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DONACIONES

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DONACIONES

Las donaciones (donationes) aparecen en el Derecho Romano Antiguo como un negocio


jurídico, no sólo con una denominación propia, sino también con una particularidad de
efectos que las distinguen del resto de las instituciones. Esencialmente se configuran
cuando un sujeto realiza una atribución patrimonial, un traslado de propiedad a otro, sin
recibir ninguna contraprestación a cambio, es decir, con carácter gratuito. Se evidencia el
empobrecimiento del donante frente al enriquecimiento del donatario, a quien, si bien no se
le exigía la aceptación como requisito de validez, tenía la facultad de rechazar. La donación
consiste en la convención adoptada entre dos partes, por la cual una de ellas atribuirá a la otra
algo en forma gratuita.
El objeto de la donación puede ser la transmisión de una cosa, o la constitución de un derecho
real, la cesión de un crédito, el asumir una obligación, etc. Lo importante es que haya animus
donandi, o sea, una intención de cumplir una liberalidad.
Animus donandi, consistente en la voluntad del donante en hacer una atribución particular a
otro sujeto, sin obligatoriedad alguna. Unido a éste aparece el elemento objetivo configurado
en el empobrecimiento, la disminución patrimonial del donante, a la que se corresponde el
aumento patrimonial o enriquecimiento del beneficiario. La absoluta gratuidad determina la
donación, confiriendo una convención de dar entre donante y donatario, la cual en sus
orígenes no presentaba la obligatoriedad, es decir que el donatario no tenía acción. Esto
implicaba el uso de un procedimiento de derecho común que daba al donatario posibilidad
de acción.
En el derecho romano se trató de muy distinta manera a las donaciones. Así es que, en un
principio, los romanos desconfiaron de la transmisión de valores patrimoniales sin
contraprestación, por lo que trataron a estos negocios en forma muy recelosa. Los juristas de
la época buscaron proteger al donante y a la familia contra las donaciones indiscriminadas y
en demasía, fruto de ello es la sanción de la Lex Cincia en el año 204 a.C., plebiscito
propuesto a fines del siglo III a.C. por el tribuno M. Cincius Alimentus; que además de
prohibir a los abogados recibir dinero o regalos para pleitear, prohibía hacer donaciones que
pasen de un cierto monto, el cual se desconoce, estando exceptuados si fueren realizadas
entre personas unidas entre sí por vínculos agnaticios, cognaticios y de afinidad.
En el Derecho Romano primitivo la palabra “donatio” involucraba la idea de que ha habido
donación de la cosa, es decir traslación de la propiedad. La ley romana no reconocía otro tipo
de donación. No era un contrato ni una obligación entre las partes; sino un hecho realizado y
consumado; la donación o traslación de la propiedad se efectuaba en la misma forma y modo
que en todos los demás casos, pero siempre existía un motivo particular; consistente en la
liberalidad. Pero tanto el uso como las constituciones imperiales reconocieron
posteriormente, como obligatorias las promesas de donación hechas por escrito y sin
estipulación y desde entonces la donación entró en la categoría de los pactos, aunque no
obligatorias en su origen lo llegaron a ser posteriormente. Pueden verse en el Código de
Teodosio (es una compilación de leyes vigentes, de carácter oficial, cuya elaboración fue
iniciativa del Estado en la época del Imperio romano. Fue dictado en 438 por el emperador
Teodosio II) las constituciones de Constantino acerca de las formas de estos actos de
donación.
Podemos decir que, según la naturaleza del acto patrimonial, en el derecho romano existieron
las donaciones reales, las donaciones liberatorias y las donaciones obligatorias o promesa de
dar. Además, se concibió la posibilidad de que la donación se refiriera a todo el patrimonio
actual del donante, lo que en el tiempo de Justiniano se le dio el nombre de donatio
universitates o donación universal. En el derecho romano se reconocía también otra
clasificación de las donaciones; las donaciones modales o sub-modos en las cuales el
donatario asumía el gravamen de una prestación, las donaciones remuneratorias que tenían
por motivo determinar el fin de remunerar servicios o beneficios hechos por el donatario por
causa de muerte, mortis causa donatio.
Características de la donación:
