumir en los
siguientes puntos:

 La meteorización aumenta con el contenido de cationes alcalinos y


alcalinotérreos en el mineral. Dichos cationes son liberados de forma
paulatina, dependiendo de la capacidad de intercambio y de las propiedades
de adsorción de las partículas sólidas.

 La estabilidad de un mineral depende de la estructura del silicato. Por


ejemplo, si los iones Al3+ están en un entorno octaédrico, se solubilizan menos
que si se encuentran en un entorno tetraédrico. Asimismo la estabilidad de los
silicatos depende de las estructuras iniciales que presentan. En general los
silicatos laminares reaccionan químicamente más que los tridimensionales. El
Si4+ liberado pasa tanto a las disoluciones, como a formar parte de minerales
secundarios. Estos minerales secundarios no suelen tener estructuras
cristalinas definidas, tienen pequeño tamaño de partícula, alta área superficial
y, en general, mayor capacidad de intercambio de cationes. Esto último es de
gran importancia en la asimilación de dichos cationes por los organismos
vivos que viven en el suelo.

 Las reacciones químicas de un mineral dependen de la humedad y de la


temperatura. También influye la existencia de oxígeno en el medio de
reacción, que puede dar lugar a oxidaciones, y la presencia de carbonatos,
que al descomponerse generan CO2. Dicho CO2 puede precipitar en forma de
carbonatos con los iones más insolubles (Ti, Fe, Mn, Al, etc.), modificando así
el pH del medio. El inicio de las reacciones de meteorización suele producirse
en medio básico, mientras que en etapas posteriores se forman especies
ácidas.

En general, es importante recordar que las reacciones químicas de meteorización


siempre van acompañadas por procesos físicos, o mecánicos, que originan cristales
sólidos de pequeños tamaños de grano. Tampoco hay que olvidar que en las zonas
más superficiales existen sustancias orgánicas, como los ácidos húmicos, que actúan
formando compuestos de coordinación con diversos iones metálicos, e incluso
modificando el pH. Por todo ello las reacciones químicas que ocurren en los suelos
son difíciles de evaluar de forma sistemática.

14
Aunque sin entrar en detalle sobre los contaminantes, sí que debe recordarse en este
tema, ya que algunos de estos silicatos estudiados son muy empleados en
construcción, en fabricación de cementos, etc., que existe un tipo de contaminación
por dichos polvos sólidos en suspensión.

El primer factor que considerar en este tipo de contaminación por sólidos es el tamaño
de grano. Se sabe que las partículas cuyo tamaño está entre 0,1 y 20 m de diámetro,
tienden a continuar suspendidas en los gases y son arrastradas por el viento. Sin
embargo, si tienen tamaños mayores de 20 m, las velocidades de sedimentación son
considerables, por lo que permanecen en el aire durante períodos cortos de tiempo.
Por otra parte, el transporte atmosférico de estas partículas supone una de las
mayores fuentes de dispersión de los contaminantes. Además de por la posible
naturaleza química de la partícula, el transporte de los contaminantes se puede
realizar como especies adsorbidas en dichas partículas sólidas.

El segundo factor a tener en cuenta es la toxicidad de las partículas sólidas, sobre


todo en el sistema respiratorio; suele estar asociada al tamaño de grano del polvo, de
modo que, cuanto más pequeñas sean las partículas, más fácilmente penetran en los
pulmones. Cabe destacar que son las partículas de tamaño intermedio, por ejemplo
del orden de 1 m, las más peligrosas. Esto se explica ya que las partículas de
dimensiones cercanas a las moleculares pueden ser reabsorbidas por el organismo,
mientras que las de tamaño mayor son atrapadas en las fosas nasales, con lo que no
llegan al sistema respiratorio. También influye en la toxicidad la naturaleza química del
material sólido, ya que algunas partículas contienen elementos o compuestos
claramente tóxicos (métales o compuestos orgánicos). Para prevenir y eliminar los
riesgos asociados a contaminación por partículas sólidas se utilizan diversas técnicas
físicas, como cámaras de sedimentación por gravedad, separadores ciclónicos,
colectores húmedos, filtros o precipitadores electrostáticos.

2.3 El agua. Abundancia, propiedades y usos

La mayor parte del hidrógeno en la Tierra está formando parte del agua. El agua está
implicada en la mayor parte de las reacciones químicas que ocurren en la corteza de
nuestro planeta y gracias a ella es posible la vida tal y como nosotros la conocemos.

Es el constituyente principal de los mares, que ocupan alrededor del 70% de la


superficie terrestre, y que condicionan el clima, debido a la evaporación del agua hacia
la atmósfera, a su circulación en la misma y a su caída en forma de lluvia.

Lógicamente desde un punto de vista químico lo primero que se ha de conocer es la


estructura de las moléculas de agua y cómo afecta ésta a sus propiedades físicas y
químicas, así como los conceptos básicos sobre su reactividad. En la figura 2.11 se
representa la estructura de una molécula de H2O y los orbitales moleculares que
definen su geometría y propiedades moleculares. Se puede ver que los tres átomos
que la constituyen forman entre sí un ángulo de unos 105 grados.

Como consecuencia de la hibridación sp3 del átomo de oxígeno, representado en color


rojo, la estructura deriva de un tetraedro, existiendo sobre dicho átomo de oxígeno dos

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pares de electrones no enlazados. Además, sobre los átomos de hidrógeno se
observan las cargas positivas (figura 2.11, b) necesarias para compensar la
electroneutralidad de la molécula. Se trata, pues, de una estructura con polaridad,
como es de esperar debido a la diferente electronegatividad ( ) de los átomos de
oxígeno y de hidrógeno. Esta propiedad representa la capacidad del átomo neutro
para atraer electrones; tomando como valor de referencia = 4 para el flúor, resultan
valores de 3,5 y 2,1 para el oxígeno y el hidrógeno, respectivamente. Finalmente, los
enlaces O-H son covalentes y fuertes, con un valor de energía de enlace, calculado a
partir de la entalpía de formación del agua, de 7,7x10-22 kJ/enlace.

Hidrógeno
Oxígeno

Figura 2.11. Estructura molecular del agua; (a) geometría de la molécula y (b)
representación de los orbitales atómicos.

Un aspecto de gran importancia en cuanto a las uniones de las moléculas de agua es


su capacidad para formar enlaces por puentes de hidrógeno, que se establecen entre
un átomo de oxígeno de una molécula y uno de hidrógeno de otra cercana. Esto se
representa en la figura 2.12, en la que se observa cómo, debido a la citada hibridación
sp3 de los átomos de oxígeno, cada molécula de agua forma 4 enlaces de hidrógeno
con otras tantas moléculas vecinas.

Enlace
hidrógeno

Figura 2.12. Representación de los enlaces por puente de hidrógeno entre moléculas
de agua.

16
Como consecuencia de la existencia de puentes de hidrógeno entre las moléculas de
agua, y también en el hielo (figura 2.13), se originan propiedades físicas particulares.
Así el agua es líquida en condiciones ambientales normales, propiedad física especial
si la comparamos con otros compuestos de parecidas estructuras y/o pesos
moleculares, como H2S o H3N. Muy importante también es la propiedad del agua
líquida de ser más densa que el hielo, ya que este último tiene una estructura más
abierta, lo que hace que el hielo flote sobre el agua líquida. Si pensamos en unos
mares y océanos donde el hielo se hundiese, sería imposible la vida en ellos. Por otra
parte, la regularidad geométrica de los enlaces de hidrógeno en el hielo puede ayudar
a explicar la dureza de los cristales sólidos que lo forman.

Figura 2.13. Estructura del hielo.

La molécula de agua, además, es muy estable, como lo muestra el hecho de que a


temperaturas menores de 1.000 K solo 1 de cada 100.000 moléculas está disociada.
Esto se corrobora por su alta entalpía de formación (reacción 2.8). Es sabido que la
mezcla O2 e H2 es explosiva y detonante a altas temperaturas, y que genera mucho
calor con llama blanca. También hay que recordar que el agua tiene una elevada
entalpía de vaporización (41 kJ/mol) y un alto calor específico (4,18 J/g K).

H2 + 1/2O2  H2O (H = -242 kJ/mol) (reacción 2.8)

Otro aspecto de gran importancia son los compuestos químicos naturales que se
encuentran disueltos en las distintas aguas y que proporcionan un alto contenido en
oxígeno. Desde otro punto de vista, en los sólidos, las moléculas de agua pueden
estar contenidas en sus cristales (agua de cristalización) o en los espacios
interlaminares o intersticiales (como se ha visto en el caso de las arcillas). A su vez el
agua sólida puede alojar compuestos en el interior formando los denominados
clatratos. En la figura 2.14 se muestra la estructura de un clatrato formado por metano
ocluido dentro del agua en forma de hielo.

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Figura 2.14. Estructura de un clatrato.
El agua es una fuente de oxígeno, produciéndolo tanto por fotodescomposición en la
atmósfera, según la reacción 2.9, como a partir de la fotosíntesis de las plantas
verdes. En este segundo caso el hidrógeno pasa a formar parte de la materia vegetal,
siguiendo un proceso que globalmente podemos representar como el dado en la
reacción 2.10.

H2O + hν H2 + 1/2O2 (reacción 2.9)

CO2 + H2O CH2O + O2 (reacción 2.10)

Así, el papel del agua en la función fotosintética se puede estudiar desde dos puntos
de vista, uno transitorio, ya que el agua forma parte de la corriente de respiración de la
planta, con lo que se devuelve al exterior, y otro permanente, ya que además de
liberar oxígeno al aire, el hidrógeno se incorpora a la materia viva vegetal.

Hay que señalar que en la composición de las aguas circulantes en la naturaleza


intervienen muchos más factores, y por tanto, dicha composición es muy diversa y
variable. La gran cantidad de sustancias y especies químicas que se pueden encontrar
en las aguas naturales se debe, en parte, a la gran capacidad del agua como
disolvente y como reactivo. Estas propiedades se combinan con el potencial erosivo
de las aguas en circulación en las distintas etapas del ciclo hidrológico, además de con
la acción de agentes vivos, por ejemplo microorganismos o seres vivos.

La composición de un agua natural depende tanto de su procedencia (marina,


lacustre, fluvial, subterránea, hielo ó lluvia) como de las condiciones y medio en que
se encuentra (componentes sólidos de los suelos, condiciones ambientales, como
presión y temperatura, etc.). De esta forma, son numerosas las sustancias que entran
a formar parte de la composición del agua natural.

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Así, además de gases disueltos, principalmente CO2, N2 y O2, el agua contiene en
mayor proporción iones, provenientes de la meteorización o disolución de materiales,
tanto cationes como Ca2+, Na+, Mg2+, K+, Fe2+, etc., algunos de los cuales pueden
formar compuestos de coordinación con moléculas orgánicas, como aniones, como
HCO3-, Cl-, SO42-, NO3-, PO43-. Entre estos gases e iones se encuentran los que
arrastra el agua de lluvia: CO2, HCO3-, H3O+; y los que resultan de las descomposición
de seres vivos: SO42-, PO43-, NH4+, acetatos, nitratos, etc.

De una forma general las especies químicas presentes en el agua pueden provenir de
la atmósfera, de la litósfera, como minerales o compuestos extraídos del suelo, o de la
biosfera. Dichas especies químicas pueden estar en suspensión, dispersadas
coloidalmente en el seno del agua o directamente disueltas. Como ejemplo de
compuestos en suspensión tenemos arcillas, arenas, sustancias orgánicas derivadas
del humus, algas y bacterias. Las especies dispersadas en forma coloidal pueden ser
tanto inorgánicas, por ejemplo, sílice, como orgánicas, sustancias húmicas,
macromoléculas o virus.

Un aspecto que recordar es el de las unidades de medida de concentración de las


especies químicas contenidas en el agua. Así, para bajas concentraciones se utilizan
las partes por millón (ppm), que se definen como 1 parte de la especie considerada en
1 millón de partes de agua. Esta unidad es de masa, por tanto 1 ppm correspondería a
1mg de especie en 1 millón de mg de agua. Es decir, asumiendo que la densidad del
agua es invariable e igual a 1 g/cm3, resulta que 1 ppm = 1mg/L. Similarmente se
pueden definir las partes por billón (ppb), en donde el billón está considerado como
americano, es decir mil millones, dando lugar a la igualdad de 1ppb = 1 µg/L. Para
concentraciones más elevadas de especies en las aguas se recurre bien a relaciones
masa/masa, como, por ejemplo, g de la especie por kg de agua (g/kg), o bien a índices
masa/volumen, como son los dados en gramos de especie por litro de agua (g/L) ó en
moles por litro (mol/L).

Con el fin de recordar y recopilar los procesos físicos y químicos que ocurren durante
la solubilización y transformación de compuestos y especies químicas en el agua, se
enumeran los más importantes:

 Disolución de gases y sales minerales solubles, por ejemplo la del yeso:

CaSO4.2H2O (s)  Ca2+(ac) + SO42-(ac) (reacción 2.11)

 Hidrólisis: por ejemplo, reacción del agua con la forsterita:

Mg2SiO4 (s) + 4 H2O  2 Mg(OH)2 (ac) + H4SiO4 (ac)) (reacción 2.12)

 Reacción ácido-base: por ejemplo, la reacción de las partículas de caliza en


suspensión en el agua con el dióxido de carbono disuelto en ella:

CaCO3 (s) + CO2 (ac) + H2O  Ca2+ (ac) + 2HCO3- (ac)) (reacción 2.13)

 Oxidación-reducción, por ejemplo, en zonas aerobias:

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4Fe2+(ac) + O2 (ac) + 6H2O 4FeOOH(s) + 8H+(ac)). (reacción 2.14)

 Precipitación, como la precipitación de una sal insoluble:

Fe2+ (ac) + S2- (ac) FeS (s)) (reacción 2.15)

 Solubilización, como en el caso de la calcita:

CaCO3 (s)  Ca2+ (ac) + CO32- (ac)) (reacción 2.16)

 Complejación o formación de compuestos de coordinación de iones metálicos


con ligandos orgánicos o inorgánicos.

 Procesos fotoquímicos y fenómenos biológicos.

Un aspecto socioeconómico que debe conocerse es el relativo a que el agua, a pesar


de su abundancia, tiene tantas utilidades para la humanidad, que durante el actual
siglo XXI se prevé que va a convertirse en un bien escaso. Además, la depuración de
aguas usadas, que deben ser tratadas para eliminar los contaminantes que hayan
adquirido en su uso va a suponer un coste económico y una necesidad tecnológica.
Por tanto, siempre que sea posible hay que evitar la introducción de sustancias
químicas peligrosas en el agua, aplicando procesos limpios y hábitos de consumo
menos agresivos.

2.4 Criterios de calidad del agua

Como se ha indicado anteriormente, un aspecto clave para poder utilizar las aguas
terrestres o dulces, es el tipo de sustancias que llevan disueltas. Además del oxígeno,
que es determinante en la vida acuática, hay que considerar que los contaminantes
disueltos, principalmente de naturaleza orgánica, formulados de forma simple como
CH2O, consumen dicho oxígeno disuelto según la reacción genérica dada en la
reacción 2.17. De forma similar los iones amonio (o amoniaco disuelto) consumen el
oxígeno disuelto en el agua, formando especies nitrato. La consecuencia principal de
estas reacciones es, por tanto, una disminución de la concentración de oxígeno en el
agua.

CH2O + O2  CO2 + H2O (reacción 2.17)

Para determinar los contenidos en compuestos orgánicos que transporta el agua, es


decir, como criterio de determinación de la calidad, se utilizan unos valores analíticos,
llamados demandas de oxígeno, que permiten comparar el grado de contaminación
que tiene un agua. Son los que se definen a continuación.

Demanda total de oxígeno (DTO)

Es la medida cuantitativa de todo el material oxidable que se determina midiendo el


agotamiento del oxígeno después de la combustión a alta temperatura. Incluye
sustancias orgánicas e inorgánicas, con diversas eficiencias de reacción.

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Las reacciones químicas que tienen lugar son las siguientes: el carbono se convierte
en monóxido de carbono; el amoníaco, en óxido nítrico; el hidrógeno se transforma en
agua y el ion sulfito se convierte parcialmente en ion sulfato.

Demanda bioquímica de oxígeno (DBO)

Es la capacidad de la materia orgánica presente en una muestra de agua natural de


consumir oxigeno o la cantidad de oxígeno que necesita esa agua para descomponer
todos los materiales biodegradables presentes en ella. Ésta se determina analizando
la cantidad de oxígeno disuelto en una muestra de agua, antes y después de
mantenerla cerrada, en la oscuridad, y a una temperatura constanteo. Lo que ocurre
en este proceso es un consumo del oxígeno por parte de dicha materia orgánica.

Demanda química de oxígeno (DQO)

Es la medida cuantitativa de la cantidad de oxígeno requerida para oxidar


químicamente la materia orgánica presente en el agua residual, utilizando como
oxidantes el permanganato o dicromato sódico en medio ácido y a altas temperaturas.
En general es más fácil de evaluar que la DBO. Para la determinación de la DQO se
procede a un análisis por valoración de todas las especies reductoras presentes,
utilizando como reactivo un agente fuertemente oxidante, normalmente dicromato
sódico, en medio ácido. La semirreacción de reducción del oxidante se expresa en la
reacción 2.18. Considerando que el oxígeno solo recibe 4 electrones cuando actúa
como oxidante (reacción 2.19), en comparación con los 6 que cede el dicromato, el
número de moles consumidos de este último se corrige por un factor 6/4 (=1,5) para
expresarlos como DQO.

Cr2O72- + 14H+ + 6e-  2Cr3+ + 7H2O (reacción 2.18)

O2 + 4H+ + 4e-  2H2O (reacción 2.19)

De forma más genérica, los criterios sobre la calidad del agua se pueden agrupar en
los siguientes aspectos:

 Organolépticos: olor, sabor, percepción visual (sustancias y materiales


flotantes).

 Microbiológicos: presencia o ausencia de microorganismos patógenos


(coliformes totales, mesofilos).

 Físicoquímicos: pH, color, turbidez, sólidos, cloro residual, alcalinidad, dureza,


cloruros, hierro, nitritos, sulfatos.

Sobre los conceptos definidos en los criterios de calidad del agua existen numerosos
informes y normativas, tanto nacionales como internacionales. Los límites tolerables de
las diversas sustancias contenidas en el agua son regulados por la Organización
Mundial de la Salud (OMS) 1. En esta y otras páginas web se presenta la información

1
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/drinking-water. Consultada el 12/09/2022.

21
muy completa, pero suelen ser cambiadas y actualizadas, por lo que se sugiere que
los lectores interesados hagan sus propias búsquedas. En general, se recomienda
obtener datos concretos de búsquedas en instituciones oficiales, como las
normativas de la UE, los ministerios del gobierno de España competentes en materia
de medioambiente, etc. También hay que resaltar en este sentido que a veces se
obtienen datos no exactamente iguales, dependiendo de la fuente de información
utilizada. Para soslayar estas discrepancias numéricas en esta asignatura, los datos
deben de ser considerados como representativos de tendencias o evoluciones. En
ningún caso se tratará de memorizar cifras exactas ni números concretos.

2.5 Estructura y propiedades de la atmósfera

La atmósfera que rodea a la corteza terrestre es una mezcla gaseosa con un espesor
de unos 2.000 km. Es en la atmósfera donde se producen todos los fenómenos que
están relacionados con el clima. Se encuentra dividida en varias regiones, troposfera,
estratosfera, mesosfera, termosfera o ionosfera y exosfera, y están representadas, a
excepción de la última, que es la menos relevante desde el punto de vista
medioambiental, en la figura 2.15.

Figura 2.15. Esquema representando las distintas regiones de la atmósfera 2.

En la figura 2.15 se observa cómo evolucionan las temperaturas con la altitud en la


atmósfera. Cada una de las regiones posee unas propiedades diferentes en función de
su densidad, de las temperaturas a las que se encuentra y de la energía radiante solar
que incide en cada caso (tabla 2.3). Por tanto, es de esperar que las reacciones
químicas que tienen lugar en cada región sean distintas.

2
http://cienciasvirtual.com/apuntesbach/ctma2bach/atmosfera/estructura.htm. Consultada el 12/09/2022.

22
Tabla 2.3. Comparativa de las regiones de la atmósfera.

Nombre Límites Condiciones físicas Tipos de


de altura reacciones
químicas
Densidad del aire máxima.
El 75% del agua y el 100% de los aerosoles
se encuentran en esta región.
Las temperaturas bajan a razón de 6,5 ºC/km
Espesor al subir. Los fenómenos meteorológicos
medio: 12 km ocurren en esta región, y asimismo el
transporte de materiales en el aire y la
dispersión de los contaminantes. Reacciones
moleculares con
Troposfera Cabe resaltar que la altura de esta región gran impacto de los
Altura entre 7 varia con la latitud, con la estación del año o compuestos
km en los con los cambios de presión. También son contaminantes.
polos y 17 km lentos los cambios de materia entre los
en el ecuador hemisferios debido al régimen de vientos
reinantes. Así el intercambio de materia
requiere de un año para ser completo. Estos
aspectos condicionan la movilidad de los
contaminantes, que son emitidos
mayoritariamente a la troposfera en el
hemisferio norte
Las temperaturas son prácticamente Junto con la
constantes hasta los 25 km, aumentando mesosfera forma la
gradualmente al ascender en ella debido a la región de la
Esta región se absorción de radiación ultravioleta. quimiosfera. Con
extiende este término se trata
Estratosfera El intercambio de materia con la troposfera es de resaltar la gran
hasta los 50 relativamente lento, debido a la capa de
Km de altura. inversión térmica que se produce entre actividad fotoquímica
que se desarrolla en
ambas, y que recibe el nombre de ellas, la cual está
tropopausa. relacionada con
En esta región está la mayor parte del ozono especies como el
atmosférico. ozono.
La temperatura disminuye con la altura. En la
mesopausa, que es el límite superior de esta
Se sitúa entre región, se alcanzan los 180 K. Esta es la
Mesosfera 50 y 100 km temperatura mínima en la atmósfera terrestre.
de altura. La presión es muy reducida e inferior a 1
milibar, disminuyendo al subir. Los gases
existentes son los más ligeros,
estratificándose según su masa molecular.
La temperatura aumenta con la altura
alcanzando los 1.200 K a unos 350 km.
Su límite Debido a las radiaciones que inciden, rayos X
Termosfera o superior no
ionosfera y ultravioleta, las especies químicas Actividad
está bien presentes están ionizadas. La circulación de fotoquímica
definido. partículas ionizadas a través de la termosfera
es la causa de las auroras, boreales y
australes.
La concentración de partículas ionizadas
aumenta al subir. Entre 2.000 y 55.000 km
Exosfera y Superior a existe una banda de radiaciones,
magnetosfera 500-750 km. conociéndose esta capa como magnetosfera.
Sólo existen electrones y protones.

23
2.6 Química en la troposfera

De todas las capas de la atmósfera, la troposfera es aquella en la que, sin duda,


ocurre la mayoría de los procesos de contaminación, por lo que se estudia a
continuación con más detalle. Se puede definir la contaminación atmosférica como la
“impurificación de la atmósfera por introducción y permanencia temporal en ella de
materias gaseosas, líquidas, sólidas o radiaciones ajenas a su composición natural o
en proporción superior a aquella”. Por tanto, los componentes naturalmente presentes
en la troposfera, no se consideran contaminantes, y solamente cuando se producen
aumentos en la concentración de CO2, NOx, CO, SOx, etc. se puede hablar de
contaminación. Las fuentes de contaminantes, o las alteraciones de la composición del
aire, pueden tener un doble origen:

 Natural, como erupciones volcánicas, meteoritos, fuegos, manchas solares,


etc.

 Artificial o de origen antropogénico, que vienen provocadas por actividades


humanas, como producción de energía, procesos industriales o transporte.

Estrictamente hablando la contaminación antropogénica es la producida por el


hombre; por ello no se estudian en este capítulo las fuentes de contaminación natural
ni sus efectos. Por tanto, para clarificar ciertos aspectos de la contaminación
antropogénica. se puede establecer una serie de características:

 Se trata de una contaminación localizada. De este modo una sustancia que, a


nivel global, es natural, puede actuar como contaminante en un punto
geográfico concreto donde es emitida. Por ejemplo, el 90% del CO existente
en la atmósfera es de origen natural; sin embargo, en una gran ciudad más
del 95% del CO presente tiene origen antropogénico.

 Las emisiones antropogénicas se producen en lugares donde existe menos


capacidad natural de regeneración o de efecto sumidero. La naturaleza en sí
misma puede actuar como sumidero o colector de contaminantes. Sin
embargo, los contaminantes son emitidos en áreas urbanas o industriales. Por
ejemplo, la cantidad de cemento, partículas o materiales de construcción, y la
ausencia de vegetación o de suelo, que actuarían como sumideros, hacen
que en las ciudades los efectos de regeneración sean muy inferiores a los de
las zonas rurales.

 La difusión de los contaminantes atmosféricos está ligada a la climatología.


Así, bajo ciertos factores meteorológicos, como, por ejemplo, altos niveles de
irradiación solar y ausencia de vientos, se pueden producir episodios graves
de contaminación, como es el caso de la niebla fotoquímica en verano.

 La capacidad de ciertos agentes contaminantes de experimentar


transformaciones entre ellos da lugar a la formación de nuevos compuestos
contaminantes, a veces llamados secundarios. Este es el caso de la
formación del ozono en la troposfera.

24
Conviene recordar que las medidas de concentración de contaminantes en el aire se
expresan, normalmente, en dos tipos de unidades:

 Unidades volumen/volumen, cm3/m3 (ppm) o mm3/m3 (ppb).

 Unidades masa/volumen, mg/m3 ó µg/m3.

Dado que, para convertir unas unidades en otras, es necesario recurrir a la ecuación
de estado de los gases ideales, hay que tener en cuenta, además de la masa
molecular del gas contaminante, la presión y la temperatura a las que se ha realizado
la medida. Por ello siempre deben indicarse estas condiciones cuando se expresa la
concentración de un contaminante. Así, cuando se dan medidas de volúmenes de
gases, es frecuente encontrar una letra N que precede a las unidades. Esta indica que
el volumen dado se ha medido en condiciones normales de presión y temperatura,
esto es, 1 atmósfera de presión y 273 K de temperatura (0 ºC).

Al hablar de concentraciones de contaminantes en el aire conviene distinguir entre los


valores de emisión y los valores de inmisión.

Emisión: concentración de un contaminante que se vierte en un foco


determinado, medida a la salida del foco emisor.
Inmisión: concentración del contaminante en el seno de una atmósfera
determinada.

Ambos valores de concentración suelen ser completamente diferentes. Los seres vivos
y los materiales están expuestos a los valores de inmisión. Dichos valores de inmisión
dependen no sólo de los valores de emisión, sino también de los fenómenos de
transporte, mezcla, deposición, fenómenos meteorológicos naturales, aspectos
orográficos, transformaciones químicas durante el trayecto desde donde se emiten
hasta donde se miden, etc. Nótese que la determinación del lugar más adecuado
donde medir las concentraciones de inmisión exige un análisis de los parámetros y de
las condiciones atmosféricas para conseguir resultados fiables. Por tanto, la elección
del emplazamiento donde se miden las concentraciones de inmisión de contaminantes
puede ser un aspecto analítico crítico.

Respecto a las transformaciones químicas deben recordarse dos conceptos básicos:


la atmósfera es un medio oxidante y la acción de la radiación solar sobre el aire da
lugar a una intensificación de la acción oxidante y a la aparición de radicales libres.
También hay que señalar que la presencia de humedad hace que los mecanismos de
reacción que ocurren en la atmósfera puedan producirse en fase gaseosa o en fase
acuosa. Esto multiplica el número y tipo de especies intermedias en las
transformaciones químicas de los contaminantes atmosféricos.

A continuación, se expone un ejemplo de aplicación de estos conceptos. Se trata de la


contaminación del aire mediante ozono urbano. Los óxidos de nitrógeno (NOx),
generados en áreas urbanas, pueden alcanzar concentraciones que los lleva a ser

25
considerados como contaminantes. Así, si la concentración media de los NOx puede
estar en torno a 3x10-3 ppm, en ciertas ciudades se llegan a acumular concentraciones
en torno a 1 ó 2 ppm (casi mil veces más). Cuando esta presencia de NOx está
asociada con altas concentraciones de hidrocarburos (RH), en presencia de luz solar
se forma la niebla fotoquímica, que no es más que un conjunto de reacciones, muchas
de ellas con especies radicales. Esto se debe a que la luz solar es capaz de romper
los enlaces covalentes de los óxidos de nitrógeno y de los hidrocarburos volátiles,
dando lugar a una secuencia de reacciones como la siguiente:

NO2 + h ( < 420nm)  NO + O (reacción 2.20)

RH + O  R* (reacción 2.21)

H2O + O  2OH* (reacción 2.22)

O2 + O  O3 (reacción 2.23)

En la formación de la niebla fotoquímica de contaminación existen otras reacciones


que se producen con radicales, como son:

OH + RH  R + H2O (reacción 2.24)

R + O2  ROO (reacción 2.25)

ROO + NO  NO2 + RO (reacción 2.26)

siendo ROO un radical orgánico peróxido y RO un radical orgánico alcóxido.

Estos conjuntos de reacciones no ocurren de forma habitual en la atmósfera cercana a


la superficie de la tierra, ya que dependen de la concentraciones de contaminantes
(NOx, RH, etc.) y de la radiación solar. Ahora bien, la situación cambia si se considera
un área urbana y en ausencia de vientos, en la que ocurriría lo siguiente:

1. Durante la mañana los vehículos emiten los contaminantes que alcanzan


concentraciones relativamente elevadas. Además, la inversión térmica evita la
difusión de los gases.

2. Durante las horas de irradiación solar, en particular debido a la radiación


ultravioleta, estos contaminantes se transforman en especies radicales libres,
se genera O3 y el color del aire adquiere el aspecto marrón característico del
NO2 que genera.

3. En un segundo periodo, durante la tarde, en el que sigue incidiendo la


radiación solar, se forman diversos compuestos dañinos para las vías
respiratorias e irritantes para los ojos, como peróxidos, ozono, etc.

4. Cuando oscurece, las reacciones cesan, tanto porque los vehículos emiten
menos contaminación (menor tráfico) como porque se detienen las reacciones
fotoquímicas. Entonces si hay condiciones favorables, como brisas o viento,
se dispersan los contaminantes.

26
Sin lugar a duda, la formación de la niebla fotoquímica, que puede producir
enfermedades principalmente respiratorias, está ligada a los vehículos a motor. En
cuanto a los óxidos de nitrógeno producidos en quemadores o en combustiones para
generar energía, en cantidad podría estimarse que son del orden de los generados en
los vehículos a motor; sin embargo, tienen la ventaja de que su emisión está
concentrada en un solo punto (por ejemplo, los gases emitidos por una chimenea).

Por otra parte, el O3 es muy tóxico para las plantas y participa en los daños causados
por la llamada lluvia ácida. También los radicales orgánicos, que se forman a partir de
los hidrocarburos, son dañinos para las plantas. Además, la combinación del ozono
con óxidos de nitrógeno y con especies radicales, parece tener un efecto pernicioso
cooperativo, debido a las interrelaciones químicas descritas en las reacciones
expuestas en párrafos anteriores, pudiendo producir daños en los seres vivos.

En el concepto de contaminantes atmosférica se engloba a los compuestos químicos


que dañan directamente a los seres vivos, animales o plantas, y que, por tanto, entran
masivamente en la troposfera. No se incluyen en esta categoría los gases de efecto
invernadero (CO2, CH4, etc.) ni los clorofluorocarbonados (CFC), porque afectan al
planeta de una forma global y son estudiados en otros apartados de este texto. Se
pueden clasificar también los contaminantes atmosféricos como primarios (por
ejemplo el SO2), que son aquellos que se emiten desde un punto concreto y, los
llamados secundarios, como el ozono, O3, que son los que se forman en la atmósfera
mediante reacciones químicas.

La contaminación de la atmósfera, en particular en las ciudades, es un fenómeno que


ha tenido distintos episodios históricos. Por ejemplo, en la Edad Media, en las
ciudades, se producían malos olores y nubes tóxicas al quemar el carbón mineral con
fines de calefacción doméstica).

Sin embargo, ha sido a lo largo del siglo XX, con el aumento de la población
mundial, con el desarrollo industrial, con los medios de transporte y, en general,
con el aumento del consumo de energía per cápita (casi siempre obtenida de los
combustibles fósiles) cuando se ha evidenciado que la contaminación atmosférica
es un problema de importancia vital.

En último extremo la contaminación atmosférica es, entre otros, un reto a resolver


durante el siglo XXI para conseguir unas estructuras sociales sostenibles y una
civilización desarrollada que no provoque su colapso. No son objeto de este texto los
numerosos problemas de salud que están originando los contaminantes, y que cada
día son más evidentes, pero sí que se deben analizar científicamente, desde el punto
de vista de la Química, cuáles son las especies que contribuyen a dicha
contaminación, cuáles son sus reacciones y cómo prevenirla y los procesos
fisicoquímicos para su mitigación.

27
El ozono, que es un sensor actual de la calidad del aire que nos rodea, es uno de los
principales contaminantes secundarios que se producen. Existen dos tipos de
situaciones en las que aparece el ozono: en la estratosfera, donde forma la capa de
ozono, que nos protege de la radiación UV, y en la troposfera, donde es una sustancia
más de las que contribuyen a la contaminación atmosférica.

El ozono en la troposfera es bastante peligroso. Por ejemplo, una parte por millón en
volumen (ppmv) es letal para los humanos y con tan sólo 120 partes por billón en
volumen (ppbv) se producen dificultades respiratorias. Los niveles de concentración
normales están en el rango de 20 a 60 ppbv. Concentraciones mucho mayores existen
en la estratosfera, pero este no desciende a la superficie, sino que la mayor parte del
ozono que contamina nuestras ciudades se produce por acción de la radiación
ultravioleta (UV-A, <400 nm) sobre el NO2, reacción 2.27. En la reacción 2.28
participa un compuesto, que hemos llamado D, y que son moléculas de N2 o de O2,
que se encarga de disipar la energía generada en la reacción.

NO2  NO + O (reacción 2.27)

O + O2 + D  O3 + D (reacción 2.28)

Un primer aspecto importante es que este ozono es producido por la presencia de los
óxidos de nitrógeno. Los niveles de ozono en muchos países industrializados están
subiendo de forma continua. Alcanzar valores de 120 ppbv, sobre todo en épocas de
primavera o verano, está siendo cada vez más frecuente. Dicho de una forma escueta,
las actividades humanas que han provocado que se reduzcan las concentraciones de
O3 en la estratosfera, han dado lugar a un aumento en los niveles de radiación
ultravioleta que llega a la troposfera. Esta radiación ha provocado un aumento en la
concentración de O3 en las zonas habitadas, donde puede causar problemas en la
agricultura y también en la personas.

2.7 Efectos de las radiaciones en la atmósfera

Las radiaciones que llegan al planeta Tierra tienen como origen principal el Sol, y en
mucha menor medida, el resto del universo (lo que conocemos como rayos cósmicos).
La atmósfera actúa como filtro de la radiación solar, haciendo que a las regiones más
cercanas a la corteza terrestre no lleguen las radiaciones más energéticas y
perniciosas para la vida.

Del total de la energía que llega desde el Sol hasta la Tierra, más de 55x1020 kJ/año,
solamente un 0.0015% es decir, unos 8.3x1016 kJ/año, es utilizado en la absorción de
luz por las plantas verdes y las algas. Esta cantidad es suficiente para regenerar los
compuestos orgánicos que forman la materia viva (ciclo del carbono) y también para
producir el oxígeno (ciclo del oxígeno) a través de la fotosíntesis. Pues bien, de la
radiación emitida por el Sol, las moléculas de clorofila, que se encuentran en las partes
verdes de las plantas, utilizan sólo la luz visible para realizar la fotosíntesis. Como se
puede apreciar en la figura 2.16, que representa el espectro electromagnético, la
región visible corresponde a valores de energía medios.

28
Figura 2.16. Espectro electromagnético.

El 99% de la energía de la radiación solar corresponde a longitudes de onda del


espectro electromagnético entre 100 y 4.000 nm. Es decir, a regiones del Ultravioleta,
del Visible y del Infrarrojo. La máxima intensidad se alcanza para una longitud de onda
de unos 470 nm, dentro de la zona del visible, y se calcula que aproximadamente el
50% de la radiación solar corresponde a esta región del visible, correspondiendo el
restante 50% de energía a las zonas Ultravioleta e Infrarrojo.

El flujo de radiación solar incidente sobre la atmósfera depende de la luminosidad


solar, de la inclinación de los rayos solares y de la distancia entre la Tierra y el Sol. Su
valor medio durante 24 horas, denominado flujo solar, se estima en unos 342 W·m2.
Los fenómenos que puede experimentar esta radiación, desde que incide en la parte
superior de la atmósfera hasta que llega a la superficie terrestre son: absorción,
dispersión y reflexión.

Los gases presentes en la atmósfera, y en menor medida, las partículas en


suspensión y el vapor de agua de las nubes, son responsables de la absorción de un
20% del total de la energía solar. Esta absorción se produce en porcentajes muy
diferentes dependiendo de cada región del espectro electromagnético. Así, tiene
bastante relevancia la absorción de radiaciones en el rango 240-310 nm (ultravioleta),
que se produce por el ozono en la estratosfera (25-30 km de altura). Esta región
corresponde a radiaciones bastante energéticas, y suponen alrededor al 5% de la
radiación incidente en las capas exteriores de la atmósfera.

Como resumen de estos fenómenos de absorción, resulta que la radiación que llega a
la superficie de la Tierra se corresponde, en mayor medida, con la región visible del
espectro electromagnético. Es decir, que la radiación ultravioleta solar es casi
totalmente absorbida por el ozono y por el oxígeno (en proporción, el segundo

29
componente gas del aire), y que las ventanas de paso de radiación infrarroja son muy
pequeñas.

Por otra parte, la radiación adsorbida en la superficie de la tierra es emitida hacia la


atmósfera en forma de radiación calorífica, de longitud de onda larga. Este fenómeno
de radiación desde la tierra tiene lugar durante las horas de noche. Otros fenómenos
de emisión de energía desde la superficie terrestre son los asociados a procesos de
evaporación (relacionados con los calores latentes de cambio de estado) y los
relativos a convección de gases. Estos dos fenómenos originan un calentamiento
localizado en la troposfera.

Las radiaciones que son reemitidas desde la superficie terrestre hacia la atmósfera se
sitúan, en el espectro electromagnético (figura 2.16), dentro de la región del infrarrojo
medio y lejano; es decir, en un intervalo de longitudes de onda entre 4 µm (4.000 nm)
y 0,1 mm (105 nm). En relación con esta zona del infrarrojo (IR) del espectro
electromagnético, cabe señalar que los gases responsables, en mayor medida, de la
absorción en esta región, son el vapor de agua y el dióxido de carbono (CO2), y en
menor proporción, ya que están en menor concentración, el metano (CH4), el
monóxido de dinitrógeno (N2O), etc. Estos son los gases conocidos como de efecto
invernadero, que se estudiará en el tema 4.

Los gases presentes en la atmósfera son también responsables de los fenómenos de


reflexión y dispersión de la radiación. Globalmente se considera que estos dos
fenómenos reemiten al espacio del orden de un 30% de la radiación incidente. La
dispersión de una radiación se produce cuando su longitud de onda es del orden de
magnitud de las moléculas gaseosas. Las mayores contribuciones a los fenómenos de
dispersión de deben a las nubes y a los aerosoles (partículas en suspensión). En el
caso de la reflexión se puede relacionar con las nubes, dependiendo de su espesor.

Para medir la relación entre la cantidad de radiación reflejada y la recibida por una
superficie se utiliza una magnitud, que se denomina “albedo”, y que se expresa como
tanto por ciento. Así, se calcula que el sistema tierra-atmósfera tiene un albedo entre
34% y 40%. Un cuerpo blanco ideal tiene un albedo del 100%, mientras que un cuerpo
negro ideal tendría un albedo del 0%. Ejemplos de estos valores son un 3% para agua
con radiación perpendicular, o un 95% para la nieve fresca. Lógicamente los valores
de albedo dependen de factores como: tipo de materiales en las superficies, su
cubrimiento o no, la distribución de nubes, etc. Son muy diferentes según la latitud,
siendo menor en el ecuador que en polos. También depende de las estaciones del año
y de las zonas de alta presión (ausencia de nubes), etc.

Como consecuencia de los fenómenos de reflexión y dispersión, aproximadamente un


45-50% de la radiación solar incidente sobre la atmósfera la atraviesa alcanzando la
superficie terrestre.

30
Lecturas recomendadas
 Environmental Chemistry, Ed. Chapman&Hall, P. O´Neill, 1993.

 Contaminación Ambiental. Una visión desde la Química, Ed. Thomson, C.


Orozco Barrenetxea, A. Pérez Serrano, M. N. González Delgado, F. J.
Rodríguez Vidal, J. M. Alfayate Blanco, 2003.

 Química del Suelo, Ed. Miraguano, X. Doménech, 1995.

 Química Inorgánica, Ed. Reverté, E. Gutiérrez Ríos, 1998.

Ejercicios de autoevaluación
2.1. Describir dos reacciones que permitan atacar químicamente al cuarzo.

2.2. Ajuste la reacción redox por la que el ácido clórico reacciona con un compuesto
orgánico, de fórmula general CH2O, dando como productos agua, dióxido de carbono y
cloro elemental.

2.3. Calcular el equivalente en mgCO/Nm3 (Nm3 significa metros cúbicos en


condiciones normales de presión y temperatura) de una atmósfera contaminada con
10 ppm de CO (medidas en condiciones normales).

2.4. Calcular el pH de una disolución de ácido acético 0,1 M sabiendo que la constante
de acidez es Ka = 10-5 moles/L.

2.5. Escribir y ajustar la reacción de oxidación de amoniaco a nitrato en medio básico.

2.6. Se han necesitado 16.5 cm3 de disolución 0,001 M de Cr2O72- para valorar 50 cm3
de una muestra de un agua de río. Calcular la DQO, en miligramos de O2 por litro de
agua, para dicha muestra.

31
Tema 2. Respuestas a los ejercicios de autoevaluación
R 2.1

Se podría pensar en un ataque con ácido fluorhídrico o con un hidróxido alcalino.

SiO2 + 4HF F4Si +2H2O

SiO2 + 2NaOH Na2SiO3 + H2O

En el primer caso se forma un gas, F4Si, con lo que se desplaza el equilibrio de reacción
hacia la derecha. En el segundo se forma un silicato soluble en agua.

R 2.2

4HClO3 + 5CH2O  2Cl2 + 5CO2 + 7H2O

R 2.3

10 ppm significa que, en condiciones normales, se tienen 10 cm3 de CO en 1 m3 de aire.


Aplicando la ecuación de los gases ideales, y conocido el peso molecular del CO, 28
gr/mol, se tiene:

P·V = n·R·T con P=1 atm y T=273 K

Donde n es el número de moles, es decir la masa de CO en gramos dividido por la masa


atómica de este compuesto. El valor de R, constante de los gases es 0,082 atm·L/K·mol.
Sustituyendo, resulta:

1 x 10·10-3 = (m CO/28) · 0,082 · 273

m CO = 1,25·10-2 g = 12,5 mg CO

R 2.4

La disolución de AcH proporciona la misma concentración de iones H+ que de Ac-, según


la reacción de equilibrio:

AcH  Ac- + H+

C. I. 0.1 0 0

Reaccionan X 0 0

C.F. 0.1-X X X

Ka = [H+][Ac-]/[AcH] = (X · X)/(0.1-X)

Como Ka es muy baja, ya que se trata de un ácido débil, resulta que x <<<0.1, y se
puede despreciar, resultando, por tanto:

1
Ka= X2/0.1

10-5 = X2/0.1

X2 = 10-6

X = 10-3 mol/L

Entonces [H+] = 10-3 mol/L y el pH de la disolución será: pH = -log[H+] =3

R 2.5

NH3 + 2O2 + OH-  NO3- + 2H2O

R 2.6

Moles Cr2O72- consumidos = 0,001 mol/L x 16,5x10-3 L = 16,5x10-6 moles, esto es para
valorar 50 cm3.

Moles Cr2O72- para valorar 1 L de agua = [1000 cm3/ 50cm3 · 1 L] x 16,5x10-6 moles/L =
33x10-5 moles/L

Ahora hay que recordar las semirreacciones de los oxidantes (dicromato y oxígeno), tal
y como se indicaron en las reacciones 2.18 y 2.19 son:

Cr2O72- + 14H+ + 6e-  2Cr3+ + 7H2O

O2 + 4H+ + 4e-  2H2O

Dado el oxígeno solo recibe 4 electrones por mol mientras que con el dicromato son 6,
hay que corregir el número de moles consumidos de oxígeno en la DQO con un factor
6/4 (=1,5).

Moles de O2 equivalentes = 1,5 x 33x10-5 moles = 49,5x10-5 moles

Miligramos de O2 equivalentes = (49,5x10-5 moles/L) x 32.000 mg/mol = 15,84 mg/L.

2
TEMA 3. Formación y propiedades de los compuestos
contaminantes

Guión-esquema

3.1 Contaminación del suelo

3.1.1 Composición del suelo

3.1.2 Propiedades fisicoquímicas de los suelos

3.1.3 Tipos de contaminantes de los suelos

3.1.4 Residuos contaminantes de los suelos

3.2 Residuos urbanos. Definiciones y tratamientos

3.2.1 Composición química

3.2.2 Gestión de los residuos urbanos

3.3 Residuos industriales

3.3.1. Clasificación

3.3.2. Residuos industriales peligrosos

3.4 Residuos sanitarios

3.5 Contaminación del agua

3.5.1 Detergentes

3.5.2 Pesticidas y plaguicidas

3.5.3 Policlorobifenilos (PCBs) y compuestos relacionados

3.5.4 Hidrocarburos

3.6 Aspectos generales sobre la depuración de aguas residuales

3.7 Contaminación atmosférica. Fuentes y tipos de contaminantes

3.8 Contaminantes primarios: monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y de azufre,


hidrocarburos y oxidantes fotoquímicos, partículas sólidas en suspensión

3.9 Dispersión de los contaminantes en la atmósfera

3.10 Disminución en el espesor de la capa de ozono

1
Introducción

En este tema se introducen los conceptos básicos del origen de los contaminantes
ambientales con una metodología bastante clásica, que consiste en revisarlos según su
estado físico: sólidos, líquidos y gases; y según el medio o soporte que los recibe:
suelos, aguas y atmósfera. En cada una de estas tres últimas situaciones se va a
incorporar una serie de definiciones generales, por ejemplo, sobre residuos que
contaminan el suelo, o sobre los tipos contaminantes más frecuentes en las aguas
continentales. Asimismo, se indicarán varios ejemplos sobre el control y la gestión de la
contaminación en los citados medios, como, por ejemplo, la gestión de los residuos
urbanos e industriales, los procesos depuración de aguas o cómo evitar la disminución
en el espesor de la capa de ozono. En todo caso, gran parte de las nociones que se
estudian serán objeto, con mayor profundidad, de otras asignaturas, por lo que
fundamentalmente se van a establecer unos conceptos generales y se va a evaluar la
acción de los contaminantes desde un punto de vista de sus propiedades y reacciones
químicas.

El tema comienza definiendo los conceptos generales sobre los suelos y sobre la
contaminación por residuos sólidos. Esto permitirá realizar un análisis sobre otros
aspectos, como la gestión de los residuos urbanos, incidiendo en el hecho de que se
encuentran concentrados y, por tanto, tienen mayores posibilidades de reciclado o
reutilización.

A continuación, se profundizará en la contaminación de las aguas, estudiando ejemplos


representativos, como la contaminación de ríos por vertidos industriales o de lagos por
compuestos derivados de los fertilizantes agrícolas. En estos casos, la dispersión y el
transporte de los contaminantes en el medio acuático son claves para entender cuáles
son los aspectos fundamentales en las problemáticas de control de estos tipos de
contaminación. Asimismo se recordarán los principios generales de la química del agua.

Por último, varios apartados del tema van a incidir en el estudio de aspectos generales
de la química en la atmósfera, centrándose en el fenómeno del debilitamiento de la capa
de ozono que ocurre en la estratosfera, tanto en su origen, debido a las emisiones de
compuestos que generan reacciones con especies químicas de tipo “radicales”
(altamente reactivas desde un punto de vista químico), como en sus consecuencias, una
mayor penetración de radiación solar ultravioleta dañina para los seres vivos. A
destacar, en este último caso, cómo la baja concentración y/o la alta dispersión de un
contaminante genera problemas globales y de efecto deslocalizado en prácticamente
todo el planeta, causando un efecto global.

2
Objetivos

 Conocer los conceptos básicos sobre la generación de residuos y sus tipos.

 Entender y reconocer los aspectos fundamentales del origen y la gestión de


los residuos urbanos, incluyendo las ideas básicas del reciclado.

 Adquirir las nociones generales sobre los residuos industriales y hospitalarios.

 Saber los aspectos básicos sobre incineración y almacenamiento de residuos.

 Aprender la procedencia de los contaminantes de las aguas, principalmente


continentales.

 Recordar los conceptos generales del contenido en oxígeno de las aguas


(DBO y DQO) y de los procesos de eutrofización.

 Conocer los principios generales de la depuración de aguas contaminadas.

 Distinguir y conocer los contaminantes primarios y secundarios de la


atmósfera.

 Conocer cuáles son los focos de generación de los contaminantes primarios.

 Saber cuáles son las reacciones más frecuentes de los contaminantes en la


atmósfera.

 Comprender el principio por el cual el ozono estratosférico nos protege de las


radiaciones ultravioleta provenientes del sol.

 Entender las reacciones que han provocado el llamado agujero de la capa de


ozono.

3
3.1 Contaminación del suelo

Una vez estudiados los componentes minerales del suelo en el tema 2, y asumiendo
que los conocimientos previos sobre los ciclos naturales de los compuestos químicos
que se transportan y transforman en la corteza terrestre han sido esbozados en el tema
1 y serán objeto de otras asignaturas de este grado en Ciencias Ambientales, el estudio
se centra en este apartado en los residuos contaminantes que se agregan en la parte
más externa de la corteza terrestre. Estos residuos, normalmente sólidos o disueltos,
tienen su origen en muy diversas actividades humanas y en las tecnologías asociadas
a las sociedades industriales.

De forma genérica se pueden definir los residuos contaminantes como “aquellos


materiales o compuestos generados en las actividades de producción o consumo, que
no han alcanzado un valor económico suficiente en el contexto en el que son generados,
bien debido a la inexistencia de tecnologías adecuadas para su aprovechamiento, bien
por la ausencia de mercados para los productos que pudiesen ser recuperados”. Esta
definición hace hincapié en el valor económico de estos residuos, dado que el uso de
nuevas tecnologías en la producción permite la reutilización, con rentabilidad
económica, de gran parte de los residuos sólidos que hasta hace poco tenían difícil su
entrada en los circuitos comerciales. Además, cada vez se potencian más los métodos
de producción industrial en los que se minimiza el uso de recursos naturales y en los
que se generan menores cantidades de residuos, como se estudiará en el tema 7.

Hasta hace pocas décadas, los problemas medioambientales derivados de los residuos
que se incorporaban en los suelos no eran muy importantes, debido a la reutilización de
gran parte de ellos, con lo que no llegaban a modificar los equilibrios naturales. Sin
embargo, el alto nivel de vida, que lleva a un consumismo excesivo, y el gran desarrollo
tecnológico del último siglo, han dado lugar a unos hábitos de “usar y tirar” que
secundariamente vienen provocando problemas medioambientales muy graves. Entre
los factores que han aumentado la generación de residuos se pueden citar:

 El crecimiento de la población mundial.

 La concentración de la población en núcleos urbanos.

 El uso de envases desechables para muchos productos de uso cotidiano.

 El empleo en los países con mayor crecimiento económico de artículos de


aplicación habitual (muebles, electrodomésticos, aparatos electrónicos. etc.),
que tienen un tiempo de uso muy limitado o que rápidamente se quedan
obsoletos.

Gran parte de los esfuerzos actuales en el control de la contaminación por residuos de


los suelos va dirigida a diferenciar los que son más peligrosos, y a evitar su localización
en sitios donde son más difícilmente asimilables por la naturaleza. Sin embargo, la mejor
solución pasa por prevenir, es decir, por cambiar los hábitos de consumo, por
desarrollar tecnologías más limpias, por mejorar el diseño y durabilidad de los materiales
y por sustituir los productos de más difícil reciclado.

4
La sociedad se defiende de los excesos mediante las normas y leyes que regulan la
generación y control de los residuos contaminantes. Esta normativa, que es muy
abundante y cambiante, puede ser consultada en la página Web del ministerio
competente en Medio Ambiente de nuestro país 1.

3.1.1 Composición del suelo

Debe recordarse aquí que una característica fundamental de los suelos es su compleja
composición química, pudiendo ocurrir una gran variedad de reacciones en ellos. Así, la
fase sólida del suelo está compuesta por:

1. Una fracción inorgánica, compuesta por minerales primarios y secundarios.


Los primeros, que se forman a elevadas temperaturas, derivan de rocas ígneas
y metamórficas como cuarzo feldespatos, micas, etc. Los minerales
secundarios son los que se forman por reacciones a bajas temperaturas y
proceden de rocas sedimentarias, o de meteorización de minerales primarios,
por ejemplo carbonatos, algunos óxidos o compuestos de azufre, etc.

2. Una fracción orgánica del suelo, que aunque sólo representa un pequeño
porcentaje en peso de la composición global, es de vital importancia para
entender los procesos biológicos que tienen lugar en él. Esta fracción orgánica
que procede mayoritariamente de residuos vegetales en descomposición está
formada por una parte que puede ser degradada por microorganismos, y otra,
denominada fracción húmica, que procede de materiales orgánicos poco
degradables. El humus está constituido por ácidos húmicos y fúlvicos, que son
mezclas complejas de macromoléculas de alto peso molecular y elevada
aromaticidad, y con una reactividad que se asocia a la presencia de grupos
ácidos, fenólicos y carbonílicos. La fracción húmica está enriquecida en
nitrógeno y es poco soluble en agua, por lo que se acumula en las capas más
superficiales del suelo.

Por tanto, de la capa más externa de la corteza terrestre, hasta los pocos metros de
profundidad, que es lo que se conoce como suelo, la parte más externa con un espesor
de 0,5 m, es la que contiene los materiales orgánicos, además de partículas más finas
y especies coloidales, siendo por ello muy porosa. Le sigue el subsuelo, de hasta 1
metro de profundidad, que está constituido por minerales meteorizados. Y debajo de
este se encuentra la parte más profunda del suelo constituida por rocas, arcillas y
arenas. El suelo, por su interacción con las actividades humanas, recibe una gran
cantidad de contaminantes químicos.

De una forma esquemática se pueden distinguir varios tipos de contaminantes del suelo:

 Metales pesados.

 Abonos y fertilizantes.

1
https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/participacion-
publica/directiva_marco_residuos.aspx). Consultada el 15 de agosto de 2022.

5
 Pesticidas y productos orgánicos industriales.

 Productos de lluvia ácida.

 Otros contaminantes, como residuos de las actividades mineras o desechos


inertes sólidos.

Antes de pasar a estudiar con detalle estos contaminantes, resulta conveniente indicar
algunas propiedades de los suelos que les confieren capacidad para poder interaccionar
con ellos. Estas propiedades se describen en el apartado siguiente.

3.1.2 Propiedades fisicoquímicas de los suelos

Hay que indicar que los suelos tienen algunas propiedades que le confieren capacidad
de autodepuración, como son:

 Actividad biológica, que permite asimilar compuestos orgánicos.

 Reacciones químicas de oxidación, hidrólisis, precipitación, etc., que permiten


fijar o descomponer ciertos compuestos contaminantes.

 Capacidad de retención de contaminantes por adsorción o intercambio iónico.

Estos dos últimos conceptos, capacidad de adsorción y propiedades de intercambio


iónico son los que condicionan los procesos fisicoquímicos de los suelos y su interacción
con los contaminantes. En el tema 2 se han avanzado los conceptos básicos sobre
intercambio iónico, por lo que a continuación se introducirán algunas claves de los
procesos de adsorción.

La adsorción es un proceso por el cual los iones o las moléculas son retenidos en la
superficie de un material. Desde un punto de vista químico la adsorción de una sustancia
es su acumulación en una determinada superficie interfacial, es decir, en la interfase
sólido/gas o sólido/líquido. El resultado es la formación de una fase adsorbida, una
especie de película que no está en el estado inicial gaseoso o líquido, que se sitúa en
la superficie de un sólido o dentro de su porosidad. Si se considera una superficie de un
sólido limpia, expuesta al vacío, en la estructura interna del material todos los enlaces
químicos de los átomos constituyentes ya sean iónicos, covalentes o metálicos, están
satisfechos. En cambio, por definición la superficie representa una discontinuidad de
esos enlaces. Para que estos enlaces incompletos lleguen a estar en un estado
energéticamente favorable, pueden interaccionar con algún ion o molécula externa
tendiendo espontáneamente a formar ciertos enlaces adicionales, atrapándolas
irreversiblemente (reacción química) o reteniéndolas reversiblemente (adsorción). La
naturaleza exacta del enlace de adsorción que se forma depende de las particularidades
de los especies adsorbidas y de la naturaleza química del material adsorbente, aunque
generalmente se clasifican como fisisorción, si los enlaces son débiles, y quimisorción,
si son fuertes. La cantidad de material que se acumula en la superficie depende del
equilibrio dinámico que se establece entre la cantidad de compuesto adsorbido por
unidad de tiempo en la superficie y la cantidad que se desorbe (pasa a la fase gas o a
la disolución) por unidad de tiempo. Normalmente este equilibrio termodinámico

6
depende de forma importante de la temperatura del proceso. Para maximizar estos
procesos de adsorción resultan adecuados materiales con un área superficial externa
alta, lo cual se cumple cuando los sólidos están en forma de polvos, con granulometrías
pequeñas, o en el caso de los suelos en forma de partículas coloidales cargadas
electrostáticamente. En los procesos de adsorción tienen gran importancia los
fenómenos de transporte del compuesto que se adsorbe, el cual debe desplazarse a
través de estructuras macroscópicas (rugosidades del material) hacia cavidades
micrométricas e incluso entrar en porosidades nanométricas.

Entre las reacciones químicas que ocurren entre los contaminantes orgánicos y los
materiales constituyentes de los suelos, se pueden citar:

1. Oxidación. Un ejemplo es la que experimentan los compuestos


organofosforados en los que existen enlaces P=S, que se transforman en P=O,
con lo que se pierde su acción insecticida, y se libera ácido fosfórico. El mismo
proceso tiene lugar en algunos herbicidas cuyo grupo activo es el ciclodieno.
En ellos se produce la oxidación del doble enlace C=C y la formación de un
grupo epoxi. En otros herbicidas, con grupos carboxílicos, la oxidación libera
ácido acético.

2. Reducción. Tiene lugar en diversos pesticidas que presentan grupos nitro


(NO2), que pasan a grupos amino (NH2), con lo que pierden su actividad tóxica.
Esta reacción ocurre, por ejemplo, en el paratión (O,O-Dietil-O-(4-nitrofenil)
tiofosfato).

3. Hidrólisis. Se produce en un gran número de compuestos como los carbamatos


(reacción 3.1), que son aplicados como herbicidas, formándose como
productos una amina, un alcohol y CO2. En los herbicidas a base de nitrilos se
forma una amida y posteriormente se desprende amoniaco y queda como
residuo el ácido correspondiente. Otros herbicidas muy comunes son los
derivados del ácido benzoico con funciones ésteres, cuya descomposición
libera el ácido y el alcohol correspondiente.

RNHCOOR´ + H2O  RNH2 + R´OH + CO2 (reacción 3.1)

4. Deshalogenación. Es común en los pesticidas organoclorados. Por ejemplo, es


una de las primeras etapas de degradación del DDT (1,1’-(2,2,2-Tricloro-etano-
1,1-diyl)bis(4-clorobenceno), tal y como se muestra en la reacción 3.2.

(ClPh)2CH-CCl3  (ClPh)2C=CCl2 + HCl (reacción 3.2)

5. Desalquilación. Consiste en la ruptura de enlaces C-N dando grupos alquilo y


aminas o amoníaco.

6. Hidroxilación. Consiste en la sustitución de uno de los halógenos unidos a un


anillo aromático por ataque de un grupo OH-. Por ejemplo, se produce en
pesticidas organoclorados, como se describe en la reacción 3.3.

PhCl + OH-  PhOH + Cl- (reacción 3.3)

7
3.1.3 Tipos de contaminantes de los suelos

Como resultado de diversas actividades humanas los suelos reciben una gran cantidad
de compuestos que contienen metales pesados. Entre ellos se pueden señalar los
desechos urbanos, los residuos de diversas industrias metalúrgicas o las cenizas
procedentes de las centrales térmicas de carbón mineral. Aunque estas últimas son las
que producen mayor cantidad de residuos con metales pesados, es en el caso de otras
actividades donde más se dispersan los contaminantes y donde se emiten al medio los
metales más peligrosos o persistentes. Se consideran metales pesados aquellos
elementos químicos de densidad superior a 5 g/cm3, cuando están en estado elemental,
o cuyo número atómico es superior a 20. No se incluyen en esta categoría los metales
alcalinos o los alcalinotérreos. Sí se consideran como contaminantes metálicos pesados
el As, el Se y el B. En general, su presencia natural en la corteza terrestre es inferior al
0,01%, por lo que un aumento en su concentración provoca modificaciones severas en
los ciclos naturales y efectos tóxicos en los seres vivos.

Se pueden diferenciar dos tipos de metales peligrosos: aquellos que como


oligoelementos o como micronutrientes tienen una función en los seres vivos, pero son
tóxicos a altas concentraciones, y aquellos que no tienen acción natural conocida. El
gran problema de estos últimos es que son altamente tóxicos y se acumulan en los
seres vivos. En este grupo destacan Cd, Hg, Pb y Sb. Entre los que sí intervienen en los
ciclos vitales de los seres vivos, pero que son igualmente tóxicos, están: As, Cu, Ni, Cr,
Co, Mo, B, Mn y Zn.

En un suelo contaminado por metales pesados son posibles diversos procesos que
movilizan, fijan o regeneran las concentraciones habituales de dichos elementos. Entre
estos procesos están algunos físicos como la volatilización y paso a la atmósfera, o el
lavado y arrastre hasta las capas freáticas de aguas. También existe la posibilidad de
que sean absorbidos por plantas o vegetales; de hecho esto es un medio natural de
biorremediación. Además, los metales contaminantes pueden ser sujeto de varios tipos
de procesos químicos como son: precipitación, formando compuestos insolubles,
formación de complejos con sustancias orgánicas de origen biológico (por ejemplo con
ácidos húmicos), intercambio iónico con minerales (con sustitución de cationes
originales y retención de los del contaminante) y adsorción en las partículas coloidales
que frecuentemente forman dichos minerales al meteorizarse.

Algunos de los metales pesados contaminantes pueden formar aniones solubles, como
es el caso de As y Cr. En concreto, el Cr se encuentra como CrO42-, que tiene
propiedades oxidantes frente a la materia orgánica transformándose en Cr3+. No
obstante, este tipo de reacciones depende del pH del suelo y de la concentración del
contaminante. El problema de estos aniones es que percolan (penetran en el subsuelo)
con facilidad y pasan a los acuíferos subterráneos, que actúan de dispersantes e incluso
los introducen en el consumo humano.

Otros iones metálicos, algunos de ellos de alta toxicidad, como Cd y Hg, están en forma
catiónica, pudiendo participar en reacciones de intercambio con iones Ca2+. En el caso
del Hg2+ pueden ocurrir varios escenarios dependiendo de las características químicas

8
del suelo con el que interacciona. Si inicialmente está en forma de hidróxido, Hg(OH)2,
puede ser movilizado como Hg2+ en suelos de pH bajo, pero si no hay presencia de
oxidantes puede reducirse hasta Hg+ e incluso hasta mercurio metálico. Este último es
volátil y puede difundir a través de los poros de los materiales sólidos. En cuanto al Hg2+
también puede formar un compuesto organometálico (compuesto con enlaces metal-
carbono) del tipo metilmercurio, CH3Hg+. Este tipo de compuestos es liposoluble, por lo
que pueden atravesar las membranas biológicas insertándose el ion metálico muy tóxico
en la cadena trófica. Otros metales que forman este tipo de compuestos
organometálicos son As o Cr.

En cuanto a los contaminantes provenientes de abonos y fertilizantes, contienen


principalmente nitrógeno y fósforo, pudiendo generar problemas de eutrofización de
aguas, y en general, contaminaciones en los acuíferos. Respecto a su acción
contaminante de los suelos cabe indicar que en su paso por ellos pueden sufrir
reacciones de nitrificación (reacción 3.4) si el abono es de tipo amoniacal; de reducción
(reacción 3.5) o de desnitrificación (reacción 3.6). En cualquier caso, los suelos no son
sitios de acumulación de estos contaminantes, por lo que, en comparación con los
metales pesados, originan problemas medioambientales menos graves.

2NH4+ + 4O2  2NO3- + 4H+ + 2H2O (reacción 3.4)

2NO3- + CH2O  2NO2- + CO2 + H2O (reacción 3.5)

2NO3- + 5/2CH2O + 2H+  N2 + 5/2CO2 + 7/2H2O (reacción 3.6)

La contaminación de los suelos por pesticidas (insecticidas, fungicidas o herbicidas)


y productos orgánicos industriales engloba una gran variedad de compuestos orgánicos
(tabla 3.1) que son dispersados en los suelos. Dependiendo de las propiedades físicas
y químicas de dichos compuestos se modifican los procesos de difusión y las reacciones
químicas que ocurren al interaccionar con los materiales que constituyen los suelos.

Como etapa previa a las reacciones químicas, en general, las moléculas son adsorbidas
sobre partículas sólidas coloidales formadas a partir de los minerales. Los procesos de
adsorción, como se ha indicado anteriormente, ayudan a la retención de los
contaminantes en las superficies de dichas partículas.

La adsorción no es una reacción química, ya que el tipo de enlaces que se establecen


entre las superficies de los sólidos y las moléculas que se adsorben es relativamente
débil, participando enlaces por fuerzas de van der Waals o por puentes de
hidrógeno. Dado que las moléculas orgánicas son frecuentemente hidrofóbicas y en
los suelos hay moléculas de agua, esta hidrofobicidad contribuye también a
favorecer el proceso global de adsorción.

9
Tabla 3.1 Algunos compuestos orgánicos contaminantes de suelos.

Nombre Abreviatura o
nombre comercial

Diclorodifeniltricloroetano DDT

Ácido 2,4-diclorofenoxiacético 2,4 D

Ácido 2,4,5-triclorofenoxiacético 2,4,5 T

Benzopireno PAH, hidrocarburos


poliaromáticos

Tiofosfato de o,o-dietilio y o-4-nitrofenilo Paratión

Hexaclorociclohexano Lindane

1,2,3,4,10,10-hexacloro-6,7-epoxi- Endrín
1,4,4A,5,6,7,8,8A-octahidro-1,4,5,8-
dimetanonaftaleno

Fosfato de 2,2-diclorovinilo y dimetilo Diclorvós


2,2-Diclorovinildimetilfosfato

Carbamatos y tiocarbamatos

Acetato de fenilmercurio

2-Cloro-4-etilamino-6-isopropilamino-1,3,5- Atrazina
triazina
6-Cloro-N-etil-N'-(1-metiletil)-1,3,5-triazina-2,4-
diamina

Dibenzofurano -

Dibenzo-p-dioxina -

2,3,7,8-tetrabenzocloro-p-dioxina TCCD

Clorofluorocarbonos CFCs

Bifenilos policlorados PCBs

Además de la adsorción, aquellas moléculas orgánicas que tienen grupos funcionales


pueden sufrir reacciones de intercambio aniónico. Estos dos procesos afectan
también al tiempo que un contaminante orgánico permanece en el suelo. Así, los
insecticidas organoclorados pueden permanecer varios años; los herbicidas derivados
de la urea y benzoicos, varios meses, y los insecticidas organofosforados y los
carbamatos, varias semanas.

10
En resumen, la adsorción es una etapa previa a las reacciones químicas de los
contaminantes en los suelos y puede ayudar a que no se difundan o movilicen a través
de las aguas.

Como ya se ha mencionado anteriormente existen otros tipos de contaminantes de


suelos como: los provenientes de la lluvia ácida (ácidos nítrico y sulfúrico) y las
partículas sólidas en suspensión en la atmósfera (que son arrastradas por la lluvia y el
viento), los residuos de las actividades mineras y los desechos sólidos de las actividades
de construcción. Dado que la lluvia ácida se trata en otro tema y que los citados residuos
sólidos inertes no son especialmente peligrosos desde un punto de vista
medioambiental (aunque si tienen impacto visual o estético), no serán considerados en
este apartado. Además, estos últimos sólidos están bastante localizados, por lo que no
presentan peligro de dispersión y, en general, no sufren reacciones químicas que
supongan peligro para el ecosistema general del suelo.

Finalmente, hay que de indicar que los tratamientos de descontaminación de materiales


sólidos, de terrenos, o de suelos, son tecnológicamente muy complejos y costosos. No
existen métodos generales para estos tratamientos y normalmente lo que se hace es
eliminar la capa contaminada y depositarla en sitios donde no se disperse el
contaminante. Como ejemplos más específicos se pueden citar, para casos puntuales,
los procesos físicos de lavado de sólidos o de arrastre de contaminantes con aire o
vapor de agua; las reacciones electroquímicas de regeneración o los procesos
biológicos de biorremediación.

3.1.4 Residuos contaminantes de los suelos

En una primera aproximación los residuos que pueden contaminar los suelos,
atendiendo a su procedencia, pueden clasificarse en:

1. Líquidos de desecho industrial, como son las aguas residuales con altas
concentraciones de disolventes, derivados de la producción o aplicación de los
materiales, y que son directamente arrojados a los suelos o se emiten
incontroladamente a través de redes fluviales. En parte este tipo de residuos
será estudiado dentro de los apartados de contaminación de aguas, aunque
hay que recordar que se pueden envenenar también sistemas acuíferos por
transferencia a través de los suelos contaminados.

2. Productos sólidos o lodos procedentes de la depuración de aguas.

3. Sólidos urbanos, entre los que se incluyen residuos procedentes de domicilios


particulares, como papeles, plásticos, vidrios, metales o materias orgánicas, o
los residuos más voluminosos, como muebles, vehículos inservibles,
electrodomésticos en desuso, y sólidos inertes, como los restos de las obras
de construcción de viviendas.

4. Residuos industriales entre los que se pueden distinguir los inertes, como
cenizas, arenas o virutas metálicas, los asimilables a urbanos, como plásticos,
papeles, cartones, vidrios, etc., y los más peligrosos, como aceites industriales,

11
cianuros, ácidos y bases, aguas con compuestos de cromo, líquidos y lodos
con compuestos halogenados, etc.

5. Materiales inertes derivados de la edificación en general, incluyendo la


construcción de carreteras y viales. Entre ellos están rocas, escombros, tierras,
restos de vegetales, etc.

6. Residuos de la minería, entre los que puede haber estériles, como rocas y
polvos de minerales, y procedentes del tratamiento de las menas, como lodos
y líquidos emulsionantes.

7. Derivados de la agricultura o la ganadería, entre los que cabe mencionar los


restos de cultivos (cereales, frutales, etc.), las deyecciones de los animales
(estiércol y purines) y los que se originan en la industria de transformación
agrícola (alpechines, restos de conservas, frutos secos, etc.).

8. Residuos forestales, es decir ramas, malezas, serrín, virutas, hojas, cortezas,


madera quemada, etc.

9. Materiales originados en hospitales, entre los que se pueden diferenciar los


asimilables a urbanos (plásticos, papeles o restos de comida) y los sanitarios
específicos. Entre estos últimos hay que mencionar las agujas, las jeringas, las
gasas, los fármacos o las ampollas.

10. Productos radioactivos, que pueden ser de alta actividad (Neptunio-237 o


Plutonio-239) o de actividad media y baja (Estroncio-90, Cesio-137, Cobalto-
60). En estos casos el origen de estos productos está en la generación de
energía en centrales nucleares y en diversas aplicaciones tecnológicas de
estos materiales radioactivos, por ejemplo en pararrayos.

3.2 Residuos urbanos. Definiciones y tratamientos

Como definición general de los residuos urbanos se puede decir que son los generados
en domicilios particulares, en comercios, en oficinas o en servicios, así como todos
aquellos que no tienen la calificación de peligrosos y que por su naturaleza o
composición puedan asimilarse a los producidos en los lugares y actividades
anteriormente mencionados. El conocimiento del origen y tipo de los residuos urbanos,
así como de su composición y de la cantidad que se genera, son fundamentales para
elegir el sistema de gestión más adecuado. Así, por ejemplo, la cantidad de residuos
generados en una población depende de un gran número de factores socioeconómicos.
En este sentido, a mayor nivel de vida de la población, mayor cantidad de residuos
producidos. También depende de la época del año; suele ser menor durante la época
de verano para el mismo número de habitantes. En los países desarrollados la
producción de residuos urbanos oscila entre 0,95 y 1,45 kg por habitante y por día.

Los residuos urbanos engloban distintos productos y materiales, tanto orgánicos como
inorgánicos. Entre los componentes más habituales están: (1) restos de comida,
formados por compuestos fermentables; (2) papel y cartón, consistiendo en periódicos,
cajas y embalajes; (3) plásticos, como bolsas y envases de bebidas; (4) vidrio, botellas

12
recipientes de alimentos; (5) metales, como envases de conservas o de refrescos; (6)
tetrabriks, envases de productos alimentarios; (7) pilas y baterías; y (8) otros
componentes como textiles, bombillas, madera, etc. Obviamente la composición
cuantitativa de los residuos urbanos es muy variable en función de la forma de vida de
la población, de las actividades que se desarrollan, del país que se considere, etc. En
España la composición media en peso es del orden mostrado en la figura 3.1.

Composición (%) Materia orgánica

0,2 Papel/cartón
11
Plásticos
6
3,8
5 Vidrio
7
44 Textiles
11
Metales
21
Gomas y caucho
Madera
Pilas y baterías
Otros

Figura 3.1. Composición aproximada de los residuos urbanos en España.

Dentro de los residuos urbanos, se incluye una serie de residuos especiales, como son
artículos voluminosos (muebles, lámparas, etc.), electrodomésticos (frigoríficos,
lavavajillas, lavadoras, televisores, etc.), baterías y pilas, aceites, neumáticos, residuos
de jardín, etc. Para evitar la dispersión de estos residuos, que en algunos casos tienen
componentes peligrosos, y que siempre pueden originar problemas en los servicios de
recogida habituales, se procede a crear los denominados puntos limpios. En ellos los
ciudadanos pueden depositar en contenedores separados dichos materiales tan
diversos como: baterías de coches, aceites de motor, filtros de aceite, pinturas y
disolventes, electrodomésticos, neumáticos, muebles, podas de jardín, metales,
escombros de obras pequeñas, etc.

3. 2.1. Composición química

La composición química de los residuos urbanos es un parámetro que se estudia con el


fin de optar por el tratamiento de recuperación más adecuado. Como datos generales
de determinación de la composición se tienen:

 Cenizas: peso de residuo después de calcinación en crisol abierto.

13
 Humedad: pérdida de agua cuando se calienta a 105 °C durante una hora.

 Materia volátil combustible: pérdida de peso adicional con la ignición a 950 °C


en un crisol cubierto.

 Carbón fijo: residuo combustible que queda después de eliminar la materia


volátil.

 Poder calorífico: es una medida del calor desprendido en la combustión del


residuo, cuya determinación se puede realizar utilizando un calorímetro, o por
cálculo teórico si se conoce la composición elemental (principalmente los
contenidos de carbono e hidrógeno, el porcentaje de humedad y las cenizas
inertes). La determinación de esta propiedad energética se lleva a cabo cuando
se va a realizar un tratamiento de incineración con recuperación energética. El
poder calorífico de los residuos urbanos orgánicos está en torno a las 2000
Kcal/Kg.

 Análisis químico elemental de los componentes individuales de los residuos:


determinación de los porcentajes de carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno,
azufre y cenizas. Si se va a realizar una incineración es necesario determinar
previamente los contenidos de halógenos, ya que se emitirían compuestos
clorados peligrosos. Los datos se suelen referir a base seca, es decir, restando
la humedad de la muestra.

De forma general, en los materiales orgánicos como residuos de comida, papel,


plásticos, madera, textiles, residuos de jardín, etc., el contenido en carbono está
comprendido entre el 43% y el 60%. En cuanto a las cenizas de estos residuos, no
superan en ningún caso el 10%. Obviamente el contenido en cenizas es mayor del 90%
en residuos como metales o vidrio.

3.2.2. Gestión de los residuos urbanos

En el proceso de gestión de los residuos, en general, de cualquier tipo, se puede


establecer una serie de acciones programadas, como son:

 Reducción en origen: consiste en reducir la cantidad y/o la peligrosidad de los


residuos generados. Es la forma más eficaz de reducir los impactos
ambientales y los costes de manipulación.

 Reciclaje: implica la separación de los materiales residuales para ser tratados


y transformados en procesos de reutilización específicos. En el caso de la
materia orgánica, su reciclado se denomina compostaje.

 Transformación de residuos: consiste en realizar alteraciones físicas, químicas


o biológicas que permitan recuperar materiales reciclables o reutilizables, por
ejemplo, para conseguir materias primas como el biogás, o para permitir su uso
para producir energía térmica.

14
 Vertido: consiste en evacuar los residuos a emplazamientos adecuados.
Aunque es el procesamiento más comúnmente realizado, desde el punto de
vista de la gestión integral de los residuos es el menos adecuado.

En el caso concreto de los residuos urbanos, su gestión consta de una serie de fases
que son:

 Pre recogida, que consiste en depositar los residuos ordenadamente, por


ejemplo, en contenedores de recogida selectiva, por parte de los particulares
siguiendo las instrucciones municipales.

 Recogida y transporte hasta las plantas de tratamiento o los vertederos, que es


realizada por los servicios municipales.

 Tratamientos de procesado posterior: entre ellos se encuentran: el reciclado,


que consiste en la recuperación directa o indirecta del material para su uso y
rentabilización como producto de consumo; la incineración, combustión
controlada que puede servir para recuperar energía térmica o eléctrica; el
vertido controlado, que consiste en depositar los vertidos en un lugar adecuado
desde el punto de vista ambiental; y por último, otros tratamientos menos
implantados como pirólisis, biogasificación, gasificación, etc.

A continuación, se ven con más detalle algunos de estos tratamientos de procesado


posterior.

Reciclado

Dentro de los procesos de reciclaje se incluyen numerosas etapas relacionadas con la


separación de los residuos, para facilitar su reutilización, una vez que se tienen los
componentes diferenciados. Así en el reciclado del vidrio, se realiza una serie de
operaciones como limpieza y separación por colores, rotura y trituración, cribado y
mezcla con otras materias primas, y finalmente, fundición. Asimismo, para el reciclado
de aluminio y de metales férreos se utilizan procesos físicos bien conocidos, como
separadores magnéticos, trituración, fundición, etc. La mayor ventaja en estos dos casos
es el ahorro energético y de materias primas. También supone un ahorro energético
muy importante, en torno al 70%, el reciclado del papel y del cartón para hacer pasta de
papel. En este caso, además, se evita la tala de árboles (materia prima para fabricación
de papel), se reduce el uso de reactivos químicos y de agua (en más de un 85%) para
el procesado, y disminuyen las emisiones contaminantes y los residuos de fabricación.

Otro caso más complejo es el del proceso de reciclado de plásticos y neumáticos. En


el primer caso cabe destacar la gran variedad de polímeros que se engloban en este
término genérico, como son polietileno tereftálico, polipropileno, policloruro de vinilo y
poliestireno. Cuando se tratan de reciclar conjuntamente todos estos tipos de
composiciones, aun fundiéndolos, no se llegan a enlazar a nivel molecular, por lo que
se consiguen materiales con propiedades poco predecibles y de mala calidad. Para
evitarlo se introducen unos compuestos denominados compatibilizadores, que son
sustancias que actúan como intermedios enlazantes de los distintos polímeros. En estas

15
sustancias existen grupos funcionales diferentes, que favorecen su unión simultánea
con polímeros distintos, dando lugar a una mezcla homogénea. Por ello, la primera etapa
en el reciclado de los plásticos es la separación de los materiales que componen la
mezcla, seguida de trituración y lavado, centrifugación, moldeado y pelletización; se
trata de tecnologías físicas generales. A destacar el alto porcentaje de plásticos que se
recuperan de los usos agrícolas, que en España excede del 50% de lo producido, lo cual
está probablemente relacionado con la concentración del estos residuos en su lugares
de utilización. En cuanto a los neumáticos, que también se concentran en depósitos de
almacenamiento, se pueden reciclar reparándolos y recauchutándolos, métodos que
cada vez se usan menos, o tras su molturación, como elementos de relleno o inertes,
por ejemplo, en carreteras.

Los poseedores de residuos urbanos están obligados a entregarlos


adecuadamente, según las ordenanzas municipales, a las entidades locales, las
cuales eximen al individuo de su responsabilidad por los daños que puedan
ocasionarse posteriormente. Asimismo, las entidades locales asumen la
responsabilidad de su reciclado, de su valorización o de su eliminación.

Quizás la complejidad bioquímica mayor está en el reciclado de la materia orgánica,


lo que se denomina compostaje. Se puede definir el compostaje como la
transformación de la fracción orgánica de los residuos urbanos para obtener un
compuesto de gran utilidad para la regeneración del suelo, un abono orgánico que se
denomina compost. Dicha transformación, que tiene lugar en condiciones aeróbicas (es
muy importante la aireación durante el proceso), es producida por algunos
microorganismos presentes en las basuras. El compostaje se realiza a temperaturas
comprendidas entre 50 y 70ºC, lo que produce la eliminación de los organismos
patógenos, con lo que el producto resultante es inocuo. Las operaciones que se realizan
en una planta de compostaje son tres:

1. Preprocesamiento de los residuos. En esta etapa se incluye la recepción de los


residuos y la separación de los materiales no compostables, la reducción del
tamaño, a unos 5 cm como máximo, de los materiales, y el ajuste de algunas
propiedades de la materia a tratar, como la relación carbono-nitrógeno o el
contenido de humedad.

2. Degradación de la materia orgánica. Dada la enorme complejidad química de


las sustancias presentes en los residuos orgánicos, que contienen compuestos
como proteínas, aminoácidos, lípidos, hidratos de carbono, celulosa o lignina,
se puede representar el proceso mediante el siguiente esquema de reacciones
simplificado:

Materia orgánica + O2 + Microorganismos Nuevas células +


Materiales inertes (celulosa, lignina, etc.) + CO2 + H2O + NO3- + SO42-
+ calor

16
El proceso total dura varias semanas y el material fermentado se madura
algunas semanas más para asegurar su estabilización total.

3. Preparación y venta del producto final. En esta operación se incluyen las


operaciones de trituración, cribado, granulado, dosificación de aditivos, etc.

Los parámetros que hay que controlar durante el compostaje son varios. Por una parte,
se encuentra la temperatura, que es un factor clave que afecta a la velocidad del
proceso, al pH del medio, a la eliminación de patógenos, etc. Por otra parte, la
humedad, que debe mantenerse entre el 40 y el 60% para trabajar en condiciones
idóneas; si el grado de humedad es mayor el compostaje se realizará en medio
anaerobio, con lo que se desprenden gases. Un tercer factor importante es la relación
analítica C/N, que debe estar inicialmente comprendida entre 25 y 50. Por último, otro
factor clave es la aireación, ya que la mineralización y la cantidad de ácidos húmicos
aumenta con una buena aireación.

La modificación de los suelos con abono orgánico compostado aporta fertilizantes


naturales y elementos metálicos como Ca, Mg, Fe, etc. Además mejora las propiedades
microbiológicas del suelo, aumentando la población de bacterias y hongos, y controla la
aparición de plagas (bio-control de microorganismos patógenos) al contener
microorganismos competitivos con ellos. También mejora las propiedades
fisicoquímicas del suelo al tener un tamaño de partícula controlado, un alto contenido
en celulosa y lignina, y un pH adecuado. Estos parámetros pueden jugar un papel
importante para entender por qué el compostaje impide el desarrollo de
microorganismos patógenos.

Incineración

La incineración de los residuos sólidos urbanos se puede definir como el procesamiento


térmico de los mismos mediante oxidación con exceso de oxígeno. En España la mayor
parte de las incineradoras se encuentran instaladas en Cataluña. Como ventajas de este
procesamiento se tienen:

 Reducción del volumen del residuo en torno al 90%.

 Posibilidad de recuperación de energía.

 Posible implantación cerca del núcleo urbano, con lo que se minimizan gastos
de transporte.

 Escasa ocupación de espacios y terrenos.

 Gran versatilidad en cuanto a los tipos de residuos que pueden ser tratados.

Sin embargo, los inconvenientes que se citan a continuación hacen que no sea el
sistema más empleado en la gestión de residuos:

 Requiere de depósitos para las cenizas generadas.

 Los gases producidos también tienen que ser gestionados adecuadamente.

17
 Normalmente consumen energía externa.

 Si los residuos cambian, por ejemplo estacionalmente, este procesado es poco


adaptable.

 Conllevan elevados costes de inversión inicial y altos costes de operación.

 Se necesitan sistemas alternativos en casos de averías o paradas.

Algunas reacciones elementales modelo que ocurren durante la incineración de los


residuos orgánicos son:

 Combustión del carbono: C + O2 CO2


 Combustión del hidrógeno molecular: 2H2 + O2 2H2O
 Oxidación de azufre elemental: S + O2 SO2

Bajo condiciones ideales los productos gaseosos de la incineración son CO2 y H2O, y
en menor cantidad, SO2. Determinado el análisis elemental de los residuos, y conocidas
las masas atómicas y elementales de los reactivos y productos, a partir de las reacciones
de combustión (u oxidación) dadas en el recuadro superior, se puede evaluar la cantidad
estequiométrica necesaria de oxígeno. Por ejemplo, para carbono puro se necesitan 2,7
gramos de O2 por gramo de C, mientras que para hidrógeno puro se requieren 8,0
gramos de O2 por cada gramo de H2. Además, teniendo en cuenta que en un gramo de
aire hay 0.2315 gramos de oxígeno, se puede calcular la masa de aire que tenemos que
movilizar. Finalmente hay que indicar que existe un parámetro crítico, que es la
temperatura de incineración durante la aplicación, la cual se debe controlar
adecuadamente, ya que si no es lo suficientemente alta se pueden generar olores y
compuestos peligrosos, como dioxinas, furanos, compuestos orgánicos volátiles, etc.

Vertido controlado

En relación con el sistema de gestión de residuos urbanos en vertederos controlados,


sin entrar en detalles técnicos, se puede apreciar una serie de ventajas e
inconvenientes. Entre las primeras se encuentran:

 Fácil implantación.

 Bajos costes de instalación y mantenimiento.

 Utilizabilidad, independientemente de las variaciones estacionales.

 Posibilidad de reutilización de los terrenos y, en algunos casos,


aprovechamiento del biogás generado.

18
Respecto a los inconvenientes, hay que destacar los siguientes:

 Se desaprovechan los recursos contenidos en los residuos.

 Necesitan grandes superficies de terrenos adecuadamente ubicados.

 El coste del transporte puede ser elevado si la ubicación es lejana al punto de


recogida.

 Mal gestionados pueden dar lugar a olores desagradables en su entorno y/o


ser lixiviados.

3.3 Residuos industriales

3.3.1. Clasificación

Los residuos industriales son consecuencia de la actividad de las empresas de dicho


sector productivo. La gran variedad de procesos y productos industriales da lugar a un
número elevado de residuos de origen y composición diferente, que se recogen en la
tabla 3.2.

Debido a la complejidad y variabilidad de composiciones, de cara a su gestión, los


residuos industriales pueden clasificarse en tres grupos:

1. Residuos asimilables a urbanos. Son los que poseen características similares


a los residuos urbanos. Se trata, por ejemplo, de restos orgánicos procedentes
de la alimentación, papel, plásticos, etc. La gestión de estos residuos se realiza
como ya se indicó anteriormente.

2. Residuos inertes. Se caracterizan por su inocuidad, y pueden ser utilizados con


diversos fines y métodos porque no causan daño al medio ambiente. En este
grupo se incluyen escombros, escorias, cenizas, polvos metálicos, etc. Estos
residuos no son solubles, ni combustibles, ni reaccionan, ni son
biodegradables; por todo ello ni perjudican a la salud humana ni dan lugar a
contaminación del medio ambiente. Además la lixiviación y la ecotoxicidad de
los lixiviados son insignificantes, por lo que no existen riesgos de contaminación
de aguas superficiales ni subterráneas. La gestión de estos residuos consiste
en depositarlos en vertederos para residuos inertes.

3. Residuos peligrosos. Los así calificados son los que se encuentran registrados
bajo este epígrafe en una serie de normativas, nacionales e internacionales.
Por tanto la definición de un residuo peligroso será, simplemente, la de aquel
que se encuentra en un catálogo o normativa donde se encuentre clasificado
como tal. En general, su característica diferenciadora es que son nocivos para
las personas y para el medio ambiente. Dada su importancia se les dedica un
apartado a continuación.

19
Tabla 3.2. Origen y composiciones de los residuos de las diferentes industrias.

Sector Tipo de residuos Ejemplos de composición


Industrial
Restos vegetales Restos vegetales (frutos, cereales,
Alimentación
Derivados lácteos huesos, aceites, cáscaras, raíces,
Embalajes semillas, pulpas, melazas, etc.)
Huesos de animales y grasas

Cemento y Residuos de materias Arcillas, cemento, abrasivos, vítreos,


cerámicas primas etc.

Extractiva de Estériles Silicatos, rocas, calizas, chatarra,


minerales Escombreras gravas, etc.
Restos de instalaciones

Madera y Papel Residuos celulósicos Productos alcalinos, recortes de


Papel y pulpas madera, serrines, tintas, colas,
Lejías pinturas, disolventes, plásticos, etc.

Metalurgia, Estériles Barros, escorias, cenizas, arenas,


siderurgia y Restos de materias primas chatarras, disolventes, lubricantes,
transformación de Recortes limaduras, productos de decapado,
metálicos etc.

Químicas y Restos de productos químicos Restos inorgánicos y orgánicos,


farmacéutica Microorganismos metales, gomas, aceites, pinturas,
Pulpas disolventes, pegamentos, vidrio, etc.
Envases y embalajes

Petróleo y Restos de compuestos Asfaltos, alquitranes, plásticos,


plásticos derivados del petróleo gomas, colorantes, cartón y papeles
Envases y embalajes

Textil Restos textiles Fibras naturales y sintéticas

Fabricación de Recortes y restos de materias Gomas, maderas, escorias,


bienes de primas plásticos, pinturas, vidrio,
consumo Embalajes disolventes, cables, resinas

Industrias Escombros y lodos de Chatarras, vidrios, metales,


diversas depuración plásticos, gomas, textiles, pinturas,
Restos de materias primas disolventes, cenizas, lodos, cables,
Embalajes bienes de equipo, residuos
Residuos tóxicos y peligrosos radiactivos. Productos químicos y
biológicos

20
3.3.2. Residuos industriales peligrosos

En la tabla 3.3 se indican algunas de las características más representativas de los


residuos industriales peligrosos, cuya distribución porcentual por sectores de la industria
se representa en la figura 3.2.

Figura 3.2 Reparto de los residuos industriales peligrosos por sectores de la industria. 2

En el tratamiento de los residuos peligrosos se puede distinguir una serie de operaciones


genéricas, que son:

 Reducción en origen: consiste en disminuir la producción de residuos por


cambios en los procesos, por mejora de la calidad de las materias primas o por
modificaciones en las tecnologías o en los equipos utilizados.

 Gestión de los residuos: comprende el conjunto de actividades que tratan de


dar a los residuos un destino final adecuado, de acuerdo con sus características
y con el fin de proteger la salud humana, reducir el impacto medio ambiental y
preservar los recursos naturales.

 Almacenamiento de residuos: consiste en depositar transitoriamente los


residuos en un lugar apropiado durante la fase de pre recogida.

2
Los valores numéricos deben de ser considerados como aproximaciones dado que pueden ser diferentes
según la fuente de información de donde se obtienen y también pueden variar según el país o la región en
la que se comparan.

21
 Tratamiento de residuos: es el conjunto de operaciones que tratan de eliminar
los residuos (por almacenamiento o destrucción), de reducir o anular su
toxicidad, o de facilitar el aprovechamiento de los materiales o compuestos
contenidos en ellos, para ser recuperados como materias primas.

Tabla 3.3. Características de los residuos que los definen como tóxicos y peligrosos.

Tipo Características

Explosivos Sustancias y preparados que pueden explosionar bajo el efecto de la llama


o que sean más sensible a choques o fricciones que el dinitrobenceno

Comburentes Presentan reacciones altamente exotérmicas al entrar en contacto con


otras sustancias, como las inflamables

Inflamables Sustancias líquidas que tienen un punto de inflamación superior a 21 ºC e


inferior a 55ºC

Fácilmente Sustancias líquidas que tienen un punto de inflamación inferior a 21 ºC, o


inflamables que puedan inflamarse en contacto con el aire a temperatura ambiente sin
aplicación de energía externa, o que siendo sólidas y tras un contacto
breve con una fuente de ignición puedan continuar ardiendo y
consumiéndose, o que son o generan gases inflamables en el aire a
presión normal

Irritante Pueden causar una reacción inflamatoria en contacto con la piel o las
mucosas

Nocivos Por inhalación, ingestión, o penetración cutánea pueden entrañar riesgos


de gravedad limitada para la salud

Tóxicos Por inhalación, ingestión, o penetración cutánea pueden entrañar riesgos


graves, agudos o crónicos, e incluso la muerte

Carcinogénicos: Por inhalación, ingestión, o penetración cutánea pueden producir cáncer o


aumentar su frecuencia

Corrosivos Pueden destruir tejidos vivos al entrar en contacto con ellos

Infecciosos Contienen microorganismos, o sus toxinas, de los que se sabe que pueden
causar enfermedades en los seres humanos o en otros organismos vivos

Tóxicos para la Por inhalación, ingestión, o penetración cutánea pueden producir


reproducción malformaciones congénitas no hereditarias o aumentar su frecuencia

Mutagénicos Por inhalación, ingestión, o penetración cutánea pueden producir defectos


genéticos hereditarios o aumentar su frecuencia

Peligrosos para Presentan o pueden presentar riesgos inmediatos o diferidos para el medio
el medio ambiente
ambiente

22
Dada la diversidad de residuos peligrosos y las diferentes tecnologías adaptadas a cada
composición y situación concreta, resultan muy diversas las operaciones de gestión de
dichos residuos. Solo se mencionarán las más generales y de uso más extendido en la
actualidad. Entre estas, la tecnología de incineración, aun no siendo aplicable en todos
los casos, está muy generalizada. También los tratamientos químicos y físicos
(neutralización, precipitación, oxido-reducción, solidificación, floculación o coagulación,
etc.) se aplican tanto directamente a los residuos como a los efluentes o subproductos
de las plantas incineradoras. Finalmente hay que señalar que los vertederos de residuos
peligrosos deben cumplir una serie de condiciones técnicas legales muy exigentes
durante su planificación y explotación, en sus instalaciones y en sus procedimientos de
control de admisión de dichos residuos.

3.4 Residuos sanitarios

En la definición de residuos sanitarios puede incluirse cualquier sustancia u objeto


sólido, líquido o gas, generado en actividades de hospitales, clínicas, sanatorios de
medicina humana; en consultas de profesionales médicos, centros sociosanitarios,
laboratorios de análisis o de investigación médica; en centros de atención médica, y en
cualquier otra actividad que tenga relación con la salud humana. La mayor parte de
estos residuos es gestionada como residuos urbanos, ya que tienen características
similares. Sin embargo, los residuos sanitarios contaminados química o biológicamente,
y los residuos especiales requieren tratamientos más específicos.

Según la Organización Mundial de la Salud, los residuos sanitarios se clasifican como:


generales, patológicos, radioactivos, químicos, infecciosos, punzocortantes y
farmacéuticos. De acuerdo con su composición y procedencia se pueden dividir en una
serie de grupos:

1. Residuos generales asimilables a urbanos, como restos de cocinas y


comedores o muebles y colchones.

2. Residuos sanitarios asimilables a urbanos, como restos de curas, yesos o


pañales

3. Residuos sanitarios especiales peligrosos, entre los que se encuadran


materiales infecciosos, restos anatómicos, sangre y hemoderivados y agujas y
materiales punzantes/cortantes.

4. Residuos sanitarios químicos y citológicos, como las sustancias citostáticas, los


restos de sustancias químicas peligrosas o los medicamentos caducados. Al
igual que en el caso del grupo anterior están sujetos a requerimientos
especiales desde el punto de vista higiénico y medioambiental.

5. Residuos radioactivos, que incluyen a materiales de desecho contaminados por


sustancias radioactivas. Deben ser gestionados por empresas legalmente
autorizadas según la normativa y protocolos preestablecidos.

23
6. Restos anatómicos humanos, como cadáveres o restos humanos de
operaciones o procedentes de abortos. Su gestión está regulada, consistiendo
normalmente en eliminación por cremación o inhumación.

Los tratamientos de los residuos sanitarios, de los grupos 3 y 4, normalmente implican


procesos de desinfección, en autoclaves y/o con tratamientos químicos, y de
incineración, a temperaturas superiores a 1000ºC en instalaciones con doble cámara
de combustión.

3.5 Contaminación del agua

Un 97% del agua que se encuentra en la Tierra está como agua salada, mientras que
en torno al 3% es agua dulce. La distribución del agua dulce se muestra en la figura 3.3.
Todos estos sistemas que contienen las aguas se encuentran intercomunicados en
varios ciclos naturales, a través de los cuales el agua se transporta entre ellos.

Distribución del agua superficial (%)


Lagos
9,5 1,6 0,8
8,5 Suelos
12,2 Humedales
67,4
Atmósfera

Ríos

Plantas y
animales

Figura 3.3. Distribución de las aguas dulces superficiales en la Tierra.

El agua tiene multitud de aplicaciones tecnológicas, industriales y domésticas. Así, la


mayor parte del agua continental se aplica en agricultura, usándose en nuestro país casi
un 80% del agua para regar. El restante 20% se utiliza a partes casi iguales en las
distintas industrias y en usos domésticos, para los cuales se requieren tratamientos
previos de depuración y potabilización. Por otra parte, las aguas ya utilizadas en las
diferentes aplicaciones requieren posteriores tratamientos de descontaminación, ya que
reciben y transportan gran cantidad de compuestos contaminantes. También se aplican
otras tecnologías, como la desalinización, para conseguir agua a partir del mar, por
ejemplo para regadíos. En este tipo de procesos se consumen grandes cantidades de
energía, lo cual también supone un “costo” medioambiental indirecto. A pesar de la
abundancia del agua en nuestro planeta, sus aplicaciones y usos son tantos que durante
este siglo XXI puede pasar a ser un bien escaso. Por otra parte, las aguas son un
vehículo de dispersión de muchos agentes químicos perniciosos para el medioambiente.

24
La contaminación de las aguas terrestres es uno de los mayores problemas actuales.
Los contaminantes pueden pasar desde las aguas fluviales hasta las aguas
subterráneas o hasta los océanos, además de poder ser retenidos en los minerales que
forman los suelos. También pueden ser absorbidos por los vegetales y pasar hasta los
seres vivos animados, con lo que su efecto puede extenderse y multiplicarse. Este
apartado se centra, a modo de ejemplo, en dos tipos de contaminantes presentes en las
aguas: los nitratos y fosfatos, provenientes de los abonos agrícolas y los compuestos
orgánicos disueltos. Estos últimos provienen fundamentalmente de las industrias en las
que se usan como disolventes, reactivos, etc. Lo primero de todo, es necesario incidir
en las reacciones y efectos de estos contaminantes en las aguas.

Los contaminantes que pueden encontrarse en el agua pueden clasificarse de muy


diversas formas. Atendiendo a su naturaleza física, química y biológica se pueden
clasificar en los siguientes grupos:

1. Según su aspecto físico general: color, turbidez, etc.

2. Atendiendo a los compuestos químicos inorgánicos que contienen, como:

 Sales haciendo indicación de los aniones (Cl-, SO42-, HCO3-, CO32-, S2-,
Br-, CN-, etc-) o de los cationes (Ca2+, Mg2+, Na+, K+, etc.).

 Ácidos y bases (H2SO4, HNO3, HCl, NaOH, KOH, etc.).

 Componentes tóxicos como metales (Hg, Be, Pb, Cu, Fe, Cd, Cr, Mn,
etc.), no metales (As, Sb, B, Se, etc.), o elementos radiactivos (226Ra,
90Sr, 137Cs, 230Th, etc.).

 Minerales no disueltos, como sílice o arcillas.

 Gases solubles, como H2S, NH3, Cl2, CO2, etc.

3. Atendiendo a los compuestos químicos orgánicos que presentan, como:

 Hidratos de carbono, proteínas, aminoácidos, etc.

 Aceites y grasas.

 Hidrocarburos derivados del petróleo.

 Detergentes y jabones.

 Pesticidas y fungicidas.

 Otros compuestos orgánicos, como fenoles, hidrocarburos aromáticos


policíclicos, halometanos, clorofenoles, etc.

4. Según los bionutrientes que contienen: compuestos nitrogenados (NH4+, NO3-,


NO2- y organonitrogenados), compuestos fosforados (PO43- y
organofosforados) .

25
5. En función de los microorganismos que se encuentran en ellos: bacterias, virus,
hongos, algas.

Por otra parte, los parámetros indicadores de la contaminación del agua se pueden
dividir en:

 Parámetros de carácter físico: características organolépticas, turbidez y materia


en suspensión, temperatura, conductividad eléctrica.

 Parámetros de tipo químico: salinidad o dureza, acidez o basicidad, medida de


compuestos inorgánicos disueltos, medida y composición de la materia
orgánica, demanda química de oxígeno.

 Parámetros de origen radioactivo: elementos individuales o medida total de


radiación y .

 Parámetros de naturaleza microbiológica: bacterias, algas, etc.

Muchos de los compuestos orgánicos que contaminan las aguas que son, en su mayoría
los indicados en la tabla 3.1, y que son de origen industrial, pueden tener naturaleza
química semejante a los ya existentes en las aguas, aunque están presentes en
mayores concentraciones. Este es el caso de fenoles, ácidos carboxílicos, aminoácidos,
etc. Como ejemplos o tipos de estos compuestos están el ácido gálico, el fenil propano,
el catecol o el ácido dihidroxibenzoico. En este caso se alteran los equilibrios que
conducen a su degradación o absorción, por lo que es necesario retirarlos del medio.
También debe ser retirada de las aguas otra serie de compuestos orgánicos que no
existen en cantidades significativas en los medios naturales, como son el cloroformo, el
tetracloruro de carbono, los clorobencenos, benceno, tolueno, di y tri cloro etanos,
metiletil cetona, etc. Además de estos, estarían los alquil fenoles, sulfonatos de alquil
benceno, estearato sódico (derivados de los detergentes), moléculas de pesticidas,
compuestos poliaromáticos (como pireno, dioxina o bifenilos policlorados). En el caso
concreto de los fosfatos, las especies naturales existentes son H2PO4- y HPO42-,
mientras que en el caso de los compuestos de nitrógeno son ion amonio NH4+, NO2- y
NO3-.

Por tanto, a modo de resumen, atendiendo a la naturaleza química de los contaminantes


del agua (inorgánicos, orgánicos, mixtos), esta puede contener: contaminantes con
bionutrientes y eutrofiantes del agua, detergentes, pesticidas, policlorobifenilos (PCBs)
y dioxinas, hidrocarburos y metales tóxicos.

Considerando que los bionutrientes y eutrofiantes del agua ya se estudiaron en el tema


1, y que los metales tóxicos lo serán en el tema 5, a continuación se estudian con más
detalle el resto de los contaminantes arriba indicados.

3.5.1 Detergentes

Gran parte de los problemas medioambientales en las aguas residuales urbanas está
relacionado con el uso de los detergentes. Estos actúan para separar la suciedad de los
sustratos en las que está retenida, para hacerla soluble o para dispersarla en el agua.

26
La composición de un detergente es relativamente compleja, e incluye sustancias con
propiedades fisicoquímicas diversas, como los principios activos, que ejercen una
función específica dentro del proceso de lavado, y otras que facilitan el proceso de
fabricación o que favorecen la comercialización.

Un detergente está formado por los siguientes componentes, en las proporciones que
se indican:

 Principios activos (surfactantes y jabones, que pueden ser catiónicos, aniónicos


y no iónicos): 12,5%.

 Coadyuvantes, que tienen propiedades anti calcáreas, como polifosfatos,


zeolitas, carbonatos, silicatos, citratos: 35%.

 Reforzadores y aditivos, entre los que cabe destacar los agentes de blanqueo,
como los perboratos: 25%.

 Cargas (agua, alcohol) y enzimas: 27,5%.

En cuanto a los efectos contaminantes producidos en las aguas por los detergentes
son variados. Los surfactantes o agentes tensoactivos forman espumas, consumen
oxígeno disuelto (aumento de DBO y DQO) y son tóxicos para los seres vivos. Los
coadyuvantes de tipo polifosfato pueden contribuir a los procesos de eutrofización. Otros
agentes como, por ejemplo, el perborato sódico tetrahidratado, no se elimina en las
depuradoras, y puede originar problemas si esas aguas se utilizan para riego en
agricultura, ya que se bioacumula en las plantas y no se conocen bien sus efectos a
altas concentraciones en los seres vivos.

3.5.2 Pesticidas y plaguicidas

Se trata de un conjunto de productos químicos que se emplean para combatir los


parásitos de los cultivos, del ganado y de los animales domésticos. Según su campo de
aplicación pueden clasificarse como: insecticidas, que son tóxicos para los insectos;
fungicidas, que ayudan a combatir los hongos; herbicidas, que atacan las malas hierbas;
antibióticos, que protegen de organismos patógenos. También existen plaguicidas más
específicos como esterilizantes de insectos, acaricidas, rodenticidas, mosquicidas o
defoliantes. Recientemente algunos de estos contaminantes se han agrupado dentro del
término contaminantes emergentes, queriendo indicarse que están en
concentraciones extremadamente bajas y que tienen un efecto sobre los seres vivos
muy acusado.

Desde el punto de vista de la composición química, los pesticidas pueden clasificarse


en dos grandes grupos:

 Pesticidas inorgánicos: compuestos de arsénico, insecticidas fluorados,


fungicidas como el azufre o compuestos de cobre, herbicidas como el bórax
(tetraborato de sodio) o el clorato de sodio.

27
 Pesticidas orgánicos, que son, con gran diferencia los más utilizados, y por
tanto, los que producen mayores problemas de contaminación. A modo de
ejemplo, están los hidrocarburos clorados con anillos aromáticos conteniendo
cloro (DDT, clorobencenos, clorofenoxiácidos) o no aromáticos (como el Aldrin
que es un ciclodieno, o el Lindano), organofosforados (Paratión, Malatión,
DDVP ó TEPP), carbamatos Sevin ó Baygon) y otros (nitrofenoles, triazinas,
etc.).

Los tres aspectos esenciales en la contaminación con pesticidas son la toxicidad, la


persistencia y la bioacumulación.

La toxicidad se expresa en términos de la dosis letal 50 (DL50), que son los mg de


pesticida por Kg de peso de animal necesarios para provocar la muerte del 50% de los
individuos de la especie. Algunos compuestos organofosforados tienen toxicidades
menos altas que los organoclorados. Así en el caso del Malatión, que se usa contra las
ratas, el valor de DL50 de 1000, mientras que para el DDT es cercano a 110. Además,
la corta vida del primero en el ambiente, y el no acumularse en las cadenas tróficas, lo
hace más aceptable. Por otra parte, se define también la toxicidad residual en los
alimentos, como la concentración máxima del plaguicida, expresada en partes por millón
(ppm), que está establecida considerando la aplicación agrícola adecuada del mismo.

La persistencia se define como el tiempo necesario para que el plaguicida pierda el


95% de su actividad ambiental en el agua. Se habla de pesticidas persistentes si su vida
media es superior a 6 meses, de moderadamente persistentes si duran entre 2 y 6
meses, y de fácilmente degradables si permanecen menos de medio mes. Los procesos
de degradación más importantes son: bioquímicos (biodegradación), químicos
(oxidación, hidrólisis, etc.,) y fotoquímicos. Obviamente estas degradaciones dependen
de la naturaleza química del compuesto contaminante y de las condiciones
(temperatura, pH, presencia de microorganismos, etc.) en las que actúa.

La bioacumulación se produce porque, aunque la solubilidad de la mayoría de los


plaguicidas en agua es baja, si son suficientemente persistentes, pueden ser ingeridos,
y dada su elevada solubilidad en las grasas se acumulan en las mismas. Se define el
coeficiente de bioacumulación (CB) como la relación entre la concentración del pesticida
en los seres vivos del medio acuático y la concentración de pesticida en el agua. A modo
de ejemplo, el DDT tiene valores de CB superiores a 52.000, mientras que para el
lindano es de unos 470.

3.5.3 Policlorobifenilos (PCBs ) y compuestos relacionados

Los policlorobifenilos (PCBs) son un grupo de compuestos orgánicos persistentes


formados por anillos bifenilo y átomos de cloro, que son muy usados como fluidos
aislantes, como sellantes, en fluidos hidráulicos y en intercambiadores de calor. Por
tanto, en el medio ambiente tienen su origen por las aplicaciones tecnológicas en las
que se han utilizado. En la actualidad su uso está muy restringido, pero durante las
décadas centrales del siglo pasado se emplearon ampliamente. Existen más de 100
compuestos de este tipo encuadrados en el nombre genérico de PCB. Su característica

28
más relevante es su alta resistencia a la oxidación o a la reducción, por lo que son
extremadamente estables. Además, dado su carácter hidrofóbico, son muy poco
solubles en agua, por lo que permanecen durante muchos años en los fondos de los
ríos como especies adsorbidas en los materiales sedimentados. Los efectos biológicos
de los PCBs son similares a los del DDT.

Como métodos para la regeneración de estos lodos subacuáticos y como barrera para
“concentrar” los PCBs se han empleado carbones activos adsorbentes. Más
recientemente, para el tratamiento de descomposición, se ha propuesto el uso de
catalizadores consistentes en Fe, Fe+Pd ó Mg+Pd, que son efectivos para extraer el
cloro (proceso de decloración) de estos compuestos, dando lugar a los menos
perniciosos bifenilos. De hecho, un sistema de restauración medioambiental interesante
es el que se basa en la combinación de un carbón activo, sobre el que se adsorben las
partículas metálicas, a las que sirve de soporte, que se encargan de eliminar los átomos
de cloro. A destacar que desde el punto de vista químico, en el catalizador Fe-Pd, el
estado de oxidación del Pd durante el proceso permanece inalterado (es el verdadero
catalizador), siendo el Fe el que se oxida a Fe2+, cediendo electrones al Pd para que
reduzcan las especies cloro.

Otras sustancias contaminantes organocloradas son las generalmente denominadas


dioxinas (policlorodibenzo-p-dioxinas) y los furanos (policloro dibenzofuranos). Se trata
de compuestos altamente tóxicos y muy estables, que no tienen aplicaciones conocidas,
y cuya presencia en el medio ambiente se debe a que son subproductos resultantes de
procesos químicos industriales (como la producción de pesticidas) o productos de la
incineración de compuestos orgánicos clorados. También se han encontrado dioxinas
en las aguas residuales de industrias de blanqueo con cloro (papeleras, por ejemplo).
Al igual que los PCBs son persistentes en el medio ambiente, solubles en las grasas y
de carácter bioacumulativo. No existen procesos generalizados de tratamiento de aguas
contaminadas con estos compuestos, sino que están en fase de investigación y
desarrollo.

3.5.4 Hidrocarburos

Otros contaminantes de las aguas de naturaleza orgánica son los hidrocarburos,


normalmente derivados del petróleo. La composición general incluye hidrocarburos
saturados, insaturados, cicloalcanos y compuestos aromáticos. En el caso del petróleo
crudo la composición es aún más compleja, ya que incluye otros elementos como azufre
(tioles, mercaptanos, etc.), oxígeno (fenoles), nitrógeno (piridinas, indoles, etc.) y trazas
de vanadio, níquel o cobalto, en forma de complejos y partículas coloidales. El origen
de la presencia de estos compuestos en las aguas marinas es el siguiente:

 Residuos industriales y urbanos a través de los ríos: aproximadamente un 40%.

 Limpieza de buques: más del 30%.

 Accidentes en transporte: más del 10%.

29
 Desde la atmósfera, por evaporación-deposición o por combustión incompleta:
aproximadamente un 10%.

 Filtraciones naturales: más del 7%.

 Plataformas petrolíferas: hasta un 2%.

Una propiedad general de los hidrocarburos es el elevado consumo de oxígeno que


necesitan para su degradación, por lo que reducen la concentración de oxígeno disuelto
en las aguas. Además tienen componentes tóxicos, produciendo asfixia de algas y
líquenes, mientras que se bioacumulan en peces y aves acuáticas, y son venenosos
para el hombre. Los más peligrosos son los que contienen fracción aromática, ya que
son más solubles en el agua. Han sido numerosas las catástrofes ecológicas
ocasionadas por vertidos de petróleo. En la Tabla 3.4 se recogen aquellas acontecidas
en el siglo XXI.

El tratamiento de los accidentes con derrames de petróleo implica una serie de etapas
generales a considerar:

 Evaluación del vertido. Esto conlleva analizar la expansión y deriva del mismo, la
evaporación de los componentes volátiles (que está entre el 20% y el 50%), la
dispersión (formación de gotas), la emulsión (formación de sistemas coloidales que
son mezclas viscosas), la disolución, la sedimentación, la fotooxidación y la
biodegradación.

 Tratamiento del vertido. Implica su contención mediante barreras flotantes o barreras


químicas (gelificación o solidificación con aditivos o con adsorbentes) y su limpieza o
eliminación posterior. En esta última fase se aplican procesos mecánicos (por
ejemplo bombas de aspiración), métodos de degradación biológica acelerada
(mediante bacterias especializadas), agentes dispersantes (son surfactantes que
favorecen la degradación natural), combustión (desaconsejable en zonas costeras ya
que da una fuerte contaminación atmosférica), empleo de adsorbentes naturales
(paja, serrín) o adsorbentes sintéticos (espuma de poliuretano o grafitos expandidos)
y agentes de hundimiento (arena, cenizas, cemento, silicona).

30
Tabla 3.4. Lista negra de los desastres por vertidos de petróleo en lo que va de siglo.

Fecha Accidente Lugar del Toneladas


incidente vertidas

2022 Vertido del buque “Mare Mar de Grau, 820


Doricum” Perú

2020 Desperfectos en el El Palito, 3.750


intercambiador de calor Carabobo
(Venezuela)

2019 Origen desconocido Varios estados >500


del nordeste de
Brasil

2016 Derrame en el río Guarachipe Jusepín, 1.000


(Venezuela) Venezuela

2010 Explosión y hundimiento de la Golfo de México > 100.000


plataforma “Deepwater Horizon”
de British Petroleum

2009 Rotura de oleoducto con vertido Ecuador 2.200


a los ríos Santa Rosa y Quijos

2007 Perforación del petrolero Hebei Corea del Sur 12.000


Spirit

2003 Vertido del buque “The MV Karachi 28.000


Tasman Spirit” (Pakistán)

2002 Hundimiento del petrolero Galicia 77.000


“Prestige” (España)

2001 Vertido del petrolero “Baltic Dinamarca 1.900


Carrier”

3.6 Aspectos generales sobre la depuración de aguas residuales

En este apartado se incidirá sobre los tratamientos de depuración de aguas


contaminadas posteriores a su uso, es decir, no se analizarán los aspectos de
potabilización de aguas naturales previo a su utilización, ya que estos tratamientos serán
centrales en otras asignaturas del grado. Como métodos generales para el tratamiento
de aguas contaminadas, aparte de los procesados físicos, se pueden citar: (1)
adsorción; (2) oxidación por aireación o por adición de agentes oxidantes como MnO42;

31
(3) métodos biológicos; (4) métodos catalíticos y fotocatalíticos. Todos ellos fueron
descritos en el tema 1.

En el proceso de depuración de aguas residuales se pueden distinguir diferentes casos


según su procedencia: urbanas, industriales y agropecuarias, dado que sus diferentes
composiciones afectan tanto al proceso de depuración a emplear como a la gestión de
los residuos del tratamiento.

Las aguas de origen urbano se pueden subdividir en: aguas pluviales, de escorrentía
y drenaje (aguas blancas) que son las que tienen un carácter intermitente, llevan
compuestos de arrastre y contaminantes derivados del tráfico, siendo los sólidos en
suspensión muy importantes; y aguas de uso doméstico y comerciales (aguas negras),
en las que el caudal y las concentraciones de los contaminantes son más estables,
teniendo como componentes sólidos de naturaleza orgánica en suspensión. Entre los
contaminantes principales de estas últimas se encuentran: bacterias, virus, elementos
tóxicos, cloruros, etc.

Los procesos de tratamiento de aguas residuales urbanas constan de una serie de


etapas, como son:

 Pretratamiento: eliminación de sólidos gruesos. Incluye operaciones de


desbaste, desarenado y desengrasado.

 Tratamiento primario: eliminación de materia en suspensión. Engloba la


decantación o sedimentación primaria.

 Tratamiento secundario o biológico: consiste en la eliminación de la materia


orgánica biodegradable. Se utilizan microorganismos para acelerar las
reacciones de depuración aerobia (lodos activos o lechos bacterianos) o se
realizan depuraciones anaerobias en las que se puede recuperar biogás.

 Tratamiento terciario: eliminación de sales disueltas, nutrientes, patógenos,


materia orgánica refractaria y tratamiento de afino para la reducción de sólidos
en suspensión y de la demanda biológica de oxígeno. Se aplican procesos de
coagulación, filtración, adsorción y reacciones químicas y bioquímicas
específicas. El objetivo es poder reutilizar el agua tratada.

 Tratamiento de fangos: se trata de estabilizar y reducir el volumen de los lodos


y fangos producidos en el tratamiento del agua. Pueden tratase separadamente
los lodos primarios y los secundarios o biológicos, o bien realizar mezclas antes
de estabilizarlos, formando los llamados lodos mixtos.

Respecto al origen de las aguas residuales industriales, cabe diferenciar entre


aquellas que provienen del proceso de producción y las que se usan en la generación
e intercambio de calor. Cada industria y cada método de producción da lugar a
composiciones de contaminantes diferenciadas. De modo general, para las industrias
con vertidos en los que la materia orgánica es mayoritaria, se usa como parámetro de

32
control la DBQ (que fue definida en el tema 2), mientras que cuando los contaminantes
son sólidos se aplica la equivalencia de sólidos en suspensión.

En cuanto a los tratamientos de las aguas residuales industriales, las características


diversas de los contaminantes que contienen y las legislaciones medioambientales
existentes sobre su procesado hacen que exista gran variedad de casos a evaluar.
Como etapas generales diferentes se pueden considerar las siguientes:

 Pretratamiento y tratamiento primario: puede incluir procesos de


homogeneización, neutralización, ajuste del pH, coagulación-floculación,
sedimentación, flotación y filtración. Como productos se tienen sólidos en
suspensión, materiales coloidales, aceites y grasas, metales, etc.

 Tratamientos secundarios: biológicos con lodos activados, filtros biológicos y


digestiones anaerobias. Como resultado se produce materia orgánica
biodegradable.

 Tratamientos terciarios: conllevan procesos con membranas (micro y ultra-


filtración, ósmosis inversa, pervaporación), dando lugar a micro contaminantes
o a sales disueltas.

A destacar que, dependiendo de cada caso, se puede pasar del tratamiento primario al
terciario, o simplemente aplicar sólo una de estas tres etapas. Es decir, no siempres son
etapas consecutivas.

Sobre las aguas residuales de industrias agropecuarias, cabe indicarse que su


naturaleza es fundamentalmente orgánica, y que normalmente los contaminantes se
encuentran muy dispersos. En cuanto a su procesado, hay que indicar simplemente que
existen métodos de aplicación sobre el terreno, como los filtros verdes de
edafodepuración, la filtración en lechos de turba o con filtros de arena, o las conocidas
fosas sépticas.

3.7 Contaminación atmosférica. Fuentes y tipos de contaminantes

Entre las muchas definiciones existentes de contaminación atmosférica, se puede


escoger aquella que indica que es “la impurificación de la atmósfera por inyección y
permanencia temporal en ella de materiales sólidos, líquidos o gases, o por radiaciones
ajenas a su composición natural o que supongan un cambio en su proporción natural, y
que sean producto de las actividades antropogénicas”.

En esta definición hay que señalar tres aspectos. Uno es el hecho de que los agentes
contaminantes no son sólo sustancias químicas materiales, sino que pueden ser
radiaciones no naturales. El segundo aspecto de esta definición es que los
contaminantes no tienen por qué ser sustancias diferentes a las naturales, sino que
estas últimas se pueden convertir en tales simplemente por cambios en la
concentración. Pensando, a modo de ejemplo, en el CO2, este existe naturalmente en la
composición atmosférica, pero una variación significativa asociada a las actividades
humanas hace que deba ser clasificado como contaminante. El tercer aspecto de esta

33
definición a considerar es que los contaminantes siempre tienen su origen en las
actividades antropogénicas, por lo que no se considerará como contaminantes los
llamados naturales, es decir los procedentes de erupciones volcánicas, meteoritos,
fuegos, tormentas, etc.

La contaminación atmosférica puede ser en su origen de muy diversa naturaleza, como


contaminación microbiológica, de carácter físico (acústica, electromagnética o
radiaciones) y debida a compuestos químicos. La concentración de los contaminantes
atmosféricos puede expresarse de diversos modos: en unidades volumen/volumen, por
ejemplo, cm3/m3 (ppm) o mm3/m3 (ppb), o en unidades masa/volumen, por ejemplo,
mg/m3 o g/m3.

Existe una serie de características generales de los contaminantes atmosféricos, que


pueden resumirse en los siguientes puntos:

1. En muchos casos se trata de una contaminación localizada, es decir, la emisión


se concentra en ciertas zonas o regiones. A modo de ejemplo, el 90% del CO
emitido a la atmósfera tiene un origen natural; sin embargo, en la atmósfera de
una gran ciudad se estima que más del 95% del CO analizado proviene de
actividades humanas, fundamentalmente, del tráfico.

2. Las emisiones se producen en puntos geográficos donde existen menos


sumideros naturales. La naturaleza es un sumidero en el que se reabsorben los
compuestos contaminantes. Pero en las áreas urbanas e industriales, donde
abundan edificios y áreas asfaltadas, asociada a la generación de los
contaminantes se observa la ausencia de especies vegetales o de suelos que
puedan actuar como sumideros.

3. La difusión de los contaminantes atmosféricos depende de la climatología de la


zona y de factores meteorológicos, por lo que se originan situaciones puntuales
de contaminación grave incluso para la salud.

4. Los compuestos contaminantes pueden sufrir transformaciones químicas que


alteran su composición y características, dando lugar a otros compuestos
mediante reacciones químicas en la atmósfera, los cuales pueden ser incluso
especies no existentes previamente en la naturaleza.

En muchas ocasiones se diferencian las fuentes de contaminación atmosférica


atendiendo a la dinámica de su localización en origen. Así, se identifican como fuentes
móviles aquellas producidas por vehículos de motor, que están normalmente asociadas
al transporte. Por otra parte, se denominan fuentes fijas a las que se producen en un
punto fijo, como son los procesos de combustión industriales o domésticos, o los
vertederos e incineradoras. La mayor parte de los contaminantes atmosféricos está
relacionada con la generación y uso de la energía y con los procesos industriales.

34
Una clasificación más completa de los contaminantes atmosféricos según las posibles
fuentes en las que son originados es la siguiente:

 Asociados a la generación de electricidad, como son las centrales


termoeléctricas convencionales y las plantas de cogeneración, y plantas de
generación de calor en ciudades.

 Derivados de procesos de combustión comercial, residencial e industrial, que


pueden realizarse en calderas, turbinas, hornos o motores estacionarios.

 Ligados a la extracción y distribución de combustibles fósiles, como carbón


mineral, petróleo y gas natural, y donde se incluyen también las redes de
distribución de gas o de gasolinas.

 Asociados al uso de disolventes, por ejemplo, en aplicación de pinturas, en


limpieza en seco o en manufactura de productos químicos.

 Relacionados con el transporte por carretera (vehículos, turismos, motocicletas,


evaporación de gasolinas), debido a maquinarias de construcción, o a otros
medios de transporte (ferrocarriles, barcos o aviones).

 Procedentes de los tratamientos y eliminación de residuos, como la


incineración de residuos y lodos, producción de biogás, letrinas, o relacionadas
el tratamiento de aguas.

 Originados por la agricultura intensiva y la ganadería, como derivados de


fertilizantes y pesticidas o residuos y excrementos de animales.

Como se ha indicado anteriormente, los contaminantes, una vez emitidos a la atmósfera,


pueden sufrir transformaciones químicas que alteran su composición y características.
Desde este punto de vista, los contaminantes atmosféricos se pueden diferenciar en
primarios, que son los directa e inicialmente incorporados a la atmósfera por la acción
antropogénica, y secundarios, que son las especies que no se emiten como tales, sino
que se forman por interacciones y reacciones de los contaminantes primarios entre sí,
y con compuestos naturales presentes en la atmósfera.

Entre los primarios se encuentran: monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NO
y NO2), óxidos de azufre (SO2), hidrocarburos y compuestos orgánicos volátiles (en este
último se ha de incluir el metano), dióxido de carbono (CO2), partículas sólidas en
suspensión, y otros menos importantes como amoniaco (NH3), los halógenos o algunos
metales (o sus compuestos) más fácilmente volatilizables. Respecto a los
contaminantes secundarios se pueden citar el ozono (O3), oxidantes fotoquímicos,
sulfatos, nitratos, etc. De una forma cuantitativa se estima que más del 90% de los
problemas de contaminación atmosférica está relacionado con los contaminantes
primarios.

35
3.8 Contaminantes primarios: monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y
de azufre, hidrocarburos y oxidantes fotoquímicos, partículas sólidas en
suspensión

En este apartado se incide en el origen y las reacciones de los principales contaminantes


atmosféricos primarios.

La mayor fuente del CO antropogénico está asociada con el transporte, produciéndose


por combustión incompleta de los combustibles en los motores. Otras fuentes menos
importantes son las plantas de combustión o las de tratamiento de residuos. El CO en
la atmósfera puede sufrir las siguientes reacciones:

 Oxidación, transformándose en CO2. Estas reacciones no se producen


directamente con el oxígeno atmosférico, ya que, aunque la reacción 3.7 está
termodinámicamente favorecida, cinéticamente es demasiado lenta. La
principal vía de oxidación es mediante reacción con radicales hidroxilo,
reacción 3.8. Los radicales hidroxilo se forman por descomposición fotoquímica
del ozono y posterior reacción del oxígeno atómico con vapor de agua. Estas
reacciones de oxidación son muy frecuentes en la estratosfera, mientras que
en la troposfera se dan en muy poca extensión.

CO + ½ O2  CO2 (reacción 3.7)

HO· + CO CO2 + H· (reacción 3.8)

 Absorción y eliminación biológica. El CO puede ser absorbido en los suelos


(entre 10 y 100 mg CO/m2 2

En el primer caso son ciertos hongos existentes en el suelo los que parecen
ser los captadores del CO.

El efecto más relevante del CO es el que ocasiona en los animales, en los que el oxígeno
necesario para efectuar la respiración se transporta mediante la hemoglobina. En estos
casos el CO bloquea la hemoglobina, dando lugar a carboxihemoglobina, y si se
alcanzan valores suficientemente elevados de esta última, se produce la muerte por
asfixia (no se transporta el oxígeno a las células).

En cuanto a los óxidos de nitrógeno, tanto el monóxido de nitrógeno (NO) como el


dióxido de nitrógeno (NO2) tienen su origen principal en los motores de combustión de
los vehículos de transporte. Sus puntos de emisión son, por tanto, los núcleos urbanos
con altas densidades de circulación, por lo que sus efectos son directos sobre los seres
humanos. En un motor de combustión la formación de NO se realiza por reacción directa
de nitrógeno y oxígeno moleculares, a elevadas temperaturas, como muestra la reacción
3.9, mientras que el NO2 se forma de acuerdo con la reacción 3.10, la cual se produce
a bajas temperaturas:

N2 + O2  2NO (reacción 3.9)

2NO + O2  2NO2 (reacción 3.10)

36
Respecto a la evolución de los óxidos de nitrógeno en la atmósfera se pueden distinguir
al menos tres tipos de transformaciones:

 Reacciones foto-asistidas por la luz solar. Entre estas se encuentra la


descomposición disociativa del NO2 por absorción de radiación de longitud de
onda de 380 nm (reacción 3.11). El oxígeno atómico puede reaccionar con
oxígeno molecular produciendo ozono como contaminante secundario
(reacción 3.12). Asimismo, el ozono puede reaccionar con NO regenerando el
NO2, como muestra la reacción 3.13:

NO2 + h NO + O (reacción 3.11)

O + O2 O3 (reacción 3.12)

O3 + NO NO2 + O2 (reacción 3.13)

 Reacciones con radicales y formación de ácidos (con luz diurna para producir
dichos radicales). Estas reacciones (véase recuadro siguiente) se pueden dar
con radicales hidroxilo (HO·) o hidroperoxilo (HO2·). Este último se puede
formar cuando existe contaminación de CO, y más concretamente según la
reacción 3.14 en la que interviene el radical hidruro producido según la reacción
3.8:

H· + O2 HO2· (reacción 3.14)

Algunas reacciones de los óxidos de nitrógeno con radicales:

HO· + NO HNO2
HO· + NO2 HNO3
HO2· + NO HO· + NO2
HO2· + NO2 O2 + HNO2
HNO2 + h NO + HO·

 Reacciones con O3. Estas reacciones ocurren durante la noche, al no requerir


radiación solar. Como ejemplo están las dos reacciones siguientes:

O3 + NO2 NO3 + O2 (reacción 3.15)

NO3 + NO2 N2O5 (reacción 3.16)

El resultado final de las oxidaciones es la formación de ácido nítrico, según se resume


en las reacciones 3.17 a 3.19, que tras unirse con gotas de neblina contribuye a la
formación de lluvia ácida (véase el tema 1):

NO3 + RH HNO3 + R· (reacción 3.17)

NO3 + H2O HNO3 + HO· (reacción 3.18)

N2O5 + H2O 2HNO3 (reacción 3.19)

37
Los óxidos de nitrógeno, además de contribuir a la lluvia ácida y a la neblina de las
ciudades (smog fotoquímico seco), a partir de ciertas concentraciones producen efectos
directos, como irritaciones oculares y respiratorias. Por ejemplo, a partir de 13 ppm de
NO2 se producen irritaciones oculares y nasales, y a una concentración de 100 ppm es
letal para los animales. Al igual que en el caso del CO, el suelo puede actuar como
sumidero para los óxidos de nitrógeno.

Respecto a los óxidos de azufre (SO2 y SO3), el mayoritario es el SO2 (>98%),


encontrándose el SO3 fundamentalmente como ácido sulfúrico en las gotas de agua.
Las emisiones antropogénicas de óxidos de azufre están asociadas a la combustión de
carburantes (carbón y derivados del petróleo) que contienen azufre. En general, se trata
de fuentes estacionarias: plantas termoeléctricas de producción de energía, procesos
industriales que utilizan combustiones y calderas domésticas de calefacción. La acción
principal de estos gases emitidos a la atmósfera se traduce en la formación de ácidos
fuertes, que pasan a formar parte de la niebla (smog húmedo) y caen en forma de gotas
al suelo formando parte de la lluvia ácida. Dichos ácidos son fundamentalmente el ácido
sulfuroso, H2SO3, que se forma por reacción directa del SO2 con agua molecular, y el
ácido sulfúrico, H2SO4. En la formación de este último ocurren procesos de oxidación
del SO2, que a veces son catalizados en las superficies de las partículas sólidas en
suspensión. En estos procesos de oxidación intervienen el ozono o productos derivados
de este, y también radicales libres. Como efecto evidente de estos contaminantes
ácidos, en las ciudades se observan los deterioros sufridos por los materiales de los
monumentos.

Los hidrocarburos y los compuestos orgánicos volátiles constituyen otro grupo muy
amplio de contaminantes primarios de la atmósfera en cuanto a la variedad de
composiciones. Su origen, en algunos casos, como el del metano, está fuertemente
ligado a las actividades agrícolas (arrozales) y ganaderas (grandes herbívoros) en las
que se producen descomposiciones anaerobias de materia orgánica. En otros casos
provienen del transporte (combustibles no totalmente quemados en los motores) o de
actividades industriales (como es el caso de los disolventes). La evolución en la
atmósfera de estos compuestos está ligada a procesos de oxidación y a la acción de
radicales reactivos, por ejemplo, hidroxilos. Así, la mayor parte del metano reacciona en
la troposfera según la reacción 3.20. Esta misma reacción tiene lugar en la estratosfera,
donde se estima que en torno al 10% del metano sufre este proceso. En subsiguientes
reacciones el metano conduce a la formación de CO y formaldehído (HCOH).

CH4 + HO· CH3· + H2O (reacción 3.20)

La evolución de los hidrocarburos no quemados en la atmósfera resulta particularmente


interesante, ya que debido a su origen (vehículos de transporte), común con casi todos
los gases contaminantes recogidos en esta sección (CO, NOx, etc.,) aparecen
conjuntamente. Una vez en la atmósfera los hidrocarburos experimentan reacciones con
especies radicalarias (átomos de oxígeno o hidroxilos) y con los contaminantes
secundarios, que también son del tipo radical libre. Asumiendo una fórmula general RH
para estos hidrocarburos, las reacciones que se producen son las esquematizadas en
3.21 y 3.22:

38
RH + O· RO· (reacción 3.21)

RH + HO· R· + H2O (reacción 3.22)

Es de resaltar que estos radicales juegan un papel clave en la evolución del conjunto de
contaminantes atmosféricos, tal y como se esquematiza en la figura 3.4, para el caso de
la contaminación por automóviles en una ciudad durante el ciclo de un día. En estas
transformaciones juegan un papel muy importante las reacciones fotoasistidas y con
especies radicales (véase el recuadro siguiente). Este tipo de acción de los gases
contaminantes se ha estudiado con cierto detalle en el apartado 2.6 del tema 2.

Algunas reacciones entre radicales producidos por el transporte en las ciudades,


que justifican las variaciones representadas en la Figura 3.4:

RO· + O2 RO3·
RO3· + RH RCHO
RO3· + NO RO2 + NO2
RO3· + O2 RO2 + O3

R· + O2 RO2·
RO2· + NO RO· + NO2
RO· + O2 RCHO + HO2·
HO2· + NO NO2 + HO·

Figura 3.4 Evolución típica de los gases contaminantes originados por el transporte
urbano durante un día.

El último tipo de contaminantes atmosféricos primarios que se presenta es el grupo de


las partículas sólidas en suspensión. Se trata de partículas sólidas, a veces fibrosas,
de muy diferente naturaleza química (metales, óxidos y sales inorgánicas, sílice y

39
carbonatos, aerosoles, etc.), que se originan en la disgregación de materiales para su
uso en construcción, en la fabricación de cementos, como humos de las industrias, etc.

El primer factor que considerar en este tipo de contaminación por sólidos es el tamaño
de grano. Se sabe que las partículas cuyo tamaño está comprendido entre 0,1 y 20 m
de diámetro, tienden a continuar suspendidas en los gases y son arrastradas por el
viento. Sin embargo, si tienen tamaños mayores de 20 m, las velocidades de
sedimentación son considerables, por lo que permanecen en el aire sólo durante
períodos cortos de tiempo. En general, el transporte atmosférico de partículas supone
una de las mayores fuentes de dispersión de los contaminantes, con el agravante de
que estas partículas además suelen llevar adsorbidas especies químicas orgánicas.

La toxicidad para el hombre de las partículas sólidas se centra en el sistema respiratorio.


Cuando el tamaño de las partículas o granos del polvo es suficientemente pequeño,
pueden penetrar fácilmente hasta los pulmones. La toxicidad depende de la naturaleza
química de las partículas. Algunas contienen elementos o compuestos claramente muy
tóxicos, por ejemplo, compuestos aromáticos cancerígenos. En cuanto a los factores
asociados con la forma y dimensiones, se ha de destacar que son las de tamaño
intermedio, por ejemplo, del orden de 1 m, las más peligrosas, ya que las que tienen
dimensiones moleculares pueden ser reabsorbidas por el organismo, mientras que las
mayores son atrapadas en las fosas nasales y no llegan al sistema respiratorio. Para el
control de este tipo de contaminantes, así como para evitar su presencia en la atmósfera,
se pueden utilizar diversas técnicas físicas, como cámaras de sedimentación por
gravedad, separadores ciclónicos, colectores húmedos, filtros o precipitadores
electrostáticos.