Gratuidad: No se efectúa con ánimo de lucro.
Principal: No depende de otro contrato para existir.
Irrevocable: En principio no puede revertirse, aunque por ingratitud puede ser revocada.
Unilateral: La obligación principal es para el donante, quien entregar el bien dado.
Consensual: Juega un papel importante tanto el consentimiento del donante como el del
donatario.
Instantánea: Su ejecución es inmediata
Solemne: Se deben cumplir ciertas formalidades, como cuando se realiza la donación de un
bien inmueble a través de la obligada escritura pública.
Donación entre vivos
Es un acto por el cual una persona transfiere gratuitamente e irrevocablemente una parte de
sus bienes a otra, que le acepte. La donación entre vivos es un contrato. Se perfecciona por
la aceptación del donatario, notificada al donante.
De la renovación de la donación entre vivos:
Dijimos que la donación entre vivos es un contrato irrevocable. Sin embargo, existen
excepciones:
La primera excepción nos dice que la donación podría ser revocada por el donante mientras
no haya sido aceptada por el donatario.
La segunda sección señala que la donación también puede revocarse por ingratitud, sobre la
ingratitud dice el artículo 1485 del código civil: “se entiende por un acto de ingratitud
cualquier hecho ofensivo del donatario que le hiciera indigno de heredar al donante”, en este
caso el donatario es obligado a la restitución.
Mortis Causa
Esta clase de donación se hacía ante el temor de un peligro para el donante; cobraba efecto
si este moría, pero si eludía el peligro o fallecía el donatario antes que el donante, la donación
queda anulada.
La donación mortis causa se distinguía de las donaciones entre vivos porque dependía de la
condición de que el donatario sobreviviera al donante. Para efectuarla no era necesario
recurrir a ninguna formalidad y no hacía falta dejarla consignada en el testamento.
La donación mortis causa se asemeja al legado ya que cumple la misma finalidad: otorgar un
beneficio particular a una persona determinada. Se diferencia de aquel por ser un acto
informal que además podía consignarse o no en un testamento. Con el tiempo, algunas
disposiciones relativas a los legados también se aplicaron a estas donaciones, como las
limitaciones impuestas por la cuarta falcidia y la posibilidad de ejercer la querella para pedir
la anulación de donaciones excesivas.
Es la que se hace con vistas a la propia muerte, por lo que sus efectos definitivos dependen
de que el donatario sobreviva al donante. Los romanos explican el fin de la donación diciendo
que el donante quiere tener la cosa antes que el donatario, y que la tenga este con preferencia
al heredero.'' También cabe donar en consideración a un peligro inminente —
enfermedad grave, viaje peligroso, guerra, etc."—, pero la donación pierde su eficacia si el
donante sobrevive al riesgo.
Mortis causa en la sucesión
La expresión mortis causa es esencial en el derecho sucesorio.
La sucesión solo tendrá efectos una vez se haya producido la muerte de la persona. Cuando
se constate el fallecimiento se abrirá la herencia, la cual puede ser de dos tipos:
Testada: En este caso la persona antes de morir realiza una disposición de sus bienes y deudas
según quiere que los herederos dispongan de las mismas y este escrito que hace en vida solo
tendrá efecto mortis causa (cuando muera). Intestada: En este caso la persona no realiza
ningún escrito disponiendo lo que quiere que pase con sus bienes y deudas a su muerte. Pero
aun así sus bienes y deudas se heredarán según la ley mortis causa de la persona.
Donaciones Entre cónyuges
Las donaciones entre cónyuges varían según el país y las leyes locales. En muchos lugares,
las donaciones entre esposos están permitidas, pero las regulaciones y los impuestos
asociados pueden diferir.
Donaciones entre cónyuges: En general, los cónyuges tienen el derecho de hacer donaciones
entre ellos. Esto puede incluir propiedades, dinero, bienes muebles, etc. Sin embargo, las
leyes específicas varían según la jurisdicción.
Impuestos: Dependiendo del país y las leyes fiscales, las donaciones entre cónyuges pueden
estar exentas de impuestos o estar sujetas a ciertos límites de exención. En algunos países,
las donaciones entre cónyuges pueden no estar sujetas a impuestos, mientras que, en otros,
pueden estar sujetas a ciertos límites antes de que se apliquen impuestos.

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