3.9 Dispersión de los contaminantes en la atmósfera

Una vez que los compuestos contaminantes se encuentran en la atmósfera se produce


su dispersión, la cual tiene un efecto decisivo sobre los grados de contaminación
alcanzados. Los tres factores naturales que más afectan a la dispersión de los
contaminantes son el viento, los gradientes de temperatura y los factores topográficos.
También hay que tener en cuenta el tipo y localización del foco emisor. Por ejemplo, en
una ciudad, las emisiones de los vehículos de transporte son puntuales, dispersas en
distintas localizaciones y originadas a poca altura sobre el suelo. Sin embargo, en una
central térmica el foco emisor está a elevada altura (salida de las chimeneas) y es único.
Otros factores geográficos (montañas, valles, etc.) y climáticos (radiación solar,
temperaturas, humedad, etc.) también afectan a la dispersión de los contaminantes.

En cuanto a la acción del viento se ha de precisar que su dirección y velocidad varían


con la altura sobre el nivel del suelo. Son difícilmente predecibles, aunque los
meteorólogos construyen unos diagramas en los que se recoge la distribución de
densidad de frecuencia del viento por unidad de área. Se trata de las representaciones
que se conocen como “rosa de los vientos”.

Una de las características más importante de la atmósfera desde el punto de vista


termodinámico son las variaciones de temperatura que se producen al ascender en la

40
atmósfera. Así, la temperatura disminuye en valor medio unos 0,7 grados por cada 100
metros de ascenso. En estas variaciones verticales de temperatura influyen
significativamente conceptos meteorológicos como estabilidad o inestabilidad
atmosférica, inversiones térmicas, inversión por radiación (inversión nocturna), etc., lo
que hace que los modelos de evolución de la dispersión de contaminantes debidos a
estos gradientes de temperatura sean bastante complejos.

Dentro de los factores topográficos se pueden distinguir:

 Los efectos del mar: se asocian a la diferente capacidad calorífica de la tierra y


del agua, que da lugar a un calentamiento distinto de la una y de la otra, lo que
implica que haya vientos constantes en uno u otro sentido (brisas marinas).

 La influencia de las montañas: es similar a la de las costas, en el sentido de


que en las horas centrales del día las partes altas de las montañas adquieren
temperaturas más elevadas que el aire del mismo nivel, lo que ocasiona que el
aire en contacto con la montaña se caliente y ascienda, dando lugar a una brisa
que sopla desde el valle hacia la montaña. Durante la noche, al enfriarse antes
la montaña, se origina una brisa en sentido inverso.

 Los efectos urbanos: entre ellos, se pueden señalar aquellos que actúan como
focos de calentamiento puntuales, como calefacciones y vehículos, que
aumentan la temperatura en ciertos lugares concretos; los obstáculos, que
pueden actuar de barrera para los vientos o inducir a turbulencias, y los
absorbedores de radiación y fuentes de calor, como las calles asfaltadas.

3.10 Disminución en el espesor de la capa de ozono

La radiación electromagnética proveniente del sol que incide en las capas altas de la
atmósfera contiene gran proporción de luz ultravioleta. Esta región del espectro
electromagnético se puede subdividir en tres partes, según su energía o longitud de
onda, magnitudes relacionadas por la ecuación:

E = Nh = Nhc/

donde N es el número de Avogadro, h la constante de Plack, es la frecuencia de la


radiación en ciclos por segundo, c la velocidad de la luz en el vacío y la longitud de
onda en metros.

Así, las divisiones de la región ultravioleta son:

 De baja energía, UV-A, ( = 320-400 nm): es la que transporta menos energía.

 De energía media, UV-B, ( = 290-320 nm). Esta radiación es absorbida muy


eficazmente por las moléculas de ozono situadas en las capas altas de la
atmósfera, aunque algunos rayos de este tipo alcanzan también la superficie
de la Tierra. Es un tipo de radiación dañina, especialmente para el ADN.

41
 De alta energía, UV-C, ( < 290 nm). Esta radiación es extremadamente
peligrosa, pero afortunadamente es absorbida completamente por el oxígeno y
por el ozono. Además, los enlaces covalentes de las moléculas de oxígeno
pueden romperse por la acción de esta radiación, generándose átomos de
oxígeno libres. Así, a altitudes superiores a los 400 Km, la mayor parte del
oxígeno se encuentra en estado atómico. A altitudes menores, cuando aumenta
la cantidad de moléculas de oxígeno y de nitrógeno presentes, se forma el
ozono (O3), de acuerdo con la reacción 3.12.

O + O2 O3 (reacción 3.12)

Un aspecto interesante es la gran cantidad de energía que se libera en la reacción de


formación del ozono, cuya entalpía es mayor de 100 kJ/mol. Esta energía liberada es
disipada, principalmente, por las moléculas de nitrógeno, que existen en esta zona de
la estratosfera, evitándose así la descomposición térmica inmediata del ozono
producido.

En cuanto a las propiedades físicas del ozono, cabe destacar que es un gas a
temperatura ambiente, con punto de fusión de 80 K y de ebullición de 161 K. Es de color
azul claro, y en estado líquido vira a azul oscuro. Tiene un olor característico muy
penetrante (picante), que permite detectarlo en cantidades traza por el olfato. Por
ejemplo, en zonas cerradas con máquinas eléctricas, o donde se producen descargas
eléctricas, se aprecia dicho olor, ya que en estas situaciones se forma ozono. De hecho,
el nombre ozono deriva de la palabra griega que significa oler.

La reacción de descomposición del ozono (O3  O + O2), así como su reacción con un
átomo libre de oxígeno (O + O3  2O2), tienen sus equilibrios desplazados hacia la
izquierda, es decir, hacia altas concentraciones de ozono. Sin embargo, la radiación
ultravioleta que llega a la atmósfera, y en particular la de más alta energía ( entre 200
y 300 nm), es capaz de destruir el ozono por desplazamiento del equilibrio de cualquiera
de estas dos reacciones que se acaban de citar.

También en la estratosfera se producen otras reacciones donde se consume el ozono,


siguiendo una secuencia como la descrita en las reacciones 3.23 y 3.24:

O3 + X  O2 + XO (reacción 3.23)

XO + O  O2 + X (reacción 3.24)

Donde X = óxido nítrico (NO), radicales hidroxilo (HO·) e iones de los halógenos (Cl-,
Br-). Estos últimos son mucho más efectivos para destruir las moléculas de ozono,
habiéndose estimado que un solo átomo de cloro puede destruir 100.000 moléculas de
ozono.

La concentración de ozono en la atmósfera varía con la altitud, alcanzando un máximo


de alrededor de diez partes por millón (10 ppm) en la parte baja de la estratosfera, cerca
de la región de transición entre la troposfera y la estratosfera (entre los 20 y 30 Km de
altura). Esta es la zona denominada como capa de ozono.

42
La mayor parte del ozono se forma en las regiones ecuatoriales, donde la incidencia de
la radiación ultravioleta de mayor energía es más elevada. Una vez formado el ozono
se mueve hacia los polos y hacia menores altitudes. En general, existe mayor
concentración de ozono en los polos, ya que su eliminación es menor, al incidir menos
radiación de energía intermedia que en las regiones ecuatoriales. Por otra parte, la
absorción de radiación en la estratosfera hace que su temperatura sea mayor que la de
las capas altas de la troposfera. Esta inversión térmica provoca estabilidad en los
movimientos del aire, lo que condiciona y controla el tiempo atmosférico.

Una variación en la cantidad de ozono en la estratosfera puede cambiar sus


propiedades de absorción de energía, y esto podría tener un impacto sobre el clima
en la superficie terrestre.

Debido a que la concentración de ozono en la estratosfera experimenta variaciones


periódicas, estacionales y a lo largo de los años, son difíciles de identificar los cambios
de concentración atribuibles a efectos antropogénicos. El término “agujero de ozono”,
que por otra parte es inexacto, ya que nunca se ha reducido la concentración de ozono
a menos del 50%, es una muestra de dichas variaciones de concentración.

La unidad de medida de la concentración de ozono en la atmósfera es el Dobson (DU),


que es la cantidad de dicho gas, en condiciones normales de presión y temperatura,
contenida en una columna de 1 cm2 de base. Si todo el ozono de esa columna de aire
se comprimiese sobre la superficie de la Tierra, se tendría una capa de ozono puro de
0.01 mm de espesor. Es decir, 100 DU formarían una capa de 1 mm de espesor. Una
unidad Dobson también equivale a 2,69 · 1016 moléculas de ozono por cm2.

En las zonas tropicales los niveles de ozono típicos se mantienen entre 250 y 300 DU a
lo largo todo el año. En las regiones templadas se suelen dar grandes variaciones de
nivel en las distintas estaciones, con oscilaciones que van desde niveles de 475 DU a
menos de 300 DU. En la zona de la Antártica, en primavera, se han llegado a medir
valores muy bajos, incluso inferiores a 100 DU. En la figura 3.5 se puede observar la
variación de las concentraciones de ozono mínimas en la zona antártica, medida a lo
largo de más de 30 años.

Se comprueba que, dentro de una dispersión de valores, se tiene una pronunciada


tendencia a la baja durante la década de los ochenta, que llega a un valor mínimo en
1994. Posteriormente los valores experimentan un ligero repunte y se estabilizan.

La explicación de los valores presentados en la figura 3.5 es muy compleja, ya que


incluye aspectos climáticos, además de las reacciones químicas que tienen lugar. Lo
que es significativo dentro de estas últimas es el aumento en la cantidad de especies
reactivas de tipo radicales de cloro. Estas especies han llegado a la estratosfera como
consecuencia del uso de compuestos de cloro muy estables en refrigerantes,
disolventes aerosoles, etc. En particular los halones y los clorofluocarbonos (CFCs),
como el CCl3F (de nombre comercial CFC-11) o el CCl2F2 (CFC-12), se desarrollaron y
aplicaron en la industria, y en usos domésticos, por ser inertes y no tóxicos.

43
Figura 3.5 Medidas mínimas de las concentraciones de ozono en el hemisferio sur, en
unidades Dobson 3.

El problema asociado a la aplicación intensiva de los clorofluocarbonos es que la


radiación ultravioleta, concretamente la UV-C, que reciben cuando son transportados a
la estratosfera, es muy eficaz para su descomposición generando átomos de cloro libres,
según la reacción 3.25. Además, estas especies de cloro son muy eficaces para
descomponer el ozono según la reacciones 3.26 y 3.27.

CClF2 + UV-C  Cl· (reacción 3.25)

Cl· + O3  O2 + ClO· (reacción 3.26)

ClO· + O  O2 + Cl· (reacción 3.27)

Se puede ver que la reacción 3.27 regenera los radicales Cl· y además consume átomos
libres de oxígeno que podrían generar O3. Como dato, hay que indicar que la
concentración de cloro natural en la atmósfera pasó de 0,6 partes por billón (ppb) hasta
valores de 3,5 ppb en 1992. Estos valores se han estabilizado y tienden a disminuir
después de la retirada de los CFCs del uso en los países más industrializados.

La acción de los radicales de cloro es catalítica, ya que las variaciones de concentración


de estos compuestos no explicarían el descenso de concentración del O3, en particular

3
https://ozonewatch.gsfc.nasa.gov/statistics/. Consultada el 30 de septiembre de 2022

44
en las últimas décadas del siglo pasado. Por tanto, parecen iniciar una serie de
reacciones en cadena en la atmósfera, y en particular en las nubes, a muy baja
temperatura (del orden de 190 K), que se forman en los polos (nubes polares), que
conducen a radicales altamente reactivos. En estas nubes se forman partículas sólidas,
como ácido nítrico hidratado y hielo, en cuya superficie se adsorben moléculas como
HNO3, ClONO2 y HCl, ocurriendo las reacciones 3.28 y 3.29, que serían muy lentas en
fase gaseosa, originándose así especies muy reactivas.

HCl + ClONO2  Cl2 + HNO3 (reacción 3.28)

H2O + ClONO2  HOCl + HNO3 (reacción 3.29)

De esta forma se explica además que, cuando desaparecen estas partículas por el
aumento de la temperatura, por ejemplo, en primavera, se dejan de producir estos
compuestos, y se observa un consiguiente aumento de la concentración de ozono. A
ello habría que añadir que el aumento de la radiación ultravioleta que en esta época
soleada es mayor, da lugar a mayor formación de radicales Cl· y HO·, que reaccionan
con el O3 dando ClO·. De ahí que la disminución de la concentración de O3 coincida con
un aumento de la de ClO·, como realmente se detecta en el seguimiento analítico de los
componentes atmosféricos en esta región.

Existen otras reacciones que también intervienen en el ciclo de producción-consumo del


O3. Por ejemplo, el SO2 emitido por la erupción del volcán Pinatubo en 1991, pudo
generar aerosoles conteniendo ácido sulfúrico, que se concentraron en la superficie de
las partículas sólidas (las mismas en las que producen las reacciones 3.28 y 3.29), y de
esta forma contribuyeron a los valores mínimos registrados en los niveles de O3
detectados en los años inmediatamente posteriores (mínimo en 1994 en la figura 3.5).

45
Lecturas recomendadas

 Clasificación y Naturaleza Química de los contaminantes, 2ª Ed., Ed. UNED, A.


Guerrero-Ruiz, 2010

 Contaminación Ambiental. Una visión desde la Química, Ed. Thomson, C.


Orozco Barrenetxea, A. Pérez Serrano, M. N. González Delgado, F. J. Rodríguez
Vidal, J. M. Alfayate Blanco, 2003.

 Química Ambiental de los Sistemas Terrestres, Ed. Reverté S.A., X. Domènech,


J.M. Andujar Peral, 2006.

 Química Medioambiental, Ed. Pearson, Prentice, Hall, T.G. Spiro y W.M.


Stigliani, 2003.

46
Ejercicios de autoevaluación

3.1 Citar tres ejemplos de bio-remediación o eliminación natural de contaminantes


descritos o introducidos en este tema.

3.2 A lo largo del tema se han indicado distintas reacciones en las que intervienen
radicales hidroxilo. Sin embargo, mientras que en el caso del CO la reacción 3.8 (HO· +
CO CO2 + H·) ocurre principalmente en la estratosfera, las reacciones con óxidos de
nitrógeno (recuadro del apartado 3.8) se producen en la troposfera. Explique a qué cree
puede deberse esta diferencia.

3.3 El agua destilada tiene pH 7,00 a 298 K. Sin embargo, en contacto con el aire, el
agua se acidifica gradualmente, debido a la disolución del CO2 atmosférico. En principio
se forma ácido carbónico según la reacción de equilibrio:

CO2(aq) + H2O ⇋ H2CO3(aq), K = 2,6 × 10-3

pero como su concentración es muy baja, suele escribirse la primera constante de


acidez de la siguiente manera:

CO2(aq) + H2O ⇋ H+ + HCO3-(aq), K’a1 = 4,4 × 10-7

Nótese que esta constante es el producto de la constante de equilibrio entre CO2 y


H2CO3 y la constante de acidez del ácido carbónico; por ello se designa como K’ en
lugar de K.

La segunda constante de acidez corresponde a:

HCO3-(aq) ⇋ H+ + CO32-(aq), Ka2 = 5,6 × 10-11

Considerando todo lo anterior, calcule:

a) La solubilidad del CO2 en agua en equilibrio con aire.

b) El pH resultante.

Datos: PCO2 = 3.7 × 10-4 atm (aire); KH = PCO2 / [CO2]aq = 29,82 atm·mol-1·l.

Nota: [CO2]total = [CO2]aq + [H2CO3] + [HCO3-] + [CO3 2-]4(P2O7)3

3.4 El problema de la disminución de la capa de ozono en la estratosfera durante los


inviernos polares puede explicarse, químicamente, en base a que en las nubes, en las
que existe ácido nítrico (HNO3·3H2O) sobre los cristales de hielo a unos -70 ºC, se
produce una reacción que genera cloro:

HCl + ClONO2 Cl2 +HNO3.

Este último queda retenido en la partícula sólida de hielo. Tanto el HCl como los óxidos
de nitrógeno son reservas para generar radicales. El cloro liberado pasa a la
estratosfera, donde se descompone con la radiación solar formando radicales Cl·. A
continuación, se producen tres reacciones que destruyen el ozono:

47
O3 + Cl· O2 + ClO

O3 + h (<1140nm) O2 +O·

ClO + O· Cl· +O2

Indicar alguna evidencia de que el proceso global es catalítico.

3.5 Considérese que una cierta atmósfera tiene una concentración de 200 ppm de CO2.
Expresar este valor de concentración en mg CO2/Nm3 (Nm3 significa metros cúbicos en
condiciones normales de presión y temperatura, es decir, a 1 atmósfera y 273 K).

3.6 Imagínese un motor de combustión en el que se miden las concentraciones de


óxidos de nitrógeno. Dichas mediciones se realizan justo a la salida del motor (alta
temperatura) y a la salida al exterior del tubo de escape. Indique si cree usted que
cambiará la relación NO/NO2 en las dos mediciones y justifique la respuesta.

48
! !

Tema 3. Respuestas a los ejercicios de autoevaluación


R 3.1

El CO puede ser absorbido en los suelos (entre 10 y 100 mg CO/m2ꞏh) o en las plantas
(en torno a los 7 mg CO/m2ꞏh). En el primer caso, ciertos hongos existentes en el suelo
actúan reteniéndolo. El mismo efecto sumidero se aplica a los óxidos de nitrógeno.

En los derrames de petróleo en los mares, se pueden desarrollar ciertos


microorganismos para la degradación biológica acelerada del vertido, es decir, bacterias
especializadas en alimentarse de dicho petróleo.

En los suelos contaminados con metales pesados son posibles diversos procesos en
los que las plantas o los vegetales los absorben; este mecanismo supone un secuestro
natural de los contaminantes.

R 3.2

La diferencia se puede atribuir a la necesidad de los productores de radicales hidroxilo


(HO ). Estos se forman por reacción de átomos de oxígeno con moléculas de agua:

O + H2O  2HO

La reacción de formación de los átomos de oxígeno a partir de moléculas de O2 se


realiza por la acción de la radiación ultravioleta, que está muy disminuida en la troposfera
con respecto a la estratosfera, debido, por ejemplo, a la acción protectora de la capa de
ozono. Esto implica una menor existencia de radicales hidroxilo en la troposfera,
existiendo pues más hidroxilos en la estratosfera capaces de reaccionar con el CO.

Sin embargo, en el caso de los óxidos de nitrógeno, una vez iniciada la serie de
reacciones radicalarias dadas en el apartado 3.9, se produce la reacción:

HNO2 + h  NO + HO

en la que se generan más radicales hidroxilo, y este último mecanismo se produce en


la troposfera.

R 3.3

a) La solubilidad del CO2 en agua total es, de acuerdo con el enunciado:

[CO2] total = [CO2]aq + [H2CO3] + [HCO3-] + [CO3 2-]

El valor de [CO2] aq se calcula a partir del dato, PCO2 = 3.7 × 10-4 atm, sustituyéndolo
en la ecuación: KH = PCO2 / [CO2]aq = 29,82 atmꞏmol-1 l:

3,7 × 10-4 atm / [CO2]aq = 29,82 atmꞏmol-1 l

Con lo que resulta:

1
! !

[CO2]aq = 1,24 × 10-5 mol/l (estas serán siempre las unidades de concentración:
moles de CO2 por litro de agua)

Respecto a [H2CO3] se tiene que:

K = [H2CO3] / [CO2]aq = 2,6 × 10-3

Por tanto, [H2CO3] = 2,6 × 10-3 × 1,24 × 10-5 = 3,22 × 10-8 mol/l

Para el cálculo de la [HCO3-] se usa la reacción:

CO2(aq) + H2O ⇋ H+ + HCO3-(aq)

donde K’a1 = 4,4 × 10-7 = [HCO3-]2 / (1,24 × 10-5 - [HCO3-])

Resolviendo la ecuación de segundo grado se obtiene:

[HCO3-] = 2,13 × 10-6 mol/l

En esta concentración no se ha tenido en cuenta la que se pierde en el equilibrio:


HCO3-(aq) ⇋ H+ + CO32-(aq).

La determinación de [CO3 2-] se realiza a partir de:

HCO3-(aq) ⇋ H+ + CO32-(aq)

donde Ka2 = 5,6 × 10-11 = [CO3 2-]2 / (2,13 × 10-6 - [CO3 2-]).

Resolviendo esta nueva ecuación de segundo grado se tiene:

[CO3 2-] = 1,09 × 10-8 mol/l

Realmente la concentración [HCO3-] más real será :

[HCO3-] = 2,13 × 10-6 – 1,09 × 10-8 = 2,12 × 10-6 mol/l

Y ya sólo queda sumar todos los componentes:

[CO2] total = [CO2]aq + [H2CO3] + [HCO3-] + [CO3 2-]

[CO2]total = 1,24 × 10-5 + 3,22 × 10-8 + 2,12 × 10-6 + 1,09 × 10-8 = 1,46 × 10-5

Nótese que las dos concentraciones que más contribuyen al total son [CO2]aq y
[HCO3-].

b) Existen dos concentraciones de H+ que contribuyen al pH, que son:

[H+] = [HCO3-] y [H+] =[CO32-]

De modo que si sumamos [HCO3-] = 2,13 × 10-6 mol/l, que se obtiene del equilibrio:

2
! !

CO2(aq) + H2O ⇋ H+ + HCO3-(aq)

y [CO3 2-] = 1,09 × 10-8 mol/l, que se deduce del equilibrio:

HCO3-(aq) ⇋ H+ + CO32-(aq)

se tiene una [H+] = 2,14 × 10-6 mol/l.

Luego el pH = -log [H+] = 5,67

R 3.4

Simplemente, sumando las tres reacciones citadas en el enunciado, se llega a una


reacción global en la que no intervienen los radicales Cl , y en la que se descompone el
O3. Recuerde que el catalizador no se consume (o se regenera) durante la reacción.

O3 + Cl  O2 + ClO

O3 + h (<1140nm) O2 +O

ClO + O  Cl +O2

La reacción neta es: 2O3  3O2

(Nótese que la concentración de radicales Clꞏ permanece inalterada, es decir, se forman


y se descomponen cíclicamente).

R 3.5

200 ppm de CO2 en condiciones normales significa que hay 200 cm3 de CO2 por cada
m3 de aire (200cm3/m3). Aplicando la ecuación de estado de los gases ideales, se puede
obtener la masa de CO2 correspondiente.

Dado que PV = nRT (R= 0,082 atmꞏl/Kꞏmol),

conociendo que la masa molecular del CO2 es 44,01 g/mol, y como se refiere a
condiciones normales de presión y temperatura (P=1atm, T=273 K) se tiene:

1 x 200ꞏ10-3 = m CO2/44,01 x 0,082 x 273

Nótese que el volumen se ha expresado en litros y la masa en gramos, como


consecuencia de las unidades de la constante R. Con lo que resulta:

M CO2 = 0,393 g = 393 mg de CO2

Por tanto: 200 ppm de CO2 = 0,393 g CO2/m3 aire.

R 3.6

Como se ha indicado en el texto, en el motor de combustión, la formación de NO se


realiza por reacción directa del nitrógeno con el oxígeno a elevadas temperaturas (N2 +
O2  2NO). Por tanto, a la salida del motor sólo se formará NO. Además, la reacción de

3
! !

descomposición del NO2 que pudiese formarse (NO2 ½ N2 + O2) estaría favorecida a
altas temperaturas

Sin embargo, a la salida del tubo de escape (que se encuentra a menor temperatura) la
reacción que predominaría seria:

2NO + O2  2NO2

Por lo que en este segundo punto de análisis se detectaría tanto NO como NO2. Además,
la proporción entre ambos será función de la temperatura existente en ese punto de
salida (asumiendo que hay oxígeno suficiente).

4
Tema 4. Agentes contaminantes con efectos debidos a su alta
concentración. Caso de análisis global: efecto invernadero y su
control

Guion-esquema

4.1 Agentes contaminantes producidos en alta concentración

4.2 El efecto invernadero

4.3 Gases que producen efecto invernadero

4.4 Consecuencias del cambio climático global. Proyección futura

4.4.1 Efectos producidos en el clima


4.4.2 Cambios futuros proyectados en el clima

4.5 Estrategias de control del cambio climático

4.5.1 Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero


4.5.2 Mejora de la eficiencia energética
4.5.3 Mayor participación de las energías renovables
4.5.4 Aumento del uso de biocarburantes en el transporte

4.6 Acuerdos internacionales para el control del cambio climático

4.6.1 Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático


4.6.2 El Protocolo de Kyoto
4.6.3 Actuaciones a nivel de la Unión Europea
4.6.4 Actuaciones a nivel de España

Introducción

En este tema se estudian los agentes contaminantes atmosféricos producidos en alta


concentración, dejando para el tema siguiente los agentes contaminantes minoritarios.
Como consecuencia de la producción mayoritaria de algunos de estos agentes conta-
minantes, fundamentalmente gases como el dióxido de carbono y el metano, se pro-
duce el llamado efecto invernadero, que ya se introdujo en el tema 1, pero que se revi-
sa más a fondo en este tema. Tras estudiar las alteraciones climáticas que se produ-
cen a nivel global como consecuencia del efecto invernadero, y las proyecciones futu-
ras, se definen las principales estrategias de control y medidas adoptadas para conse-
guir paliar el cambio climático. El tema finaliza con la presentación de una serie de
acuerdos internacionales y planes de acción de política energética establecidos para
controlar el cambio climático.

1
Objetivos

 Conocer cuáles son los agentes contaminantes que se producen en alta con-
centración.

 Definir el efecto invernadero y saber cuáles son los gases que lo producen.

 Exponer las principales alteraciones climáticas que se producen como conse-


cuencia del efecto invernadero.

 Conocer ejemplos de las estrategias de control del cambio climático.

 Tener una idea de las políticas y acuerdos internacionales adoptados para lu-
char contra el cambio climático.

2
4.1 Agentes contaminantes producidos en alta concentración

Las sustancias básicas que ocasionan más del 90% de la contaminación atmosférica
se pueden recoger principalmente en cinco grupos: partículas en suspensión, óxidos
de nitrógeno, óxidos de azufre y sulfatos, óxidos de carbono e hidrocarburos. Como ya
se estudiaron en el tema 3, se presentan aquí brevemente, a modo de repaso, algunas
características de ellos.

Las partículas en suspensión son los contaminantes más visibles. La mayor parte de
las partículas sólidas proceden de cenizas de origen volcánico, incendios naturales,
polvo en suspensión y determinadas fuentes antropogénicas.

Cada partícula es diferente en forma, tamaño y composición, dependiendo de su histo-


ria particular de formación, es decir, de su origen, crecimiento e interacción. El proceso
de generación de partículas y su posterior eliminación es continuo y depende de la
fuente contaminante de que proceda, ya sea natural o antropogénica, interviniendo de
manera importante la meteorología y la topografía de la zona en estudio.

En una atmósfera urbana pueden identificarse partículas de diferentes características.


Puede existir polvo en suspensión, debido a la desintegración mecánica, con tamaño
entre 0,1 y 0,5 micras; humos que se forman por la condensación de vapores sobresa-
turados, por sublimación o bien producidos en las reacciones químicas, con un tamaño
aproximado de 1 micra; y brumas, formadas por la suspensión de microgotas proce-
dentes de la condensación de gases o vapores sobre núcleos adecuados, que tienen
un tamaño de unas 10 micras.

Al conjunto de partículas que pueden encontrarse en la atmósfera se conoce con el


nombre de aerosol. En gran proporción quedan confinadas en la troposfera, donde son
lavadas y arrastradas por la lluvia, aunque cada vez es más evidente su traslado hacia
otras regiones lejanas al punto de origen. Aparentemente las partículas más finas y los
sulfatos son las más perjudiciales, siendo los posibles mecanismos de formación de
estos últimos los siguientes:

 Fotooxidación de SO2 en presencia de hidrocarburos insaturados y NO2.

 Oxidación de SO2 en presencia de gotas de agua catalizada por iones metáli-


cos.

 Oxidación catalítica de SO2 adsorbido sobre partículas sólidas.

Además, pueden encontrarse en el aerosol metales contaminantes, como el plomo,


que se produce por los aditivos añadidos a las gasolinas que utilizan los motores de
los automóviles; y otros como cromo, cadmio, hierro, zinc, etc. También han sido de-
tectados diferentes aniones, como cloruros, bromuros, nitratos, etc.

En la naturaleza se detectan básicamente tres óxidos de nitrógeno: óxido nitroso


(N2O), óxido de nitrógeno u óxido nítrico (NO) y dióxido de nitrógeno (NO2). Las canti-
dades relativas de NO y NO2 varían con la temperatura y proporción de nitrógeno y
oxígeno. Aunque se forma más cantidad de NO, principalmente por acción biológica y

3
en los procesos de combustión, gran parte de él se transforma en NO2 por medio de
un conjunto de reacciones fotoquímicas, que ya se vieron en el tema tres, por lo que
no se insistirá más en ellas. Sólo recordar que el NO2 es el más nocivo, ya que produ-
ce irritaciones en el aparato respiratorio, y en los vegetales provoca caída de las hojas,
necrosis y reducción de la fotosíntesis.

En cuanto a los óxidos de azufre y sulfatos, los más importantes contaminantes del
aire son el dióxido de azufre, SO2 y el trióxido de azufre, SO3. Aproximadamente la
mitad del SO2 procede de emisiones antropogénicas originadas en la combustión del
carbón y del petróleo (especialmente de las calderas de calefacción y de las instala-
ciones industriales) y de incendios forestales. La otra mitad está originada por fuentes
naturales. La concentración de SO2 afecta a los ojos y a las mucosas respiratorias. Es
dañino para muchas plantas, reduciendo su crecimiento, originando necrosis y pérdida
de color de las hojas. Es muy agresivo sobre los materiales de construcción y además,
acelera la corrosión del acero galvanizado y de metales como el hierro. El SO3 se emi-
te conjuntamente con el SO2 en una proporción del 1 al 5%, pero se combina rápida-
mente con el vapor de agua para formar ácido sulfúrico.

Entre los óxidos de carbono cabe destacar el monóxido de carbono, CO, cuyo efecto
perjudicial radica en el bloqueo de la capacidad de la hemoglobina para transportar el
oxígeno, y el dióxido de carbono, CO2, que causa el llamado efecto invernadero. Una
de las principales fuentes de emisión del primero son los automóviles, aunque se pro-
duce también en la combustión incompleta del carbón y de sus derivados. También se
produce en menor cantidad en la naturaleza, fundamentalmente por la actividad de las
algas. El dióxido de carbono se produce de modo natural en la respiración y de modo
antropogénico en la combustión de productos fósiles, como el carbón y petróleo.

Los hidrocarburos son muy abundantes en las ciudades, aunque la mayor parte de
ellos son de origen natural. El más abundante es el metano, uno de los principales
causantes del efecto invernadero. En general, los hidrocarburos presentan baja toxici-
dad; sin embargo, su principal problema radica en la reactividad fotoquímica que tie-
nen en presencia de la luz solar para formar compuestos oxidados (ver tema 3).

4.2 El efecto invernadero

El concepto de efecto invernadero se introdujo en el tema 1, pero se amplía a conti-


nuación, antes de estudiar los gases que lo producen.

El Sol emite energía en forma de radiación de onda corta, principalmente en la banda


del ultravioleta, visible y el infrarrojo cercano, con longitudes de onda entre 0,2 y 3,0
micrómetros (200 nm a 3.000 nm). De esta radiación solar que incide en la Tierra, el
25% es absorbida por la atmósfera (casi toda la radiación ultravioleta y gran parte de
la infrarroja) y el 45% por la superficie del mar. El 30% restante es reflejado por las
nubes, los océanos, la superficie terrestre y las distintas capas de la atmósfera. De
esta radiación que se refleja, la atmósfera es casi transparente a la de onda corta, ul-
travioleta y visible, dejándola escapar; sin embargo, absorbe la mayor parte de la ra-
diación de onda más larga (IR) emitida por la superficie terrestre. Esto es debido a que
varios componentes atmosféricos como el vapor de agua, el dióxido de carbono y el

4
metano, tienen frecuencias moleculares vibratorias en el rango del Infrarrojo (véase los
espectros de absorción de estos gases en la figura 4.1), por lo que absorben parte de
esta radiación. Otros gases componentes de la atmósfera, como el oxígeno o el nitró-
geno, están formados por moléculas en las que los enlaces son demasiado fuertes
como para que sus niveles cuánticos vibracionales interaccionen con los fotones del
Infrarrojo, que no son lo suficientemente energéticos.

Figura 4.1. Espectro de absorción de radiación en la zona del infrarrojo por parte de
diversos gases presentes en la atmósfera.

La radiación infrarroja queda amortiguada por los gases que la absorben, en


un doble sentido, tanto evitando que llegue a la superficie terrestre, como
impidiendo su emisión cuando se refleja esta radiación hacia el espacio desde
la Tierra.

Como consecuencia de este fenómeno de absorción de la radiación reemitida se origi-


na un aumento y estabilización de las temperaturas en las capas más bajas de la at-
mósfera, lo que permite el desarrollo de la vida. Este fenómeno se denomina efecto
invernadero natural. Sin embargo, cuando aumenta en la atmósfera la concentración
de los gases que producen efecto invernadero, particularmente del CO2, como resulta-
do de las actividades antropogénicas, ocurre una magnificación del efecto invernadero.
Como consecuencia de ello, se atrapa más calor cerca de la superficie de la Tierra,
aumentando la temperatura de esta. También ocurre un aumento de la temperatura de
la superficie de los océanos, con lo que se produce más vapor de agua y se originan
cambios en las precipitaciones. Todas estas alteraciones climáticas conducen al lla-
mado cambio climático global.

En la figura 4.2 se representa un esquema de cómo se produce el efecto invernadero.

5
3 El vapor de agua, el metano y
el CO2 absorben la radiación
IR y la reenvían hacia la Tierra

1
La Tierra absorbe
los rayos solares
4
Se produce un aumento
de la temperatura

La Tierra envía un parte de la


energía solar hacia el exterior

Figura 4.2. Esquema de la producción del efecto invernadero.

El efecto invernadero fue descubierto por Joseph Fourier en 1824, aunque fue repor-
tado por primera vez de manera cuantitativa por Svante Arrhenius en 1896. Realmente
el término de efecto invernadero no es muy acertado, en el sentido de que no refleja el
comportamiento exacto de un invernadero. El vidrio de un invernadero es transparente
a la luz solar, pero opaco a la radiación terrestre, por lo que inhibe la pérdida de calor
por convección hacia el aire que lo rodea. De este modo confina el aire en su interior,
evitando que escape. Por el contrario, la atmósfera, aunque es transparente a la radia-
ción terrestre de onda corta, sin embargo absorbe la mayoría de la radiación de onda
larga. Por tanto, el fenómeno atmosférico se basa en un proceso distinto al de un in-
vernadero, pero el término se ha popularizado tanto que no se ha encontrado un tér-
mino más exacto para definirlo.

Los gases de efecto invernadero, principalmente vapor de agua, dióxido de car


bono y metano, calientan la atmósfera al realizar una eficiente absorción térmi
ca de la radiación infrarroja emitida por la superficie terrestre, la atmósfera y
las nubes. Como resultado de esta absorción, la atmósfera también irradia calor
en todas las direcciones, incluyendo hacia abajo, hacia la superficie terrestre.

Antes de continuar con la exposición del tema, es necesario definir una serie de térmi-
nos relativos al efecto invernadero y al cambio climático, que se recogen en la tabla
4.1.

6
Tabla 4.1 Definiciones de términos relacionados con el efecto invernadero y el
cambio climático.

Término Definición

Cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la acti-


vidad humana que altera la composición de la atmósfera
Cambio climático mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima
observada durante períodos de tiempo comparables.

Cambios en el medio ambiente físico o en la biota resultan-


tes del cambio climático que tienen efectos nocivos significa-
Efectos adversos del tivos en la composición, la capacidad de recuperación o la
cambio climático productividad de los ecosistemas naturales o sujetos a orde-
nación, o en el funcionamiento de los sistemas socioeconó-
micos, o en la salud y el bienestar humanos.

La totalidad de la atmósfera, la hidrosfera, la biosfera y la


Sistema climático geosfera, y sus interacciones.

Liberación de gases de efecto invernadero o sus precursores


Emisiones en la atmósfera en un área y un período de tiempo especifi-
cados.

Aquellos componentes gaseosos de la atmósfera, tanto na-


Gases de efecto turales como antropógenicos, que absorben y reemiten ra-
invernadero diación infrarroja.

Cualquier proceso o actividad que libera un gas de inverna-


Fuente dero, un aerosol o un precursor de un gas de invernadero en
la atmósfera.

Uno o más componentes del sistema climático en que está


Depósito almacenado un gas de efecto invernadero o un precursor de
un gas de efecto invernadero.

Cualquier proceso, actividad o mecanismo que absorbe un


Sumidero gas de efecto invernadero, un aerosol o un precursor de un
gas de efecto invernadero de la atmósfera.

7
4.3 Gases que producen efecto invernadero

Se puede diferenciar entre:

 Gases de efecto invernadero directos: son aquellos que contribuyen al efecto


invernadero tal como son emitidos a la atmósfera. En este grupo se encuen-
tran: el dióxido de carbono, el metano, el óxido nitroso y los compuestos halo-
genados.

 Gases de efecto invernadero indirectos: son gases precursores del ozono tro-
posférico, además de contaminantes del aire ambiente de carácter local, que
en la atmósfera se transforman a gases de efecto invernadero directo. En es-
te grupo se encuentran los óxidos de nitrógeno, el monóxido de carbono, el
dióxido de azufre y los compuestos orgánicos volátiles diferentes del metano,
conocidos como COVDM (o también como COVNM).

La cantidad de estos gases que se encuentra presente en la atmósfera depende del


balance existente entre las fuentes de emisión o producción y las fuentes de consumo
de estos.

El dióxido de carbono, CO2, es el más importante de los gases menores y se en-


cuentra involucrado en un complejo ciclo global, teniendo un ciclo de vida entre 50 y
200 años, en función de cómo se recicle en la tierra o en los océanos. En general, es
responsable de más del 49% del efecto invernadero en el mundo. En los países indus-
trializados, el CO2 representa más del 80% de las emisiones de gases de efecto inver-
nadero.

Las principales fuentes naturales de producción de CO2 son la respiración, la descom-


posición de la materia orgánica y los incendios forestales naturales, aunque también
se libera desde el interior de la Tierra a través de fenómenos tectónicos. Entre las
fuentes antropogénicas se encuentra la quema de combustibles fósiles, los cambios
en el uso de los suelos, principalmente la deforestación, la quema de biomasa y la
fabricación de cemento.

El CO2 se disuelve en los océanos, como tal o en forma de carbonatos y bicarbonatos


y se consume en los procesos fotosintéticos.

Cada año se intercambian miles de millones de toneladas de carbono de forma natural


entre la atmósfera, los océanos y la vegetación terrestre. Según estudios científicos,
los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera parecen haber variado menos del
10% durante los 10.000 años anteriores a la Revolución Industrial. Desde 1800, sin
embargo, las concentraciones han aumentado aproximadamente un 30% por la quema
de cantidades masivas de combustibles fósiles para producir energía, principalmente
en los países desarrollados. En el año 2021 se emitieron en el mundo casi 40.000 mi-
llones de t de CO2 a la atmósfera, en concreto 39.300 millones1.

1
https://es.statista.com/estadisticas/635894/emisiones-mundiales-de-dioxido-de-carbono/. Consultada el
26 de abril de 2022.

8
De acuerdo con la figura 4.3, se puede ver que, en España, el mayor porcentaje de
CO2 emitido proviene del sector Energía (92,6%), suponiendo el sector IPPU (Proyec-
tos industriales y uso de productos) el 7,4 restante. Dentro del sector energía, el trans-
porte suma el 36,3% y las industrias energéticas el 22,6%, al igual que las industrias
manufactureras y de la construcción.

Transportes
Industria sector energético
Industria manufactura y construcción
Otras industrias
IPPU
Agricultura y residuos 20,35%

19,2%

20,35%

7,2%
0,2%

32,7%

Figura 4.3. Porcentajes de emisión de CO2 en España en 2020 por sectores y activi-
dades. Elaboración propia a partir de los datos de2.

El metano, CH4, es el segundo gas que más contribuye al efecto invernadero acen-
tuado. Desde el principio de la Revolución Industrial, las concentraciones de metano
en la atmósfera se han duplicado y han contribuido de media en el mundo en un 20%
al incremento del efecto invernadero. En los países industrializados, el metano repre-
senta normalmente el 15% de las emisiones de los gases invernadero.

El metano se produce principalmente de modo natural a través de procesos anaeróbi-


cos tales como los cultivos de arroz o la digestión animal (de termitas y rumiantes) y
también a partir de la descomposición de la materia orgánica en zonas pantanosas. Es
un producto minoritario de la combustión de la biomasa y del carbón y también pasa a
la atmósfera por escapes de gas natural. Por otra parte, la fusión de los hielos de la
tundra ártica está liberando el metano que se encuentra atrapado en ellos, en forma de
clatratos. Últimamente ha podido ser detectado metano en zonas del Amazonas, don-
de parece que es producido por las propias plantas.

El metano se destruye en la troposfera por reacción con radicales hidroxilo libres y con
el monóxido de carbono (CO) emitido por acción antropogénica.

El metano es un gas de efecto invernadero treinta veces más eficaz que el CO2, es
decir, que una molécula de metano es capaz de retener tanto calor como treinta de
CO2. Su ciclo de vida es, sin embargo, menor, entre diez y quince años.

2
https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/sistema-espanol-de-inventario-sei-
/es_nir_edicion2022_tcm30-523942.pdf. Consultada el 26 de abril de 2022.

9
El óxido nitroso, N2O, representa en los países industrializados aproximadamente el
6% de las emisiones de gases invernadero. Desde el inicio de la Revolución Industrial,
las concentraciones de óxido nitroso en la atmósfera han aumentado un 16% aproxi-
madamente y han contribuido entre un 4 y un 6% a acentuar el efecto invernadero.

El óxido nitroso se produce de forma natural en los procesos biológicos que ocurren en
océanos, suelos y bosques lluviosos. De modo antropogénico se origina por varias
vías: producción de nylon y ácido nítrico, prácticas agrícolas, gases de escape de los
vehículos de combustión interna, y quema de la biomasa y de los combustibles. Se
destruye a través de las reacciones fotoquímicas que ocurren en la alta atmósfera.

El ozono, O3, cuya concentración varía según la altura, se forma a través de reaccio-
nes fotoquímicas que involucran a la radiación solar, al oxígeno molecular y al oxígeno
atómico. También puede generarse por complejas reacciones fotoquímicas que se
encuentran asociadas con emisiones antropogénicas y constituye un potente contami-
nante atmosférico en la troposfera cercana a la superficie terrestre. Se destruye me-
diante procesos fotoquímicos en los que se encuentran involucrados los radicales hi-
droxilos, los óxidos de nitrógeno y el cloro.

Los clorofluorocarbonos, CFCs, son compuestos principalmente de origen antropo-


génico, que contienen carbono y halógenos como cloro, bromo, flúor, y a veces tam-
bién hidrógeno. Los CFCs comenzaron a producirse en los años 30 por sus aplicacio-
nes como refrigerantes. Posteriormente se usaron como propulsores para aerosoles,
en la fabricación de espuma, etc. Existen fuentes naturales en las que se producen
compuestos relacionados, como los metilhaluros. No existe retención de los CFCs en
la troposfera y debido a su casi inexistente reactividad, son transportados a la estratos-
fera, donde se degradan por acción de los rayos ultravioleta, liberándose átomos libres
de cloro que destruyen la capa de ozono.

Los hidroclorofluorocarbonos (HCFCs) e hidrofluorocarbonos (HFCs) son com-


puestos de origen antropogénico que se usan como sustitutos de los CFCs, y se de-
gradan en la troposfera por fotodisociación. Debido a su larga vida son gases de efec-
to invernadero miles de veces más potentes que el CO2.

El vapor de agua es un constituyente vital de la atmósfera, encontrándose en un pro-


medio del 1% en volumen, aunque se producen variaciones significativas a lo largo del
tiempo y en el espacio. Aunque las actividades humanas no añaden vapor de agua a
la atmósfera, y por tanto no está producido de modo antropogénico, debido a su abun-
dancia, es el gas con efecto invernadero de mayor importancia, desempeñando un
papel fundamental en el balance global energético de la atmósfera.

La variación en la cantidad de aerosoles afecta también al clima, ya que tienen el po-


tencial de influenciar considerablemente la cantidad de radiación de onda corta que
llega a la superficie terrestre. Entre ellos se incluye polvo, cenizas, cristales de sal
oceánica, esporas, bacterias, etc. Se producen principalmente de modo natural; a lar-
go plazo sus efectos están bastante equilibrados, debido al efecto natural de limpieza
atmosférica, aunque el proceso nunca es completo.

10
En la tabla 4.2 se representa la contribución en España de los principales gases de
efecto invernadero en el año 2020, observándose que el CO2 es, con mucha diferen-
cia, la principal fuente de contribución a los GEI. De la tabla 4.2 también se deriva el
hecho de que los porcentajes de % de CO2-eq del dióxido de carbono, metano y óxido
nitroso son muy similares a los valores medios en los países industrializados, indica-
dos anteriormente.

Tabla 4.2. Contribución de los gases de efecto invernadero al total de


emisiones brutas en España en 2020.3

Gas Invernadero % de gas en masa % de CO2-eq


respecto al total respecto al total

Dióxido de carbono 98,61 77,7

Metano 0,70 13,7

Óxido nitroso 0,03 6,6

HFC y PFC 0,001450 1,9

SF6 0,000005 0,1

En la figura 4.4 se muestra la evolución que ha sufrido la emisión de gases de efecto


invernadero en España en los últimos 30 años.

Figura 4.4. Emisión bruta de gases de efecto invernadero (kt CO2-eq), por actividades
agregadas.3(con modificaciones).

3
https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/sistema-espanol-de-inventario-sei-
/inventario-gases-efecto-invernadero/. Consultada el 26 de abril de 2022.

11
Se observa que la emisión alcanzó un máximo en el año 2007, con casi 450.000 kt.
Sin embargo, las políticas económicas y ambientales adoptadas han supuesto una
reducción en los últimos quince años, de forma que el valor de las emisiones en 2020,
unas 275.000 kt CO2-eq, fue ligeramente inferior al del año 1990, unas 285.000 kt
CO2-eq.

4.4 Consecuencias del cambio climático global. Proyección futura

El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) se encuentra formado


por unos 2.500 científicos de primera línea de todo el mundo que se dedican a investi-
gar el fenómeno del cambio climático. Según los estudios efectuados por dichos cientí-
ficos, las principales consecuencias del cambio climático han sido, fundamentalmente
de tres tipos: un aumento de la temperatura promedio de la atmósfera y de los océa-
nos próximos a la superficie terrestre, un cambio en las precipitaciones y un aumento
del nivel del mar.

Aunque podría pensarse que los cambios observados en el clima pudieran estar cau-
sados también por algunos fenómenos naturales, como las variaciones solares y los
volcanes, en realidad, estos han ejercido una influencia escasa sobre el calentamiento
en las épocas preindustriales hasta el año 1950 y sólo han provocado un pequeño
efecto de enfriamiento desde dicho año hasta nuestros días. Fundamentalmente, el
cambio climático global está causado por causas antropogénicas, debido a un aumen-
to de la concentración de gases con efecto invernadero (principalmente, CO2), y, en
menor medida, a un aumento de la producción de aerosoles.

El calentamiento global se debe fundamentalmente al incremento en la concentración


de CO2. Esto se corrobora por el hecho de que al representar la curva de aumento de
la temperatura con los años (desde que se hicieron mediciones sistemáticas y fiables),
esta se correlaciona de modo muy aproximado con la curva de aumento de la concen-
tración de CO2 a lo largo del período de tiempo transcurrido desde la revolución indus-
trial.

Los principales efectos relacionados con el cambio climático global, causado funda-
mentalmente por los gases de efecto invernadero, se detallan a continuación.

4.4.1 Efectos producidos en el clima

Según un informe emitido por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) cuatro


indicadores clave del cambio climático (concentraciones de gases de efecto invernade-
ro, subida del nivel del mar, contenido calorífico de los océanos y acidificación de los
océanos) registraron en el año 2021 valores sin precedentes.

Aumento de las temperaturas

En la figura 4.5 se observa el aumento de la temperatura media de la superficie terres-


tre en los últimos 70 años y las previsiones para los años venideros.

12
Figura 4.5. Registro de la temperatura mundial en los últimos 70 años, y proyección
hasta 2100, según el IPCC. 4

Se observa que el calentamiento global inducido por el hombre alcanzó en 2017 apro-
ximadamente 1ºC sobre el nivel preindustrial. Se calcula que si las emisiones conti-
núan al ritmo actual se alcanzará un calentamiento de 1,5 ºC alrededor de 2040.

Mientras que en Europa la temperatura aumentó 1 ºC, en España lo hizo en 1.3 ºC.
Por otra parte, se han producido cambios generalizados en los extremos térmicos du-
rante los últimos 50 años, con una menor frecuencia de días y noches frías y heladas y
un aumento de días y noches cálidas y olas de calor.

Hay que señalar también que la temperatura de la superficie de la tierra ha aumentado


más rápidamente que la temperatura de la superficie del mar y que el hemisferio norte
se ha calentado más que el hemisferio sur. Las temperaturas medias árticas aumenta-
ron casi el doble que la temperatura media mundial en los últimos 100 años.

Cambios en las precipitaciones

El aumento de la temperatura global de la Tierra produce una aumento del vapor de


agua en la atmósfera, lo que conlleva un aumento de las precipitaciones extremas y
las inundaciones asociadas en las regiones climatológicamente húmedas. Al mismo
tiempo, las regiones secas se volverán aún más secas.

Sin embargo, las tendencias de precipitación en Europa revelan una situación de con-
traste entre el norte y el sur. Así, mientras que en el norte de Europa se ha producido

4
https://www.miteco.gob.es/es/ceneam/recursos/mini-portales-
tematicos/ipcc_informe_especial_15pdf_tcm30-485656.pdf. Consultada el 17 de mayo de 2022.

13
un incremento entre el 10 y el 40%, en el sur ha ocurrido una disminución de un 20%
en las precipitaciones.

Aumento del nivel del mar

El océano se ha calentado hasta unos 3000 metros de profundidad, y la subida de las


temperaturas provocada por el cambio climático ha producido una expansión de las
aguas y ha elevado el nivel del mar unos 18-20 cm en el período transcurrido desde el
año 1900 hasta la actualidad.

Se prevé un crecimiento de los océanos de entre 20 y 30 cm para 2050, en el mejor de


los escenarios, siempre y cuando disminuyan las emisiones de CO2.

Retroceso en la capa de nieve y el hielo marino

Se ha observado una disminución de la capa de nieve en todas las regiones, sobre


todo durante la primavera. Así, la extensión media anual del hielo marino ártico ha
disminuido un 2.8% por década desde 1978, siendo esta disminución de un 7.4% por
década en el verano. Los glaciares de montaña han ido disminuyendo a lo largo del
siglo XX. Por otra parte, se observó la tendencia opuesta en el hielo antártico, que
aumentó ligeramente en las décadas 1980-2010; sin embargo, en los años posteriores
se produjo una disminución de este.

4.4.2 Cambios futuros proyectados en el clima

La previsión de los cambios que se pueden producir en los próximos 100 ó 150 años,
como consecuencia del cambio climático, se basan íntegramente en complejos mode-
los de simulación. En la última década, varios modelos complejos de circulación gene-
ral (GCMs), han intentado simular los cambios climáticos antropogénicos futuros. Las
principales conclusiones que se derivan de estos modelos son las que se describen a
continuación5.

Cambios proyectados en las temperaturas

 Ocurrirá un calentamiento global promedio, de entre 1,5 y 4,5 °C, siendo la


mejor estimación 2,5 °C.

 La estratosfera se enfriará significativamente.

 El calentamiento superficial será mayor sobre los continentes y en las altas la-
titudes boreales y menor en el océano austral y zonas del Atlántico Norte.

 El calentamiento será mayor en invierno, pero menor durante el verano.

Cambios proyectados en las precipitaciones

 La precipitación global aumentará entre un 3 y un 15%.

5
https://archive.ipcc.ch/publications_and_data/ar4/wg1/es/spmsspm-6.html#table-spm-3. Consultada el
19 de mayo de 2022.

14
 Habrá un aumento durante todo el año de las precipitaciones en las altas lati-
tudes, mientras que algunas áreas tropicales experimentarán probablemente
pequeñas disminuciones.

Cambios proyectados en el nivel del mar y la cubierta de hielo

 El nivel del mar seguirá aumentando durante el siglo XXI, debido a la dilata-
ción térmica y a la pérdida de hielo. Los modelos pronostican un incremento
que oscila entre 18 y 38 cm para el escenario más favorable y entre 26 y 59
cm para el escenario más desfavorable.

 La cubierta de nieve disminuirá. El hielo marino retrocederá en el Ártico y en


el Antártico, produciéndose una descongelación de las capas polares. Esto
podría hacer desaparecer muchos miles de kilómetros cuadrados de territo-
rios próximos a las costas. Según algunos modelos de simulación, el hielo
marino ártico de finales del verano desaparecerá casi enteramente a finales
del siglo XXI.

 El deshielo de los glaciares provocará la incorporación de grandes cantidades


de agua dulce a los mares, lo que afectará a la salinidad de las aguas.

Es necesario remarcar que, además de los efectos directos previstos por el calenta-
miento global promedio de la Tierra, se producirá una serie de consecuencias indirec-
tas. Entre ellas se pueden destacar los cambios en la productividad agrícola (con ma-
yores épocas de sequía), la modificación en las rutas migratorias y la extinción de al-
gunas especies. A esto hay que unir la expansión de enfermedades, tales como la
malaria, el dengue y el cólera, que hasta ahora sólo se daban en lugares calurosos o
tropicales. Este fue el caso del brote de malaria autóctona causado en Grecia en no-
viembre de 2009 por el mosquito Anopheles.

España, en particular, por su situación geográfica y sus características socioeconó


micas, es un país muy vulnerable al cambio climático, como se viene poniendo de
manifiesto en las evaluaciones e investigaciones más recientes. Los graves proble
mas ambientales que se ven reforzados por efecto del cambio climático son: la
disminución de los recursos hídricos y la regresión de la costa, las pérdidas de la
biodiversidad y los aumentos en los procesos de erosión del suelo.

4.5 Estrategias de control del cambio climático

Para combatir la contaminación atmosférica es necesario emprender una serie de ac-


ciones que se pueden clasificar como medidas preventivas, para evitar la contamina-
ción, y estrategias de control o medidas correctoras para reducir las emisiones pro-
ducidas. Las medidas preventivas se estudiarán en el tema 6.

15
Las estrategias de control o medidas “curativas” se aplican en aquellas zonas en
donde se superan regularmente los niveles admisibles de la calidad del aire. En gene-
ral, consisten en adoptar medidas correctoras de la contaminación atmosférica, en
aquellos focos en funcionamiento que contribuyen en mayor medida a generar este
tipo de contaminación. Estas medidas actúan disminuyendo la emisión de contaminan-
tes al mejorar los sistemas de depuración o las condiciones de dispersión de aquellos.

Es de destacar que la adopción de medidas correctoras es un sistema eficaz para so-


lucionar un problema de contaminación atmosférica local, pero no es correcto desde
un punto de vista ambiental más amplio, por las siguientes razones:

 Se transfiere el problema de la contaminación atmosférica a otro medio, como


consecuencia de que los contaminantes captados hay que depositarlos en al-
gún lugar. Es decir, se descontamina la atmósfera pero se contamina el agua
y el suelo.

 El funcionamiento de los equipos de depuración consume materias primas y


energía cuya generación produce contaminación atmosférica en otras zonas,
pudiendo ocurrir que sea mayor la cantidad de los contaminantes producidos
que la de los eliminados.

La creciente emisión de contaminantes atmosféricos va asociada a un crecimiento


cada vez mayor de la demanda energética. Para revertir la tendencia actual de creci-
miento de la demanda energética, y así reducir la emisión de contaminantes, es nece-
sario conocer el reparto del consumo energético por sectores. De este modo, se podrá
identificar y erradicar las principales formas en las que se malgasta la energía en cada
sector, y se podrán aplicar medidas preventivas o desarrollar nuevas tecnologías de
control que aumenten la eficiencia con la que se genera y se consume.

En las sociedades desarrolladas, las actividades de los seres humanos suelen dividir-
se en cuatro sectores diferentes, que contribuyen al consumo de energía en distinta
proporción en cada país, dependiendo de su clima, su desarrollo industrial y sus cos-
tumbres. Estos sectores o áreas son:

 Sector transporte: en él se incluye la energía consumida por los transportes


por carretera, ferrocarril, aéreo y fluvial y marítimo, tanto público como priva-
do, o para mercancías o pasajeros.

 Sector doméstico o residencial: comprende el gasto energético correspon-


diente a las viviendas privadas.

 Sector comercial e institucional: incluye los gastos de energía atribuibles a


edificios gubernamentales, universidades, colegios, escuelas, hospitales,
tiendas, restaurantes, almacenes comerciales, edificios religiosos, etc.

 Sector industrial: en él se considera la energía empleada en proceso de fabri-


cación, industrias del hierro y del acero, cementeras, industrias alimentarias,
químicas, de construcción, y usos agrícolas.

16
Según los datos consultados a través de la Web del IDEA (Instituto para la Diversifica-
ción y Ahorro de la Energía),6 en España, en el año 2019, el sector que más contribu-
yó al consumo de energía fue el sector transporte, con un 44% del consumo total, se-
guido del sector industrial con un 23,6% y el sector doméstico y residencial, con un
16,9%.

Entre las principales medidas que se pueden adoptar para atenuar el cambio climático,
se encuentran las siguientes:

 Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

 Mejora de la eficiencia energética.

 Mayor participación de las energías renovables.

 Aumento del uso de biocarburantes en el transporte.

A continuación se describen con mayor detalle dichas medidas.

4.5.1 Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero

Entre los distintos tipos de medidas que se pueden adoptar para reducir la emisión de
contaminantes se pueden destacar aquellas que inciden sobre los combustibles y ma-
terias primas utilizadas, las que lo hacen sobre el propio proceso tecnológico, o las
que actúan sobre los gases y humos emitidos.

Uno de los gases mayoritarios que producen el efecto invernadero es el CO2. Puesto
que el uso de combustibles suele ser la principal fuente de contaminación atmosférica,
una medida muy eficaz para combatir la contaminación atmosférica es la reglamenta-
ción de las características, calidades y condiciones de uso de los distintos combusti-
bles sólidos y líquidos. La principal estrategia de reducción de las emisiones de CO2 a
la atmósfera se basa en el hecho de que diferentes combustibles producen distintas
cantidades de CO2 por energía liberada en la combustión, siendo mejor, en conse-
cuencia, utilizar aquellas fuentes que produzcan menor cantidad de CO2.

El carbón se convierte casi al 100% en CO2, El gas natural, que está formado mayori-
tariamente por metano, produce en su combustión CO2 y agua, por lo que genera me-
nos cantidad de CO2 por unidad energética producida que el carbón. La combustión
del petróleo da lugar a una cifra situada entre las dos mencionadas. Por lo tanto, en
grandes aglomeraciones de población es preferible que los transportes y la calefacción
se abastezcan de gas natural, en lugar de cualquier otro combustible.

Por otra parte, se puede recurrir a desarrollar procesos que sean técnicamente más
eficaces en el aprovechamiento de las materias primas y los recursos energéticos
consumidos. Para ello se puede llevar a cabo la reformulación del producto, la modifi-
cación del proceso y el reciclado o recuperación de los subproductos obtenidos. Sin

6
https://sieeweb.idae.es/consumofinal/bal.asp?txt=2019&tipbal=t Consultada el 17 de mayo de 2022.

17
embargo, este tipo de tecnología no está en la actualidad totalmente desarrollado, ya
que su aplicación en el caso de instalaciones en funcionamiento no suele ser siempre
ni técnica ni económicamente viable.

Por último, otra de las acciones posibles para reducir la contaminación local implica la
actuación sobre los gases y humos emitidos. Se pueden mejorar las condiciones de
dispersión de estos contaminantes utilizando la capacidad de autodepuración de la
atmósfera. Para ello, se puede elevar la altura de las chimeneas de las fuentes esta-
cionarias o modificar las condiciones de emisión de los gases, como la velocidad y
temperatura de salida de los mismos. Sin embargo, conlleva el inconveniente de que
los contaminantes vertidos a gran altura pueden quedar atrapados en zonas relativa-
mente estables de la atmósfera y ser transportados a grandes distancias causando
fenómenos tales como las lluvias ácidas.

En el caso concreto de la eliminación del CO2 de los gases efluentes de la combustión,


se están poniendo en marcha procesos de captura de dióxido de carbono, mediante
los cuales se pretende almacenar el CO2 en depósitos de origen geológico, como ya-
cimientos de petróleo o de gas natural ya agotados, o en minas de sal o en acuíferos.

Otro procedimiento propuesto es formar depósitos de CO2 inyectándolo en los océa-


nos a profundidades de hasta unos 3.000 metros.

Ambos sistemas de captura de dióxido de carbono se muestran en la figura 4.6.

Una alternativa interesante al secuestro de CO2 es la que fue propuesta a finales de


2009 por investigadores del Laboratorio Nacional Sandia (EE. UU.), que desarrollaron
un prototipo que utiliza energía solar para convertir CO2 y H2O en moléculas base (CO
+ H2, gas de síntesis) para la fabricación de combustibles líquidos (gasolinas, diesel,
queroseno, etc.,)7. Se trata de un proceso inverso al de combustión, que permite reci-
clar el CO2 mediante su conversión en combustible.

El fundamento se basa en aprovechar la energía solar (energía renovable que se es-


tudiará en el tema 6) mediante su conversión y almacenamiento en forma de energía
química estructurada, por ejemplo, en forma de hidrocarburos. Los procesos termo-
químicos se basan en utilizar la radiación solar concentrada como fuente primaria de
calor para poder llevar a cabo las reacciones endotérmicas de producción de combus-
tibles utilizando para ello ciclos redox de óxidos metálicos. Estos ciclos incluyen dos
procesos acoplados, basados en la reducción y oxidación sucesiva de óxidos metáli-
cos, que actúan de forma efectiva en la transformación a baja temperatura de CO2 y
H2O en CO e H2, respectivamente.

7
https://www.madrimasd.org/blogs/energiasalternativas/2009/12/02/129588. Consultada el 18 de mayo
de 2022.

18
Figura 4.6. Sistemas de captura de CO2.

En la primera etapa del proceso, se produce la reducción térmica del óxido redox con
la energía solar concentrada, liberándose oxígeno (reacción 4.1). En la etapa siguiente
el sistema reducido se oxida y se regenera, captando el oxígeno del CO2 o del H2O y
liberando al mismo tiempo CO o H2 gaseoso (reacciones 4.2 y 4.3):

MO + calor MO1-x + x/2 O2 (reacción 4.1)

MO1-x + x CO2 MO + x CO (reacción 4.2)

MO1-x + x H2O MO + x H2 (reacción 4.3)

El balance global del proceso (si se suman las tres reacciones) corresponde a la for-
mación de CO e H2 a partir de CO2 y H2O (reacción 4.4):

CO2 + H2O + calor CO+ H2 + O2 (reacción 4.4)

A partir del CO e H2 generados se pueden producir hidrocarburos líquidos (gasolina,


diesel, queroseno,etc.,) mediante un proceso posterior de síntesis Fischer-Tropsch
(reacción 4.5)

n CO + (2n+1) H2 CnH2n+2 + n H2O (reacción 4.5)

En agosto de 2020, científicos de la Universidad de Cambridge diseñaron un dispositi-


vo para transformar, mediante la luz solar y sin utilizar ningún tipo de catalizador, el
CO2 y el agua en oxígeno y ácido fórmico, un combustible líquido almacenable que se
puede usar directamente o transformarse en hidrógeno.

19
Más recientemente, a mediados de 2021, Investigadores de laboratorios académicos
de universidades de Berkeley, California, Países Bajos y Alemania llevaron a cabo otra
alternativa interesante al secuestro de CO28. Se trata de utilizar el CO2 como materia
prima y por acción de la luz solar convertirlo en compuestos químicos clave para la
salud y la comodidad humana, es decir, en moléculas llamadas “plataforma”, que pue-
den ser utilizadas como materia prima para la síntesis de productos como medicinas,
detergentes, textiles, etc. Para ello es necesario utilizar fotocatalizadores, que son se-
miconductores en los que se generan los electrones necesarios para transformar el
CO2. Entre ellos, el más interesante es el dióxido de titanio, con el que se consigue,
por dopado con nitrógeno, aprovechar la fracción visible de la radiación solar, en lugar
de la ultravioleta, que es escasa y más dañina.

A partir de los datos del Inventario Nacional de emisiones de GEI9 se observa que la
emisión alcanzó un máximo en al año 2007, comenzando a partir de ahí una disminu-
ción, que se ha mantenido con ciertos altibajos en los últimos 10 años. La mayor re-
ducción en las emisiones se produjo entre 2008 y 2009, provocada en cierta medida
por la crisis económica, ya que una menor producción implica una menor demanda de
energía, lo que a su vez deriva en una cantidad menor de CO2 emitida tanto por la
reducción de actividad, como por la reducción de generación eléctrica.

En el año 2020, el sector que más contribuyó a la producción de gases de efecto in-
vernadero fue el energético, con un 72,55%, y dentro de él, el asociado al transporte
por carretera (25,47%)8.

4.5.2 Mejora de la eficiencia energética

A la hora de hablar de la eficiencia energética, es necesario diferenciar entre los térmi-


nos de energía primaria y energía suministrada. Así, la energía eléctrica que llega a un
consumidor a través de la red eléctrica es energía suministrada, mientras que la canti-
dad total de combustible que ha sido necesario quemar en una central térmica para
producir esa electricidad sería la energía primaria.

La energía primaria se genera a partir de carbón, petróleo, gas natural, energía nu-
clear, biomasa, centrales hidroeléctricas y energías renovables. Por otra parte, la
energía suministrada a un consumidor puede emplearse en diversos procesos, que
transcurren con distinta eficiencia, por lo que solamente una fracción de energía sumi-
nistrada se convierte en energía útil. De forma que la eficiencia energética se podría
definir como la relación entre energía útil y energía suministrada.

Es necesario distinguir entre el consumo de las distintas fuentes de energía, y la utili-


zación de dichas fuentes para producir electricidad, ya que los porcentajes de contri-
bución implicados en cada caso son diferentes. En la figura 4.7 se representa una es-
timación de la distribución del consumo de energía primaria en el mundo y en España.

8 https://www.bbvaopenmind.com/ciencia/apuntes-cientificos/quimica-solar-co2-en-materiales-comunes/
Consultada el 18 de mayo de 2022.
9
https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/sistema-espanol-de-inventario-sei-
/informe-interactivo-inventario-nacional-emisiones.aspx. Consultada el 18 de mayo de 2022.

20
Se puede observar que el consumo de los combustibles fósiles se ha mantenido más o
menos constante en las tres últimas décadas. También se puede ver que, en 2018,
aproximadamente el 70% del consumo energético, tanto en España como en el mun-
do, provino de los combustibles fósiles. Dentro de ese porcentaje aproximado del 70%,
en el año 2020, en torno al 44,4% del consumo de energía primaria en España provino
de productos petrolíferos y el 23,5% del gas natural.

Figura 4.7. Consumo de las diferentes fuentes de energía en el mundo y en España


en las últimas tres décadas.

Otras fuentes cifran el consumo de combustibles fósiles en un porcentaje más alto.


Así, según el informe de 2019 de Ren2110, más del 80% de la energía primaria que se
consume en el mundo proviene de combustibles no renovables, de forma que la parti-
cipación de los combustibles fósiles en el consumo de energía total es tan alta como
hace una década (80,2% en 2019 frente al 80,3% en 2009).

10 https://observatoriorenovables.org/informe/ren21-annual-report-2018-2019. Consultada el 15 de marzo


de 2022.

21
En cualquier caso, el consumo de combustibles fósiles oscila entre el 70 y el 80% del
consumo total de energía en el mundo. Como contrapartida, el consumo de las ener-
gías renovables en el mundo solo ha aumentado ligeramente (del 8,7% al 11,2% en la
última década). En España, sin embargo, el porcentaje de consumo de energía proce-
dente de las renovables es mayor que la media mundial, de forma que, en el año
2020, en torno al 21,2% del consumo bruto final de energía en España correspondió a
fuentes de energía renovables.11

En cuanto a la utilización de las distintas fuentes de energía para producir electricidad,


el panorama es, sin embargo, diferente. Como se puede apreciar en la figura 4.8, en la
Unión Europea, en el año 2020, la energía eléctrica producida a partir de fuentes reno-
vables superó ligeramente a la producida a partir de los combustibles fósiles, aunque
el porcentaje de ambas estaba próximo al 38%. Entre las renovables, se puede obser-
var una gran contribución de las energías solar y eólica (20%). De acuerdo con dicha
figura, la generación de energía procedente del viento y la solar prácticamente se ha
cuadruplicado en la pasada década, pasando del 5 al 20%. En términos absolutos se
pasó de una utilización de 150 TW/h en 2010 a 550 TW/h en 2020.

Figura 4.8. Contribución de los combustibles fósiles y las energías renovables a la


producción de electricidad en la Unión Europea en el período 2010-2020.12

De acuerdo con la figura 4.8, el carbón contribuye a generar un 15% de la electricidad


en la Unión Europea. Sin embargo, en el mundo este porcentaje es mayor, y según la
Agencia Internacional de la Energía13 el consumo mundial de carbón creció mucho en
el año 2021, lo que aumentó considerablemente las emisiones de CO2. Es por ello por
lo que existen distintos proyectos de centrales térmicas que se basan en incrementar

11 https://es.statista.com/estadisticas/501071/consumo-de-energia-renovable-en-espana/ Consultada el
15 de marzo de 2022.
12 https://ember-climate.org/insights/research/eu-power-sector-2020/ . Consultada el 15 de marzo de 2022.
13 https://www.smartgridsinfo.es/2021/10/15/la-agencia-internacional-de-la-energia-publica-el-informe-

world-energy-outlook-2021. Consultada el 15 de marzo de 2022.

22
en un 10% la eficiencia de la conversión, además de en reducir en un 25% las emisio-
nes de CO2 y de otros gases contaminantes, mediante sistemas de captura y almace-
namiento de CO2.

Las tecnologías propuestas en los diferentes proyectos que persiguen aumentar la


eficiencia energética se basan en la utilización de carbón pulverizado en plantas de
ciclo combinado. Se pretende lograr así que, en el año 2030, todas las plantas térmi-
cas basadas en carbón alcancen eficiencias del orden del 45-50% y que capturen has-
ta el 90% de los gases de efecto invernadero.

Según la Agencia Internacional de la Energía, se calcula que las emisiones de CO2


disminuirán en un 40% en el año 2050.

En España, para reducir el consumo energético y mejorar la eficiencia de los procesos,


en los últimos años se puso en marcha el Plan de Acción de Ahorro y Eficiencia
Energética 2011-2020, elaborado bajo la coordinación del Ministerio de Industria, Tu-
rismo y Comercio. El plan se llevó a cabo en una gestión compartida con las Comuni-
dades Autónomas, con las que se firmaron numerosos convenios e incluyó a los si-
guientes cinco sectores: industria; transporte; edificación y equipamiento; servicios
públicos; agricultura y pesca. Las medidas adoptadas se recogen en la tabla 4.3.

Tabla 4.3. Medidas adoptadas en el Plan de Acción de Ahorro y Eficiencia Energética


2011-2020.

Sector Medidas adoptadas

Industria Adopción de las mejores tecnologías disponibles (MTD).


Implantación de sistemas de gestión energética.
Apoyo a la realización de auditorías energéticas.

Transporte Uso racional de los medios de transporte.


Fuerte impulso a la utilización del ferrocarril.
Edificación y Construcción o rehabilitación de edificios con alta calificación
equipamiento energética.
Construcción de edificios de consumo de energía casi nulo.
Continuación del Plan Renove de Electrodomésticos.

Servicios Mejora de la eficiencia energética de las instalaciones de alum-


Públicos brado público exterior.
Mejora de la eficiencia energética de las instalaciones
de potabilización, abastecimiento, depuración de aguas residua-
les y desalación.

Agricultura y Medidas para la mejora de la eficiencia energética de las insta-


Pesca laciones de riego.
Apoyo a la agricultura de conservación y a los sistemas de riego
localizado.
Renovación de maquinaria.

23
Los resultados globales alcanzados fueron muy positivos, consiguiendo una mejora de
la eficiencia energética primaria de un 20% en 2020, con un ahorro acumulado de
133,4 millones de tep (tep: toneladas equivalentes de petróleo (en términos de energía
primaria) y una reducción de las emisiones de CO2 de 394,7 millones de tep.

En el sector Residencial, la normativa adoptada más recientemente fue el Código


Técnico de Edificación (CTE, Real Decreto 314/2006, 17 Marzo de 2006), marco
normativo en el que se establecen las exigencias que deben cumplir los edificios en
relación con los requisitos básicos de seguridad y habitabilidad, y que fue modificado
posteriormente por distintos Reales Decretos y órdenes, siendo la última modificación
el Real Decreto 732/2019, de 20 de diciembre (BOE 27-diciembre-2019)

Dicho Código establece medidas dirigidas a conseguir un uso racional de la energía


necesaria en los edificios, reduciendo su consumo energético y obligando a incorporar
criterios de eficiencia energética y el uso de energía solar, térmica y fotovoltaica en
determinados edificios.

4.5.3 Mayor participación de las energías renovables

En el Consejo Europeo celebrado el 10 y 11 de diciembre de 2020 se acordó reducir


las emisiones en la Unión Europea para el año 2030 en, al menos, un 55% respecto a
los niveles de 1990. Para ello, se marcó como objetivo el garantizar que para el año
2030, el 27% del conjunto global de energías provenga de fuentes de energía renova-
bles, como la energía solar, los biocombustibles, la biomasa y la energía geotérmica,
que se estudiarán con más detalle en el tema 6.

De acuerdo con dichos objetivos, en España se ha elaborado el llamado Plan nacional


Integrado de Energía y Clima 2021-2030.

Entre estas fuentes alternativas de energía, que sustituyen a fuentes más tradicionales
como el carbón, la gasolina y el gas natural, que son recursos limitados y contaminan-
tes, se encuentra la biomasa. La biomasa incluye todo aquello que sea sólido y orgá-
nico, como la madera y los residuos de la madera, paja, y los residuos de los cultivos y
los de origen vegetal y animal. La Unión Europea ha puesto en marcha el Plan de
Acción sobre la Biomasa, para incentivar la utilización de esta como fuente de ener-
gía y señala tres sectores en los que el recurso a la biomasa debería ser prioritario: la
producción de calor, la producción de electricidad y los transportes.

4.5.4 Aumento del uso de biocarburantes en el transporte

Los biocarburantes también ocupan una importante posición en el conjunto de las


energías renovables. La producción mundial de biocombustibles aumentó en el perío-
do 2010-2019 en todas las principales regiones productoras de la OCDE, aunque de
forma más lenta que en la década anterior y la abundante oferta provocó que los pre-
cios del etanol y el biodiésel bajaran.

24
Según los datos recogidos en las Estadísticas de la OCDE sobre Agricultura14 el bio-
etanol fue el biocombustible más producido en 2020 en EE. UU., en un 48,2%, seguido
de biodiésel, con un 19,5%. La tendencia en la Unión Europea es la contraria, con una
producción del 34,1% de biodiésel y 4,9% de bioetanol.

En España, el Gobierno elevó al 9,5% en 2021 y al 10% en 2022 la obligación del uso
de esos porcentajes sobre el total de ventas de combustible en el sector transporte.
Sin embargo, sólo el 7,2% de estos biocarburantes podrán proceder de cultivos ali-
mentarios (cultivos ricos en almidón, azucareros u oleaginosos producidos en suelos
agrícolas) y solo el 1,7% de aceite de cocina usado y grasas animales. Por el contra-
rio, se intenta favorecer la producción de biocarburantes de segunda generación, pro-
cedentes de materias primas que no compiten con los cultivos alimentarios como los
derivados de la explotación de microalgas, o del uso de residuos agrícolas, forestales
e industriales.

4.6 Acuerdos internacionales para el control del cambio climático

La figura 4.9 refleja la evolución de las emisiones de CO2, el gas invernadero predomi-
nante, con el tiempo, para distintos niveles de emisiones de carbono.

Figura 4.9. Evolución de las emisiones de CO2 (el gas invernadero predominante) con
el tiempo, para distintos niveles de emisiones de carbono.

Aunque dichas emisiones disminuyeran en los próximos 20 años a 9 Gt y en los pró-


ximos dos siglos a 2 Gt (que era la concentración del año 1950), la concentración de
CO2 atmosférica seguiría siendo de 450 ppm y permanecería en ese valor durante
cientos de años. El objetivo actual de las políticas gubernamentales en torno al cambio
climático es intentar estabilizar la concentración de CO2 a un nivel de 550 ppm. Para

14
http://dx.doi.org/10.1787/agr-outl-data-en. Consultada el 15 de mayo de 2022.

25
alcanzar este nivel todos los países deben reducir sus niveles de emisión a valores
que supongan el 60% de los existentes en el año 1990.

Los problemas derivados del cambio climático que se ha producido en el último siglo a
nivel global en el planeta han hecho tomar conciencia a los distintos gobiernos e insti-
tuciones políticas de la necesidad de adoptar una serie de acuerdos y compromisos
encaminados a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En el año 2015
la Asamblea General de Nacionales Unidas aprobó la Agenda 2030 para el Desarro-
llo Sostenible, definida como “un plan de acción a favor de las personas, el planeta y
la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso
a la justicia”. La agenda define 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, de los cuales
seis de ellos guardan una relación estrecha con el cambio climático y el medioambien-
te.

A continuación se recogen las principales políticas adoptadas y los objetivos persegui-


dos.

4.6.1 Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático

La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC)


se trata de un tratado internacional, que fue adoptado en Nueva York el 9 de mayo de
1992 y que entró en vigor el 21 de marzo de 1994. Posteriormente se ha celebrado
todos los años la correspondiente reunión, siendo la última la mantenida en Glasgow
en noviembre de 2021.

El objetivo principal era lograr la estabilización de las concentraciones de gases de


efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impidiera interferencias antropógeni-
cas peligrosas en el sistema climático y en un plazo suficiente para permitir que los
ecosistemas se adaptaran de forma natural al cambio climático, así como adoptar me-
didas para hacer frente a las subidas de la temperatura que sean inevitables.

La Convención reconoce los principios del desarrollo sostenible, entre los que desta-
can:

 El principio de precaución, según el cual la falta de total certidumbre no debe


utilizarse para posponer las medidas de mitigación del cambio climático cuan-
do haya amenaza grave.

 El principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas de las partes,


que se concreta en el establecimiento de obligaciones específicas para todos
los países industrializados y los restantes países de la OCDE cada uno en
función de su cuota correspondiente.

En virtud del Convenio, los gobiernos:

 Recogen y comparten la información sobre las emisiones de gases de efecto


invernadero, las políticas nacionales y las prácticas óptimas.

26
 Ponen en marcha estrategias nacionales para abordar el problema de las
emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los efectos previstos,
incluida la prestación de apoyo financiero y tecnológico a los países en desa-
rrollo.

 Cooperan para prepararse y adaptarse a los efectos del cambio climático.

La Convención, a la que se encuentran adheridos 197 países, se reúne todos los años
a través de la Conferencia de las Partes (CP), que es una asociación de todos los paí-
ses que forman parte de la Convención y que constituye el órgano supremo de la
misma siendo la última la mantenida en Glasgow en noviembre de 2021 (CP 26). La
CP se encarga de mantener los esfuerzos internacionales por resolver los problemas
del cambio climático. Examina la aplicación de la Convención y los compromisos de
las Partes en función de los objetivos de la Convención, los nuevos descubrimientos
científicos y la experiencia conseguida en la aplicación de las políticas relativas al
cambio climático. Sin embargo, la Convención no contempla compromisos en términos
de cifras detalladas por países respecto a la reducción de las emisiones de gases de
efecto invernadero.

4.6.2 El protocolo de Kyoto

La primera Conferencia de las Partes se celebró en Berlín en el año 1995 y en ella, las
partes de la convención decidieron negociar un protocolo que contuviera medidas de
reducción de las emisiones de los países industrializados en el período posterior al
año 2000. Tras una larga preparación, el 11 de diciembre de 1997 se aprobó el Proto-
colo de Kyoto, que cuenta con medidas más enérgicas y jurídicamente vinculantes,
ya que contiene objetivos obligatorios y cuantificados de limitación y reducción de ga-
ses de efecto invernadero.

Mediante el Protocolo de Kyoto de 1997 se asumió el compromiso de reducir


en el período 2008 2012 las emisiones de GEI en los países desarrollados en un
5,2%, con respecto a los valores del año base 1990.

Dicho objetivo de reducción se distribuyó entre países y uniones de países de manera


diferenciada, dependiendo de la influencia de los distintos sectores, de generación de
energía, doméstico e industrial, en el uso de la energía. Para cada uno de los sectores
se definieron criterios que determinaran los límites de emisión razonables, y que tuvie-
ran en cuenta las circunstancias de los sectores en cada país, de forma que el límite
establecido para cada país se obtenía de la suma de los límites observados para cada
sector. A los países con mayor producción de emisiones, Estados Unidos, Japón y los
constituyentes de Europa, se les aplicó una mayor reducción, 6-8%, y los países me-
nos desarrollados quedaron exentos en el cumplimiento de esta normativa.

27
El protocolo de Kyoto se aplica a las emisiones de los siguientes seis gases de efecto
invernadero (GEI):

 Dióxido de carbono (CO2).

 Metano (CH4).

 Óxido nitroso (N2O).

 Hidrofluorocarbonos (HFC).

 Perfluorocarbonos (PFC).

 Hexafluoruro de azufre (SF6).

Con ocasión de la firma del Protocolo en Nueva York el 29 de abril de 1998, la Comu-
nidad Europea declaró que ella misma y sus Estados miembros darían cumplimiento a
los compromisos respectivos impuestos en el Protocolo de forma conjunta.

El 31 de mayo de 2002, la Unión Europea ratificó el protocolo de Kyoto, que entró en


vigor el 16 de febrero de 2005, tras la ratificación de Rusia. Sin embargo, varios países
industrializados se negaron a ratificar el protocolo, entre ellos, Estados Unidos y Aus-
tralia.

De acuerdo con el protocolo, los Estados que fueran miembros de la UE antes de


2004 (UE-15) deberían reducir conjuntamente sus emisiones de gases de efecto in-
vernadero en un 8% entre los años 2008 y 2012. Los Estados miembros que se hubie-
ran incorporado a la UE después de esa fecha se comprometieron a reducir sus emi-
siones en un 8%, a excepción de Polonia y Hungría (6%), así como de Malta y Chipre,
que no se encuentran incluidos en el Anexo I (de países industrializados) de la Con-
vención Marco.

Posteriormente, en la cumbre celebrada en Doha en 2012, se acordó dar continuidad


al marco jurídico del Protocolo de Kioto mediante la adopción de una serie de enmien-
das necesarias para hacer posible su continuidad con un segundo periodo de com-
promiso, 2013-2020, con la intención de reducir las emisiones de GEI en un 20% con
respecto a las del año 1990.

4.6.3 Actuaciones a nivel de la Unión Europea

La Unión Europea está siendo el agente más activo en el desarrollo de políticas contra
el cambio climático. Para respetar los compromisos asumidos en el marco del Protoco-
lo de Kyoto y reforzar las acciones emprendidas tanto en los Estados miembros como
a escala comunitaria, la Unión Europea puso en marcha en el año 2000 el Primer
Programa Europeo sobre el Cambio Climático (PECC1 2000-2004), al que siguie-
ron otros. Mediante consultas realizadas a empresarios, científicos y ONGs, este pro-
grama diseñó las formas en que la UE puede reducir sus propias emisiones.

28
El mayor logro del PECC1 fue el Régimen para el comercio de derechos de emisión de
gases de efecto invernadero, que comenzó el 1 de enero de 2005 y se articula a través
de dos instrumentos normativos: la Directiva 2003/87/CE (que se establece el régimen
de comercio de derechos de emisión a nivel comunitario) y la Directiva 2004/101/CE
por la que se permite la utilización de créditos procedentes de los mecanismos flexi-
bles por las instalaciones afectadas por el comercio europeo de derechos de emisión.
Se trata del mayor régimen de comercio de emisiones del mundo, que involucra a múl-
tiples países y sectores, ayudando a que los países cumplan con sus obligaciones en
los límites de emisión de CO2 conforme al Protocolo de Kyoto de 1997. Lo hace agru-
pando a los países que producen en exceso con aquellos otros que están por debajo
de los límites de Kyoto. El país que produce en exceso paga por el derecho de utilizar
la capacidad libre del otro país, de modo que, al final, las emisiones de los dos países
juntos no sobrepasan la cantidad acordada.

Otras actuaciones reseñables del PECC1 fueron la aprobación de la Directiva


2001/77/CEE sobre fuentes renovables de energía, la Directiva de biocarburantes para
el transporte, la Directiva 2004/8/CE de cogeneración de calor y electricidad y la Direc-
tiva 2002/9/CE sobre el ahorro y eficiencia energética en edificios.

El Segundo Programa Europeo contra el Cambio Climático (PECC2 2005-2009) se


puso en marcha en octubre de 2005 para evaluar las actuaciones del primer programa
y emprender nuevas iniciativas con alcance y perspectivas más allá de 2012, con el
objetivo de continuar reduciendo las emisiones de GEI, para así asegurar el crecimien-
to económico y la creación de empleo.

Sobre la base de los informes presentados cada año por el PECC, la Comisión elabora
propuestas concretas que contienen instrumentos tales como reglamentos técnicos,
medidas fiscales, acuerdos voluntarios o instrumentos de flexibilidad.

En 2013 se adoptó la Estrategia europea de Adaptación al Cambio Climático, que


sentaba las bases y los principios de la política comunitaria en materia de adaptación,
en el horizonte 2013-2020 y cuyos objetivos y acciones se recogen en la figura 4.10.

En 2017, la UE ya había conseguido reducir sus emisiones en casi el 22% con respec-
to a los niveles de 1990, consiguiendo así tres años antes de lo previsto su objetivo de
reducción de las emisiones previstas para 2020.

En diciembre de 2019 la comisión Europea presentó el Pacto Verde Europeo, con el


objetivo de hacer de Europa el primer continente climáticamente neutro en 2050. El
Pacto incluye una serie de acciones dirigidas a impulsar el uso eficiente de los recur-
sos adoptando una economía limpia y circular y a detener el cambio climático, revertir
la pérdida de biodiversidad y reducir la contaminación. Como consecuencia de ello, en
abril de 2021, el Consejo y el Parlamento alcanzaron un acuerdo provisional sobre la
Ley Europea del Clima, cuyo objetivo es consagrar en la legislación el objetivo de
reducción de emisiones para 2030. El acuerdo fue ratificado y adoptado por los minis-
tros de la UE en junio de 2021 y su principal objetivo es el de reducir las emisiones de
gases de efecto invernadero en al menos un 55% desde ese momento hasta 2030,
con respecto a los valores de 1990.

29
Figura 4.10. Objetivos y acciones de la Estrategia europea de Adaptación al Cambio
Climático.15

Más recientemente se ha establecido el Programa europeo sobre Medio Ambiente y


Acción por el Clima (LIFE), a desarrollar en el periodo 2021-2027. Se trata de un
instrumento financiero de apoyo medioambiental, conservación natural y acción climá-
tica, que trata de contribuir a una transición justa hacia una economía sostenible, circu-
lar, energéticamente eficiente, basada en energías renovables, climáticamente neutra
y resiliente frente al cambio climático. Sus objetivos son proteger, recuperar y mejorar
la calidad del medio ambiente y de la salud, y frenar e invertir la pérdida de biodiversi-
dad.

4.6.4 Actuaciones a nivel de España

Los efectos del cambio climático ejercen una fuerte influencia sobre sectores claves de
la economía española como el sector industrial, agrícola o turístico. Además, el siste-
ma productivo español presenta una fuerte intensidad energética, en términos de con-
sumo energético por unidad de PIB y una creciente generación de residuos. Por todo
ello es necesario adoptar medidas que conlleven una mitigación de los efectos negati-
vos que implica el cambio climático y disminuir la dependencia de las energías no re-
novables.

La UE demanda a cada Estado miembro la elaboración de un Plan Nacional Integrado


de Energía y Clima (PNIEC)16. Los PNIEC presentados por cada Estado miembro ser-
virán a la Comisión para determinar el grado de cumplimiento conjunto y establecer

15
http://www.oscc.gob.es/es/general/salud_cambio_climatico/avances_europa_adaptacion.htm. Consul-
tada el 25 mayo de 2022.
16
https://www.miteco.gob.es/es/prensa/pniec.aspx. Consultada el 25 mayo de 2022.

30
actuaciones para corregir posibles desvíos. En el caso de España, los principales re-
sultados que pretende alcanzar el PNIEC 2021-2030 son:

 Reducir un 23% las emisiones de gases de efecto invernadero respecto al ni-


vel de 1990.

 Alcanzar un 42% de energías renovables sobre el uso de energía final del


país.

 Lograr que las renovables contribuyan en un 74% en la generación eléctrica


en 2030.

 Mejorar la eficiencia energética del país en un 39,6%.

Las inversiones totales para lograr los objetivos del Plan alcanzan los 241.412 M€ en-
tre 2021 y 2030 y se distribuyen del siguiente modo:

 Ahorro y eficiencia: 35%.

 Renovables: 38%.

 Redes y electrificación: 24%.

 Resto medidas: 3%.

En España, debido a la descentralización de competencias que existe a nivel adminis-


trativo, es necesario trabajar mediante la coordinación entre los distintos ámbitos de
actuación y los organismos centrales, autonómicos y municipales. Los principales or-
ganismos e instituciones españoles implicados en la lucha contra el cambio climático a
nivel internacional son:

 Dirección General de la Oficina Española del Cambio Climático. Dependiente


del Ministerio para la transición ecológica y el reto demográfico, su función es
desarrollar las políticas relacionadas con el cambio climático.

 Consejo Nacional del Cima. Sus funciones son la elaboración, seguimiento y


evaluación de la estrategia española de lucha contra el cambio climático, la
realización de propuestas y recomendaciones para definir políticas y medidas
de lucha frente al cambio climático así como impactos, estrategias de adapta-
ción y de limitación de emisiones de gases de efecto invernadero. Se trata de
un órgano interministerial adscrito al Ministerio de Agricultura, Alimentación y
Medio Ambiente a través de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente.

 Comisión de Coordinación de Políticas de cambio Climático, CCPCC. Se trata


de un órgano de coordinación y colaboración entre la Administración General
del Estado y las Comunidades Autónomas. Sus funciones son aplicar el régi-
men de comercio de derechos de emisión y velar por el cumplimiento de las
obligaciones internacionales y comunitarias de información relativas a este
comercio.

31
 Comisión Interministerial para el Cambio Climático y la Transición Energética.
Sus funciones son el seguimiento y la formulación de propuestas que sirvan
de base a la toma de decisiones relacionadas con las políticas de cambio cli-
mático y energía.

Entre las actuaciones destacadas de estos organismos e instituciones cabe señalar la


Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada 2030, el Plan Estatal Marco
de Gestión de Residuos (PEMAR) 2016-2022, el Plan de Ahorro y Eficiencia Energéti-
ca en los edificios de la Administración General del Estado o los trabajos para el esta-
blecimiento del sistema de Certificación Energética de Edificios nuevos y existentes.

En el caso de España, la planificación estratégica para combatir el cambio climático se


materializa en varios planes e instrumentos, entre los que destaca la Estrategia Es-
pañola de Cambio Climático y Energía Limpia o el Plan Nacional de Adaptación
al Cambio Climático 2021-2030. La primera definía las directrices básicas de actua-
ción para conseguir la reducción de las emisiones y la adaptación a sus efectos en un
horizonte temporal 2007-2012-2020. Incluye entre otros:

 Plan de Medidas Urgentes, con actuaciones para estabilizar las emisiones en


el periodo 2008-2012.

 Líneas Estratégicas de Lucha contra el Cambio Climático, cuyo objetivo es la


reducción de emisiones en seis grandes sectores estratégicos: transporte, re-
siduos y gestión de estiércol, edificación, energía, política forestal e innova-
ción.

El Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC) 2021-2030 tiene


como principal objetivo evitar o reducir los daños presentes y futuros derivados del
cambio climático y construir una economía y una sociedad más resilientes. Para llevar
a cabo el plan, se ha elaborado un Programa de Trabajo 2021-2025, en el que han
participado los 18 Ministerios, diversas agencias estatales, así como distintos orga-
nismos autónomos y que detalla las medidas a aplicar en los cinco primeros años de
desarrollo del PNACC. En concreto, define y describe 81 líneas de acción a desarrollar
en los diferentes sectores socioeconómicos del país organizadas en 18 ámbitos de
trabajo.

32
Lecturas recomendadas

 Environmental Chemistry, Ed. Chapman&Hall, P. O´Neill, 1993.

 Contaminación Ambiental. Una visión desde la Química, Ed. Thomson, C.


Orozco Barrenetxea, A. Pérez Serrano, M. N. González Delgado, F. J. Rodrí-
guez Vidal, J. M. Alfayate Blanco, 2003.

 Se recomienda realizar consultas en los buscadores de Internet sobre los as-


pectos específicos que considere más importantes, para clarificar conceptos o
para obtener datos o informaciones complementarias.

Ejercicios de autoevaluación

4.1 Defina brevemente el efecto invernadero y el cambio climático global.

4.2 Responda si son verdaderas o falsas las siguientes afirmaciones, justificando la


respuesta en caso necesario:

a) Los aerosoles de sulfato se pueden formar por fotooxidación de SO3 en pre-


sencia de NO2 e hidrocarburos saturados.

b) En España los sectores que más consumen energía son el comercial y el in-
dustrial.

c) Algunos fenómenos naturales contribuyen en un alto porcentaje al cambio cli-


mático.

d) En el año 2000 la temperatura media global se había incrementado un 200%


respecto a la del año1960.

4.3. Defina los siguientes conceptos: energía primaria, energía útil y energía suminis-
trada.

4.4. Describa algunas de las alternativas que se pueden usar para reducir la cantidad
de CO2 ya emitida a la atmósfera.

4.5. Defina los dos principios en que se basa la Convención Marco de las Naciones
unidas sobre el Cambio Climático y diga cuál es el porcentaje en la reducción de GEI a
alcanzar en España.

33
Tema 4. Respuestas a los ejercicios de autoevaluación
R. 4.1
El efecto invernadero consiste en el aumento de temperatura que se produce en la
superficie terrestre debido a la existencia en la atmósfera de una serie de gases que
absorben parte de la radiación IR que es reflejada por la Tierra hacia el exterior,
devolviéndola hacia la misma, con lo cual esa radiación queda atrapada.

Como consecuencia del aumento de la temperatura se producen también otros cambios


adicionales en el clima, en el nivel de los océanos, en los deshielos de los glaciares,
etc., que provocan una alteración global del clima en la Tierra, conocida como cambio
climático global.

R. 4.2
a) Falso. Se produce por fotooxidación de SO2

b) Falso. Son el industrial y el de transporte.

c) Falso. Fundamentalmente, el cambio climático global está causado por causas


antropogénicas, debido a un aumento de la concentración de gases con efecto
invernadero.

d) Verdadero. En la figura 4.5 se observa que en 1960 el aumento de temperatura


fue de 0,25 ºC, y en el año 2000 fue de 0,75 ºC, lo que supone un 200% de
incremento.

(0,25 x 200)/100 = 0,50

0,25 + 0,50 = 0,75.

R. 4.3
La energía primaria es la que se genera a partir de carbón, petróleo, gas natural, energía
nuclear, biomasa, centrales hidroeléctricas y energías renovables.

La energía suministrada es la energía eléctrica que llega al consumidor a través de la


red eléctrica.

Solamente una fracción de energía suministrada se transforma en energía útil; así, la


eficiencia energética es la relación entre energía útil y energía suministrada.

R. 4.4
Una posibilidad es capturar ese CO2 mediante almacenamiento en depósitos de origen
geológico o inyectándolo y almacenándolo en los fondos marinos.

También se puede hacer reaccionar con un óxido metálico y agua, en presencia de la


luz solar, para ser transformado en CO e H2, que luego pueden conducir a la formación
de hidrocarburos líquidos.

1
Otra alternativa es transformar el CO2 y el H2O en oxígeno y ácido fórmico, sin usar
catalizador.

Por último, se puede hacer reaccionar con luz solar en presencia de un fotocatalizador,
principalmente dióxido de titanio, y convertirlo en moléculas plataforma, que son la base
para sintetizar compuestos químicos clave para la salud y la comodidad humana.

R. 4.5
Los dos principios fundamentales en los que se basa son:

 El principio de precaución, según el cual la falta de total certidumbre no debe


utilizarse para posponer las medidas de mitigación del cambio climático cuando
haya amenaza grave.

 El principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas de las partes,


que se concreta en el establecimiento de obligaciones específicas para todos
los países industrializados y los restantes países de la OCDE cada uno en
función de su cuota correspondiente.

Respecto a la segunda parte de la pregunta, no se puede poner ningún ejemplo


numérico, porque la Convención no contempla compromisos en términos de cifras
detalladas por países respecto a la reducción de GEI.

2
Tema 5. Problemas medioambientales relacionados con
elementos minoritarios

Guion-esquema

5.1 Plomo, arsénico, cinc, cadmio y mercurio

5.1.1 Propiedades generales

5.1.2 Características específicas. Origen como contaminantes

5.1.3 Efectos contaminantes

5.2 Compuestos orgánicos peligrosos

5.2.1 Principales compuestos orgánicos contaminantes

5.2.2 Estrategias de descontaminación

Introducción

Tras haber estudiado en el tema 4 los agentes contaminantes producidos en grandes


cantidades, se presentan ahora los problemas medioambientales relacionados con los
elementos minoritarios, es decir, aquellos que se producen en baja concentración o en
pequeñas cantidades, pero que son muy tóxicos y por tanto peligrosos.

El tema se inicia con el estudio de los problemas ocasionados por los llamados metales
tóxicos, englobados bajo el término de metales pesados, por ser, la mayoría de ellos,
pertenecientes al grupo de elementos con densidades muy altas. Tras mostrar una serie
de características generales, se presentan algunas propiedades químicas de los
mismos, antes de estudiar los efectos contaminantes que producen en el medio
ambiente.

A continuación, se presentan algunos ejemplos de compuestos orgánicos


contaminantes y peligrosos, que se encuentran tanto en el aire como en el agua. Para
finalizar se estudian estrategias generales de descontaminación de estos compuestos,
como la adsorción, la catálisis heterogénea y la fotocatálisis.

1
Objetivos

 Conocer las propiedades generales y los aspectos químicos fundamentales de


los elementos minoritarios que dan lugar a problemas medioambientales.

 Interpretar la peligrosidad de la contaminación por metales pesados.

 Conocer algunos de los principales compuestos orgánicos peligrosos, presentes


en la atmósfera y en el agua.

 Exponer ejemplos de las estrategias aplicadas en la descontaminación de estos


compuestos orgánicos.

2
5.1 Plomo, arsénico, cinc, cadmio y mercurio

Al hablar de la contaminación por metales, en general, se hace referencia a los


problemas ocasionados por los metales pesados, llamados así por sus altas
densidades; sin embargo, no se puede ignorar que existen otros metales como el sodio
y el potasio, que, aunque no resultan tóxicos para el hombre en la cantidad que
habitualmente suelen encontrarse, pueden ocasionar problemas en determinados casos
específicos, tales como en la utilización en aguas de riego que los contengan.

La presencia de los metales pesados en las aguas puede deberse a fenómenos de


disolución, apareciendo entonces en pequeña concentración; de ahí que en ocasiones
también sean llamados metales traza. Se aplica también el nombre de
microcontaminantes a todos aquellos cuya concentración es inferior a 1 mg/L.

También pueden aparecer en forma de partículas en suspensión, que pueden acabar


sedimentándose y acumulándose en los lechos o re disolviéndose por cambio de las
condiciones del agua o por transformaciones biológicas.

Los metales pesados son unos de los contaminantes ambientales más peligrosos,
debido a que no son biodegradables y a su potencial de bioacumulación en los
organismos vivos. Entre ellos, destacan por su toxicidad y su mayor presencia en el
medio ambiente el mercurio, el cadmio y el plomo.

5.1.1 Propiedades generales

Los cinco elementos que se estudian en este tema (Pb, As, Zn, Cd y Hg) se encuadran
en el concepto general de metales pesados, ya que en estado elemental (sólido o
líquido) tienen densidades relativamente altas. Esto es particularmente evidente para el
caso del plomo, cuya densidad es de 11,3 g/cm3 y del mercurio, con una densidad de
13,5 g/cm3. Los otros tres tienen densidades comprendidas entre los 5,8 g/cm3 del As y
los 8,7 g/cm3 del Cd.

Otra característica común de estos elementos es su escasa abundancia relativa en la


tierra, corteza terrestre y océanos, que en ningún caso supera las 70 ppm (el cinc
presenta el máximo valor de 70 ppm) y en la mayoría es del orden de las ppb. Sin
embargo, debido a diversas actividades humanas, y como consecuencia de sus
variados usos industriales, su difusión en el medioambiente está muy extendida. El
problema medioambiental surge cuando se originan emisiones localizadas en
concentraciones altas, y en estos casos se producen riesgos debidos a su toxicidad.

Salvo el Zn, el resto de estos elementos químicos no desempeña ninguna función


biológica en los seres vivos. Por tanto, se considera el estudio del Zn en este tema, más
por su presencia conjunta con el Cd y el Hg en el grupo 12 de la Tabla Periódica, que
por su toxicidad o falta de actuación en ciclos naturales.

Aunque el elemento As no tiene un carácter únicamente metálico, sino que puede


participar en ciertos compuestos como no-metal, se estudia en este tema debido a los
aspectos relativos a su toxicidad.

Estos elementos pesados generalmente se acumulan en suelos en forma de depósitos


sólidos. Sin embargo, también hay que conocer que el transporte de estos

3
contaminantes se realiza en gran parte a través de la atmósfera, bien sea como
compuestos volátiles, bien como especies adsorbidas en partículas sólidas en
suspensión.

Dos aspectos generales de estos metales contaminantes son el origen químico de su


toxicidad y el estado químico en que se encuentran. Se puede indicar que en estado
metálico estos elementos no son particularmente tóxicos; sin embargo, en forma de
cationes resultan muy peligrosos.

La toxicidad de estos cationes se debe a la alta afinidad que muestran por los iones
sulfuro para formar enlaces con ellos. Muchas de las enzimas necesarias para la vida
contienen especies con enlaces tipo tioles (R-S-H). Los tioles reaccionan fácilmente con
los cationes divalentes (M2+ = Hg2+, Pb2+, Cd2+) formando compuestos estables de
fórmula general R-S-M-S-R. la formación de estos compuestos impide la acción de las
enzimas, produciendo efectos nefastos para la vida, e incluso en algunos casos,
mortales para los humanos.

La capacidad de formación de enlaces M-S de los metales pesados se puede


aprovechar para combatir el envenenamiento por los mismos. Así, para combatir las
intoxicaciones con Pb2+, con Hg2+ o con As2+, se utilizan determinados compuestos como
el 2,3-dimercaptopropanol (Figura 5.1), con los que estos cationes forman enlaces
covalentes, produciéndose la ruptura del enlace H-S y la formación de un nuevo enlace
entre el M y el átomo de S del compuesto utilizado. Otro compuesto que se aplica para
tratar envenenamientos con metales tóxicos es el ácido etilendiaminotetraacético
(EDTA), o más exactamente, su sal cálcica. En este último caso los cationes tóxicos
forman complejos quelato muy estables (con enlaces múltiples) con este compuesto, y
se previene así que se unan a las enzimas biológicamente activas.

La toxicidad de estos elementos minoritarios depende del estado químico, es decir, del
estado de oxidación en que se encuentran en el compuesto concreto. En estado
metálico, sólo el Hg, que es líquido, presenta unos vapores que son tóxicos por
inhalación. En general, las más peligrosas son las formas catiónicas. Por ejemplo, para
el Hg las formas más tóxicas son los alquil-mercurio y en el caso del Pb lo son los iones
Pb2+.

Cabe destacar que las formas insolubles pasan a través del cuerpo sin ser absorbidas,
pero las especies solubles u organometálicas llegan a los tejidos vitales atravesando las
membranas celulares y produciendo efectos tóxicos muy acusados.

4
Figura 5.1. Moléculas que tienen efecto antídoto contra los envenenamientos con
metales pesados.

5.1.2 Características específicas. Origen como contaminantes

Plomo

La minería y los diversos usos del plomo a lo largo de la historia han liberado al medio
ambiente enormes cantidades de este metal. También la combustión de carbones
minerales ha producido grandes cantidades de cenizas con altos contenidos en plomo.

La producción de plomo se ha realizado desde la antigüedad a partir del sulfuro natural


(galena), mediante el método de tostación-reacción. Este consiste en una oxidación
parcial del PbS generando PbO (reacción 5.1), el cual reacciona con más PbS formando
Pb metálico (reacción 5.2). Como la galena frecuentemente contiene Ag, las minerías
de producción de este metal precioso también han contribuido a verter Pb al
medioambiente.

PbS + 1/2O2  SO2 (reacción 5.1)

PbS + 2PbO  SO2 (reacción 5.2)

Desde la época de los romanos y hasta mediados del siglo XX, la mayor aplicación del
plomo ha sido en las conducciones de agua para el consumo en las ciudades. Cuando
las aguas tienen carácter ácido, en estas conducciones se disuelve el plomo, que pasa
así a ser consumido por la población que se abastece de dicha agua. En el caso de
aguas duras, pH>7, esta solubilización del plomo es menor, dado que en la superficie
de las tuberías, en contacto con el agua, se forma una capa protectora de carbonato de
calcio que evita su disolución.

Los límites legales actuales del contenido en plomo en aguas de consumo humano, en
los países desarrollados, son menores que los que resultan con este tipo de
conducciones, por lo que para este tipo de usos, el plomo ha sido reemplazado por
materiales plásticos o por cobre.

5
Otra aplicación que ha dispersado plomo en los suelos durante todo el siglo XX ha sido
la utilización de algunos de sus compuestos como antidetonantes en gasolinas de los
motores de los vehículos a motor. Esto hacía que las concentraciones de plomo en los
terrenos cercanos a las carreteras fuesen mayores que en sitios alejados de ellas.

La aplicación de los convertidores catalíticos en los automóviles, con el fin de evitar las
emisiones de gases peligrosos, como los óxidos de nitrógeno, ha provocado la
desaparición del plomo entre los aditivos de la gasolina, ya que dichos catalizadores son
desactivados por el plomo que se volatiliza.

El plomo se ha liberado en los suelos agrícolas por la acción de los cazadores, ya que
la munición que utilizan contiene dicho metal. Este hecho dispersa mucho el
contaminante ya que puede ser incorporado por ciertos animales, sobre todo por las
aves. Actualmente se está sustituyendo el plomo de los cartuchos y balas usado como
munición.

Otra aplicación tradicional del plomo ha sido en las baterías eléctricas usadas en los
automóviles. Sin embargo, esta aplicación es menos peligrosa, ya que si va
acompañada de un reciclado de materiales, no provoca dispersión del contaminante.

Las especies de plomo más peligrosas desde el punto de vista de la toxicidad son
aquellas en las que está presente como catión Pb2+. Este catión es el resultante de las
oxidaciones en las instalaciones de plomo en medio ácido (reacción 5.3). Según esta
reacción el plomo metal se solubiliza como catión, pasando al agua y de ahí, a través
de su consumo directo o de su utilización para lavar los alimentos, a los seres vivos.
También existen compuestos de Pb4+ en ambientes muy oxidantes, como las baterías
(reacción 5.4) donde el Pb4+ se encuentra como PbO2 sólido.

2Pb + O2 + 4H+  2Pb2+ + 2H2O (reacción 5.3)

Pb(s) + PbO2 (s) + 2H2SO4 (ac)  2PbSO4 (s) + 2H2O (reacción 5.4)

Sin embargo, como ya se ha indicado, estos compuestos de plomo no son dispersados


en la naturaleza, y pueden ser reciclados.

Por el contrario, el Pb4+ que se encuentra en los antidetonantes de la gasolina, como


tetraalquilplomo, (Pb-CnH2n+1)4, sí que es dispersado en grandes extensiones de terreno.
Esto se debe a que, con el fin de evitar que se acumule plomo en el motor, se añaden
otros compuestos aditivos a la gasolina, como son dicloro- o dibromo-etileno, con los
que se forman compuestos como PbBrCl ó PbCl2, que son gases. Estos gases dispersan
muy efectivamente el PbO, que es el producto de la descomposición de estos
halogenuros bajo la acción de la luz solar, apareciendo a distancias considerables de
las vías de circulación.

Arsénico

Aunque el arsénico no es un elemento metálico, está incluido en este tema por los
aspectos relacionados con su toxicidad. El As2O3 fue utilizado como veneno en
asesinatos o suicidios desde la época del Imperio Romano hasta la Edad Media.

6
Actualmente, la contaminación por compuestos inorgánicos de arsénico tiene su origen
en sus aplicaciones como pesticidas (Tabla 5.1), en la minería de metales, ya que las
menas pueden contenerlo, y en la combustión de ciertos carbones minerales. Sin
embargo, el arsénico también puede hallarse en el pescado, en especial en los
mariscos, que pueden contener cantidades considerables, y.

Tabla 5.1. Algunos compuestos de arsénico y sus aplicaciones.

Estado de
Compuesto Fórmula química Aplicación
oxidación

Arseniato de plomo Pb3(AsO4)2 insecticida +5

Arseniato de calcio Ca3(AsO4)2 herbicida +5

Arsenito sódico Na3AsO3 herbicida +3

Arsenito de cobre Cu3(AsO3)2 Protección de +3


(verde Paris) la madera

El arsénico también puede penetrar en el cuerpo a través del agua subterránea para
consumo humano, existiendo varios casos de contaminación por arsénico debidos a
esta causa. A modo de ejemplo, citaremos el que afectó a mayor número de personas.
Se trata de la contaminación de aguas subterráneas empleadas para consumo humano
en Bangladesh, que afectó a gran parte de su población, y que se detectó en 1998. Gran
parte de los pozos de agua en este país (y también en otros) se basa en acuíferos que
contienen sulfuros, como pirita, que al disminuir el nivel del agua entran en contacto con
el aire, con lo que el Fe2+ se oxida a Fe3+ y se destruye la roca o mineral. De este modo
la pirita da lugar a la formación de Fe(OH)3 y Fe2(SO4)3, liberándose al agua
oligoelementos como el arsénico, que inicialmente se encuentra en forma de arseniato,
adsorbido en las partículas coloidales de hidróxido férrico. Mientras que el límite legal
establecido por la Organización Mundial de la Salud es de 10 ppb, las concentraciones
de arsénico en las aguas de consumo llegan a ser de 500 ppb.

La acción tóxica del arsénico se produce a través de la inhibición de los sistemas


enzimáticos dependientes del grupo sulfhídrilo en el organismo. Es muy difícil de
eliminar y es retenido durante periodos más largos que las especies SH de los tioles en
las moléculas enzimáticas.

Por otra parte, los derivados orgánicos del arsénico son ácidos solubles en agua, por lo
que pueden ser excretados, y son menos tóxicos que los compuestos inorgánicos de
los que se liberan iones As3+ y As5+ más fácilmente.

Cinc

El cinc es un elemento relativamente abundante (70 ppm en la corteza terrestre), con


funciones biológicas conocidas. Se trata de un elemento esencial para la vida ya que
activa muchas enzimas o catalizadores biológicos al incorporarse a las proteínas.

7
Tiene diversos usos muy extendidos como son los procesos de galvanización de
metales o los abonos fosfatados.

A pesar de no ser contaminante, se presenta aquí debido a su relación con el cadmio,


que se estudia a continuación, por el que es desplazado con facilidad de los enlaces
con grupos sulfuro en ciertas proteínas, en las que se encuentra presente en los
organismos vivos.

Cadmio

Tiene una abundancia en la corteza terrestre de 0,2 ppm. No tiene actividad conocida
en los seres vivos y es un contaminante típico, ya que su presencia en el medioambiente
se debe a la acción humana, y además es bastante tóxico.

El cadmio suele encontrarse en diferentes ocasiones juntamente con el cinc, siendo un


subproducto de la minería de este último, ya que los minerales de cinc siempre van
acompañados de pequeñas cantidades de cadmio. De hecho, el cinc metálico siempre
contiene cantidades variables de cadmio, dado que su purificación total es muy costosa.
En las reacciones 5.5 y 5.6 se indican la obtención del cinc y del cadmio. Este último se
obtiene por destilación de la mezcla metálica inicialmente obtenida, produciéndose su
dispersión.

ZnS + O2  SO2 + ZnO (reacción 5.5)

ZnO + C  CO2 + Zn(Cd) (reacción 5.6)

Un aplicación del cadmio es en las baterías recargables. Otra de sus aplicaciones, en el


estado de oxidación +2, es como pigmento en cerámica, en esmaltes y como
estabilizante de plásticos. Como resultado de los diversos usos del cadmio, existen
aguas y lodos en los alcantarillados, urbanos e industriales, que contienen cantidades
elevadas del mismo. Como el Cd2+ es bastante soluble, las aguas de desagüe lo
transportan de forma eficiente y pasa a los suelos y a las plantas. Por la semejanza
entre el cadmio y el cinc, las plantas lo absorben de las aguas contaminadas o de los
fertilizantes sintéticos que lo contienen. Es por ello por lo que, actualmente, existen
normativas legales para separar el cadmio de los abonos sintéticos fosfatados.

Las principales fuentes de origen de la presencia de cadmio en el medio ambiente son


la fabricación de hierro y acero, la industria del carbón y la del aceite; como es frecuente
su presencia en el aire ambiental, una de las principales vías de intoxicación es la
contaminación atmosférica. Se encuentra además presente en algunas pinturas,
pigmentos, tuberías galvanizadas, tubos de escape, etc., aunque las concentraciones
más elevadas se encuentran en el humo del tabaco

También existen pequeñas cantidades de cadmio en algunos alimentos y bebidas,


siendo los alimentos más susceptibles de contaminación el pescado, los mariscos y el
té negro. La cantidad máxima de cadmio ingerible en una semana es de 0,4 mg, que es
semejante a la máxima que ingerimos con una dieta normal; el tiempo de permanencia
medio del cadmio en el cuerpo puede ser alrededor de 25 años, acumulándose en el
riñón y en el hígado.

8
La contaminación producida por el cadmio radica en la facilidad de desplazar al cinc en
los enlaces con el azufre debido a la mayor estabilidad del Cd-S respecto al Zn-S. La
contaminación se produce porque muchas enzimas contienen enlaces S-H en sus
moléculas que al entrar en contacto con los iones Cd2+ forman enlaces muy fuertes,
alterándose la composición natural de dichas enzimas (por sustitución de enlaces
“débiles” S-Zn por “fuertes” S-Cd); de ahí su carácter tóxico.

Mercurio

El mercurio pertenece junto al cinc y al cadmio al grupo 12 de la Tabla Periódica,


teniendo la misma configuración de electrones en sus orbitales externos, siendo su
estado de oxidación más común (2+). Sin embargo, la estructura de los orbitales internos
del Hg ([Xe]4f145d106s2) es distinta a la del Zn ([Ar]3d104s2) y el Cd ([Kr]4d105s2), ya que
tiene 14 electrones 4f en su estructura electrónica, lo que se traduce en diferencias en
sus propiedades químicas respecto a los otros dos metales del grupo.

Al descender en un grupo en la Tabla Periódica el metal se hace más noble, forma


enlaces con carácter más covalente, coordina menos aniones en sus estructuras
moleculares y es más fácilmente reducible.

El mercurio es el único metal líquido a temperatura ambiente, con una tensión de vapor
alta. Esta propiedad ha dado lugar a algunas de sus aplicaciones, como son los
contactos eléctricos o las lámparas de mercurio. El problema es que estos vapores son
muy tóxicos, por lo que en la mayor parte de sus aplicaciones se está sustituyendo por
otros materiales, disminuyendo así la producción mundial de mercurio de forma muy
acusada.

La mayor parte de los compuestos de mercurio son volátiles, incluyendo el cinabrio,


HgS, que es el mineral a partir del cual se obtiene el metal. El mercurio se obtiene por
calentamiento de cinabrio en aire según la reacción:

2HgS + 2O2 + calor  2Hg + 2SO2 (reacción 5.7)

En esta reacción existe una etapa intermedia en la que se forma HgO, que se
descompone térmicamente formando finalmente el mercurio metálico.

Las aplicaciones más extendidas tradicionalmente del mercurio están ligadas a las
amalgamas, en especial cuando se usan en minería y en la industria de producción del
cloro y de hidróxido sódico. Es capaz de formar amalgamas o aleaciones con casi todos
los metales. Por ejemplo, durante muchos años se usaron amalgamas de mercurio y
plata o estaño en empastes dentales. En la actualidad, estas amalgamas dentales se
han sustituido por otras de resina, ya que por la acción de la saliva se puede liberar el
mercurio y penetrar en el organismo (principalmente en el cerebro).

Sin embargo, donde se han utilizado masivamente las amalgamas de mercurio son en
la minería, en los procesos de extracción de metales nobles, como el oro o la plata.

9
Con esta aleación se consigue separar el metal valioso de otros materiales (gangas) de
la mina, y después de destilar el mercurio se obtiene el metal puro. Este proceso se
aplicó en América Central y del Sur durante siglos, produciéndose grandes cantidades
de mercurio, que procedían de las minas de Almadén y eran transportadas en barcos
desde España.

También se puede formar una amalgama entre el mercurio y el sodio, durante la


electrolisis de disoluciones de cloruro sódico, cuando el electrodo (Hg) en las celdas
electroquímicas reacciona con el Na+. Esta electrolisis no sólo permite obtener cloro gas
en el ánodo, sino que al ser la amalgama Hg-Na estable en el agua de la disolución de
cloruro sódico, se puede separar. Después, se extrae el sodio haciéndolo reaccionar
con agua y aplicando una corriente eléctrica, generándose de esta forma NaOH en
disolución concentrada e hidrógeno gas, y recuperándose casi todo el mercurio, que
puede volver a ser utilizado como electrodo. En estas industrias, los controles de los
procesos evitan que se produzcan contaminaciones; no ocurre lo mismo en las
extracciones mineras, cuyos riesgos de contaminación debido a manipulaciones
inadecuadas son considerables.

Una diferencia importante entre el plomo y el mercurio es la facilidad con que este último
sufre reacciones de metilación. Esto puede estar relacionado con los diferentes estados
de oxidación de estos elementos. Así, el plomo existe mayoritariamente como Pb2+, y
no experimenta reacciones de metilación en la naturaleza. Sin embargo, el mercurio,
que puede tener estados de oxidación (+1) y (+2), forma dos compuestos de metilación
por la acción de las bacterias o los microorganismos:

Hg2+ (microorganismos)  CH3Hg+  (CH3)2Hg (reacción 5.8)

La mayor facilidad del mercurio frente al plomo para reaccionar con el grupo metilo,
se puede justificar por la participación de los electrones de los orbitales d, que está
más favorecida en el caso del mercurio, pudiendo formar compuestos mono y
dimetilados. Mientras que el monometilmercurio es soluble en agua, el
dimetilmercurio es insoluble en agua y volátil.

El metilmercurio, CH3Hg+ es un compuesto liposoluble, que atraviesa tejidos como la


piel y las membranas celulares, por lo que es mucho más tóxico que el mercurio
elemental. El dimetilmercurio se descompone en la atmósfera por la acción de la luz
dando Hg, que es oxidado hasta Hg2+, el cual, por la acción de lluvia vuelve hasta las
aguas. El problema fundamental de estos compuestos es que son absorbidos por los
peces y pasan a través de la cadena alimentaria hasta las personas. Por ejemplo, cerca
del 90% del CH3Hg+ ingerido es absorbido (no eliminado) en el cuerpo humano.

Los procesos de descontaminación del mercurio se basan en el hecho de que el estado


de oxidación más común es (+2) y en la gran insolubilidad del HgS.

Una posibilidad para descontaminar las aguas de Hg2+, por ejemplo, las derivadas de
las electrolisis en la obtención de cloro, es usar sulfuro sódico, según la reacción 5.9:

10
Hg2+ + S2-  HgS(s) (reacción 5.9)

Otra posibilidad de descontaminación del mercurio se deriva de la menor velocidad de


metilación del mercurio (reacción 5.8) cuando se encuentra en forma de Hg2+ y en
ambientes anaerobios. Esto se explica porque en dichas condiciones anaerobias existen
además iones sulfuro que precipitan al Hg2+ como HgS. De hecho, la transformación
mayoritaria de mercurio en compuestos metilmercurio, incluyendo el caso del CH3Hg,
tiene lugar en condiciones aerobias.

5.1.3 Efectos contaminantes

En los apartados anteriores se han visto algunos conceptos químicos sobre una serie
de contaminantes, casi todos de carácter metálico, que se caracterizan por su elevada
toxicidad para los seres vivos.

Algunos metales considerados como contaminantes son necesarios en cantidades


traza para la vida de los animales y/o de las plantas. Es por ello, que debe alcanzarse
un equilibrio entre un exceso y un defecto en lo que se refiere a estos metales
esenciales.

Debe tenerse en cuenta que es, a partir de episodios accidentales, cuando se investiga
y conoce cómo y por qué se producen estas contaminaciones con compuestos en
general inorgánicos. Partiendo de estos estudios se han dispuesto medidas legales para
evitar su aplicación, regular su uso, impedir su acción contaminante y controlar su
presencia en el medio ambiente, para prevenir su efecto tóxico en las personas.

A continuación, se detallan algo más en profundidad los efectos contaminantes que


pueden producir estos elementos.

Plomo

El plomo se absorbe en el tubo gastrointestinal de forma lenta e incompleta (cuando la


intoxicación se produce por vía oral) y puede absorberse en las vías respiratorias
después de su inhalación. Se distribuye en el cuerpo principalmente en dos reservas:
una activa en la sangre y tejidos blandos y otra de almacenamiento en los huesos. Los
signos y síntomas de un envenenamiento por plomo pueden incluir malestar, anorexia,
dolor abdominal, vómitos, irritabilidad y apatía.

Las manifestaciones de este envenenamiento afectan fundamentalmente a tres


sistemas: el sistema renal, el sistema nervioso central y el sistema hematopéyico. La
encefalopatía por plomo se caracteriza por una instauración súbita de edema cerebral,
coma y convulsiones; las secuelas pueden comprender retraso mental, trastornos de
conducta y ocasionalmente ceguera, afasia, que es la perdida de la capacidad de
producir o comprender el lenguaje debido a lesiones en áreas cerebrales y hemiparesia,
que consiste en la disminución de la fuerza motora o parálisis parcial en extremidades
debido también a alteraciones en el cerebro.

11
Respecto a la afección al sistema hematopoyético, el plomo interfiere en la síntesis del
grupo hemo de la hemoglobina inhibiendo la acción de varias enzimas, como la
deshidratasa δ-aminolevulínica (encargada de formar porfobilinógeno) y la
ferroquelatasa (que canaliza la inserción del hierro en la protoporfirina IX para formar el
grupo hemo).

Arsénico

Los efectos negativos del arsénico en la salud radican en su actividad cancerígena,


pudiendo producir cánceres de pulmón, piel, hígado, etc., llegando a causar incluso la
muerte. La ingestión, tanto del As5+, como del As3+, que es aún más tóxico, produce
daños irreversibles en el cerebro.

El arsénico en agua es un veneno lento, que provoca inicialmente una decoloración de


la piel, queratosis y posteriormente cánceres y daños en hígado y riñón. En el caso
comentado anteriormente del episodio por contaminación ocurrió en Bangladesh, varios
millones de personas se vieron afectadas durante varias décadas. Los síntomas
presentados eran manchas negras en la piel, endurecimientos en las palmas de las
manos y las plantas de los pies, produciéndose también muchos casos de conjuntivitis,
bronquitis y diabetes, a la vez que detectándose la presencia de tumores y gangrenas.

Episodios de aguas potables contaminadas con arsénico se han producido en otros


países como Chile o Taiwán, e incluso Estados Unidos; sin embargo, la situación actual
puede ser controlada con un adecuado conocimiento del problema y una verificación
analítica de las aguas para consumo humano.

La toxicidad aguda se manifiesta por síntomas gastrointestinales, tales como el dolor


gástrico intenso, vómitos y diarreas; en la intoxicación grave aparecen convulsiones,
pudiendo causar incluso la muerte.

Otros síntomas por intoxicación crónica por arsénico son pigmentación cutánea,
hiperqueratosis, hepatomegalia, lesión tubular renal y pérdida de cabello. A medida que
avanza la toxicidad también aparecen síntomas referidos al sistema nervioso central.

El arsénico se acumula fundamentalmente en el hígado, el riñón, el tubo digestivo, el


bazo y los pulmones; dado que tiene una elevada afinidad por la queratina, la
concentración de arsénico en el pelo y las uñas es superior a la detectada en otros
tejidos, pudiéndose detectar arsénico en el pelo 30 horas después de su ingesta.

Cadmio

Síntomas de sobrecarga de cadmio en el organismo, previo a la intoxicación, son:


aumento de la velocidad de sedimentación globular, disminución del número de
anticuerpos, anemias por problemas de absorción de hierro (con descenso de la
concentración de hemoglobina), alteraciones en las piezas dentales y lesiones de la
cavidad bucal, incapacidad para amamantar y diversos dolores articulares.

Los síntomas de intoxicación se caracterizan en primer lugar por la hipertensión y la


arterioesclerosis, ya que el cadmio se deposita principalmente en las arterias y en los
riñones; en segundo lugar, aparece una patología renal severa a partir de

12
concentraciones de cadmio diez veces superiores al valor normal, y por último puede
aparecer una hiperactividad psíquica, sobre todo en niños.

Cabe señalar, como hecho histórico, la contaminación por cadmio que se produjo en
Jadun, una ciudad japonesa cercana al rio Jintsu, durante la Segunda Guerra Mundial y
en los años posteriores. Se produjeron cosechas de arroz contaminadas con cadmio, lo
que originó en la población efectos de debilitación en los huesos y daño en las
articulaciones, debido a la sustitución en estos del Ca2+ por Cd2+.

El tratamiento contra la intoxicación con cadmio consiste en administración de vitamina


C, suministro diario de cinc (unos 50-100 mg según la edad) y de vitamina B6 (100
mg/día), para proteger los riñones, además de un aporte de aminoácidos y selenio.

Mercurio

En el caso del mercurio, las fuentes de intoxicación más frecuentes de este metal se
encuentran en ciertos alimentos, como el marisco o el atún, los cuales toman y acumulan
el mercurio de entornos marinos contaminados. Otras fuentes posibles de intoxicación
son ciertos plásticos, los colores de impresión, insecticidas, etc.

Su toxicidad depende del estado en que se encuentre: los compuestos inorgánicos de


mercurio son menos peligrosos, ya que se excretan rápidamente por la orina, que los
compuestos organomercúricos, los cuales presentan una mínima eliminación urinaria.

Su acción nociva para el organismo consiste en la destrucción de glóbulos rojos,


cambios cromosómicos, tumores cerebrales (ya que los compuestos orgánicos de Hg
atraviesan fácilmente la barrera hematoencefálica), etc. Los síntomas más frecuentes
de intoxicación por Hg se manifiestan en una pérdida de apetito y peso, inflamación de
las encías, temblores, alteraciones psíquicas, convulsiones, irritaciones cutáneas y
cambios en la sensibilidad al dolor. El envenenamiento por metilmercurio puede llegar
a provocar daños irreversibles en cerebro, hígado y riñones

También se producen otros síntomas indicadores de sobrecarga de mercurio en el


organismo como son: hiperactividad psíquica en el niño, estomatitis, aparición de un
gusto metálico en la boca, aumento de la secreción salivar, insuficiencia renal, anemia,
hipertensión, modificaciones en el comportamiento (irritabilidad, depresión), insomnio,
etc.

Existen diversos casos históricos de accidentes de contaminación con mercurio, que


produjeron enfermedades epidémicas localizadas e incluso muertes. Por ello, la
manipulación con Hg debe hacerse en ambientes controlados evitando su dispersión.

El tratamiento de la intoxicación por mercurio consiste en un aporte de aminoácidos


azufrados como la metionina, ya que el mercurio tiene mucha afinidad por los grupos
tiol y en la administración de vitamina C, E, pectina y selenio, que protege de la
sobrecarga de Hg.

A modo de resumen, como se presentan esquemáticamente en la Tabla 5.2 los efectos


tóxicos causados por los contaminantes metálicos estudiados en el presente tema, que
pueden estar presentes en las aguas. A modo comparativo se han incluido también otros
metales, con carácter contaminante menos drástico.

13
Tabla 5.2. Fuentes y efectos tóxicos más importantes de algunos
metales y semimetales presentes en las aguas.

Elemento Origen Efectos tóxicos

Tóxico en piel y
Minería, Pesticidas,
Arsénico (As) sistema nervioso.
Industria química
Posible cancerígeno

Afecciones renales y
Carbón, Minería, cardiovasculares.
Cadmio (Cd) Hipertensión.
Tratamiento de metales
Reemplaza
bioquímicamente al Zn

Minería, Carbón, Industria Tóxico agudo y crónico.


Mercurio (Hg)
química, Fungicidas Daños al sistema
nervioso y al riñón

Muy tóxico en niños y


Minería, Carburantes,
Plomo (Pb) mujeres embarazadas.
Pinturas, Corrosión
Daños al sistema
nervioso y al riñón.
Anemia

Recubrimiento de metales,
Zinc (Zn) Fitotóxico a altas
Aleaciones, Pigmentos,
concentraciones
Pinturas, Catalizadores

Minería e industrias Tóxico, afecciones


Berilio (Be) pulmonares,
nuclear y espacial
cancerígeno

Tóxico para vegetales y


Cobre (Cu) Minería, recubrimiento de animales. Daña el
metales sistema digestivo, riñón
e hígado. Cancerígeno

Recubrimientos, industrias Patologías cardiacas.


Cromo (Cr)
textil y curtidos. Industria Tóxico sólo en alta
de esmaltes y tipografía concentración

14
5.2 Compuestos orgánicos peligrosos

5.2.1 Principales compuestos orgánicos contaminantes

La cantidad de compuestos orgánicos que se utilizan, se producen y contaminan el


medio ambiente es muy alta; desde los disolventes orgánicos que se usan en la industria
química hasta multitud de productos domésticos, como los clorofluorocarbonados de los
refrigerantes y los plásticos de todo tipo, pasando por los herbicidas e insecticidas
usados en las labores agrícolas y ganaderas. En las Tablas 5.3 y 5.4 se han agrupado
estos compuestos orgánicos contaminantes según su origen y según su efecto,
respectivamente.

Uno de los grupos mayoritarios de productos orgánicos contaminantes es el formado


por los pesticidas, que pueden presentar diferentes estructuras químicas. Puede
tratarse de compuestos organoclorados u organofosforados, cuyas fórmulas químicas
se muestran en las Figuras 5.2 y 5.3, respectivamente. Evidentemente estas tablas y
figuras son solo algunos ejemplos de los compuestos orgánicos que son contaminantes,
entre otros motivos porque continuamente van detectándose nuevos compuestos con
actividad negativa para el medioambiente y tóxicos para los seres vivos. En este sentido,
casi a diario se pueden encontrar noticias sobre un compuesto orgánico que es utilizado
en una aplicación dada y que pasa a formar parte de un listado de compuestos
peligrosos para el medioambiente.

Tabla 5.3. Ejemplos de compuestos orgánicos contaminantes clasificados según su


origen y según el medio donde se encuentran.

Origen del contaminante Receptor del contaminante


Actividad Ejemplos Medio Ejemplos

Pesticidas Metano
Agricultura y
Metano Clorofluorocarbonos (CFC)
Ganadería Atmósfera
Purinas Halogenuros

Hidrocarburos Dioxinas
Transporte Ciudades
Dioxinas Vapores diversos
Plásticos

Industria química Disolventes Edificios Formaldehído


Vapores

Tratamiento de Dioxinas Aguas Hidrocarburos


residuos urbanos Pesticidas
Metano Suelos
Herbicidas

15
Tabla 5.4. Ejemplos de compuestos orgánicos contaminantes clasificados
según el tipo de efecto que producen.

Contaminante Efecto

CH4, CFC, CH3Cl, CCl4 Invernadero

CFC, CCl4 Destrucción capa de ozono

CxHy Niebla contaminante

Pesticidas. Productos domésticos Toxicidad para los humanos

Figura 5.2. Fórmulas químicas de contaminantes orgánicos organoclorados usados


como pesticidas.

16
Figura 5.3. Fórmulas químicas de contaminantes orgánicos organofosforados usados
como pesticidas.

Otros compuestos pesticidas son los pertenecientes a la familia de los carbamatos


(Figura 5.4) y los derivados de la urea.

Además del grupo de los pesticidas, existen otros compuestos orgánicos muy comunes
como la acetona, los disolventes, los compuestos aromáticos (como el benceno), el
formaldehido que se produce en ambientes cerrados por degradación de los plásticos,
etc., que se comportan como contaminantes de las aguas y de la atmósfera. Por ello
también es necesario aplicar una serie de procesos de descontaminación de dichos
compuestos. Estos procedimientos de descontaminación serán más o menos
específicos dependiendo del compuesto contaminante concreto.

Cabe indicar aquí que lo ideal sería no producir estos contaminantes para no tener que
eliminarlos. Por ello, se ha desarrollado una serie de estrategias preventivas para evitar
la contaminación, con las que la industria química pretende ayudar a la sostenibilidad
ambiental. Es lo que se conoce como Química Verde o Química Ecológica, que se
estudia con detalle en el tema 7.

17
Figura 5.4. Fórmulas químicas de contaminantes orgánicos usados como pesticidas de
la familia de los carbamatos.

5.2.2 Estrategias de descontaminación

Debido al gran número de compuestos orgánicos que pueden contaminar el agua y el


aire, no se han desarrollado tratamientos concretos para cada uno de ellos, sino que se
aplican procesos generales basados en retenerlos o concentrarlos, y en hacerlos
reaccionar para que pierdan su toxicidad.

Una posible estrategia de descontaminación es la aplicación de adsorbentes, que son


sólidos de alta área superficial, o sea, con una superficie de adsorción (o de retención)
por unidad de peso muy elevada. Fundamentalmente, se trata de carbones activados,
que tienen áreas superficiales de varios cientos de metros cuadrados por gramo y
tamaños de poro del orden de un nanómetro de diámetro.

Estos carbones activados pueden retirar de un medio acuoso, o de los gases, los
compuestos orgánicos que se encuentran en ellos; por ejemplo, evitan los malos olores
o retiran los surfactantes retenidos en el agua, basándose en dichos procesos de
adsorción.

La adsorción es el proceso por el que las moléculas químicas que se encuentran en


estado gaseoso o en disolución, se retienen sobre la superficie de un sólido, La Figura
5.5 muestra la adsorción de un contaminante sobre un carbón activado, que presenta
poros de tamaño muy variado. Cabe señalar que las dimensiones de estos poros están
en el orden de los tamaños de las moléculas de los compuestos contaminantes que se
adsorben.

18
Figura 5.5. Visualización de la adsorción de las moléculas de contaminante en los poros
de un carbón activado.

Debido al carácter hidrofóbico de las superficies de carbono, los carbones activados son
los materiales adsorbentes por excelencia de los compuestos orgánicos. Se utilizan en
procesos secundarios de potabilización de aguas, haciendo pasar la disolución por una
columna rellena de carbón activado.

También pueden utilizarse en procesos de descontaminación en fase gaseosa,


haciendo pasar el gas por un lecho de partículas de carbón, o por unos materiales que
se han conformado como monolitos (ladrillitos con canales abiertos), que llevan
depositado carbón en sus paredes. Estos últimos se aplican cuando se tratan altos
caudales de gases, como es el caso de las chimeneas de escape de las industrias.

Los carbones activados también se utilizan para evitar la salida de dioxinas en las
chimeneas de las incineradoras de basuras urbanas. Este proceso de adsorción está
esquematizado en la Figura 5.6.

Figura 5.6. Adsorción de una dioxina en un carbón activado.

19
Otra estrategia alternativa y algo más específica, que se puede aplicar en la
descontaminación de compuestos orgánicos es el uso de la catálisis heterogénea.
Debe recordarse que un catalizador es una sustancia que acelera una reacción, sin
verse modificado en su naturaleza durante dicha reacción. Si el catalizador y los
reactivos se encuentran en distinta fase, se habla entonces de catálisis heterogénea.

A diferencia del proceso de adsorción, donde la fuerza de las interacciones molécula


superficie es baja (5-30 KJ/mol), en el caso de los catalizadores se forman verdaderos
enlaces químicos (quimisorción) entre los reactivos y la superficie catalítica donde se
produce la reacción.

El proceso catalítico consta de una primera etapa de quimisorción de los reactivos sobre
el catalizador. Luego se produce la reacción entre las especies enlazadas en la
superficie, produciéndose a continuación la salida de los productos de reacción, dejando
los sitios catalíticos superficiales libres para iniciar las reacciones con nuevas moléculas.
Este ciclo de tres etapas se repite continuamente. El catalizador permanece inalterado
durante la reacción ya que van regenerándose sus propiedades de forma continua y
muy rápida, aumentando la velocidad con que transcurre la reacción en su presencia.
Esta situación ideal no se produce del todo en la práctica, ya que a veces los sitios
reactivos del catalizador no se regeneran en su totalidad, con lo que el catalizador va
perdiendo su actividad con el tiempo.

En la Figura 5.7 se visualiza cómo se acelera la reacción en la superficie de un


catalizador. Se observa que, además de producirse una disminución en la energía
potencial que las moléculas o especies reactivas han de superar para formar los
productos, se originan nuevos estados intermedios.

Figura 5.7. Diagrama de energía potencial para una reacción catalítica heterogénea.

20
Aparte de utilizarse catalizadores heterogéneos en la eliminación de contaminantes de
tipo inorgánico, como los óxidos NOx de los gases de escape de los automóviles, que
se verán con algún detalle en el tema 9, también se aplican en el tratamiento de aguas
y gases contaminados con compuestos orgánicos. A continuación, se muestran algunos
ejemplos.

Hidrodecloración de compuestos organoclorados, en general de organohalogenados.

En la Figura 5.2 se han mostrado varios compuestos orgánicos que contienen


halógenos. Los residuos industriales que contienen este tipo de compuestos pueden ser
tratados con un proceso catalítico que permite separar y extraer el halógeno,
principalmente cloro, de la parte orgánica. Para el tetracloruro de carbono la reacción
que tiene lugar es:

Cl4C + 4 H2 (catalizador: Pd, Pt, Rh)  4HCl + CH4 (reacción 5.10)

Esta reacción se puede aplicar a muchos compuestos contaminantes, siendo el orden


de reactividad de los halogenuros orgánicos: R-I > R-Br > R-Cl > R-F.

Para evitar que los catalizadores se desactiven debido al ambiente corrosivo del ácido
clorhídrico que se forma, se suelen llevar a cabo las reacciones a alta presión y
temperatura.

Como estos compuestos organoclorados son derivados de aplicaciones industriales,


generalmente van acompañados de disolventes orgánicos. Por ello en la actualidad
también se aplica el tratamiento de hidrodecloración de contaminantes disueltos en
aguas en baja concentración. Se recurre para ello a un adsorbente que previamente
concentre los compuestos contaminantes y que pueda actuar como soporte de las
partículas metálicas que constituyen el catalizador, y a continuación se realiza la
hidrodecloración.

Oxidación o reducción de hidrocarburos aromáticos y poliaromáticos

Las aguas y los gases que contienen compuestos aromáticos, muchos de los cuales
son cancerígenos, son difíciles de trata por métodos tradicionales. Así, los tratamientos
biológicos, que son la principal vía de degradación de moléculas orgánicas tóxicas, son
poco efectivos para este tipo de compuestos porque también son tóxicos para los
microorganismos.

Por ello se busca aplicar la vía de la catálisis heterogénea, que puede contemplar dos
alternativas para que pierdan su toxicidad y puedan ser biodegradados: oxidación del
contaminante o hidrogenación del anillo aromático. Un ejemplo del primer tipo es la
reacción de oxidación del fenol a CO2 y agua, reacción 5.11, y del segundo tipo, la
hidrogenación del tolueno a metilciclohexano, reacción 5.12 (entre paréntesis se indican
los catalizadores usados). Estas reacciones suelen realizarse en presencia de agua.

C6H6O + 7O2 (CeO2)  3H2O + 6CO2

C7H8 + 3H2 (Pd, Ru)  C7H14 (reacción 5.12)

21
Muchas de las reacciones de este tipo están en fase de estudio, en los laboratorios de
investigación. Solo algunos de estos estudios conducirán a tecnologías aplicables a
nivel industrial en la descontaminación de estos compuestos orgánicos. En general,
cada problema de contaminación debe ser abordado de una forma integral, pensando
no sólo en la adsorción o en las reacciones catalizadas, sino también en otras posibles
alternativas, como la incineración, los métodos biológicos, las reacciones químicas
estequiométricas, etc.

Fotocatálisis

La fotocatálisis, proceso que usa energía solar para realizar las reacciones sin consumo
energético suplementario, se aplica también en los procesos de descontaminación,
estando muy relacionada, en concreto, con los métodos catalíticos de tratamientos de
contaminantes orgánicos.

Tiene bastantes ventajas como la posibilidad de colocar el reactor en el sitio donde se


tiene el contaminante, y el uso de catalizadores y condiciones no muy costosos
económicamente. El óxido de titanio, componente de las pinturas de color blanco, es un
buen fotocatalizador. Se trata de un semiconductor que al absorber energía solar
produce electrones, como se esquematiza en la Figura 5.8.

Figura 5.8. Esquema de reacciones de formación de especies oxidantes en TiO2.

22
En la reacción 5.13 se indica el ejemplo de su aplicación en la oxidación de cloroformo
disuelto en agua, mediante el uso de la radiación solar.

CHCl3 + ½ O2 + H2O (TiO2 + h .)  CO2 Cl (reacción 5.13)

Aunque en estas reacciones de descontaminación que se han presentado sólo se ha


indicado el producto final, menos tóxico, hay que hacer notar que, en realidad, existe un
gran número de productos intermedios que se forman en las mismas.

23
Lecturas recomendadas

 Química Medioambiental, Ed. Pearson, Prentice, Hall, T.G. Spiro y W.M.


Stigliani, 2003.

 Química Ambiental, Ed. Reverté, C.Baird, 2001.

 Environmental Chemistry, Ed. Chapman&Hall, P. O´Neill, 1993.

 Química de la Contaminación, Ed. Miraguano, X. Doménech, 1995.

 Clasificación y naturaleza química de los contaminantes, 2ª Ed., Ed. UNED, A.


Guerrero Ruiz, 2005.

 Bases Químicas del Medio Ambiente, Unidades Didácticas, Ed. UNED, P.


Cabildo, P. Cornago, C. Escolástico, S. Esteban, C. López, D. Sanz, 2005.

 Se recomienda realizar consultas en los buscadores de Internet sobre los


aspectos específicos que considere más importantes, para clarificar conceptos
o para obtener datos o informaciones complementarias.

24
Ejercicios de autoevaluación

5.1 Describa las distintas reacciones que ocurren en la electrolisis de disoluciones de


NaCl en las plantas de cloroálcalis, cuando se utiliza cátodo Hg0.

5.2. En ocasiones se puede originar arsina, un potente veneno, por reacción en


disolución de ácido arsenioso con metales fácilmente oxidables, como el Zn, en medio
ácido. Escriba y ajuste la correspondiente reacción redox.

5.3 Calcular cómo varía la solubilidad del sulfuro de mercurio en función del pH, en
medios ácido. El valor de Kps para el HgS es de 3,0 x 10-53. Las constantes de acidez
del ácido sulfhídrico primera y segunda son 1,0 x 10-7 y 1,3 x 10-13, respectivamente.

25
Tema 5. Respuestas a los ejercicios de autoevaluación
R. 5.1.

Las reacciones que ocurren son:


En el ánodo: 2Cl-  Cl2 + 2e-
En el cátodo: 2Na+ + 2e-  2Na-Hg (amalgama)

La amalgama se hace reaccionar posteriormente con agua aplicando una corriente eléctrica:
2Na-Hg + 2H2O  2NaOH + H2

R 5.2

3Zn(s) + HAsO2 + 6H+  3Zn2++ AsH3 (g) + 2H2O

R.5.3

La reacción global que tiene lugar es:

HgS(s) + 2H+  Hg2+ + H2S(ac)

Que es la combinación de las semirreacciones siguientes:

HgS(s)  Hg2+ + S2- Kps = 3,0 x 10-53

HS- + H+  H2S K1 = 1/Ka1 = 1 x 107

S2- + H+  HS- K2 = 1/Ka2 = 7,7 x 1012

Luego la constante de la reacción global será:

Kr = [Hg2+][H2S]/[H+]2 = Kps x K1 x K2 = 2,3 x 10-33

Si [Hg2+] = [H2S], tendremos [Hg2+]2 = 2,3 x 10-33 [H+]2

Es decir, la concentración de Hg2+ disuelto (la solubilidad) aumenta linealmente con la


concentración de protones (y también al disminuir el pH), según la expresión:

[Hg2+] = 4,8 x 10-17 [H+]

Para un pH de 1, [H+] = 0,1 y la solubilidad será de 4,8 x 10-18 mol/L

Para un pH de 2, [H+] = 0,01 y la solubilidad será de 4,8 x 10-19 mol/L

Para un pH de 4, [H+] = 1x10-4 y la solubilidad será de 4,8 x 10-21 mol/L

Para un pH de 6, [H+] = 1x10-6 y la solubilidad será de 4,8 x 10-23 mol/L


Tema 6. Métodos para evitar la contaminación: acciones
preventivas

Guion-esquema

6.1 Medidas preventivas para evitar la contaminación en suelos y aguas

6.2 Medidas preventivas para evitar la contaminación atmosférica

6.4.1 Planificación urbana

6.4.2 Estudios previos de impacto ambiental

6.4.3 Ahorro energético

6.3 Energías renovables

6.3.1 Energía solar

6.3.2 Energía eólica

6.3.3 Biomasa

6.3.4 Energía mareomotriz

6.3.5 Otras energías renovables

Introducción

En el tema 4 se abordaron algunas estrategias de control relacionadas con la


eliminación de los contaminantes producidos. En este tema se estudian las posibles
medidas preventivas que se pueden adoptar para evitar la producción de dichos
contaminantes. Tras una breve exposición de las acciones encaminadas a prevenir la
contaminación en aguas y suelos, se presentan aquellas dirigidas a la prevención de la
contaminación atmosférica, asociadas principalmente con el ahorro energético que se
puede conseguir en los distintos sectores de la actividad humana. Debido a la enorme
importancia que el uso de las energías renovables puede desempeñar en la
disminución de la emisión de CO2, uno de los principales contaminantes generados
por los combustibles fósiles, se dedica un apartado del tema, bastante extenso, al
estudio de las energías renovables. Entre ellas, se dedica especial atención a la
energía solar, la eólica, la biomasa y la energía mareomotriz.

1
Objetivos

 Conocer algunas medidas preventivas de la contaminación en suelos y aguas.

 Ser conscientes del consumo energético que se produce en los distintos


sectores de la actividad humana y de las medidas de ahorro que se pueden
adoptar.

 Clasificar las energías renovables en función de su origen y conocer su


fundamento.

 Citar ejemplos de mecanismos y dispositivos de aprovechamiento de la energía


solar activa y pasiva.

 Conocer los impactos medioambientales causados por las energías


renovables.

2
6.1 Medidas preventivas para evitar la contaminación en suelos y aguas

Las estrategias de control se aplican para disminuir la concentración de los


contaminantes ya producidos. A diferencia de ellas, las acciones preventivas son
aquellas dirigidas a evitar que se produzcan dichos contaminantes, o al menos, a
minimizar sus emisiones.

La contaminación del suelo puede ser clasificada, atendiendo a su origen, en dos


grandes grupos: la contaminación producida por la actuación del hombre y la
contaminación generada por los fenómenos naturales.

En el primer tipo, el hombre está involucrado de manera directa, siendo parte activa de
la degradación del suelo; implica actividades como la transformación de cultivos, la
urbanización del medio, la construcción de grandes vías de comunicación terrestre
(autopistas, autovías), los vertidos industriales, etc.

Como ya se estudió en el tema 3, unos de los principales contaminantes del suelo son
los productos utilizados en los cultivos agrícolas, como abonos, fertilizantes, pesticidas
y plaguicidas, los cuales pueden quedar retenidos o inmovilizados en el suelo,
afectando a este de diversas formas:

 Los plaguicidas pueden quedar retenidos en el material de intercambio, es


decir, en las arcillas y en la materia orgánica, lo que puede provocar la
pérdida de fertilidad del suelo. Esta pérdida es más acusada en suelos con
poca materia orgánica, con poca arcilla o con arcillas de tipo caolinítico.

 Pueden también ser digeridos por el metabolismo enzimático de los


microorganismos del suelo, degradándose a moléculas sencillas, perdiendo
de este modo sus posibilidades de contaminación.

 Pueden pasar en forma de disolución al suelo, quedando a disposición de las


plantas o fauna del suelo, o filtrarse hasta las capas freáticas.

Los plaguicidas tienen graves efectos sobre las comunidades de la microfauna y flora
de los suelos. Los cambios en los ecosistemas del suelo pueden ocasionar efectos
como el aumento o la disminución de los nutrientes disponibles para las plantas, una
disminución de la nitrificación, etc. Una forma, por tanto, de prevenir la contaminación
del suelo, sería evitar en la medida de lo posible el uso en la agricultura de estos
productos agroquímicos de alta toxicidad.

En el segundo tipo de contaminación, el hombre está implicado de manera indirecta.


Se trata de la contaminación producida por fenómenos naturales, como pueden
ser la erosión y la desertificación.

El proceso de erosión se puede prevenir con el uso de buenas prácticas de


conservación de suelos en áreas agrícolas, como por ejemplo:

 Construir barreras vivas y barreras rompevientos.

3
 Utilizar materia orgánica para favorecer la textura y mantener la estructura del
suelo.

 Favorecer la vegetación nativa, manteniendo así una cubierta vegetal que


proteja al suelo.

 Prevenir la tala de bosques.

 Canalizar los excesos de las aguas de escorrentía procedentes de las lluvias.

 Construir sumideros de agua y mantener canales de agua destapados.

 Evitar la siembra de cultivos limpios en zonas de pendiente.

 Sembrar en contra de la pendiente, no a favor de ella.

 No quemar los restos de cosechas, ya que estas protegen al suelo y


proporcionan materia orgánica al mismo, haciéndolo más resistente a la
erosión.

La contaminación de las aguas está estrechamente relacionada con la de los suelos,


ya que gran parte de los contaminantes presentes en estos últimos puede ser
arrastrada por las aguas. De este modo, la lixiviación de los vertidos incontrolados en
terrenos que no son impermeables puede contaminar los acuíferos subterráneos.

La contaminación de las aguas también se produce por el vertido a los ríos de los
productos de desecho de las fábricas e industrias, debido a la escasez de métodos de
procesamiento de estos desechos.

Se ha visto anteriormente en el tema 1 que las aguas superficiales reciben cantidades


excesivas de nutrientes (nitrógeno y fósforo en forma de NO2 y P2O5), por los vertidos
urbanos e industriales y el arrastre de abonos agrícolas, que provocan el fenómeno de
la eutrofización. La principal vía de entrada de los abonos a las aguas superficiales
es a través de la escorrentía, que los arrastra en su mayor parte junto a las partículas
de suelo, y también por lavado a las aguas subterráneas que después vierten en ríos y
lagos.

El contenido de fósforo y nitrógeno en el suelo es más alto en las capas más


superficiales, las cuales son las más erosionadas. Además, el proceso erosivo
tiende a afectar más a las partículas finas, que son las que contienen la mayor
parte del nitrógeno y fósforo. Debido a todo ello, el sedimento erosionado tiene
una mayor concentración de nutrientes que el suelo del que proviene; para el
fósforo es frecuente que sea entre 2 y 6 veces más y para el nitrógeno entre 2 y 8.

En el caso de los residuos agrícolas, a causa de su carácter difuso y muy irregular, la


mayoría de las veces no es aplicable la depuración de los vertidos, por lo que se corre
el riesgo de constituir la principal causa de eutrofización. Ello obliga a tomar las

4
medidas preventivas adecuadas, encaminadas a reducir el aporte de contaminantes al
agua. Estas medidas preventivas son las siguientes:

 Practicar la agricultura ecológica. Las técnicas de agricultura ecológica basan


la fertilización en los aportes de materia orgánica, los abonos verdes y las
rotaciones de cultivos. Éstas técnicas favorecen una buena estructura del
suelo, que reduce la erosión, y mantienen niveles bajos de nutrientes libres en
el suelo, evitando que puedan ser arrastrados hasta los cursos de agua. Los
fertilizantes orgánicos, como el estiércol, aportan toda la gama de nutrientes
que necesitan las plantas, mejoran las propiedades físicas del suelo y
favorecen la actividad biológica imprescindible para una correcta fertilidad, a
la vez que presentan mucha más resistencia al lavado o arrastre de los
nutrientes; de esta forma permiten obtener buenas cosechas sin contaminar
el agua.

 Racionalizar el uso de fertilizantes y pesticidas, ya que son la principal fuente


de “contaminación difusa”, es decir, no localizada en un punto de vertido
concreto. Para ello, es necesario ajustar los aportes de abonos, y aplicarlos
correctamente, en modo fraccionado, repartido a lo largo del ciclo del cultivo
según las necesidades específicas de los cultivos.

 Evitar la erosión, ya que los materiales erosionados van a parar a las aguas.
Como se ha indicado anteriormente, la principal causa de que los nutrientes
alcancen las aguas superficiales es la erosión. Reducirla no sólo significa
evitar la eutrofización sino también conservar la fertilidad del suelo. Por ello,
es muy importante tomar medidas para reducir los procesos erosivos,
especialmente en aquellas parcelas que no están niveladas. Algunas de estas
medidas son labrar el suelo según las curvas de nivel, nunca en la dirección
de la pendiente; reducir el laboreo y evitar especialmente aquellas labores
que dejan el suelo muy disgregado.

 Mantener el suelo cubierto de vegetación, la cual fija el suelo y evita el


impacto de la lluvia. La vegetación, especialmente la herbácea, no sólo
reduce la erosión, sino que también incorpora los nutrientes del suelo,
evitando que éste se enriquezca en exceso. Cuando esta vegetación muere,
devuelve el nitrógeno y el fósforo al suelo en forma de materias orgánicas,
que son mucho menos arrastradas que las formas minerales originales.

 Proteger las fuentes de agua, no arrojando basura o residuos fecales en ellas.

 Impedir los vertidos orgánicos. Tanto las granjas como muchas industrias
agroalimentarias, como almazaras, bodegas, etc., producen residuos líquidos
con una elevada carga orgánica, como purines, alpechines y otros. Estos
residuos tienen una alta capacidad contaminante, por lo que se deben
depurar antes de su vertido. Igualmente, deben almacenarse durante el
menor tiempo posible y en instalaciones que garanticen que no se producen
fugas o infiltraciones. La mayoría de estos residuos pueden ser empleados
como abonos con un mínimo de tratamientos sencillos y económicos, como el

5
compostaje, del que ya se ha hablado en el tema 3. De esta forma pasan de
ser residuos a ser un importante recurso para la agricultura.

 No verter residuos sólidos, por ejemplo, plásticos, papeles, cartones, botellas,


restos de comidas, trapos, vidrios, tarros, etc., directamente a las aguas.

 No verter combustibles, como petróleo, parafina, bencina, aceite, etc.,


directamente a los cursos de agua y/o al suelo.

 No contaminar las aguas con detergentes no biodegradables, aceites,


barnices, diluyentes, colorantes, pinturas u otros similares.

6.2 Medidas preventivas para evitar la contaminación atmosférica

Entre las distintas acciones posibles para evitar la contaminación atmosférica, se


pueden destacar la planificación urbana, los estudios previos de evaluación de impacto
ambiental y el ahorro energético.

6.2.1 Planificación urbana

Muchos de los problemas de contaminación atmosférica que hoy sufren las grandes
ciudades podrían haberse evitado, o al menos atenuado, mediante una planificación
adecuada de la estructura urbanística de las ciudades y una localización de las
actividades y los polígonos industriales que hubiera tenido en cuenta los
condicionamientos medioambientales.

Partiendo de la base de que las principales fuentes de contaminación atmosférica de


los núcleos urbanos son los vehículos, las calefacciones domésticas y la industria, es
necesario, para evitar la aparición de estos problemas emprender una serie de
acciones preventivas coordinadas, encaminadas a reducir las emisiones de estas
fuentes. Entre estas acciones se pueden distinguir las siguientes:

 Fomentar el uso de combustibles de bajo poder contaminante.

 Estimular el ahorro energético.

 Fomentar el uso de tecnologías poco contaminantes.

 Aplicar innovaciones tecnológicas a los vehículos.

 Planificar de forma adecuada el tráfico viario.

 Introducir en los planes de ordenamiento urbano criterios medioambientales,


tales como:

Clasificar las industrias por sus efectos ambientales a la hora de


ubicarlas en las zonas industriales, situando la industria pesada en
las zonas más ventiladas y a sotavento de las áreas habitadas.

Crear zonas amortiguadoras, en las que crezca la vegetación, entre


las zonas industriales y las áreas con viviendas.

6
Alejar los viales de tráfico intenso de las zonas céntricas y
residenciales, fomentando en lo posible el transporte público en el
interior de las ciudades.

Aprovechar al máximo de las propiedades de autodepuración de la


atmósfera, a través del mejor conocimiento de las propiedades de
la atmósfera urbana y de las condiciones meteorológicas.

La adopción de criterios ambientales en la planificación y desarrollo de las ciudades es


la única medida que puede llevar hacia la construcción de ciudades hechas para que
el hombre pueda vivir, muy diferentes a las que se conocen actualmente,
congestionadas y ambientalmente degradadas.

6.2.2 Estudios previos de impacto ambiental

Estos estudios tienen por objeto el prever rigurosamente las alteraciones que sobre el
medio ambiente va a provocar la realización de determinadas acciones, planes o
proyectos. Su misión principal es el prever efectos, sirviendo como instrumentos
válidos que permitan introducir consideraciones ambientales en la planificación
socioeconómica.

Se entiende por evaluación de impacto ambiental (EIA) aquellos estudios dirigidos a


identificar, interpretar y prevenir las consecuencias medioambientales que sobre la
salud del hombre, los ecosistemas o los bienes, pueden causar determinadas
acciones, planes o proyectos humanos.

6.2.3 Ahorro energético

Uno de los sectores productivos que más ha contribuido al problema de la


contaminación atmosférica durante las últimas décadas ha sido el energético. La
disponibilidad de grandes cantidades de energía procedente de los combustibles
fósiles, especialmente el petróleo, a precios relativamente baratos, hizo que durante
los años 50 y 60 se incrementara extraordinariamente el consumo de estos
combustibles y se produjera un gran despilfarro energético, unido a una fuerte
contaminación, como consecuencia de la gran cantidad de combustibles utilizados.

En el tema 4 se introdujeron los términos de energía primaria y energía útil y se


presentaron los distintos sectores de la actividad humana en los que se produce
consumo de energía, señalando que una forma de controlar el cambio climático global
es mediante un aumento de la eficiencia energética, es decir, del porcentaje de
energía suministrada que se transforma en energía útil.

En este epígrafe se indican las principales acciones que se pueden emprender en los
distintos sectores para conseguir un menor malgasto o pérdida de energía,
contribuyendo así al ahorro energético. Las medidas de ahorro energético tienen una
gran incidencia tanto en el mejor aprovechamiento de los recursos naturales como en
la reducción de los problemas de contaminación atmosférica, ya que para obtener la
misma energía útil se requiere un consumo menor de combustibles y, por tanto, se
produce una menor emisión de contaminantes.

7
En el sector transporte, la energía útil es la energía cinética de los gases en
expansión que se producen en los motores de explosión; es decir, el calor generado
en la combustión de los derivados del petróleo se transforma en energía cinética de
dichos gases y posteriormente se convierte en energía mecánica, siendo el
rendimiento del proceso global aproximadamente de un 25-30%.

La mayor parte del gasto energético en transporte, alrededor de un 75%, se produce


por transporte en carretera, y de este, un 75% proviene del consumo de los
automóviles privados. Para rebajar este consumo, se invierte mucho dinero en
encontrar materiales ligeros y resistentes y en mejorar las condiciones aerodinámicas
de los vehículos. Otros procedimientos menos utilizados son el uso de transmisiones
que cambian de modo continuo con el fin de mantener los motores funcionando a la
velocidad óptima, y cada vez con mayor frecuencia en los últimos tiempos, la
utilización de motores híbridos de combustión-eléctricos, con recuperación de la
energía durante el frenado. Por último, una forma de ahorrar energía en el sector
transporte es simplemente mediante un cambio en los usos sociales: usar
frecuentemente el transporte público, tratar de compartir los automóviles, usar más
bicicletas y caminar.

En el sector doméstico, el ahorro en el consumo energético se puede conseguir


atendiendo a las normas de la llamada arquitectura bioclimática a la hora de diseñar
los edificios de nueva construcción, es decir, teniendo en cuenta la orientación de las
habitaciones con respecto al sol y evitando la exposición de los cuartos más utilizados
a vientos dominantes y a las sombras proyectadas por otros edificios, etc., así como
perfeccionando los sistemas de aislamiento térmico. También se pueden conseguir
ahorros significativos en los sistemas de iluminación, simplemente mediante la
sustitución de las lámparas incandescentes tradicionales por tubos fluorescentes o
lámparas halógenas de menor consumo y más duraderas.

En el sector comercial e institucional, la mayor parte de la energía se utiliza para


calefacción, iluminación, aparatos y equipos eléctricos, aire acondicionado, agua
caliente, etc., es decir, que tiene una distribución del gasto energético muy parecida a
la del sector doméstico. Las medidas de ahorro incluyen por tanto, hacer hincapié en
el aislamiento de los edificios y en evitar corrientes de aire, prestar atención a la
eficiencia de los sistemas de calefacción central, controlar los sistemas de ventilación,
etc.

En el sector industrial, los procesos industriales exigen la utilización de calor de muy


diversos grados termodinámicos, por lo que es precisamente en este sector donde se
suele prestar mayor atención a consideraciones sobre la eficiencia en el uso,
recurriendo a plantas de suministro de electricidad y de calor de desecho que puedan
satisfacer las necesidades de la correspondiente fábrica. Entre las estrategias de
ahorro energético en el sector industrial están las siguientes: sustituir procesos de
muchas etapas, caracterizadas por consumir energía, por otros más directos, con
menos etapas y menos energéticas; hacer un mayor uso de tecnologías combinadas
de producción de electricidad y energía calorífica, así como de sistemas de
recuperación de calor; trabajar con motores, controles y mecanismos más eficientes.

8
Sin lugar a duda, una de las principales medidas que se pueden adoptar para evitar el
despilfarro energético y la contaminación producida por los combustibles fósiles es la
producción de energía mediante las llamadas energías renovables, que merecen un
apartado especial y se estudian a continuación.

6.3 Energías renovables

Se denomina energía renovable a la “energía que se obtiene de fuentes naturales


virtualmente inagotables, bien por la inmensa cantidad de energía que contienen, bien
porque son capaces de regenerarse por medios naturales”.

Otras definiciones más técnicas han sido dadas por diversos autores. Algunos la
definen como la energía que se obtiene a partir de corrientes de energía continuas y
recurrentes del mundo natural. Otros, como el flujo energético que se restablece al
mismo ritmo al que se utiliza.

Las fuentes a partir de las cuales se originan las energías renovables son:
 El Sol.
 La gravedad.
 La rotación de la Tierra.
 El calor interno de la Tierra.

La mayor parte de los sistemas ideados como procedimientos para la explotación de


fuentes renovables están relacionados con la radiación solar. La Tierra recibe del Sol
unos 170.000 TW/h (T= tera= 1012). De esa cantidad, el 30%, es decir, unos 50.000
TW/h, son reflejados, el 47% (80.000 TW/h) alcanzan la superficie terrestre en forma
de radiación fotónica y el 23% restante, unos 40.000 TW/h, son absorbidos por la
atmósfera y los mares, dando lugar a procesos de evaporación que generan nubes y a
un calentamiento diferencial que genera vientos, y estos a su vez, oleajes.

Para aprovechar la radiación fotónica (47% de la radiación total) que incide sobre la
Tierra, se han diseñado sistemas que transforman la radiación visible e infrarroja
en calor sensible. Ese calor sensible puede transferirse a un fluido, aire o agua, para
proporcionar calefacción o agua caliente: es el fundamento de los llamados colectores
solares. En los concentradores solares se puede generar vapor de agua o gas a
presión que hace rotar a una turbina para generar energía eléctrica. Por otra parte, se
puede utilizar también esta radiación para suministrar calefacción y bienestar en
viviendas construidas con un diseño racional, mediante la llamada arquitectura
bioclimática. También existen los dispositivos fotovoltaicos, que transforman la
radiación visible en energía eléctrica, y las células electroquímicas, que la transforman
en energía eléctrica o en energía química.

La radiación que es adsorbida por las aguas (23% de la radiación total) da lugar a
la formación de las nubes, a partir de las cuales se producen precipitaciones que
forman depósitos de agua situados a diferentes alturas, lo que supone un
almacenamiento de energía potencial. Estos pueden ser aprovechados, junto con las

9
corrientes de aguas (energía cinética) para la generación de electricidad en plantas
hidroeléctricas.

Una pequeña parte de la energía procedente de la radiación solar (<1%) da lugar a


calentamientos diferenciales en distintas zonas de la superficie de la tierra. Estas
diferencias térmicas pueden poner en marcha corrientes convectivas de aire (vientos)
que circulan globalmente e interfieren con la rotación de la Tierra. La energía cinética
que transportan estos vientos puede ser transformada en electricidad en las turbinas
eólicas. Por tanto, podría decirse que la energía eólica es un tipo de energía
renovable de origen solar indirecto.

A su vez, los vientos pueden interaccionar con las aguas de los mares y océanos
transfiriéndoles parte de su energía cinética, generando oleaje, del cual es posible
también extraer energía mediante una serie de tecnologías.

Todas estas fuentes de energía renovable comentadas se recogen en el esquema de


la figura 6.1.

Figura 6.1. Energías renovables obtenidas a partir de la radiación solar.

10
Hay que indicar, como punto de referencia para entender estas cantidades implicadas,
que la energía primaria se consume en el mundo a un ritmo de unos 13 TW/h (1 TW=
1012 W) de modo que los 173.000 TW/h que alcanzan la tierra representan
aproximadamente 13.300 veces esa cifra. Además, hay que señalar que la energía
radiante del Sol que llega a la Tierra por año equivale a 160 veces la energía total
almacenada en las reservas de combustibles fósiles del mundo.

Además del flujo energético derivado de la radiación solar, existen otros flujos
naturales de energía, como son el procedente del calor del interior de la tierra y el
producido por la combinación de la gravitación con el movimiento orbital.

El calor del magma del interior de la Tierra puede transferirse a las rocas y de estas a
los acuíferos que dan lugar a fuentes de agua caliente o a fenómenos como los
geiseres. Este flujo de calor de origen geotérmico, estimado en unos 30 TW/h,
puede aprovecharse como calor de alta temperatura para generar electricidad o como
calor de baja temperatura para suministrar calor y agua caliente a las poblaciones
próximas a las fuentes calientes. Aunque este flujo de energía no sería renovable a
muy largo plazo (miles de millones de años), porque procede de un depósito que se
acabará agotando, sí puede ser considerado como una energía renovable a corto
plazo.

Otro tipo de energía renovable, la llamada energía mareomotriz, se produce como


consecuencia de la interacción gravitatoria entre la Tierra y la Luna (y en menor
proporción con el Sol), que da lugar a un levantamiento de las aguas de los océanos y
los mares, generando una onda de marea que se desplaza a lo ancho de los océanos.
Cuando estas ondas estacionarias de masas de agua alcanzan las zonas costeras, y
especialmente sus accidentes geográficos, se producen efectos que refuerzan este
levantamiento del agua. Estas grandes masas de agua levantadas hasta 15 metros de
altura representan grandes cantidades de energía potencial, que puede ser
transformada en energía eléctrica en las centrales mareomotrices.

En España, la contribución de las energías renovables a la producción de electricidad


es mayor que la media en la UE, ya que, como se aprecia en la figura 6.2, en 2020, un
43% de la electricidad producida lo fue a partir de fuentes renovables de energía. Sin
embargo, de acuerdo con la figura 6.2, llama la atención que España, se sitúa en el
octavo lugar en la producción de energía a partir de renovables, encontrándose muy
por detrás de otros países como Dinamarca, Austria o Suecia, que disfrutan de
muchas menos horas de sol al año que nuestro país.

En el año 2021 aún se incrementó más en España la producción de energía generada


a partir de las renovables, alcanzando el 46,6%, frente al 43% de 2020. Tal y como se
observa en la figura 6.3, la energía eólica fue la principal tecnología de generación en
nuestro país, de forma que los aerogeneradores instalados a lo largo de todo el
territorio español fueron responsables de casi el 23,5% de la electricidad producida en
el país. De esta forma superó a la hasta entonces principal fuente de energía nacional,
que era la nuclear, que pasó a ocupar un segundo puesto (20,8%).

11
Figura 6.2. Contribución de distintas fuentes de energías a la producción de
electricidad en diferentes países de la Unión Europea en el año 2020.1

Figura 6.3 Contribución de las distintas fuentes a la producción de energía en España


en 2021.2

La nula emisión de gases efecto invernadero, su carácter autóctono, y sus costes


constantes e independientes del precio de los combustibles fósiles, convierte a las
renovables en un pilar básico para un desarrollo energético sostenible.

1https://ember-climate.org/project/eu-power-sector-2020/. Consultada el 15 de marzo de 2022.


2https://www.energias-renovables.com/panorama/las-renovables-han-producido-en-2021-en-20220104.
Consultada el 15 de marzo 2022.

12
Aunque el impacto medioambiental generado por las energías renovables es menor
que el de las no renovables, no puede ser obviado. A modo de ejemplo, la energía
eólica produce impacto sobre el paisaje y cierto ruido e interferencias con el vuelo de
las aves, y las centrales hidroeléctricas o mareomotrices ejercen un fuerte impacto
sobre el paisaje y los ecosistemas.

A continuación, se estudian en más detalle las energías renovables más desarrolladas.

6.3.1 Energía solar

Cuando se habla de energía solar térmica, se suele distinguir entre energía solar
pasiva y energía solar activa, dependiendo de los elementos utilizados para el
aprovechamiento de la radiación del sol.

La energía solar pasiva consiste en el uso directo de la luz y el calor del sol,
captándolos, almacenándolos y distribuyéndolos de forma natural, sin necesidad de
elementos mecánicos. Son sistemas que se basan en el aprovechamiento térmico de
la energía solar.

La energía solar activa consiste en hacer uso de la luz y del calor del sol mediante
procedimientos técnicos simples y una serie de dispositivos, captándolos,
almacenándolos y transmitiéndolos a otros usos derivados. Un ejemplo es el de los
dispositivos fotovoltaicos.

A su vez, en los sistemas de aprovechamiento térmico, se distingue entre aquellos en


los que no es necesario alcanzar temperaturas elevadas, como los colectores solares,
y aquellos en los que se necesita alcanzar temperaturas más altas, caso de los
motores térmicos solares, que transforman la energía térmica solar en energía
eléctrica.

Los colectores solares son dispositivos que convierten la energía del Sol en calor de
baja temperatura (<100ºC) para suministro de calefacción y agua caliente en viviendas
y edificios institucionale s (hoteles, hospitales, instalaciones deportivas) y para calentar
el agua de las piscinas.

Los motores térmicos solares son dispositivos en los que se emplean


concentradores de radiación, consiguiendo temperaturas lo suficientemente altas
como para evaporar un fluido y dotarlo de una energía capaz de mover los rotores de
una turbina, transmitiendo la energía cinética de rotación al eje de un generador
eléctrico.

Tanto los colectores como los motores térmicos solares se denominan dispositivos de
calefacción solar activa, para distinguirlos de la calefacción solar pasiva, en los que se
hace uso de corrientes convectivas de aire para hacer circular la energía solar
acumulada en muros u otros elementos pertenecientes al edificio.

Por último, una forma más general de aprovechar la energía solar térmica es mediante
la construcción de edificios que se basan en proyectos que permiten un mínimo de
calefacción e iluminación artificiales, mediante la denominada arquitectura
bioclimática.

13
Colectores solares

El rendimiento de un colector solar térmico se define como la relación entre el calor


extraído en un determinado intervalo de tiempo y la energía solar incidente durante
dicho intervalo.

Existen varios tipos de colectores solares, que, por orden de eficiencia de conversión y
costo, se pueden clasificar en:

 Recipientes con agua sobre el suelo: el agua absorbe la radiación solar y


transfiere el calor al suelo.

 Recipiente con agua aislado del suelo: existen pérdidas de calor por
evaporación del agua.

 Bolsa negra de goma: se calienta cuando recibe la radiación solar, pero


pierde mucho calor, sobre todo si hay viento.

 Placa y tubos metálicos y placa inundada: son los sistemas que utilizan la
mayor parte de los colectores solares comerciales.

La tecnología solar activa de baja temperatura basada en colectores de placa plana es


la más desarrollada. Se destina a aplicaciones que requieren temperaturas inferiores a
los 50-60 ºC. El sistema está constituido por un colector que capta la radiación, un
subsistema de almacenamiento, un sistema de transporte de energía (tuberías,
bombas, intercambiadores) y otro de utilización o consumición de la energía solar
captada. Son instalaciones con forma de panel que deben estar inclinadas y
orientadas de manera que el aprovechamiento de la energía sea máximo. El calor del
sol se capta, se almacena y se distribuye a los distintos usos cuando sea necesario, a
través de elementos mecánicos.

El funcionamiento de un colector solar se basa en el siguiente principio. Un colector


solar absorbe radiaciones del Sol de longitudes de onda ( ) en torno a los 0.5 µm, que
provienen de una fuente que se encuentra a 6.000 K. Cuando su temperatura alcanza
unos 80 ºC, emite radiaciones de onda larga, de unas 10 µm, que son características
de una fuente de baja temperatura. De acuerdo con estos datos, la superficie ideal de
un colector solar sería aquella que, por una parte hiciera máxima su ganancia
energética, para lo cual debería presentar una absorbancia monocromática, ,
elevada a = 0.5 µm, y que por otra parte, presentara mínimas pérdidas energéticas,
es decir, que tuviera una baja emitancia monocromática, , a valores de próximos a
10 µm.

Los metales son buenos conductores del calor, lo que les permite transferir fácilmente
la energía térmica a un fluido para calefacción; sin embargo, reflejan intensamente, por
lo que absorben muy débilmente las ondas electromagnéticas de las radiaciones
visible e infrarroja.

Algunos semiconductores, por el contrario, presentan valores de y próximos a los


indicados arriba para una superficie selectiva ideal. Sin embargo, además de ser más
caros que los metales, suelen presentar valores bajos de conductividad térmica y de

14
resistencia mecánica, por lo que no pueden ser utilizados como único componente del
colector solar. Para superar este inconveniente se recubre el metal con una fina capa
de semiconductor. El espesor de esta capa debe ser lo suficientemente grande para
permitir absorber una alta proporción de la radiación solar a la longitud de onda que
interesa, pero no demasiado, para, debido a su baja conductividad térmica, poder
transmitir de modo eficiente el calor hacia el metal.

Las superficies selectivas pueden fabricarse de manera sencilla. A modo de ejemplo,


se puede obtener un recubrimiento de una placa de Cu con el semiconductor Cu2O,
simplemente por inmersión de esta en una disolución alcalina.

Una idea asociada a la utilización de los colectores solares es la de recurrir al


almacenamiento inter estacional de energía solar térmica en cantidades suficientes
como para atender las necesidades energéticas de una urbanización. Esto implica que
el colector puede ser convenientemente enterrado y aislado para que mantenga
durante el invierno el agua que ha sido calentada durante el verano.

Se estima que el uso de cada m2 de colector solar puede evitar cada año la
emisión de 0.75 Tm de CO2, si sustituye a la electricidad, y alrededor de unas 20
Tm en cada caso si sustituye al gasóleo, al propano o butano y al gas natural.

En cuanto al impacto medioambiental causado por la energía solar térmica de


baja temperatura, se puede afirmar que es una de las aplicaciones energéticas más
respetuosas con el medio ambiente. Las instalaciones no generan suciedad ni ruidos y
como se genera en los puntos en los que se consume, no es necesario su transporte
ni las correspondientes infraestructuras implicadas en el mismo. Por otra parte, como
generalmente se aplica en medios urbanos, contribuye a disminuir el consumo de
combustibles fósiles, y por tanto las emisiones de gases contaminantes.

Concentradores y motores solares térmicos

Estos dispositivos redirigen la energía radiante mediante un sistema de lentes o


espejos, y la concentran en una superficie reducida, generando temperaturas lo
suficientemente altas para que se forme vapor de agua o de otro fluido que pueda
utilizarse en una turbina. Este vapor es conducido hacia los álabes de una turbina,
produciendo trabajo mecánico sobre el rotor y transmitiendo esa energía cinética de
rotación al motor de un generador de electricidad.

Un colector concentrador está formado por un receptor, que absorbe la radiación y la


convierte en otra forma de energía, y por un concentrador, que es el sistema óptico
que dirige la radiación solar hacia el receptor.

Un ejemplo de colector concentrador es el montado por el Centro de Investigaciones


Energéticas y Medioambientales (CIEMAT) en una planta piloto de generación de
hidrógeno por medio de energía solar en la Plataforma Solar de Almería. Mediante una
serie de espejos se reflejan los rayos solares, que son enfocados sobre un reactor que

15
se encuentra instalado en una torre. Este reactor está formado por unas cerámicas, de
estructura alveolar, recubiertas de ferritas. Cuando se hace circular vapor de agua a
los 800 ºC que se alcanzan, las ferritas reaccionan con el oxígeno del agua, liberando
hidrógeno. Este generador de hidrógeno es capaz de alcanzar una potencia de 100
kW térmicos y producir hasta 3 Kg de hidrógeno por hora.

A primeros de los años 80 se comenzaron a instalar los primeros esquemas


experimentales de motores solares para generar energía eléctrica en grandes
cantidades a partir de la energía térmica solar. Para transportar calor a temperaturas
de más de 500 ºC, estos sistemas utilizan aceites sintéticos especiales que soportan
esas temperaturas, o sal de roca fundida, que genera el vapor de agua a alta
temperatura. Actualmente, en España existen tres tipos de tecnologías de
concentración solar: las centrales de colectores cilindro-parabólicos, las centrales de
torre y los generadores solares disco-parabólicos.

Actualmente, en el año 2022, existen 50 centrales termosolares en España, siendo la


mayor de todas la planta de Solaben, localizada en el municipio de Logrosán, en la
provincia de Cáceres. Las centrales termosolares en España generaron en enero de
2021 2300 Mw, lo que representó un 0,46% de la electricidad total producida a nivel
nacional.

En cuanto al impacto medioambiental causado por los sistemas de generación


termoeléctrica (energía solar térmica de alta temperatura), el principal problema es la
gran extensión de terreno que pueden ocupar sus instalaciones, aunque esto no sería
de especial importancia en zonas desérticas o muy soleadas. Por otra parte, al igual
que ocurre con la energía solar térmica de baja temperatura, no va acompañada de
emisiones de gases, ni de ruidos, ni afecta a los suelos o a la hidrología.

Calor solar pasivo. Arquitectura bioclimática

Se estima que el 30% de la energía que se consume en el mundo se emplea en


sistemas de calefacción, iluminación y refrigeración de distintos tipos de edificaciones.
Por otra parte, en los países desarrollados, el sector de la construcción y el uso
energético por parte de los edificios son causantes de más del 40% de las emisiones
de CO2, más que todos los medios de transporte en su conjunto.

Teniendo en cuenta además, que del total de emisiones provenientes de las


edificaciones, el 77% tienen su origen en las viviendas, se hace necesario publicar
unas normas sobre el ahorro de energía en los edificios, que promuevan mejoras en
aislamientos, sistemas de calefacción y refrigeración y en los dispositivos de
generación de energía.

En el caso de España, si se construyera utilizando materiales aislantes adecuados y


se prestara atención a la búsqueda de ganancia solar, mediante la orientación de
ventanas fachadas y tejados del modo más conveniente, se podrían conseguir ahorros
de más del 15% de la energía que se consume en calefacción y refrigeración.

Actualmente, a la hora de proyectar viviendas, se tienen cada vez más en


consideración características como la orientación, aislamiento, ganancia solar y el
clima de la zona. Se trata de construir viviendas cómodas e iluminadas donde las

16
necesidades energéticas que se deban cubrir mediante la electricidad u otras formas
de energía sean lo más bajas posibles. Por otra parte, se busca también que los
materiales empleados en la construcción tengan un impacto ecológico mínimo, así
como evitar la contaminación acústica o la electromagnética. Todas estas cuestiones
constituyen el objetivo de la denominada arquitectura bioclimática, que procura la
adaptación de la edificación al clima local, buscando obtener el confort deseado con
un consumo mínimo de energía.

Un ejemplo de la aplicación de la denominada arquitectura bioclimática es el de la


construcción de invernaderos adosados a la pared sur de un edificio para aumentar la
ganancia solar y disminuir las pérdidas térmicas del edificio. También se utilizan los
muros captadores y acumuladores de calor, entre los que se encuentra el denominado
muro Trombe, que se representa en la figura 6.4, en el cual el invernadero es
sustituido por un espacio estrecho con aire, situado entre un vidrio y una pared de gran
masa y espesor, que es capaz de acumular calor.

Figura 6.4. Esquema de un muro Trombe, que actúa como captador y acumulador de
calor.

En él, la radiación solar es absorbida y almacenada en la masa térmica que se


encuentra situada en el espacio acristalado. El aire frío sale del interior de la casa por
la abertura inferior, se calienta y sube, entrando de nuevo a la casa por la abertura
superior. Durante la noche y en días fríos, se cierran las aberturas con unas trampillas,
y el muro irradia radiación infrarroja y calor por convección al interior de la casa.

Dispositivos fotovoltaicos

Otra forma de captar la energía solar para su aprovechamiento consiste en la


conversión directa de la radiación solar en electricidad mediante los sistemas
fotovoltaicos.

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Un sistema fotovoltaico está formado por los siguientes componentes:

 Las células solares o fotovoltaicas, que transforman la luz en electricidad.

 Un acumulador.

 Un regulador de carga, que impide que llegue más energía al acumulador


cuando este ha alcanzado su carga máxima.

 Un sistema de adaptación de corriente, que adapta las características de la


corriente generada, según la demanda.

Las células fotovoltaicas transforman directamente en energía parte de los fotones que
componen el espectro visible de la luz solar. Es importante la posición de las células o
paneles fotovoltaicos, que deben estar inclinados y orientados de forma determinada,
con el fin de aprovechar al máximo la radiación solar a lo largo del año.

El fundamento de este proceso se explica a continuación. Cuando la luz solar incide


sobre el material semiconductor del que están fabricadas las células, transfieren parte
de su energía a los electrones que se encuentran en los orbitales enlazantes del
semiconductor. Los electrones liberados se mueven al azar por el mismo, al igual que
los “huecos positivos” generados, a una velocidad que depende del tipo de material y
de la temperatura. Este proceso continúa hasta que se produce la recombinación de
los portadores de carga, es decir, la recomposición de los enlaces electrón-hueco
antes rotos por la luz. Como consecuencia de ello se libera en forma de calor la
energía del enlace, produciéndose un aumento de la temperatura del material. Para
conseguir que el movimiento de los electrones se convierta en direccional, es decir, en
una corriente eléctrica, se genera una diferencia de potencial permanente en el
semiconductor mediante la unión de dos tipos de semiconductores (n-p) o mediate la
unión de un semiconductor y un metal. Este gradiente permanente de potencial dirige
a los pares electrón-hueco formados por los fotones incidentes en direcciones
contrarias, impidiendo que la mayoría de ellos se recombinen, dando lugar a una
corriente eléctrica. Este es el principio de funcionamiento de las células fotovoltaicas,
que están fabricadas principalmente de silicio en diferentes formas cristalinas
(monocristalino, policristalino y amorfo).

Una ventaja de estos sistemas es que no necesitan estar conectados a la red de


distribución, ya que generan la electricidad en el mismo lugar de consumo. Por esta
razón, los paneles solares fotovoltaicos se utilizan fundamentalmente en lugares de
difícil acceso a la red eléctrica. Aunque inicialmente las células fotovoltaicas se
utilizaron en satélites artificiales o en repetidores de radiocomunicación, en los últimos
años sus aplicaciones se han extendido al suministro de electricidad a pueblos
aislados, a sistemas de bombeo de agua potable, estaciones repetidoras de radio,
cabinas telefónicas, cercas electrificadas, señalización aérea y marítima, semáforos,
etc.

En cuanto a los aspectos ambientales negativos relacionados con el uso de paneles


solares fotovoltaicos, cabe destacar los siguientes:

18
 Impacto en el ecosistema natural: depende del área cubierta por el sistema
fotovoltaico, el periodo de construcción, el tipo de suelo y la biodiversidad
existente. Sin embargo, una cuidada planificación y el restablecimiento del
hábitat pueden mitigar estos impactos.

 Impacto visual: puede evitarse mediante la integración de paneles en


cubiertas y fachadas de los edificios.

 En la fabricación de los componentes fotovoltaicos se utilizan algunos


materiales potencialmente tóxicos y peligrosos, que hay que almacenar
adecuadamente para evitar emisiones al suelo y aguas subterráneas.

La energía solar fotovoltaica está experimentando en el mundo un crecimiento


constante en los últimos años, instalándose cada vez más potencia año tras año. En el
mundo se encuentra China a la cabeza del uso de esta tecnología, seguida de
Estados Unidos y Japón. España se encuentra en el tercer puesto del ranking europeo
en cuanto a potencia solar instalada.

6.3.2 Energía eólica

La energía eólica consiste en el aprovechamiento de la energía contenida en el


viento mediante la utilización de máquinas eólicas (aerogeneradores), que
transforman esta energía en electricidad.

Sin duda, la energía eólica destaca por ser una tecnología madura y firmemente
asentada en todos los países a la cabeza del desarrollo renovable (España, Alemania,
Dinamarca, Estados Unidos, etc.,) y representa hoy en día una de las fuentes
energéticas más baratas.

España ha sido uno de los países del mundo donde más avances se han
experimentado en la explotación de la energía eólica. Estos avances se basan en una
geografía que favorece la existencia de recursos eólicos importantes, así como en la
regulación, por parte de los gobiernos autonómicos y del gobierno nacional, de
legislaciones que facilitan su explotación y reducen su coste.

España es el quinto país del mundo por potencia eólica instalada, tras China, Estados
Unidos, Alemania e India. Actualmente, a nivel nacional la energía eólica representa
casi el 50% de las energías renovables, seguida de la hidráulica (26%) y la fotovoltaica
(17%).

Se puede considerar como una energía solar indirecta, ya que, en cierto modo, es una
energía solar que se almacena en la atmósfera en forma de calor distribuida de modo
no homogéneo. La energía eólica tiene su base en el origen y circulación de los
vientos, cuya creación se explica a continuación.

En las mismas condiciones atmosféricas, la superficie de la Tierra recibe más


radiación por unidad de superficie y por segundo en las zonas ecuatoriales y tropicales
que en las templadas y polares, donde incide formando un ángulo con la vertical. Esto
da lugar a calentamientos mayores de las masas de aire en las zonas ecuatoriales que
en las polares. Cuando el aire absorbe calor se expande y su densidad disminuye, por
lo que se eleva, dejando un vacío que tiende a ser ocupado por masas de aire frío y

19
denso provenientes de áreas que reciben menor cantidad de radiación solar. Este
transporte de materia que se produce como consecuencia del calentamiento
diferencial de un fluido en un campo gravitatorio se denomina transporte convectivo y
al aire en movimiento se le denomina viento. Se originan así unas trayectorias globales
de circulación de los vientos, a las que se superponen los vientos locales, como las
brisas marinas y los vientos entre montañas y valles.

Las brisas marinas se generan en la costa, debido a las distintas capacidades


caloríficas del agua y de las masas sólidas de tierra firme. La tierra tiene una menor
capacidad calorífica que el agua, lo que significa que, para el mismo aporte de calor en
forma de energía solar, se eleva menos la temperatura de la tierra que la del agua.
Así, en las zonas costeras, durante el día, cuando está incidiendo la radiación solar,
ocurre que la masa de aire que está justo encima de la de la tierra, se calienta más
que la que está en contacto con el agua. Entonces, ese aire más caliente, se expande
y como es menos denso, sube hacia capas superiores, con lo que deja un hueco en la
parte inferior, que es ocupado por el aire que está más frío, que se encuentra en
contacto con el agua. Así, durante el día, el viento sopla desde el mar hacia la tierra.
Por la noche, sucede justo lo contrario: se enfría antes la tierra (porque tiene una
menor capacidad calorífica), por lo que el viento sopla desde la tierra hasta el mar.

En las turbinas eólicas se transforma la energía del viento en energía eléctrica. La


potencia (P0) que lleva una ráfaga de viento de una determinada velocidad ( 0) viene
dada por:

𝑃 𝐴 (ecuación 6.1)

Donde A es el área barrida por las aspas de la turbina eólica, es la densidad del aire
y 0 es la velocidad no perturbada del aire. De esta potencia entrante, la turbina eólica
es capaz de convertir en electricidad una fracción, 𝑃 , que viene dada por:

𝑃 𝐶 𝐴 (ecuación 6.2)

Donde Cp es el coeficiente de potencia o fracción total del viento que la turbina es


capaz de convertir en energía eléctrica. El valor máximo que puede alcanzar es de
0.45.

Cada turbina eólica se caracteriza por su curva potencia-velocidad del viento, como la
que se representa en la figura 6.5.

Existen varios tipos de turbinas eólicas, que se clasifican en función de varios


parámetros:

 Según la posición del eje de rotación: turbinas eólicas de eje horizontal o de


eje vertical.

 Según la fuerza que origina la rotación: turbinas de sustentación (con


sesiones de la paleta que se mueven a mayor velocidad que la del viento) y

20
turbinas de arrastre (ningún componente se mueve a mayor velocidad que la
del viento).

 Según la solidez (relación entre el área que ocupan las paletas y el área total
barrida por las mismas al girar).

 Según el tipo de uso que se le dé y en que se transforme la energía eólica:


turbina o molino eólicos (la convierte en energía mecánica) y generador eólico
o aerogenerador (la transforma en energía eléctrica).
Producción de potencia eléctrica (en kW)

240

200

160

120

80

40

0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
Velocidad del viento(m/s)

Figura 6.5. Curva de potencia de una turbina.

En el caso de los aerogeneradores, para aprovechar la energía contenida en el viento


se pueden utilizar instalaciones conectadas a la red eléctrica de distribución general, o
instalaciones aisladas. Las instalaciones conectadas a la red vierten a ésta la energía
producida; es el caso de los aerogeneradores de gran potencia, y de los parques
eólicos (grupo de aerogeneradores de media potencia). Las instalaciones no
conectadas a la red suelen ser aerogeneradores de pequeña potencia que
proporcionan la electricidad en viviendas aisladas, agua caliente, sistemas de bombeo,
repetidores de radio y TV, etc.

El parámetro más importante de un aerogenerador es la relación de velocidades en


punta, , que es una función de las tres variables más esenciales, como son el radio
del círculo barrido por la turbina (R), la velocidad no perturbada del aire ( 0) y la
velocidad de rotación.

La energía eólica representa hoy en día una de las fuentes energéticas más baratas y
el espectacular desarrollo experimentado en la tecnología de aprovechamiento de esta

21
energía hace que sea totalmente competitiva con otras fuentes tradicionales de
producción energética.

En relación con el impacto medioambiental que producen los dispositivos para el


aprovechamiento de la energía eólica, la mayoría son impactos positivos:

 No se produce emisión de gases contaminantes.

 No se producen enfermedades respiratorias.

 No se producen desechos radiactivos.

 No se explotan acuíferos ni recursos hidráulicos.

 No es necesario recurrir a minería, perforaciones ni transporte contaminante


de combustible.

 No es necesario ocupar grandes extensiones de terreno y la instalación de


parques eólicos no requiere obras civiles demasiado caras

 Existe un acoplamiento entre máxima producción y demanda, que no se da


en otras formas de energía renovable. Esto es debido a que los vientos más
intensos, que son los que pueden producir más potencia eléctrica, soplan en
otoño e invierno, que es la época del año en que es más necesaria la energía
en nuestra latitud.

 Reduce la dependencia de los combustibles fósiles y nucleares.

 Salvo su impacto sobre la fauna voladora, especialmente sobre las especies


migratorias, la mayor parte de las formas de vida animal pueden coexistir con
las turbinas eólicas.

Entre los impactos negativos se encuentran el visual, el sonoro y las interferencias


electromagnéticas con las ondas de radio, TV o microondas.

Para tener una idea aproximada de las emisiones de CO2 que se evitan, se puede
mencionar que un parque eólico de 25 MW puede producir unos 59.000 MWh/año, que
equivalen al consumo doméstico de unas 18.000 familias y a unas 5.000 TEP
(Toneladas de energía primaria). De acuerdo con estos datos, se evita la emisión a la
atmósfera de casi 22.000 toneladas de CO2 al año, que son las que se arrojarían si se
generara la misma cantidad de electricidad mediante una central térmica de ciclo
combinado usando gas natural como combustible.

6.3.3 Biomasa

La biomasa es el conjunto de la materia orgánica que forma parte de las plantas y


animales, y que puede ser utilizada como fuente energética. También incluye a la
fracción biodegradable de los residuos industriales y municipales de origen biológico.
Está constituida por compuestos orgánicos, CnH2nOn, cuyo origen se encuentra en la
fotosíntesis:

n CO nH O calor ⎯⎯ C H O nO (reacción 6.1)

22
mediante la cual los vegetales captan la energía solar y la almacenan en los enlaces
de dichas moléculas orgánicas que forman su biomasa.

Estos compuestos orgánicos contienen electrones en enlaces cuyo nivel de energía es


más alto que el de los niveles electrónicos libres de la molécula de oxígeno. Es por ello
por lo que una vez formados en la fotosíntesis, tienden a transformarse
espontáneamente cediendo esos electrones a la molécula de oxígeno, desprendiendo
energía en forma de calor y reorganizándose los enlaces. Se van formando así nuevos
compuestos con menor contenido de energía libre, hasta que finalmente se regeneran
los compuestos de los que habían partido las plantas para sintetizar la biomasa, es
decir, el CO2 y el H2O.

A diferencia de otras fuentes de energía renovables, que solo pueden generar


electricidad cuando hay sol o viento, la biomasa está siempre disponible, pudiendo
generar en cualquier momento.

La aplicación más común de la biomasa es la combustión directa; por ello, a los


materiales que forman parte de la biomasa y que reaccionan con el oxígeno liberando
energía, se les llama biocombustibles.

La biomasa, de acuerdo con su origen, puede ser:

 Natural: es la producida sin intervención del hombre en los ecosistemas


naturales, como es el caso de la leña.

 Residual: producida a partir residuos forestales y agrícolas, residuos sólidos


urbanos y residuos biodegradables.

 Producida: es la procedente de cultivos energéticos, cultivados especialmente


para ser utilizados como biomasa.

En la figura 6.6 se representa un esquema de la generación de la biomasa a partir de


diferentes residuos.

Los combustibles fósiles son estables en el tiempo, por lo que se encuentran


disponibles en todo momento, y contienen alta densidad de energía, lo que los hace
fácilmente transportables. Por el contrario, la biomasa vegetal primaria suele estar
formada por materiales que se descomponen rápidamente, por lo que no suelen ser
conservadores de la energía a largo plazo. Además, su densidad energética suele ser
tan baja que se gasta más energía en transportarlos que la que ellos aportarían por
combustión. Por ello es necesario transformar la biomasa original en combustibles con
características más favorables para su uso. Los métodos que se utilizan para extraer
energía de la biomasa son:

 Combustión directa de biomasa vegetal o primaria. Se trata de un proceso


poco eficiente.

 Combustión tras un proceso físico simple de selección y separación,


astillado, compresión y secado al aire.

23
 Procesado termoquímico, con el fin de mejorar tanto el nivel térmico como
la densidad de energía del combustible. Incluye procesos como la pirolisis, la
gasificación y la licuefacción.

 Procesado bioquímico. Mediante procesos naturales promovidos por


bacterias, como la fermentación o la digestión anaeróbica, la biomasa se
transforma en combustibles gaseosos o líquidos de mayor estabilidad y
densidad energética.

Figura 6.6. Esquema de generación de la biomasa.3

La pirolisis se realiza calentando biomasa en ausencia de aire, o provocando la


combustión parcial o incompleta de la misma en un flujo insuficiente de aire. Los
productos de la pirolisis son gases, vapores, líquidos y aceites, y un residuo sólido, el
coque, que está formado por alquitrán, carbón y cenizas. El carbón vegetal que queda
como residuo sólido es un combustible cuya densidad de energía es el doble que la de
la biomasa original y que al quemarse, alcanza temperaturas mucho más altas.

En los procesos de gasificación, se hace reaccionar un combustible sólido con vapor


de agua y aire u oxígeno, para dar lugar a combustibles gaseosos. Se trata de un
proceso ineficiente desde el punto de vista energético, ya que los productos que se
forman tienen menor energía que el producto de partida, Sin embargo, se considera
que el combustible gaseoso es más limpio y versátil, y tiene mayor densidad de
energía que el material de partida.

3
https://www.idae.es/sites/default/files/documentos/publicaciones_idae/documentos_10374_energia_de_l
a_biomasa_07_b954457c.pdf. Consultada el 12 de abril de 2022.

24
La fermentación es un proceso biológico anaerobio mediante el cual los azúcares
contenidos en la biomasa se convierten en etanol por medio de la acción de levaduras
o de ciertas bacterias. Por tanto, cuanto más fácilmente se pueda convertir cualquier
tipo de biomasa en azúcares, más adecuado será ese material para producir etanol
por fermentación. Así, una fuente muy utilizada para obtener etanol es la caña de
azúcar o las melazas que quedan tras extraer el jugo de la caña, que contienen gran
cantidad de sacarosa.

La digestión anaeróbica es un proceso de descomposición de la biomasa que se


produce en ausencia de aire y está provocado por unos microorganismos, similares a
las bacterias, llamados archaeas. Estos procesos se producen favorablemente en
ambientes cálidos, húmedos y faltos de aireación. Así, en las ciénagas pantanosas se
produce el gas de los pantanos, el metano, por descomposición de la vegetación del
fondo de los remansos. También se produce este fenómeno de formación de metano
en los cultivos de arroz.

Es muy difícil establecer el coste de la biomasa. Por ejemplo, en el caso de


combustibles procedentes de biomasas residuales, el coste depende mucho del tipo
de residuo y de las facilidades para su recogida, almacenamiento y transporte. Cuando
se trata de industrias que generan su propio residuo orgánico, en general, les suele
resultar rentable su utilización. Sin embargo, en el caso de los residuos de cosechas
agrícolas o forestales, existe el problema de la inseguridad de la garantía del
suministro y del cambio de precio de un año para otro, por lo que es difícil que las
industrias consumidoras se arriesguen a depender de este tipo de combustible, a no
ser que existan garantías contractuales solventes en cuanto a la seguridad del
suministro. Aunque en la mayoría de los casos los residuos sean gratis, el coste de
recolección y transporte, junto con las incertidumbres apuntadas anteriormente, hacen
muy difícil la viabilidad de este tipo de proyectos.

El uso de la biomasa en el mundo es desigual y difiere de unos países a otros. Así, en


los países en vías de desarrollo la biomasa supone la fuente energética más
importante, siendo usada en actividades básicas, como cocinar o calentarse. Por
ejemplo, algunas regiones de Asia, América Latina y África, el 67% de la energía
utilizadas se genera a través de la biomasa. Por el contrario, en los países
desarrollados, el consumo de la biomasa con fines energéticos es minoritario
(aproximadamente un 3% del total) y se utilizan procesos de transformación más
complejos.

La generación de energía a partir de biomasa en el mundo se hace principalmente a


partir de biomasa sólida (87%) en todos los continentes y, en mucha menor medida, a
partir de biocombustibles líquidos (6%), de biogás (2%) y de residuos municipales
(3%) e industriales (2%).

En España, el consumo de la biomasa sólida ha aumentado en los últimos años,


situándose en sexta posición de los países de la Unión Europea en cuanto a su
utilización para generar energía primaria. Sin embargo, si se considera el consumo per
cápita, España ocupa la posición 22 de la UE-28. Fundamentalmente, la principal
biomasa sólida utilizada en nuestro país es la procedente de los pellets, las astillas y
los huesos de aceituna. En septiembre de 2021, existían en España 75 plantas de

25
pellets, 59 plantas de producción de astilla y 26 fábricas de producción de huesos de
aceituna.

En la figura 6.7 se representa el consumo de biomasa en España en el año 2019 por


sectores, pudiéndose comprobar que el principal sector de utilización es el doméstico,
con casi un 64%.

Doméstico
Pasta, papel e impresión
Madera, muebles y corcho
Alimentación, bebidas y tabaco
Otras industrias
Comercio, servicios y administraciones públicas
16,3%
Otros usos diversos

8,1%

5,1%

2,1%
2,7%
63,6% 2,1%

Figura 6.7. Consumo de biomasa (%) en España por sectores en el año 2019.
Elaborada a partir de los datos recogidos en 4.

Por otro lado, las Comunidades Autónomas que tienen un mayor consumo de biomasa
para producir energía eléctrica son Andalucía, que genera casi el 40% de toda la
potencia de la biomasa, Galicia y Castilla y León.

Las principales ventajas ambientales relacionadas con la biomasa son las siguientes:

 Es poco contaminante. Con el uso de biocombustibles en lugar de


combustibles fósiles se evitan todos los impactos asociados a estos últimos.
Así, las instalaciones de biomasa existentes en España contribuyen a evitar
un coste equivalente a 334 millones de euros en emisiones de CO2, no solo
por la sustitución de combustibles fósiles, sino también por evitar el vertido,
especialmente de deyecciones ganaderas).

 La biomasa permite limpiar los bosques, evitando así la degradación y los


incendios forestales. De hecho, se estima que evitan un coste equivalente a
150 millones de euros destinados a la extinción de incendios.

4https://sieeweb.idae.es/consumofinal/bal.asp?txt=Biomasa&tipbal=f&rep=1 Consultada el 12 de abril de


2022.

26
 Los cultivos bioenergéticos se usan para recuperar terrenos erosionados y
degradados, pudiendo usar tierras que se encuentran en pendientes y
terrenos áridos.

 Las emisiones debidas a la combustión de la biomasa tienen ventajas con


respecto a otros combustibles. Por una parte, se puede evitar la emisión de
partículas optimizando las condiciones del proceso, como la temperatura o el
exceso de oxígeno. Por otra parte, los humos desprendidos casi no contienen
compuestos de nitrógeno, azufre o cloro, que son los más problemáticos.

 Las cenizas generadas son inertes, por lo que se pueden devolver al suelo,
aportando sales minerales para el crecimiento de nuevas plantas.

Sin embargo, no hay que olvidar su repercusión negativa en el medio ambiente:

 Los cultivos energéticos producen una carga medioambiental cuando estos se


plantean en terrenos no cultivados. La utilización de terrenos cultivados
previamente reduce el impacto ambiental en relación con los cultivos
convencionales (menor uso de herbicidas y fertilizantes, menor erosión del
suelo, incremento de la diversidad de flora y fauna, etc.), aunque existe un
impacto visual producido por los graneros o silos de almacenamiento, y sobre
todo por las chimeneas de las plantas de combustión.

 Los cultivos anuales pueden producir degradación y erosión de los suelos si


se manejan mal.

 La tala de los árboles para la obtención de leña produce desforestación y


evita que éstos sigan consumiendo CO2, gas de efecto invernadero.

 Al promoverse el monocultivo extensivo, se reduce la biodiversidad.

La biomasa se utiliza para generar energía en tres principales sectores: electricidad,


climatización y transporte, aunque en diferente proporción. En los dos últimos
sectores, de entre las energías renovables, es la más utilizada. En cuanto a su uso
para generar electricidad, hay países como Dinamarca, Finlandia y Estonia, donde el
15% de la electricidad producida proviene de la biomasa.

No hay que olvidar que la biomasa desempeña un papel fundamental en el


mantenimiento de la atmósfera, en la prevención de la erosión de los suelos, en la
conservación de la biodiversidad de las especies y en el equilibrio de los sistemas
ecológicos. Por tanto, sólo serán sostenibles y aceptables aquellos esquemas de
explotación de biomasa que respeten dichos equilibrios.

6.3.4 Energía mareomotriz

En las zonas costeras se produce una periódica subida y bajada de las aguas de los
mares. En determinados estuarios y fiordos, o en cualquier lugar donde el mar penetra

27
en la costa entre paredes en forma de embudo, se pueden llegar a alcanzar alturas de
agua de hasta 10 metros o más. El cambio de altura que se produce entre la bajamar y
la pleamar en puntos costeros, que puede variar entre 0.5 y 10 m según la localización
y características físicas del lugar, se denomina alcance y puede dar lugar a
almacenamiento de energía potencial. Por otra parte, el agua, al moverse, da lugar a
corrientes de marea, que pueden hacer que el agua se mueva hasta velocidades de 5
m s-1, por lo que también se genera energía cinética.

Por lo tanto, las mareas están asociadas a dos formas de energía de elevado
grado termodinámico, la potencial y la cinética, susceptibles de ser transformadas
en electricidad con eficiencias elevadas, en las denominadas centrales mareomotrices.
Este movimiento periódico y alternativo de las aguas del mar es inducido por el efecto
combinado de las atracciones mutuas entre la tierra, la Luna, y, a veces, el Sol, y la
fuerza centrífuga, que aparece como consecuencia de la rotación del sistema Tierra-
Luna alrededor de un centro de masa común.

Uno de los esquemas que se utilizan para convertir la energía mareomotriz en


electricidad consiste en construir una presa en un lugar de la costa cuya forma de tipo
embudo produzca resonancias que den lugar a levantamientos que alcancen un altura
mínimamente explotable de unos 5 metros. Se convierte así la energía potencial en
electricidad. La potencia media (𝑃 por marea que se puede producir es:

𝑃 (ecuación 6.3)

siendo la densidad del agua, 𝐴 el área del embalse creado por la presa cuando se
llena durante la pleamar, 𝑅 la diferencia de altura entre pleamar y bajamar, 𝑔 la
aceleración de la gravedad y el período de la onda de marea. En realidad, el valor
de 𝑅 varía dos veces durante el día y cambia también de forma sinusoidal a lo largo de
unos 14 días, desde un valor máximo 𝑅 para las mareas vivas, hasta un mínimo, 𝑅 ,
que se produce 7 días más tarde, aumentando de nuevo durante los 7 días siguientes
hasta llegar otra vez a 𝑅 , con la nueva marea viva, que se produce 14 días después
de la anterior.
Es necesario indicar que las centrales no aprovechan todo el salto existente para la
producción de electricidad, sino que la parte final de la energía potencial se pierde en
forma de energía cinética del agua en el vaciado de la presa. Además, no es posible
conseguir el vaciado del embalse durante la altura mínima del mar, pues el tiempo de
duración de la bajamar es más corto que el tiempo de vaciado. Por otra parte, las
turbinas son menos eficientes cuando trabajan con saltos de agua bajos y grandes
flujos.

Los componentes fundamentales de las centrales mareomotrices son: turbinas,


compuertas y esclusas y, en ocasiones, pasos para embarcaciones, todo ello unido a
la costa por medio de diques. En ellas la energía eléctrica se puede generar
recurriendo a tres tipos de estrategias: generación por inundación (mediante turbinas
de tipo axial), generación en pleamar (en las llamadas turbinas de reacción), y
producción de doble efecto o por inundación-pleamar.

Otra forma alternativa de aprovechar la energía de las mareas consiste en hacer uso
de la energía cinética del agua en puntos donde las corrientes de marea sean

28
suficientemente intensas para mover rotores de turbinas análogos a los que se utilizan
en el aprovechamiento de la energía eólica, anclados al fondo marino o fijos sobre
soportes de hormigón cimentados en los fondos.

Aunque la instalación de un dispositivo de aprovechamiento de la energía contenida


en las mareas es menos cara que la obra civil asociada a una central de presa, el
propio dispositivo aún resulta caro, por lo que se considera que su posible puesta a
punto sólo sería competitiva en lugares próximos a corrientes de marea muy intensas
y muy alejados de los lugares de suministro de otras fuentes de energía.

Entre los impactos positivos de la energía mareomotriz, se pueden considerar los


siguientes:

 La energía de las mareas es totalmente predecible, lo que no ocurre con otras


energías renovables, como la solar, la eólica o la del oleaje.

 Las densidades de potencia asociadas a los movimientos de marea son muy


elevadas, comparadas con las que son características de la energía eólica o
la solar. También pueden ser muy grandes las cantidades de energía que
puede producir una central mareomotriz.

 El impacto visual de las presas marinas suele ser menor que en las presas
hidroeléctricas. Además, pueden desempeñar un papel útil en la protección
contra inundaciones y maremotos, y mitigar los efectos de las tormentas
sobre las zonas costeras.

Los principales inconvenientes de las centrales mareomotrices son:

 Las pleamares y bajamares que marcan el ritmo de generación de esa


electricidad no siempre coinciden con picos en la demanda, lo que puede
llevar a no poder hacer un uso adecuado de la electricidad producida.

 Pueden producir impactos ecológicos negativos sobre las faunas piscícola y


avícola, especialmente en especies migratorias, o en aves que suelen
alimentarse de gusanos u otros invertebrados que viven en las zonas
fangosas que deja la marea al retirarse, las cuales podrían verse influidas por
los niveles cambiantes de las aguas.

6.3.5 Otras energías renovables

Otro tipo de energía renovable es la que se puede obtener a partir del


aprovechamiento de la energía contenida en el oleaje. Esta puede ser considerada
como solar indirecta, ya que el oleaje surge como consecuencia de las interacciones
tangenciales del viento con la superficie de las aguas de los mares, y, a su vez, los
vientos son la consecuencia del calentamiento diferencial solar de diferentes zonas de
la superficie de la tierra. Por otra parte, en cuencas oceánicas muy amplias, como la
del Océano Atlántico, los vientos unidireccionales que dominan interaccionan
continuamente con el agua a lo largo de miles de kilómetros, transfiriéndose parte de
su energía, por lo que también podría considerarse el oleaje como energía eólica
concentrada.

29
La potencia aportada por una ola es proporcional al cuadrado de la amplitud de onda
(siendo esta igual a la mitad de su altura) y al período del movimiento. Por
consiguiente, olas de períodos largos y gran amplitud o altura puede proporcionar
flujos energéticos altos.

Sin embargo, el oleaje se caracteriza por su irregularidad en amplitud, fase y dirección,


lo que dificulta el diseño de dispositivos que actúen eficazmente, debido a esa falta de
uniformidad. Por otro lado, como en algunos momentos se pueden llegar a producir
olas muy grandes y con gran poder destructivo, es necesario dotar a los dispositivos
productores de electricidad a partir del oleaje de una estructura suficientemente sólida,
lo que incrementa considerablemente el precio del dispositivo.

Por último, es necesario hablar de otro tipo de energía renovable menos actual y cuyo
uso está extendido desde hace más de cien años: se trata de la energía hidráulica,
que es la que contiene el agua por su posición dentro del campo gravitatorio de la
Tierra. La producción de electricidad de origen hidráulico suministra la quinta parte de
la energía consumida en el mundo.

Una central hidroeléctrica es una instalación en la cual la energía cinética del agua, o
de su energía potencial en forma de presión hidrostática, se transforma en momento
de giro en el eje de una turbina, y, finalmente, en energía eléctrica, por transmisión del
momento de giro al rotor de un generador eléctrico.

La energía hidroeléctrica tiene una serie de ventajas importantes, entre las que se
encuentran:

 El “combustible” usado en las centrales hidroeléctricas, el agua, es renovable,


y su precio no está sujeto a las fluctuaciones del mercado, por lo que la
hidroelectricidad proporciona a los países que la utilizan cierta independencia
energética.

 Los procesos de conversión de energía en las modernas centrales


hidroeléctricas son altamente eficientes con más de un 90% de eficiencia.

 Los recursos hidroeléctricos están ampliamente distribuidos a través del


planeta, siendo alrededor de 150 países los que tienen la posibilidad de
explotar este recurso.

 La energía hidroeléctrica proporciona una disponibilidad inmediata, de


manera que la producción de electricidad se puede ajustar a la demanda de
una manera casi instantánea.

 Presenta los menores costes de operación y la duración más prolongada que


cualquier otra planta de producción de energía.

Como la energía hidráulica o hidroeléctrica es muy conocida y utilizada hace mucho


tiempo, no se insistirá más en ella.

30
Ninguna tecnología renovable sería capaz de afrontar por sí sola, la cuestión del
cambio climático. Este problema debe ser tratado desde distintos puntos,
destacando: la eficiencia y conservación energética, la gestión de los recursos
naturales y la “descarbonización” de la electricidad y los combustibles.

31
Lecturas recomendadas

 Energías renovables, Ed. Reverté, S.A., J. González Velasco, 2009.

 Renewable energy, 2ª Ed. Academic Press, B. Sorensen, 2000.

 Energías renovables para el desarrollo. Ed. Thompson-Paraninfo, J.M. De


Juana, 2003.

 Renewable energy: power for a sustainable future. Ed. Oxford University Press,
G. Boyle, 1996.

Ejercicios de autoevaluación

6.1. Responda si son verdaderas o falsas las siguientes afirmaciones, justificando la


respuesta en caso necesario:

a) El objetivo fundamental de los estudios previos de impacto ambiental es la


identificación y prevención de las consecuencias medioambientales que
pueden causar determinadas acciones humanas sobre los ecosistemas.

b) Una posibilidad de ahorro energético en el sector industrial consiste en la


utilización de motores híbridos de combustión-eléctricos.

c) La energía geotérmica puede ser considerada como una energía renovable.

d) Como los metales son muy buenos conductores del calor, son los materiales
ideales para construir un colector solar.

6.2. Explique la diferencia entre un sistema de aprovechamiento térmico de alta y baja


temperatura y ponga un ejemplo de cada uno de ellos.

6.3. Calcule el área que deberían tener las aspas de una turbina eólica, cuya eficiencia
es del 30%, para generar una potencia de 40 KW cuando el viento sopla a 20 m/s.

Dato: Densidad del aire a presión normal: 1,23 Kg/m3.

6.4. Indique de modo muy breve en qué se basa el funcionamiento de una célula
fotovoltaica.

6.5. Calcule la potencia media que se puede generar a partir de una presa costera
construida en una zona con diferencias de 7 m entre pleamar y bajamar y un área
superficial del embalse formado de 15 Km2. Suponer un valor de período de la marea
de 12 h y 20 min.

32
Tema 6. Respuestas a los ejercicios de autoevaluación
R 6.1
a) La frase no es verdadera en su totalidad, ya que no sólo se trata de prevenir las
consecuencias sobre los ecosistemas, sino también sobre la salud del hombre.

b) Falso. La posibilidad que se indica se aplica en el sector transporte.

c) Verdadero. Aunque no sería renovable a muy largo plazo (miles de millones de


años), porque procede de un depósito que se acabaría agotando) sí puede
considerarse una energía renovable a corto plazo.

d) Falso. Porque los metales reflejan la radiación solar muy intensamente,


absorbiendo muy poco las radiaciones visible e Infrarroja, por lo que el material
ideal para ser aplicado en la construcción de un colector solar sería un metal
recubierto por una capa de semiconductor.

R 6.2

Una diferencia entre ambos sistemas es la temperatura que se alcanza, siendo menor
de 100 ºC en los sistemas de baja temperatura y superior a dicho valor en los de alta.
Pero además, en los primeros se convierte la energía del Sol en calor, mientras que en
los segundos se concentra la radiación solar alcanzando altas temperaturas que
producen la evaporación de un fluido, transfiriéndole energía cinética, que a su vez, se
transforma en energía eléctrica. En resumen, en los primeros se transforma la energía
radiante en energía calorífica, y en los segundos en energía eléctrica.

Un ejemplo de los sistemas de aprovechamiento térmico de baja temperatura son los


colectores solares y uno de los de alta temperatura son los motores térmicos solares.

R 6.3

El valor de la fracción de potencia que se puede convertir en electricidad viene dado


por:

1 3
𝑃𝑃𝑇𝑇 = 𝐶𝐶𝑝𝑝 � · 𝐴𝐴 · 0

2

Despejando de dicha ecuación, resulta:

2𝑃𝑃𝑇𝑇
𝐴𝐴 = 3
𝐶𝐶𝑝𝑝 · · 0

Previamente es necesario expresar el valor de la potencia en W:

𝑃𝑃𝑇𝑇 = 40 KW = 4 · 104 W, ya que 1 W = 1 Kg ·m2 · s-3

Como la eficiencia es del 30%, resulta que 𝐶𝐶𝑝𝑝 = 0,3


Sustituyendo todos los valores en la ecuación anterior:

1
2 · 4 · 104 𝑊𝑊
𝐴𝐴 =
0,3 · 1,23 𝐾𝐾𝐾𝐾 · 𝑚𝑚−3 · 203 𝑚𝑚3 𝑠𝑠 −3

De donde resulta que A = 27,10 m2

R 6.4.

La luz solar incide sobre el semiconductor transmitiendo su energía a los electrones de


los orbitales del mismo.

Debido a la diferencia de potencial generada por la unión de un metal y un


semiconductor o de dos semiconductores (p-n), se produce un movimiento de electrones
en un sentido y “huecos positivos” en el contrario, generándose una alta densidad de
corriente eléctrica.

R 6.5. El valor de la potencia media que puede generar la energía mareomotriz viene
dado por:

𝐴𝐴 𝑅𝑅2 𝐾𝐾
𝑃𝑃� =
2

Primeramente se calcula el valor del período de la marea expresado en s-1:

12 h = 12 · 3600 s = 43.200 s
20 min = 20 · 60 s = 1.200 s

Por tanto: = 44.400 s

Como el valor de la densidad del agua es 1 g ml-1, sustituyendo todos los valores en la
ecuación anterior, resulta:

𝐾𝐾𝐾𝐾 𝑚𝑚
1.000 15 · 106 𝑚𝑚2 · 72 𝑚𝑚2 𝐾𝐾 · 9,8 2
𝑃𝑃� = 𝑚𝑚3 𝑠𝑠
2 · 44.400 𝑠𝑠

𝑃𝑃� = 81,11 ·106 W

2
Tema 7. Principios para conseguir una industria química
sostenible

Guion-esquema

7.1 La industria química: beneficios y problemas medioambientales asociados

7.2 Química sostenible

7.3 Disolventes medioambientalmente poco contaminantes

7.3.1 Líquidos iónicos

7.3.2 Fluidos supercríticos

7.4 Métodos de reacción no convencionales

7.4.1 Activación por Microondas

7.4.2 Activación por Ultrasonidos

7.5 Normativa y legislación medioambientales.

7.5.1. El proyecto REACH

7.6 Educación en Química sostenible

Introducción

En el tema se resalta la importancia de la industria química, comentando tanto las


ventajas que aporta en nuestra vida diaria como los problemas de contaminación y
peligrosidad que conllevan muchos de los procesos químicos. Con objeto de paliar en
lo posible estos inconvenientes surge la química sostenible, que permite el desarrollo
de productos, tecnologías, metodologías y procesos químicos limpios, no
contaminantes. Se presentan los doce principios en que se basa la química sostenible,
poniendo un ejemplo de cada uno de ellos. Se estudian a fondo algunos disolventes
medioambientalmente poco contaminantes como claro exponente del principio número
cinco. También se estudian metodologías alternativas o no convencionales, como las
radiaciones microondas y los ultrasonidos, que activan, al menos, a uno de los
reactivos por encima del estado de transición, disminuyendo así el consumo
energético (principio número seis). Ante la necesidad de controlar y regular las
emisiones de contaminantes en las industrias químicas surge la normativa y
legislación medioambiental, que se introduce muy brevemente, haciendo hincapié en
el proyecto REACH. El tema finaliza con una visión general actual de las
organizaciones de Química Sostenible y de la introducción de estos conceptos en el
campo de la Educación.

1
Objetivos

 Conocer el papel relevante que juega la industria química.

 Saber los doce principios de la Química Sostenible.

 Ser capaces de exponer algún ejemplo de disolventes menos contaminantes.

 Conocer el fundamento de la activación por Microondas y por Ultrasonidos.

 Tener una idea general de cómo se articula la legislación de los aspectos


medioambientales.

2
7.1 La industria química: beneficios y problemas medioambientales
asociados
La química es una ciencia presente en nuestra vida diaria, que aplicada
convenientemente contribuye a un aumento de la calidad de vida, ya que posibilita la
formación de muchos de los materiales y compuestos que nos rodean. Así, estos se
encuentran implicados no sólo en las necesidades más básicas, como la salud, la
alimentación, o la higiene, sino también en aquellas que nos permiten disfrutar de un
mayor bienestar. Sólo hay que pensar en materiales como los plásticos, que
revolucionaron el mundo en el siglo XX.

Según datos de la Federación Empresarial de la Industria Química Española,


FEIQUE1, Europa es el segundo mayor productor de productos químicos en el mundo,
tras China, con un total de ventas en 2020 de 499 billones en la EU27 y 120 billones
en el resto de Europa2. Más de la mitad de esos productos químicos son suministrados
al sector industrial.

El sector químico aporta el 12% del empleo manufacturero en la EU27, con casi 3,5
millones de empleados en el año 2018. En ese año la mayor inversión en la industria
manufacturera se realizó en los productos químicos, con casi 50 billones de inversión.

Son tres los subsectores que integran la industria química: Química de Base, que
comprende la química orgánica e inorgánica, los gases industriales, las materias
primas, etc.; Química de la Salud, incluyendo fitosanitarios, materias primas
farmacéuticas, especialidades zoosanitarias, etc.; y Química de intermedios para la
Industria y para Consumo Final, como tintas, esmaltes, pinturas, cosmética, etc.

Por su parte, en España1, existen alrededor de unas 3.100 empresas que generan
más de 700.000 empleos (de ellos, 210.000 son directos), siendo el sector químico el
segundo mayor exportador de la economía española (57,6% de sus producción), tras
el sector Vehículos de motor, y el primer inversor en Protección del Medio Ambiente.
También es la industria que más invierte en investigación y desarrollo (I+D+I),
alrededor de un 23,3% del total.

La Industria Química es uno de los sectores que en mayor medida contribuyen a


garantizar la mejora continua en los tres pilares que contribuyen al Desarrollo
Sostenible: social, económico y medioambiental. En el ámbito social, porque sus
productos y tecnologías son indispensables para garantizar la calidad de vida de los
ciudadanos. En el económico, porque tan sólo en España la industria química
proporciona el 5,4% del producto industrial bruto y más de 700.000 empleos; además,
se trata del segundo mayor exportador de la economía española. Y en el área
medioambiental, porque la industria química es actualmente el mayor inversor en
protección del entorno, acumulando la quinta parte de las inversiones nacionales en
este ámbito.

1
https://www.feique.org/ Consultada el 31 de mayo de 2022.
2
https://cefic.org/a-pillar-of-the-european-economy/facts-and-figures-of-the-european-chemical-industry/
Consultada el 31 de mayo de 2022.

3
Todos estos datos proporcionan una idea de la importancia de la Química y la industria
química. Sin embargo, la industria química también tiene inconvenientes. Así, en
opinión de algunos expertos, en los últimos años ha aumentado considerablemente la
producción de compuestos químicos peligrosos, aunque es muy complicado, en
general, demostrar el efecto real que dichas sustancias están produciendo sobre el
medio ambiente y la salud humana. Algunos de los compuestos que se utilizan en la
producción textil, envasado de alimentos, productos electrónicos y revestimientos
antiadherentes como el teflón, entre otros, pueden resultar tóxicos y provocar
enfermedades como el cáncer, dañar el sistema inmune, ocasionar problemas de
conducta, alteraciones hormonales o incluso cambios de sexo en algunas especies
animales. Además, la industria química con frecuencia da lugar a la emisión de
contaminantes sintéticos al medio ambiente (vertidos de materiales residuales,
pérdidas de fluidos), algunos de los cuales son persistentes en el tiempo, lo que puede
producir una exposición continuada a lo largo de la vida de las personas a estos
contaminantes no naturales. Aunque es cierto que la mayoría de la contaminación no
proviene de las industrias químicas, también es cierto que en muchos de los
accidentes que se producen en diferentes etapas de la producción y el transporte
están implicados productos químicos.

En la tabla 7.1 se muestran algunos ejemplos de accidentes químicos ocurridos en el


período 1974-2008. Entre ellos cabe destacar el de diciembre de 1984, ocurrido en
Bhopal (India), debido a una emisión incontrolada de gas de la planta de pesticidas de
Union Carbide. El gas inundó las calles de la ciudad y provocó la muerte de cientos de
miles de personas. Las terribles consecuencias de esa noche marcaron la imagen
pública de la industria química como una amenaza para la salud y el medio ambiente y
ayudó a tomar conciencia de la necesidad de cambiar y apostar por un cuidado
responsable.

Aunque probablemente la Química es la ciencia que más ha contribuido a la


preservación del medio ambiente y al bienestar de la humanidad, también es cierto
que genera contaminación y riesgos medioambientales. Así, muchos de los procesos
químicos se deben realizar altas temperaturas y esto supone un gasto energético, que
no contribuye a la sostenibilidad de dichos procesos. Por otro lado, la mayoría de las
reacciones químicas emplean catalizadores, muchos de ellos tóxicos, que además
deben ser tratados posteriormente para transformarse en otros productos no
contaminantes, A este respecto, todas las partes implicadas en el diseño, fabricación,
comercialización y uso de productos químicos (empresas y empresarios, técnicos,
investigadores, legisladores, consumidores...) han adquirido en los últimos años una
conciencia clara sobre la necesidad de vincular las actividades en este campo con la
preservación del medio ambiente y los recursos naturales, es decir, orientarse hacia
un desarrollo sostenible, transformando las bases de la industria química.

4
Tabla 7.1. Ejemplos de grandes accidentes químicos: 1994-2006.

Año Lugar Tipo de incidente Sustancia Víctimas Heridos Evacuados


química mortales
responsable
Flixborough, Fábrica de productos
1974 Ciclohexano 28 104 3000
Reino Unido químicos (explosión)
1976 Seveso, Italia Fábrica de productos Dioxina 193 226 000
químicos (explosión)
1979 Novosibirsk, Fábrica de productos
Federación de Rusia químicos (explosión) No caracterizada 300

1981 Madrid, España Contaminación de No caracterizada 430 20 000 220 000


alimentos (aceite)
1982 Tacoa, Venezuela Depósito (explosión) Combustible 153 20 000 40 000
(República
Boliviarana de)

1984 San Juanico, México Depósito (explosión) Gas licuado de 452 4248 200 000
petróleo (LPG)
1984 Bhopal, India Fábrica de productos Metilisocianato 2800 50 000 200 000
químicos (fuga)
1992 Kwangju, República Almacén de gas LPG 63 120 000
Popular Democrática (explosión)
de Corea
1993 Bangkok, Tailandia Fábrica de juguetes Plásticos 240 547
(incendio)
1993 Remeios, Colombia Vertido Petróleo 430

1996 Haití Medicamento Dietilenglicol > 60


envenenado

1998 Yaundé, Camerún Accidente de Productos de 220 130


transporte petróleo

2000 Kinshasa, República Depósito de Municiones 109 216


Democrática del municiones
Congo (explosión)

2000 Enschede, Países Fábrica (explosión) Productos 20 950


Bajos pirotécnicos

2001 Toulouse, Francia Fábrica (explosión) Nitrato de amonio 30 > 2500

2002 Lagos, Nigeria Depósito de Municiones 1000


municiones explosión)

2003 Gaoqiao, China Pozo de gas (escape) Sulfuro de 240 9000 64 000
hidrógeno
2005 Huaian, China Camión (escape) Cloro 27 300 10 000

2005 Graniteville, EEUU Tren cisterna (escape) Cloro 9 250 5400

2006 Abidján, Côte d’Ivoire Residuos tóxicos Sulfuro de 10 > 100 000a
hidrógeno,
mercaptanos,
hidróxido sódico

2008 Kazán, Rusia Explosión Pólvora 4 5

a Número de consultas, que puede diferir del número de personas que enfermaron directamente como consecuencia.
Fuente: (22). Datos de 2000 en adelante extraídos de Major Hazard Incident Data Service (MHIDAS), Health and
Safety Executive, Londres, Reino Unido, exceptuando los referentes a Gaoqiao y Abidján, que proceden de la OMS.

5
Para lograr un crecimiento sostenible es necesario poder satisfacer las necesidades
económicas, sociales y ambientales de los ciudadanos sin comprometer la capacidad
de las futuras generaciones para cubrir las suyas. Desde una perspectiva
medioambiental, esta premisa cobra mayor relevancia puesto que son los recursos
naturales, el lugar y la materia prima necesarios para el desarrollo de las actividades
económicas y sociales.

Las principales preocupaciones medioambientales actuales incluyen la fuerte emisión


de gases de efecto invernadero, que está dando lugar al cambio climático, la calidad
del aire y del agua, las pautas de consumo no sostenibles, el tratamiento de los
residuos, la pérdida de la biodiversidad, la degradación del suelo y, en general, el uso
insostenible de los recursos naturales. Todos estos elementos han sido señalados en
los informes sobre la sostenibilidad, que, por ejemplo, realiza con carácter anual el
Observatorio de la Sostenibilidad en España.

Es en este contexto, y ante la necesidad de paliar los problemas medioambientales


donde surge el concepto de la Química sostenible, que persigue el desarrollo de
productos, tecnologías, metodologías y procesos químicos limpios, no contaminantes.

7.2 Química sostenible


La química sostenible, también conocida como Química Verde, o Química Ecológica,
puede definirse como el diseño de productos y procesos químicos que reducen o
eliminan el uso y generación de sustancias peligrosas. No se trata de una nueva
especialidad dentro de la Química, sino de un conjunto de principios para abordar el
desarrollo sostenible previniendo la contaminación. La química sostenible considera
todo el proceso de elaboración de un producto químico, desde las materias primas
hasta el consumo y reciclado o eliminación del mismo, pasando por el diseño e
investigación y por la producción. El término de Química verde (Green Chemistry, en
inglés), fue acuñado por Anastas en 1998 para describir los esfuerzos de los químicos
por el desarrollo de procesos y productos seguros y no contaminantes.

Otras definiciones de química sostenible son:

 La química sostenible es el uso de principios químicos y metodologías para


reducción de las fuentes de contaminantes. Incorpora la prevención de la
contaminación en la manufactura de productos químicos y promueve la
prevención de la emisión de residuos y la ecología industrial.

 La química sostenible utiliza materias primas (preferentemente renovables),


elimina los residuos y evita el uso de reactivos tóxicos o nocivos y de
disolventes en la manufactura de materiales y en la aplicación de productos
químicos.

Los objetivos y campos de actuación de la química sostenible pueden recogerse en los


doce principios que se representan en la figura 7.1 y que se explican a continuación.

6
Síntesis químicas
más seguras
Análisis a Prevención
tiempo real

Diseño para Economía atómica


la degradación 12
11 1
10 2
QUÍMICA
Catálisis 9 3 Métodos de síntesis
menos peligrosos
8 SOSTENIBLE 4
7 5
Reducir el uso 6 Diseño de productos
de derivados más seguros

Uso de materias Disolventes y auxiliares


primas renovables más seguros

Eficacia energética

Figura 7.1. Los doce principios de la química sostenible

1) Prevención.

Es preferible evitar la formación de residuos en lugar de tenerlos que limpiar una vez
formados. Si un proceso genera residuos peligrosos, será necesario realizar la
separación, tratamiento y eliminación de esos residuos, lo que conlleva un coste
adicional del proceso.

2) Economía atómica.

Los métodos de síntesis deben estar diseñados de modo que se maximice la


incorporación en el producto final de todos los materiales usados en el proceso.

Como ejemplo de reacciones en las que se cumple el principio de economía atómica


están las reacciones de reordenamiento y las de adición. En las primeras se produce
una reorganización de los átomos que componen la molécula. En las segundas se
adicionan los elementos de los reactivos al sustrato con total inclusión de los mismos
(cicloadiciones, bromación de olefinas).

Por el contrario, las reacciones de sustitución y de eliminación son ejemplos que


incumplen el principio de economía atómica. Así, en una reacción de sustitución el
grupo entrante desplaza al grupo saliente, el cual, necesariamente, es un subproducto
de la reacción que no se incluye en el producto final. Las reacciones de eliminación
son, de todas las transformaciones sintéticas básicas, las que presentan menor
economía atómica. En ellas, tanto el reactivo usado como los átomos eliminados de la
molécula, se pierden como residuo y no se incorporan al producto final.

7
3) Uso de metodologías de síntesis menos peligrosas, que generen productos con
toxicidad reducida.

Existen dos vías para paliar el perjuicio causado por los riesgos químicos: o minimizar
la exposición o minimizar el riesgo. Lo primero puede lograrse llevando ropas
protectoras, mascarillas, realizando controles de la ingeniería del proceso, etc. Pero
esto, además de suponer un aumento del coste del proceso, no descarta la posibilidad
de que fallen los controles a la exposición, con lo que aumenta el riesgo. Por tanto, lo
ideal es diseñar procesos químicos con pasos de reacción que sean seguros para la
salud humana y para el medio ambiente.

Las sustancias peligrosas pueden clasificarse en cuatro categorías en función de su


comportamiento químico: a) combustibles o inflamables: son fuertes reductores que
arden de modo fácil o violento en presencia del oxígeno atmosférico; b) oxidantes:
proporcionan el oxígeno necesario para la combustión de los combustibles; c)
sustancias muy reactivas que conducen a reacciones rápidas y violentas, a menudo
de modo impredecible; d) sustancias corrosivas, que generalmente son fuente de H+ u
OH- que tienden a reaccionar destructivamente con los materiales, en particular con
los metales.

Las sustancias tóxicas no son fácilmente clasificables en términos de sus


propiedades químicas, sino que se pueden clasificar en base a sus propiedades
bioquímicas, según la relación estructura-actividad que relacionan las características
estructurales conocidas y los grupos funcionales con los efectos tóxicos.

Existen tres grupos de sustancias peligrosas que son claramente candidatas a tener
que ser reducidas en su uso mediante la práctica de la Química verde. La primera se
refiere a los metales pesados, como plomo, mercurio o cadmio, indestructibles como
elementos y con importantes efectos biológicos adversos. Otra categoría es la que
abarca los materiales orgánicos persistentes, no biodegradables, como los bifenilos
policlorados. Un ejemplo clásico de este tipo de compuestos es el insecticida DDT,
que causa problemas de infertilidad en pájaros como buitres o águilas, situados en la
parte alta de la cadena alimentaria. La tercera categoría comprende los llamados
compuestos orgánicos volátiles, VOCs, ampliamente usados en la industria, no sólo
como disolventes de reacciones orgánicas, sino también en pinturas y recubrimientos
y como agentes limpiadores.

Independientemente de la clase de peligro que se derive de una sustancia, el principal


objetivo de la química verde debe ser evitar el uso de dichas sustancias peligrosas.

Aunque se trata de un objetivo idealista, la práctica de la química verde


requiere, en lo que concierne a las sustancias peligrosas:
1) No usarlas.
2) No fabricarlas.
3) Si no puede evitarse ni su uso ni su fabricación, no descargarlas al
medio ambiente.

8
4) Diseño de productos químicos eficaces pero no tóxicos.

En los últimos años se ha llevado a cabo un gran esfuerzo para identificar los
mecanismos de acción de las sustancias tóxicas en el cuerpo y en el medio ambiente
y conocer con detalle las reacciones que tienen lugar en la producción del efecto
tóxico. Dicho conocimiento permite a los químicos el poder modificar las estructuras
para que no se produzcan tales reacciones, reduciendo así la toxicidad.

El diseño de productos químicos más seguros se puede conseguir mediante cambios


estructurales o evitando la presencia de ciertos grupos funcionales. Así, se sabe que
ciertas estructuras o grupos funcionales llevan asociado un peligro en particular. Por
ejemplo, la presencia de oxígeno y nitrógeno (particularmente, múltiples átomos de
nitrógeno) en las proximidades de una molécula tienden a hacerla más reactiva o
incluso explosiva. El grupo funcional N-N=O presente en las nitrosaminas las convierte
en carcinogénicas. La presencia de estructuras químicas que pueden donar grupos
metilo a las biomoléculas puede transformarlas en compuestos mutagénicos o
carcinogénicos; la sustitución de los grupos hidrocarbonados de cadena larga puede
reducir este riesgo.

También se puede conseguir diseñar productos químicos más seguros disminuyendo


su biodisponibilidad. Esto puede lograrse cambiando las propiedades físicas o
químicas de una molécula, tales como la solubilidad en agua y la polaridad, para
dificultar o imposibilitar su absorción por parte de los tejidos y de las membranas
biológicas.

5) Reducción del uso de sustancias auxiliares (disolventes, agentes de separación…)


y en caso de su uso, inocuidad de las mismas.

Se están desarrollando métodos donde son los propios reactivos los que actúan como
disolventes, o bien otros sistemas en los que se encuentran en estado fundido para
lograr una mezcla apropiada y unas condiciones de reacción óptimas. En ambos casos
se obvia la necesitad del uso de un disolvente.

Otra posibilidad es inmovilizar el disolvente sobre un material eliminando así su


volatilidad, lo cual puede lograrse mediante el anclaje de la molécula de disolvente a
un soporte sólido o bien formando la molécula de disolvente directamente sobre el
esqueleto de un polímero.

6) Disminución del consumo energético, entre otras posibilidades, llevando a cabo las
reacciones a temperatura ambiente, siempre que sea posible.

La mayoría de las reacciones implica un gasto energético, bien en forma de suministro


de calor para sobrepasar la energía de activación necesaria para que la reacción se
lleve a cabo, bien en forma de enfriamiento en el caso de que las reacciones sean
exotérmicas. También se produce un consumo considerable de energía en la industria
química en los procesos de separación y purificación de una sustancia (destilación,
recristalización, ultrafiltración). El diseño de un proceso que minimice la necesidad de
estas separaciones conllevará un ahorro energético considerable.

9
7) Utilización de materias primas renovables.

El término de recursos o materias primas renovables se asocia a menudo con el


término biomasa o reserva biológica procedente de las plantas. La biomasa consiste
principalmente en biopolímeros de celulosa, hemicelulosa, almidón, lignino y proteínas,
todos ellos con el potencial de poder ser usados directamente o después de su
modificación química o bioquímica. Además, los procesos biológicos en las plantas
producen una variedad de monómeros, que incluye azúcares (glucosa, sucrosa),
aceites y grasas (triglicéridos), ceras, aminoácidos y sustancias extraíbles como los
terpenos.

Un reactivo químico importante que se puede sintetizar a partir de la glucosa es el


catecol, usado en la fabricación de un amplio rango de productos farmacéuticos,
pesticidas y antioxidantes. En la síntesis estándar del catecol se parte del benceno y
del propileno, ambos derivados del petróleo, para formar el cumeno, el cual se trata
con oxígeno para formar el fenol, eliminándose una molécula de acetona. Finalmente
el fenol se oxida a catecol con una disolución de peróxido de hidrógeno al 70%. Estas
etapas, además de llevarse a cabo en condiciones severas, implican la utilización de
productos tóxicos, como el benceno y el fenol, y requiere de estrictas precauciones en
el manejo del péroxido de hidrógeno. Sin embargo, una alternativa biológica para la
obtención del catecol es la biotransformación directa de la glucosa en catecol, llevada
a cabo por una variante, obtenida por manipulación genética, de la bacteria
Escherichia coli.

El término de recursos renovables también puede aplicarse, sin embargo, a sustancias


que se regeneran fácilmente en períodos de tiempo compatibles con la duración de la
vida humana, como el CO2 procedente de fuentes naturales o sintéticas y el metano,
producido por fuentes naturales, incluyendo los grandes mamíferos y la
descomposición de las plantas de los pantanos.

8) Reducción del uso y generación de derivados innecesarios.

En algunas síntesis químicas es necesario a veces producir una modificación de la


molécula o derivatizarla para llevar a cabo una transformación en particular. Un
ejemplo de derivatización es el uso de grupos protectores, que bloquean un
determinado grupo funcional para que la reacción se lleve a cabo en otra parte de la
molécula. La derivatización de un grupo alcohólico en éter bencílico es bastante
habitual en la síntesis de productos de química fina, farmacéuticos, pesticidas y
algunos tintes.

9) Potenciación de la catálisis.

En las reacciones catalizadas las cantidades de reactivos y el consumo de energía son


menores que en las no catalizadas. Además, el aumento en el rendimiento y en la
selectividad se traduce en una menor necesidad de separación. Por otra parte, permite
el uso de reactivos menos tóxicos; a modo de ejemplo, como agente oxidante se
puede utilizar peróxido de hidrógeno en lugar de oxidantes minerales altamente
tóxicos.

10
10) Generación de productos biodegradabables, inocuos para el medio ambiente.

Algunos productos químicos conllevan el problema añadido de que son persistentes


en el medio ambiente o de que se bioacumulan de modo perjudicial en los tejidos de
algunas plantas y animales causando efectos directos o indirectos de toxicidad. Entre
los compuestos persistentes destacan por su durabilidad los plásticos, que pueden ser
ingeridos por los pájaros. Entre los bioacumulables se encuentran muchos pesticidas,
con estructuras organohalogenadas, como el DDT, que se acumula en los tejidos
adiposos o células grasas de plantas y animales. De ahí la necesidad de diseñar
productos que sean biodegradables, mediante la localización en la estructura
molecular de grupos funcionales susceptibles a hidrólisis, fotolisis o escisión, que
faciliten su descomposición.

11) Desarrollo de metodologías analíticas para el análisis y monitorización en tiempo


real.

Si se monitoriza una reacción en tiempo real y se detecta que se ha generado un


producto tóxico o venenoso, incluso a niveles de traza, es posible ajustar los
parámetros del proceso para reducir o eliminar la formación de esta sustancia. Por otro
lado, los procesos químicos requieren a menudo de la adición continua de un reactivo
para que la reacción se complete. Si el final de la reacción se detecta on-line se evita
la adición innecesaria de un exceso de reactivo.

12) Realización de síntesis más seguras, para minimizar el potencial de accidentes


químicos.

El objetivo de la química verde no debe enfocarse simplemente en lograr una menor


contaminación o ecotoxicidad, sino que también debe tener en consideración la
reducción de productos químicos que llevan otros peligros asociados, como es el caso
de las sustancias explosivas e inflamables. De hecho, es posible que una acción
encaminada a prevenir la contaminación minimizando la generación de residuos pueda
aumentar el riesgo de accidente químico. Es el caso del reciclado de un disolvente de
un determinado proceso, que tiene ventajas desde el punto de vista de la prevención
de la contaminación, pero que conlleva el inconveniente de que aumenta el riesgo
potencial de fuego o accidente químico. Un ejemplo del diseño de productos químicos
más seguros es el uso de sustancias sólidas o líquidos con baja presión de vapor, en
lugar de los líquidos volátiles o los gases, que están asociados con la mayoría de los
accidentes químicos.

La Federación Empresarial de la Industria Química Española, FEIQUE, es la


encargada de gestionar en España el Programa mundial Responsible Care3, cuyo
objetivo es mejorar de manera continua la protección del Medio Ambiente, la
Seguridad y la protección de la Salud en las empresas químicas, de acuerdo con los
principios del Desarrollo Sostenible.

3
https://www.feique.org/programa-responsible-care/. Consultada el 31 de mayo de 2022.

11
7.3 Disolventes medioambientalmente poco contaminantes
Un gran número de los disolventes orgánicos utilizados en grandes cantidades en la
síntesis, separación y/o purificación de los productos químicos, son considerados
compuestos orgánicos volátiles o contaminantes peligrosos, y son inflamables, tóxicos
o carcinogénicos. Por ello es necesario diseñar sistemas que no usen disolvente o
bien buscar disolventes alternativos poco contaminantes (principio número cinco de los
doce de la Química sostenible). En la tabla 7.2 se presentan las características de
algunos de estos disolventes sustitutos de otros más contaminantes.

Tabla 7.2. Disolventes peligrosos y sus sustitutos.

Disolvente Inconvenientes del Sustituto Características


disolvente del sustituto

Benceno Tóxico, causa alteraciones Tolueno Mucho menos


en la sangre y se tóxico que el
sospecha que causa benceno debido a
leucemia; se metaboliza a la presencia del
fenol, tóxico. grupo metilo,
metabólicamente
oxidable.

n-hexano Neurotóxico, causa 2,5-dimetil Carece de la


neuropatía periférica que hexano toxicidad del
se manifiesta en pérdida hexano; su alto
de movilidad y de punto de ebullición
sensibilidad en las puede ser un
extremidades inconveniente.

Éteres glicólicos Los éteres 1-metoxi-2- Menos tóxico que


monometiletilenglicol y propanol los éteres
monoetiletilenglicol glicólicos, pero
producen efectos aún poco efectivo
adversos en la como disolvente.
reproducción y el
desarrollo en los animales.

Otros Inflamabilidad, toxicidad, CO2 Muy buena


disolventes escasa biodegradabilidad, supercrítico disponibilidad,
orgánicos tendencia a contribuir a la buen disolvente de
niebla fotoquímica solutos orgánicos,
fácilmente
eliminado por
evaporación, no
contaminante
(excepto como
gas de efecto
invernadero si se
deja escapar).

12
El agua es el disolvente menos contaminante en la naturaleza. Actualmente un gran
número de reacciones orgánicas llevadas a cabo en disolventes orgánicos pueden
realizarse en agua. Puede utilizarse a temperaturas inferiores a los 100 ºC para
aprovechar su efecto hidrofóbico, pero también a temperaturas cercanas a su punto
crítico (Tc = 374 ºC) en las que actúa como disolvente pseudoorgánico y con fines
degradativos. A 300 ºC la constante dieléctrica del agua ( = 20 ) es similar a la que
presenta la acetona a temperatura ambiente, por lo que se convierte en un disolvente
pseudoorgánico. Por otra parte, el valor del producto iónico del agua pasa de 10-14 a
20 ºC a 10-10 a 300 ºC, por lo que se transforma en un ácido y base fuerte y puede
utilizarse como tal, evitando el empleo de ácidos y bases minerales altamente
contaminantes.

Las propiedades físicas de los disolventes fluorados los hace particularmente


atractivos como medios de reacción. A alta temperatura son miscibles con disolventes
orgánicos, pero a temperatura ambiente son inmiscibles con agua y con disolventes
orgánicos. Esto hace que se puedan utilizar para llevar a cabo reacciones en sistemas
bifásicos, en los que el producto permanece en una fase y el catalizador en otra, lo
que elimina la etapa de separación.

Otros ejemplos de disolventes poco contaminantes son los líquidos iónicos y los
fluidos supercríticos, que se estudian con cierto detalle a continuación.

7.3.1 Líquidos iónicos

Los líquidos iónicos (LIs) son compuestos iónicos formados por la combinación de un
catión y un anión, tales como las sales, por lo que también se emplea el término de
“sales fundidas” para referirse de manera general a los LIs, aunque se emplea por
convención el término general de LIs para designar aquellos compuestos iónicos cuya
temperatura de fusión está por debajo de los 100 ºC.

Se trata de disolventes muy polares, en los que se pueden llevar a cabo reacciones
nuevas no conocidas previamente. Presentan una serie de ventajas con relación a
muchas de las sustancias que se emplean habitualmente como disolventes, tales
como:

 Excelente estabilidad térmica y química.

 Volatilidad prácticamente nula, debido a su baja presión de vapor.

 Alta capacidad térmica y alta resistencia a la combustión.

 Puntos de fusión bajos.

 Amplio intervalo de temperatura, entre -50 y 250 ºC, en el que son líquidos.

 Alto poder disolvente de muchas sustancias, lo que les permite ser


empleados en química como medio de reacción.

13
Además no son corrosivos, ni inflamables, presentan viscosidades parecidas a los
disolventes orgánicos tradicionales, son reciclables y pueden ser empleados incluso
como catalizadores. Son capaces de disolver óxidos metálicos, minerales y materiales
refractarios. Muchos son inmiscibles con agua, por lo cual pueden ser empleados en
procesos de separación. Por otra parte, disuelven hidrocarburos tanto de naturaleza
polar como no polar, lo cual los hace muy versátiles para su empleo en síntesis
orgánica.

Es posible diseñar líquidos iónicos no tóxicos y biodegradables de modo específico


para variar sus propiedades mediante la adecuada elección del catión y del anión, de
ahí que se les conozca también como disolventes de diseño. Así, algunas
propiedades, como la de su miscibilidad en agua y en disolventes orgánicos, pueden
variarse en función de la naturaleza de los iones constituyentes y de su estructura
química. De este modo, existen LIs solubles en agua y otros completamente insolubles
en ella, aun siendo estos muy higroscópicos.

Los principales cationes de los líquidos iónicos son los imidazolios di o tri sustituidos,
los pirdidinio sustituidos, los tetraalquilamonios y los tetraalquilfosfonios (figura 7.2),
pudiéndose obtener un rango muy amplio de líquidos iónicos variando los aniones
usados, que suelen ser halogenuros, sulfatos, sulfonatos, triflatos, amidas e imidas,
boratos y fosfatos.

Figura 7.2. Principales cationes de los líquidos iónicos.

Debido a sus propiedades, comentadas anteriormente, de baja inflamabilidad, baja o


nula volatilidad, estabilidad térmica y alta conductividad iónica, las principales
aplicaciones de los Lis serían sustituyendo a los disolventes orgánicos convencionales

14
en reacciones bifásicas y en procesos de separación líquido–líquido, sólido–líquido y
separación de iones metálicos.

Otro de los campos principales de aplicación de los LIs es el de la catálisis, ya que


además de como disolventes, pueden ser usados como catalizadores homogéneos.
Ejemplos de reacciones catalíticas que pueden usar LIs son las reacciones de Diels-
Alder, de Friedel-Crafts, la reacción de Heck, esterificaciones o alquilaciones
regioselectivas (Welton). También cabe destacar la utilización de los líquidos iónicos
en reacciones catalizadas por enzimas, ya que, a diferencia de los disolventes
orgánicos polares, los líquidos iónicos no desactivan las enzimas, pudiéndose llevar a
cabo reacciones con sustratos polares que antes no eran posibles.

Por otro lado, como la solubilidad de ciertos gases como H2, CO y O2 en los LIs es
generalmente buena, pueden participar en reacciones tales como hidrogenaciones,
carbonilaciones, hidroformilaciones y oxidaciones aeróbicas.

Los LIs también pueden utilizarse como disolventes funcionales, es decir, participando
en la reacción, aunque debido a su alto costo y a que son productos que están todavía
en etapa de desarrollo, actualmente se emplean en pocos procesos industriales.

Los principales procesos industriales que pueden mencionarse y que emplean LIs son:

 El proceso BASIL (Biphasic Acid Scavenging utilising Ionic Liquids),


desarrollado por BASF para la producción de alcoxifenilfosfinas, por el que
recibió el premio de innovación de la European Chemical News en el año
2004, por el desarrollo del primer proceso a gran escala que empleaba LIs en
un proceso industrial. La reacción química que se produce es la expuesta en
el esquema 7.1.

Cl OH
R-OH
+ N
P P +
N
N
R' N R' H Cl-
Líquido iónico

Esquema 7.1. Proceso BASIL para la producción de alcoxifenilfosfinas.

En esta reacción se forma un líquido iónico inmiscible que se separa de la


mezcla y puede volver a utilizarse en el siguiente ciclo del proceso. Este es uno
de los ejemplos más importantes del uso de líquidos iónicos a nivel industrial,
en el cual se producen toneladas de producto, con rendimientos del 98%.

 El proceso Difasol desarrollado por el Instituto Francés del Petróleo (IFP), el


cual se basa en la dimerización de alquenos, generalmente propeno y buteno,
para producir hexeno y octeno, empleando un líquido iónico como disolvente

15
y un catalizador de níquel. La reacción se lleva a cabo mediante un sistema
bifásico donde los productos se quedan en una segunda fase y se separan
fácilmente. El catalizador queda disuelto en la fase del líquido iónico.

 Síntesis de fármacos: Central Glass Company sintetiza intermedios


farmaceúticos utilizando un líquido iónico como medio de reacción,
sustituyendo a los disolventes tradicionales como tolueno o tetrahidrofurano.
La compañía farmacéutica Eli Lilly ha desarrollado el proceso de
desmetilación de arileter para la generación de fenoles (esquema 7.2) que ha
sido llevado a escala de planta piloto para producir estos intermedios.

Esquema 7.2. Proceso de desmetilación del arileter usando cloruro de piridinio.

7.3.2 Fluidos supercríticos

Un fluido supercrítico (SFC, de sus siglas en inglés, Supercritical Fluid) es un estado


de la materia en el que se comparten propiedades de los gases y de los líquidos. Es
decir, al igual que un gas, un fluido supercrítico es compresible, ocupa y adopta la
forma de su contenedor, a diferencia de los líquidos, que son no compresibles y
ocupan el fondo del recipiente que los contiene. También son similares a los gases en
los valores de sus propiedades de transporte, viscosidad y difusividad. Sin embargo,
su densidad es parecida a la de los líquidos y, por tanto, se asemejan a ellos en su
poder disolvente. En la figura 7.3 se representa el diagrama de fases de una sustancia
pura, en el que se observa la existencia del punto crítico.

En la proximidad del punto crítico las propiedades físicas de las sustancias, como
densidad, viscosidad, difusividad, etc., varían ampliamente, siendo bruscas estas
variaciones en las proximidades del punto crítico y menos acusadas en la región
supercrítica.

La densidad depende de las condiciones de presión y temperatura, manteniéndose su


valor siempre próximo a los típicos de los líquidos. De ahí sus buenas propiedades
como disolvente, ya que las interacciones entre las moléculas de fluido y las de soluto
son fuertes. Se ha observado que la densidad aumenta notablemente al hacerlo la
presión cuando se mantiene constante la temperatura y que disminuye al aumentar la
temperatura a presión constante. Como el poder disolvente de un fluido está
relacionado con su densidad, en la región supercrítica puede regularse dicho poder
disolvente variando las condiciones de temperatura y presión.

16
Figura 7.3. Diagrama de fases de una sustancia pura.

Las características singulares de los fluidos supercríticos los hacen útiles en


numerosas operaciones y procesos de la industria química: operaciones de
separación, reacciones químicas que transcurren en su seno, procesado de
polímeros, tecnología de alimentos, productos farmacéuticos, tratamiento
de residuos tóxicos, etc.

La tecnología de fluidos supercríticos puede usarse en diferentes sectores como el


químico (extracción y concentración de aromas y fragancias; extracción de insecticidas
naturales; obtención y purificación de sustancias de síntesis; obtención de
catalizadores; fraccionamiento y revalorización de residuos), el farmacéutico y el
alimentario (extracción de productos naturales y fraccionamiento de aceites vegetales
y ácidos graso; extracción de cafeína de café y té). Asimismo, los fluidos supercríticos
se aplican en procesos de hidrogenación, condensación, oxidación, síntesis, catálisis,
separación de mezclas, polimerización, cromatografía, etc.

En la figura 7.4 se representa el principio de la extracción con SFC. Inicialmente se


parte de la fase sólida en la cual va a realizarse el proceso de extracción, y que
contiene retenido el líquido a extraer. Se somete a un aumento de presión, de modo
que se produce una compresión del líquido. Posteriormente se calienta hasta una
temperatura que se encuentra por encima de la del punto crítico. En esas condiciones
de presión y temperatura no existe la fase líquida, sino que la muestra se encuentra en
estado de fluido supercrítico, llevándose a cabo el proceso de extracción, quedando el

17
extracto sólido retenido en el autoclave. Por disminución de la presión, el fluido
supercrítico se transforma en gas, que es posteriormente enfriado, condensando en
forma del líquido extraído.

Figura 7.4. Esquema de la extracción con fluidos supercríticos.

Uno de los disolventes supercríticos más utilizado es el dióxido de carbono, CO2, que
presenta numerosas ventajas, ya que no es tóxico ni inflamable y es barato, pudiendo
separarse del producto simplemente por despresurización, lo que supone una gran
ventaja frente a disolventes tradicionales como hexano, benceno, etc. Además, la
temperatura y presión crítica del CO2 son muy accesibles (Tc = 31.1 ºC, Pc = 74 bar).
Por otra parte, presenta una alta solubilidad hacia los compuestos orgánicos volátiles
de bajo peso molecular, como cetonas, ésteres, alcoholes y aldehídos, lo que lo
convierte, por ejemplo, en un disolvente adecuado para la extracción de la fracción
volátil responsable del aroma del café. Al no dejar residuos en la matriz a extraer, es
un disolvente apropiado para utilizarse en la industria agroalimentaria.

Son numerosas las aplicaciones industriales de los fluidos supercríticos. Algunos


ejemplos son la obtención de aceites aprovechando los desechos de la uva (la pepita
de este fruto contiene aceite que generalmente se desperdicia), la extracción de la
cafeína del café, la extracción del colesterol de la leche o de la yema de huevo; la
separación de colorantes y aromas para colorear y aromatizar bebidas o alimentos, así
como la preparación de micropartículas para la industria farmacéutica.

Sin embargo, el principal inconveniente de los fluidos supercríticos es que el tiempo de


extracción es generalmente largo, pudiendo llegar en algunos casos a 24 horas. Para
acelerar los procesos de extracción con fluidos normales se utiliza la agitación
mecánica, pero esta solución presenta muchas dificultades cuando se trata de fluidos

18
supercríticos, por lo que sus aplicaciones industriales son limitadas. Sin embargo, una
posibilidad es la aplicación de ultrasonidos de alta intensidad (ver apartado 7.4.3). Así,
combinando un sistema de extracción de aceite de almendras con la aplicación de los
ultrasonidos, se consigue una notable mejora, tanto en los tiempos de extracción como
en la cantidad de aceite extraído por unidad de material. Como se verá
posteriormente, los ultrasonidos introducen una onda elástica en el medio donde se
encuentra la muestra a extraer, generando una serie de compresiones y
descompresiones que tiene como efectos la micro agitación y la cavitación, lo que
conlleva cambios de presión, de temperatura y una agitación interna que acelera el
proceso de extracción.

En la actualidad existen plantas comerciales de extracción con FSC, que poseen


extractores de 100-500 L, que operan bajo procesos discontinuos o semicontinuos y
trabajan con diferentes materias primas.

7.4 Métodos de reacción no convencionales

Cada reacción química requiere de un aporte de energía para sobrepasar la energía


de activación del estado de transición, que contribuye al balance medioambiental de la
reacción. Una posibilidad para disminuir este consumo de energía necesario, aparte
de la catálisis, es el uso de métodos de reacción alternativos o no convencionales que
activen, al menos, uno de los reactivos por encima de la energía del estado de
transición. Entre estas técnicas, además de los procesos fotoquímicos o
electroquímicos, se encuentran la activación por microondas y la activación por
ultrasonidos, que se verán en detalle a continuación.

7.4.1 Activación por Microondas

La radiación microondas comenzó a aplicarse en el campo de la Química a mediados


de los años 70, describiéndose desde entonces fundamentalmente numerosas
aplicaciones en el campo de la síntesis orgánica. El efecto de la radiación microondas,
que produce una aceleración en numerosas reacciones, es una combinación de
efectos térmicos (sobrecalentamiento, puntos calientes y calefacción selectiva) y
efectos no térmicos del campo altamente polarizante. En las reacciones químicas la
naturaleza de esta fuente homogénea de energía puede ser muy ventajosa de cara a
reducir los tiempos de reacción, en comparación con el calentamiento convencional.
Se consiguen resultados de velocidades altas de calentamiento que no pueden
lograrse mediante calefacción habitual, además de modificaciones en la quimio-, regio-
y estereoselectividad de una reacción. Por otro lado, es posible trabajar sin disolvente,
ya que la radiación puede ser adsorbida directamente por los reactivos.

La radiación microondas es una forma de energía electromagnética situada en el


rango de frecuencias de 300-300.000 MHz, correspondiente a una longitud de onda
corta (1m-mm). Cuando la radiación microondas incide sobre una sustancia, aunque la
estructura molecular no cambia, la rotación de las moléculas que la forman sí se ve
afectada, creándose una fricción entre ellas y produciéndose un calentamiento.
Mientras que en un proceso de calentamiento convencional, el calor que llega al medio
de reacción se transmite a través del recipiente que lo contiene y por tanto, depende

19
de la conductividad térmica del material de que está hecho dicho recipiente, en el
calentamiento por microondas el acoplamiento de las moléculas con la radiación se
lleva a cabo en el interior del medio, produciéndose un sobrecalentamiento localizado
de forma instantánea (figura 7.5).

Corrientes de
Baño de silicona convección

Calor por conducción


Mezcla ácida
(absorbe la
Sobrecalentamiento radiación
localizado Microondas)
Microondas

Paredes del matraz


(transparentes a las
Calentamiento
Microondas)
por Microondas

Figura 7.5. Mecanismo de calentamiento de una sustancia en contacto con la


radiación microondas.

Son dos los mecanismos de transferencia de energía de la radiación microondas a las


moléculas del medio: la rotación dipolar y la conducción iónica, que se representan en
la figura 7.6.

El primero de ellos ocurre en el caso de las moléculas polares con momento dipolar
permanente, las cuales intentan alinearse sobre sí mismas orientándose en la
dirección del campo eléctrico, consiguiendo de esta forma una transferencia de
energía. El mecanismo de conducción iónica se produce cuando existen especies
iónicas libres o iones libres presentes en la disolución. El campo eléctrico genera un
movimiento iónico mediante el cual las especies intentan orientarse respondiendo al
cambio del campo eléctrico de la radiación microondas, y de forma análoga a la
rotación dipolar se produce un sobrecalentamiento. La radiación microondas no influye
en la orientación de las colisiones, ni en la energía de activación. Sin embargo, el
aumento de la temperatura que se produce, debido al calentamiento casi instantáneo
de las sustancias, causa un movimiento molecular más rápido, lo que repercute en un
mayor número de colisiones.

20
Mecanismo de conducción Rotación dipolar

Campo
Campooscilante
oscilante

Figura 7.6. Métodos de calentamiento por radiación Microondas.

Las principales ventajas de la aplicación de la radiación de microondas en reacciones


químicas de aplicación industrial son las siguientes:

 Tiene lugar un mecanismo de transferencia de energía en lugar de


transferencia de calor, con las correspondientes ventajas económico-
ecológicas.

 Se produce un calentamiento selectivo y orientado del material.

 El calentamiento es rápido, ya que se alcanzan mayores temperaturas, y por


consiguiente velocidades de reacción más elevadas.

 El calentamiento afecta directamente a las moléculas, lo que asegura una


reducción de las reacciones secundarias, la síntesis de productos más puros
y, por tanto, rendimientos más altos.

 Los efectos térmicos son reversibles, ya que el calentamiento empieza desde


el interior del material, lo que permite que la radiación microondas presente
una mejor eficiencia que los métodos de calentamiento convencionales.

 Los líquidos iónicos solubles en agua absorben radiación microondas de


forma muy efectiva y, por consiguiente, las reacciones basadas en este tipo
de sustancias pueden calentarse rápidamente mediante radiación
microondas.

 El calentamiento por radiación microondas resulta una eficaz vía alternativa a


los métodos convencionales respecto al ahorro energético, mejor rendimiento
de las reacciones y mayor pureza de los productos. Este proceso representa
un sistema basado en la química verde adaptado a la sostenibilidad del medio
ambiente.

21
Sin embargo, a pesar de sus indudables ventajas, hay cierta controversia en relación a
la existencia de efectos específicos, a veces indeseables, producidos por la radiación
microondas. Algunos autores han postulado la presencia de puntos calientes en la
masa de reacción debido a una falta de homogeneidad del campo. Esto daría lugar a
zonas en la muestra cuya temperatura sería muy superior a la temperatura
macroscópica, lo que supondría una serie de efectos adversos como reacciones
paralelas y descomposición de productos y reactivos.

Pese a todo esto, existe actualmente una gran variedad de síntesis orgánicas que se
llevan a cabo en estos sistemas de radiación microondas, lo que pone de manifiesto la
utilidad de esta técnica para mejorar y aumentar la eficacia de numerosos procesos
químicos. Entre las aplicaciones de la radiación microondas destacan las siguientes:

 Síntesis de polímeros, como la vulcanización de poliuretano.

 Síntesis orgánicas: Diels-Alder, Williamson, oxidaciones, esterificaciones,


hidrólisis, etc.

 Síntesis de catalizadores sólidos, como zeolitas, carbones, etc.

 Síntesis de materiales cerámicos.

 Aplicación en la industria alimentaria: descongelación de alimentos, secado


de pastas alimenticias, deshidratación al vacío.

 Otras: soldadura de plásticos, eliminación de deshechos, desparasitado de


alimentos, etc.

La combinación de la activación por microondas con el uso de catalizadores


heterogéneos o de líquidos iónicos mejora aún más los resultados obtenidos.

Así, si el catalizador es polar, se calienta selectivamente en mayor medida que los


reactivos o productos, evitando la descomposición de estos en la disolución, ya que se
encuentran a menor temperatura. Por otra parte, como lo líquidos iónicos absorben de
modo muy eficaz la radiación microondas, pueden utilizarse para sobrecalentar
disolventes que no son polares. Este es el caso del hexano, que puede calentarse a
215 ºC en 10 segundos si se le adiciona una mínima cantidad de líquido iónico.

7.4.2 Activación por Ultrasonidos

Otro de los métodos de reacción no convencionales es la sonoquímica, que es la


aplicación de las ondas de ultrasonidos a las reacciones y procesos químicos. La
activación por ultrasonidos induce un aumento de la velocidad de la reacción de un
gran número de reacciones catalíticas tanto en sistemas homogéneos como
heterogéneos, resultando rendimientos de reacción más altos, provocados
fundamentalmente por un aumento en la transferencia de masa y por el suministro de

22
una cantidad enorme de energía. La catálisis asistida por ultrasonidos requiere que, al
menos, uno de los reactivos se encuentre en fase líquida.

La longitud de onda de las ondas acústicas en los líquidos se encuentra en el rango de


110 a 9.15 nm para frecuencias comprendidas entre 18 kHz y 10 Mhz. Como se trata
de dimensiones superiores a las dimensiones moleculares no existe un acoplamiento
directo del campo acústico con las moléculas de una especie química, sino que se
produce el llamado fenómeno de cavitación acústica (figura 7.7).

Figura 7.7. Fenómeno de la cavitación: colapso violento de las burbujas que se


forman durante la interacción entre un campo adecuado de ondas acústicas y un
sistema químico potencialmente reactivo.

El sonido se transporta a través del líquido irradiado como una onda, con ciclos
alternados de compresión y expansión. Si la onda de expansión es lo suficientemente
poderosa pueden generarse presiones negativas que provocan que las moléculas del
líquido empiecen a separarse formando "microburbujas" o cavidades en puntos
localizados de la mezcla de reacción (figura 7.8). Estas burbujas oscilan, creciendo de
tamaño durante la fase de expansión de la onda un poco más de lo que encogen
durante la fase de compresión. Finalmente alcanzan un tamaño crítico y estallan,
generándose presiones (>1000 atm) y temperaturas (>5000 ºC) muy altas,
produciéndose una descomposición de las moléculas en especies altamente reactivas,
que reaccionan con las moléculas que las rodean.

23
Figura 7.8. Burbuja en el seno de un líquido sometido a radiación de
ultrasonidos.

La cavitación es un método muy eficaz para concentrar la energía difusa del


sonido en una forma de energía química útil.

Las primeras reacciones químicas en el líquido se producen por dos condiciones


extremas: las altas temperaturas y las presiones generadas, que proporcionan la
energía de activación requerida para la fragmentación de las moléculas mediante
rotura de sus enlaces, generando especies más pequeñas o radicales que pueden, a
su vez, causar reacciones secundarias. Las ondas de ultrasonidos son una fuente de
radicales, especialmente hidroxilo, un oxidante muy fuerte y no específico, que escapa
de la burbuja y reacciona rápidamente con los compuestos en disolución.

Existen numerosos antecedentes en la bibliografía que demuestran que las ondas


ultrasónicas son de gran interés medioambiental, pues pueden convertir
contaminantes orgánicos en compuestos orgánicos inocuos, como dióxido de carbono
y agua, o en compuestos mucho menos peligrosos que los originales.

Un ejemplo de la aplicación de las ondas ultrasonidos en un proceso químico es el de


la producción de biodiesel. El biodiesel es generalmente producido en reactores batch
con calentamiento y mezcla mecánica. Las reacciones de producción de biodiesel se
caracterizan por una cinética de reacción lenta y una baja transferencia de masa.
Mediante el uso de las ondas de ultrasonidos se puede conseguir aumentar
considerablemente las cinéticas de las reacciones de transesterificación, obteniéndose
rendimientos del 99%, utilizando un 50% menos de catalizador. Los tiempos de

24
reacción, que en los reactores batch convencionales son de 1-4 h se reducen a menos
de 30 s en los reactores con activación ultrasónica y los tiempos de separación desde
5-10 h a menos de 60 min.

Si el catalizador es un material sólido, el efecto de los ultrasonidos se ve aún más


potenciado. Como las reacciones catalizadas en fase heterogénea están confinadas a
la interfase, que es el único sitio donde tanto el catalizador como los reactivos se
encuentran presentes, el área superficial específica de dicha interfase influye
significativamente en la velocidad de la reacción química. En este sentido, la ultra
sonicación es muy efectiva para producir la dispersión de los sólidos causando un
aumento del área superficial accesible a los reactivos.

La activación por ultrasonidos puede usarse también en la síntesis de catalizadores,


generando agregados de partículas de tamaño muy fino. Debido a su estructura de
agregados, estos catalizadores amorfos de alta área superficial pueden ser separados
fácilmente de los productos de reacción.

7.5 Normativa y legislación medioambiental

El lograr un desarrollo sostenible en cada país es responsabilidad compartida por las


autoridades públicas de los diferentes ámbitos, nacional, regional o local. Para ello,
además de las medidas normativas necesarias, es necesario que los distintos niveles
de autoridad creen mecanismos adecuados para garantizar la integración de los
aspectos medioambientales en otras áreas políticas, tales como la energía, los
transportes, la agricultura, las infraestructuras, etc., Hay que evitar, además, las
negligencias que ocurren por una falsa interpretación de las competencias entre los
diferentes niveles de autoridad.

La implicación de las autoridades públicas para lograr un desarrollo sostenible se


puede resumir en las funciones siguientes:

 Incorporar la legislación que corresponda al ámbito de su respectiva


competencia, a la normativa de obligado cumplimiento.

 Informar de forma amplia del significado y alcance de la normativa que se ha


de cumplir, aumentando el acceso de los ciudadanos a la información
medioambiental.

 Exigir que se cumpla estrictamente la normativa vigente, vigilando para ello


eficientemente las actuaciones de las entidades públicas o privadas.

 Regular la explotación de los recursos naturales de forma que se produzca un


desarrollo sostenible.

 Establecer las prioridades de la problemática medioambiental, en base a


criterios lo más objetivos posibles.

25
 Impulsar a todos los niveles la educación medioambiental, especialmente en
los niveles inferiores de la enseñanza, para aumentar la concienciación de
todos los ciudadanos sobre las cuestiones del Medio Ambiente.

Y sus responsabilidades de actuación a corto plazo son, entre otras:

 Gestión sostenible de los recursos naturales: suelo, aguas, áreas naturales y


zonas costeras,

 Control integrado de la contaminación y gestión de los residuos.

 Reducción del consumo de energía no renovable.

 Gestión mejorada de la movilidad.

 Promoción de un conjunto coherente de medidas para lograr una mejora de la


calidad medioambiental en áreas urbanas.

 Mejora de la salud y seguridad pública con especial énfasis en la evaluación


del riesgo industrial, seguridad nuclear y protección radiológica.

Una de las herramientas más eficaces de la que se sirven las empresas para colaborar
en la consecución del Desarrollo Sostenible es la normativa y legislación que, tanto los
Estados, a todos los niveles, como determinados organismos, hayan publicado.

Las regulaciones en el Marco Medioambiental pueden ser de carácter obligatorio o


voluntario. Las de carácter obligatorio forman parte de la Legislación, que tiene por
objeto prevenir y evitar responsabilidades de orden administrativo (multas, clausura de
instalación, etc.), civil (restitución, indemnización, etc.) y penal (privación de libertad,
multas, etc.). Las de carácter voluntario constituyen la Normativa, el Sistema de
gestión Medioambiental y las Auditorías, que proporcionan a las empresas una
garantía de que se cumple la legislación, y una serie de ventajas competitivas.

Actualmente son cinco las fuentes de las que deriva toda la legislación medioambiental
que afecta a nuestro país, y que en función de su nivel, se clasifican en: internacional,
Unión Europea, estatal, autonómico y municipal.

A nivel internacional, se establece una serie de Acuerdos/convenios por parte de los


diferentes estados para la resolución de los problemas de carácter global del Medio
Ambiente, como la regulación de transporte de mercancías peligrosas por tierra, mar y
aire, sustancias que dañan la capa de ozono, contaminación atmosférica
transnacional, biodiversidad, etc. En los últimos treinta años se ha trabajado
internacionalmente en este sentido y, como ejemplo se puede enumerar, entre otras,
las siguientes reuniones con la mención de las políticas adoptadas:

26
 Convenio sobre la contaminación atmosférica transfronteriza a larga
distancia, Ginebra, 1979. Entró en vigor en 1983.

 Conferencia de Villach, Austria, 1985, para evaluar las consecuencias


climáticas de duplicar la concentración atmosférica de dióxido de carbono
en la atmósfera.

 Conferencia de Montreal de 1987 sobre reducción de los compuestos


fluoroclorocarbonados, CFC, ampliamente utilizados en la industria para
preparar aerosoles y como fluido de refrigeración y otros gases que
pudiesen contribuir a deteriorar la capa de ozono.

 Panel Intergubernamental para el Cambio Climático, 1988, para analizar las


emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero y sus
consecuencias climáticas.

 Convenio de Viena sobre ozono, 1988, para establecer medidas concretas


para la eliminación del uso de las sustancias que agoten la capa de ozono.

 Conferencia de Río de Janeiro de 1992 para establecer las bases que


pudieran contribuir a un desarrollo sostenible desde el punto de vista
medioambiental.

 Convenio de Basilea, 1992, sobre el control transfronterizo y la eliminación


de los residuos peligrosos para la salud y el medio ambiente.

 Convenio sobre la Diversidad Biológica, 1993.

 Convenio de Rotterdam, 1998, sobre el procedimiento de consentimiento


fundamentado previo (CFP) aplicable a ciertos plaguicidas y productos
químicos peligrosos objeto de comercio internacional. Entró en vigor en
febrero de 2004.

 Conferencias de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, celebradas


anualmente desde 1995, la primera de ellas, en Berlín.

 Acuerdos de Kyoto de 1997 para reducir las emisiones de CO2 y otros


gases de efecto invernadero.

 Convenio de Estocolmo, 2004, para proteger la salud humana y el medio


ambiente frente a los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP´s).

 Convenio de Minamata, 2017, para proteger la salud humana y el medio


ambiente de los efectos adversos del mercurio.

En el anexo 7.1 se presenta una amplia relación de tratados internacionales, con el


correspondiente enlace a su página Web.

A nivel de la Unión Europea, hay que resaltar que, desde que en 1967 se aprobó la
primera Directiva de carácter ambiental, la protección y conservación del medio

27
ambiente ha sido una de las principales inquietudes de la Comunidad Europea. La
armonización de la normativa de los Estados miembros se consigue mediante la
emisión de Decisiones, Directivas, que cada estado debe trasponer en un plazo
determinado, reglamentos, recomendaciones y dictámenes (estos dos últimos de
carácter no vinculante). Las políticas medioambientales de la Unión Europea abarcan
distintos campos, como agua, aire, suelos, residuos peligrosos y no peligrosos,
sustancias químicas, ruido, entornos naturales, siendo las entidades oficiales
competentes la Dirección General de protección Civil y Emergencias (también
conocida por sus siglas, DGPCyE) y la Agencia Europea del Medio Ambiente, AEMA.

A modo de ejemplo, una de las actuaciones más ambiciosas que se pusieron en


marcha en el seno de la Unión Europea para la aplicación del principio de prevención
en el funcionamiento de las instalaciones industriales más contaminantes fue la
aprobación de la Directiva 96/61/CE, del Consejo, de 24 de septiembre, relativa a la
prevención y al control integrado de la contaminación. En ella se establecieron
medidas para evitar, o al menos reducir, las emisiones de estas actividades en la
atmósfera, el agua y el suelo, incluidos los residuos para alcanzar un nivel elevado de
protección del medio ambiente considerado en su conjunto. Fue posteriormente
derogada por la Directiva 2008/1/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 15 de
enero de 2008, relativa a la prevención y al control integrados de la contaminación.

A nivel estatal, los Estados emiten de forma exclusiva Leyes, Reales Decretos,
Órdenes y Resoluciones sobre normativa básica de protección del Medio Ambiente.
También representan al país en foros internacionales. En el caso del Estado Español,
las entidades oficiales competentes son el Ministerio de Agricultura, Pesca y
Alimentación, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, el Ministerio
de Ciencia e Innovación, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto
Demográfico, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y el Ministerio de Asuntos
Exteriores, Unión Europea y Cooperación.

A modo de ejemplo, la Ley 16/2002, de 1 de julio, de prevención y control integrados


de la contaminación, incorporó al ordenamiento interno español la mencionada
Directiva europea 96/61/CE, con la finalidad de evitar, o, al menos, reducir, la
contaminación de la atmósfera, el agua y el suelo. La Ley 16/2002 fue posteriormente
derogada por el Real Decreto Legislativo 1/2016, de 16 de diciembre.

Otro ejemplo es el de la Ley 1/2005, de 9 de marzo, por la que se regula el régimen


del comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero, y que tiene por
objeto la transposición de la Directiva 2003/87/CE del Parlamento Europeo y del
Consejo, de 13 de octubre de 2003, para fomentar reducciones de las emisiones de
estos gases de una forma eficaz y de manera económicamente eficiente.

En España, hay más de una veintena de leyes que regulan aspectos


medioambientales pero, en general, es la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de
evaluación ambiental,4 la que regula el medio Ambiente en nuestro país. Para ello,
establece un marco básico y común, indispensable para que la protección y

4
https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2013-12913. Consultada el 30 de mayo de 2022.

28
preservación del medio ambiente estén garantizadas por las regulaciones autonómicas
y municipales.

A nivel autonómico, las Comunidades Autónomas emiten Decretos sobre normas


adicionales y no pueden contradecir la legislación estatal. Las Consejerías (o
Departamentos en algunos casos) de Medio Ambiente, y las Agencias Autonómicas
son las entidades competentes en su gestión (opcional), en la autorización para ser
productor de residuos tóxicos peligrosos (RTP), las declaraciones de RTP, etc.

Por último, a nivel municipal, los Ayuntamientos emiten Ordenanzas, que pueden ser
más restrictivas que la legislación estatal y autonómica, y son competentes en el
suministro de agua y gestión de la red de saneamiento, en la regulación y control de
ruidos urbanos, en la gestión de residuos urbanos, en la autorización de instalación de
actividades y en la planificación del suelo y ordenación territorial. Las entidades
implicadas son las Concejalías (o Departamentos en algunos casos) de Medio
Ambiente y las Agencias locales (en algunos casos) de Medio Ambiente.

La existencia de una inquietud y un acuerdo internacional sobre los problemas


medioambientales y su repercusión en el desarrollo sostenible, no quiere decir,
desgraciadamente, que todos los países pongan en práctica exactamente lo acordado.
En la mayor parte de los casos, la adopción de los acuerdos y su cumplimiento
representan un coste económico que los gobiernos no están dispuestos a soportar. Y
aunque algunos deploren la actitud poco activa de determinados Organismos
Internacionales en la solución de los problemas relacionados con el Medio Ambiente,
es preciso hacer notar que estas instituciones, como es el caso de la ONU, no están
legitimadas para tomar decisiones que obliguen a los gobiernos de los países
miembros. Solamente pueden recomendar la adopción de ciertas acciones y cada
gobierno es soberano para aceptar o rechazar estas recomendaciones, y únicamente
en casos extremos cabe la imposición de ciertas sanciones para obligar a su
cumplimiento.

En la página Web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, puede


encontrarse toda la información medioambiental sobre los textos de tratados,
convenios y acuerdos internacionales y los textos legislativos comunitarios,
nacionales, regionales o locales sobre el medio ambiente o relacionados con él5.

En concreto, se puede acceder a:

 Legislación: disposiciones ambientales de la Unión Europea, de la


Administración General de Estado, de las distintas Comunidades
Autónomas.

 Jurisprudencia: sentencias relativas a medio ambiente de los distintos


Tribunales de Justicia.

 Internacional: diferentes tipos de Acuerdos internacionales.

5
https://www.mapa.gob.es/es/ministerio/actividad-legislativa/. Consultada el 30 de mayo de 2022.

29
Y en la página Web del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico,
se puede acceder a la legislación relacionada con los campos de la calidad y
evaluación ambiental, el agua, el cambio climático, las costas y medio marino y la
biodiversidad.6

7.5.1 El proyecto REACH

Una de las normativas que regulan las medidas necesarias para minimizar y evitar los
riesgos derivados de la utilización de sustancias químicas es la recogida en el
proyecto REACH. Este comenzó a gestarse en el año 2003, cuando Margot Wallstrom,
a la sazón Comisaria Europea de Medio Ambiente, y ante la proliferación de
numerosas enfermedades favorecidas por la difusión de ciertos productos químicos,
propuso que se crease un sistema para evaluar la peligrosidad de todos los productos
químicos que se fabrican y se importan en Europa. Surgió así el proyecto REACH
(Registration, Evaluation, Authorisation and Restriction of Chemical substances),
normativa que trata de analizar y registrar las sustancias químicas existentes en el
mercado, con el fin de garantizar una mayor protección de la salud y del medio
ambiente, centrándose en las sustancias preocupantes, entre las que se incluyen las
cancerígenas, mutagénicas y tóxicas.

Esta normativa, que entró en vigor el 1 de Junio de 2007, tal y como se concibe en la
actualidad, establece la obligación de que las empresas que produzcan, importen o
utilicen sustancias y preparados químicos, evalúen los riesgos derivados de su
utilización, exigiendo que proporcionen nuevos datos de ensayo en los casos en que
esté justificado, y tomen las medidas necesarias para afrontar los riesgos que se
detecten. Es decir, impone a las industrias químicas la eliminación de sustancias
nocivas para la salud y el Medio Ambiente, y su sustitución por otras cuya inocuidad
esté demostrada. De este modo, la responsabilidad de la prueba para la
comercialización de sustancias y preparados químicos seguros se traspasa de las
autoridades públicas a la industria.

Los principales aspectos del reglamento REACH son:

 El registro sistemático de todos los productos químicos, no sólo de los


nuevos, sino también de los existentes, en una base central de datos de la
Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA, de sus siglas en inglés),
que recoge la información relativa a las propiedades de las sustancias
químicas y la forma más segura de utilizarlas,

 La responsabilidad de productores e importadores de evaluar los riesgos de


sus productos,

 La introducción de un procedimiento de autorización o de restricción en el


caso de sustancias que generen especial preocupación.

6
https://www.miteco.gob.es/es/ministerio/actividad-legislativa/

30
 Una mayor transparencia al facilitar el acceso de los ciudadanos a la
información sobre las sustancias.

Las sustancias para registrar pueden clasificarse en tres grandes grupos, según el
plazo máximo de registro:

 Sustancias que se producen en volúmenes muy altos (por encima de las


1.000 toneladas), agentes cancerígenos, mutágenos o tóxicos para el sistema
reproductor, sustancias muy persistentes y muy bioacumulables (VPVB), (por
encima de la tonelada). Estos preparados debían registrarse en los tres años
siguientes a la aprobación de REACH como ley.

 Sustancias que puedan producir alteraciones endocrinas: aquellas con


volúmenes de producción entre las 100 y las 1.000 toneladas se registrarán
antes de seis años; las sustancias con volumen de producción bajo (1-100
toneladas) gozarán de un plazo de 11 años para su registro.

 Otras sustancias y preparados, como los polímeros (sustancias y preparados


utilizados como materia prima para la fabricación de plásticos y detergentes,
así como una amplia gama de otros productos) y las empleadas como
sustancias intermedias para la obtención de otras sustancias químicas o
productos, estarán sujetas a requisitos de registro más sencillos. En los casos
en que exista escaso riesgo de exposición, los polímeros y sustancias
intermedias estarán exentos de registro.

La legislación actual distingue entre sustancias "existentes" y "nuevas", en función de


si estaban en el mercado antes de 1981 o después. Según cifras de la Comisión
Europea, en el mercado existen unas 3.000 "nuevas" sustancias que ya están
sometidas a análisis para determinar los riesgos antes de autorizar su
comercialización. Pero la mayor parte de las sustancias, un 99% según la Comisión,
son anteriores a 1981 y por tanto no están sujetas a los mismos requisitos de
evaluación, si bien algunas de ellas ya han sido identificadas como prioritarias para
efectuar estimación de riesgos. Las sustancias no registradas y no exentas no podrán
ni fabricarse ni importarse.

El 31 de mayo de 2008 comenzó la primera fase de aplicación de REACH, la fase del


pre-registro de las sustancias. El 24 de septiembre de 2009, la ECHA publicó una lista
de 156 sustancias que ya habían sido registradas en el marco del Reglamento
REACH.

Son numerosos los intereses y las presiones de los diferentes sectores involucrados
en el proyecto REACH, que pueden influir en el desarrollo del mismo. Los
representantes del sector industrial consideran que hacen falta modificaciones y un
cambio de perspectiva, y que es necesario establecer un sistema viable basado en la
evaluación científica de los riesgos, teniendo claro que el riesgo de un producto no
depende de sus propiedades intrínsecas, sino del uso que se le dé, de la exposición y,
sobre todo, de la dosis. No obstante, a pesar de las críticas, es indudable que una
mejora en el control de los productos químicos redundará en mayores beneficios para

31
todos, a pesar del esfuerzo y los gastos que haya que acometer. Así, además de los
considerables beneficios medioambientales, la Comisión Europea ha calculado que los
ahorros que se podrán realizar en los presupuestos de salud en los próximos 30 años,
por la reducción del número de cánceres, de enfermedades de la piel, de síndromes
respiratorios y de deformaciones genéticas, alcanzarán más de 50.000 millones de
euros.

Otro registro relacionado con diferentes aspectos de las sustancias contaminantes es


el llamado Registro Europeo de Emisiones Contaminantes (EPER, European Pollutant
Emission Register). Este registro, que estuvo a disposición pública en Internet desde
2004, fue el primero en reflejar las emisiones industriales realizadas a escala europea
tanto al aire como al agua. Según la Decisión EPER, los Estados Miembros tenían que
informar a la Comisión Europea, cada tres años, de las emisiones generadas al aire y
al agua por los complejos industriales afectados por la IPPC de 50 sustancias si se
superaban los umbrales recogidos en su Anexo A1. Estuvo activo durante 6 años (de
2001 a 2006) y fue sustituido por el Registro Europeo de Emisiones y Transferencias
de Contaminantes, E-PRTR (European Pollutant Release and Transfer Register), que
ampliaba su campo de actuación con respecto a las actividades afectadas y a los
contaminantes, añadiendo, además, las emisiones en el suelo y también la
transferencia de residuos.

En el caso de España, en el PRTR-España, se puede consultar, desde el año 2011


hasta la actualidad, la información relativa a los contaminantes emitidos tanto por
fuentes puntuales como por fuentes difusas7, a nivel de complejo industrial o agregada
por sectores de actividad, sustancias contaminantes, tipo de residuo y ámbito
geográfico.

7.6 Educación en Química sostenible

Ya se ha comentado anteriormente que son las autoridades públicas de ámbito


nacional, regional o local las responsables últimas de lograr un desarrollo sostenible
en cada país, mediante la toma de decisiones basadas en una participación con
conocimiento de las partes afectadas e interesadas. Sin embargo, han de favorecer el
sentido individual de responsabilidad y la participación de todos los sectores de la
sociedad en las decisiones que se adopten. Es decir, se ha de “educar en la
sostenibilidad”, concienciando al ciudadano e impulsando la contribución que puedan
hacer voluntariamente tanto cada individuo en particular como la sociedad en su
conjunto.

Son numerosas las organizaciones, plataformas y redes relacionadas con diferentes


aspectos medioambientales encaminados a lograr una mayor sostenibilidad. Como
muchas veces los problemas medioambientales exceden del ámbito personal, local,
nacional o regional, es necesario adoptar un acuerdo supranacional para lograr su
atenuación. En el anexo 7.2 se presenta una amplia relación de diferentes
organizaciones supranacionales, con el correspondiente enlace a su página Web.

7
https://prtr-es.es/informacion-publica Consultada el 30 de mayo de 2022.

32
A nivel internacional, la Plataforma Tecnológica Europea de Química sostenible (The
European Technology Platform for Sustainable Chemistry, SUSCHEM8, que comenzó
a trabajar en el año 2004, abarca un amplio espectro de organizaciones y particulares
(industriales, académicos, políticos y organizaciones públicas) que apuestan por
potenciar la química sostenible, la industria de la biotecnología y la investigación,
desarrollo e innovación en la ingeniería química en Europa. Los estados miembros que
forman parte de la plataforma son: Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, República
Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Irlanda,
Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Holanda, Polonia, Portugal, Rumania,
Eslovaquia, Eslovenia, España, Reino Unido y Suecia.

La plataforma europea SUSCHEM dispone de una base de datos on-line en la que se


puede encontrar información acerca de todos los programas y actividades educativas
en el campo de la Química sostenible que se realizan en la Unión Europea, y a través
de la cual se puede acceder a publicaciones, websites, workshops, conferencias,
cursos, etc.

En España, se creó en el año 2005 la Plataforma Tecnológica Española de Química


Sostenible, SUSCHEM-España9. Se trata de una iniciativa promovida por la
Federación Empresarial de la Industria Química Española (FEIQUE), en colaboración
con la Asociación Española de Bioempresas (ASEBIO), la Federación Empresarial de
Entidades de Innovación y Tecnología (FEDIT) y la Red OTRI-Universidades.
Posteriormente, en 2011, se les unió TECNALIA, centro de investigación y desarrollo
tecnológico referente en Europa y cuya misión es transformar la tecnología en PIB.
SUSCHEM-España cuenta con el apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación y la
colaboración y el apoyo constante del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial
(CDTI). Al igual que su homóloga europea, SUSCHEM, la Plataforma Tecnológica
Española nace de la necesidad de asegurar la competitividad del sector en España a
largo plazo, mediante la promoción y ejecución de acciones innovadoras globales de
carácter estratégico, que cuenten desde su comienzo con el apoyo tanto de la
industria como de la administración.

En el campo de la educación la Química sostenible está adquiriendo una importancia


cada vez mayor. Así, diferentes sociedades químicas han desarrollado proyectos
educativos relacionados con el tema que implican libros de texto, cursos de verano,
simposios educativos, etc. Y son numerosas las universidades europeas que han
implantado títulos de grado y de máster en química sostenible.

La Red Española de Química Sostenible, REDQS10, surgió como una iniciativa de


profesores e investigadores jóvenes y entusiastas y se constituyó formalmente en
Zaragoza en Marzo de 2003. La mayoría de los socios de la REDQS son científicos
que desarrollan su actividad en universidades, institutos de investigación, e industrias
químicas. Está constituida legalmente como una asociación sin ánimo de lucro y tiene

8
http://www.suschem.org/ Consultada el 31 de mayo de 2022.
9
https://www.suschem-es.org/ Consultada el 31 de mayo de 2022.
10
https://www.facebook.com/RED-ESPA%C3%91OLA-DE-QU%C3%8DMICA-SOSTENIBLE-
REDQS-162669047153030/. Consultada el 31 de mayo de 2022.

33
como fin fundamental el de promover el desarrollo de la Química Sostenible y la
difusión de su conocimiento en el ámbito de la Universidad, centros de investigación
públicos o privados, industrias y otros centros de producción o empleo de productos
químicos, sociedades científicas, y en la sociedad en general.

Para el cumplimiento de estos fines se realizan actividades relacionadas con la


Química Sostenible, entre otras:

 Cooperación con instituciones universitarias, centros de investigación y de


desarrollo, industrias y sociedades científicas españolas y de otros países,
especialmente de países en vías de desarrollo.

 Organización de cursos para profesores universitarios y de otros niveles


educativos.

 Promoción de intercambios científicos y educativos entre universidades y


centros científicos españoles y de todo el mundo.

 Difusión general de conceptos, conocimientos, progresos científicos.

Esta red nacional organiza el programa de doctorado interuniversitario en química


sostenible, desde el curso 2003-04, y el máster en química sostenible desde el curso
2006-07, ambos con mención de calidad de la ANECA. En ellos participan nueve
universidades e investigadores de quince universidades y cuatro institutos públicos de
investigación. Además, ha organizado numerosos cursos de verano en diferentes
universidades españolas, como la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y la
Universidad Internacional de Andalucía.

34
Lecturas recomendadas
 Green Chemistry: Theory and Practice, Oxford University Press, Oxford,
P.T.Anastas, J.C.Warner 1998

 Handbook of Green Chemistry and Technology, Blackwell Publishing, Oxford,


J.Clark, D.Macquarrie, 2002

 Green Chemistry. An Introductory Text, Royal Society of Chemistry, Cambridge,


M. Lancaster, 2002

 P.T.Anastas, M.M.Kirchoff, Acc.Chem.Res., 2002, 35, 686

 R.Mestres, "Hacia la Calidad Ambiental a Través de la Química", Anales de


Química, 2003, 99, 58-65.

 R.Mestres, "A Brief Structured View of Green Chemistry Issues", Green


Chemistry, 2004, 6, G10-G12

 R.Mestres, "Green Chemistry. Views and Strategies", Environ.Sci.&Pollut.Res.,


2005, 12, 128-132

 I.Horváth, P.T.Anastas, "Innovation and Green Chemistry", Chem.Rev., 2007,


107, 2169-2173

Ejercicios de autoevaluación
7.1. ¿Cuáles son los tres pilares que contribuyen al desarrollo sostenible? ¿Qué aporta
la industria química a ellos?

7.2. Comente las posibles alternativas para diseñar productos químicos más seguros.

7.3. Indique si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas y justifique su


respuesta.

a) El grupo funcional N-N=O presente en una molécula la hace más reactiva.

b) El único objetivo de la química sostenible es el de lograr una menor


contaminación y ecotoxicidad.

c) La densidad de un fluido supercrítico, a temperatura constante, disminuye con


la presión, y a presión constante, disminuye con la temperatura.

d) La rotación dipolar y la conducción iónica son los dos mecanismos de


transferencia de energía de la radiación ultrasonidos a la materia.

e) La Ley 16/2002, transposición de la Directiva Europea 96/61/CE regula el


régimen del comercio de emisión de gases de efecto invernadero.

f) Las Ordenanzas emitidas por la Comunidades Autónomas pueden ser más


restrictivas que la legislación estatal.

35
g) Las sustancias cancerígenas deben quedar registradas en los 11 años
siguientes a la aprobación del reglamento REACH.

7.4. Indique algunas ventajas del uso de dióxido de carbono como disolvente
supercrítico.

7.5. ¿Por qué un análisis en tiempo real es beneficioso desde el punto de vista de la
química verde?

7.6. Ponga tres ejemplos diferentes de líquidos iónicos.

36
Tema 7. Respuestas a los ejercicios de autoevaluación
R. 7.1.
Los tres pilares son el social, el económico y el medioambiental. En el aspecto social, la
industria química proporciona los productos y tecnologías necesarios para garantizar la
calidad de vida de los ciudadanos. En el económico contribuye en un alto porcentaje al
producto industrial bruto y a la creación de numerosos empleos. Por último, en el área
medioambiental, la industria química es el mayor inversor en protección del entorno.

R.7.2.
Puede conseguirse mediante cambios estructurales, evitando la presencia de ciertos grupos
funcionales y disminuyendo la biodisponibilidad de los productos. Se sabe que existen
determinados grupos funcionales o estructuras químicas que convierten a las sustancias que
los contienen en compuestos carcinogénicos, pudiéndose evitar este riesgo por sustitución de
esos grupos por otros. Respecto a la disminución de la biodisponibilidad, se puede conseguir
una menor absorción por parte de los organismos vivos, cambiando las propiedades físicas o
químicas de la molécula, como su solubilidad en agua o su polaridad.

R. 7.3.

a) Falso: el grupo N-N=O convierte a la sustancia en carcinogénica, no en más reactiva.

b) Falso: el objetivo de la química verde también debe ser el reducir los productos
químicos que llevan otros riesgos o peligros asociados, como es el caso de las
sustancias explosivas e inflamables.

c) La primera parte de la frase es falsa, ya que, a temperatura constante, la densidad


aumenta al aumentar la presión; la segunda parte de la frase es verdadera.

d) Falso: se trata de los dos mecanismos de transferencia de la radiación microondas (no


ultrasonidos) a la materia.

e) Falso: es cierto que esa ley es la transposición de la Directiva europea indicada, pero
no se refiere a los gases de tipo invernadero, sino que es relativa a la reducción de las
emisiones contaminantes en la atmósfera, en el agua y en el suelo. Además, se trata
de una ley ya derogada.

f) Falso: es cierto que las Ordenanzas pueden ser más restrictivas que la legislación
estatal, pero no es cierto que sean emitidas por las Comunidades Autónomas, sino por
los Ayuntamientos.

g) Falso: las sustancias cancerígenas deben quedar registradas en los tres años
siguientes a la aprobación del reglamento REACH.

R. 7.4.
No es tóxico ni inflamable. Es barato. Se puede separar del producto fácilmente por
despresurización. Además, su temperatura y presión críticas son muy accesibles de
conseguir. Presenta una alta volatilidad hacia los compuestos orgánicos volátiles de bajo peso
molecular. No deja residuos en la matriz a extraer.
R.7.5.
Por una parte, porque si se detecta que se ha producido un compuesto tóxico, aunque sea en
cantidades traza, pueden ajustarse inmediatamente los parámetros para disminuir su
producción. Por otro lado, si se detecta on-line el final de la reacción, puede evitarse la adición
innecesaria de un exceso de reactivo.

R.7.6.

Cloruro de Ioduro de sulfato de Fosfato de


imidazolio pirrolidinio tetraalquilamonio piridinio

Cl- F-
( ) 2 SO42- ( ) 3 PO43-
ANEXO 7.1.

Tratados Internacionales Todas consultadas el 30 de mayo de 2022.

 Convenio de Basilea sobre el control de Movimientos Transfronterizos de los


Desechos, Peligros y su eliminación
http://www.basel.int/
Es el más completo de los acuerdos ambientales globales sobre los desechos peligrosos.
 Convenio sobre la diversidad biológica
http://www.cbd.int
Este convenio fue el resultado del reconocimiento de que los daños a la biodiversidad pueden
tratarse sólo de manera efectiva si se hace de forma global, en lugar de a través de una
variedad de tratados individuales sobre determinadas especies o hábitats.
 Convention on International Trade in Endangered Species (CITES)
http://www.cites.org/
CITES es un acuerdo internacional entre gobiernos. Su objetivo es garantizar que el comercio
internacional de especímenes de animales y plantas silvestres no amenace su supervivencia.
 Convention on Migratory Species (CMS)
http://www.cms.int/
La Convención sobre la Conservación de Especies Migratorias de Animales Silvestres (también
conocida como CMS o Convención de Bonn) tiene como objetivo conservar las especies
migratorias terrestres, marinas y aviares en toda su área de distribución.
 Protocolo de Kyoto
http://unfccc.int/kyoto_protocol/items/2830.php
El Protocolo de Kyoto abrió nuevos caminos al definir tres “mecanismos de flexibilidad”
innovadores para reducir los costes globales de la consecución de sus objetivos de emisión.
Estos mecanismos permiten a las partes integrantes hacerse cargo de los costes para reducir o
eliminar las emisiones de carbono de la atmósfera en otros países. Aunque el coste de eliminar
las emisiones varía considerablemente de una región a otra, el beneficio para la atmósfera es
el mismo, siempre que se lleve a cabo la acción.
 Convención de Ramsar sobre los humedales
https://www.ramsar.org/es/acerca-de/la-convencion-sobre-los-humedales-y-su-mision
Un tratado intergubernamental que proporciona el marco para la acción nacional y la
cooperación internacional para la conservación y uso racional de los humedales y sus recursos.
 Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la Desertificación
http://www.unccd.int/
Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la Desertificación en los países afectados
por sequía grave o desertificación, en particular, en África.
 Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMCC)
http://unfccc.int/
Tratado internacional de la mayoría de los países para considerar qué se puede hacer para
reducir el calentamiento global y hacer frente al aumento de temperatura.
 Convenio de Viena para la protección de la capa de ozono
http://ozone.unep.org/

37
 Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Río, 1992)
https://www.un.org/es/conferences/environment/rio1992
 Cumbre Mundial sobre el desarrollo sostenible
https://www.un.org/spanish/conferences/wssd/index.html

ANEXO 7.2.

Organizaciones supranacionales. Todas consultadas el 30 de mayo de 2022.

 Fundación Asia
https://asiafoundation.org/
Ecosistemas de Asia y el aire limpio, agua, alimentos, de enfermedades, regulación del clima,
el sustento económico, y la belleza natural que ofrecen, son fundamentales para la salud y la
prosperidad de todos los asiáticos de hoy y de las generaciones venideras.
 Medio Ambiente y Seguridad (ENSEC Project)
https://ensec-project.eu/
Iniciativa para ofrecer a los países que lo constituyen la combinación de su experiencia y
recursos.
 Comisión Europea de Medio Ambiente
http://ec.europa.eu/environment/index_en.htm
La función principal de la Dirección General de la Comisión Europea del Medio Ambiente es
iniciar y definir una nueva legislación ambiental y garantizar que las medidas acordadas se
pongan en prácticas en los Estados miembros de la UE. La Dirección General del Medio
Ambiente tiene su sede en Bruselas y cuenta con alrededor de 650 funcionarios.
 Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA)
http://www.eea.europa.eu/
La AEMA tiene por objeto apoyar el desarrollo sostenible y contribuir a una mejora significativa
y cuantificable del medio ambiente en Europa a través de la provisión de información oportuna,
específica, pertinente y fiable para las formulaciones políticas y al público.
 Política Medioambiental de la Unión Europea
https://european-union.europa.eu/priorities-and-actions/actions-topic/environment_es
La UE desempeña un papel fundamental en la formulación de políticas ambientales. Los
problemas medioambientales, como la contaminación del aire y del agua, el cambio climático y
la pérdida de biodiversidad, no respetan las fronteras, por lo que la cooperación a nivel de la
UE es necesaria y debe estar bien desarrollada.
 Panel Intergubernamental sobre el cambio climático
http://www.ipcc.ch/
El IPCC se creó para proporcionar a los responsables políticos y otros interesados en el
cambio climático una fuente objetiva de información acerca del mismo.
 Protocolo de Montreal de la Convención de Viena
https://ozone.unep.org/sites/default/files/Handbooks/MP-Handbook-2020-Spanish.pdf
Manual sobre el protocolo de Montreal de las sustancias que debilitan la capa de ozono.

38
 Estado del Medio Ambiente en Asia y el Pacífico
https://www.unescap.org/our-work/environment-development
Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico.
 Comisión para la Cooperación Ambiental
http://www.cec.org/es/
La comisión para la Cooperación ambiental (CCA) es una organización internacional creada
por Canadá, México y los Estados Unidos bajo el Acuerdo Norteamericano sobre Cooperación
Ambiental.
 United Nations - Oceans and the Law of the Sea
http://www.un.org/Depts/los/index.htm
Comisión de las Naciones Unidas para velar por los mares y océanos.
 Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
http://www.unep.org/
La misión de este programa es “proporcionar liderazgo y fomentar la colaboración en el
cuidado del medio ambiente, alentando, informando y capacitando a las naciones y pueblos
para que mejoren su calidad de vida sin comprometer la de las generaciones futuras”.

39
Tema 8. Aspectos químicos de la aplicación del hidrógeno como
vector energético

Guion-esquema

8.1 Concepto del hidrógeno como vector energético

8.2 Métodos de obtención del hidrógeno

8.3 Producción de electricidad a partir de hidrógeno. Pilas de combustible

8.4 Suministro de hidrógeno a gran escala

8.4.1 Producción de metano partiendo de CO2 atmosférico e hidrógeno

8.4.2. Almacenamiento en hidruros metálicos sólidos

8.4.3. Síntesis y descomposición de amoniaco

8.4.4 Transporte de hidrógeno en líquidos orgánicos

8.4.5 Métodos físicos para almacenamiento y transporte del hidrógeno

8.5 Posibles impactos medioambientales del uso del hidrógeno

Introducción

En este tema se estudian los aspectos químicos más relevantes sobre el uso del hidró-
geno como vector energético limpio. Primero se introduce el concepto de vector ener-
gético, que implica obtener el hidrógeno para luego transformarlo produciendo energía.
Por ello se dedica un apartado a estudiar los métodos de obtención o producción del
hidrógeno. Entre ellos se incluyen aquellos en los que se parte de combustibles fósiles,
los que conllevan reacciones de reformado de compuestos renovables y la electrolisis
del agua. Se presentan también otros métodos alternativos, aún en fase de investigación
o desarrollo, como son los procesos térmicos, los fotoquímicos y la biofotólisis del agua.
A continuación, se aborda el estudio de los componentes y funcionamiento de las pilas
de combustible, y en concreto, de las pilas de hidrógeno, en las que este actúa como
combustible, a partir del cual se transforma su energía química en energía eléctrica. muy
interesantes desde un punto de vista de la aplicación a gran escala del hidrógeno, son
los métodos para su almacenamiento y transporte, que se revisan en el siguiente apar-
tado del tema; tanto por ser un reto tecnológicamente importante, como por las implica-
ciones en cuanto a reacciones químicas y de materiales que estos desarrollos suponen.
El tema finaliza introduciendo algunos conceptos básicos sobre lo que podría ocurrir,
desde un punto de vista de riesgos ambientales, en relación con el uso masivo del hi-
drógeno.

1
Pasando al detalle de lo que pensamos que es más importante para un estudiante de
esta asignatura de “Origen y Control de los Contaminantes”, considerando que el tema
del hidrógeno es de enorme actualidad, nuestra propuesta es conseguir que se apren-
dan los conceptos básicos de Química (reacciones químicas). Pero no solo eso, sino
que los conceptos que aporta el estudio de los principios químicos sobre el hidrógeno
sean la base de un pensamiento crítico (o reflexiones basadas en los conocimientos
científicos) cuando recibamos informaciones o noticias relativas a esta temática.

2
Objetivos

 Conocer los conceptos básicos que implica el uso del hidrógeno como vector
energético limpio.

 Definir cuáles son los métodos de producción industrial del hidrógeno, incidiendo
en los efectos que estos tienen desde un punto de vista ambiental.

 Reconocer cuáles son los principales métodos y tecnologías para el almacena-


miento y transporte del hidrógeno, incidiendo en los aspectos de las reacciones
químicas y de los materiales implicados.

 Conocer qué implicaciones tiene el concepto de densidad energética, desde el


punto de vista de la energía requerida en los vehículos móviles.

 Conocer los aspectos positivos y negativos, incidiendo en los aspectos químicos,


que implican los cambios tecnológicos asociados a la aplicación del hidrógeno.

 Esbozar posibles efectos medioambientales negativos que podrían ocurrir si se


hace uso masivo de tecnologías con el vector energético hidrógeno.

3
8.1 Concepto del hidrógeno como vector energético

Lo primero que hay que clarificar es que el hidrógeno no es una fuente de energía
como tal. Como ya se ha estudiado en los temas anteriores, son fuentes de energía
primarias los combustibles fósiles (carbón mineral, gas natural o petróleo), la energía
obtenida por reacciones nucleares o la electricidad obtenida por la energía potencial
del agua (centrales hidroeléctricas o mareomotrices). También se han estudiado
otros métodos para producir energía, menos contaminantes, usando energías reno-
vables, como las obtenidas en los parques eólicos o con los paneles solares.

El hidrógeno prácticamente no se encuentra en estado libre en la Tierra, por lo


que no es una energía primaria.

En los últimos años está teniendo una importancia cada vez más creciente la utilización
del hidrógeno como fuente de energía a través de las llamadas pilas de combustible.
Para poder ser utilizado con dicho fin es necesario disponer de abundante cantidad de
hidrógeno. Este hidrógeno puede ser sintetizado inicialmente a partir de compuestos
abundantes, como pueden ser el agua o el gas natural, siendo necesario consumir una
cantidad importante de energía para su producción. Sin embargo, se puede usar dicho
hidrógeno sintetizado parar recuperar parte de la energía aportada en su producción, se
puede recuperar si se utiliza dicho hidrógeno sintetizado en muy diversas aplicacio-
nes como en la producción de electricidad o en la combustión, dando lugar a agua
como subproducto. Por ello el hidrógeno debe ser contemplado como un vector energé-
tico o dicho de otra manera, como un método de transportar de la energía. La gran
ventaja que presenta el hidrógeno frente a otros vectores energéticos en futuros esce-
narios energéticos es que contribuirá a la descarbonización de la sociedad. Debemos
entender por descarbonización de los sistemas energéticos actuales, la sustitución
de los combustibles fósiles como fuentes de energías generalizadas, ya que como se
trató en otro tema de esta asignatura, estos combustibles usados masivamente son los
responsables de las emisiones de CO2 y del consiguiente calentamiento global del pla-
neta que se está experimentando desde hace varias décadas.

8.2 Métodos de obtención del hidrógeno

Antes de iniciar este apartado conviene recordar que en el tema 1 de esta asignatura ya
se han descrito las características químicas principales del gas hidrógeno (H2), por lo
que no se incidirá ahora en dichos conceptos básicos.

En la actualidad se están aplicando distintos calificativos de colores al hidrógeno, en


función de los métodos y compuestos de partida a partir de los que se obtiene. Así, se
viene hablando de hidrógeno negro, gris, marrón, azul y del que se considera

4
superecológico, denominado como el hidrógeno verde 1. Dado que el hidrógeno es un
gas incoloro, estos calificativos de colores vienen dados por las distintas formas de pro-
ducirlo; en particular, son indicativas de la cantidad de CO2 que se libera durante el
proceso de su síntesis. Esto nos lleva a otro calificativo de lo “limpio” o no, que es el
hidrogeno producido.

Se entiende por hidrógeno negro o marrón al que es producido mediante la gasificación


del carbón (reacción 8.1) y en general aquel en el que durante su producción se libera
gran cantidad de CO2. Se denomina hidrógeno gris al obtenido por la reacción de refor-
mado de gas natural (metano) con vapor de agua (reacción 8.2). En cambio, sí el metano
fuese producido a partir del biogás, el “color” del hidrógeno obtenido (también mediante
la reacción 8.2 sería azul, ya que cuando se obtiene el hidrógeno a partir de la biomasa
(o de desechos reciclados) se le aplica el código de azul, dado que el carbono que
contiene el reactivo no es de origen fósil. En esta reacción 8.2 hemos puesto como
producto CO (en vez de CO2 que sería el producto final como se verá más adelante),
pero dicho CO, que es un gas altamente tóxico y peligroso, habría que utilizarlo sin
emitirlo a la atmósfera. Como ya se indicó en el tema 4, la mezcla de CO e H2 conocida
como gas de síntesis, puede utilizarse en la síntesis de compuestos como hidrocarburos
o metanol.

C + 2H2O CO2 + 2H2 (reacción 8.1)

CH4 + H2O + calor CO + 3H2 (reacción 8.2)

En general, actualmente, la mayor parte del hidrógeno que se produce es obtenido a


partir del gas natural, y por consiguiente se producen enormes emisiones de CO2. Si
todas, o gran parte de estas emisiones de CO2 se capturasen con un sistema químico
adicional y se almacenasen, sin ser emitidas a la atmósfera, se debería asignar al hidró-
geno generado, aun procediendo de combustibles fósiles, el rótulo de hidrógeno azul.
Pero en todo caso estos procesos de captura o almacenamiento del CO2 suponen cos-
tes adicionales, que afectan a la viabilidad económica de una sociedad descarbonizada.
También hay que indicar que estos conceptos de “etiquetado por colores” pueden ser
cambiantes según las políticas y las legislaciones que se vayan definiendo. En este
sentido, en la Unión Europea (UE), se han cambiado las etiquetas del gas natural o de
la energía nuclear declarándolas como verdes.

Finalmente, se encuentra el hidrógeno verde, producido directamente mediante la elec-


trólisis del agua, a partir de la electricidad obtenida con fuentes renovables (fotovoltaica,
eólica o hidroeléctrica). No queda claro si, con los recientes cambios de denominación
en la UE, al haber pasado la energía nuclear a tener la etiqueta de verde, el correspon-
diente hidrógeno obtenido por electrólisis con la electricidad producida en estas centra-
les será también verde. Hasta ahora, a dicho hidrógeno obtenido con energía eléctrica
nuclear se le ha clasificado como rosa o violeta. A largo plazo se considera que el único

1
https://elperiodicodelaenergia.com/el-hidrogeno-y-toda-su-gama-de-colores/ Consultad0 el 06 de octu-
bre de 2022.

5
hidrógeno que deberá producirse, para funcionar en una economía descarbonizada,
será el etiquetado como verde.

En este contexto hay que tener en cuenta los costes para producir hidrógeno. Como ya
se ha indicado, actualmente, la práctica totalidad del hidrógeno producido en el mundo
proviene de los combustibles fósiles. Luego, más del 90% del hidrógeno es negro, ma-
rrón o gris, estando sus costes de producción muy ligados a los precios de los combus-
tibles fósiles (hidrógeno negro, marrón, gris o azul). Por el contrario, los costes de pro-
ducción del hidrógeno verde están ligados a los precios de la electricidad, siendo actual-
mente el precio del hidrógeno verde mucho mayor que el de los de otros colores. Como
previsiones de futuro se espera que, para el año 2040, el coste de producción del hidró-
geno verde se reduzca alrededor de un 65%, gracias a la producción masiva de electri-
cidad fotovoltaica. Si a esto se une un encarecimiento del gas natural, será alrededor de
dicha de fecha, 2040, cuando los costes de producción de hidrógeno verde se igualarán
a los del hidrógeno gris.

Cabe destacar, desde un punto de vista más químico, que se están evaluando formas
alternativas para obtener hidrógeno a partir de gas natural (metano) sin emitir CO2. En
la reacción 8.3 se pone el ejemplo de la descomposición directa del metano, dando un
residuo de carbón sólido e hidrógeno gas. También se puede producir H2 mediante la
reacción del gas de agua (reacción 8.4), pero en este caso se parte de un reactivo, CO,
que ha de ser sintetizado previamente (no es un recurso natural) y se llega al indeseado
subproducto CO2. Nótese que la combinación del producto de la reacción 8.2 aplicán-
dolo como reactivo en la 8.4 nos lleva a la 8.5, en la que se maximiza la cantidad de
hidrógeno producido, con el inconveniente de que se genera de nuevo CO2. La reacción
8.5, conocida como la reacción de reformado del gas natural, es una reacción endotér-
mica que tiene lugar a elevadas temperaturas (> 700 ºC) y que requiere del uso de
catalizadores heterogéneos. Cabe por último señalar que en las industrias de produc-
ción de H2 se incorporan unidades de purificación, mediante métodos de compresión/ad-
sorción/desorción, que permiten alcanzar un hidrógeno alta pureza (99,999% en volu-
men)

CH4 C + 2H2 (reacción 8.3)

CO + H2O CO2 + H2 (reacción 8.4)

CH4 + 2H2O CO2 + 4H2 (reacción 8.5)

El reformado del metanol (reacción 8.6) es otra de las metodologías de producción del
hidrógeno 2 que deben ser mencionadas. Este es un compuesto preparado industrial-
mente a partir del petróleo para la producción de hidrógeno. Al igual que las reacciones
de reformado de hidrocarburos o del gas natural, es muy endotérmica. Se trata de un
método simple de producción del hidrógeno, si bien solo se utiliza cuando hay una so-
breproducción y un exceso de metanol.

2
https://fgcsic.es/lychnos/es_es/articulos/hidrogeno_metodologias_de_produccion. Consultado el 06 de
octubre de 2022.

6
2CH3OH + 2H2O + calor 2CO2 + 4H2 (reacción 8.6)

En relación con la reacción 8.6 podríamos indicar otras reacciones de reformado, pero
en este caso de compuestos renovables, es decir obtenidos de la biomasa o de la agri-
cultura. Como ejemplos tenemos los reformados del etanol y de azúcares (reacciones
8.7 y 8.8, respectivamente). Estos procesos darán lugar a hidrógeno azul ya que, aun-
que generan CO2, estas emisiones no contienen carbono fósil, con lo que se consideran
neutras respecto al gas de efecto invernadero. Una dificultad adicional que tienen estas
reacciones es que no son selectivas, debido a que en las condiciones de reacción, se
desarrollan otras reacciones que dan lugar a subproductos, como monóxido de carbono,
metano, acetaldehído, disminuyendo consiguientemente la producción y pureza del H2.
Además, los catalizadores que se utilizan para acelerarlas sufren procesos de desacti-
vación por depósitos de carbón, lo que dificulta su puesta en práctica a escala tecnoló-
gica.

C2H5OH + 3H2O 2CO2 + 6H2 (reacción 8.7)

C6H12O6 + 6H2O 6CO2 + 12H2 (reacción 8.8)

En la opción de los precursores renovables debemos incluir la biomasa celulósica. A


partir de la celulosa se puede obtener hidrógeno (azul), mediante varios procesos ter-
moquímicos tales como combustión, licuefacción, pirólisis y gasificación. Cuando el ma-
terial lignocelulósico se oxida parcialmente, a temperaturas superiores a los 700 ºC, se
produce una fracción gaseosa compleja junto a un residuo carbonoso. Esta fracción se
puede reducir posteriormente para formar H2, CO, CO2 y CH4. Dicha corriente gaseosa
es rica en hidrógeno, pero puede someterse a reacciones de reformado con vapor de
agua, con el fin de producir más hidrógeno. El inconveniente principal de la gasificación
de biomasa es la formación de alquitranes y de residuos poliméricos pesados, con com-
posiciones de moléculas variadas y con estructuras muy complejas, lo que las inhabilita
para producir hidrógeno. Otro problema adicional de estos procesos es la formación de
cenizas, que pueden acumularse y taponar los reactores. En resumen, son procesos
que no parece que vayan a contribuir a la producción de hidrógeno a gran escala.

Como ya se ha indicado, mediante la electrolisis del agua con energía eléctrica produ-
cida desde fuentes renovables, se obtiene el hidrógeno verde (véase el esquema de la
figura 8.1). La reacción de electrolisis se realiza en medio alcalino, para aumentar la
conductividad eléctrica del agua. Las reacciones correspondientes están recogidas con
la numeración 8.9 a 8.11. El hidrógeno producido en el cátodo se debe purificar (por
ejemplo, con una unidad DeOxo) ya que contiene impurezas de oxígeno y con un ad-
sorbente, para eliminar la humedad.

La mayor parte de las cubas electrolíticas son tanques con los electrodos dispuestos en
paralelo. Con el fin de abaratar costes se han desarrollado procesos electrolíticos con
el agua en fase de vapor. El potencial reversible de la celda, es decir, la fuerza electro-
motriz requerida, decrece al aumentar la temperatura, y puesto que el coste de electri-
cidad es el factor fundamental para producir H2 a partir de la electrolisis del H2O, dado
que la fuerza electromotriz requerida en la celda disminuye con la temperatura, el coste
es menor. Esto a pesar de que la celda se enfría durante el proceso, ya que es

7
endotérmico, y se ha de mantener la temperatura constante aportando calor exterior.
Bajo estas condiciones, el coste de producción llega a ser un 50% más bajo que en el
proceso a temperatura ambiente. Por último, cabe indicar que los electrolizadores ac-
tualmente comercializados trabajan a alta presión, con el fin de favorecer el rendimiento
en la producción del gas H2 y de obtenerlo a alta presión, lo cual facilita su posterior
almacenamiento o transporte.

Ánodo: 2H2O(l) O2(g) + 4H+ + 4e- (reacción 8.9)

Cátodo: 4H+ + 4e- 2H2(g) (reacción 8.10)

Global: 2H2O(l) 2H2(g) + O2(g) (reacción 8.11)

Figura 8.1. Esquema básico de producción de hidrógeno con energía eólica 3.

Finalmente, en este apartado sobre la producción de hidrógeno se va a tratar breve-


mente otra serie de alternativas, las cuales están en fase de investigación o de desarro-
llos en plantas piloto, como son los procesos térmicos, los procesos fotoquímicos y la
biofotólisis del agua.

Procesos térmicos, que se realizan a altas temperaturas, siendo un primer ejemplo el


descrito en la reacción 8.3, partiendo del metano, o del biogás. Si se quiere obtener
hidrogeno verde, hemos de recurrir a la disociación termoquímica del agua, semejante
a la reacción 8.11, usando el calor de una fuente energética renovable a elevada tem-
peratura. Como fuente de calor tendríamos los hornos solares o la energía de los reac-
tores nucleares (en aquellos países donde se produce).

El proceso que mayor temperatura requiere es la termólisis directa del agua en hidró-
geno y oxígeno, que se realiza por encima de 2200 ºC. También existen otras reacciones

3
https://www.induambiente.com/informe-tecnico/calderas/claves-del-hidrogeno-verde. Consultado el 07
de octubre de 2022.

8
químicas para la producción de H2 y O2, que ocurren a temperaturas por encima de 650
ºC, que conllevan la descomposición/reacción de algunos óxidos metálicos o de sales
metálicas. Estas reacciones se pueden realizar en ciclos químicos (chemical looping).
Como ejemplo de estos procesos, donde la primera etapa consiste en la descomposi-
ción térmica del compuesto a unos 1000 ºC, generando el óxido metálico y gases (SO2
y O2), y la segunda etapa es la reacción del óxido metálico con vapor de agua y SO2,
regenerando de nuevo sulfato y produciendo hidrógeno, se exponen las reacciones 8.12
y 8.13. La reacción 8.12 ocurre sobre los 1000 ºC y la 8.13 por debajo de 250 ºC. Entre
los metales (M) que forman parte de estos sulfatos están: Mn, Cd, Ba, etc. Estos proce-
sos tienen un gran atractivo, ya que no se producen emisiones de CO2 y tienen una
elevada eficiencia (85%), pero no están de momento implantados a escala industrial.

Disociación: MSO4(s) MO(s) + 1/2O2(g) + SO2(g) (reacción 8.12)

Generación de H2: MO(s) + SO2(g) + H2O(g) MSO4(s) + H2(g) (reacción 8.13)

Procesos fotoquímicos: Estos métodos de producción de hidrógeno son muy atracti-


vos desde el punto de vista científico, ya que suponen la disociación del agua sobre
semiconductores utilizando luz solar, con lo que no requiere aporte de energía ni de
reactivos adicionales. La eficiencia de estos procesos viene determinada por las propie-
dades foto-físicas del material semiconductor utilizado. Por ello, son muy relevantes los
estudios que se llevan a cabo para el control de la morfología del fotocatalizador, en la
escala nanométrica. En este sentido los métodos de síntesis de nuevos nanomateriales
pueden ser el camino para lograr y conseguir la disociación fotoquímica del agua. Sin
embargo, por el momento no se conocen aplicaciones industriales que permitan la pro-
ducción de hidrógeno usando esta tecnología.

Biofotolisis de agua: El hidrógeno puede producirse también usando sistemas biológi-


cos. Este es el caso de microorganismos fotosintéticos, que son capaces de realizar la
ruptura de la molécula de agua generando H2 y O2. Un ejemplo es el alga verde Scene-
desmus, que produce hidrógeno cuando se iluminan con luz visible, e incluso cuando
se mantienen en condiciones anaerobias y en ausencia de luz. En este último caso se
produce el hidrógeno por una vía fermentativa, utilizando almidón como fuente reduc-
tora. También existen cianobacterias que producen también hidrógeno mediante fer-
mentación, en ausencia de luz y en condiciones anaerobias. Es el caso de la especie
Spirulina, que es la que presenta mayor actividad para la producción de hidrógeno. En
general, la eficiencia para la conversión de la energía solar en energía química, me-
diante sistemas biológicos es bastante baja. Como parte positiva, hay que decir que los
costes de inversión son reducidos, así como la implementación industrial de estas me-
todologías. La aplicación de nuevos sistemas biológicos para obtener hidrógeno es uno
de los retos importantes en el campo de la biotecnología.

8.3 Producción de electricidad a partir de hidrógeno. Pilas de combustible

El hidrógeno se puede utilizar para producir electricidad mediante unos dispositivos elec-
troquímicos denominados pilas de combustible. Una pila de combustible es un dispo-
sitivo que permite convertir la energía química de un combustible, en este caso el

9
hidrógeno, en energía eléctrica. Aparte del combustible, generalmente hidrógeno, las
pilas de combustible deben tener un comburente (en la mayoría de los casos oxígeno
del aire) y por la combinación de ambos se produce agua, electricidad en forma de co-
rriente continua y calor. En general, es un proceso que se intenta desarrollar a tempe-
ratura constante. Una pila de combustible presenta un electrolito, que debe ser un con-
ductor iónico por el cual circulan los protones, y dos electrodos (ánodo y cátodo) que
son conductores de los electrones generados en las reacciones químicas. En la figura
8.2 se recoge un esquema de este tipo de dispositivos.

Por tanto, una pila de combustible se compone de tres partes esenciales: (1) electro-
dos: ánodo, donde se reduce el H2 dando dos protones (H+) y cátodo, donde reaccionan
los protones con el O2, para formar agua; (2) electrolito, que es impermeable al paso
de los gases, pero por el que permean los iones H+; (3) placas bipolares, que actúan
como separación de las celdas, y por las que circulan los gases y se evacúa el H2O.

Figura 8.2. Esquema de una pila de combustible de hidrógeno 4.

Las reacciones que tienen lugar en cada uno de los electrodos de la pila de combustible
son:

Ánodo: H2 2H+ + 2e- (reacción 8.14)

Cátodo: 1/2O2 + 2H+ + 2e- 2H2O (reacción 8.15)

Global: H2 + 1/2O2 2H2O (reacción 8.16)

4
Imagen sacada de: https://www.cnh2.es/pilas-de-combustible/. Consultado el 14 de octubre de 2022.

10
El fundamento básico de la pila es el siguiente. En el lado del ánodo, el hidrógeno gas
que llega se disocia en protones y electrones. Los protones son conducidos a través de
la membrana hasta el cátodo, pero los electrones están forzados a moverse por un cir-
cuito externo, produciéndose la energía eléctrica. Cabe destacar la membrana, que en
el caso más sencillo de pilas de combustible está constituida por un material bastante
especial (el más utilizado se denomina nafion), que es un polímero sólido que permite
que lo atraviesen los protones, pero no los gases. Además la membrana aísla eléctrica-
mente el ánodo del cátodo. Por otro lado, en el cátodo se sitúa un catalizador donde las
moléculas gaseosas del oxígeno reaccionan con los electrones, que llegan desde el
circuito eléctrico externo y los protones que circulan por la membrana, formando el agua.
Cabe destacar también que en las pilas de combustible llamadas de membrana de po-
límero sólido, el catalizador contiene un metal noble, platino, en cantidades importan-
tes. Por consiguiente, este es un tema limitante en cuanto a la aplicación masiva de
estas tecnologías, ya que el platino es un metal caro y escaso en la composición de la
tierra. Estaríamos en una problemática parecida a la de las baterías eléctricas de ion
litio (que también contienen cobalto), en las que debido a las limitadas reservas de estos
metales, los precios son muy altos y aunque se reciclen los metales, no habría cantidad
suficiente para satisfacer las necesidades para grandes producciones (cientos de millo-
nes) en estos dispositivos

Las pilas de combustible son los dispositivos que permiten obtener energía eléctrica
a partir del hidrógeno. Cabe destacar en los materiales para su construcción la pre-
sencia de una membrana, a través de la cual circulan los protones, y la existencia de
un catalizador de platino, donde se activan las moléculas gaseosas de los reactivos.

Las pilas de combustible se pueden clasificar principalmente por el electrolito que utili-
zan 5. Esto determina el tipo de reacciones químicas que tienen lugar, el tipo de catali-
zadores que utilizan, el rango de temperaturas en el que operan y el combustible que
pueden usar (aunque en nuestro caso estamos circunscritos al hidrógeno). En la Tabla
8.1 se dan algunos ejemplos. Las más específicas del hidrógeno son las llamadas PEM,
DMFC y PAFC. Esta última con la ventaja de que tolera hidrógeno con impurezas.

Como se puede observar en la Tabla 8.1 las características de cada una de las pilas de
combustible condicionan sus aplicaciones. Sin entrar en detalles, las aplicaciones técni-
cas y tecnológicas más importantes de las pilas de combustible se pueden agrupar en
tres categorías:

 En equipos portátiles y pequeños dispositivos eléctricos, como ordenadores, te-


léfonos móviles y pequeños electrodomésticos.
 En estaciones estacionarias, que se usan como sistema de almacenamiento, y
se pueden utilizar para la generación de electricidad (y calor) en empresas,

5
https://www.cnh2.es/pilas-de-combustible/ https://hidrogeno18.wixsite.com/hidrogeno/hidrogeno-pilas-
de-combustible. Consultado el 15 de octubre de 2022

11
hospitales, zonas residenciales. También cabe aplicar estos dispositivos como
generadores de electricidad para casos de emergencia, por ejemplo, cuando fa-
llen los sistemas de suministro.
 En el sector del transporte, donde se ha de combinar el uso del hidrógeno dentro
del depósito de combustible, con las pilas de combustible para producir electri-
cidad y con los motores eléctricos. Estos vehículos eléctricos de los que ya exis-
ten bastantes comercializados y un número creciente de prototipos, incluyen co-
ches, autobuses, trenes, barcos, etc. Es en este sentido, se está incidiendo mu-
cho en los últimos años, ante la necesidad de sustituir los vehículos de transporte
que utilizan derivados del petróleo como combustible. Además, se está traba-
jando en el reto tecnológico que supone el transporte del hidrógeno en los
vehículos móviles como fuente de energía. Sobre este punto, se incidirá en el
próximo apartado de este tema.

Tabla 8.1. Tipos de pilas de combustible.

Acrónimo/electrolito Catalizador/temperatura de Aplicaciones


trabajo (ºC)

PEM/Membrana de Platino/60-95 Vehículos de transporte


polímero sólido
Estacionarias (residencial,
telecomunicaciones, etc.)

DMFC/Membrana de Platino/50-120 De pequeño tamaño (telé-


polímero sólido fonos y portátiles)

AFC/Solución alcalina Metales no nobles/105-225 Espaciales y militares

PAFC/Ácido fosfórico Platino-carbón/180-250 Estacionarias para gene-


ración eléctrica y calor (re-
sidencial y comercial)

MCFC/Carbonatos Cerámico/600-700 Estacionarias para gene-


fundidos ración eléctrica y calor (re-
sidencial y comercial)

SOFC/Oxido fundido Cerámico/800-1000 Estacionarias para coge-


neración y vehículos de
transporte (trenes)

8.4 Suministro de hidrógeno a gran escala

Una vez que ya hemos visto que el hidrógeno se puede obtener fácilmente a partir del
agua, sin entrar en el coste económico que ello supone, y que podemos obtener electri-
cidad a partir de él con las pilas de combustible, podemos pensar en su aplicación a
gran escala. Además, si usamos fuentes renovables de energía para su producción ob-
tendríamos el hidrógeno verde, con lo que contribuiríamos directamente al requisito de

12
conseguir una descarbonización de la sociedad. Pero antes tenemos que valorar y/o
evaluar diferentes posibilidades que existen sobre dónde y cómo se puede producir, y
lo que es más importante, cómo transportarlo y suministrarlo de forma segura. Conse-
cuentemente, nos vamos a restringir al hidrógeno verde, producido a partir de fuentes
renovables de energía eléctrica, para establecer cómo podemos aprovechar dicho hi-
drógeno. Incluso, como ya se ha indicado anteriormente, podemos pensar en el hidró-
geno como un sistema de almacenamiento de energía.

Un primer escenario es el que se presenta cuando tenemos las fuentes de producción


eléctrica, como por ejemplo, parques eólicos o plantas fotovoltaicas, que tienen una ca-
racterística común de producción intermitente y que están alejados de los centros de
consumo. Como es bien sabido, el transporte de la energía eléctrica supone pérdidas
importantes, debido a la resistencia al paso de la corriente eléctrica de los materiales
con los que se construyen las líneas de alta tensión. Por ello, en estos parques o plantas
la producción de hidrógeno (que solo requiere de agua como suministro adicional a la
electricidad) podría ser una forma de almacenar energía, que luego habría que trans-
portar. A continuación se exponen distintas posibilidades

8.4.1 Producción de metano partiendo de CO2 atmosférico e hidrógeno

Supongamos el caso de un gaseoducto de gas natural cercano a la planta fotovoltaica


(PF) o al parque eólico (PE). En este caso se puede dar un paso más en la descarboni-
zación de la atmósfera. La estrategia seria, durante los periodos de producción de un
exceso de energía eléctrica, la obtención de hidrógeno verde por electrolisis. Incluso se
podría utilizar parte de dicha energía eléctrica para separar y concentrar el CO2 conte-
nido en la atmósfera (gas con la mayor contribución al efecto invernadero, véase el tema
4). Entonces se haría reaccionar ambos gases, mediante la reacción de metanación,
como se indica en la reacción 8.17. En este caso se inyectaría el metano (CH4) produ-
cido en el gaseoducto, y este sería el medio de transporte para llevarlo al sitio de con-
sumo, bien sea para producir calor en una caldera de combustión, bien sea para recu-
perar la electricidad en una turbina.

CO2 + 4H2 CH4 + 2H2O (reacción 8.17)

8.4.2. Almacenamiento en hidruros metálicos sólidos

Supongamos el caso de una instalación electrónica (repetidor de señales de radio, es-


tación meteorológica, etc.) en un sitio remoto, donde existe la posibilidad de hacer una
instalación de suministro intermitente de hidrógeno verde mediante PF o PE, pero se
quiere almacenar dicho hidrógeno, para tener un suministro estable de energía mediante
una pila de combustible. En este caso, al tratarse de una instalación estática, pse puede
introducir el hidrógeno en tanques que contienen metales que forman hidruros metáli-
cos, y que suelen tener en su composición Al, Mg, Na, Fe, Ni etc. 6). Estos hidruros se
forman y se descomponen a presiones no muy altas y a temperaturas cercanas a la
ambiental. La desventaja para el transporte de estas instalaciones es que son muy

6
P. Modi and K-. Aguey-Zinsou, Room Temperature Metal Hydrides for Stationary and Heat Storage
Applications: A Review, Front. Energy Res., 09 April 2021, https://doi.org/10.3389/fenrg.2021.616115

13
pesadas. También se pueden utilizar otros hidruros inorgánicos más ligeros, como por
ejemplo Mg(BH4)2, Ca(BH4)2, Al(BH4)3, NaBH4, etc6. El problema con estos materiales
es conseguir que funcionen permanentemente en los ciclos de formación del hidruro,
por reacción de los iones metálicos con el hidrógeno, y de su descomposición liberando
el hidrógeno gaseoso.

8.4.3. Síntesis y descomposición de amoniaco

Supongamos el caso de grandes instalaciones de PF o PE que están distantes tanto del


centro de consumo eléctrico como de las tuberías de gas natural, lo que implicaría tener
que transportar el hidrógeno verde que se produjera. En este caso recurriríamos a otras
reacciones como la de obtención del amoniaco, para luego transportarlo como líquido
a presiones menores de 10 atmósferas. Esta es una tecnología que ya se está eva-
luando a nivel de planta industrial en varios países. Un esquema sencillo se muestra en
la Figura 8.3.

Figura 8.3. Sistema de producción y transporte de hidrógeno basado en amoniaco 7.

Desde un punto de vista químico se trata de aprovechar las reacciones de síntesis del
amoniaco y de su descomposición (reacción 8.18). Cabe señalar que la reacción de
síntesis del amoniaco, conocida como proceso de Haber o proceso de Haber–Bosch,
es denominada así en honor a sus descubridores: ya que el químico-físico alemán Fritz
Haber la descubrió (por lo cual recibió el premio Nobel de química en 1918) y el inge-
niero químico Carl Bosch (que recibió el premio Nobel en 1931 por sus estudios de
reactores a alta presión) la implementó industrialmente. Este es un proceso químico que

7
. https://www.xataka.com/energia/mayor-planta-hidrogeno-verde-para-uso-industrial-europa-esta-fun-
cionamiento-se-encuentra-puertollano/ . Consultado el 14 de octubre de 2022.

14
ha marcado el desarrollo de la humanidad desde principios del siglo XX. El impacto
histórico de este proceso es extraordinario, ya que permitió la obtención de abonos ar-
tificiales, con lo cual se pudo desarrollar la agricultura intensiva. En último extremo, se
pudo aumentar la población humana casi exponencialmente, disponiendo de alimentos
suficientes para su sostenimiento.

N2(g) + 3H2(g)  2NH3(g) = - 92,4 KJ/mol (reacción 8.18)

En cuanto al proceso, reacción 8.18, en él se combinan el nitrógeno atmosférico (más


del 78% del aire son moléculas de N2) con hidrógeno, en principio verde. En el reactor
industrial se ha de trabajar a altas presiones y a temperaturas moderadamente eleva-
das. Esto segundo se explica porque la reacción es exotérmica, es decir, en ella se
desprende energía, con lo que la temperatura debería ser lo menor posible. Sin em-
bargo, dada la inercia química de los reactivos, en particular la necesidad de romper el
enlace triple entre los átomos de nitrógeno del N2, sería necesario elevar las temperatu-
ras por encima de 1000 ºC, para que la velocidad de reacción (cinética) fuera suficiente.
Para salvar este inconveniente y aumentar la velocidad de la reacción sin necesidad de
aumentar la temperatura, en el proceso se emplean catalizadores, que tradicionalmente
contenían hierro como fase activa (en principio como Fe3+ soportado en óxido de alumi-
nio y con K2O como promotor). Por otra parte, el amoniaco producido se va eliminando
del medio de reacción, con lo que el equilibrio de la reacción 8.18 se va desplazando
hacia la derecha. Cuanto menor es la temperatura y cuanto mayor es la presión, mayor
es el rendimiento obtenido de amoniaco. En la industria las condiciones de proceso son:
presiones entre 200 y 400 atmósferas y temperaturas entre 400 y 650° C. El proceso
Haber-Bosch que acabamos de describir sigue siendo uno de los procesos químicos
fundamentales en la industria. Esto es lógico si pensamos que el amoniaco sigue siendo
la base de la industria de los abonos nitrogenados: el NH3 se oxida para formar nitritos
y nitratos, lo que permite la síntesis del ácido nítrico y seguidamente, de fertilizantes
como el nitrato de amonio (NH4NO3). Sin embargo, de cara a la utilización de hidrógeno
verde en plantas de producción industrial más pequeñas, se disponen de catalizadores
más activos, distintos del hierro, como es el caso del Ru soportado en materiales carbo-
nosos, e incluso se están investigando nuevos materiales catalíticos y nuevos procedi-
mientos para configurar los reactores.

Es importante destacar, desde el punto de vista del transporte del hidrógeno en forma
de amoniaco, varios aspectos:

 Pese a su gran uso industrial, el amoníaco es cáustico, tóxico y peligroso.

 Se puede transportar como líquido a temperatura ambiente y presiones no muy


altas, cercanas a 15 atmósferas.

 Si se quiere liberar el hidrógeno, se tiene que realizar la reversa de la reacción


8.18. Para ello se pueden emplear catalizadores, os mismos u otros más espe-
cíficos desarrollados para tal fin, y las condiciones de reacción serán claramente
distintas que en la síntesis de Haber–Bosch.

15
Como ejemplo de que el transporte de hidrógeno en forma de amoniaco es una realidad
puesta en práctica, existen trenes prototipo que llevan amoniaco como generador de
hidrógeno, el cual actúa luego en una pila de combustible para generar la energía eléc-
trica que se necesita.

8.4.4 Transporte de hidrógeno en líquidos orgánicos

Otra posibilidad de transportar el hidrógeno verde producido en una central de produc-


ción eléctrica (PF, PE, central hidroeléctrica), es mediante su transformación en un lí-
quido orgánico, del cual lo podamos luego extraer y regenerar. Desde el punto de vista
químico, esto se realiza a través de una reacción reversible de hidrogenación-deshidro-
genación. El proceso es bastante sencillo, aunque generalmente requiere del uso de
catalizadores, y de temperaturas adecuadas para conseguir un rendimiento máximo. Un
par de ejemplos se recogen en las reacciones 8.19 y 8.20:

C7H8 + 3H2  C7H14 (reacción 8.19)

CO2 + H2  HCOOH (reacción 8.20)

La primera reacción (8.19) representa la hidrogenación del tolueno, que da como pro-
ducto metilciclohexano. Se trata de una reacción reversible que permite transportar 3
moles de hidrógeno por cada mol de compuesto orgánico. Existen otros líquidos orgá-
nicos que pueden ser utilizados como transportadores del hidrógeno, gracias a las reac-
ciones reversibles de hidrogenación y deshidrogenación, entre los que cabe mencionar:
el etilbenceno (C8H10), el dibenciltolueno (C21H20) o la indolina (C8H9N). En cuanto a las
condiciones físicas requeridas para realizar las reacciones, se ha de tener en cuenta
que los compuestos deben ser líquidos estables y no peligrosos desde el punto de vista
de la detonación o inflamabilidad, o de la toxicidad de los vapores.

La segunda reacción (8.20) es la reacción de formación y descomposición del ácido


fórmico. En este caso hay varios aspectos que cabe mencionar:

 La reacción de descomposición del ácido fórmico dando H2 y CO2 es relativa-


mente fácil de realizar, siempre que se seleccione un catalizador adecuado. Por
el contrario, la reacción de hidrogenación partiendo del CO2 para obtener selec-
tivamente ácido fórmico no tiene una tecnológica establecida, y ni siquiera inci-
piente para ser realizada a escala industrial.

 Sería muy interesante poder realizar esta reacción, ya que de esta forma se
contribuiría a la descarbonización de los sistemas energéticos. De alguna ma-
nera seria reintroducir el CO2 en los ciclos productivos, en este caso como trans-
portador del vector energético hidrógeno. Pero para ello previamente habría que
extraer el CO2 de la atmosfera, lo cual es muy costoso desde el punto de vista
energético. Una mejor alternativa sería reutilizar el CO2 emitido en concentra-
ciones altas desde ciertos sectores industriales, por ejemplo, en las cementeras.

16
 El ácido fórmico puede ser obtenido a partir de la biomasa y es uno de los sub-
productos de las biorrefinerías de producción de biodiesel; por tanto, su des-
composición conduciría a la obtención de un hidrógeno clasificado como azul.

8.4.5 Métodos físicos para almacenamiento y transporte del hidrógeno

En todos los ejemplos expuestos hasta aquí para el almacenamiento y transporte del
hidrógeno intervienen reacciones y procesos químicos. Sin embargo, aplicando méto-
dos físicos generales, como la presurización o la fisisorción, también es posible el trans-
porte del hidrógeno verde. A continuación se muestran varios ejemplos.

Gaseoductos de hidrógeno: en regiones fuertemente industrializadas, ya existen gaseo-


ductos por los que el hidrógeno es transportado desde los sitios de producción (por
ejemplo una industria de reformado de gas natural) hasta una industria donde tiene que
ser consumido, como puede ser una planta de producción de amoniaco. En el caso del
hidrogeno verde, cuya producción se prevé muy deslocalizada, es más difícil de dimen-
sionar los gaseoductos necesarios para su transporte exclusivo (y eso, sin entrar en
temas de costes, ni económicos). En algún caso se ha propuesto inyectar el hidrógeno
en los gaseoductos de gas natural ya existentes, transformándolo previamente en me-
tano, como se indicó en la reacción 8.17. En el caso de que se pretendiera hacer circular
el H2 junto al CH4 en una tubería, no es seguro que las instalaciones de los actuales
gaseoductos lo permitieran, bien sea por problemas con los materiales con los que se
han fabricado los gaseoductos, o bien por el distinto comportamiento fluidodinámico de
ambos gases. En este sentido hay que destacar, como se indica en la Tabla 8.2, que el
coeficiente de difusión del hidrógeno es mucho mayor que el del metano (0,16 cm2/s),
por lo que las posibilidades de fugas del hidrógeno siempre son mucho mayores.

Tabla 8.2 Propiedades del hidrógeno que afectan a su almacenamiento.

Propiedad Valores

Densidades 0,0899 kg/m3 (gas CNPT*) 0,0708 kg/l (líquido)

Poder calorífico 141,9 KJ/g (33,9 Kcal/g)

Límites de inflamabilidad 4 - 75 % en volumen (aire)

Límite inferior de detonación 13 % en volumen (aire)

0,61 cm2 /s (gas en CNPT*; 4 veces mayor que


Coeficiente de difusión el del oxígeno)

*CNPT: condiciones normales de presión y temperatura

Presurización como gas: los mayores problemas que se tienen, si se quiere transportar
el hidrógeno como gas comprimido, son la baja densidad del gas (véase la Tabla 8.2)
y los materiales con los que se ha de construir las balas de transporte. Respecto a esto
último hay que tener en cuenta que los contenedores metálicos (de hierro o acero) a

17
muy altas presiones sufren la penetración del H2 en sus estructuras, con lo que se fra-
gilizan. Para solventar este problema se han desarrollado materiales cerámicos nuevos,
que son más ligeros y que soportan presiones de hasta 700 atmósferas. El menor peso
del recipiente contribuye a mejorar la densidad energética del hidrógeno transportado.
Entendemos por densidad energética gravimétrica (DEG) la energía que se puede
obtener por kilogramo de compuesto (en este caso conjunto de gas hidrógeno y conte-
nedor) que se transporta. Las unidades de la DEG son megajulios por kilogramo (MJ/Kg)
o watios-hora por kilogramo (Wh/Kg). Como se indica en la Tabla 8.2 el poder calorífico
(o contenido energético por unidad de masa) del hidrógeno es muy elevado, lo que hace
que el valor de su DEG sea bastante grande, 120.1 MJ/Kg. Sin embargo, dada su baja
densidad resulta una densidad energética volumétrica (DEV) extremadamente baja
(0.01 MJ/L), si se compara, por ejemplo, con la de la gasolina, que es 33 MJ/L. Esto
significa que se deben transportar grandes volúmenes de hidrógeno para satisfacer de-
mandas de energía idénticas a las que se obtienen con otros combustibles. De este
modo, para que el almacenamiento de hidrógeno sea económicamente viable, se debe
incrementar su densidad de almacenamiento, pero presurizándolo no es suficiente. Es-
tos conceptos de densidad energética son particularmente importantes en el caso de los
vehículos móviles ligeros, ya que si la energía motriz que se obtiene del gas hidrógeno
transportado no es mucho mayor que la que se necesita para mover el conjunto hidró-
geno y contenedor, el sistema en su conjunto será inviable. En la figura 8.4 se muestra
la comparativa de las densidades energéticas (DEV y DEG) del hidrógeno (transportado
por varios métodos) con las de otros combustibles.

Figura 8.4. Comparativa de las densidades energéticas gravimétricas y volumétricas de


distintos sistemas de transporte del hidrógeno.

Licuado para su transporte como líquido: en este caso lo primero es recordar la tempe-
ratura de ebullición del hidrógeno, que es -253 ºC (20 K). Este es el sistema que parece
se va a imponer en los futuros vehículos eléctricos de hidrógeno combinados con pilas

18
de combustibles. La densidad del hidrógeno puro se puede aumentar a través de su
licuefacción (condensación), convirtiéndolo en hidrógeno líquido (véase la densidad
del H2 líquido en la Tabla 8.2). Para conseguir la licuefacción se utiliza una combinación
de compresores, intercambiadores de calor y válvulas de expansión hasta lograr el en-
friamiento necesario. El proceso más simple para la licuefacción es el ciclo de Linde o
ciclo de expansión de Joule-Thompson. Dado que con el hidrógeno este proceso solo
funciona por debajo de los -71 ºC (el hidrógeno se calienta al expandirse a temperatura
ambiente), para poder realizar el ciclo de Linde se realiza un preenfriamiento del hidró-
geno gaseoso, mediante la evaporación de nitrógeno líquido, hasta llegar a una tempe-
ratura inferior a -195 ºC. Es entonces cuando se realiza la primera expansión. Una vez
licuado el hidrógeno, es esencial que pueda almacenarse de forma que se minimice la
evaporación, por lo que se utilizan recipientes de doble pared con vacío entre ellas.
Como se observa en la figura 8.4, este es el método físico de almacenamiento del hi-
drógeno que da lugar al valor más alto de densidad de energía transportada.

El hidrógeno líquido ya se viene utilizando, desde hace décadas, como combustible


en los lanzamientos de cohetes espaciales.

Almacenamiento de hidrógeno crio-comprimido. Se trata de un método híbrido entre el


de gas comprimido y el de licuación. Consiste en almacenar H a temperaturas criogé-
nicas en un recipiente que se puede presurizar, siendo las condiciones de trabajo gene-
ralmente 345 atmósferas y -253 ºC. Comparada con la densidad energética volumétrica
del hidrógeno licuado (DEV=8.5 MJ/L), en el hidrógeno crio-comprimido se consigue un
aumento de más del 10%, alcanzando su DEV el valor de 9.6 MJ/L. En contraste con
los recipientes criogénicos actuales que almacenan solo hidrógeno licuado, los tanques
crio-comprimidos pueden almacenar hidrógeno líquido, hidrógeno criogénico supercrí-
tico o hidrógeno en una región de dos fases (líquido saturado y vapor). El almacena-
miento de hidrógeno crio-comprimido supera en ciertos aspectos a los almacenamientos
como gas presurizado o como líquido, pero hay que señalar que esta técnica de alma-
cenamiento todavía no está completamente desarrollada.

Almacenamiento como hidrógeno adsorbido. A finales del siglo XX comenzaron a inves-


tigarse una serie de materiales, principalmente nanoestructuras de carbono (con dimen-
siones en la escala de los nanómetros) que presentaban valores de área superficial muy
elevados y nanoporosidades muy desarrolladas. Entre estos materiales, se estudiaron
los nanotubos de carbono como adsorbentes del H2. Al principio se publicaron resulta-
dos muy prometedores sobre la capacidad de retención de hidrógeno (masa de H2 ad-
sorbido por gramo de adsorbente), a temperatura ambiente y presión atmosférica, pero
finalmente se confirmó la no viabilidad del proceso, por su falta de rentabilidad y su
capacidad de almacenamiento. En este sentido, para que el almacenamiento sea co-
mercializable, el Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE) definió el cri-
terio de que los adsorbentes de hidrógeno deben contener una carga extraíble mínima
del 6,5% en peso de este gas. Aunque se han realizado muchos estudios, tanto teóricos

19
como experimentales, sobre la adsorción de hidrógeno en muy distintos nanomateriales
carbonosos, tanto a temperatura ambiente como a la temperatura del nitrógeno líquido
(-196 ºC o 77 K), no se ha conseguido llegar a este valor de forma realmente explotable 8.

En los últimos años están apareciendo otros nanomateriales adsorbentes como posibles
candidatos para conseguir que la adsorción (o fisisorción) de hidrógeno pueda llegar a
ser una tecnología competitiva. Se trata de unas nanoestructuras metaloorgánicas co-
nocidas como MOF (Metal Organic Framework). En la figura 8.5 se muestran esquemá-
ticamente algunos procesos pueden ocurrir cuando el hidrógeno es adsorbido en un
MOF. Encontramos que el H2 puede ser disociado sobre las especies metálicas del
MOF, generando especies iónicas, que a su vez pueden ser transportadas a otras partes
de la estructura (mecanismo llamado spillover). Además, estas especies iónicas pueden
difundirse, a su vez, por la estructura de sólido. Estas especies se recombinan, y final-
mente se produce la desorción del H2 gas previamente retenido. Se espera que con este
proceso por etapas se llegue a conseguir que los MOF tengan unas propiedades de
adsorción del hidrógeno mejoradas.

Figura 8.5. Esquema de los distintos procesos por los que el H2 es adsorbido en un
MOF 9.

Sin embargo, la adsorción de hidrógeno en los MOF puede verse obstaculizada por un
colapso estructural, causado por la eliminación de disolventes y por la inestabilidad de
estas estructuras en ausencia de humedad. Por tanto, ya que la estabilidad de las es-
tructuras MOF no resisten condiciones extremas, es necesario que la capacidad de ad-
sorción sea alta en condiciones de temperatura ambiental y a presiones de llenado re-
lativamente bajas, menores de 100 atmósferas. Tampoco existen estudios detallados
sobre los costes de inversión, ni sobre la comparación económica con otros métodos de
almacenamiento de hidrógeno. En resumen, este tipo de materiales adsorbentes aún

8
Y. Yürüm, A. Taralp, T. N. Veziroglu, Review: Storage of hydrogen in nanostructured carbon materials,
International Journal of Hydrogen Energy, 34(2009) 3784, https:// doi:10.1016/j.ijhydene.2009.03.001
9
Tomada de S.P. Shet, S.S. Priya, K. Sudhakar, M. Tahir, A review on current trends in potential use of
metal-organic framework for hydrogen storage, International Journal of Hydrogen Energy, 46 (2021)
11782, https://doi.org/10.1016/j.ijhydene.2021.01.020

20
necesitan muchos desarrollos y están lejos de ser una aplicación tecnológica a corto
plazo. A modo de resumen, en la figura 8.6 se muestran esquematizados los distintos
métodos de almacenamiento de hidrógeno explicados.

Figura 8.6. Esquemas de los sistemas almacenamiento de hidrógeno 10.

Algunas conclusiones sobre las opciones de almacenamiento de hidrógeno:

1. Tanto el hidrógeno licuado como el hidrógeno crio-comprimido no podrán encon-


trar su camino en la futura economía del hidrógeno debido a los requisitos de tem-
peratura extremadamente bajos para su licuefacción.

2. Incluso a bajas temperaturas, los adsorbentes físicos no son materiales adecuados


para el almacenamiento de hidrógeno.

3. El hidrógeno comprimido en cilindros es una tecnología bien establecida y es el mé-


todo de almacenamiento más práctico para fines estacionarios. Con el desarrollo
de cilindros de gas sofisticados, también puede ser prometedor para el almacena-
miento de hidrógeno en vehículos.

4. Los hidruros metálicos como MgH2 o LiBH4 han demostrado un gran potencial, pero
se requieren investigaciones adicionales para su implementación tecnológica.

5. Los hidruros orgánicos líquidos, durante un período intermedio, pueden ser una
buena alternativa para las aplicaciones en vehículos.

10
Tomada de Muhammad R. Usman, Hydrogen storage methods: Review and current status, Renewable
and Sustainable Energy Reviews, 167 (2022) 112743, https://doi.org/10.1016/j.rser.2022.112743

21
8.5 Posibles impactos medioambientales del uso del hidrógeno

En este apartado vamos a tratar el impacto medioambiental del vector energético hidró-
geno desde dos puntos de vista. Primero, vamos a incidir en los peligros y riesgos que
conlleva la manipulación del hidrógeno, lo cual está relacionado con sus propiedades
físicas y químicas. Como segundo aspecto, quizás más interesante de cara a prediccio-
nes futuras, vamos a presentar recientes estudios sobre lo que supondría una utilización
y uso a gran escala del hidrógeno. Esto último, dentro de un contexto en el que la des-
carbonización de la sociedad pueda pivotar sobre tecnologías basadas en el hidrógeno.
Si en un futuro más o menos próximo, las tecnologías para el transporte de energía van
a estar ligadas a nivel global con el hidrógeno, cabe preguntarse qué riesgos tendrían
desde un punto de vista ambiental tanto la utilización y manipulación del hidrógeno (re-
lacionado con sus propiedades físicas y químicas) como las emisiones de este gas a la
atmósfera.

El hidrógeno es un gas extremadamente inflamable, pudiendo provocarse su ignición


con quince veces menos energía que la necesaria por el gas natural. El rango de con-
centraciones en el aire para que el hidrógeno sea inflamable (Tabla 8.2) es diez veces
mayor que el de la gasolina y la llama que origina es invisible. Dadas su muy baja den-
sidad y su elevado coeficiente de difusión (Tabla 2),8 se producen fácilmente fugas. Por
tanto, con el gas hidrógeno se tienen altos riesgos de explosión si no se opera adecua-
damente. Otras propiedades del hidrógeno que contribuyen a su peligrosidad son su
reactividad extremadamente alta con el oxígeno y con otros oxidantes, su alta tempera-
tura de la flama, y su coeficiente Joule-Thomson, que es negativo; es decir, que el gas
fugado se calienta a sí mismo y puede encenderse solo. Además, aunque no es tóxico,
puede asfixiar. Como ejemplo de los riesgos inherentes al hidrógeno, se parte de una
experiencia histórica desafortunada, comparativa, aunque a otra escala, con lo que ocu-
rrió con la utilización de la energía nuclear en forma de las bombas nucleares arrojadas
durante la segunda Guerra Mundial. Se trata del caso del dirigible alemán Hindenburg,
que estaba suspendido con hidrógeno (debido a su baja densidad con respecto al aire)
y que sufrió un incendio y quedó destruido en 1937, cuando aterrizaba en Nueva Jersey.
En el accidente murieron 36 personas y tuvo como consecuencia el que este tipo de
dirigibles dejara de utilizarse.

En relación con el impacto ambiental global que pueden suponer las emisiones de hi-
drógeno a la atmósfera, ya se están realizando estudios prospectivos en diversas agen-
cias. Por ejemplo, el gobierno de Reino Unido ha publicado un informe, realizado por
expertos de diferentes universidades y empresas 11, titulado Implicaciones atmosféricas
del aumento del uso de hidrógeno, en el cual se señala que el hidrógeno puede ser
incluso más perjudicial que el CO2 para la atmósfera que. Una de las conclusiones de
este informe es preocupante: si con el uso masivo del hidrógeno (los expertos hacen
una serie de hipótesis y escenarios sobre las fugas posibles en distintas etapas de la
aplicación del H2) se producen grandes cantidades de gas liberado a la atmósfera, este

11
https://www.gov.uk/government/publications/fugitive-hydrogen-emissions-in-a-future-hydrogen-econ-
omy. Consultado el 14 de octubre de 2022.

22
podría dar lugar a un efecto invernadero "indirecto". En este informe se postula que el
hidrógeno puede reaccionar con los radicales hidroxilos (OH·), eliminándolos. Estos ra-
dicales hidroxilos actúan en la atmósfera reaccionando con el metano, segundo gas con
mayor contribución al efecto invernadero, con lo que, con su eliminación, se aumentaría
el periodo de vida en la atmósfera del metano y, por ende, su impacto se extendería
durante más años. Se impone por tanto evitar las fugas de hidrógeno, lo que, con los
datos de difusión (mostrado en la Tabla 8.2), de volatilidad y de densidad no parece una
tarea fácil.

Por otra parte, en este informe, se analizan las distintas etapas de la producción (elec-
trolizadores), de su inyección a las redes de distribución, de la utilización mediante pilas
de combustible (estacionarias o en utilizadas en el transporte), llegándose a la previsión
de que las mayores emisiones de hidrógeno estarán asociadas con el transporte y con
las redes de distribución. Como conclusión adicional, al ser este campo de investigación
incipiente, se plantea la necesidad de seguir tanto estudiando los posibles efectos del
hidrógeno en la atmósfera, como desarrollando materiales y tecnologías que contribu-
yan a evitar las fugas durante su aplicación masiva.

23
Lecturas recomendadas

 El hidrógeno y las pilas de combustible. Manual técnico, Ed. Antonio Madrid


Vicente, ISBN: 9788412095418, 2019.

 Hidrógeno, producción y almacenamiento: retos hacia su uso como vector ener-


gético sustentable, Ed. Create Space Independent Publishing Platform, Fran-
cisco Javier Rodríguez-Varela, Rosa de Guadalupe González-Huerta), Miguel
Ángel Oliver-Tolentino, 2013.

 Web-seminar: Hidrógeno. Vector energético de una economía descarbonizada:


https://www.youtube.com/watch?v=d58lHAnWGt0

 Web-seminar: El hidrógeno, clave en la transición energética:


https://www.youtube.com/watch?v=IgRMPbuSyHY

 Empresa: http://www.ariema.com/

 Se recomienda realizar consultas en los buscadores de Internet sobre los as-


pectos específicos que considere más importantes, para clarificar conceptos o
para obtener datos o informaciones complementarias actualizadas.

Ejercicios de autoevaluación

8.1 Teniendo en cuenta las masas atómicas que se dan a continuación, y considerando
que en la descomposición de los compuestos que se indican todos los átomos de hidró-
geno pasarían a formar moléculas de H2 gas, ordene por orden de densidad energética
gravimétrica los compuestos siguientes, Mg(BH4)2, Ca(BH4)2, Al(BH4)3, NaBH4, Al(OH)3.
Para ello, le sugerimos que primeramente escriba y ajuste todas las reacciones de des-
composición. Tome como valores de masas atómicas (unidades uma) los siguientes: H=1,
O=16, B=11, Mg=24, Ca=40, Na=23, Al= 27.

8.2 En el proceso de síntesis del amoniaco (N2(g) + 3H2(g)  2NH3(g)) el equilibrio se


desplaza hacia la derecha al aumentar la presión. Justifique y argumente sobre este
aspecto de la reacción.

8.3. Calcular y comparar la densidad energética, en gramos de hidrógeno transportado


por kilogramo de compuesto orgánico hidrogenado, que tienen los siguientes líquidos
orgánicos: tolueno, ácido fórmico, dibenciltolueno, etilbenceno, indolina Para ello se dan
las masas atómicas (en unidades uma) los siguientes valores: H=1, O=16, C=12, N=14.
Se recomienda escribir las fórmulas de dichos compuestos desarrolladas y ajustar con
ellas las reacciones de deshidrogenación.

24
Tema 8. Respuestas a los ejercicios de autoevaluación
R 8.1
En primer lugar se procede a calcular las pesos moleculares de los distintos compuestos
utilizando los valores de masas atómicas proporcionados en el enunciado:

Pm (Mg(BH4)2) = 54 g/mol

Pm (Ca(BH4)2) = 70 g/mol

Pm (Al(BH4)3) = 72 g/mol

Pm (NaBH4) = 38 g/mol

Pm (Al(OH)3) = 78 g/mol

A continuación, se escriben y ajustan las reacciones de descomposición:

Mg(BH4)2 Mg+ 2B + 4H2

Ca(BH4)2 Ca + 2B + 4H2

Al(BH4)3 Al + 3B + 6H2

NaBH4 Na + B + 2H2

2Al(OH)3 2Al2O3 + 3H2

Finalmente, se procede a calcular para cada compuesto los valores de DEG, recordando
que para el hidrogeno, DEG = 120,1 MJ/Kg

DEG Mg(BH4)2 = (4x2/54)x 120,1 MJ/Kg = 17,8 MJ/Kg

DEG Ca(BH4)2 = (4x2/70)x120,1 MJ/Kg = 13,7 MJ/Kg

DEG Al(BH4)3 = (6x2/72)x120,1 MJ/Kg = 20,0 MJ/Kg

DEG NaBH4 = (2x2/38)x120,1 MJ/Kg = 12,6 MJ/Kg

DEG Al(OH)3 = ((3x2)/(2x78))x120,1 MJ/Kg = 4,6 MJ/Kg

Por consiguiente, el orden de DEG de estos compuestos es el siguiente:

Al(BH4)3 > Mg(BH4)2 > Ca(BH4)2 > NaBH4 > Al(OH)3

R 8.2

Este efecto se justifica por la aplicación del Principio de Le Chatelier (también llamada
Ley del Equilibrio) que establece que, cuando un sistema en equilibrio se somete a un
cambio de condiciones (como una variación en la concentración, en la temperatura, o
en la presión), el equilibrio se desplazará hacia un nuevo estado de equilibrio, en el cual
se contrarrestará el efecto que produjo el cambio. En esta reacción se observa que 4
moles (o volúmenes) de los gases reactivos dan lugar a 2 moles (o volúmenes) de gas
hidrógeno. Si aumentamos la presión el sistema tratará de disminuir su volumen, por lo

1
que el equilibrio se desplazará hacia la derecha, es decir, hacia la formación de más
productos, disminuyendo la cantidad de reactivos (todos son gases). En resumen, el
nuevo estado de equilibrio se conseguirá desplazándose la reacción hacia la derecha.

R 8.3

En este caso no se está solicitando el dato de la densidad energética gravimétrica, sino


simplemente los gramos de hidrógeno transportado por kilogramo de compuesto
orgánico (liquido) en el que va contenido.

En primer lugar, hay que considerar las fórmulas moleculares y desarrolladas de los
líquidos orgánicos que se transportan:

Tolueno (Tol): C7H8

Ácido fórmico (AF): H2CO2

Dibenciltolueno (DBT): C21H20

Etilbenceno (EB): C8H10

Indolina (Ind): C8H9N

A continuación, se calculan los pesos moleculares de los compuestos, con los datos de
masas atómicas proporcionados, resultando:

2
Pm (Tol) = 92 g/mol, dado que lo que nos interesa es el reactivo que lleva el
hidrógeno, metil ciclohexano (C7H14) es más preciso usar el peso molecular de este
último (98 g/mol)

Pm (AF)= 46 g/mol

Pm (DBT) = 272 g/mol, dado que lo que nos interesa es el reactivo que lleva el
hidrógeno (C21H38) es más preciso usar el peso molecular de este último (290 g/mol)

Pm (EB) = 106 g/mol, dado que lo que nos interesa es el reactivo que lleva el
hidrógeno, etil ciclohexano (C8H16) es más preciso usar el peso molecular de este último
(112 g/mol)

Pm (Ind) = 119 g/mol, dado que lo que nos interesa es el reactivo que lleva el
hidrógeno(C8H15N) es más preciso usar el peso molecular de este último (125 g/mol)

Seguidamente hay que escribir y ajustar las reacciones de deshidrogenación,


asumiendo que se llega a desplazar totalmente el equilibrio hacia los productos, es decir,
que se alcanzan rendimientos del 100%:

C7H14  C7H8 + 3H2

H2CO2  CO2 + H2

C21H38  C21H20 + 9H2

C8H16  C8H10 + 3H2

C8H15N  C8H9N + 3H2

Por último, se calculan las relaciones de gramos de hidrógeno producidos por 1Kg (1000
g) de compuesto orgánico:

Tolueno: (gH2/KgT) = (3x2/98)x1000 = 61

Ácido fórmico: (gH2/KgAF) = (2/46)x1000 = 43

Dibenciltolueno :(gH2/KgDBT) = (9x2/290)x1000 = 62

Etilbenceno: (gH2/KgEB) = (3x2/112)x1000 = 54

Indolina: (gH2/KgInd) = (3x2/125)x1000 = 48

3
Tema 9. Estrategias de control de la contaminación según el
medio donde se localicen

Guion-esquema

9.1 Generalidades

9.1 Metodologías para la descontaminación de efluentes gaseosos. Ejemplo de


aplicación de un catalizador: los catalizadores de tres vías.

9.2 Tecnologías para la depuración de compuestos orgánicos e inorgánicos en aguas

9.2.1 Métodos biológicos

9.2.2 Incineración

9.2.3 Procedimientos físicos

9.2.4 Métodos químicos clásicos a temperatura ambiente

9.2.5 Procesos que utilizan como reactivo dioxígeno

9.2.6 Oxidación vía húmeda utilizando catalizadores (OVHC)

Introducción

Ya se ha visto anteriormente que el mejor método para actuar contra los


contaminantes es el de evitar su generación mediante la adopción de medidas
preventivas, medidas que ya se estudiaron en el tema 6. Sin embargo, una vez
emitidos dichos contaminantes, es necesario aplicar unas estrategias de control, para
su eliminación completa o para minimizar su impacto. Aunque algunos métodos de
control de los contaminantes ya se estudiaron previamente en temas anteriores (1, 3, 4
y 5), en este tema se desarrollan de forma más detallada dos ejemplos: uno sobre la
contaminación atmosférica y otro sobre tratamientos de las aguas residuales.

Después de repasar brevemente algunas características generales de los


contaminantes, se expone el caso de un ejemplo de descontaminación de efluentes
gaseosos mediante el uso de catalizadores. En concreto, se estudian los catalizadores
de los tubos de escape de los automóviles, los llamados catalizadores de tres vías. A
continuación, se estudian algunos procesos de depuración de las aguas, como los
procesos terciarios de tratamiento de aguas industriales, las cuales contienen
compuestos orgánicos persistentes, es decir, que son muy estables y que pasan a la
cadena trófica originando efectos por bioacumulación. Entre los procesos tecnológicos
que se pueden aplicar y que se estudian en el tema, se encuentran también algunos
basados en catalizadores, en concreto, los de oxidación catalítica en vía húmeda.

1
Objetivos

 Distinguir las diferentes situaciones en las que se puede generar un compuesto


contaminante.

 Ser capaces de elegir una metodología de control del contaminante adaptada a


sus propiedades químicas, a su forma de generación y al emplazamiento
donde es generado.

 Conocer los detalles químicos de las reacciones y modos de operación de los


catalizadores de tres vías.

 Conocer los conceptos generales de las reacciones catalíticas de oxidación en


fase acuosa.

 Tener unas ideas generales de cómo abordar los problemas de control de los
compuestos químicos contaminantes.

2
9.1 Generalidades

Antes de abordar el tema conviene recordar ciertos aspectos generales de los


contaminantes, como la distinción entre primarios y secundarios, el concepto de
emisión localizada o dispersa, o el de contaminantes globales y minoritarios, aspectos
todos ellos que han sido estudiados a lo largo de los anteriores temas. Es necesario
situar un contaminante dado en el contexto en que es producido (origen, localización,
cantidad formada, etc.,) para después abordar el control analítico (medida) y el control
tecnológico (procesos para retirarlo del medio y/o eliminarlo).

Los aspectos que deben considerarse, y que dan lugar a distintas situaciones de
control, son:

 El estado físico del contaminante y el medio en que se emite. Puede tratarse


de un contaminante gas, líquido o sólido, que, a su vez, puede ser emitido a
la atmósfera, a las aguas o al suelo.

 El origen del contaminante. Puede tratarse de un contaminante primario, es


decir, del compuesto originalmente formado, como es el caso de los óxidos de
nitrógeno; o bien de un contaminante secundario, es decir, un producto de las
trasformaciones de otros contaminantes. Un ejemplo de este último es la
formación del ozono troposférico.

 La localización de la emisión. Su emisión puede estar localizada, o por el


contrario, encontrarse dispersa. Un ejemplo del primer caso es la
contaminación por CO2 y NOx en una chimenea de combustión de gas natural
o de carbón. Un ejemplo del segundo caso es el de los gases CO2 y NOx
generados por millones de automóviles en circulación. En el primer caso se
trata de emisiones concentradas en un punto y, por tanto, más fácilmente
tratables que las emisiones dispersas que se producen en el segundo.

 La facilidad con que se dispersa el contaminante y sus efectos sobre los


seres vivos.

 Las propiedades y concentración de los contaminantes. Se debe distinguir


entre los que tienen propiedades muy tóxicas aún en baja concentración y los
que producen efectos al aumentar su concentración por encima de los límites
naturalmente tolerables. Por ejemplo, el CO en ambientes cerrados es muy
tóxico, mientras que el CO2 se considera responsable del cambio climático
global al variar significativamente su concentración en la atmósfera, debido a
que es producido masivamente en la generación de energía.

Dependiendo de sus características se puede recurrir a métodos fisicoquímicos de


separación o concentración, a técnicas de adsorción y retención, a reacciones
químicas para su transformación, etc. El caso concreto que se aborda a continuación,
como ejemplo de descontaminación de efluentes gaseosos, tiene como característica
fundamental el que se trata de una reacción química catalizada, característica común
a muchas de las metodologías empleadas en la descontaminación de aguas, como es
el caso de la oxidación catalítica en vía húmeda, que también se estudiará en este
tema.

3
9.2 Metodologías para la descontaminación de efluentes gaseosos.
Ejemplo de aplicación de un catalizador: los catalizadores de tres vías

A lo largo de los temas anteriores se han indicado muchos compuestos gaseosos


contaminantes, generados por las actividades humanas, desde los óxidos de nitrógeno
producidos en los procesos de combustión, a los compuestos fluorocarbonados. En el
caso de estos últimos la mejor acción para evitar sus efectos sobre la capa de ozono,
fue el dejar de usarlos (medidas preventivas) con lo que se han estabilizado las
concentraciones de ozono en la estratosfera.

Asimismo, se han indicado diversos métodos, generalmente basados en adsorbentes


y catalizadores, para realizar los tratamientos para su control o eliminación. Por
ejemplo, en el apartado 1.1.3 del tema 1 se mencionaron los catalizadores que
permiten eliminar los óxidos de nitrógeno generados en fuentes estacionarias, es
decir, en industrias relacionadas con la generación de fertilizantes, en centrales de
generación de energía eléctrica o en incineradoras de residuos urbanos. Básicamente
la gran diferencia de estos óxidos de nitrógeno, en comparación con los generados por
los automóviles, está en su emisión concentrada o localizada, lo cual permite el uso de
compuestos reductores que actúan como reactivos químicos para realizar los procesos
de eliminación de los contaminantes.

En este apartado se describe, a modo de ejemplo, un problema particular que


encontró una solución tecnológica actualmente implantada, basada en el uso de
catalizadores. Se trata de las emisiones de gases contaminantes en los vehículos
automóviles.

La contaminación atmosférica procedente de fuentes móviles constituye uno de los


mayores problemas actuales; entre otros motivos, porque está muy concentrada en los
núcleos urbanos, en los que causa un mayor efecto sobre la población. En los últimos
ochenta años el número de automóviles de combustión existentes en el mundo ha
pasado de unos 40 millones a casi 1.500 millones. El impacto medioambiental de los
gases emitidos por estas fuentes móviles está ligado al uso de combustibles fósiles
derivados del petróleo y a los procesos de combustión que ocurren en los motores de
combustión interna. Se tienen muchas fuentes no fijas, que actúan en una acción
concertada, concentradas en ciudades, y que en principio solo tendrían que emitir CO2
(según la reacción 9.1), pero que en realidad emiten, debido a la combustión
imperfecta que ocurre en los motores, una gran variedad de compuestos químicos.

CnHm + [n+(m/4)] O2 nCO2 + (m/2)H2O (reacción 9.1)

Sobre las tecnologías más extendidas actualmente de motores de automóviles, se ha


de diferenciar entre las que usan como combustible gasolina y las que son
alimentadas con gasoil o diésel. Esta distinción debe hacerse aquí porque los
principales compuestos contaminantes en automóviles de gasolina son: hidrocarburos
no quemados (HC), CO y óxidos de nitrógeno (NOx), mientras que en los vehículos
diésel, además de estos, se producen partículas sólidas de carbonilla (humos negros).
En las Tablas 9.1 y 9.2 se indican algunos datos comparativos de las emisiones y
condiciones de operación de estos motores. En cierta medida estos niveles son
difíciles de actualizar, ya que van disminuyendo al emplear nuevas tecnologías, y en

4
cierta forma los vehículos de combustión parecen estar destinados a desaparecer en
las próximas décadas, con lo que este apartado puede ser considerado como un
ejemplo de desarrollo histórico.

Tabla 9.1. Emisiones de los motores diésel y de gasolina.

Componentes de los
Motor diésel Motor de gasolina
gases de escape

NOx 350-1000 ppm 100-4000 ppm

HC 50-330 ppm 500-5000 ppm

CO 300-1200 ppm 0,1 – 6 %

CO2 7% 10 - 13 %

SOx 10-100 ppma 15-50 ppma

Partículas sólidas 65 mg/m3 No detectables

O2 en la salida 10-15% 0.2-2%

aFundamentalmente las emisiones de SO2 dependen del contenido en azufre del combustible. Mediante
medidas legales estos niveles se van bajando progresivamente.

Tabla 9.2. Condiciones de operación de los motores diésel y de gasolina.

Tipo de motor Temperaturas de trabajo Relación aire/combustible

Motor diésel Desde ambiente hasta 650 ºC 1,8 veces la


estequiométricaa

Motor de gasolina Desde ambiente hasta 1.100 ºC Estequiométricaa

aLa alimentación estequiométrica corresponde, para un combustible con relación H/C = 1.89, a un valor en peso

aire/combustible igual a 14.63.

Claramente, los valores de CO, de HC y de NOx son mayores en los vehículos con
motores de gasolina, mientras que en los diesel se produce más carbonilla. Además,
la cantidad de oxígeno a la salida de un motor diesel es mucho mayor que en uno de
gasolina, con lo que sería relativamente fácil producir una combustión de los restos de
HC en aquel.

Todo ello implica que la problemática de control de las emisiones sea claramente
diferente; mientras que en los vehículos diesel se instalan filtros de partículas, para los
de gasolina se ha desarrollado una tecnología para eliminar los gases contaminantes.
Se trata de la aplicación de los catalizadores de tres vías, los cuales están colocados
en todos los vehículos nuevos de gasolina en lo que se denomina “catalizador”.

5
Desde un punto de vista químico el sistema realiza simultáneamente reacciones de
oxidación y reducción, que se recogen en el cuadro siguiente.

El nombre de catalizador de tres vías se debe a la capacidad que tiene el sistema de


realizar simultáneamente las tres reacciones siguientes:
CO + 1/2 O 2 CO2 (reacción 9.2)
2HC + 3/2 O2 CO2 + H2O (reacción 9.3)
2NOx N2 + x O2 (reacción 9.4)
Nótese que las dos primeras reacciones son de oxidación, mientras que en la
tercera ocurre la reducción del nitrógeno del óxido.

Mientras que el CO y los restos de hidrocarburos se producen debido a una


combustión incompleta del combustible, los óxidos de nitrógeno no se producen por
reacciones de oxidación de los posibles compuestos de nitrógeno presentes en los
combustibles, que se encuentran en muy baja proporción, sino porque a las
temperaturas a las que se produce la combustión en el motor, del orden de 1.400 ºC,
ocurre una reacción entre el nitrógeno y el oxígeno atmosféricos (reacción 9.5).

N2 + O2 2 NO (reacción 9.5)

Esta reacción se ve favorecida a temperaturas más altas, como se ve en la


comparativa presentada en las Tablas 9.1 y 9.2. Hay que hacer notar también que los
gases de escape del motor se emiten a temperaturas de entre 300 y 1.000 ºC, con lo
que se posibilita incorporar un dispositivo que permita hacer reaccionar los
compuestos contaminantes a temperaturas de estos órdenes de magnitud.

Centrándose en un vehículo de gasolina, se puede observar que típicamente se tiene


una mezcla de gases bastante compleja, que es necesario transformar en compuestos
químicos inocuos como agua, nitrógeno ó dióxido de carbono. Realmente este fue el
reto que las compañías fabricantes de automóviles propusieron a científicos e
ingenieros hace unos cincuenta años. Los problemas de contaminación en las
ciudades, y la presencia de gases nocivos generados en los vehículos fue el punto de
origen de una presión social contra la emisión de dichos contaminantes. La aplicación
de esta nueva tecnología ha llevado a que los nuevos automóviles de gasolina sean
mucho menos contaminantes que los de hace varias décadas.

Hay que hacer notar que los motores de gasolina pueden trabajar con diferentes
relaciones aire/combustible, en lo que se denominan mezclas ricas o mezclas pobres.
Una mezcla rica en combustible es la que tiene una relación oxígeno/gasolina menor
que la estequiométrica, mientras que una mezcla pobre en combustible es la que la
tiene mayor.

En los primeros intentos para minimizar los gases emitidos se ensayaron distintas
mezclas pobres, con las que se esperaba, al bajar la temperatura en el motor,
disminuir los NOx generados. De hecho, se produce la disminución en la formación de
los NOx, pero simultáneamente se origina más cantidad de CO y de hidrocarburos no

6
quemados. Además, al disminuir la temperatura del motor se pierde eficiencia térmica
(rendimiento energético). Por consiguiente se ha de trabajar en un rango de relaciones
oxígeno/gasolina (o aire/combustible) muy estrecha, y cercano a la estequiométrica.

Realmente, para implantar un catalizador en un automóvil, hay que tener en cuenta


una serie de aspectos que condicionan su aplicación:

 Dependiendo de la posición en el tubo de escape donde se coloca el


catalizador se puede estar en una zona de temperaturas óptimas para su
funcionamiento, pero hay que saber que en los periodos de puesta en marcha
se requiere un tiempo de unos segundos para que los gases del motor
calienten el sistema.

 Hace años las gasolinas llevaban un antidetonante, que aumentaba su


octanaje y mejoraba la calidad del combustible. Se trataba del tetraetil plomo.
Dado que al descomponerse generaba plomo volátil que se depositaba en los
centros activos del catalizador bloqueándolos, se hizo necesario eliminar este
tipo de compuestos de la formulación de las gasolinas.

 La proporción de oxígeno en los gases de salida es crítica para poder realizar


las reacciones dadas en el recuadro anterior. Por ello, los automóviles se
dotaron de una sonda de medida que ajusta la cantidad de oxígeno en el
catalizador de tres vías.

En cuanto a los requisitos físicos que se necesitan para el sistema, se han de


remarcar:

 Durabilidad: el catalizador debe mantener su acción durante cientos de miles


de kilómetros de funcionamiento y durante varios años.

 Estabilidad mecánica: debe ser resistente a vibraciones y cambios


ambientales de temperatura, humedad, corrosión, etc.

 Fluidodinámica adecuada: debe permitir eficientemente el paso de los gases


de salida del motor.

Con todos estos elementos se realizó una gran cantidad de estudios y se llegó a una
configuración como la presentada en la Figura 9.1. Los componentes de este
catalizador son los siguientes:

1. Fase activa metálica. Diversos métales nobles tienen una gran actividad
catalítica, es decir una capacidad intrínseca para acelerar las reacciones de
oxidación del CO y de los restos de hidrocarburos, y simultáneamente de
reducción de los NOx a N2 inocuo. Entre dichos metales nobles están Pt, Pd y,
sobre todo, Rh. Estos metales son depositados como partículas muy
pequeñas, del orden de dimensiones del nanómetro, sobre un soporte óxido.

2. Reserva de oxígeno. Se trata de un óxido metálico, siendo el más habitual el


de CeO2, que posee la capacidad de ceder oxígeno reactivo a las partículas
metálicas para realizar las reacciones de oxidación cuando se trabaja en
condiciones de defecto de oxígeno, o de exceso de hidrocarburos. Esto

7
ocurre con el motor funcionando en frio, es decir, durante los periodos de
puesta en marcha.

3. Soporte estructural. Se esquematiza en la Figura 9.1 y consiste en un


monolito de alta resistencia a la tracción y a los cambios térmicos. En esta
estructura, que se asemeja a un ladrillo con canales de tamaños milimétricos
(Figura 9.2), se incorporan tanto las fases activas metálicas soportadas sobre
el óxido como los óxidos promotores que actúan como reservas de oxígeno.

Figura 9.1 Diagrama de un catalizador de tres vías.

Figura 9.2. Fotografía de un monolito cerámico comercial.

8
Los requisitos que debe cumplir un catalizador de tres vías se pueden resumir como:
 Alta actividad y selectividad (conversiones >98%).
 Rápidas curvas de ignición (<10.20 segundos), es decir, alta actividad a
bajas temperaturas.
 Alta capacidad de almacenamiento de oxígeno, relacionada con los
anteriores.
 Alta estabilidad térmica y mecánica.

A modo de ejemplo, en la Tabla 9.3, se recogen los valores límites permitidos, para
automóviles de pasajeros, de las emisiones de hidrocarburos (HC), monóxido de
carbono (CO) y óxidos de nitrógeno (NOx) en Europa entre los años 2000 y 2018,
pudiéndose comprobar que dichos valores están en progresivo descenso.

Tabla 9.3. Valores límite de emisiones permitidos en Europa (g/Km) en


motores diésel y gasolina.

Año Motor HC CO NOx

2000 Gasolina 0.20 2.3 0.15

2000 Diésel - 0.64 0.50

2005 Gasolina 0.10 1.0 0.08

2005 Diésel - 0.50 0.25

2009 Gasolina 0.068 1.0 0.06

2009 Diésel - 0.50 0.18

2014 Gasolina 0.068 1.0 0.06

2014 Diésel - 0.50 0.08

2018 Gasolina 0.068 1.0 0.06

2018 Diésel 0.005 0.15 0.015

Respecto a la emisión de óxidos de azufre y carbonilla, los problemas más importantes


se producen en el caso de los vehículos que usan como combustible gasoil (véase
Tabla 9.1). Estas emisiones son las típicas en vehículos pesados, camiones o
autobuses. Para solventar las emisiones de SOx se ha procedido a reformular los
combustibles bajando los niveles de compuestos azufrados permitidos en el gasoil.
Respecto a las partículas sólidas, para su retención, se colocan en ciertos vehículos
filtros de partículas en los tubos de escape. Asimismo se pueden utilizar catalizadores

9
de oxidación para conseguir la combustión completa de dichas partículas sólidas, que
fundamentalmente en su composición tienen carbono, a CO2.

9.3 Tecnologías para la depuración de compuestos orgánicos e


inorgánicos en aguas

Para el tratamiento de las aguas contaminadas pueden abordarse diversas


estrategias, dependiendo del origen de la contaminación. Este apartado se centra en
las aguas contaminadas de origen industrial, fundamentalmente, en las procedentes
de industrias papeleras, agroalimentarias, textiles, químicas y petroquímicas. Entre los
parámetros a considerar para el tratamiento de las aguas residuales están la
naturaleza química del contaminante, su concentración, su toxicidad para los
microorganismos y el volumen del agua a tratar.

En cada caso, dependiendo de estos parámetros conviene adoptar una única


metodología de descontaminación o una combinación de varias técnicas disponibles.
Entre dichas tecnologías existentes se pueden distinguir tres grupos principales:

1. Los tratamientos biológicos.

2. La incineración.

3. Las oxidaciones denominadas en “vía húmeda” (OVH).

La aplicación de una u otra viene condicionada por la demanda química de oxígeno


(DQO) que presenta el agua a descontaminar, según se muestra en la Figura 9.3. De
ellas, la incineración y los procesos biológicos son los más ampliamente aplicados.

DQO

1
g/L
10 100 1000

Tratamientos
biológicos

OVH
Incineración

Figura 9.3. Márgenes de aplicación de los tratamientos biológicos, OVH y de


incineración.

Aunque estos son los principales tipos de metodologías, existen muchos otros
tratamientos de descontaminación de aguas, entre los que cabe distinguir las técnicas
físicas, las oxidaciones clásicas para el tratamiento a temperatura ambiente de aguas

10
para consumo o las oxidaciones en condiciones más severas, que utilizan diferentes
reactivos oxidantes. A continuación, se estudian los aspectos generales de todos estos
procesos, antes de incidir en la oxidación catalítica en vía húmeda (OVHC), esta última
como ejemplo de metodología de descontaminación de agua que utiliza un catalizador.

9.3.1 Métodos biológicos.

Están basados en la capacidad oxidante y digestora de ciertos microorganismos. Se


pueden aplicar en aguas que tienen bajos contenidos en contaminantes, bajos niveles
de DQO y, sobre todo, en los casos en que los contaminantes no son tóxicos para
dichos microorganismos. La principal ventaja de estos métodos es su bajo coste. Los
principales inconvenientes son la duración de los tratamientos, la extensión y tamaño
de las instalaciones que se requieren y la producción de cantidades importantes de
lodos y barros, los cuales, además, plantean problemas medioambientales en cuanto a
su gestión adecuada.

9.3.2 Incineración

La incineración se utiliza en aguas fuertemente contaminadas, por ejemplo, cuando los


valores de DQO son superiores a 200 g/L. Este límite está fijado en base a un criterio
económico, dado que el coste de este tratamiento es muy elevado, del orden de 100 €/
m3 de agua tratada. Este coste se debe a las importantes inversiones realizadas tanto
para construir las instalaciones, como para llevar a cabo el mantenimiento de las
mismas, debido, por ejemplo, a los problemas de corrosión ocasionados por la
presencia de iones cloruro o de compuestos azufrados en las aguas que se tratan.
Además, las temperaturas a las que se realizan estos tratamientos, muy elevadas,
suponen un coste fundamental. Igualmente han de ser tenidos en cuenta los costes de
transporte de las aguas contaminadas, dado que estas tecnologías difícilmente
pueden ser aplicadas in situ. Finalmente, otro inconveniente de estos métodos es la
emisión de gases que lo acompañan. Así, las partículas de polvo que se pueden
generar y los gases emitidos, como dioxinas, SOx, NOx, etc., pueden ser considerados
como contaminantes secundarios de la atmósfera.

9.3.3 Procedimientos físicos

Son varios los procesos de naturaleza física que se pueden aplicar al tratamiento de
aguas contaminadas, revisándose a continuación los más importantes.

La ósmosis inversa es un proceso mediante el cual una membrana permite separar o


filtrar los sólidos y las sales. Su mayor inconveniente es el coste de la membrana, así
como su mantenimiento.

La adsorción, como se ha comentado a lo largo de varios temas, permite concentrar


los contaminantes usando materiales de alta capacidad de retención, como carbones
activos o zeolitas. Este método es igualmente aplicable a contaminantes orgánicos y a
especies inorgánicas, por ejemplo iones metálicos. Los sólidos gastados, es decir
saturados con agentes contaminantes, pueden ser a su vez regenerados por
extracción, por OVH o por bio tratamientos.

11
El burbujeo o “stripping” consiste en pasar un gas inerte sobre un medio
convenientemente tamponado, con el fin de volatilizar los contaminantes. Los
efluentes gaseosos son tratados posteriormente.

La fotocatálisis, mencionada en temas previos, consiste en la irradiación con


radiación ultravioleta (UV) de un fotocatalizador para conseguir una ruptura homolítica
de los compuestos a tratar, dando lugar a especies radicalarias. Normalmente se trata
de fotocatalizadores que contienen TiO2, que son irradiados con UV ( <390 nm), sobre
los que se hace circular una capa delgada de agua en continuo, por ejemplo, mediante
una configuración en escalones que producen mini-cascadas.

La aplicación de las ondas de ultrasonidos, técnica más reciente, produce la


generación de radicales OH• a partir del agua. Dichos radicales son los que oxidan
posteriormente a los compuestos contaminantes en disolución.

La oxidación electroquímica consiste en la oxidación de los contaminantes


presentes en el ánodo, gracias a la acción de especies oxidantes formadas durante la
oxidación in situ del agua a H2O2. Como mayor interés de esta técnica hay que señalar
que no se requiere la adición de reactivos químicos para realizar las reacciones de
oxido-reducción.

9.3.4 Métodos químicos clásicos a temperatura ambiente

Diversos tratamientos químicos de aguas pueden ser aplicados a temperatura


ambiente para el tratamiento de aguas procedentes de las diversas industrias. Los
más extendidos utilizan ozono, O3, o peróxido de hidrógeno, H2O2. La utilización de
cloro, en forma de Cl2 o ClO2, que tienen un coste relativamente bajo, está limitada al
tratamiento de efluentes con bajas concentraciones de contaminantes y, sobre todo, a
las aguas de consumo humano. En la acción de estos últimos se pueden formar
compuestos organoclorados indeseables, tales como cloroácidos e incluso
triclorometano.

Entre los procesos que utilizan ozono a temperatura ambiente cabe destacar los de
potabilización de aguas de consumo. El ozono es mucho más eficaz que la utilización
del cloro, ya que permite eliminar más activamente los agentes patógenos del agua.
Además, el cloro afecta a los niveles de pH del agua, mientras que el ozono no. En el
caso de las aguas industriales también podría aplicarse, por ejemplo, para eliminar
fenoles, cianuros, bacterias o virus. El problema de estos tratamientos radica en la
producción del ozono, que por tratarse de una molécula inestable químicamente, debe
llevarse a cabo en el lugar donde se realiza el proceso, lo que origina costes de
funcionamiento altos. En particular, las investigaciones actuales se dirigen a tratar de
combinar el ozono con catalizadores metálicos, estudiando los efectos de parámetros,
tales como temperatura y el pH, sobre la presencia y estabilidad de los radicales.

Respecto a los procesos que utilizan peróxido de hidrógeno, en los últimos años
estos se asocian con el empleo de sales de hierro en disolución, en lo que se
denomina reacción Fenton. En las reacciones 9.6 y 9.7 se recogen los pasos iniciales
de producción de especies radicales.

Fe2+ + H2O2 Fe3+ + OH• + OH- (reacción 9.6)

12
Fe3+ + H2O2 Fe2+ + H+ + HO2• (reacción 9.7)

Estos radicales hidroxilo (OH•) e hidroperóxido (HO2•) atacan a los contaminantes


orgánicos (RH) como se recoge esquemáticamente en las reacciones 9.8 y 9.9.

RH + OH• R• + H2O (reacción 9.8)

RH + HO2• R• + H2O2 (reacción 9.9)

El radical hidroperóxido puede dar lugar a diversas reacciones de formación de


oxígeno molecular:

HO2• + H2O2 H2O + HO• + O2 (reacción 9.10)

HO2• + Fe3+ Fe2+ + H+ + O2 (reacción 9.11)

Este oxígeno molecular participa seguidamente en reacciones de propagación, como


las indicadas en 9.12 y 9.13.

R• + O2 ROO• (reacción 9.12)

ROO• + RH ROOH + R• (reacción 9.13)

La descarbonilación de los peróxidos orgánicos conduce a una disminución del


carbono orgánico total (COT) según se indica en la reacción 9.14, donde R´H es un
fragmento del compuesto orgánico contaminante que tiene un átomo de carbono
menos que R.

ROOH CO2 + R´H (reacción 9.14)

A temperatura ambiente los tratamientos con peróxido de hidrógeno permiten,


generalmente, una tasa de disminución del COT menor del 25%. Por ello, en este
proceso, la reacción se realiza generalmente a temperaturas comprendidas entre 100
y 140 ºC.

El proceso Fenton homogéneo implica la utilización del par Fe2+/Fe3+ en disolución


acuosa en presencia de H2O2. Sin embargo, este proceso conduce a la formación de
lodos de hierro, que luego deben separarse del agua tratada. Para evitar estos
inconvenientes se han desarrollado en los últimos años los procesos Fenton
heterogéneos, en los que los cationes de hierro no se encuentran en disolución, sino
formando parte de un catalizador sólido. También existen otros cationes susceptibles
de sufrir oxido-reducción, como los pares Cu+/Cu2+ o Mn2+/Mn3+, que pueden
combinarse con la acción del H2O2 en la eliminación de contaminantes orgánicos, en
los procesos conocidos como “Fenton-like”.

9.3.5 Procesos que utilizan como reactivo dioxígeno

Existen procesos de descontaminación en los que se hace reaccionar el agua a


descontaminar con oxígeno, que puede utilizarse tanto puro como diluido (aire).
Existen dos tipos de procesos según se trabaje por encima o por debajo del punto
crítico del agua (T = 374 ºC, P = 221 bar).

13
El interés de trabajar por encima del punto crítico del agua está en favorecer el
contacto entre el oxidante y los compuestos contaminantes, dado que en estas
condiciones el agua se encuentra en estado supercrítico (ver concepto de fluido
supercrítico en el tema 7), siendo tanto los gases como los compuestos orgánicos
solubles en ella en todas las proporciones. También en este proceso de oxidación el
mecanismo químico de las reacciones es radicalario, ya que en algún momento se
genera peróxido de hidrógeno por reacción entre especies hidruro y moléculas de
agua (reacciones 9.15 y 9.16). Dicho peróxido se descompone, como se indica en la
reacción 9.17, generando más especies hidroxilo.

H• +O2 HO•2 (reacción 9.15)

HO•2 +H2O H2O2 + HO• (reacción 9.16)

H2O2 2HO• (reacción 9.17)

Bajo estas condiciones de operación la descomposición de los compuestos orgánicos


es muy rápida y completa, dando lugar solo a compuestos inocuos. Sin embargo,
desde un punto de vista de consumo energético y de coste económico el proceso debe
ser considerado como costoso.

Cuando la reacción se lleva a cabo en condiciones más suaves, por debajo del punto
crítico del agua, el procedimiento se denomina oxidación por vía húmeda (OVH),
siendo este método bastante prometedor como respuesta a los casos de
contaminantes tóxicos para los microorganismos y/o para demandas químicas de
oxígeno intermedias (ver Figura 9.3).

Estas reacciones OVH permiten el tratamiento de compuestos contaminantes


oxidables, tanto orgánicos como inorgánicos; sin embargo, necesitan de condiciones
de operación relativamente severas (temperaturas entre 125 y 320 ºC y presiones de
oxígeno entre 5 y 200 atmósferas). Desde el punto de vista cinético estas condiciones,
sobre todo la presión, favorecen la solubilidad del oxígeno en agua, con lo que
aumenta la capacidad oxidante del oxígeno.

El grado de oxidación de un compuesto contaminante sometido a un proceso OVH


depende de la presión de oxígeno, de la temperatura del proceso y de la solubilidad
del compuesto. De una forma resumida se puede afirmar que el carbono se transforma
en CO2, el nitrógeno de los compuestos amoniacales da lugar a nitrógeno molecular o
a nitratos y nitritos, y los halógenos y el azufre se transforman en halogenuros o
sulfatos inorgánicos. Por tanto, la oxidación total no es conseguida en todos los casos.
En este sentido el proceso OVH puede ser considerado como una etapa previa al
tratamiento biológico. En tal caso hay que asegurarse de que los productos resultantes
de la OVH no sean tóxicos para los microorganismos, es decir, que sean
biodegradables.

Como ventaja de los procedimientos OVH se ha de señalar que no producen gases


contaminantes. En conjunto, los productos tóxicos y sus derivados permanecen en
la fase acuosa, donde son destruidos total o parcialmente.

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La primera patente sobre la técnica OVH data de 1911; sin embargo, es a partir de los
años cincuenta del siglo XX cuando se registraron dos patentes más, una por parte de
investigadores americanos y otra por parte de suizos. Como aplicación de estas
patentes se desarrollaron dos procesos: uno que funciona con aire, denominado
proceso Zimpro Kenox, y otro que usa oxígeno, llamado proceso Chemcontrol y Ver-
Tech.

Los procesos OVH que ya han sido implementados en diversas instalaciones para el
tratamiento de efluentes industriales. Así, el proceso Zimpro se aplica para el
tratamiento de sosas usadas (aguas de carácter fuertemente básico) procedentes de
la desulfuración de fracciones del petróleo. Otro campo de aplicación importante es en
la regeneración de los carbones activos usados como adsorbentes de contaminantes.
El proceso no es destructivo, al contrario de lo que ocurriría al someter a un
tratamiento térmico el adsorbente usado. Se trata de tratar por OVH las aguas con
contaminantes concentrados procedentes de los previamente adsorbidos.

A pesar de todo, las técnicas OVH pueden no ser adecuadas si se tiene en cuenta los
costes económicos de puesta a punto de las instalaciones y de su operación. Las
condiciones de operación necesitan el empleo de materiales de construcción
especialmente resistentes, de presurización y de bombas de líquidos de alta presión.
La inversión en tamaño de la instalación se puede reducir si se utiliza como gas
oxidante oxígeno puro en vez de aire. Como se ha comentado anteriormente, las
técnicas OVH no son aplicadas para el tratamiento total sino para un pretratamiento
que tiende a transformar el contaminante en no tóxico, el cual será posteriormente
sometido a un tratamiento biológico.

Comparando la tecnología OVH con el método de oxidación con peróxido de


hidrógeno anteriormente visto, este último tiene la ventaja de utilizar un oxidante
líquido, que no tiene problemas de transferencia o de puesta en contacto con los
agentes contaminantes disueltos. La temperatura de trabajo es menos elevada que
para el OVH. Sin embargo, tiene el inconveniente del alto precio del peróxido de
hidrógeno. Además, para favorecer la descomposición de este generando radicales
OH• se necesita ajustar el pH a un valor controlado de 3.5. Por tanto, se requieren
etapas de acidificación y de neutralización, lo que repercute en un aumento del coste
general del proceso con peróxido de hidrógeno. En resumen, las condiciones de los
OVH son menos severas y más abordables que las de otras técnicas de oxidación.

9.3.6 Oxidación vía húmeda utilizando catalizadores (OVHC)

Una solución ideal es combinar la OVH con el empleo de catalizadores adaptados a


las citadas condiciones operativas.

El mecanismo de la reacciones que intervienen en la OVH conlleva frecuentemente la


formación de radicales. La formación de estos radicales se produce de acuerdo con la
reacción 9.18.

RH + O2 R• + HO2• (reacción 9.18)

Esta reacción inicial del proceso OVH tiene una energía de activación próxima a la de
descomposición del peróxido de hidrógeno (reacción 9.17). Sin embargo, la cinética de

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reacción puede estar limitada por la transferencia del oxidante desde la fase gaseosa
hasta la fase líquida. Una vez iniciados los mecanismos por radicales, las reacciones
que tienen lugar son las anteriormente indicadas como 9.8, 9.9, 9.12 y 9.13. Para
activar este conjunto de procesos o reacciones entre especies radicales, conviene
favorecer su formación y las velocidades de propagación. Esto se puede hacer
mediante la activación térmica de la especies, pero también mediante la utilización de
catalizadores que permiten obtener los radicales en condiciones más suaves. Este es
el objetivo de la oxidación vía húmeda con catalizadores, OVHC, pudiendo utilizarse
catalizadores tanto homogéneos como heterogéneos.

Respecto a los catalizadores en fase homogénea, es decir disueltos, por analogía a lo


que se mostró con el reactivo Fenton, una primera opción son las sales de Fe2+, las
cuales son precursores eficientes de formación de radicales. Varios procesos se han
desarrollado acoplando el catalizador Fenton a la oxidación con dioxígeno. Otra
alternativa es usar sales de Cu2+. La aplicación de las posibilidades oxidantes del
cobre permitió la puesta a punto, en 1990, del proceso Ciba-Geigy para el tratamiento
de desechos químicos de la industria farmacéutica. Este proceso usa sulfato de cobre
y trabaja a 300 ºC y a una presión de 150 bar. Otro proceso OVHC que utiliza Cu2+
como catalizador es el desarrollado por Athos, en 1995, que se aplica para la
oxidación de lodos, y que se lleva a cabo a 235 ºC y 40 bares de presión.

Un grave inconveniente causado por el empleo de los iones cobre, y en general de los
iones con propiedades catalíticas en fase homogénea, en el proceso OVHC, es el
hecho de que estos iones forman fácilmente complejos, los cuales deben ser
eliminados en etapas posteriores. Además, las sales metálicas pueden ser, a su vez,
tóxicas, lo que implica que hay que recuperarlas. Para ello se emplean etapas de
precipitación y separación. Esto redunda en un aumento del coste del proceso
homogéneo, haciéndolo menos atractivo. Esta es una de las razones por las que
comenzaron a aplicarse catalizadores heterogéneos.

Los primeros sólidos utilizados en OVHC heterogénea fueron óxidos de metales de


transición o de lantánidos, debido fundamentalmente a su alta estabilidad térmica, ya
que presentan elevadas entalpías de formación. Por ejemplo, se ha investigado la
aplicación del óxido de cobre, aunque como regla general se ha observado que los
óxidos mixtos, con más de un ion metálico en su estructura, presentan mejores
actividades catalíticas.

Así una mezcla de CuO-ZnO-Al2O3 puede eliminar totalmente el fenol de una


disolución en las condiciones siguientes: 5-6 bares de presión de oxígeno, temperatura
130 ºC, concentración de catalizador 5 g/L y concentración inicial de fenol de 0,053
mol/L. El mayor problema es que los iones Cu2+ y Zn2+ pasan a la disolución, lo que
impide una aplicación industrial de estos catalizadores. Otros catalizadores de óxidos
Mn-Ce también han sido estudiados, pero el problema sigue estando en su baja
estabilidad en medio ácido, lo que provoca la lixiviación del catalizador.

El problema de la lixiviación de los óxidos metálicos ha llevado a realizar estudios con


metales nobles, que son estables tanto en las condiciones de pH de operación como a
las temperaturas en que se realiza el proceso. De este modo, para la oxidación de
polietilenglicol se han comparado diversos metales, llegándose al siguiente orden de

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capacidad de eliminación de COT: Ru > Pt > Rh > Ir > Pd > Mn/Ce. Todos ellos tienen
mejor actividad que el Cu(NO3)2 usado como catalizador homogéneo de referencia.
Como catalizador heterogéneo de referencia se ha estudiado el sistema Ru/CeO2, ya
que el óxido de cerio usado como soporte, produce unas propiedades catalíticas
significativamente mejores que las de otros soportes, como alúmina, zeolitas, óxido de
circonio u óxido de titanio. Por ejemplo, para la oxidación de un compuesto bastante
refractario, como es el ácido acético, se ha comprobado que un catalizador Ru/CeO2
presenta el doble de conversión que el Mn/Ce, después de 1 hora en reacción en unas
condiciones dadas.

También se han estudiado catalizadores de Pt o Ru soportados en carbón activo o en


grafitos de alta superficie. El papel de estos soportes es el de actuar como
concentradores de las especies contaminantes que tienen que reaccionar. Incluso se
han realizado estudios donde se combinan las propiedades adsorbentes del carbón
activo usado como soporte, el efecto promotor del CeO2 y la gran actividad catalítica
del Ru. Se trata de catalizadores Ru-CeO2/carbón activo. En todo caso estos
desarrollos están en continua evolución, por lo que se requieren de revisiones
bibliográficas continuas. Es decir, que la actualización en temas de investigación
recientes no se puede abordar solo con un libro de texto.

Como resumen de la aplicación de metales nobles como catalizadores de OVHC


heterogénea, se puede mencionar una serie de aplicaciones industriales, que queda
recogida en la Tabla 9.4. Sin embargo, hay que resaltar que la mayoría de estos
procesos están en la actualidad aún en fase de estudio o investigación.

Tabla 9.4. Algunos ejemplos de aplicaciones en empresas japonesas de OVHC con


metales nobles.

Condiciones del
Empresa Aplicación Catalizador
proceso

Lodos Pt-Pd/TiO2-ZrO2 40 bar de aire,


Nippon Shokubai
220 ºC
Aguas
Osaka Gas M/TiO2 70-90 bar de aire,
industriales
250-280 ºC
urbanas y lodos

Kurita Aguas Pt soportado NO2-/170 ºC


Amoniacales

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Lecturas recomendadas

 Air pollution Control Catalytic, Ed. Wiley Interscience, R.M. Heck, R.J. Farrauto,
2002.

 Wet Air Oxidation of Aqueous Wastes, Antal Tungler, Erika Szabados and
Arezoo M. Hosseini, in Wastewater Treatment Engineering (ed. Mohamed
Samer), 2015. https://www.intechopen.com/chapters/48758

 Tratamientos avanzados de aguas residuales industriales:


https://www.madrimasd.org/sites/default/files/informacionidi/biblioteca/publicac
ion/doc/VT/VT2_Tratamientos_avanzados_de_aguas_residuales_industriales.
pdf

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Ejercicios de autoevaluación

9.1. En la Tabla 9.1 se observa que los motores de gasolina generan más CO2 que los
diésel. Sabiendo que este CO2 se produce por la combustión de los hidrocarburos de
acuerdo con la reacción: CnHm+ (n+m/4)O2 nCO2 + (m/2)H2O), indique qué
implicaría esta diferencia desde el punto de vista del consumo de combustible y desde
el punto de vista del agua generada.

9.2. La reacción de descomposición del monóxido de nitrógeno transcurre según:

N2O (g) N2 (g) + ½ O2 (g)

Siendo S0 = 75,2 J/Kꞏmol y H0 = 43,9 kJ/mol

Responda razonadamente a las dos siguientes cuestiones:

a) ¿Esta reacción es espontánea en condiciones estándar?

b) ¿A partir de qué temperatura será espontánea?

9.3. A lo largo de este tema se ha insistido en la distinción entre los contaminantes


primarios y secundarios. En un caso se ha mencionado una tecnología que aplicada al
tratamiento de descontaminación de aguas puede generar una contaminación
derivada, “o secundaria”, en la atmósfera. Comente cuál es dicha tecnología y qué
contaminantes produce.

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Tema 9. Respuestas a los ejercicios de autoevaluación
R. 9.1.
El CO2 se produce por la combustión de hidrocarburos del combustible, y en los motores diésel
se genera menos CO2 que en los de gasolina; esto implica que el consumo de combustible es
menor en los primeros que en los segundos. Por otra parte, la cantidad de agua es
proporcional al CO2 generado; por tanto, los vehículos de gasolina producen más agua que
los diésel.

R.9.2.
a) Según la expresión de la energía libre de Gibbs:

G0 = H0 – Tꞏ S0

Operando, resulta: G = 43,9 kJ/mol – (298 K ꞏ 75,2ꞏ10-3 kJ/mol K)

G = (43,9 -22,4) kJ/mol

G = 21,5 kJ/mol

Al ser G > 0, la reacción no es espontánea en condiciones ambientales (que se suponen


estándar).

b) Debe calcularse a qué temperatura se cumple que G = 0

Cuando G = 0  H =T S

T= H/ S  T = (43,9 kJ/mol)/(75,2ꞏ 10-3 kJ/Kꞏmol)  T = 584 K

Es decir, a una temperatura de 584 K la reacción estará en equilibrio.

Para temperaturas T > 584 K, el término entrópico será mayor (en valor absoluto) que el
término entálpico y, por tanto, G < 0 y la reacción será espontánea.

R. 9.3.
Se trata de los procesos de incineración de aguas fuertemente contaminadas en las que se
pueden generar polvos volátiles y que pueden emitir al aire dioxinas y óxidos de nitrógeno o
de azufre.

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